Termodinamica 2
Termodinamica 2
Termodinamica 2
ir?
TERMODINMICA
SU HISTORIA, SUS APLICACIONES Y SU IMPORTANCIA.
MEMORIA
PREMIADA
EN
CONCURSO
PBLICO
ATENEO BARCELONS,
Y ESCRITA POR
BARCELONA:
ESTABLECIMIENTO TIPOGRFICO DE LUIS TASSO,
C A L L E D E L ARCO D E L T E A T R O , N M E R O S 21 Y 23,
1876.
Es P R O P I E D A D .
INTRODUCCIN LA HISTORIA DE LA
PARTE PRIMERA.
I.
Historia
del
principio d e
la
equivalencia.
VI
25
32
33
38
II.
Historia del
s e g u n d o
principio
llamado
s e g u n d a
principio
de
ley
de
la
T e r m o d i n m i c a ,
Carnot.
42
59
60
P A R T E SEGUNDA.
Desarrollo
de
tro
del
m o
bajo
la
c a m p o
el
de
T e r m o d i n m i c a y
de
la
Fsica,
su
utilidad
de
sus
tanto bajo
principales aplicaciones,
el
punto de
vista
den-
cientfico, co-
prctica.
64
65
66
66
68
70
71
71
73
74
74
75
P A R T E TERCERA.
Importancia
de
la
T e r m o d i n m i c a
en
las
otras
ciencias.
VIII
Mquinas electro-magnticas.
Mquinas magneto-elctricas
III.La Termodinmica en el campo de la Fisiologa.
Estudios de Hirn sobre la mquina trmica animal
Se combaten dos errores groseros, pero frecuentes, que se cometen por no saber aplicar los principios de la Termodinmica. .
Funciones vegetales. Fenmenos foto-dinmicos que en ellos se
producen
IV.La Termodinmica en el campo de la Astronoma.
Explicacin de la reparacin de las prdidas del calor solar. . .
V.La Termodinmica en el campo de la Metafsica.
Energa potencial. Energa sensible. Energa calorfica. Energa
actual
Energa total del universo. Ley de la energa total
Ley de la disipacin de la energa sensible
Pueden extenderse estas leyes, ciertas para un sistema finito,
un sistema que supusiramos innito?
VI.Conclusin
113
115
118
123
126
130
134
136
111
142
145
TERMODINMICA.
2
ra mecnica del calor, con la cual se ha completado la nueva
ciencia. Los principios fundamentales de la Termodinmica
han hecho posible la publicacin en pocos aos de obras tan
importantes como la Teora mecnica del calor por Clausius,
la de Rankine, la de Verdet, la de Zeuner, la de Hirn, la de
Reech, que son exposiciones completas de la nueva ciencia,
sin contar numerosos trabajos originales que han visto la luz
pblica en memorias y folletos, cuyo solo catlogo ocupara
mas pginas que la presente Memoria. En Espaa hemos visto
publicadas la obrita de D. Gumersindo Vicua, y las notabilsimas especulaciones cientficas del sabio Echegaray sobre
puntos de la mayor importancia en la Teora mecnica del
calor.
Primero.Principio de la equivalencia.
Segundo.Principio de Carnot.
3
cundado y qued estril hasta que se descubri el principio
de la equivalencia; porque no basta para establecer una cien
cia, descubrir una verdad un principio, que aunque esencial
y fecundsimo, no es el primero, lgicamente hablando. Y
como los descubrimientos no brotan siempre con lgica s u c e
sin en el h u m a n o entendimiento, la lgica se venga, por d e
cirlo as, no fecundndolos hasta que el tiempo viene resta
blecer su imprescriptible clerecho.
5
de traslacin que desaparece se emplea en acrecer la veloci
dad de los tomos.
Ahora bien (continuar discurriendo el mecnico): entre el
trabajo hecho por las fuerzas que pusieron en movimiento
uniforme aquellos dos mviles y la fuerza viva mv* que el
sistema de los dos mviles tenia antes del choque, hay una re
lacin constante, como se demuestra en Mecnica (ecuacin
del trabajo y de las fuerzas vivas). Y como el calor producido
en el choque, no es en la esencia otra cosa que aquella misma
fuerza viva mv\
Y ESE calor,
SON
equivalentes.
sea
6
dientes de dicha naturaleza. La experiencia sola puede dar el
valor de esa constante que se llama equivalente mecnico del
calor. La experiencia, como mas adelante veremos, ha dado
su valor que es 425. Luego 425 kilogrmetros, al convertirse
en calor producirn una calora. Y recprocamente: Si es po
sible convertir completamente una calora en trabajo, p r o d u
cir 425 kilogrmetros. La ecuacin de arriba, se puede pues
escribir as:
(1). .
. . T = 425 CS-
aumentan
un
7
PRIMERA= el trabajo molecular
M (en kilogrmetros.)
SEGUNDA= el trabajo externo
E (en kilogrmetros.)
lo representaremos
por
T = M + E+425C
(2)
el principio de la equivalencia
entre el calor y el trabajo, el principio primero y m a s fundamental de la Termodinmica, la base de esta ciencia. Pero la
Termodinmica no ha venido por este camino racional brotar en el entendimiento h u m a n o . Su gran principio de la equivalencia no ha necesitado en realidad apoyarse en ninguna
hiptesis para nacer, pudiendo demostrarse experimentalmente de muchos modos. La nueva hiptesis del calor, fundamento de la Teora mecnica
de este agente,
ha precedido al na-
8
Veamos pues, cmo ha ido germinando poco poco en el
entendimiento h u m a n o el convencimiento de la verdad de aquella hiptesis, y la deduccin del principio de la equivalencia,
hasta que fu posible formular este principio clara, precisa y
generalmente. El dia que se hizo esto naci la T e r m o d i n mica. El principio de Carnot, el segundo de la ciencia, que
hacia veinte aos que yaca en el polvo del olvido, le proporcion la abundantsima savia que en pocos aos la convierte
en frondoso rbol cuya semilla ha fecundado todas las ciencias naturales.
PARTE PRIMERA.
i.
Al echar la vista atrs en la historia de las ciencias no p u e de verse sin cierta pena mezclada de admiracin por el genio,
sabios tan profundos como Lavoisier y Laplace, espritus
filosficos como el conde de Rumford, genios matemticos
como Daniell Bernouilli, experimentadores como Davy,
fsicos tan ilustres como Young, unos vislumbrando la n a t u raleza verdadera del calor; otros vindola con completa evidencia; otros comprendiendo y analizando el fenmeno i m portantsimo de la transformacin del trabajo en calor, otros
entreviendo 7a el principio de la equivalencia, y aun casi formulndolo, sin que ninguno de ellos, ni aun Rumford, que fu
quien m a s se acerc, llegase establecer el gran principio que
constituye la base de la Termodinmica. De qu modo se explica este fenmeno? Qu obstculo se opona la desembara3
10
zada marcha de la inteligencia de Lavoisier y Laplace? Cmo
se comprende que llegando Rumford entreabrir las puertas
de la Termodinmica, como vamos ver en seguida, no se
precipitaran por ellas todos los sabios, guiados por la luz que
los experimentos de Rumford despedan? Qu era lo que les
impedia ver aquella luz y lo que los mantena indiferentes y
encerrados en sus antiguas tiendas?
UNA HIPTESIS.
La Ter-
modinmica no naci en los dias memorables de los experimentos de Rumford, sino cuarenta y cuatro aos despus, porque ello se opona una falsa
hiptesis sobre la
naturaleza
11
otra mas racional; y en nombre de ella y para su defensa se
ataca todo aquello que parece contradecirla. La voz, por elocuente que sea, de uno dos fsicos contra la hiptesis rebelados, suele quedar apagada por el momento con el ruido del
general torrente; mas la verdad poco poco v haciendo su
camino. ^
As ha sucedido con la antigua hiptesis llamada de la materialidad del calor, en la cual se- admita que este agente era
un fluido material imponderable cuya cantidad en un cuerpo
dado podia aumentar disminuir, correspondiendo este a u mento y esta disminucin un aumento disminucin de la
temperatura de dicho cuerpo. Ese fluido estaba en los cuerpos
como combinado finido la materia de estos. Hoy no existe
un solo fsico que acepte semejante hiptesis, cuya falsedad
han hecho ver Rumford, en primer lugar, y Davy en segundo.
Hacia el ao de 1738, el genio geomtrico de Daniell Bernouilli (Hidrodinmica, dcima edicin), observando que la t e n sin fuerza elstica de un gas sobre las paredes de la vasija
que lo contiene es un fenmeno independiente de la gravedad,
dedujo que esta tensin presin se podia explicar perfectamente, considerndola como el efecto de un rapidsimo y continuo movimiento invisible de las molculas del gas, no siendo
otra cosa la presin sobre las paredes de la vasija que el resultado inmediato y necesario de los choques contra estas, de las
molculas mas prximas. Con esto se adelant Bernouilli
Clausius, que ha hecho en estos ltimos aos un estudio notabilsimo de la constitucin molecular de los gases, partiendo
de la hiptesis del movimiento molecular. Por este camino
abierto hace m a s de un siglo por Bernouilli, ha logrado Clausius
encontrar la razn filosfica de las leyes de Mariotte y de GayLussac; del enfriamento de los gases por la expansin, del ca-
12
lentamiento por la compresin, de los calores especficos
presin constante y volumen constante, etc, etc.
13
Tampoco creemos que merecen el ttulo de precursores que
galantemente les otorga Verdet en sus bellsimas citadas Dos
lecciones, los ilustres sabios Lavoisier y Laplace, porque en
la Memoria sobre el calor que presentaron la Academia
de ciencias de Paris hicieron constar (mantenindose ellos en
una neutralidad que no perjudicaba por cierto la antigua hi
ptesis del calor), que algunos fsicos crean que el calor no
era otra cosa que el resultado de vibraciones insensibles dla
materia. La cita que hace Verdet de este pasage, mas bien
que otra cosa lo que prueba es el apego de ambos sabios la
antigua hiptesis de la materialidad del calor, y la perniciosa
influencia que aun sobre las mas privilegiadas inteligencias
tiene una arraigada preocupacin cientfica: mal de que ni el
mismo Newton pudo librarse. Ni Lavoisier ni Laplace aban
donaron nunca la antigua hiptesis del calor: ni uno ni otro
intentaron pudieron hacerla naufragar ponindola frente al
escollo (que tenan la vista) del calor producido por el cho
que y por el rozamiento de los cuerpos, escollo en que habia
definitivamente de quebrantarse empujada vigorosamente por
Rumford y Davy, para morir despus consecuencias del cho
que, y aplastada por el peso del principio de la equivalencia,
que robusteci la nueva hiptesis del calor, al mismo tiempo
que encontr en ella la razn de su ser.
Fijmonos algo sobre este importantsimo naufragio porque
en l puede decirse que empieza la incubacin de la Termodi
nmica. Como veremos despus, no coincide justamente el
naufragio de la antigua hiptesis del calor con el nacimiento
de la Termodinmica; pero puede decirse que aquel contribu
y grandemente para que este nacimiento se apresurase. Era
la antigua hiptesis un malfico elemento en el cual no podia
germinar la nueva ciencia: era con ella el campo de la Fsica
un terreno que era preciso sanear para que pudiese brotar el
germen Termodinmico: destruir la antigua hiptesis no era
U
inventar descubruir la Termodinmica; pero era quitar una
remora que se opona todo adelanto. Quines la destruyeron, afirmando al mismo tiempo la nueva hiptesis del calor?
Rumford y Davy. Inventaron la Termodinmica? N: a u n que Rumford lleg entrever el principio de la equivalencia:
la hicieron posible, inminente: le allanaron grandemente el camino para que pudiese venir al mundo sin obstculos: le p r o porcionaron un gran elemento para su desarrollo con la nueva
hiptesis del calor. Rumford y Davy merecen realmente el
ttulo de precursores que no podemos aceptar para Bernouilli,
Lavoisier y Laplace.
Ao de 1 798.
Cuando se emanciparon las colonias i n Memoriasde la Sociedad Real de Lndres.-Memoria del
Conde de Rumford.
, .
