Diálogos Viacrucispdf
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11, 1 – 46)
PERSONAJES:
LUGAR:
(Jesús se encuentra sólo orando, mientras los apóstoles observan la ciudad desde lejos)
SANTIAGO: ¡Bendito sea Dios! (se van hincando todos los apóstoles, excepto Jesús)
JUAN: ¡Bendito sea esta Tierra Santa! (se hinca y besa el suelo)
SIRVIENTE: ¡Maestro! … ¡Maestro!... Martha y María, las hermanas de tu amigo Lázaro en Betania, me
mandan decirte que Lázaro ha muerto.
NARRADOR: Cuando llegó Jesús, encontró que llevaba cuatro días en el sepulcro. Muchos judíos habían
ido a visitar a Marta y María para darles el pésame por la muerte de su hermano. Cuando Marta oyó que
Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa.
MARTA: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que lo que pidas a
Dios, te lo concederá.
JESÚS: Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque haya muerto, vivirá. ¿Me crees?
MARTA: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo.
1
MARÍA: (llorando dice a Jesús) Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
NARRADOR: Jesús al ver llorar a María y también a los judíos que la acompañaban, se conmovió y dijo:
NARRADOR: Entonces Jesús se echó a llorar y los judíos comentaban entre sí cómo lo quería. Pero otros
decían que cómo era posible que si abrió los ojos al ciego de nacimiento no pudo impedir la muerte de su
amigo. Jesús, estremeciéndose de nuevo, se dirigió al sepulcro, que era una cueva con una piedra adelante
y dijo.
JESÚS: ¿Acaso no te dije que si crees, verás la gloria de Dios? ¡Quiten la piedra!
JESÚS: Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado, pues yo sé que siempre me escuchas, pero lo he
dicho para que ésta gente crea que Tú me has enviado.
JESÚS: (con fuerte voz dice) ¡Lázaro, levántate y anda!... ¡Lázaro, sal de ahí!
JESÚS: ¡Desátenle para que pueda caminar! ¡Aquel que crea en mí aunque haya muerto, volverá a la
vida!
2
LA MUJER ADULTERA (Jn. 8, 1 – 11)
PERSONAJES:
LUGAR:
NARRADOR: Jesús se dirigió al monte de los Olivos. Por la mañana volvió al templo y todo el mundo
acudía a él y sentado, los instruía. Los letrados y fariseos le presentaron entonces a una mujer sorprendida
en adulterio, la colocaron en el centro y le dijeron. (La adultera se encuentra tirada en el piso y gente alrededor con
piedras; y de pronto llega Jesús con sus apóstoles)
ANÁS: (dirigiéndose a Jesús, le dice) Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en adulterio. La ley de Moisés
ordena que mujeres como ésta sean apedreadas; tú, ¿qué dices?
JESÚS: (callado, se agacha y simula escribir en el suelo y toma una piedra; se levanta y dice) Aquel que esté limpio de
pecado, que tire la primera piedra.
(Se vuelve a agachar y sigue escribiendo. Poco a poco se van retirando los personajes del pueblo y van tirando su piedra, hasta
que se queda sólo con la mujer y los apóstoles)
JESÚS: (La levanta del suelo y dice) Yo tampoco te condeno, tu fe te ha salvado, vete y no vuelvas a
pecar.
ADULTERA: Hasta hoy había vivido para el placer y el pecado, pero de ahora en adelante viviré para
servirte a Ti, Señor.
PERSONAJES
JESÚS: Pedro y Juan, adelántense a la entrada del pueblo, ahí encontrarán un burrito atado. Díganle al
dueño de la casa que el Señor lo necesita y te manda decir que está noche cenará en tu casa.
JESÚS: En verdad, en verdad te digo que si estos se callaran las mismas piedras gritarían.
PERSONAJES:
LUGAR:
JESÚS: Hijos míos, descansen mientras yo hago oración… ¡Juan, Pedro y Santiago! Vengan conmigo.
