Ensayos de Sociologia de La Cultura PDF
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I,
AUTODESCUBI-aMENTO
Vivimos
en una
creencias,
1ST
rior del
cin.
(]'
tru
cuando,
t-y. -..iones
colectiva;
sentativa de
niK'-ma
sociedad industrial.
consciente
y llevar a
138
r
constituida.
El absoluto siguiente surgi despus de ia derrota le ia
Revolucin francesa y be la subsiguiente Restauracin, h
""historia''. Por medio de la deificacin de la historia. los
adversarios de las revoluciones de la burguesa pudieron
probar que la razn absoluta, que fue entronizada por esas
revoluciones, era simplemente una de las posibles variantes
de la razn y que todas esas variantes 50a creaciones de la
historia. No es esta la ocasin para mostrar corno, en
esta accin de retaguardia, (a filosofa del racionalismoabandon sus pretensiones absolutas y admiti su carcter
temporal, ni cmo se retiro a ana concepcin m- abstracta
y formal de la razn.. Pero ni siquiera en testa versin for
malista y secundara pudo el racionalismo mantener su
terreno contra la aparicin de afirmaciones nuevas y esen
mente
ciales,
140
141
11
T
gun otro mtodo ha superado al sociolgico, ni ningn ensa
yo ha resultado ms fundamental. No podemos dejar de
advertir que, en ia sucesin de los esfuerzos interpretativo,
cada uno de ellos es ms compiensvo que el anterior y
ms fundamentsl. y que cada nueva solucin contiene y
resuelve a la anterior. Esto' es ms cierto en e esquema
sociolgico de referencia que en cualquier otro: tanto es
as que, dondequiera que la discusin es libre y abierta, la
sociologa ha llegado a ser el terreno inevitable de autovalorizacin lo mismo de radicales que de moderados \
conservadores. Hoy da, el que sea incapaz de conseguir
una comprensin sociolgica e histrica de s mismo, no
podr orientarse en. e! presento estado de cosas. Dos obser
vaciones ulteriores nos parece que deben seguir a esta.
qi). En cada poca, los hombres llegan a alguna forma
de estimacin de s mismos que es ms o menos adecuada
al dominio de sus circunstancias. Por lo general, son los
"adelantados" pioneros individuales los que adaptan prime
ro sus concepciones a ia situacin modificada; con e fin
de restablecer algn grado de compatibilidad entre sus ac
ciones y sus peiL-amcntos. Gradualmente, los otros, que al
principio se resistan a adoptar los nuevos puntos de vistasiguen el ejemplo cuando su situacin cambia tambin.
(By, No deoem-m ver un signo de decadencia en el des
plazamiento graual del anterior rasgo de la personalidad.
de satisfaccin a todo trance, por el rasgo ms nuevo de
autocrtica, de autorrevision y de adaptabilidad. Las carac
tersticas nueva? se desarrollan como respuestas a un mun
do cada vez ms dinmico, que ha hecho aparecer una
forma de vida urbana al lado de la vida rural; un hombre
industrial, al lado del campesino, y un burcrata, al lado
de un feudal. E "adelantado" se ha convertido en la figura
central de esta transformacin, pues la ha aceptado tal
v como es, y est siempre dispuesto a revisar su posicin
ante el orden que cambia [ 3j. En este esfuerzo, la sociologa
13) Vc-ue a
respecto les observaciones da David JJisemao
sobre la desaparicin de las motivaciones tradicionales, y la apa-
esuha
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<om)cns<rJ'is. i-f/o roup:, como 1 lo? la/na. "Cada uno de los cuales
ha luchado y finalmente. conseguido. por ei poder de detener las
cosas que son perceptiblemente hostiles fiara sus propios intereses
y de iniciar tambin cosas, dentro de los lililes bastante ms es
trechos. The Lonely Crowd, Garden City, N. Y .. 195.3. pg. 247.
147
.....
-S
concepcin de lo?. cvese? propio? de cscis uno. Lrn?. sluaeioaes ensean a los hombres u o eui'arge por sus pivpio?
puntos de vist? v a no renii en :vi";o;.; las ideologta.-r Dad- i
cioudes. acuadas poi los extrao?. Lote es el primer paso'-'
hacia la conciencia social de si mismo. Primero, se des- .
arrolla individualmente pero toma, despus, un carcter
colectivo cuando los individuo'- Situados analog,muenie des
cubren ios eei7eno.s comunes de. sus posiciones y Hegan
a una definicin comn de su papel en la sociedad. 1.a
ideologa ele grupo que resulta de ese proceso se iorma sm
tener en cuenta los seiKtrnienos tradicionales relacionados
\con la sangre, lasos regionales u honor de .casta.