_^
Rumtord (titulo con que firmaba sus escritos y que despus le fu concedido como premio su mrito)
un fsico filsofo cuyo verdadero nombre era Benjamn Thomson. Los especiales conocimientos que demostr en la maquinaria, le proporcionaron una ventajosa colocacin en la F u n dicin Real de caones de Munich. El conde de Rumford
observ como filsofo lo que todos los torneros haban observado antes que l, saber: el enorme calor que se desarrolla
y desprende al trabajar los metales con la herramienta. Todos
los torneros saben que cuando se trabaja un metal, es necesario dejar caer sobre la herramienta de acero un delgado chorro de agua, para que el acero no se destemple: tan alta es la
temperatura que se produce all donde el acero muerde saca
la viruta del metal. Haciendo este mismo experimento dentro
de una vasija con agua, consigui Rumford hacer hervir el
agua en poco tiempo; y-echando mano de los procedimientos
colorimtricos encontr que el calor
dado era tanto mayor,
cuanto
mayor
producido
en un
era el trabajo
tiempo
absorbido
10
Vemos aqu Rumford declarndose convencido partidario
de la nueva hiptesis que considera al calor como el resultado
de un movimiento invisible de la materia; negando la posibilidad de la antigua hiptesis, y hasta indicando una relacin
entre el trabajo hecho para arrancar la viruta de un trozo de
bronce, y el calor desarrollado; lo cual equivale ver el principio de la equivalencia en una aplicacin, en un caso p a r t i cular: equivale verlo, pero empequeecido con las proporciones de la ley de un fenmeno particular: Rumford debe
pues aparecer en la Termodinmica como precursor por el
vigoroso ataque que dio la antigua hiptesis, y por su afirmacin valiente de la nueva; y aun con notables derechos
fundador
por haber antes que nadie entrevisto la equivalencia
entre el calor y el trabajo, si bien en un caso particular, habiendo sido el primero que llam la atencin sobre el gran fenmeno de la conversin del trabajo en calor. Tal es el verdadero papel que en nuestro concepto debe hacer Rumford en la
historia. Gran precursor de la Termodinmica toc muy de
cerca la fundacin de la nueva ciencia.
Ao de 1799.
Un ao despus que Rumford, publicaba
J
D a v
l o s
Y
b a b l e s esperimentos que habia
del hielo contra el
hecho, sin tener conocimiento alguno de los
de Rumford. Frotando el hielo contra el hielo en condiciones tales que no podia haber absorcin del calor
por los cuerpos que se frotaban tomndolo del exterior del
recinto, lleg Davy fundir una parte del hielo (fenmeno
para el cual se necesitaba una cierta cantidad de calor que se
llamaba calrico latente), y obtuvo agua cero grados. Este
experimento (que en la esencia es el mismo que el de R u m -
Ao de 1812.
Pocos aos despus de los referidos
experimentos de Davy, explicaba este la
constitucin molecular de los slidos, suponiendo que las molculas de estos cuerpos
describan unas al rededor de otras, curvas
cerradas como las rbitas de los planetas, y
admitiendo entre dichas molculas una accin atractiva contrabalanceada equilibrada en cada punto
de la invisible rbita, por la fuerza centrfuga. Esta fuerza
centrfuga producira el movimiento repulsivo repulsin
que se atribua al fluido calrico en la antigua hiptesis.
18
En una obra (Chemical Philosophy), publicada por Davy en
1812, llega este la misma esplcita conclusin que Rumford,
con respecto la nueva hiptesis del calor, pero completndola: afirma que la causa del fenmeno del calor es el movimiento, y que las leyes de su comunicacin son exactamente
las mismas que las del movimiento. Aun cuando puede decirse
que dentro de las palabras subrayadas cabe "y est esencialmente contenida toda la teora mecnica del calor, debemos
hacer constar que Davy no formul ni clara ni oscuramente,
ni an en un caso particular, como Rumford, el principio de
la equivalencia; y tanto por esto, como porque Rumford precedi Davy en la publicidad de sus trabajos, creemos que
Rumford debe ocupar el primer lugar y Davy el segundo, en
la historia de la Termodinmica durante el perodo que podemos llamar de incubacin de la ciencia. Es verdad que Davy
asest mas duro golpe contra la antigua hiptesis, pero R u m ford estuvo mas cerca del principio de la equivalencia, base
de la Termodinmica.
Mr. Peter Guthrie Tait, en su bosquejo histrico de la Teora
dinmica del calor, v en los trabajos de Rumford y de Davy
toda la Termodinmica. Nosotros no podemos aceptar esta
opinin, ni juzgar con un criterio tan absoluto, que como despus veremos redundara en visible detrimento de los verdaderos fundadores de la ciencia. Claro es que toda la Termodinmica est esencial y virtualmente c o m p r e n d i d a ' en las
palabras de Davy que hemos subrayado en el prrafo anterior;
pero ha costado sin embargo mucho trabajo el sacarla de all :
el hacerla pasar de un estado virtual real: ha costado mucho
Mayer, Joule, Colding, llegar formular clara, precisamente, y de un modo general, el solo principio de la equivalencia; y sin los brillantsimos experimentos de Joule, cundo se
hubiera impuesto irresistiblemente aquel principio todas las
inteligencias? Es preciso trasladarse mentalmente aquel tiem-
21
despus; porque en la fundacin verdadera y en el desarrollo
de la Termodinmica no se trata ya de principios mas menos
oscuramente expresados, ni de a q u i l a t a r l a influencia que haya podido tener tal experimento tal trabajo especulativo, s i no de cuestiones concretas, de aplicaciones determinadas partiendo ya de principios fijos, clara y perfectamente definidos.
En esto no cabe ya la apreciacin particular la duda; y como
prioridad, la fecha hace f.
Siguiendo un orden puramente cronolgico de los principales descubrimientos y trabajos cientficos que constituyen la
base de la Termodinmica, deberamos hablar ahora de los
de Sadi Carnot; pero esto, que involucra los dos principios fundamentales de la nueva ciencia, es contrario nuestro plan.
Ao de 1839.
En 1839 se public en Francia por M.
Memoria de Seguinsbrelainfluencia econmica de ios
caminos de hierro.
99
formacin de la misma cantidad de vapor, en las mismas condiciones que la primera. Deduccin es esta que seria irreprochable y exacta si Seguin hubiera puesto el adverbio idealmente detrs de la palabra subrayada, con lo cual hubiera
quitado cierto lunar que tiene su demostracin; pero aun con
l se ve la fuerza del argumento. Este pasaje, que dada la
poca en que se escribi revela por si solo un mecnico, hace ver que Seguin vio en el terreno de la aplicacin la nocin
de la conversin del calor en trabajo, estoes, la recproca de
la idea de Rumford. Seguin presinti el principio de la e q u i valencia en un caso particular, sintetizando el juego de la
mquina de vapor, como Rumford march l en otro caso
particular, analizando el fenmeno de la conversin del trabajo en calor, en el caso mas sencillo, en el rozamiento. Por lo
dems, un pasaje aislado de una Memoria ajena la cuestin
que nos ocupa y que por incidencia y de soslayo toc Seguin,
no tenia condiciones para despertar la atencin de los sabios,
ni para dar fruto en el campo de la Termodinmica. Al contrario, la Termodinmica es la que posteriormente ha sido
causa y motivo de publicidad para el pasaje citado, el cual,
despus de todo, si hace muchsimo honor la penetracin,
claridad de ingenio inflexible lgica de Seguin, no adelanta
nada esencial los trabajos de Rumford que lo precedieron
cuarenta aos. A no ser porque es realmente original, diramos que Seguin, en la historia de la Termodinmica*, es un
eco de Rumford.
Es digno de notarse que los cinco primeros pensadores que
se encuentran en la historia de la Termodinmica que son,
Rumford, Davy y Seguin, de los que ya hemos hablado, y Joule
y Mayer de los que hablaremos en seguida, se han acercado
han llegado al principio de la equivalencia, con completa i n dependencia unos de otros, y por caminos muy diferentes.
Rumford entrev el principio de la equivalencia en dos cuer-
23
pos, que frotados se calientan (ao de 1798). Davy se acerca
l cuando estudia el frotamiento de dos cuerpos que no pueden
calentarse por el frotamiento (ao de 1799). Seguin lo presiente
en una mquina de vapor funcionando (ao de 1839). Joule
lo enuncia en un caso particular,
cuando estudia los efectos
calorficos y mecnicos de una corriente elctrica (ao de 184-0).
Mayer lo v con toda su generalidad y lo enuncia, estudiando
las funciones orgnicas (ao de 1842).
De modo que estos cinco relmpagos brillantes que el grande y general fenmeno de la conversin del trabajo en calor
recprocamente produce en esas cinco inteligencias, brotan
de la consideracin de fenmenos diferentes, con todos los
caracteres de independencia y originalidad.
Ao de^l 840.
Prmer trabajo de
Joule donde este ve
Segn afirma M. Tait, en 1840 hizo y public Joule unos trabajos de electrlisis en
j
]
lleg deducir la equivalencia
o s
c u a
e s
en un caso particu-
o g
n o s o
24
le hubiera generalizado su proposicin, si hubiera en el ao
de 1840 abarcado toda su generalidad, fecundidad y trascendencia, si all hubiera visto no la ley de un fenmeno particular (que es lo que en nuestro concepto debi ver), sino una ley
general de la naturaleza, no se hubiera limitado escribir
aquella proposicin: hubiera entonces proclamado la gran ley,
y no hubiera aguardado al ao de 1845, (despus que Mayer
la proclam) para hacer sus brillantes experimentos que h a cen poca en la historia de la Fsica. Tait manifiesta en su obra
un decidido empeo en exaltar Joule expensas de Mayer.
Tal vez, contra la voluntad misma de M. Tait, venga el espritu de nacionalidad mezclarse en este asunto, puesto que
Joule es ingls, daando al espritu de recta y desapasionada
imparcialidad. De todos modos no necesita Joule para brillar
en la historia de la Termodinmica de la luz de Mayer, porque
la tiene propia y grandsima. Notable es sin embargo, que por
camino tan diferente del de sus predecesores llegase Joule
tambin una forma particular del general principio de la
equivalencia.
cia entre ambas cosas. Aunque tal ves con menos precisin y
claridad, puede decirse que esto mismo hicieron sus antecesores, Rumford,
Davy, Seguin, Joule. Dnde est pues el mrito de Mayer? A lo cual contestamos: los antecesores de Mayer entrevn el principio de equivalencia llegan l en un
caso particular:
no lo enuncian, lo enuncian particularizndolo, considerndolo como ley particular de un fenmeno dado: ninguno de ellos manifiesta haber abarcado en toda su generalidad el gran principio, ni haber comprendido su importancia, su fecundidad, su trascendencia. Mayer lo adivina por
primera vez en ciertas funciones de la vida: abarca de un golpe toda su generalidad y trascendencia: lo enuncia como ley
general que comprende cualquier trabaj, cualquier efecto
mecnico producido por una fuerza cualquiera, y lo enuncia
claramente por mas que cometa errores de aplicacin en los
que no incurrieron sus predecesores precisamente porque no
llegaron avanzar tanto como Mayer en un terreno completamente nuevo.
Ao de 1842.
En 1842, el doctor Mayer, mdico de Heilbronn, public su primer trabajo de TermoMayer. Observaciones sobre las fuerdinmica titulado Observaciones sobre las
zas de la naturaleza
fuerzas de la naturaleza inanimada. Segn
inanimada.
l mismo manifiesta en su segunda obra
(1845) lleg al principio de la equivalencia pensando en el fenmeno de la conversin de la sangre venosa en sangre arterial, y asimilando la mquina animal la mquina trmica;
pero no public sus ideas sobre la conversin del trabajo
en calor y al revs, en los seres animados, hasta el ao de 184-5.
En su primera obra de 1842 consigna Mayer claramente el
26
28
gases son los cuerpos en los cuales se puede producir el fen
meno de la compresin en grandes proporciones; y si entre los
gases eligi el aire no fu seguramente por huir de un escollo
cuya presencia ignoraba, sino porque para el aire se conocia
(ya hemos visto que con poca exactitud) el calor especfico, y
no para los otros gases.
Detallemos m a s esta cuestin porque en ella se ha hecho
hincapi para disminuir el mrito de Mayer. Consideremos la
ecuacin (2) de la pgina 7 que dice: T = M - f E + 4 2 5 C, donde
ya sabemos lo que significa cada letra, y supongamos desco
nocido el nmero 4-25 que es el equivalente mecnico del ca
lor. Dividiendo toda la ecuacin por 425 tendremos:
425
T
425
425
hC.
. . . . .
(3)
M
425
.;
29
que operamos se comunica. Entonces la ecuacin que hemos
de aplicar ser:
M
E
4 2 5 - + 4 2 5
i
'
_
+
bien
425
(5) . . . . . . .
' -|j-=-425.
30
de 1842, no pensaron siquiera en una cuestin que debia n a turalmente surgir inmediatamente despus del descubrimiento
del principio de la equivalencia. Esta cuestin del trabajo molecular supone un adelanto positivo de Joule en 1844, sobre el
de Mayer en 1842; supone un segundo y gran paso en la T e r modinmica. M. Tait toma pi del error de Mayer sobre la
cuestin del trabajo molecular para deprimirle (*) y reducir
poco menos que la nada el servicio que la Termodinmica
prest. Como si mil errores que despus de este servicio c o metiera pudieran anular el mrito contrado! como si Mayer
tuviera el deber de descubrirlo todo para tener el derecho de
decir que habia descubierto algo!
