BROCAR, 37 (2013) 145-154

... como terapia / as therapy

LA MSICA EN MUSICOTERAPIA

Patxi del Campo San Vicente

Musicoterapeuta, AMI felow, y especialista en Tcnicas Grupales
Director del Instituto Msica, Arte y Proceso

RESUMEN: La msica es una forma de arte valorada a lo largo de toda nuestra

vida. Este hecho, que puede ser disfrutado y valorado por personas de todas las
edades, contribuye a su flexibilidad como herramienta teraputica. Las expe-
riencias musicales y las relaciones que se desarrollan a travs de ellas, sirven
como fuerzas dinmicas de cambio, posibilitando el proceso musicoterapeutico.
Palabras clave: Msica, musicoterapia, lenguaje, comunicacin y expresin.

MUSIC IN MUSIC THERAPY

ABSTRACT: Music is an art form appreciated at all moments in life. The fact that
music can be enjoyed by people of all ages it makes it a very flexible therapeutic
tool. Musical experiences and the relationships that are developed during them are
dynamic sources of change and what make the music therapy process possible.
Keywords: Music, Music therapy, language, communication and expression.

Distintas concepciones de msica

Cuando una persona est abierta, recibe a la msica y se deja penetrar

por ella, pasiva o gozosamente. Pero tambin la msica recibe, contiene o
es invadida por quien la necesita y sale a buscarla de manera activa. Entrar
en la msica es como entrar en el agua. La posibilidad de experimentar
una sensacin de bienestar depende tanto del grado de necesidad indivi-
dual como de las temperaturas relativas de la persona y del agua. Cuando
se siente calor, reconforta sumergirse en el agua fresca, pero si no se est

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acalorado sta puede ser rechazante. Aun en el caso de una gran necesi-
dad, el contraste excesivo de temperaturas podra resultar contraprodu-
cente (Hemsy de Gainza 1997, 99).

Cuando preguntamos Qu es msica?, la respuesta suele ser compleja,

variada y llena de matices: armona, expresin, sentimiento, alegra, plenitud,
encuentro, y equilibrio.
La msica se puede definir como el arte de organizar los sonidos en el tiem-
po y sus variados componentes fsicos y experimentales, para el propsito de
crear e interpretar las formas expresivas que elaboran o dan significado a la
experiencia de la vida humana.
La msica, por su condicin de arte ambiental, para ser habitada, capaz de
propiciar atmsfera, edificio sonoro sobre el aire; arte ambiguo, por su activi-
dad edificante sobre el inexorable eje fluido del sucederse del tiempo, apre-
ciaciones de Eugenio Tras (Tras 1991, 41); discurso sonoro que no tiene
significado, lenguaje de lo inefable; arte fontico, espiritual y subjetivo, posee-
dor de una belleza ms ntima que las artes plsticas.
Existen algunos principios fundamentales de la msica que, aun siendo repe-
tidamente comentados por muy conocidos libros de difusin musical, son gene-
ralmente olvidados por quienes llevan a la prctica las labores de acercamiento
a la msica. Por ello, me gustara comentarlos brevemente:

1. La msica es lenguaje del tiempo, es decir, nos aplica su tiempo a quie-

nes la omos. Es activa, fluyente, sin marcha atrs posible, discursiva y or-
denada: su sentido nace por la ordenacin de los sonidos. La msica se
ordena segn un principio general de repeticin, con tres ideas bsicas de
organizacin musical: la simetra, el contraste y la variacin. De esta
manera surge el ritmo, la meloda y las secuencias; todo ello es el funda-
mento de la forma de la msica.
2. Nuestra memoria reproduce la forma, o sea, sigue los recorridos que dibu-
jan los sonidos. El compositor puede sorprendernos, provocarnos, jugar
con nosotros, pues nuestra misin como oyentes es la de relacionar unos
con otros los momentos de la obra y seguir expectantes una direccin.
3. Nosotros no podemos explicar lo que quiere decir la msica. Ella pre-
gunta y responde sin que nosotros sepamos qu; accedemos a un nivel de
entendimiento intuitivo y sensible, slo su contenido est abierto a inter-
pretacin, ya que el significado de la msica asoma por el juego que se
establece entre sus elementos. El cdigo de signos del que se sirve no nos
expresa nada fuera de s mismo, incluso tenemos la necesidad del cono-
cimiento de dicho cdigo, de su retrica y vocabulario si queremos com-
prender lo que nos expone.

