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Nmero de palabras: 1.049


3

El secuestro de Botas

Nina Nutria

El caso del csped perdido

Lecturas niveladas
ISBN-13: 978-0-547-03555-0
ISBN-10: 0-547-03555-1

1505089

por Jane Bingley


ilustrado por Suzanne Beaky

Copyright por Houghton Mifflin Harcourt Publishing Company


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Impreso en Chile
ISBN: 978-0-547-03555-0
ISBN Edicin Chile: 978-0-547-87246-9
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Estaba saliendo el sol cuando Canga Rosa iba

en su bicicleta a su tienda en la esquina de Alce y


Principal. Le gustaba llegar siempre temprano a su
trabajo y tener listo el lugar para los clientes.
Pero esa maana alguien haba llegado antes que
ella. No poda creer lo que vea. Todo el csped del
frente de su tienda haba desaparecido!
Llam a la polica inmediatamente.
No van a creerlo! les dijo. Se han robado
cada brizna de csped!
La polica fue a investigar.
Hmm dijo el Oficial Ricardo Ostra. Un caso
muy misterioso.
Pas largo tiempo examinando algunos agujeros
en la tierra. Pareca que los encontraba
muy interesantes. Pero Canga no poda imaginar
lo que l estaba pensando.

A la maana siguiente Leni Len se report a su


trabajo como jardinero del club de golf. Quizs corte el
csped hoy, pens. Pero cuando condujo su podadora
hasta el campo, descubri que no quedaba csped
alguno para podar!
Muy curioso dijo el Oficial Ricardo cuando
lleg a la escena. Sac una regla de su bolsillo. Midi
algunas depresiones en la tierra, y sac unas fotografas:
S, fascinante dijo.
Me pregunto qu tienen de fascinantes estos
agujeros en el suelo?, pens Leni luego que el Oficial
Ricardo se haba retirado.

A la maana siguiente, los famosos Chips


Recargables fueron al campo de ftbol a practicar para
el gran juego. De pronto, se pararon, asombrados.
Todo el csped del estadio haba desaparecido!
Este robo de csped debe detenerse le dijo el
pequeo Chaz Chip al Oficial Ricardo.
El Oficial Ricardo estaba mirando los huecos en la
tierra nuevamente. Tambin estaba hojeando un libro
llamado Huellas de animales.
No te preocupes dijo. Creo que s la
identidad del responsable.

El Oficial Ricardo cruz resueltamente la


ciudad. Los Chips Recargables lo siguieron.
Canga Rosa se uni al grupo, y tambin lo hizo
Leni Len. En el momento en que el Oficial
Ricardo lleg a la casa de Perla Pantaloncillos, una
multitud se haba reunido.
Por qu estamos visitando a Perla
Pantaloncillos? pregunt Chaz Chip. Cree
que ella sabe quin es el culpable?
El Oficial Ricardo no contest. Golpe con
firmeza la puerta de Perla.
Perla Pantaloncillos! anunci el Oficial
Ricardo cuando Perla abri la puerta. Ests bajo
arresto por robarle el csped a Canga Rosa, al
club campestre y a los Chips Recargables. Estoy
convencido de que eres la ladrona!

La muchedumbre comenz a murmurar.


No sea tonto dijo Chaz Chip. No puede ser
Perla. Mrela. Tiene un rostro tan honesto!
Sus pisadas estn en todas las escenas del
crimen! exclam el Oficial Ricardo. Por qu no
explica eso? Por supuesto que no puede explicarlo!
No te preocupes, Perla dijo Chaz. Sabemos
que no eres culpable. Sers declarada inocente en el
juicio. Te pondremos el mejor abogado que haya!
Perla Pantaloncillos no dijo nada. Simplemente
miraba fijo a sus pies, y pareca honesta y triste.