JESÚS: (dirigiéndose a los tres apóstoles dice) Siento una tristeza de muerte, quédense aquí y permanezcan
despiertos conmigo. (Jesús se aparta de los apóstoles y se lleva a Juan, Pedro y Santiago y éstos se quedan cerca de Él)
JESÚS: (orando) Adonaí, Adonaí, Padre mío, si es posible, que se aparte de mí esta copa, pero no se haga
mi voluntad, sino la tuya. (2) (Vuelve con los tres apóstoles y los encuentra dormidos y les dice)
JESÚS: ¿No han podido permanecer despiertos ni siquiera una hora conmigo? Estén despiertos atentos y
oren para no caer en tentación. El espíritu es firme pero la carne es débil. (Vuelve a orar a solas)
Anás: Con treinta monedas está bien para que nos entregues a Jesús.
JESÚS: (orando) Padre mío, si es posible, que se aparte de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad,
sino la tuya. (Vuelve con los tres apóstoles y los encuentra dormidos)
JESÚS: (se dirige a Judas) Amigo, ¿a qué has venido? (Judas le da un beso a Jesús)
JESÚS: Con un beso entregas al hijo del hombre. (se dirige a los soldados) ¿A quién buscan?
JESÚS: Ya les he dicho que yo soy. Si me buscan a mí, dejen que se vayan los demás. (Arrestan a Jesús y
Pedro saca su espada y le corta la oreja a un soldado)
JESÚS: (se dirige al soldado herido y le toca la oreja) ¡Levántate! ¡Queda sano!
4
JESÚS: (se dirige a Pedro) Envaina tu espada, quien a espada mata a espada muere. ¿Acaso no crees que
podría pedirle a mi Padre que envíe un ejército de ángeles? Pero entonces, ¿Cómo se van a cumplir las
escrituras?
JESÚS: (Se dirige a los soldados) En cuanto a ustedes, han venido con palos y lanzas a buscarme como si
fuera un malhechor.
CENTURIÓN: ¡Arréstenlo!
PERSONAJES:
MUJER 1: (Mira fijamente a Pedro y dice) También éste estaba con ese hombre llamado Jesús.
5
JESÚS ANTE ANÁS Y CAIFÁS
PERSONAJES:
ANÁS: ¿Dónde están los que te acompañaban y a los que les predicabas?
JESÚS: Yo siempre he hablado en público, pregúntales a los que me han oído hablar.
JESÚS: Si he hablado mal, demuéstrame la maldad, pero si he hablado bien ¿Por qué me golpeas?
CENTURIÓN: Este hombre ha dicho que puede derribar el templo de Dios y reconstruirlo en tres días de
nuevo.
CENTURIÓN: Dice que si no comemos de su cuerpo y bebemos de su sangre no viviremos para siempre.
CAIFÁS: Te conjuro por el Dios vivo, Jesús de Nazaret, que nos digas si Tú eres el Mesías, el Hijo de
Dios vivo.
JESÚS: Tú lo has dicho. Y en verdad les digo que verán al Hijo del Hombre sentado a la derecha de Dios
todopoderoso llegando entre las nubes del cielo.
CAIFÁS: (Se rasga las vestiduras y dice) para que necesitamos más testigos si ustedes mismos lo han oído
blasfemar. ¿Cuál es su veredicto?
CAIFÁS: Llévenlo a la cárcel y después lo llevaremos ante Poncio Pilato, el gobernador de Judea, y que
él le dé la condena que merece.
6
JESÚS ANTE PONCIO PILATO
PERSONAJES:
PONCIO: Claudia mía, ¿qué tienes? Estás pálida y conmovida hasta el llanto.
CLAUDIA: Querido Poncio, he tenido un sueño, una revelación de los dioses anunciando algo terrible.
PONCIO: Deshecha tus temores, yo sé bien que esta ciudad no te agrada, pero tu tío el emperador
Tiberio quiere que este aquí como procurador de Judea.
CLAUDIA: No, Poncio. Lo que me aflige es un asesinato que ocurrirá en la Ciudad de Israel en el cual tú
quedarás involucrado.
PONCIO: Algo he escuchado de ese hombre. Unos dicen que es un profeta, otros que está loco, pues se la
pasa predicando que todos los hombres son hermanos, que el último será el primero y otras cosas. Todo
esto me da risa, pero dime ¿qué tiene que ver este Jesús con tu sueño?
