1) En la leyenda mexicana, dos seres querían convertirse en el sol para dar luz a la Tierra: uno grande y fuerte, y otro pequeño y débil.
2) El ser pequeño se arrojó valientemente a la hoguera y emergió como el sol, mientras que el ser grande huyó con miedo.
3) Los poderosos apagaron al segundo sol creado por el ser grande, convirtiéndolo en la luna.
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1) En la leyenda mexicana, dos seres querían convertirse en el sol para dar luz a la Tierra: uno grande y fuerte, y otro pequeño y débil.
2) El ser pequeño se arrojó valientemente a la hoguera y emergió como el sol, mientras que el ser grande huyó con miedo.
3) Los poderosos apagaron al segundo sol creado por el ser grande, convirtiéndolo en la luna.
1) En la leyenda mexicana, dos seres querían convertirse en el sol para dar luz a la Tierra: uno grande y fuerte, y otro pequeño y débil.
2) El ser pequeño se arrojó valientemente a la hoguera y emergió como el sol, mientras que el ser grande huyó con miedo.
3) Los poderosos apagaron al segundo sol creado por el ser grande, convirtiéndolo en la luna.
1) En la leyenda mexicana, dos seres querían convertirse en el sol para dar luz a la Tierra: uno grande y fuerte, y otro pequeño y débil.
2) El ser pequeño se arrojó valientemente a la hoguera y emergió como el sol, mientras que el ser grande huyó con miedo.
3) Los poderosos apagaron al segundo sol creado por el ser grande, convirtiéndolo en la luna.
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Leyenda Mexicana: El Nacimiento del sol y la Luna
Cuando la tierra estaba en la oscuridad; cuando
era siempre de noche, los poderosos que vivan en el cielo se reunieron para crear el Sol y que hubiera luz en la Tierra. Ellos se reunieron en una ciudad llamada Teotihuacn que haba en el cielo, y de la cual la ciudad de Teotihuacn que est en Mxico era como una sombra o un reflejo.
En esa ciudad celeste de Teotihuacn encendieron
una enorme hoguera. Aquel poderoso que quisiera convertirse en el Sol, deba arrojarse en esa hoguera y quemarse en ella. De ella saldra convertido en el Sol.
Haba dos que queran hacerlo. Uno era grande,
fuerte, hermoso y rico. Estaba vestido con ropas de lujo y adornado con piedras preciosas. Les ofreca a sus compaeros oro y joyas, muestras de su orgullo. El otro era pequeito, dbil, feo y pobre; su piel estaba cubierta de llagas. Estaba vestido con su ropa de trabajo. Como era pobre slo poda ofrecer la sangre de su corazn, sus buenos y humildes sentimientos. Cuando lleg la hora de arrojarse a la enorme hoguera, el grande y rico no se atrevi, tuvo miedo y sali corriendo.
Entonces el pequeito, feo, que era muy valiente,
se arroj a la hoguera. En ella se quem y sali de ella convertido en el Sol. Cuando el otro lo vio, sinti vergenza y tambin se arroj a la hoguera. En ella se quem y en el cielo apareci otro Sol.
Los poderosos estuvieron de acuerdo en que no
podan existir soles en el firmamento, as que decidieron apagar el segundo, el que haba sido creado por el guerrero grande y fuerte. Tomaron un conejo por las patas y con mucha fuerza lo lanzaron contra el segundo Sol. Su brillo disminuy de inmediato y qued convertido en la Luna. Por eso hasta la fecha, en la Luna podemos ver a la figura del conejo que acab con su luz. Cuentan que hace mucho tiempo los colores empezaron a pelearse. Cada uno proclamaba que l era el ms importante, el ms til, el favorito. El VERDE dijo: Sin duda, yo soy el ms importante. Soy el signo de la vida y la esperanza. Me han escogido para la hierba, los rboles, las hojas. Sin m todos los animales moriran. Mirad alrededor y veris que estoy en la mayora de las cosas. El AZUL interrumpi: T slo piensas en la tierra, pero considera el cielo y el mar. El agua es la base de la Vida y son las nubes las que la absorben del mar azul. El cielo da espacio, y paz y serenidad. Sin mi paz no serais ms que aficionados.
El AMARILLO solt una risita: Vosotros sois
tan serios! Yo traigo al mundo risas, alegra y calor. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que miris a un girasol, el mundo entero comienza a sonrer. Sin m no habra alegra. A continuacin tom la palabra el NARANJA: Yo soy el color de la salud y de la fuerza. Puedo ser poco frecuente pero soy precioso para las necesidades internas de la vida humana. Yo transporto las vitaminas ms importantes. Pensad en las zanahorias, las calabazas, las naranjas, los mangos y papayas. No estoy, todo el tiempo dando vueltas, pero cuando coloreo el cielo en el amanecer o en el crepsculo mi belleza es tan impresionante que nadie piensa en vosotros. El ROJO no poda contenerse por ms tiempo y salt: yo soy el color del valor y del peligro. Estoy dispuesto a luchar por una causa. Traigo fuego a la sangre. Sin m la tierra estara vaca como la luna. Soy el color de la pasin y del amor; de la rosa roja, la flor de pascua y la amapola. El PRPURA enrojeci con toda su fuerza. Era muy alto y habl con gran pompa: Soy el color de la realiza y del poder. Reyes, jefes de Estado, obispos, me han escogido siempre, porque el signo de la autoridad y de la sabidura. La gente no me cuestiona; me escucha y me obedece. El AIL habl mucho ms tranquilamente que los otros, pero con igual determinacin: Pensad en m. Soy el color del silencio. Raramente repararis en m, pero sin m todos serais superficiales. Represento el pensamiento y la reflexin, el crepsculo y las aguas profundas. Me necesitis para el equilibrio y el contraste, la oracin y la paz interior. As fue cmo los colores estuvieron presumiendo, cada uno convencido de que l era el mejor. Su querella se hizo ms y ms ruidosa. De repente, apareci un resplandor de luz blanca y brillante. Haba relmpagos que retumbaban con estrpito. La lluvia empez a caer a cntaros, implacablemente. Los colores comenzaron a acurrucarse con miedo, acercndose unos a otros buscando proteccin. La lluvia habl: Estis locos, colores, luchando contra vosotros mismos, intentando cada uno dominar al resto. No sabis que Dios os ha hecho a todos? Cada uno para un objetivo especial, nico, diferente. l os am a todos. Juntad vuestras manos y venid conmigo. Dios quiere extenderos a travs del mundo en un gran arco de color, como recuerdo de que os ama a todos, de que podis vivir juntos en paz, como promesa de que est con vosotros, como seal de esperanza para el maana. Y as fue como Dios us la lluvia para lavar el mundo. Y puso el arco iris en el cielo para que, cuando lo veis, os acordis de que tenis que teneros en cuenta unos a otros.