Solucionario La Casa de B 1 PDF

Solucionario:”La casa de Bernarda Alba”
SOLUCIONARIO
“LA CASA DE BERNARDA ALBA”
www.planetalector.com -1-
I.- ACTO PRIMERO
1.- Paredes blanquísimas; muros gruesos; decoración de cortinas de

cierta categoría, muebles propios de una casa de campo y cuadros con
temas fantásticos.
2.-
• Rasgos de la personalidad de Bernarda: dominante, exigente, tirana,
fría, orgullosa, antipática, controladora y cruel.
• Situación familiar: tiene cinco hijas solteras, pero solo tiene dote la
mayor. Dado que son señoritas, Bernarda puede tener serias
dificultades para casarlas. Ellas lo saben, por eso el estricto luto que
se anuncia aumentará las posibilidades de hacer relaciones.
3.- A Bernarda le echa en cara su orgullo, además, se queja del

contraste entre la pobreza de su casa frente a la de Bernarda.
Al difunto le reprocha que abusase sexualmente de ella, atropello ante
el cual parece que no podía resistirse
4.- (Sin respuesta).
5.- Piensa que son como animales, que solo necesitan cubrir sus
necesidades materiales (pág. 89).
No se identifica con ella y le pide que se esconda si quiere seguir
llorando (pág. 90).
No admite la rebeldía, lo único aceptable es la resignación (pág. 101).
Que las vecinas vean y oigan las locuras de su madre. No parece
inquietarle que pueda caerse al pozo (pág. 101).
6.-
a)
• “Volver la cabeza es buscar el calor de la pana” (pág. 92) (=
pantalones = hombres. En este caso se produce una doble
metonimia).
• “Para llenar mi casa con el sudor de sus refajos” (pág. 97) (= su
presencia no deseada, que parece ensuciar).
• “Hilo y aguja (= tareas de la casa) para las hembras. Látigo y mula
(= tareas del campo) para el varón” (pág. 100).
b)
Tienen función expresiva, es decir, potencian la dureza y agresividad
de las palabras de Bernarda, presentando unas realidades abstractas a
través de sustantivos concretos que “concentran” el significado.
7.- “Lengua de cuchillo”, “Vieja lagarta recocida”, “Sarmentosa por

calentura de varón”.
8.- Simplemente, la tradición: así lo hizo su abuelo, luego, su padre.

(En realidad, Lorca exageró la severidad de la costumbre para buscar
mayor efecto dramático).
Bernarda actúa movida por lo que ha aprendido, es decir, no es
culpable de la existencia de unas normas injustas, pero sí es culpable
de no intentar humanizar la situación heredada.
9.- No admite ni valora su buena intención. Además, la protagonista

recuerda a Poncia cuál es su sitio.
10.- Se percibe la tensión entre ellas cuando Bernarda les dice que
durante el largo luto pueden confeccionarse el ajuar.
Adela delata a Angustias contando que se ha quedado a escuchar la
conversación de los hombres.
11.- Nuevamente aparece la hipocresía: parece que ocultar lo que no

se acepta es una forma de negar su existencia.
12.- Adelaida, una vecina y amiga de las hijas de Bernarda, ha

perdido la alegría y la libertad de movimientos desde que tiene novio.
Además, su padre ha causado la infelicidad de dos mujeres y ha
cometido un asesinato, pero no ha sido denunciado porque los propios
hombres se protegen entre sí, sobre todo, si la víctima es una mujer.
13.- En el vestido de Adela. La evolución de los hechos dramáticos nos

demostrará que, efectivamente, Lorca reunió aquí esos dos
significados.
14.-
• Amelia: Es la más dulce y bondadosa de todas.
• Martirio: Tiene una personalidad tortuosa y acomplejada. Su nombre
subraya esta idea.
• Magdalena: Siempre es maliciosa y hostiga a sus hermanas.
• Adela: Está dominada por un temperamento apasionado y vital.
15.- Todas se quieren casar y marcharse a un lugar más alegre. El mar

se presenta aquí como un espacio de libertad; el matrimonio es el
pasaporte para huir de esa casa cerrada.
II.- ACTO SEGUNDO
1.- El calor representa la opresión y la sensación de ahogo que

envuelve a los personajes.
2.- Es seca, seria y a veces desagradable; aunque en estos momentos

cree que sus días en esa casa están contados, su carácter difícil no le
permite ser más generosa. Además, se siente distinta: no tiene el
mismo padre que las demás, es mayor y lo parece; únicamente
disfruta de la ventaja de haber recibido una jugosa herencia.
3.- En primer lugar, Poncia cuenta la “declaración amorosa” del que

fue su marido y hace reír a las hermanas Alba con el primitivismo y la
falta de tacto del pretendiente. Es una especie de reflejo cómico de lo
que acaba de contar Angustias. Lo más triste es que en ambas
declaraciones amorosas lo que falta es precisamente el amor, tampoco
hay ternura, solo interés, en el caso de Pepe el Romano, y deseo
sexual, en el caso de Evaristo.
4.- Pepe el Romano no se va a la hora que dice Angustias, sino mucho

