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Perder el miedo a la poesía. ¿Hay

que aprender o desaprender a leer
poesía en el aula?
José Luis Gómez Toré

“NO ES EN LA UNIVERSIDAD DONDE SE LIBRAN LAS

MÁS DECISIVAS BATALLAS CONTRA LA BARBARIE Y

EL VACÍO, SINO EN LA ENSEÑANZA SECUNDARIA...”

(GEORGE STEINER/ CÉCILE LADJALI: ELOGIO DE LA

TRANSMISIÓN)

¿Pero es que alguien tiene miedo a la poe-

sía? ¿Por qué habría que perder el miedo a
algo en apariencia inofensivo? Tal vez mie-
do sea una palabra excesiva pero lo cierto
es que, como profesor de Lengua y Litera-
tura en distintos institutos de educación
secundaria, me he encontrado repetidas Perderle el miedo a la
veces con el hecho de que la poesía suele
poesía es tal vez
despertar, en buena parte de los alumnos,
una actitud de recelo, como si la palabra también perdernos el
“poesía” suscitara por sí sola la necesidad miedo a nosotros
de ponerse a la defensiva. mismos, perder el
miedo a explorar
No negaremos que la poesía puede ser
una forma de escritura difícil, e incluso nuestras propias
muy difícil, para quien no conozca, siquie- emociones y perder el
ra aproximadamente, sus códigos. Lo
miedo a interrogarnos
curioso es, sin embargo, que a menudo
encontramos la misma reacción, especial- sobre los significados
mente entre los lectores adolescentes, heredados

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frente a poemas nada herméticos, de ex- “cultura media”. Parece ser una gran ver-
presión muy directa. Parece como si los dad que uno tiene la gracia divina, si es
alumnos hubieran aprendido que la poesía completamente inocente, y, si no lo es, la
es difícil y por tanto la sola disposición consigue con gran ejercicio y aplicación”1.
versal despierta en el ocasional lector el Quizás Seferis exagera, pero lo cierto es que
prejuicio de que aquello que va a leer, solo la antropología nos ha mostrado que el
por el hecho de estar en verso, no va a gusto por las formas simbólicas y la expre-
poder entenderlo. sión poética acompañan al ser humano
desde siempre y no son exclusivas de los
En este sentido, creo que es preciso, en el pueblos que han alcanzado un alto grado
aula y fuera de ella, un proceso no tanto de de complejidad en su estructura social y
aprendizaje como de desaprendizaje. Tengo cultural. Hay culturas exclusivamente ora-
la impresión (y no sólo la impresión, porque les que han sido capaces de crear una poe-
lo he constatado una y otra vez en el aula) sía de gran belleza y de una indudable
de que a menudo la poesía no se entiende riqueza simbólica sin recurrir a la letra
porque se parte de la convicción previa de escrita. No todas las culturas ni todas las
que no se va a entender. Por ello, enseñar a sociedades han sido educadas en la necesi-
leer poesía supone en primer lugar enfren- dad de una comprensión previa y completa
tarse a los prejuicios que rodean a la escri- de la obra de arte para gustar de ella.
tura poética.
En nuestras sociedades, sin embargo, la
Desde luego, el prejuicio más evidente y el comprensión racional es un elemento fun-
más difícil de romper es el hecho de la damental (lo que no es por supuesto algo
comprensión. Si somos honestos, nos negativo; de hecho sería deseable que la
damos cuenta de que esa perplejidad que razón fuera más tenida en cuenta en nues-
produce el poema no se da sólo entre tra vida personal y colectiva). Dada la im-
alumnos adolescentes. Con frecuencia, nos portancia que el elemento racional tiene en
encontramos con lectores adultos, a menu- nuestro ideal de cultura, no es de extrañar
do lectores voraces, que se confiesan inca- que muchos lectores se muestren reticentes
paces de leer poesía. “No la entiendo”, suele a la hora de dejarse seducir por un texto
ser la explicación más común. Escribe el que no admite una traducción directa e
gran poeta griego Yorgos Seferis que “[...] inmediata a un mensaje claro y preciso. Sin
es característico que, en nuestros días, el embargo, que no entendamos todas y cada
hombre más inepto para la poesía no sea una de las imágenes que nos propone el
el analfabeto, sino el llamado hombre de poeta no significa que no comprendamos

