Eva Pierrakos Judith Saly Del Miedo Al Amor
Eva Pierrakos Judith Saly Del Miedo Al Amor
Eva Pierrakos Judith Saly Del Miedo Al Amor
Amor
El Método Pathwork para transformar la
relación de pareja
Dos nombres aparecen en la portada: Eva Pierrakos y Judith Saly. Sin embargo ni Eva ni
yo escribimos este libro: Eva fue el canal a través del cual hablaba "El Guía”, una entidad
espiritual de gran sabiduría que, a lo largo de veintidós años, nos transmitió un material
valiosísimo sobre la transformación espiritual. Quise encargarme de reunir las enseñanzas del
Guía en torno al tema de las relaciones; seleccionar, organizar y editar el material para
presentarlo en la forma de un libro.
Doy mi agradecido reconocimiento a los comentarios editoriales y a las Sugerencias de
John Saly, Gene y Peg Humphrey, Susan Thesenga y Jan Bresnick, así como al apoyo técnico
brindado por Hedda Koehler y Rebecca Daniels.
Este libro es el tercer volumen de la serie del Pathwork y ha sido realizado bajo auspicios
de la fundación Pathwork. El director editorial de las obras del Pathwork es Donovan Thesenga.
Judith Saly
Nueva York
Mensaje del Guía
“Estas conferencias están especialmente diseñadas para las personas que siguen un intenso
camino de desarrollo personal, como lo es el Pathwork. Las conferencias se refieren a áreas del
alma que no son accesibles a menos de que se asuma un camino de este tipo. Sólo entonces
escucharás un eco interno que va más allá de una mera comprensión intelectual y teórica del
tema.
La comprensión total sólo puede llegar más tarde, cuando se han abierto las capas de la
conciencia. Sin embargo, todos aquellos que trabajan sobre sí mismos con seriedad, podrán usar
estas conferencias de una manera completamente diferente de quienes sólo las leen sin hacer el
trabajo personal. La diferencia es muy clara.
Cuando no tienes la experiencia interior que te dice: “Si, esto es cierto, me toca en lo más
profundo de mi ser”, porque no practicas alguna forma vital de desarrollo personal, las
conferencias sólo te parecerán interesantes, obvias o de plano nada más unos tratados un poco
jalado de los pelos.
Si te afectan en lo hondo de tu ser, entonces podrás trascenderte a ti mismo y comprender
tus problemas de una manera profunda.
El auto-examen te permite un acceso consciente a capas más profundas de tu psique. Mis
palabras van directamente a esas capas a medida que se las libera para que reciban las
enseñanzas.”
Prefacio
El material presentado en este libro originalmente fue hablado y no escrito. Eva dijo que
ella no es la autora del mismo, sino que solamente hizo las veces de canal a través del cual fue
transmitido. El verdadero autor fue un ser no encarnado que hablaba a través de Eva cuando ella
entraba en un estado alterado de conciencia. Este ser no nos dijo nada sobre sí mismo –nada que
“embelesar”. Ni siquiera dio un nombre y sólo se le llegó a conocer como “El Guía”. Al material
transmitido se le ha llamado “las conferencias del Guía”, y el proceso de transformación personal
de sus enseñanzas es conocido como “el Pathwork”.
El Guía puso todo el énfasis en el material transmitido y ninguno en la fuente diciendo:
“No se preocupen por el fenómeno que implica esta comunicación en sí misma. Lo único
importante es comprender que existen niveles de realidad que aún no han explorado ni
experimentado y sobre los cuales lo más que pueden hacer es teorizar... Recuerden que esta voz
no expresa a la mente consciente del instrumento humano a través del cual estoy hablando. Más
aún, consideren que cada personalidad humana tiene una profundidad de la cual él o ella tal vez
todavía no es consciente. En esa profundidad todo el mundo posee los medios para trascender los
estrechos límites de su personalidad y acceder a otros dominios y a otras entidades dotados con
un conocimiento más amplio y más hondo.
Entre 1957 y 1979, año en que murió, Eva dio 258 conferencias en torno a la naturaleza de
la realidad psicológica y espiritual y el proceso de desarrollo espiritual de una persona. Nació en
Austria y era hija del conocido novelista Jakob Wassermann. Llegó a los Estados Unidos en
1939 y en 1967 conoció al Dr. John Pierrakos, un psiquiatra y cofundador de la escuela
terapéutica conocida como bioenergética. Pocos años después se casaron y la unificación del
trabajo de ambos condujo a una gran expansión de la comunidad del Pathwork. En la actualidad,
el grupo de personas que practican y enseñan el Pathwork está formado por cuatro grandes
centros que enseñan al método así como grupos de estudio en muchas áreas urbanas de los
Estados Unidos, Europa y América del Sur.
La editora de este libro, Judtih Saly, también editó el libro llamado The Pathwork of Self-
transformation (Bantam, 1990) y es autora de How to have a Better Relationship (BlueCliff
Editions, Ballantine, 1987). Ha estudiado y practicado las enseñanzas del Pathwork desde 1958 y
ha sido profesora del mismo durante 25 años. Formó parte del grupo fundador del Phoenicia
Pathwork Center y también fue presidente de la fundación Pathwork. Judith se casó con John
Saly en 1955 con quien tiene tres hijos y dos nietos. Reside alternadamente en las ciudades de
NuevaYork y Phoenicia.
Introducción
Si la vida es una escuela, las relaciones son la universidad. Es a través de tus relaciones,
especialmente a través de tu relación con tu pareja, que puedes aprender y crecer al máximo.
Nacemos como hombres y mujeres y nos deseamos los unos a los otros porque nos necesitamos
mutuamente, necesitamos unirnos con el “otro" físicamente, pero también emocional y
espiritualmente. Este anhelo está inscrito en nuestro código genético al punto de que encontrar
una pareja es algo central para la vida humana.
¿Pero qué tan a menudo ves a una pareja cuya relación –después de bastantes años juntos
— vibre de vitalidad, en la cual sientas armonía y placer, una comunicación profunda y ligera al
mismo tiempo, en la que sepas que cada uno ha aceptado completamente a su compañero,
rindiéndose ante la fuerza divina del amor, en el que las diferencias sean vistas como retos para
comprenderse mejor el uno al otro, confiando en que todos los problemas se pueden resolver?
Casi nunca.
Mirando las estadísticas podríamos llegar a la conclusión de que, para la mayoría, vivir
con otra persona es una carga insoportable en lugar del estado armonioso que la gente imagina
cuando se casa. E incluso cuando dos personas permanecen juntas y se aman, existen momentos
en los que se sienten frustrados, en los que se pelean y se sienten ajenos el uno al otro. ¿Es
posible vencer los problemas y sanar las heridas?
Este libro se aproxima al asunto de las relaciones de una manera diferente a los demás. El
Guía coloca el conflicto mujer-hombre dentro del vasto contexto de las fuerzas cósmicas,
iluminándolo desde la elevada perspectiva de alguien que está más allá de la dualidad de los dos
sexos.
Desde ese punto de vista también puede ver dentro de nuestros corazones y nuestras almas,
en donde cada uno de nosotros está dividido. Dibuja un camino hacia la unificación de uno
mismo y, mediante ésta, hacia la posibilidad de una unión verdadera con otro ser humano. Sus
enseñanzas son realmente únicas tanto por su encuadre del problema como por su carácter
práctico.
La historia de las relaciones de cualquier persona nos revela el paisaje interno de su ser. A
partir de esa historia podemos deducir las creencias que tiene sobre la vida, el sexo opuesto, el
amor y la sexualidad en general, acerca del matrimonio, y otras cosas. Si aprendes a mirarte de
un modo relativamente desapegado pero con un interés apasionado y con honestidad, te
sorprenderá lo que puedes descubrir. Tú eres co-creador del estado actual de tus relaciones, o de
su ausencia. No es algo que simplemente te sucedió. No eres una víctima.
A uno le gusta pensar que todos los problemas que surgen en sus relaciones son
provocados por causas externas o por la otra persona. Sueles pensar que si tan sólo él o ella
pudiera cambiar, ¡la vida sería maravillosa! Pues no hay nada más falso que esto. Aun si
partimos de la base de que eres un ángel y que tu esposo, o esposa o compañero es una arpía, ¿no
eres algo culpable por haber escogido seguir junto a semejante pareja? Pero además no creemos
que seas un ángel. Sabernos -tú y yo- que sí tienes una luz angelical dentro de ti, a la cual
llamamos tu ser superior: un núcleo amoroso, cariñoso, creativo y desprovisto de egoísmo. Pero
también sabemos que existe una capa menos atractiva alrededor de ese núcleo divino: el ser
egoísta, revanchista y poco confiable quien es responsable de gran parte del dolor que sufrimos y
que provocamos en los demás, especialmente aquellos que están más cerca de nosotros. Si no
entras en contacto con esa capa, si no descubres cómo pudo crearse, sin identificarte con ella, no
puedes transformarla. No importa cuanto te esfuerces por esconderla, negarla o intentes hacerla
desaparecer a través de meditar; no se disolverá a menos de que la enfrentes directamente y
empieces a transformarla de manera consciente.
En general ni siquiera somos conscientes de la existencia de ese ser inferior. El Guía nos
enseña a estar alertas ante su presencia. No basta con hurgar en la historia de tu niñez y
relacionar tu situación actual con tus primeras experiencias con papá o con mamá, aunque su
importancia es indudable pues te pueden dar muchas claves. Sin embargo, el ser inferior y sus
efectos deben ser descubiertos dentro del paisaje de nuestras almas. Si no descubrimos lo que
menos nos gusta de nosotros mismos no podemos entender por qué no tenemos una buena
relación, y ni qué decir de realizar algún cambio importante.
Muchos problemas dentro del campo de las relaciones son provocados por sentimientos y
pensamientos que se encuentran enterrados en el inconsciente. Esos pensamientos y sentimientos
no examinados tienen una lógica infantil equivocada que les es propia y causan conflictos en el
alma. De modo que si hay una guerra dentro de tu propia alma, ¿cómo puedes tener una relación
sana con alguien más? Los sentimientos y pensamientos contradictorios no resueltos que hay
dentro del ser deben ser sacados a la luz antes que nada. ¿Pero cómo reconocerlos y cómo
trabajar hacia su resolución?
