Narciso Yepes PDF
Narciso Yepes PDF
Narciso Yepes PDF
FACULTAD DE EDUCACIN
TESIS DOCTORAL
DIRECTORA:
DRA. PILAR LAGO CASTRO (UNED)
MADRID, 2014
UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIN A DISTANCIA
FACULTAD DE EDUCACIN
TESIS DOCTORAL
DIRECTORA:
DRA. PILAR LAGO CASTRO (UNED)
MADRID, 2014
A ti, Virginia,
a quien elijo cada da;
A la hora de concluir este tesis, vuelvo atrs la mirada y reconozco el rostro de tantas
personas a las que les debo todo, sin las cuales este trabajo jams habra visto la luz.
No olvido a Alfredo Vicent, primer doctor en Espaa guitarrista de diez cuerdas, que me
impuls hace aos a trabajar a fondo sobre Narciso Yepes y que hoy puede ver el
alcance de ese apoyo incondicional que siempre he recibido de l. Gracias Alfredo por
la fidelidad de tu amistad.
Tambin doy las gracias a tantos msicos que me han ayudado a encauzar esta
investigacin y me han enriquecido con sus conversaciones y sugerencias, y a tantos
amigos que no puedo nombrar uno a uno pero que han contribuido de una manera u otra
a darme la fuerza necesaria y el soplo de la amistad. Gracias a todos.
Ahora quisiera dar las gracias muy especialmente a toda mi familia que ha sido, con el
concurso de cada uno desde su lugar, el alma de este trabajo:
A mi madre, Marysia, que custodia en su casa el Archivo Musical que alberga las
fuentes primarias de esta tesis, y ha sido testigo excepcional de las incontables horas de
trabajo en el estudio de mi padre. Gracias madre, tu aliento, tu ilusin y tu orgullo como
viuda de Narciso Yepes han sido tambin un motor indispensable.
A mi hermana Ana, incansable revitalizadora del arte de nuestro padre. Gracias Ana por
tu nimo constante y tu amor de hermana.
A mis cuados, que tanto me han facilitado el trabajo con su colaboracin siempre
oportuna y su disponibilidad para con tantas cosas. Gracias Macarena, scar, Sofa,
Copi, Tobas, Beatriz, Ass, sois mis hermanos.
v
A mis hijos, por su ayuda y por su esfuerzo. Gracias Clara, Guzmn, Ftima, Diego,
vuestra sonrisa ha llenado de alegra esta tarea.
vi
NDICES
NDICE GENERAL
Agradecimientos v
ndice general .. vii
ndice de ilustraciones . xii
Abreviaturas usadas en la descripcin de los documentos .. xx
1. INTRODUCCIN ... 1
2. OBJETIVOS 7
3. MARCO TERICO .. 11
3.1. Caractersticas de un archivo musical ... 13
3.1.1. Conceptos generales ... 13
3.1.2. El Archivo como contenido documental 15
3.1.3. El Archivo familiar o personal .. 17
3.2. Observacin y anlisis de la partitura ... 19
3.2.1. La observacin de la partitura .. 19
3.2.2. El anlisis de la partitura ... 21
3.3. La respuesta sonora: aproximacin a la interpretacin musical ... 23
3.3.1. Criterios de interpretacin . 25
3.3.2. El respeto a la partitura .. 26
3.3.3. El respeto al estilo de la poca .. 28
3.3.4. El respeto al compositor 31
3.3.5. El respeto a la obra 32
3.3.6. El respeto al gusto del pblico ... 34
3.3.7. La libertad de interpretacin .. 35
3.4. La evolucin de la guitarra 37
3.5. Semblanza de Narciso Yepes 46
3.6. El Archivo Musical de Narciso Yepes .. 51
3.4.1. Su legado musical ... 52
3.4.2. El material propio del archivo 52
3.4.3. Las partituras .. 55
vii
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
4. ESTADO DE LA CUESTIN .. 57
4.1. Valoracin general de la figura y obra de Narciso Yepes . 41
4.1.1. Crtica positiva ... 60
4.1.2. Crtica negativa .. 66
4.2. Aportaciones temticas de diferentes autores ... 67
4.2.1. El desarrollo de la tcnica .. 67
4.2.2. Interpretacin y musicalidad .. 71
4.2.3. La calidad del sonido .. 74
4.2.4. La guitarra de diez cuerdas . 77
4.2.5. Evocacin de otros instrumentos 84
4.2.6. La amplitud del repertorio .. 86
4.2.7. El contacto con el pblico .. 89
4.2.8. El artista y el hombre .. 90
4.3. El pensamiento de Narciso Yepes ..... 92
4.3.1. La tcnica al servicio de la msica . 93
4.3.2. El intrprete creador ... 95
4.3.3. Su guitarra .. 98
4.3.4. Algunos recursos tcnicos 101
4.3.5. Transcripciones para guitarra ... 103
4.3.6. Compositores para guitarra .. 105
4.3.7. Guitarra y orquesta ... 107
4.3.8. Su relacin con el pblico 107
4.3.9. Un enfoque del estudio y el aprendizaje .. 110
viii
NDICES
ix
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
7. CONCLUSIONES 275
7.1. Los criterios musicales de Yepes en su aproximacin a la partitura .. 277
7.2. Principios fundamentales de su interpretacin ... 281
7.2.1. Escucharse ... 281
7.2.2. Msica y tcnica. Atencin a lo difcil 282
7.2.3. Msica y tcnica. Atencin a lo fcil .. 282
7.2.4. El equilibrio . 283
7.2.5. La memoria del oyente 283
7.2.6. Un caso particular: el do de guitarras 284
x
NDICES
BIBLIOGRAFA .. 301
xi
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
NDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustracin 1- Falla. Cancin del fuego fatuo (del Amor brujo), p.1 139
Ilustracin 2- Bacarisse. Passapi n 2, p.1 139
Ilustracin 3- Annimo. Marcha irlandesa, p.1 140
Ilustracin 4- Palau. Sonata en La mayor, portada 140
Ilustracin 5- Rameau. Tambourin, p.1 140
Ilustracin 6- Sor. Quinta Fantasa con variaciones, portada 141
Ilustracin 7- Ponce. Suite en La mayor, p.1 141
Ilustracin 8- Palau. Perfiles, tema con variaciones para guitarra, portada 142
Ilustracin 9- Palau. Sonata en La mayor, portada 142
Ilustracin 10- Montsalvatge. Tres divertimentos, segundo movimiento, p.4 142
Ilustracin 11- Montsalvatge. Habanera, p.1 143
Ilustracin 12- Scarlatti. Sonata en La mayor, portada 143
Ilustracin 13-Mertz. Tarantelle, p.3 143
Ilustracin 14- Mertz. Pense Fugitive, pp.1,3,5 144
Ilustracin 15- Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1 144
Ilustracin 16- Mertz. Tarantelle, p.7 144
Ilustracin 17- Mertz. Pense Fugitive, p.11 145
Ilustracin 18- Sor. Quinta Fantasa con variaciones, p.18 145
Ilustracin 19- Sor. Minueto op.34, p.3 146
Ilustracin 20- Sor. Marcha fnebre (de la Fantasa elegaca), p.4 146
Ilustracin 21- Palau. Sonata en La mayor, II. Allegretto, p.3 146
Ilustracin 22- Soler. Sonata, p.3 147
Ilustracin 23- Sanz. Suite espaola, portada 147
Ilustracin 24- Bacarisse. Passapi n 2, p.1 147
Ilustracin 25- Ruiz-Pip. Cancin y Danza n1, p.1 147
Ilustracin 26- Palau. Sonata en La mayor, I. In forma di toccata, p.3 148
Ilustracin 27- Sanz, Suite espaola, p.1 148
Ilustracin 28- Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1 148
Ilustracin 29- Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1 149
Ilustracin 30- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.1 149
Ilustracin 31- Paganini. Ghiribizzi per chitarra sola, pp.23,7 150
Ilustracin 32- Naoumoff. Bach Connexion, p.1 150
xii
NDICES
xiii
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
xiv
NDICES
xv
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 144- Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.3 200
Ilustracin 145- Miroglio. Choreques. I. lans, p.2 200
Ilustracin 146- Rodrigo. Passacaglia, p.8 201
Ilustracin 147- Naoumoff. Bach Connexion, p.1 201
Ilustracin 148- Villa-Lobos. Estudio n 4, p.8 201
Ilustracin 149- Mertz. Tarantelle, p.3 203
Ilustracin 150- Mertz. Pense fugitive, p.1 203
Ilustracin 151- Mertz. Pense fugitive, p.10 203
Ilustracin 152- Ohana. Si le tour parat. VI Jeu des quatre vents, p.1 204
Ilustracin 153- Rodrigo. Tres piezas espaolas. p.8 204
Ilustracin 154- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Fandango, p.6 205
Ilustracin 155- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Fandango, p.4 206
Ilustracin 156- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Fandango, p.4 206
Ilustracin 157- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Passacaglia, p.10 206
Ilustracin 158- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Passacaglia, p.10 207
Ilustracin 159- Rodrigo. Invocacin y Danza, p.5 207
Ilustracin 160- Rodrigo. Invocacin y Danza, p.5 208
Ilustracin 161- Rodrigo. Invocacin y Danza, p.6 208
Ilustracin 162- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Zapateado, p.15 208
Ilustracin 163- Mertz. Pense fugitive, p.4 209
Ilustracin 164- Mertz. Pense fugitive, p.3 209
Ilustracin 165- Mertz. Pense fugitive, p.1 210
Ilustracin 166- Rodrigo. Fandango, p.2 210
Ilustracin 167- Rodrigo. Fandango, Borrador p.1 210
Ilustracin 168- Rodrigo. Fandango, p.3 211
Ilustracin 169- Rodrigo. Fandango, Borrador p.1 211
Ilustracin 170- Rodrigo. Adagio (Concierto de Aranjuez), p.30 212
Ilustracin 171- Rodrigo. Passacaglia, p.10 212
Ilustracin 172- Rodrigo. Passacaglia, p.7 212
Ilustracin 173- Rodrigo. Passacaglia, p.10 213
Ilustracin 174- Rodrigo. Fandango, p.5 213
Ilustracin 175- Naoumoff. Bach Connexion, p.16 214
Ilustracin 176- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Fandango, p.2 214
Ilustracin 177- Rodrigo. Tres piezas espaolas. Fandango, p.6 215
Ilustracin 178- Ohana. Jeu des quatre vents, pp.2,4 215
Ilustracin 179- Paganini. Ghiribizzi per chitarra sola, p.6 215
Ilustracin 180- Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 120. Passapi, p.7 216
xvi
NDICES
xvii
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 218- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.1 238
Ilustracin 219- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, pp.1-3 238
Ilustracin 220- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, pp.1-3 239
Ilustracin 221- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.2 239
Ilustracin 222- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.2 239
Ilustracin 223- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.3 239
Ilustracin 224- Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.3 239
Ilustracin 225- Rameau. Tambourin, p.2 240
Ilustracin 226- Rameau. Tambourin, p.3 240
Ilustracin 227- Weiss. Fantasa, p.2 241
Ilustracin 228- Alfonso X, Cantigas de Sta. Mara, arr.de M. Hishido, portada 242
Ilustracin 229- Alfonso X, Cantigas de Sta. Mara, arr.de N.Yepes, portada 242
Ilustracin 230- Alfonso X, Cantigas de Sta. Mara, arr.de M. Hishido, p.14 243
Ilustracin 231- Alfonso X, Cantigas de Sta. Mara, arr.de N.Yepes, p.9 244
Ilustracin 232- Ruiz-Pip. Cancin y pequea danza, p.1 246
Ilustracin 233- Ruiz-Pip. Cancin y pequea danza, p.2 247
Ilustracin 234- Ruiz-Pip. Cancin y danza, p.1 247
Ilustracin 235- Ruiz-Pip. Cancin y danza, p.1 247
Ilustracin 236- Ruiz-Pip. Cancin y danza, p.1 248
Ilustracin 237- Ruiz-Pip. Cancin y danza, p.1 248
Ilustracin 238- Ruiz-Pip. Cancin y danza, p.2 248
Ilustracin 239- Ruiz-Pip. Cancin y danza n1, p.3 249
Ilustracin 240- Ruiz-Pip. Cancin y danza n1, p.1 250
Ilustracin 241- Ruiz-Pip. Cancin y danza n1, p.1 250
Ilustracin 242- Ruiz-Pip. Cancin y danza n1, p.3 250
Ilustracin 243- Borradores de trabajo entre Ruiz-Pip y Yepes 251
Ilustracin 244- Borradores de trabajo entre Ruiz-Pip y Yepes 251
Ilustracin 245- Borradores de trabajo entre Ruiz-Pip y Yepes 251
Ilustracin 246- Borradores de trabajo entre Ruiz-Pip y Yepes 252
Ilustracin 247- Borradores de trabajo entre Ruiz-Pip y Yepes 252
Ilustracin 248- Borradores de trabajo entre Ruiz-Pip y Yepes 252
Ilustracin 249- Ruiz-Pip. Preludios para Obara, p.7 253
Ilustracin 250- Asencio. Colecticio ntimo. Borrador, p.1 254
Ilustracin 251- Asencio. Colecticio ntimo. Borrador, p.2 255
Ilustracin 252-Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.1 256
Ilustracin 253- Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.1 257
Ilustracin 254- Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.2 258
xviii
NDICES
xix
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
ABREVIATURAS USADAS
EN LA DESCRIPCIN DE LOS DOCUMENTOS
adapt. adaptacin
ann. annimo
anot. anotaciones
arr. arreglo
colecc. coleccin
cm. centmetros
corr. correcciones
cub. cubierta
ded. dedicado
dig. digitacin
digit. digitalmente
ed. editado, edicin
facsim. facsmil
guit. guitarra
h. hh. hoja, hojas
impr. impresa
indic. indicaciones
M mayor
m menor
ms. manuscrito
modif. modificado
mov. movimiento
multigr. multigrafa
n nmero
observ. observacin
op. opus
orig. original
orq. orquesta
p. pp. pgina, pginas
part. partitura
pn. piano
prte. parte
rev. revisin
sic. as est escrito
tabl. tablatura
transcrip. transcripcin
xx
CAPTULO 1
INTRODUCCIN
Captulo 1.- INTRODUCCIN
1.- INTRODUCCIN
Se han cumplido diecisiete aos de la muerte del maestro Narciso Yepes (Lorca 1927,
Murcia 1997), guitarrista universal y uno de los principales protagonistas del panorama
de la interpretacin musical de la segunda mitad del siglo XX.
Pero existe un legado que va ms all y que est destinado a generaciones futuras: el
material que le sirvi de base y evolucin de su propio trabajo, es decir todo lo que
constituye el Archivo Musical de Narciso Yepes: sus manuscritos, partituras, tablaturas,
transcripciones y composiciones.
Dar a conocer la riqueza que atesora este Archivo, observando y analizando las
anotaciones manuscritas del maestro en sus partituras, as como la respuesta sonora que
de ellas resulta, constituye la razn de ser de este trabajo. Con estas aportaciones y
valoraciones, la comunidad cientfica podr seguir investigando sobre la figura de
Yepes, sobre su personalidad como concertista y sobre la interpretacin del repertorio
para guitarra en particular y de la msica en general.
3
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Tras presentar los objetivos que iluminan esta investigacin entraremos en el captulo
del Marco Terico constituido por el conocimiento terico que est en la base de este
trabajo. A continuacin penetraremos en lo que diferentes autores del mundo entero han
opinado sobre el arte de Narciso Yepes y tambin sobre el pensamiento del propio,
maestro apoyado en sus mismas palabras. Explicaremos y detallaremos la metodologa
seguida en esta investigacin para dar inmediatamente paso al ncleo de este trabajo
que es el resultado de valorar y analizar las observaciones que hemos ido extrayendo de
las anotaciones manuscritas de Yepes presentes en los documentos de su archivo
musical. Un cmulo de partituras han sido estudiadas, de distintas pocas, de distintas
formaciones grupales, de diferentes pases y procedencias, de fuentes originales diversas,
de distintos estilos, con distintos calados musicales y distinta popularidad dentro del
repertorio para guitarra, de diferentes pocas de estudio, pertenecientes a diferentes
proyectos, o trabajadas con diferentes propsitos. Lgicamente de todas ellas slo
podemos presentar en estas pginas un nmero limitado de ejemplos que deseamos sean
capaces de ilustrar de un modo significativo la amplia panormica a la que hemos tenido
acceso. Despus de este recorrido por el trabajo minucioso del msico y, tras el anlisis
de la respuesta sonora que emana de sus anotaciones, desembocaremos en las
conclusiones que nos iluminarn sobre el modo de trabajar de Yepes, sus criterios ante
la partitura, sus razonamientos ante el estudio de la obra, sus principios ante la
transmisin de su mensaje, sus sentimientos ante la msica. Finalmente ahondaremos en
una ltima aportacin, ms personal, que no hemos podido evitar y por lo tanto incluir,
un breve eplogo titulado Yepes segn Yepes, en el que intentaremos trazar las lneas
que, en nuestra opinin, dibujan la dimensin de la figura de Narciso Yepes en la
actualidad y su peso en el devenir de la interpretacin de la guitarra en el siglo XXI.
4
Captulo 1.- INTRODUCCIN
En este trabajo hemos procurado delimitar las fronteras de ciertas temticas, con el fin
de no ocupar espacios que consideramos al margen de la propia investigacin y que sin
embargo resultan atractivas tratndose de un personaje pblico como Narciso Yepes. No
vamos a entrar en comparacin con otras escuelas de guitarra. Tampoco con otros
guitarristas. Hemos querido realizar una aproximacin a la obra de Yepes en s misma,
sin querer confrontarla de manera directa con otras maneras de emprender el estudio de
una misma pieza, tan opuestas como legtimas. Esto no quita que, de un modo
automtico, en el anlisis comparativo resultante de la observacin de diferentes
documentos, el contraste no aparezca por s solo.
No pretendemos tampoco ofrecer una relacin de los proyectos realizados por Yepes ni
mucho menos un seguimiento cronolgico de su vida profesional, temas que podrn ser
revisados posteriormente. Slo hemos situado su trabajo en el tiempo, cuando lo hemos
considerado oportuno, para dar el relieve necesario a un documento. No vamos a hablar
tampoco de la faceta de Yepes como conocedor de instrumentos antiguos de cuerda
pulsada ni vamos a adentrarnos en toda su investigacin acerca de la msica antigua
para con esos instrumentos ya que nuestra pretensin es acotar esta investigacin a su
trabajo con la guitarra.
5
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Estas actitudes ante la msica no han pasado desapercibidas para los que hemos tenido
la oportunidad de estudiar a fondo su Archivo Musical. Ha sido fascinante ir vindolas
reflejadas en sus anotaciones manuscritas que enriquecen y reavivan cada una de sus
partituras trabajadas y que constituyen el corpus de esta tesis. Deseamos compartir con
el lector de estas pginas la experiencia de haber podido adentrarnos, discreta y
respetuosamente, por entre estas sugerentes bambalinas que dan acceso al gigantesco
escenario del maestro Narciso Yepes.
6
CAPTULO 2
OBJETIVOS
Captulo 2.- OBJETIVOS
2.- OBJETIVOS
El Archivo Musical de Narciso Yepes tiene un indudable valor histrico y merece ser
dado a conocer al mundo, en resonancia con su propia pedagoga: Yepes no guardaba
ningn secreto de maestro sino que todo lo comparta con quien se acercaba a
escucharlo y con quien deseaba entenderlo. Posar nuestra mirada sobre el contenido del
Archivo a travs del anlisis y el estudio de sus anotaciones manuscritas, y dar una
respuesta sonora a la informacin que desvelan, constituye el objetivo general de esta
tesis doctoral.
9
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
10
CAPTULO 3
MARCO TERICO
Captulo 3.- MARCO TERICO
3. MARCO TERICO
La descripcin de fuentes musicales es una tarea compleja que involucra muy distintas
reas del conocimiento tales como la msica, la musicologa, la historia, la
bibliotecologa o las ciencias de la informacin. En la actualidad los profesionales
dedicados a esta labor requieren adems, por una parte, la utilizacin de tecnologa
aplicada a este fin y, por otra, el conocimiento de los lenguajes, las normativas
generalizadas y los principios tericos y tcnicos que todava no han alcanzado una
unidad ni un criterio universales.
13
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Desde un punto de vista terico, existen dos puntos importantes de discusin respecto a
los archivos musicales: por una parte el principio de la procedencia de los documentos,
y, por otra, la distincin entre archivos, concebidos como un cmulo funcional y natural
de elementos, y colecciones, que renen tems bajo una cierta artificialidad o
intencionalidad. Estos principios bsicos estn perfectamente descritos en ISAD(G)
(General International Standard Archival Description)2. Actualmente se est evaluando
con notable eficacia su alcance y viabilidad de aplicacin en el panorama internacional
de bibliotecas musicales tanto de manuscritos como de msica impresa.
La cuestin que se plantea es: cmo debe proceder un catalogador ante un archivo
musical cuando est rodeado de tan diferentes sistemas? Debera comenzar su trabajo a
partir de normas abstractas y modelos tericos o ms bien basarse en estructuras de
ejemplos concretos? Muchos especialistas en Archivos y Bibliotecas actualmente
fundamentan su trabajo en MARC y adaptan su material en funcin del Sistema de
Clasificacin Decimal (UDC). El inconveniente que surge particularmente en el caso de
manuscritos musicales es que estos procedimientos pueden despreciar datos importantes
tales como la procedencia de las fuentes o las condiciones de acceso a ellas, tal y como
1
RISM (Repertorio Internacional de Fuentes Musicales) (1996). Normas internacionales para la
catalogacin de fuentes musicales histricas, Madrid: Arco Libros.
2
ISAD(G) (1999). General International Standard Archival Description: adopted by the Committee on
Descriptive Standards, Estocolmo: International Council on Archives.
14
Captulo 3.- MARCO TERICO
Adems, segn nos fijemos en distintos sistemas como RISM o ISAD(G), descubrimos
que pueden aparecer importantes diferencias en cmo debe ser descrito un documento.
A lo que normalmente pensamos como autor, se le llama en ISAD(G) creador y en
RISM compositor. Esto no slo son dos palabras diferentes escogidas para decir lo
mismo, sino que nos encontramos ante aproximaciones diferentes que tienen su origen
en trminos tcnicos con un uso muy preciso y delimitado en cada campo. El trmino
creador es utilizado en teora de archivos para enfatizar la funcin esencial de la
creacin; la palabra compositor, sin embargo es obviamente un concepto musical
originado en el campo del inters musicolgico y es ms prximo a la idea de autor. El
concepto de copista musical, por ejemplo, o arreglista o transcriptor aparecen en el
RISM o en las Reglas IAML y sin embargo estn relegados al campo de observaciones
en el MARC.
El material que configura un archivo musical es muy diverso: por una parte contiene
partituras que son el soporte ms antiguo, el cual est necesitado de condiciones de
conversacin parecidas a las de los libros aunque, como hemos visto, est dotado de un
sistema de identificacin y descripcin ms complejo; y por otra parte guarda los
registros sonoros en todo tipo de formato, y que constituyen los documentos ms
modernos, a menudo acompaados de ciertas dificultades en el acceso a ellos. Adems,
un archivo musical suele completarse con libros y revistas, crticas o programas, que no
son estrictamente musicales sino literarios pero que tienen una relacin directa con el
resto de documentos.
Una de las labores ms arduas ante un archivo musical es hallar una metodologa para
establecer el tratamiento archivstico de los documentos en funcin de su morfologa.
Las partituras impresas, por ejemplo, podran identificarse dentro de la categora general
de libro, en cuyo conjunto se encuentran no slo obras literarias y cientficas sino
tambin grficas, fotogrficas, reproducciones de obras plsticas, mapas, diseos, etc.
15
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
1. Partituras
La prctica totalidad de los archivos musicales contienen sobre todo partituras, tanto
manuscritas como impresas, del msico que gener esos fondos. La importancia de
estos documentos radica en que contienen, en la mayora de los casos, detalles y
anotaciones que permiten estudiar el proceso del trabajo personal del msico en
cuestin.
2. Grabaciones
Esta clase de documentacin abunda en los archivos musicales, tanto de compositores
como de intrpretes, y se recogen, como decamos, en mltiples soportes, desde las
cintas magnetofnicas, pasando por los discos de vinilo, hasta los modernos CDs y
mp3.
3. Cartas
Se trata de la correspondencia que refleja las relaciones con otros msicos o
profesionales afines con la msica. Constituye un tipo de documentos que exigen una
organizacin bastante compleja agravada, en muchos casos, por el vaco documental
que supone el poseer slo las cartas recibidas y no tener acceso a una informacin
completa que incluyera las cartas enviadas.
4. Programas y carteles
Los programas de mano y carteles de las actuaciones en las que el personaje ha
intervenido como compositor o intrprete constituyen una fuente de informacin muy
valiosa para un estudio biogrfico o para datar la ejecucin del repertorio.
5. Recortes de prensa
Es frecuente cuando el archivo hace referencia a un personaje pblico que se nutra de
cierta documentacin de este tipo. Tratndose de un msico lo normal es que
encontremos sobre todo entrevistas, crticas de conciertos o discos, y artculos.
6. Fotografas
La mayora de los profesionales conservan documentos fotogrficos significativos. Una
eficaz valoracin de estos documentos implica el conocimiento de las personas que
aparecen retratadas en las fotografas y los lugares y fechas en que fueron tomadas.
16
Captulo 3.- MARCO TERICO
7. Instrumentos musicales
En muchos casos los instrumentos que han pertenecido al msico para su actividad
profesional siguen formando parte de los bienes asociados al archivo musical o han
pasado a constituir un fondo independiente expuesto en una casa-museo dedicada al
personaje que los posea.
8. Libros y revistas
En ocasiones, adems de la publicaciones sobre msica, la biblioteca personal del
personaje queda incluida entre los fondos del archivo musical y guardan un notable
inters pues reflejan los gustos sobre otras materias artsticas, cientficas, humanistas o
literarias.
9. Objetos
El fondo rene a veces los objetos que han pertenecido al personaje del archivo y que
son significativos porque marcan episodios o momentos relevantes de su vida o porque
constituyen sus utensilios del da a da.
3
Montero, Josefa (2008). Los archivos musicales familiares y personales. En P. J. Gmez Gonzlez
(Coord.) El archivo de los sonidos; la gestin de fondos musicales, (pp. 389-411). Salamanca: Asociacin
de Archiveros de Castilla y Len.
17
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Hay autores que creen oportuno distinguir tambin entre archivos o colecciones. Un
archivo es el conjunto de documentos producidos, en este caso, por personas o familias
relacionadas con la msica en el ejercicio de sus actividades pblicas o privadas
(Montero, 2008)5 mientras que una coleccin es un conjunto ordenado de objetos, por
lo comn de una misma clase y adquiridos por su especial inters o valor, entre las que
cabra incluir las bibliotecas privadas. En cualquier caso lo que subyace tras el nombre
de archivo musical de mbito familiar o personal como es el caso que nos ocupa en
esta investigacin es que atesoran documentacin que permite, segn esta autora
construir la biografa de personalidades relacionadas con el mundo de la msica y
proporcionan informacin significativa sobre la historia del arte.
Dentro de los profesionales de la msica que generan fondos interesantes para constituir
un archivo musical sin duda encontramos a compositores, intrpretes, musiclogos y
crticos musicales que han creado dos tipos de documentacin: una de carcter
estrictamente musical, como son las partituras, tablaturas, discos, etc; y otra literaria en
torno a la msica, que incluye escritos sobre msica o sobre msicos, estudios de
investigacin musical, etc.
4
Pons Als, Vicente (1996). Los archivos familiares: realidad y prospectiva desde la ptica del
historiador de los archivos. En R. M. Blasco Martnez (Coord.) Los archivos familiares en Espaa:
estado de la cuestin, (pp.43-93). Santander: Asociacin para la Defensa del Patrimonio Bibliogrfico y
Documental en Cantabria.
5
Montero, Josefa (2008). Los archivos musicales familiares y personales op. cit.
18
Captulo 3.- MARCO TERICO
Cabra precisar en primer lugar lo que se entiende por partitura. Las Reglas de
Catalogacin oficiales de la Direccin General del Libro, Archivos y Bibliotecas 6
definen una partitura como Ejemplar musical en el que aparecen superpuestas en una
misma pgina todas las partes vocales y/o instrumentales de una obra.
Observar la partitura significa examinarla con atencin. En este examen atento se puede,
por una parte, apreciar los cambios que sta sufre como resultado de su estudio y de su
trabajo en el atril y, por otra, obtener una informacin complementaria indirecta acerca
de la obra, el compositor o el intrprete que la ha trabajado.
La observacin no slo contempla la fotografa del objeto sino que incluye el deseo de
la obtencin de la informacin que ese objeto nos procura. Como afirma Pilar Lago
6
Reglas de catalogacin (6 revisin revisada, julio 2007). Ministerio de Cultura. Direccin General del
Libro, Archivos y Bibliotecas. Editado por el Boletn Oficial del Estado y la Secretara General Tcnica
de la Subdireccin General de Publicaciones, Informacin y Documentacin. Anexo: Glosario, p.590.
7
Lago, Pilar (2012). A qu llamamos observar? Tcnicas de observacin. En Lago Castro, P.; Luis
Ponce de Len, L.; Snchez Romero, C. Manos a la obra y a trabajar! (Practicas profesionales I, cap.6)
Madrid: Editorial Club Universitario.
19
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
8
Ketele, Jean-Marie (1984.) Observar para educar: observacin y evaluacin en la prctica educativa.
Madrid: Visor
9
Lago, Pilar (2012). A qu llamamos observar? Tcnicas de observacinop. cit.
10
Fraisse, Paul (1970). La mthode exprimentale. En P. Fraisse et J. Piaget (Eds.) Trait de Psychologie
Exprimentale. I. Histoire et Mthode (pp. 81-130). Paris: P.U.F.
20
Captulo 3.- MARCO TERICO
Entre las cualidades imprescindibles del observador destacan el que debe de ser riguroso
al diferenciar entre los elementos observados y su posible interpretacin, es decir entre
lo observable objetivamente y lo observable subjetivamente fruto de una traduccin
personal de los datos observados. Tambin debe el observador ser capaz de separar lo
relevante de lo irrelevante. Para ello es necesario que conozca con anterioridad cul es
exactamente el objetivo que busca en su tarea. Por ltimo el observador debe contar con
una alta dosis de curiosidad y flexibilidad (Lago, 2012)11 para estar dispuesto a hacerse
nuevas preguntas en relacin con el material observado, y a registrar tambin lo
inesperado.
11
Lago, Pilar (2012). A qu llamamos observar? Tcnicas de observacin op. cit.
12
Padilla, Alfonso (2010). El anlisis musical dialctico. Revista de Musicologa, 6. Buenos Aires,
Argentina.
21
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
de una obra y de los principios formales que la conforman, estableciendo de este modo
una interdependencia entre los elementos que la componen.
Sin embargo no todo es analizable en la partitura, como por ejemplo algunas decisiones
que toma el intrprete situadas en el campo de la intuicin. En cualquier caso un buen
mtodo analtico es aquel que respeta la integridad de la partitura, se subordina a ella en
el sentido de intentar establecer de la manera ms fiel posible la estructura y los
principios de funcionamiento del armazn de la obra ante el intrprete. El anlisis debe
estar al servicio de la msica y no al revs. El empleo de uno u otro mtodo viene dado
por el carcter y el estilo general de la obra y, por supuesto, por la personalidad del
intrprete.
Muchos pensadores han visto la necesidad de usar el anlisis musical para acercarse a
una interpretacin de mayor calidad. Para Molina (2006)13 el anlisis es la herramienta
principal de un msico ante la partitura. Royo (2006)14 aade que el descifrado de los
signos del pentagrama ha de completarse necesariamente con la bsqueda del sistema
de composicin empleado por el autor, el anlisis de la forma, las lneas meldicas y sus
articulaciones, los entramados verticales y las texturas, las sintaxis de sus acordes, las
tensiones y distensiones adems de con conocimientos histricos del estilo de la poca,
13
Molina, Emilio (2006). Anlisis, improvisacin e interpretacin, Eufona, 36, pp.29-39.
14
Royo Abenia, Alberto (2006). El anlisis como herramienta en la interpretacin de la msica atonal
para guitarra. Revista Electrnica de LEEME (Lista Europea Electrnica de Msica en la Educacin), 17.
22
Captulo 3.- MARCO TERICO
del autor, de las caractersticas del instrumento para el que se escribi, del contexto de
la obra, etc. Este autor asegura que todos estos conceptos tericos, historiogrficos,
musicolgicos e incluso psicolgicos son los que acercan al intrprete a la idnea
comprensin de la obra y concluye que escuchar no es simplemente or, escuchar es
comprender lo que est sonando.
No podemos dejar de mencionar un tema que reviste un especial inters y que es objeto
de reflexin de numerosos estudiosos: se trata del status ontolgico de la msica y de la
obra musical. La mayora de los autores sostienen que la msica es la ejecucin y no la
partitura, desarrollando la idea de que la obra no existe si no hay alguien para escucharla
como recalcaba la pedagoga Nadia Boulanger (Monsaingeon, 1980) 15 . Otros, en
cambio, (Dahlhaus, 1996)16 piensan en la partitura como la obra misma. Y, finalmente,
unos terceros (Batstone, 1969)17 ponen el acento en la captacin fenomenolgica del
que escucha la msica. Otros pensamientos sostienen que la obra de arte musical no es
ni la partitura, incapaz de sostener todo lo que se escucha, ni las diversas ejecuciones,
todas imperfectas (Ingarden, 1989) 18 ; la obra musical no es entonces una entidad
ontolgica real sino slo intencional. La partitura no es ms que la forma material en la
que se manifiesta la intencin del creador.
15
Monsaingeon, Bruno (1980). Mademoiselle. Entretiens avec Nadia Boulanger. Paris: Editions Van de
Velde
16
Dahlhaus, Carl (1996). Esttica de la msica. Reichenberger, Edition. Coleccin: De Msica, n 1.
17
Batstone, Philip (1969). Musical Analysis as Phenomenology, Perspective of New Music, II, pp. 94-
110.
18
Igarden, Roman (1989). Quest-ce quune uvre musicale? Pars: Bourgeois.
23
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Es necesario por tanto dar una respuesta sonora a esos signos: esto es lo que conocemos
como interpretacin musical. A travs de ella un msico interpreta, es decir traduce
esos signos visuales que no son ms que registros estticos en una expresin sonora
mvil y cambiante, que es la msica. Es fcil concluir que cada interpretacin de una
misma pieza ser distinta, ser siempre nueva, puesto que se convierte en un
acontecimiento nico en el tiempo. Podemos constatar que tambin la literatura se sirve
de signos, y ciertamente el alfabeto tambin es una representacin de sonidos, pero no
es necesario or cmo suena un texto para comprenderlo. Sin embargo, la msica slo
tiene sentido si es escuchada. Su verdadero y su nico receptor es el odo.
19
Carmona, Jos Carlos, (2006). Criterios de interpretacin musical. Mlaga: Edicones Maestro.
24
Captulo 3.- MARCO TERICO
Los criterios con los que se toman las decisiones en la interpretacin obedecen a
mltiples causas o contextos, y podran resumirse, segn el objetivo a priorizar, en estas
seis dimensiones:
25
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
20
Boulez, Pierre (1981). Points de repre. Pars: Christian Bourgeois diteur.
26
Captulo 3.- MARCO TERICO
Son muchos los intrpretes que piensan que la partitura en s misma no es suficiente
como criterio interpretativo para ofrecer la respuesta sonora de una obra. Explicaba
Copland (1939) cmo el primer problema interpretativo real lo plantean las notas
mismas. La notacin musical, en el estado en que se halla hoy, no es una transcripcin
exacta del pensamiento del compositor. Lo justifica porque permite desviaciones
demasiado amplias en cuestiones de gusto y preferencia. Despus de reconocer que los
compositores son humanos e incurren en inexactitudes de notacin u omisiones
importantes concluye que los intrpretes tienen que hacer uso de su inteligencia
musical ante la msica escrita y aporta una visin muy esclarecedora de lo que supone
la interpretacin: No es posible que un intrprete toque una pieza, ni tan siquiera una
frase, sin aadirle algo de su propia personalidad.
Pablo Casals confirma (Blum, 1980) 22 que la nota impresa supone una camisa de
fuerza mientras que la msica, como la vida misma, es [] espontaneidad continua,
libre de toda restriccin. Como vemos, el respeto a la partitura, para muchos msicos,
21
Copland, Aaron (1939). What to listen for in music. New York: McGraw-Hill Book Company.
22
Blum, David (1980). Casals and the Art of Interpretation. California: Paperback edition; ed en esp.:
Trad. T. Paul Silles. Barcelona: Idea Books, S.A., 2000.
27
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Hasta este momento hemos atendido a un criterio de interpretacin que, de uno u otro
modo, siempre ha ido de la mano del intrprete en casi todas las pocas: tocar la msica
priorizando el respeto a lo que nos ha llegado a travs de la partitura. Pero asistimos en
torno a los aos 60 al inicio de un nuevo concepto de interpretacin musical: la
bsqueda del sonido original, la interpretacin con instrumentos de la poca.
23
Harnoncourt, Nikolaus (2001). Der musikalishe Dialog. Kassel (Alemania): Brenreiter Verlag
Vtterle GmbH & KG ; Ed. en esp. : El dilogo musical. Trad. Laura Manero. Barcelona: Paids, 2003.
24
Crofton, Ian y Fraser, Donald (2001). A capella. Barcelona: Ed. Robinbook, S.L.
25
TVE, Grandes intrpretes: Narciso Yepes, 23 enero 1971.
28
Captulo 3.- MARCO TERICO
No cabe duda de que un parmetro difcil de transmitir a lo largo de los siglos, hasta que
aparecieron las primeras grabaciones sonoras, es el timbre. Sobre una partitura se
podan escribir notas, figuras, matices, articulaciones, indicaciones de estilo u
ornamentaciones, pero respecto al timbre slo se poda escribir el nombre del
instrumento. Y esto es realmente una herencia muy pobre pues ni siquiera determina
verdaderamente el timbre ya que todos los instrumentos han evolucionado en gran
medida y han sido construidos con materiales diferentes. El avance tcnico que sufren la
mayora de los instrumentos en el siglo XIX junto al crecimiento de la orquesta no slo
ha permitido que cambiara su resultado tmbrico sino tambin otros detalles de la
interpretacin como son el tempo de las piezas, su fraseo, la ubicacin de la tesitura y su
balance sonoro.
26
Harnoncourt, Nikolaus (2001). Der musikalishe Dialog op. cit.
27
Beaussant, Philippe (1988). Vous avez dit Baroque? Arles: Actes Sud.
28
Hennion, Antoine (1993). La Passion musicale. Paris: Editions Mtaili.
29
Entrevista en Goldberg, 2001, n 17.
30
Carmona, Jos Carlos, (2006). Criterios de interpretacin musicalop. cit.
29
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
31
Entrevista en Goldberg, 2004, n 28.
32
Schmield, Ernesto (2000). Frans Brggen. Goldberg, n11, pp. 40-51.
33
Lang, Paul Henry (1997) Musicology and performance. Universidad de Yale; ed. esp. Reflexiones
sobre la msica, trad. Francisco Pez. Madrid: Debate, 1998.
30
Captulo 3.- MARCO TERICO
Otra opcin que puede ser buscada por el intrprete como criterio de interpretacin, si
no ha puesto en primer plano el de la literalidad de la partitura o de la interpretacin
historicista, es la inquietud por acercarse a la voluntad del compositor, a sus ideas
generales y particulares que afloran en su obra. Desde este punto de vista, interpretar es
colocarse en la piel del compositor intentando penetrar en su impulso, en su intuicin en
su inspiracin compositiva. La mayora de los compositores, aun asumiendo que el
intrprete es re-creador de la obra, entienden que ste debe de estar a su servicio. El
intrprete existe para servir al compositor, para asimilar y volver a crear el mensaje del
compositor (Copland, 1939) 34 , idea que recalca Jordi Savall (Sutton, 1999) 35
respondiendo a la pregunta que l mismo se formula: Cul es nuestra
responsabilidad? Asumir con un mximo de fidelidad la voluntad del compositor.
