Codigo Iberoamericano de Etica Judicial
Codigo Iberoamericano de Etica Judicial
Codigo Iberoamericano de Etica Judicial
Coordinadores:
Argentina Eduardo Orio, Consejo de la Magistratura.
Mxico Eduardo Ferrer Mac-Gregor, Suprema Corte de Justicia.
EXPOSICIN DE MOTIVOS
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Sexta: Impulsar la elaboracin de un Cdigo Modelo Iberoamericano de tica
Judicial.
II. El Cdigo Modelo como fruto del desarrollo regional de la tica judicial
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de la judicial en particular, exhibe una visible crisis de la legitimidad que conlleva en los
que la ejercen el deber de procurar que la ciudadana recupere la confianza en aquellas
instituciones. La adopcin de un Cdigo de tica implica un mensaje que los mismos
Poderes Judiciales envan a la sociedad reconociendo la inquietud que provoca esa dbil
legitimidad y el empeo en asumir voluntariamente un compromiso fuerte por la excelencia
en la prestacin del servicio de justicia. Resulta oportuno sealar que no obstante el recurso
a una terminologa muy extendida en el mundo del Derecho, tal como cdigo, tribunal,
responsabilidad, sancin, deber etc., ella es asumida no con aquella carga, sino como
trminos que permiten ser utilizados en el campo tico con las particularidades que esta
materia implica.
Cabe recordar que en el Estado de Derecho al juez se le exige que se esfuerce por
encontrar la solucin justa y conforme al Derecho para el caso jurdico que est bajo su
competencia, y que ese poder e imperium que ejerce procede de la misma sociedad que, a
travs de los mecanismos constitucionales establecidos, lo escoge para tan trascendente y
necesaria funcin social, con base en haber acreditado ciertas idoneidades especficas. El
poder que se confiere a cada juez trae consigo determinadas exigencias que seran
inapropiadas para el ciudadano comn que ejerce poderes privados; la aceptacin de la
funcin judicial lleva consigo beneficios y ventajas, pero tambin cargas y desventajas.
Desde esa perspectiva de una sociedad mandante se comprende que el juez no slo debe
preocuparse por ser, segn la dignidad propia del poder conferido, sino tambin por
parecer, de manera de no suscitar legtimas dudas en la sociedad acerca del modo en el
que se cumple el servicio judicial. El Derecho ha de orientarse al bien o al inters general,
pero en el mbito de la funcin judicial adquieren una especial importancia ciertos bienes e
intereses de los justiciables, de los abogados y de los dems auxiliares y servidores de la
justicia, que necesariamente han de tenerse en consideracin. La tica judicial debe
proponerse y aplicarse desde una lgica ponderativa que busca un punto razonable de
equilibrio entre unos y otros valores: si se quiere, entre los valores del juez en cuanto
ciudadano y en cuanto titular de un poder, cuyo ejercicio repercute en los bienes e intereses
de individuos concretos y de la sociedad en general.
V. La tica judicial como apelacin al compromiso ntimo del juez con la excelencia y con
el rechazo a la mediocridad
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El Derecho puede ser visto como una regulacin de la conducta por parte de
autoridades legitimadas para ello, que cabe usar para juzgar formalmente ex post facto
aquellos comportamientos que la violan. Las normas ticas pueden ser usadas tambin con
esa funcin, pero en el enjuiciamiento tico no hay ninguna razn que pueda esgrimir el
denunciado por una falta contra la tica que quede fuera de la deliberacin; dicho de otra
manera, un Tribunal de tica puede aceptar razones que seran inaceptables si actuara como
un tribunal jurdico. Mientras que en el Derecho las formas generales mediante las que se
determina la responsabilidad son indisponibles y esencialmente orientadas hacia el pasado,
en la tica se tornan flexibles, puesto que lo primordial es modificar el futuro
comportamiento del juez y lograr la excelencia. Para la tica profesional, podra llegar a
afirmarse que ms importante que descubrir faltas a sus deberes es obtener una firme e
ntima adhesin a los mismos para lograr que el servicio se preste con excelencia. Si
existiera una conciencia tica firme e integral por parte del profesional, sin duda se
tornaran irrelevantes buena parte de los deberes jurdicos.
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tica judicial encuentra asidero constitucional, en cuanto supone una explicitacin de
aquellos enunciados constitucionales.