Las respuestas están en tu núcleo interno y divino.
¿Cuáles son tus creencias inconscientes respecto de los hombres o las mujeres?
¿Cuáles son tus sentimientos inconscientes acerca del amor y el matrimonio? Sólo es
posible descubrirlo con una guía adecuada. Y al hacer que el Inconsciente se vuelva consciente
podrás descubrir pensamientos como estos:
"Si amo, seré lastimado."
“Si muestro mis emociones, seré rechazado."
"El matrimonio es una esclavitud."
"Yo no debo ser feliz."
Éstas y otras “imágenes", como les llama el Guía, tienen que salir a la superficie. “No
sabrás cuáles son tus convicciones personales enterradas hasta que las descubras con un
repentino sentimiento de alivio". Los sentimientos inconscientes y semi-conscientes son
profecías autorrealizables: "Recibirás aquello en lo que crees.” ¿Quién sabe qué merodea dentro
de tu inconsciente? Si tus relaciones anteriores siguieron ciertos patrones, a menudo
improductivos o incluso destructivos, ponte como meta descubrir por qué surgieron y cómo
puedes detener tu compulsión para recrearlos.
Con el fin de poder examinar lo que realmente piensas en el fondo sobre la posibilidad de
encontrar a tu pareja, o acerca de la manera para mejorar la relación que tienes ahora, tienes que
aprender mucho sobre ti mismo, en todos los niveles de tu ser.
El Guía nos da muchas instrucciones prácticas sobre cómo descubrirnos a nosotros mismos
y cómo realizar el trabajo de la transformación interna –ya sea con o sin la ayuda de nuestra
pareja, estando o no dentro de una relación. Nos enseña cómo pasar de donde estamos hacia
donde queremos estar. No se trata de ejercicios superficiales, sino de métodos que implican una
voluntad de abrir los ojos, de mirarse a uno mismo con honestidad y sin sentimentalismo, de
caminar en un camino espiritual. Semejante compromiso nos trae innumerables recompensas:
crecimiento psicológico y espiritual, autenticidad, alegría. De ahí sigue la capacidad para
establecer una relación con una pareja igualmente preparada para relacionarse, para revelar y
para ser recíproco.
Es posible que ya hayas tratado de pensar siempre antes en el otro, de dar amor
incondicional, de ser paciente, nunca amenazar y ser siempre calmado y cariñoso. Sin embargo
esas actitudes nobles no pueden funcionar mucho tiempo mientras estén impuestas sobre capas y
más capas de conflictos no resueltos no sólo con tu pareja sino dentro de tu propia alma. No hay
manera de sacarle la vuelta: no puedes trascender antes de transformar.
Es por esto que si quieres hacer cambios en tu vida matrimonial, o encontrar a la persona
indicada, o genuinamente mejorar tu relación, tienes que encontrar la raíz de tus problemas.
Cuando te conozcas y te aceptes incluyendo a tu ser inferior, construirás unos cimientos sólidos.
El Guía no te dará consejos superficiales, no te dirá que le sonrías a tu pareja cuando te
mueres de coraje; ni te propondrá que dejes ese coraje de manera dañina o destructiva. Te
enseñará, en cambio, cómo dejarte sentir tus sentimientos sin descargarlos donde no debes. Te
dará una sorprendente comprensión sobre la naturaleza de las fuerzas femeninas y masculinas
del universo, del significado espiritual de este aspecto específico de nuestra existencia dualista:
la relación. Puedes empezar el viaje hacia la jungla de tus tierras interiores con seguridad, pues
serás guiado a través de las trampas y los engaños hacia el Ser Divino que existe dentro de ti y
desde el cual saldrán de la manera más simple y natural todas las respuestas que son sólo tuyas.
Llegarás a saber que tú tienes el poder para crear una relación positiva que funcione bien y te
traiga armonía.
A medida que leas las conferencias, no sólo abras tu mente, sé receptivo con todo tu ser.
Imagina que estás ante un ser con un amor y una sabiduría mucho más grandes de lo que has
visto hasta ahora. Las bendiciones dadas al principio y al final de cada conferencia llevan
consigo una energía divina. Deja que entren en tu alma
J. S.
PARTE I
Principios cósmicos y conceptos psicológicos
"Y los dos serán uno." "Estas palabras, escuchadas tan a menudo en las bodas, se refieren
a algo que va más allá de dos personas que comienzan a compartir una vida en común. Se trata
de una afirmación cósmica. "Dos", la dualidad, es la acción básica de nuestra existencia en la
Tierra. “Uno” es el estado de unión del cual nos hemos separado y hacia el cual añoramos
volver.
Dado que el estado de la dualidad es una separación de la unidad, del Paraíso, incluye al
dolor. De modo que añoramos retornar a nuestro estado natural de gloria. El objetivo del
Pathwork de las relaciones es transformar lo que en nosotros representa el origen de la
separación, de nuestra incapacidad para relacionarnos bien con el fin de permitir el suave fluir
del amor.
Todos los caminos espirituales nos muestran el sendero que va de una enajenación del ser
hacia el encuentro con uno mismo, lo que implica el encuentro con Dios. Las enseñanzas de este
libro siguen ciertas tradiciones esotéricas antiguas, pero al mismo tiempo son actuales en cuanto
a su refinada comprensión de la psicología humana. La Unidad lo contiene todo y por lo tanto
también los principios divinos subyacentes a nuestra dualidad terrestre: las energías masculinas
y femeninas cuyas manifestaciones en carne y hueso somos nosotros, los hombres y las mujeres.
El material canalizado de esta primera parte del libro describe estos principios cósmicos y
explica cómo se relacionan con el significado espiritual y con la psicología de la relación
hombre-mujer.
Vistas desde esta perspectiva, las dificultades por las que tenemos que pasar para encontrar
una pareja, para mantener vivo el amor y para profundizarlo continuamente adquieren una nueva
intensidad y una nueva dignidad. Desde este punto de vista, nuestro trabajo no sólo consiste en
superar nuestros temores a abandonar nuestra separación con el fin de obtener una vida más rica
y más feliz para nosotros mismos, sino que también nos volveremos co-creadores de un
movimiento cósmico mucho más vasto, el movimiento de la ulterior evolución del universo.
Nuestra añoranza de una unión más profunda en el amor con otra persona es tan
extraordinariamente poderosa debido a su significado cósmico. En esto podemos ver el vínculo
de nuestra vida individual y temporal con la realidad más amplia que nos rodea.
La comprensión del funcionamiento de los principios masculino y femenino en el universo
enriquecerá enormemente tu entendimiento del significado de tu añoranza personal de una unión
más profunda en el amor hacia otra persona. Súbete a este vuelo de la imaginación hacia un
nuevo espacio, conviértete en un viajero cósmico y regresa con una mayor claridad y una nueva
esperanza.
J.S.
1
Las relaciones
El plan de la evolución
El rango de la capacidad de relacionarse entre los seres humanos es mucho más amplio de
los que jamás hubieran imaginado. Empecemos por quienes están hasta abajo en la escala
humana. Se trata de las personas completamente locas que tienen que ser encerradas y aisladas, o
de los criminales que no son tan distintos de los anteriores. Ambos tipos de persona se en?
cuentran completamente encerrados en sí mismos y viven un aislamiento tanto externo como
interno, pues difícilmente se pueden relacionar con otros seres humanos. Pero en la medida en
que están vivos, tienen que continuar relacio?nándose de alguna manera. Así que se relacio?nan
con los aspectos externos de la vida, con las cosas, con su medio ambiente, aunque sea de la
manera más negativa, con la comida, con ciertas funciones orgánicas de su cuerpo, y tal vez
también con ciertas ideas, el arte o la naturaleza. Sería muy útil, amigos míos, que miráramos la
vida y a la gente desde este punto de vista. Meditar sobre este asunto les puede ayudar mucho y
aumentará su comprensión respecto de muchas cosas, entre ellos, sobre su propia vida.
Ahora, para contrastar, permítanme considerar la forma más elevada entre los seres
humanos. Se trata de personas que se relacionan maravillosamente, que se involucran a fondo
con los demás, que no tienen miedo de hacerlo, que no tienen ninguna cobertura protectora en
contra de las experiencias y los sentimientos.
Por lo tanto aman. Se permiten amar. En última instancia la capacidad de amar siempre
se resume en la voluntad interna y la disposición para hacerlo. La gente que pertenece a esta
categoría ama no sólo de manera abstracta y general, sino que ama personalmente y de manera
concreta, independientemente de los riesgos. Estas perso?nas no necesariamente son santos ni
perfectos en ningún sentido. Seguro que tienen defectos, se equivocan a veces y tienen
sentimientos ne?gativos. Pero, de manera global, aman, se relacionan y no temen involucrarse
emocionalmente. Se han liberado de sus defensas. Estas gentes a pesar de los desazones
ocasionales y de las malas experiencias, llevan una vida llena de fructíferas y plenas de
significado.
¿Qué es la vida para la persona promedio? Es una combinación de innumerables
posibilidades. Una persona puede estar relativamente libre para relacionarse bien en ciertas áreas
de su vida y estar tremendamente obstruidas en otras. Sólo una profunda visión interna nos
puede ayudar a descubrir la verdad al respecto sobre cada uno de nosotros.
Cuando una relación parece buena en la superficie, pero carece de profundidad y de
significado interno es muy fácil engañarse a sí mismo diciendo “Mira cuántos buenos amigos
tengo” No hay nada problemático en mis relaciones, y sin embargo me siento infeliz, solo e
insatisfecho.” Si esto es lo que te pasa, no puede ser cierto que tus relaciones sean buenas, o que
realmente estés deseando relacionarte. No es posible que estés solo y triste si tus relaciones son
genuinas.
Por otro lado si la manera en que te relacionas sólo cumple con una función superficial,
entonces puede ser placentero y te distrae, pero no deja de ser algo hueco. Como nunca muestras
tu ser verdadero en consecuencia estás insatisfecho. Así que también le impides a los demás el
relacionarse y no les das lo que están buscando, ya sea que lo sepan o no. Esto se debe a tu
miedo inconsciente a exponerte, a dejar que tus amigos conozcan tus muchos conflictos internos.