El juicio tuvo lugar pocos das despus. La


ciudad entera fue a la corte a mirar. Chaz Chip haba
contratado al famoso abogado Florencio Rayas para
ayudar a Perla. Florencio estaba seguro de que Perla era
inocente. Florencio se vea muy elegante con su traje a
rayas. Perla se vea preocupada, honesta y triste.
Los argumentos del Oficial Ricardo eran muy
slidos. Mostr fotos de las pisadas que haba
encontrado en la tierra en cada escena del delito.
Explic que eran huellas de hipoptamo, y mostr que
eran del mismo tamao que la pata de Perla.

Luego fue el turno de Florencio Rayas: Su


Seora le dijo a la Jueza Cuellilargo, estos son
cargos muy serios de parte del Oficial Ricardo. Pero
por supuesto, todos aqu saben que no pueden ser
ciertos.
Florencio apunt a Perla.
Quiero decir, simplemente, mrenla dijo
Florencio. Tiene un rostro tan honesto!
El jurado pareca muy impresionado con este
argumento. Pero la Jueza Cuellilargo frunci
el ceo: Creo que hay una sola cosa por hacer
dijo gravemente. Perla Pantaloncillos debe
subir al estrado.
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Perla subi al estrado y se sent. Volvi su honesto


rostro al Oficial Ricardo.
Bien, Perla dijo el Oficial Ricardo. Puede
decirnos dnde estuvo las maanas cuando el csped
desapareci de la tienda de Canga, del club campestre,
y del estadio de ftbol?
Perla neg con su cabeza. Miraba sus pies y
suspiraba tristemente.
Puede explicar por qu sus huellas estaban en
las escenas? demand el Oficial Ricardo.
Nuevamente Perla neg con su cabeza. Una
lgrima rod por su nariz.
Su Seora dijo Florencio Rayas, cmo
podra alguien siquiera sugerir que Perla es culpable
cuando tiene un rostro tan honesto?

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De pronto, Perla rompi en llanto.


Yo lo hice llor. Fui yo! Yo me com el
csped! No pude evitarlo! Se vea tan delicioso! Lo
siento mucho y prometo que nunca lo volver a hacer!
Todos en la corte quedaron sorprendidos,
especialmente Florencio.
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Bien, Oficial Ricardo dijo la Jueza


Cuellilargo. Usted tuvo razn todo el tiempo.
Gracias a su buen trabajo de investigacin, esta
criminal ir directamente a prisin!
Pero el Oficial Ricardo tena otra idea: Hmmm
dijo. Bueno, su Seora, no lo s.
Cmo que no lo sabe? demand la Jueza
Cuellilargo. La hipoptamo ha admitido su culpa!
Bueno, s, su Seora dijo el Oficial Ricardo.
Pero la verdad es que realmente no podemos culparla.
El csped es la comida favorita del hipoptamo. No
parece bien mandarla a prisin, donde no hay
csped. Deberamos agradecer que ella haya sido
tan honesta sobre su error.

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El rostro de Florencio Rayas se haba desencajado


pero ahora se vea recuperado.
Su Seora dijo, puedo sugerir un arreglo?
Y si en lugar de mandar a Perla a prisin, la limita
a que solo se coma el csped de la ribera cercana a
su casa?
Los ojos de Perla se llenaron de lgrimas de
gratitud.
Oh! Qu gran idea! dijo. Su Seora, yo
s que podra cumplir una promesa como esa.
Bien dijo la Jueza Cuellilargo. Si eso es lo
que todos quieren, supongo que puedo permitirlo.
El jurado, los espectadores, Florencio
Rayas y el Oficial Ricardo rompieron en
un entusiasmado aplauso.
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A partir de ese da, Perla solo se comi el


csped sobre la ribera cercana a su hogar.
Excepto, por supuesto, en aquellos casos en
que el Oficial Ricardo le traa un regalo especial
de csped de su propio jardn.

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El secuestro de Botas

Nina Nutria

El caso del csped perdido

Lecturas niveladas
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