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4. La msica no es pura pintura de sentimientos ni es tampoco pura forma,

sino que es ambas cosas (Hanslick 1947), cita Tras en su obra Lgica del
limite. En efecto, la creacin pura y llanamente formal de la msica es
prcticamente imposible, pues siempre hay un juego emocional, insepa-
rable del acto de la creacin. Del mismo modo, toda obra musical, por
muy abstracta que sea, es susceptible de suscitar evocaciones poticas o
de imgenes por parte de un oyente imaginario. Nunca debemos olvidar
que la msica, arte y ciencia a la vez, es un tipo de expresin universal
que nos habla ntimamente a cada uno de nosotros, y que su campo de
expresin no conoce lmite alguno: puede expresar tanto tragedia como
serenidad, alegra o tristeza; esa expresin emotiva es transmitida por
medio de smbolos que liberan la funcin auditiva, tanto emocional,
como afectiva e intelectualmente. Yehudi Menuhin, ante la insistente pre-
gunta: Qu significa para usted la msica que interpreta?, sola con-
testar: La diferencia fundamental entre la msica y el lenguaje hablado
es que las palabras se refieren, ante todo, al mundo que nos rodea; la
msica, en cambio, se refiere especialmente a nuestro ser interior.
5. Hay msicas que se nos presentan a veces como una trama de ideas lite-
rarias y/o imgenes mentales, que se evocan o recuerdan por medio del
sonido: son las descriptivas, o de programa (incluso hay compositores que
bosquejan de antemano un plan emocional que sus oyentes debern revi-
vir). Otras son impresionistas o sugestivas: simplemente con un ttulo pic-
trico o literario, definen un estado de nimo (recordemos, por ejemplo
que a Schumann se le ocurran los ttulos despus de hacer cada una de
las Escenas de nios).
La msica goza de propiedades nicas para conmovernos tanto emotiva
como fsicamente, de filtrarse por lo ms ntimo de nuestra razn, de
asombrar a nuestro cerebro y abrir las puertas hacia la maquinaria que
rige nuestros sentimientos y emociones. El misterio del hombre tiene en
la msica su clave soterrada de sentido, nos dice Lvi-Strauss. La msi-
ca es nodriza de la lgica por su condicin de pre-lenguaje (Tras 1991,
42), comenta Tras. No cabe duda, para adentrarnos y adentrar a nues-
tros alumnos en el conocimiento de nosotros mismos y de los dems, en
la comunicacin con nuestros semejantes, en la apreciacin del mundo y
de sus manifestaciones, la escucha de la msica juega un papel educati-
vo de suma importancia que rebasa el objetivo musical para colocarse en
el de las relaciones humanas.

Sin embargo no hay forma de definir qu es msica, sin imponer algunos de

los valores culturales implcitos en el lenguaje. Una caracterstica notable de la
msica ha sido su capacidad de ser reconocida como medio teraputico a lo
largo de toda la historia occidental a pesar de los conceptos mutantes de salud
y terapia.

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Funciones de la msica
La msica es una forma de arte valorada a lo largo de toda nuestra vida. Este
hecho, que puede ser disfrutado y valorado por personas de todas las edades
contribuye a su flexibilidad como herramienta teraputica. Hay otras maneras
en las que la msica demuestra ser un arte flexible y utilizable.