-** El segundo factor que favorece a la conciencia de grupo
es ~fa prctica moderna e educar a la persona en una
atmsfera socialmeute neutra, cuya ausencia en e tipo tra
dicional de educacin impeda Ir aparicin de una orien
tacin de grupo nueva e independiente. J~Ia rudo subrayado
con frecuencia que ei "rornuanero'' no no-da adquirir una
conciencia de ciase propia. ni siquiera en los tiempos de
su decadencia econmica, mientras viviese con a familia
de u maestro. Esta sbuacu primaria de grupo comn.
entre maestros y * ompaaeros" o aprendices, perpetuaba
la lealtad de los ltimos al gremio v sus esperanzas de
alcanzar el rango de maestros de oficio. Esta misma situa
cin obstaculizaba Lt aparicin, del resentimiento de ciase
que ms larde llev ai proletariado a su concepcin de la
sociedad centrada en su clase. La evolucin de la concien
cia de grupo femenina presenta analogas claras. Empez
en el mismo nionar-ru en que la? mujeres comenzaron a
tener vocaciones profesionales e hicieron de la situacin de
competencia del mercado' la base de sus carreras. Esto senala el principio del conflicto entre la interpretacin tradicio
nal y patriarcal el papel femenino por un laclo, y la opi
nin que las mujeres trabajadoras formaron de si mismas.
p por otro.
"
supuestos in e xn re
Sarniento
(7)
El
proc-c?o
democrtico ocasion
esta
rmsica
roaniesta-
este
desarrolle*
adoptar, sin embargo, el pacto de rosta sociolgico), como si"Despus de las corrientes internacionales cjue predominaron
;ie:
o orno .sr. siglo eminente,--n el siglo xif. nos sorprende e- siglo
niente aieuan... Es'o se debi a -jue las races oc arte atravesaron
(sin
149
2. Contornos de una
DE LA
teora
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Meca
Sin embargo, o' lo-:
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que renerio ja l'ovc de jo-- -e-ruo; d-d onivei :o. : :! Lempo
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L miarnos
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El pensamiento socuAogico
rio
conduce necesariamente
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Debera haber quedado claro que la ""intelligentsia" no
no puede formar un
e.5, de ninguna manera., una clase, que
partido (di v que e incapaz de una accin concertada.
Tales intentos e-tdijn. destinados al fracaso, pues la accin
lepe < en primer lugar, de ios intereses comunes
pd !
L uieigeiitsia" carece en mayor grado que
im
Jv
de este pupn
cuanquier otro srnjpn. Nada est ms lejos
funcionarle
En
cohesin.
y
la
que ia mentalidad monoltica
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154
de diferenciar,
Se pueden resumir las ca N. 1i
iD- de esta
capa social como sigueN' Es
m ra. ad cAi' m?ro
' individual de la "rmellino sobre, las clases. El miembro
gentsia*' puede tener, y con frecuencia tiene, una orienta
cin particular de ciase y. en conflictos reales, puede ali
nearse cor! uno u otro partido poltico. Adems, sus elec
ciones individuales pueden tener la consistencia v las ca
racterstica? de una posicin de clase perfilada, Pero, ade
ms de por esas afiliaciones, es impulsado por el hecho de
que su educacin Se ha preparado para enfrentarse con los
problemas cotidianos desde vanas-- perspectivas - y no solo
desde una. como hacen la mayora de los que participan
en las controversias de su tiempo, Decirnos que est pre
parado para enireniarse con los problemas de su Lempo
desde ms perspectivas que una, aunque, en casos aislados,
puede actuar como un partidista v alinearse con una clase.
Su preparacin adquirida le hace, potencialmcnte, ms in
estable que otros individuos. Puede cambiar ms fcilmente
su punto de vista y est renos rgidamente entregado a
uno ele los bandos en lucha, pues es capar de
experimen
tar. a la ve?:, varias aproximaciones en conflicto a la misma
Esta propensin puede, ocasionalmente, chocar con
los intereses de clase de la persona en que se da. Este estar
expuesto a las variadas facetas de un misino acontecmiers-
to. v su mayor
facilidad
paia
llegar
a otras y
diversas esti
de
155
W-
No p-odeum
cp! lO'H'r." i. e.ni com- ~- (''/etqiati.u- iaplificaciones propia? cb< :)"-ol,?;uo cul u-uGd-u : de una
sociologa de ci.:;.-;; y, ?n embargo. una colimen:; -a comn
de e-oe Lecho? b payerer lugo ce?, quecb indicad? por la
disd.riCion .-.co-Pnrnbrada enlre ei "Vallo y el "'incubo'",
La persona med a perdue o na diferencia v distancia e-ocia
tan grande? entre e-Vas do- 'alegora- cerno b? que per-'obe
entre los nco-: v lo? pbue- o enni hm .uVro~co v h.f a?alanad'):--. Ldo e- t.-uribL n per cciarnenV i'Xpw.Tbo puf la
aniOLoneiencui nii.-nuinarabienientu muvor con qu~- 1? gente
siente su iaUa de culuio que- su ala de medi;--, fales
diferencias no llegan a ser eNd-erdes en un esquema de re
ferencia sociolgica centrado en la clase.