Mientras no estés dispuesto a resolverlos, no podrás tener relaciones auténticas y, por tanto, no te
sentirás satisfecho.
Las personas promedio tienen cierta capacidad y voluntad para relacionarse y
comprometerse pero no lo suficiente. Sus intercambios y su comunicación se realizan
únicamente en un nivel superficial. Las corrientes inconscientes afectan a las partes involucradas
y si la relación superficial es una relación cercana, tarde temprano causará problemas. Si la
relación superficial nunca se vuelve cercana, no pasará nada, pero nadie puede engañarse
creyendo que se trata de un verdadero lazo. Las tendencias destructivas inconscientes sólo
pueden resolverse si uno las enfrenta y las entiende. Eso no dañará la relación porque entonces
la relación se dará inmediatamente en un plano más profundo y podrá haber intercambio mutuo.
A menudo uno no tiene claro qué que es lo que hace que una relación sea profunda y
significativa. ¿El criterio es el intercambio mutuo de ideas o el de placer sexual? Tal vez ambos
estén presentes, pero ello no necesariamente hace que la comunicación sea más profunda. El
único criterio verdadero es qué tan genuino eres, qué tan abierto y sin defensas, qué tan
dispuesto estás a sentir, a comprometerte y a exponerte a ti mismo y a todo lo que te concier?ne y
te importa. ¿Cuántas personas conoces a quienes puedas expresarle tus verdaderas pe?nas,
necesidades, preocupaciones, añoranzas y deseos? Muy pocas, si es que las hay. En la medida en
que te permitas darte cuenta de esos sentimientos encontrarás más amigos con quie?nes
compartir y cuya vida podrás realmente entender.
Si te escondes de ti mismo, ¿cómo vas a poder comunicarte con los demás acerca de lo que
no te atreves a reconocer de ti mismo? Así es como llegas a vivir aislado e insatisfecho. Y es por
esto que, dentro de nuestro trabajo de auto-transformación nos interesa tanto que apren?das a
admitir la verdad sobre ti mismo. Sólo entonces podrás empezar a tener relaciones reales en vez
de falsas y llevar una vida plena. Incluso tus relaciones con otros aspectos de la vida como el
arte, la naturaleza y las ideas, cobrarán una nueva forma mucho más viva; mientras que antes tal
vez las usabas únicamente para evadir los sentimientos problemáticos.
El establecimiento de relaciones y comu?nicación reales puede confundirse con la com?
pulsión infantil de contarle todo a todo el mundo. Puede ser que compartas tus sentimientos de
manera indiscriminada y que te engañes creyendo que ese candor tonto, esa exposición poco
sabia de tu persona, o bien esa “honesti?dad" a ultranza, son la prueba de tu apertura y tu
disposición a relacionarte. En realidad esto sólo esconde tu retraimiento en un nivel mucho más
recóndito y con manifestaciones más suti?les. Y sólo te sirve como "prueba" de que no vale la
pena comprometerte.
Cuando alcances la verdadera compren?sión de ti mismo y, consecuentemente, te liberes de
la prisión que tú te has construido, no existirá ninguna tensión en tu auto-conocimien?to ni en tus
relaciones e intuitivamente sabrás escoger a las personas indicadas, las oportuni?dades
verdaderas y las formas adecuadas. Los malos entendidos ocasionales nunca te apabullarán ni te
harán volver a esconderte. Sin embargo, el proceso de crecimiento, la libertad, sólo puede llegar
de manera gradual y sólo una vez que hayas empezado a seguir un camino de auto-conocimiento.
Los psiquiatras a menudo diagnostican a la gente de acuerdo con su capacidad para
relacionarse y según la profundidad e importancia de sus relaciones. Se ha descubierto que
algunas de las personas más dañadas en términos psicológicos pueden recibir ayuda más
fácilmente que otras cuyos problemas son menos obvios porque éstas se pueden engañar a si
mismas haciendo creer que las cosas no están tan mal, y pueden seguir escondiéndose de su
verdad interna. Quienes están más afectados no pueden usar este subterfugio, en consecuencia,
llegan a un punto en el cual tienen que escoger entre mirar de frente su vida interna, sin auto-
engaños, o no hacerlo. También es posible que lleguen a una severa crisis que posponga el auto-
examen, pero se encuentran más cerca del punto de decisión (el cual tal vez sólo alcancen en una
vida posterior) que la persona menos neurótica que continúa evitando confrontarse a sí misma.
Muchos de ustedes, amigos míos, no tienen una idea muy clara de lo que realmente es
relacionarse o amar. Están básicamente preocupados por ustedes mismos y cuando se acercan a
los demás no lo hacen como parte de un proceso natural y espontáneo sino como algo artificial y
compulsivo. Sin embargo, la preocu?pación y el cariño naturales por los demás llegarán si
perseveran en este camino. Mientras no puedan admitir que son humanos y que necesitan
ayuda para exponer sus puntos vulnerables, serán incapaces de establecer relaciones verdaderas.
De ser así, su vida permanecerá vacía, al menos dentro de ciertas áreas impor?tantes.
Ahora escucharemos sus preguntas.
PREGUNTA: ¿Se puede considerar que una relación que cambia, manifiesta que es sana?
¿O al desear muchas relaciones? ¿Qué hay respecto de la búsqueda de variedad y cambios?
RESPUESTA: Ésta es otra de esas preguntas que no se pueden responder con un “sí” o un
“no”. Tanto los cambios en una relación como los deseos de variedad pueden expresar
motivaciones sanas o enfermas. Generalmente se trata de una combinación, así que debemos
tener cuidado con las simplificaciones. El hecho de que una relación cambie para empeorar no
significa que haya un retroceso o un estanca?miento. Tal vez sea una reacción necesaria y
temporal ante una sumisión enfermiza, o un deseo excesivo de afecto, o ante cualquier otra
forma de esclavitud neurótica y unilateral.
Antes de que pueda surgir una relación sana entre dos personas que han estado unidas por
una variedad de distorsiones mutuas, pue?de surgir una tormenta interior o exterior que cumple
la misma función de reequilibrio que una tormenta eléctrica o un temblor en el ámbito de la
naturaleza.
El hecho de que una relación se vuelva predominantemente libre y sana depende de dos
partes. Una relación exteriormente suave y sin fricciones aparentes no necesariamente implica
salud y autenticidad. La única respuesta es un profundo análisis de los lazos y de sus
significados. Nunca podemos generalizar. Cuando dos personas crecen juntas dentro de cualquier
tipo de relación -ya sea de compañerismo, amor o amistad- deben pasar por varias etapas. Si
consiguen reunir suficiente claridad respecto de sí mismos y no sólo respecto de la otra, tal
relación puede tener mucho mejores raíces y por lo tanto ser mucho más fructífera.
Manipulación
PREGUNTA: ¿En el caso de dos personas que desean relacionarse, pero que usan mucha
manipulación en dónde queda el elemento del amor verdadero? ¿Acaso el amor disuelve la
manipulación?
RESPUESTA: En la medida en que alguien siente la necesidad de manipular, lo cual no
es más que una medida de protección inconscien?te, el amor verdadero no puede existir. Los dos
elementos son mutuamente excluyentes. La pseudo- necesidad de manipulación, si la exami?
namos, surge de un miedo egocéntrico y de un exceso de precaución que impide soltar los
sentimientos y sentir. La manipulación prohíbe el amor, aun cuando pueda existir algo de amor
verdadero.
Si el amor es mayor que la deformación logrará sobreponérsele y entonces la relación será
menos problemática. La disolución de las áreas problemáticas sólo puede darse a partir de la
comprensión para que florezca el amor. Pero ahí en donde privan la oscuridad, la confusión y la
negativa a enfrentar la realidad, el amor no puede surgir. El hecho de que ames no disuelve
inmediatamente todas las corrientes negativas y las deformaciones, los conflictos y temores, ni
las medidas defensivas inconscientes y las manipulaciones. No es así de fácil.
Tu capacidad para relacionarte de hecho es algo fácil de medir: tu vida exterior te da
muchas claves si logras entenderlas. Sí una relación es problemática, eso significa que existen
deformaciones o distorsiones en ambas partes. Se culpan uno al otro o alguno de ellos se dedica a
reprocharse a sí mismo. Toma cierto tiempo y entendimiento el reconocer que un mal no elimina
al otro, que todos los involucrados son responsables de todos los problemas de la relación.
Alcanzar esa claridad siempre tiene un efecto liberador simplemente porque es algo verdadero.
La verdad te liberará de la culpa y de la necesidad de acusar, culpar y juzgar.
PREGUNTA: ¿No es a veces más fácil relacio?narse con alguien que no sea muy cercano?
¿Se vuelve uno menos crítico?
RESPUESTA: Pero claro. Esto tan sólo prueba que no se trata de una verdadera relación,
sino de una relación superficial. Una verdadera relación implica compromiso, y eso no quiere
decir que nada más se observan los aspectos y las corrientes negativas. El compromiso significa
que todo tu ser está en juego. Una relación de compromiso profundo tiende a sufrir fricciones
porque dentro de ambas partes existen innume?rables áreas de problemas desconocidos y sin
resolver. Es por esto que, si se le enfrenta con una actitud constructiva, cada conflicto se pue?de
convertir en un punto de arranque para avanzar. No quiero decir que sólo se debe tener
relaciones así de profundas, lo cual sería impo?sible e irreal, pero uno debe procurar varias
relaciones, cada una diferente, si de verdad quiere que su vida sea dinámica y fructífera.
Saludos, amigos míos. Les extiendo mis bendiciones y mi amor para que lleguen a su ser
más profundo en la medida en que ustedes estén abiertos a ellos. Recíbanlos y dejen que
penetren en ustedes.
Esta noche quiero hablarles de ciertos elementos específicos del poder creativo universal
Cada ser humano posee y expresa este poder. Entrar en contacto con el tuyo significa utilizar el
poder creativo, que eres y que emana de tu ser más íntimo, de manera deliberada, cons?ciente y
voluntaria. Uno está siempre creando sus circunstancias con este poder, pero lo hace
inconscientemente y sin darse cuenta de ello. Lo que piensas y sientes, lo que imaginas, lo que
secretamente deseas y temes, todo eso da forma y determina la sustancia creativa que constituye
la fuerza motriz de ese poder.
