Antropologia de La Alimentacion
Antropologia de La Alimentacion
Antropologia de La Alimentacion
ISBN 978-607-742-453-6
Presentacin 9
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Presentacin
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antropologa de la alimentacin
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De la antropologa de la alimentacin y de Igor de Garine
Ricardo vila
El nombre
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antropologa de la alimentacin
Como lo sugiere el ndice, los textos que conforman este libro se sitan en la
confluencia interactiva de la naturaleza y la cultura. Es en ese mbito donde
mejor se aprecia la complejidad y riqueza del fenmeno alimentario. En esa
interfase Igor de Garine analiza las dietas de los grupos humanos, su conco-
mitante adaptacin biolgica y ecolgica, as como el bienestar o malestar psi-
cocultural que stas reproducen. Tambin trata la cuestin alimentaria desde
las varias perspectivas que admiten los enfoques antropolgicos en cuanto ins-
trumentos de conocimiento. Otros textos tratan la cuestin de la autenticidad
alimentaria en guisa la dieta mediterrnea, el modo de beber de los masa
de Camern, o bien la peculiar institucin sociocultural que reivindica la gor-
dura como distintivo de belleza y bienestar social el guru, tambin entre
los miembros de esa etnia de frica.
La alimentacin es compaera inseparable del animal humano, desde
la lactancia y los vveres que festejan el bautismo, hasta las diversas viandas que
acompaan el luto. Las formas alimentarias presentes en todo su ciclo vital
forman parte, a la vez, de manifestaciones biolgicas, ecolgicas, nutricionales
con sus efectos sanitarios, tanto positivos como negativos, as como cultu-
rales, tanto materiales como simblicas. Se trata, como lo seala nuestro autor,
de una interaccin entre psyche y soma:
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Cuestiones de mtodo
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es el que soporta las alianzas que dan sentido y coherencia a las acciones del
grupo. Es importante estudiar el parentesco, dice De Garine, porque hay que
saber quin es quin en una sociedad dada especialmente en las tradicionales
donde existen numerosas reglas consabidas, evitando as caer en los inte-
reses de los actores sociales y en las trampas de las relaciones concomitantes.
En las sociedades modernas, pero tambin en las tradicionales, hay que
considerar la perspectiva histrica: independientemente de sus peculiaridades,
todas las sociedades revelan su historicidad especfica; dicho de otro modo, la
etnologa es un disciplina histrica, como todas las dems que se ocupan del
animal humano y su organizacin social. Establecido lo anterior y a modo de
premisa, el etnlogo francs es enftico: no se puede hacer buena etnologa
basndose en datos de segunda o tercera mano, con lo cual expresa una crtica
implcita a muchos etnlogos, incluidos algunos franceses, agregando que: la et-
nologa hay que hacerla con datos fiables, duros; de otro modo, lo que se escriba
estar ms cerca del campo de la filosofa. Esto ha propiciado que se diga que la
antropologa es una suerte de filosofa tarda del anthropos.
La clave, pues, reside en penetrar una cultura para lograr conocerla y
comprenderla. Pero tal incursin slo se logra con un trabajo de largo alien-
to que vaya ms all del informante privilegiado. El etngrafo agudo debe
observar repetidamente todos los hechos sociales y culturales, y debe esta-
blecer y comprobar las relaciones e interacciones existentes entre ellos. Con
todo, el oficiante de la etnografa no debe perder de vista la imprescindible
perspectiva pluridisciplinaria, y debe evitar limitarse al enfoque deductivo,
propiciando el inductivo.
En cuanto a la forma de presentar los resultados de pesquisa, De Garine
se inclina tanto por la imagen ha producido ms de veinte filmes etnogr-
ficos y miles de fotografas como por la escritura, pues considera a ambas
importantes y complementarias. La primera, apunta, es muy importante por-
que da cuenta del hecho captado, del ambiente en el que ocurre: por ejemplo,
la ternura de una madre amamantando a su hijo o la violencia que puede ser
desplegada en una confrontacin tnica; adems, con la imagen se logra una
difusin ms amplia de cierto tipo informacin condensada en fotografas. Sin
embargo, el discurso escrito da cuenta de muchos ms detalles del entrama-
do sociocultural y de su complejidad. En buena medida es un instrumento
de comunicacin para iniciados, poseedores de un background informativo y
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conceptual que da acceso a una visin mucho ms amplia y aguda de los fe-
nmenos sociales. Cierto que la escritura especializada es exclusiva, pero el
hombre no ha encontrado an puntualiza el etnlogo francs un modo
ms eficaz de sistematizar y mejor difundir el conocimiento. Es as como se di-
funden las ideas bsicas, las que no pasan de moda, suerte de ladrillos que poco
a poco elevan el muro del conocimiento.
Por lo que respecta al mbito de la alimentacin, el establecimiento de
las correlaciones existentes entre los diferentes tipos de fenmenos requiere
del estudio minucioso, humilde y cuantificado del sistema alimentario y del
consumo alimentario en particular. En este caso es muy importante tomar
en cuenta la cuestin del conteo de las dietas, no slo por medio de encuestas,
sino comprometiendo una contabilidad rigurosa, como las que se practican en
el laboratorio. Empero, estas tcnicas no deben hacer abstraccin del objeto
que se estudia el animal humano, hecho que implica realizarlas consi-
derando el entorno en el que ste vive y opera. Adems, seala De Garine, el
estudio del fenmeno humano no debe olvidar la informacin pertinente que
transita por lo canales de la comunicacin oral mitos en la ocurrencia,
as como las expresiones literarias o las revelaciones onricas. Por lo dems,
las bebidas deben ser consideradas como parte inherente de los sistemas ali-
mentarios, y por tanto deben ser estudiadas sistemtica y conjuntamente con
las pesquisas sobre la comida; slo de esta manera es posible comprender las
consecuencias de su ingesta en el contexto de una sociedad dada, sean stas
ciertas o encubiertas.
En cuanto a su trabajo de campo, el buen etngrafo debe ser sensible e
intuitivo. Estas caractersticas son bsicas para construir una buena relacin con
los informantes, una buena comunicacin con el otro. El ser sensible e inducti-
vo ocurre en la cabeza del etngrafo, pero tambin en el vientre. Se trata, dice
De Garine, de la combinacin de un par que caractersticas que, bien enten-
didas y puestas en prctica, resultan una va privilegiada para acercarse al otro,
para intimar con l. En este sentido, el etngrafo debe hacerse interesante para
el grupo que estudia, sobre todo para sus informantes, para evitar que lo tomen
como un desquiciado al que se le puede sacar provecho. De la misma manera,
ms all de la observacin participante, herramienta de trabajo central del et-
ngrafo, ste debe comportarse como un sujeto en cierto modo atolondrado, y
en ocasiones como un objeto anodino, como una silla que est ah, sin ms, a
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El hombre
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Referencias bibliogrficas
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Introduccin
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Prehistoria
Los datos ms antiguos sobre la dieta de los homnidos a los que podemos acce-
der provienen de la Cuenca del Lago Rudolph4 y del Valle de Omo, en Kenia y
Etiopa. El estudio de la formacin geolgica Koobi Fora en los sedimentos de
la costa oriental del Lago Rudolph sugiere que hace ms o menos 2.5 millones
de aos los homnidos ya se dedicaban a la manufactura y uso de herramientas,
a la cacera y al consumo de carne, y presuntamente que operaban fuera
de su rea de confort, transportando comida para ser compartida (Isaac et al.,
1976:548). Sitios primitivos para la matanza de animales muestran una varie-
dad de presas: diversas especies de antlopes, cerdos, jirafas y puercoespines, as
como huesos de animales voluminosos, como el hipoptamo. De igual manera,
en el sitio de Olduvai, que es similar, los coprolitos muestran restos de ratones,
ardillas, aves pequeas y lagartijas, que resultan ser los mismos tipos de anima-
les que recogen los cazadores-recolectores contemporneos. Los restos de hom-
nidos pertenecen en ambos casos al gnero Australopithecus (africanas y boisei),
fechados aproximadamente hace 2.5 millones de aos; as como al Homo habilis
y Homo erectus, de alrededor de 1.1 millones de aos (Coppens et al., 1976:530;
3 En el original, ideational. Este trmino refiere al mbito de las ideas en general, ms que
al de los ideales. En este caso el texto habla de las varias teoras de la cultura, de las ideas
es una de ellas.
4 Ahora conocido como Lago Turkana (N. del T.).
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Primates no humanos
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Ms que cualquier otra especie animal, a los seres humanos les resulta posible
ajustar sus prcticas de subsistencia a diferentes condiciones ambientales. Su
notable adaptabilidad biolgica como animales omnvoros y la tecnologa que
han inventado como seres sociales dotados de una cultura les permite vivir tanto
en el rtico como en los desiertos tropicales. Ninguna otra especie se enfrenta
al problema de satisfacer sus necesidades nutricionales bajo tal diversidad de
condiciones ambientales. En la medida en la que les sea posible satisfacer un m-
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Cultura material
Caza y recoleccin
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y, durante seis meses de cada ao, pueden recolectar las muy nutritivas nueces
mongongo (Ricinodendron rautanenii) y otros vegetales como alimento bsico
(Lee, 1973). Las tribus amerindias de Colombia Britnica, conocidas por sus
extravagantes actividades de intercambio ceremonial, habitaron en reas tan
ricas en peces y animales de presa que podan vivir una vida casi sedentaria. En
contraste, las poblaciones del suroeste de Estados Unidos, como los shoshones,
tuvieron ms problemas: muy poca protena animal disponible y dependan de
la recoleccin de bellotas y piones. En el caso de los pigmeos africanos existe
hoy cierta controversia (Hart y Hart, 1986; Headland, 1987) en cuanto a si
podran sobrevivir durante un ciclo completo anual en su entorno ambiental
de bosque lluvioso sin la ayuda de las aldeas agrcolas vecinas, considerando la
falta estacional de comida. Los cazadores-recolectores viven usualmente una
vida nmada, movindose de acuerdo a la disponibilidad de alimentos y permi-
tiendo a las especies animales recuperarse despus de haber sido mermadas por
la caza. Practican poco el almacenamiento, pero aun as se les acredita una vida
ms segura que la de los cultivadores. Se dice que ellos disfrutan del entorno
natural mismo, como si fuera su tienda de alimentos (Sahlins, 1972; Testart,
1988). Pero no es una tienda de la cual se pueda depender siempre. Por ejem-
plo, en 1950, los inuit del noroeste de Canad casi murieron de hambre, como
resultado de la alteracin de la ruta migratoria del carib, su fuente principal
de alimentacin, y slo se salvaron gracias a la pronta intervencin del gobierno
canadiense (Scrimshaw y Young, 1976:51).