La cuestin que se plantea, segn este criterio de interpretacin es: podemos alcanzar a
saber lo que el compositor deseaba verdaderamente al escribir su obra? Y, por otra
parte, tena siempre una idea clara y precisa de lo que quera? Es posible incluso que el
intrprete caiga en la tentacin de hacer un mito de ese supuesto deseo del compositor.
Brahms, por ejemplo, responde en una ocasin a quien le pregunta por la indicacin del
metrnomo de una de sus obras: Acaso cree que siempre quiero escuchar mi msica a
la misma velocidad? (cit. en Crofton y Fraser, 2001)36.
31
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Segn esta visin, nuestro afn por reconstruir una obra al interpretarla no se basa en
procesos de razonamiento o de lgica sino que se vincula a una fuerza que mana del
seno mismo de la pieza musical y que nos exige estar atentos a lo que podramos llamar
el espritu de la obra. Cuando Pablo Casals exclama en un ensayo: No den notas, den
el significado de las notas (cit. en Blum, 1980) 39 , buscaba, segn este autor, el
37
Lang, Paul Henry (1997) Musicology and performance op. cit.
38
Ferraris, Maurizio (1988). Historia de la hermenutica. Mxico: Siglo XXI.
39
Blum, David (1980). Casals and the Art of Interpretation op. cit.
32
Captulo 3.- MARCO TERICO
Pero Aaron Copland (1939)40, para quien una composicin es un organismo vivo da
un paso ms cuando defiende que cada pieza musical tiene una cualidad esencial que
no debe ser traicionada por la interpretacin. Asegura que toma esa cualidad de la
naturaleza misma de la msica y deduce que cada composicin tiene su propio estilo,
al cual debe ser fiel el intrprete.
40
Copland, Aaron (1939). What to listen for in music op. cit.
41
Deschausses, Monique (1988). La musique et la vie. Paris: Editions Buchet/Chastel ; ed. esp. El
intrprete y la msica, trad. Rita Torrs. Madrid: Rialp, 2002.
42
Kendall, Allan (1976). The tender tyrant, Nadia Boulanger: a life devoted to music: a biography.
Londres: Macdonald and Jane's.
43
Ruiz Mantilla, Jess (2002, 6 de noviembre). Soy fiel a las obras, no a quien las crea, porque no
trabajo a las rdenes de nadie: Entrevista: Alfred Brendel. El Pas.
44
Robins, Brian (2001). Philippe Herreweghe. Goldberg, n1, pp. 40-51.
33
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Este criterio interpretativo consistente en llevar a cabo una adaptacin al gusto del
pblico no debe pasar desapercibido pese a que un gran nmero de intrpretes lo niegan
como un criterio real en su interpretacin. Por esta misma razn no es fcil encontrar
45
Baricco, Alessandro (1992). L' anima di Hegel e le mucche del Wisconsin. Garzanti Editore, ed. esp. El
alma de Hegel y las vacas de Wisconsin, trad. Romana Baena Bradaschia. Madrid: Ed. Siruela.
46
Gadamer, Hans Georg (1960). Wahrheit und Methode. Tubinga: Mohr; ed. esp. Verdad y mtodo, trad.
Ana Agud Aparicio y Rafael Aparicio. Salamanca: Sgueme, 1975.
47
Adorno, Theodor W. (1970) Asthetische Theorie. Frankfurt: Suhrkamp verlag; ed. esp. Teora esttica,
trad. Fernando Riaza. Barcelona: Ediciones Orbis, 1983.
34
Captulo 3.- MARCO TERICO
testimonios que documenten esta decisin y la aceptacin por parte de los msicos de
esta influencia. No cabe duda de que no slo el pblico sino la crtica especializada y
otros sectores del horizonte profesional de la msica imponen muchas veces su gusto al
intrprete.
En este apartado nos hacemos eco de uno de los criterios ms importantes a la hora de
jerarquizar los elementos inherentes a la interpretacin: el de la propia libertad del
intrprete, de modo que la obra de arte se convierte en una herramienta personal para la
manifestacin artstica del msico. En este punto es donde el pensador Carmona
(2006)49 se cuestiona: Est el intrprete al servicio de la obra o la obra al servicio del
intrprete?
Numerosas opiniones se han multiplicado sobre esta pregunta, tanto a favor como en
contra. Leonard Meyer (1956)50 nos desvela que el papel del intrprete es el de un
creador activo que da forma y moldea el esquema abstracto suministrado por el autor o
por la tradicin. De esta idea Carmona (2006) 51 deduce que no deben de ser, por
tanto, los intrpretes musicales reconstructores de ejemplos de la obra que un da se
48
Gadamer, Hans Georg (1960). Wahrheit und Methode op. cit.
49
Carmona, Jos Carlos, (2006). Criterios de interpretacin musicalop. cit.
50
Meyer, Leonard B. (1956) Emotion and Meaning in Music. University of Chicago; ed. esp. Emocin y
significado en la msica, trad. Jos Luis Turina. Madrid: Alianza.
51
Carmona, Jos Carlos, (2006). Criterios de interpretacin musicalop. cit.
35
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
hizo, sino insufladores de expresin para la obra callada. Lawson y Stowell (1999)52
reivindican el gusto y la inteligencia musical a la hora de dar vida a una interpretacin
porque tanto entonces como ahora los intrpretes han sido admirados por lo que ellos
como individuos aportaron a la msica. Lgicamente este criterio de libertad en la
interpretacin no da carta blanca a la personalidad del intrprete para destacar por
encima de todos los elementos que componen el desarrollo expresivo de una ejecucin,
pero numerosos msicos s reconocen una intuicin que les acerca a la comprensin de
la obra ms all de las propias intenciones del compositor, el cual escribi la pieza para
dejarla claramente en otras manos. Escribe Carmona (2006)53 despus de analizar las
respuestas que sobre este punto le ofrecen varios directores de orquesta que la obra se
dir a s misma [] al pasar por el matiz de la individualidad del director. En concreto,
el maestro Carlo Maria Gulini (cit. en Jacobson, 1979) 54 sentenciaba: Durante el
concierto debes ser el compositor.
La otra cara de la moneda rene lgicamente opiniones opuestas como por ejemplo la
de Jordi Savall (Morgades, 2002)55 que discrepa: Para un intrprete la msica no debe
ser un medio para expresarse uno mismo, sino el camino para que, a travs de todas las
cualidades que implican el trabajo y la disciplina, la interpretacin ms inspirada y
elocuente surja libremente. Schnberg (cit. en Carmona, 2006)56, junto a muchos otros,
pone el acento en que la propiedad y, por tanto, el destino de la obra est slo y
exclusivamente bajo el mando del autor, los dems deben estar a su servicio. Carmona
propone entender este criterio interpretativo como semejante al de un actor de teatro
porque entiende que el proceso de re-creacin de una partitura contiene las misma
claves profundas que las de la re-creacin de un libreto teatral y concluye con una
aseveracin que ilumina con su comparacin este debate: La mayor parte de los
directores escnicos no se plantean en absoluto el respeto al libreto original, ni a la que
fuera la primera representacin, ni al deseo del escritor, ni al gusto del pblico; s quizs
algo ms al que consideran el sentido de la obra pero que es, casi siempre, una apuesta
de libertad interpretativa del propio director. A este autor le sorprende que, a diferencia
del mundo musical, todos los crticos y el pblico en general aceptan esta situacin sin
52
Lawson, Colin & Stowell, Robin (1999) The Historical Performance of Music. Cambridge University
Press.
53
Carmona, Jos Carlos, (2006). Criterios de interpretacin musicalop. cit.
54
Jacobson, Bernard (1979) Conductors on conducting. Columbia Publishing.
55
Morgades, Lourdes (2002, 26 de agosto). La magia de la msica a travs de Savall. El Pas.
56
Carmona, Jos Carlos, (2006). Criterios de interpretacin musicalop. cit.
36
Captulo 3.- MARCO TERICO
An as, hay que deshacer algunas fantasas histricas. Por ejemplo, hay autores que
sostienen, basndose en unos versos de Guillaume de Machaut y del Libro de buen
amor, que hubo dos guitarras, la latina y la morisca. Por supuesto, atribuyen a la
latina la forma de ocho y el fondo plano, caractersticos de la guitarra actual, y a la
morisca, el fondo abombado y el cuerpo de media pera. En realidad no sabemos
exactamente a qu se refieren Machaut y el Arcipreste de Hita en sus versos, incluso
hay quien piensa que la diferencia entre latina y morisca podra referirse a la manera de
taer un instrumento llamado guitarra (Bellow, 1970)58.
Por otra parte, existi un instrumento medieval, la ctola, que algunos lo denominan
errneamente guitarra latina, que ha sido confundido frecuentemente con la guitarra
57
Bellow, Alexander (1970). The Illustrated History of the Guitar. Rockville Centre, L.I., Nueva York:
Franco Colombo Publications.
58
Ibid.
37
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
y, adems. Por los aos setenta, Rey Marcos (1975) 59 y Wright (1977)60, de manera
independiente, consiguieron diferenciar este instrumento de la guitarra y darle su
verdadero nombre, basndose en documentos iconogrficos relacionados con
documentos literarios.
59
Rey Marcos, Juan Jos (1975). Un instrumento punteado del siglo XIII en Espaa, I, II, III, Msica y
Arte, 2, pp. 35-40; 3, pp. 46-52; 4, pp. 34-37.
On line en: http://veterodoxia.es/wp-content/uploads/2010/07/Rey_1975_Un-instrumento-sXIII.pdf.
60
Wright, Lawrence (1977). The Medieval Gittern and Citole: A case of mistaken identity, The Galpin
Society Journal, 30, pp. 8-42.
61
Rey, Pepe (1991). La Guitarra en la Baja Edad Media / The Guitar in the Late Middle Ages, La
Guitarra Espaola / The Spanish Guitar. Catlogo de la Exposicin realizada en The Metropolitan
Museum of Art, Nueva York (1 octubre 1991 - 5 enero 1992) y el Museo Municipal de Madrid (20 de
febrero - 12 de abril 1992). Madrid: Sociedad Estatal Quinto Centenario (pp. 49-60).
62
Woodfield, Ian (1988). The Early History of the Viol. Cambridge: Cambridge University Press.
63
Rey, Pepe (1991). La Guitarra en la Baja Edad Media op. cit.
64
Polk, Keith (1992). German instrumental music of the late middle ages. Players, patrons and
performance practice. Cambridge: Cambridge University Press.
38
Captulo 3.- MARCO TERICO
en unos dos de comienzos del siglo XVI, impresos por Petrucci y escritos ya en
tablatura italiana de lad. (Spinacino, 1507)65
A partir de aproximadamente 1480 el lad abandon el plectro y pas a tocarse con los
dedos; as nace la gran literatura a solo de este instrumento. En cuanto a la vihuela, hay
testimonios literarios e iconogrficos de que en el mismo siglo se poda tocar de tres
maneras: con arco (vihuela de arco), con pa (vihuela de pola o pndola) y con los
dedos (vihuela de mano). Probablemente esta ltima manera data tambin del ltimo
tercio del siglo XV, cuando el lad cambi su tcnica del plectro a los dedos. Hay
testimonios iconogrficos del uso del arco sobre una vihuela de puente plano, es decir,
que el arco tocara todas las cuerdas simultneamente, lo cual implica el uso de acordes,
quiz para cantar o para recitar. Woodfield (1988)66 nos muestra ejemplos de imgenes
de arcos sobre puentes planos. Cuando la vihuela pasa a Italia a travs de los dominios
de la Corona de Aragn, se desarrolla en una doble vertiente: la viola da mano y la viola
da gamba, que es un instrumento que proviene de la vihuela, pero ha modificado su
forma general y la forma del puente, que es curvo para permitir que el arco toque una
sola cuerda.
Por los mismos aos en que el lad y quiz tambin la vihuela abandonan la pa para
tocarse con los dedos (ca. 1480) tiene lugar otro importante cambio organolgico: se
aade una cuerda a ambos instrumentos, con lo que se fija su forma clsica
renacentista: seis rdenes de cuerdas, sencilla la prima y dobles de la 2 a la 6; hay
testimonios de que el lad poda tener dos cuerdas afinadas a la octava en el 6 orden, y
a veces tambin en el 5; en general, se considera que en la vihuela esa octavacin no se
produjo. As, la afinacin del lad sera la siguiente:
En cuanto a la vihuela, la afinacin puede ser la misma (vihuela en Sol), pero algunos
vihuelistas indican afinaciones tericas en sus obras con el fin de que la escala de la
65
Spinancino, Francesco (1992). Intabulatura de lauto, libro primo ( libro secondo). Ed. facsmil.
Rimpression de ldition de Venise, Petrucci (1507). Ginebra - Pars: Minkoff.
66
Woodfield, Ian (1988). The Early History of the Viol op. cit.
39
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
obra coincida con la escala terica del modo. Las afinaciones tericas de la vihuela a
veces han sido mal entendidas. Este aspecto queda explicado en detalle en Los libros de
vihuela (Arriaga Gonzlez Somoza, 2003)67.
Una de las dificultades que tuvieron que vencer en el siglo XV los intrpretes de
instrumentos de cuerda pulsada y mstil fue la de la notacin. El sistema entonces en
uso para la msica vocal, la llamada notacin mensural blanca, era inviable para el
uso instrumental, porque cada voz est escrita separadamente. As surgen las tablaturas,
un sistema de notacin que en lugar de pentagramas y notas representa las cuerdas del
instrumento y, mediante cifras o letras, los trastes que hay que pisar con los dedos de la
mano izquierda.
La italiana y la napolitana usan nmeros para representar los trastes, la francesa, letras.
En la italiana el cero es la cuerda al aire, el 1, el primer traste, etc.
67
Arriaga, Gerardo; Gonzlez, Carlos & Somoza, Javier (Eds.) (2003). Libros de msica para vihuela,
1536-1576. Primera edicin facsmil en formato digital. CD-ROM, Madrid: Msica Prima, pera Tres.
40
Captulo 3.- MARCO TERICO
Los investigadores Apel (1953)68, sobre los sistemas de notacin musical en general, y
Radole (1979)69, sobre la notacin en los instrumentos de cuerda pulsada y mstil, son
las referencias imprescindibles para la comprensin de estos sistemas de tablaturas.
En el siglo XVI surge en Espaa un nuevo instrumento llamado guitarra. Tiene cuatro
rdenes, su forma es idntica a la de la vihuela, es decir que presenta la forma de ocho y
posee el fondo plano, y es un instrumento pequeo, agudo, el soprano de la familia de
las vihuelas; sin duda, su nombre se deriva del hecho de que en la Edad Media la
guitarra era el soprano de la familia de los lades. Las primeras obras impresas para este
instrumento figuran en el libro de Alonso Mudarra Tres libros de msica en cifras para
vihuela (1546) 71 . En Espaa hay obras para l, adems, en el libro de Miguel de
Fuenllana Orphenica Lyra (1554)72. Se encuentran varios libros en Francia y uno en
Italia con msica para este instrumento, segn nos refieren las investigaciones sobre la
guitarra renacentista, de cuatro rdenes, del guitarrista y estudioso de la msica antigua
Gerardo Arriaga (1988 y 1991)73.
68
Apel, Willi (1953). The Notation of Polyphonic Music, 900-1600. (5 edicin). Massachusetts: The
Mediaeval Academy of America.
69
Radole, Giuseppe (1979). Liuto, chitarra e vihuela. Storia e letteratura. Miln: Edizioni Suvini
Zerboni, 1979. (Ed. espaola traduccin de B. Echamendi: Lad, Guitarra y Vihuela. Barcelona: EDB,
Ediciones Don Bosco, 1982).
70
Miln, Luis (1536). Libro de msica de vihuela de mano intitulado El Maestro, Valencia.
71
Mudarra, Alonso (1546). Tres libros de msica en cifras para vihuela, Sevilla.
72
Fuenllana, Miguel de (1554) Orphenica Lyra, Sevilla.
73
Arriaga, Gerardo (1988). La guitarra de cuatro rdenes en el siglo XVI, Msica y Educacin, 1(2), 369-
406. Arriaga, Gerardo (1991). La Guitarra Renacentista / The Renaissance Guitar, La Guitarra Espaola /
The Spanish Guitar. Catlogo de la Exposicin realizada en The Metropolitan Museum of Art, Nueva
41
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
El repertorio de estos tres instrumentos en el siglo XVI consta de las siguientes formas
(Arriaga, 2003)75:
2. Danzas
Sobresalen las pavanas y las gallardas, pero a medida que avanza el siglo van surgiendo
nuevas danzas.
York (1 octubre 1991 - 5 enero 1992) y el Museo Municipal de Madrid (20 de febrero - 12 de abril 1992)
(pp. 63-67), Madrid: Sociedad Estatal Quinto Centenario.
74
Boye, Gary R. (1995) Music for the Lute, Guitar, and Vihuela (1470-1799).
On line en http://applications.library.appstate.edu/music/lute/home.html
75
Arriaga, Gerardo (2003). La msica de vihuela. En G. Arriaga, C. Gonzlez & J. Somoza (Eds.), Libros
de msica para vihuela, 1536-1576. Primera edicin facsmil en formato digital. CD-ROM, Madrid:
Msica Prima, pera Tres.
76
Narvez, Luis de (1538). Los seis libros del delfn, Valladolid.
42
Captulo 3.- MARCO TERICO
La guitarra barroca tiene una larga historia, desde finales del siglo XVI hasta mediados
del XVIII. Junto a ella surgen, en el siglo XVII, otros instrumentos de cuerda pulsada y
mstil: el lad barroco, el archilad o la teorba. La guitarra barroca conoce un
77
Miln, Luis (1536). El Maestro op. cit.
78
Valderrbano, Enrquez de (1547). Libro de msica de vihuela intitulado Silva de Sirenas, Valladolid.
79
Arriaga, Gerardo (1992). Tcnica de la guitarra barroca, La Guitarra en la Historia, 3, 57-122.
43
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
En la segunda mitad del siglo XVIII se aade, tambin en Espaa, un sexto orden a la
guitarra barroca. Este es el primer paso para la guitarra moderna; con el tiempo, esos
seis rdenes dobles se convertiran en cuerdas simples. La primera fuente musical para
esta guitarra de seis rdenes es un manuscrito fechado en 1773, obra del gaditano Juan
Antonio de Vargas y Guzmn; ese mismo manuscrito se encuentra copiado en otras dos
fuentes con fecha de 1776; una de esas fuentes se conserva en Mxico; la otra, en
Chicago. La literatura sobre Vargas y Guzmn es muy abundante; sobre su figura y su
obra destacan las investigaciones de Stevenson (1979) 80 , Escorza-Robles Cahero
(1984)81, Arriaga (1985)82 y Medina (1989)83.
En algn momento de finales del siglo XVIII la guitarra de seis rdenes pas a tener
seis cuerdas simples. Sobre este punto versan dos teoras: segn la primera, en primer
lugar hubo una guitarra de cinco cuerdas simples a la que se le aadi una cuerda en el
grave; segn la segunda, a la guitarra de cinco rdenes dobles se le aadi un orden
grave, y despus, esta guitarra de seis rdenes se transform en un instrumento de seis
cuerdas simples. A pesar de que hay algunos testimonios iconogrficos de instrumentos
de cinco cuerdas sencillas, la segunda teora, de los seis rdenes dobles que se
transforman en seis cuerdas sencillas parece tener ms aceptacin entre los estudiosos
(Evans, 1977)84.
80
Stevenson, Robert (1979). A Neglected Mexican Guitar Manual of 1776, Inter-American Music
Review, 1(2 ), 205-210.
81
Escorza, Juan Jos & Robles-Cahero, Jos Antonio (1984). La explicacin para tocar la guitarra de
Vargas y Guzmn. Un tratado novohispano del siglo XVIII, Heterofona, 87, 5-42.
82
Arriaga, Gerardo (1985). El mtodo de guitarra de Juan Antonio de Vargas y Guzmn, En Actas del II
Congreso Nacional de Musicologa (Madrid - El Escorial, 1983. Bicentenario de la muerte del P.
Antonio Soler). Revista de Musicologa, n 8(1), (pp. 97-102).
83
Medina, ngel (1989). Un nuevo manuscrito del Tratado de Guitarra de Vargas y Guzmn (Cdiz,
1773), Inter-American Music Review, 10(2), 61-66.
84
Evans, Tom & Evans, Mary Anne (1977). Guitars: Music, History, Construction and Players from the
Renaissance to Rock. Londres, Nueva York, Melbourne: Oxford University Press.
44
Captulo 3.- MARCO TERICO
Lo cierto es que ya a comienzos del siglo XIX hay una guitarra de seis cuerdas simples;
esta guitarra, llamada hoy en da clsico-romntica, es ya una guitarra moderna, aunque
se diferencia de ella en algunos detalles organolgicos: sigue teniendo clavijas de
madera; las cuerdas se sujetan al puente con un sistema distinto al de la guitarra
moderna; es ms pequea y ms estrecha de aros que la guitarra actual y, sobre todo, el
varetaje las barras internas es muy diferente. An no lleva el varetaje en abanico
que es tpico de la guitarra moderna.
Entre los compositores que se vuelcan en esta guitarra clsico-romntica sobresalen los
espaoles Fernando Sor (Jeffery,1992)85 y Dionisio Aguado (Prez Daz, 2003)86, y el
italiano Mauro Giuliani (Heck, 2013)87. En la segunda mitad del siglo XIX Antonio de
Torres, luthier almeriense, realiza algunos cambios sustanciales en el varetaje y la forma
de la guitarra. Se considera a Torres como el creador de la guitarra moderna
(Romanillos, 1987)88.
En todo el siglo XIX la guitarra tiene cultivadores muy interesantes, que son todava
intrpretes a la vez que compositores: Johann Kaspar Mertz, Giulio Regondi, y ms
tarde, los espaoles Julin Arcas y Francisco Trrega.
85
Jeffery, Brian (1992). Fernando Sor: Composer and Guitarist. Londres: Tecla Editions.
86
Prez Daz, Pompeyo (2003). Dionisio Aguado y la guitarra clsico-romntica. Madrid: SEdeM,
Sociedad Espaola de Musicologa; Editorial Alpuerto.
87
Heck, Thomas F. (2013). Mauro Giuliani: A Life For the Guitar. Austin, Texas: Guitar Foundation of
America.
88
Romanillos, Jos Luis (1987). Antonio de Torres, Guitar Maker. His Life & Work. Longmead,
Shaftesbury: Dorset: Element Books.
45
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
A finales de la dcada de 1940 surgi en el mundo de la guitarra una voz nueva, llena
de fuerza y personalidad: la de Narciso Yepes. A partir de entonces, y durante media
centuria, esa voz reson en los escenarios musicales de todo el mundo, sin perder en
ningn momento esa fuerza y personalidad que la convierten en una de las protagonistas
del panorama de la interpretacin musical de la segunda mitad del siglo XX. (Arriaga,
2009) 89
Segn este autor, que publica una de las aproximaciones ms recientes a la figura de
Yepes, una palabra sintetiza sus virtudes musicales: la originalidad. Esta caracterstica,
entendida no como rareza sino como novedad, curiosidad y valenta, defini su vida
profesional. Arriaga resume la originalidad de Yepes en su enfoque de la tcnica
guitarrstica, gracias a la cual, desde los inicios de su carrera, puede enfrentarse a obras
de una gran complejidad mecnica y resolverlas con limpieza y brillantez extremas; en
su investigacin en el repertorio para guitarra enriquecindolo con obras poco
conocidas o incluso del todo desconocidas e incluyendo en sus programas a autores
antiguos y contemporneos junto a los grandes clsicos; en el compromiso con la
msica de su tiempo mediante la bsqueda en lenguajes ms actuales que han sido
poco frecuentados por los guitarristas y consiguiendo que algunos compositores que
se movan dentro de esos lenguajes escribieran obras nuevas para guitarra.; y
finalmente en la creacin de la guitarra de diez cuerdas con la cual busca la ampliacin
de los recursos sonoros del instrumento.
89
Arriaga, Gerardo (2009, mayo). Entrevista con Marysia Szumlakowska, Ana Yepes e Ignacio Yepes.
Roseta, (Revista de la Sociedad Espaola de la Guitarra), 2, p.138.
46
Captulo 3.- MARCO TERICO
semanas ms tarde ya es capaz de tocar todo tipo de melodas. Narciso aprende a leer
msica antes que a leer las palabras y con seis aos comienza a recibir clases de solfeo y
guitarra. Sus primeros pasos en un escenario los da en el Teatro Guerra de Lorca y en la
radio local.
Con trece aos Narciso comienza sus estudios en el Instituto de Enseanzas Medias y
en el Conservatorio Superior de Msica de Valencia, adonde se traslada su familia al
comenzar la guerra civil. Ah conoce a Juan Lamote de Grignn, creador de la Orquesta
Sinfnica y de la Banda Municipal de Barcelona, y en sus ltimos aos director de la
Sinfnica de Valencia. Gracias a l, encuentra su primer trabajo dando clases
particulares de bandurria y guitarra, y participa en las tertulias que se organizan en su
casa, junto al catedrtico Rafael Balaguer, el violinista Juan Als o el astrnomo Jos
Pigmalin. Tambin entra en contacto por esta poca con el compositor Miguel Palau y
los guitarristas Estanislao Marco y Joaqun Garca de la Rosa, antiguos alumnos de
Francisco Trrega.
Pero su verdadero maestro fue, desde 1943, el compositor Vicente Asencio, quien le
hizo cuestionarse las limitaciones de las tcnicas de interpretacin para tocar la guitarra
y le hace descubrir nuevos horizontes para el desarrollo de una innovadora tcnica
guitarrstica. Con diecisiete aos da su primer concierto en el Teatro Serrano de
Valencia. Ese mismo ao (1944) termina en Valencia el bachiller y la carrera de msica,
en la que obtuvo premio extraordinario en todas las asignaturas, y regresa junto a su
familia a Lorca.
47
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
partir de ese momento se suceden las actuaciones de Yepes en Europa y despus por
multitud de capitales y ciudades importantes de todo el mundo.
Yepes se traslada entonces a Pars, el centro de la cultura europea, durante tres aos.
All recibe clases del maestro rumano George Enescu (profesor tambin del violinista
Yehudi Menuhin) y de la pedagoga Nadia Boulanger. En 1952 ofrece un recital en la
Salle Gaveau y obtiene un xito que define el inicio de sus giras de conciertos por los
cinco continentes de manera ininterrumpida. Es justamente en Pars en 1952 cuando el
director de cine Ren Clment le encarga la msica para su pelcula Juegos prohibidos
que obtiene todos los premios internacionales de cine de la poca incluido el de
Hoolywood, con la mencin especial a la msica y el scar a la mejor pelcula.
En 1964 crea la moderna guitarra de diez cuerdas para corregir un desequilibrio sonoro
de la guitarra tradicional que le abre enormes posibilidades para interpretar la msica
antigua sin necesidad de transcribirla. Esta investigacin conduce a Yepes al
conocimiento del lad del Renacimiento, de la vihuela, de la teorba y del lad barroco.
Justamente para este instrumento el sello discogrfico Archiv-Produktion le encarga la
48
Captulo 3.- MARCO TERICO
primera grabacin mundial de las obras completas de Bach para lad; con este motivo el
luthier holands Van der Waals le construye un instrumento idntico al que tena Johann
Sebastian Bach.
Ha grabado para diversas casas discogrficas pero sobre todo ha sido artista exclusivo
de la Deutsche Grammophon, con la que tiene la ms extensa discoteca grabada hasta el
momento por un guitarrista: ms de cincuenta discos. Ha tocado junto a las mejores
orquestas del mundo y con los ms prestigiosos directores.
Una labor tal vez menos conocida pero no menos significativa de su dedicacin
profesional es su importante aportacin en el mundo de la msica de cmara. De entre
sus proyectos ms emblemticos cabe destacar los siguientes:
Con Teresa Berganza form un do del cual son fruto dos grabaciones discogrficas
para la Deutsche Grammophon de las que Yepes realiz la transcripciones para voz y
guitarra: La primera (Madrid, 1974) contiene canciones antiguas espaolas con obras de
Alfonso X, el Sabio, Miguel de Fuenllana, Alonso Mudarra, Francisco de la Torre,
Enrquez de Valderrbano, Luis de Miln, Juan de Triana, Juan del Encina, Juan
Vzquez y Luis de Narvez. La segunda (Munich, 1976) rene las Siete canciones
populares espaolas de Manuel de Falla y las Trece canciones antiguas espaolas de
Federico Garca Lorca.
49
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Los Quintetos de Boccherini para guitarra y cuarteto de cuerda tambin pasaron por los
dedos de Narciso Yepes. Realiz para la Deutsche Grammophon la grabacin
discogrfica de estos Quintetos junto al Cuarteto Melos y con Lucero Tena
interpretando la parte de castauelas (1971).
El Tro Yepes fue otro conjunto de cmara al que Narciso Yepes dedic su atencin. Era
un tro de danza, flauta y guitarra constituido por Ana, Ignacio y Narciso Yepes, y
ofreca un divertimento sobre la msica y la danza antigua espaolas. Las
transcripciones musicales eran obra de Gerardo Arriaga, Ignacio Yepes y Narciso
Yepes, y las reconstituciones coreogrficas de Ana Yepes. El Tro Yepes realiz giras
de conciertos por Espaa, Italia, Francia y Japn. (1989-1993)
Narciso Yepes ha recibido, entre otras distinciones, las de la Cruz de la Orden de Isabel
la Catlica en 1961, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia en 1977,
Miembro de la Academia de Alfonso X el Sabio en 1978, Medalla de Oro al Mrito en
las Bellas Artes, otorgada por su Majestad el Rey D. Juan Carlos I en 1980, Premio de
la Sociedad General de Autores en 1984, Premio de Televisin Espaola en 1985,
Premio nacional de Msica en 1986, Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando en 1989 a la que ingres leyendo su discurso Ser instrumento.
50
Captulo 3.- MARCO TERICO
Al entrar en el estudio privado de Narciso Yepes, donde pasaba sus horas ms ricas de
creacin y tambin sus horas ms duras de trabajo, lo primero que uno se pregunta al
contemplar el volumen de archivos, carpetas y partituras es cmo tuvo tiempo de
trabajar tanta msica?, de culminar tantos proyectos?, de asomarse diligentemente a
tantas facetas de la investigacin musical? y de hacer suyas tantas obras que estudi,
toc y memoriz para siempre?
90
Fresno, Jorge (1975). Yepes, Narciso. En Gran Enciclopedia Rialp, Tomo XXIII, Madrid: Ediciones
Rialp, S.A., p.796.
91
Yepes, Ignacio (2009, mayo). El Archivo Musical de Narciso Yepes. Roseta, (Revista de la Sociedad
Espaola de la Guitarra), 2, p.102.
51
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Por una parte podemos contemplar su coleccin de instrumentos que incluye, adems de
la mayora de las guitarras tocadas por l en el transcurso de los aos, las rplicas de
instrumentos antiguos construidos por encargo suyo, (con algunos de los cuales realiz
grabaciones histricas como la primera integral de obras para lad de Johann Sebastian
Bach), su coleccin de instrumentos antiguos y las distintas guitarras experimentales
hechas especialmente para l por luthieres de diferentes rincones del mundo guiados por
la imaginacin artesanal, la inquietud musicolgica o la bsqueda de nuevos retos
sonoros.
Por otra parte se encuentra el material propio del Archivo Musical de Narciso Yepes,
objeto de estudio en la presente tesis doctoral.
Entre el material propio del Archivo Musical de Narciso Yepes, objeto de la presente
tesis doctoral, podemos encontrar la siguiente documentacin (Yepes, 2009)92:
92
Ibid. p. 104.
52
Captulo 3.- MARCO TERICO
Incluyen sus transcripciones para guitarra, tanto de tablaturas de msica antigua como
de otros instrumentos, as como sus revisiones y versiones personales escritas de su
puo y letra de las obras trabajadas.
4. Partituras editadas
Del repertorio guitarrstico universal y de otros instrumentos de cuerda pulsada.
53
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
93
Ibid. p. 104.
54
Captulo 3.- MARCO TERICO
Centrndonos en la parte del Archivo Musical que rene como fuentes documentales
nicamente las partituras que engalanan las estanteras de su biblioteca, encontramos
sucesiones de archivadores agrupados en secciones independientes organizadas as por
el propio Narciso Yepes. Entre estas secciones destacan las siguientes (Yepes, 2009)94:
1. Guitarra sola
Incluye la mayor parte de la msica destinada a ser interpretada en sus recitales.
2. Dos de guitarra
Incluye los proyectos realizados junto a su discpula Godelieve Monden.
4. Msica de cmara
Incluye sus trabajos con diferentes formaciones
5. Guitarra y arpa
Incluye el trabajo realizado junto a Nicanor Zabaleta.
6. Voz y guitarra
Incluye los proyectos culminados con Teresa Berganza.
7. Guitarra y orquesta
Incluye las partituras del director, las partes de guitarra y las particellas de las obras.
8. Msica en estudio
Incluye el material que, en un momento dado, est siendo trabajado para un proyecto
inmediato.
9. Msica en proyecto
Incluye la msica en fase de ser revisada o estudiada para futuras producciones.
94
Ibid. p.105.
55
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
11. Danza
Incluye el trabajo emprendido en el Tro Yepes junto a Ana Yepes e Ignacio Yepes.
56
CAPTULO 4
ESTADO DE LA CUESTIN
58
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
4. ESTADO DE LA CUESTIN
59
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
95
Neri de Caso, Leopoldo (2014). Regino Sainz de la Maza y el renacimiento espaol de la guitarra en el
siglo XX. Tesis doctoral. Universidad de Valadolid. Facultad de Filosofa y Letras. Departamento de
Historia y Ciencias de la Msica.
96
Sainz de la Maza, Regino. (1947, 18 de diciembre) Narciso Garca Yepes, Abc, p.15.
60
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Dos caractersticas descritas en mltiples ocasiones que se desvelarn como unas de las
mayores y ms profundas cualidades del maestro Yepes sern por una parte el rigor,
tanto en el trabajo personal de perfeccionamiento como en la bsqueda de soluciones a
los problemas y, por otra parte, como decamos anteriormente, la disposicin inviolable
para Yepes de la tcnica siempre a beneficio de la msica y nunca al revs. Yepes llega
a esta meta gracias a aos de estudio y de experiencia capaces de transformar el don y
97
Rodrigo, Joaqun, (1947, 22 de diciembre). La semana musical, Marca.
98
Rockwell, John (1984, 12 de abril). Recital: Harp and Guitar Program. The New York Times.
99
Quando la chitarra come lorchestra (1984, 4 de enero). [Autor: R.B.]. Tempo, Roma.
61
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Es comn entre los articulistas que comentan la manera de tocar de Yepes el no poder
desligar los distintos elementos que la integran. Esto es lgico teniendo en cuenta que
para Yepes la interpretacin de una obra constituye una unidad y no debe causar en el
oyente sensaciones paralelas y mucho menos contradictorias respecto al virtuosismo, la
esttica o la hondura de la expresin. Todo necesita ser cuidado en la misma direccin
para lograr una emocin coherente en cada instante. As por ejemplo Echanove
(1959)101, crtico musical de El Correo Espaol, enumera e integra aspectos relativos a
la tcnica, la sonoridad, la interpretacin y la recepcin del pblico: Yepes agot los
recursos sonoros del instrumento, emple los formidables recursos de su tcnica
impecable, puso alma y pasin en sus interpretaciones y cre en el ambiente el hechizo
sutil, lnguido y evocador que emana siempre de una guitarra bien taida.
Las cualidades de la interpretacin que los diversos autores han dedicado a Yepes
completaran un listado enorme. En l siempre descubrimos nuevos elementos aadidos,
descritos con tal conviccin que bien podra considerarse cada uno de ellos como el ms
importante. Como ejemplo valga citar la sntesis que realiza Becriaux (1985) 104 al
enumerar los elementos destacables de Yepes por la textura conseguida: la vivacidad,
la volubilidad, lo aterciopelado, y el sentido de los matices. En uno de los primeros
100
Ibid.
101
Echanove, Francisco (1959, 29 de diciembre) Narciso Yepes en Conciertos Arriaga. El Correo
Espaol, p.2, Bilbao.
102
Dumesnil, Ren (1961, 10 de noviembre) Le guitariste Narciso Yepes. Le Monde.
103
Ericson, Raymond (1972, 2 de diciembre). Yepes, Classical Guitarrist, Plays at Metropolitan. The New
York Times, p. 42.
104
Becriaux, Roger (1985, 20 de junio) Maguelone a ouvert les festivals dt. Midi Libre Rgion.
62
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
artculos de los muchos que sobre Yepes escribiera el prestigioso crtico espaol
Enrique Franco (1962)105 podemos reconocer de nuevo ese ramillete inseparable que
rene la calidad de la tcnica, el timbre y la musicalidad: perfeccin tcnica absoluta,
hermosura de sonido, lnea flexible y riqusima de acentos expresivos. Se trata de una
crnica de un concierto bajo la batuta del maestro Odn Alonso junto a la orquesta
Filarmnica, del cual podemos apreciar, en otro peridico de ese mismo da, cmo ha
causado Yepes idntica sensacin y admiracin cuando resalta de l la calidad del
sonido, la claridad tcnica y el sentido musical (Franco, J. M., 1962) 106 . Resulta
enormemente interesante, en ocasiones, cotejar las crticas de un mismo concierto
publicadas en diferentes medios y comprobar cmo la subjetividad del anlisis de los
distintos expertos acaba configurando cierta objetividad al coincidir en subrayar
aspectos semejantes. As, encontramos en el artculo de un tercer diario sobre esta
misma actuacin la descripcin del trabajo de Yepes como perfecto: equilibrado,
hondo y fluido en el mecanismo (Fernndez-Cid, 1962)107.
105
Franco, Enrique (1962, 29 de marzo). Alonso, Yepes y la Filarmnica. Arriba.
106
Franco, Jos Mara (1962, 29 de marzo). Yepes estrena un concierto con la Filarmnica. Ya.
107
Fernndez-Cid, Antonio (1962, 29 de marzo). Dos grandes xitos de Rodrigo y Yepes. Informaciones.
108
Bonner Runschau (1964, 7 de mayo). Brava interpretacin a la guitarra. Bonner Runschau, ao 19,
n106, Bonn.
109
Fuentes Labrador, Juan Luis (1975, 13 de diciembre). Musicalidad y mecnica. El Adelantado,
Salamanca.
63
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
La limpieza y claridad de la lnea expresiva son igualmente los pinceles con los que el
poeta Dionisio Ridruejo (1973) 110 retrata a Yepes: Gran artista. Lmpido, cuidado,
sabedor. Su dibujo musical emociona como si desleyese materia preciosa.
110
Ridruejo, Dionisio (1973, 7 de julio). Retrato de hombre con guitarra grande. Destino, n186, p.27:
Barcelona.
111
Vidal, Robert (1968, junio). Narciso Yepes, un rput serviteur. Diapason p.38-39, Pars.
112
Salas y Guirior, Jos (1973, 7 de julio). Semana de msica espaola en Lisboa. ABC.
113
Hambleton, Ronald (1974, 22 de noviembre). Naciso Yepes the guitar giant. Star.
114
Vidal, Robert (1968, junio). Narciso Yepes, un rput serviteur op. cit.
115
Quintana, Sonia (1983, 17 de julio). Narciso Yepes: un honrado artesano de la msica. El Mercurio.
Artes y Letras, p.4-5, Santiago de Chile.
116
Fumet, Joseph (1984, 8 de febrero). Narciso Yepes: un grand savant de la guitare. Le Courier de
lOuest, p5, Angers.
117
Alonso, Gonzalo (1986, 7 de marzo). Narciso Yepes, solista de multitudes. El Pas, p.4.
118
Alonso, Csar (1986, 30 de junio). Naciso Yepes, ms que un artista. Ideal, p.20, Granada.
119
Mller, Martin (1986). Narciso Yepes y las clidas exploraciones de su guitarra. La Nacin, Buenos
Aires.