más tarde; por su parte, Adela deja su cama por las noches y de día
está nerviosa y cansada. Obviamente, el público ya puede saber casi
todo, como Martirio y Poncia.
5.- “¡Solo es interés por ti!”, dice Martirio, pero miente. Tampoco le
preocupa Angustias y ni siquiera está velando por la honra familiar. Lo
que sucede es que Martirio también está enamorada de Pepe el
Romano.
6.- Poncia intenta convencer a Adela de que espere a que Angustias

muera de parto, hecho probable porque es estrecha de caderas y
mayor para ser madre. De hecho, comprobaremos, más adelante, que
por desgracia, habría sido la única salida posible para Adela.
7.-
• “Las viejas vemos a través de las paredes”: Poncia. Metáfora: Nada
se nos oculta, la realidad es transparente.
• “Con la cabeza y las manos llenas de ojos”: Poncia. Metáfora: Su
sagacidad es tanta que parece que cuentan con mayor capacidad de
visión.
• “Por encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que
tengo levantado por piernas y boca”: Adela. Metáforas: El amor
pasional como fuego es un tópico, ese deseo parece reconocerse
mejor en zonas más eróticas, como las piernas y la boca.
• “Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre lentamente”:
Adela. Metáfora: Es tal el deseo que al mirarlo parece que lo posee.
8.- Son un soplo de aire fresco y la intrusión del mundo real en el

enrarecido ambiente de la casa. También se despiertan de nuevo sus
quejas por la condición de las mujeres.
9.- Martirio. Ella también está enamorada de Pepe, pero ni su físico ni

su personalidad hacen posible que su amor sea correspondido. Ella lo
sabe y, en parte, lo tolera: de hecho, acepta que Angustias se case
con él; pero lo que no puede soportar es que ame a otra.
10.- “Ay, qué pedrisco (descarga repentina) de odio habéis echado

sobre mi corazón”. En otra ocasiones aparecen fenómenos
meteorológicos para reflejar las pasiones humanas, así se habla de
tormenta, rayo, calor... para sentimientos negativos.
11.- No, de hecho las advertencias de Poncia no están destinadas a

abrir los ojos de Bernarda, sino a incrementar la tensión dramática con
las técnicas de la tragedia: se presiente un desenlace fatal que, sin
embargo, nadie puede evitar.
12.- Se deduce que Bernarda acogió a Poncia de niña porque su

madre, otra mujer de mala vida, no podía atenderla.
13.- Bernarda alejó a un pretendiente de Martirio, sin conocimiento de

ella, por ser hijo de un gañán. Estos hechos acusaron el carácter
amargado de la joven.
14.- La lectura profunda de las palabras de Adela no son otra cosa que
un ruego; pide un poco de compasión para las mujeres como ella,
víctimas de un deseo incontrolable. Por su parte, Martirio quiere el
castigo para aquellas mujeres que, a diferencia de ella, son capaces de
satisfacer sus pasiones.
III.- ACTO TERCERO
1.- El deseo sexual más imperioso. Además, parece que la noche

propicia los actos prohibidos. El autor va creando admirablemente el
clima dramático adecuado para la intensidad de los momentos que se
van a vivir .
2.-Derramar la sal como anuncio de infortunios y las perlas entendidas

como lágrimas.
3.- Angustias le comunica sus dudas y tristezas, pero Bernarda se

cierra fríamente y aconseja a su hija que actúe como si nada de lo que
siente fuese real. Apena ver cómo Bernarda toma actitudes masculinas
en el peor sentido. Probablemente, la propia Bernarda vivió
incertidumbres parecidas, que ahora quiere negar.
Angustias explica su confusión con la intervención: “Muchas noches
miro a Pepe con mucha fijeza y se me borra a través de los hierros,
como si lo tapara una nube de polvo de las que levantan los rebaños”.
4.- Los perros no paran de ladrar y están como locos.
5.- María Josefa vuelve a exponer aquí los deseos ocultos de las
mujeres de la casa, que son, en definitiva, los anhelos de todas la
mujeres infelices: vivir el amor, dormir tranquilas, criar a los niños,
disfrutar de casas que no sean cárceles...
Tienen intención lírica, para subrayar los deseos de libertad y felicidad
expresados por María Josefa.
6.- Desgraciadamente, sí. Como su madre, Martirio es incapaz de

sentir piedad.
7.-
• “No quieras ablandar mis ojos (= hacerme llorar, es decir, causarme
compasión). Mi sangre (= lo más esencial de mi persona) ya no es
la tuya [...]”.
• “Él me lleva a los juncos de la orilla (= al lugar, real o imaginario,
propicio para las relaciones sexuales)”.
• “Ya no aguanto el horror de estos techos (= el encierro en la casa)
después de haber probado el sabor de su boca (= las relaciones
sexuales)”.
8.- “Déjame que el pecho (= los sentimientos; metonimia) se me

