Ejercicios Espirituales
Ejercicios Espirituales
Ejercicios Espirituales
Por este nombre se entiende todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de razonar,
de contemplar; todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar todas las afecciones
desordenadas (apegos, egoísmos, ...) con el fin de buscar y hallar la voluntad divina.
Índice
1 Metodología típica y estructura de los ejercicios
2 Enseñanzas teológicas de los ejercicios
o 2.1 Algunos aspectos históricos de los ejercicios
o 2.2 Punto de vista espiritual de los ejercicios
3 Aplicaciones modernas de los ejercicios
4 Referencias
5 Enlaces externos
La meta principal aparenta ser el haber sido usados como parte del programa de noviciado
de la orden. Como tal, son requeridos como parte del primer año de noviciado. Aunque
otros católicos no necesariamente jesuitas han realizado los ejercicios, usualmente bajo la
guía de un director espiritual que es miembro de la orden. Un Instituto religioso que sigue
esta espiritualidad y practica los Ejercicios durante el noviciado y cada 10 años, es el
Instituto del Verbo Encarnado.
Entre los ejercicios, las instrucciones diarias incluyen pláticas varias acerca de la naturaleza
del mundo, psicología humana como la interpretaba Ignacio y la relación del hombre con
Dios. Durante cada día de los ejercicios, un participante típico de los retiros podría leer dos
o tres páginas de estas instrucciones, y luego meditar sobre su significado y cómo lo podría
aplicar a su vida personal. Luego comenta a su director espiritual qué significado tuvieron
para él/ella estas instrucciones.
Las enseñanzas extraídas de los ejercicios aparentan reflejar las ideas católicas del siglo
XVI, tiempo durante el cual fueron escritos. Estas enseñanzas incluyen apoyo a la
Cruzadas, oraciones a María, absoluta obediencia a sus superiores, una motivación
misionera muy profunda, un vehemente deseo de defender el cristianismo católico de las
ideas de la Reforma Protestante y de la expansión imperialista de los árabes que
amenazaban la existencia y la relevancia del catolicismo romano, que se encontraba
asimismo en crisis.
Los ejercicios están basados en las experiencias propias de su autor, especialmente en las
vividas durante los diez meses en los que estuvo viviendo en Manresa como un eremita.
Incluyen consideraciones acerca de la humildad, altruismo por el bien de la vida religiosa,
reflexiones sobre la tendencia propia de caer en pecado, la visión de que el alma humana
está continuamente guiada en dos direcciones: hacia la santidad. (Falta la otra dirección
seguramente hacia el pecado) Consistente con la teología Católica Romana, los ejercicios
hacen numerosas referencias a la creencia que el propósito más alto del hombre es
glorificar a Dios y no a sí mismo. Para este fin proveen de varias ilustraciones de cómo uno
puede controlar el satisfacer los más 'bajos' deseos y a su vez, cómo se puede encontrar un
medio para redireccionar las propias energías hacia la realización del 'máximo' propósito de
la vida.
Referencias
Teología mística cristiana
La Teología mística cristiana es una de las ramas de la Teología cristiana caracterizada
por la búsqueda apofática de una experiencia personal, unitiva y amorosa con Dios.
También comprende el conjunto de disciplinas ascéticas y meditativas encaminadas a tal
fin. También se la conoce como Teología negativa.
Índice
1 La vía mística
o 1.1 Vía purgativa
o 1.2 Vía iluminativa
o 1.3 Vía unitiva
2 Antropología espiritual de la mística
3 Historia
o 3.1 Los primeros místicos
o 3.2 La mística centroeuropea
o 3.3 La mística española del siglo XVI
4 Grandes místicos
5 Prácticas
6 Herejías místicas
7 Bibliografía
8 Véase también
La vía mística
En la explicación de la vía mística hay diferencias entre los distintos autores que pueden
atribuirse a la dispersión geográfica y temporal de los místicos, la variedad personal de la
experiencia mística y el grado de formación teológico de los mismos. Para esta parte se
sigue fundamentalmente a San Juan de la Cruz, por ofrecer una de las exposiciones más
completas y claras.
Vía purgativa
Vía iluminativa
La vía iluminativa consiste en la elevación del entendimiento hacia Dios, entendido como
potencia del alma. Una vez limpio el entendimiento de toda relación con las criaturas
queda vacío para entregarse a la sabiduría oscura o sabiduría secreta que se sabe sin
necesidad de entender, experiencia que en la mística se llama Fe.
Vía unitiva
La vía unitiva consiste en la purificación de la voluntad, entendida como potencia del alma.
En ella el alma alcanza el grado más perfecto de la unión con Dios, ya que ha vaciado su
propia voluntad, lo más suyo para entregarla a Dios. Es es el grado más perfecto de la
caridad.
La mística se basa en la idea de las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y
voluntad. Esta idea que ya se encuentra en Platón pasa al cristianismo donde es enriquecida,
relacionándola con las tres personas de la Trinidad. San Buenaventura en el Itinerario de la
mente hacia Dios considera la memoria como facultad imagen del Padre, el entendimiento
como facultad imagen del Hijo y la voluntad como facultad imagen del Espíritu Santo.
Historia
Los primeros místicos
Los primeros místicos van en paralelo con el Neoplatonismo, influyendo y tirando unos de
otros. Esta sinergia encuentra una primera cima en la obra del Pseudo Dionisio, cuyos
tratados: De los nombres de Dios, Las jerarquías y Teología Mística establecen las
diferencias entre la vía afirmativa o catafática y la vía negativa o apofática.
La mística centroeuropea
La mística franciscana
La mística carmelita
La mística jesuita
Grandes místicos