¡Qué diferente es crear tu destino de manera deliberada y consciente, en vez de hacerlo sin
darte cuenta! Al crearlo inconscientemente, piensas que algunas experiencias depen?den de un
oscuro destino. Tus experiencias parecen tener poco o nada que ver con quién eres, lo que
sientes, lo que deseas y en lo que crees ahora, o con lo que decides hacer con tus pensamientos y
sentimientos. Pero los indivi?duos auto-realizados saben exactamente cómo crean sus vidas.
Es maravilloso cuando de pronto te das cuenta de que no fue un destino hostil sino tu
propia actitud lo que te trajo obstáculos e infe?licidad entonces puedes ver las cosas
inconscientes que originaron los sucesos indeseados. Una vez que veas que hay una conexión
entre causa y efecto, te das cuenta de que el destino no está sujeto a un poder ciego y malévolo
ajeno a nosotros. A partir de ese momento, el indivi?duo deja de ser impotente. En verdad, los
seres humanos nunca han estado desamparados en contra de cualquier fuerza o poder externos,
que están en un estado de impotencia ante procesos internos hasta que los reconocen y cambian.
Así es el camino. A medida que descubres de tus experiencias negativas dentro de ti te vas
volviendo capaz de transformarlas. Para crear un destino favorable de manera deliberada es
necesario que comprendas más de la fuerza creativa del universo y de que manera la puedes
utilizar.
El principio masculino
Activar significa que la entidad consciente de?liberadamente busca, pone en movimiento,
se mueve hacia, causa, determina o usa estas fuerzas voluntariamente llamándolas a la acción y
quitando cualquier obstáculo que pudiera sur?gir. El esfuerzo y la perseverancia son parte
integral del poner las fuerzas creativas en ac?ción. Esto es un hacer de manera activa. Podemos
llamarlo el principio masculino dentro de la creación.
La actitud de “permitir que las cosas sigan su curso" significa ser receptivo y esperar.
También es un movimiento, puesto que todo lo que está vivo debe moverse. Pero este tipo de
movimiento es muy diferente de aquél del principio activador. El principio activador se mueve
hacia afuera dirigiéndose hacia otro estado, mientras que el ánimo de permitir que las cosas sigan
su curso es un movimiento dentro de sí mismo, es un movimiento involuntario de pulsación. El
movimiento de activación, en cambio, es delibe?rado y auto-afirmativo. Las palabras son
insuficientes para explicar estos hechos así que ten?drán que escuchar con su oído interior y
utilizar su imaginación y sus facultades más profundas para percibir lo que les estoy diciendo.
El principio femenino
La actitud de permitir que las cosas sigan su curso está sostenida por una actitud de esperar
paciente y confiada, en permitir que el proceso madure hasta fructificar, en someterse a las
fuerzas que están en movimiento. Éste puede ser llamado el principio femenino de la creación.
Tal como dije antes, los principios masculino y femenino existen en cada tarea y en cada
creativo. El acto auto- afirmativo y voluntario expresa confianza en sí mismo y conocimiento de
la propia naturaleza divina. El aliarse a las fuerzas creativas, sometiéndose a ellas, muestra una
profunda confianza en la vida y en el estado del ser que no requiere ni un ápice más de
movimiento que la activación de los poderes en los que uno confía. Todo lo que funciona bien
en el universo, desde las más pequeñas manifestaciones de la vida mundana, combina estos dos
aspectos de la vida y de la conciencia. Nada puede crearse sin que estos dos principios actúen.
No es posible que se realice ninguna unión entre los dos sexos a menos que de estos principios
funcionen de la manera en que deben hacerlo. El placer supremo es posible en la medida en que
estas actitudes sean sanas, y hasta el nivel en el que la confianza en uno mismo y en la vida
permita que ambos principios se manifiesten.
Tanto los hombres como las mujeres representan ambos principios, solo cambia su
organización, énfasis, grado, proporción y relación del uno con el otro. El hombre sano e
integral no representa exclusivamente al principio activa?dor, del mismo modo que la mujer sana
e integrada no sólo representa al principio de permitir que las cosas sigan su curso. Los hombres
y las mujeres deben expresar ambos aspectos pero el énfasis de cada uno difiere y las áreas en las
que los dos aspectos creativos se manifies?tan también son diferentes.
Una vez que empiezas a pensar en esto y a mirar la vida con este nuevo enfoque que
reconoce a los dos principios en su funcionamiento, verás y comprenderás mucho más acer?ca de
la creación misma y acerca de los sucesos del mundo. Ya sea que abras un negocio, que inicies
una relación con otra persona, que seas el creador de tu destino o de un universo, todo dependerá
de la medida en la que comprendas y utilices de manera armoniosa los principios creativos
masculino y femenino y qué tan cons?ciente seas de ambos dejándolos que surjan de ti. Cuando
estos principios creativos se distor?sionan y se les utiliza de manera equivocada generan
confusión y falta de armonía. El resul?tado no puede ser más que la destrucción.
La interacción armoniosa
Esta interacción entre hombre y mujer expresa los dos lados del poder creativo de una
manera muy obvia. La unión de los sexos es satisfactoria en la medida en que los dos lados estén
en armonía al interior de cada uno de los miembros de la pareja. La armonía entre ellos sólo se
establece cuando se cumple esta condición.
Es correcto que un hombre tema a sus fuerzas activadoras mientras no es consciente de su
destructividad y por lo tanto no la puede controlar, lo mismo que una mujer puede temer la
entrega total mientras se sienta desamparada por la razón distorsionada que sea. Si no posee sus
poderes intrínsecos, la entrega puede ser debilitadora y peligrosa. Dado que los hombres y las
mujeres expresan los principios tanto mas?culino como femenino, ambos tienen que lim?piar sus
poderes activadores de violencia y de hostilidad. Y los dos tienen que reconocer que la causa de
todo lo que les sucede se encuentra en su ser, en vez de culpar a los factores externos por su
sufrimiento.
Al trabajar sobre sí mismo dentro de un camino de auto- transformación, hombres y
mujeres pasan a través de patrones idénticos del ser inferior. Encuentran su falsa agresión,
hostilidad, violencia, sobre- actividad, impaciencia y negativa a esperar que fructifiquen los
poderes. También encuentran su falsa receptividad y su falso permitir el curso de las cosas,
esto es, su negativa a reconocer su responsabilidad, su pereza su tendencia a seguir el camino
del menor esfuerzo. Una de las maneras de evadir la responsabilidad consiste en encontrar una
autoridad que se encargue de ella. Hombres y mujeres deben trabajar sobre los mismos proble?
mas, pero su interacción se realiza en un nivel complementario y no igual.
No es posible alcanzar la realización personal si no se convierten en hombres y mujeres
íntegros en el sentido más profundo de la palabra. Es por esto que los problemas humanos
siempre tienen que ver antes que nada con la relación entre los dos sexos. No importa qué otros
problemas tengan los seres humanos siempre están, al menos indirectamente relacionados con su
masculinidad o su feminidad. La expresión y el manejo de los principios creativos masculinos y
femenino permea toda su personalidad.
El papel de los dos principios en la realización de cualquier tarea
Tomemos un ejemplo en el trabajo. ¿Cómo pueden tener éxito en el trabajo si su principio
activador está ausente o apagado y ustedes no son lo bastante emprendedores y sanamente
agresivos, o si no saben activar sus poderes creativos y los retienen? ¿Qué sucede si los dejan
salir, pero las fuerzas activadoras son hostiles y antisociales? En ese caso inevitable?mente
tendrán problemas con su entorno, inde?pendientemente de sus capacidades profesiona?les. Si
falta el espíritu amoroso no desearán contribuir a la vida con, ni a través de su trabajo. De modo
que no podrá haber nada creativo en él y los poderes espirituales profundos no se manifestarán.
Si, a pesar de todo, desean enriquecer la vida, podrán con seguridad enriquecerse a través de, su
actividad, sin sentirse falsamente culpables por su sana agresividad. La activación creativa se
encargará, de servir a los dos de manera equilibrada, enriqueciendo a los otros y al ser en todas
las maneras posibles.
¿Y cómo sería posible que lo activado madure si el principio creativo femenino no puede
funcionar dejando que las cosas sigan su curso, esperando que fructifiquen mediante la confianza
en las fuerzas puestas en acción? Sus poderes intuitivos llegan a su conciencia sólo cuando el
espíritu receptivo de permitir que las cosas sigan su curso prevalece después de la activación.
Entonces pueden dejarse guiar de acuerdo con la más alta sabiduría, la de la inspiración creativa
indispensable para el éxito de cualquier trabajo. Esto también consiste en dos aspectos: la
inspiración debe ser activada deliberadamente por la mente pero la mente debe permitir que fluya
libremente para que se manifieste sin su interferencia.
Las leyes que estoy señalando aquí son válidas dentro de cualquier tarea o realización. Ya
sea que hagan trabajo doméstico, o que trabajen como artistas, científicos o cualquier otra cosa,
la ley es siempre la misma, aunque la proporción en el que estos principios funcionan; puede
variar. El simple trabajo doméstico puede ser realizado de manera mecánica con relativa
eficiencia, pero también puede ser un acto creativo si se realiza con ese ánimo. Pero el trabajo
artístico, científico o espiritual nunca puede tener éxito a menos de que se sigan estas leyes de la
creación.
Así que su trabajo fracasará al igual que lo harán sus relaciones humanas y de pareja
cuando los principios masculino y femenino no interactúen adecuadamente para
complementarse. No hace falta decir que en todas estas áreas la relación entre los dos aspectos de
creación varía en cuanto al énfasis y el tiempo de cada fase.
Si uno de los dos principios funciona de manera sana, el otro debe estar igualmente bien.
No es posible que uno esté sano y el otro esté distorsionado. De modo que el hombre que tiene
dificultades para poner a funcionar su activación dentro de un área específica de su vida,
seguramente tiene problemas para permi?tir que las cosas sigan su curso y dejarse llevar en otra.
