Rabinal y Kajiup
Rabinal y Kajiup
Rabinal y Kajiup
Rabinal posee gran variación en cuanto a sus elevaciones, siendo la cabecera municipal uno de los
puntos más bajos, a 972.69 metros sobre el nivel del mar (El Cerro Kajiup tiene una altura de unos 1,264
metros sobre el nivel del mar // 292 ,metros mas alto del centro del pueblo )
El sitio se encuentra en las afueras de Rabinal, Baja Verapaz. Kajyup o Cahyup fue la capital del grupo de
los Rabinaleb (grupo de habla Maya Achí) en el Postclásico Tardío, previo a la conquista española.
Como los principales sitios de su época, fue construido en la cima de un cerro, para fines defensivos, y
consta de una plaza con templos y las llamadas “casas largas” que eran usadas para reuniones y
concejos de los principales líderes de la comunidad.
Históricamente, Kajyup es mencionado en el famoso baile-drama Rabinal Achí, que narra los conflictos
entre los príncipes Quichés y Rabinaleb’.
Este sitio ha adquirido una gran importancia en la actualidad, ya que el poblado de Rabinal sufrió
muchos hechos violentos durante el conflicto armado, por lo que Kajyup ha sido fundamental en la
reivindicación de los Mayas del departamento de Baja Verapaz.
El Cerro Kajiup es un cerro ubicado en la sierra de Chuacús, la cual rodea el Valle de Urram, a dos
kilómetros de Rabinal, Baja Verapaz, Guatemala
El Cerro Kajiup tiene una altura de unos 1,264 metros sobre el nivel del mar, su nombre proviene de
“kaj”, que significa cielo, y “uip”, que es traducido como cerro o montaña: es decir, montaña que toca el
cielo o que se comunica con el cielo
Según la tradición ancestral achí, en él moran los rajawales o nawales protectores de la comunidad de
Rabinal y de la región. Asimismo, se dice que las raíces de sus árboles llegan hasta el “corazón de la
Tierra y Xibalbá”. Los ríos que emergen del cerro llegan a las comunidades achi’es, q’eqchí’es y
poqomchí’es. En sus laderas se llevan a cabo rituales que conmemoran hechos ancestrales de las
comunidades mayas -como lo son las danzas del Rabinal Achí.-
La obra gira en torno al juicio en contra del señor K’iche’Achí, príncipe de los k’iche’, capturado por
soldados de Rabinal cuando se disponía a raptar personas de esta localidad. Durante el juicio, Rabinal
Achí, el príncipe de los rabinaleb (los de Rabinal) es el principal acusador de K´iche’ Achi’. La danza
carece de narrador, y está construida en torno a diálogos que muchas veces se traslapan en tiempo y
espacio.
Durante el juicio se describen elaboradamente los paisajes, ciudades y formas de hacer la guerra de la
época. De igual forma, se hace evidente la enemistad entre los k’iche’ y los rabinaleb. Esta obra
representa un momento histórico específico, el del triunfo de los achí sobre los k’iche’ en una batalla
importante. Incluye también una serie de elementos fundamentales de la cosmovisión Maya
prehispánica actual, como el honor, el orgullo, la importancia de honrar los contratos verbales, el
respeto a las jerarquías sociales y militares, así como la benevolencia.
El Rabinal Achí es un punto de partida importante para la construcción de la identidad Maya Achí, al
punto que la leyenda del señor de Rabinal se ha reinterpretado en tiempos modernos de diversas
formas.
Una de las leyendas, recopiladas por el Museo Comunitario de Rabinal (Janssens, 2000), cuenta que
durante la Guerra Civil, varios aviones de la fuerza aérea guatemalteca tenían órdenes de bombardear la
ciudad de Rabinal. Luego de sobrevolar el área durante algún tiempo, regresaron a la base diciendo que
no habían encontrado la ciudad, y que en el lugar donde debía estar Rabinal, solamente se veía un
inmenso lago cubriendo el valle.
Los lugareños dicen que fue el señor de Rabinal quien protegió la ciudad, haciéndoles ver a los pilotos
un lago, en lugar de la ciudad. En general, el Rabinal Achí es considerado como un protector, incluso
como un rey que volverá a salvarlos en el futuro.
Todo lo que existe en la naturaleza tiene su razón de ser, su función y su protector. Los principales
protectores de la naturaleza son los animales; los seres humanos han de ser los protectores de los
animales.
Sobre este valor se educa a las personas desde su niñez, para que reconozcan que la naturaleza les
mantiene con vida y por eso están íntimamente unidas a ella.
En la espiritualidad maya la interacción que existe entre la Naturaleza, los seres humanos, el Corazón de
la Tierra y el Corazón del Cielo se mantiene como fundamento de todos los valores.
Por eso Tiqapoqonaj Ronojel Ruwach K'aslen, el valor que enseña a proteger todo porque tiene vida
tiene muy amplia extensión y comprensión entre las normas morales y sociales y la espiritualidad maya.
Se aplica, desde el supremo valor de la existencia humana, en los contextos en que se desarrolla, hasta
la existencia de los elementos de la naturaleza; desde el valor de los actos y obras humanas, hasta el
equilibrio de las cosas, el ciclo de los fenómenos naturales, la vida de los animales y las plantas; desde el
espiritu y nawal de las personas hasta el espiritu y nawal de la tierra, el mar, los ríos y lagos.
El valor de tiqapoqonaj tiene su expresión más profunda cuando una persona es capaz de tomar el lugar
de otra, cuando se ve que está pasando sufrimiento y angustia.