Pueblos Indigenas y Mineria
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Sustainable Development
Marcos A. Orellana
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Mining, Minerals and
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Tabla de Contenidos
1 Introduccin 3
2 Evolucin Histrica 3
2.1 Derecho Internacional Natural 3
2.2 Doctrinas del Despojo 4
2.3 Tratados con Pueblos Indgenas 5
2.4 Siglo XIX: La Nueva Sociedad Internacional 5
2.5 Siglo XX: La descolonizacin y el Nuevo Orden Econmico Internacional 6
4 Instituciones Internacionales 12
4.1 Las Naciones Unidas 12
4.2 Convencin 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo 14
4.3 Programa de Desarrollo de Naciones Unidas 15
4.4 El Banco Mundial: La Revisin de OP 4.20 16
5 Conclusin 17
2 Evolucin Histrica
Tras la llegada de Coln al Nuevo Mundo, las doctrinas legales entonces en vigor se vieron
tensionadas por el primer contacto con los pueblos indgenas de las Amricas. En la empresa
de la conquista y la dominacin es necesario distinguir con claridad dos dimensiones: la
primera, la del discurso legal; la segunda, la del encanto por el oro que conduca el proceso.
A pesar de que estas dos dimensiones estn inextricablemente relacionadas, en ocasiones
avanzan por distintos senderos, lo que explica la diferencia que existe entre la teora
normativa y la historia de los sucesos.
Este ltimo tpico tuvo gran peso en el Consejo de Burgos, celebrado a comienzos del
perodo de la conquista espaola, en el cual se trataba de resolver si era lcito o no esclavizar a
los Indios en nombre del Cristianismo. Los frailes dominicanos que haban viajado a las
Indias, entre ellos Montecinos y Bartolom de las Casas, aportaron pruebas abrumadoras de
la brutalidad con que los conquistadores espaoles arrasaban las poblaciones indgenas
locales, esclavizndolas y forzndolas a trabajar en las minas de oro. Se produjo un deterioro
demogrfico producto de maltratos, esclavitud, suicidios, castigos, batallas, desnutricin a
raz del deterioro del medio ambiente, y matanzas (Daes 2001). Las cifras hablan por s solas:
la poblacin total de la Amricas disminuy en un 95% en los 150 aos posteriores al primer
encuentro (Stavenhagen 1991).
64. [] claro que el nomadismo de la gran mayora de los pueblos de Sahara Occidental
en la poca de su colonizacin daba origen a ciertos vnculos de carcter legal. [] Las
tribus, en sus migraciones, haban utilizado las praderas para pastoreo, cultivado las tierras,
construido pozos de agua en ambos territorios y su camposanto en alguno de los dos. Estos
elementos bsicos del estilo de vida de los nmades [] constituan, en alguna medida, los
fundamentos de los derechos tribales, y su utilizacin, en general, estaba regulada por las
costumbres. (Traduccin no oficial)
Otra teora legal que se utiliz para despojar a los pueblos indgenas de sus tierras fue la
teora del descubrimiento. De acuerdo con este modo de adquisicin de tierras, en el
contexto del pensamiento legal europeo un territorio era propiedad de la nacin que lo
descubra. Al igual que la doctrina de terra nullius, esta teora pasaba por alto la ocupacin
previa de los territorios. La teora del descubrimiento, no obstante, slo recibi una limitada
aceptacin entre los tribunales internacionales llamados a adjudicar los territorios, que por lo
Estas tres categoras de tratados generaron distintos efectos legales, los que, para efectos de
este anlisis, pueden reducirse a dos: (1) algunos tratados tenan por efecto que a los pueblos
indgenas se les despojara de sus tierras y que se les impusiera un sistema externo de
autodeterminacin. De acuerdo con estas disposiciones legales, los pueblos indgenas cedan
sus tierras o quedaban sujetos al gobierno que ostentara el poder de la ocupacin, con lo cual
perdan su personalidad internacional. En contraparte, (2) los tratados que fijaban lmites
generaban el reconocimiento de la personalidad internacional de las comunidades indgenas
que los suscriban. De hecho, en la prctica legal de los poderes europeos de la poca, estos
tratados limtrofes gozaban de un mismo status que los dems tratados. Estos tratados
aportan ms pruebas de que los pueblos indgenas eran sujetos de derecho internacional
entre los siglos XV y XVIII.