El profesor Helmholtz que tiene un brillante nombre en
Termodinmica y quien nadie disputar uno de los primeros
lugares entre los que mas han promovido con sus .trabajos y
escritos los adelantos de esta ciencia, defiende Mayer de los.
ataques de M. Tait con estas palabras: Mayer no e s t a b a
en la posicin necesaria para hacer experimentos: fu rechazado por los fsicos con quienes quiso ponerse en relaciones. Sin duda no ignoris (habla con M. Tait) que la fatal
() Y es lo peor del caso, que para no perder una sola ocasin de recordar
el error de Mayer, error naturalsimo en el ao de i82, error en que tambin
incurri Seguin en 1839, M. Tait hiere de rechazo M. Combes con la siguiente cita que hace de un pasaje de la Teora mecnica del calor publicada por
este ltimo en el ao de 1867. Copiamos de M. Tait:
Seguin et Mayer ont toujours des imitateurs. Par exemple:
qu' un gaz ou tout autre corps soit rdtiit par le travail d des forces extrieures a diminuer de volume, il y aura en mme temps production d' une
quantit de chaleur qui sera dans le mme rapport constant avec le travail
mcanique dpens. Combes, Thorie mcanique de la chaleur.
No nos parece caritativo el presentar aqu Combes como si ignorase en
el ao 1867! lo que no hay fsico que no sepa desde 1845. Combes cometer
una ligereza, un error de expresin, pero no est en el error de concepto que
Tait supone.
31
consecuencia de estas repulsas fu que su razn se extravi.
Es hoy muy difcil el trasladarse mentalmente al estrecho crculo de las opiniones de aquel tiempo, y apreciar claramente
hasta qu punto la novedad de sus ideas las hacia parecer extraas. As es, que aunque nadie puede negar que Joule haya
hecho mucho mas que Mayer, y que haya muchos puntos oseuros en los primeros escritos de Mayer, yo creo que d e b e mos ver en este al hombre que, independientemente y por s
mismo ha descubierto la idea que ha dado mayor impulso
. la ciencia en estos ltimos aos; y que su mrito no puede
aminorarse porque en la misma poca, otro, (*) en otro pas
(**) y en otra esfera de accin, haya hecho el mismo descubrimiento, v i o haya desarrollado finalmente mejor que Mayer.
A lo cual contesta M. Tait, que reconoce cordialmente la
verdad de una gran parte de lo que dice Helmholtz; y que si
tuviera que hacer nuevamente la crtica de este asunto, p r o bablemente no insistira tanto sobre los errores y defectos del
primee trabajo Memoria de Mayer de 1842.
Rogamos al lector que no olvide que los errores y defectos
de Mayer son los que ya hemos escrupulosamente analizado:
que sus defectos consistan en su nebulosa metafsica para e s plicar la esencia del calor y el fenmeno de la transformacin
del calor en trabajo: que sus errores consistan en no conocer
el juego y la importancia del trabajo molecular en las transformaciones cambios que puede sufrir un cuerpo, error en
que todos estuvieron, ignorancia que todos aquej hasta
que Joule puso en claro esta cuestin de aplicacin del principio de la equivalencia en el ao de 1844 (***}.
(*) Joule.
(") Inglaterra.
(***) Hemos procurado poner en claro el verdadero papel que hizo Mayer
Ao de 1843.
Memoria de Colding presentada la
Sociedad Real de
C cst Joule que revicnt 1' honnour d' avoir le premier determin rigoureusoment la valeur do cetto importante quantit (ol equivalente mecnico del
calor); mais d' un autre cote, il est crtain que Mayer a appel lo premier
F attention sur son existence. (Zeuner).
La priorit dans .1' ordro des publications appartiont sans nul doute au mdecin allcniand Julos-Robort Mayer
Mayor compronait la portee de sa dcouvertc ct savait en tirer parti. (Verdet).
33
en el privilegio de la prioridad. Por otra parte, la Memoria de
Colding no tuvo influencia en el establecimiento definitivo del
principio de la equivalencia, porque no fu conocida en A l e mania, Inglaterra y Francia hasta despus de los trabajos de
Joule, y cuando ya solamente podia tener un valor histrico.
Tampoco tiene otra clase de valor en Termodinmica un
trabajo publicado por Joule en Inglaterra, en este mismo ao
de 1843, y en el cual, por incidencia, se fija Joule en el fenmeno de la conversin del trabajo en calor en una mquina
magneto-elctrica. En este mismo ao public Joule en un
apndice de un articulo del Philosophical Mayazine un procedimiento para hallar el valor del equivalente mecnico del calor por el rozamiento del agua obligada pasar por una serie
de tubos capilares.
Ao de 1845.
Brillantsimos trabajos de Joule. Joule aprecia el trabajo
molecular. Demuestra que es nulo en
ciertos gases. Determina por varios medios experimentales
el valor exacto del
equivalente mecnico del calor. Queda
definitivamente demostrado y admitido
como ley general
de la naturaleza, el
principio de la equivalencia.
34
cion sobre el horizonte de la ciencia de un principio que al
nacer daba tan maravillosos frutos; y tomndolo como poderosa arma de investigacin cientfica, y empuando al mismo
tiempo otra (*) que Clapeyron pula y que habia encontrado
entre las pginas de un olvidado folleto del malogrado joven
Sadi Carnot, emprendieron vidos de s a b e r l a obra del" monumento cientfico de la Termodinmica.
Uno de los mas relevantes mritos de Joule y uno de los servicios mas importantes que la Termodinmica prest, fu el
de conocer la influencia que en los trabajos de experimentacin que iba emprender, podra tener el juego d l a s fuerzas moleculares que acompaa siempre al cambio de volumen
de los cuerpos.
Sospechando con fundamento que el trabajo molecular en
los gases debia ser muy pequeo, ide para comprobarlo un
notabilsimo experimento (que antes habia hecho Gay-Lussac
con otro objeto), raciocinando poco mas menos del modo
siguiente:
Tomemos la ecuacin (4) de la pgina 29 que es
..
M
0 =
425
E
4
"
b i e n
M-t-E+425C=0
Esta ecuacin (en la cual ya sabemos lo que cada letra representa) se aplica la transformacin que sufre un cuerpo
cuando cambia de volumen, consecuencia de un trabajo externo E, pero sin que dicho cuerpo reciba ni pierda calor a l guno; como se dice en Termodinmica, sin variacin
de
calor. Si pudiramos conseguir que esa transformacin, que
35
ese cambio de volumen se verificase sin la intervencin del trabajo externo E, entonces, y para este especialsimo caso, t e n dramos que E = 0 ; y la frmula anterior, para este caso e s p e cialsimo se convertira en
M+425 C = 0
Cmo encontrar en el terreno de la prctica un cuerpo que
sin recibir ni perder calor alguno, sin hacer ningn trabajo
externo positivo ni negativo, aumente de volumen en una gran
proporcin? Un gas que se dilata en el vaco, por su propia
fuerza elstica. P a r a esa transformacin especial en que el
gas ni comunica al exterior ni de l recibe ningn trabajo e x terno, podemos emplear la ecuacin M + 4 2 5 C = 0 Qu nos
dice esta ecuacin? que si M es muy pequeo, muy pequeo
ser C: que si M es nulo, C e s nulo. de otro modo: que si el
trabajo molecular del gas es muy pequeo, muy pequea ser
la cantidad de calor C que desaparecer en la dilatacin del
gas, y por lo tanto este se enfriar muy poco: que si el trabajo
molecular del gas fuese nulo, el gas no se enfriar al dilatarse:
su temperatura no bajar.
Joule hizo el experimento, y vio que los gases permanentes
no se enfriaban sensiblemente al dilatarse naturalmente en el
vaco: vio que la masa general del gas conservaba su temperatura al doblar de volumen. H aqu un hecho que hubiera parecido increble los antiguos fsicos, y sin embargo es un
sencillo corolario de la Termodinmica. Qu fsico, antes del
experimento de Joule, no hubiera afirmado que en ese experimento el gas habia" de enfriarse al dilatarse, porque habia de
robar su propia masa todo el calrico latente de dilatacin?
Aqu vemos la Termodinmica en los primeros dias de su
vida, casi al nacer, deshaciendo errores fsicos de gran monta,
iluminando con viva luz el antes oscuro fenmeno del cambio
36
de volumen de los gases, y enseando los fsicos en qu consiste el llamado calrico latente de dilatacin de los gases permanentes. La Termodinmica ha enseado por boca de Joule
que cuando se comprime un gas permanente, el calor que se
manifiesta es el equivalente del trabajo externo que se consume que se gasta para comprimirlo, segn lo manifiesta la
ecuacin E-{-425 C = 0 (deducida de la general M-f-E+425 C = 0 ,
por ser M=0 en los gases permanentes). La Termodinmica
ha enseado que cuando se dilata un gas permanente haciendo l mismo un trabajo externo, el gas se enfriar, y el calor
que desaparece es el que se ha consumido en hacer ese trabajo externo, es el equivalente de ese trabajo externo; segn
lo manifiesta la ecuacin E + 4 2 5 C = 0 . La Termodinmica ha
enseado que si un gas permanente cambia de volumen, sin
que este cambio vaya acompaado de ningn trabajo externo,
el gas no puede ni calentarse ni enfriarse, segn lo manifiesta la ecuacin E + 4 2 5 C = 0 , donde si E=0, resultar q u e C = 0 ,
Joule hizo varios exactsimos experimentos para hallar directamente el valrete/ equivalente mecnico del calor. Haciendo mover un molinete de hierro en agua y despus en,
mercurio por medio de un peso que descendiendo por la accin de la gravedad haca el papel de motor; midiendo el
trabajo hecho por la gravedad y el calor producido por el rozamiento del molinete contra el lquido y.de las molculas lquidas entre s; y combinando sus aparatos con rara habilidad
para compensar, disminuir y medir causas de error, obtuvo
Joule los valores siguientes, por trmino medio de muchas experiencias, para el equivalente mecnico del calor.
Por la agitacin del agua
Por la agitacin del mercurio.
423,92
424,68
37
Despus que Joule hubo demostrado que el trabajo molecu
lar en el aire es sensiblemente nulo, y que por lo tanto era
exacta la frmula de la compresin del aire de que Mayer se
sirvi para calcular el valor del equivalente mecnico del ca
lor, dedujo, que si esta frmula daba un valor inexacto de este
equivalente, debia consistir en la poca exactitud del nmero
dado por Delaroche y Brard para medir el calor especfico
del aire presin constante. Sustituyendo Joule en dicha fr
mula 424 en lugar del equivalente mecnico del calor, y to
mando como incgnita el calor especfico del aire, rectific
Joule por un camino verdaderamente inesperado el nmero
dado por Delaroche y Brard. El primero de los experimen
tadores del mundo, el eminente fsico M. Regnault, empren
di la tarea de determinar nuevamente y por delicados proce
dimientos el valor del calor especfico del aire, y con aquella
satisfaccin que solamente pueden sentir los sabios al ver la
naturaleza comprobando las predicciones de la razn humana,
vio la exactitud de la consecuencia de Joule, obteniendo un
nmero distante del de Delaroche y Brard y muy aproxima
do al de Joule. Aqu vemos un triunfo cientfico de los mas
notables: apenas nace el equivalente mecnico del calor, rec
tifica el calor especfico del aire dndolo con una exactitud
la que no pudieron llegar directamente Delaroche y Brard.
38
De 1 8 4 6 4 1 8 6 5 .
Despus de los trabajos de Joule que son
Comprobaciones
experimentales del
i
l o s m
im
Ti
pnncipiode la equi-
, ,
lamente por su extraordinario valor mtrinseco, sino porque fueron poderoso despertador de la atencin de los sabios y aguijn de
su actividad, debemos hacer mencin de los de Hirn, dirigidos
por un camino inverso la determinacin del equivalente m e cnico del calor. Los trabajos de Hirn (sobre los cuales no se
digna detenerse M. Tait), m a s de su reconocida importancia
cientfica, tienen un valor prctico especial, por haber operado no con aparatos de gabinete de laboratorio, sino con mquinas de vapor de mas de cien caballos. Intil es relatar aqu
los experimentos de Hirn, as como los medios empleados para evitar unas causas de error y corregir otras. Los que quisieren enterarse al por menor de todos estos detalles p u e den consultar su Memoria, que present al concurso abierto
por la Sociedad de Fsica de Berln, y cuyo premio obtuvo. No
est sin embargo completamente exento de todo error aquel
importantsimo trabajo: hay en l un error de apreciacin, como demostr Clausius; pero qu obra h u m a n a se vio de error
completamente libre?
De los numerosos experimentos de Hirn se deduce que e n tre el calor que absorve el vapor en el generador, y el que
devuelve en el condensador (aumentada esta ltima partida
con las prdidas al exterior), hay una notable diferencia: que
el primero es siempre mayor que el segundo: que esa diferencia dficit de calores equivalente al trabajo producido por
la mquina. Dividiendo pues el trabajo d l a mquina (medivaientemecnico del
c a l o r
39
do en ella misma) por aquel dficit
se tendr el equivalente,
mecnico del calor. La media de los experimentos de Hirn sobre dos mquinas de vapor con condensador d el nmero 41 3
para el equivalente mecnico del calor; nmero que se aproxima bastante al verdadero 425, dadas las dificultades inmensas y numerosas causas de error de semejante experimentacin, y que indica la escrupulosidad con que esta se hizo.
40
bajo, base primera y fundamental de la Termodinmica, queda tan slidamente sentado hoy como un teorema de Mecnica de Geometra.