Recalquemos aqu que los intelectuales no ocmari una
capa social por encima de las cl.a-,es rn estn., de ninguna
manera, mejor dotados que otros grupos con la -rapacidad
piara superar si; propias vinculaciones me clase. Rh mi
anterior anlisis de esta capa social, v ce la expresin
"inieiligc-ntsid /'dativamente independiente" ( cia'iv jreinjir
es una capa m/nt' que est por encima de Las clave-go/a de ievehuxones er-pedn. as. (ion r
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ltimo, mi pieensio;: t-r.3. dmpleimmtn. que cieno- .tipos
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sociedad diversificada,
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autor
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( 1-i)
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C.
Prcticamente,
tocio
case.
clase. Lna vez que esto esta claro, somos capaces de asignar
algn significado a a variedad de motivaciones de que de
pender las elecciones individuales de igoo poltico. Algunas
personas son. influidas pot una nica motivacin preponde
rante. rn entras que oiios estc sometidas a incitaciones en
conilLio. h.-io es .-Aplicable no solo t los intelectuales, sino
a cualquiera que pertenezca a una profesin, bien arirrierada, a la que no tengan f,Ji acceso los extraos.
Enendeicnim fas situaciones aibh alent.es solo si cc mdonamos el realismo hegeiiano que da al concento de im.se
del ruaicinbsmo histrico su carcter acorazado v q-_,-e ra
a esta concepcin impermeable para una psicologa citiicrta. 'lenentos que fundamentar e concepto de clase sobre ..as
acciones r oreerenr ae del individuo, para ser capaces :.-r
apreciar as situaciones alternativas y para tenes cocorica
dei hecho de que una clase no absorbe por complete c_
expiic toda las acciones de las personas concretas, bx s
pesar de todo eh''.o no adoptamos por completo el procer..'njiento -Je los nominalistas sociolgico- que ;-Urihu\er .'.."x-
160
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al individuo
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ciri.,
gen, 1920.
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j.AXi'.on der Pdogogii. der CceenuarL yol. l!
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''Boce-cht igung;X'rScii
1 20 :
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chcii. 1923.
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cin 2i. 0 .La arnfc'valcrv ia de! hombre cuh-o v su desviacin
del patrn de ciato puede;" explicarse por el hecho de que
un distinto universo miekcUm! tiende 2 otear un grupo
Uilnirne, con un sprit oV cim;- especii v a aunm nUr la
distancia entre ios que se cuoumcan c:> se universo adqui
rido de perisamiercO' y in- que no Jo hacen
No preumuercos exendo; nos en ia tipologa de has voca
ciones do Jos inteeut.iles de que heruo-j dado noricis. Se
aludi a ca como punir- r'.-- pallida. Los tipos de "'intcjligents.JSi" a que se retn-ie 6 re si o de este ensayo dolieren
de los que hemos bosquejado anies por su comiptu alvs ca
rencia de diversidad de iX.if-.nfs v por sus m.o";.v<'icionc>
especiales, que espetamos descubrir. E- posible que la ar
gumentacin, en ciero< casos, exceda los limites del an
lisis sociolgico e invada e terreno de la filosofa de la cul
tura, No obstante, existe alguna diferencia entre preserHr
una filosofa en sustitucin del anlisis sociolgico v pre
sentarla como prolongacin jei mismo. Esprame- m. ir el
segundo procedimiento.
b. Leciercr c I. Mar-cirak.
des Soziakcntnuk. v o ,
1921.
(21)
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cstiraar la iinpoctancia de
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es
de fructfera incertidumbre,
en a Francia
Esta tendencia escptica. que se originoAlemania,
ipiir
en
del ciglo XYii. casi no ha influido
comprendi'
que
Nietzsche fue el nico alemn importante
tal y como se haba.
la vitalidad del escepticismo f/ anees
Montaigne, pa
desde
desarrollado en situations- dr.e.rsas.
hastaChamor?.
y
sando por Pascal. La Rochefoucauld
la
de
conviccin
ia
tuvo
Stendhai. Ninguna poca anterior
las
Todas
verdad.
ninguna
nuestra, a saber: que no ie.ne.tn05
te
a la nuestra incluso las escpiicas. han
pocas anteriores
nido sus verdades 2T.