El Arbitraje de los Indios Cayuga de 1926 entre el Reino Unido y EE.UU. entrega pruebas de
este giro del sistema legal internacional hacia la exclusin de los pueblos indgenas. En este
caso, el Tribunal concluy que la Nacin Cayuga y los Cayuga, en tanto individuos, carecan
de status bajo el derecho internacional. El Tribunal, no obstante, sostuvo que los principios
generales de equidad, lealtad en los acuerdos y justicia, reconocidos por el derecho
La CIJ ha pasado por alto los ttulos de tierras de los indgenas en varios casos, entre los que
se incluye su reciente decisin de 1994 en la Disputa Territorial entre Libia y Chad por una
franja de territorio que supuestamente contena depsitos de uranio. Otro claro ejemplo de
la aplicacin del principio uti possidetis juris lo constituye el caso del Golfo de Fonseca, en el cual
El Salvador llam la atencin de la Cmara ante el posible conflicto que se generara entre las
demandas fundadas en documentos espaoles y las basadas en antiguos derechos de las
Poblaciones de Indios. La Cmara resolvo que,
95-6 Eran los lmites administrativos que separaban las unidades administrativas de la
colonizacin espaola, y no los lmites que separaban los asentamientos indgenas, los que
por aplicacin del principio uti possidetis juris fueron transformados en lmites
internacionales en 1821. (Traduccin no oficial)
Sin embargo, no pueden pasarse por alto las consecuencias que trajeron estos procesos de
reestructuracin, ya que principalmente afectaron a las comunidades locales ms vulnerables
al interior de los territorios de estos nuevos estados. A los grupos culturalmente diferentes
En este sentido, se ha propuesto que es imposible separar las dimensiones cultural y fsica de
la existencia, considerando la integracin espiritual y material que se da entre los pueblos
indgenas y su entorno. Tambin se ha cuestionado la norma de intencin directa, por
cuanto es excesivamente estrecha para abarcar actos deliberados de destruccin ambiental
que se ocultan detrs de la retrica del desarrollo y el crecimiento econmico. En este punto,
se ha sealado que la norma de intencin y efecto proporcionara una mayor proteccin a
los pueblos indgenas y a sus tierras.
El derecho de los pueblos a existir tambin significa que no se les puede privar de sus
medios de subsistencia. Esta norma fue incluida en las convenciones de derechos humanos
de Naciones Unidas, que se examinarn ms adelante. En el caso de los pueblos indgenas,
se ha planteado que el derecho a contar con sus medios de subsistencia se aplica a la
proteccin de sus ros, bosques, mares y otras fuentes de sustento. En consecuencia, las
operaciones mineras que contaminan ros, construyen carreteras a travs de los bosques y
destruyen los ecosistemas locales violaran esta norma fundamental de los derechos
humanos.
Todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminacin. En virtud de este derecho, son
libres de determinar su status poltico y de aspirar a su desarrollo econmico, social y
cultural. (Traduccin no oficial)
Durante varias dcadas, se sostuvo que slo los derechos civiles y polticos pertenecan a la
categora de los derechos humanos, en tanto que los derechos econmicos, sociales y
culturales pertencan al mbito de las aspiraciones sociales. La reciente Conferencia Mundial
sobre Derechos Humanos, celebrada en 1993 en Viena, termin con este argumento afirmando
categricamente la interdependencia de todos los derechos humanos. En otras palabras, la
retrica del desarrollo y del crecimiento econmico no puede ser utilizada para justificar
violaciones ni la negacin sistemtica de los derechos humanos, tanto en su dimensin
cultural como poltica. Recintemente, el debate ha seguido amplindose hasta abarcar los
derechos de tercera generacin, o derechos de solidaridad, que son los que recaen en los
pueblos, tales como los derechos a la autodeterminacin, a la paz, a un medio ambiente
saludable, los cuales exigen solidaridad en todos los niveles para su efectiva aplicacin.
La cultura se manifiesta de muchas formas, las que incluyen una forma de vida particular
relacionada con el uso de los recursos de la tierra, en especial tratndose de pueblos
indgenas. Para garantizar estos derechos puede ser necesario recurrir a medidas positivas
que protejan y aseguren la efectiva participacin de los miembros de las comunidades
minoritarias en las decisiones que los afectan. (Traduccin no oficial)
Tras analizar una peticin del la Banda de Indios Cree del Lago Lubicon, el Comit
concluy que Canad haba violado el artculo 27 al autorizar al gobierno del estado de
Alberta a otorgar arrendamientos para exploraciones de petrleo, gas y para la produccin de
madera dentro de un territorio ancestral de la Banda del Lago Lubicon. El Comit tambin
determin que la actividad productiva con recursos naturales combinaba inequidades
histricas que amenazaban la forma de vida y la cultura de la Banda del Lago Lubicon.
