Aluminio en La Construcción
Aluminio en La Construcción
Aluminio en La Construcción
1. Estructura portante:
Conjunto de elementos estructurales que, además de sostenerse a sí mismos, constituyen
el soporte y apoyo de otros sistemas más complejos. P.ej. la estructura de
un edificio soporta las acciones que se ejercen sobre él y las transmite al suelo donde
se cimenta.
2. Estructura portante de aluminio
La utilización industrial del aluminio ha hecho de este metal uno de los más importantes,
tanto en cantidad como en variedad de usos. Por sus propiedades eléctricas es un buen
conductor, capaz de competir en coste y prestaciones con el cobre tradicional. Dado que,
a igual longitud y masa, el conductor de aluminio tiene poco menos conductividad, resulta
un componente útil para utilidades donde el exceso de peso es importante.
El aluminio debido a sus propiedades es uno de los metales que más se utiliza para
producir variados y complicados tipos de perfiles que se usan principalmente en las
construcciones de carpintería metálica.
3. Perfiles estructurales
Los perfiles son barras de distintas formas de sección que adoptan los elementos
longitudinales de una estructura, generalmente metálicos, para adaptarse lo más
adecuadamente posible a su función y a los esfuerzos que les son requeridos.
Este material se utiliza más en construcciones modernas, de locales de comercio, oficinas e incluso
viviendas.
Otros usos:
Ventanas, puertas, mamparas, enrejados, fachadas, estructuras, techados y placas para
paredes, accesorios, casas pres fabricadas, cámaras frigoríficas, pisos, barandas, rejas,
señalización y carteles de publicidad, accesorios, etc.
Cuidados del Aluminio
El aluminio es un material blando, cualquier residuo, productos de corrosión, rebabas de
taladros, etc., pueden dañar sus acabados, especialmente al arrastrar el material. (Tener
mucho cuidado durante el transporte).
Evitar salpicaduras de soldadura en las piezas de aluminio.
Evitar cualquier contacto con el acero para evitar una corrosión galvánica. Una corrosión
galvánica puede ocurrir cuando dos o más metales están en contacto. Se caracteriza por la
disolución acentuada del metal más reactivo. Para ello se recomienda el uso de
recubrimientos aislantes.