Los datos sobre el consumo de alimentos entre los cazadores-recolecto-
res carecen de precisin, ofreciendo slo niveles aproximados de consumo per
cpita. Adems, estn basados en muestreos muy pequeos. Acusan diferencias
significativas entre poblaciones y, dentro de stas, entre subgrupos (por ejemplo
entre !kung y gwi san, y entre bakola, biaka, twa y pigmeos efe). No obstante,
sobresalen algunas tendencias. En la mayora de los casos (excepto en el rtico)
los comestibles vegetales proporcionan el grueso de la dieta, en tanto que las
protenas animales (principalmente carne), representan de 20 a 45 por ciento
del total de la ingesta energtica. Las variaciones estacionales se notan en todas
partes, aunque no parecen tener mucha influencia en la situacin general de
la nutricin. Los cazadores y recolectores enfrentan la falta de certeza del su-
ministro de comida instituyendo un sistema de comparticin que permite a
los individuos poco exitosos recibir una porcin del acopio de alimentos. Por
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ejemplo, los pigmeos aka no pueden comer la carne de su propia caza, pero
pueden participar de la presa cazada por sus compaeros (Bahuchet, 1985).
La obtencin de los ingredientes necesarios para cocinar una comida
implica una divisin del trabajo y la colaboracin entre sexos. Las mujeres reco-
lectan vegetales y animales pequeos en reas cercanas a su campamento mien-
tras que los hombres generalmente toman a su cargo la caza y las actividades de
recoleccin ms peligrosas, como la de la miel. El profundo y extenso conoci-
miento que los cazadores y recolectores tienen sobre las plantas y animales de
su entorno ha sido muy bien documentado, lo cual no significa, sin embargo,
que todas las especies conocidas y potencialmente comestibles sean consumidas
en la prctica. As, y de acuerdo con Lee (1969:59), los !kung san nombran 200
plantas y 220 animales, de los cuales consideran comestibles 85 en la primera
categora y 55 en la segunda. De cualquier manera, la ingesta diaria de energa
se deriva de nueve especies vegetales, entre las cuales la nuez mongongo es, por
mucho, la que se consume corrientemente (Lee, 1973). Observaciones simila-
res han sido realizadas entre muchos otros grupos. Ciertamente, dadas las ca-
pacidades omnvoras de los seres humanos, es notable el grado de selectividad
que ejercitan a la hora de elegir su comida.
La forma de vida de los recolectores depende de una amplia dispo-
nibilidad de tierras, libertad de movimiento y un bajo nivel de presin de-
mogrfica. Hoy en da los cazadores-recolectores estn eclipsando o vindose
forzados a adoptar un tipo mixto de economa de subsistencia; pueden estar
desapareciendo, pero no su oficio, ya que es practicado entre la mayora de la
poblaciones agrcolas. Las verduras son recolectadas diariamente en los bosques
para enriquecer sabrosas plantas cultivadas, y tanto frutas como bayas son con-
sumidas fuera de casa. Recurrir a alimentos del bosque o selva parece ser una
muy eficiente manera de enfrentar la hambruna. En sociedades opulentas, la
cacera es un lujo: la carne de caza, los hongos e incluso los caracoles y las ranas
son manjares apreciados, no slo en Francia!
Pesca
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para la dieta del pescador de lo que es la carne para el cazador. En ambos casos
el alimento bsico son los carbohidratos. En el sureste de Asia, por ejemplo,
muchas poblaciones de pescadores cultivan tambin el arroz, beneficindose
de esta manera de una dieta bien balanceada. En muchos casos, los pescado-
res tienen que obtener una parte de su cereal o tubrculo bsicos si no el
total a partir de fuentes externas. Practicantes de una tecnologa sofisticada
de pesca, estos grupos son tambin sagaces mercaderes, basando su economa
en el intercambio (Firth, 1966). El mercadeo de pescado seco y ahumado o de
concentrados de pescado (por ejemplo los nuoc mam en Vietnam) se cuenta
entre las actividades ms importantes en la mayora de las sociedades tradicio-
nales de pescadores. Por su conocimiento del mar y de los hbitos de los peces,
los polinesios pueden ser considerados como el grupo que ha descollado entre
todas las poblaciones de pescadores, tanto por la serie de tcnicas de pesca
que han inventado, por las muchas maneras de consumir el pescado (crudo o
cocido), como por el papel central que confieren a los peces en la mitologa y
los rituales. La economa alimentaria de los polinesios, al igual que un buen
nmero de poblaciones de la Melanesia (por ejemplo las de las islas de Vanat),
se basa en la complementariedad entre los grupos de pescadores que viven a la
orilla del mar y los cultivadores subordinados que producen tubrculos y que
viven en el interior.
Pastoreo
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una mayor disposicin para consumir animales ms pequeos que los del ga-
nado mayor, como cabras, ovejas y aves de corral. Algunas de las ms notables
dietas pastoriles se encuentran entre los pueblos de Mongolia. Ellos cran toda
una gama de animales: ovejas, cabras, vacas, caballos, yaks y camellos. Aprove-
chan su leche de muy diversas maneras: la crema y la mantequilla, en algunos
casos clarificada, junto con el queso suelto, sirven para enriquecer el t mongol;
la piel de la leche, la leche fermentada (una base para yogurt o alcohol de
leche de yeguas, el kumiss), el requesn y varias clases de quesos son igualmente
utilizados (Accolas et al., 1975). La dieta es completada con carne procesada en
casa, cereales comprados y bayas y races recolectados en la estepa (Hamayon,
1975). La dieta mongola es probablemente ms rica que la de los inuit.
Agricultura
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Seleccin de alimentos
Aunque los humanos son omnvoros, son tambin selectivos en cuanto a sus
opciones alimentarias. Entonces, cules son los criterios de seleccin? Un ex-
perimento citado con frecuencia, llevado a cabo por Davis en 1928, entre ni-
os recientemente destetados, mostr que al ofrecerles la posibilidad de una
eleccin libre de comida, tendan a hacer una que no era nutricionalmente
aberrante, sugiriendo con ello algn tipo de determinismo gentico. En lnea
con el pensamiento darwiniano, antroplogos de la evolucin se inclinan a
suponer que las sociedades humanas estn haciendo las mejores, ms nutritivas
y ms sanas elecciones entre los alimentos a su disposicin, y que las motiva-
ciones subyacentes pueden ser analizadas en trminos de costo-beneficio. Aun
los sacrificios humanos entre los mexicas han sido interpretados como una
respuesta a la crnica falta de carne debida al incremento poblacional (Harner,
1977; Harris, 1978). Sin embargo, la experiencia muestra que la gente no siem-
pre hace las mejores elecciones nutricionales, y que la falta de conocimiento y
la habilidad tcnica no pueden siempre ser culpadas por ello. Grupos que son
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Alimentos bsicos
Cada sociedad tiene su pan de cada da, el que Jelliffe (1967:279) llam la
supercomida cultural. sta es siempre un carbohidrato y usualmente es el
que contribuye con la mayor cantidad de energa a la dieta. A escala planetaria,
estos alimentos bsicos son ms bien pocos (vase el cuadro 3).
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Estacionalidad
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Cocinar
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Estas son las cosas vivientes que puedes comer, entre todas las bestias que hay sobre
la tierra. Cualquiera que tenga la pezua hendida y rumie, entre estos animales
puedes comer. Sin embargo de entre esos que rumian y tienen la pezua hendida no
puedes comer estos [] el cerdo porque tiene la pezua hendida pero no rumia, es
impuro para ti.
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balanceada; sin embargo, los miembros del credo jainita incluyen microorga-
nismos entre sus prohibiciones y van tan lejos como filtrar su agua potable por
temor de ingerir grmenes vivos (Mahias, 1985).
Adems de los grupos de parentesco, entre algunos de los cuales se
practica el totemismo, la evitacin de la comida tambin puede caracterizar
a grupos sociales cuya membresa se define sobre la base de criterios tcni-
cos y econmicos. Esto puede ser ilustrado por muchos grupos en frica, por
ejemplo, que establecen una endogamia en funcin de su oficio carniceros,
tamborileros, peleteros, herreros, tintoreros, o en el sistema de castas de la
India. Las prohibiciones alimentarias tambin pueden estar relacionadas con
las propiedades intrnsecas de varias categoras de individuos dentro del mar-
co cultural. Las mujeres, que son sexualmente deseables, dulces, vulnerables
y a cargo de la procreacin, tendran que evitar las comidas que, simblica y
materialmente, se consideran demasiado fuertes o demasiado peligrosas.
La lista puede ser bastante larga y se ha llegado a interpretar, por los economis-
tas del hogar, como un resultado del egosmo y la glotonera de los hombres.
Las prohibiciones permanentes tambin pueden presentarse en los grupos de
iniciacin o de posesin, y sirven para conferir a sus miembros una posicin
socialmente reconocida.
Finalmente, las prohibiciones permanentes de alimentos pueden ser
el resultado de una experiencia personal fuera de lo comn, que implica in-
tervenciones sobrenaturales. Ello es importante porque permite a los sistemas
de prohibicin ser considerados como estructuras dinmicas abiertas a eventos
histricos, como lo ilustra el totemismo individual entre los indios de Nortea-
mrica, en donde al iniciado se le prohbe consumir a su propio espritu guar-
din. Una evitacin permanente puede deberse tambin a un milagro ocurrido
a un ser vivo o a un antepasado suyo. Por ejemplo, un musei perdido en la es-
pesura que estaba muriendo de sed, encontr un estanque al seguir a un cerdo
salvaje. A partir de entonces evit matar a estos animales y su comportamiento
fue transmitido a sus descendientes. Muchos tabes de los clanes pueden ha-
berse originado de esta manera. Adems de tener una funcin discriminatoria,
sirven para conmemorar eventos del pasado.
Con excepcin de la India, son pocos los tabes permanentes que tie-
nen consecuencias nutricionales. A menudo involucran animales que son dif-
ciles de obtener, como leones o leopardos, as como a individuos excepcionales
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dentro de una especie determinada, como lo son los albinos. Puede decirse, sin
lugar a dudas, que los tabes permanentes funcionan como marcadores sociales
para hacer explcitas las diferencias entre individuos o grupos, para influenciar
en actitudes y conductas, y para facilitar el funcionamiento de sistemas sociales.
Dejando de lado las evitaciones permanentes y pasando a las tempo-
rales, hay que decir que stas acompaan periodos importantes en los ciclos
religiosos y sociales de los pueblos. Se pueden mencionar los periodos de ayuno
en el marco del hinduismo o brahmanismo, as como el Ramadn entre los
musulmanes, o la prohibicin de carne en la Cuaresma y los Viernes Santos de
los catlicos. El objeto de estas prohibiciones es demostrar la santidad de los
episodios y la pureza de quienes toman parte en ellos.
Ms que nada, las prohibiciones temporales de alimentos sealan los
efectos cruciales de los ciclos de vida individuales: estn las restricciones ali-
mentarias de las embarazadas, luego las de las mujeres en perodo de lactancia;
las del beb antes y despus del destete; las de los nios antes y despus de
la pubertad, luego las prohibiciones asociadas con la menstruacin y as su-
cesivamente. Debemos mencionar tambin las prohibiciones alimentarias en
relacin con los familiares polticos, en donde la transgresin evoca el incesto.
Antroplogos como Lvi-Strauss (1949:40) han sealado el paralelo entre las
reglas que gobiernan el intercambio de alimentos que van a ser consumidos y
las reglas que siguen las mujeres que van a casarse; ambos rasgos distintivos de
la sociedad humana. Deben agregarse las prohibiciones alimentarias asociadas
con el duelo, la muerte de un familiar, una enfermedad fsica o mental, la agre-
sin simblica por ejemplo mediante brujera o maldiciones, as como
aquellas que marcan una crisis, como ir a juicio, recuperarse de cometer un
asesinato, llevar a cabo actividades peligrosas de cacera o trepar para recolectar
miel. Finalmente, es comn que las evitaciones alimentarias estn ligadas a
procesos tcnicos complejos, a menudo aquellos que involucran transformacio-
nes fsico-qumicas, como la fundicin de minerales, cocer alfarera, preparar
cerveza o destilar licor.