120
Esnaola, Francisco (1992, 12 de enero). Narciso Yepes, mago de la guitarra. El Diario Vasco, p.100.
64
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
121
La guitarra virtuosa del maestro Narciso Yepes (1983, 26 de julio). Tiempo de Crdoba, p.16,
Argentina.
122
Brazzale, Riccardo (1983, 19 de mayo). Narciso Yepes, magia di una chitarra. Il Giornale di Vicenza.
123
Quando la chitarra come lorchestra (1984, 4 de enero). [Autor: R.B.]. Tempo, Roma.
124
Franco, Enrique (1976, 23 de enero). La guitarra y su misterio. Arriba.
125
Verti, Roberto (1984, 7 de febrero). Yepes e le sue dieci corde. Carlino Spettacoli.
126
Bellingardi, Luigi (1987, 17 de marzo). Sulle corde come un Goya. Corriere della Sera, p.34.
127
Celli, Teodoro (1987, 17 de marzo). I prodigi della superchitarra. Il Messaggero.
128
Ruiz-Coca, Fernando (1986, 16 de mayo). El sabio arte de Victoria de los ngeles y la tcnica de
Yepes. Ya.
129
Pineda, Miguel ngel (1987, 5 de noviembre) NY en la cima de la guitarra clsica. El Da,
Guanajuato.
130
Cavalotti, Enrico (1987, 16 de marzo). Chitarra in trionfo con il magisterio de Narciso Yepes. Il
Tempo, Roma.
131
Mller, von Herbert (1986, 6 de diciembre). Ein Master der Gitarre. Wiener Zeitung Oberver.
132
Eckert, Thor Jr. (1981, 24 de noviembre). Yepes finds ways to extend the limits of a guitar. Rocky
Mountain News, Denver, Colorado.
133
Valente, Erasmo (1987, 17 de marzo). Yepes, la semplice arte dellla chitarra. LUnit, Roma.
134
Izarabena, R. C. (1969, 9 de febrero). Narciso Yepes y su guitarra, embajadores de la msica espaola.
Espaa-Pars, ao 10, n479, p. 2.
135
Suoni e colori di Spagna con la chitarra di Yepes (1986, 17 de enero). Giornale di Sicilia.
136
Izarabena, R. C. (1969, 9 de febrero). Narciso Yepes y su guitarra op. cit.
137
Vara, J. A. (1986, agosto). xito de Narciso Yepes en Buenos Aires. ABC.
138
Salas y Guirior, Jos (1973, 7 de julio). Semana de msica espaola en Lisboa. ABC.
65
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Aunque Yepes ha ido afrontando cada una de las etapas que han configurado su trabajo,
su vida y su obra con su popularidad en lo ms alto, no ha recibido elogios en todas las
ocasiones. A veces, tras algunos de sus conciertos ha sido blanco de crticas negativas.
Llama no obstante la atencin el contraste que se produce cuando la emisin de estos
comentarios negativos coinciden con opiniones favorables del mismo concierto. Esto
sucede por ejemplo despus de un concierto en el Teatro Real de Madrid del que recibe
estas dos escuchas: Es imposible tocar mejor esta obra. La versin de Yepes es sobria,
serena, llena de elegancia dieciochesca, profundamente espaola sin acercarse jams al
menor pintoresquismo, su tcnica impecable (Maras, 1977)139. Y del mismo concierto:
Yepes no alcanz su habitual perfeccin. (subttulo). [] La ejecucin dist mucho de
la infalibilidad y perfeccin a l exigible en el mecanismo varias veces impreciso
(Fernndez-Cid, 1977)140.
Algo muy parecido sucede con estas dos visiones en sendos peridicos norteamericanos
de un mismo programa, el do de arpa y guitarra formado por Nicanor Zabaleta y
Narciso Yepes: Honraron el escenario del Concert Hall. [] La gracia del sonido, el
estilo y la elegancia. [] Un sonido que resplandeca en un mundo especial y delicado
construido por los dos extraordinarios artistas (Mattos, 1984)141, y simultneamente:
Desajustes y desequilibrio sonoro (Rockwell, 1984)142.
139
Maras, lvaro. (1977, 2 de marzo). Los conciertos del Real. El Pas.
140
Fernndez-Cid, Antonio (1977, 1 de marzo). Pginas de Rodrigo. ABC.
141
Mattos, Ed. (1984, 10 de abril). Zabaleta & Yepes. The Washington Post, ao 107, p.C4.
142
Rockwell, John (1984, 12 de abril). Recital: Harp and Guitar Program. The New York Times.
143
Rigoli, Juan (1983, 2 de noviembre). Victoria de los ngeles et Narciso Yepes. Journal de Genve.
66
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Otro concierto de cmara. Esta vez con la Orquesta de cmara Espaola y Vctor Martn,
acompaando el Concierto de Gulliani: La verdad, no todo fue pulcro, ni fino, ni claro
en los dos movimientos extremos. Ni en la orquesta, ni en Yepes. Se ech de menos un
trabajo depurador [de] de conjunto ms intenso que hubiera permitido exponer con
claridad una escritura algo confusa en s misma (Hontan, 1985)144. Como curiosidad
se aprecia que el ttulo de esta crnica sin embargo rotula: Gran xito de Narciso
Yepes y la Orquesta de Cmara Espaola.
Por ltimo cabe mencionar la crtica en el peridico vasco Deia tras un recital: Se
detectaron imprecisiones del tempo [], algn traspis, puntos oscuros, indecisiones
con consecuencia [], pero queda a salvo el arte puro, el concepto alto y en un punto
adusto de la guitarra de Narciso Yepes (Deia, 1988, 2 de febrero)145.
Hasta aqu hemos ofrecido comentarios crticos de carcter general sobre el trabajo de
Yepes. Recopilamos a continuacin las opiniones vertidas de un modo ms concreto
sobre las diferentes facetas de Yepes como artista.
Es difcil encontrar autores, entre los que se asoman al desarrollo tcnico de Yepes,
capaces de desligar su tcnica asombrosa de su musicalidad y su hondura. sta ser una
persistente observacin y constatacin del arte de Yepes que se traduce en mltiples
comentarios ms o menos detallados que iremos desgranando por orden cronolgico
con el fin de asistir al desarrollo mismo de la tcnica y su percepcin por los expertos
observadores de las distintas etapas de su vida.
Ya por los aos cincuenta sorprenda ese nexo inseparable de msica y tcnica como
podemos leer en un diario africano que descubre cmo Yepes extrae de la guitarra
acordes inverosmiles, en virtud de una digitacin que rebasa el puro y simple
mecanismo fsico para convertirse en movimiento sutil a veces enrgico y expresivo
144
Hontan, Leopoldo (1985, 16 de marzo). Gran xito de Narciso Yepes y la Orquesta de Cmara
Espaola. ABC, p.72.
145
El arte severo de Yepes (1988, 2 de febrero). [Autor: J.A.Z.] Deia, p.43.
67
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
sin rebasar los lmites impuestos por esa singular forma suya de recitar el contenido
musical de la obra (Diario de frica, 1959, 25 de noviembre)146; y en ese mismo ao la
prensa bilbana valora que siendo la guitarra un instrumento con limitacin de
posibilidades es formidable apreciar que los buenos guitarristas como Yepes saben
suscitar grandes emociones musicales que son producidas directamente por la
peculiaridad del sonido, la precisin rtmica, el mecanismo limpio y el fraseo inspirado
(Echanove, 1959)147 y precisa que de Yepes ya no hay que hablar como virtuoso, sino
del arte que desliza a travs de las seis cuerdas de la guitarra (Ruiz Jaln, 1959)148.
Obsrvese que an no exista la de diez cuerdas presentada por Yepes en 1964.
Enrique Franco (1960) 149 considera que el dominio tcnico al que ha llegado Yepes se
apoya en un rigor musical que hace de sus versiones algo modlico de estilo e
intencin y repara en que la guitarra de Yepes no cede a las posibilidades de
sensualismo tmbrico que el crtico define como una eterna tentacin ante el mgico
instrumento, sino que sirve la idea musical desde unos conceptos de primera jerarqua
artstica. Este mismo contraste analizado por Franco entre la firmeza de la tcnica de
Yepes y la habitual laxitud, consciente o inconsciente, de la mayora de los dems
guitarristas, es recogido asimismo por el Padre Sopea (1961a) 150 cuando desvela que
lo que ms nos impresiona en este esplndido artista es la musicalidad, lo que yo
llamara moderna musicalidad de la guitarra, que formula como una musicalidad que
tambin ha necesitado vencer una cierta rebelda de la guitarra, pcara simuladora con
portamentos y rubatos de posibles vacos; lo que conduce a este autor a colocar la
guitarra de Yepes en el ms alto status, amiga del arpa de Zabaleta y del piano de los
mejores, a mostrar su admiracin ante la madurez de la tcnica, prodigiosamente
cristalina; y a subrayar, en un artculo posterior, la conexin antes mencionada,
caracterstica de Yepes, capaz de mostrar esa tcnica que es extraordinaria por ser
inseparable de la ms refinada musicalidad (Sopea, 1961b)151. Ambos autores, Franco
y Sopea, se hacen testigos repetidamente de ese vnculo tcnico-expresivo en las
146
Una vez ms Narciso Yepes [] (1959, 25 de noviembre). Diario de frica, p.3.
147
Echanove, Francisco (1959, 29 de diciembre). Narciso Yepes en Conciertos Arriaga. El Correo
Espaol, p.2, Bilbao.
148
Ruiz Jaln, Sabino (1959, 29 de diciembre). Narciso Yepes en Conciertos Arriaga. La Gaceta del
Norte, ao 59, n19, p.2, Bilbao.
149
Franco, Enrique (1960, 11 de febrero). Un gran concierto de Narciso Yepes en el Crculo Medina.
Arriba, p.21.
150
Sopea, Federico (1961a, 25 de enero). Narciso Yepes. ABC.
151
Sopea, Federico (1961b, 12 de abril). Monumental: Alonso, Yepes. ABC, p.62.
68
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
152
Franco, Enrique (1961, 12 de abril). Un gran triunfo de Narciso Yepes, Odn Alonso y la Orquesta
Filarmnica. Arriba, p.17.
153
Sopea, Federico (1962a, 20 de enero). Palacio de la Msica: Concierto de Aranjuez. ABC, p.61.
154
Sopea, Federico (1962b, 29 de marzo). Espaol: Alonso, Yepes, Filarmnica. ABC, p.82.
155
Porzel, Karola (1977, 26 de abril). Zweimal Gitarre, Narciso Yepes in der Philharmonie. Der
Tagesspielgel.
156
Poirier, Jean-Michel (1986, 27 de abril). Narciso Yepes et lOrchestre de Chambre de Toulouse. La
Croix du Midi, Toulouse.
157
Jones, Bruce (1973, 17 de noviembre). Symphony Entertains with Contrast of Guitar Dance. The
Tampa Tribune, p.2D, Florida.
158
Ruiz-Coca, Fernando (1986, 16 de mayo). El sabio arte de Victoria de los ngeles y la tcnica de
Yepes. Ya.
159
Castaeda, Juan Antonio (1973, 18 de agosto). Vigencia y perfil de Narciso Yepes. Diario de Cdiz,
ao 17, portada.
69
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
que el artista va mostrando sus perfeccionamientos a medida que se hace con ellos:
tantea estilos, pocas, tcnicas, para as tomar posiciones segn los resultados
obtenidos; contrasta este sistema con el de Yepes que no sigui este camino
entendiendo que la gran escala la subi de un salto. Por eso tras de l, el proceso
evolutivo quedaba abierto con una gran incgnita pues tena la cualidad indispensable
necesaria para el logro de su empeo: la certera conciencia de todo el camino que
precisaba recorrer. Aade que Yepes lo saba y que anduvo solo ese camino.
Argumenta que adquiri su tcnica porque en l se daban al mismo tiempo maestro y
discpulo, poniendo al servicio de la guitarra su cualidad de innovador. Concreta cmo
supo que la lucha ms importante que al instrumento haba que ganarle era la del
sonido en sus dos aspectos: fuerza y calidad. Alaba la determinacin de Yepes, de una
vez para siempre, de que las cuerdas deban ser heridas con un cuerpo duro: la ua y
haciendo referencia a diversos elementos que influyen en ese desarrollo tcnico del
sonido recalca que Yepes demostr a lo largo de sus recitales que para arrancar todos
los matices que esconde ese aljibe sonoro, poda alejarse, hasta parecer ignorarlos, de
los cnones, estticos ms que prcticos, que determinan la rigidez fra de postura,
colocacin de manos, etc. Una comparacin de gran inters que realiza este autor
respecto a las aportaciones de Yepes a la tcnica de la guitarra es el hecho de que fue
capaz de adaptar tcnicas ya empleadas en otros instrumentos como por ejemplo el
arpa, o el violn en el uso de su mano izquierda; y sugiere que en busca de mayor
agilidad, renov una serie de procedimientos que no alcanzaban ya el desarrollo que la
composicin requera. Lamarque (1973)160 tambin sostiene que Yepes al desarrollar
un tcnica revolucionaria, se ha convertido en el primer virtuoso del mundo de la
guitarra y razona cmo ha desvelado nuevos recursos y posibilidades
insospechables. La Accademia Chigiana de Siena (1988)161 tambin deja escrito que
su bsqueda constante del conocimiento musical y su conviccin de que la tcnica
debe de estar al servicio de la msica para ayudarla a rendir una obra ms real y ms
viva, le ha hecho aportar innovaciones tcnicas que han sido adoptadas por numeroso
artistas de nuestros das.
160
Lamarque, Claude (1973, octubre). Narciso Yepes. Guitare, Musique et Chansons Posie n5,
nouvelle srie 73, p.3.
161
Academia Chigiana (1988, 19 de febrero). Programa de mano del concierto de Narciso Yepes en el
Pazzo Chigi Saracini, Siena.
70
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
71
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
lector del tema en el que pone pasin personal y un matiz virtuoso son excesivas figuras
de innecesarios complementos (Diario de frica, 1959, 25 de noviembre)166. La clave
que conduce a esa distincin no reside en buscar la originalidad sino en darle un
significado a la msica: Su sentido musical, su rica sonoridad y los variados estilos que
domina dentro del ms depurado sentido musical (Alabareda, 1959)167. Por su riqueza
de expresin adquiere la guitarra las dimensiones simultneas de voz y de instrumento:
La guitarra de Yepes cant, rasgue, susurr (Echanove, 1959)168. Esta idea de una
guitarra que canta ser retomada en la prensa argentina cuando habla de su
interpretacin como si se le escuchara por primera vez, gracias a la delicadeza y
frescura, al flexible y viviente canto que desprende (Mller, 1986)169. Al pblico le
llega principalmente la emocin: La mxima capacidad de conmover que la guitarra
encierra la agota nuestro gran artista (Franco, 1966) 170 . El crtico de un peridico
norteamericano tras escuchar a Yepes no puede imaginarse mayor elegancia, calidez y
elocuencia (Nelson, 1977)171. En estos mismos trminos explica una crtica suiza que
el instrumento de Yepes encant al auditorio por la elegancia de su toque y la
delicadeza de su sonoridad (Strubin, 1983)172. La Nacin de Buenos Aires (1983, 3 de
agosto)173 resume en tres elementos la altura de la interpretacin inconfundible de
Yepes: El talento de Narciso Yepes, su actitud ante la msica y el rango que confiere a
cada una de sus versiones. Es decir, no slo se hace visible el don recibido, no slo el
saber estar y actuar frente a la msica, sino tambin el tocar cada pasaje de cada obra
como si fuera el ms importante, y con el cuidado necesario para no cometer errores
buscando la perfeccin y el trabajo bien hecho: Se movi en el mbito de lo
irreprochable (El progreso, 1986, 21 de febrero) 174 . La prensa suiza tambin hace
hincapi en la ejecucin infalible de Yepes en todas sus facetas: Dominio instrumental
166
Una vez ms Narciso Yepes [] (1959, 25 de noviembre). Diario de frica, p.3.
167
Alabareda Hermanos (1959, 12 de diciembre). xito resonante del excepcional guitarrista Narciso
Yepes. []. El Noticiero, p.12, Madrid.
168
Echanove, Francisco (1959, 29 de diciembre). Narciso Yepes en Conciertos Arriaga. El Correo
Espaol, p.2, Bilbao.
169
Mller, Martin (1986). Narciso Yepes y las clidas exploraciones de su guitarra. La Nacin, Buenos
Aires.
170
Franco, Enrique (1966, 25 de marzo). Yepes, Alonso y la Orquesta de la RTVE. Arriba, p.30.
171
Nelson, Boris (1977, 13 de marzo). All-Spanish Concert. The Balade, Ohio.
172
Strubin, Blanche (1983, 2 de noviembre). Victoria de los ngeles-Narciso Yepes. Courier. Ginebra.
173
Presencia de un gran artista de la guitarra (1983, 3 de agosto). La Nacin, Buenos Aires.
174
Recital de Narciso Yepes en San Pedro (1986, 21 de febrero). El Progreso, p.5, Lugo.
72
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
sin fallos, sentido rtmico, de los timbres y de la dosificacin del volumen, juiciosa
alternancia de la expresin y del colorido (Tribune, 1983, 2 de noviembre)175.
Algunos autores han destacado en la interpretacin de Yepes una faceta educativa que
no pasa desapercibida para quien desea aprender de su arte. El poeta Dionisio Ridruejo
en su Retrato de hombre con guitarra grande defiende que su capacidad expositiva,
didctica, es de una rara claridad (Ridruejo, 1973)180. As mismo el crtico Enrique
Franco (1986)181 asegura que la guitarra de Narciso Yepes renueva, cada vez que suena,
un magisterio por todos reconocido y refirindose al mismo concierto Leopoldo
Hontan (1986)182 asiente: Su recital se convirti en una sucesin de lecciones. No
cabe duda de que Yepes da pie a la apreciacin de que en su manera de tocar se percibe
175
Victoria de los ngeles et Narciso Yepes (1983, 2 de noviembre). [Autor: P.D.] Tribune, Ginebra.
176
Poirier, Jean-Michel (1986, 27 de abril). Narciso Yepes et lOrchestre de Chambre de Toulouse. La
Croix du Midi, Toulouse.
177
Teresi, Alfredo (1987, 7 de febrero). Parliamo di Narciso Yepes. Musicarte Calabria. Anno II, n 3,
p.1.
178
Narciso Yepes ou M. Guitare (1987, 11 de noviembre). [Autor: M.P.] Tribune, Ginebra.
179
Rigoli, Juan (1983, 2 de noviembre). Victoria de los ngeles et Narciso Yepes. Journal de Genve.
180
Ridruejo, Dionisio (1973, 7 de julio). Retrato de hombre con guitarra grande. Destino, n186, p.27:
Barcelona.
181
Franco, Enrique (1986, 17 de mayo). Nobleza del arpa y la guitarra en Yepes y Zabaleta. El Pas, p.29.
182
Hontan, Leopoldo (1986, 16 de mayo). Yepes, largamente aclamado en el Real. ABC, p.80.
73
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
una labor pedaggica y una capacidad de enseanza: El recital de Narciso Yepes fue
una gran leccin de msica, ms que interpretada, vivida ntimamente por el gran
guitarrista (Aranda, 1987)183.
La calidad del sonido de Yepes ha sido otro de los temas ms unnimemente tratados
por los crticos musicales del que destacan su novedad, su riqueza y su belleza.
Sorprende asimismo la limpieza de su sonido: El resultado de su interpretacin es
nico por la pureza y brillantez del sonido (Innocenti, 1989)185. Uno de los aciertos que
los comentaristas reflejan es el hecho de que por cuidar el sonido, Yepes no pierde
energa en el resto de los recursos tcnicos de la ejecucin. Podemos leer en La libre
Belgique: Lo que seduce inmediatamente en la manera de tocar de Yepes es su diccin
vigorosa y elegante, y su sonoridad dulcemente coloreada que no le impide sin embargo
llegar lejos cuando hace falta (Tran, 1983) 186 ; o tambin en Musicarte Calabria:
Narciso Yepes es un extraordinario maestro de la sonoridad y del color, un virtuoso
capaz de dar a las obras interpretadas, ya sean clsicas o populares, autntica vitalidad
(Teresi, 1987) 187 . Es un sonido que denota por una parte libertad al servicio de la
musicalidad: Encontr un sonido de exquisita calidad, sin que fuera nunca oprimido,
sino suelto, cantante, que es lo difcil (Fuentes Labrador, 1975) 188 ; y por otra
desenvoltura, como subraya el comentarista del Washington Post: El sonido de Yepes
con su instrumento de diez cuerdas fue en todo momento brillante y su facilidad supera
todo lo habitual (Tuck, 1982)189.
183
Aranda, Joaqun (1987, 6 de octubre). A tal Seor, tal honor. Heraldo de Aragn.
184
Recital de Narciso Yepes [] (1986, 21 de febrero). El Progreso, p.5, Lugo.
185
Innocenti, Daniela (1989, 21 de marzo). La virtuosa chitarra di Yepes. Cronaca di Pistoia.
186
Tran, Paule (1983 25 de febrero). Jean Fournet Narciso Yepes et lONB. La libre Belgique.
187
Teresi, Alfredo (1987, 7 de febrero). Parliamo di Narciso Yepes. Musicarte Calabria. Anno II, n 3,
p.1.
188
Fuentes Labrador, Juan Luis (1975, 13 de diciembre). Musicalidad y mecnica. El Adelantado,
Salamanca.
189
Tuck, Lon (1982, 28 de abril). National Symphony Orchestra. Washington Post.
74
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
hallados resultan ser los apropiados para cada pasaje o cada obra: La variedad de su
sonido es asombrosa, como los diferentes ataques que emplea, desde el cristalino
punteado hasta las atmsferas cambiantes, todo regido por una madura y personal
190
musicalidad (Ruiz-Coca, 1986) ; o como publica el peridico alemn Der
Tagesspielgel: Con increble virtuosismo y sutil encanto rige su instrumento de un
modo tan ingenioso que consigue de l numerosos y fascinantes timbres. Por eso cada
pieza ofrece su propio y exclusivo carcter (Porzel, 1977)191. El crtico italiano Daniela
Innocenti (1989)192 pone nombre a la capacidad para llevar a cabo estos cambios de
timbre en las manos de Yepes y lo denomina extraordinario virtuosismo sonoro.
Tambin la prensa francesa atestigua: Bajo sus dedos salen sonidos encantadores, de
una variedad infinita, en una paleta sonora teida de mil colores (Meunier-Sicard,
1992)193; y la crtica especializada norteamericana, en las pginas del Chicago Tribune:
Yepes ha creado una gama de sonoridades, colores e inflexiones que slo muy pocos
guitarristas de hoy pueden igualar. Pero hay algo ms importante: El sonido de Yepes
permanece con distincin como un sonido propio (Reich, 1987)194. Esta visin de un
sonido personal es recalcada en varias ocasiones por lvaro Maras (1977)195, una de
ella en El Pas: Es Yepes sin duda uno de esos pocos intrpretes que crean sonido
propio, y el suyo es muy espaol, como lo era el de Casals, o lo es el de Zabaleta o
Teresa Berganza.
190
Ruiz-Coca, Fernando (1986, 16 de mayo). El sabio arte de Victoria de los ngeles y la tcnica de
Yepes. Ya.
191
Porzel, Karola (1977, 26 de abril). Zweimal Gitarre. Narciso Yepes in der Philharmonie. Der
Tagesspielgel.
192
Innocenti, Daniela (1989, 21 de marzo). La virtuosa chitarra di Yepes. Cronaca di Pistoia.
193
Meunier-Sicard, Colette (1992, 3 de abril). Quand fleurissent les narcisses. Printemps musical de
Poitiers.
194
Reich, Howard (1987, 2 de noviembre). Yepessubtlety and poetry make his guitar a marvel. Chicago
Tribune, p.8.
195
Maras, lvaro. (1977, 2 de marzo). Los conciertos del Real. El Pas.
196
Disegni, Valeria (1984, 7 de febrero). I giochi proibiti di Narciso Yepes. Manifesto, Roma.
75
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Yepes y su bello sonido llegaban hasta arriba y uno casi contena la respiracin para
captar todos sus matices y sus finezas (Castrilln, 1988)197.
De lo que tambin queda constancia es del hecho de que los recursos expresivos y la
pureza del sonido de Yepes no se desvelan solos en el instrumento sino que tambin son
fruto de un ingente trabajo tcnico: Pocos son los guitarristas que han alcanzando la
categora de Yepes, muy pocos. Por el sonido, por la presin de los dedos sobre las
cuerdas, por la localidad del diapasn y de la caja sonora, por la vibracin expresiva y la
pulsacin. Esto no es solamente lo que hay que elogiar de Yepes sino su manera de
tocar la guitarra a la que arranca sonoridades de finura exquisita [], el impulso que da
al sonido cuando lo exige la msica [], entonces la guitarra se escapa de esa intimidad
tan suya para cantar con una voz ms robusta (Ruiz Jaln, 1959)198.
La calidad y la calidez del sonido de Yepes y las distintas texturas utilizadas han sido
unas de sus caractersticas ms notables en esa bsqueda sonora del colorido, la
armona, la dulzura y el terciopelo de esas [diez]199 cuerdas que definen su instrumento
(Nin de Cardona, 1993)200.
197
Castrilln, Mara Teresa (1988, 31 de octubre). Narciso Yepes. Heraldo de Mxico, seccin C, p.5.
198
Ruiz Jaln, Sabino (1959, 29 de diciembre.) Narciso Yepes en Conciertos Arriaga. La Gaceta del
Norte, ao 59, n19,p.2, Bilbao.
199
El original del acadmico de la Real Academia de Jurisprudencia Nin de Cardona dice doce cuerdas.
200
Nin de Cardona, Jos Mara (1993, 15 de octubre). Narciso Yepes y las tierras de la Alcarria. Nueva
Alcaria, p.25.
76
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Desde sus comienzos con el instrumento en sus manos Yepes, como investigador que es,
necesita descubrir sus posibilidades, necesita saber cules son sus fronteras, cules sus
limitaciones ms expuestas y menos tolerables musicalmente. Se propone vencer los
obstculos que se encuentra en el camino de ese conocimiento personal de la guitarra,
obstculos aparentemente irresolubles a cuya posibilidad de superacin observa cmo
muchos guitarristas aprenden a resignarse segn la enseanza tradicional de la guitarra.
201
Barber, Carmen (1965, 24 de junio). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La prensa, p.5.
202
Gonzlez-Conejero, Antonio (1988, 8 de mayo). Fiesta murciana en el Teatro Real de Madrid. La
verdad, Murcia.
77
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
que hay que tocar, por mucho que eso haya configurado un tipo de textura tmbrica
irregular que a veces ha identificado a la guitarra y que permanece en el odo colectivo
popular, sino la expresin musical profunda y consciente, consecuente con una voluntad
clara de cmo se desea que suene la msica en cada momento.
Es aclaratorio el resumen que de este proceso hace la prensa mejicana: A travs de los
siglos ha habido guitarras de pocas y muchas cuerdas pero slo Yepes se plante
seriamente las siguientes interrogantes: por qu en la guitarra hay tonalidades que se
oyen muy bien (tonos guitarrsticos, como deca Segovia) y otras tonalidades donde su
sonido es pobre (tonos antiguitarrsticos) y carece de brillantez? Por qu su sonido no
es homogneo como el del piano o el del arpa? La respuesta debera estar en alguna
parte, y Yepes la encontr despus de aos de pruebas y trabajo (Flrez, 1992)203.
Est documentado el hecho del pensamiento de Yepes encontrando esa carencia sonora,
y por tanto musical, cuando respondiendo al periodista afirma: Interpretando hace un
ao un preludio de Bach me di cuenta claramente de un fenmeno que ya haba
comprobado varias veces: ciertas notas permanecan apagadas, sin resonancia (Otero
Seco, 1964)204.
203
Flrez, Enrique (1992, 29 de septiembre). Narciso Yepes, artista y hombre de su tiempo. El
Occidental, seccin En la Cultura, p.1,6-7, Guadalajara, Mxico.
204
Otero Seco, Antonio (1964, 5 de mayo). Sorprendente: aaden cuatro cuerdas ms a la guitarra.
France Presse, p.7.
78
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Es decir, de la primera cuerda a la dcima: MI, SI, SOL, RE, LA, MI, DO, SI bemol (o
LA sostenido), LA bemol (o SOL sostenido) y SOL bemol (o FA sostenido). En un
momento dado se puede reajustar la afinacin de las cuerdas en funcin de la tonalidad
de la obra y de las necesidades de simplificacin tcnica que surjan.
Cuando Yepes encarga a Jos Ramrez, prestigioso luthier espaol con una de cuyas
guitarras ya tocaba desde haca aos, construir una guitarra de diez cuerdas, l le
contesta que eso es imposible, pero ante la insistencia de Yepes se pone manos a la obra.
Su primera intencin fue colocar las cuatro cuerdas bajo la roseta, por dentro de la caja,
205
El guitarrista Narciso Yepes y la Agrupacin de Cmara de Barcelona. (1959, 12 de diciembre).
[Autor: G.] Heraldo de Aragn, p.5.
206
Fernndez-Cid, Antonio (1961, 23 de enero). Recita de Narciso Yepes. Informaciones, p.6.
79
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
debajo de las seis cuerdas tradicionales (Estrada, 1974) 207 consiguiendo un efecto
semejante al de la viola de amor pues podan vibrar sin ser estorbadas y sus armnicos
al brillo de todas las notas sin cambiar el tamao del instrumento ni tener siquiera que
adecuar la tcnica de ejecucin. Pero esto no gust a Yepes porque l no slo quera que
las cuerdas pudieran ofrecer su resonancia sino que tambin estuvieran en condiciones
de dejar de ofrecerla si as lo consideraba. Es decir Yepes necesitaba poder silenciar las
cuerdas que vibraban por simpata cuando le pareciera oportuno para una mayor
claridad de un pasaje, del mismo modo que el pedal del piano se puede poner y tambin
quitar para no emborronar un acorde con otro si no se desea o, de una manera an ms
semejante, como el octavo pedal del arpa, inventado por Nicanor Zabaleta, con la
funcin de apagar la resonancia por simpata en las cuerdas de la octava ms grave del
arpa y de este modo conseguir mayor limpieza en la ejecucin.
As pues Yepes se hace construir una guitarra cuyas diez cuerdas tengan trastes y
puedan todas ser tocadas y apagadas exactamente igual. La primera guitarra de diez
cuerdas diseada por Yepes fue construida por Jos Ramrez, en Madrid, y el
instrumento se present por primera vez en la Hochschule fr Musik de Berln, en
marzo de 1964 208 . El diario Die Welt coment: Yepes ha logrado una aportacin
revolucionaria para el mejor futuro de la guitarra (Flrez, 1992)209.
El segundo luthier que le construy una guitarra de diez cuerdas fue Ignacio Fleta, en
Barcelona. Ms adelante el constructor de guitarras Paulino Bernab, que haba
trabajado con Ramrez, se independiz y se convirti posiblemente en el luthier ms
cotizado por los guitarristas profesionales de diez cuerdas. Yepes toc con una guitarra
Bernab hasta el final de sus das. Varios otros luthieres del mundo entero le han
fabricado instrumentos de diez cuerdas con el deseo de que los tocara en concierto,
incluida la casa Yamaha de Japn, pero Yepes mantuvo su eleccin de calidad en la
artesana del espaol Bernab.
207
Estrada, Julin (1974, noviembre). Dinasta de la guitarra espaola. Selecciones del Readerss Digest,
pp. 62-66.
208
El recital mencionado tuvo lugar el 20 de marzo de 1964, segn narra el propio Yepes en la entrevista
A fondo con Soler Serrano de TVE, recogida en: Yepes, Ignacio (2007). Narciso Yepes, el msico y el
hombre. En Ms Legaz, ngel (coord.) Tres msicos inolvidables (pp.53-81) Murcia: Editorial
Regional.
209
Flrez, Enrique (1992, 29 de septiembre). Narciso Yepes, artista y hombre de su tiempo. El
Occidental, seccin En la Cultura, p.1,6-7, Guadalajara, Mxico
80
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Otra razn largamente glosada para la utilidad de la guitarra de diez cuerdas es el poder
tocar msica antigua escrita para lad o teorba sin necesidad de cambiarlas de tonalidad
o de suprimir algunos bajos imposibles de alcanzar con la guitarra de seis cuerdas. Con
la diez se tienen esos bajos disponibles que se pueden afinar en funcin de las
necesidades de las tablaturas correspondientes.
Una tercera razn que dota de posibilidades a la guitarra de diez cuerdas y que ha sido
tambin largamente comentada por Yepes y por otros autores es el uso que con ella
puede hacerse en la msica contempornea. Numerossimas piezas han sido escritas
para este instrumento, la mayora dedicadas al maestro, con una amplitud de recursos
tcnicos, sonoros y expresivos que han sido un autntico estmulo para los compositores
que escuchaban a Yepes y vean en sus manos y en su guitarra un camino de creacin
rico y seguro.
210
Franco, Enrique (1987, 8 de octubre). Una leccin de guitarra. El Pas, p.40.
211
Segovia, Andrs (1974, 29 de enero). More strings? Guitar Review, Nueva York.
81
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
212
Royo Albenia, Alberto (2006, junio). El anlisis como herramienta en la interpretacin de la msica
atonal para guitarra. Revista Electrnica de LEEME (Lista Europea Electrnica en la Educacin), 17.
213
Franco, Enrique (1966, 15 de febrero). La guitarra de Yepes. Programa de mano, Asociacin de
Cultura Musical, San Sebastin.
82
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
214
Ibid.
215
Castaeda, Juan Antonio (1973, 18 de agosto). Vigencia y perfil de Narciso Yepes. Diario de Cdiz,
ao 17, portada.
216
Celli, Teodoro (1987, 17 de marzo). I prodigi della superchitarra. Il Messaggero.
217
Becriaux, Roger (1985, 20 de junio). Maguelone a ouvert les festivals dt. Midi Libre Rgion.
218
Valente, Erasmo (1987, 17 de marzo). Yepes, la semplice arte dellla chitarra. LUnit, Roma.
219
Franco, Enrique (1987, 19 de marzo). Un silencio habitable. El Pas, p.30.
83
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
1. El clavecn
En un peridico del norte de frica leemos: La guitarra en manos de Narciso Yepes se
antoja un clavecn tal es la pureza expresiva que imprime (Diario de frica, 1959, 25
de noviembre)224, y uno italiano lo corrobora: Extraordinario su virtuosismo sonoro:
los cambios de timbre, que en algunas piezas simulan el cambio de registro en el teclado
del clavicmbalo (Innocenti, 1989)225.
220
Ram, Vernon (1989, 8 de octubre). Ten stringed Zen virtuoso. New York on Sunday, p.18.
221
Flrez, Enrique (1992, 29 de septiembre). Narciso Yepes, artista y hombre de su tiempo. El
Occidental, seccin En la Cultura, p.1,6-7, Guadalajara, Mxico.
222
Rubio, Jos Luis (1991, 20 de diciembre). Narciso Yepes: Espaa ya no es el centro mundial de la
guitarra. ABC Cultural, n7, pp.42-43.
223
Busser, Aurora (1993, 10 de febrero). Narciso Yepes: encore un concert superbe. Nice-Matin.
224
Una vez ms Narciso Yepes [] (1959, 25 de noviembre). Diario de frica, p.3.
225
Innocenti, Daniela (1989, 21 de marzo). La virtuosa chitarra di Yepes. Cronaca di Pistoia.
84
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
2. El pianoforte
3. El rgano
Tres peridicos de Francia, Italia y Suiza reconocen en este instrumento esta dimensin
extraordinaria: Todo el espacio sonoro est de pronto habitado, y Narciso Yepes tanto
por la diversidad del tacto como por la registracin que organiza en sus cuerdas, presta
[] la claridad y la diversidad que uno esperara de un rgano (Fumet, 1984)227. La
guitarra del intrprete espaol evoca el rgano tanto est colmada de dignidad, a la par
mondica y polifnica, con igual naturaleza y soltura (Cavalotti, 1987)228. Sali la
msica de ese rgano-guitarra, o a la inversa, como se quiera, con una nitidez y una
riqueza armnica, que slo puede permitirlo esta guitarra de diez cuerdas de las que
algunas hacen de coro como en los instrumentos de poca (Pittier, 1987)229.
4. El arpa
Algn autor sugiere que escuchando a Yepes cerrando los ojos, bien podramos creer
que no es una guitarra el instrumento que hace sonar sino un arpa (Segura, 1988)230.
Otro autor suma un instrumento ms a la comparacin cuando atestigua que las diez
cuerdas son diez almas diferentes en un cuerpo armonioso tan manifiesto es el color y
la autonoma de cada una de ellas en un contexto sonoro que parece evocar el arpa o el
violoncello (Bellingardi, 1987)231. Esta mencin de dos instrumentos orquestales nos
conduce al decano de los instrumentos: la orquesta.
5. La orquesta
De nuevo recurrimos al poeta Ridruejo para imaginar esta metfora: El guitarrista se
daba el gusto de explicar cmo puede drsele dimensiones orquestales a la guitarra
226
Ridruejo, Dionisio (1973, 7 de julio). Retrato de hombre con guitarra grande. Destino, n186, p.27:
Barcelona.
227
Fumet, Joseph (1984, 8 de febrero). Narciso Yepes: un grand savant de la guitare. Le Courier de
lOuest, p5, Anger.
228
Cavalotti, Enrico (1987, 16 de marzo). Chitarra in trionfo con il magisterio de Narciso Yepes. Il
Tempo, Roma.
229
Pittier, Jacques-Michel (1987, 13 de noviembre). Narciso Yepes Montbenon. Gazette de Lausanne.
230
Segura, Manuel (1988, 24 de abril). Yepes. Mediterrneo, el Diario de Castelln.
231
Bellingardi, Luigi (1987, 17 de marzo). Sulle corde come un Goya. Corriere della Sera, p.34.
85
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
La prensa nacional e internacional observa con claridad que Yepes est familiarizado
con todas las esferas de la literatura guitarrstica (Porzel, 1977) 236 ya que toca un
rango de literatura guitarrstica que va desde lo medieval a lo contemporneo
(Saltzman, 1982)237. Estamos pues ante un espectro que abarca desde lo ms actual,
donde muchas composiciones se han escrito especialmente para l, hasta lo ms
antiguo, donde con su bsqueda, recuperacin y publicacin de cdices y manuscritos
de msica [renacentista] 238 y barroca ha agrandado enormemente el repertorio de la
guitarra (Saltzman, 1982)239.
Pero ese abanico de repertorio no slo se abre en la dimensin histrica msica antigua,
msica moderna- sino tambin en la condicin de msica conocida o desconocida: Tal
como suele ser prctica en l, form su programa en parte considerable con pginas
muy escasamente transitadas o totalmente desconocidas (La Nacin, 1983, 3 de
agosto)240. Su inquietud de estudioso, de buscador incansable de nuevos caminos, le
impulsa a no anquilosarse en el repertorio y abrirlo con obras infrecuentes o novedades
232
Ridruejo, Dionisio (1973, 7 de julio). Retrato de hombre con guitarra grande. Destino, n186, p.27:
Barcelona.
233
Quando la chitarra come lorchestra (1984, 4 de enero). [Autor: R.B.] Tempo, Roma.
234
Una orquesta en una guitarra (1988, 30 de mayo-5 de junio). El Nuevo Lunes, Suplemento Cultural.
235
Bravo Meza, Jos Rafael (1988, 21 de octubre). El sonido de la guitarra tiene algo de magia: Yepes.
La Jornada, Mxico.
236
Porzel, Karola (1977, 26 de abril). Zweimal Gitarre, Narciso Yepes in der Philharmonie. Der
Tagesspielgel.
237
Saltzman, Joe (1982, 22 de octubre). Narciso Yepes: Life, Music Hung by a 10 String Guitar. Los
Angeles Times, part VI, p.12.
238
El autor escribe medieval.
239
Ibid.
240
Presencia de un gran artista de la guitarra (1983, 3 de agosto). La Nacin, Buenos aires.