Ai
II.
PRINCIPIO DE CARNOT.
Ao de 1824.
Hemos seguido el orden cronolgico en la
historia del primer principio, saltando por
encima del segundo, porque creemos muy
conveniente no involucrar dos cuestiones
que nada tuvieron de comn en su nacimiento, ni durante mucho tiempo estuvieron ligadas por vnculo alguno.
En el ao de 1824, un joven de 25 aos,
francs, alumno de la Escuela Politcnica,
llamado Sadi Carnot, hijo del que fu ministro de la R e p blica francesa, public en Paris una Memoria que lleva por
ttulo: Reflexions sur la puissance motrice du feu et sur les
machinespropres
c dvelopper cettepuissance. Al leer este trabajo, notabilsimo y profundo a -pesar de sus errores, se v
que la imaginacin de Carnot, vivamente escitada por el inmenso vuelo que tomaban en aquella poca las mquinas de
vapor, quiso abordar el estudio de esta poderosa palanca de
la industria que el genio del hombre habia encontrado, y
sorprender el secreto de su fuerza.
Carnot enuncia el
segundo principio de
laTermodinmicaen
una obra titulada;
Reflexiones sobre
la fuerza motriz del
fuego y sobre las
mquinas propias
para desarrollar esta fuerza.
43
P a r a conseguir este objeto tenia Carnot que luchar con dos
inconvenientes graves, con dos terribles obstculos:
Primero.Crea
en la materialidad del calor, sea en la
antigua hiptesis, hoy desacreditada, respecto la naturaleza
del calor.
Segundo.No conocia la transformacin del calor en trabajo ni el principio de la equivalencia por consiguiente; ignorancia que pesar de Rumford, era general en aquella poca.
Dejse Carnot seducir en sus raciocinios por una analoga
engaosamente seductora entre la mquina de vapor y un motor hidrulico que aprovecha un salto de agua, seduccin l gica en un partidario de la antigua hiptesis del calor. As como en una rueda de cajones, por ejemplo, el trabajo disponible utilizable en el agua no depende m a s que de la cantidad
de agua que entra en el receptor por unidad de tiempo, y del
salto diferencia de niveles, crey Carnot, que el trabajo d i s ponible en una mquina de vapor dependa de la cantidad de
fluido calrico que pasaba en la unidad de tiempo por la mquina, y de la diferencia entre la temperatura del vapor en la
caldera y en el condensador, sea del salto del calor de Ice
temperatura.
As como toda el agua que entra por arriba en la rueda de
cajones, sale integra por abajo, Carnot creia que todo el calor
que el vapor tomaba en la caldera, lo depositaba integro en el
condensador.
.
Bastan los principios expuestos en la presente Memoria con
el desarrollo que les hemos dado para que cualquiera persona
agena la Termodinmica pueda comprender lo errneo de la
doctrina de Carnot. Si todo el calor que desaparece de la c a l dera apareciese integro en el condensador, de dnde saldra el
trabajo de la mquina? De la nada, lo cual es absurdo. Y apesar de partir de tan capital error, lleg Carnot, por una feliz y
_ u
casual coincidencia, deducir un principio verdadero, el prin
cipio de Carnot.
F(v,T,p)=0
45
que llamaremos estado inicial, haga una evolucin serie de
transformaciones en la cual vayan variando el volumen, la
temperatura y la presin, segn una ley cualquiera, pero satisfaciendo siempre la ecuacin (6), y finalmente el cuerpo vuelva su estado inicial. A esta evolucin en que el estado final
es exactamente el mismo que el inicial, se ha llamado ciclo. La
idea del ciclo, que ha sido fecundsima para la T e r m o d i n m i ca se debe Carnot.
46
El trabajo externo ha tenido, como el molecular, dos fases:
en la primera, cuando el cuerpo aumentaba de volumen, el
trabajo externo del cuerpo era positivo, y en la segunda fase
era negativo. Supongamos que el primero ha sido mayor que
el segundo: qu habr sucedido? Que no habrn podido compensarse estos dos trabajos (como se compensaron los moleculares); y que el cuerpo, al finalizar el ciclo, ha hecho definitivamente un trabajo externo positivo, igual la diferencia de
los trabajos de las dos fases del ciclo.
Pero la experiencia nos ensea que cuando existe en un ciclo este trabajo externo definitivamente
hecho por el cuerpo,
la cantidad de calor que este recibi durante la primera fase
del ciclo es mayor que la que tuvimos que quitarle en la segunda, para reducirlo su estado inicial. Es decir, que hay
una cantidad de calor que ha desaparecido en el ciclo, en la
evolucin; y el principio de la equivalencia nos dice entonces
que la cantidad de calor que ha desaparecido, el dficit, es
equivalente al trabajo externo hecho por el cuerpo.
De modo que llamando Q la cantidad de calor que cedimos al cuerpo, que el cuerpo tom, y Q' la cantidad de calor que quitamos al cuerpo, que este devolvi, y k al trabajo
externo efectuado por el cuerpo durante el ciclo, tendremos la
siguiente ecuacin importantsima, de que nos serviremos a l gunas veces.
(7)
. . . . . . .
425 ( Q - Q ' ) = k .
de temperatura constante.
lnea
48
M
caco
"2
o
w
o
B
N
I
f
Eje de volmenes.
-V-
Supongamos que el cuerpo pasa del estado inicial representado por f (v', p ' ) = 0 , un estado final representado por f (v",
p " ) = 0 ; lo que es lo mismo (vase la figura adjunta); que el
cuerpo pasa del estado que representa el punto Mal estado que
representa el punto N, describindose (con los puntos c o r respondientes los estados intermedios) el trozo M N de
lnea isotrmica cuya ecuacin es f (v, p ) = 0 .
Propongmonos ahora resolver una cuestin que pondr en
claro la gran ventaja que se obtiene aceptando ese sistema
grfico para representar la evolucin la serie de transformaciones termodinmicas de un cuerpo. Cul ser el trabajo externo hecho por el cuerpo durante la evolucin M N?
Cuando un cuerpo que tiene el volumen v y sufre sobre su
superficie la presin p, toma un incremento de volumen, una
diferencial de volumen que representaremos por dv, el trabajo
externo hecho por el cuerpo e s p . dv. Luego el trabajo externo
hecho por el cuerpo al pasar del estado representado por el
punto M a l estado representado por el punto N ser la integral entre los lmites v y v' (abcisas respectivas de M y N) del
trabajo diferencial p. dv. El trabajo externo hecho por el cuer-
49
po en la evolucin MN ser pues /
(v. la
puesto que /
p dv expresa el valor de di
v'
cha rea.
Basta pues medir hallar dicha rea para tener el trabajo
externo.
En los gases permanentes, en que se puede aceptar sin error
notable la ley de Mariotte, las lneas isotrmicas vienen dadas
por la ecuacin pv=constante,
que realmente no es otra cosa
que la espresion algebraica de la ley de Mariotte.
Se v pues que en los gases permanentes las lneas isotr
micas son sensiblemente hiprbolas equilteras.
transmisin
de
calor).
Car
Por
trabajo
adiabticas.
calor
du
alguno,
de expansin
e n
51
formado por esas lineas. Supongamos un cuerpo la tempe
ratura absoluta (*) T, y cuyo volumen esta temperatura est
52
volumen (puesto que aumentan las abcisas): como su tempe
ratura no debe cambiar durante todo el trayecto ab que es l
nea isotrmica, ser preciso irle comunicando todo el calor que
sea necesario para que la temperatura se sostenga
constante
dd'cc'.
53
podr ascender desde 7 que es en d hasta 7 que queremos
que sea en a. Durante este trayecto da que es lnea adiab
tica, el cuerpo ni toma ni cede calor: el cuerpo habr hecho
un trabajo externo negativo (porque disminuye de volumen),
que vendr representado por el rea
aa'dd'.
Carnot.
k = r e a aabb'-^-rea
bien:
bien:
aacld'.
k = r e a abcd.
k = r e a del ciclo.
( )
8
Q'
k = 4 5 | ^ J Q . . . .\k=425P^-lOJ
(9)
50
La primera ecuacin nos dice que k, sea el trabajo externo, no depende mas que de Q; puesto que T y T' se suponen
fijas, determinadas, constantes. La segunda nos dice que k,
sea el trabajo externo no depende mas que de Q\ Asi pues:
tmese en su verdadero sentido la espresion cantidad de calor
transportada por el cuerpo, que es Q'; tmese como lo hacia Carnot cometiendo un gravsimo error como si esa cantidad
de calor fuese Q, el teorema resultar siempre bien enunciado.
Por esta feliz coincidencia pudo Carnot sentar un principio
verdadero partiendo de una hiptesis falsa (la antigua hiptesis
del calor,) y cometiendo adems el capital error de creer que
todo el calor Q tomado por el cuerpo al hogar, era trasportado
al refrigerante. Esto en Termodinmica es el absurdo equivalente admitir en Mecnica la posibilidad del movimiento continuo: equivale admitir la creacin de un trabajo, de la nada.
Y, cosa singular! Precisamente Carnot se funda, para demostrar su principio, en la imposibilidad del movimiento continuo.
Oigamos su demostracin.
Supongamos, dice, dos cuerpos dos mquinas, que funcionan entre'las mismas temperaturas absolutas T y T' segn el
ciclo esplicado (el ciclo de Carnot). Supongamos que ambos
cuerpos ambas mquinas transportan del hogar al refrigerante la misma cantidad de calor M. Digo que el trabajo hecho
por el primer cuerpo es igual al trabajo hecho por el segundo.
P a r a demostrarlo, admitamos por un momento qu los t r a bajos producidos por ambos cuerpos son desiguales. Supongamos ambos cuerpos en su estado inicial, y punto de recorrer
el ciclo: acoplemos ambos cuerpos ambas mquinas, y h a gamos que recorran el ciclo, pero el uno en sentido inverso del
otro. En esta doble inversa evolucin, el primer cuerpo h a br transportado del hogar al refrigerante la cantidad de calor
Af; el segundo habr transportado del refrigerante al hogar la
misma cantidad de calor M. De modo que al final del ciclo
Reversibilidad.
58
ciones la presin externa que sufre el cuerpo diera en cada
momento infinitamente poco de la presin interna del c u e r po de su presin propia (si se trata de un gas, de su fuerza
elstica); y que la temperatura del recinto de las sustancias
que rodean al cuerpo y que le han de dar de quitar calor, difiera infinitamente poco de la temperatura del cuerpo, en cada
momento de la evolucin. Pero este carcter de la reversibilidad no lo tiene un ciclo cualquiera. Un gas, por ejemplo, que
se dilata en el vaco (y por lo tanto sin hacer trabajo externo)
por su propia fuerza elstica, y que despus se comprime hasta reducirlo exactamente
Resumiendo los grandes servicios prestados por Sadi C a r not la Termodinmica, de la cual estuvo siempre mucho
mas lejos que el conde de Rumford, podemos reducirlos los
tres siguientes:
PRIMERO. = F e l i z concepcin del ciclo.
SEGUNDO. ==Distincion del carcter de
TERCERO.=Enunciado del principio
reversibilidad.
de Carnot del s e g u n -
de la
Ter-
59
Ao de 1834.
u n d o
d e
l a
PWpig
Termodinmica el
nombre de Clapeyron. Este gemetra aclar
,
_,
. '
siendo as que es casi esclusivamente debido al trabajo externo: reflexinese sobre el trabajo externo producido en las transformaciones termodinmicas de un cuerpo: sobre el trabajo
molecular que acompaa siempre estas transformaciones: sobre el modo de hacer dichas transformaciones independientes
del trabajo molecular, por medio de los ciclos: sobre la relacin
constante entre el trabajo externo efectuado en un ciclo y el
calor que desaparece: sobre la ley que liga el volumen de un
gas con su fuerza elstica, cuando aumenta disminuye el
primero sin variacin de calor, ley contenida en la frmula
pv =constante,
ya esplicada, y que representa la ecuacin de
las lneas adiabticas de los gases perfectos, que dicha ley se
refiere: sobre la razn filosfica de la inexactitud de la ley de
Mariotte (pv=costante)
en los gases en que el trabajo m o l e cular no se puede considerar como nulo
m
(vi
PARTE SEGUNDA.
DESARROLLO DE LA TERMODINMICA
Y DE SUS PRINCIPALES APLICACIONES
ligencia, y el natural de la enseanza; en una palabra, el orden que mejor responde nuestro propsito de hacer inteligible la lectura de estas pginas al mayor nmero posible de
personas.
realmente
el calor de dilatacin
ignoraba,
tendremos l~Ap.
65
sino que ha proporcionado Clausius, Rankine y William
Thomson las bases para llegar por medio del anlisis matem
tico la frmula que d el valor de dicho calor de dilatacin
en los gases perfectos. La frmula obtenida es
(10)
' .
1=A p
66
volumen constante del misino gas, es independiente de la tem
peratura y de la presin del gas, y por lo tanto es constante.