Las prohibiciones alimentarias tienen un significado emblemtico. A
este respecto, es evidente que el campo de estudio de los alimentos ayuda a
hacer pblicas las diferencias significativas entre las categoras de individuos, lo
que da como resultado un trato diferenciado. Sin embargo, las evitaciones tem-
porales estn principalmente orientadas a contar con efectos teraputicos mate-
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refrigerios: los hay para dentro o fuera de casa, e involucran alimentos centra-
les, secundarios y perifricos, segn el sistema local (figura 1).
Comida
familiar
diaria Comidas Comidas
secundarias fuera
Abastecimiento
Comidas de
la periferia Refrigerios
Comidas Bebidas
centrales
Comidas
Comidas festivas Comida
rituales silvestre
Comidas
juveniles Comidas
para sequa
Comidas ordinarias
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Comidas festivas
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Bebidas
Tanto las bebidas no alcohlicas, como los licores, tienen un lugar importan-
te en los sistemas de alimentacin y deben ser mencionadas en este trabajo
(Heath, 1987). La preparacin de cerveza y la destilacin de alcohol son par-
te de muchos rituales. Las bebidas son, con frecuencia, consumidas fuera del
hogar y slo en raras ocasiones acompaan a las comidas ordinarias, como es
el caso de una cierta cantidad de cocinas europeas. De manera similar, los ape-
ritivos, la repostera y la fruta, son consumidas frecuentemente fuera de casa.
Refrigerios
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familiares pueden ser descritas como representaciones fijas, en las cuales el jefe
de familia (por ejemplo el macho dominante), recibe usualmente la parte del
len, y en donde los otros consumidores reciben comida en proporcin a su
situacin, en la medida en que est definida culturalmente. En muchos casos
los hombres resultan favorecidos en comparacin con las mujeres, los adultos
en relacin con los nios y los ancianos en relacin con los hermanos jvenes.
Las diferencias resultantes en cuanto al estatus nutricional no necesariamente
mejoran las aptitudes biolgicas de la poblacin en su conjunto. Entre los
masa de Camern, algunos hombres adultos tienen acceso privilegiado a la
leche y consumen grandes cantidades de gachas de sorgo durante la sesiones
de engordamiento (Garine y Koppert, 1991), mientras que las mujeres y los
nios, de quienes depende el xito reproductivo de la poblacin en conjunto,
reciben una dieta ms pobre y, en consecuencia, pagan un precio ms alto en
morbilidad y mortalidad. De manera similar, la expectativa de una vida ms
corta entre las mujeres de la India (Naik y Bardhan, 1974) se debe parcialmente
a sus limitaciones en el comer, en favor del macho que provee los recursos de
la familia. Entre las sumamente empobrecidas poblaciones en Centroamrica
(Scrimshaw, 1978:193) o en India (Mitra, 1974:47), los nios enfermos que
responden de manera decreciente a la estimulacin materna, reciben progresi-
vamente menos atencin y menos alimento, lo que resulta en una mortalidad
infantil que podra ser evitada.
En la vida cotidiana, las amas de casa tienen que enfrentar constante-
mente alternativas para la distribucin de la comida. Brown (1983) muestra la
manera en la que, en Chad, las mujeres nad de un medio poligmico, son con-
frontadas diariamente con decisiones delicadas: debe favorecer a sus propios
hijos o dar algo a sus coesposas? Debe ser parcial hacia su esposo o hacia sus
hermanos? Las decisiones que tome no van a satisfacer a todos, incluso si las
objeciones no son expresadas abiertamente. En la distribucin de los alimen-
tos, la prctica social desafa constantemente las normas colectivas ms o me-
nos establecidas. A este respecto, las comidas podran ser interpretadas como
dramas sociales, en los cuales, la composicin sociomtrica del grupo puede
interactuar con el modelo tradicional de distribucin de alimentos. Considera-
ciones de parentesco, alianzas, residencia y estatus interactan todas entre s al
mismo tiempo, tanto como las de amistad y amor. Estas vinculaciones emocio-
nales pueden cortar y destacar, a travs de la red normal de los nexos sociales,
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Tendencias Contemporneas
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est determinada por incentivos utilitarios y es, por lo tanto, asimtrica. Sin
embargo, el mundo se parece cada vez ms a un ecosistema comn, en donde la
comunicacin y el transporte estn generalizados, y en el que cualquier evento
local puede, en ltima instancia, tener repercusiones en el resto del planeta. La
humanidad est, por lo tanto, orientndose hacia un patrn global de vida y de
comportamiento alimentario bajo la influencia de las civilizaciones industriales
dominantes. Esto no significa que las diferencias regionales vayan a desapare-
cer, ni que ya no sea posible encontrar cazadores-recolectores o pastores nma-
das, pero estos estilos de vida estn siendo progresivamente marginados, en la
medida en que caen bajo la influencia del sistema mundial.
Cules son las caractersticas de este sistema en el campo de los ali-
mentos y la nutricin? La produccin, transformacin, almacenamiento y
distribucin de los alimentos han experimentado tal nivel de avance tecno-
lgico, que a la fecha es posible consumir, en cualquier parte del mundo,
cualquier clase de alimento en cualquier cantidad, en cualquier poca del ao,
asumiendo que los consumidores potenciales tienen a su disposicin el dinero
para obtenerlo. La monetizacin de la economa, incluyendo el rea de los
alimentos, es una tendencia general, pero muy raras veces es suficiente para
proporcionar el cumplimiento armonioso de las necesidades dietticas y los
deseos de todos. Los ingresos son demasiado bajos y demasiado irregulares,
y con frecuencia las prioridades asignadas a la compra de alimentos no son
suficientes para asegurar la adecuada nutricin de todos los miembros de la
familia. En muchas partes del mundo la introduccin de los cultivos comer-
ciales ha contribuido a la eliminacin de la produccin local de subsistencia,
sin proporcionar ningn sustituto satisfactorio. Los consumidores, incluyen-
do a aquellos de las reas rurales, tienen que usar dinero que no manejan
tan bien como sus tiendas de alimentos para comprar su comida a fuentes
externas. Esto ha cortado muchos de los lazos emocionales que relacionaban
a la gente con su pan y su entorno cotidianos. Estos apegos son devueltos a la
vida en celebraciones especiales como el Sabbat, el Da de Accin de Gracias,
etctera; muchas minoras y grupos de inmigrantes conservan una serie de
platillos reconfortantes y emblemticos. Y aun as, en la mayora de los casos
la comida se ha convertido en un artculo profano que puede ser manipulado
a voluntad, e incluso robado en caso de muerte, algo que fue inconcebible in
illo tempore por el temor a una sancin o castigo sobrenaturales. La comida
65
antropologa de la alimentacin
es hoy utilizada no slo para satisfacer las necesidades nutricionales, sino por
puro placer y para demostrar una categora y distincin, por usar el trmino
de Bourdieu (1979:209), siguiendo un amplio rango de criterios, el primero de
los cuales es el poder adquisitivo. En las ciudades modernas, tanto como entre
las poblaciones tradicionales, la comida sigue siendo un rea a travs de la cual,
la gente demuestra y gana prestigio.
La comunicacin permite hacer comparaciones, no slo entre grupos
vecinos, sino sobre una base mundial, entre sociedades enteras, civilizaciones y
formas de vida. Hasta hoy el mayor principio determinador de tendencias ha
sido el de la cultura occidental protestante urbano-industrial. Grandes empre-
sas de alimentos han diseminado su produccin alimentaria por todo el mun-
do; proveedores de comida rpida estn presentes en todas partes y es el mismo
caso el de los refrescos embotellados. Esta hegemona est siendo ligeramente
desafiada por la civilizacin del sur de Europa y el Mediterrneo, ms indul-
gente en cuanto a los alimentos: con su estilo propio a travs del cual el conoci-
miento de la haute cuisine y de la degustacin de vinos, se est convirtiendo en
un activo social universal. Por otra parte, al mismo tiempo que su ideologa, el
renacimiento y difusin del Islam tambin est transmitiendo actitudes distin-
tas en relacin con los alimentos y el comer.
En los pases en desarrollo, los cambios en el comportamiento alimen-
tario no siguen exactamente los modelos occidentales, pero reciben el impac-
to de los grupos locales que definen las tendencias. En Senegal, por ejemplo,
los hbitos alimentarios son influenciados por el estilo urbanizado de Dakar,
en donde la cultura tradicional wolof es dominante. Los hbitos alimentarios
cambian de acuerdo con patrones generales, pero toman su forma a partir de la
cultura lder local. Al mismo tiempo, la fusin de culturas regionales con enti-
dades nacionales, as como el acceso a la educacin moderna, el conocimiento
profesional y las utilidades, irrecusablemente llevan a las clases sociales a tener
mucho en comn, incluyendo hbitos alimentarios, independientemente del
origen de sus miembros.
La disponibilidad y el buen sabor de las comidas modernas han dado
lugar al surgimiento de la tendencia dominante de comer por el slo placer de
hacerlo, de comer en demasa y de adoptar un tipo de dieta en la que predomi-
nan las grasas, los azucares y las protenas animales, mientras que el contenido
de fibra de los alimentos se reduce. La grande cuisine franaise, codificada por
66
la dieta y la alimentacin de los grupos humanos
chefs como Carme (1847) o Escoffier (1957 [1903]), que se extendi por el
mundo entre las clases pudientes durante los ltimos dos siglos, como un signo
de supremo refinamiento (Brillt-Savarin, 1885; Aron, 1973), hara desfallecer
a un nutrilogo profesional moderno. Hoy la declaradamente diettica nouvelle
cuisine (Bocuse, 1976) es constantemente desafiada por estilos ms permisivos.
La vida moderna, particularmente en las ciudades, no proporciona suficientes
oportunidades para hacer ejercicio y consumir energas, como para compensar
una dieta pletrica que contradice completamente el ideal de un cuerpo esbel-
to. El resultado es un sobrepeso generalizado y la prevalencia de todo tipo de
padecimientos, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la anorexia
nerviosa o bulimia; se trata de un patrn que ha sido expedido a sociedades en
proceso de aculturacin, como la samoana (Baker et al., 1986) y a las minoras
mexicanas o indias en los Estados Unidos, como los pimas (Danforth et al.,
1981). Pero al mismo tiempo, una cierta uniformidad diettica se est exten-
diendo, debido a limitaciones de tiempo y dinero, y a la bsqueda de comidas
nutritivas, fciles de preparar y sanas. Nuevos alimentos preparados o no
aparecen todos los das en el mercado, y restaurantes gourmets abren al lado de
bares de comida rpida. Clubes para la degustacin de vinos proliferan al lado
de crculos de filosofa oriental, que promueven el consumo de arroz integral y
brotes de bamb y, al mismo tiempo, los movimientos verdes hacen campaa
contra los agronegocios. Probablemente existen tantas personas que consideran
que la poca dorada era cuando la abuela tena tiempo de cocer a fuego lento
guisados hechos de productos naturales caseros, como los que tienen fe en el
futuro y la modernidad, y en comidas puras y racionales que rechazan los ar-
casmos rsticos. Por lo que se refiere al comportamiento relativo a la alimenta-
cin humana, esta ambivalencia contempornea tiene su origen en el constante
traslape entre las preocupaciones utilitarias y simblicas. Lo que este compor-
tamiento expresa, a travs de sus innumerables formas culturales, es la ansiedad
relacionada con la comida, de una especie dotada de auto conciencia y sujeta,
como criatura omnvora, a lo que Rozin (1976) siguiendo a Bateson llama
el callejn sin salida, ya que tiene que balancear, en la eleccin de alimentos, el
conservadurismo contra la innovacin, la seguridad contra la aventura.