VII. El Cdigo Modelo como instrumento esclarecedor de las conductas ticas judiciales
La formulacin de un Cdigo de tica Judicial puede ser una fuente muy importante
de clarificacin de conductas. Obviamente, porque un Cdigo de tica Judicial, como
cualquier ordenamiento, supone una divisin de la conducta que pretende regular en lcita e
ilcita y, de esta manera, sirve de gua para sus destinatarios. Pero tambin porque, en
ocasiones, dentro de las conductas ticamente admisibles, los Cdigos optan, por razones
de oportunidad y de coordinacin, por un determinado curso de accin, de entre varios
posibles; por ejemplo, a pesar de que en principio podra haber diversas opciones para
establecer el modo en que es ticamente autorizado que el juez se rena con los abogados
de las partes, el hecho de que un Cdigo escoja una de ellas despeja las dudas que
legtimamente pueden suscitarse entre sus destinatarios.
VIII. El Cdigo Modelo como respaldo de la capacitacin permanente del juez y como
ttulo para reclamar los medios para su cumplimiento
Al mismo tiempo que un Cdigo clarifica conductas, las facilita en tanto se le provee
al juez de un respaldo para la realizacin de las mismas, evitando el riesgo de quejas por
parte de eventuales perjudicados. No slo el juez sabe a qu atenerse, sino tambin aquellos
vinculados a su servicio. Pero dado que la tica no puede exigir conductas imposibles, el
Cdigo simultneamente se constituye en una fuente de razones a las que puede apelar el
juez en el cumplimiento de sus exigencias. De ese modo, si un Cdigo reclama
capacitacin, es necesario que se le brinde a sus destinatarios los medios para acceder a la
misma: si stos no existieran, sera difcil exigir responsabilidad por eventuales
incumplimientos.
IX. El Cdigo Modelo como estmulo para fortalecer la voluntad del juzgador y como
pauta objetiva de calidad tica en el servicio de justicia
El Cdigo puede tambin ser visto como un instrumento para fortalecer la voluntad
del juez, en tanto determina conductas y consagra eventuales responsabilidades ticas ante
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su infraccin. Asimismo, al proveer criterios y medidas determinadas con las que juzga la
calidad tica del servicio, el Cdigo dota de cierta objetividad al concepto de excelencia
judicial. Ello vale no slo para los propios jueces, sino tambin para la sociedad que ha
conferido el poder y que puede, a partir del Cdigo, evaluar ticamente a los jueces tanto
para reprocharles su conducta como para reconocer su excelencia.
X. Del Cdigo Modelo de tica Judicial a la tica de las otras profesiones jurdicas
Un Poder Judicial que cuenta con un Cdigo de tica est ms legitimado para exigir
de las otras profesiones vinculadas a su servicio una respuesta equivalente para sus
integrantes. Es obvio que, ms all de la centralidad del juez en el servicio de justicia, la
excelencia tica en el mismo tambin depende de otras profesiones, por lo que resulta
coherente y conveniente extender esa preocupacin ms all del mbito estrictamente
judicial. La falta de tica judicial remite en ocasiones a otras deficiencias profesionales,
especialmente la de abogados, fiscales, procuradores e, incluso, docentes jurdicos; un
reclamo integral de excelencia debe incorporar a esos otros espacios profesionales, y el
Cdigo de tica Judicial habilita para que el mismo Poder Judicial lo impulse.
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Desde la lectura comparada de los Cdigos de tica Judicial vigentes es posible
identificar ciertas exigencias centrales que muestran una importante concentracin del
modo en que se pretende la prestacin del servicio de justicia de manera excelente o
completa. Esos ncleos concentradores de la tica judicial reciben distintos nombres, pero
parece aconsejable insistir de conformidad con los documentos iberoamericanos ya
aprobados en la denominacin de principios, dado que ellos reclaman cierto perfil
intrnseco valioso cuya concrecin histrica queda sujeta a posibilidades y circunstancias
de tiempo y lugar. Los principios ticos configuran el repertorio de las exigencias
nucleares de la excelencia judicial, pero como tales pueden justificar diferentes normas en
donde se especifiquen distintas conductas en relacin a determinadas circunstancias. As,
por ejemplo, la independencia es inequvocamente uno de esos principios, y desde ella es
posible delinear normas que, de manera ms concreta, modalicen conductas exigibles. Esos
principios, al procurar modelar el ideal del mejor juez posible, no slo reclaman ciertas
conductas sino que alientan que, tras la reiteracin de las mismas, se arraiguen en hbitos
beneficiosos, facilitadores de los respectivos comportamientos y fuente de una ms slida
confianza ciudadana.