1. Diálogo sobre la poesía y otros ensayos (traducción de José Antonio Moreno Jurado). Madrid, Júcar, 1989, p. 87.

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el poema: al contrario, quien se emociona un prejuicio mucho más peligroso, y más
con un poema lo comprende de algún modo arraigado de lo que se cree, sobre lo que lo
aunque no sea capaz de explicar pormeno- debe ser lo masculino y lo femenino). La
rizadamente qué es aquello que tanto le asociación de la poesía con el sentimenta-
emociona (cabe, por supuesto, una emoción lismo es un prejuicio difícil de vencer pero
que surja de un malentendido, de una mala quizá por ello sea preciso enfrentarse a él:
lectura del poema, pero es difícil que se dé se trata no sólo de educar a disfrutar de la
esa receptividad estética sin un cierto grado, poesía sino a educar las emociones (algo
por mínimo que sea, de comprensión intui- que, en las culturas occidentales, suele
tiva de lo escrito). No se trata de renunciar a chocar con la creencia de que las emocio-
toda comprensión racional del texto poético nes no son educables). Quien reduce senti-
(una comprensión que, pese a cierto prejui- miento a sentimentalismo no es dueño ni
cio pseudorromántico, no disminuye el pla- de su propia razón ni de su propia capaci-
cer estético sino que lo potencia), pero sí de dad de sentir. Hay quien rechaza la poesía
aprender a gustar del poema sin querer ago- porque la asocia con la emoción descon-
tar de una vez por todas, y en una primera trolada pero hay también rechazos que
lectura, su compleja visión del mundo. Desa- provienen de quien busca emociones
prender a leer poesía es aprender a disfrutar demasiado fáciles que la poesía no quiere
de la música del poema, del ritmo, de la proporcionar. Lo que diferencia a los gran-
fusión entre razón y emoción que nos pro- des poemas de amor de la visión del amor
porcionan los grandes poetas. que nos ofrece la literatura y el arte de
consumo es probablemente que la poesía
Hay, con todo, un segundo prejuicio que nos invita a preguntarnos qué es el amor, a
tiene que ver poco con lo racional y mucho no dar nuestras primeras impresiones por
con las emociones. En el proceso de adqui- universalmente válidas, a diferencia de lo
sición de la cultura, los lectores a menudo que hacen tantas canciones de moda que
han aprendido a asociar la palabra “poe- sólo quieren halagar nuestra vanidad y
sía” con sentimentalismo, emoción desbor- creen saber qué es eso llamado “amor” (la
dada, cuando no directamente cursilería. poesía, en cambio, no sabe nada, no parte
No es de extrañar, como es fácil constatar de significados previos: siempre nos invita
en nuestras clases, que con cierta fre- a buscarlos).
cuencia los alumnos adolescentes varones
se esfuerzan por todos los medios para que Perderle el miedo a la poesía es, tal vez, tam-
no les guste la poesía, a la que consideran bién perdernos el miedo a nosotros mismos,
una amenaza a su propia virilidad (lo que, perder el miedo a explorar nuestras propias
por otra parte, no sólo revela una concep- emociones y perder el miedo a interrogar-
ción muy pobre de la poesía, sino también nos sobre los significados heredados. Por