1. Expresin emocional y comunicacin

La msica se ha asociado a menudo con la expresin emocional, incluso se
le ha denominado el idioma de las emociones. As, como proveedor de emo-
ciones juega un importante papel en la sociedad, ya que proporciona un vehcu-
lo de expresin a las ideas y emociones que de otro modo no encontraran una
forma de mostrarse fcilmente. Observemos por ejemplo casos de dolor y prdi-
da donde es muy difcil encontrar palabras adecuadas que expresen nuestros
sentimientos ms profundos. Si nos fijamos en las reivindicaciones sociales y
movimientos culturales y sociales, observaremos como la msica resulta una
manera aceptable de expresar ideas que de otro modo hubiesen podido resultar
polmicas o inaceptables.
Otro ejemplo que nos ilustra hasta que punto la msica, como idioma no
verbal, puede llevar a pensamientos o ideas podemos encontrarlo en las bandas
sonoras de las pelculas y la televisin. Sus anuncios son otro ejemplo de cmo
la msica contribuye al significado del mensaje.
Podemos resumir diciendo que la msica es una forma de comunicacin no
verbal que puede transmitir mensajes emocionales; influir o reflejar el estado de
humor del oyente y puede usarse para intensificar, ampliar o modificar la infor-
macin oral o visual de la situacin observada o vivida.
Por qu se usa la msica como expresin de emocin?
Nosotros trataremos de exponer aqu dos puntos de vista diferentes:

1. El sonido de la msica nos recuerda o refleja emociones y acontecimien-

tos no musicales. (Punto de vista referencial).
Este trmino refleja la creencia de que el significado que s le dota a la
msica procede de las conexiones que el oyente hace entre la msica y
algn objeto y o acontecimiento.
a) Imitacin de sucesos u objetos no musicales.
Podramos encontrar numerosos ejemplos en la bsqueda de imitaciones
de los sonidos de la naturaleza, pero tambin en otras caractersticas ms
estructurales de la msica. Por ejemplo, la depresin es un sentimiento
que produce expresiones faciales inclinadas, etc. Musicalmente podra
reflejarse a travs de tiempo lento, sonidos descendentes, etc.

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b) Asociacin de canciones o estilos musicales a recuerdos y sentimientos

de acontecimientos pasados.
Un ejemplo de esta situacin pueden ser algunos himnos o canciones
que evoquen los sentimientos de excitacin y espritu de equipo; la
msica chillona y discordante de los momentos cruciales de las pel-
culas de terror, etc.
2. Sin embargo a veces podemos dar una respuesta emocional a una msi-
ca que no hemos odo antes.
Son las caractersticas estructurales de la propia msica, como oposicin
a las asociaciones extramusicales, las que provocan sentimientos y emo-
ciones. (Punto de vista expresionista).
Segn la teora del psiclogo (Berlyne 1971) nuestros sentimientos sern,
agradables si la msica est en un nivel ptimo o ideal de complejidad o
familiaridad.
Si la msica presentada es demasiado compleja o poco familiar produci-
r en el oyente sentimientos de confusin, caos e incomodidad. Por el
contrario si la msica es demasiado simple o e ha odo muchas veces y le
falta frescura el oyente puede sentirse aburrido e insatisfecho.
De cualquier forma desde el punto de vista musicoteraputico tambin es
importante considerar la msica como un medio para crear una situacin
comunicativa donde existe un nmero infinito de posibles representacio-
nes de la msica.

2. Representacin simblica
Adems de comunicar emociones, la msica lleva significado simblico. Los
smbolos expresados con la msica actan diferente segn el contexto cultural.
As por ejemplo en la cultura occidental, la msica se ha organizado alre-
dedor de tonos y semitonos que constituyen escalas y modos. Frecuentemente
hemos asociado el modo mayor con sentimientos felices, positivos mientras la
msica de tono menor tiene a menudo connotaciones de melancola y tristeza.
Sin embargo la msica de la India est organizada de intervalos ms peque-
os. As si escuchamos la msica tradicional india por primera vez la encontra-
remos difcil de organizar y entender segn los parmetros de nuestra propia
cultura. Tambin nos costar interpretar los sentimientos emocionales expresa-
dos por sta.
En resumen estos usos simblicos convencionales de la msica connotan un
significado compartido para las personas con el mismo sustrato cultural y de
este modo acta eficazmente como canal de informacin. Cada cultura repre-
sentar sentimientos, valores culturales u otros ideales abstractos a travs de sus
propios smbolos musicales.