86
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
absolutas (Fernndez-Cid, 1983) 241 . Piezas que ponen en valor las posibilidades
meldicas, armnicas, incluso polifnicas del instrumento (Suisse, 1983, 2 de
noviembre) 242 ; sea cual sea su valor, cada composicin se beneficia del sonido
extremado que produce el intrprete al variar timbres y matices: guitarra de ayer,
guitarra de antao, pero tambin guitarra de hoy cuyas audacias contemporneas crean
un agradable y nuevo escalofro.
Yepes, admirado por una inquietud programadora que le lleva a no rehuir la inclusin
de la msica de la mayor contemporaneidad (Iglesias, 1983) 243 ha contribuido a la
universalizacin de la guitarra, segn algunos especialistas, gracias no slo a su calidad
interpretativa sino al sabio eclecticismo de su repertorio (El progreso, 1986, 21 de
febrero)244.
241
Fernndez-Cid, Antonio (1983, 14 de abril). Recital de Narciso Yepes en el ciclo de Cmara y
Polifona. ABC, p.66.
242
Victoria de los ngeles et Narciso Yepes (1983, 2 de noviembre). Suisse.
243
Iglesias, Antonio (1983, 13 de abril). Recital de Narciso Yepes en el Teatro Real. Informaciones.
244
Recital de Narciso Yepes en San Pedro (1986, 21 de febrero). El Progreso, p.5, Lugo.
245
Hontan, Leopoldo (1991, 12 de marzo). Triunfo de Narciso Yepes en el Auditorio. ABC, p.114.
246
Santini, Piero (1989, 22 de marzo). Quel Narciso tutto barocco. La Nazione.
247
Narciso Yepes ou M. Guitare (1987, 11 de noviembre). [Autor: M.P.] Tribune, Ginebra.
87
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
El uso de muy diversos recursos tcnicos y expresivos para los diferentes estilos de un
mismo programa llama poderosamente la atencin. Valga como ejemplo la
minuciosidad con que el crtico Leopoldo Hontan (1986)248 aclama a Yepes tras un
concierto en el Teatro Real percibiendo que en cualquier pieza del repertorio
permanecen inclumes su mecnica, su tcnica y su versatilidad de sonidos por lo que
su recital se convirti en una sucesin de lecciones y recapitula: simplicidad
expositiva en las Cantigas de Alfonso X; cuadratura e independencia dinmica de
dedos en la Sonata de Falkenhagen; intencin, garbo e imaginacin tmbrica en la
Fantasa de Sor; lucidez explicativa en el Estudio de Villa-Lobos; densa y rica
sonoridad en la Elega de Peris; hondura en el Homenaje a Debussy de Falla; y
perfeccin delineadora de las curvas en Recuerdos de la Alambra de Trrega.
248
Hontan, Leopoldo (1986, 16 de mayo). Yepes, largamente aclamado en el Real. ABC, p.80.
249
Dumesnil, Ren (1961, 10 de noviembre). Le guitariste Narciso Yepes. Le Monde.
250
Franco, Enrique (1960, 11 de febrero). Un gran concierto de Narciso Yepes en el Crculo Medina.
Arriba, p.21.
251
Franco, Enrique (1991, 8 de marzo). Guitarra y dos pianos. El Pas, p.4.
252
Gilhooly, Rob (1996, 24 de mayo). Virtuoso guitarist plucks a near perfect 10. The Japan Times.
253
Aranda, Joaqun (1987, 6 de octubre). A tal Seor, tal honor. Heraldo de Aragn.
88
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Otros autores aprecian que el sorprendente virtuosismo de Yepes tambin entra por los
ojos: la digitaciones de Yepes son visualmente tan fascinantes! (Curten Hite,
1975)256 y me reconozco conquistador por el toque de Yepes (Poirier, 1986)257.
254
Barber, Carmen (1965, 24 de junio). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La prensa, p.5.
255
Franco, Enrique (1983, 14 de abril). Narciso Yepes, entre la popularidad y el rigor. El Pas, p.39.
256
Curten Hite, Rosemary (1975, 9 de abril). Spanish concert: solos best feature. Citizen Journal,
Columbus.
257
Poirier, Jean-Michel (1986, 27 de abril). NY et lOrchestre de Chambre de Toulouse. La Croix du
Midi, Toulouse.
258
Rolnick, Harry (1987, 24 de junio). Spellbinding Yepes weaves a magic web. South China Morning,
Hong Kong.
89
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
ste otro del Heraldo de Aragn que describe cmo, con una finura y una perfeccin
magistrales, Yepes conduce al oyente por esos mundos que la msica sugiere (Aranda,
1987)259.
En resumen, el contacto de Yepes con el pblico ha sido descrito como una percepcin
de sensibilidad y sabidura, como un equilibrio entre lo popular y lo riguroso, como un
espectculo visual, como un viaje arrebatador y como un alimento para el espritu.
Yepes toca como es, tal y como publica el Heraldo de Mjico: Una persona de gran
sensibilidad y exquisito refinamiento, lo cual se refleja en su presencia en el escenario y
en cada una de sus interpretaciones (Castrilln, 1988)261. Se funden el hombre y el
msico: Nos mueve al deseo de escucharle el sentir la confusin de no saber dnde se
encuentra la frontera entre humanidad y arte (Castaeda, 1973)262.
259
Aranda, Joaqun (1987, 6 de octubre). A tal Seor, tal honor. Heraldo de Aragn.
260
Lpez Carrera, Mireya (1988, 13 de noviembre). Excelente interpretacin de Yepes. Noroeste.
261
Castrilln, Mara Teresa (1988, 31 de octubre) Narciso Yepes. Heraldo de Mxico, seccin C, p.5.
262
Castaeda, Juan Antonio (1973, 18 de agosto) Vigencia y perfil de Narciso Yepes. Diario de Cdiz,
ao 17, portada.
90
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Ahora, la victoria de Yepes en cada recital reside en hacer coincidir al hombre con el
mito (1976)263; Yepes ha llegado ya a ese estrato, difcil de alcanzar, en el que un
artista se define por su nombre y su apellido (1983)264; El elogio mayor que puede
hacerse del gran guitarrista es que ha sido capaz de vencer a su propia fama. []
Progresivamente apur lo esencial y abandon lo fcilmente halagador (1987)265.
Ese camino incansable ms all de sus propios y merecidos laureles le ha hecho valedor
tambin de admiracin: Ni premios ni honores constituyen materia de inters para este
hombre de aplastante sencillez al que muchos consideran el mejor guitarrista del
mundo (Quintana, 1983)266. Dnde guarda este hombre tando aplauso para que en su
mirada no haya el menor atisbo de vanidad? (Rodrguez, 1993)267.
Y es que, si una virtud de Yepes permanece destacada entre los que se asoman a
describir su compromiso con el escenario, sa es su ausencia de vanidad. Podemos ver
cmo queda trazado su semblante en esos trminos a lo largo y ancho de la geografa:
Hasta en su modo de hacer la msica se percibe que es un hombre sencillo. (Alonso,
1986)268; un artista tan modesto como talentoso (Imbar, 1973)269 ; un hombre tan
humilde como exigente, tan inspirado como trabajador, tan sensible como lcido
(Ridruejo, 1973)270. En este mismo artculo leemos tambin: La conciencia de erudito
y de artesano que Yepes atesora le hace diametralmente opuesto a la figura del divo. Y
con parecidas palabras enumera el crtico del ABC los perfiles de su quehacer diario:
La ausencia de espectacularidad o divismo, del menor asomo sensacionalista en el
desarrollo de su labor artstica [], el deber realizado a conciencia, el placer de la obra
bien hecha. [], el estudio incansable (Fernndez-Cid, 1987)271.
263
Franco, Enrique (1976, 23 de enero). La guitarra y su misterio. Arriba.
264
Franco, Enrique (1983, 14 de abril) Narciso Yepes, entre la popularidad y el rigor. El Pas, p.39.
265
Franco, Enrique (1987, 19 de marzo) Un silencio habitable. El Pas, p.30.
266
Quintana, Sonia (1983, 17 de julio) Narciso Yepes: un honrado artesano de la msica. El Mercurio.
Artes y Letras, p.4-5, Santiago de Chile.
267
Rodrguez, Mara del Mar (1993, octubre) Narciso Yepes: Entrevista sobre educacin musical. Revista
Msica y Educacin, pp.9-14.
268
Alonso, Csar (1986, 30 de junio) Narciso Yepes, ms que un artista. Ideal, p.20, Granada.
269
Imbar, Gilbert (1973, octubre) Narciso Yepes Radioscopie. Guitare, Musique et Chansons Posie,
n 5, nouvelle srie 73, p.2. Transcribe la entrevista de la emisin Radioscopie de Jacques Cancel.
270
Ridruejo, Dionisio (1973, 7 de julio). Retrato de hombre con guitarra grande. Destino, n186, p.27.
271
Fernndez-Cid, Antonio (1987, 19 de marzo) Yepes y Olavide: Interpretacin y Creacin. ABC.
91
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Finalmente, el hombre que dialoga consigo mismo (Alonso, 1986) 272 , el hombre
silencioso (Urbano, 1988) 273 , es percibido como un explorador de la hondura:
sensible, ensimismado, metafsico, el espritu y la mentalidad de Yepes se vuelcan
sobre el instrumento que abraza: []msica como silencio habitable (Franco, 1987)274.
Una vida entera ofrecida por la msica: Ese amor de entrega y sacrificio, hondo,
personal y religioso con que Narciso Yepes vive el supremo arte (Muoz Corts,
1992)275, y siempre con una meta persistente e inalterable: Gran estudioso, buscador
incansable de la verdad (Fernndez-Cid, 1988)276.
La ltima relacin de Yepes con su guitarra est emotivamente narrada por su viuda en
un episodio en el que revive las horas ms intensas de la despedida de ambos,
instrumento e instrumentista, comunicndose en mutuo silencio puesto que su
enfermedad le impeda ya tomar la guitarra en sus manos. Es un concierto sin sonidos
exteriores que Marysia Szumlakowska de Yepes (2006)277 describe como la fusin
consciente de dos instrumentos nicos hechos uno evocando as en toda su dimensin
el programa de vida enunciado en ese escueto testamento pronunciado en su discurso de
ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando: Ser instrumento278.
Recogemos ahora, con sus propias palabras, algunas de las ideas que movieron a Yepes
en toda su labor de virtuoso, intrprete, inventor, investigador, comunicador y pedagogo.
Son testimonios tomados de distintas entrevistas realizadas a lo largo de su carrera y
que, sin embargo, mantienen una coherencia extrema, a veces incluso con las mismas
expresiones aunque se distancien de aos unas de otras. Podemos comprobar en sus
mensajes que la misin que l senta como suya se ha convertido en dedicacin hecha
realidad, en tarea llevada a cabo con eficacia y determinacin.
272
Alonso, Csar (1986, 30 de junio) Narciso Yepes, ms que un artista. op. cit.
273
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero) Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, n 149, pp.20-25.
274
Franco, Enrique (1987, 19 de marzo) Un silencio habitable. El Pas, p.30.
275
Muoz Corts, Manuel (1992, 9 de febrero) Gracias, Narciso. La Verdad, p.54, Murcia.
276
Fernndez-Cid, Antonio (1988, 7 de mayo) Murcia en Madrid: Narciso Yepes en el Real. ABC, p.100.
277
Szumlakowska, Marysia (2006). Despedida de la guitarra: el concierto del silencio. En Amaneci de
noche, p.17. Madrid: Editorial Edibesa.
278
Yepes, Narciso (1989). Ser instrumento. Madrid: Real Academia de Bellas Artes.
92
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Yepes diferencia con mucha claridad lo que le distingue de la mayora de los guitarristas,
tal como declara a un peridico japons: Lo que hacen en general los otros guitarristas
de categora es leer primero la msica y luego adaptarla a la guitarra, pero yo no;
primero intento sentir la msica y despus adaptar el instrumento a ella, y ah est lo
que me diferencia fundamentalmente de los dems (Senkei Shinbun, 1960, 1 de
octubre)279. Este pensamiento de Yepes ser su nico norte que le guiar sin excepcin a
la hora de trabajar con el instrumento. En repetidas ocasiones lo ha enunciado: La
guitarra tiene que estar al servicio de la msica y no la msica al servicio de la guitarra
(Alonso, 1986)280, pero sobre todo lo ha puesto en prctica.
Cuando Yepes explica el proceso que sigue para interpretar una obra desde que la tiene
delante por primera vez, nos revela que lo primero que hago es leer la partitura;
despus entenderla (Urbano, 1988) 281 . Tras esa lectura interior, leyendo entre las
notas, entre los compases el maestro relata que a partir de ah, imaginariamente,
mentalmente oigo la versin ideal, emocionante, perfecta. Entonces empieza la
bsqueda de la tcnica, la aplicacin de experiencias, el efecto quizs nunca utilizado y
que esa obra reclama. Confiesa que esa es la fase ms ardua, hasta lograr or
fsicamente lo que estoy oyendo en la mente.
Yepes, en el momento de plantearse los criterios con los que afrontar cualquier
problema tcnico, tiene muy claro que desea sobrepasar los lmites tradicionales y que
tiene que mantener el control y el dominio sobre el instrumento para no ceder ante los
requerimientos habituales y conformistas de la guitarra: Hay que proponer a la guitarra
lo que puede dar, y un poco ms comenta a un peridico mejicano asegurando que l
no puede aceptar el estar sometido a la guitarra porque no me da rdenes, se las doy
yo (Meja, 1988)282, y sintetiza, en otro diario del mismo pas, cul es su relacin con
279
Aprendizaje adquirido por mi propio trabajo (1960, 1 de octubre). Entrevista en Senkei Shinbun,
Japn.
280
Alonso, Csar (1986, 30 de junio) Naciso Yepes, ms que un artista. Ideal, p.20, Granada.
281
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero) Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, n 149, pp.20-25.
282
Meja, Jess (1988, 31 de octubre). La guitarra es la expresin ms viva de mi vida. El Da, p.21,
Guanajuato.
93
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
la guitarra: Si uno es esclavo del instrumento, mal asunto. Si uno es amigo, es una
maravilla (Camargo Brea, 1988)283.
Para Yepes la tcnica slo tiene sentido si es til. No acepta la falta de hondura que se
produce ante una exhibicin de tcnica prescindible: Siempre tiendo a evitar cualquier
efecto intil, cualquier alarde tcnico innecesario porque es algo superficial (Ruiz,
1989) 284 , aparte de la connotacin, muy prctica para un intrprete, del ahorro y la
dosificacin de la energa.
Para Yepes la guitarra no es traicionera. Es evidente que para el maestro los recursos
tcnicos no vienen solos sino que son el resultado de una bsqueda pero en esa
exploracin y en esa investigacin profunda, su experiencia es que la guitarra siempre
responde: Un instrumento tiene una nobleza natural. Lo que el artista quiera pedirle, se
lo dar si el artista se lo sabe pedir y lo sabe buscar (Alcantar Flores, 1991)285. Su
relacin con la guitarra en esa demanda que l le hace, queda perfectamente ilustrada
con este pensamiento: Uno de los contactos ms ntimos que he tenido con la guitarra
es el de resolver dificultades (Lara Klahr, 1991)286.
Yepes detesta el virtuosismo en s mismo. Denuncia el dao que puede hacer al msico
si est desprovisto de un por qu: El virtuosismo no me interesa para nada pues es lo
ms intil que le pueda ocurrir a un artista pero inmediatamente propone la
contrapartida: La tcnica s, porque sta, si es grande, est al servicio de la msica, al
servicio del instrumento y aclara con sencillez: Si uno consigue por medio de la
tcnica que sea natural tocar la guitarra como hablar, esa tcnica est llegando a cumplir
su cometido (Hernndez, 1991)287. Yepes plantea que el virtuosismo en la tcnica de
un instrumento siempre se ha entendido como el de alguien que tiene gran velocidad
con sus dedos, pero considera que eso en realidad es una pequea parte de lo que es la
283
Camargo Brea, Angelina (1988, 31 de octubre). La guitarra, expresin ms latente de mi vida:
Narciso Yepes. Excelsior, seccin cultural, p.1, Mxico.
284
Ruiz, Ricardo (1989, 13 de agosto). Narciso Yepes, el equilibrio vital de una guitarra legendaria.
Diario de Burgos, p.34.
285
Alcantar Flores, Arturo (1991, 25 de octubre). La msica, lenguaje universal. Excelsior, seccin
cultural, Mxico.
286
Lara Klahr, Marco (1991, 28 de octubre). El Virtuosismo, lo ms intil que puede ocurrirle a un
artista. El Financiero, p.85.
287
Hernndez, Juan (1991, 27 de octubre). No me interesa el virtuosismo; es intil. Uno ms uno, seccin
de ciencia, cultura y esectculos, Mxico.
94
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
tcnica porque tener tcnica es dar por descontado que uno es un virtuoso (Lara
Klahr, 1991)288.
Dos citas sobre la comprensin de la msica ms all de las notas sern las preferidas
del maestro, la primera de ellas la repetir abundantemente a lo largo de entrevistas,
cursos y master clases: Tena mucha razn Debussy cuando afirm que la msica no
est en las notas, la msica est entre las notas y prosigue esto nos lleva a aquella []
frase de San Agustn refirindose a la msica que deca: El sonido es el cuerpo y el
tiempo es el alma. Efectivamente [] el contenido musical, es decir el alma de la
288
Lara Klahr, Marco (1991, 28 de octubre). El Virtuosismo, lo ms intil que puede ocurrirle a un
artista. El Financiero, p.85.
289
Narciso Yepes: el dolor es una caricia de Dios (1996, 13 de septiembre). Ababol, suplemento de
letras, artes y ciencia de La verdad, p.3, Murcia.
290
Emisin de TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. IV: Msica del Renacimiento. Emitido
el 23 de enero de 1971.
291
Barber, Carmen (1965, 24 de junio). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La prensa, p.5.
292
Saltzman, Joe (1982, 22 de octubre). Narciso Yepes: Life, Music Hung by a 10 String Guitar. Los
Angeles Times, part VI, p.12.
95
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
msica, no est [] en las propias notas sino en el tiempo que pasa entre una nota y
otra.293
Para Yepes las obras en s mismas son menos importantes que la msica que emana de
ellas. Cuando le pregunta la periodista qu obra prefiere interpretar l no se decanta por
ninguna a la vez que realza la fascinacin y el magnetismo que puede llegar a ejercer la
propia ejecucin de la pieza trabajada: Siempre prefiero la que estoy tocando (Barber,
1965)294. De hecho es fundamental para Yepes no cargar al pblico con impresiones
innecesarias de la obra que no le dirijan directamente al contenido profundo de la misma.
Cuando el entrevistador quiere saber si la obra que va a estrenar es muy compleja,
Yepes responde con sinceridad: Y a usted qu le importa? Soy yo el que la voy a
tocar. As que da igual que la obra sea fcil o difcil. Lo que hace falta es que la obra sea
buena, y eso es lo que el pblico es capaz de reconocer (Snchez Villapadierna,
1987)295.
293
Emisin de TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. IV: Msica del Renacimiento. Emitido
el 23 de enero de 1971.
294
Barber, Carmen (1965, 24 de junio). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La prensa, p.5.
295
Snchez Villapadierna, Jos (1987, 9 de enero). Narciso Yepes. Sinfona concertante. ABC, p.68 Se
refiere al estreno de la Sinfona concertante de Leonardo Balada.
296
Rosales y Zamora, Patricia (1987, 5 de noviembre). Hago msica por amor a sta: Narciso Yepes.
Excelsior, seccin cultural, ao71, tomo 5, p.1,3, Mxico.
96
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Varias caractersticas describen para Yepes una buena interpretacin: Hay que
compaginar muy bien la pasin con la serenidad. Creo que soy un apasionado sereno
(Arco, 1988)298 y tambin: La msica en s tiene que ser un placer, un gozo, de lo
contrario no es msica. La guitarra tiene que ser un placer, porque si no, [] estoy
perdiendo el tiempo (Lara Klahr, 1991)299. Otra meta a lograr como misin musical
es crear y recrear la paz (Rosales y Zamora, 1988)300. Yepes considera que slo se
puede llegar a crear un excelente producto artstico haciendo que lo que se piensa y se
siente, al ser interpretado, resulte tan sensacional o ms de lo que se imagina
(Hernndez, 1991)301 pero esto nicamente se puede lograr con mucha imaginacin,
mucha calma, mucho silencio (Lara Klahr, 1991)302. Y el silencio lleva a la escucha.
Yepes se pregunta qu ha pasado cuando un artista toca muy bien, deja todas las notas
en su sitio y sin embargo despus del concierto muchas veces la gente sale fra, no se
ha emocionado, aunque l ha tocado perfecto?; considera que ese artista no ha odo su
msica. Slo la escucha, en todo caso, cuando la est tocando, pero ni antes ni despus.
Es slo un buen repetidor de msica pero no un artista. A la pregunta entendemos lo
que omos Yepes razona que no hace falta. Casi nadie entiende la msica o cada uno
lo hace de una forma distinta. Lo nico que se precisa es percibir la msica con los
sentidos y emocionarse con el corazn. Quien est demasiado pendiente de las notas,
desperdicia la msica (Alonso, 1992)303 y compara esta manera de escuchar la msica
con la lectura de un libro de poesa sin comprender las imgenes o su belleza potica,
limitndose a las palabras.
297
Ibid.
298
Arco, Antonio (1988, 7 de febrero). La guitarra es la prolongacin de m mismo. La verdad, Murcia.
299
Lara Klahr, Marco (1991, 28 e octubre). El Virtuosismo, lo ms intil que puede ocurrirle a un artista.
El Financiero, p.85.
300
Rosales y Zamora, Patricia (1988, 24 de octubre). Crear y recrear la paz, misin musical. Excelsior,
seccin cultural, Mxico.
301
Hernndez, Juan (1991, 27 de octubre). No me interesa el virtuosismo; es intil. Uno ms uno, seccin
de ciencia, cultura y esectculos, Mxico.
302
Lara Klahr, Marco (1991, 28 de octubre). El Virtuosismo, op. cit.
303
Alonso, Carmen (1992, 11 de enero) Narciso Yepes: Cada da me planteo nuevos problemas. Deia,
p.48
97
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
4.3.3. Su guitarra
Como ya hemos visto anteriormente, una segunda ventaja que justifica la guitarra de
diez cuerdas es el poder interpretar msica antigua escrita para lad sin tener que
modificarla ni en su tonalidad ni en la tesitura de algunos bajos imposibles de tocar con
la guitarra tradicional. As lo explica el propio Yepes en el mismo programa de TVE307:
Otra razn es que la msica escrita para el lad, tanto el lad del Renacimiento como
el lad barroco, se puede tocar sin necesidad de ninguna transcripcin [] porque
contiene unos bajos escritos por los autores que la guitarra de seis cuerdas, al no
304
Con palabras no puedo decir lo que siento con la guitarra: Narciso Yepes (1988, 30 de octubre).
Heraldo de Mxico, seccin C, p.6.
305
Meja, Jess (1988, 31 de octubre). La guitarra es la expresin ms viva de mi vida. El Da, p.21,
Guanajuato.
306
Emisin de TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. I: Msica barroca, 2 de enero de 1971.
307
Ibid.
98
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
tenerlos, no puede usarlos. Le gusta a insistir a Yepes que con su guitarra tiene todas
las ventajas y ningn inconveniente. Porque en cualquier caso siempre tengo una
guitarra de seis cuerdas con esta de diez.
Sobre este aspecto Yepes afirma: Podemos decir que el lad es a la guitarra lo que el
clavecn al piano (Snitzler, 1978) 308 y concluye pero cmo podramos tomar la
msica escrita para estos instrumentos de 8, 9 10 cuerdas, o de 11, 13 14 rdenes
como el lad barroco, y transcribirla para una guitarra de slo seis cuerdas? Quiero ser
capaz de poder legitimar transcripciones en las que la msica no slo no pierda nada
sino que mejore mucho en calidad.
Ante la creencia de algunas personas de que la guitarra de diez cuerdas usa el mismo
principio que la viola de amor, Yepes lo refuta sealando que en la viola de amor las
308
Snitzler, Larry (1978). Narciso Yepes: The 10-String Guitar: Overcoming the Limitations of
Six Strings, Guitar Player, 12(3), p.26.
309
Lamarque, Claude (1973, octubre). Narciso Yepes. Guitare, Musique et Chansons Posie n 5,
nouvelle srie 73, p.3.
310
Salter, Lionel (1973, julio). Narciso Yepes. The Ten-String Guitar.
311
Lamarque, Claude (1973, octubre). Narciso Yepes op. cit.
99
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
siete cuerdas colocadas debajo de las otras vibraban efectivamente por simpata pero la
afinacin de esas cuerdas era: RE, LA, FA, RE, LA, FA y RE, de modo que tocando en
RE tenas la resonancia de un gran RE pero tocando en otra tonalidad no sonaba
absolutamente nada de resonancia y explica: Mi idea de la guitarra de diez cuerdas es
justo lo contrario: proveer de resonancia simptica a las cuerdas que precisamente no
poseen ese refuerzo de resonancia en una guitarra normal de seis cuerdas (Snitzler,
1978)312.
En cuanto a la construccin del instrumento Los Angeles Times transcribe las palabras
de Yepes: Ramrez dijo que una guitarra de diez cuerdas era imposible de hacer. Yo le
dije: difcil pero no imposible (Saltzman, 1982)313 y aade que el resultado es un
instrumento con un sonido clido y lleno, manteniendo al tiempo la intimidad y
flexibilidad de la guitarra normal de seis cuerdas y asegura que Yepes no traiciona su
instrumento: Esto no es una ruptura con el pasado ni tampoco una falta de respeto a la
tradicin, simplemente es una va hacia un equilibrio ms verdadero y hacia una
resonancia ideal.
Respecto a los msicos de hoy da, intrpretes por un lado y compositores por otro,
Yepes est convencido de que todos los guitarristas que han intentado tocar una
guitarra de diez cuerdas no pueden volver nunca ms a la otra y que los compositores
actuales, al componer para guitarra, se interesan mucho ms por la de diez cuerdas que
por la de seis (La Vanguardia, 1984, 28 de abril)314.
En resumen, Yepes asegura que no ha aadido cuatro cuerdas a la guitarra por capricho
sino por necesidad (Yepes, 1989) 315 y se cuestiona por qu tener que tocar msica
antigua con instrumentos modernos haciendo arreglos que mutilan la msica. Asegura
haber salido al encuentro de esta limitacin restituyendo al mundo de la organologa
un instrumento que ya existi en los siglos XVIII y XIX y subraya el hecho de que la
incorporacin de las cuatro cuerdas a la guitarra le confiere adems de una amplitud de
tesitura tambin una resonancia natural que le faltaba al instrumento.
312
Snitzler, Larry (1978). Narciso Yepes: The 10-String Guitar: Overcoming the Limitations of
Six Strings, Guitar Player, 12(3), p.46.
313
Saltzman, Joe (1982, 22 de octubre). Narciso Yepes: Life, Music Hung by a 10 String Guitar. Los
Angeles Times, part VI, p.12.
314
Msica de hoy para un do excepcional (1984, 28 de abril). [Autor: G.] La Vanguardia.
315
Yepes, Narciso (1989, 30 de abril). Ser instrumento. Discurso de Ingreso en la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando, Madrid: Real Academia de Bellas Artes.
100
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Las aportaciones de Yepes a la tcnica moderna par guitarra que l lleva a un punto
desconocido hasta el momento, son comentadas en breves pinceladas por l mismo316:
1. Diferentes sonoridades
En la guitarra, como en otros instrumentos, puede haber diferencias en la sonoridad.
Yepes asegura que depende de la manera de atacar la nota con la mano derecha y
propone percatarse de que atacando en una parte de la guitarra o en otra descubrimos
que hay muchos registros tmbricos posibles en la guitarra; a lo que todava aade un
parmetro ms: depende de la forma de atacar en la mano derecha; e incluso tambin
de la mano izquierda, segn la intensidad en el modo de pisar la cuerda con esa mano.
2. Escala cromtica
Para realizar una larga escala cromtica en una misma cuerda Yepes sugiere en lugar
de tocarla, como tradicionalmente se hace, con cuatro dedos [de la mano izquierda]
hacerlo con un solo dedo porque el sonido es mucho ms homogneo. Explica que es
como si hubiera doce dedos, uno para cada nota. Reconoce que es mucho ms difcil
pero, si se logra la sincronizacin, es mucho ms bonito puesto que suenan todas las
notas absolutamente igual.
316
Emisin de TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. V. Transcripciones para guitarra.
Emitido el 30 de enero de 1971.
101
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
4. Cuartos de tono
Este mismo fenmeno sobre la cuerda desplazada verticalmente sobre la tastiera por el
dedo pisado produce el efecto de un aumento de cuarto de tono. La guitarra es un
instrumento temperado en semitonos puesto que los trastes ya marcan el sonido
concreto de medio tono. Pero Mauricio Ohana [] escribi un Tiento para el cual me
pregunt si en la guitarra se podan hacer cuartos de tono. Yo le dije, sin saber an
cmo lo hara: S, se pueden hacer: escrbelo. Y efectivamente lo escribi. 317
Asistimos de nuevo a un reto en la bsqueda de recursos tcnicos para resolver
inquietudes musicales.
5. Ua o yema?
Ante la polmica de cmo pulsar la cuerda Yepes zanja la cuestin ya por los aos
cincueta: Para que una cuerda tenga sonido puro ha de ser lgicamente pulsada con un
cuerpo duro y no con uno blando. Por tanto hay que tocar con la ua y no con la yema.
(Ritmo, 1952, octubre/noviembre)318
317
Ibid.
318
Al habla con Narciso Yepes (1952, octubre/noviembre). Entrevista. Ritmo.
319
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero). Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, n 149, pp.20-25.
320
Flrez, Enrique (1992, 29 de septiembre). Narciso Yepes, artista y hombre de su tiempo. El
Occidental, seccin En la Cultura, pp.1,6-7, Guadalajara, Mxico.
102
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
A la vista del repertorio que Yepes ha cultivado con su guitarra es importante conocer
su pensamiento acerca de la idea de las transcripciones para este instrumento de msicas
procedentes de otras fuentes. Siempre defendi con firmeza este aspecto de su trabajo,
como si sintiera la necesidad de dar continuas explicaciones sobre ese tema en un
momento histrico, el de la segunda mitad del siglo XX, en que estaba creciendo el
inters y el descubrimiento de la interpretacin con instrumentos de poca y se sucedan
interminables polmicas acerca de estas dos maneras de acercarse a la partitura.
El primer caso lo ilustra Yepes poniendo de ejemplo a Isaac Albniz que no escribi
para guitarra porque no la tocaba, sin embargo s se inspir en ella. Defiende que obras
suyas originalmente escritas para piano, como Malaguea opus 165 N 3, Asturias
(Leyenda) y Torre bermeja, fueron inspiradas en la guitarra pero no escritas para la
321
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero). Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, n 149, pp.20-25.
322
Emisin de TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. V: Transcripciones para guitarra.
Emitido el 30 de enero de 1971.
103
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
guitarra, y por eso mantiene la idea de que el resultado no es sino simplemente volver
a su fuente original.323
En cuanto al tercer caso Yepes justifica la transcripcin de una partitura para guitarra,
citando a Falla y recordando que cuando Falla compone la Danza del Molinero del
Sombrero de tres picos, en realidad est imitando el sonido de la guitarra con la
orquesta, con lo cual parece particularmente apropiado transcribir esta obra para
guitarra (Livinstone, 1982)325 y detalla que en concreto Falla imita el rasgueado de la
guitarra, con lo que piensa que si yo toco una farruca de Falla en este instrumento, la
verdad es que no estoy imitando nada puesto que es la raz popular del instrumento.326
Por otra parte, Yepes no tiene reparos en tocar transcripciones de msica antigua: Por
qu no puedo tocar con guitarra las obras propias de lad si no he tenido que modificar
ni una sola nota y adems en la guitarra suena mejor? (Sandoval, 1988)327. En concreto,
refirindose a Bach asegura que transcribi muchas de sus obras escritas para un
instrumento de modo que se pudieran tocar en otros (Livinstone, 1982)328. Y explica a
propsito de una de las Suites para violoncello de Bach cmo tambin fue escrita
originalmente por l para lad y, adems, Silvius Weiss la transcribi en tablatura para
323
Ibid.
324
Almandoz, Norberto (1953, 11 de abril). Narciso Yepes, guitarrista. ABC, p.33. El autor escribe: La
frase brotada de la sutil pluma de Debussy: la guitarra es un clavecn expresivo puede aplicarse a las
versiones de Yepes. (Segn refiere Angelo Gilardino, Miguel Llobet asegur que esta comparacin la
hizo Debussy tras escucharle a l, y as se lo trasmiti en una carta a Benvenuto Terzi fechada el 9 de
enero de 1934. Vase Gilardino, A. (1997), An Unknown Version of a Well Known Phrase. Columbus:
Editions Orphe.)
325
Livinstone, William (1982, enero). Stereo Review: Nueva York.
326
Emisin de TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. V: Transcripciones para guitarra.
Emitido el 30 de enero de 1971.
327
Sandoval, Antoni F. (1988, 17 de agosto). Narciso Yepes: En mi tcnica hay muchas cosas de
flamenco. El Peridico, p.23.
328
Livinstone, William (1982, enero). Stereo Review: Nueva York.
104
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
lad. Es decir que se conservan tres versiones. Yepes tuvo la curiosidad de escribir las
tres versiones una al lado de la otra y compararlas: Son totalmente distintas las tres. El
propio Bach, de su puo y letra, escribi ya dos versiones distintas. Luego Bach se
permita a s mismo modificar una obra simplemente por el hecho de que era otro
instrumento el que la iba a tocar. Muchas cosas que no existen en el violoncello, como
notas de adorno, s existen en el lad, adems de otras muchas que no escriba porque
no haba necesidad de hacerlo. Y en la versin de Weiss hay otras nuevas ideas
precisamente porque Weiss era un gran laudista y l mismo las aadi no me cabe duda
de que con el permiso de Juan Sebastin Bach.329 En cuanto al lad del Renacimiento,
Yepes da cuenta de que es un instrumento difcil muy parecido a la guitarra en cuanto a
su tcnica, por eso creo que tocar una obra escrita originalmente para el lad no la
puedo considerar transcripcin si la toco en la guitarra. Y ms an, por supuesto, si la
toco en la guitarra de diez cuerdas. Yepes considera adems que no la puede considerar
transcripcin puesto que en realidad los dedos se ponen exactamente en el mismo sitio.
La nica diferencia son las cuerdas dobles. Y hace la siguiente observacin
comparando los instrumentos de cuerda pulsada con los de tecla: Si consideramos
transcripcin una obra de lad para guitarra, lo mismo tendramos que considerar
transcripcin una sonata de Scarlatti tocada en el piano puesto que Scarlatti no la
escribi para piano sino para clavecn. Lo que ocurre es que los dedos se ponen en el
mismo sitio. Es un teclado tanto el clavecn como el piano. Y es un diapasn con
cuerdas tanto el lad como la guitarra.330 Y apostilla una vez ms331: El lad es a la
guitarra lo que el clavecn es al piano. La guitarra es la expresin moderna de una serie
de instrumentos antiguos (Quintana, 1983)332.
En la misma entrevista, Yepes confiesa que siente afinidad por todos los compositores
que interpreta puesto que de lo contrario no los tocara. Adems, reconoce que
329
Emisin TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. I Msica barroca. Emitido el 2 de enero de
1971.
330
Emisin TVE 2: Grandes intrpretes: Narciso Yepes.- Cap. IV Msica del Renacimiento. Emitido el
23 de enero de 1971.
331
Vase el epgrafe 4.3.3 Su guitarra, p.98.
332
Quintana, Sonia (1983, 17 de julio). Narciso Yepes: un honrado artesano de la msica. El Mercurio.
Artes y Letras, p.4-5, Santiago de Chile.
105
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
siempre experimenta un gran respeto por los autores que voy a recrear (Barber,
1965)333.
Son muchos los compositores que han escrito expresamente para Narciso Yepes, pero
cuando ha sido posible y los compositores han sido capaces de escucharla, el maestro
les ha dado una importante consigna: Cuando un compositor decide escribir para
guitarra y va y se compra una guitarra para aprender un poco acerca del instrumento el
problema es que escribe para lo poquito que sabe (Kraglund, 1974) 334 ; es mucho
mejor para el compositor dar rienda suelta a su imaginacin y despus hacer los ajustes
necesarios para incorporar esa msica en la guitarra. (Livinstone, 1982) 335 ya me
encargara yo de que eso fuera tocable (Kraglund, 1974)336. Nos encontramos con que
Yepes aplica la misma visin que su maestro Vicente Asencio cuando le demandaba el
hacer evolucionar la tcnica en funcin de las necesidades musicales.
En cuanto a la reaccin del espectador ante la msica contempornea Yepes asegura que
si el autor de la obra contempornea ha tenido algo que decir y lo ha dicho, y el
intrprete lo ha entendido y lo transmite al pblico entonces el pblico lo entiende y
le gusta (Quintana, 1983)337.
333
Barber, Carmen (1965, 24 de junio). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La prensa, p.5.
334
Kraglund, John (1974, 22 de noviembre). Yepes passionate, controlled. Globe & Mail.
335
Livinstone, William (1982, enero). Stereo Review: Nueva York.
336
Kraglund, John (1974, 22 de noviembre). Yepes passionate op. cit.
337
Quintana, Sonia (1983, 17 de julio). Narciso Yepes: un honrado artesano de la msica. El Mercurio.
Artes y Letras, p.4-5, Santiago de Chile.
338
Pignatta, Pino (1993, enero-febrero). La Spagna a 10 corde. Seicorde, bimestrale di chitarra, pp.7-11.
106
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
Tres son las ideas de Yepes en relacin a la presencia de la guitarra junto a la orquesta.
Una es la capacidad para armonizarse a los colores orquestales (Tran, 1983)339. La
segunda es la evocacin de un dilogo, lo que yo quiero es que la guitarra dialogue con
la orquesta como un instrumento solista ms. Y la tercera es la necesidad de un
mnimo de sonoridad, la guitarra crea una atmsfera sonora que no la crea ningn otro
instrumento. Pero tiene que ser una guitarra sonora, con una cierta autoridad, que pueda
encajar perfectamente con una orquesta (Alcantar Flores, 1991)340. Yepes no entiende
la msica con orquesta como una batalla para lograr imponerse: Yo no tengo que
luchar con un instrumento que suena poco, que apenas se percibe lo que hace o que
tiene dificultades tcnicas para que suene una escala o un acorde. Yo aporto una tcnica
que, lo mismo da que se llame guitarra o se llame piano, es msica. Los msicos de la
orquesta y los directores escuchan la guitarra como si estuvieran escuchando un piano,
un violn o un cello. Como podemos apreciar en sus propias palabras, la sonoridad del
instrumento es uno de los enormes logros que Yepes aporta al dilogo guitarra-orquesta.
Ante la idea, tan comn entre los guitarristas, de contar con amplificacin en una sala de
conciertos, Yepes ataja: Cuando toco con orquesta y quieren amplificar, yo les digo
que acepto en uno de estos tres casos: si la sala es mala, si el director es malo, o si la
orquesta es mala. Pero si la acstica es buena, y el director y la orquesta son capaces de
tocar con la dinmica justa, y la obra est bien escrita, la guitarra se oye perfectamente
(Barce, 1996)341.
339
Tran, Paule (1983 25 de febrero). Jean Fournet Natciso Yepes et lONB. La libre Belgique.
340
Alcantar Flores, Arturo (1991, 25 de octubre). La msica, lenguaje universal. Excelsior, seccin
cultural, Mxico.
341
Barce, Ramn (1996, mayo-agosto). Narciso Yepes. Op.XXI Revista de Pedagoga musical, ao1, n 0,
pp.4-9.
342
Saltzman, Joe (1982, 22 de octubre). Narciso Yepes: Life, Music Hung by a 10 String Guitar. Los
Angeles Times, part VI, p.12.