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eso, me atrevo a defender una educación vemos impelidos a borrar su presencia casi
estética como un valor en sí mismo. El obsesivamente con ruido, con palabras
papel que desempeña, en los programas (aunque sea con una conversación trivial),
educativos, el arte y en concreto las artes con música que parecemos necesitar menos
de la palabra, tiende a menudo a asignar por sus valores estéticos que por su capaci-
a la literatura un papel subsidiario: en dad para ahuyentar el temido silencio.
clase, leemos a menudo poemas para
aprender historia de la literatura cuando, Cualquier buen lector de poesía sabe que la
por el contrario, deberíamos conocer la poesía exige el silencio: antes, durante y
historia cultural para poder leer y disfru- después de la lectura del poema, el silencio
tar con la poesía, con el arte, con la es el complemento imprescindible de la
narrativa. Una educación estética es una palabra poética, el elemento que le permi-
educación de la sensibilidad y también te a la voz desplegar todos sus ecos, toda
una educación del placer (también el pla- su capacidad de resonancia. Sin él, el poe-
cer se educa, no se olvide). Nos falta pro- ma es como una música de fondo, algo que
bablemente la confianza de un Schiller2, se oye pero que no se escucha. Y es preci-
para quien la educación estética era el so, para gustar tanto de la poesía como de
fundamento seguro de una ciudadanía la música, saber escucharlas con atención,
sólida y de una virtud comunitaria, pero, dejarse interpelar por ellas.
aun cuando en la historia no faltan ejem-
plos de gran sensibilidad artística y esca- Lo que sigue es una serie de propuestas
sa sensibilidad ética, no creo que sea didácticas para trabajar la poesía en el aula.
echar en saco roto que nuestros alumnos No son fórmulas mágicas y, por supuesto,
aprendan a dialogar con sus propias emo- no aseguran el éxito en la consecución de
ciones. los objetivos propuestos (ante la obsesión
contemporánea por la eficacia que conta-
Asimismo, me atrevería a decir que una gia también a la pedagogía moderna, quizá
educación estética es también parte de no estaría de más recordar que Freud cata-
una, en estos momentos imprescindible, logaba la educación entre los oficios impo-
educación del silencio. Cada vez es más sibles). Los ejercicios que aquí propongo a
difícil encontrar en nuestra vida cotidiana menudo han despertado el interés de mis
espacios y momentos de silencio, un silen- alumnos, pero he de reconocer que me he
cio que hemos aprendido a sentir como encontrado también en ocasiones con acti-
incómodo. Adultos y adolescentes nos tudes muy poco receptivas.

2. Con todo, es muy iluminadora la lectura de sus Cartas sobre la educación estética del hombre, un libro capital en
la historia de la estética (véase Friedrich Schiller Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre (traduc-
ción de Jaime Feijóo). Barcelona, Anthropos, 1990).

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La mayor parte de los ejercicios de los que Los ejercicios aquí propuestos no son sino
aquí hablo toman como punto de partida una pequeña muestra de lo que se puede
las vanguardias históricas. Puede sorpren- trabajar en la clase. El énfasis en la creación
der el recurso a la vanguardia ya que pre- de textos no supone menospreciar la
cisamente las obras vanguardistas suelen importancia de la lectura de poemas, den-
ofrecer un grado no pequeño de dificultad tro y fuera del aula. Sólo pretende estable-
en la lectura. Pero aquí no se trata tanto de cer un camino, que debe ser de ida y vuelta,
leer textos vanguardistas como de crearlos entre lectura y escritura3. Se trata de ayu-
en clase (aunque puede ser interesante dar al alumno a experimentar la extrañeza
compaginar la elaboración de textos pro- de la palabra poética y, sin embargo, sentir
pios con la lectura de algunos autores de la que esa extrañeza es algo propio. Un obje-
vanguardia, como yo he hecho, ocasional- tivo ambicioso, por supuesto, pero es que la
mente, con alumnos de cuarto de la ESO educación, si se toma en serio, siempre es
y de segundo de bachillerato). Las técnicas ambiciosa y probablemente nunca pueda
vanguardistas pueden ayudar a los alum- renunciar, sin traicionarse a sí misma, a un
nos a empezar a cuestionar algunos de los cierto horizonte utópico.
prejuicios más arraigados a los que se
enfrenta la poesía. A través de la elabora- Poemas dadaístas
ción de este tipo de textos, el alumno expe-
rimenta el sentido lúdico que la literatura Como es sabido, Tristan Tzara recomenda-
nunca puede perder y se puede sorprender ba el siguiente método para hacer un
a sí mismo elaborando textos de inespera- genial poema dadaísta: coger un periódico,
da belleza a pesar de que no respeten la recortar las palabras que más nos llamen la
hilazón lógica del discurso. Por otra parte, atención, meter los recortes en una bolsa
la alergia al sentimentalismo que predomi- e irlos sacando al azar componiendo frases y
na en las vanguardias nos ayuda a plan- versos. En el aula, después de leer un texto
tear otras aproximaciones a la poesía que de Tzara, propongo a mis alumnos hacer el
no son las del sentimiento en bruto (por mismo ejercicio aunque nos permitimos
más que la emoción desempeñe un papel siempre algunas licencias con la estricta
fundamental en la vida del adolescente y la ortodoxia dadaísta (aunque, bien pensado,
resonancia emocional de la poesía sea una ninguna palabra le sienta peor al dadaísmo
vía excelente para acercar a los alumnos que el antipático vocablo “ortodoxia”). El
más jóvenes al disfrute de la lírica). método de Tzara supone un intento de