Sería falso pensar que el hombre que no es suficientemente activo y agresivo lo es en todos los
aspectos de su personalidad. Inevita?blemente descubrirá un área en la cual es hiperactivo,
excesivamente masculino - precisamente ahí en donde debería funcionar el prin?cipio femenino.
La distorsión es una compensa?ción por la poca actividad en el sitio en donde deberla ejercitar su
fuerza activadora masculina pero no lo hace. Inversamente, un hombre que expresa una forma
exagerada del principio masculino debe encerrar áreas en las que es demasiado pasivo y que
expresan su principio femenino distorsionado. Estos ejemplos son aplicables de la misma manera
a las mujeres.
Equilibrar los dos principios dentro de cada individuo
La manifestación de los principios masculino y femenino en la vida interior de cada
individuo es una parte sustancial de la realización perso?nal. Debes estar especialmente atento a
estos principios dentro de tu trabajo sobre ti mismo. La verdadera espiritualidad debe
convertirlos en hombres y mujeres completos en el mejor sentido y en todos los niveles de su
existencia. Su crecimiento inevitablemente armonizará estos niveles. Pero cada uno debe
descubrir mediante el auto- examen de qué modo y en qué sentido existe una falta de armonía o
un desequilibrio.
Cuando seas capaz de amar verdaderamente, estos principios se expresarán en ti de
maneratotal. O por decirlo de otra manera, la deliberada activación del poder creativo en su
máximo potencial gracias a que ya no temes tu propia destructividad y a que tienes confianza
en los poderes universales para que terminen adecuadamente lo que de manera voluntaria
pusiste en movimiento, no tendrás miedo de entregar a tu ego voluntarioso a un poder superior,
siendo entonces capaz de amar. Todo lo que hagas con este ánimo será creativo y combinará
los dos aspectos de la creación. El deseo de dar la vida nunca estará amenazado por el
empobrecimiento de ti mismo, sino todo lo contrario. El hombre amoroso activará un poder
sublime en él y en su pareja con el propósito de enriquecer a ambos. La confianza que su mujer
tiene en él estará garantizada permitiendo que su entrega sea acertada y digna, lo cual fortalecerá
su personalidad. El abandono de su determinado ego será una experiencia deseada que no tiene
por qué temer y la activación de él se vuelve entonces algo enormemente enriquecedor para los
dos. Esto es algo muy diferente del tipo de activación que el hombre pseudo-controlador. Él sólo
tiene una actitud que oprime a la mujer con el fin de exaltarse a sí mismo haciendo que ella
justificada y razonablemente tema entregarse. De este modo él está obstaculizando el desarrollo
de ella como mujer.
La entrega de la mujer enamorada realza el dominio de la auto-activación de su compañe?
ro. Ella estimula la realización completa de su persona sin competir con su activación porque
esto ya no constituye una amenaza, pero su receptividad no debe ser confundida con la
pasividad paralizada que no es sino una distorsión de una feminidad sana. La actividad pulsante
del alma en el estado receptivo de permitir que las cosas sigan su curso, el estado de ser y de
entregarse, es una fuerza vibrante que contribuye a la masculinidad y a la fuerza de su pareja.
Es posible experimentar algo completa?mente nuevo haciendo que la actitud de permitir el
curso de las cosas sea una decisión deliberada para seguir al principio activo en un cierto
momento reconociendo que se deben asumir otras facultades. El principio activador de
convertirse en algo hace que sucedan cosas de manera deliberada, el principio de simplemente
ser se auto?perpetúa de manera involuntaria; sus efectos llegan de manera indirecta.
El Pathwork requiere de la combinación estos dos aspectos y quiero mostrarles cómo
funciona.
No es posible eliminar ninguna obstruc?ción ni ninguna infelicidad a menos de que la
Persona, hombre o mujer, utilice su poder activador. Es necesario que deliberadamente
enciendas este poder asumiendo tu potencial y a convertirte en una persona feliz. Ni tampoco
debes evitar descubrir la causa de la infelicidad dentro de ti mismo. En otras palabras es
necesario que una persona busque corregir los errores que hay en su interior y al mismo tiempo
deliberadamente llame a su sabiduría y a un poder superior dentro del ser para que le den sentido
a esa tarea. La mente pone en acción a la voluntad y define los pasos que se deben dar, al
tiempo que llama a una sabiduría superior interna. Todas éstas son verdaderas actividades con
sus propias características Pero una vez dados estos pasos, el principio receptivo debe ponerse a
trabajar, una vez que estas fuerzas han sido activadas, la entidad debe dejarlas que fructifiquen.
La persona que no es capaz de esperar a que esto suceda, sino que quiere resultados inmediatos y
los atribuye únicamente a su activación, viola el principio femenino de la creación en cuestión.
De este modo es imposible que haya éxito o tal vez lo habrá hasta ahí en donde los dos factores
pudieron funcionar. Una semilla que se siembra no puede sacarse inmediatamente convertida en
planta. Se le debe dar tiempo para que germine dentro de la tierra hasta que aparezca el brote.
Las leyes agrícolas demuestran maravillosamente la totalidad de los dos aspectos de la creación.
El Pathwork es un acto creativo deliberado de este tipo, y utiliza los dos princi?pios en la misma
medida.
Benditos sean, amigos míos, cada uno de ustedes. Encuentren nueva fuerza y nuevos
estímulos en estas palabras y que una nueva apertura de puertas les ayude a salir de donde han
estado atorados. Tal vez mis palabras en?contrarán un eco en su corazón capaz de echar a andar
dentro de ustedes algo que les haga desear activar aún más su búsqueda en la direc?ción que
conduce a la profundidad de su ser. Una vez que hayan enfrentado, aceptado, com?prendido y
eliminado los obstáculos, sus más altos poderes creativos podrán empezar a desa?rrollarse.
Benditos sean, hagan florecer cada vez más la grandeza y la belleza que inherente?mente son:
¡Dios!
3
Saludos y bendiciones para todos los pre?sentes, mis queridos amigos. Bendita sea esta
hora.
Esta noche quiero hablarles de tres fuerzas muy especiales en el universo: la fuerza del
amor tal como se manifiesta entre los dos sexos, la fuerza erótica y la fuerza sexual. Éstos son
tres principios o fuerzas claramente diferenciados que se manifiestan de maneras distintas en
cada nivel, desde el más alto hasta el más bajo. La humanidad siempre los ha confundido y, de
hecho, comúnmente se sabe poco respecto de su existencia independiente y de sus diferencias.
La confusión al respecto es tan grande que vale la pena aclarar las cosas.
La fuerza sexual
La fuerza sexual es la fuerza creativa en cualquier nivel de la existencia. En las esferas
más altas esta misma fuerza crea la vida espiritual, las ideas espirituales, lo mismo que los
conceptos y los principios espirituales. En los planos inferiores, la fuerza sexual pura y no
espiritualizada crea la vida tal como se manifiesta en esa esfera; crea el caparazón o vehículo
de la entidad destinada a vivir en ese plano.
La fuerza sexual en sí misma es terriblemente egoísta. Suele decirse que sexo sin eros y
sin amor es algo completamente animal. El sexo puro existe en todas las criaturas: animales,
plantas y minerales. El eros empieza en el nivel de desarrollo en el que el alma se encarna como
ser humano. Y el amor puro sólo se encuentra en los dominios espirituales más elevados. Esto no
significa que el eros y el sexo ya no están presentes en los seres de más alto desarrollo, sino que
se mezclan de manera armoniosa, se refinan y se vuelven cada vez menos egoístas. Tampoco
quiero decir que los seres humanos no deben tratar de alcanzar esa armonización de las tres
fuerzas.
En casos excepcionales, que solemos lla?mar amor platónico, puede existir eros solo, sin
sexo y sin amor, pero por tiempo limitado. Pero en el caso de personas relativamente sanas, tarde
o temprano se mezclan el eros y el sexo. La fuerza sexual en vez de ser suprimida es conducida
por la fuerza erótica y ambas fluyen dentro de una misma corriente. Mientras más separadas
estén las tres fuerzas, la personalidad mostrará un menor estado de salud.
Otra combinación frecuente, especialmente en relaciones muy duraderas, es la coexistencia
genuina de amor con sexo, pero sin eros. A pesar de que él amor no puede ser perfecto si no se
unen las tres fuerzas, en este caso hay mucho cariño, compañerismo, afecto, respeto mutuo y una
relación sexual carente de la chispa erótica que se evaporó tiempo atrás. Cuando falta el ero la
fuerza sexual sufrirá eventualmente. Éste es el problema de la mayo?ría de los matrimonios.
Difícilmente encontraremos un ser humano que no se plantee la pregunta de qué hacer para
mantener la chispa dentro de una relación, ya que parece desaparecer a medida que se instalan
los hábitos y la familiaridad. Y aunque nunca se hayan planteado la pregunta en términos de las
tres fuerzas, de cualquier modo saben y sienten que algo que estaba presente al principio del
matrimonio se ha ido; esa es la chispa del eros. Así que se enfrascan en un círculo vicioso y
sienten que el matrimonio es una proposición sin esperanza. No, amigos, no es así, aunque
todavía no puedan alcanzar el ideal.
El verdadero Matrimonio
Sólo cuando dos personas son capaces de hacer eso pueden purificarse juntos y por ese
camino ayudarse uno al otro. Dos almas desarrolla pueden enriquecerse una a la otra a través la
auto revelación y de la búsqueda en las profundidades de la otra alma. Es así como lo que existe
en el fondo de cada alma surgirá a la conciencia, posibilitando la purificación. De esa manera,
se mantendrá la chispa de la vida para que la relación nunca se estanque ni degenere hacia un
callejón sin salida. Ustedes que están dentro de este camino y que siguen los diferentes pasos de
estas enseñanzas podrán vencer trampas y los peligros de las relaciones maritales con mayor
facilidad y también reparar los daños causados involuntariamente.
De este modo, amigos míos, no sólo mantienen el eros esa vibrante fuerza vital, sino que
también lo transforman en verdadero amor. Sólo en un verdadero compañerismo de amor y eros
podrán descubrir en su pareja nuevos niveles del ser que no habían percibido antes. Y ustedes
mismos se purificaran al dejar de lado su orgullo y al revelarse tal como realmente son. Su
relación siempre será nueva, independiente?mente de qué tanto crean que conocen a su pareja.