CLAUDIA: Lo que pasa es que a Jesús lo han apresado hace un momento, pues lo vi a través de mi
recamara; vi una turba que salía de la ciudad aun estando oscuro como a media noche. Entre la gente que
corría vi a soldados romanos y jefes de Israel que llegaron hasta el monte de los Olivos y ahí estaba ese
hombre. Llegaron hasta él y él les preguntó que a quién buscaban y al responderles Jesús de Nazaret, los
guardias lo golpearon, lo amarraron y se lo llevaron a la casa del sacerdote Caifás.
PONCIO: ¿Dices que viste a soldados romanos que también golpeaban a Jesús?
CLAUDIA: Sí, Poncio. ¿Desde cuándo los hijos de Roma escupen en la cara y arrancan la barba a los
prisioneros?
PONCIO: Descuida, todo esto no ha sido más que un sueño, pero si fuera realidad, te juro que defenderé a
Jesús, siempre y cuando no haya conspirado contra tu tío Tiberio.
CENTURIÓN: Los sacerdotes del templo te presentan a Jesús de Nazaret para que le des sentencia de
muerte.
PONCIO: No te preocupes. Este hombre no será sentenciado por mí. Abran las puertas y permitan que esa
raza de víboras entre a la fortaleza.
7
CLAUDIA: Me retiro a mis habitaciones. Poncio, le rogaré a los dioses del Olimpo para que salgas bien
librado de este asunto, pero sólo recuerda que Jesús de Nazaret es inocente.
PONCIO: ¿Pues qué crimen cometió este hombre para que lo quieran matar?
CAIFÁS: Lo hemos encontrado incitando a la gente de nuestra nación, para no pagar el tributo al César y
se declara como el Mesías, el Rey de los Judíos.
JESÚS: ¿Eso lo preguntas por tu cuenta o porque lo has escuchado decir a otros?
PONCIO: ¡Ni que yo fuera judío! Tu nación misma y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Pues
qué has hecho?
JESÚS: Mi reino no es de éste mundo; si fuera de este mundo, mis soldados habrían peleado para que no
me entregaran a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.
JESÚS: Tú lo has dicho. Yo soy rey, pues para eso he nacido, por eso he venido al mundo para dar
testimonio de la verdad.
PONCIO: Entonces llévenlo con Herodes para que él lo juzgue. De prisa. Váyanse.
8
JESÚS ANTE HERODES
PERSONAJES:
Herodes: ¿Poncio Pilato, el procurador de Judea? Pero si es mi cordial enemigo desde hace muchos años.
Veamos que se trae entre manos, que entre el soldado.
Centurión: Señor, el procurador de Judea, Poncio Pilato, te manda un súbdito tuyo de Nazaret para que lo
juzgues.
Herodes: ¿De Nazaret? ¿Quién es? ¿De quién se trata? ¿Cómo se llama?
Herodes: ¡Jesús de Nazaret! Jajajaja…. El famoso hacedor de milagros y profeta. Desde cuando tenía
ganas de verlo, pues es un hombre inteligente y hábil, pero parece que su poder se acabó. Veamos en qué
nos puede entretener y divertir. Pasaremos un rato agradable. ¡Qué pase el bufón!
Herodes: ¡Jesús, el gran predicador! Dinos un sabio discurso… éntrenme… haznos un milagro… Pero,
levanta la cabeza, ¿no sabes que tu vida depende de mi decisión? ¿Qué has hecho para que te traten como
a un criminal?
Herodes: ¿Y por eso estás aquí? Pobre loco revolucionario, fracasado. Aun puedes salvarte. Si le diste a
cinco mil hombres de comer con cinco panes y dos pescados, ¿no puedes salvarte? Anda, convierte estas
piedras en pan… o convierte este jarrón en oro… te pediré algo más fácil: haz que truene… no oigo nada
¿no contestas nada?
Herodes: Entonces, si eres un rey, debes llevar una capa ¿no? … ¿a poco no parece un rey? …pobre
diablo, no es más que un loco… un mentiroso y fracasado… ¡No quiero hablar con él! ¡Llévenselo!
Vayan con Pilato y díganle que él lo juzgue y que desde ahora se considere mi amigo.
9
SENTENCIA DE PILATO
PERSONAJES:
Claudia: Poncio, nadie puede contra la voluntad de Dios, por favor, no lo sentencies. Te entrego el sello
del Cesar y confío en ti.