De cuyos dos resultados, analticamente obtenidos, se deduce que la relacin
G
de los dos calores especficos de un gas
de
expansin
pv-constante
(11)
y en la que
67
69
Sea un ciclo reversible representado en la figura adjunta.
Consideremos en l dos lineas adiabticas infinitamente p r ximas. Sean a y b los dos elementos lineales* del ciclo interceptados entre dichas lneas adiabticas. Sea T la temperatura absoluta del cuerpo, que corresponde al trayecto elemental
a del ciclo. Sea T' la temperatura del cuerpo que corresponde
al trayecto elemental b. Sea dQ (diferencial) la cantidad infinitamente pequea de calor que recibe el cuerpo que sufre las
transformaciones del ciclo, en el trayecto a. Sea dQ' la c a n t i dad infinitamente pequea de calor que el cuerpo cede en el
trayecto b.
. '
dQ
Clausius demuestra que ^
dQ'
.
a,,- = 0
ecuacin general de la cual es un caso particular la que c o n tiene el principio de Carnot y que con el nmero (8) hemos
sealado en la pgina 55. En efecto; en el caso del ciclo de
Carnot, el cuerpo toma siempre calor la temperatura
constante J , y lo cede siempre la temperatura constante T'; luego para este caso la frmula (12) es inmediatamente integraQ
Q'
ble y d
^ - = = 0 , que es la frmula (8).
7
70
Clausius escribe la frmula (12) de otra manera. Considerando como positivas las cantidades de calor dQ que el cuerpo
toma en un ciclo reversible, y como negativas las cantidades
de calor dQ' que el cuerpo cede, claro es que la ecuacin (12)
se puede escribir as'f~^r- = 0 , que es la forma con que la
emplea Clausius.
La importantsima frmula (12) de Clausius, se puede enunciar como ley, del modo siguiente: En
suma de lets cantidades
tamente pequeas,
que el cuerpo
toma,
infinirespectiva-
absolutas correspondientes,
es siem-
nula.
Es-
ta importante aplicacin de la Termodinmica se debe W i lliam Thomson, el cual, para apreciar y medir este
trabajo,
de ca-
lor, esto es, sin dar ni quitar al gas calor alguno, puede a p l i carse este caso la ecuacin (4); la cual, conociendo el trabajo
externo E (vase pg. 2 9 ) y la cantidad C (que se conoce por
el enfriamiento que el gas sufre), puede dar el valor de M que
es aqu lo que se toma por incgnita, que es el trabajo m o l e cular.
71
As se ha podido encontrar el pequesimo valor que tiene
el trabajo molecular en los gases, cantidad diferente para c a da uno. Este estudio, y el de los coeficientes ele dilatacin,
han puesto de manifiesto el porqu
de Mariotte
y el porqu
de la inexactitud
de la ley
de ella en un
sentido, y otros en el opuesto; lo cual, antes de la T e r m o d i n mica, hubiera sido un verdadero enigma.
Zeuner,
de
para
1=AT-
dp
dT
(13)
1
En la cul-A esy sea la recproca del equivalente mec
nico del calor; T, la temperatura absoluta del cuerpo; y
es el primer coeficiente diferencial primera derivada de la
presin externa que el cuerpo sufre, con relacin la tempera
tura de dicho cuerpo: de otro modo: es el coeficiente dife
rencial de p con relacin T sacado deducido de la ecua
cin F (p,v,T)=0 que fija el estado termodinmico del cuerpo
en un momento dado (vase pgina 44), suponiendo que en
dicha ecuacin es constante v.
La importantsima frmula (13) de. Thomson que d el ca
lor de dilatacin de un cuerpo cualquiera, no hubiera podido
deducirse sin los conocimientos que forman la base de la Ter
modinmica. La Fsica, no solamente careca de medios para
llegar ella, sino que puede decirse que es casi imposible el
llegar experimentalmente obtener el calor de dilatacin de
un cuerpo slido lquido ni an en un solo caso. Otro ser
vicio muy grande ha prestado la frmula de Thomson. Como
que hay una frmula que liga el calor especfico C presin
constante de un cuerpo cualquiera,
slido, lquido gaseoso,
con el calor especfico c volumen constante, de dicho c u e r
po, y con su calor de dilatacin /, sustituyendo en esta frmu
la por / su valor dado por la (13) de Thomson, tendremos o b
tenido el
73
' - -
A T
-rr
-^
^Y^g^r)-
y experimentalmente
74
sin dificultad; pero no podemos decir otro tanto de c, sea del
calor especfico de los cuerpos volumen constante. De aqu
el gran valor que tiene hoy en Fsica la frmula (14-).
temperatura
y de la presin.
estas dos ecuaciones la diferencial de la temperatura, se obtendr una tercera relacin que ligar las dos diferenciales de
la presion-y
del
volumen.
expansin
elemental
infinitamente
peque-
expansin
calorficos
cientfica
76
completamente vapor que tenga esas mismas temperatura T
y presin p, y por lo tanto saturado.
P a r a que se pueda comprender y apreciar en su inmenso
valor el gran adelanto que al resolver este problema ha hecho
la Fsica,- gracias la Termodinmica, bastar recordar que
Regnault, fsico eminente y habilsimo experimentador, d e s pus de un paciente y largo trabajo experimental, sobre
un solo lquido, el agua, no ha podido hacer mas que reunir
los datos para llegar la frmula emprica siguiente.
t*
L=AT ( v ' - v ) - ^ .
.' .
(15)
E n la.cual-o representa el volumen de un kilogramo del lquido de que se trate la temperatura absoluta T y presin p
correspondiente la saturacin aquella temperatura. La l e tra v representa el volumen de un kilogramo de vapor saturado dicha temperatura T; ^ p j r ^ es el primer coeficiente d i ferencial de la presin tensin con relacin la temperatura, coeficiente diferencial que se obtendr de la relacin que
ligue p con T en el vapor del lquido de que se trate. Clau-
77
sius tiene la gloria de haber deducido antes que nadie la ecuacin (15). Lleg ella cuando publicaba sus primeros trabajos
de aplicacin de las leyes de la Termodinmica, en el ao de
1850. Es verdad que Clapeyron habia llegado antes obtenerla, pero de un modo incompleto, representando por una letra
el producto A T que entra en la frmula (15) y dejndole sin
determinar. Clapeyron sabia que esa espresion que dejaba sin
determinar, era una funcin de la temperatura, y la dio el
nombre de funcin
de Carnot.
Carnot.
que marcarla
un termmetro
de aire con
78
escala centgrada, si fuera posible colocarlo en el cero absoluto
de calor? Imposible es contestar exactamente la pregunta, por
lo complicada que es en realidad la ley de dilatacin del aire,
siendo como es, su coeficiente de dilatacin una cantidad, no
constante como ordinariamente se supone, sino funcin de la
temperatura, y por lo tanto variable con ella. William T h o m
son ha hecho grandes trabajos para hallar esa hasta hoy d e s
conocida funcin, pero sin conseguirlo. Admitiendo, como una
aproximacin suficiente para las necesidades de la prctica, la
constancia del coeficiente de dilatacin del aire, es fcil hallar
cual es la temperatura del termmetro de aire que correspon
dera la presin cero fuerza elstica cero del aire; y se e n
cuentra para valor de dicha temperatura del cero absoluto
273 grados
centgrados.
Contando las temperaturas partir del cero absoluto, y r e
presentando por T la temperatura absoluta de un cuerpo, y
por t su temperatura ordinaria, espresadas ambas en grados
T
centgrados tendremos
Diferenciando esa ecuacin resulta.
7 =273+.
.
dT=dt.
1
funcin de Carnot, sea -.
lor que hay que comunicar ese vapor, para que, sin dejar de
estar saturado, se eleve la temperatura ( T + d T ) . Claro es que
durante la transformacin, la presin es variable. Pues bien:
la relacin finita de los incrementos diferenciales dQ y dT,
sea el coeficiente diferencial r=- 1 es lo que se llama calor
especifico del vapor saturado.
Lo representaremos por c . N e -
cesitamos ahora definir otro nuevo coeficiente relativo al lquido cuyo vapor se estudia, y que hace respecto al lquido el
mismo papel que c respecto al vapor. Definamos este otro
coeficiente. Consideremos un kilogramo del lquido la t e m peratura T y presin correspondiente
p. (Las letras p y T r e -
presentan como antes, la temperatura y presin tensin correspondiente en el vapor saturado del lquido que se considere).
Representemos por dQ! la cantidad infinitamente pequea de
calor que necesita absorver ese kilogramo de lquido para p a -
durante esa
6 S
^ ^
U e
Termodinmica.
(16). . .
. "c^C-r
< 1 L
dT
81
cero grados.
50 grados.
100 grados. .
150 grados.
200 grados. .
c vale.
1,916
c' vale.
1,465
c' vale.
1,133
c vale.
".
0,879
c vale.
0,676
tenia un valor
82
en las mquinas movidas por este agente. De tan inesperado
resultado se deduce que si una porcin de vapor de agua s a turado y seco, sufre entre 0 y 2 0 0 una expansin elemental,
O
negativo,
co-
y vara desde + 0 , 1 1 6
c vale
+0,048
2 1 0 grados. . .
c vale
+0,115
de
inversin
83
Estos resultados hacen ver que si se completan las tablas
para todos los vapores todas presentarn el fenmeno
notabilsimo del cambio de signo del calor especifico c, que nos
presenta la benzina. La temperatura que corresponde en c a da vapor este cambio de signo se ha llamado
temperatura
de inversin.
La ltima tabla demuestra que la temperatura de inversin
de la benzina est comprendida entre los 70 y los 140 grados
centgrados. Fcil es, por otra parte, obtener directamente la
temperatura de inversin para un vapor de un lquido c u a l quiera, por medio de la ecuacin (16). Basta para ello d e s p e j a r en dicha frmula T, poniendo cero en lugar de c . El
valor de T, as obtenido es la temperatura de inversin contada partir del cero absoluto. Restando del valor obtenido {tara T el nmero 273 se tendr la temperatura de inversin
contada partir del cero ordinario.
De lo expuesto resulta que el vapor saturado de ter producir entre 0 y 120, fenmenos diametralmente
opuestos
los que ofrece el vapor de agua saturado entre 0 y 200, cuando se sometan ambos vapores una pequea expansin
una pequea compresin; porque el primero tiene un calor especfico positivo y el segundo negativo. As, una expansin
que en el vapor de agua saturado produce una condensacin
parcial, en el vapor de ter saturado producir al contrario,
una desaturacion, y el vapor se sobre-calentar: una compresin que en el vapor de agua saturado producir desaturacion,
en el vapor de ter producir condensacin parcial.
o
84 -4
un valor negativo del calor especco c; y producir c o n densacion parcial si se opera una temperatura para la cual
c' sea positivo. Una ligera expansin compresin no produc i r efecto alguno ni de condensacin ni de desaturacion, si
se opera la temperatura de inversin.
Ante la magnitud, la novedad y la trascendencia de semejantes resultados, debidos la aplicacin de la segunda ley
principio de la Termodinmica, plido fuera cuanto agregsemos. La experiencia ha confirmado plenamente, como no podia menos de suceder, las conclusiones de la teora. Hirn llen un ancho tubo de metal cerrado en sus estremos por cristales planos, con vapor de agua saturado y seco. Someti este
vapor una expansin, dejando salir una parte la atmsfera, y vio llenarse el tubo de niebla, lo que es lo mismo, vio la
condensacin del vapor. El mismo Hirn hizo el inverso experimento con el ter en vapor saturado y seco: produjo una
compresin- sobre dicho vapor, y vio la niebla que acusaba la
condensacin parcial del vapor de ter.
Ignorando todos los fsicos, antes del nacimiento de la Termodinmica, estas leyes que obedecen los vapores saturados, estaban en la imposibilidad de comprender completamente y en todos sus detalles el juego del vapor en las mquinas
movidas por este agente. De aqu el error del sabio M. Regnault al calcular la cantidad de calor que realmente se utilizaba en las mquinas de vapor, y que estim calcul muy por
bajo de la verdad, como veremos en la Parte tercera de esta
Memoria.
Puede pues decirse que el conocimiento racional y completo que hoy podemos tener de las mquinas de vapor, ala Termodinmica lo debemos.
85
Reflexinese un poco en la inmensa diferencia que hay en
tre admitir que el vapor al sufrir la expansin en el cilindro
de la mquina se dilata segn la ley de Mariotte (lo cual es fal
so no solamente para el vapor, sino hasta tratndose de un gas
perfecto, porque en la expansin hay trabajo externo produ
cido, y por lo tanto enfriamento, y entonces no es aplicable
una ley que supone la temperatura constante), y considerar
este complicado fenmeno con arreglo las leyes que de lo
expuesto se deducen: reflexinese un poco sobre esta i n m e n
sa diferencia, y veremos la confirmacin de lo que al princi
pio del prrafo decamos. Conocamos la mquina de vapor,
pero de un modo que tenia mucho de emprico; y W a t con su
dinammetro indicador del trabajo, y P a m b o u r con su teora
no podan aspirar nunca darnos el conocimiento racional del
juego del vapor que nos cl hoy la Termodinmica.
teora mecnica del calor con sus aplicaciones las
(Zeuner,
mquinas).