A la vez, las restricciones de tiempo, la intensificacin del trabajo y la
competitividad y agresividad del entorno urbano, crean tensiones que pueden
ser parcialmente apaciguadas mediante la reconfortante ingestin: entregndo-
67
antropologa de la alimentacin
6 Ya que los hbitos alimentarios son aprendidos principalmente en una edad temprana
de la vida, nada est ms all del control de un despiadado programa educacional a nivel
mundial.
68
la dieta y la alimentacin de los grupos humanos
69
De la antropologa de la alimentacin como herramienta de
conocimiento1
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antropologa de la alimentacin
Tecnologa cultural
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de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
Finalidad de la alimentacin
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antropologa de la alimentacin
Alimentacin y simbolismo
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de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
sumo domstico, sus usos sociales y religiosos y su relacin con las concepcio-
nes metafsicas del grupo social en cuestin. El pan y el vino, cuyo origen es
vegetal, son producto de complejas operaciones tcnicas que culminan con su
consumo; ste tiene una funcin nutricional, de igual forma tiene tambin una
funcin social. Estos alimentos los encontramos en la literatura, en la religin
y en la metafsica. No participan acaso en la esencia del cuerpo de Cristo? y
su consumo en la comunin no renueva para los catlicos y los ortodoxos una
alianza fundamental? Podemos intentar dar una rpida visin de conjunto de
los mbitos de lo simblico, cuyo anlisis es posible a travs del estudio del
fenmeno alimentario.
75
antropologa de la alimentacin
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de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
Identidad simblica
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antropologa de la alimentacin
Valor biolgico
78
de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
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antropologa de la alimentacin
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de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
Aspectos psicoculturales
Las ltimas perspectivas con las que es posible estudiar la alimentacin provie-
nen de la psicologa. La formacin de la personalidad de un individuo tiene
lugar, en gran medida, durante la primera infancia; en ese periodo las experien-
cias alimentarias juegan un rol importante. Estas influencias son labradas por
la cultura que rige el aprendizaje del consumo alimentario. La escuela del psi-
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antropologa de la alimentacin
La Personalidad alimentaria
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de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
Patologa alimentaria
Hedonismo alimentario
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antropologa de la alimentacin
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de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
Evolucin contemporanea
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antropologa de la alimentacin
Alimentacin y afectividad
3 Referencia literaria que alude a un pasaje de la conocida obra de Proust Por el camino de
Swann, en la que uno de los personajes recuerda, a travs de una experiencia sensorial,
un episodio de su pasado cuya figura principal era el sabor de una magdalena (N. del T).
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de la antropologa de la alimentacin como herramienta de conocimiento
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antropologa de la alimentacin
Conclusin
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Antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura1
Aspectos histricos
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antropologa de la alimentacin
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antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura
91
antropologa de la alimentacin
animal omnvoro no est guiado slo por su fisiologa; las selecciones alimen-
tarias que efecta en el medio son tambin sometidas a su arbitrio cultural.
Como escriba Margaret Mead (1945:3): los hbitos alimenticios son las elec-
ciones efectuadas por individuos o grupos de individuos como respuesta a las
presiones sociales y culturales para seleccionar, consumir y utilizar una fraccin
de los recursos alimenticios posibles.
Es el desfase que existe entre lo que es valorado por la cultura y lo que
es fisiolgicamente deseable en el plano de la nutricin, lo que constituye la
originalidad del hombre, y porta quiz el germen de su extincin (vase
cuadro Valor nutricional de dietas en diferentes regiones del mundo (promedios
diarios, pg. 14).
Enfoque pluridisciplinario
92
antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura
93
antropologa de la alimentacin
El pan de cada da
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antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura
Frecuencia de los platos consumidos durante las comidas de los masa de Camern
Frecuencia %
Masa espesa de sorgo o de mijo 861 42.3
Salsa, principalmente con pescado seco y quimbomb (Hibiscus esculentus) 740 36.3
Pescado asado 155 7.6
Leche 140 6.9
Gachas de sorgo o mijo 73 3.6
Carne 17 0.8
Tubrculos 7 0.3
Otros platos 44 2.2
Total 2036 100
Sistemas tradicionales
Estas comidas parecen muy montonas en comparacin con las del consu-
midor occidental moderno, pero satisface al aldeano africano. Es un regalo
de la Tierra Madre y tiene alto valor emocional, de manera similar al pan,
smbolo del cuerpo de nuestro seor Jesucristo, y su valor simblico para los
95
antropologa de la alimentacin
Migas de tortilla
Maz Blanco Tortilla Sopes Atole de masa Pozole
con huevo
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antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura
los alimentos perifricos que se comen ocasionalmente, de acuerdo con las esta-
ciones y las oportunidades de consumo, como lo son los mercados y las fiestas;
es en este campo en donde operan las modas e innovaciones.
Desde el punto de vista de la educacin nutricional es evidente que re-
sulta difcil introducir cambios en el consumo de alimentos bsicos; es ms fcil
hacerlo con los alimentos secundarios que a menudo tienen valor nutricional,
como es el caso de las protenas vegetales en las leguminosas. Los alimentos
perifricos constituyen un campo dinmico donde se pueden introducir ciertos
cambios, pero que raramente se aprovechan para la educacin nutricional.
Hay cuatro criterios ms para describir los sistemas tradicionales: ali-
mentos de autoconsumo, alimentos externos, comidas caseras y alimentos con-
sumidos fuera de las comidas. Son otros dos los aspectos que caracterizan a los
sistemas tradicionales:
Tienen una dimensin geogrfica, es decir, estn ubicados en un medio
ambiente especfico, regional, y por lo tanto dependen en gran parte de los
recursos disponibles a nivel local
Presentan una dimensin diacrnica en la que dependen del tiempo y
de sus variaciones estacionales.
Alim
en
Mercados
Alim
Ali
Vendedores ambulantes
Bebidas Tenderetes
AL IM ENTOS RITUALES Restaurante
C OMIDAS FESTIVA S Comedores
Refrigerios
Alimentos para nios
Alimentos del bosque
Alimentos de hambre
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antropologa de la alimentacin
Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep
Apertura de
los graneros
Hambre
Primeras
Restriccin cosechas
progresiva del Disminucin verdes
sustento (cultural) progresiva de las
Abundancia reservas de cereales
(natural)
Dinero presente Incremento
Descanso No hay dinero progresivo
del sustento
Actividades recreativas, Labor en el
celebraciones sociales campo, cansado
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antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura
Sistemas modernos
Alimentacin de clase
99
antropologa de la alimentacin
Alta
Media
Baja
Condiciones
socioeconmicas
Culturas regionales
Clases
socioeconmicas
Alimentacin Cotidiana
Alimentacin de Fiesta
Restauracin
Comida rpida
100
antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura
Categoras
socioculturales
Comidas distinguidas y econmicas
(Clase burguesa) (riqueza monetaria
y cultural)
Agentes de cambio
(trend setters)
Categoras
Comidas de necesidad econmicas
(Clase obrera) (presupuesto)
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antropologa de la alimentacin
Uniformizacin
Ansiedad, culpabilidad
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antropologa de la alimentacin: entre naturaleza y cultura
Conclusin
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antropologa de la alimentacin
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Adaptacin biolgica y bienestar psicocultural1
105
antropologa de la alimentacin
A partir del funcionalismo de Malinowski (1960) han sido numerosas las es-
cuelas de pensamiento que se esfuerzan, segn una hiptesis holstica y un
postulado utilitarista, en atribuir a todo hecho social un propsito biolgico y
social profundo, lo cual aporta tranquilidad; una suerte de consensus gentium,
segn el cual existe un cierto nmero de caractersticas sobre las que todos los
hombres estn dispuestos a llegar a un acuerdo en cuanto a lo que consideran
bueno, real, justificado o atractivo. El citado consensus se encuentra en las tesis
de Malinowski, especficamente en su propuesta del tipo de instituciones uni-
versales, o en las de Murdock, con su nocin de los denominadores comunes
de la cultura (Geertz, 1968:23).
106
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
Etologa y sociobiologa
107
antropologa de la alimentacin
Pareciera que nos estamos moviendo hacia una visin menos clara, y que se
admite que los rasgos fenotpicos adquiridos por aprendizaje u otros modos de
transmisin cultural, pueden propagarse en una poblacin, incluso si disminu-
ye la adaptabilidad de los individuos que los adopten (Feldman y Lewontin,
1975:1166). No hay necesariamente una alineacin entre las opciones cultu-
rales y el prurito de optimalidad biolgica (Foley, 1985), en la medida en que,
como lo reconoce Durham (1976:116), puedan corresponder a un hedonismo
no adaptativo, que es caracterstico del hombre y que puede situarse fuera de
toda materialidad. Nadie lo pensara dos veces para encontrar un fundamento
diettico en todos los tabes alimentarios, o tratara de justificar, a partir de
la misma perspectiva, todas las opciones tcnicas. Distinguir lo normal de lo
patolgico y definir lo que es adaptativo, incluso biolgicamente, implica un
juicio de valor (Waterlow, 1990:259).
De acuerdo con el ejemplo clsico de los nios que han sufrido retraso en el
crecimiento (stunted), la pequea talla que logran es signo de adaptacin posi-
tiva? Ser pequeo es hermoso? Waterlow (1985:235) escribe: la ventaja de ser
pequeo es requerir menos alimento y por tanto acceder a una mejor oportu-
nidad de sobrevivir cuando la comida escasea. Pero el costo es, sin duda, cierto
grado de disminucin de las capacidades fsicas y mentales. Todo depende de
los criterios utilizados, los cuales reflejan los juicios de valor del observador,
mismos que estn profundamente influenciados por su cultura.
3 Referencia al Dr. Pangloss, personaje de Cndido, cuento filosfico de Voltaire (N. del T).
108
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
La nocin de bienestar
109
antropologa de la alimentacin
110
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
4 Dada la fecha original de la publicacin de este texto, el autor se refiere al siglo xx.
111
antropologa de la alimentacin
Adaptacin alimentaria
Sobrealimentacin y obesidad
112
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
No existe una sabidura corporal que pudiese estar inscrita en los genes y que
pudiese proteger al hombre contra sus excesos alimentarios. No existe tampoco
tendencia alguna en las sociedades tradicionales que las induzca a explotar los
recursos de su entorno de la manera ms adecuada, nutricionalmente hablando.