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3. Vehculo de expresin de normas e ideologas dominantes

Cuando los terapeutas utilizan la msica, es importante comprender que
cada cultura y cada poca tiene su propia herencia musical.
Frecuentemente la msica, como soporte cultural, puede ayudar al indivi-
duo en su demanda por encontrar significado a su vida y para mejorar la cali-
dad de la misma.

4. Socializacin
La msica es la ms social de todas las artes, ha sido experiencia comn de
todos los tiempos. En si misma es una poderosa influencia integradora, aporta
un sentimiento de orden, de tiempo y de continuidad, los sonidos que penetran
dentro del grupo son percibidos por todos, creando un clima emocional.
La interaccin social y la socializacin es un objeto teraputico en casi todos
los rdenes y/o discapacidades, por lo que las experiencias musicales en grupo
son utilizadas muy a menudo donde los elementos de ritmo, meloda y armo-
na requieren un nivel de orden y estructura creados por el propio grupo y don-
de, adems es esta misma produccin musical la que proporciona una vlvula
emocional al individuo y el grupo.

5. Goce esttico y diversin

La msica consta de ambos sentidos en todas las culturas y ambas funciones
cumplen necesidades humanas importantes. Segn E. Thayer Gaston (Gaston
1968), el envolvimiento en una experiencia musical que contenga un valor estti-
co puede contribuir por si misma a la mejora de la autoestima y autorrealizacin.
De modo semejante Maslow (1972) sostiene que la experiencia esttica es
crucial para el desarrollo de la persona, pero siempre despus de tener cubier-
tas las necesidades fisiolgicas bsicas.
Muchos terapeutas han reconocido que las personas con discapacidad nece-
sitan y tienen derecho a participar en actividades estticas como parte de la
experiencia humana.
La msica como diversin o recreativa tambin ocupa un lugar en la socie-
dad y de algn modo contribuye a un bienestar fsico y emocional. Las perso-
nas buscamos actividades que nos liberen de la tensin de un da de trabajo
difcil o para ayudarnos a despejar nuestra mente de los pequeos o grandes
problemas cotidianos. La msica, como forma de relajacin contribuye a mejo-
rar nuestro estado de salud fsico y mental.

6. Respuesta fsica
El fenmeno fsico de las vibraciones mecnicas (se dice que un cuerpo
vibra cuando est realizando un movimiento oscilante respecto a una posicin

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de referencia) es capaz de estimular en determinadas condiciones tres de nues-