107
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
deseo, que es estar ms cerca de ellos (Rosales y Zamora, 1987) 343 ; tengo la
posibilidad de crear un contacto con esos seres humanos a quienes prcticamente no
conozco, pero a quienes ya respeto y tengo cario, por haber venido y por estar
dispuestos a aceptarme y a aceptar el mensaje que les quiero transmitir (Quintana,
1983)344; soy consciente de que hay un dilogo mudo, una corriente mutua de energa
que pasa de m al pblico y del pblico a m (Urbano, 1988)345. Yepes atestigua que lo
que l siente que da al pblico es todo un mundo de evocaciones, de ideas, y de
emociones que estn [] en tu mente, en tu corazn y en las yemas de tus dedos. Y
resume: das... tu vida interior. Yepes est convencido de que debe existir una
comunicacin espiritual entre pblico y artista: Si no hay tal, no hay msica. Puede
que existan notas o instrumentos pero msica no (Rosales y Zamora, 1988)346; tiene
que existir un contacto muy vivo entre el pblico y el artista. Es algo fundamentalmente
espiritual que no tiene que ver con la tcnica (Ruiz, 1989)347. Yepes puede pensar de
este modo lgicamente porque la tcnica ya est superada, si no fuera as, el pblico no
se contentara slo con la dimensin espiritual de la comunicacin. Qu le interesa a
Yepes comunicar al pblico? l enumera: sentimientos, paz, credibilidad, amor,
euforia, alegra, y explica a continuacin que la msica tiene un poder de transmisin,
de evocacin y de invocacin tan grande que hasta las personas ms duras son capaces
de percibirlo. Seala que esa comunicacin, que es una verdadera experiencia
espiritual se establece al margen de las culturas, idiomas o nacionalidades (Bedia,
1996)348.
343
Rosales y Zamora, Patricia (1987, 5 de noviembre). Hago msica por amor a sta: Narciso Yepes.
Excelsior, seccin cultural, ao71, tomo 5, pp.1,3, Mxico.
344
Quintana, Sonia (1983, 17 de julio). Narciso Yepes: un honrado artesano de la msica. El Mercurio.
Artes y Letras, pp.4-5, Santiago de Chile.
345
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero). Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, n 149, pp.20-25.
346
Rosales y Zamora, Patricia (1988, 24 de octubre). Crear y recrear la paz, misin musical. Excelsior,
seccin cultural, Mxico.
347
Ruiz, Ricardo (1989, 13 de agosto). Narciso Yepes, el equilibrio vital de una guitarra legendaria.
Diario de Burgos, p.34.
348
Bedia, Sandra (1996, 1 de marzo). El guitarrista Narciso Yepes vuelve a los escenarios. Alerta, p.50,
Santander.
349
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero). Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, n 149, pp.20-25.
108
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
cuando el concierto termina y llegan los aplausos, el xito, el triunfo y todo eso. Para m,
el momento ms feliz de un concierto es cuando doy la primera nota porque tengo
delante de m la perspectiva de crear un contacto hoy, en este momento y lugar, con esta
msica (Quintana, 1983)350, e insiste: El instante ms emotivo y ms feliz para m es
ese momento de silencio que se produce antes de empezar a tocar. Entonces s que el
pblico y yo vamos a compartir una msica, con todas sus emociones estticas
(Urbano, 1988)351.
350
Quintana, Sonia (1983, 17 de julio). Narciso Yepes: un honrado artesano de la msica. El Mercurio.
Artes y Letras, pp.4-5, Santiago de Chile.
351
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero). Narciso Yepes op. cit.
352
Recital de Narciso Yepes en San Pedro (1986, 21 de febrero). El Progreso, p.5, Lugo.
353
Okariz, Amaia (1991, 16 de octubre). Narciso Yepes. Me faltan muchas cosas por aprender. Egin,
p.37.
354
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero). Narciso Yepes op. cit.
355
Ruiz, Ricardo (1989, 13 de agosto). Narciso Yepes, el equilibrio vital de una guitarra legendaria.
Diario de Burgos, p.34.
109
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Yepes, en plena enfermedad, cuando apenas le quedan dos aos de vida, tambin
analiza con valenta su situacin de cara al pblico: Puede ser que en alguna []
ocasin los concertistas nos sintamos cansados o enfermos y que nuestra interpretacin
no sea lo sublime que hubiramos deseado, pero siempre un buen aficionado sabr ver
la calidad que hay en esa interpretacin, y el conocimiento que existe del instrumento y
de la partitura (Nieto, 1995)357.
356
Academia Chigiana (1988, 19 de febrero). Programa de mano del concierto de Narciso Yepes en el
Pazzo Chigi Saracini, Siena.
357
Nieto, Enrique (1995, 15 de enero). Soy msico porque Dios quiso. La Opinin, El Dominical, revista
semanal, p.2, Murcia.
110
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
111
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
365
Lara Klahr, Marco (1991, 28 de octubre). El Virtuosismo, lo ms intil que puede ocurrirle a un
artista. El Financiero, p.85.
366
Pignatta, Pino (1993, enero-febrero). La Spagna a 10 corde. Seicorde, bimestrale di chitarra, pp.7-11.
367
Alonso, Csar (1986, 30 de junio). Narciso Yepes, ms que un artista. Ideal, p.20, Granada.
368
Al habla con Narciso Yepes (1952, octubre/noviembre). Entrevista. Ritmo.
369
Barber, Carmen (1965, 24 de junio). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La prensa, p.5.
370
Gironella, Pedro (1977). Narciso Yepes, humilde hombre universal. Su vida, su arte, su msica y su
pensamiento. Borrador de entrevista (probablemente para RNE).
112
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
su sistema de trabajo, su respuesta es: Muy equilibrado. Jams hago un esfuerzo intil
porque se es uno de mis lemas: no castigar al cuerpo intilmente (Ruiz, 1989)371.
Para Yepes las dificultades tienen un por qu y son ocasiones para convertirlas con
inteligencia en un motivo de progreso. Por ejemplo, refirindose a la guitarra de diez
cuerdas reconoce ante los que objetan acerca de la dificultad de su ejecucin que la
guitarra de diez me plante problemas y me los sigue planteando. Me ha forzado a una
bsqueda ms profunda, ms creativa. Jams he retrocedido ante un esfuerzo cuando
este esfuerzo tiene un sentido (Lamarque, 1973)372. La idea del esfuerzo es reiterada
por el maestro como una frmula incuestionable: No existe un don gratuito. [] Si
alguien es consciente de haber recibido un don debe cuidarlo y practicarlo con mucho
trabajo y esfuerzo; lo ms difcil es saber conservarlo (Ruiz, 1989)373 lo cual subraya
cuando, en esta misma entrevista, se le coloca ante el popular dilema de si el artista nace
o se hace: Ambas cosas, se combinan, el don recibido y el trabajo constante. Yepes
rechaza el desorden, no le interesa: Todo el que llega a un alto grado de creacin
artstica es a travs del orden y de la disciplina (Preciado, 1990)374. Su manera de
enfocar el recorrido progresivo del msico es clara: La vida de un artista est hecha de
escalones, cada uno de los cuales presenta una panormica distinta. Cuando subes el
siguiente peldao sabes que te espera algo nuevo y desconocido. En cada uno de esos
peldaos tienes que detenerte y hacer un examen de conciencia para saber si ests o no
contaminado (Alonso, 1986)375. Yepes insiste mucho en la idea de parase de vez en
cuando, adentrarse en uno mismo y reflexionar. Esta es una manera de afrontar su
quehacer profesional que discurre muy en paralelo con su propia personalidad en otras
facetas de su vida. En su propia narracin de las sorprendentes tareas que su maestro
Vicente Asencio le propone podemos escucharle decir: Fui a casa y me puse a pensar
(Lamarque, 1973)376.
Confiesa que he pensado mucho y creo que lo ms importante de un artista es tener una
formacin humanstica que le sirva para adquirir una especie de templanza para resolver
371
Ruiz, Ricardo (1989, 13 de agosto). Narciso Yepes, el equilibrio vital de una guitarra legendaria.
Diario de Burgos, p.34.
372
Lamarque, Claude (1973, octubre). Narciso Yepes. Guitare, Musique et Chansons Posie n 5,
nouvelle srie 73, p.3.
373
Ruiz, Ricardo (1989, 13 de agosto). Narciso Yepes op. cit.
374
Preciado, Nativel (1990, 5 de febrero). Narciso Yepes: el artista predestinado. Tiempo, p.154.
375
Alonso, Csar (1986, 30 de junio). Naciso Yepes, ms que un artista. Ideal, p.20, Granada.
376
Lamarque, Claude (1973, octubre). Narciso Yepes. Guitare, Musique et Chansons Posie n 5,
nouvelle srie 73, p.3.
113
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
problemas. El artista debe tener una visin global de la cosas (Lara Klahr, 1991)377.
Vemos cmo obtiene ventajas de su ocasional quietud: Una de las formas ms
maravillosas que existen de descansar es cambiar de actividad (Arco, 1988)378 y de su
consciente meditacin en su trabajo: Buscar y encontrar no solamente la perfeccin
tcnica sino el equilibrio artstico (Gironella, 1977)379.
Yepes no da por concluido su trabajo. Para l, el aprendizaje es algo dinmico y por eso
no puede detenerse mientras la vida siga: Desde nio yo tuve intuicin para la msica,
pero no saba msica, slo despus fui aprendiendo, y descubriendo; y todo lo que s
hoy, si es que s algo, lo he aprendido en el camino. [] Cada da dedico horas y horas
a la bsqueda de nuevas posibilidades, de la belleza artstica en la mejor forma posible.
Y creo que no hay ser humano con consciencia que no est dispuesto a aprender cada
da (Okariz, 1991)380. Esa sed de aprendizaje permanente queda reflejada e mltiples
comentarios: No slo tengo el convencimiento sino la necesidad de aprender cada da
algo nuevo (Ruiz, 1989) 381 ; si llegara a perder las ganas de conocer empezara a
preocuparme seriamente por m mismo (Arco, 1988)382; pobre de m si no continuara
con mis investigaciones, lo contrario sera tristsimo (Rosales y Zamora, 1988)383; hay
obras en las que yo, despus de cinco o seis aos, an sigo trabajando, porque no estn
conseguidas, no estn perfectas, an cabe darles ms grandeza o ms emocin. []
Jams me he preocupado ni por el xito, ni por el triunfo, ni por el aplauso. Mis
entraas no saben qu es la fama. Y eso es bueno: uno sigue siempre aguijoneado por el
instinto de superacin. No considero jams que en nada de lo que hago haya llegado a la
cumbre; y concluye en otro lugar de la misma entrevista: Vivir es estar todava a
tiempo (Urbano, 1988)384.
377
Lara Klahr, Marco (1991, 28 de octubre). El Virtuosismo, lo ms intil que puede ocurrirle a un
artista. El Financiero, p.85.
378
Arco, Antonio (1988, 7 de febrero). La guitarra es la prolongacin de m mismo. La verdad, Murcia.
379
Gironella, Pedro (1977) Narciso Yepes, humilde hombre universal. Su vida, su arte, su msica y su
pensamiento op. cit.
380
Okariz, Amaia (1991, 16 de octubre). Narciso Yepes. Me faltan muchas cosas por aprender. Egin,
p.37.
381
Ruiz, Ricardo (1989, 13 de agosto). Narciso Yepes, el equilibrio vital de una guitarra legendaria.
Diario de Burgos, p.34.
382
Arco, Antonio (1988, 7 de febrero). La guitarra es la prolongacin de m mismo... op. cit.
383
Rosales y Zamora, Patricia (1988, 24 de octubre). Crear y recrear la paz, misin musical. Excelsior,
seccin cultural, Mxico.
384
Urbano, Pilar (1988, 18 de enero.) Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, n 149, pp.20-25.
114
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
385
Espinosa, Jos Luis (1987, 5 de noviembre). Respeto y admiracin de Yepes a la memoria de Segovia.
Uno ms uno, Mjico.
386
Rodrguez, Mara del Mar (1993, octubre). Narciso Yepes: Entrevista sobre educacin musical.
Revista Msica y Educacin, pp. 9-14.
387
Rubio, Jos Luis (1991, 20 de diciembre). Narciso Yepes: Espaa ya no es el centro mundial de la
guitarra. ABC Cultural, n7, pp.42-43.
388
Fuentes Labrador, Juan Luis (1975, 11 de diciembre). Yepes y la msica contempornea para guitarra.
El Adelantado, p.3, Salamanca.
389
Corts, Ana Lilia (1991, 24 de octubre). Por encima de todo soy feliz: Narciso Yepes. El Mexicano,
seccin E, p.15.
115
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
intil, pero Yepes no slo desea conseguir belleza de sonido sino tambin cantidad
cuando haga falta, que el guitarrista no se quede nunca corto en calidad, ni en cantidad
(Rubio, 1991)390. El maestro Yepes est convencido de que ha abierto un horizonte en
forma de abanico para los guitarristas (Ababol, 1996, 13 de septiembre)391 y espera
dejar una huella para los jvenes que no escatiman el esfuerzo (Gmez, 1985)392.
Cuando los periodistas le preguntan por los consejos que desea transmitir a los jvenes
guitarristas, Yepes hace un despliegue de recomendaciones de un alto valor didctico y
humano: Estudiar msica en serio, ser humilde, tener curiosidad por todo y sentido
del humor! (Barber, 1965)393; que ganen entusiasmo y que toquen convencidos de lo
que estn haciendo, que hagan msica por amor a la msica, y no por amor a los
alrededores de la msica. Estoy seguro de que cuando alguien toca un instrumento
porque ama la msica, lo hace de manera completamente distinta (Rosales y Zamora,
1987)394; que aprendan a estudiar, es ms difcil saber hacerlo que saber tocar (Meja,
1988)395; que se armen de fuerza y de paciencia para trabajar en serio y que no hagan
alarde de artistas que han recibido un don celestial sin preocuparse de ms; que
cuando se den cuenta de la necesidad de ese esfuerzo ya no se les olvide (Ruiz,
1989)396.
390
Rubio, Jos Luis (1991, 20 de diciembre). Narciso Yepes: Espaa ya no es el centro mundial de la
guitarra. ABC Cultural, n7, pp.42-43.
391
Narciso Yepes: el dolor es una caricia de Dios (1996, 13 de septiembre). Ababol, suplemento de
letras, artes y ciencia de La verdad, p.3, Murcia.
392
Gmez, Jos Mara (1985, 7 de septiembre). Curso dirigido por Narciso Yepes. El Correo de
Andaluca.
393
Barber, Carmen (1965, 24 de junio). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La prensa, p.5.
394
Rosales y Zamora, Patricia (1987, 5 de noviembre). Hago msica por amor a sta: Narciso Yepes.
Excelsior, seccin cultural, ao71, tomo 5, pp.1,3, Mxico.
395
Meja, Jess (1988, 31 de octubre). La guitarra es la expresin ms viva de mi vida. El Da, p.21,
Guanajuato.
396
Ruiz, Ricardo (1989, 13 de agosto). Narciso Yepes, el equilibrio vital de una guitarra legendaria.
Diario de Burgos, p.34.
116
Captulo 4.- ESTADO DE LA CUESTIN
397
Lamoutte, Sylvia M. (1988, 4 de noviembre). El virtuoso del silencio interior. El Nuevo Da,
suplemento: Por dentro, pp.69-70, Puerto Rico.
398
Mari, Rafa (1984, 30 de noviembre). Parece ser un buen msica es imprescindible tener una buena
formacin humanista. Entrevista. Las Provincias, p.28, Valencia.
399
Rubio, Jos Luis (1991, 20 de diciembre). Narciso Yepes: Espaa ya no es el centro mundial de la
guitarra. ABC Cultural, n7, pp.42-43.
400
Recital de Narciso Yepes en San Pedro (1986, 21 de febrero). El Progreso, p.5, Lugo.
401
Rodrguez, Mara del Mar (1993, octubre). Narciso Yepes: Entrevista sobre educacin musical.
Revista Msica y Educacin, pp.9-14.
402
Ruiz, Almudena (1996, 1 de marzo). Lo que se est haciendo con la msica. Diario Montas, p.81.
403
Barce, Ramn (1996, mayo-agosto). Narciso Yepes. Op.XXI Revista de Pedagoga musical, ao1, n0,
pp.4-9.
117
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
404
Rayn, Fernando (1988, febrero). Nuevo acadmico. Mundo cristiano, p.34.
118
CAPTULO 5
METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
Captulo 5.- METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
5. METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
As pues, vistas las caractersticas de esta tesis doctoral, la metodologa elegida para su
investigacin es de tipo performativa, es decir segn un modelo que, como hemos
indicado anteriormente, no habla de msica sino que se presenta como un trabajo desde
la msica. La documentacin que se aporta se define desde la propia msica, a travs de
las anotaciones manuscritas del Archivo Musical de Narciso Yepes y su respuesta
sonora, que es el hecho ms cercano a la interpretacin musical, pero no a travs de la
405
Cataln, Teresa (2013). Creacin e investigacin. En Pliego, Vctor (ed.). Actas de la Jornada sobre
las relaciones entre el Conservatorio Superior de Msica y la Universidad. Madrid: 16 de febrero.
406
Ibid.
121
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
audicin de los registros discogrficos del maestro Yepes sino mediante la escucha de la
partitura, tan real como precisa, que realiza el investigador slo a la vista del papel.
122
Captulo 5.- METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
Todos sabemos que seleccionar siempre requiere de una capacidad de sntesis y de unas
renuncias muy grandes. Elegir es renunciar. Y eso es lo que hemos hecho al acudir a las
fuentes del Archivo Musical de Yepes, realizando una primera acotacin. Nos han
interesado en particular las partituras que tienen una especial huella de Yepes, es decir
tanto las que son enteramente manuscritas suyas como las que contienen indicaciones
manuscritas suyas. Tambin las que son arreglos suyos o transcripciones suyas, y las
que contienen sus digitaciones, porque son ediciones suyas o porque proponen la
utilizacin de recursos tcnicos en los que l es un especial innovador.
De las partituras que configuran el Archivo Musical de Narciso Yepes hemos fijado
pues la atencin, por constituir las fuentes documentales primarias de nuestra
investigacin, en:
De este modo tenemos acceso al objeto de nuestro estudio que se asoma a las
anotaciones manuscritas de Yepes, tanto en partituras impresas como en manuscritas, ya
sean autgrafas suyas o no; y tanto en documentos originales como en multigrafiados.
Nos hemos fijado en todas stas porque son aquellas que se convirtieron en
instrumentos vivos del trabajo del maestro y reflejan el procedimiento y los criterios del
intrprete en la preparacin de las obras. Las anotaciones manuscritas aadidas con
posterioridad a partituras existentes previamente nos han permitido adems disponer del
reflejo en el papel de cmo estudiaba Yepes una obra, lo cual, como hemos dicho, ha
enriquecido enormemente el acercamiento a su obra y a su metodologa de trabajo.
123
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
2. Partituras para distintas formaciones: desde guitarra sola hasta guitarra y orquesta.
4. Partituras trabajadas en distintos periodos de la vida del maestro, desde las que
escriba con 14 aos hasta las que permanecan en su atril en los ltimos meses de su
vida.
5. Partituras de distinta popularidad, desde las que estn consagradas por la tradicin
hasta las ms desconocidas.
6. Partituras de distinta duracin, desde las piezas ms breves hasta las ms extensas.
9. Partituras que reflejan el trabajo personal del intrprete, desde las que han sido
levemente revisadas hasta las que han sufrido enormes transformaciones.
124
Captulo 5.- METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
10. Partituras de distintas versiones de una misma pieza, tanto por tratarse de
aproximaciones de diferentes intrpretes como por ser revisiones sucesivas de la misma
persona.
13. Partituras preparadas para distintos fines, es decir, para ser ledas, para ser
estudiadas, para ser tocadas en concierto, para ser grabadas en disco, para ser editadas,
para ser regaladas a un discpulo o para ser investigadas.
Una vez decididas las caractersticas especiales de las partituras en las que se ha
centrado la investigacin segn los criterios descritos anteriormente, sin duda el paso
ms atractivo ha sido conocer el material a investigar, descubriendo los documentos
pertenecientes al Archivo, observndolos uno a uno, reagrupando las partes afines que
se hallaban traspapeladas y, por supuesto, identificando cada una de las msicas que se
desplegaban ante nuestros ojos, admirando su contenido y resolviendo las dificultades
que han ido apareciendo.
125
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Con el fin de trabajar con el mximo rigor, hemos creado, como necesarios
instrumentos de investigacin, unas fichas identificativas de cada partitura con la
siguiente informacin:
Respecto al tipo de documento, las partituras observadas son de muy variado tipo. Las
hay impresas o manuscritas, multigrafadas u originales, con anotaciones manuscritas o
sin ellas, y stas siendo de Yepes o no. Todas las posibilidades se combinan: podemos
estar, por ejemplo, ante una partitura impresa original con anotaciones manuscritas
originales, o ante una partitura manuscrita de Narciso Yepes multigrafada, o ante una
copia del manuscrito de un autor con anotaciones posteriores de Narciso Yepes, etc.
Todos los matices que describen el tipo de documento quedan reflejados en el registro
correspondiente con una nomenclatura de abreviaturas que puede consultarse en el
ndice de abreviaturas y que coincide con la que puede leerse en los pies de cada
ejemplo musical mostrado en el captulo de Valoracin y anlisis de las observaciones.
126
Captulo 5.- METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
fuera as, por ejemplo si se trata del manuscrito del compositor, lo hemos mencionado
explcitamente.
-La evolucin de una partitura a otra, observando si la partitura surge como resultado de
la existencia de otra anterior por ser, por ejemplo, una copia revisada, un trabajo sobre
una versin previa, o porque muestra en ella anotaciones o digitaciones posteriores en el
tiempo.
-La hiptesis sobre la finalidad concreta de algunos documentos, por ejemplo a la vista
de su formato o de la disposicin de su contenido, si son partituras utilizadas en
concierto pblico o preparadas para una grabacin discogrfica.
-La particularidad de un documento que aparece, en realidad, como una parte de un todo
constituido por varios documentos.
127
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Los nombres de los profesionales que de algn modo han dejado su huella en la
realizacin de cualquiera de los documentos, especialmente de los materiales publicados,
han sido minuciosamente trasladados a la ficha, aunque, lgicamente, ms de la mitad
de las partituras corresponden al proceso de estudio, trabajo, transcripcin, revisin,
digitacin o edicin del propio Narciso Yepes.
En el caso de una partitura impresa, otra informacin que hemos incluido en el registro
de cada ficha es la resea editorial nombre de la editorial, lugar y ao de publicacin.
Cuando estos datos no aparecan en el documento por hallarnos ante copias o
fragmentos de partituras editadas que carecen de dicha informacin, los henos tratado
de aportar de todos modos siempre que los hayamos podido identificar con total certeza
mediante el oportuno trabajo de investigacin.
128
Captulo 5.- METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
-La digitalizacin de los documentos observados con el fin de realizar sobre ellos un
trabajo limpio que no cause ningn dao a la partitura y facilite su conservacin.
409
Barambio, Ismael. Mtodo para la guitarra de 10 cuerdas (en junio 2014 todava en preparacin).
129
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
en pblico. En segundo lugar, contrastando las piezas investigadas con otras semejantes
que han aparecido incompletas en algn movimiento o de las que se tenan otras
versiones, cotejando la tonalidad, el estilo o la forma musical. Y en tercer lugar,
documentndose acerca del repertorio para guitarra, tanto del ms habitual entre los
intrpretes como del menos conocido o indito.
Otra dificultad tcnica que hemos tenido que afrontar en la categorizacin de algunos
documentos de archivo musical ha consistido en la distincin entre msica impresa y
msica manuscrita, a priori dos trminos excluyentes, pero cuya frontera, en este caso,
no siempre es precisa dado que hemos encontrado muchos documentos cuyo texto
musical se completa con informacin de ambos tipos. Por ejemplo hemos observado la
existencia de numerosas partituras editadas sobre las que Yepes realiza un trabajo en
profundidad y que se encuentran pobladas de anotaciones manuscritas autgrafas.
130
Captulo 5.- METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
1. Digitaciones.
131
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
-Cambios de tonalidad
-Cambios de tempo
-Cambios de dinmica
-Cambios de articulacin
-Cambios de ornamentacin
-Intercambio de partes entre instrumentos
-Redistribucin de notas o incisos entre distintos instrumentos
-Reconstitucin completa de partes instrumentales
Por ltimo hemos dado forma terica a lo que se ha contrastado en el anlisis y muy
especialmente a la respuesta sonora que emana de la partitura. Al tratarse de msica que
hemos odo interpretar al maestro Yepes en multitud de ocasiones, y poder valorarlas a
partir de nuestra experiencia de msicos profesionales, esta transformacin de la mirada
en la escucha se ha visto claramente facilitada, ya que al encontrarnos delante de la
partitura hemos podido sentir y valorar la intencin sonora del maestro.
En este sentido hay que matizar que desde el Archivo de Narciso Yepes la observacin
de la partitura no es un mtodo completo para la investigacin de su interpretacin de
esa obra pues no todo lo referente a la personalidad de su versin queda anotado.
Afortunadamente contamos con nuestra experiencia de haber odo tocar y estudiar a
Yepes durante aos de manera ininterrumpida prcticamente todo su repertorio, y haber
visto y conocido de primera mano el crecimiento personal y maduracin del intrprete.
Deseamos hacer constar que no hemos acudido a la escucha de las versiones grabadas
por Yepes en registros discogrficos de la msica investida para no debilitar la
autoridad que se desprende de las fuentes primarias del Archivo. Eso no quiere decir
que el relieve sonoro de esta msica no se haya producido puesto que el investigador
tiene la capacidad de or con la mirada, de convertir en performativo el mensaje
paleogrfico del objeto de investigacin. Otra razn para descartar la escucha de los
132
Captulo 5.- METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN
discos del maestro como instrumento sistemtico de investigacin ha sido evitar ser
dirigidos por la escucha emocional que reviste la interpretacin de Yepes y su posible
consecuencia en la objetividad del anlisis. El estudio de la interpretacin de Yepes
escuchando las fuentes sonoras que dej registradas constituye un trabajo apasionante
pero distinto al que nos hemos marcado, consistente en hacer hablar la partitura, y sera
sin duda objeto de otra tesis doctoral.
133
CAPTULO 6
VALORACIN Y ANLISIS
DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Las anotaciones que observamos en las partituras trabajadas por Yepes podemos
clasificarlas en las siguientes categoras, yendo de menor a mayor profundidad en el
aspecto musical, en interpretacin e investigacin, y por tanto en susceptibilidad de
anlisis:
a) Anotaciones no musicales
Aqu encontramos por ejemplo numeracin de variaciones, indicacin del orden de los
movimientos y, sobre todo, mejora de la visualizacin y clarificacin de distintos
elementos musicales como cambios de comps, notas alteradas, cambios de tonalidad,
signos de repeticin, alteraciones de precaucin, etc.
137
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Es el conjunto de anotaciones que nos revelan la mayor riqueza del trabajo personal del
maestro, y que describen elementos sustanciales a la msica misma tales como cambios
de octava de una nota, cambios de unas notas por otras, supresin o aadidura de notas,
supresin y aadidura de compases, cambios en los acordes tanto en su disposicin
como en su simplificacin o en su completitud, cambios de pasajes completos,
supresin o aadidura de pasajes completos, cambios de ritmo, cambios de comps, etc.
138
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
que Narciso Yepes es el autor de esa grafa; en caso de que no sea as, haremos
explcitamente la mencin del autor del manuscrito. Las abreviaturas utilizadas al pie de
cada ilustracin estn detalladas al inicio de este trabajo y coinciden con las que
describen los documentos en las fichas identificativas mostradas en el Anexo.
La mencin del autor de la obra sobre la que se trabaja y las menciones secundarias
como los responsables de la transcripcin, el arreglo, la digitacin o la revisin no
suelen constar en gran cantidad de documentos autgrafos de Yepes. La mayora de los
borradores en los que trabaja Yepes carecen en parte o totalmente de esta informacin.
Generalmente, slo cuando Yepes ultima una versin ms definitiva o ms trabajada se
acuerda de completar la partitura con estos datos. He aqu algunos ejemplos con
diferentes menciones que revelan distintas labores que realiza Yepes, y su deseo de que
as conste en el manuscrito. En el primer caso el trabajo mencionado es el de
transcripcin, al tratarse de una pieza originalmente orquestal que Yepes traslada a la
guitarra.
Ilustracin 1 - Falla. Cancin del fuego fatuo (del Amor brujo), p.1. Part. ms. orig.
En este caso, aunque Yepes tambin ha realizado una revisin de la obra original de
Bacarisse (Passapi de la Suite para guitarra op. 55), slo firma la digitacin de la pieza.
139
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
En esta pieza, lo que realiza Narciso [G] Yepes es un arreglo para guitarra puesto que
el Tambourin original de Rameau, editado en Pars en 1724, pertenece a la Suite en mi
n 2 para clavecn.
410
Recordemos que en 1960 Yepes se permuta los apellidos Garca Yepes ya que en esa poca su nombre
artstico se ha consolidado como Narciso Yepes.
140
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 6 - Sor. Quinta Fantasa con variaciones, portada interior. Part. ms. orig.
Tambin ha corregido Yepes la mencin del autor cuando consideraba que no era la que
le corresponda, como sucede con esta Suite de Manuel Ponce, compuesta para Andrs
Segovia, y atribuida engaosamente al laudista barroco Silvius Leopold Weiss.
Ilustracin 7 - Ponce. Suite en La mayor, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
Del mismo modo que con la mencin del autor, una gran cantidad de documentos
autgrafos de Yepes, especialmente las partituras que forman parte del proceso inicial
del trabajo de una obra, no poseen el ttulo de la pieza, el cual hemos identificado en
todos los casos gracias al conocimiento del repertorio del maestro. En algunas ocasiones
141
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Yepes modifica el ttulo, como vemos en este movimiento de la Sonata de Palau que
titula Perfiles, bajo la forma de un Tema con variaciones.
Ilustracin 8 - Palau. Perfiles, tema con variaciones para guitarra, portada. Part. ms. orig.
Podemos observar cmo los nombres de los movimientos de esta misma obra han sido
tambin modificados posteriormente.
En otras ocasiones sugiere l un ttulo diferente que el autor no haba considerado, como
es el caso de la Habanera de Montsalvatge que Yepes transcribe para guitarra desde la
partitura para piano y que pertenece a los Tres divertimentos publicados en Barcelona
en 1941 en donde no se hace referencia alguna a este ttulo.
142
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 13 -Mertz. Tarantelle, p.3. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
143
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Casi siempre escrito tambin en grande, e igualmente en rotulador azul, con un leve
trazo curvado inferior, y situado en la esquina superior exterior de cada pgina.
Ilustracin 14 - Mertz. Pense Fugitive, pp.1,3,5. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 15 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
El minutaje suele estar anotado al final de la pieza o del movimiento, como observamos
en este ejemplo en el que la primera estimacin de la duracin de la pieza ha sido
posteriormente revisada a un tiempo ms largo.
Ilustracin 16 - Mertz. Tarantelle, p.7. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
144
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Al final de una obra compuesta por varios movimientos o de una suite creada con varias
piezas suele aparecer as mismo el tiempo total.
Ilustracin 17 - Mertz. Pense Fugitive, p.11. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
Muy pocos documentos autgrafos de Yepes estn fechados y muchos menos firmados.
No obstante siempre ha sido posible identificar la autora del manuscrito por el
conocimiento que tenemos de la caligrafa tanto de la msica como de la letra del
maestro. Se conservan sin embargo algunos documentos de gran inters por ser de los
ms antiguos que l escribiera y que se remontan a su infancia, su adolescencia y su
juventud. El primer documento que mostramos est copiado por Yepes cuando contaba
slo con 14 aos de edad.
Ilustracin 18 - Sor. Quinta Fantasa con variaciones, p.18. Part. ms. orig.
145
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Yepes tiene 16 aos cuando firma utilizando graciosamente la clave de fa para formar la
N de Narciso y la de sol para la G de Garca.
Ilustracin 20 - Sor. Marcha fnebre (de la Fantasa elegaca), p.4. Part. ms. orig.
Ilustracin 21 - Palau. Sonata en La mayor, II. Allegretto, p.3. Part. ms. orig.
146
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
En este otro documento datado en 1969, que prepara la edicin de la Suite de Gaspar
Sanz, podemos ver la firma definitivamente ms estilizada.
6.1.9. Dedicatorias
Algunas de las piezas que los compositores dedican a Yepes, al ser trabajadas y escritas
de nuevo por l, necesitan de la incorporacin autgrafa del propio Yepes de esa
dedicatoria. El primer ejemplo es del Passapi de Bacarisse al que volveremos a hacer
mencin ms adelante.
147
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
En este tercer ejemplo Yepes seala de su puo y letra que la Sonata de Palau le est
dedicada.
Ilustracin 26 - Palau. Sonata en La mayor, I. In forma di toccata, p.3. Part. ms. orig.
Por ltimo, entre las indicaciones manuscritas que no son de carcter estrictamente
musical, descubrimos en esta seccin anotaciones autgrafas diversas, concernientes a
distintas informaciones dignas de mencionar por Yepes. Por ejemplo indicaciones
relativas a proyectos concretos como conciertos o grabacin de discos.
O menciones a las diferentes versiones trabajadas como por ejemplo estas dos partituras
de la misma obra de Joaqun Rodrigo. La primera (Versin A) parte de la digitacin
de Graciano Tarrago.
Ilustracin 28 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
148
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 29 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
Escrito con claridad al inicio de cada variacin en las formas de tema con variaciones o
al principio de cada diferencia o mudanza en las danzas de los vihuelistas del siglo XVII,
como por ejemplo en estas Diferencias de Narvez.
Esto sucede especialmente cuando Yepes cambia el orden de los movimientos en una
suite o cuando construye una suite con piezas sueltas de un autor, como es el caso de
estas pequeas obras de Paganini pertenecientes a la coleccin de sus Ghiribizzi per
149
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
chitarra sola. Yepes primero selecciona las piezas marcndolas con una doble X en la
partitura completa para despus ordenarlas segn su criterio personal, anotando el
nmero de orden.
Ilustracin 32 - Naoumoff. Bach Connexion, p.1. Part. ms. del autor con anot. ms. orig.
En Tarantos, pieza compuesta para Yepes por el compositor cubano Leo Brower,
podemos ver, en una de las secciones de la obra, la seleccin de orden que realiza el
intrprete, ante la libertad ofrecida por el compositor, de los diferentes fragmentos
presentados de un modo independiente y que han de ser engarzados y dotados de
continuidad en la interpretacin. Observamos que el criterio grfico seguido por Yepes
ha sido encabezar cada uno de ellos con un nmero romano en rotulador azul dentro de
un crculo rojo.
150
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 33 - Brouwer. Tarantos, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
Entre las indicaciones que atesoran las partituras de Narciso Yepes una de las ms
apreciadas por los guitarristas que desean acercarse a su pensamiento musical es el de la
afinacin de las cuerdas en funcin de la obra a interpretar, y especialmente la de las
cuatro cuerdas que l aadi a la guitarra. Yepes modifica la afinacin estndar de las
cuerdas para adaptarla a las necesidades musicales de cada pieza. Esto puede producirse
tanto por razones de mejora de la resonancia, al darle ms posibilidades de vibracin
por simpata a los armnicos ms cercanos a la tonalidad de la obra, como por razones
de necesidad de utilizacin de determinados bajos, susceptibles de ser tocados ms
frecuentemente al aire o en posiciones de acordes ms lgicas. Pero no slo aparecen
indicaciones de las sugerencias de afinacin de la sptima, octava, novena y dcima
cuerdas sino que bastante a menudo Yepes tambin hace la propuesta de bajar o subir la
afinacin de algunas de las otras cuerdas con el fin de conseguir un mejor resultado
sonoro. Es conocido, y de hecho muchos autores lo solicitan, el bajar la sexta a RE, pero
Yepes lleva ms lejos esta demanda y propone frecuentemente cambiar la afinacin de
cualquiera de las otras cuerdas tradicionales de la guitarra como por ejemplo la de bajar
la tercera a FA#, muy usada por l en un amplio abanico de estilos, no slo en el de la
151
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
msica antigua en el que parece lgico querer preparar una afinacin de las cuerdas
anloga a la de la vihuela.
He aqu algunos ejemplos de preparacin de la afinacin del instrumento para las obras
a interpretar. La notacin ms utilizada es la del nmero de cuerda rodeado de un
crculo.
Ilustracin 34 - Mertz. Pense fugitive, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
152
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
A menudo, en una misma obra, o sucesin de obras, necesita cambiar la afinacin entre
las piezas con lo que la afinacin de las cuerdas est precedida de la accin de subir o
bajar en funcin de la afinacin precedente.
En esta primera pieza de Rodrigo, el Fandango, vemos cmo Yepes ha preferido afinar
la tercera en FA# en lugar de en SOL. Como decamos antes, ste es un sistema que
Yepes utiliza a menudo. Con ello busca el facilitar las digitaciones y la coherencia
sonora en la mayora de los acordes relativos a la tonalidad correspondiente.
Ilustracin 38 - Rodrigo. Tres piezas espaolas. Fandango, p.2. Part. impr. con anot. ms. orig.
153
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
A continuacin anota que la tercera hay que restaurarla a SOL y prepara los bajos para
la Passacaglia con un efecto que evoca la profundidad de los bajos de la teorba.
Para la tercera pieza, el Zapateado, anota dos opciones posibles, seguramente a escoger
en funcin de si se van a tocar las tres piezas seguidas en concierto o si se van a grabar
de manera independiente, en cuyo caso se cuenta con tiempo para preparar cambios de
afinacin ms complejos. Obsrvese que si descarta la opcin de bajar de nuevo la
tercera a FA# y mantiene la tercera en SOL, entonces ajusta la dcima cuerda
precisamente con esa afinacin de FA#.
Hay veces, especialmente en un documento escrito de cara a una edicin, en que Yepes
especifica la afinacin concreta de cada una de las cuerdas; en este caso vemos que slo
la sptima no tiene la afinacin estndar pues es RE en lugar de DO.
154
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Estas indicaciones constituyen un reflejo del verdadero taller del guitarrista en donde se
toman decisiones muy importantes para la puesta en prctica, es decir fsicamente sobre
el instrumento, del contenido terico de la partitura.
6.4.1. Digitaciones
Seguramente de entre las anotaciones del maestro Yepes que atesoran sus partituras,
unas de las ms codiciadas por los guitarristas son las referentes a sus digitaciones. Nos
155
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
encontramos ante signos que revelan, con elementos grficos muy sencillos, una
informacin privilegiada, la que resume por un lado la intuicin y por otro el trabajo de
horas de bsqueda e investigacin del maestro. Son tan numerosas las posibilidades
digitales que ofrece la guitarra de hacer sonar la misma msica reflejada en el
pentagrama que tener acceso al camino recorrido de seleccin y de descarte del maestro
es una ventaja extraordinaria. Cada fragmento de msica, cada comps, cada nota
guarda un secreto de digitacin y esconde un modo de volver cada pasaje ms accesible;
son las claves de los procedimientos tcnicos que se traducen inmediatamente, en los
dedos de Yepes, en un resultado de interpretacin de una escucha ms fcil y
comprensiva.
indica el traste en el que debe extenderse el dedo primero para formar una cejilla
156
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
el dedo se extiende hacia las cuerdas graves aunque slo suenen las agudas
el dedo se extiende hacia las agudas aunque slo suenen las graves
157
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
deslizar los dedos por la cuerda donde estn hasta la nota que corresponda
se colocan los dedos antes de que llegue el momento de usarlos pero en trastes distintos
abrir los dedos tanto como sea necesario hasta conseguir la posicin deseada
contraer los dedos tanto como sea necesario hasta conseguir la posicin deseada
158
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
no apoyando
159
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
se colocan los dedos sobre las cuerdas antes de que llegue el momento de usarlos
En el planteamiento que Yepes hace de las digitaciones observamos cmo no slo desea
encontrar los movimientos de los dedos que faciliten la fluidez de los pasajes y estorben
lo menos posible a la msica, sino que busca sin excepcin el resultado sonoro que
emana de ellas. As mismo, entre los recursos de sus digitaciones, Yepes concede
importancia a la posibilidad de anticipar o mantener, cuando es necesario, las posiciones
de los dedos, tanto en los momentos en que se requiere un especial legato como para
asegurar la escucha de las distintas voces de la polifona, o simplemente por una
cuestin de seguridad en la ejecucin. Es decir que las digitaciones no slo contemplan
el ocuparse de lo que est sonando sino que preparan lo que va a sonar y cuidan lo que
ya ha sonado.