86
ciondel cuerpo que se considere, agua, ter, benzina, c l o r o formo etc. c el calor especfico del vapor saturado sobre que
se opere, con el signo que tenga la temperatura
T.
rencial (17), que d la ley de la expansin elemental, ha p e r mitido Clausius y varios otros fsicos pasar la ley de la expansin finita; y obtenida esta, se ha podido con su auxilio
obtener la verdadera frmula
una mquina
en
87
cuerpo durante la fusin: v representa el volumen.de un kilo
gramo del lquido de que se trate la temperatura T y presin
/>: representa el volumen de un kilogramo del slido que se
funde dichas temperaturas y presin.
L, representa el calor de fusin, que es lo que buscamos.
De la consideracin de esa frmula se deduce que as como
la temperatura de vaporizacin de un lquido depende de la
presin, la temperatura de fusin de un slido tambin depender de la presin. Aplicando al agua las sencillas consideraciones que de la frmula (15) se desprenden al comparar los
signos de (v'-v) y de ^j
un
Pero
88
que para estos cuerpos tendremos un resultado contrario al
que ofrece el agua. As es que un aumento de presin que hace descender la temperatura de congelacin del agua, eleva
la temperatura de solidificacin de la parafina, y en general,
elevar la temperatura del cambio de estado en todos aquellos cuerpos que, como la parafina, disminuyan de volumen
al solidificarse, lo que es lo mismo, en todos aquellos c u e r pos que tengan positivo el valor (v'-v).
Intil es encarecer el valor cientfico que encierra la frmula (15) para el estudio del fenmeno de la fusin. La Fsica no
hubiera podido llegar obtener el valor general del calor de
fusin de un cuerpo cualquiera, y la ley segn la cual varia
este calor de fusin con la presin y con la temperatura,
si
la Termodinmica no hubiera dado con sus principios los
necesarios medios para ello. Hasta donde haban podido l l e gar los fsicos en este asunto? Hasta determinar experimentalmente el .calor de fusin de
ponindolo constante. Pero
pende el calor de fusin, de
que el fenmeno se verifica,
cada cuerpo en un solo caso, s u dependiendo, como realmente dela presin y de la temperatura
se ignoraban las leyes del fen-
DISOCIACIN.
anloga la de
L, lo que
comprende
OBSERVACIN FINAL.
90
matemtico; pero sale completamente fuera del plan de esta
Memoria destinada la historia y exposicin de la T e r m o d i
nmica y de sus principales aplicaciones bajo el punto de vista
de la ciencia pura y aplicada.
PARTE TERCERA.
IMPORTANCIA DE LA
TERMODINMICA
I.
La Termodinmica en el campo de la Qumica.
93
Respecto la segunda cuestin, de menos importancia cientfica pero de mas valor an en el terreno de la prctica que
la anterior, no hay menos que agradecer la Termodinmica.
Cierto es que ya el qumico sabr con lo que antecede lo que
es el antes oscursimo fenmeno de la combinacin qumica, y
m a s todava: sabr que midiendo exactamente el calor p r o ducido en una combinacin, tendr la medida del trabajo
que lia hecho la afinidad en aquel caso particular; y por lo tanto
podr en cierto modo medir la intensidad de la fuerza, p e n e trando as en las entraas mismas del fenmeno. Pero cmo
medir exactamente el calor producido? No bastan para ello los
procedimientos calorimtricos que la Fsica ofrece. No podia
la Fsica con sus antiguos medios hacer esa medida: ha sido
preciso que venga la Termodinmica ensear cmo ha de
medirse el calor producido en un fenmeno fsico qumico.
Todos los procedimientos calorimtricos j a m s hubieran e n seado al qumico que la produccin del calor en un fenmeno va generalmente acompaada de un trabajo externo positivo negativo, que puede disminuir a u m e n t a r el valor del
verdadero calor producido en una cantidad que puede ser
muy grande. Y esta cantidad es menester aumentarla disminuirla al calor medido, para tener el verdadero ccdor producido, y con este, la verdadera medida del trabajo de la afinidad.
Y no solamente ha sido preciso que la Termodinmica e n see todo eso, sino que se ha necesitado aun que diga cmo se
reduce calor, cmo se vala en caloras ese trabajo externo
positivo negativo que la combinacin qumica acompaa,
para h a c e r l a s correcciones en consecuencia. Ha sido preciso,
en una palabra, que d el equivalente mecnico del calor.
El fenmeno de la combinacin qumica no es hoy mas o s -
94
curo los ojos del qumico que lo es los del fsico el calor
producido en la compresin de un gas, los del mecnico el
calor desarrollado en el choque de dos cuerpos no elsticos.
Triunfo sorprendente de la nueva ciencia! La Termodinmica
ha establecido un lazo estrecho indisoluble entre la Mecnica y la Qumica. Al ver tales resultados, qu tiene de extrao
que Hirn exclame en su ltimo libro presentado en 1 8 6 8 la
Academia de ciencias de Paris: Sans aucun doute, d' ici a peu
d' annes, la chimie, qui semblait une science de faits et de
memoire, sera abordable Y analyse mathmatique?
La Termodinmica ha sentado el principio siguiente, de i n mensa importancia en Qumica. El trabajo producido por las
afinidades en una combinacin qumica A, podr utilizarse
con xito, b a j l a forma de calor de electricidad, en d e s componer un compuesto B, si el trabajo positivo de la reaccin A fuese mayor en valor absoluto que el trabajo negativo
correspondiente la descomposicin B; pero no suceder
as cuando el primer trabajo fuese inferior al segundo. Principio es este tan evidente, como que de no admitirlo se seguira la posibilidad del movimiento continuo, sea la de
crear un trabajo de la nada.
Y como segn hemos visto, los trabajos de las afinidades
fuerzas atmicas estn medidos por el verdadero calor producido, resulta que conociendo los calores de combinacin sabremos apriori si el acto de tal combinacin podr no podr
utilizarse para producir tal descomposicin.
As se comprende y se esplica fcilmente que la corriente
elctrica producido por un elemento voltaico formado de zinc,
cobre y agua acidulada por el cido sulfrico, sea incapaz de
descomponer el agua; incapacidad cuya racional esplicacion
no se ha tenido hasta que la han dado los principios de la Termodinmica. Un equivalente de zinc al disolverse en el cido
sulfrico diluido desprende, mejor dicho, produce 1 8 6 8 0
95
II.
La Termodinmica ha roto el tupido velo con que se e n cubra los ojos del mecnico la naturaleza de aquellas antiguas fuerzas resistentes llamadas resistencias pasivas, que
c o m p r e n d a n principalmente la rigidez de las cuerdas y correas, los choques, y sobre todo el rozamiento. Sabase que esas
resistencias pasivas absorvian en nuestras mquinas una p a r te del trabajo motor; pero de qu modo se hacia esta a b s o r cin este aniquilamiento de una parte de dicho trabajo? Cmo el rozamiento absorve aniquila una parte del trabajo
motor? Era acaso, como se crey en un principio, por un efecto del desgaste, de la desagregacin de los cuerpos frotantes?
No;
porque este desgaste puede reducirse casi la nada, sin
que por esto pueda ^ a m i n o r a r s e en la misma proporcin el trabajo absorvido por el rozamiento. Era acaso producida la prdida absorcin del trabajo motor por una accin molecular
entre los cuerpos frotantes? No; porque esta explicacin es mecnicamente absurda. Al cabo de una revolucin completa entre los dos cuerpos las dos piezas de la mquina frotantes
(por ejemplo, u n gorrn en su cojinete), las molculas de ambas piezas han vuelto ocupar las mismas posiciones relativas que tenan al empezar dicha revolucin; luego el trabajo
definitivamente hecho en el perodo de la revolucin, por esas
97
fuerzas acciones moleculares (suponiendo que existiesen, seria rigorosamente nulo.
La parte del trabajo motor.de una mquina, que se perdia
para el mecnico, la encuentra el fsico convertida en calor,
como ensea la Termodinmica: el movimiento visible de r o tacin translacin de las piezas frotantes, se ha transformado en parte en aquellos movimientos invisibles de la materia,
que caracterizan el calor. Ahora puede el mecnico establecer
la ecuacin general del trabajo en una mquina, no con una
ficcin, como antesdo hacia, ficcin solamente buena para la
prctica, sino con una realidad equivalente aquella ficcin.
Quin le habia de decir Prony, cuando inventaba su freno dinamomtrico y estableca su frmula para hallar por el
trabajo absorvido por el rozamiento el trabajo de la mquina,
que ese clculo podra ser reemplazado sustituido por un
clculo calorimtrico, sea por un calormetro que midiese el
calor desarrollado en el freno? Pues esto puede hacer, esto
conduce la Termodinmica. Nada tendra de estrao que m a ana visemos un inventor que utilizando lo que la nueva
ciencia ensea, inventase un cmodo y sencillo instrumento,
una especie de freno trmico, donde un termmetro acusase el
trabajo que hay utilizable en una mquina cualquiera.
Si se nos permite hablar en este momento sin la rigorosa
exactitud cientfica (para evitar prolijos detalles y frases aclaratorias sobre el trabajo molecular y el externo que el lector
mismo puede fcilmente suplir), podemos decir: que conocido
el caudal de un salto de agua,' y suponiendo iguales las velocidades del agua antes y un poco despus de la caida, el
aumento de temperatura que tendr el agua de abajo sobre la
de arriba, dar la medida del trabajo disponible en ese salto;
puesto que este aumento de temperatura est en relacin d e terminada y conocida con la altura de caida! Suponiendo que
la velocidad con que entra el agua por arriba en un motor h i -
98
drulico, sea igual la velocidad con que sale por abajo, p u e de decirse que el aumento de temperatura que tome el agua al
pasar por el motor d la medida del trabajo que el motor pierde. El motor en el cual el agua no se calentase nada, seria el
mejor motor posible. Estas ltimas consideraciones podrn
acaso estar desprovistas de un inters prctico, por la dificultad que habria en apreciar diferencias casi insensibles de temperatura, y por las causas de error anexas al fenmeno; pero
tienen indudablemente muy grande inters cientfico: lo tienen
inmenso para demostrar en todos los terrenos la transformacin del trabajo en calor y al revs, y para hacer ver que no
puede disminuir la energa total del universo, como dice R a n kine: para hacer ver que el trabajo la fuerza viva se transforman, pero no pueden aniquilarse nunca.
99
biera comprendido que los clculos de M. Regnault no podian
aplicarse con exactitud al juego del vapor en dicha mquina:
hubiera comprendido que algo muy importante pasaba en la
mquina que no se tena en cuenta en el clculo de M. R e g nault: hubiera visto que este se equivocaba en mas de un d o ble. Pero esto no podia verse comprenderse entonces porque
faltaba el conocimiento del principio de la equivalencia. Guando Hirn, en los experimentos que en la P r i m e r a parte de esta
Memoria dejamos reseados, encontr experimentalmente la
diferencia entre la cantidad de calor tomada por el vapor en
la caldera, y la cantidad de calor abandonada por este en el
condensador, y dividi esa diferencia por la primera cantidad,
encontr una fraccin mas que doble de la calculada por Regnault.
De qu provena semejante diferencia entre la fraccin calculada por el autor de los mejores y mas completos estudios
que se han hecho sobre el vapor de agua, y la fraccin encontrada experimentalmente por Hirn? De que M. Regnault, como
todos los fsicos, ignoraba que el vapor, al sufrir la e x p a n sin, se condensaba
en trabajo, no poda
MQUINAS TRMICAS.
COEFICIENTE ECONMICO DE LAS MQUINAS TRMICAS.
COEFICIENTE ECONMICO DE LA MQUINA IDEAL DE CARNOT.
100
lneas adiabticas, vimos que el trabajo externo producido por
un cuerpo que recorriera que sufriera las transformaciones
de dicho ciclo, vena dado por la frmula (7) pgina 53, que
es la siguiente:
J
vi
K425 (QQ');
s e r
&
101
Q
T
Q.
De donde se deduce,
Q-Q'
Q
T
T
102
las presiones y por dos lneas isotrmicas como indica la a d
junta figura nmero i, que es uno de los sistemas propuestos
51
o'
CD
103
Si fuera posible que las mquinas de aire caliente realizasen
esos ciclos, tendran el coeficiente econmico de la mquina
del ciclo de Carnot que es, como se demuestra en T e r m o d i nmica, el coeficiente econmico mximum, al cualpodr
llegar el coeficiente de algunos ciclos, mas nunca podr escederlo.