3. Respecto a la interacción entre lectura y escritura, es muy interesante la experiencia de Cécile Ladjali, profesora
de literatura de un liceo de un suburbio parisino, y su diálogo con Steiner recogidos en el libro Elogio de la trans-
misión (George Steiner/Cécile Ladjali, Elogio de la transmisión (traducción de Gregorio Cantera). Madrid, Siruela,
2006).

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romper con todo control consciente y dejar- actividad intrascendente). Por otra parte, es
se llevar por el azar y el absurdo. Cuando muy frecuente que, en este ejercicio, los
hago este ejercicio en clase, dejo, por el con- alumnos aprovechen para darles la vuelta a
trario, a los alumnos, que tomen decisiones noticias serias y a personajes de la actualidad.
sobre el texto: así, en vez de meter las pala- Sean o no conscientes de ello, es frecuente
bras en una bolsa, son ellos los que van eli- que el ejercicio oculte una crítica, camuflada
giendo los textos que más les cuadran las más veces en forma de broma, a determi-
(también pueden recortar imágenes). En vez nadas situaciones sociales, a actitudes y len-
de palabras, los alumnos pueden escoger guajes estereotipados. Por ello, es un ejercicio
también frases enteras. El resultado con muy interesante como introducción al tema
mucha frecuencia es sorprendente, antes que de la prensa o después de haber trabajado los
nada para los propios alumnos. Copio aquí un textos periodísticos en clase.
ejemplo de un texto de un alumno de prime-
ro de la ESO, en el que sobresale el sentido La técnica del collage, que es la que utilizan
lúdico del poema una vez se ha superado el los dadaístas, ha sido un recurso muy utili-
temor al absurdo (el resultado era mucho zado no sólo por el arte de inspiración van-
más llamativo en el original, ya que su joven guardista sino por todo el arte político del
autor había combinado imágenes con texto y siglo XX. Mediante la ruptura de frases
el texto aparecía con distintos tipos de letra): hechas o la descomposición de imágenes,
mediante la descontextualización y re-con-
“Las flores del mal no se marchitan. textualización del fragmento, el collage
Adornan la portada de la cocina. permite establecer una distancia lúcida
Muchas personas dicen que estoy loco frente a los mensajes de todo tipo (publici-
pero yo creo que es por el coco”. tarios, políticos, sociales...) con los que nos
bombardean los medios de comunicación y
Probablemente, lo más interesante de esta los grupos de poder en la vida cotidiana. El
actividad es que los alumnos sienten que recurso al collage mediante textos dadaís-
están jugando con las palabras, redescu- tas (pero también mediante formas más
bren un sentido lúdico del lenguaje que convencionales) puede servir también para
estaba presente en la infancia (en cancio- trabajar contenidos como la publicidad y
nes, en trabalenguas, en juegos de pala- los medios de comunicación desde una
bras...) pero que solemos perder con el paso conciencia crítica.
de los años. Asimismo, es una manera de
empezar a romper la asociación que identi- Cadáveres exquisitos
fica poesía con contenidos necesariamente
trascendentes y sublimes (aunque, como Muy cercana a la técnica surrealista de la
sabía Schiller, el juego no es en absoluto escritura automática es la de los cadáveres