Ofrecemos a continuacin algunos de los signos que Yepes emplea en la grafa de sus
digitaciones con las explicaciones de su puo y letra junto a sus propios ejemplos
tomados del borrador para la preparacin de la edicin de la Suite espaola de Gaspar
Sanz. Vemos cmo, con una didctica extraordinaria, Yepes no deja nada al azar y
explica cada detalle, persiguiendo en todo momento el que la claridad de los conceptos
ayude al intrprete en su lectura.
En cuanto a los smbolos para la mano izquierda encontramos por ejemplo cejillas
(extensiones del dedo ndice con el fin de pisar en mltiples cuerdas simultneamente) y
signos que describen la preparacin y mantenimiento de los dedos que hemos descrito
anteriormente:
160
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 43 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.4. Ms. orig.
Ilustracin 44 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.4. Ms. orig.
161
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 45 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.4. Ms. orig.
Ilustracin 46 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.1. Ms. orig.
162
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 47 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.1. Ms. orig.
Ilustracin 48 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.1. Ms. orig.
Ilustracin 49 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.1. Ms. orig.
163
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 50 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.2. Ms. orig.
Ilustracin 51 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.2. Ms. orig.
164
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 52 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.2. Ms. orig.
Ilustracin 53 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.2. Ms. orig.
165
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
La siguiente corresponde a una pgina del compositor blgaro Emile Naoumoff, basada
en las cuatro notas que definen el nombre de Bach (B-A-C-H: SIb, LA, DO, SI
natural) que Yepes arregla para la guitarra y que aparece poblada de numerosos
elementos y recursos de digitaciones de ambas manos.
166
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 57 Villa-Lobos. Estudio n 6, p.14. Part. impr. con anot. ms. orig.
167
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 59 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.2. Part. impr. con anot. ms.
6.4.2. Rasgueados
168
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Tambin vale la pena resear los momentos en que Yepes desea expresamente que no se
realice un rasgueado porque prefiere la fuerza de un acorde de notas simultneas aunque
para ello tenga que descubrir soluciones para pulsar varias notas a la vez.
Ilustracin 62 - Rodrigo. Adagio (Concierto de Aranjuez), p.29. Part. impr. con anot. ms.
169
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 63 - Rodrigo. Adagio (Concierto de Aranjuez), p.31. Part. impr. con anot. ms.
170
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
6.4.3. Resonancia
171
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
bemol escrito por el compositor) que desea dejar vibrar en la primera cuerda. Este es el
cominenzo de la pieza del manuscrito del profesor Peris.
Visualmente, son varios los elementos que distinguen a Yepes de la mayora de los
guitarristas que siguen una escuela distinta a la suya. Su imagen est perfilada por la
posicin de la guitarra, ms horizontal que en la escuela tradicional, el apoyo en las
172
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
piernas de modo que el cuerpo del intrprete tenga el mnimo contacto con la caja de la
guitarra para ahogar lo menos posible la resonancia del instrumento; tambin la
posicin de las manos le retrata, pero una de las imgenes ms caractersticas de Yepes
cuando se le ve interpretar es su gesto del apagado del sonido al final de una pieza,
llevando la mano al puente e inclinndola suavemente para ir borrando el sonido sin
brusquedad. Esto lo indica Yepes de este modo entre sus smbolos, explicado por l
mismo.
Ilustracin 67 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.2. Ms. orig.
6.4.5. Armnicos
armnico octavado
173
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
6.5.1. Metrnomo
Algunas de las piezas estudiadas por Yepes sufren variaciones metronmicas a lo largo
del proceso de trabajo. Mostramos a continuacin algunas curiosidades. En el primer
ejemplo comprobamos que ha cambiado la corchea de 164 a 138. La anotacin est a
lpiz y se ve que la anterior ha sido borrada y sustituida.
174
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 70 - Mertz. Pense fugitive, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 71 - Pujol. Cancin de cuna, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
175
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
En el ltimo ejemplo vemos cmo Yepes cambia la pulsacin de corchea a corchea con
puntillo; prefiere tener una referencia rtmica ms lenta para conseguir un tempo
semejante. El resultado es un tempo un poco ms acelerado ya que la correspondencia
correcta matemticamente de la corchea a 138, sera la corchea con puntillo a 92.
176
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
En el comienzo de esta pieza compuesta por Ignacio Yepes para el ballet Zarandanzas,
de claro estilo ad libitum, Narciso Yepes se anota el carcter del fragmento.
Entre las anotaciones autgrafas de Yepes en sus partituras figuran algunos matices
aggicos en lugares no indicados por el compositor.
Ilustracin 78 - Mertz. Variations mignones, p.5. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 79 - Palau. Fantasa, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
177
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Cuando realiza una transcripcin de Falla, autor que Yepes considera muy reflexivo
sobre cada decisin que escribe en el papel, su fidelidad a las indicaciones aggicas es
minuciosa. Aqu vemos el cuidado en anotar cada ligera sugerencia de Falla en el inicio
de la Cancin del fuego fatuo en la que los compases impares tienen un punto ms de
tensin que rompe en los pares con una peticin de mayor calma.
Ilustracin 80 - Falla. Cancin del fuego fatuo (del Amor brujo), p.1. Part. ms. orig.
Ilustracin 81 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1. Part. impr. con anot. man. orig.
6.5.4. Articulacin
178
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 82 - Bach. Chacona, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
En la segunda escoge un portato en las cuatro corcheas de la lnea ms aguda, para dar
respuesta a las dos corcheas tocadas en tenuto en la zona ms grave y marcar as el
contraste de este dilogo meldico.
Ilustracin 83 - Bach. Chacona, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
En la tercera abundan los acentos coincidentes en la primera nota de las repeticiones del
LA, indistintamente en las diferentes octavas, consiguiendo un efecto de pedal que
abraza toda la tesitura a lo largo del pasaje.
Ilustracin 84 - Bach. Chacona, p.10. Part. impr. con anot. ms. orig.
6.5.5. Fraseo
179
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 85 - Mertz. Pense fugitive, p.6. Part. impr. con anot. ms. orig.
En este otro ejemplo la ligadura une elementos dispares en una sola idea de fraseo.
Ilustracin 86 - Pedrell. Guitarreo, p.3. Part. impr. con anot. ms. org,
Ilustracin 87 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
Por otra, la escritura de Yepes, que gusta de hacer aflorar la meloda que sugiere el autor
en el techo de este fragmento de Invocacin y Danza.
180
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Esta otra escritura de la misma msica permite registrar visualmente la meloda que
Rodrigo hace asomarse implcitamente por encima del conglomerado rtmico-meldico,
y facilita el reconocer que no es otra que la que compone Falla para el primer tema del
Amor brujo, (la cual omos exactamente en el mismo tono en la Introduccin, en la
Pantomima y en el solo de trompeta en los cuatro compases de transicin justo antes de
la Danza del juego de amor.) Obsrvese cmo a un pasaje originalmente a dos voces,
Yepes le confiere una tercera dimensin meldica descubriendo as un contrapunto a
tres voces.
Los matices juegan un papel muy importante en algunas de las obras interpretadas por
Yepes, llegando a ser en algunas ocasiones absolutos protagonistas del discurso musical.
Las indicaciones sobre la dinmica son sin embargo ms escasas entre las anotaciones
manuscritas que descubrimos en las partituras trabajadas; pensamos que porque
frecuentemente no necesita dejar escrito para s mismo las ideas musicales intuitivas que
l entiende como naturales, y que forman parte de todo un conjunto de elementos de los
que hablaremos ms adelante, que caracterizan la interpretacin de Yepes pero de los
que no quedan vestigios en forma de notacin sobre el papel.
Cuando desea dar a conocer su trabajo a los dems guitarristas a travs de sus ediciones
o a sus alumnos dndoles acceso directo a sus partituras estudiadas y anotadas, entonces
s se preocupa por dejar constancia de las intenciones de interpretacin relativas a la
dinmica de la msica. Podemos encontrar un ejemplo, conocido por todos los
aficionados, en los Recuerdos de la Alhambra de Trrega, una de las obras que ha
llevado a la mxima admiracin la ejecucin de Narciso Yepes, con su virtuoso trmolo
al servicio de un canto verdaderamente lrico. Este lirismo lo logra el maestro
precisamente en el uso del matiz como elemento conductor de la obra. En su partitura
curiosamente no hay prcticamente ninguna modificacin musical de alcance, como en
la mayora de las piezas que han pasado por sus dedos, por lo que destaca especialmente
el hecho de que su preocupacin en la transmisin de la msica est orientada a la
perfecta administracin de la dinmica, junto a los instantes de ligersimos ritardandos y
a los evocadores cambios de timbre. Por supuesto esto es posible en el momento en que
no existe ningn problema de tcnica, es decir cuando no se le ofrece ninguna
distraccin al oyente.
181
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 89 - Trrega. Recuerdos de la Alambra, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 90 - Trrega. Recuerdos de la Alambra, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 91 - Trrega. Recuerdos de la Alambra, p.2. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 92 - Trrega. Recuerdos de la Alambra, p.2. Part. impr. con anot. ms. orig.
182
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Es de gran belleza el piano sbito del comps 29. En estos ejemplos de cambios de
dinmica constatamos que Yepes nunca los realiza sin estar acompaados de todo el
contexto del fraseo musical.
Ilustracin 93 - Trrega. Recuerdos de la Alambra, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
Una de las obras en la que Yepes ha sacado el mximo partido al discurso dinmico es
la Marcha irlandesa (Briam Borus March) del siglo XI que transcribe para guitarra
guardando en la imaginacin la marcha del ejrcito del rey Boru que se acerca desde la
distancia, pasa a nuestro lado y se aleja hasta perderse de vista, es decir se aleja hasta
perderse de escucha en la propuesta sonora de Yepes. Es un efecto semejante al que
crea Mussorgsky en Bildo, la carreta de bueyes en los Cuadros de una exposicin,
buscando la visualizacin de este movimiento de aproximacin y alejamiento. He aqu
algunas muestras de su precisin en la realizacin de estos matices. En primer lugar las
anotaciones del crescendo, las cuales recorren todo el espectro dinmico (ppp, pp, p, mp,
mf, f y ff).
Y en segundo lugar, las anotaciones del diminuendo (desde el ff hasta el mximo ppp
posible).
183
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Cuando Yepes publica esta Marcha en la edicin de Schott disea un modo de escribir
ese diminuendo hasta lo inaudible con una notacin que tambin va desapareciendo.
El que ha visto tocar esta pieza en concierto al maestro recuerda la sensacin de ya no
or nada mientras l segua tocando en el silencio. sta era una pieza comnmente
interpretada por Yepes como propina en sus recitales, causando el lgico impacto
producido por el rango dinmico del instrumento que sin embargo no perda su tensin
sonora en ninguno de sus matices.
Ilustracin 97 - Annimo, s. XI. Marcha irlandesa, Ed. Narciso Yepes. Schott. p.4. Part. impr.
184
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
6.5.7. Ritmo
Ilustracin 98 - Miroglio. Choreques. I. lans, p.1. Part ms. del autor con anot. ms. orig.
Otras veces realiza un planteamiento de la pulsacin interna del comps con el fin de
conseguir una mayor transparencia en la ejecucin y en la comprensin meldica. Es el
caso de este comps de Joaqun Rodrigo en el que las doce semicorcheas del 3/4,
prefiere Yepes tocarlas agrupadas en compases de 3/16 + 3/8 + 3/16:
Son ejemplos en los que se constata que la msica en s misma no sufre ningn cambio
aparente pero el diseo rtmico interno propuesto ayuda sin duda a una interpretacin
ms lgica en el detalle del fraseo.
185
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 100 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.1.
Part. impr. con anot. ms. org.
En este otro ejemplo Yepes muta la subdivision interna del comps, para pasar de un
3/8 a un 6/16 y hacerlo as coincidir con su acentuacin real.
Ilustracin 101 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.6.
Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 102 - Brouwer. Tarantos, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
186
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
6.5.8. Ornamentacin
Ilustracin 103 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.3. Ms. orig.
Ilustracin 104 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.3. Ms. orig.
187
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 105 - Leyenda de smbolos. Suite espaola (G. Sanz). Borrador, p.3. Ms. orig.
1.-Apoyaturas. Bajo este nombre concreta el deseo de que el adorno suene sobre el
tiempo y no antes del tiempo.
Ilustracin 106 - Paganini. Ghiribizzi per chitarra sola, p.6. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 107 - Mertz. Pense fugitive, p.10. Part. impr. con anot. ms. orig.
188
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
3.-Trinos en una cuerda. Para la alternancia de las dos notas, Yepes utiliza la digitacin
de tres dedos de la mano izquierda.
De nuevo un trino largo utilizando las dos cuerdas en este instante del Concierto de
Aranjuez mientras se suceden los pizzicatos de los contrabajos y antes de lanzarse a una
vertiginosa escala ascendente.
Ilustracin 110 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.25. Part. impr. con anot. ms.
189
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
6.5.9. Repeticiones
Ilustracin 111 - Trrega. Recuerdos de la Alambra, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
190
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 113 - Palau. Perfiles, tema con variaciones para guitarra, p.1. Part. ms. orig.
Ilustracin 115 - Rodrigo. Tres pequeas piezas. Ya se van los pastores, pp.2,3.
Part. impr. con anot. ms. orig.
191
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 116 - Trrega. Recuerdos de la Alambra, p.4. Part. impr. con anot. ms. orig.
6.5.10. Enarmonas
Para Yepes el escribir la nota enarmnica correcta es una cuestin de ortografa musical.
Influye claramente en la interpretacin porque visualmente para el intrprete conduce de
un modo u otro una lnea meldica; o bien mantiene o no un elemento en el mismo
contexto. Incluso en una escritura atonal contempornea, como en este fragmento de
Ohana, le resulta ms convincente llamar a las mismas notas con el mismo nombre. No
acepta que el RE sostenido de los grupos primero, tercer y cuarto de semicorcheas,
tenga que ser un MI bemol en el segundo grupo.
Ilustracin 117 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.1.
Part. impr. con anot. ms. org.
Otro ejemplo que se le hace evidente: la meloda del comps 22 de Invocacin y Danza
de Rodrigo desemboca en el comps 23 en un SI bemol, y no en un LA sostenido!
porque nos hallamos ante un fragmento de una escala diatnica y no cromtica, es decir:
FA#, SOL, LA, SIb.
192
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 118 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 119 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 120 - Palau. Fantasa, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
193
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
As mismo es materia de cuidado la decisin de cul es la lnea musical que debe ser
rescatada y puesta en primer plano respecto al resto de la tesitura. Aqu es el canto que
nace en el MI del comps 9 de la pieza (segundo comps en la ilustracin) el que Yepes
desea que sea escuchado sin confusin.
Ilustracin 121 - Palau. Fantasa, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 122 - Palau. Fantasa, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
Tambin en este pasaje se seala la atencin que se debe conceder a la lnea del bajo
especialmente para no perder la continuidad del sonido en las notas largas.
Ilustracin 123 - Palau. Fantasa, p.2. Part. impr. con anot. ms. org.
La calidad y la cualidad del timbre buscado, desde la dulzura hasta el efecto de mayor
dureza que Yepes denomina metlico, aparecen tambin mencionadas como
aspiraciones del intrprete. El catlogo de sonidos que Yepes va definiendo en su
194
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
bsqueda sonora siempre ser un haber de enorme riqueza entre las caractersticas
personales del maestro.
Ilustracin 124 - Palau. Fantasa, p.6. Part. impr. con anot. ms. org.
Dolce il canto o dulce son expresiones que anota Yepes como referencias para su
modo de presentar los temas, ascendente el anterior, y descendente por cuartas el
siguiente.
Ilustracin 125 - Pedrell. Guitarreo, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 126 - Palau. Fantasa, p.5. Part. impr. con anot. ms. org.
Cualidad del sonido que en esta ocasin quiere llevar hasta el extremo.
Ilustracin 127 - Palau. Fantasa, p.6. Part. impr. con anot. ms. org.
195
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Descubrimos as mismo indicaciones de control del tempo como esta invitacin a tocar
sin prisa este arpegio.
Ilustracin 128 - Palau. Fantasa, p.6. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 129 - Pedrell. Guitarreo, p.2. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 130 - Pedrell. Guitarreo, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
De modo anlogo, con el trmino bajos bien cortados Yepes pretende recordar la
importancia de marcar los contratiempos.
Ilustracin 131 - Pedrell. Guitarreo, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
196
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 132 - Pedrell. Guitarreo, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
Siguen siendo los armnicos los que motivan la llamada de una especial atencin.
Ilustracin 133 - Pedrell. Guitarreo, p.2. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 134 - Pedrell. Guitarreo, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 135 - Pedrell. Guitarreo, p.1. Part. impr. con anot. ms. org.
Estos son algunos ejemplos que hablan de la exigencia de Yepes para una interpretacin
siempre cuidada y pensada, fruto de un trabajo riguroso sobre la partitura que no deja
hueco a la improvisacin.
197
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
A menudo Yepes encuentra erratas en las ediciones de las obras y, obviamente, las
corrige:
Ilustracin 136 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.2.
Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 137 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.3.
Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 138 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.3. Part. ms. del autor
198
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 139 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.3.
Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 140 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.2. Part. ms. del autor
Ilustracin 141 - Sor. Variaciones de la Flauta mgica, p.2. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 142 - Ohana. Jeu des quatre vents, p.3. Part. impr. con anot. ms. org.
199
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Yepes se hace preguntas. En este caso acerca del rasgueado seco que pide el autor.
Ilustracin 143 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.3.
Part. impr. con anot. ms. org.
La pregunta que se plantea en esta ocasin se refiere a una cuestin rtmica: debe
interpretarse un 6/16 con tres semicorcheas y un cuatrillo de semicorcheas? y por qu
no siete semicorcheas en un 7/16?
Ilustracin 144 - Ohana. Si le jour parat. VI Jeu des quatre vents, p.3.
Part. impr. con anot. ms. org.
Aqu la duda es si subir a la siguiente octava el acorde de MI, SI, RE#. No entendemos
esta duda de Yepes pues ste es un acorde que se repite en esa misma octava otras
cuarenta y una veces en el movimiento siendo protagonista de distintos ritmos pero
siempre en la misma posicin. No tendra sentido tocarlo una nica vez octava alta. La
otra lectura que podemos hacer es que su duda la anota en ste comps pero se refiere a
si realizar el cambio en todos los casos.
Ilustracin 145 - Miroglio. Choreques. I. lans, p.2. Part ms. del autor con anot. ms. orig.
En este otro ejemplo de Rodrigo le queda por decidir si introduce o no los armnicos.
200
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 146 - Rodrigo. Passacaglia, p.8. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 147 - Naoumoff. Bach Connexion, p.1. Part. ms. del autor con anot. ms. orig.
En este ejemplo, aunque los dos compases deberan tener la misma digitacin porque
son idnticos, el ltimo acorde queda pendiente de digitar porque toma caminos
distintos segn enlace con la repeticin del comps o con el acorde nuevo siguiente.
Ilustracin 148 Villa-Lobos. Estudio n 4, p.8. Part. impr. con anot. ms.orig.
201
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
202
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 149 - Mertz. Tarantelle, p.3. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
Vemos cmo el bajo MI-FA-MI es corregido en los compases 46 y 48 para situar las
tres notas graves en la misma tesitura y puedan mantener su distancia del resto del
arpegio en la comprensin del discurso musical.
Ilustracin 150 - Mertz. Pense fugitive, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
El cambio de octava del MI en el comps 156 del siguiente ejemplo obedece al deseo de
dirigir en su propia octava el cromatismo RE-RE#-MI; teniendo en cuenta adems que
sobre el RE# descansa un acorde de sptima disminuida parece natural resolver
ascendiendo ese RE# a su correspondiente MI de un semitono ms alto, antes que
bajarlo una 7 a la octava inferior; de este modo el clsico salto de octava del MI como
cuarta y sexta del primer grado al MI como sptima de dominante, antes de desembocar
en la tnica LA, tiene ms fuerza cadencial que el hecho de repetir el MI grave.
Ilustracin 151 - Mertz. Pense fugitive, p.10. Part. impr. con anot. ms. orig.
203
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Vemos cmo el binomio de las semicorcheas DO-RE es una constante que, adems de
haber sonado ya previamente, se repite despus en ms ocasiones y siempre como
rebote en el lmite inferior de este trazado meldico contemporneo, con lo cual es
comprensible el suprimir ese salto del DO desplazado a la octava inferior.
Ilustracin 152 - Ohana. Si le tour parat. VI Jeu des quatre vents, p.1.
Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 153 - Rodrigo. Tres piezas espaolas. p.8. Part. impr. con anot. ms. orig.
Observamos en este ejemplo cmo Yepes realiza los reajustes necesarios para dotar de
coherencia la expresin sonora de los siguientes dos elementos: por un lado los tresillos
de semicorcheas y por otro los incisos rtmicos de las tres corcheas del bajo que hace
efecto de pedal. En el comps 102 vemos que el primer SI grave Yepes lo considera
fuera de contexto por varias razones: en primer lugar porque produce una confusin en
el efecto repetitivo del elemento rtmico del bajo dando la sensacin de un elemento
204
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 154 - Rodrigo. Tres piezas espaolas. Fandango, p.6. Part. impr. con anot. ms. orig.
En este ejemplo vemos cmo se hace necesario el bajar a la octava inferior el ltimo RE
del comps 44 para liberar la tesitura de la meloda y evitar el equvoco rtmico de dos
RE corchea en lugar de un RE negra.
205
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
En este segundo ejemplo de la misma obra es el LA el que baja de octava para evitar, en
este caso, el equvoco intervlico DO-LA-SIb corcheas, en vez de DO negra que va
directamente al SIb.
Vemos en el siguiente pasaje cmo las dos primeras notas de los compases 77, 78 y 79,
segn Yepes, estn descolocadas de su correspondiente octava si lo que se desea es que
anticipen el inicio del comps 80. De esta manera se mantiene durante cuatro compases
el mismo concepto de movimiento descendente de los seisillos confiriendo a cada
comps una idntica sensacin de cascada meldica.
206
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
En este caso observamos que para Yepes el hecho de la repeticin de las distintas
alturas de la meloda tiene la importancia de una cualidad intrnseca a cada nota, de
modo que se puede entender en la escucha como una lnea primigenia de tresillos que se
enriquecen rtmicamente doblando cada nota. Con esta solucin resulta una meloda de
tresillos con pulsacin de seisillos en vez de una meloda de seisillos. Por lo tanto el
segundo MI del ltimo seisillo es tocado en la octava superior para sonar igual que su
hermano gemelo, el MI inmediatamente anterior.
Ilustracin 159 - Rodrigo. Invocacin y Danza, p.5. Part. impr. con anot. ms. orig.
207
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Tenemos como ejemplo el LA del tercer comps que se eleva a la octava superior para
alinearse con el modelo del primer comps, en un pasaje en el que cada ligadura va
marcando un fraseo que describe una curvatura natural generada por el empleo sucesivo
de intervalos ascendentes o descendentes.
208
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 163 - Mertz. Pense fugitive, p.4. Part. impr. con anot. ms. orig.
Con criterios semejantes a los del cambio de octava, Yepes afronta los cambios de nota
en la partitura en funcin de una naturalidad que se le hace evidente en su examen de la
escritura de la obra. De nuevo, diversas razones explican el por qu de ese ejercicio de
libertad que se toma el maestro como es el de modificar una o varias notas de un pasaje.
En este ejemplo podemos comprobar cmo Yepes necesita or en el primer grupo de las
cuatro fusas el mismo desarrollo ascendente del arpegio que en el de las cuatro ltimas,
teniendo en cuenta que previamente ya ha decidido que el MI del segundo tiempo del
comps hay que bajarlo de octava por cuestiones que hemos abordado con anterioridad,
por lo que pierde sentido un cambio de sentido en el LA en la cuarta fusa ya que no se
encamina a ninguna parte.
Ilustracin 164 - Mertz. Pense fugitive, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
209
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 165 - Mertz. Pense fugitive, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 166 - Rodrigo. Fandango, p.2. Part. impr. con anot. ms. orig.
210
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 168 - Rodrigo. Fandango, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
Vemos en este ejemplo de sucesin de fusas que las primeras de cada grupo de cuatro
van configurando la meloda y sern mejor reconocidas si la cascada del arpegio es
nicamente descendente.
211
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 170 - Rodrigo. Adagio (Concierto de Aranjuez), p.30. Part. impr. con anot. ms.
Ponemos dos ejemplos que reflejan la decisin de eliminar ciertas notas del tejido
musical.
Yepes quita el LA del ltimo acorde del comps con el fin de que sea el mismo acorde
que el primero, es decir dejando el FA como nota superior, para que de este modo acte
ms eficazmente en la memoria del oyente especialmente al ser conducido al acorde
siguiente en el que el FA resuelve en el MI.
Ilustracin 171 - Rodrigo. Passacaglia, p.10. Part. impr. con anot. man. orig.
sta es un decisin muy sutil porque corresponde al sptimo comps del tema de la
Passacaglia en el que las notas son justamente FA y LA, como puede verse.
Ilustracin 172 - Rodrigo. Passacaglia, p.7. Part. impr. con anot. ms. orig.
212
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Pero en esta variacin que nos ocupa, la primera parte se ha destacado por no hacer en
el bajo todo el diseo meldico sino nicamente las notas fundamentales de la armona,
es decir LA-SOL-FA-MI que Yepes marca con una plica para darle continuidad
meldica de negras:
Ilustracin 173 - Rodrigo. Passacaglia, p.10. Part. impr. con anot. ms. orig.
Por esta razn, en la segunda mitad de la variacin Yepes opta por resolver el final
tambin sin la subida al LA teniendo un efecto unificador extraordinario.
Del mismo modo que la primera anacrusa de la meloda, constituida por las
semicorcheas SOL-LA, queda despejada de notas acompaantes, Yepes prefiere que
suceda lo mismo con las semicorcheas SI-DO en la segunda mitad de la frase
suprimiendo el MI, lo cual conduce ms libremente este inciso y lo unifica a sus
compaeros SOL-LA SI, SI-DO-RE y RE-MI-FA de la imitacin armnica.
Ilustracin 174 - Rodrigo. Fandango, p.5. Part. impr. con anot. ms. orig.
213
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Veamos algunos casos que representan los principales argumentos por los tiene sentido
para Yepes aadir alguna nota que no est previamente escrita en la partitura.
En este otro ejemplo vemos cmo Yepes propone mayor densidad en los acordes
iniciales que caracterizan esta pieza (aade un MI en el primer acorde y un SI en el
segundo), asegurando as la continuidad en el arpegiado de las seis cuerdas agudas:
214
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Siguiendo con el mismo ejemplo vemos ahora que en la ltima presentacin de esta
sucesin de acordes Yepes quiere diferenciarla, no en su identidad sino slo en su
realizacin armnica, de la misma sucesin de acordes que son al inicio del Fandango,
y conseguir mediante la profundidad del penltimo acorde lograda por la octavacin de
la quinta SI-FA#, una mayor fuerza cadencial gracias al efecto de la memoria auditiva
de esa sucesin de acordes. Mostramos el final de la obra.
En el ejemplo de Ohana Yepes aade el SI para asegurar la reproduccin del tema tal y
como aparece en la primera exposicin en otro grado de la escala.
Ilustracin 178 - Ohana. Jeu des quatre vents, pp.2,4. Part. impr. con anot. ms. org.
215
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 180 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 120. Passapi, p.7.
Part. ms. orig. del autor
216
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 181 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.2. Part. impr. con anot. ms.
Uno de los xitos cosechados a lo largo y ancho del mundo por Narciso Yepes es sin
duda su interpretacin del Concierto de Aranjuez de Rodrigo. El fervor popular que ha
levantado este concierto para guitarra despus de que Yepes lo reestrenara en el ao
1947 a peticin del compositor no ha cesado desde entonces. El fragmento posiblemente
ms emblemtico y ms disfrutado por miles de amantes de la msica es el tema del
Adagio, el segundo movimiento del concierto. Al hilo del anlisis que estamos
realizando acera de las modificaciones musicales de Yepes sobre la partitura, cabe
mencionar que las notas de este concierto salidas de sus dedos que los melmanos de
los cinco continentes han aplaudido no se corresponden exactamente con lo que escribi
Rodrigo sino con una versin modificada por Yepes, sutil en sus pequeas y numerosas
variaciones, original en sus planteamientos de cambio y magistral en sus ideas.
En esta recreacin digital podemos asomarnos a la primera frase tocada por la guitarra
en el Adagio y contemplar las dos versiones: en primer lugar la que est publicada por
Joaqun Rodrigo, y debajo de ella la que interpreta Narciso Yepes habitualmente. Son
mltiples los cambios de ritmo, de ornamentacin y, sobre todo, cambios en la eleccin
de dnde hacer coincidir los tiempos del comps, elemento ste muy importante a la
hora de simultanear la aparente libertad de la guitarra con la pulsacin obligada de las
negras en pizzicato de los cellos y contrabajos. Vemos el inicio del tema en la guitarra,
es decir el comps 7.
217
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Y al comps siguiente:
218
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 185 - Rodrigo. Adagio (Concierto de Aranjuez), p.24. Part. impr. con anot. ms.
219
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 187 - Rodrigo. Adagio (Concierto de Aranjuez), p.24. Part. impr. con anot. ms.
Ilustracin 188 - Rodrigo. Adagio (Concierto de Aranjuez), p.24. Part. impr. con anot. ms.
Dos compases despus Yepes siente la necesidad de duplicar las notas de la anacrusa de
semicorcheas para preparar la pulsacin de fusas de la bajada ondulada que viene a
continuacin. En su interpretacin siempre ha escogido para esta repeticin de notas un
sonido de ua metlico que ha contrastado con las tres corcheas LA-SI-DO tocadas con
el pulgar en un sonido poco a poco ms profundo y expresivo.
220
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Todos estos cambios no los lleva a cabo Yepes de espaldas al maestro Rodrigo. El
compositor levantino, refirindose a la versin de Yepes de su Concierto y a su
consiguiente primer xito internacional, asegur que desde entonces, el Concierto de
Aranjuez adquiri una nueva naturaleza, y por esa misma razn debo agradecer a
221
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Narciso Yepes el fruto de una colaboracin intensa que nos ha llevado a caminar juntos
por los caminos de nuestra msica.411
Es muy natural para Yepes modificar radicalmente un pasaje siempre que eso le lleve a
una mayor transparencia del mismo y a una lgica interna tanto tcnica como musical
que revierte automticamente en una escucha ms clara.
Yepes se atreve a suprimir un pasaje completo de una obra cuando piensa que es
perfectamente prescindible para la percepcin de la fuerza interna que lleva la pieza. En
los dos siguientes ejemplos, toma la misma decisin: el Tema con variaciones no
necesita una Introduccin, considera que, en estos dos casos, debilita la fuerza musical y
distrae de la atencin que precisa la escucha de un tema con todos los desarrollos que le
siguen. Yepes es cuidadoso con su pblico. Sabe cmo darle la llave para abrir la puerta
de una obra, sabe cmo hacerle entrar sin circunloquios al corazn mismo del mensaje.
El primer caso es el de estas Variaciones de Mertz.
Ilustracin 191 - Mertz. Variations mignones, p.3. Part. impr. multigr. con anot. ms. orig.
411
Rodrigo, Joaqun (1997, 4 de mayo). Mi guitarrista. El Mundo, p.48.
222
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
El segundo caso es el de las Variaciones sobre la Flauta encanta de Sor. Yepes lleva a
cabo el mismo esquema, incluso titula la pieza en la pgina siguiente, donde cree que
debera empezar:
Ilustracin 192 - Sor. Variaciones de la Flauta mgica, pp.1,2. Part. impr. con anot. ms. org.
Ilustracin 193 - Rodrigo. Sonata giocosa, p.11. Part. impr. con anot. ms. orig.
223
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 194 - Brouwer. Elogio de la danza. Obstinato, p.4. Part. impr. con anot. ms. orig.
224
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 195 - Brouwer. Elogio de la danza. Obstinato, p.4. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 196 - Brouwer. Elogio de la danza. Obstinato, Borrador p.1. Part. ms. orig.
225
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 197 - Brouwer. Elogio de la danza. Obstinato, Borrador p.1. Part. ms. orig.
En esta seccin penetramos en procesos de trabajo concretos que, por sus caractersticas,
permiten una aproximacin ms global atendiendo a un anlisis del proyecto en su
conjunto ms que a la verificacin de los detalles. Sin duda casi todos los aspectos
particulares observados anteriormente se ven aqu subrayados y se suman a una idea de
lo que se va configurando como una verdadera innovacin en la interpretacin de la
guitarra.
226
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Es sta una tarea en la que no vamos ahora a detenernos. nicamente, como botn de
muestra, presentamos un breve ejemplo de una tablatura original del siglo XVII. Se trata
del inicio de la danza de los Canarios de Gaspar Sanz.
Ilustracin 199 - Sanz. Canarios. Suite espaola, p.11. Part. man. orig.
Posteriormente estos Canarios tienen an mayor recorrido ya que Joaqun Rodrigo los
toma ntegramente, incluso en la misma tonalidad de RE mayor, junto a otras danzas del
mismo compositor recogidas as mismo por Yepes en su Suite espaola (Villano y
Ricercare, Espaoleta y Fanfare de la Caballera de Npoles, Danza de las hachas), para
realizar un arreglo libre para guitarra y orquesta de cmara, que denomina Fantasa
para un Gentilhombre. Mostramos a continuacin, el comienzo del ltimo tiempo de
esta Fantasa que Rodrigo titula Canario, en singular. Obsrvese la indicacin
manuscrita dirigida al director de orquesta que avisa de la necesaria espera antes de
atacar el movimiento, para dar tiempo al necesario cambio de afinacin en la guitarra
pues la sexta cuerda ha de bajarse al RE.
227
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Veamos algunos ejemplos del tipo de anotaciones encontradas en los cuatro casos ms
frecuentes entre las transcripciones que Yepes realiza, en funcin de las fuentes: la
transcripcin para guitarra a partir del piano, el clave, el violn o la orquesta.
1. Desde el piano.
228
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 201 - Montsalvatge. Tres divertimentos sobre temas de autores olvidados, p.4.
Part. impr.
Contamos con dos manuscritos de Yepes: el primero es un borrador a lpiz sin signos de
articulacin, ni dinmica, ni digitaciones.
229
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
El segundo, escrito a tinta sobre papel vegetal, sufre algunas modificaciones respecto al
anterior.
Obsrvese la dificultad tcnica que existe en la guitarra de tener que simultanear en cada
mano dos ritmos bien diferenciados, en este caso de tresillo y de corchea con puntillo y
semicorchea compases 12 y 13 que en el piano son sin embargo asumidos por manos
independientes con la consiguiente simplificacin para el ejecutante.
Lo primero que hace Yepes es poner un nombre a la pieza, determinando que su forma
es de habanera y que as ha de llamarse. En segundo lugar la transporta a un tono ms
agradecido en la guitarra dejando atrs el LA bemol mayor del piano para conducirla
por un RE mayor. A partir de ah, lo que llama la atencin es la fidelidad extraordinaria
a la partitura original en cuanto a notas, ritmos, articulaciones, matices dinmicos y
matices aggicos. nicamente se permite algn cambio de octava en la ltima corchea
de la mayora de los compases de la mano izquierda del piano que suele impulsarse
desde la regin ms grave del teclado.
Entre los dos manuscritos constatamos alguna diferencia notable en el ltimo comps.
En el segundo vemos que ha sido suprimida la prolongacin de la resonancia del acorde
anterior; tambin ha sido modificada la realizacin armnica de las cuatro notas del
ltimo acorde de RE mayor el cual ya no est coronado del caldern. El borrador
primero aparece sin embargo con estos tres detalles idnticos al original de piano. Por
230
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
2. Desde el clave.
La expresin y claridad que consigue Yepes transcribiendo para guitarra desde el clave
se puede apreciar en el gil arranque de esta sonata del Padre Soler.
2. Desde el violn.
Ilustracin 206 - Bach. Chacona, p.1. Part. impr. con anot. ms. orig.
231
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Observemos cmo aade Yepes el contrapunto a los pasajes en los que el violn no se
hace cargo ms que de una lnea meldica, en este caso un desarrollo del propio tema
por disminucin en semicorcheas.
Ilustracin 207 - Bach. Chacona, p.2. Part. impr. con anot. ns. orig.
En la partitura abundan las indicaciones de aire o de carcter que definen las distintas
secciones que se van sucediendo.
Ilustracin 208 - Bach. Chacona, p.3,9. Part. impr. con anot. ms. orig.
El juego de imitaciones es cuidado por Yepes que no duda en aadir los elementos
necesarios para una mejor comprensin del discurso musical , por ejemplo en este caso,
el eco en tres octavas del breve inciso formado por las tres semicorcheas LA-LA-LA.
232
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 209 - Bach. Chacona, p.9. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 210 - Bach. Chacona, p.11. Part. impr. con anot. ms. orig.
Por ultimo veamos el final de la Chacona, en el que, al igual que al principio, tambin
enriquece la armona a partir de la que goza la versin de violn, poniendo as al servicio
de la obra el carcter polifnico de la guitarra.
Ilustracin 211 - Bach. Chacona, p.12. Part. impr. con anot. ms. orig.
233
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
3. Desde la orquesta.
Un ejemplo de este tipo de transcripciones llevadas a cabo por Yepes en las que trata de
sintetizar en la guitarra la fuerza, los coloridos y las dimensiones orquestales, lo
podemos encontrar en esta Cancin del fuego fatuo del Amor brujo de Manuel de Falla
Veamos los primeros compases en la versin de orquesta. Obsrvese el tipo de
regulador vertical que Falla sita en el arpegiado acentuado del piano. La mayora de
los directores de orquesta traduce ese signo como un arpegiado ascendente en crescendo,
pero algunos pensamos que puede significar perfectamente lo contrario, es decir un
arpegiado rpido descendente iniciado con acento y seguido de diminuendo. A esta
conclusin nos lleva, entre otra cosas, el ser inspirados por la evocacin que hace Falla
de la guitarra, la cual, en manos de Yepes, ofrece un recurso perfectamente traductor de
esta idea, y que consiste en sustituir un arpegiado ascendente realizado con el pulgar por
uno descendente atacado con acento y rasgueado hacia las cuerdas inferiores con el
ndice.
Ilustracin 212 - Falla. Cancin del fuego fatuo (Amor brujo). Versin orquesta, p.65.
Part. impr.
234
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 213 - Falla. Cancin del fuego fatuo (Amor brujo). Transcr. de N. Yepes.
Part. man. orig.
Otra pieza de Falla que Yepes traduce a la guitarra en una magistral versin es la
Farruca de la Danza del Molinero del Sombrero de tres picos. En realidad, segn Yepes,
restaura a la guitarra esta msica para la que Falla se sirve de este instrumento como
fuente de inspiracin pues, segn l, Falla est imitando el sonido de la guitarra con la
orquesta (Livinstone, 1982)412, y tambin sus recursos tcnicos y expresivos como son
el rasgueado o el punteado. Como curiosidad ofrecemos algunos pentagramas de un
documento indito que es el borrador a lpiz de un primer trabajo de Yepes
investigando la transcripcin de la Farruca en dos pentagramas. Esta escritura facilitaba
el ver con claridad la independencia de las lneas orquestales con la finalidad de realizar
un bsqueda de distintos timbres y dotar a la versin de un entramado expresivo
cercano al de la orquesta. El primer ejemplo muestra el inicio de la danza.
Ilustracin 214 - Falla. Farruca del Sombrero de tres picos. Borrador, p.1. Ms. orig.