9.8 [...] las actividades econmicas, con el objeto de cumplir con al artculo 27, tienen que
desarrollarse de tal modo que los autores se sigan beneficiando de la cra de renos. Adems,
si se aprobara la realizacin de actividades mineras de gran escala en la zona de Angeli, y si
stas se extendieran ampliamente a compaas cuyos permisos de explotacin ya hubieran
sido otorgados, entonces el hecho constituira violacin de los derechos del autor, tal como
lo dispone el artculo 27, en especial, del derecho a gozar de su propia cultura. La parte del
Estado est obligada a tener este hecho en cuenta ya sea cuando extiende contratos, ya sea
cuando otorga nuevas licencias. (Traduccin no oficial)
En 1997 por ejemplo, en el Informe sobre la Situacin de los Derechos Humanos en Ecuador, la
CIDH plante que para los pueblos indgenas seguir utilizando sistemas tradicionales para el
control y el uso del territorio era esencial para la supervivencia, al igual que para su bienestar
individual y colectivo. Adems, la CIDH observ que el control de la tierra incluye la
capacidad de generar los recursos que sustentan la vida y el espacio geogrfico necesario para
la reproduccin social y cultural de los pueblos indgenas.
La CIDH ha elaborado, adems, una doctrina sobre el derecho a la propiedad en casos que
implican los derechos de tierras de pueblos indgenas. Por ejemplo, en 1985, la CIDH
recomend que el gobierno de Brasil estableciera y demarcara las fronteras del Parque
Yanomami en el Bosque Amaznico tras determinar que, inter alia, la autorizacin para
explotar los recursos del subsuelo de territorios indgenas haba originado numerosas
violaciones a los derechos humanos. La CIDH tambin se ha transformado en un
instrumento para garantizar los derechos a la tierra de los pueblos indgenas actuando como
mediador en acuerdos amistosos, como el acuerdo de 1998 entre el pueblo Enxet-Sanapana y
el gobierno de Paraguay.
Hace poco tiempo, en 1998, la CIDH present el caso de los Awas Tingni ante la Corte
Inter-Americana de Derechos Humanos, acusando a Nicaragua de haber violado el derecho
de la comunidad indgena a la propiedad de tierras ancestrales al otorgar una concesin
forestal a una compaa maderera coreana. En su fallo del 2001, la Corte consider que
existan garantas para hacer una interpretacin evolutiva de los instrumentos internacionales
de derechos humanos, y determin que la Convencin protege el derecho a la propiedad de
las tierras comunales entre los miembros de las comunidades indgenas. La Corte tambin
149. [...] Entre los pueblos indgenas existe una tradicin comunitaria sobre una forma
comunal de la propiedad colectiva de la tierra, en el sentido de que la pertenencia de sta
no se centra en un individuo sino en el grupo y su comunidad. Los indgenas por su propia
existencia tienen derecho a vivir libremente en sus propios territorios; la estrecha relacin
que los indgenas mantienen con la tierra tiene que ser reconocida y comprendida como la
base fundamental de sus culturas, su vida espiritual, su integridad y su supervivencia
econmica. Para las comunidades indgenas la relacin con la tierra no es meramente una
cuestin de posesin y produccin sino un elemento material y espiritual del que deben
gozar plenamente, inclusive para preservar su legado y transmitirlo a las generaciones
futuras.
La CIDH tambin ha elaborado una doctrina sobre derechos colectivos, que otorga a las
grupos y comunidades indgenas derechos sobre sus tierras. En este sentido, la CIDH ha
optado por proponer que los derechos individuales y colectivos no se oponen, sino ms bien,
que forman parte del principio de plena y efectiva garanta de los derechos humanos. Este
enfoque inspir el borrador de la declaracin de los derechos de los pueblos indgenas
preparado por la CIDH para la Organizacin de Estados Americanos (OEA), despus de
prolongados procesos de consulta con pueblos indgenas, y sirvi de antecedente en
particular para aquellos artculos que abordan los derechos culturales, polticos y
econmicos. El borrador de esta declaracin actualmente est siendo analizado por los
rganos polticos de la OEA.
