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UNA BREVE REFLEXION SOBRE LOS GURUS
Y MOVIMIENTOS ESPIRITUALES
DE NUESTRO TIEMPO
Luna Blanca
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Daniel Lapazano
Luna Blanca
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Flavio Cabobianco cuando era
un niño. Su madre decía que
era un niño “cristal” que había
venido a nuestro planeta para
iniciar “el gran cambio”.
Virginia Riccio es
abogada y es pareja de
Flavio. En la foto de
abajo se ve como ella
le toma del brazo, lo
que da a suponer que
ya por entonces ambos
tenían algún tipo de
relación afectiva.
Aquí Flavio junto a
Virginia Riccio, que
trabaja junto a él en
el Centro de Filosofía
Aplicada. En muchas de
sus fotos colgadas en el
Facebook aparece junto
a ella.
“Perdón a todos mis fans...”
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Fotos del gurú más mediático de la Argentina
(De izquierda a derecha y de arriba hacia
abajo) Daniel Hadad (dueño de Radio 10),
Marcelo Longobardi, Rolando Hanglin, Luis
Novaresio, María Isabel Sánchez, Silvia
Freire y Teté Coustarot, son algunos de los
conductores más destacados de la radio. Lujos, dinero y glamour unidos
a una gran pupularidad son el resultado de una sabia combinación entre
el poder mediático y el poder político de turno.
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Arriba, Rhonda Byrne, la autora del best seller “El Secreto”, libro que
vendió en el mundo millones de ejemplares. Abajo, la autora con gente
que participó en el famoso largometraje.
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Arriba Sai Baba, sentado como un rey rodeado de lujos. Abajo, sus
estudiantes besan sus pies como si fuera la encarnación de un dios.
Más adoración al hombre divino (arriba). Caminando por los caminos
de su gran ciudad: La Morada de la Paz Suprema, donde observamos los
detalles de su bella arquitectura.
Algunas imágenes de su lujosa morada. Los detalles barrocos de la
imponente arquitectura nos hablan de una inversión millonaria.
Primer plano de “La Morada de la Paz Suprema” (arriba). Detalle de lo
que parece ser la entrada central del palacio (abajo). Dicha ciudad abarca
una extensión de 250 hectáreas.
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El fastuoso ashram de la
ciudad de Delhi Akshardham.
Arriba, la “Flor de Loto”.
abajo, el monumento central
(que también se observa a lo
lejos en la imagen de arriba).
Bahai Lotus Temple (arriba). Vista aérea del mismo (abajo). La flor de
loto es considerada en la India una flor sagrada. El templo es de una
arquitectura tan bella como moderna. Un esplendor al alcance sólo de
turistas de todo el mundo y de las clases más pudientes del país.
Lumbini, jardín budista (arriba).
Dos ashram (centro y abajo)
Obsérvese las viviendas precarias
alrrededor de la imponente
construcción (foto de abajo).
El Taj Majal, otro derroche de riqueza y fastuosidad hindú, construido
por los mongoles en su paso por la India. Los supuestos “gurús” que lo
habitan les enseñan a sus discípulos la práctica de la vida “espiritual”.
También enseñan que lo material es una “ilusión” (maya). Es por eso que
no debemos apegarnos a lo material...
Un ashram puede ocupar hectáreas enteras. Suelen (los más suntuosos)
estar provistos de grandes jardines, fuentes y calles completamente
iluminadas que atraviesan las viviendas donde viven los sacerdotes y el
resto de los alumnos.
Millones de mujeres en la India practican la religión hindú. Sin embargo,
dicha religión es una religión patriarcal que desprecia lo femenino y
discrimina a las mujeres. En la foto vemos al swami (bajo la sombrilla)
rodeado de su séquito de siervos y siervas.
En las fotos de arriba y abajo no se alcanza a ver entre los monjes y
devotos a una sola mujer... Al igual que las religiones mosaicas de
Occidente, la religión hindú es una religión de machos manejada por
machos.