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de manera particular las faltas a sus respectivos Cdigos de tica, mientras que en otros los
Tribunales de tica se limitan a declarar la existencia de una falta tica, pero dejan a los
rganos disciplinarios habituales la decisin final que eventualmente pueda adoptarse.
Adems, hay pases en que las faltas ticas se encuentran incluidas dentro del rgimen
jurdico disciplinario que aplican los rganos administrativos o judiciales competentes. Y,
finalmente, otros que confan la eficacia del Cdigo a la voluntad individual de sus
destinatarios. Por otro lado, adems de Tribunales de tica, algunos Cdigos han previsto la
existencia de Comisiones de Consultas ticas a las que se pueden remitir dudas o
cuestiones con el propsito de recabar una opinin que puede o no ser reservada; de esta
manera, al mismo tiempo que se presta un servicio de asesoramiento, se van enriqueciendo
y concretando las exigencias ticas generales establecidas por los principios.
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PARTE I
CAPTULO I
Independencia
ART. 1.- Las instituciones que, en el marco del Estado constitucional, garantizan la
independencia judicial no estn dirigidas a situar al juez en una posicin de privilegio. Su
razn de ser es la de garantizar a los ciudadanos el derecho a ser juzgados con parmetros
jurdicos, como forma de evitar la arbitrariedad y de realizar los valores constitucionales y
salvaguardar los derechos fundamentales.
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ART. 2.- El juez independiente es aquel que determina desde el Derecho vigente la
decisin justa, sin dejarse influir real o aparentemente por factores ajenos al Derecho
mismo.
ART. 3.- El juez, con sus actitudes y comportamientos, debe poner de manifiesto que no
recibe influencias -directas o indirectas- de ningn otro poder pblico o privado, bien sea
externo o interno al orden judicial.
ART. 4.- La independencia judicial implica que al juez le est ticamente vedado participar
de cualquier manera en actividad poltica partidaria.
ART. 5.- El juez podr reclamar que se le reconozcan los derechos y se le suministren los
medios que posibiliten o faciliten su independencia.
ART. 6.- El juez tiene el derecho y el deber de denunciar cualquier intento de perturbacin
de su independencia.
ART. 7.- Al juez no slo se le exige ticamente que sea independiente sino tambin que no
interfiera en la independencia de otros colegas.
ART. 8.- El juez debe ejercer con moderacin y prudencia el poder que acompaa al
ejercicio de la funcin jurisdiccional.
CAPTULO II
Imparcialidad
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ART. 10.- El juez imparcial es aquel que persigue con objetividad y con fundamento en la
prueba la verdad de los hechos, manteniendo a lo largo de todo el proceso una equivalente
distancia con las partes y con sus abogados, y evita todo tipo de comportamiento que pueda
reflejar favoritismo, predisposicin o prejuicio.
ART. 11.- El juez est obligado a abstenerse de intervenir en aquellas causas en las que se
vea comprometida su imparcialidad o en las que un observador razonable pueda entender
que hay motivo para pensar as.
ART. 12.- El juez debe procurar evitar las situaciones que directa o indirectamente
justifiquen apartarse de la causa.
ART. 13.- El juez debe evitar toda apariencia de trato preferencial o especial con los
abogados y con los justiciables, proveniente de su propia conducta o de la de los otros
integrantes de la oficina judicial.
ART. 14.- Al juez y a los otros miembros de la oficina judicial les est prohibido recibir
regalos o beneficios de toda ndole que resulten injustificados desde la perspectiva de un
observador razonable.
ART. 15.- El juez debe procurar no mantener reuniones con una de las partes o sus
abogados (en su despacho o, con mayor razn, fuera del mismo) que las contrapartes y sus
abogados puedan razonablemente considerar injustificadas.
ART. 16.- El juez debe respetar el derecho de las partes a afirmar y contradecir, en el marco
del debido proceso.