Este mtodo muestra *0
fecundidad de
su variabilidad,
de un ge
obtener
Esie es e! Upo de consejo que podemos
un ca
practicable
hacer
nuino anlrsis sociolgico. Puede
contingente
carcter
su
llejn sin aparente salida, revelando
abiertas ante nosotros.
v las aileraathas que permanecen
naturaleza de la ayuda
la
Esta es tambin, incideiitalrneute.
nos ofrece. Hay algo
que un fructfero tipo de psicoanlisis
moderna para
capacidad
esta
en
ncomparabIem.eiitc positivo
rechazar
para
situacin,
cada
de
ver el aspecto de tauteo
alteraade
evadirse
fatalismo,
para
toda niaotesa-iri de
de
detrs
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y
ms
mirar
v
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las inmtalo dados acaieme?.
los peligros de la
Demnya monos <>m ve? y re/ one <-er
y para
culisd modeins vos evadirse de la? decisiones
si
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af"rnar, llega a =er si arnt.u
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una co'upicu expimac-.-.-.! s-H.-iolgsca de ia monudicLd ce
nuestro en xo. pese ddm-y la siuhcii iunaovr ! N n
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atencin
especia', intentare177
siA.-v'Mrar,'.- -'
oos mostrar.
cesivas (28),
Podemos encararnos con el. problema en su perspectiva
propia una vez que disponemos de la familiar categora
del "funcionario'*. En la medida en que la sociologa del
materialismo histrico se interesa por los intelectuales, lo
hace por su capacidad para convertirse en funcionarios y
satlites. (Advirtase la limitada rea de donde se deriva
el trmino grosero de "funcionario", significa algo relacio
nado con lo oficial.) Ahora bien, este producto fabricado
.en la casa de la sociologa no es completamente obtuso.
Sin duda, los intelectuales son, con frecuencia, y han sido,
fueros proveedores de ideologas para determinadas clases.
*Sin embargo, esta es solo una de las diversas funciones de
la ideacin, y, a meaos que se est preparado para consi
derarlas todas, el estudio del intelectual tiene, verdadera
mente. poco inters.
estas alturas, consideremos cuatro de las directrices
que son fundamentales para la sociologa de este terna:
las dos primeras se refieren a las caracterstica:- intrnsecas
ide la "intelligentsia", las otras dos se refieren a sus corre
laciones con el oroceso so.ci al en general:
ial de los intelectuales;
1. el "rasfcno
2. sus aon amen* * particulares:
3. su movilidad de ascenso y de descenso :
4. sus funciones en una sociedad ms amplia.
A)
N7 ELECTOALLS
"
B)
(23)
el
178
tema.
por
179
organizaciones mecevales
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piimtivo.
eruionraruos a
los jug
adquieren con
siderablemente ms tarde una conciencia clara de s mismos.
Muy peculiar es la posicin de los trovadores y le
singers (31 bis). No son extraos en a jerarqua feuda
que no pocos de ellos son caballeros pobres o arruma
en situacin marginal. El origen de su nobleza e
ante, pues algunos la deben a su nacimiento, mientras
artista.
irig:
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agrupaciones
poeta antiguo encontramos ai
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T.)
Schulte.
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nas 185-231, 1895.
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gjualfes ia?. que propcucionan 'una comundo?, anterio-finente scooumios, ureado? por ora Xibehceni.siL' .enuma.
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sus miernbto:-.
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oUetua.
kigi-'amonte,
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Segn W. Pfi's'er y J. Srnon. of. S'hnUc-. pac-. 67 ' W I'nrvu:cia eclesistica de Colonia, con I.uieb, Utrecht. Mrtsiei, Osnabriick. y Mnden; provincia cvlesiv i o a ch- Main?, -in Praia ni
Ojniiiu. cor Worms. Speyer. Estrasburgo, Chur. Aui-irorco Dam-
186
Barones
Nobles supuestamente
libres
Ministeriales
Dependientes
Burgueses
Extranjeros
Dcsuonc-rido
10
SIGLOS
lina
( 39 1
11
12
13
126 128
14
601
47
11
116
126
t>
22
S
152
51
68
107
18
17
49
2
.30
2
2
31
....
12
yo
l
81
106
10/
J 51
....
...