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que hay mucha gente que la pasa muy bien en este difícil
mundo y seguramente lo tienen bien merecido, pero de
allí a pensar que toda gente rica o afortunada vive así
sólo por su “buen mérito” es una falacia total. No tiene
nada que ver con las verdades espirituales y son un
mecanismo burdo para engañar a la gente y justificar
con ello la pobreza y la explotación. Como elemento
“probatorio” de que esta concepción del karma es la
correcta, tenemos las enseñanzas que nos dejan los
abundantes testimonios de las Experiencias Cercanas
a la Muerte. En mi libro anterior Viajeros del Tiempo
puse abundante información sobre todas las cosas que
se saben sobre lo que la Ciencia conoce de la muerte
cerebral y las ECM. En uno de los tantos testimonios,
puse el de una paciente que tuvo una experiencia cuando
estaba siendo operada de un quiste. Al suministrársele
la anestesia, una reacción alérgica le produjo un paro
cardíaco. La mujer recuerda que escuchó al médico
pedir a gritos el “carro de choque”. El carro de choque
es el “resucitador”, es decir que literalmente se murió.
La muerta oyó que alguien en la habitación habló de
“paro cardíaco” y entonces ocurrió lo siguiente:
“Me encontré flotando en el techo, podía ver a todo el
mundo alrededor de mi cama, perfectamente bien, incluso
mi propio cuerpo. Pensé que era curioso que estuvieran tan
volcados en mi cuerpo. Yo estaba bien y quería que ellos lo
supieran, pero por lo visto no había manera de hacérselos
saber. Era como si hubiera un velo o una pantalla entre
yo y los demás en la habitación. Percibí una abertura,
si así se puede llamar. Parecía alargada y oscura, y yo
empecé a elevarme rápidamente a través de ella. Yo estaba
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Una de las tantas predicciones fallidas
de los gurús del fin del mundo (arriba).
Terremotos, erupciones volcánicas,
meteoritos que caen del cielo, pero,
como siempre ha venido ocurriendo
hasta hoy, seguimos “milagrosamente”
vivos. Al costado el calendario Maya y
abajo la cartelera de “2012”, la famosa
película sobre el fin del mundo. Hasta
el National Geographic parece haberse
prendido en la movida (foto de abajo)
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La fastuosa Iglesia Universal del Reino de Dios. Fundada por el obispo
Edir Macedo, posee templos en distintas partes del mundo. Rusia (arriba),
Africa (centro) y México (abajo).
Arriba el magnate Edir Macedo, fundador del gran imperio. En su mano
sostiene una biblia predicando la palabra de Dios. Más abajo, Macedo
reunido con sus secuaces juntando el dinero recaudado en una iglesia
de Brooklyn (EE.UU). El ex-pastor Carlos Magno, para la televisora
brasileña Diario Nacional, explicando ante las cámaras el gran fraude.
Arriba, en su propia cadena televisiva junto con el ex presidente del
Brasil, Luis Ignacio “Lula” Da Silva. Abajo (y páginas siguientes) unas
fotos de “una” de las tantas mansiones que se le adjudican al pastor más
rico y poderoso del mundo.
El último Fuego
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aún sigue vivo) no está de acuerdo con lo que el autor
escribe. Allí la situación cambia porque el implicado se
toma esas afirmaciones (si no las comparte) como una
agresión dirigida hacia él y eso puede generan réplicas
violentas por parte del implicado. Como yo soy de los
que piensan que la sociedad no es un ente “abstracto”
y que todo movimiento o filosofía tienen “nombre y
apellido”, me permito, a diferencia de la gran mayoría de
los escritores, opinar sobre la conducta (real o aparente)
de muchos individuos. A mi modo de ver, escribir de
esta manera tiene sus riesgos paro también su ventaja. El
riesgo es que el escritor se expone a la crítica (cuando no
insultos) del afectado y a su probable desprestigio social
(si la crítica estuvo mal fundamentada). La ventaja es la
de hacerle saber al sujeto que nadie se puede esconder o
sentirse a salvo detrás de un grupo social, sin antes ser
observado por lo que hace o no hace, esto es “sabiendo”
que aquellos que le rodean le están mirando y juzgando,
en cada momento, su conducta. Cuando el individuo no
pasa desapercibido frente a la multitud y siente que el
resto de la sociedad lo “observa”, esto lo condiciona,
de alguna manera, a ajustar su conducta en función de
lo que la comunidad demanda de ella, y si se equivocó
o hubo algún malentendido, a tener entonces que dar
explicaciones. Y eso fue lo que ocurrió con Fuegos
Fatuos, en donde yo tuve el “atrevimiento” de opinar
sobre ciertas personas y entonces la “réplica” del sector
afectado no se hizo esperar…
En Diciembre de 2012, en mi correo personal
de Bubok, recibí un mensaje de Virginia Riccio donde
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ella me manifestaba su gran malestar por lo que yo
había escrito sobre su novio Flavio Cabobianco. En su
texto (que se puede leer en Bubok) Virginia me define
como alguien “patético, mentiroso, farsante, egoísta
y chanta” acusándome de difamar mentiras sobre su
familia. ¿Cuáles eran las mentiras? Resulta que el
padre de Virginia (escritor) no se llama Ricardo López
Rende, como yo suponía, sino Ricardo Riccio (según
aclaraciones de la propia Virginia). En la primera edición
de este libro, yo había escrito que el nombre del padre
de Virginia era Ricardo López Rende, pero no era así.