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exquisitos, que consiste en la elaboración “En aquel mar de preciosidad infinita,
de un poema colectivo (o un dibujo colec- bajo el intenso oleaje
tivo). No es sorprendente que fuera un el pez espada y la manta
método inventado por los surrealistas ya viven en paz.
que en él se dan cita tanto el azar objetivo Las grandes olas chocaban con las rocas.
como guía de la composición como la Como puñales clavas en mi corazón.
supresión del control de la conciencia (así,
como la puesta en práctica del vaticinio de En el mar un velero navega libre.
Lautréamont de una poesía hecha por Mar, reflejo del cielo,
todos). reflejo del sol,
tranquilo, ruidoso,
Para elaborar un cadáver exquisito, se da a pero siempre espumoso:
los alumnos una hoja en blanco. Yo suelo la brisa del aire
proporcionarles el primer verso (normal- y el chasquido de las olas;
mente, en el aula componemos simultá- azul, verde, blanco,
neamente varios cadáveres exquisitos, con el Infinidad de colores, todos
primer verso igual para todos los grupos de bajo un mismo manto”.
alumnos). A partir de ese primer verso, cada
participante escribe un verso y dobla la Puede observarse que, al partir de un tema
hoja hacia atrás de manera que no se vea común (el mar), hay una sorprendente
lo que ha escrito él ni los otros. Cuando se coherencia entre muchos de los versos. Es
escribe el último verso, se despliega la hoja interesante también constatar cómo, inclu-
y se lee el poema entero. Una variante con- so en ejercicios como éstos que rompen
siste en que se doble el papel de tal mane- con la concepción tradicional de la poesía,
ra que se deje ver el verso anterior pero suelen aparecer imágenes poéticas y temas
sólo el verso anterior (es una pequeña trai- entendidos al modo más convencional. Es
ción a los surrealistas porque, evidente- importante destacar que, en estos ejerci-
mente, en este caso la coherencia suele ser cios, los alumnos deben evitar cualquier
mayor y, en consecuencia, la conciencia tipo de “autocensura” estética o racional;
desempeña un papel más determinante en es conveniente, también, a mi modo de ver,
la elaboración del poema). que el profesor, evite también una censura
a posteriori, intentando hacer más “poéti-
Este es un ejemplo de cadáver exquisito co” el texto (personalmente, no me gusta-
escrito por alumnos de tercero de la ESO ba nada la palabra “preciosidad” en el
(en este caso, no les di el primer verso sino primer verso pero decidí dejarlo como está,
que lo escribió el alumno que inició el ejer- respetando la contribución personal que
cicio): cada alumno había hecho al texto). Hay

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otras ocasiones en el aula para corregir Si dejas pasar el tiempo lo verás todo más
y mejorar el estilo personal de cada alum- claro,
no pero, si lo hacemos en esta ocasión, se como suele suceder con la sintaxis”.
pierde gran parte de la magia del ejercicio.
Como comenté al principio, los cadáveres
Este es otro poema escrito también por exquisitos pueden consistir también en un
alumnos de tercero: dibujo (por ejemplo, de una figura en la
que un participante hace la cabeza, otro, el
“Desde mi ventana, tronco y los brazos, otro, las piernas...).
son más bonitas las noches. Podría resultar interesante, en colabora-
Tú eres mi cenicienta ción con el área de Educación Plástica y
Y todas las estrellas son de colores. Visual, plantear el trabajo con cadáveres
exquisitos y otras técnicas de vanguardia
Alto, alto, tan alto y tan oscuro... desde el doble aspecto de las artes plásticas
La noche está iluminada por la luna llena. y la literatura.
El día se apaga.
El caligrama
En aquella noche bajo una farola apagada,
en aquella noche estrellada Un ejercicio que se presta fácilmente a la
estaba escrita su sonrisa”. colaboración interdisciplinar que acabamos
de mencionar es la elaboración de caligra-
Como contraste, este texto de alumnos de mas, es decir, de poemas visuales en las que
segundo de Bachillerato en el que se observa se rompe la distribución versal clásica. En
una actitud más irónica respecto al material los caligramas (los más célebres son los de
poético. Este ejercicio lo realizaron los alumnos Apollinaire), los versos e incluso las pala-
como complemento al tema de las vanguar- bras aisladas del poema se distribuyen por
dias históricas y el grupo poético del 27. Se tra- la página de forma sorprendente y a menu-
ta de un recurso muy adecuado para acercarse do se forman dibujos, que normalmente
a un movimiento tan importante para el arte aluden a imágenes o temas presentes en el
del siglo XX como es el surrealismo: texto del poema.