--
22
TOTAL
77
44
15
128 1027
r
Bibliografa :
Aloys Sehuite, Der del arid die deuische Kirnhe im- MuielalKirchen reciitliche Abhandlungen, Heft 63-64. Stuttgart. 1910.
tsr
Albert W ermingho abiaodische ProbU-me in Hr-r Geschirhi?- der
deutschen Xjrche des Mtelahersi.. en Zeilrcknjt tier San.i;hySri}tan.g
jar Reicksneschichte, ob. cit.
,
(40)
yeron
188
ele coraunccic-n q'ue b iglesia echa pro;orc?hombres ce lebas La? telar ames pocmle? ce Los
da
gremioe,
decaen loa conducto*
mentos lie las ciudades, asamblea feudales 1 4i i . Los crcu
los ntimos de los huruanistas llevan el sello de una nece
sidad vocational y literaria, y con mucha frecuencia se
parecen ms a organiza' '-iones reducidas para oiyiehvos ul
teriores que a 1elaciones sociales profundamente sentidas.
cuya Tfi&scsi a algunas veces adoptan i--2!. Lisias oyjiipacxo-
humanista?
ts-rvieron.. a
A gut:, a
Kuiur.
>41) H- Miomov ido un estudio c'c la ormaun de !a opinion
ptibliea en uri pequea y antigua ciudad alemana. Las encuestas
ya c ciliadas uiuau iut ug .--publico organizado ~ubr<vv:-?i'-e uuu
en una coL-nunuiad de tipo (tadcional, itttemras qoe en B,'-d>u ?-ha desvaue.do. Loa fez fyue un autor se esmUev' en una moundzd compacta, puede seguir contando con su favor. ru??u:rs? epo
en tai medio compmiarnoie abierto y lai.clo, ?; pblico ec fortria y
U apa
rospotide en cada creso concreto, y sigue escande nlertcricin de nuevos meteoros, sin tener en cuerna s sus tooiruo* uv
leriores. La acari-rion de pblicos organizadores, corno le ro-munidad
de los ealros y del teatro de b poltica, repr-rf--inmn lendcncias de
c<
m pensacin.
(42; Albert
tesis doctora!
r.->
prohibida.
cantores
193
V. A V xN HEIM
. 13
194
195
i.
boJie, Esta actitud abioiid es particularmente caraclenstica ele los salones del icoer estado, como ti de Mroe. de
Geoh'ins.,
de un c'raloi de chambre". 1.1 secundario
re ir,o
independencia,
Ess poca excepcional de los
sajones
constituye
un
(5v Dr-ikaiber, 'metis sur la socit des gene s leitres. Beljamo cam-Loriza ! cclIo vicioso de los poetas que dependen de
la coitr nomo sigue: ac'esi un cercle vicieux: pb'-s ils or besom
ie la '.o'ji, plus (i ahaissen, et plus lis s'abaissexU. moms -j
eiX. Le public et es homm.es de lettres au XVl /
sr/v 1881. pg. 223.
cour a ii pout
(58)
feekuser
guientes.
(60) Add ison, en el Spectator- nm. 403!. d
i he humorsti
el ambiente de los caf: de Loridr-s : Cono o.m la- taras
de los principales poltico; ele cada distrito: y cada caf llene
algn hombre de estado particular, que es el portavoz de la calle
donde vive. 7o tengo cuidado si-mprc de colocarme cerca de l.
con el fin de conocer sus enjuiciamiento? sobre el actual estado
de cosas... Ante iodo, entr en m. James, donde encontr la sala
exterior completamente jicos
e-i. murmullo de la r-oluca; las
especulaciones eran basianie vaga- -n Ja: inmediaciones de la puer
camente
?'
198
'
[
L
[
L
l
[
mmmm
200
ce] (63).
i'5i.i
u
!
I
:
202
. No encontramos ei
Spree'
de la falta
formalismo de ks clubs politice
el tono de
reuniones parece pesadlo, las sesiones se celebran con un
orden previsto de oradores y
auuvnu
tunas ue ras in
tervenciones pronunciadas (67). Aunque encontramos en
estos clubs algunas caractersticas del saln, los funciona
rios del gobierno y los liberales romnticos, carecen de la
fluidez" y de la informalidad de sus versiones inglesas y el
clima de los clubs conservadores de la poca, en Alemania,
no refleja an las formas sociales de urna sociedad de libre
competencia*
q En suma? los moldes especiales donde se amalgaman los
intelectuales proporcionan una base importante j
comprensin de los papeles que desempean- las" capa- ~
ciales cultas en la sociedad, y, de cuando en cuan;
moldes incluso ayudan a comprender el estilo de expresin
prevaleciente y la mentalidad que estn desarrollando los
elementos ms articulados de la sociedad (68).