Todas las máscaras deben caer, no sólo superficiales, sino también aquéllas más profundas de las
que tal vez ni siquiera tengan conciencia. Entonces su amor permanecerá vivo, no será estático
ni se estancará. Nunca tendrán que buscar en otra parte. Hay tanto por descubrir en las tierras de
la otra alma que han escogido, ha quien siguen respetando, pero en la que parecen haber perdido
la chispa que alguna vez los juntó. Jamás tendrán que temer el perder el amor de su pareja y
este miedo sólo se justificará si se abstienen de tomar juntos el riesgo del viaje de la auto
revelación de uno mismo. Esto, amigos míos, es el verdadero sentido del matrimonio, y es la
única manera de converti?rlo en la dicha que debe ser.
Aislamiento
Cada uno de ustedes debe preguntarse a fondo si tiene miedo de abandonar las cuatro
paredes de su aislamiento. Algunos de mis amigos no se dan cuenta de que quedarse aislado es
casi un deseo consciente. A muchos de ustedes les pasa esto; desean el matrimonio porque una
parte de ustedes lo anhela y también porque no quieren estar solos. Se pueden agregar muchas
razones banales y superficiales para explicar ese anhelo en el fondo de su amia. Pero además de
él y de los motivos superficiales y egoístas de su deseo insatisfecho de tener una pareja, también
debe no existir una disposición para arriesgar el viaje y la aventura de revelarse a uno mismo.
Todavía tienen que completar una parte entera de su vida; ya sea en esta o en vidas futuras.
En caso de que estén solos, este conocimiento y esta verdad pueden servirles para reparar
el daño que le han hecho a su propia alma al guardar ideas equivocadas en su inconsciente.
Puede ser que descubran su miedo al viaje lleno de aventuras con otra persona lo cual explicaría
su soledad. Esta comprensión puede ser útil e incluso permitir que sus emociones cambien lo
suficiente como para hace cambiar su vida exterior. Todo depende d ustedes. Quienquiera que no
esté dispuesto tomar este riesgo no puede tener éxito en aventura más grande conocida por la
humanidad: el matrimonio.
5
Reciprocidad:
ley y principio cósmicos
Saludos, amigos míos. Bendiciones y amor para cada uno de ustedes. El tema de la
conferencia de hoy es la reciprocidad. Lo voy a dividir en tres secciones: la reciprocidad como
un principio y una ley cósmica; la forma en que se manifiesta esa ley en la vida humana, y la
naturaleza y el origen de los obstáculos que entorpecen el equilibrio de la reciprocidad.
Ninguna creación se puede llevar a cabo si no existe reciprocidad. Reciprocidad significa
que dos entidades o aspectos aparente o superficialmente distintos se acercan con el propósito de
unirse para formar una totalidad. Se abren el uno al otro y cooperan y se afectan con el fin de
cear una nueva manifestación divina. Las formas nuevas de auto-expresión sólo pueden
realzarse cuando el ser se une con algo que lo trasciende. La reciprocidad es el movimiento que
sirve de puente entre la dualidad y la unidad. Ahí en donde hay separación, la reciprocidad debe
aparecer con el fin de eliminarla.
Nada puede ser creado a menos de que exista reciprocidad, ya sea que hablemos de una
nueva galaxia, de una obra de arte o de una buena relación entre seres humanos. Esto se aplica
desde la creación del objeto más simple. Primero es preciso que surja la idea del objeto en la
mente, pues sin la inspiración y la imaginación creativas que permiten a la mente ir más allá de
su conciencia previa de lo que ya existe, ni siquiera es posible elaborar un plan de acción. El
aspecto creativo tiene entonces que cooperar con el otro aspecto de la reciprocidad, básicamente
la ejecución, que implica trabajo, esfuerzo, perseverancia y disciplina. El primer aspecto, el
pensamiento creativo y la inspiración, no es capaz de completar la creación a menos de que se
ponga en acción el segundo aspecto, la ejecución o realización.
Los seres humanos suelen ser poco creativos por dos razones: ya sea que no estén
dispuestos a adoptar la disciplina necesaria para seguir sus propias ideas, o bien están demasiado
reprimidos emocional y espiritualmente como para abrir sus canales creativos.
Cuando la gente empieza a resolver sus conflictos internos volviéndose más sana y
equilibrada, encuentra las salidas a su creatividad personal y, en consecuencia, obtiene una
enorme satisfacción.
Ahora veamos la tercera, y tal vez la más importante, sección de esta conferencia. ¿Cuáles
son los obstáculos que prohiben la reciprocidad entre dos seres humanos? Generalmente esto se
explica, con cierta precisión, con base en los problemas de la gente. Pero esto no nos dice lo
suficiente.
La reciprocidad puede existir sólo en la medida en que los individuos conocen y están en
contacto con sus lados previamente ocultos. Así pues, si existe un desacuerdo entre la búsqueda
constante del bien, el amor y la decencia por un lado la tendencia inconsciente hacia la
destructividad por el otro, la reciprocidad no puede realizarse. Subrayo que la reciprocidad está
ausente porque los aspectos negativos están todavía presentes, sino porque no hay una
conciencia suficiente de ellos. Esta distinción es fundamental. Generalmente los seres humanos
abordan este problema de la manera exactamente opuesta. Piensan que primero deben
erradicar el mal que todavía existe, es de otro modo estaría traicionando la dicha que produce
la reciprocidad. El mal interior es demasiado terrible para ser reconocido, así que el
rompimiento entre la conciencia del ser y la negación inconsciente del ser se va ensanchando a
medida que avanza la vida.
Si te enajenas de tu propio inconsciente, tienes que sacar de algún modo lo que en el fondo
sabes que existe dentro de ti. Lo sacas ante otra persona afectando el nivel inconsciente y oculto
de su ser. Si no se utiliza esta llave, las relaciones necesariamente fallan o se vuelven estériles,
de modo que la verdadera reciprocidad no puede desarrollarse. Así que es fundamental que
obtengan un contacto creciente con los aspectos destructivos inconscientes de su ser. ¡Qué
difícil le parece a la gente tender un puente a través del abismo que existe entre el bien
consciente y el mal inconsciente! Cuántas luchas interponen las personas y cuántos individuos se
ven tentados a abandonar esta búsqueda porque les resulta demasiado doloroso y difícil aceptar
los aspectos previamente inaceptables de sí mismos. Sin embargo la vida no puede ser
verdaderamente vivida si no sucede eso.
La separación entre tu ser consciente y tu ser real, que incluye los aspectos inconscientes,
necesariamente aparece de nuevo como una separación entre tú y los demás a menos de que seas
consciente de la primera. Cobrar conciencia de tu ser real es empezar a corregir ese rompimiento
- la conciencia lo disminuye y eventualmente te llevará a aceptar lo que antes negabas. Si no
existe reciprocidad entre ti mismo y todos tus aspectos debido a que tus ideas, tus exigencias y
tus expectativas sobre tu persona son irreales, es absolutamente impensable que pueda existir
reciprocidad entre otra persona y tú.
La reciprocidad entre tú y tu ser real no existe cuando rechazas el mal que existe dentro de
ti. Al rechazar el mal, ignoras y rechazas la energía vital, original y creativa que contiene todo
mal. Esa energía debe ponerse a tu disposición para que puedas intégrale. La energía sólo puede
transformarse cuando seas consciente de su forma distorsionada, pero cuando rechazas su
manifestación actual, ¿cómo vas a poder modificarla? Así que permaneces escindido dentro de
ti. Y cuando la escisión no es consciente no hace sino reflejarse en tus relaciones - o en la falta
de ellas. No importa qué tan malo; inaceptable sea algún aspecto de tu persona, no importa qué
tan indeseable y destructivo, la energía y la sustancia que lo constituyen son una fuerza vital sin
la cual no puedes funcionar cabalmente. Sólo como una persona integral vas a poder mantener el
placer y sólo siendo completamente consciente serás esa persona integral. Sólo entonces podrás
dejar de bloquear el movimiento expansivo y dejarte fluir hacia el universo de otra entidad
permaneciendo abierto para recibir los flujos de su energía y de su alma.
La falta de unión que hay en ti no puede crear unión con los otros. Sería completamente
absurdo esperar eso. Sin embargo, no tienes que esperar hasta estar completamente unificado.
Seguramente podrás ahondar en la aceptación de ti mismo si tomas tus relaciones actuales y las
usas como medida para saber en dónde se encuentra tu propia ruptura interna y en dónde estás
con relación a tu disposición para aceptar tus partes negativas. Al mismo tiempo, tu capacidad
para establecer la reciprocidad crecerá proporcionalmente a tu aceptación de ti mismo. De modo
que tus relaciones mejorarán y se volverán más profundas y significativas. La aceptación de todo
lo que has rechazado en ti porque te negabas a ser consciente de ello producirá cada vez una
mayor aceptación y comprensión de los demás. Así se irá haciendo posible la reciprocidad.
Igualmente, si no puedes aceptar el mal en tu interior, y piensas: "Primero debo ser
perfecto antes de aceptarme, amarme, tenerme confianza y valorarme", es obvio que tendrás esa
misma actitud hacia otra persona. Y cuando la realidad te haga ver que él o ella está muy lejos de
la perfección, lo o la rechazarás del mismo modo en que te rechazas a ti mismo. La diferencia es
que la mayor parte del tiempo te las arreglas para no darte cuenta de lo que estás haciendo
contigo, lo cual es muy triste. Te las arreglas para no ver el rechazo de tu persona imperfecta al
igual que la del otro. Intelectualizas la situación y creas un rompimiento que imposibilita la
reciprocidad y la felicidad.