“Cuando llega la luz, Para llevar a cabo este trabajo creativo, es

(¡vaya tarde soleada desaprovechada!), aconsejable que los alumnos conozcan
me acerqué a la puerta de tu casa con algunos ejemplos tomados de la literatura
disimulo de vanguardias. Antes de que los estudian-
Mundo incomprensible, gente incompren- tes elaboren sus propios caligramas, suelo
dida. mostrarles a mis alumnos algunos poemas

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de Apollinaire junto con textos españoles se acercasen a la poesía. Para ello, organizé
(normalmente ultraístas y creacionistas). A una actividad, “El poema de la semana”,
partir de ese conocimiento previo, se invita consistente en que todas las semanas lee-
a los alumnos a que elijan una de estas dos ríamos un poema en el aula, bien propues-
opciones: o bien convertir un poema clási- to por mí, bien propuesto por los propios
co, de un autor conocido, en un caligrama; alumnos. Dicha actividad vino acompañada
o bien realizarlo a partir de un texto propio. de ejercicios de creación poética (poemas
Los resultados suelen sorprender a los pro- dadaístas, murales a partir de poemas...)
pios alumnos4. y, entre ellos, la redacción de limericks.

El nonsense y el limerick El limerick es un tipo de poema que entra

de lleno en la categoría del nonsense. Los
A diferencia de lo que ocurre con la litera- más famosos son probablemente los del
tura anglosajona (con figuras relevantes poeta inglés Edward Lear. Consiste en cin-
como Edward Lear o Lewis Carroll), las co versos: en el primer verso, introducimos
letras hispánicas apenas conocen la tradi- un protagonista; en el segundo verso, se
ción del nonsense. Si bien el humor forma indica una cualidad o una acción propia de
parte indudable de la tradición hispánica ese personaje; en el tercer y el cuarto ver-
(baste ver, por ejemplo, la importancia de so, se desarrolla brevemente una acción. El
la literatura satírica en el Siglo de Oro), da quinto verso es una variación del primero,
la sensación de que, en nuestras letras, el pero en él introducimos un adjetivo califi-
humor a menudo necesita justificarse a cativo, un epíteto, que puede ser, como
través de grandes fines como la crítica dice Gianni Rodari, “oportunamente extra-
social o política. El recurso al absurdo des- gavante”5. El primer y el segundo verso
de luego es una eficaz arma al servicio de riman entre sí, el tercero rima con el cuar-
una intención satírica, pero disfrutar de lo to y el quinto vuelve a rimar con el prime-
absurdo por sí mismo es disfrutar de nues- ro y el segundo. Este texto fue elaborado,
tra propia imaginación, de su libertad para conjuntamente, por mí y mis alumnos de
no someterse a ninguna regla previa. primero de la ESO:

Durante el curso 2007-2008, me empeñé Había un vampiro en Moldavia

en que mis alumnos de primero de la ESO que quería ir a Yugoslavia.

4. En el siguiente enlace pueden consultarse algunas muestras de caligramas elaborados por mis alumnos de cuarto de la
ESO del Instituto Carmen Martín Gaite de Moralzarzal: http://www.educa.madrid.org/web/ies.carmenmartingai.moral-
zarzal/revista/pdf/caligramas013.pdf
5. G. Rodari, Gramática de la fantasía. Introducción al arte de inventar historias (traducción de Mario Merlino). Bar-
celona, Planeta (Ediciones del Bronce), 2002, p. 47. El libro de Rodari es un texto de obligada lectura a cualquier
docente que quiera trabajar la escritura creativa con sus alumnos.