tros receptores sensoriales: receptores propioceptivos, tacto y audicin.
Si observamos el espectro de las oscilaciones y vibraciones mecnicas pode-
mos esquematizar diciendo que los movimientos mas lentos escapan a nuestra
percepcin sensorial al igual que los ms rpidos. Al ir aumentando la frecuencia
de las oscilaciones, stas pueden ser percibidas en principio por los receptores
situados en las masas musculares (que nos informan de la tensin o fuerza que los
mismos desarrollan para guardar el equilibrio postural), receptores propioceptivos
que, junto con el aparato vestibular y la vista, constituyen la triada informativa de
nuestra posicin en el espacio. Si las oscilaciones aumentan de frecuencia, son ya
los receptores tctiles los que nos dan cuenta de su presencia. As en progresin
creciente vemos cmo las vibraciones comienzan a producir sensacin auditiva,
sin abandonar el estmulo tctil simultneo. Por fin, prximas a los 1000 Hz dejan
ya de penetrar por el tacto y se hacen clara y exclusivamente auditivas, y por lti-
mo, por encima de los 15.000 Hz sin cambiar nunca su naturaleza de oscilacin
mecnica, recibe la denominacin de ultrasonidos, ya que nuestro receptor audi-
tivo no es capaz de transformar su presencia en sensacin.
Como la sensacin auditiva y la tctil son de importancia bsica en los proce-
sos de rehabilitacin, resulta inexcusable partir de una rica estimulacin sensorial.
Trabajos realizados sobre el uso de la msica de baja frecuencia han resul-
tado eficaces para el alivio del dolor, espasmos musculares y de gran eficacia
sobre el tejido pulmonar, que afloja las secreciones del pulmn en los pacien-
tes con fibrosis cstica, bronquietisis e infecciones del pecho, etc.
El organismo humano puede ser considerado como un instrumento resonan-
te, lo mismo que como un instrumento rtmico, sensible a la msica. Los instru-
mentos musicales que ha inventado el hombre son en esencia una prolongacin
de su propio cuerpo, manejados por sus impulsos fsicos.
El cuerpo y el instrumento no son entes separados: se complementan. Esta
caracterstica permite al ejecutante identificarse fsicamente con su instrumento
mediante un contacto perceptual indispensable para crear una respuesta emo-
cional. Cualquiera que sea la motivacin emocional que lo acompae el canto
o la ejecucin de un instrumento musical es un proceso fsico. Requiere la apli-
cacin de un dominio muscular y motor, y una apreciacin espacial. An en los
niveles inferiores, requiere alguna percepcin auditiva y tctil sin la cual no
constituye una vlvula de descarga emocional.

Uso de la msica en musicoterapia

Se dan algunos factores en terapia que no se encuentran en situaciones
estrictamente musicales y que afectan al modo de definir y delimitar la msica
dentro de un encuadre musicoteraputico.

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Las experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan a travs de

ellas, sirven como fuerzas dinmicas de cambio.
El interprete tiene que estar atento a estas fuerzas y estas relaciones que se
establecen observando y analizando los distintos planos: corporal, verbal, sono-
ro, social de cada individuo participante e identificar en el grupo a cada ele-
mento, su estructura, las formas de interactuar en el mismo, as como las
observaciones de los cambios y reacciones que se producen.
En una situacin teraputica la msica se selecciona o se crea por su rele-
vancia clnica, utilidad y atraccin para la persona, y luego, de acuerdo a su
mrito esttico o artstico.
El musicoterapeuta tiene que llevar a la persona por una jerarqua de expe-
riencias musicales, comenzando por una percepcin de sus componentes senso-
motores y gradualmente ir construyendo el aprecio de sus cualidades estticas.
Los esfuerzos musicales de la persona atendida siempre se aceptan sin enjui-
ciarlos. Las actividades ms comunes para el musicoterapeuta son recrear y crear.
Recrear msica puede tener que ver con reproducir sonidos o frases musi-
cales, representar sonoramente distintos paisajes musicales, y reproducir envol-
turas sonoras.
Crear msica puede implicar hacer sonidos exploratorios, improvisaciones y
composiciones.
La musicoterapia no es siempre solo msica; a menudo se entremezcla con
otras formas de arte. Muchas de estas formas de arte interrelacionadas se utili-
zan en musicoterapia: escribir canciones, contar una historia musical, dramati-
zaciones musicales, dibujos, etc.
En musicoterapia el proceso de resolver problemas musicales y las destre-
zas que se aprenden al encontrar resoluciones musicales sirven para generalizar
hacia situaciones de vida. Al improvisar msica la persona trabaja sobre posi-
bilidades de descubrimiento inventando nuevas opciones, eligiendo y contras-
tando alternativas, energetizando y proyectando esfuerzos en el tiempo y aunque
estos esfuerzos tienen lugar dentro de un encuadre de trabajo musical se ven
como una metfora para lo que se necesita aprender o conseguir en la vida
(Bruscia 1987, p. 364).
Despus de esta referencia a las funciones de la msica es ms fcil encua-
drar los objetivos generales en musicoterapia:

1. Favorecer la comunicacin. La msica tanto si se escucha como si se eje-

cuta, favorece y posibilita un intercambio de ideas o sentimientos con
otras personas.
2. Mejorar las relaciones interpersonales. Los sonidos que penetrar dentro
del grupo son percibidos por todos, creando un clima emocional que per-
mite expresarse y relacionarse con sinceridad, integridad y plenitud.

