Mujeres Maltratadas y Legitima Defensa - Chiesa, Luis Ernesto
Mujeres Maltratadas y Legitima Defensa - Chiesa, Luis Ernesto
Mujeres Maltratadas y Legitima Defensa - Chiesa, Luis Ernesto
Pensamiento cientfico
ante la violencia de gnero
Editoras:
ANA MARA RUIZ-TAGLE
MARA DEL ROSARIO VALPUESTA FERNNDEZ
Coordina dora:
(!.
LAURA lPEZ DE LA CRUZ
Coleccin Seales, 3
Sevilla 2008
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:n los Estados Unidos, el caso que mejor ilustra los prblemas juridicopenales
ue surgen cuando una mujer que padece del sndrome de la mujer maltratada
Jata a su pareja en una situacin no confrontacional 1 es el de State v. Norman,
:suelto por la Corte Suprema del Estado de Carolina del Norte en 1989.
:onviene, por tanto, discutir brevemente los hechos que engendraron dicha
~ntroversia y los fundamentos en que se bas la Corte para denegar el
lanteamiento de legtima defensa que hiciera la acusada en el referido caso.
La acusada, )udy Norman, contrajo nupcias cuando tena catorce aos.
stuvo casada por ms de dos dcadas y media. Durante el tiempo que dur
1 matrimonio, fue brutalmente abusada por su esposo en innumerables
:ste artculo fue preparado con el propsito de discutir el tema de la mujer maltratada y la legtima
fensa en un curso doctoral de Derecho Penal ofrecido en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
agradezco profundamente a Francisco Muoz Conde sus valiosos comentarios y sugerencias.
A lo que me refiero con agresiones que ocurren en el contexto de "situaciones no
nfrontadonales" es a acciones defensivas que se producen en un momento en donde no existe
1frentamiento o confrontacin actual alguna entre el que alega defenderse y e! supuesto agresor.
:ase a J. Dress!er, Battered Woman and Sleeping Abusers: Some Reflectons, 3 Ohio State J. of Crim.
w 457 (2006).
LUIS ERNESTO CHIESA
ocasiones. Las agresiones se hicieron cada vez ms severas con el pasar del
tiempo. En una ocasin su esposo le apag un cigarrillo en la frente. En otra,
le rompi una botella de cerveza en el cuerpo. Tambin la forz a
prostituirse. La acusada mantena a sus hijos con el dinero que generaba de
la prostitucin. Su esposo a veces llegaba a los extremos de hacerla comer
alimento para perros'.
El da antes de la comisin de los hechos, el esposo de la acusada le
propin una paliza que casi la dej en estado de inconsciencia. Luego de
recuperarse de los golpes, la acusada llam a la polica. Al llegar a la escena,
sin embargo, le informaron que no podan arrestar a su esposo a menos de
que presentara una denuncia jurada en su contra. Se neg a hacerlo, pues
tema que su esposo la agrediera cuando se enterara de lo ocurrido. Despus
de que los agentes se marcharan, la acusada, en un acto de desesperacin,
intent suicidarse l. Cuando el Servicio Mdico de Urgencia lleg a su hogar
para auxiliada, su esposo trat de impedirlo expresndoles que deban dejarla
morir. Un agente del orden pblico lo amonest por obstruir la labor de
auxilio mdico, mas no lo arrest4.
La maana siguiente la acusada acudi a un centro para el tratamiento de
problemas mentales ubicado en su vecindario para discutir con profesionales
226 mdicos la posibilidad de recluir a su esposo en la institucin y presentar
cargos criminales en su contra. Ms tarde ese da, la acusada le explic a su
esposo lo que haba dialogado con los empleados del referido centro, a lo que
ste reaccion iracundo. Amenaz a la acusada con cortarle el cuello antes
de que lo ingresaran en una institucin manicomial. Esa misma tarde, la
acusada acudi a ciertas oficinas de beneficencia pblica para solicitar ayuda
econmica que le permitiera dejar de prostituirse. Su esposo la sigui hasta la
oficina, la forz a terminar la entrevista, y se la llev a la casa. Una vez dentro
de la casa, la agredi y le quem el cuerpo con cigarrillos. Posteriormente, se
neg a darle de comer y la forz a dormir en el suelo5. La acusada se levant
a mitad de noche, busc un revlver, y le dispar a su esposo en tres ocasiones
mientras ste dorma, causndole la muerte al instante.
A la vista de estos hechos, se le imput a la acusada la comisin del delito
de asesinato6 Durante el juicio, la defensa aleg que, dados los maltratos a
que fue sometida durante diez aos, la acusada mat a su esposo bajo la
creencia razonable de que dicha accin era necesaria para salvar su vida. La
defensa tambin present el testimonio de un perito que concluy que la
acusada padeca del "sndrome de la mujer maltratada"?. Un jurado la
absolvi del delito imputado mas la encontr culpable de homicidio
voluntarioS. No conforme con esta decisin, la acusada acudi ante la Corte
Supr~ma del Estado de Carolina del Norte alegando que debi haber sido
absuelta pues actu en defensa propia. Dicho foro deneg su planteamiento,
alegando que no puede invocarse la eximente de legtima defensa cuando,
como en este caso, no existe un ataque inminente del cual la acusada tenga
la necesidad de defenderse.
