División Del Trabajo
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Merton, Robert K.
LA DIVISIN DEL TRABAJO SOCIAL DE DURKHEIM
Reis. Revista Espaola de Investigaciones Sociolgicas, nm. 99, julio-septiembre, 2002, pp. 201-209
Centro de Investigaciones Sociolgicas
Madrid, Espaa
Robert K. Merton
RESUMEN
La fuente de la vida social es, segn Durkheim, la similitud de las consciencias y la divisin
del trabajo. La primera es ms evidente entre las sociedades primitivas, en las que la solidaridad
mecnica, puesta de manifiesto por la ley represiva, prevalece. La segunda es propia de las sociedades avanzadas, en las que se manifiesta una mayor densidad dinmica y en las que las reglas
jurdicas definen la naturaleza y las relaciones de las funciones. Al combatir el individualismo y
basar la existencia de las sociedades sobre el consenso de las partes, Durkheim refuta su nfasis
positivista que niega la relevancia de los fines en el estudio cientfico de la sociedad. En su discusin de los fines sociales hay una tendencia antimecanicista latente. La teora del desarrollo unilineal est basada sobre datos etnogrficos deficientes. Asume la ausencia de divisin del trabajo
entre las sociedades primitivas, as como la de la solidaridad mecnica entre las sociedades
modernas. Las leyes represivas y restitutivas se usan como ndices de la solidaridad mecnica y
orgnica, pero Durkheim no establece con ninguna precisin las perfectas relaciones que l da
por sentadas entre sus tipos de solidaridad y de leyes.
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En el momento de escribir La divisin, Durkheim era demasiado positivista como para reconocer explcitamente toda la fuerza de esta posicin, pero, no
obstante sus doctrinas metodolgicas expresas, subrepticiamente se desliza
entre los dos brazos del dilema y salva su consciencia antiindividualista al ocuparse de los fines sociales. As pues, indica de manera clara que si la sociedad
fuera simplemente una resultante de individuos yuxtapuestos llamados a relaciones contractuales provisionales para la satisfaccin de sus respectivos intereses inmediatos, esto es, si la relacin social tpica fuera la econmica, entonces
no tendramos por ms tiempo una sociedad, sino el estado de la naturaleza
de Hobbes.
All donde el inters es la nica regla, dado que nada refrena los
egosmos presentes, cada individuo se encuentra en pie de guerra frente
a sus semejantes y cualquier tregua no sera de larga duracin6.
Esto corresponde a la descripcin de Durkheim de la anomia. Pero el
hecho es, contina el autor, que incluso en sociedades tan altamente contractuales e individualizadas como las nuestras, este estado bruto de naturaleza no
prevalece. Entonces, qu es lo que evita esta situacin que, como cabra esperar, caracterizara a una sociedad contractual si el enfoque individualista fuera
vlido? Es el consenso de las partes, la integracin de los fines individuales,
el complejo-valor social7. Esto se ve claramente en la regulacin legal de los
contratos entre individuos, ya que si bien es verdad que estos contratos son
inicialmente un asunto voluntario, una vez iniciados, estn sujetos a la sociedad como una tercera parte controladora y omnipresente. A travs de un sistema de derecho, un rgano de control social, el acuerdo de las voluntades
individuales se constrien en consonancia con las funciones sociales difusas.
Adems, en este proceso la sociedad desempea un papel activo para determinar qu obligaciones son justas, a saber, las que estn de acuerdo con los
valores sociales dominantes, y cules no necesitan su puesta en vigor. Con este
incisivo anlisis, Durkheim refuta una de las doctrinas bsicas de una sociologa atomstica, puesto que encuentra en la propia relacin que haba sido considerada individualista por excelencia la interpenetracin significativa de los
factores sociales8.
Su concepcin es similar a la tensin hacia la consistencia y la autonoma
de las mores de Sumner, as como a la nocin de Goldenweiser del lmite a las
discrepancias entre los diversos aspectos de una cultura. Esta concepcin de la
sociedad va vinculada a un reconocimiento del papel previamente mencionado
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de L es de L1 a L2 y el segundo de L2 a L3, de tal modo que el primer incremento es mayor que el segundo y, por tanto, tambin el primer incremento en S (la
solidaridad) es mayor que el segundo. Este postulado debe mantener su validez
aun cuando sustituyamos mayor por menor16. Esto permite una variacin
concomitante entre los hechos sociales y sus ndices, siendo las variaciones de
los primeros inmensurables y relativas a las variaciones directamente mensurables de los ltimos.
Durkheim fracasa precisamente en la demostracin de este tipo de relaciones puesto que no establece con precisin aquellas asociaciones perfectas que
asume van a darse entre sus tipos de solidaridad y de leyes. Por ejemplo, la
solidaridad orgnica podra regularse por los usos consuetudinarios y las costumbres sin llegar nunca a convertirse en ley civil. ste fue el caso especialmente de una buena parte de la Edad Media 17. Adems, como se ha sugerido,
mucha de la solidaridad mecnica en la sociedad contempornea que se
manifiesta, por ejemplo, en el honor no encuentra expresin en la ley
represiva. Estas indicaciones, necesariamente breves, son suficientes para destacar las discutibles premisas sobre las que Durkheim basa su sistema de ndices18.
En su captulo sobre la divisin del trabajo y la felicidad, en general brillante, Durkheim evidencia otra debilidad fundamental de su mtodo. Elimina
ciertas explicaciones posibles de un conjunto particular de fenmenos sociales
al demostrar que las consecuencias lgicas de las teoras rechazadas no concuerdan con los hechos observados. Da por hecho que el nmero posible de
teoras explicativas es determinable, x, y que habiendo eliminado x-1 explicaciones obtiene la solucin necesariamente vlida. De este modo, Durkheim
sostiene que el deseo de llegar a ser ms feliz es la nica fuente individual que
puede dar cuenta del progreso (de la divisin del trabajo). Si aqulla se desestima, no queda ninguna otra19. Este mtodo del experimento proyectado fue
destacado por Descartes, con quien Durkheim estaba manifiestamente en
deuda. Descartes mantuvo que en la aproximacin a la realidad nos encontraremos con que muchas consecuencias resultan de los principios inicialmente
asumidos y que la consideracin racional decidir cules de estas consecuencias
se realizan20. Pero la falacia de este mtodo radica en la asuncin inicial de que
alguien puede agotar la totalidad de las explicaciones posibles. La eliminacin
de las teoras alternativas de ningn modo incrementa las probabilidades de las
restantes.
16
Vase A. L. Bowley, The Mathematical Groundwork of Economics, Oxford: Clarendon
Press, 1924, pp. I y ss.
17
Vase Paul Vinogradoff, Customary Law, en The Legacy of de Middle Ages, G. C. Crump
y E. F. Jacob (eds.), Oxford: Clarendon Press, 1927, pp. 287-319.
18
El mismo tipo de crtica debe dirigirse contra los ndices de cohesin del grupo y de desintegracin que emplea Durkheim en El suicidio.
19
La divisin..., p. 251. Est claro que esto es una afirmacin extrema, pero para Duguit,
op. cit., pp. 50 y ss., sugiere una explicacin individualista y no eudemnica.
20
Ren Descartes, Discours de la mthode, Oeuvres, VI, Pars, 1902, pp. 64 y ss.
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