412
Livinstone, William (1982, enero). Stereo Review. Nueva York
235
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 215 - Falla. Farruca del Sombrero de tres picos. Borrador, p.1. Ms. orig.
El ltimo ejemplo presenta el pesante del comps 33 y el tejido rtmico del comps 35
que simultanea las pinceladas de corcheas confiadas a los violines con los tresillos
diatnicos que ligan los clarinetes y el piano.
Ilustracin 216 - Falla. Farruca del Sombrero de tres picos. Borrador, p.2. Ms. orig.
Es frecuente el que Yepes vuelva sobre un trabajo realizado en otra poca de su vida
profesional para dotarlo de una visin nueva, con una renovada aplicacin de su tcnica
y de su concepto interpretativo e intelectual.
236
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
A modo de ejemplo podemos contemplar los tres documentos que muestran las
Diferencias sobre Gurdame las vacas de Narvez: una primera versin manuscrita
firmada por Yepes en 1950; la edicin que public l en Max Eschig en 1968, transcrita
directamente de las tablaturas y digitada; y una revisin de esta ltima versin editada.
Ilustracin 217 - Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.1. Part. ms orig.
237
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 218 - Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.1. Part. impr.
Ilustracin 219 - Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, pp.1-3.
Part. impr. con anot. ms. orig.
238
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 220 - Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, pp.1-3.
Part. impr. con anot. ms. orig.
Aade las notas necesarias para completar por terceras la escala del final de la cuarta
diferencia.
Ilustracin 221 - Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.2.
Part. impr. con anot. ms. orig.
en lugar de:
Ilustracin 222 - Narvez. Siete Diferencias sobre Gurdame las vacas, p.2. Part. impr.
Ilustracin 223 - Narvez. Siete Diferencias, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
Ilustracin 224 - Narvez. Siete Diferencias, p.3. Part. impr. con anot. ms. orig.
239
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Otro ejemplo de obra estudiada en dos pocas distintas es el arreglo para guitarra del
Tambourin de Rameau. El manuscrito est firmado por Narciso Garca Yepes en 1944,
cuando contaba con diecisis aos de edad. Sobre el propio manuscrito, aos ms tarde,
aade a lpiz algunas correcciones entre las que destacan: el bajar de octava toda la
parte meldica del ltimo tercio de la pieza por resultar fuera de rango desequilibrando
la esttica sonora,
240
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
En alguna ocasin Yepes ha partido para sus arreglos de un guin previo realizado por
un anterior arreglista. Esta es una situacin muy interesante de observar, al poder
constatar cmo el maestro toma con agrado ciertas ideas ajenas que hace suyas y a
continuacin pone toda su creacin para configurar su propia versin. Este es el caso de
las Cantigas de Santa Mara de Alfonso X. En el Archivo Musical de Narciso Yepes
podemos encontrar una multigrafa fechada en 1979 que el japons Mikio Hoshido hace
llegar al maestro de una pequea suite, dedicada a su mujer, de movimientos
independientes arreglados para guitarra de algunas cantigas de Alfonso X, el Sabio.
Escoge para el primer tiempo la cantiga 118-7 en Sol menor, para el segundo la 79 en
Re menor, para el tercero la 59 en Re menor, para el cuarto la 353 tambin en Re menor
y para el quinto la 47 en Sol mayor. Esta es la portada de su manuscrito.
241
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Yepes toma las mismas cantigas que Hishido y en el mismo orden, pero realiza los
cambios de tonalidad necesarios a Sol menor y Sol mayor para asegurar el enlace de las
distintas cantigas construyendo con este material una nica pieza que gane en riqueza y
en sorpresa por los cambios continuos de cantiga y de modo. Tambin cambia con
acierto la casi totalidad de unidades rtmicas por ampliacin a por disminucin
agrupando dos compases en uno o dividindolos, segn los casos, para una lectura ms
cmoda. Esta es la portada del manuscrito de Yepes.
Ilustracin 229 - Alfonso X, Cantigas de Sta. Mara, arr.de N.Yepes, portada. Part. ms. orig.
242
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
-Yepes prefiere medir los dos tipos de mordentes en figuras claras: una negra y un
tresillo.
-Por otra parte, siente la necesidad de repetir el primer elemento de la frase de modo que
en lugar de tocar ABAC como escribe Hishido, se decanta por AABAC lo cual produce
una asimetra ciertamente original.
Hasta aqu son diferencias que estn presentes tanto al inicio de la pieza como al final.
Pero, tras la figura que reproduce el mismo fragmento en el manuscrito de Yepes,
detallamos las aportaciones particulares que se refieren exclusivamente a esta ltima
repeticin aadida de este tema.
243
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 231 - Alfonso X, Cantigas de Sta. Mara, arr.de N.Yepes, p.9. Part. ms. orig.
Los aportes principales de Yepes en su versin personal de este final de las Cantigas, en
comparacin con la fuente que le inspira son:
244
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
-En cuanto a las negras que sustituyen a los mordentes en figuras rtmicas concretas son
dotadas ahora de un armazn armnico que sirve para multiplicar el efecto de
resonancia en el golpe y adems para ayudar a acentuar el ritmo ostinato de blanca con
puntillo y negra hasta el final.
-Por ltimo, una vez concluida la meloda, aade cuatro compases, repitiendo en
diminuendo la pulsacin producida por el golpe de la mano sobre la guitarra.
245
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
l, y si haca falta, los inventaba para la ocasin. (Yepes, 2007)413 As se han creado
obras asombrosas, bellsimas, que ahora forman parte del repertorio tradicional de la
guitarra.
Entre los nombres de compositores que se han acercado siempre a Yepes con
admiracin y escucha, adems de con amistad, se encuentra el de Antonio Ruiz-Pip.
Su Cancin y Danza n 1 para guitarra figura entre las obras indiscutibles del repertorio
para guitarra de la segunda mitad del siglo XX. Cuando Ruiz-Pip, gran pianista, toc al
piano para Yepes la Cancin y pequea danza (ritornello) que haba compuesto al
piano y dedicada a Goran Rostad (la Cancin) y al Excmo. Duque de Baena,
embajador de Espaa en Holanda (la Danza), se dieron cuenta enseguida de que esa
pieza tena que ser para guitarra. Estos son el inicio de cada movimiento para piano de
ese primer manuscrito a tinta de Ruiz-Pip que se conserva en el Archivo:
Ilustracin 232 - Ruiz-Pip. Cancin y pequea danza, p.1. Part. ms. orig. del autor
413
Yepes, Ignacio (2007) Narciso Yepes, el msico y el hombre. En Ms Legaz, ngel (Coord.) Tres
msicos inolvidables (pp.53-81) Murcia: Editorial Regional
246
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 233 - Ruiz-Pip. Cancin y pequea danza, p.2. Part. ms. orig. del autor
Ruiz-Pip prepara para Yepes un manuscrito de esa misma msica en dos pentagramas
pero para guitarra, es decir con la escritura octavada para que con l Yepes pueda
trabajar en el arreglo para guitarra. Conserva la tonalidad original, es decir la Cancin
en SOL menor y la Danza en DO mayor. En el margen podemos leer dos anotaciones
autgrafas de Yepes: a lpiz la orientacin metronmica que propone, y a tinta la
sugerencia de cambio de tonalidad: RE menor y RE mayor:
Ilustracin 234 - Ruiz-Pip. Cancin y danza, p.1. Part. ms. orig. del autor
Ilustracin 235 - Ruiz-Pip. Cancin y danza, p.1. Part. ms. orig. del autor
Ruiz-Pip originalmente enlazaba los dos movimientos con el criterio de hacer coincidir
la nota ms aguda del final de la Cancin (SOL) con la ms aguda del principio de la
Danza (el mismo SOL). Sin embargo Yepes efectivamente ha decidido tocar la Cancin
en RE menor y la Danza en RE mayor, es decir ambas en RE, buscando el efecto de
cambio de luz en esa transicin. A continuacin podemos ver el primer borrador que
escribe Yepes.
247
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
248
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
rAB CB DDB
siendo:
r el ostinato rtmico ternario de corchea-dos semicorcheas-corchea tocado sin meloda,
B el ritornello de cuatro compases,
A, C y D las distintas mini-estrofas de cuatro compases.
Lo que Yepes escoge como forma musical definitiva para los 69 compases que dura su
versin de la Danza es:
Ilustracin 239 - Ruiz-Pip. Cancin y danza n1, p.3. Part. ms. orig.
Este manuscrito es la versin definitiva que prepara Yepes para la edicin con un
encabezado que incluye ya la nueva dedicatoria, ahora para Narciso Yepes.
249
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 240 - Ruiz-Pip. Cancin y danza n1, p.1. Part. ms. orig.
250
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
De ah en adelante Ruiz-Pip siempre trabajar codo a codo con Yepes cuando escriba
para guitarra, de lo cual quedan testimonios documentales en el Archivo. El compositor
enva fragmentos de su msica para guitarra, plantea sus dudas, siempre abierto a la
palabra del maestro: Dime qu te parece.
Vemos propuestas y consejos de todo tipo. Como por ejemplo el suprimir alguna nota
para liberar una cuerda en la que unificar la sonoridad de notas consecutivas.
251
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Yepes desvela en una de sus respuestas las claves de sus innovaciones y modificaciones:
Mi proposicin siempre obedece a algo relacionado con el instrumento y con el
resultado sonoro.
En definitiva, Ruiz-Pip contar con una gua amiga, incondicional y segura, en todos
sus trabajos para guitarra, entre los que destaca su Concierto Tablas para guitarra y
orquesta dedicado a Yepes y que es fruto de aos de trabajo comn. Incluso se atreve a
contar con su visin en piezas dedicadas a otros guitarristas, como es el caso de los
Preludios compuestos para el japons Yasumara Obara que se los enva a Yepes con la
siguiente confesin: Sabes bien Narciso que, aunque Obara sea el dedicatario de estos
Preludios, t tienes siempre la majestad de todo lo que para guitarra, bien o mal, yo
puedo [hacer] o haya hecho.
252
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
253
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Sin duda, uno de los compositores con los que Yepes ha trabajado muy estrechamente
es Vicente Asencio, compositor valenciano que fue profesor de Yepes en sus aos de
estudio en Valencia y propulsor, en gran parte, de encender en Yepes la inquietud por
una innovacin sin precedentes en la guitarra. Cuando escribe el Colecticio ntimo para
guitarra se cambian las tornas y Asencio se encuentra con un Yepes que le orienta, con
enorme respeto y eficacia, en la tarea de hacer que los cinco movimientos del Colecticio
suenen del mejor modo posible, optimizando al mximo los recursos de la guitarra. De
alguna manera, un Yepes agradecido le est devolviendo a su maestro los frutos de su
enseanza en forma de herramientas extraordinarias que pone ahora en manos del
compositor.
Podemos asomarnos brevemente a algn ejemplo de este trabajo que sirve para ilustrar
la colaboracin y, en algunos momentos, la complicidad entre el compositor y el
intrprete cuando el primero sabe atender las ideas que sugiere el segundo. En esta
pgina vemos un borrador a tinta de Vicente Asencio sobre el ltimo movimiento La
frisana (la prisa), con algunas modificaciones propuestas en rotulador rojo por Yepes.
Ilustracin 250 - Asencio. Colecticio ntimo, p.1. Borrador del autor con anot. ms. orig.
254
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 251 - Asencio. Colecticio ntimo, p.2. Borrador del autor con anot. ms. orig.
255
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
A continuacin, leemos una partitura de otra etapa ms avanzada del trabajo en la que
comprobamos cmo todava es susceptible de ser corregida por Yepes, claramente con
el visto bueno del autor. Obsrvese por ejemplo cmo la meloda del tema ha sido
modificada con gran acierto: tanto en la primera frase que ahora parte en anacrusa y no
repite el primer SOL, como en la segunda que tambin entra en anacrusa y cambia la
lnea meldica en toda su primera mitad SOL-LA / SI-DO-RE / DO en lugar de SOL-
LA-SI / RE-DO-SI / SI.
256
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 253 - Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.1. Part. ms. orig.
257
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
En este manuscrito vemos cmo Yepes est ofreciendo alternativas para los guitarristas
que deseen tocar la obra tanto con guitarra de seis como de diez cuerdas.
Ilustracin 254 - Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.2. Part. ms. orig.
Ilustracin 255 - Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.3. Part. ms. orig.
258
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 256 - Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.6. Part. ms. orig.
Ilustracin 257 - Asencio. Colecticio ntimo, La frisana, p.22. Ed. Schott. Colecc.
Narciso Yepes. Part. impr.
259
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Esta colaboracin entre Asencio y Yepes es otro modelo de un trabajo de campo a pie
de partitura sostenido siempre por la confianza en la bondad del esfuerzo y el respeto
mutuo. Yepes ha dejado escritos con su caligrafa unos prrafos que resumen
perfectamente su pensamiento acerca de la figura y la enseanza de su maestro Vicente
Asencio, as como su creciente inters por la guitarra: Vicente Asencio es un gran
analista y pedagogo, capaz de orientar a los jvenes msicos por el camino ms puro y
recto de la exigencia esttica.; A raz de nuestro contacto personal, la guitarra
comenz a tentarle como fuente de creacin.; Yo, concretamente, le debo a Vicente
Asencio, nada menos que mi constante desvelo por hacer de la guitarra un instrumento
seriamente musical.
Ilustracin 258 - Notas para una resea sobre Vicente Asencio. Ms. orig.
Con toda seguridad uno de los compositores con los que Yepes ha ligado el virtuosismo
y la belleza de la msica para guitarra es Salvador Bacarisse al que conoce en Pars en
los aos cincuenta. Siendo inicialmente bastante reacio a componer para guitarra por
considerarla un instrumento carente del suficiente inters para l, cambia radicalmente
de opinin al conocer a Yepes y al ver el despliegue tcnico y expresivo que su guitarra
puede aportar a su creacin. Entre su msica para guitarra sola Yepes lleva a la cima el
Passapi de Bacarisse del que vale la pena reconocer, a la vista de los manuscritos, que
260
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 259 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 57. Passapi, p.3.
Part. ms. orig. del autor
Un segundo manuscrito a tinta del compositor, fechado en Pars en mayo de 1960, que
lleva ahora el nombre de Petite Suite por guitare, op.120, contiene esta misma msica,
esta vez ubicada como quinto movimiento, pero en ella ha desaparecido el ttulo de
Passapi y slo consta: Allegro ben misurato.
Ilustracin 260 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 120. Passapi, p.7.
Part. ms. orig. del autor
414
Publicado por pera tres-Ediciones musicales en 2001, segn las fuentes consultadas conservadas en
la Biblioteca de Msica Espaola Contempornea de la Fundacin Juan March en Madrid, aunque con
alguna omisin como es la ausencia de la dedicatoria a Narciso Yepes.
261
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
El tercer manuscrito que nos incumbe es autgrafo de Yepes y nos muestra, bajo el
ttulo de Passapi n2, la versin definitiva que el guitarrista ha trabajado y que se
corresponde con el que ha interpretado en sus conciertos.
Mirando con atencin los manuscritos inmediatamente nos percatamos de que Yepes:
-Suprime compases.
-Cambia el desarrollo de arpegios.
-Cambia ritmos.
-Suprime notas.
-Cambia la armona de algunos acordes.
-Cambia la disposicin de algunos acordes.
-Cambia de octavas algunas notas.
-Aade pasajes.
-Cambia directamente la meloda original del autor subiendo un grado los compases 9 y
10 (los dos ltimos compases del ejemplo). sta es la versin de Bacarisse:
Ilustracin 262 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 120. Passapi, p.7.
Part. ms. orig. del autor
262
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Y sta la versin de Yepes, que alzando una segunda esos dos compases convierte una
semicadencia en la dominante de MI, en una cadencia en MI con doble apoyatura.
-Cambia el modo de la segunda exposicin del tema que Bacarisse plantea en LA mayor
y Yepes siente en LA menor. Aqu vemos la idea original del autor en modo mayor.
Ilustracin 264 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 120. Passapi, p.7.
Part. ms. orig. del autor
263
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 266 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 120. Passapi, p.7.
Part. ms. orig. del autor
Ilustracin 267 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 57. Passapi, p.3.
Part. ms. orig. del autor
264
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
-Sustituye la coda tanto del op.57 como del op.120 por una cadenza completamente
libre, de fragmentos virtuossticos sobre la escala de MI mayor seguidos (en la
ilustracin siguiente) de una serie de armnicos simultneos en dobles cuerdas.
265
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Esto contrasta con los otros dos finales que presenta Bacarisse en sus manuscritos. En el
op. 57 utiliza para concluir los tres mismos compases del inicio.
Ilustracin 272 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 57. Passapi, p.4.
Part. ms. orig. del autor
Y en el op. 120 hace una codetta, tipo cadenza al estilo de Yepes pero ms breve, con
arpegio y trino sobre MI.
Ilustracin 273 - Bacarisse. Petite Suite pour guitare, op. 120. Passapi, p.9.
Part. ms. orig. del autor
266
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
En resumen, han sido tres ejemplos de compositores, de tres estilos diferentes, de entre
las decenas que colaboraron con el maestro y cuyas obras engalanan el Archivo de
Narciso Yepes, que han sabido y han querido unir su sabidura a la suya para tejer
juntos autnticas joyas del repertorio guitarrstico.
267
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Tomamos el ejemplo del do para dos guitarras A la bossa nova de Antonio Ruiz-Pip,
compositor que, como hemos visto anteriormente, supo escuchar y aceptar las
sugerencias de Yepes. El primer documento que mostramos es la partitura impresa,
antes de que Yepes se decidiera a trabajarla. Este es un caso en el que Yepes se interesa
por un repertorio ya publicado, para preparar la pieza con su discpula Godelieve
Monden.
Ilustracin 274 - Ruiz-Pip. A la bossa nova, p.6. Part. impr. con anot. ms. orig.
268
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Por ultimo la partitura manuscrita autgrafa de Yepes que rescribe toda la pieza con los
cambios ya definitivos.
269
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Existe un tipo de anotaciones autgrafas de Yepes en sus partituras muy poco habituales
a las que resulta interesante asomarse: se trata de las que escribe para ser ledas
exclusivamente por sus discpulos, en las que refleja sus ideas, da sus consejos, propone
sus soluciones a determinadas dificultades y desvela sus trucos, como l mismo dice.
Mostramos algunos ejemplos que se recogen en la partitura del Concierto de Aranjuez
que Yepes prepar para un alumno suyo. Algunas aportaciones son sugerencias para
facilitar la digitacin. Como los cuatro ejemplos siguientes:
Ilustracin 277 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.7. Part. impr. con anot. ms.
Ilustracin 278 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.8. Part. impr. con anot. ms.
270
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 279 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.9. Part. impr. con anot. ms.
Ilustracin 280 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.27. Part. impr. con anot. ms.
Ilustracin 281 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.38. Part. impr. con anot. ms.
271
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 282 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.21. Part. impr. con anot. ms.
Ilustracin 283 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.5. Part. impr. con anot. ms.
Aqu propone decantarse por uno u otro acorde; la idea de este cambio de acorde surge
de que, hasta ese momento de la primera cadencia de la guitarra en el segundo
movimiento, la meloda cantada con las cuerdas graves se detena en el SI y era
contestada con un suave acorde de MI menor, pero en este momento, al quedar
suspendida en el LA, la opcin es cambiar de acorde: en vez de mantener el MI menor
con la sexta aadida del DO natural, tocar un acorde de LA con sptima en segunda
272
Captulo 6.- VALORACIN Y ANLISIS DE LOS ELEMENTOS OBSERVADOS
Ilustracin 284 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.24. Part. impr. con anot. ms.
Ahora el maestro se atreve a un cambio que deja a gusto de su discpulo pero que en la
prctica se descubre verdaderamente eficaz. Se trata de marcar esta hemiolia tpica de la
rtmica espaola presente en esta pulsacin explcita del 6/8 + 3/4 con la misma energa
en los dos compases o, si cabe, dotar an de mayor fuerza al empobrecido 3/4 pues
Yepes sugiere incluso fff en lugar de las ff anteriores. Para ello propone tocar
simultneamente todas las cuerdas igual que en los acordes precedentes suprimiendo los
contratiempos de corchea que ya estn suficientemente pronunciados por las violas,
cellos y contrabajos de la orquesta.
Ilustracin 285 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.13. Part. impr. con anot. ms.
273
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 286 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.37. Part. impr. con anot. ms.
Ilustracin 287 - Rodrigo. Concierto de Aranjuez, p.13. Part. impr. con anot. ms.
Y hasta aqu este recorrido por el atril de Yepes, en el que hemos querido estar atentos a
reconocer sus intenciones musicales; las hemos atisbado en los signos que nos dej
escritos en las partituras, pero tambin las hemos intuido en todo lo que no dej anotado,
ya que el papel no puede reflejar toda la riqueza de sus innovaciones tcnicas ni sus
aportaciones en cada obra, en primer lugar porque muchas no las escribi, y en segundo
lugar porque otras muchas no se pueden escribir! Afortunadamente, el conocimiento
que tenemos de haber escuchado a Yepes no slo tocar, sino tambin estudiar, la
mayora de las piezas cuyos documentos hemos observado y analizado, nos concede ese
plus de seguridad a la hora de valorar las bases que sustentan su interpretacin y que
procedemos a describir en el prximo captulo.
274
CAPTULO 7
CONCLUSIONES
Captulo 7.- CONCLUSIONES
7. CONCLUSIONES
No podemos ocultar el enorme inters que este captulo nos suscita pues es fruto del
esfuerzo ms denso y comprometido de la investigacin y con el que, afortunadamente,
logramos proporcionar informacin privilegiada sobre la figura de Yepes, como msico
centrado en su profesin y como protagonista de una tarea creadora y comprometedora
que llev a cabo con una consistencia inigualable, y que hoy aportamos a la comunidad
cientfica.
Analizando con atencin el material del Archivo Musical de Narciso Yepes objeto de la
presente investigacin y, especialmente, el ms elaborado, es decir aqul en el que ms
se ve la huella del maestro por tratarse de msica que ha tocado en concierto o que ha
grabado en disco, lo primero que sorprende desde un punto de vista musical es la
cantidad de modificaciones que realiza sobre la partitura original.
277
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
1. Polifona.
Trata de mostrar la mxima claridad en el despeje de voces dentro de la complejidad
sonora y busca distribuir adecuadamente los espacios correspondientes a las distintas
lneas meldicas para que no se estorben entre s.
2. Armona
Procura facilitar la escucha sostenindola siempre desde los acordes ms oportunos en
el recorrido tonal pero permitiendo al mismo tiempo la sorpresa desde los propios
elementos armnicos.
3. Meloda
Corrige cuando lo ve necesario la conduccin de un bajo armnico o de cualquier otra
lnea meldica, dndole siempre la mayor claridad a los elementos temticos y
asegurando el no crear confusin en la comprensin del fraseo.
4. Tesitura
Constantemente se preocupa de la coherencia de tesitura, tanto en el contexto meldico
como en los procesos imitativos.
5. Desarrollo
Cuida el mantenimiento de los incisos reiterativos en el recorrido de una seccin
musical, as como la analoga en la repeticin de un mismo fragmento o de una misma
pulsacin; establece sistemticamente la correspondencia de un contexto temtico con
otro semejante, en las imitaciones armnicas, intervlicas, rtmicas o meldicas.
6. Arpegios
Prefiere dar continuidad al desarrollo armnico de un arpegiado as como dotarle de
fluidez cuando carece de contenido temtico; no duda en proporcionar direccin a un
278
Captulo 7.- CONCLUSIONES
7. Ornamentacin
Continuamente se presta a lograr una mejor sonoridad y nitidez en los adornos al tiempo
que insiste en la coherencia para con los procesos ornamentales anlogos.
8. Cadencias
Busca el carcter resolutivo en los desenlaces de las cadencias y trabaja con detalle la
disposicin de los acordes y las realizaciones armnicas en los procesos cadenciales.
9. Sonido
Asegura la homogeneidad del timbre en los fragmentos temticos conexos; concede
prioridad a la continuidad de un efecto sonoro; elimina cualquier percepcin de un
resultado azaroso en la calidad y cualidad del sonido en funcin de la digitacin o de la
dificultad tcnica.
10. Ritmo
Simplifica la escucha en escrituras rtmicas confusas; reajusta los procesos rtmicos
imitativos cuando considera que no han sido suficientemente cuidados; encuadra una
rtmica compleja en indicaciones de comps ms sencillas cuando no aprecia en la
sintaxis original ninguna ventaja musical.
12. Estilo
Confiere coherencia estilstica a las piezas y mantiene la cohesin de una escucha ligada
a la msica de una poca.
279
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
14. Dinmica
Conforma los matices segn su discernimiento, relacionndolos entre s y vinculndolos,
cuando es preciso, a los dems elementos musicales presentes en el pentagrama,
especialmente los armnicos, meldicos y formales.
15. Expresin
Utiliza distintos recursos expresivos, tanto el del vibrato horizontal que juega con la
sutil modificacin de la altura de la nota, como el del vibrato vertical en las cuerdas
graves que adems permite un ligero crescendo en la nota ya pulsada y la posibilidad de
realizar cuartos de tono en la msica contempornea.
16. Articulacin
Introduce los cambios necesarios en materia de articulacin para subrayar la diccin de
la msica y agilizar la comprensin de su discurso musical y de su fraseo.
17. Transcripcin
Justifica las libertades que se desprenden de los proyectos sometidos a la transcripcin
musical, especialmente cuando siente que la guitarra est en el origen de la inspiracin
de la obra o que la pieza no slo no pierde ninguno de sus efectos expresivos al ser
trasladada a este instrumento, sino que incluso obtiene ventajas en la traduccin a su
nueva versin.
18. Acstica
Se preocupa incansablemente de la independencia de vibracin de las cuerdas y de los
procesos de resonancia y apagado del sonido. Digita no slo para los dedos que tocan,
es decir aquellos que pisan los trastes o pulsan las cuerdas, sino tambin para los dedos
desocupados, a los que les encomienda la misin de controlar oportunamente y de
manera independiente la resonancia de cada nota segn desee mantenerla o apagarla en
cada caso y en cada instante.
20. Digitaciones
280
Captulo 7.- CONCLUSIONES
Hace circular la msica entre los dedos de modo que suene siempre natural y
transparente, utilizando sus innovaciones en materia de digitacin, tanto de la mano
izquierda como de la mano derecha, y las posibilidades que las cuatro cuerdas aadidas
de su guitarra le confieren.
7.2.1. Escucharse
El primer principio parte de un concepto esttico musical muy profundo y muy claro
que podramos resumir con esta proposicin: la msica hay que tocarla como suene
mejor. Esto, que parece una obviedad, tiene que ser deseado primero y buscado despus
por el intrprete con todas sus consecuencias. Cuando Yepes considera que estas
modificaciones con las que l remodela la msica le despejan ese camino sonoro y
esttico no duda en ponerlas en prctica. Ante cualquier eleccin, ante cualquier
encrucijada en la que se le barajan distintas opciones, siempre el norte es evidente: lo
que suene mejor. Yepes est atento. Slo escuchando y escuchndose con esmero
descubre qu es lo que falta, qu es lo que sobra, qu es lo que hay que modificar y
cmo hay que hacerlo, qu es lo que est fuera del tejido musical y hay volver a
contextualizar, qu es lo que interrumpe la coherencia del discurso, qu es lo que
incomoda la naturalidad de su recepcin. Un cambio en un timbre, en un acorde, en una
281
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
El tercer principio cubre la otra cara de la moneda puesto que alcanza, en la escala de
dificultades, el extremo opuesto: nunca una bsqueda de facilidad en la ejecucin debe
ser una excusa para empobrecer la msica. Esta es la otra gran meta perseguida
incansablemente por Yepes. Cuntos ejemplos han pasado bajo nuestros ojos en los que
el compositor, inmerso en las posibilidades que l consideraba operativas del
instrumento o simplemente no queriendo entorpecer al intrprete, ha dejado pasar la
oportunidad de convertir un elemento en otro ms lleno, ms bello, o por lo menos ms
acorde con lo que le rodeaba. Yepes restaura esos momentos. Los hace primigenios,
282
Captulo 7.- CONCLUSIONES
7.2.4. El equilibrio
El quinto principio juega con la psicologa del oyente. Yepes tiene en cuenta la memoria
musical del que escucha, su capacidad para rememorar inconscientemente no slo una
meloda, sino simplemente una nota, un inciso particular, una anacrusa que prepara el
arranque de una frase, un acorde bien definido dentro de su funcin armnica, un efecto
sonoro, un enlace armnico, una articulacin determinada, una mtrica interna, una
pulsacin, un elemento rtmico caracterstico, un timbre apropiado para ese instante, o
una particular intencin musical. Yepes tranquiliza al oyente ofrecindole lo que espera,
lo que recuerda del minuto pasado, y con ello puede hacerle evolucionar porque le
infunde claridad para acompaarle en el desarrollo y le da la madurez para distinguir lo
diferente. De ese modo puede tejer una interpretacin que le lleva a una complicidad
extraordinaria con el pblico.
283
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
El sexto principio atae a un caso particular que se refiere a la msica donde no toca
una guitarra sino dos guitarras, como hemos tenido ocasin de observar en el anlisis de
partituras de este repertorio. Es un principio muy claro respecto al papel que juegan las
dos guitarras. Prcticamente en toda la msica investigada del repertorio para dos
guitarras trabajada por Yepes las partes de ambas han sido revisadas en cuanto a la
distribucin de su contenido. Yepes aprovecha esta circunstancia de instrumentacin de
dos instrumentos idnticos (la segunda tambin es una guitarra de diez cuerdas) para
trasladar a las dos guitarras un recurso bsicamente orquestal: propone contar con la
ayuda mutua que pueden prestarse ambos instrumentos. En otras palabras: en un
momento dado una guitarra puede socorrer a otra, y en otro momento puede ser
plataforma para agrandarla. Por ejemplo tiene la opcin de hacerse cargo en un
momento dado de una nota, de un bajo, de un ornamento, de cualquier elemento del que
la otra guitarra necesita ser liberada para no sentirse amenazada en su discurso musical.
Para ello, a veces es suficiente la redistribucin del material sonoro o la simple
permutacin del mismo.
Este principio atae al equilibrio de color entre ambas guitarras. Narciso Yepes evita
priorizar la parte de una sobre la otra, salvando por supuesto las excepciones en las que
justamente ste es un recurso expresivo buscado voluntariamente o necesario para la
claridad del discurso musical. Es decir, evita definir lo que podramos llamar primera
voz y segunda voz. Ambas partes discurren en igualdad de condiciones sonoras,
meldicas, armnicas y rtmicas.
En los dos que han trabajado intensamente Narciso Yepes y Godelieve Monden,
maestro y discpula no tienen roles de distinto rango en la interpretacin. Aunque la
mano del maestro est claramente en primer plano en las decisiones a tomar durante el
trabajo de transcripcin y revisin profunda de una obra, en el momento de dotar de
vida a la msica con el instrumento, Yepes busca el equilibrio en el sonido, en el timbre
y en la presencia de ambas guitarras, sin querer sealarse como protagonista. De hecho
en algunas de las piezas grabadas y tocadas en pblico, se reserva para l la parte de la
segunda guitarra, como se puede observar en las anotaciones de las particellas.
284
Captulo 7.- CONCLUSIONES
Hemos podido observar a travs del Archivo que nos ocupa la extraordinaria capacidad
de Yepes para asumir todas las corrientes y tendencias de la msica del pasado y del
presente. Hemos comprobado de cerca su trabajo de recuperacin y revisin de obras
antiguas inditas rescatadas de las bibliotecas, y al mismo tiempo su inquietud por la
expresin ms comunicadora de la msica contempornea.
Podemos resaltar como un factor que nos ha salido al encuentro en el anlisis de cada
partitura, la exigencia en el trabajo de Yepes, ostensible en todas sus acciones: al
transcribir de las tablaturas; al desempolvar la msica de las bibliotecas para resucitarla
luego con su guitarra; al no conformarse y rehacer lo que l consideraba mejorable; al
estudiar engrandeciendo la msica, con infinita paciencia y enorme inteligencia,
utilizando para ello todos los recursos de la creatividad y de la tcnica del instrumento;
al inventar nuevos procedimientos tcnicos para resolver pasajes; al mostrar la obra lo
ms autntica posible en sus races, es decir como la habra escrito el autor si conociera
a la perfeccin el instrumento; al no escatimar rigor en los planteamientos ni esfuerzo en
la realizacin de cada tarea.
415
Yepes, Narciso (1989). Ser instrumento. Discurso de Ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, Madrid: Real Academia de Bellas Artes.
285
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Esa exigencia personal en su trabajo sigue un proceso que comienza con el silencio de
su guitarra: nunca va primero a ella a tocar las notas. Sabe que el ir primero a las notas
constituye un peligro para la msica porque la msica ir detrs de la tcnica en lugar de
precederla. Desarrolla, en su cabeza sonora, su propia visin de la obra, en
contraposicin con los que tocan imitando a otros. Yepes trabaja primero alejado del
instrumento, estudia mentalmente antes de tomar la guitarra en sus manos. Es un
sistema con el que los detalles tcnicos no le distraen; eso le permite acercarse a la
partitura de un modo similar al que hace el director de orquesta antes del primer ensayo
sonoro con la orquesta real. Yepes aprende el mximo posible sobre la obra antes de
llevarla al instrumento. El objetivo de su estudio mental es liberar su musicalidad,
asegurar que los objetivos musicales, y no las obligaciones tcnicas sean lo primero. En
resumen, Yepes tiene un ideal en su trabajo: que la msica no est guiada por lo que se
puede hacer sino por lo que se quiere hacer y por lo que se necesita hacer.
286
Captulo 7.- CONCLUSIONES
dice que toca. Yepes no se engaa a s mismo, ni tampoco a los dems. Es un msico
verdadero.
Yepes sabe usar su libertad de intrprete. En eso consiste lo que podramos llamar su
tica de la msica: entiende que tocar es servir a la msica. La sensacin que desprende
como intrprete es que es alguien en quien se puede confiar artsticamente. Y eso lo
demuestra el hecho de que no busca el aplauso, ni busca el satisfacer a los amantes de
un nico estilo o de unas ideas apegadas a la tradicin. No se detiene a contemplar las
crticas que inevitablemente se han volcado sobre su figura y sobre sus innovaciones
provocadoras sino que sabe mantener unos criterios musicales con una solidez
inagotable.
Otro equilibrio que se produce en Yepes tiene lugar entre lo intelectual y lo emotivo,
entre sus razonamientos y sus sentimientos, entre su taller de pensamiento y la vibracin
de su recital de guitarra. Al tiempo que sabe transmitir emocin en sus conciertos,
tambin sabe manejar la lgica como herramienta al servicio de su trabajo. Estas dos
caras de su labor como msico brillan de tal modo en su capacidad para superar las
dificultades que le hacen gozar de una filosofa positiva de la msica en sus dos etapas:
ante el estudio de la obra y ante la salida al escenario. Yepes es un msico positivo.
En las anotaciones de Yepes hemos visto talento pero siempre acompaado de orden y
disciplina. Con la sencillez de los que ms saben logra sintetizar lo ms importante de
cada cosa. A la vista del sistema de trabajo de Yepes podemos concluir que era una
persona con autoridad musical. Una autoridad ganada por mritos propios entre los
instrumentistas del mundo que aflora tambin en los decididos gestos de su lpiz: ya
slo sobre la partitura consigue el maestro ser una referencia, adems de ser capaz de
hacer propuestas que fascinen y de plantear cuestiones realmente sugerentes. Pero
Yepes no manda, no ordena a sus alumnos: esto hazlo de esta manera!, slo les
gobierna, es decir les conduce. Y lo mismo hace con todos los que entramos en su
287
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
msica. Sabe ser sombra vigilante que orienta, pero no que ahuyenta o asusta. Podemos
distinguir que Yepes no ejerce el poder sobre su msica, pero s tiene la autoridad.
Yepes posee la capacidad para contagiar exigencia a los que trabajan con l, pero una
exigencia que no borra el entusiasmo. No hay ms que observar la relacin de inmenso
respeto y de sentido positivo del trabajo con los compositores con los que ha ido
construyendo proyectos juntos. Sabe mantener una mirada que no se enfanga en las
dificultades sino que acoge los problemas que siempre emergen. Como hemos visto de
cerca, Yepes tiene capacidad para ilusionar al compositor que escribe para l, y para
convocarle a un dilogo que hace llevar la obra hacia delante. Es un msico admirado
por el compositor que siente que puede confiar en l.
Yepes disfruta adems de una visin prodigiosa sobre la meta a la que puede llegar una
obra. Como es una certeza para l, sabe construir un camino alumbrado no ya por la
posibilidad sino por la seguridad.
Con el trabajo, del que somos testigos, Yepes es tambin capaz de mostrar sus creencias
musicales, huyendo de lo polticamente correcto, arriesgndose, saltndose el marco
delimitado por la tradicin, por las costumbres, por los aprietos en la tcnica y por
tantas otras fronteras. Tiene la valenta de expresar y de realizar lo que le mueve por
dentro, aun a costa de no ser seguido ni comprendido por la mayora de sus colegas
guitarristas y de ser colocado en el punto de mira de quien vigila sistemticamente sus
posibles incongruencias y sus errores.
Para Yepes el arte es una forma de entrega. Tambin es una forma de comunin,
consigo mismo (recordemos el ttulo de su discurso de ingreso en la Real Academia: Ser
288
Captulo 7.- CONCLUSIONES
instrumento) y con su pblico. Esto hace que el pblico escuche su msica con una
actitud anloga a la del intrprete, es decir que sta sea una actitud basada en la libertad,
en la pasin, en la emocin, en la generosidad y en el asombro.
Pero para Yepes tocar para su pblico no es slo una actitud sino una vocacin. l es un
constructor de la msica para s mismo y para los dems. Es como si el compositor le
diera un plano y l, intrprete, tuviera que levantar la casa para que en ella pudiera
habitar el pblico. Su inspiracin no es algo que aparece inesperadamente sino que es
fruto de esa misma vocacin de constructor de msica. No la espera sino que va a
buscarla porque necesita fabricar la obra, sa es su sed como msico, se es su regalo
para el que le escucha.
Yepes es un comunicador nato. Arrastra a muchos a su lado con este credo de la msica,
con esta carta de intenciones. Hemos comprobado, en tantos ejemplos mostrados en el
captulo anterior, cmo cuida a su pblico, no le quiere cargar con tributos que no le
corresponden. Mima a su pblico cuando se preocupa de que no se vea sacudido por un
obstculo cuyo allanamiento es responsabilidad del intrprete, por un contratiempo cuya
invisibilidad debe ser procurada por el ejecutante. Al pblico slo le quiere desvelar lo
esencial de la msica. De hecho sabe distinguir en cada partitura lo principal, lo que
sostiene la obra, de lo anecdtico, lo secundario, lo adicional.
Yepes no necesita dar explicaciones sobre lo que va a tocar para transmitir emociones
con una pieza. En lugar de hablar de la msica, habla con la msica y el mensaje llega al
que le escucha en dos dimensiones: en su extensin pero tambin en su profundidad.
El objetivo de Yepes ante sus alumnos es prepararles para afrontar los desafos de la
guitarra profesionalmente pero tambin personalmente de forma que puedan integrarse
en plenitud y participar de una manera activa en la ofrenda de la msica. Pero no se
conforma con eso, quiere adems despertarles a un cambio en la naturaleza de ese reto.
289
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Durante muchos aos el conocimiento de guitarra que los profesores enseaban a sus
alumnos se reduca a un conjunto de verdades estables en torno al instrumento de modo
que la adquisicin de ese saber guitarrstico les permita acceder a interpretar la msica
para guitarra durante el resto de su vida. Pero los seguidores de Yepes descubren que
necesitan prepararse para msicas que tal vez no existen todava; que necesitan saber
cambiar de un repertorio a otro y aprender a controlar una tcnica con unos recursos que
estn an por inventar y que, probablemente, cada cual tendr que inventar para s
mismo segn su exigencia personal; que vivirn en un mundo de la msica poblado de
mltiples versiones, ediciones, fuentes de informacin y debern saber discernir la
calidad de cada una de ellas y saber integrarlas.