Pilato: Centurión, déjales entrar. (Entra Jesús con los sacerdotes y los guardias)
Pilato: Para que estén tranquilos, lo voy a mandar a castigar, flagelándolo, pero después le daré la
libertad. (Lo colocan en medio para flagelarlo)
Centurión: Adivina quién te pegó… Salve oh, rey de los judíos… Mesías, dinos quién te ha pegado… Al
rey le hace falta su corona… he aquí la corona… Salve, oh rey de los judíos… Al rey le hace falta su
cetro… Salve, oh rey de los judíos.
(Entra Claudia y les entrega a María y Magdalena los lienzos para limpiar la sangre)
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PRIMERA ESTACIÓN
Pilato: Debido a las fiestas de pascua, la ley aprueba que se libere un prisionero. ¡Centurión, tráeme a
Barrabás! (El centurión trae a Barrabás y lo pone junto a Jesús)
Pilato: Yo, Poncio Pilato, procurador de Judea, les doy a escoger: ¿A quién quieren que les deje en
libertad? A Jesús, que está suficientemente golpeado y martirizado, quien se ha proclamado rey de los
judíos o a Barrabás quien es un criminal, un asesino, alborotador del pueblo y del orden. Escojan.
Pilato: ¿Y qué quieren que haga con Jesús, el rey de los judíos?
Centurión: Según nuestra ley debe morir, pues se ha proclamado ser el Hijo de Dios.
Centurión: Si sueltas a ese hombre, no eres amigo del Cesar, porque el que se dice Rey se opone al
emperador.
Pilato: Soy inocente de la sangre de este hombre, hagan ustedes lo que quieran con él, yo lo pongo en sus
manos.
Pueblo: ¡Qué muera! Y que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
Centurión: ¡Todo listo, Alteza! ¡En marcha! ¡Vamos! (Inicia a caminar con la cruz)
TERCERA ESTACIÓN
CUARTA ESTACIÓN
QUINTA ESTACIÓN
Centurión: ¿Están ciegos? ¿Qué no ven que ya no puede seguir con la cruz? ¡Ayudenlo!
Centurión 2: Este criminal ya no puede llevar su cruz él sólo. ¡Tú le ayudarás! ¡En marcha!
Cirineo: Está bien, pero recuerden que soy inocente, obligado a cargar la cruz de un condenado.
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SEXTA ESTACIÓN
(La verónica se quita el velo y se lo da a Jesús, quien se limpia la cara. Después le ofrece agua y el soldado la arroja de su
boca)
SEPTIMA ESTACIÓN
OCTAVA ESTACIÓN
Jesús: Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes y por sus hijos.
NOVENA ESTACIÓN
DÉCIMA ESTACIÓN
Centurión: (Se dirige a Jesús) ¡Ya puedes levantarte, nazareno! ¡Levántese, su Majestad! ¿No te puedes
levantar? No tenemos todo el día.
Centurión: ¡Vamos, estamos listos! Levántese, su Majestad. (Jesús se levanta y le rompen su vestidura)
UNDÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS ES CRUCIFICADO
Gestas: Si eres el Hijo de Dios, ¿por qué no te salvas a ti mismo? Demuéstranos que eres quien dices ser.
Anás: Dijiste que podrías destruir el templo y reconstruirlo en tres días y sin embargo, no puedes bajar de
esa cruz. Si eres el Mesías, baja de la cruz para poder ver y creer.
Dimas: Escucha, está rezando por ustedes… Nosotros merecemos esto, pero él no.
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Dimas: Yo he pecado y mi castigo es justo. Serías justo si me condenaras. Sólo te pido, Señor, que te
acuerdes de mí, Señor, cuando entres en tu reino.
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús: Tengo sed. (El soldado moja la esponja y la coloca en la lanza y se la ofrece a Jesús)
María: Carne de mi carne… corazón de mi corazón. Hijo mío, déjame morir contigo.
DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN
Centurión 2: ¡Asegúrate!
(Con la lanza le atraviesan el costado y después se baja el cuerpo que es depositado en brazos de María)
DÉCIMOCUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES SEPULTADO
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