Ricardo López Rende es en realidad el seudónimo de
escritor de Ricardo Riccio. Al tomar su seudónimo por
su nombre real y compararlo con el apellido de la hija
(Riccio) no comprendía el por qué de esa diferencia de
apellidos, lo que me llevó a elaborar algunas conjeturas
equivocadas en torno al supuesto cambio de nombre
(siempre hablando sobre la cuestión del «apellido», no
sobre la «vida» de Flavio, aclaro) que desató luego la
controversia. En mi primera edición de Fuegos Fatuos
había puesto lo siguiente:
“Virgina Riccio es, al parecer, el seudónimo de
una tal Virginia López Rende (también abogada)
hija del escritor argentino Ricardo López Rende,
conocido por su libro “Saya, una historia de otro
mundo”
Mucho más adelante, partiendo de esta falsa
certeza, agregué:
“Incluso la misma Virginia López Rende – hija
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de Ricardo López Rende – se cambió el apellido y
ahora se hace llamar “Riccio”, seguramente para
despegarse del apellido de su padre, relacionado
con ese libro donde relata su experiencia con un
supuesto extraterrestre…El contacto entre Flavio
y Ricardo Rende – uno el niño enviado por Dios
y el otro el amigo del extraterrestre; combinación
ideal – permitió, muy probablemente, que Flavio y
Virginia se conocieran. A partir de allí se pusieron
de novios y emprendieron juntos la puesta en
marcha de su nueva empresa, lo que obligó a
Virginia a cambiar su apellido para no verse
acosada por curiosos y burlescos.”
“Al parecer”, “seguramente”, “muy probablemente”
(marcados en negritas) está indicando que el relato que
construyo se está dando en el plano de las conjeturas.
Salvo el error que cometí con el apellido (Riccio por
López Rende), el resto del relato es claramente una
especulación que realizo en torno al “misterio” del
apellido real de Virginia. Demás está decir que el
protagonista principal de dicho capítulo (y a quien le
dedico la crítica) no es Virginia Riccio (novia de Flavio)
sino al mismo Flavio (quien nunca se comunicó conmigo
para aclarar ciertas cosas sobre mi libro). Esta conjetura
errada que volqué en el texto (más la crítica a la madre
de Flavio) hizo que Virginia se sintiera muy molesta
conmigo, acusándome luego de difamar mentiras y
dañar la imagen de su familia. Esto derivó en que yo
realizara (en el portal de Bubok) mi correspondiente
defensa reconociendo públicamente mi error pero sin
retractarme de las otras cosas que había escrito.
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A causa de eso me vi en la obligación de reeditar
mi libro eliminando todo lo referente al supuesto
cambio de apellidos (con las conclusiones derivadas
de ello) para adecuar el relato a los hechos reales. Sin
embargo, más allá de todo lo sucedido tanto de un lado
como del otro, Virginia nunca objetó en su descargo
(y esto es lo más importante del asunto) el punto
CENTRAL de mi argumentación, que no es la cuestión
de los “apellidos” (información poco o nada relevante
que sólo sirve para llenar con detalles el argumento
y hacerlo un poco más atractivo) sino la ruptura (o el
olvido) de Flavio con ese puente que lo unía a Dios y
a “su misión” en la Tierra y la posterior apertura a una
vida social de lo más “mundana”. Ruptura que parece
tener vinculación con su actual “ostracismo” de querer
hablar sobre las extraordinarias experiencias espirituales
vividas (supuestamente) durante su niñez. En ese punto
Virginia (novia de Flavio) no hizo ninguna crítica ni
aclaración, lo que me permite tener el convencimiento
de que Flavio Cabobianco cambió decididamente su
vieja vida de “mensajero espiritual” para adaptarla a las
necesidades e intereses comunes a todos los humanos
(es decir llevar una vida de lo más “normal”). Por lo que
sé, actualmente forma parte de un grupo profesional de
psicoterapeutas que atienden a personas de todas partes
del mundo, dejando atrás su pasado “místico”. En su
libro “Vengo del Sol” Flavio dice lo siguiente:
“Marcos es mi compañero de vida aquí en
la Tierra y también lo fue en otros niveles. Mi
hermano y yo somos del mismo equipo de almas,
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pero de distinto polo. Vinimos juntos a cumplir
una misión, a ayudar a los seres de la Tierra a
tener más conexión con lo espiritual. (Flavio, 9
años - pag.56)”
“Cuando tenía siete años conocí a Triguerinho,
fue una linda conexión, y desde entonces lo veía
dos o tres veces al año, cuando venía a enseñar
a Buenos Aires. Triguerinho es un ser misionero
como yo, pero él tiene distinta misión. Venimos los
dos para ayudar al proceso de espiritualización.