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Hacer msica es una experiencia compartida que se desarrolla y se dis-

fruta a partir del conocimiento de uno mismo y de su aptitud para comu-
nicarse.
3. Desarrollar el conocimiento de uno mismo. Cuando la persona ejecuta o
realiza alguna actividad instrumental, al margen de su capacidad, se
desenvuelve en un mundo de accin positiva, adquiere medios tcnicos
de expresin, desarrolla relaciones personales sanas, se conduce de una
forma social adecuada, etc.
Las actividades musicales pueden ayudarla a que adquiera o desarrolle
conocimiento de s mismo y de los dems y obtener experiencias gratifi-
cantes consigo mismo.
4. Desarrollar la capacidad de autoexpresin. La msica que tiene el poder
de evocar, asociar e integrar es un recurso excepcional de autoexpresin
y liberacin emocional.

El nfasis que se pone en que la msica en terapia no se base en una nocin

idealista acerca del poder curativo de la msica, sino que sus efectos tera-
puticos son el resultado de una aplicacin, profesional, metodolgica o siste-
mtica de la misma.
La musicoterapia se diferencia de la educacin musical debido a su mayor
preocupacin por los aspectos del proceso de hacer msica y tambin por foca-
lizarse en los cambios personales del paciente / cliente como meta personal.
Desde la musicoterapia se considera que la enfermedad no slo puede estar
causada por el estado biolgico o psicolgico del paciente, sino frecuentemen-
te por una falta de posibilidades de crecimiento y autorealizacin; A menudo
las situaciones problemticas obedecen a un conflicto de contradiccin entre el
estado psquico o fsico de la persona o el contexto socio-cultural que le rodea.

Posibilidades de cambios dinmicos

Para finalizar podemos afirmar que con el uso de msica en terapia, musi-
coterapia, muchas personas mejoran considerablemente. En trminos generales
podramos decir:

La msica como medio de expresin y de comunicacin favorece el desa-

rrollo emocional, mejora de un modo considerable las percepciones, la
motricidad y la afectividad de la persona.
La msica favorece la manifestacin de tensiones, problemas, inquietudes,
miedos, bloqueos, etc. actuando como alivio y disminuyendo la ansiedad.
La msica suscita a la actividad, moviendo a la accin aceptada, que con-
lleva goce y satisfaccin tanto a escala individual como grupal.
Estimula nuestros receptores sensoriales propioceptivos, tctiles y auditivos.

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Se consigue mayor equilibrio psicofsico y emocional. Consigue que se

establezca una comunicacin a travs del arte y sta es ms inmediata y
profunda que la palabra.
Modifica algunas respuestas psicofisolgicas que se registran en diferentes
parmetros: ritmo cardaco, amplitud respiratoria, reflejo psicogalvnico, etc.
Fomenta la relacin y socializacin a travs de la experimentacin y eje-
cucin conjunta.

Bibliografa
BERLYNE, D. E. (1971). Aesthetics and psychobiology. New York: Appleton-
Century-Crofts.
BRUSCIA, K. (1987). Improvisational models of music therapy. Springfield, IL:
Charles C. Thomas Publishers.
GASTON, E. T. et al. (1971). Tratado de musicoterapia. Buenos Aires: Paidos.
HANSLICK, E. (1947). De lo bello en la msica. Ricordi: Buenos Aires.
HEMSY DE GAINZA, V. (1997). Sonido, comunicacin y terapia. Salamanca:
Amar.
MASLOW, A. (1972). El hombre autorrealizado. Barcelona: Kairs.
TRAS, E. (1991). Lgica del lmite. Barcelona: Destino.

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