(66) Karl Mannheim. Conservative Thought, Essays on So
ciology and. Social Psychology, ed. Paul Kecskcmeti, London and
New York, 1953.
(67) Algunas de estas intervenciones, en particular la de Heinrich von Kleist, fueron en seguida impresas por la Berliner Abendblatt. Ver R. Steg, Kleist $ Berliner Kainpfe, 1901,
(63) Aludimos a este respecto la observacin de Harold Routh.
en la Cambridge History of English Literature, acerca del escritor
ingls en general. Routh atribuye a caracterstica facilidad de este
para escribir con claridad, sin caer en el escolasticismo ni la tor
tuo-idad, a la influencia de los cals de principios del su :1o xvni.
Estos constituyen, como hemos dicho ra. las casus cuna de la cul
tura burguesa. Con anterioridad- incluso r? autores de panfletos.
utU/.ahan
estilo escolstico y alambicado, pues solo se relacio
naban con la letra impresa. Ei caf, por el contraro, es ei reino de
la conversacin. E hombre cuyo espritu est acostumbrado ai
intercambio en ideas es ms adaptable y hbil que el que aprendi en
los libros. Los cafs fueron los inconscientes impulsores de un
nuevo humanismo, y solo aquellos centros pudieron poner al escriiQT en contacto con los pensamientos y sentimientos de sa
tiempo.
203
I!
C)
teacenciosa de la ""miellgentsia
considerndola
como un
'
i)
Tipos de "intelligentsia
en ascenso
i
u
206
ii;
personas
ch.
llores, sir
- "3 u ' i
\
sor;
modelos opuestos de
pensamiento y
de
conaucia
ed.,
1897.
207
sociedad.
Las clases inferiores discrepantes gravitan en la misma
direccin. En la primera fase ue su consciente autoafirmacn, las clases inferiores reaccionar) frente a las cor(76) R ffarnanri, D'.e Fri/brenai-naoc? der
italieniscken daleret.
Die Kunsi in Bildern, jena, 1909. pg '?> y ss, A- V. Marn, Die
"
pian Mentality
209
208
-14
I
1
geKsiaA (ao bay necemdad de o ecu* que ee-arao- t'r-5.ia3i<Joeomo hace ia sociologa er m-ncrm. prohabiidaae- tpica
v no la historia ele vicias ?a v preden-ninadas ele ukIi'vidiios.j
Dibujemos ahora el
esquc-uis
,?e
iorina
de los
eecar-nu
desarraigado:;
cuarta
trarionclo
21X
estado de
cosa?.
RAICE? Soi.iALES
DEL ESCEPTICISMO
21.2
sociales tpicas,
social.
ticad" 79'.
,u
no-
corifundmio? innece
confianza quebran
214
nos, con su
en un
2] 5
la variable
psique
humana.
El tbcepHcismo entra en >h quinta fase > muido sociepasa el e?;ann de desorienUinn 'y hega"e )> -;;uc yo pro
pongo llamar una segunda fe. Corno es ru-onat. no todos
los individuos de una Mnledigentsia'' r'cai couaria alcan
zan esta lase. Luios pocos son favorecidos por circunstan
cias sociales que les permiten continuar en ri escepticismo
como c-stdo permanente de vida, como le fu?- posible hacer
a Montaigne. Pero, ms pronto o ms .di.dc,_.la .mayora
de los intelectuales desplazados buscan un camino para salir
del estado de incertidumbre y volver .a una L. afirmativa y
categrica. Pero un credo conseguido de v;> forma calece
de la soncjlez virginal y sin artificio de la.--, creencias con
las que lar ca?-;-- en ascenso se afirman a si mismas. La.
segunda e seala la congregacin de los individuos des
arraigad que no pueden soportar el aisLiUimuo v se ven
forzado-? a encontrar una nueva afiliacin en una capa so
Uno oe ios discpulos de Pareo. al agnstico radical de
Lausana. fue Mussolini, el intelectual ermaunb; v excp
tico, que haba penetrado en la mecnica do la Historia
y no haba encontrado en ella nada en que creer. Tales
intelectuales no depositan su confianza eu les esperanzas
apocalpticas de una primitiva capa social quo se enfrenta
con su extincin. Por ftiles que estas espr? unzas puedan
ser, surgen inconteniblemente de un impuro comn de
desaliento, mientras que la segunda fe de Un- intelectuales
lleva los rasgos de una mitologa imaginada. Esto es as
216
cial moorraovible.
en una
por
Joachirn
i 8j
J918.