(Flavio, 9 años - pag.52)”
“Cuando ella se fue (Aída, psicóloga
traspersonal), Flavio nos comentó, exultante
(respecto a una charla que mantuvo con Aída):
¡Al fin encontré una persona parecía a mí!¡Tiene mi
misma misión! Yo me sentía muy solo en la Tierra.
Ahora sé que somos muchos y que nuestra misión
es decir las cosas que sabemos hasta que todos
las sepan y las sientan. Venimos para ayudar en
el plano físico, porque otros seres ayudan desde
otro plano (notas de la madre de Flavio, cuando
éste tenía 7 años - pag.46)”
Bueno hubiera sido que Flavio aclarara en un
pequeño libro por qué abandonó su antigua misión de
“mensajero de Dios” para dedicarse a ser un profesional
del I Ching… pero bueno, esa parte de la historia le
corresponde solucionarla a él y a todos los que creyeron
su historia, no a mí. Mi conclusión final es que Flavio
siempre fue un niño normal y nunca tuvo ningún tipo
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de “misión”, salvo la que podamos tener cada uno
de nosotros respecto de nuestras propias vidas. Con
Marisol Massola pasó algo parecido (pero ella fue menos
“belicosa” que Virginia). Me mandó un mensaje diciendo
que yo había tergiversado su historia. La tergiversación
consistió en que en mi libro puse que ella había venido de
otra “galaxia”, algo que según ella no era cierto (ella vino
del mundo espiritual). En efecto, cuando yo me refiero a
Marisol, lo hago dentro del contexto de los niños índigo
y cristal y digo, respecto a ella “La niña evolucionada
que venía de otra galaxia”, queriendo decir que venía
de otro “mundo” o “lugar remoto”, supuestamente más
evolucionado que el nuestro. Galaxia, universo, mundos
distantes, dimensiones paralelas o metafísicas, etc. son
palabras que hacen referencia a puntos en donde los
seres humanos no tenemos ningún tipo de acceso. Casi
todas las personas que se presentan ante nosotros como
portadoras especiales de un mensaje “trascendente” o
“suprafísico” suelen afirmar que provienen de alguno
de esos de lugares mencionados. Por lo tanto, al usar
la palabra galaxia debí haber tenido la precaución de
haberle puesto “comillas” para darle un sentido más
general y menos “físico”. Es por eso, que en esta segunda
edición, cambié la palabra “galaxia” por “universo”,
pues un universo es un lugar que está regido por sus
propias leyes que pueden ser distintas a las del nuestro.
Al igual que en el caso de Flavio, Marisol no
objetó en su mail el núcleo de mi argumentación; esto es
que “fueron niños normales que no vinieron a cumplir
ninguna misión y que ahora viven una vida normal como
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cualquiera”. Yo respondí el mail que ella me mandó
aclarándole sus dudas y la animé a que escribiera más
libros para seguir trasmitiéndole al mundo su mensaje
espiritual (ese que la había hecho tan famosa en su
niñez) aprovechando las posibilidades que hoy brinda
Internet, pero ella no me contestó… No parecía estar
interesada en retomar su antiguo camino. En su mail
me contó cómo la gente la acosaba pidiéndole cosas,
razón por la cual los padres decidieron que debía dejar
la radio para preservar su intimidad y pudiera tener
una vida feliz como cualquier otra niña. Eso la llevó
a que se apartara de los medios. También me dijo que
reeditó su antiguo libro “Rayo de Sol”, donde relata las
experiencias espirituales vividas en su niñez, y que “no
se arrepiente de su pasado”.
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INDICE
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