CAPTULO III
Motivacin
ART. 18.- La obligacin de motivar las decisiones se orienta a asegurar la legitimidad del
juez, el buen funcionamiento de un sistema de impugnaciones procesales, el adecuado
control del poder del que los jueces son titulares y, en ltimo trmino, la justicia de las
resoluciones judiciales.
ART. 19.- Motivar supone expresar, de manera ordenada y clara, razones jurdicamente
vlidas, aptas para justificar la decisin.
ART. 20.- Una decisin carente de motivacin es, en principio, una decisin arbitraria, slo
tolerable en la medida en que una expresa disposicin jurdica justificada lo permita.
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ART. 21.- El deber de motivar adquiere una intensidad mxima en relacin con decisiones
privativas o restrictivas de derechos, o cuando el juez ejerza un poder discrecional.
ART. 22.- El juez debe motivar sus decisiones tanto en materia de hechos como de
Derecho.
ART. 23.- En materia de hechos, el juez debe proceder con rigor analtico en el tratamiento
del cuadro probatorio. Debe mostrar en concreto lo que aporta cada medio de prueba, para
luego efectuar una apreciacin en su conjunto.
ART. 24.- La motivacin en materia de Derecho no puede limitarse a invocar las normas
aplicables, especialmente en las resoluciones sobre el fondo de los asuntos.
ART. 25.- La motivacin debe extenderse a todas las alegaciones de las partes, o a las
razones producidas por los jueces que hayan conocido antes del asunto, siempre que sean
relevantes para la decisin.
ART. 26.- En los tribunales colegiados, la deliberacin debe tener lugar y la motivacin
expresarse en trminos respetuosos y dentro de los mrgenes de la buena fe. El derecho de
cada juez a disentir de la opinin mayoritaria debe ejercerse con moderacin.
ART. 27.- Las motivaciones deben estar expresadas en un estilo claro y preciso, sin recurrir
a tecnicismos innecesarios y con la concisin que sea compatible con la completa
comprensin de las razones expuestas.
CAPTULO IV
Conocimiento y Capacitacin
ART. 29.- El juez bien formado es el que conoce el Derecho vigente y ha desarrollado las
capacidades tcnicas y las actitudes ticas adecuadas para aplicarlo correctamente.
ART. 30.- La obligacin de formacin continuada de los jueces se extiende tanto a las
materias especficamente jurdicas como a los saberes y tcnicas que puedan favorecer el
mejor cumplimiento de las funciones judiciales.
ART. 31.- El conocimiento y la capacitacin de los jueces adquiere una especial intensidad
en relacin con las materias, las tcnicas y las actitudes que conduzcan a la mxima
proteccin de los derechos humanos y al desarrollo de los valores constitucionales.
ART. 32.- El juez debe facilitar y promover en la medida de lo posible la formacin de los
otros miembros de la oficina judicial.
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ART. 33.- El juez debe mantener una actitud de activa colaboracin en todas las actividades
conducentes a la formacin judicial.
ART. 34.- El juez debe esforzarse por contribuir, con sus conocimientos tericos y
prcticos, al mejor desarrollo del Derecho y de la administracin de justicia.
CAPTULO V
Justicia y Equidad
ART. 35.- El fin ltimo de la actividad judicial es realizar la justicia por medio del Derecho.
ART. 37.- El juez equitativo es el que, sin transgredir el Derecho vigente, toma en cuenta
las peculiaridades del caso y lo resuelve basndose en criterios coherentes con los valores
del ordenamiento y que puedan extenderse a todos los casos sustancialmente semejantes.
ART. 38.- En las esferas de discrecionalidad que le ofrece el Derecho, el juez deber
orientarse por consideraciones de justicia y de equidad.
ART. 39.- En todos los procesos, el uso de la equidad estar especialmente orientado a
lograr una efectiva igualdad de todos ante la ley.
ART. 40.- El juez debe sentirse vinculado no slo por el texto de las normas jurdicas
vigentes, sino tambin por las razones en las que ellas se fundamentan.
CAPTULO VI
Responsabilidad institucional
ART. 41.- El buen funcionamiento del conjunto de las instituciones judiciales es condicin
necesaria para que cada juez pueda desempear adecuadamente su funcin.
