Historia y Evolucion Del Conductismo
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Erandi Curi Bravo Peralta.
Universidad Nacional Autónoma de México.
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El conductismo de Watson
El funcionalismo estadounidense allanó el camino para el conductismo
clásico que fundó Watson. Al hacer hincapié en la conducta adaptativa y
rechazar el sujetismo que estaba presente en la primera psicología
funcional, Watson se proponía liberar a la psicología de una vez por todas, de los
últimos vestigios de "la psicología de los estados de conciencia". Watson
proclamaba autoconscientemente una doctrina radical de psicología. Incorporó el
reflejo condicionado en su esquema como principio combinatorio objetivo,
substituyendo con él la ciega "asociación de ideas" mentalistas. Hacia 1920, los
psicólogos estadounidenses, bajo la influencia de Watson, comenzaron a basar la
explicación de aprendizaje en el reflejo condicionado como el mecanismo esencial
para la modificación de la conducta.
Su filosofía básica.
El manifiesto de Watson comienza así:
La psicología, tal como el conductista la ve, es una rama puramente objetiva
y experimental de las ciencias naturales. Su objetivo teórico es la predicción
y el control de la conducta. La introspección no es parte esencial de sus
métodos ni depende el valor científico de sus datos de la prontitud con la
que se presten a interpretación en términos de conciencia. El conductista, en
sus esfuerzos por lograr un esquema unitario de la respuesta del animal, no
reconoce divisoria entre el hombre y éste. La conducta del hombre, con todos sus
refinamientos y complejidad, es sólo una parte del esquema total de investigación
del conductista. (Watson,1913, p. 158)
La primera fase sitúa directamente la psicología en el esquema de las cosas como
una rama de las ciencias naturales, lo que la conduce a los métodos
experimentales objetivos de las ciencias naturales. En consecuencia, la
introspección como método y la conciencia como objeto deben rechazarse. El
objeto de la psicología científica era la formulación de una teoría que permitiese
la predicción exacta y que fuese lo suficientemente general para abarcar todos los
organismos (no sólo al hombre).
Podemos asumir tanto la presencia como la ausencia de la conciencia en
cualquier punto de la escala filogenética, sin afectar en un ápice o una tilde los
problemas de la conducta, y sin influir en modo alguno la manera de arrancarlos
experimentalmente. Por otra parte, yo no puedo suponer por un momento que él
permaneció responde a la luz, que la rata aprende un problema más rápidamente
si trabaja en la tarea cinco veces al día que si trabaja una vez al día, o que el niño
muestra mejoras en sus curvas de aprendizaje. Estas son cuestiones que
conciernen vitalmente a la conducta y que deben decidirse mediante la
observación directa en condiciones experimentales. (Watson, ibid., p 161)
En este cuadro de referencia se desplazó al hombre del foco de atención
tradicional de la psicología para substituirlo por el "organismo".
De un audaz plumazo, Watson destruyó el dualismo cartesiano mente-cuerpo,
aboliendo la mente, y con ella el antiguo problema filosófico de la relación entre
los dos términos.
Concibió al psicólogo como conductista, totalmente comprometido con los
supuestos, métodos y procedimientos de las otras ciencias. No había necesidad
de introducir nada extra, especialmente diseñado para la psicología. Una vez que
se abandonó el dualismo, la psicología podía descansar, sin más, en los artículos
de fe del científico. Watson creía que era posible definir la psicología como la
ciencia de la conducta y no apartarse nunca de este principio definitorio haciendo
referencia a términos mentalistas. Creía que esto podría llevarse a cabo en
términos de estímulo y respuesta, junto con un principio de aprendizaje de la
formación de hábitos.
La psicología que yo trataría de construir tomaría como punto de partida, en primer
lugar, el hecho observable de que el organismo, tanto el hombre como el animal,
deben adaptarse al medio ambiente mediante lo que poseen por herencia y hábito.
Estas adaptaciones pueden ser muy adecuadas o tan inadecuadas que el
organismo apenas mantenga su existencia; en segundo lugar, que ciertos
estímulos hacen que los organismos respondan. En un sistema psicológico
completamente elaborado, una vez dada la respuesta se puede adivinar el
estímulo; dado el estímulo se puede predecir la respuesta. Este conjunto de
proposiciones es liso y llano en extremo, como deben ser todas estas
generalizaciones, pero no más que las que aparecen en los textos actuales de
psicología.