Cuntas de ellas continan prefiriendo un tubrculo como alimento bsico, no
obstante que la produccin de cereales ms ricos en protena es perfectamente
factible en donde residen? He descrito en otra parte las prohibiciones alimenta-
rias, respetadas hasta la fecha por algunos clanes masa de Camern, en torno al
cultivo del sorgo blanco trasplantado. Esta actitud, si bien refleja su sentido de
identidad cultural, no reduce en lo absoluto los efectos de la escasez estacional
de granos que resulta ser su mayor problema alimentario (Garine, 1980).
Podran ser mencionar aqu numerosos tabes alimentarios, cuya fun-
cin es ms bien emblemtica y del campo del simbolismo cultural, que de
cualquier premonicin de la ciencia de la nutricin.
113
antropologa de la alimentacin
Puede ser que el aporte energtico de la dieta de un nio sea suficiente para que
su crecimiento se produzca a un ritmo satisfactorio, aunque ste tendr que ser
reducido paulatinamente en tanto que disminuye su actividad fsica. Pero, de
que ritmo se trata?, el de un ciudadano estadounidense o el de un agricultor
chimbu de Nueva Guinea? Una cuota energtica baja se convierte en una de-
gradacin de la capacidad exploratoria y ldica del nio, tanto como de su pos-
terior desarrollo mental, funcional y social. En este punto sera posible volver
sobre las ventajas y desventajas conferidas al retraso del crecimiento: le rabou-
grissement 5 segn la cmoda traduccin francesa del trmino stunting. Pero,
cul es el nivel ms ventajoso? A partir de qu? (fao/oms/unu, 1986:23).
Sin duda, es mejor mantener una actitud crtica. Como Atwater y Be-
nedicto escribieran en 1902 (citado en fao 1986, p. 23):
114
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
La evaluacin cientfica del valor biolgico de una dieta est vinculada con los
recientes avances en la ciencia de la nutricin, que hoy en da tiene la posibili-
dad de influir en las conductas sociales. Los datos disponibles muestran que las
sociedades tradicionales, tanto las antiguas como las modernas, no lo toman en
cuenta; y sin nimo de ofender a los materialistas culturales, siempre han opta-
do por las dietas ms adecuadas a sus necesidades biolgicas, considerando su
entorno ambiental y teniendo en cuenta, para explotar mejor sus recursos, los
medios y la tecnologa a su alcance. Por supuesto, algunos obtienen una mejor
parte de la realidad que otros.
El libre arbitrio cultural fue destacado con fuerza por Guthe y Mead
(1945:13), cuando definieron el estudio de los hbitos alimentarios, como las
presiones sociales y culturales, la seleccin, el consumo y el uso de porciones de
los recursos alimentarios disponibles. El hombre es un ser social: se alimenta
como lo hace su sociedad y segn las normas culturales que definen y ejecutan,
y con los recursos objetivamente disponibles, o sea: lo que es comestible, sabro-
so o prestigioso, siempre de acuerdo con las creencias religiosas o filosficas, e
incluso, nutricionalmente adecuados. Es as que son posibles las opciones ms
aberrantes en trminos biolgicos. Por ejemplo, el miedo a sufrir ciguatera6
no siempre detiene al consumidor de la Polinesia de ingerir algo del pescado
que, bien sabe, podra estar infectado, ya que, como las enormes lochas (Epi-
nephelus sp.) se considera sabroso; y la ostentacin impulsa a las personas ms
6 Intoxicacin alimentaria por ingesta de peces ciguatos, que se alimentan y habitan en los
arrecifes coralinos. Es endmica en los trpicos y subtrpicos (N. del T.).
115
antropologa de la alimentacin
116
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
Es posible que algunos adeptos de la antropologa cognitiva estn listos para re-
cibirla, pero, no aceptan ellos la idea de que el pensamiento humano se basa en
el principio de oposicin binaria, que tiene su origen en la constitucin fsica del
cerebro? (Morin, 1986:98). Se puede admitir que los hombres evolucionan hacia
lo que podramos llamar lo imaginario de su cultura. Pero esto no los libera
del mundo material; constituye, s, la pantalla que filtra en la realidad lo que ser
considerado como significante e inducir a conductas que les lleven a satisfacer
las necesidades que restituyan su cultura, as como las exigencias biolgicas. Am-
bos aspectos se retroalimentan constantemente.
Necesidades y satisfacciones
Los bororo viven su existencia cotidiana [] sobre todo en aquello que podra llamar-
se lo realmente imaginado, pues interpretan a la realidad que perciben en trminos
de una anttesis filosfica, que comprende dos trminos: bope, que corresponde a un
proceso que implica cambios psquicos [y] aroe, que se refiere a la inmutabilidad
de la realidad fsica.
Sin duda, aqu se puede pensar en la polaridad del yin y del yang de
la cultura china.
Podra resultar excesivo adoptar por completo la perspectiva de Aug
(1986:8) que afirma que la lgica simblica jams contradice la experiencia y
parcialmente se basa en ella. La experiencia muestra que en la mayora de las
sociedades hay grupos que, como reaccin contra la dura realidad, se substraen
del mundo emprico constituyendo refugios a partir de algunos carices cultu-
rales, buscando con ello un reconocimiento original. A menudo usan drogas o
alcohol para lograr el xtasis, la posesin y un conocimiento juzgado superior,
o eso que Aimez llama una embriaguez narcisista (1979:102).
117
antropologa de la alimentacin
Las satisfacciones que son del mbito de la consciencia y que se basan en in-
terpretaciones objetivamente errneas, pueden tener una incidencia sobre la
biologa. El psiquismo juega en esto un papel esencial. El hombre se representa
la realidad, vive en un mundo de smbolos que le afectan emocionalmente y
que reaccionan de manera indirecta y variable sobre su fisiologa. Tal como lo
escribe Dubos (1981:221): Para los fisilogos y los psiclogos [] una res-
puesta es adaptativa cuando permite a la persona mantener una homeostasis,
un equilibrio, a travs de procesos metablicos, hormonales o mentales, que
tienden a corregir los efectos desorganizadores que las fuerzas presentes en el
ambiente ejercen sobre el cuerpo y sobre la mente.
Por tanto, es pertinente decir que la cuestin de la salud fsica y mental del
bienestar biolgico y cultural implica, sobre todo en este ltimo caso, un
cierto equilibrio en el contexto social una adecuada integracin social; y
con respecto a los sistemas de representacin, un cierto xito de acuerdo con
las escalas de valor en uso. Dicho de otro modo, no se puede escapar del marco
de la cultura. Estas satisfacciones y frustraciones, que puedan ser imaginarias,
son de orden psicolgico, actan sobre el psiquismo y pueden reaccionar sobre
el ser biolgico.
Es por medio de una nocin como la del estrs (Selye, 1956), que se puede
concebir la correlacin entre los dos mbitos. Segn Mims (1981:167), este
trmino corresponde a todo trastorno que intervenga en la homeostasis del
cuerpo, lo suficientemente grave como para causar una accin corporal coor-
dinada, una respuesta destinada en el contexto de la evolucin a hacer
frente a este tipo de desequilibrios. Por lo general se refiere a los estmulos
fsicos: el fro, el calor, la altitud o el hambre. Pero como escribe el mismo
autor, la respuesta hormonal y neural puede producirse sin la presencia fsica
del estmulo. En la especie humana el estrs puede ser de origen social o psi-
118
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
colgico y causar las mismas reacciones que el estrs fsico; incluso si slo se
trata de una amenaza de agresin imaginaria o simblica, sta no tendr
un efecto material menor sobre el ser biolgico. Hace ya ms de cuarenta aos,
en una famosa observacin se registr que la tensin creada por una profesora
con tendencias sdicas, contribuy a frenar el crecimiento de los estudiantes
de los que ella era responsable, provocndoles materialmente una disminucin
en la secrecin de la hormona del crecimiento (Widdowson, 1951, citado por
Eveleth y Tanner, 1976:260).
119
antropologa de la alimentacin
El hambre de carne
120
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
(1988a) describi la dramtica situacin que se nota entre los twa de Zaire8 du-
rante la estacin lluviosa: los aldeanos se quejan de hambre e incluso de ham-
bruna y el pueblo se llena de nios llorando. Qu significa esto materialmente
hablando? Las personas se quejan de la monotona de la dieta y de la ausencia
del alimento ms preciado: la carne. El consumo de alimentos de origen animal
se reduce en 40 por ciento (que sigue siendo de 70 g, lo que est por encima de
la ingesta recomendada por la fao y la oms) y la energa en aproximadamente
200 caloras, pero la dieta conserva un valor nutricional manifiestamente igual.
De cualquier manera y de acuerdo a nuestros estndares occidentales, la reduc-
cin no es suficiente para aparecer como una hambruna y provocar reacciones
emocionales intensas. El mismo tipo de fenmeno es sealado por Bahuchet
(1985) entre los pigmeos aka. Por tanto, parece que es el acceso a los alimentos
culturalmente valorados aunque an sea necesario definir el trmino y no
una disminucin significativa en la cantidad de energa y protena, lo que causa
el estrs del hambre de carne. Y es de manera anloga que Crocker (1985:30)
observa que los bororo se quejan de no tener nada que comer toda la semana,
si no tienen acceso durante este tiempo a la carne de animales de gran tamao.
Lo ms asombroso, como ha sealado Pagezy (1986), es que este ligero
descenso en la dieta, escasamente registrado por la antropometra aplicada a los
adultos (disminucin de aproximadamente 1.6 kg entre los hombres y 1.25 kg
entre las mujeres), se traduce en un efecto negativo apreciable sobre la variacin
del peso de los nios durante el mismo perodo, es decir, una diferencia de peso
de -40 g por mes. Es evidente que muchos factores, como el aumento en la in-
cidencia de enfermedades parasitarias durante este tiempo, deben tambin ser
tomados en cuenta, tanto como la accin del estrs psicolgico sobre el estado
nutricional de la madre o en la produccin de leche.
La demostracin de causa y efecto es obviamente dificultosa, pero
es desde una perspectiva similar que se podra buscar el lmite a partir del
cual el hambre se percibe como penosa. Cmo distinguir en las diferentes
culturas el apetito del hambre, el hambre de la hambruna y mostrar la parte
ocasionada por el estrs psicolgico y el desequilibrio material? La misma in-
vestigacin podra hacerse sobre la saciedad. Tambin se puede cuestionar el
hecho de que los perodos de escasez, percibidos como estresantes desde una
121
antropologa de la alimentacin
Los masa del norte de Camern tienen una economa alimentaria mixta, ba-
sada en la agricultura, la pesca y la ganadera. Logran una dieta que les garan-
tiza un consumo anual promedio de 2 544 kilocaloras por habitante, con un
aporte de 97 g de protena por da, de los cuales, 37 g son de origen animal,
hecho sobresaliente en una poblacin de la sabana africana (Garine y Koppert,
1988). Esto no excluye la existencia de una escasez estacional, de duracin y
122
adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
agudeza moderadas, de alrededor de un mes, que les hace perder peso: dos kilos
en promedio en aos favorables, y cinco en aos difciles (Garine y Koppert,
1990:241).