Todos ustedes pueden usar lo que les estoy diciendo como una llave muy práctica e
inmediata para su trabajo interno. Pueden revisar sus relaciones con su familia, con su pareja, sus
socios, sus amigos, sus contactos de negocios. Miren de cerca cualquier situación en la que
tengan contacto con otras gentes y donde algo les moleste. ¿En qué grado están verdaderamente
abiertos a la realidad de la otra persona? Si contestan esta pregunta con honestidad y ven que no
están abiertos, entonces podrán usar esta llave para ustedes mismos. Claro está que fácilmente
pueden evitar ver esto dándose todo tipo de explicaciones, justificaciones y racionalizaciones -e
incluso con su propia culpabilización que tan fácilmente se puede confundir con la auto—
aceptación, pero que tiene tan poco que ver con ella como la y auto-negación abierta. En los
niveles emocionales más profundos verán que en muchos casos su disposición para aceptar a los
demás tal como son es muy pequeña. Conforme descubran su intolerancia y su actitud crítica,
automáticamente sabrán que hacen lo mismo consigo.
Si tienes relaciones superficiales e insatisfactorias carentes de profundidad, gratificación e
intimidad, en las que sólo te dejas conocer de manera superficial - tal vez sólo mostrando tu ser
idealizado, el cual piensas que es lo único aceptable que hay en ti- entonces tendrás otra buena
medida de cómo andas internamente. No estás arriesgando nada porque eres incapaz de
aceptarte, así que no puedes creer que tu ser verdadero y genuino sea aceptable, ni puedes
aceptar a los demás en su actual nivel de desarrollo. Todo esto excluye la reciprocidad.
El movimiento de abrirse y dejar entrar, la felicidad relajada de navegar hacia otro
campo de energía y aceptar su emanación —esa felicidad es insoportable y parece peligrosa
cuando te odias a ti mismo. Cuando te cierras después de cada apertura temporal, puedes darte
cuenta de que esto no sucede porque eres malo y, por tanto, no te mereces esa felicidad, sino
porque no puedes aceptar la totalidad de las fuerzas y energías que existen en ti ahora. Por lo
tanto, te quedas bloqueado en tus contracciones y no las puedes convertir en expansiones.
Así que el principio de la mutualidad primero debe ser aplicado a la relación entre tu ser
interior y tú. Sólo entonces puede extenderse a tus relaciones con los demás. Pero déjenme
decirles, amigos míos, desde el punto de vista de un nivel más elevado de conciencia, que toda
la separación que parece tan verdadera en su realidad es una ilusión tan grande como la de la
separación entre ustedes y su propio ser. Es una creación intelectual que aparece sólo como
resultado de lo que se niega. Al cerrar sus ojos y su conciencia a la persona total que son en este
momento, aparentemente crean dos seres: el aceptable y el inaceptable. Pero en realidad no
existen dos entidades, las dos son ustedes, ya sea que quieran saberlo ahora o no. ¿Pero en
realidad cada uno de ustedes es dos personas? Claro que no. La misma ilusión existe al
considerar a las entidades aparentemente separadas. En este caso la separación también es
arbitraria, un producto artificial de la mente. En realidad no existe semejante división. Tal vez
esto no sea fácil de comprender para ustedes en el nivel en el que se encuentran, pero es un
hecho que los seres humanos viven sumidos en esa tremenda ilusión de la separación, que es la
causa del dolor y de las luchas. En realidad todo es uno y cada entidad está conectada con todo
lo demás en el universo - y esto no es sólo una imagen poética. Sólo una conciencia permea el
universo y todo lo que hay en él. No obstante, pueden empezar a experimentar esa unidad sólo
cuando ya no haya una parte de ustedes negada, excluida o separada.
¿Tienen alguna pregunta sobre este tema?
Las conferencias de esta parte del libro presentan de manera muy detallada las creencias
prevalecientes, las expectativas infantiles, los sentimientos contradictorios y los patrones
negativos que nos separan. ¿Por qué es tan difícil alcanzar la unión con otro ser humano?
A pesar de que la palabra "inconsciente" se usa mucho en la actualidad, la mayoría de
nosotros no puede comprender realmente lo que significa tener una reserva enorme de
sentimientos y pensamientos cuyo contenido no suele sernos accesible. Esto no sería importante
si el material inaccesible no influyera sobre nuestra visión del mundo, nuestra conducta o toda
nuestra vida. Pero sí lo hace, y con venganza. Así que es básico sacar ese material inconsciente a
la superficie para descubrir los secretos de nuestra alma que hemos mantenido escondidos aun
para nosotros mismos.
Después de describir el territorio interior que habremos de explorar, el Guía nos da
instrucciones precisas sobre cómo hacer para liberar el contenido de nuestro inconsciente con e1
fin de hacerlo accesible al análisis. Una vez que vemos lo que hay, las paredes interiores
comienzan a derrumbarse y entonces podemos trabajar sobre la auto-transformación.
Es como si el Guía nos llevara hasta la cima de una enorme montaña para que pudiéramos
ver lo mismo que él cuando pone su mirada sobre la vida humana. Nos muestra las diferentes
regiones de nuestra alma, aquellas que están sanas e íntegras, lo mismo que las que tienen
defectos; los lodazales emocionales en las que nuestras relaciones insatisfactorias echan raíces.
Descubrimos sorprendidos que rara vez sabemos lo que sentimos, deseamos, pensamos o
necesitamos de verdad. Cuando por fin estamos dispuestos a descubrir quiénes somos y cómo
funcionamos como pareja y como amigos, salen a la superficie los prejuicios infantiles, los
sentimientos confusos, miedos y culpas injustificados y los patrones de autocastigo. Al empezar
a buscar nuestros nudos y torceduras personales, es estimulante saber que la mayoría de nuestros
problemas tienen raíces comunes, porque todos somos humanos.
Nuestra primera tarea consiste en sanar nuestra propia alma, pero eso no quiere decir que
tenemos que esperar hasta haber alcanzado la armonía total antes de comprometernos dentro de
una relación. La vida debe ser vivida, pero siempre con base en una conciencia creciente. Así
nuestras relaciones mejorarán conforme con lo anterior.
Hay varias maneras de empujar el material inconsciente y vital para que salga de su
escondite. Una de ellas es la auto-observación meticulosa con una mente abierta y sin ánimo de
juzgar. No hay quien supere al Guía en su manera de conducir a quien busca la verdad a través
del laberinto de su mundo infantil para que pueda encontrar y domar sus monstruos personales.
Entonces nos preparamos más que nunca para abrir nuestros brazos y nuestros corazones.
Este viaje interior es también el camino a casa que nos conduce hacia el ser Divino. Puede
ser la mejor aventura de tu vida; ir del aislamiento hacia el amor libre de temores. ¿Estás listo
para embarcarte?
J.S.
6
El deseo de ser infeliz y el temor de amar
Saludos, mis queridos amigos. Les traigo bendiciones. Bendita sea esta hora.
El deseo de ser feliz existe en todo ser viviente. Sin embargo, el concepto de felicidad varía
de acuerdo con el desarrollo de cada individuo. La idea que tiene un bebé de la felicidad es la
satisfacción de todos sus deseos en ese instante y exactamente de la manera en que lo quiere.
Todos los seres humanos guardan una reminiscencia de esa expectativa infantil a lo largo de su
vida. Este concepto distorsionado eventualmente es capaz de causar una reacción en cadena a
partir de la cual otro deseo aparece en el alma humana, y se trata, por extraño que les parezca, del
deseo de ser infeliz.
El concepto maduro de la felicidad en su vías alto desarrollo puede expresarse con estas
palabras; "No dependo de las circunstancias externas, sin importar cuáles sean. Puedo ser feliz
bajo cualquier circunstancia porque se que aun los sucesos adversos y desagradables tienen una
razón de ser. Ellos me enseñarán algo para acercarme más a la libertad y a la felicidad."
La idea o concepto inmaduro de la felicidad puede formularse así: "Sólo puedo ser feliz si
obtengo lo que quiero, como lo deseo y cuando lo ansío. De otro modo seré infeliz." Esta
afirmación implica la exigencia de ser completamente aprobado, admirado y amado por
todos. En el momento en que cualquiera se rehuse a cumplir con esta exigencia, el mundo de la
persona inmadura se derrumba como si le hubieran arrebatado la felicidad para siempre. Claro
está que ningún adulto humano tiene semejante convicción intelectual, pero a nivel emocional sí
es así.
Para el ser poco desarrollado todo parece blanco y negro y no hay término medio. Si las
cosas suceden de acuerdo con sus deseos, entonces el mundo brilla. Pero si la más mínima cosa
va en contra de su voluntad, entonces el mundo se ve negro.
Cuando el bebé tiene hambre, los minutos parecen una eternidad, no sólo porque el infante
carece de un concepto del tiempo, sino también porque no sabe que el periodo que dura su
hambre pronto se acabará. Así que llora completamente desesperado, furioso e infeliz. Esa parte
de la personalidad, que se expresa con tanta libertad en la infancia, permanece escondida en la
psique del adulto. Ahí, encubierta por la conducta racional, sigue produciendo reacciones
similares.
La criatura muy pronto se da cuenta de que es imposible obtener el tipo de felicidad que
desea. Se siente dependiente dentro de un mundo cruel que niega lo que él cree que son sus
necesidades y que podrían ser satisfechas si el mundo fuera menos cruel.
El rechazo de la responsabilidad
Al mismo tiempo aparece otra reacción más. Uno no puede y no quiere asumir toda la
culpa de su fracaso, así que se culpa al medio que lo rodea. El argumento interior se formula así:
"Si me dejaran ser feliz a mi manera, amándome y aprobándome completamente y haciendo lo
que ansío, entonces podría ser perfecto. El obstáculo que me impide obtener lo que quiero se
haría aun lado. Así que es 'su' culpa. Mis fracasos sólo se deben a que constantemente me niegan
la satisfacción de mis deseos." De esta manera aparece un círculo vicioso especial de doble
sentido que, en una dirección, dice así: "Tengo que ser perfecto para ser amado y ser feliz."
Mientras que en la otra dirección dice: "Si pudiera tener la posición de control que necesito para
ser feliz, entonces no me sería difícil ser perfecto." Ninguna de estas metas puede ser alcanzada,
por ello la persona culpa al mundo por un lado y a su ser por el otro.