Watson adoptó, pues, un enfoque riguroso en términos de estímulo respuesta (E-
R) para explicar la conducta. Las respuestas debían explicarse, por su relación de
dependencia, con rasgos observables de la estimulación. La estimulación, en el
concepto de Watson, pasó a considerarse como exógena (de origen externo) lo
que hizo que su concepción fuera marcadamente ambientalista. Algunos de sus
primero experimentos con animales en laberintos dieron preeminencia al sentido
ciestésico (músculo), pero en general hizo hincapié en la instigación exteroceptiva
de las respuestas manifiestas. Toda la conducta tenía que explicarse en términos
de relaciones estímulo- respuesta, y las generalizaciones relativas a la conducta
debían basarse en la observación experimental objetiva. Los reflejos ya existentes
al nacer, se elaboran simplemente por condicionamiento, para extender el
potencial conductual del organismo. La conducta más compleja era un problema
de formación e integración de hábitos concebidos como disposiciones adquiridas
de conexiones estímulo-respuesta complejas. Tal concepción lo liberó de todo
mentalismo. La percepción podía manipularse (sin referencia a la conciencia)
como "conducta descriminativa"; la psicología física podía aceptarse tomando el
"informe verbal" como una forma de conducta manifiesta; al pensamiento se le
daba un mecanismo motor en forma de "discurso subvocal".
Watson mismo estaba consciente de la posibilidad de que su conductismo sufriese
un cambio substancial como resultado de la evaluación crítica, puesto que en el
prefacio de la segunda edición de la obra psichology dice:
Desde 1919, cuando por primera vez se publicó este libro, el conductismo ha
sufrido una evaluación emocional y lógica. Pero aún no se decide que se vuelva
sistema dominante en psicología o siga siendo meramente un enfoque
metodológico.
El conexionismo de Thorndike
El marco conceptual de Thorndike en su teoría del aprendizaje era una
versión temprana de la teoría del refuerzo E-R. Al tiempo que empleaba una
metodología completamente objetiva, realzaba el principio de aprendizaje
por continuidad con el principio del refuerzo. En el uso ordinario, el término se
utiliza para denotar cualquier evento consecuente a una respuesta si aumenta la
probabilidad de que dicha respuesta ocurra. La versión de Thorndike, expresado
en la ley del efecto, sostenía que la consecuencia inmediata de una conexión E-
R, (especialmente si era algo satisfactorio) podía influir en la asociación para
reforzarla. Los mecanicistas rígidos elevaron objeciones a esta ley que situaba la
causa después del efecto, objeción que ahora nos parece insostenible. En esta
era del servomecanismo y del principio de retroalimentación, la posibilidad de
control de la conducta según la información comunicada por sus consecuencias a
duras penas pude ser cuestionada. Afirmando que:
Por estado de cosas satisfactorio o satisfacer se quiere decir algo que el animal
no hace para evitar, sino que con frecuencia procede a mantenerlo o renovarlo.
Estado de cosas desagradable quiere decir que el animal no hace nada para
preservarlo, procediendo a menudo a ponerle fin. (Thorndike, 1949 p. 13)
A esta definición puramente empírica se le tacho de tautológica: refuerzo es lo
que refuerza. Thordike estaba consciente de la fuerza de la crítica y trató de
responder a ella dándole un significado independiente, en función de una
"reacción de confirmación" en el sistema nervioso central. Sin embargo, en este
aspecto fue más lejos de lo que se puede observar, pasando a una construcción
inferencial. El mecanisismo propuesto era muy hipotético, aunque Thorndike pudo
reunir un conjunto de pruebas circunstanciales que lo respaldaran. Watson no
retuvo ninguna ley de efecto en ninguna de sus formas y volvio a la continuidad
como principio del aprendizaje. Surgieron varias corrientes psicológicas
adoptando los métodos experimentales objetivos de la ciencia natural, pero todas
modificando en algún modo el conductismo. Los problemas en debate se
centraban en la reducción watsoniana de la conducta a simples conexiones
estímulo-respuesta; no se hacía referencia a las necesidades del organismo y sus
satisfacciones, ni había oportunidad para encaminarse hacia objetivos o concebir
la actividad como un medio de lograr algo para el organismo.
Los nombres que más destacan en este nuevo conductismo transformado son los
de Edwrd C Tolman (1886-1959), Clark L Hull (1884-1952) y Burhus F Skinner
(1904- )
Conducta operante
Propósito y conducta
Debido a los efectos que produce el ambiente la conducta, se asigna una cualidad
o propiedad de propositividad a la conducta, a fin de traer al presente efectivo "lo
que hace el organismo emitir la conducta" o bien, se dice que e el organismo se
comporta de una manera determinada debido a que tiene la intención de lograr, o
que espera obtener, un efecto dado; o se caracteriza a la conducta como
poseyendo utilidad en tanto maximice o minimice ciertos efectos.