En la vida cotidiana, los hombres que participan en el guru son favo-
recidos, frente a las mujeres y los aldeanos comunes, con el acceso prioritario
al consumo de leche de vaca. Adems, durante el curso de las curas colectivas
disponen de un rgimen de caloras ms abundante que los hombres del mismo
grupo de edad (una diferencia que va de 3 050 kcal y 45 g de protena animal a
4 125 kcal y 83 g de protena animal, en promedio per cpita anual), que en la
escala individual alcanza 13 422 kcal en promedio y 135 g de protena animal,
durante la cuarta semana de una cura de dos meses (Garine y Koppert, 1991).
Los beneficios que el guru ha otorgado a los hombres que han par-
ticipado, en su mayora en varias ocasiones durante su vida, son obvias. En
trminos de bienestar cultural y psicolgico, se han convertido en estrellas de
la sociedad: hermosos, prsperos y populares. Fueron capaces de acceder una
dieta excelente, como lo demuestra su antropometra: peso significativamente
mayor en todas las estaciones. Este es el grupo de edad ms numeroso (de 20 a
34 aos y de estatura, peso y permetro braquial significativamente ms eleva-
dos), del cual son excluidos los individuos de mayor edad. Este hecho no se da
entre los musei, vecinos de los masa, quienes no practican la cura de engorda
de los hombres.
Tambin es posible para los involucrados en el guru, ampliar el nmero
y el alcance de sus conquistas femeninas: es probable que dejen una descen-
dencia abundante, mientras que la poblacin masa en su totalidad se beneficie
con la mezcla gentica a la que contribuye la institucin guru. Estamos aqu
ante perspectivas similares a las del darwinismo: es el hombre el guerrero
defensor de la familia el que es privilegiado, sin que haya ms guerras que
llevar a cabo. Hoy en da el hroe no utiliza sus excedentes energticos en las
actividades productivas de las que podra beneficiarse su propia familia y la
poblacin en su conjunto.
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antropologa de la alimentacin
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adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
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adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
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antropologa de la alimentacin
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adaptacin biolgica y bienestar psicocultural
Dicho lo anterior, hay que agregar que se abre un espacio para una antropologa
biolgica y cultural de las situaciones de crisis creadas por la rpida evolucin de
las sociedades contemporneas. Parece oportuno incluir tambin en esta antro-
pologa las situaciones extremas creadas respecto de la adaptabilidad biolgica
del hombre. Un ejemplo bastar: la de los pushers de la ciudad de Calcuta (Ami-
tabha Basu, comunicacin personal); se trata de individuos cuya especialidad
profesional consiste transportar mercancas en carretillas, cargas a menudo muy
pesadas, en ocasiones incluso de varias toneladas. Si se comparan los rendimien-
tos logrados con la dieta consumida, parece que nos encontramos frente a un
rendimiento excepcional; pero no, va de la mano a una longevidad reducida.
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antropologa de la alimentacin
Conclusin
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Alimentacin, cultura y sociedad1
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alimentacin, cultura y sociedad
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alimentacin, cultura y sociedad
trarlos. En funcin de criterios muy diversos, cada grupo realiza una seleccin
entre los innumerables recursos que se le ofrecen, lo que limita las posibilidades
de que se establezca, como a veces se imagina, un modelo alimentario uniforme
que valga para todo el mundo.
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Antropologa de la alimentacin y pluridisciplinariedad1
Desde 1932, momento en que Audrey Richards publicaba sus primeras obras
sobre los bemba, y luego, en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial, en
1941, Margaret Mead creaba del Comit para el Estudio de los Hbitos Ali-
menticios; desde entonces, la antropologa de la alimentacin se ha convertido
en un rea de investigacin que est de moda.
En la medida en que la alimentacin responde a la satisfaccin de una
necesidad primaria que tiene sus races en la fisiologa del animal humano, los
antroplogos se hallan aqu ante una confrontacin entre naturaleza y cultura,
tan rica simblicamente al menos como aquella a la que da lugar la satisfaccin
de la apetencia sexual y el intercambio matrimonial. Claude Lvi-Strauss no se
equivoc aqu consagrando en sus Mitolgicas (1964, 1966, 1968, 1971) ms de
2000 pginas al anlisis de los mitos americanos sobre el origen de la cocina, sus
entornos y sus contornos. Al margen de la tesis estructuralista, la alimentacin
que no puede reducirse a la cocina de la cual no constituye sino el campo que
se presta ms fcilmente a su formalizacin aparece a muchos especialistas
de las ciencias humanas como un verdadero contrapunto de la mayora de las
actividades sociales. Desde las fiestas del bautismo hasta las del fin de luto, el
acto alimentario est presente casi por todas partes y se puede hablar aqu de un
hecho social total en el sentido que le dio Marcel Mauss (1950).
Los miembros de la Escuela de la Personalidad de Base se han interesado
tambin por el estudio de la alimentacin, en particular por la de la primera in-
fancia. Paralelamente, los especialistas orientados por el materialismo cultural,
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antropologa de la alimentacin
Dificultades de la pluridisciplinariedad
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antropologa de la alimentacin y pluridisciplinariedad
Hiptesis transdisciplinarias
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antropologa de la alimentacin y pluridisciplinariedad
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antropologa de la alimentacin
las diferencias entre los regmenes alimenticios en Nueva Guinea y los que se con-
sideran normales son tan importantes que [] debemos suponer que los procesos
de adaptacin que estn en la base de las necesidades alimenticias occidentales son
sustancialmente diferentes de los que operan en la Nueva Guinea de los aborgenes.
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antropologa de la alimentacin y pluridisciplinariedad
Sin duda, como escribe Lvi-Strauss, los alimentos son buenos para pensar,
y el terreno de la alimentacin es un campo de eleccin en el que se revela la
estructura profunda de la sociedad. Pero los alimentos actan adems sobre
la fisiologa del hombre, sobre su carne. El consumo de alimentos introduce
en este plano diferencias entre las sociedades y, en el seno de las sociedades,
entre los individuos.
El problema se ha planteado de forma ingenua desde hace tiempo. Fritz
escribe (1935:334): Se cree bastante comnmente que se pueden producir
diferencias raciales por influencia de la alimentacin; por ejemplo, que las razas
que comen carne son turbulentas, belicosas (sic.) e inquietas, mientras que las
razas vegetarianas son apacibles, dulces y de humor tranquilo. Se trata aqu
de una de las preocupaciones subyacentes al vegetarianismo de los hinduistas.
Dime lo que comes y te dir lo que eres, escriba Billat Savarin en el siglo
pasado (1885).
Los miembros de la Escuela de la Personalidad de Base se han esfor-
zado en demostrar, bajo una perspectiva freudiana, y junto a la sexualidad, la
importancia del campo alimentario y de las frustraciones que ste induce en
la estructura de la personalidad caracterstica de los diferentes tipos de socie-
dad (Kardiner et al., 1945). Ellos sugieren que se trata de uno de los terrenos
que han influido profundamente en la organizacin social. Cohen (1961) titula
expresamente uno de sus artculos Food and its vicissitudes: A cross-cultural
study of sharing and non-sharing, efects on community systems on personali-
ty. Las mismas preocupaciones estn subyacentes en los trabajos de M. Sahlins
(1961) y de muchos de los miembros de la Escuela de la Ecologa Humana.
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antropologa de la alimentacin
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antropologa de la alimentacin y pluridisciplinariedad
Los masa tienen como cultivo bsico el sorgo rojo de la estacin de lluvias
(Sorghum caudatum), cultivan tambin algunas legumbres y se benefician de
la presencia de diversas clases de palmeras (Borassus flabellifer e Hyphaene the-
baica). Pescan todo el ao en las aguas del Logone; el pescado es consumido
cotidianamente y les aporta lo esencial de su renta monetaria. Sin embargo, les
gusta ante todo el ganado: cran cabras, ovejas y sobre todo bvidos. Estos se
sitan en el centro de sus preocupaciones. Son utilizados para cubrir el precio
de la novia (diez cabezas para procurarse una esposa), para el prstamo presti-
gioso del ganado, y para las curas de engorda a base de leche (guru) a las cuales
se entregan los hombres.
Los musei son prioritariamente agricultores. Cultivan numerosas va-
riedades de sorgo, mijo (Pennisetum sp.), eleusina (Eleusine coracana), legumi-
nosas: judas (Vigna sinensis), guisantes de la tierra (Voandzein subterrnea), y
cacahuate. Utilizan numerosas plantas de huerto: quingomb (Hibiscus escu-
lentus), aleluya o acedera de Guinea (Hibiscus sabdariffa), pepinos, calabazas,
ssamo, etc. La pesca es sobre todo estacional. Poseen ganado menor, princi-
palmente cabras. El caballo (el poni Laka) desempea un papel esencial en el
sistema de la dote, los prstamos de ganado y la caza. Residiendo en una zona
de matorral menos poblada que los masa, los musei sacan algunos provechos
de la caza y la recoleccin.
Estas opciones tcnicas estn influidas evidentemente por la microeco-
loga, y si los musei apenas practican la pesca es porque los masa, instalados
antes en la regin, ocupan el borde de los cursos de agua permanentes. Pero
nada impedira a los masa criar caballos y a los musei bovinos.
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antropologa de la alimentacin
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Alimentacin mediterrnea y realidad1
Introduccin
De acuerdo con el ttulo de la reunin donde present el texto que sigue, es de-
cir, Alimentacin, ideologa y realidad: el caso del Mediterrneo, yo entende-
ra el trmino ideologa en el sentido propuesto por el Micro Robert (1993:616):
conjunto de ideas, creencias y doctrinas propias de una poca, una sociedad
o una clase. Por tanto, dos puntos de vista pueden ser planteados en esta dis-
cusin: el de los que viven el Mediterrneo desde dentro y el de quienes
lo observan desde el exterior y tienen cierta nocin al respecto. Dicho esto, en
las lneas que siguen tratar el tema de la alimentacin mediterrnea prin-
cipalmente la de la costa norte, tal como se la representan hoy en da los
miembros de la sociedad de consumo occidental noreuropea, ms all de los
olivos, como escribi Braudel (1957:4). Tambin lo abordar en tanto que
realidad alimentaria objetiva que puede ser inferida a partir de la observacin
del manejo y consumo de lcteos y de otros elementos de calidad variable.
El Mediterrneo es, por supuesto, el mare nostrum de las civilizaciones
occidentales modernas; inclusive si ellas mismas se hacen hoy una representa-
cin idealizada del mismo. Tal se inscribe en una percepcin imaginaria de la
Antigedad griega y latina, cuna de dioses, mbito precursor de la Edad de Oro
o reliquia del Paraso perdido. Los excesos alimenticios de la Roma decadente
quedan excluidos, por supuesto.
1 Publicado en Isabel Gonzlez Turmo y Pedro Romero de Sols (eds.), 1996, Antropologa
de la alimentacin: nuevos ensayos sobre la dieta mediternea. Sevilla: Fundacin Macha-
do/Universidad de Sevilla/Rstica, pp. 83-102.