218
que se ocupa
"meniairannte'' de
cosas que
esian
por oumnis
de la comprobacin externa.
Sin. embargo. los individuos de las clanes superiores que
por sus funciones de administracin se mar denen en con
tacto diario con el funcionamiento de una sociedad rorriplfqa. poseen urna sobria estimacin de la? fuerzas sociales,
LI dirigente de ha organizacin industria!, poli tica o nilher est en condiciones de sdquiir el hbito de examinar
el desarrollo de las cosas en sus correlaciones cnliple?. 5u
tendencia -.'.me <e-r pragmtica y. acuque e? probable que se
interese mas bien por el aspecto inmediato de ios acontec
miento?, su situacin le hace .sensible para las cnrrelacioffes
ms complejas,
Liemos vtsio que el desarrollo de una 'bnt'eUiS&iiLriqjj v
de su Pipo de ideacin dependen de las circunstancias en
las que aquella llega a ser reflexiva y articulada, a cons
tituya un g iupo desplazado o ascendente, ya une capa social
bloqueada
ciones a-ominantes
iSTE-LCf CALES
La
un:ma
en que ahoia
)S
ocu-
social
-..i entes:
del intelectual. Distinguiremos los tres tij
el mbito ocal,el institucional (u organizado ) y el indepen
diente.
La localizaciri del mbito local se encuentra en las co
uk-umu. La cultura de estas comu
munidades pequeas
nidades debe su aeuuuu pcisuasiva y su permanencia u
sus firmes races en las ocupaciones continuas y en la com
prensin del contorno. Las generaciones ms viejas desem
pean su papel en la supervivencia de estas tradiciones lo
cales. Encontramos a los grupos que las sostienen general
mente ligados a cuerpos locales de gobierno independiente,
y conservndose unidos por medio de la amistad, el patro
nazgo y las fiestas. A veces la minora local puede llegar a
convertirse en un centro de cultura regional de mayores pro
porciones, un tema que el lector puede consultar en la obra
de Nadler (83b Los producios inconscientes de los contac<
unc
sociales de la ciudad.
Los hombres de letras de las instituciones son de tipo
diferente. La cultura medieval cristiana deriva, su carcter
internacional, no de la sociedad medieval sino de la orga(!}-%) Holzknecht seala ei ccmvasie entre i?. fuc-:kgevsa-> local
fi'v?.]. en (Necia: '...con Ibyoue. Simnides y Baculkks,
lo? poetas dejan de ser poetas locales, al ponerse al servicio de un
oslado o de una deidad, y al oMcurse a cualquiera que los nece
> ia
r~
222
(Rob-i't Akn. oE
ot..
pg. 230.)
ra,
<
-.u i
< l><
o tro lie pe r o na
'
iniclectualnurnco. ivenen, por lo manos, una .rebeln pao-.de?.3 con su situacin en la vda, Pero exivlen raucliiis. iamLueru cuya concepcin es tipo amenre jmc-pendiente. Pueden
j.ueiren sus poltica, peo.) no ?e som.elea u nin
puttido o definicin. Pero esta ndependerjcia es abso
luta. Pensemos tan solo en. [.?, mavona de los periodistas
que estn sometidos a ias rest: coiones evidente?, v a las
iniangibies. de is. Prensa, b sir< embargo, su preferencias
y sus afiliaciones sociales no son fciles de predecir, pues
fluctan a una velocidad que es caracterstica ce esta capa
social rxiio La clepeclenea en que se encneDlra ei escritor
con respeeio a ?u. empresa! i'., no impide que resulte alentado
por as corricnves sociales, pomras o religiosas que .se con
figuran fuera de la oficina de esie. fuera de su comunidad
u de &u puis. ES periodista, el escritor, el comeniansia de
rado y el universitario en sus horas libres, no restringen
sus opiniones a ios contactos inmediatos solamente. Las resuiecxones espaciales significan, comparativamente, poco para
'-los, c-n tazn, precisarneaie, del medio donde se desarropa
su m.Lvidail profesioaa.