La ley del efecto, propuesta por Thorndike, dio un paso en esa dirección: la
ocurrencia aproximadamente simultánea de una respuesta, y ciertos
eventos ambientales (comúnmente generados por ella), cambian las
respuestas del organismo, aumentando la probabilidad de que ocurran de
nuevo las respuestas de la misma especie. En si misma, la respuesta ha
pasado a la historia y no es alterada. Thorndike hizo posible incluir los efectos de
la acción entre las causas de la acción futura sin usar conceptos como propósitos,
intención, expectativa utilidad.
La ley del efecto agregó una nueva clase de variables importantes, de las que
podía demostrarse que la conducta era una función. Los aparatos utilizados para
el estudio de la conducta durante el siguiente cuarto de siglo continuaron
enfatizando una relación de intencionalidad entre la conducta y sus
consecuencias.
Una vez que el procedimiento se hizo común, no resultó difícil diseñar un aparato
en el cual una respuesta produjese alimento de una manera similar. Uno de los
colaboradores de Pavlov, Ivanov- Esmoloensky, estudió una disposición
experimental análoga a la de Thorndike. A pesar de saber como o porque siguen
a la conducta, las consecuencias de una acción cambian al organismo. La
conexión no necesita ser funcional u orgánica, como en realidad no lo fue en el
experimento de Thorndike.
Ventajas y prácticas
Los primeros aparatos no fueron diseñados para eliminar las representaciones
espaciales de la propositividad; sin embargo, así lo hicieron, y este hecho tuvo
consecuencias de gran alcance. El experimentador podía elegir una respuesta
que era convenientemente registrada, o una que el organismo pudiera ejecutar
sin fuerza durante periodos prolongados.
Una respuesta que sólo esta relacionada de modo temporal con sus
consecuencias, también podría estudiarse convenientemente mediante el empleo
de equipo automático. La disponibilidad del equipo automático ha ayudado a
escandalizar los experimentos y ha facilitado el estudio de relaciones entre
respuestas y consecuencias tan complejas como para disponerlas en forma
manual o inspeccionarlas ocularmente.
Otro resultado práctico fue terminológico. El concepto de reflejo no hacía
referencia a las consecuencias de una respuesta. Con frecuencia los reflejos eran
obviamente "adaptativos"; pero este era un efecto primordialmente filogenético. El
término operante se estableció para diferenciar los reflejos de las respuestas que
operan directamente en el ambiente. El termino alternativo, instrumental, sugiere
el uso de instrumentos. Es decir que una rata "usa la palanca para obtener
alimento" Tiene matices propositivos y en los casos donde no hay indicios que
puedan identificar a algo como un instrumento, frecuentemente se dice que el
organismo usa la respuesta para obtener un efecto.
Otro cambio fue de recompensa a reforzamiento. Recompensar sugiere
compensación por comportarse de una manera determinada, frecuentemente
como en una especie de contrato; el término reforzamiento, en su sentido
etimológico, simplemente señala el fortalecimiento de una respuesta.
La tasa de respuesta como un dato
Un resultado importante en el estudio de una relación arbitraria entre una
respuesta y sus consecuencias, además de la simplificación en los procedimientos
del que se llegó a disponer, a sido el énfasis que ha sido puesto en la taza de
respuestas como una propiedad de la conducta. Los primeros aparatos casi
siempre se usaron para estudiar las respuestas de ensayo a ensayo, en las cuales
las tasas de respuestas son controladas por el experimentador. En un registro
acumulativo, la taza y los cambios en la taza son notorios a primera vista sobre
periodos substanciales. El registro automático permite al experimentador advertir
los cambio conforme ocurren, así como seguir los pasos apropiados.
La tasa de respuestas resulta importante además de que es apropiada para el
análisis principal.
MODELOS
Los Neoconductistas
Ya en 1920 había psicólogos de inclinación conductista que no estaban de
acuerdo con el radicalismo de la formulación de Watson. Muchos estaban
dispuestos a aceptar completamente la metodología, pero no estaban de acuerdo
en reducir la conducta a la fórmula estricta E-R. Les parecía demasiado restrictiva
y demasiado mecanicista, al rechazar totalmente la prosecución de fines como
rasgo de la conducta manifiesta.
Hacia 1930, ciertos psicólogos estadounidenses comenzaron a optar por una de
las dos corrientes cuya identificación se ve mejor en sus teorías del aprendizaje.
De una parte se encontraba la teoría cognoscitiva (derivada principalmente de los
gestalistas); de la otra, la teoría conductual (derivada principalmente de Watson,
pero fuertemente influida por la teorización anterior de Thorndike, especialmente
por su Ley del Efecto). La decisión entre estas dos opciones teóricas no era
completa, puesto que al menos uno de los nuevos conductistas, Tolman, trataba
de reconciliar las dos.
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