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antropologa de la alimentacin
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alimentacin mediterrnea y realidad
La diettica contempornea
Se sigue un camino paralelo hoy, cuando se prescribe una dieta baja en lpi-
dos, en grasas saturadas, principalmente de origen animal, pero rica en aceites
mono y poliinsaturados, principalmente de origen vegetal, donde es incluido
el aceite de olivo, as como hidratos de carbono para reducir la tasa de coles-
terol y evitar las enfermedades coronarias (Apfelbaum, 1994:180). En la me-
dida en que se puede proponer un modelo general (Ferro-Luzzi y Sette, 1989;
Estudio del euratom, Cresta et al., 1969; y Estudio en siete pases, Keys, 1970,
1980), el rgimen mediterrneo aporta una solucin: es abundante en cereales,
leguminosas, frutas y legumbres, elementos ricos en fibra diettica, y por su
escasez relativa en grasas saturadas, parece tener un efecto favorable respecto
de las enfermedades degenerativas ligadas al modo de vida urbano industrial
occidental. Una muestra de 10000 personas del entorno mediterrneo, practi-
cado en Dalmacia, Yugoslavia, Italia y Grecia, sum 58 decesos contra 1304 en
Europa del norte (Finlandia y Pases Bajos) (Menotti, 1991:244). Si se exami-
nan las diferencias ms llamativas entre los alimentos consumidos por persona
y por da, el consumo de grasas saturadas es dos veces mayor en el norte de
Europa que en el sur; as como la carne, los huevos y el queso (179 g en el norte
contra 139 en el sur); los cereales y los tubrculos (665 g en el norte contra
567 en el sur); y finalmente la repostera y los productos azucarados (119 g
en el norte contra 28 en el sur). Por otra parte, en el sur se consume menos
leche (114 g en el sur contra 927 en el norte), pero ms pescado (48 g en el sur
contra 26 en el norte), legumbres y leguminosas (226 g en el sur contra 150
en el norte), as como frutas: cuatro veces ms (222 g en el sur contra 51 en el
norte). El consumo de bebidas alcohlicas es de 489 g en el sur contra 24 g el
norte (Menotti, 1991:241). Algunas enfermedades parecen menos frecuentes
en el sur: se trata de las afecciones cardiovasculares (Menotti, 1991:247), la
diabetes (Riccardi y Rivellesse, 1991:278) y algunos tipos de cncer (Decarli
y La Vecchia, 1991:300).
En esta perspectiva y sin dudarlo, Keys y Keys, dieron por ttulo a
uno de sus libros, Comer bien y mantenerse saludable: la solucin mediterrnea
(1975). Pero los benficos efectos dietticos en l mencionados siguen siendo
objeto de un debate que supera mi competencia. Con todo, se puede decir que
la mayora de los dichos beneficios est sustentada en correlaciones, en lugar de
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antropologa de la alimentacin
Nostalgias
Mtodo
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alimentacin mediterrnea y realidad
litas de harina de yuca, de la fruta del rbol del pan (Artocarpus) y del pollo.
Tambin tienen una visin precisa respecto de su consumo de pescado, vino
tinto y vino de palma; sin embrago, no es fcil decir por qu. En la mayora
de las investigaciones realizadas en el entorno europeo, se utilizan cuestiona-
rios por periodos de una semana en los que las cantidades son evaluadas
por un nutrilogo profesional. Es posible sustentar estas encuestas por medio
de un estudio llamado cuaderno de compras, donde se contabilizan perodos
semanales y donde se incluye el consumo propio (Encuesta Nacional Espaola,
Presupuestos Familiares, 1980-1981).
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antropologa de la alimentacin
Modelos mediterrneos
Diferencias locales
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alimentacin mediterrnea y realidad
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antropologa de la alimentacin
Almera Cdiz
Aceites vegetales 0.95 0.84
Grasa de cerdo 0.25 0.94
Mantequilla 1.59 1.12
Margarina 2.37 4.98
Fuente, Encuesta Nacional Espaola, 1980-1981.
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alimentacin mediterrnea y realidad
a una sopa que tiene un tono rojizo que es del azafrn espolvoreado. Ese es el
impacto del color local favorito, sopa roja!.
Penumbra y alimentos
Sabor y textura
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antropologa de la alimentacin
2 Palabra de origen turco que significa aperitivo en general (N. del E.).
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alimentacin mediterrnea y realidad
Frugalidad y pobreza
En este plano hay que destacar la persistencia de los alimentos silvestres y de re-
coleccin: las trufas, sin duda, pero tambin los esprragos silvestres son recur-
sos del que echan mano los desempleados en Andaluca. La caza, que motiva la
indignacin de los ecologistas contemporneos, sigue siendo importante, tanto
la del conjunto sedentario (perdices, liebres y jabales), como la de las aves de
paso (codornices, patos, gorriones y pequeos tordos). Estos actos depredato-
rios marcan la insercin del sistema alimentario en el ritmo de las estaciones. La
llegada de las aves migratorias, el tiempo del jabal y el del cerdo, que precede
la del cordero, estn previstas en los mens de los restaurantes italianos. Las
variaciones estacionales son una de las principales caractersticas del sistema
alimentario mediterrneo: las habas anuncian el final del invierno; las castaas,
a su vez, la llegada del otoo.
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antropologa de la alimentacin
La sequa y el calor son rasgos que pesan sobre la ingesta alimentaria: es impe-
rativo consumir alimentos frescos. Existe todo un registro relativo a la frescura
de los platillos. Ejemplos ilustrativos son el gazpacho, el caviar de berenjena7,
las ensaladas aderezadas con pepino o menta y el uso de yogurt. Este mismo
aspecto se aplica a menudo a las bebidas con sabor anisado, como el ans, el
ouzo y el arak.
La temperatura afecta el ritmo del consumo de alimentos. Durante la
temporada de calor suele acostumbrarse una merienda frugal tomada al ama-
necer, seguida de una comida ligera consumida a la sombra, mientras reina
la cancula. Aqu el sol del medioda el carro de Apolo es una entidad
tan peligrosa que mueve a buscar refugio. Preparar los alimentos y comer a la
sombra, a menudo antes de la siesta, son caractersticas del sistema alimentario
mediterrneo. Desayun gratamente en la penumbra de la sala, todas las per-
sianas cerradas, la luz no entraba ms que por la estrecha rendija de la puerta,
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alimentacin mediterrnea y realidad
Lo dulce
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alimentacin mediterrnea y realidad
La jovialidad amenazada
No es posible ignorar los valores profundos, el ethos que subyace bajo las acti-
tudes y los comportamientos alimentarios mediterrneos. Los mismos Keys y
Keys (1975) admiten que la jovialidad, y algunas veces la frugalidad obligada,
no excluyen las consideraciones hedonistas. Comer es agradable y de alguna
manera es moral. No hay necesidad de extenderse: el platillo ms espartano no
est exento de consideraciones gastronmicas. Hace una veintena de aos, La-
carrire (1975:255) escribi, a propsito de una merienda matinal en Grecia:
Cocido sin horno, el hombre retira un trozo de pan de centeno, directamente
a las brasas, sin levadura. Es masa no fermentada, densa pero tibia y suave al
salir de las cenizas, posee, adems, sabor a humo y tierra. Aqu la clave es la
textura y el sabor, no las caloras ni las vitaminas. Bosello et al. (1993:253) re-
conocen el impacto del modelo diettico mediterrneo en los Estados Unidos.
Al respecto escriben: Las grandes asociaciones promotoras de la salud en los
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antropologa de la alimentacin
Estados Unidos han alentado prcticas alimentarias ms sanas: por ejemplo, las
que caracterizaban al Mediterrneo en los aos sesenta. Sin duda esta expre-
sin se refiere ms a la letra que al espritu. Y esos cambios fueron concebidos
con un sentido asctico para asegurar la longevidad. Es dudoso que en ellos
hayan consideraciones hedonistas que hagan del acto de comer algo natural,
armonioso, sin prejuicios, como en todo el Mediterrneo. Parafraseando a L-
vi-Strauss, se puede decir que los pases ricos han tomado en prstamo al
Mediterrneo los alimentos que son buenos para comer, pero es dudoso
que los consideren como buenos para pensar. Tendrn el tiempo?
El mundo mediterrneo no es una reserva donde contine operando
una alimentacin inocente y gozosa. Est incrustado en el devenir mundial
impulsado por sociedades industriales poco permisivas, donde la desaparicin
del autoconsumo en favor de los productos agroindustriales, o las restricciones
de tiempo, hacen que sea difcil dejar al mbito culinario el lugar que posea
hace todava algunas dcadas; se ha establecido una dependencia alimentaria
con respecto a la produccin citadina (Gonzlez, 1994). Como lo sealan Bo-
sello et al., (1991), todos los tipos de vida estn implicados en el aumento de
la prosperidad econmica monetaria, en una mayor demanda y con una
gama de productos alimenticios ms amplia, de los cuales los fast foods resul-
tan atrayentes, en un mundo donde las limitaciones de tiempo aumentan. A
razn de ello, estos autores, escriben: Las consecuencias nutricionales son ya
tangibles. En la mayora de los pases mediterrneos se consumen cada da
1,000 kilocaloras por encima de la ingesta diaria recomendada por persona.
La proporcin de lpidos, especialmente de grasa saturada, aumenta. Lo mismo
ocurre con las protenas de origen animal, ricas en colesterol, mientras que el
contenido de fibra de la dieta tiende a disminuir (Bosello et al., 1991:269).
Por ejemplo, en Italia, entre 1952 y 1984, el consumo de protenas de origen
animal, seala Menotti (1991:244), ha aumentado ms del doble, de 22 a 58
g por da; el de las protenas en general, tanto vegetales como animales, casi se
ha cuadruplicado, de 30 a 117 g; asimismo, se utilizan dos veces ms lpidos,
tanto de origen animal como vegetal, es decir, de 54 a 120 g, mientras que el
valor calrico del rgimen pas de 2,540 a 3,590 caloras.
Por otra parte, la atencin de las empresas alimentarias ha sido captada
por el tema mediterrneo, que es comercialmente rentable. No es insignifican-
te que la reunin sobre la dieta mediterrnea, celebrada en Boston en 1993,
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alimentacin mediterrnea y realidad
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La bebida en el norte de Camern entre los masa y los musei1
Introduccin
Agua
El rea a considerar est caracterizada por un clima tropical y una estacin llu-
viosa que dura cuatro meses (precipitacin anual irregular que oscila entre 550
y 1 100 mm). La media anual de temperatura es de 26.5 grados Celsius, pero
la poblacin sufre de tensiones causadas por el calor, entre los meses de febrero
y mayo, cuando las temperaturas alcanzan los 42 grados a la sombra y hasta 54
al sol. Se requiere de abundante hidratacin, pero no la hemos cuantificado.
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antropologa de la alimentacin
Sangre
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Leche
Los pueblos a quienes nos referimos son pastores. Los masa cran ganado va-
cuno, ovejas y cabras; lo mismo hacen los tupuri. Los musei cran caballos y
cabras, y van poco a poco inclinndose por ovejas y vacas. No obstante, sera
un error imaginar que consumen grandes cantidades de leche. El fin de la ga-
nadera es el de llegar a tener tantos rebaos como sea posible. De acuerdo
con el clima, el pasto forrajero disponible puede ser exiguo, en cuyo caso la
produccin de leche es baja, alrededor de dos litros al da. El pastor debe elegir
entre utilizar esa leche para consumo humano en detrimento de las cras de su
ganado, o reservar la mayor parte de la leche para esas cras. La leche de cabras
y ovejas no se utiliza de manera sistemtica y se convierte en un privilegio de
los pastores jvenes.