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Le gustaba la sangre volver sobre un concepto gramatical, creo
cuando tenía hambre que es importante que no se pierda el sen-
al viejo vampiro de Moldavia. tido primordial de la escritura como ejerci-
cio creativo.
El limerick es una buena forma de empezar
a escribir en clase textos rimados, siguien- A modo de cierre
do una estructura fija de rimas pero no
necesariamente una regularidad métrica. Como dije antes, los ejercicios aquí propues-
Es, además, una forma en la que el humor, tos son sólo una pequeña (en realidad, una
las libres asociaciones, el absurdo como mínima muestra) de lo que se puede hacer en
placer de la imaginación campan a sus clase para trabajar la poesía. No seré yo quien
anchas (es importante insistir a los alum- niegue el papel de la razón en la escritura
nos que no es necesario que hagan un tex- poética, pero la reflexión racional no en sí
to bello o convencionalmente poético; lo misma poética si no se apoya en el juego libre
importante es divertirse, aunque, eso sí, de la imaginación (aunque, como todos los
hay que respetar las reglas de composición juegos, se trata de un juego sometido a
del poema). Veamos otro ejemplo: reglas, reglas que son libremente aceptadas
por los jugadores). Se dice, en ocasiones, que
Un señor de La Alpujarra no puede reducirse la poesía a un mero jue-
se enamoró de una cigarra. go de palabras, pero tal vez se esconde en
Su familia le decía: dicha afirmación una visión muy pobre del
¡déjate de tonterías!. juego y de la palabra. Los alumnos necesitan
Pobre señor de la Alpujarra! descubrir que la poesía nos hace reflexionar,
nos hace sentir, nos abre a nuevas concep-
Con el grupo de primero de la ESO, utilicé el ciones de la vida (por ello, es en muchos sen-
limerick para repasar el adjetivo calificativo tidos hermana de la reflexión filosófica). Pero
y su uso como epíteto con valor explicativo, todo ello no nos puede hacer olvidar que la
no especificativo (tal como aparece en el palabra poética también es una ocasión para
último verso del limerick). Sin embargo, aun el disfrute, un juego compartido entre el
cuando puede ser una forma interesante de autor y el lector.

Resumen

Muchos alumnos, al igual que muchos adultos, tienen prejuicios ante la poesía pues con-
sideran que es algo difícil, elevado o incluso blando. Por eso el aprendizaje de la poesía
debe empezar deshaciendo esos malentendidos que los alejan de ella. Para ello es preciso

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“desaprenderla”. Por ejemplo, desligándola de todo tipo de utilidad didáctica, o mostran-
do que no toda la poesía obedece a emociones “blandas” o poco viriles.

Para acercarse a la poesía, un procedimiento puede ser examinar cómo esta utiliza el lengua-
je rompiendo las convenciones de la comunicación. Lo cual no hace que se vuelva insignifi-
cante; al contrario, de ese modo gana en capacidad de conocimiento y comunicación.

En ese camino de aprender de otra forma la poesía se propone presentar los textos poé-
ticos como juegos; así, el recurso a la poesía de vanguardia permite que, tras el estupor
inicial, los alumnos perciban su capacidad de emocionar y que experimenten las posibili-
dades expresivas de su magia verbal.

Palabras clave: poesía, enseñanza, estética, vanguardias.

Abstract

Many young students, even many adults, show prejudices against poetry especially becau-
se they consider that it is something difficult to understand or even because of its social or
cultural connotations. For that reason the first learning of poetry must consist on the elimi-
nation of these misunderstandings. Consequently firstly poetry must be unlearnt. For ins-
tance, by reading or writing poetry in order to enjoy it, not only as a mean to study Literature.
To a less academic approach to poetry it can be useful to remind how poets play with words,
breaking the usual meanings and connotations of language in the daily communication. A
recreational approach to poetry doesn’t mean to forget its artistic and emotional values. On
the contrary, the creation of poetic texts in the classroom, using the procedures of avant-
garde, can be a way to show the expressive possibilities of poetry to the students.

Keywords: poetry, teaching, aesthetics, avant-garde art.

José Luis Gómez Toré

(jlgtore@yahoo.es)
I.E.S. Carmen Martín Gaite

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