ART. 42.- El juez institucionalmente responsable es el que, adems de cumplir con sus
obligaciones especficas de carcter individual, asume un compromiso activo en el buen
funcionamiento de todo el sistema judicial.
ART. 43.- El juez tiene el deber de promover en la sociedad una actitud, racionalmente
fundada, de respeto y confianza hacia la administracin de justicia.
ART. 44.- El juez debe estar dispuesto a responder voluntariamente por sus acciones y
omisiones.
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ART. 45.- El juez debe denunciar ante quien corresponda los incumplimientos graves en los
que puedan incurrir sus colegas.
ART. 46.- El juez debe evitar favorecer promociones o ascensos irregulares o injustificados
de otros miembros del servicio de justicia.
ART. 47.- El juez debe estar dispuesto a promover y colaborar en todo lo que signifique un
mejor funcionamiento de la administracin de justicia.
CAPTULO VII
Cortesa
ART. 49.- La cortesa es la forma de exteriorizar el respeto y consideracin que los jueces
deben a sus colegas, a los otros miembros de la oficina judicial, a los abogados, a los
testigos, a los justiciables y, en general, a todos cuantos se relacionan con la administracin
de justicia.
ART. 50.- El juez debe brindar las explicaciones y aclaraciones que le sean pedidas, en la
medida en que sean procedentes y oportunas y no supongan la vulneracin de alguna norma
jurdica.
ART. 51.- En el mbito de su tribunal, el juez debe relacionarse con los funcionarios,
auxiliares y empleados sin incurrir -o aparentar hacerlo- en favoritismo o cualquier tipo de
conducta arbitraria.
ART. 52.- El juez debe mostrar una actitud tolerante y respetuosa hacia las crticas dirigidas
a sus decisiones y comportamientos.
CAPTULO VIII
Integridad
ART. 53.- La integridad de la conducta del juez fuera del mbito estricto de la actividad
jurisdiccional contribuye a una fundada confianza de los ciudadanos en la judicatura.
ART. 54.- El juez ntegro no debe comportarse de una manera que un observador razonable
considere gravemente atentatoria contra los valores y sentimientos predominantes en la
sociedad en la que presta su funcin.
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ART. 55.- El juez debe ser consciente de que el ejercicio de la funcin jurisdiccional supone
exigencias que no rigen para el resto de los ciudadanos.
CAPTULO IX
Transparencia
ART. 56.- La transparencia de las actuaciones del juez es una garanta de la justicia de sus
decisiones.
ART. 57.- El juez ha de procurar ofrecer, sin infringir el Derecho vigente, informacin til,
pertinente, comprensible y fiable.
ART. 58.- Aunque la ley no lo exija, el juez debe documentar, en la medida de lo posible,
todos los actos de su gestin y permitir su publicidad.
ART. 59.- El juez debe comportarse, en relacin con los medios de comunicacin social, de
manera equitativa y prudente, y cuidar especialmente de que no resulten perjudicados los
derechos e intereses legtimos de las partes y de los abogados.
ART. 60.- El juez debe evitar comportamientos o actitudes que puedan entenderse como
bsqueda injustificada o desmesurada de reconocimiento social.
CAPTULO X
Secreto profesional
ART. 61.- El secreto profesional tiene como fundamento salvaguardar los derechos de las
partes y de sus allegados frente al uso indebido de informaciones obtenidas por el juez en el
desempeo de sus funciones.
ART. 62.- Los jueces tienen obligacin de guardar absoluta reserva y secreto profesional en
relacin con las causas en trmite y con los hechos o datos conocidos en el ejercicio de su
funcin o con ocasin de sta.
ART. 63.- Los jueces pertenecientes a rganos colegiados han de garantizar el secreto de las
deliberaciones del tribunal, salvo las excepciones previstas en las normas jurdicas vigentes.
ART. 64.- Los jueces habrn de servirse tan solo de los medios legtimos que el
ordenamiento pone a su alcance en la persecucin de la verdad de los hechos en los actos
de que conozcan.
ART. 65.- El juez debe procurar que los funcionarios, auxiliares o empleados de la oficina
judicial cumplan con el secreto profesional en torno a la informacin vinculada con las
causas bajo su jurisdiccin.
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ART. 66.- El deber de reserva y secreto profesional que pesa sobre el juez se extiende no
slo a los medios de informacin institucionalizados, sino tambin al mbito estrictamente
privado.