Hay dos ciclos, menos ventajosos bajo el punto de vista terico, pero m a s susceptibles de realizarse con exactitud en la
prctica, de que debemos ocuparnos. El primero, de Stirling,
se forma con dos rectas paralelas al eje de las presiones y dos
lneas adiabticas. Lo recorre una masa de aire. El clculo da
-
e n
cual T' representa la temperatura mas baja que toma (al recorrer el ciclo) la masa de aire, y T, representa una temperatura
intermedia entre la mas baja que es T' y la mas alta que siempre la representaremos por T. Observemos que este coeficiente econmico de la mquina Stirling ^ 1 e s
menor que
104
Tomemos como ejemplo la mquina Stirling funcionando
con arreglo al ciclo formado por dos rectas paralelas al eje de
las presiones y por dos lneas adiabticas. Su coeficiente e c o nmico es
= - ] , y se tendr un
405
la espresion del coeficiente econmico
se e n c u e n
lo cual se v
106
principios de la Termodinmica, es como puede el inventor de
una mquina trmica formar apriori un concepto racional de
los resultados que podr dar su invento, y tener, calculando el
coeficiente econmico de su sistema de su ciclo, una idea de
la perfeccin de la mquina concebida, y un lmite superior
al cual no llegar nunca en la prctica. As es como debe procederse en estas investigaciones, hoy que afortunadamente te
nemos los medios de no ir ciegas y por tanteos, como fueron
Stirling y Ericsson, los cuales tenan que remitir al fallo de la
experiencia para poderlos conocer, los resultados que podia
dar cualquiera innovacin modificacin del ciclo.
Hoy puede el inventor de una mquina trmica, estudiando
el ciclo, que es la ley de la mquina, deducir apriori el coefi
ciente econmico de la mquina que piensa construir. Tanto
como se aproxime su coeficiente econmico al de la mquina
de Carnot, ser la mquina mas perfecta, bajo el punto de vista
terico. Despus, dentro ya del sistema ciclo aceptado, pue
de buscar cual es el ciclo particular que d mayor trabajo ex
terno, dentro de las temperaturas fijas extremas, y con arreglo
este ciclo particular, calcular la disposicin y partes de la
mquina.
107
rozamiento. Cuando todas esas causas de disminucin del coe
ficiente econmico se renen exageradamente en una m q u i
na trmica, pueden convertir una mquina tericamente bue
na en prcticamente mala; pero nunca una mquina trmica
tericamente mala ser prcticamente buena.
T' \
A
l= 1
307 \
n n
^ \ = 0,26
que
es^l[/
108
que el 0,15 de la mquina Stirling, pero menor qu el 0,26 de
la mquina de Carnot.
Claro est que la mquina de Stirling, la de Ericsson, y en
general, todas las de aire caliente, deben funcionar entre tem
peraturas mucho mas distantes entre s que las que hemos s u
puesto. Nuestra suposicin desfavorable las mquinas de a i
re caliente, ha tenido por objeto el poder compararlas con las
de vapor, en condiciones anlogas.
Li^-)+C(T-T'+T'
ig.-~-)
L + C (T-T)
409
Entre esas mismas temperaturas la mquina ideal de Carnot
d 0,23.
Lo que nos prueba que la mquina de vapor con expansin
completa, no est tan lejos de la perfeccin como se crey a l
gn tiempo. Bien es verdad que hemos supuesto la expansin
completa, que es el caso mas favorable, y que es irrealizable
poco menos, en la prctica. Pero puede hacerse la expansin
muy grande, de modo que el ciclo de la expansin real tenga
un rea no mucho menor que la del ciclo de la expansin com
pleta. Hacindolo as se obtiene un coeficiente econmico que
no es mucho menor que el de 0,24 que acabamos de encontrar.
No olvidemos que las prdidas de calor al exterior, los c h o
ques, los rozamientos, la resistencia del aire, hasta el ruido
que hace la mquina y que representa una cierta cantidad de
fuerza viva comunicada al aire, reducen, (juntamente con la
imperfeccin del ciclo prctico de que acabamos de hablar)
el coeficiente terico 0,24 al prctico que vara desde 0,42
0,15.
110
dernas de la Termodinmica., diste tanto de las antiguas sobre
este asunto, como dista una frmula racional de una frmula
emprica.
111
condensacin del agua producira la vaporizacin del ter. De
aqu el origen racional de la mquina
de vapor de dos
lqui
sobrepujarlo.
ex
Su coeficiente, entre
112
TERCERA.=E1 coeficiente econmico de la mquina de v a
por, como los de las mquinas trmicas en general, aumenta
cuando se separan las temperaturas extremas entre las cuales
funciona la mquina.
113
MQUINAS ELECTROMAGNTICAS.
una
PRIMER SISTEMA.
la significacin que se le d en T e r
414
se manifiesta en el conductor interpolar, en compensacin
ser
SEGUNDO SISTEMA.
r menor, en el mismo
en el sistema segundo, se
dficit de calor
(Q-Q') ha de ser
425
115
MQUINAS MAGNETO-ELCTRICAS.
117
plus ou moins dans les divers corps; mais il est inipossible qu'
elle cesse d' tre chaleur. Aujourd' hui, au contraire, il n' y
a plus un seul physicien qui puisse encor repondr ainsi.
Con cunta elocuencia hace este solo hecho la apologa de la
Termodinmica!
III.
La Termodinmica, partiendo de los descubrimientos y trabajos de Lavoisier, Laplace, Dulong y Regnault sobre el calor
producido en el animal, los cuales prueban que este calor no
reconoce otro origen que la combustin del carbono y del hidrgeno procedentes de los alimentos, por el oxgeno que respira el animal, y considerando este por lo tanto como una
mquina trmica, ha comprobado en el mundo organizado el
gran principio de la equivalencia, y ha deducido el coeficiente
econmico de la mquina h u m a n a .
El primero que vio en el animal el fenmeno de la transformacin del trabajo de las afinidades (combustin del carbono
y del hidrgeno) en calor, y la transformacin de parte de
este calor en trabajo que se emplea tanto en las funciones i n ternas como en la locomocin y toda clase de trabajo externo,
fu el tantas veces nombrado en este escrito, doctor Mayer, en
el ao de 1843, aunque no dio al pblico sus trabajos completos hasta 1845. (Del movimiento orgnico y de la nutricin por
Mayer=Mb).
El que someti esta cuestin al terreno de la
prctica y de los nmeros, buscando en el hombre la ley de
la conversin del calor en trabajo, fu Hirn, en el ao de 1858,
en que dio al pblico su Memoria presentada la Sociedad de
Fsica de Berln.
realmen
las afinidades
realmente
al trabajo desplegado
por
en tina hora.
traba
120
121
Estos experimentos suministraron Hirn los datos para determinar' el coeficiente econmico de la mquina u/mema. Y
contra lo que se crea por todos los fsicos y mecnicos, se ha
visto, como dice el mismo Hirn, que la obra de Dios (aunque
incomprensible y admirabilsima por muchos conceptos), es,
bajo el punto de vista termodinmico, comparable con la obra
del hombre. En efecto, el coeficiente econmico prctico de la
mquina h u m a n a , resulta por trmino medio de los e x p e r i mentos de Hirn, igual al 0,12 obtenido por Hirn en alguna
mquina de vapor.
mas
122
Si bajo el punto de vista del coeficiente econmico,* la m quina humana no es superior la de vapor, lo es mucho bajo
el punto de vista del trabajo que puede hacer, comparado con
su propio peso; y aun mayor sera la superioridad del motor
animado, si elegimos el ave para la comparacin. La delicada
mquina de vapor, dice Hirn, que pudiera producir el trabajo
de una golondrina pesara cien veces mas que esta.
123
Los antiguos fsicos y fisilogos establecan mal la comparacin entre la mquina h u m a n a y la de vapor; porque respecto
la ltima partan de la base del calor' total producido en el
hogar, en vez de partir de la cantidad de calor que realmente
penetra en la caldera; y respecto del hombre, crean que este
quemaba el mismo combustible en el estado de reposo que
cuando produce un trabajo ordinario medio, siendo as que
en este ltimo caso, segn Hirn, consume cinco veces mas en
el mismo tiempo.
m
dnde ha salido el calor desarrollado por el rozamiento de t o da la mquina de vapor sino del trabajo por el vapor p r o d u cido? Y de dnde ha salido este trabajo sino del calor p r o d u cido en el hogar? En el hogar est pues el nico foco origen
de calor, de fuerza viva, de trabajo. Todo calor que se m a n i fieste en la maquinaria, desde la caja de estopas del vastago
del mbolo hasta la punta de la herramienta del ltimo torno,
del hogar ha salido.
125
analizar los fenmenos intermediarios entre el trabajo p r o d u cido en la mquina animal por las afinidades qumicas, y su
ltima conversin transformacin en trabajo externo; as como tambin de averiguar el verdadero papel que desempea
cada uno de los rganos que entran en el juego de las t r a n s formaciones del trabajo de las afinidades en calor, electricidad,
y finalmente en trabajo externo. La Fisiologa trata hoy, e x presndonos en el lenguaje de la Termodinmica, de averiguar conocer el ciclo de la mquina animal, y de darse cuenta del papel de cada rgano de la mquina. Los msculos han
fijado principalmente la atencin de los fisilogos. Los experimentos de Bclard y de Heidenhain sobre el fenmeno calorfico que se manifiesta en un msculo cuando se contrae
haciendo un trabajo positivo, cuando se contrae haciendo un
trabajo negativo, han empezado dar alguna luz sobre uno de
los detalles del oscuro y complicado problema de la mquina
animal.
La electricidad, que no es mas que una de las formas del
calor de la fuerza viva del trabajo producido por las afinidades en el cuerpo animal, hace un importante papel en el fenmeno general, segn se desprende de los experimentos de
Dubois-Reimond. Pero el actual estado de este estudio, a p e nas bosquejado hoy, no permite aun establecer ninguna nueva
ley, si bien abre la esperanza un vasto horizonte. Lo que podemos hoy asentar en Fisiologa como demostrado y como debido la Termodinmica es:
= Q u e el trabajo se produce en un motor animado por los
mismos procedimientos (en la esencia) que en una mquina
trmica.
= Q u e el coeficiente econmico de la mquina animal es
comparable los de las mquinas trmicas; y en el hombre el
coeficiente econmico es casi igual al de una buena mquina
de vapor.
126
= Q u e no es necesario recurrir la hiptesis de una fuerza
vital especial para explicar el hecho del movimiento y del trabajo del motor animado.
= Q u e el principio Anmico no crea ni calor ni trabajo; pero
tiene sobre l una facultad
directiva
poder directivo
que no
materia.
pero muy e s -
voluntariamente
esta
fuerza.
VEGETALES. =
de la luz se ve-
127
carbnico. As como la afinidad fuerza atmica que existe
entre el carbono y el oxgeno hace un trabajo positivo en el
acto de la combinacin de esos simples, y se desprende se
produce el calor equivalente, asi para d e s h a c e r l a combinacin
ya formada, es preciso obligar la afinidad a hacer un trabajo
negativo, (*) sea un trabajo que hace desaparecer precisamen
te la misma cantidad de calor de fuerza viva que en la com
binacin se produce. Ahora bien: esta fuerza viva este calor
consumido desaparecido en el acto de la descomposicin del
cido carbnico en los invisibles y maravillosos rganos de la
planta, sale de la lux. La luz presta esa fuerza viva: la planta
no puede utilizar esclusivamente para su nutricin y desarrollo
la fuerza viva del calor oscuro de las ondas calorficas no lu
minosas: necesita principalmente la fuerza viva tal como esta
se presenta .en las rapidsimas vibraciones de la luz; y aun
dentro de la misma luz, sabido es que las ondas mas cortas,
sea la luz de mas rpida vibracin (luz violeta), es mas utilizable, m a s eficaz, para efectos de descomposicin que la luz ro
ja, por ejemplo. De donde se deduce que no basta para vencer
las afinidades, para descomponer un compuesto, emplear
aquella determinada cantidad de fuerza viva de trabajo que
exige el compuesto. Es preciso que esa fuerza viva, cuya c a n
tidad necesaria podemos representar por mu* tenga como valor
de v una cantidad comprendida entre ciertos lmites. La p l a n
ta exije que o sea muy grande: en compensacin m puede ser
128
muy pequeo; pero siempre ser constante la cantidad mv*
absorvida que desaparece, en la descomposicin de una determinada cantidad de un determinado compuesto. As se c o m prende la eficacia de una onda luminosa violeta ultra-violeta all donde es poco eficaz una onda amarilla, y menos una
onda calorfica oscura.
Guando el animal se alimenta del vegetal, cuando este se
quema en el hogar de una mquina de vapor de otra mquina
trmica, vuelve la afinidad del carbono por el oxgeno hacer
un trabajo positivo, dar por lo tanto aquel mismo calor
fuerza viva que de la luz sali, que la luz proporcion. De qu
modo ha podido el vegetal almacenar y contener (permtasenos esta frase poco exacta pero grfica) durante aos y siglos
de un modo latente invisible aquella fuerza viva que sac
del sol el vegetal, y que despus aparece bajo la forma de c a lor en el motor animado, en el hogar de nuestras mquinas?