Toe tanto, no se puede entender adecuadamente la condurta de esta cana .soeial fealesd solee. -sis-.-ossta' so' sita
1
*
cuno social, sus intereses de clase o su mbito social No
j-,,:-cr-v v.ra- "n consideracin los movimientos sociales o las
corrientes intelectuales en las que participan como indivi
duos. NJ siquiera las formulaciones profesionales de estas
tener sus
gn
223
1-
cismo.
rtlectual
propensin a retirarse de as
i;: a des."preoc'up-'.'m.ic-. prcticas de is. sociedad. Debemos
ia po
en
pasivo,
'cubrir mix ..Vcologia, con su acnvo y su
trabajo.
del
divisin
sicin qu- i- intelectual ocupa en ia
t,cn rexuonua. se fia uqacla.i-ilgcljxgl. dV . eslay; ahajado
aroenu: a xu alejamiento-
rente del
dj:l
O at;':-;-, precedente lia tenido poco en cuenta la-, ea> aeterriic x- del intelectual en s. -Nos referimos parucu-
Gna comprensin de
bastante cierto, debemos retoidar que una compleja divisin del trabajo crea un estado
.general o alejamiento del aue difcilmente nadie puede
es
escapar, hn una sociedad altamente diferenciada, el
ms.
vez
cada
obscurece,
se
cosas
quema u.iuipie de las
lo mis
para la mayora de los individuos. Esto es aplicable
que al
neumtico
martillo
maneja
un
mo al Lmnbre que
funciono; b> o al granjero. El horizonte del gobernante o del
diplonniimo puede incluir una parte mayor del conjunto so
4. JiL..YbJ a Aunque
;
1
esio
e?
cial..
pe? o
224
225
Xlh. -15
.mocarle una
los
aspectos
en contacto.
sa,
iuen;c
de Mcjarriieroo
de
realidad.
tBM R. E. Park
o i Sco'oxr,
10 he
Science
226
227
parece tener razn al manfenrr que a aide,.-. '..fitenipornea no reconoce an un rea Jaramente o- r.-- a acia de
intimidad o- por lo menos, no reconoce la no., > '.hrj entre
los asuntos pblicos \ los ncirous ou: la ':<-u--.n que
228
nui'inas
marcan,
esa
nes
pblicos.
"
L"
"
'""x
'
230
tac ion y
n una vocacin. El
en si mismo, un episodio
semejante. Los
cuencia
movimiepros
cmo
jdcarizar
' i)
-:! it:?!.?..
\ c- -a M-s e
<r
pgs
ST+ya
acomodadas.
Los sntomas de la madurez son de una especial impor
tancia para nosotros, pues este proceso aclara la gnesims universal de la sensibilidad intelectual. Las fases de
este proceso nos permiten apreciar el tema resbaladizo de
la actitud intelectual ms adecuadamente que cualquier an
lisis histrico, )_a disociacin con respecto a la propia si
tuacin previa y la bsqueda de un horizonte ms amplio
desde el contorno inicia] <on has impulsos principales, corno
hemos visto. El adolescente descubre las interoretaciones
alternativas v los nuevos '-alores con un sentimiento de
liberacin. La afirmacin de s mismo y una actitud desa
fiante acompaan a esta experiencia. La segunda fase toma
la direccin opuesta: descubre la incertidumbre y la ten
dencia a la variacin de ios puntos de vista. Aunque las
manifestaciones de esta segunda etapa son bastante unifor
mes. la resolucin del problema de la incertidumbre vara
segn los casos. Alguno 2')0 puedan soportar este vivir en
(9> Lis-btuh Fratizen-Heilcriibe! g, Die fugenilllch? Arbeiterin.
Tubnga, 1932. Wayward Youth, de A. Aichhorn, Londres, 1936,
coniene un material
232
un constante
furidanaeni al. Se convierte en perenne?- irnicos y sarcsticos, en los acrbatas del esprit y en os crticos profesio
nales de la afectacin y el fibstesrno i Heme,. Borne y los
intelectuales de la oposicin de a dcc.-.da de 1830). En l
timo lugar, colaremos a los que conservan e ncleo creador
de su escepticismo, Com o constantes buscadores ele la ver
dad, denuncian la hipocresa y e engaarse a si rrbsmo.
Su de-susia radical es cono la levadura en el pao, aunque
no proporcionen la masa para este.
8. La situacin
e??a
2.34
perodo
hechos si de
Z'/>
de las masas que todo ello exige. Por otra parte, 3a influen
cia de las nuevas capas sociales en las profesiones y en la
jerarqua de la administracin puede, dar lugar a un nuevo
impulso y a un fructfero criticismo. Ambas cosas son poco
deseables en una organizacin a gran escala que adquiere
demasiado pronto un inters fijo por sus propias convencio
propenden
(93)
pgs. 170 y
CU.,
rfe-.i.'zs.-.;
no
..i.tiorrenncL'miu
tico que la- mentes subyugada? m producen. La*, ckmocracju. a veces. laman por Dita de conformismo. mien
tra? que la? (ciaduras suelen perecer, ol fui. por alia ce
CTi
r-9
TERCERA PARTE
s<