rompa (= broten; metáfora) como una granada (= herida, por la
textura y el color de ese fruto, que al abrirlo se asemeja a una herida;
metáfora) de amargura (= tristeza y dolor; sinestesia)”.
9.- El bastón es el símbolo del mando que roto demuestra que Adela,
al menos momentáneamente se ha librado del yugo. Adela no es una
mujer fuerte, actúa llevada por la pasión y la rabia; ella sola no puede
luchar contra los prejuicios y el orden social.
Aquí Pepe el Romano recuerda mucho al Calisto de Celestina: ambos
se benefician de la entrega de dos jóvenes inocentes, que, por amor,
se saltan un orden social en el que ellos salen beneficiados. Por su
parte, Melibea y Adela unen sus destinos optando por el suicidio como
única solución posible ante la pérdida irreparable del objeto amoroso,
por una parte, y, por otra, de la honra.
10.- No hay otra salida para Adela que la muerte: no existe forma de
reintegrarse a la sociedad. Bernarda no va a cambiar, así lo hace ver
con su obsesiva negación de la realidad: “Ella, la hija menor de
Bernarda Alba, ha muerto virgen” y la falta absoluta de tristeza ante la
muerte de su hija. Oímos de nuevo la misma palabra “silencio” con la
que Bernarda hizo su aparición en escena en el primer acto.
11.-
• Símbolos asociados a la represión, al miedo, a los prejuicios: el
negro del luto; “Llenando todo lo oscuro”; “A mí las cosas de tejas
para arriba no me interesan nada”; el calor; un pozo; los perros.
• Símbolos asociados a la rebeldía, a la libertad, a la imaginación: el
traje verde de Adela; “El caballo garañón [...] ¡Blanco!”; “Tiene el
cielo unas estrellas que son como puños”; el fresco del campo; el
mar, un río, la playa, las olas, la espuma; los niños.
12.- La imagen del hombre que se nos ofrece es patética: actúan de

forma infantil o animal. No hay un solo ejemplo de dignidad masculina
en toda la obra.
13.- Paca la Roseta, la hija de la Librada, la madre de Poncia y, ahora,

Adela. Queda así claro que una sociedad tan estricta solo deja opción a
dos soluciones: la represión o la rebeldía. La única vía para terminar
con ese modelo es crear relaciones sociales donde ser y parecer no
resulten tan divergentes. Ese es el mensaje que “arroja” Federico
García Lorca a un público que se ve así enfrentado a sus propios
prejuicios.

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“LA CASA DE BERNARDA ALBA”

I.- ACTO PRIMERO

1.- Paredes blanquísimas; muros gruesos; decoración de cortinas de

3.- A Bernarda le echa en cara su orgullo, además, se queja del

4.- (Sin respuesta).

7.- “Lengua de cuchillo”, “Vieja lagarta recocida”, “Sarmentosa por

8.- Simplemente, la tradición: así lo hizo su abuelo, luego, su padre.

9.- No admite ni valora su buena intención. Además, la protagonista

11.- Nuevamente aparece la hipocresía: parece que ocultar lo que no

12.- Adelaida, una vecina y amiga de las hijas de Bernarda, ha

13.- En el vestido de Adela. La evolución de los hechos dramáticos nos

15.- Todas se quieren casar y marcharse a un lugar más alegre. El mar

II.- ACTO SEGUNDO

1.- El calor representa la opresión y la sensación de ahogo que

2.- Es seca, seria y a veces desagradable; aunque en estos momentos

3.- En primer lugar, Poncia cuenta la “declaración amorosa” del que

4.- Pepe el Romano no se va a la hora que dice Angustias, sino mucho

6.- Poncia intenta convencer a Adela de que espere a que Angustias

8.- Son un soplo de aire fresco y la intrusión del mundo real en el

9.- Martirio. Ella también está enamorada de Pepe, pero ni su físico ni

10.- “Ay, qué pedrisco (descarga repentina) de odio habéis echado

11.- No, de hecho las advertencias de Poncia no están destinadas a

12.- Se deduce que Bernarda acogió a Poncia de niña porque su

13.- Bernarda alejó a un pretendiente de Martirio, sin conocimiento de

III.- ACTO TERCERO

1.- El deseo sexual más imperioso. Además, parece que la noche

2.-Derramar la sal como anuncio de infortunios y las perlas entendidas

3.- Angustias le comunica sus dudas y tristezas, pero Bernarda se

4.- Los perros no paran de ladrar y están como locos.

6.- Desgraciadamente, sí. Como su madre, Martirio es incapaz de

8.- “Déjame que el pecho (= los sentimientos; metonimia) se me

12.- La imagen del hombre que se nos ofrece es patética: actúan de

13.- Paca la Roseta, la hija de la Librada, la madre de Poncia y, ahora,

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