Arqueologia Biblica
Arqueologia Biblica
Arqueologia Biblica
La especialista explicó que, según la Biblia, los Témaj vivían en una zona de Jerusalén
conocida como el "Ophel", especialmente designada para los "funcionarios" ("Nethinim");
del Primer Templo que el Rey Salomón construyó en el siglo X antes de Cristo.
El relato bíblico narra que, tras la deportación de los israelitas a Babilonia por
Nabucodonosor después de que ese rey babilónico conquistara Jerusalén en el 586 a.C., los
Témaj figuraron entre las primeras familias que regresaron a Judea.
Mazar subrayó la influencia mesopotámica que muestra el sello, en una de cuyas caras hay
grabada una escena ritual en la que dos sacerdotes situados a ambos lados de un altar elevan
sacrificios a la diosa babilónica Sin, representada por una luna creciente y cuyo culto podría
en principio resultar herético para cualquier judío.
La experta admitió que ese detalle "nos ha llamado la atención", y especuló con la
posibilidad de que el sello se preparara en Babilonia con un espacio vacío para el nombre
de un cliente potencial, y que pudo haber sido comprado por sus propietarios en algún
bazar.
Otra característica que viene a confirmar la identidad babilónica del artesano del sello es
que la caligrafía está inclinada hacia la izquierda, quizás por la costumbre de la escritura
cuneiforme de Mesopotamia, que va de izquierda a derecha.
La directora de las excavaciones que han permitido el hallazgo es nieta del conocido
arqueólogo Benjamín Mazar, fallecido en 1995 y quien excavó en los alrededores de las
murallas que rodeaban el templo de Jerusalén, en una zona llamada "Monte del Templo",
por los judíos, "Santuario del Noble" por los musulmanes, y comúnmente conocida como
"Explanada de las mezquitas".
A sus pies se encuentra el Muro de las Lamentaciones, junto al que Benjamín Mazar dejó al
descubierto grandes superficies de un yacimiento arqueológico de la época del Segundo
Templo (516-70 d.C.); y en cuyas cercanías su nieta encontró hace pocos días el sello.
Eilat Mazar, que centra el grueso de sus investigaciones en el período más antiguo de la
historia de Israel, cuenta también en su haber con varios hallazgos importantes, entre otros
el de la base de una estructura arquitectónica localizada en Jerusalén y que podría
corresponder al palacio del mítico rey David.
Ostracon de 3000 años
Publicado en 05 March 2009
Tags: Ámbar Grayman, arqueología, Mar Muerto, ostracon
“Es la inscripción más antigua jamás encontrada en hebreo. Data de 3.000 años, la época
del rey David. No sabemos aún lo que está escrito, porque seguimos estudiándolo. Pero
podemos ver claramente las letras “alef”, “bet” y “tet”, y ot
ras letras en hebreo. Y ya podemos leer varias palabras como “juez”, “el rey” y “esclavo”,
declara entusiasmado Yossi Garfinkel describiendo el descubrimiento arqueológico.
La prueba del Carbono-14 permitió descubrir que esta inscripción data del siglo X antes de
la era común, es decir 1.000 años antes de los rollos del Mar Muerto, que representaban
hasta ahora las más antiguas inscripciones hebreas jamás encontradas.
España -. (
AGENCIALAVOZ.COM ) Adolfo Roitman es el director y conservador del Santuario del
Libro en Israel. Licenciado en Antropología cum laude por la Universidad de Buenos Aires,
posee un máster en religiones comparadas; además es doctor en literatura y pensamiento
judío antiguo -cum laude-, por la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Samuel Pagán
Los descubrimientos de los manuscritos de Qumrán han dado nueva luz al estudio de los
textos sagrados del Antiguo Testamento, y algunos pasajes del primer libro de Samuel
hallados en dichos documentos han contribuido al esclarecimiento de otros pasajes difíciles
de entender.
Introducción
La arqueología ha sido una ciencia que ha contribuido significativamente a la traducción y
la exégesis de la Biblia. El descubrimiento de vasijas, artefactos de uso casero,
instrumentos de trabajo, armas de guerra, documentos escritos en piedra, papiros y cuero,
cementerios, esqueletos, y además las posiciones relativas de los descubrimientos, se
convierten en objetos de investigación que ayudan a la comprensión de las Sagradas
Escrituras.
Con la ayuda de los trabajos arqueológicos, los estudiosos de la Biblia han adquirido una
mejor comprensión de la historia, la cultura y los idiomas del pueblo de Israel y sus
vecinos. El estudio de esos descubrimientos ha contribuido a comprender el entorno
cultural en el cual se escribieron y trasmitieron los documentos que componen la Biblia. La
arqueología ha permitido una mejor evaluación de las leyes, las costumbres, las prácticas
religiosas y el desarrollo de los conceptos teológicos que se encuentran en la Biblia y se
manifiestan también entre los vecinos de Israel.
Entre los libros de la Biblia que más se han beneficiado de los hallazgos en Qumrán se
encuentran los dos de Samuel. Los manuscritos descubiertos han revelado nuevas lecturas a
textos difíciles; es decir, han presentado a la comunidad académica textos que contienen
variantes importantes en la fraseología de los pasajes de la Biblia. Eso ha permitido que los
estudiosos comparen el texto hebreo tradicional ©conocido como el texto Masorático
(TM)© el de la traducción griega ©Septuaginta (LXX)© y las versiones antiguas con los
textos descubiertos en Qumrán.
El resultado ha sido una mejor comprensión de las narraciones y un aumento considerable
en el conocimiento del significado de palabras y frases difíciles en hebreo. Una de las
contribuciones más importantes de Qumrán al texto bíblico se encuentra en el capítulo 10
del primer libro de Samuel.
Por mucho tiempo los estudiosos de la Biblia han indicado que 1 Samuel 11 comienza de
forma abrupta y complicada. La narración del capítulo 11 comienza con la descripción de la
hostilidad de Nahas, rey de las amonitas, contra los ciudadanos de Jabes©gilead. El relato
indica que el rey está á dispuesto a perdonar la vida de los ciudadanos de Jabes©gilead si
los varones de la ciudad aceptan que el rey amonita les saque el ojo derecho. Tal grado de
violencia y animosidad es difícil de entender de acuerdo con el relato que termina en 1
Samuel 10.
1 Samuel 10 en Qumrán
En Qumrán se han descubierto tres fragmentos que ayudan a comprender de forma
adecuada el motivo de la animosidad a la cual alude el pasaje en 1 Samuel 11; es decir,
explican el contexto del conflicto. Uno de los manuscritos descubiertos contiene un texto
más largo al final de 1 Samuel 10 (o al principio de 1 Samuel 11).
Los fugitivos aceptaron posteriormente las condiciones del rey de Amán, sólo en el caso de
que no se encontrara un libertador para el pueblo, en un determinado período de tiempo.
Aunque es posible que los copistas de Qumrán añadieran este texto para explicar la
dificultad de comprensión, el relato no tiene las características de tales adiciones. Lo más
probable es que ese relato formaba parte de un texto muy antiguo del libro de Samuel que
se extravió en el proceso de trasmisión textual.