4 Instituciones Internacionales
4.1 Las Naciones Unidas
Las Naciones Unidas prestaron por primera vez atencin formal a los problemas de los
pueblos indgenas en el contexto de su labor en contra del racismo y la discriminacin. Los
pueblos indgenas comenzaron a presionar a Naciones Unidas en la dcada de 1970, a travs
de organizaciones no gubernamentales como el Consejo Mundial para los Pueblos Indgenas
y el Consejo Internacional para los Tratados con Grupos Indgenas. En respuesta a la
legitimidad de sus demandas y a algunos estudios iniciados por la Sub-Comisin sobre
Prevencin de la Discriminacin y la Proteccin de las Minoras, en 1982 el Consejo
Econmico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) cre un grupo de trabajo, al cual le
encomend la tarea de elaborar una declaracin de los derechos de las poblaciones indgenas.
En 1993, el Grupo de Trabajo de la Sub-Comisin entreg un borrador de su declaracin
sobre este tema, el cual est siendo analizado por la Comisin de Derechos Humanos de
Naciones Unidas.
Los pueblos indgenas tienen el derecho a poseer, desarrollar, controlar y utilizar las
tierras y territorios, que incluyen todo el entorno de tierras, aguas, aire, costas,
campos de hielo, flora, fauna y otros recursos que tradicionalmente les han
pertenecido o que de algn modo han ocupado y utilizado. (Traduccin no oficial)
Informes Temticos
543. Donde lo permita el sistema legal vigente, los recursos del subsuelo de tierras
indgenas tambin deben ser considerados exclusiva propiedad de las comunidades
indgenas. En los casos en que esto se considere imposible por el hecho de que los
depsitos del subsuelo son propiedad exclusiva del Estado, ste tiene que [...] permitir la
plena participacin de las comunidades indgenas en lo que respecta al otorgamiento de
permisos de exploracin y explotacin, las utilidades generadas por tales operaciones, los
procedimientos usados para determinar los daos y las compensaciones que se paguen a las
comunidades indgenas como resultado de la explotacin de los recursos del subsuelo y en
la evaluacin de todas las consecuencias de tales actividades de exploracin y explotacin.
544. Ninguna actividad de minera, sea cual fuere, debe permitirse en tierras
indgenas sin que primero se negocie un acuerdo con los pueblos indgenas que se
vern afectados por la operacin minera, y se les garantice una participacin justa en
las ganancias que puedan obtenerse. (Traduccin no oficial)
La Convencin OIT 169 sigue siendo el nico tratado internacional que aborda el tema de
los pueblos indgenas y los derechos a la tierra. Este instrumento estuvo terminado en 1989 y
vino a reemplazar la Convencin OIT 107, que se centraba en el objetivo de la integracin y
la asimilacin antes que en la proteccin de las tierras, la cultura y los aspectos
diferenciadores de los pueblos indgenas. OIT 169 contiene varias garantas esenciales y
procesales para los derechos de los pueblos indgenas sobre sus tierras, entre las que se
incluye, por ejemplo, el Artculo 15: deber existir una especial proteccin de los derechos
de los pueblos relativos a los recursos naturales que formen parte de sus tierras. Adems, los
derechos de propiedad cuentan con la proteccin especial de OIT 169, que seala que deben
reconocerse los derechos de pertenencia y posesin de los pueblos en relacin con las tierras
que tradicionalmente han ocupado. OIT 169 tambin incluye la obligacin de los Estados de
consultar a los pueblos indgenas an cuando los recursos naturales permanezcan bajo
propiedad estatal. La disposicin pertinente a este punto dice lo siguiente:
En los casos en que el Estado sea propietario de los recursos minerales o subterrneos, o
tenga derechos sobre otros recursos que forman parte de las tierras, los gobiernos deben
determinar los procedimientos mediante los cuales consultarn la opinin de estos
OIT 169 garantiza a los pueblos indgenas el control sobre sus tierras, su status legal y su
desarrollo. Tambin protege su medio ambiente de la intromisin daina de elementos
ajenos y define las estructuras internas de la organizacin comunitaria. La aplicacin de estas
normas internacionales bsicas por parte de las constituciones nacionales y las legislaciones
internas en un extenso nmero de pases tambin es una prueba de la existencia de nuevas
normas en el derecho consuetudinario internacional.
Por ltimo, la OIT lleva adelante programas de cooperacin tcnica que promueven la
participacin activa de pueblos indgenas y tribales en todos los niveles de la implementacin
y toma de decisiones de un proyecto, desde su diseo hasta su evaluacin. Otras actividades
de cooperacin tcnica abordan las condiciones de vida y laborales de los pueblos indgenas.