Hasta aqu los hechos. A mi juicio, el caso de JudyNorman presenta varios
problemas para la teora de la legtima defensa que merecen ser examinados
detenidamente. Ery el presente artculo, me ocupar de discutir tres de estos
problemas, a saber (r) el rol que desempea el criterio de la "razonabilidad"
_
en el contexto d<;" la legtima defensa, (z) si mediante esta eximente pueden
justificarse agres'iones preventivas que no tienen el efecto de repeler un
ataque inminente, y (3) si pueden tratarse algunos de los casos en los cuales
una mujer maltrat~da mata a su pareja en una situacin no confrontacional
como supuestos d;. exculpacin en lugar de justificacin. Antes de examinar 227
estas cuestiones, si~' embargo, resulta necesario explicar brevemente en qu
consiste el "sndrome de la mujer maltratada" y cules son los sntomas que
usualmente padecen las mujeres que sufren de esta condicin.
~;-"
El Sndrome de la Mujer Maltratada
7 El trmite procesal del caso fue un poco ms complicado que lo aqu relatado. Sin embargo, por
entender que los detalles procesales del caso son de poca importancia a los fines de ilustrar los
problemas sustantivos que presenta, opte por omitirlos.
8 De conformidad con e! common law, se es culpable de cometer el delito de "homicidio voluntaro"
cuando ''bajo un arrebato de clera, una prsona le causa intencionalmente la muerte a otra".
9 L. Wa!ker, Battered Woman xv (1979).
LUIS ERNESTO CHIESA
18 Para ms informacin con relacin al referido debate vase, por todos, a J. Oressler, id., a la pgs.
253-257.
19 People v. Goetz, 497 N.E.2d 41 {1986). {Sobre este caso vase G.P.Fietcher, A <:rime on selfdefense,
1988; hay traduccin espaola de Muoz Conde y Rodriguez Marn, En defensa pro'pia, 1992. Sobre
el concepto de razonabilidad que maneja este autor, vase el capitulo 4 de esta obra: "Razn
tolerante"). Un planteamiento similar acepta en la doctrina espaola, Francisco Muoz Conde,
Legitima defensa putativa?, Un caso limite entre justificacin y exculpacin, en Fundamentos de un
sistema europeo del Derecho penal, libro-Homenaje a Claus Roxin, Barcelona 1995, 183-200;
tambin de un modo general para todas las causas de justificacin, Muoz Conde/Garcia Arn,
derecho penal, Parte General, 4. ed., Valencia 2004,315.
20 Es razonable, por ejemplo, que un anciano dbil sienta mas peligro frente a una amenaza de un
joven fuerte y corpulento que el que sentira otro joven fuerte al enfrentarse a la misma amenaza.
N! El AIRE QUE RESPIRAS. PENSAMIENTO CIENTFICO ANTE LA VIOLENCIA DE GENERO
La teora de la inminencia
La inminencia 2 l como elemento fundamental de la
legtima defensa
26 Para un planteamiento similar, aunque en otro contexto, vase a A A!schuler, Preventive Pretrial
Detention and the Failure of lnterest-Balancing Approaches to Due Process, 85 Michigan L Rev. 510
(1986).
27 State v. Narman, 378 S.E.2d 8 (1989).
28/d.
29 Esencialmente de acuerdo con esta postura, vase a J. Dress!er, Battered Woman and Sleeping
Abusers: Some Reflectrons, 3 Ohio State J. of Crim. law 457 (2006). En igual sentido, vase a G.P.
Fletc:her, Domination in the Theory of Justification and Excuse, 57 U. Pitt. l. Rev. 1996}.
LUIS ERNESTO CH!ESA
30 V. C. Nourse, Reconceptualizng Criminal Law Defenses, 151 U. Penn. l. Rev. 1691 (2003).
31 Robinson, supra, nota 14, a !a p8g. 410.
N1 EL A1RE QUE RESPIRAS. PENSAMIENTO CIENTFICO ANTE LA VIOLENCIA DE GENERO
Para los que defienden esta postura, la mera invocacin esprea del hecho
de que en un caso en donde se plantea la existencia de una legtima defensa
falta la "inminencia de la agresin" no debe ser bice para justificar la
conducta de mujeres maltratadas que, como judy Norman, matan a su pareja
en una situacin no confrontacional para evitar ser sometidas a agresiones
futuras. Ello coincide con lo sealado por el juez Martn en su Opinin
Disidente en el caso State v. Nonnan:
32 State v. Norman, 378 S.E.2d 8 {1989) {Opinin Disidente del Juez Martn).
33 S. Morse, The "New Excuse Syndrome", 14 Crim. Just. Ethlcs (Winter/Spring 1995).
34 R. Rosen, On Se/f-Defense, lmminence, and Women who Kili their Batterers, 71 N.C.l. Rev. 371
(1993).
35 Dressler, supra, nota 17, a la pg. 269.
36/d.
LUIS ERNESTO CHIESA
47 J. Ruffin, Slaying by Abused Wife Raises Self-Defense lssue, News 8: Observer (Raleigh, N.C.), Apr.
10, 1989, at 4A.
LUIS ERNESTO CH!ESA