Hemos obtenido datos del consumo de leche de vaca entre los masa.
Para el aldeano comn ste no es muy alto, pues en promedio anual es de slo
46 gramos por da. Tampoco se proporciona sistemticamente a los grupos
nutricionalmente vulnerables, como mujeres embarazadas y en lactancia, as
como a lactantes de ambos sexos, ya que se cree que produce diarrea. Se han
identificado tambin casos de intolerancia a la lactosa, que ellos llaman mir
galaki: leche amarga.
El punto de vista tradicional no tiene ninguna relacin con la nutri-
cin. El ganado es el bien ms valioso de la comunidad, ya que constituye la
dote matrimonial3 y en todo caso debe ser utilizado en trminos de presti-
gio. Existen dos instituciones que permiten el uso ostentoso de la leche. Una
es informal, la golla, que consiste en el prstamo individual de una vaca leche-
ra a un amigo, a quien el propietario desea honrar; el beber la leche formaliza
un pacto de amistad. El segundo tipo, el guru, es formal (Garine, 1996; Gari-
ne y Koppert, 1991; Garine y Pollock, 1995). Esta prctica permite a la parte
masculina de la poblacin ganar peso corporal mediante el consumo de leche
en dos tipos de sesiones de engordamiento. La primera es colectiva y ocurre en
diferentes periodos del ao, excepto durante la parte media de la estacin de
lluvias, de julio a agosto. Entonces, los hombres conviven con el rebao por
3 En este caso, la dote es la cantidad que el pretendiente paga para obtener a la esposa,
usualmente son diez vacas (N. del T.).
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Cerveza
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En los viejos tiempos los tupuri del clan Dor vivan una forma primitiva de vida
y beban slo cerveza dulce. Bulio, un hombre del rumbo de Peff (100 km al sur),
extraviado en territorio tupuri, encontr resguardo en una cueva de la montaa Dor.
Por las noches dejaba su refugio para robar comida de los pobladores autctonos y
poner levadura en la cerveza. Los tupuri la bebieron en abundancia y muchos cayeron
al suelo completamente ebrios. El resto de los aldeanos pensaron que estaban muertos
y los enterraron, y as fue como la muerte empez entre los tupuri.
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antropologa de la alimentacin
za. Madre Tierra, Nagata, ven y bebe. Todos ustedes, espritus de la espesura,
vengan y beban. Ninguno de ustedes debe quedar fuera.
La cerveza es mgica y poderosa. Por ejemplo, durante la celebracin
del espritu guardin del clan Jarao, de los musei, pueden aparecer gotas de
sangre en la superficie de la cerveza ritual. Se cree que la malta el sot suma:
excremento de la cerveza de la mayora de las cervezas rituales est contami-
nada, y como tal debe ser abandonada en los cruces de caminos, de tal manera
que los transentes se vean impregnados por el mal y se lo lleven lejos.
Debe respetarse un orden de precedencia. En los rituales ms impor-
tantes el jefe del poblado bebe primero, seguido por sus asistentes y despus por
su primera esposa, los cabezas de familia masculinos, sus esposas y despus los
nios. Entre los musei, el participar en el ritual de la cerveza demuestra tambin
la identidad consangunea. Durante el primer da de las celebraciones del Nue-
vo Ao (vun tilla), la cerveza est reservada a la parentela, ya que sera venenosa
para todo aquel imprudente forastero que se atreviera a tomarla. Algunas dei-
dades, como el dios de la muerte (Matna), son tan peligrosas que slo la gente
que pertenece al grupo preciso que posee la cerveza, puede beberla.
La concentracin de alcohol de la cerveza de sorgo est entre los 3 y
los 6 grados. Se necesita una cantidad significativa para que un adulto se sienta
ebrio, ms o menos cinco litros. Diferentes tipos de corteza de rbol, como la
de la caoba africana (Khaya senegalensis) se utilizan para hacerla ms amarga y
fuerte (galaky). Emborracharse con cerveza no es algo fuera de lo comn. Sin
embargo, entre los masa y los musei la cerveza de sorgo trae consigo regocijo,
principalmente. Durante las intermitentes ocasiones rituales se permite un gra-
do leve de intoxicacin alcohlica, que favorece la convivialidad. La embria-
guez en alto grado no es comn. Los borrachos no sufren ostracismo y no se
les culpa mucho por sus acciones mientras estn bajo la influencia del alcohol,
pero culturalmente no es de esperarse un comportamiento violento y slo oca-
sionalmente se suscitan disputas.
Cul es el valor nutricional de la cerveza? Priss et al. (1969), traba-
jando en Togo sobre una cerveza ligera elaborada a partir del mijo (dolo), lleg
a la conclusin de que, que su elaboracin incrementa la cantidad de vitaminas
del grupo B, y disminuye la cantidad de protenas y calcio contenidas en el
grano. En trminos de energa, 100 gramos de gachas de mijo equivalen a 140
kcal, pero 100 gramos de cerveza slo equivalen a 60 kcal. Es decir, resulta ms
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la bebida en el norte de camern entre los masa y los musei
provechoso comerse el cereal que bebrselo. Sin embargo, entre los masa y los
musei la cerveza es considerada como nutritiva. El slo hecho de beber cerveza
calma el hambre y los residuos pueden tambin ser consumidos. Esto es acep-
table, igualmente, entre las mujeres.
Sin embargo, la cerveza tradicional, la bebida roja (doley cawna), es
considerada, cada vez ms, demasiado suave para producir una alcoholizacin
rpida que termine en la prdida de la conciencia. Este papel ha sido ocupado
por el alcohol de sorgo la bebida negra (doley warna-arkina), destilado espe-
cialmente con ste propsito.
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Cervezas Manufacturadas
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Embriaguez
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sorgo tiene una connotacin positiva como bebida ritual: nutritiva y sin ries-
gos, pero revela tambin limitaciones de dinero y un estilo de vida anacrnico.
El arkina est en una posicin ambigua. Los consumidores tienen conciencia
de sus efectos biolgicos negativos: jaqueca, ojos enrojecidos, tendencia a la
violencia, prdida de conciencia y en ltima instancia, locura: (hoyna, como
un perro loco). Un dicho reza: arkina no puede matar a un hombre pobre,
pero si a uno rico: no tiene lmite para satisfacer su deseo. De hecho, hace
treinta aos la muerte por intoxicacin alcohlica era el privilegio de los jefes
administrativos de cantn, que eran lo suficientemente ricos como para aho-
garse en arkina y tomarse un largo tiempo para morir. A la fecha, el incremento
general en el ingreso hace posible que fuertes cantidades de dinero sean desem-
bolsadas en la bebida, algunas veces 50 por ciento o ms. Por ejemplo M., un
extensionista local, gana 25000 francos cfa por mes (unos 50 dlares estadou-
nidenses), y gasta cerca de 20000 en arkina, de la cual se bebe diez botellas al
da si dispone del efectivo necesario: arguye que no puede pasarla sin el licor
un slo da. Dicen los musei que los adictos incluso van a trabajar en campos
ajenos, con objeto de ganar lo necesario para su dosis diaria. Lo anterior es un
recurso despreciable, de acuerdo con los estndares culturales.
La adiccin a la bebida se percibe como una situacin que tiene con-
secuencias desastrosas en el aspecto econmico. Doleina / arkina / jay / zina:
alcohol / arkina / destruye / el hogar; arkina / me arruina / se come todo mi
dinero. Y sin embargo, se considera que tambin tiene efectos positivos en
trminos de salud y que genera la motivacin suficiente para ir a trabajar. Asi-
mismo, se piensa que alivia el hambre. Se dice que cura malestares ligeros como
diarrea, gastritis y problemas con la visin. Combate el resfriado y la fiebre me-
jor que medicamentos manufacturados vendidos en los mercados por depen-
dientes analfabetos. Los supuestos beneficios del arkina y la embriaguez son
psicolgicos: Cuando tomo arkina me siento fuerte, no me canso fcilmente,
veo las cosas con ms claridad, hace que mis ojos brillen, pierdo mi tendencia
a sentirme menos, me vuelvo lo suficientemente atrevido como para golpear a
mi mujer si es necesario y puedo sostenerle la mirada a un polica, ojo a ojo.
Desde 1976, la vida cotidiana en la mayora de las aldeas que hemos
estudiado se ha convertido en algo muy difcil en todos los sentidos. Hay poco
control social y las normas morales ya no se respetan. El hambre, la enfermedad
(el clera morbus), el bandidaje, las venganzas, el asesinato y la prostitucin,
185
antropologa de la alimentacin
186
la bebida en el norte de camern entre los masa y los musei
El grano es molido, junto con sorgo seco o gachas de mijo. 10 kg de grano rinden
aproximadamente 8 litros de alcohol. Es cocido en agua en un barril de acero. La mezcla del
Primer da arkina obtenida se deja enfriar en el recipiente durante 24 horas, bien cerrado.
La harina obtenida a partir del grano germinado de Pennisetum o Sorghum, es amasada con
la mezcla obtenida (2.5 kg por 10 kg de mezcla). Se le agrega agua.
La preparacin se mezcla cuidadosamente, se le agrega levadura.
El recipiente se cierra, apretando bien la tapa. La mezcla se deja fermentar durante 24 horas.
Segundo da
A la maana siguiente se prueba el preparado, al cual se le puede agregar agua.
La tapa del barril se cierra apretando bien.
A la maana siguiente, el alambique (que consiste en un tubo de fierro que sale del barril y
Tercer da pasa a travs de un recipiente lleno de agua fra para condensar los vapores del alcohol) es
fijado al barril, perfectamente apretado.
La preparacin se pone a hervir. El alcohol gotea a travs de un tapn de algodn y cae en
Cuarto da
botellas de cerveza en donde se deja enfriar. El arkina est listo para beberse.
187
Gordos y hermosos: los masa1
189
antropologa de la alimentacin
2 El trmino gacha es utilizado en este texto para designar una mezcla (papilla) de sorgo o
mijo con leche o agua, y que puede ingerirse cruda o cocida (N. del T.).
190
gordos y hermosos: los masa
191
antropologa de la alimentacin
192
gordos y hermosos: los masa
06:00 - 07:00 Gachas preparadas con sobras de barras de sorgo, mezcladas con agua
08:00 - 09:00 Gachas preparadas con barras de sorgo, mezcladas con agua
10:00 - 11:00 Gachas preparadas con barras de sorgo, mezcladas con agua
11:00 - 12:00 Pasta espesa de sorgo, mezclado con agua
13:00 - 14:00 Leche o barras de sorgo, mezcladas con agua
15:00 - 16:00 Gachas preparadas con barras de sorgo, mezcladas con agua
16:00 - 17:00 Gachas preparadas con barras de sorgo, mezcladas con agua o leche
18:00 - 19:00 Barras de sorgo y condimentos
19:00 - 21:00 Gachas preparadas con barras de sorgo, mezcladas con agua
21:00 - 24:00 Gachas preparadas con barras de sorgo, mezcladas con agua o leche
01:00 - 04:00 Leche o papilla de harina de sorgo, mezclada con leche
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