Las caractersticas de los programas, por ende, son diversas y se adpatan a las necesidades
especficas de las comunidades en estudio, y ya se han aplicado en el Sudeste Asitico, Africa
y en las Amricas.
El BIRF acaba de comprometer su participacin en una amplia revisin de sus OD, lo que
constituye un esfuerzo por clarificar sus polticas de proteccin de carcter obligatorio, lo
cual en definitiva apunta a lograr una mayor observancia de las normas. Algunos plantean
que la creacin en 1993 del Panel de Inspeccin gatill este proceso, considerando que slo
entonces las polticas de proteccin lograron su madurez y se transformaron en
instrumentos exigibles. De todas maneras, la transformacin de las instrucciones en polticas
permite el fortalecimiento de los derechos de personas que puedan verse afectadas por los
proyectos de desarrollo; sin embargo, tambin deja espacios abiertos para que algunas
garantas sean suprimidas, con lo cual se reduce el nivel de proteccin de personas, grupos y
comunidades vulnerables.
A pesar de esta vinculacin formal de BIRF con los actores pertinentes, el borrador de
OP/BP 4.10 no incluye varias recomendaciones de gran importancia planteadas por pueblos
indgenas en la primera ronda de consultas, entre las cuales puede mencionarse el derecho al
previo consentimiento informado, la supervisin de los proyectos del Banco por parte de
organizaciones indgenas, y exigencias de una mitigacin ecunime. Entre las dems
inquietudes referidas al nuevo borrador del documento normativo que los pueblos indgenas
plantearon durante el proceso de consulta, se incluyen las siguientes:
Poca claridad en las exigencias referidas a los asuntos de recursos y tierras indgenas.
Las disposiciones que garantizan la proteccin legal ahora son opcionales y no
obligatorias.
Las disposiciones a favor de los pueblos afectados por las creacin de zonas protegidas
son confusas.
Adems, el Borrador de OP/BP 4.10 contiene disposiciones que abordan especficamente las
actividades de la minera en tierras de pueblos indgenas. El prrafo correspondiente dice:
14. Uso Comercial de Tierras y Recursos. Cuando los proyectos asistidos por el Banco implican
la explotacin de recursos naturales (incluyendo recursos forestales, mierales e
hidrocarburos) con fines comerciales, en tierras que pertenecen o que tradicionalmente
han sido utilizadas por grupos indgenas, el Prestatario:
(a) informa a estos grupos de los derechos que la legislacin o el derecho consuetudinario
les confiere sobre estos recursos; (b) les informa sobre los posibles impactos que tales
proyectos podran generar en sus medios de subsistencia, el medio ambiente y el uso de los
recursos naturales; (c) consulta su opinin en una etapa inicial del proyecto de desarrollo y
les otorga participacin en las decisiones que los afectan; y (d) les ofrece oportunidades
para obtener beneficios del proyecto.
Como en todo proyecto que afecta a grupos indgenas, los impactos adversos que recaen
en ellos deben evitarse o reducirse al mnimo, y los beneficios deben ser apropiados en
trminos culturales. (Traduccin no oficial)
El nivel de proteccin que otorga el Borrador de OP/BP 4.10 a los pueblos indgenas sigue
siendo objeto de cuestionamientos. Ms aun, parece que algunas disposiciones, como el
artculo 14, no cumplen con las normas vigentes sobre pertenencia de las tierras, ya que
dicha disposicin puede ser utilizada para justificar reasentamientos forzados de las
comunidades indgenas desde sus tierras ancestrales, lo cual se produce a cambio de
compensaciones inapropiadas por los daos y la prdida de sus medios de subsistencia. Por
ltimo, las oportunidades para obtener beneficios del supuesto desarrollo pueden ser
insignificantes si se les compara con las posibles prdidas materiales y culturales.
5 Conclusin
Tal como lo seala esta breve resea de la evolucin de la teora legal internacional y del
surgimiento de las normas de derechos humanos, los pueblos indgenas estn en camino a
recuperar su personalidad legal internacional. Existen todava muchos temas sin resolver,
entre los que se incluye la primordial interrogante que consiste en definir quin es indgena
y quin no. Sin embargo, el derecho internacional contemporneo est evolucionando hacia
el reconocimiento del particular aporte que ofrece al mosaico cultural de la humanidad la
relacin nica que tienen los pueblos indgenas con sus tierras. En el desafo por lograr un
continuum naturaleza-humanidad, los pueblos indgenas tienen una multitud de narrativas
que compartir.
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