CAPTULO XI
Prudencia
ART. 68.- La prudencia est orientada al autocontrol del poder de decisin de los jueces y al
cabal cumplimiento de la funcin jurisdiccional.
ART. 69.- El juez prudente es el que procura que sus comportamientos, actitudes y
decisiones sean el resultado de un juicio justificado racionalmente, luego de haber meditado
y valorado argumentos y contraargumentos disponibles, en el marco del Derecho aplicable.
ART. 70.- El juez debe mantener una actitud abierta y paciente para escuchar o reconocer
nuevos argumentos o crticas en orden a confirmar o rectificar criterios o puntos de vista
asumidos.
ART. 71.- Al adoptar una decisin, el juez debe analizar las distintas alternativas que ofrece
el Derecho y valorar las diferentes consecuencias que traern aparejadas cada una de ellas.
ART. 72.- El juicio prudente exige al juez capacidad de comprensin y esfuerzo por ser
objetivo.
CAPTULO XII
Diligencia
ART. 73.- La exigencia de diligencia est encaminada a evitar la injusticia que comporta
una decisin tarda.
ART. 74.- El juez debe procurar que los procesos a su cargo se resuelvan en un plazo
razonable.
ART. 75.- El juez debe evitar o, en todo caso, sancionar las actividades dilatorias o de otro
modo contrarias a la buena fe procesal de las partes.
ART. 76.- El juez debe procurar que los actos procesales se celebren con la mxima
puntualidad.
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ART. 77.- El juez no debe contraer obligaciones que perturben o impidan el cumplimiento
apropiado de sus funciones especficas.
ART. 78.- El juez debe tener una actitud positiva hacia los sistemas de evaluacin de su
desempeo.
CAPTULO XIII
Honestidad profesional
ART. 79.- La honestidad de la conducta del juez es necesaria para fortalecer la confianza de
los ciudadanos en la justicia y contribuye al prestigio de la misma.
ART. 80.- El juez tiene prohibido recibir beneficios al margen de los que por Derecho le
correspondan y utilizar abusivamente o apropiarse de los medios que se le confen para el
cumplimiento de su funcin.
ART. 81.- El juez debe comportarse de manera que ningn observador razonable pueda
entender que se aprovecha de manera ilegtima, irregular o incorrecta del trabajo de los
dems integrantes de la oficina judicial.
ART. 82.- El juez debe adoptar las medidas necesarias para evitar que pueda surgir
cualquier duda razonable sobre la legitimidad de sus ingresos y de su situacin patrimonial.
PARTE II
ART. 84.- La Comisin estar integrada por nueve miembros y un secretario ejecutivo,
elegidos por un perodo de cuatro aos con posibilidad de reeleccin. Los cargos sern
honorficos.
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ART. 85.- Cada rgano integrante de la Cumbre Judicial Iberoamericana podr proponer a
un candidato por cada vacante de la Comisin, debiendo acompaar el respectivo
curriculum vitae.
ART. 86.- Los candidatos debern estar vinculados directa o indirectamente con el quehacer
judicial, contar con una amplia trayectoria profesional y gozar de reconocido prestigio.
Podrn provenir de la magistratura, la abogaca o la actividad acadmica y estar en activo o
jubilados.
ART. 87.- Integrarn la Comisin Iberoamericana de tica Judicial aquellos candidatos que
obtengan el consenso en la Asamblea Plenaria de la Cumbre Judicial, y de no ser posible, el
mayor nmero de votos de los miembros presentes.
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ART. 92.- Las solicitudes de asesora o cualquier otra peticin de los rganos integrantes de
la Cumbre Judicial Iberoamericana o los de la propia Cumbre Judicial debern dirigirse a la
Secretara Ejecutiva.
ART. 93.- Una vez recibida una solicitud o peticin, la Secretara Ejecutiva, en el plazo de
72 horas, deber ponerla en conocimiento de los integrantes de la Comisin Iberoamericana
de tica Judicial.
ART. 95.- Los dictmenes, las recomendaciones, las asesoras o cualquier pronunciamiento
de la Comisin Iberoamericana en ningn caso tendrn fuerza vinculante para los Poderes
Judiciales o Consejos de la Judicatura ni para la propia Cumbre Judicial.
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