Padre y Padrinos
Padre y Padrinos
Padre y Padrinos
Parece que en la actualidad el rol o papel de los padrinos cada vez está más obsoleto o que se deja en un
segundo plano, pero la realidad es que la figura de los padrinos en la figura de los niños sigue siendo igual
de importante y nunca se debería perder. Aunque los padrinos se tienen en cuenta sobre todo para las
personas católicas, la realidad es que se pueden tener en cuenta y que unas personas tengan este rol
aunque no tengan ahijados.
Los padrinos deben estar siempre presentes en la vida del niño desde la infancia. Tendrán que asistir a
cada momento importante de la vida del niño, desde la Primera Comunión hasta las
graduaciones. También deberán estar a su lado a medida que crecen y cuando quieran discutir cosas que
quizá no se sientan cómodo a la hora de hablar con los padres. Serán como maestros espirituales.
Aunque la Iglesia no especifica exactamente qué es lo que los padrinos deben hacer, son ideales para que
se mantengan en estrecho contacto con el niño y con los padres a lo largo de los años. La Iglesia Católica
exige que los padrinos sigan la fe cristiana, tengan un mínimo de 18 años de edad. Con un padrino o una
madrina es suficiente, pero las personas normalmente escogen a un hombre y a una mujer.
Los padrinos hoy en día
Las personas que siguen la fe cristiana tendrán muy claro el papel del padrino y la madrina y seguro que
saben la importancia que tiene para la vida de los niños, como te he comentado más arriba. Pero, ¿qué
pasa con todas esas personas que no siguen esta religión? ¿No existen los padrinos en sus vidas? Quizá
no reciban ese nombre pero sí cumplan esta función tan importante.
Esas personas que velan por la seguridad de los niños, de que estén siempre bien a nivel físico y emocional
pueden ser perfectamente los padrinos o las madrinas de los pequeños, aunque no se haya celebrado
una ceremonia o no se haya firmado un papel. En muchas ocasiones, estos roles los toman casi sin darse
cuenta los abuelos o los tíos.
¿Cuál es la función de un padrino?
La Iglesia exhorta a los padres a tomar en serio la elección de buenos padrinos para sus hijos, a fin de que el
padrinazgo no se convierta en una institución de puro trámite o formalismo
Cuando preguntamos a una persona qué función tiene un padrino o una madrina en el bautismo de un
niño es fácil que nos responda que es la persona que debe cuidar a ese niño en el caso de que sus padres
fallezcan. Seguro que en alguna ocasión los padrinos han tenido que llevar a cabo esta labor; aunque, como
podemos entender, la labor de los padrinos no se reserva únicamente a estas fatídicas situaciones sino
que, más bien, tiene como finalidad prioritaria la de acompañar en la educación y maduración de la fe de
sus ahijados.
Por otro lado, muchas personas piensan que para ser madrina o padrino es aconsejable que sean familiares
del niño. Pues bien, cuando nos acercamos al ritual del sacramento del bautismo, lo primero que se nos
recuerda es que, según costumbre antiquísima de la Iglesia, el padrino ha de representar no solo a la
familia, sino también a la Iglesia o comunidad concreta donde el niño se va a iniciar en la fe. Es más, el ritual
del Bautismo invita a los padres a no dejarse guiar únicamente por razones de parentesco, amistad o
prestigio social, sino por un deseo sincero de asegurar a sus hijos unos padrinos que, por su edad,
proximidad, formación y vida cristiana, sean capaces de, en su día, influir eficazmente en la educación
cristiana de aquellos.