Del mismo modo que puede decirse que queda almacenado
en un cuerpo que elevamos lo alto de una torre, el trabajo,
la fuerza viva el calor que para elevarlo hemos gastado;
trabajo, fuerza viva calor que el cuerpo puede devolvernos al
cabo de aos de siglos, cuando caiga de la torre impulsado
por la gravedad. La gravedad hace en este ejemplo el mismo
papel, absolutamente el mismo, que hacia la afinidad del carbono por el oxgeno en el caso de los vegetales; y la luz hace
en este segundo caso el mismo papel que hacamos nosotros
cuando gastbamos parte del trabajo, calor fuerza viva de
nuestro cuerpo, en vencer la gravedad y elevar el cuerpo que
considerbamos lo alto de la torre.
de la energa fuerza
viva
total
121)
del Universo, de que m a s adelante hablaremos. Respecto al
cmo se producen estos fenmenos de transformacin de la
fuerza viva, y esa especie de fuerza
viva latente que se llama
virtual potencial, y de que luego nos ocuparemos tambin,
no cabe, por hoy, mas que hiptesis. E n la de la unidad de las
fuerzas fsicas que se inclinan eminentes fsicos cuya c a
beza est el Padre Secchi; el verdadero almacn de la fuerza
viva del trabajo, el depsito comn, estara en la masa etrea
en que todos los cuerpos se mueven y en que se verifican los
movimientos del calor y de la luz radiantes, y la cual a t r i
buyen esos fsicos hasta la misma gravitacin: estara en el
ter.
Resumiendo en una sola frase los descubrimientos de la
Termodinmica, sean los descubrimientos hechos con el
auxilio de sus principios en el campo de la Fisiologa vegetal,
podemos decir: Que la planta, en una de sus mas importantes
'funciones, no es mas que una mquina trmica que utiliza
la fuerza viva de las ondas luminosas, empleando esta fuer
za viva en vencer el trabajo de las afinidades, del m i s
mo modo que una mquina de vapor de Ericsson utiliza el
trabajo de las afinidades en elevar agua, por ejemplo, vencien
do el trabajo de la gravedad.
18
IV.
La hiptesis que hacia consistir ese medio en el calor desarrollado por reacciones qumicas entre las materias solares, no
ha podido contestar cumplidamente ninguna de las objeciones que se le han hecho, y ha sido por ello desechada.
La hiptesis de Buffon que hacia consistir ese medio en la
incesante caida de cometas sobre el sol, cometas asteroides
que alimentaban las reacciones qumicas de este astro, del
131
mismo modo que se alimenta la combustin de un hogar con
los trozos de hulla que sobre l se arrojan, se encuentra en el
mismo caso que la anterior.
132
hecho por la atraccin de la materia del sol en esa especie de
caida general hacia el centro del astro, ha de producir una
cantidad equivalente de calor que es la que puede venir anualmente compensando la que e'l sol pierde por su radiacin los
espacios planetarios.. Si esta explicacin fuese cierta, el sol ira
disminuyendo continuamente de dimetro; pero no podramos
conocer esa disminucin, por su excesiva pequenez. Segn los
clculos de Helmholtz, el sol podra reparar sus prdidas d u rante dos mil aos, con una concentracin tan pequea, que
en todo ese tiempo solamente disminuira el dimetro aparente
del sol, en 0",0033, cantidad inapreciable.
Vemos pues la Termodinmica intervenir de un modo directo y eficaz en la combinacin de las modernas hiptesis so~
bre la cuestin de la reparacin de las prdidas del calor solar,
y servir de base la mas racional de las hiptesis presentadas.
Respecto al origen de todos los movimientos que se verifican
en la tierra, no podemos aceptar lo que dice el gran fsico M.
Verdet en su Teora mecnica del calor, tomo segundo, p g i na 257. Dice all que el sol es el origen de todo movimiento en
la superficie de la tierra. Comprendemos que sea el orjgen de
los movimientos de los vegetales, y origen indirecto de los movimientos de los seres animados. Comprendemos que este a s tro sea la principal
causa de los movimientos atmosfricos:
que l, principal, casi esclusivamente, se deba la evaporacin
del agua en la superficie terrestre, y por consiguiente la lluvia,
y la fuerza motriz de las corrientes y saltos de agua: que l
se deba el calor que producen los vegetales al quemarse y el
carbn de piedra; y por lo tanto la fuerza motriz de nuestras
mquinas trmicas. Pero no nos atreveremos decir'como di-
V.
135
La cantidad de trabajo expresada
en kilogrmetros,
(ola
mitad de la fuerza
viva, 425 veces las caloras) que una
fuerza podr producir, cuando pueda libremente, ejercer su
accin sobre una masa determinada, podemos decir (aunque
sea poco rigoroso lenguaje) que est virtualmente potencialmente en dicha masa: pero nunca podremos decir que aquel
trabajo aquella fuerza viva est actualmente en dicha masa.
Esta cantidad de trabajo, de fuerza viva, de calor ha sido
llamada por Rankine energa potencial y tambin energa de
posicin de esa masa. La plvora, por ejemplo, colocada d e
trs del proyectil de un a r m a de fuego, tiene toda la energa
potencial que despus vemos convertida en fuerza viva c u a n
do sale disparado el proyectil. Rankine ha llamado energa
sensible de una masa en movimiento la mitad de la fuerza
viva que tiene esa masa, lo que es lo mismo, al trabajo que
podra producir perdiendo toda su velocidad.
de una masa
la suma de la
masa, cuerpo,
energa total de
436
un sistema de cuerpos la suma d l a s tres energas potencial,
sensible y calorfica que haya en el sistema.
En el Universo se estn continuamente transformando unas
en otras las tres energas potencial, sensible y calorfica.
Cuando estas transformaciones se ejercen en un sistema finito
de cuerpos, al cual no pueda llegar energa de fuera, ni del
cual pueda salir energa, se verificar siempre, cualesquiera
que sean las transformaciones de energas que tengan lugar,
la siguiente ley: la energa total del sistema es constante. Pon
gamos un ejemplo, que haciendo ver un caso notable de estas
transformaciones, sirva de aclaracin las anteriores defini
ciones, y de comprobacin aquella gran ley, que puede d e
mostrarse, gracias la Termodinmica que ha permitido me
dir con la misma unidad calor y trabajo.
137
un cierto espacio A B M N lleno de ter que es finito, y que
suponemos cerrado por lmites impermeables al ter y los
movimientos etreos vibratorios. Suponemos adems que ese
espacio lleno de ter est exento de la influencia de todo cuerpo
situado fuera: que la tierra es esfrica, slida, homognea, sin
atmsfera, sin movimiento alguno, y taladrada segn uno de
sus dimetros por un pozo, como indica la figura: que el m
vil lo tenemos suspendido en un punto 1 situado en el eje del
pozo y una distancia h del centro 2 de la tierra: qu nuestro
sistema formado por la tierra, el mvil y el ter, tiene todo l
la misma temperatura en todas sus partes: que G represente
la cantidad total de calor en caloras que tiene el sistema; de
modo que la energa calorfica del sistema expresada en kilo
grmetros ser 425 C: que m represente la masa del mvil, y
v la velocidad con que este mvil llegara al centro de la tierra,
si le dejsemos caer desde el punto 1 en que est suspendido.
En el punto posicin 1 la energa sensible del mvil es
cero, puesto que est en equilibrio porque lo tenemos suspen
dido. Su energa potencial expresada en kilogrmetros es
Sensble=0;
Calorfica=&25
C
C.
138
en la misma proporcin que aumenta la energa sensible; y al
llegar al punto 2, la energa potencial llega cero; porque, en
efecto, puesto el mvil en la posicin 2, y en equilibrio, la gra
vedad es impotente para moverlo de all. La energa sensible
1
en
z
la posicin 2. La energa calorfica del sistema no ha cambia
do: luego tendremos que
Energa potencial=0;
Sensible=*-mv ;
Calorfica=4-25
C.
i
expresado en caloras vale - m v dividido por 425, y e x p r e 1
z
1
139
1
la energa calorfica del sistema ser ahora 425 C + m u \
De modo que
mv*. La ener
La calorifica= z5
La
C.
sensble=0;
140
Lo que hemos visto respecto al sistema finito tierra-mvilter, se aplica un nmero cualquiera de cuerpos, en c u a l
quier estado slido, lquido, gaseoso y etreo^ y en el cual pue
dan existir todas las fuerzas y todos los fenmenos y transfor
maciones de la naturaleza.
Si se generaliza esto al Universo entero, como lo hace R a n
kine, se puede enunciar la siguiente ley universal que se llama
ley de la conservacin de la energa total.
La energa
La energa actual de las ondas solares, se convierte en energa potencial en los vegetales (descomposicin del cido carbnico del aire); y cuando quemamos el vegetal en el hogar de
una mquina de vapor en el de nuestro propio cuerpo, c o n vertimos esa energa potencial en calorfica. Al hacer la m quina nuestro cuerpo el trabajo de elevar un peso, convertimos esa energa calorfica en potencial. Cuando dejamos caer
sobre la tierra el cuerpo elevado, convertimos esa energa potencial en sensible. Cuando el cuerpo choque con la tierra la
sensible se convierte en calorfica, etc., etc.
Pero hagamos una importantsima observacin. La energa
potencial se puede convertir integra en energa sensible c a lorfica. La sensible se puede convertir en totalidad en potencial en sensible. Pero nunca se puede convertir en totalidad,
la energa calorfica en las otras dos clases de energa. Fcil
es convencerse de ello recordando lo que pasa en las mquinas
trmicas y en general en todo caso de transformacin de energa calorfica en las otras dos.
Adems de esto, obsrvase en la naturaleza una tendencia
marcada (permtasenos esta frase) de la energa sensible convertirse en calorfica: difcil es evitar que una cierta cantidad
de energa sensible pase convertirse, al menos en parte, en
calorfica. Qu mquinas, qu movimientos hay sin choques
142
y sin rozamientos? Y qu son esos choques y esos rozamientos sino la lenta conversin de la energa sensible en energa
calorfica? Y no hemos visto antes que nunca la energia calorfica se puede transformar en su totalidad en las dos energas
sensible y potencial?.
143
de como se quiera pero nito, las consecuencias de la T e r m o dinmica: generalizar esasleyes un Universo supuesto infinito,
nos parece que es ya salirse del grande, tan grande como se
quiera, pero no infinito crculo donde pueden estenderse las
consecuencias de un principio de la Termodinmica. Y aun
cuando el principio pudiera estenderse al infinito, la razn humana, limitada, no puede seguirlo sin sentir ese vrtigo incompatible con la evidencia y aun con la certeza. Qu
significacin tiene la ley de la disipacin de la energa sensible aplicada un universo infinito sin lmites? P o r nuestra parte d e claramos que nuestra razn no alcanza llevar tan lejos las
consecuencias de un principio de la Termodinmica, y por lo
tanto aqu se detiene.
No se han detenido en ese lmite algunos fsicos, y han pensado en la significacin que pueden tener las leyes de la c o n servacin de la energa total y de la disipacin de la energa
sensible, aplicadas al Universo supuesto infinito. Otros han
pensado llegar por el camino de aquellas leyes una conclusin que envolviese la afirmacin la negacin de los lmites
al Universo. Rankine ha querido presentar una solucin que
pudiramos llamar conciliatoria para la Filosofa; solucin
hiptesis que ha sido victoriosamente refutada por Clausius
en el terreno de la Fsica, relativamente uno de sus fundamentos. Supone Rankine que el espacio es infinito y 'absolutamente vaco: sin ter: sin nada; pero que el Universo, esto
es, lo creado, lo que contiene todos los astros, todos los c u e r pos, todo el ter existente, es finito. Supone que el ter del Universo no se disemina en el espacio infinito absolutamente v a co, como no se disemina la atmsfera de la tierra en el espacio
etreo. Supone Rankine que las ondas etreas luminosas y calorficas sufren en los lmites del Universo una reflexin
total,
causa de la ley de la conservacin de la energa total del Universo.
1U
VI.
Conclusin.
146
as de la materia pura son fenmenos de movimiento visible
invisible. En este caso, de la Mecnica han de derivar las leyes de todo fenmeno puramente material.
Afirmar la tendencia hacia esa sntesis de los fenmenos de
la materia pura no es lo mismo que afirmar la unidad de las
fuerzas fsicas; ni menos es pronunciarse decidir sobre cul
sea la naturaleza de la fuerza en el caso de que fuera
una.
La opinin sobre estas dos grandes cuestiones, del autor de
esta Memoria, sobre tener poqusimo ningn valor autoritario, estara aqu fuera de lugar oportuno. Sobre tan arduo
asunto pueden leerse con fruto el pro y el contra en la obra del
Padre Secchi y en la ltima de Hirn, titulada (sin slido fundamento para ello) Consecuencias filosofeas
y metafsicas de
la Termodinmica.
Sin, negar el relevante mrito del ltimo
trabajo de Hirn, diremos que no comprendemos cmo el autortoma pretesto de la Termodinmica para escribir un libro, que
salvas algunas consideraciones no fundamentales, es bien extrao la Termodinmica. Es posible que la exageracin quepa hasta en el terreno de las ciencias fsicas?
147
damos aqu un tributo
cilitaron el camino,
desarrollado, y uno de
menaje que ellos y
curso.