Yepes desea que sus discpulos sean permeables al cambio. Est claro que no descarta la
solidez imprescindible que proviene de un conocimiento profundo del instrumento y de
sus posibilidades, pues son los cimientos de su camino como msico, sin embargo
necesita llevarle ms lejos. Sus alumnos deben desarrollar un espritu crtico, sobre la
partitura, sobre los resultados que obtienen al leerla, sobre cmo se escuchan al tocarla,
pero sobre todo deben mantener viva la curiosidad como herramienta indispensable para
avanzar. Las ideas de tcnica o de interpretacin no se acaban en el ltimo comps de
una obra sino que ya no se detienen nunca. Para Yepes es desalentador comprobar que
hay estudiantes de msica que no rinden ante la resolucin de problemas, ante las
situaciones que se plantean en el da a da del trabajo con la partitura, situaciones que
muchas veces no necesitan de grandes conocimientos de guitarra sino que demandan
saber razonar y saber seguir unos pasos lgicos al servicio de la msica. Yepes plantea
un cambio en las reglas de juego, una transformacin de la metodologa del aprendizaje
de modo que sus alumnos puedan asimilar que el elevado nivel de exigencia no lo
impone el maestro sino la msica misma. Este desafo permite a sus discpulos tener un
papel dinmico y les da espacio para desarrollar su creatividad, su valenta, su bsqueda
y para establecer un pacto de honradez con la msica que van a tocar.
Sin duda se abren a la luz del presente trabajo vas nuevas para futuras investigaciones.
El enfoque de su trabajo en el atril arropado por los comentarios crticos que emanan de
su anlisis, puede sin duda despertar el inters en aquellos que deseen profundizar en el
290
Captulo 7.- CONCLUSIONES
En el futuro, los manuscritos y la propia grafa musical de Narciso Yepes podrn ser en
s mismos objeto de estudio, lo que a su vez puede llevar a la impresin o edicin en
facsmil de sus partituras revisadas y de sus transcripciones.
Uno de los elementos ms importantes que podemos beber en el pozo del Archivo
Musical de Narciso Yepes y que hemos mostrado el presente trabajo es la tarea
fascinante de la elaboracin de la versin definitiva de una obra. Al analizar las distintas
versiones de una pieza, ha sido posible, con un resultado fascinante, adentrarnos
cronolgicamente en el recorrido que la transcripcin de esa obra o el estudio de la
misma ha motivado sucesivamente. El anlisis y el estudio comparado de las distintas
versiones de una misma obra nos dan la posibilidad de conocer a fondo el quehacer de
este gran msico. A pesar del extenssimo testimonio sonoro de sus msicas a travs de
las numerosas grabaciones que nos ha dejado, es imprescindible para entender y
extender la calidad de su enseanza, aproximarse a su trabajo de reconstruccin de la
partitura.
291
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Por ltimo, el recorrido por las fuentes documentales primarias del archivo de Narciso
Yepes que hemos llevado a cabo nos permite acceder a las claves fundamentales de
interpretacin de la msica que l atesoraba, abriendo as nuevos cauces a intrpretes de
generaciones actuales y futuras.
Deseamos que nuestro esfuerzo y nuestra dedicacin al realizar esta investigacin hayan
servido para el mismo fin que iluminaba el trabajo del maestro Narciso Yepes:
trascender la propia guitarra y acercarse a todo lo que hace crecer al hombre a travs de
la msica. En su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando416 Narciso Yepes nos confirma con sus propias palabras este sentimiento: La
msica es vida. Y el instrumento el vehculo de esa vida. Pero no puede cumplir su
cometido l solo. Necesita de una simbiosis con el que ser su dueo, y los dos darn
fruto.
416
Yepes, Narciso (1989). Ser instrumento. Discurso de Ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, Madrid: Real Academia de Bellas Artes.
292
CAPTULO 8
EPLOGO:
Yepes segn Yepes
294
Captulo 8.- EPLOGO: Yepes segn Yepes
Creo que Narciso Yepes fue un pensador que supo combinar la serenidad con la
ambicin artstica, que logr conjuntar la sencillez con la pasin por esa bsqueda ms
all de lo establecido. Reivindic las luces de la guitarra y rompi para siempre con el
mito de las imposibilidades que arrastraba este instrumento. Denunci con su ejemplo,
da a da, los lmites tan peligrosos de una msica sin tcnica y de una tcnica sin
msica. En mi opinin, es sin duda el guitarrista que mejor ha armonizado msica y
tcnica. se es, desde luego, un deber cumplido.
De todo ello nos dej testimonios: sus versiones de las obras, las cuales no hay por qu
copiar pero s saborear y conocer. Lo sorprendente es que no estamos ante nuevas
versiones de viejas msicas sino ante una expresin musical con una esttica clara y
renovada, una esttica que huye del axioma aparentemente indiscutible del gusto del
pblico porque se ofrece desde la msica misma y mana de la misma fuente del arte que
l interpretaba cuando se enfrentaba a una obra.
Pienso que Yepes no decida el mensaje que iba a transmitir a travs de la msica sino
que transmita el mensaje que reciba y que comprenda del compositor. Elega siempre
el mejor modo de proclamar la transparencia de la que era depositaria la obra que
estudiaba, la pieza que tocaba, la msica que daba a conocer. Para ello combinaba la
disciplina interna, personal, en su taller, en su laboratorio, con la voz libre que promova
con su msica y que llegaba al pblico.
295
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ha bastado una vida, la de Narciso Yepes, para dar un giro de 180 a la guitarra en el
mundo. Yepes ha abierto un tiempo nuevo para los guitarristas, y lo ha hecho de un
modo paulatino y firme aunque imprevisto para los grandes conocedores del
instrumento anteriores a su presencia. Pero creo que no basta haber tenido al frente de la
innovacin de la tcnica y la interpretacin a un msico valiente y portentoso. No basta
haber contado con el mejor revelador de la esencia de la guitarra y con quien ms ha
luchado para combatir el conformismo en la msica para este instrumento. No basta,
porque esa quietud que todava se observa en la mayora de las actuales escuelas de
guitarra, exige de los docentes que conozcan sus pasos y que miren, aunque no la sigan,
la senda que ha abierto.
296
Captulo 8.- EPLOGO: Yepes segn Yepes
Yepes reconoci en esta tarea varios peligros que desde el primer instante consigui
esquivar, como eran: el riesgo de perder cierta capacidad para discernir y, en
consecuencia de ello, de perder la libertad para dar los pasos adelante necesarios; la
posibilidad de poder llegar muy fcilmente a sentirse vulnerable, ante la presin de la
tradicin jaleada por el inmovilismo de los que le acusaban ser demasiado
revolucionario o aventurero; la disminucin de energa en esa fortaleza gigantesca
indispensable para trazar y liderar los nuevos caminos de la guitarra clsica, escapando
de las comodidades en las que el instrumento se haba instalado y que supuestamente le
conferan ya un status no exento de debilidad en el horizonte musical.
297
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Considero que abrir caminos en el arte es una tarea reservada a personas llenas de
audacia y portadoras de una cierta singularidad, frecuentemente enfrentadas a la
incomprensin de sus colegas. Sin embargo son precisamente estas personas distintas,
nicas en su pensamiento, las que pueden abrir etapas nuevas en la historia de la msica,
una vez que la anterior parece contemplar su ocaso. Creo que era imprescindible un
proceso de renovacin en la guitarra, como lo han tenido todos los instrumentos, cada
uno en su tiempo. Yepes ha abordado su puesta al da con verdadera sabidura, cuyo
conocimiento pienso que debera ser obligado por quien profese una dedicacin
profesional a la interpretacin de la msica para guitarra o a su enseanza.
Puedo atestiguar que uno de los empeos de Yepes ha sido unir la confianza en las
posibilidades con la lgica en las soluciones. Eso le ha llevado a un compromiso sin
complejos, a una firmeza frente a la resignacin de lo que es nicamente guitarrstico.
Yepes tuvo el valor de tomar una decisin personal, interior, sobre su aproximacin a la
guitarra, con ideas que no procedan de ninguna escuela ni corriente anteriores, y eso le
permiti modernizar el instrumento a la par que hacerlo ms autntico, ms influyente
en el panorama musical de la segunda mitad del siglo XX, ms bello y ms creble entre
los que delimitaban su sed musical con las fronteras que marcaban instrumentos de la
talla del violn o el piano. As pues la fuerza de atraccin de Yepes ha trascendido al
propio mundo de la guitarra. Para muchos intrpretes no guitarristas ha marcado un
quehacer diario, ha sido un excelente diagnosticador de las dificultades y provocador de
las posibilidades y recursos para sus soluciones, y eso ha abierto puertas a todos.
298
Captulo 8.- EPLOGO: Yepes segn Yepes
Creo que Yepes supo vivir su alta misin de dotar de grandeza a la guitarra con
sencillez. Supo hacerlo con un empuje y un coraje inigualables y tambin con autntica
serenidad, como he comentado al inicio de este eplogo. Esa serenidad permite hoy no
violentar ni ensombrecer a todos los que desean seguir sus huellas; bien al contrario, les
brinda a sus seguidores la oportunidad de dar un paso ms en la puesta a punto de una
concepcin de la guitarra y de una actitud ante la msica necesitadas an de un debate
profundo llevado a cabo por los profesionales de la docencia y de la interpretacin, si
quieren ambas seguir siendo luz para las futuras generaciones de msicos.
299
300
BIBLIOGRAFA
302
BIBLIOGRAFA
BIBLIOGRAFA
Alabareda Hermanos (1959, diciembre 12). xito resonante del excepcional guitarrista
Narciso Yepes. []. El Noticiero, p. 12. Madrid.
Alonso, C. (1986, junio 30). Narciso Yepes, ms que un artista. Ideal, p. 20. Granada.
Alonso, C. (1992, enero 11). Narciso Yepes: Cada da me planteo nuevos problemas.
Deia, p. 48.
Aprendizaje adquirido por mi propio trabajo. Entrevista (1960, octubre 1). Senkei
Shinbun, Japn.
Aranda, J. (1987, octubre 6). A tal Seor, tal honor. Heraldo de Aragn.
Arazo, M. A. (1988, enero 20). Narciso Yepes viene hoy al Palau. Las Provincias.
Valencia.
303
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Arriaga, G.; Gonzlez, C. & Somoza, J. (Eds.) (2003). Libros de msica para vihuela,
1536-1576. Primera edicin facsmil en formato digital. CD-ROM, Madrid:
Msica Prima, pera Tres.
Barber, C. (1965, junio 24). Narciso Yepes: la guitarra de Narciso es una guitarra
personalsima adherida a su propio ser. Entrevista. La Prensa, p. 5.
Barce, R. (1996, mayo-agosto). Narciso Yepes. Op. XXI Revista de Pedagoga musical,
1(0), pp. 4-9.
Baricco, A. (1992). L' anima di Hegel e le mucche del Wisconsin. Garzanti Editore, (Ed.
esp. El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin, trad. Romana Baena Bradaschia.
Madrid: Ed. Siruela).
Batista, G. (1989, junio 8). Yepes, Greenberg y Romano en el Casals. El Mundo, p. 47,
Puerto Rico.
Becriaux, R. (1985, junio 20). Maguelone a ouvert les festivals dt. Midi. Libre
Rgion.
Bedia, S. (1996, marzo 1). El guitarrista Narciso Yepes vuelve a los escenarios. Alerta,
p. 50, Santander.
304
BIBLIOGRAFA
Bellingardi, L. (1987, marzo 17). Sulle corde come un Goya. Corriere della Sera, p. 34.
Bellow, A. (1970). The Illustrated History of the Guitar. Rockville Centre, L.I., Nueva
York: Franco Colombo Publications.
Bent, Ian (1987). LAnalyse musicale. Historie et mthodes. Nice. Editions Main
dOuvre.
Blum, D. (1980). Casals and the Art of Interpretation. California: Paperback edition.
(Ed. esp.: Casals y el arte de la interpretacin, trad. T. Paul Silles. Barcelona:
Idea Books, S.A., 2000).
Bordas, C. y Arriaga, G. (La Guitarra desde el Barroco hasta ca. 1950 / The Guitar from
the Baroque period to the 1950s, La Guitarra Espaola / The Spanish Guitar.
Catlogo de la Exposicin realizada en The Metropolitan Museum of Art, Nueva
York (1 octubre 1991 - 5 enero 1992) y el Museo Municipal de Madrid (20 de
febrero - 12 de abril 1992) (pp. 63-67), Madrid: Sociedad Estatal Quinto
Centenario, pp. 69-94.
Brava interpretacin a la guitarra. (1964, mayo 7). Bonner Runschau, 19, p. 106.
Bravo Meza, J. R. (1988, octubre 21). El sonido de la guitarra tiene algo de magia:
Yepes. La Jornada, p. 17. Mxico.
Brazzale, R. (1983, mayo 19). Narciso Yepes, magia di una chitarra. Il Giornale di
Vicenza.
Busser, A. (1993, febrero 10). Narciso Yepes: encore un concert superbe. Nice-Matin.
Carol, M. (1991, junio 30) Aprend antes a tocar la guitarra que a leer Entrevista a
Narciso Yepes. La Vanguardia Magazine, pp. 26-30.
305
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Cataln, Teresa (2013, febrero 16). Creacin e investigacin. En V. Pliego (Ed.). Actas
de la Jornada sobre las relaciones entre el Conservatorio Superior de Msica y la
Universidad. Madrid.
Cavalotti, E. (1987, marzo 16). Chitarra in trionfo con il magisterio de Narciso Yepes. Il
Tempo. Roma.
Cherson, S. (1988, noviembre 8). Exitoso programa de la Sinfnica. El Nuevo da, p. 58,
Puerto Rico.
Cherson, S. (1988, diciembre 21). En la cumbre espaola. El Nuevo da, p. 127. Puerto
Rico.
Con palabras no puedo decir lo que siento con la guitarra: Narciso Yepes. (1988,
octubre 30). Heraldo de Mxico, p. 6.
Copland, A. (1939). What to listen for in music. New York: McGraw-Hill Book
Company.
Corts, A. L. (1991, octubre 24). Por encima de todo soy feliz: Narciso Yepes. El
Mexicano, p. 15.
Curten Hite, R. (1975, abril 9). Spanish concert: solos best feature. Citizen Journal,
Columbus.
306
BIBLIOGRAFA
De Juan, O. (1977, julio 9). Clamoroso xito de Yepes en los Arrayanes. La verdad, p.
36. Murcia.
Disegni, V. (1984, febrero 7). I giochi proibiti di Narciso Yepes. Manifesto, Roma.
Eckert, T. Jr. (1981, noviembre 24). Yepes finds ways to extend the limits of a guitar.
Rocky Mountain News, Denver.
Eckert, T. Jr. (1981, noviembre 29). Piano teacher made Yepes fight for his right to play
the guitar. The Sun, Baltimore.
El arte severo de Yepes (1988, febrero 2). [Autor: J. A. Z.] Deia, p. 43.
Ericson, R. (1972, diciembre 2). Old Spanish patio is Recital Setting: Yepes, Classical
Guitarrist, Plays at Metropolitan. The New York Times, p. 42.
Esnaola, F. (1992, enero 12). Narciso Yepes, mago de la guitarra. El Diario Vasco,
p.100.
307
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Evans, T. & Evans, M. A. (1977). Guitars: Music, History, Construction and Players
from the Renaissance to Rock. Londres, Nueva York, Melbourne: Oxford
University Press.
Fernndez-Cid, A. (1977, marzo 1). Jean Fournet dirigi en el Real pginas de Rodrigo
[], ABC, p. 45.
Fernndez-Cid, A. (1988, mayo 7). Murcia en Madrid: Narciso Yepes en el Real. ABC,
p. 100.
Franco, E. (1960, febrero 11). Un gran concierto de Narciso Yepes en el Crculo Medina.
Arriba, p. 21.
Franco, E. (1961a, abril 12). Un gran triunfo de Narciso Yepes, Odn Alonso y la
Orquesta Filarmnica. Arriba, p. 17.
Franco, E. (1961b, enero 22). Concierto de Narciso Yepes en el INP. Arriba, p. 25.
308
BIBLIOGRAFA
Franco, E. (1983, abril 14). Narciso Yepes, entre la popularidad y el rigor. El Pas, p. 39.
Franco, E. (1986, mayo 17). Nobleza del arpa y la guitarra en Yepes y Zabaleta. El Pas,
p. 29.
Franco, E. (1987a, enero 13). La Orquesta Nacional como en sus mejores tiempos. El
Pas, p. 24.
Franco, E. (1988a, mayo 6). Gran xito del guitarrista Narciso Yepes. El Pas, p. 35.
Franco, E. (1988b, diciembre 10). La alta musicalidad de Yepes y Ros Marb. El Pas, p.
40.
Franco, J. M. (1962, marzo 29). Yepes estrena un concierto con la Filarmnica. Ya.
Freitas, T. C. (2005). Ciaccona em r menor BMW 1004 de J.S. Bach : um estudo das
articulaes e uma transcrio para violo (Trabajo Fin de Master no publicado).
Universidad Federal do Rio Grande do Sul, Brasil.
Fresno, J. (1975). Yepes, Narciso. En Gran Enciclopedia Rialp, Tomo XXIII, Madrid:
Ediciones Rialp, S.A., p.796.
Fumet, J. (1984, febrero 8). Narciso Yepes: un grand savant de la guitare. Le Courier de
lOuest, p. 5. Angers.
Gadamer, H. G. (1960). Wahrheit und Methode. Tubinga: Mohr. (Ed. esp. Verdad y
mtodo, trad. Ana Agud Aparicio y Rafael Aparicio. Salamanca: Sgueme, 1975).
309
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Gilhooly, R. (1996, mayo 24). Virtuoso guitarist plucks a near perfect 10. The Japan
Times.
Gmez, J. M. (1985, septiembre 7). Curso dirigido por Narciso Yepes. El Correo de
Andaluca.
Gonzlez Conejero, A. (1988, mayo 8). Fiesta murciana en el Teatro Real de Madrid.
La verdad. Murcia.
Goslvez Lara, C. J. (1995). La edicin musical espaola hasta 1936. Gua para la
datacin de partituras. Madrid: AEDOM.
Hambleton, R. (1974, noviembre 22). Naciso Yepes the guitar giant. Star.
Heck, T. F. (2013). Mauro Giuliani: A Life For the Guitar. Austin, Texas: Guitar
Foundation of America.
Hontan, L. (1985, marzo 16). Gran xito de Narciso Yepes y la Orquesta de Cmara
Espaola. ABC, p. 72.
Hontan, L. (1986, mayo 16). Yepes, largamente aclamado en el Real. ABC, p. 80.
Hontan, L. (1991, marzo 12). Triunfo de Narciso Yepes en el Auditorio. ABC, p. 114.
310
BIBLIOGRAFA
Iglesias, A. (1983, abril 13). Recital de Narciso Yepes en el Teatro Real. Informaciones.
Jean Fournet et Narciso Yepes (1983, febrero 22) [Autor : M. C.] La Cit, Blgica
Jeffery, B. (1992). Fernando Sor: Composer and Guitarist. Londres: Tecla Editions.
Jenkins, S. (1975, abril 3). Exciting Music from Spain. New York Post.
Jones, B. (1973, noviembre 17). Symphony Entertains with Contrast of Guitar Dance.
The Tampa Tribune, p. 2, Florida.
Kendall, A. (1976). The tender tyrant, Nadia Boulanger: a life devoted to music: a
biography. Londres: Macdonald and Jane's.
Kozinn, A. (1981, noviembre 22). Narciso Yepes and his 10-String Guitar, The New
York Times, p. 22.
Kraglund, J. (1974, noviembre 22). Yepes passionate, controlled. Globe & Mail.
311
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
La guitarra virtuosa del maestro Narciso Yepes (1983, 26 de julio). Tiempo de Crdoba,
p. 16. Argentina.
Lago Castro, P.; Ponce de Len, L. y Snchez Romero, C. (2012). Manos a la obra y a
trabajar! Madrid: Editorial Club Universitario.
Lamoutte, S. M. (1988, noviembre 4). El virtuoso del silencio interior. El Nuevo Da,
suplemento Por dentro, pp. 69-70. Puerto Rico.
Lara Klahr, M. (1991, octubre 28). El Virtuosismo, lo ms intil que puede ocurrirle a
un artista. El Financiero, p. 85.
Marco, T. (1986, mayo 15). Narciso Yepes, un artista en plenitud de facultades. Diario
16.
Mari, R. (1984, noviembre 30). Para ser un buen msico es imprescindible tener una
buena formacin humanista. Entrevista. Las Provincias, p. 28, Valencia.
Mattos, E. (1984, abril 10). Zabaleta & Yepes. The Washington Post, p. 4.
312
BIBLIOGRAFA
Meunier-Sicard, C. (1992, abril 3). Quand fleurissent les narcisses. Printemps musical
de Poitiers.
Mller, H. von (1986, diciembre 6). In Master der Gitarre. Wiener Zeitung Oberver.
Muoz Corts, M. (1992, febrero 9). Gracias, Narciso. La Verdad, p. 54. Murcia.
Msica de hoy para un do excepcional (1984, abril 28). [Autor: G.], La Vanguardia.
Narciso Yepes: El dolor es una caricia de Dios. (1996, septiembre 13). Ababol,
suplemento de letras, artes y ciencia de La verdad, p. 3.
Narciso Yepes ou M. Guitare (1987, noviembre 11). [Autor : M. P.] Tribune, Ginebra.
Narciso Yepes toca hoy en el Palau para Manos Unidas. (1988, enero 20) [Autor: R. M.
V.] Levante, Valencia.
Narciso Yepes, un guitarrista que habla con su instrumento. (1988, octubre 31). El
Nacional, p. 5, Mxico.
Nickel, H. (1972). Beitrag zur Entwicklung der Gitarre in Europa. Herausgegeben und
eingeleitet von Santiago Navascus. Haimhausen: Verlag, Biblioteca de la
Guitarra.
313
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Nieto, E. (1995, enero 15). Soy msico porque Dios quiso. Entrevista. La Opinin, El
Dominical, revista semanal, p. 2, Murcia.
Nin de Cardona, J. M. (1993, octubre 15). Narciso Yepes y las tierras de la Alcarria.
Nueva Alcaria, p. 25.
Okariz, A. (1991, octubre 16). Narciso Yepes. Me faltan muchas cosas por aprender.
Egin, p. 37.
Otero Seco, A. (1964, mayo 5). Sorprendente: aaden cuatro cuerdas ms a la guitarra.
France Presse, p. 7.
Polk, K. (1992). German instrumental music of the late middle ages. Players, patrons
and performance practice. Cambridge: Cambridge University Press.
Pons Als, V. (1996). Los archivos familiares: realidad y prospectiva desde la ptica del
historiador de los archivos. En R. M. Blasco Martnez (Coord.) Los archivos
familiares en Espaa: estado de la cuestin, (pp.43-93). Santander: Asociacin
para la Defensa del Patrimonio Bibliogrfico y Documental en Cantabria.
Porzel, K. (1977, abril 26). Zweimal Gitarre. Narciso Yepes in der Philharmonie. Der
Tagesspielgel.
Preciado, N. (1990, febrero 5). Narciso Yepes: el artista predestinado. Tiempo, p. 154.
Presencia de un gran artista de la guitarra. (1983, agosto 3). La Nacin, Buenos Aires.
Quando la chitarra come lorchestra. (1984, enero 4) [Autor: R. B.] Tempo, Roma.
314
BIBLIOGRAFA
Radole, G. (1979). Liuto, chitarra e vihuela. Storia e letteratura. Miln: Edizioni Suvini
Zerboni, 1979. (Ed. espaola traduccin de B. Echamendi: Lad, Guitarra y
Vihuela. Barcelona: EDB, Ediciones Don Bosco, 1982).
Ram, V. (1989, octubre 8). Ten stringed Zen virtuoso. New York on Sunday, p. 18.
Ramrez, J. (1994). The Ten-String Guitar. En B. Strummer, Things About the Guitar,
(pp. 137-140). Madrid: Soneto.
Recital de Narciso Yepes en San Pedro. (1986, febrero 21). El Progreso, p. 5. Lugo.
Reich, H. (1987, noviembre 2). Yepes Subtlety and Poetry Make his Guitar a Marvel.
Chicago Tribune, p. 8.
Rey Marcos, J. J. (1975). Un instrumento punteado del siglo XIII en Espaa, I, II, III,
Msica y Arte, 2, 35-40; 3, 46-52; 4, 34-37. On line en: http://veterodoxia.es/wp-
content/uploads/2010/07/Rey_1975_Un-instrumento-sXIII.pdf
Rey, P. (1991). La Guitarra en la Baja Edad Media / The Guitar in the Late Middle
Ages, La Guitarra Espaola / The Spanish Guitar. Catlogo de la Exposicin
realizada en The Metropolitan Museum of Art, Nueva York (1 octubre 1991 - 5
enero 1992) y el Museo Municipal de Madrid (20 de febrero - 12 de abril 1992).
Madrid: Sociedad Estatal Quinto Centenario (pp. 49-60).
Ridruejo, D. (1973, julio 7). Retrato de hombre con guitarra grande. Destino, n186, p.
27. Barcelona.
Rockwell, J. (1984, abril 12). Recital: Harp and Guitar Program. The New York Times.
315
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Rolnick, H. (1987, junio 24). Spellbinding Yepes weaves a magic web. South China
Morning, Hong Kong
Romanillos, J. L. (1987). Antonio de Torres, Guitar Maker. His Life & Work.
Longmead, Shaftesbury: Dorset: Element Books.
Romanillos Vega, J. L. & Winspear, M. H. (2002). The Vihuela de Mano and the
Spanish Guitar. A Dictionary of the Makers of Plucked and Bowed Musical
Instruments of Spain (12002002). Strings Makers, Shops, Dealers & Factories.
Guijosa: The Sanguino Press.
Rosales y Zamora, P. (1987, noviembre 5). Hago msica por amor a sta: Narciso
Yepes. Excelsior, pp.1, 3. Mxico.
Rosales y Zamora, P. (1988, octubre 24). Crear y recrear la paz, misin musical.
Excelsior, pp.1-2. Mxico.
Ruiz, A. (1996, 1 de marzo). Lo que se est haciendo con la msica. Diario Montas, p.
81.
Ruiz, R. (1989, agosto 13). Narciso Yepes, el equilibrio vital de una guitarra legendaria,
Diario de Burgos, p. 34.
Ruiz-Coca, F. (1986, mayo 16). El sabio arte de Victoria de los ngeles y la tcnica de
Yepes. Ya.
Ruiz-Coca, F. (1988, diciembre 11). Cuatro autores del siglo XX. Ya.
Ruiz Jaln, S. (1959, diciembre 29). Narciso Yepes en Conciertos Arriaga. La Gaceta
del Norte, 59, (19), p. 2. Bilbao.
Ruiz Mantilla, J. (2002, noviembre 6). Soy fiel a las obras, no a quien las crea, porque
no trabajo a las rdenes de nadie: Entrevista: Alfred Brendel. El Pas.
Ruiz Tarazona, A. (1984, junio 30). Los albores de la guitarra moderna. El Pas.
Salas y Guirior, J. (1973, julio 7). Semana de msica espaola en Lisboa. ABC.
Saltzman, J. (1982, octubre 22). Narciso Yepes: Life, Music Hung by a 10String
Guitar. Los Angeles Times, p. 12.
Snchez Villapadierna, J. (1987, enero 9). Narciso Yepes. Sinfona concertante. ABC, p.
68.
316
BIBLIOGRAFA
Sandoval, A. F. (1988, agosto 17). Narciso Yepes: En mi tcnica hay muchas cosas de
flamenco. El Peridico, p. 23.
Segovia, Andrs (1974, enero 29). More strings? Guitar Review, Nueva York.
Sensier, P. (1975). Narciso Yepes and the ten-string guitar. Guitar iii(9), p. 27.
Snitzler, L. (1978). Narciso Yepes: The 10-String Guitar: Overcoming the Limitations
of Six Strings, Guitar Player, 12(3), pp. 26, 42, 46, 48, 52.
Sopea, F. (1962a, enero 20). Palacio de la Msica: Concierto de Aranjuez. ABC, p. 61.
Sopea, F. (1962b, marzo 29). Espaol: Alonso, Yepes, Filarmnica. ABC, p. 82.
Spinancino, F. (1992). Intabulatura de lauto, libro primo (libro secondo). Ed. facsmil.
Rimpression de ldition de Venise, Petrucci (1507). Ginebra - Pars: Minkoff.
Suoni e colori di Spagna con la chitarra di Yepes. (1986, enero 17), Giornale di Sicilia.
Teresi, A. (1987, febrero 7). Parliamo di Narciso Yepes. Musicarte Calabria. 2(3), p. 1.
Tran, P. (1983 febrero 25). Jean Fournet Narciso Yepes et lONB. La libre Belgique.
317
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Una vez ms Narciso Yepes []. (1959, noviembre 25) Diario de frica, p. 3.
Urbano, P. (1988, enero 18). Narciso Yepes rompe su silencio interior. poca, 149, pp.
20-25.
Urroz, A. (1992, enero 10). Narciso Yepes. Disfruto antes de salir a un escenario. El
Diario Vasco, p. 65.
Valente, E. (1987, marzo 17) Yepes, la semplice arte dellla chitarra. LUnit, Roma.
Verti, R. (1984, febrero 7). Yepes e le sue dieci corde. Carlino Spettacoli.
Victoria de los ngeles et Narciso Yepes. (1983, noviembre 2) [Autor: P. D.], Tribune,
Ginebra.
Vidal, R. (1968, junio). Narciso Yepes, un rput serviteur. Diapason, pp. 38-39. Pars.
Woodfield, I. (1988). The Early History of the Viol. Cambridge: Cambridge University
Press.
Wright, L. (1977). The Medieval Gittern and Citole: A case of mistaken identity, The
Galpin Society Journal, 30, pp. 8-42.
Yepes, I. (2009, mayo). El Archivo Musical de Narciso Yepes. Roseta, 2, pp. 102-109.
Yepes, N. (1978). Nexo entre las estructuras musicales y el ser humano. Discurso ledo
[] en su recepcin pblica por el Ilmo. Sr. D. Narciso Yepes Garca [].
Murcia: Academia Alfonso X, el Sabio.
318
ANEXO
ANEXO
HERAMIENTAS DE INVESTIGACIN:
FICHAS IDENTIFICATIVAS DE LAS PARTITURAS
Con el fin de facilitar la bsqueda de las partituras utilizadas, se ofrecen las fichas por
orden alfabtico de autor. Al final de cada una de ellas hacemos mencin a las
ilustraciones que recogen los ejemplos musicales correspondientes a cada documento
cuya ubicacin se encuentra detallada en el ndice de ilustraciones.
Abreviaturas empleadas
319
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (9 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. multigr. de Narciso Yepes
(probablemente grafa de Godelieve
Monden) con anot. ms. orig. de Narciso
Yepes (nicamente numeracin de
compases).
320
ANEXO
Partitura (4 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. a tinta de Narciso Yepes.
Ilustraciones 3, 94, 95
Partitura (4 hh.) ; 29 cm
Guit.
Ms. multigr. de Narciso Yepes,
fechado en Cabo Roig en 1976.
321
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (4 pp.) ; 30 cm
Guit.
Part. impr.
Realizacin y dig. de Narciso Yepes.
Ilustracin 97
322
ANEXO
Partitura (8 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. del autor multigr. con anot. ms. orig. de
Narciso Yepes.
Ilustracin 252
Partitura (6 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. del autor a tinta con anot. ms. orig. de
Narciso Yepes.
Ms. inacabado.
Ilustraciones 250-251
323
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 257
Partitura (5 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. a tinta de Narciso Yepes.
Ded. a Narciso Yepes.
324
ANEXO
Partitura (5 pp.) ; 36 cm
Guit.
Ms. a tinta del autor,
fechado en Pars el 7 de noviembre de 1953,
con anot. ms. a lpiz de Narciso Yepes.
Partitura (8 pp.) ; 36 cm
Guit.
Ms. a tinta del autor,
fechado en Pars en mayo de 1953,
con anot. ms. a lpiz de Narciso Yepes.
325
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (3 pp.) ; 33 cm
Guit.
Part. imp. con anot. ms. orig. a lpiz y
rotulador de Narciso Yepes.
326
ANEXO
Partitura (6 pp.) ; 31 cm
(Gitarren-Archiv. Schott ; 425)
Guit.
Ao de composicin: 1964.
Partitura (3 hh.) ; 33 cm
Guit.
Ms. a lpiz de Narciso Yepes.
327
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Asturiana / M. de Falla
Transcrip., Narciso Yepes
Partitura (4 pp.) ; 32 cm
Guit.
Ms. a tinta de Narciso Yepes.
Ilustracin 37
Partitura (4 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. a tinta de Narciso Yepes.
328
ANEXO
Ilustracin 212
Falla, Manuel de (1876-1946)
Farruca
Partitura (2 pp.) ; 34 cm
Guit.
Ms. a tinta de Narciso Yepes.
Ilustraciones 214-216
329
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustraciones 13, 14, 16, 17, 34, 70, 78, 85, 107, 149-151, 163-165, 191
330
ANEXO
Habanera / [Montsalvatge]
[transcrip., Narciso Yepes]
Partitura (3 pp.) ; 26 cm
Guit.
Ms. a lpiz de Narciso Yepes
Habanera / [Montsalvatge]
[Transcrip., Narciso Yepes]
Partitura (2 pp.) ;
Guit.
Ms. multigr. de Narciso Yepes
con anot. ms. orig. a lpiz y tinta.
331
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (8 pp.) ; 33 cm
Piano.
Part. impr.
332
ANEXO
Siete diferencias sobre Gurdame las vacas : pour guitare / Luys de Narvez
Transcrip. y dig., Narciso Yepes
Partitura (3 pp.) ; 32 cm
Guit.
Part. impr. con anot. ms. orig. de Narciso
Yepes.
333
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (2 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. a tinta de Narciso Yepes
Ilustracin 217
Si le jour parat: pour guitare 10 cordes ; VI.- Jeu des quatre vents / Maurice
Ohana
Doigts dAlberto Ponce
[Rev., Narciso Yepes]
Partitura (6 pp.) ; 32 cm
Guit.
Pat. impr. con anot. ms. a lpiz de Narciso
Yepes.
Ilustraciones 61, 74-76, 100, 101, 117, 136, 137, 139, 142-144, 152, 178
334
ANEXO
Partitura (6 pp.) ; 35 cm
Guit.
Ms. del autor con collages, altenativas e
indic. ms. sugeridas por el autor y anot. ms.
orig. de Narciso Yepes.
335
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (6 pp.) ; 31 cm
Guit.
Part. impr. con anot. ms. orig. de Narciso
Yepes.
Partitura (6 pp.) ; 36 cm
Guit.
Ms. orig. de Narciso Yepes
fechado en Lorca el 25 de noviembre de
1946 con corr. posteriores ms. de Narciso
Yepes.
Ilustraciones 8, 113
336
ANEXO
Partitura (6 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. orig. de Narciso Yepes
fechado en Lorca el 10 de marzo de 1947
con corr. posteriores a lpiz y tinta ms. de
Narciso Yepes.
Ilustraciones 4, 9, 21, 26
337
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (5 hh.) ; 30 cm
Guit.
Ms. multigr. del autor. con anot. ms. de
Narciso Yepes,
fechado en Madrid en mayo de 1979.
Ilustracin 65
Partitura (5 hh.) ; 33 cm
Guit.
Ms. orig. a lpiz de Narciso Yepes.
Ilustracin 66
338
ANEXO
Partitura (8 hh.) ; 28 cm
Guit.
Part. impr. (ms. del copista Ruano), con
anot. ms. orig. a rotulador de Narciso
Yepes.
Ilustracin 7
Partitura (2 pp.) ; 34 cm
Guit.
Part. impr. orig. con anot. ms. a lpiz y tinta
de Narciso Yepes.
Ilustracin 71
339
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (3 pp.) ; 32 cm
Guit.
Ms. orig. a tinta de Narciso Yepes
fechado en Valencia el 24 de junio de 1944,
con anot. ms. a lpiz posteriores.
Ilustracin 64
340
ANEXO
Ilustracin 59
341
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (3 hh.) ; 29 cm
Guit.
Ms. orig. a tinta de Narciso Yepes.
Ilustracin 200
342
ANEXO
Partitura (8 pp.) ; 35 cm
Guit.
Part. impr. orig. con anot. ms. orig. a lpiz y
tinta de Narciso Yepes.
Partitura (9 hh.) ; 30 cm
Guit.
Part. impr. multigr. con anot. ms. de
Narciso Yepes.
343
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 193
344
ANEXO
Contiene:
Fandango, Passacaglia, Zapateado.
Ilustraciones 38-40, 99, 114, 146, 153-158, 162, 166, 168, 171-174, 176, 177
Contiene:
I. Ya se van los pastores,
ded. a Hctor Villa-Lobos.
II. Por caminos de Santiago,
ded. a Celia Salomn de Font.
(En la cub., sealados ambos con una cruz
y enmarcados a lpiz)
III. Pequea sevillana (en la cub. tachado).
Ilustracin 115
345
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Ilustracin 274
Ilustracin 275
346
ANEXO
Partitura (8 pp.) ; 36 cm
Dos guit.
Ms. orig de Narciso Yepes.
Ilustracin 276
Partitura (2 pp.) ; 32 cm
Piano.
Ms. a tinta orig. del autor.
347
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (2 pp.) ; 27 cm
Guit. (en dos pentagramas)
Ms. a tinta orig. del autor. con anot. ms. de
Narciso Yepes.
Partitura (2 pp.) ; 35 cm
Guit.
Ms. a tinta orig. de Narciso Yepes.
Ilustraciones 236-238
348
ANEXO
Partitura (3 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. a tinta orig. de Narciso Yepes.
Partitura (6 pp.) ; 30 cm
Guit.
Part. impr. orig. facsim. de ms. de Narciso
Yepes.
349
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (8 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. multigr. del autor,
fechado el 24 de febrero de 1977
con ded. ms. y firma orig. a tinta del autor
para Narciso Yepes.
Ilustracin 249
Ilustraciones 243-244
350
ANEXO
Partitura (2 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. de Narciso Yepes.
Ilustraciones 245-248
351
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (2 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. orig. a tinta de Narciso Yepes con anot.
posteriores suyas a lpiz.
Ilustracin 12
Partitura (3 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. orig. a tinta de Narciso Yepes,
fechado en Lorca a 28 de junio de 1951.
Ilustracin 22
352
ANEXO
Sonata 84 / Soler
[transcr. de Narciso Yepes]
Partitura (3 pp.) ; 35 cm
Guit.
Ms. orig. a lpiz de Narciso Yepes.
Ilustracin 205
Partitura (4 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. orig. a tinta de Narciso Yepes,
fechado en Valencia en febrero de 1944.
Ilustracin 20
353
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Partitura (3 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. a tinta negra y roja de Narciso Yepes,
fechado en Valencia el 30 de enero de 1943.
Ilustracin 19
Ilustraciones 6, 18
354
ANEXO
Partitura (6 pp.) ; 32 cm
Guit.
Part. impr. orig. con anot. ms. de Narciso
Yepes.
Partitura (4 pp.) ; 32 cm
Guit.
Part. impr. orig. con anot. ms. orig. de
Narciso Yepes.
355
El archivo musical de Narciso Yepes: estudio, anlisis y respuesta sonora de sus anotaciones manuscritas
Fantasa / L. S. Weiss
[Rev. Narciso Yepes]
Partitura (8 pp.) ; 31 cm
Guit.
Ms. orig. a tinta y lpiz de Narciso Yepes
con corr. suyas posteriores a tinta roja.
Ilustracin 227
356
ANEXO
Zarandanzas IV
[Ballet de Ignacio Yepes]
Partitura (5 pp.) ; 30 cm
Guit.
Part. impr. por el del autor con dig. ms. a
lpiz de Narciso Yepes.
Ilustraciones 56, 77
Partitura (3 pp.) ; 30 cm
Guit.
Ms. multigr. de Narciso Yepes con indic.,
ded. y comentarios ms. orig. suyos
posteriores a tinta azul.
357