La idea equivocada de la felicidad necesariamente se encuentra ligada a una idea errónea
del amor pues, del mismo modo que sucede con la felicidad, el bebé que hay en ti cree que la
prueba del amor es que se satisfagan todos tus deseos. Así que para sentir que te aman necesitas
"esclavos" que se sometan a todos tus deseos: "Si me aman, me deben rendir homenaje; así
puedo poseer un súbdito." Y si crees que las cosas son de este modo, como lo cree el bebé que
hay dentro de cada ser humano es obvio que tendrás miedo de amar, pues cuando tú amas, tú eres
quien debe convertirse en un esclavo. Si observas tus reacciones con verdadera honestidad
descubrirás esos sentimientos en ti, aunque tal vez nunca hayas tenido el valor de reconocerlos.
Trata de recordar y reconoce esas ocasiones en las que deseaste tener un súbdito que te sirviera
en vez de un objeto para amar.
Conforme descubras tu propia distorsión infantil inconsciente en torno al amor, podrás
percibir las exigencias infantiles de la otra persona. Y, al tiempo que descubras la existencia de
las exigencias injustas de tu niño interno, podrás empezar a razonar con él. Entonces te darás
cuenta de que amar no significa abandonar la dignidad, la autonomía o la libertad y podrás dejar
de tener miedo de enamorarte. Por ahora inhibes tu capacidad para amar debido a tus ideas
confusas que identifican el amor con la sumisión y porque desconfías de los otros a causa de tu
descomunal demanda de ser amado y servido.
Siendo inmaduro, no aceptas la realidad, pues la realidad no siempre es perfecta ni
agradable: no satisface tus deseos de manera invariable. Sólo al crecer y aprender a enfrenta y
aceptar lo que existe en tu vida diaria y en tu emociones vas logrando perder el miedo a amar.
Conforme maduras te vas dando cuenta de que puedes tener la esperanza de llegar a la
satisfacción del amor sólo si empiezas desde el principio. Y tal vez uno de estos primeros pasos
sea la capacidad de permitir que los demás sientan por ti lo que quieran. Si eres capaz de darles
este "permiso interior" de manera auténtica, llegaras al punto en el que verdaderamente te
gustaran y respetarás a los demás, aun cuando no se sometan por completo a tu voluntad. En este
tipo de proceso gradual de crecimiento y maduración eventualmente lograrás superar el conflicto
que implica la contradicción entre tu anhelo de vivir el amor maravilloso y omnicomprensivo y
el miedo que te obliga a huir de él
Para que esto suceda, necesitas conocer el concepto correcto del amor. El amor es el poder
más grande del universo. Todas las enseñanzas y filosofías espirituales, las religiones e incluso la
psicología moderna proclaman esta verdad. Con amor eres poderoso, fuerte y estás seguro. Sin él
eres pobre, estás aislado, recluido y temeroso. El concepto correcto del amor incluye la
posibilidad de amar independientemente de que la otra persona te ame o no. Semejante amor e es
incondicional. Pero si todavía no estás preparado para eso, es inútil forzarte para lograrlo. La
compulsión y la incapacidad para alcanzarlo aumentarían tus sentimientos de fracaso y
culpabilidad. Y esto te llevaría hacia una tendencia auto-destructiva. Pero aun el deseo de amor
ideal y no egoísta podría fácilmente distorsionarse con base en un deseo de sufrir enfermizo. Así
que si por el momento no eres amado y te parece imposible el amar, simplemente reconócelo sin
culpa. Ése es el primer paso hacia la transformación.
El deseo de ser infeliz
¿Y cómo es que todo esto nos lleva a desear la infelicidad? He dicho que la personalidad
humana tiene cada vez más dificultades para encontrar la felicidad de acuerdo con las ideas
equivocadas construidas durante la infancia. En vez de encontrar la manera acertada de
reemplazar los conceptos erróneos con unos correctos, tratas de forzar la vida para que se adapte
a tus ideas equivocadas. Cuando esto demuestra ser imposible, buscas otra salida que parece ser
la solución, pero que a fin de cuentas resulta ser mucho más dañina a largo plazo. La
argumentación interna sigue desarrollándose en el inconsciente: "Dado que la felicidad me es
negada y que la infelicidad me es impuesta inevitablemente en contra de mi voluntad, lo mejor
que puedo hacer es sacarle el mayor provecho posible convirtiendo una obligación en un
derecho. Ya que no puedo evitar la infelicidad, más me vale disfrutarla. Es más, para librarme de
la humillación de sentir que soy una presa desamparada de la infelicidad que se me impone, yo la
provoco para no estar a merced suya."
Superficialmente esto puede parecer una solución inteligente, pero claro está que nunca lo
es. Aunque algunos aspectos de la infelicidad pueden ser disfrutados de una manera enfermiza,
existe la tendencia a que surjan otros aspectos muy dolorosos y que no pueden ser disfrutados en
absoluto. Pero de entrada esto es algo que ignoras. No se trata de algo que hayas negociado y,
cuando sucede no logras ver la conexión con el proceso que describí aquí. Dado que todo este
proceso es inconsciente nunca se conectan los aspectos desagradables de la infelicidad con la
idea de que ésta ha sido generada por ti. Sólo rastreando estas emociones y reacciones a lo largo
de tu trabajo personal podrás descubrir los patrones de cómo es que continúas, de las maneras
más sutiles y ocultas, provocando a la gente y atrayendo ciertas situaciones para poder acumular
incidentes infelices, injusticias, heridas, daños y lastimaduras. Una vez que descubres cómo has
provocado todo esto puedes también descubrir qué es lo que disfrutas en ello de cierto modo, sin
importar cuánto odies conscientemente algunos aspectos del asunto. Por ejemplo, puede ser que
disfrutes la provocación en sí o la lástima de ti mismo que surge cíe ella. Todo esto rara vez
ocurre de manera muy obvia, aunque a veces los demás lo pueden ver, pero tú no. La mayoría de
las veces sucede de forma tan sutil que escapa por completo a tu atención, a menos de que
verdaderamente desees descubrirlo.
Esta salida falsa también utiliza el siguiente argumento interno infantil: "Dado que sólo
existen el blanco y el negro y a mí me niegan el blanco, voy a disfrutar lo que es completamente
negro." Este proceso interno le da nuevas fuerzas a toda la reacción en cadena. Como el deseo de
ser infeliz es inconsciente, las lastimaduras sufridas en el proceso de provocar infelicidad te
hacen sentir aún más desadaptado y hacen que el mundo te parezca todavía más cruel e injusto.
A menudo se dice que la auto-destructidad, esto es, el deseo de ser infeliz, es el resultado
de sentimientos de culpa profundamente arraigados. Esto sólo es parcialmente cierto. Más bien
sucede al revés. La verdadera culpa y la vergüenza vienen de haber provocado la felicidad y de
acumular desgracias. Ésta es la madre todas las culpas.
Cuando estás listo para enfrentar todo esto dentro de ti, viviendo realmente estos
sentimientos, tu vida puede empezar a cambiar gradualmente en muchas maneras. Al reconocer
una y otra vez las formas en que te provocas la infelicidad, dejarás de hacerlo, y te darás cuenta
de que ya no lo necesitas. Cuando tu visión de la vida se vuelva más madura, dejarás de querer
controlarlo todo. Y en la medida en que voluntariamente dejes ese falso deseo, dejarás de
provocarte la infelicidad y las desgracias. Entonces habrás quitado uno de los obstáculos que le
impiden tener relaciones satisfactorias en las que te sentirás feliz amando y siendo amado.
Benditos sean, todos los que escuchan o leen mis palabras. Que la luz y la fuerza divina, la
verdad y el amor fluyan a través de ustedes aligeren su carga. Vayan en paz, vayan con Dios.
Saludos, mis muy queridos amigos. Benditos sean cada uno de ustedes. Bendita sea esta hora.
Que cada uno de ustedes encuentre guía ahí en donde más la necesita. En el sendero de la
búsqueda interna se aprende no sólo a lidiar mejor con las dificultades, sino también con los
momentos felices. La persona que aún se encuentra en la oscuridad y la ignorancia de estos
hechos de la existencia humana y del significado de la vida batalla con los sucesos felices con la
misma torpeza que con los desafortunados. Ambos necesitan sabiduría, madurez y el
conocimiento espiritual que da el verdadero deseo de auto-conocimiento, con el fin de que su
búsqueda se pueda efectuar de manera constructiva.
El deseo de ser amado vive en el alma de todo ser humano. Este afán en sí no sólo es legítimo y
sano, sino que, a su modo, es creativo, o nos lleva a volvernos creativos. La falta de amor puede
conducir a una parálisis de las fuerzas creativas del alma. Pero para satisfacer el ansia de amor, la
gente a menudo escoge un camino incorrecto, en parte porque éste es inconsciente. Mientras
dicho anhelo no puede ser analizado bajo la luz de la razón y la realidad, funciona de manera
abortiva y por lo tanto crea frustración. ¿Por qué es generalmente inconsciente ese deseo?
Primero analicemos la razón.
El ansia de amor del niño no tiene límite pero pronto se le lleva a sentir que semejante deseo de
amor exclusivo e ilimitado es incorrecto; así que se siente culpable al respecto. Es cierto que
querer un amor exclusivo e ilimitado es inmaduro y poco realista. Pero como su afán permanece
insatisfecho, el niño concluye equivocadamente que, en sí mismo, el deseo de amor es
incorrecto. La conclusión acertada sería: "El tipo de amor al que aspiraba hasta ahora no puede
ser mío. Pero de todos modos tengo derecho a ser amado. Lo cual puede suceder si, por mi
parte, yo aprendo a amar correctamente y con madurez."
La primera confusión, entonces, consiste en pensar que el anhelo de ser amado es vergonzoso.
Así que se le entierra y, como está sepultado, surgen muchas consecuencias desagradables.
Puedes pensar: "En mi caso ese afán no está inhumado en absoluto. Soy completamente
consciente de él." Sí, tal vez sí estés consciente del deseo, hasta cierto grado. Pero de todos
modos sólo eres parcialmente consciente de tu tristeza interior, del anhelo insatisfecho y de la
lucha interna para tapar esa pena y para encontrar un sustituto para el amor que te hace falta. La
lucha te consume y provoca reacciones que ponen en entredicho la mismísima meta que deseas
alcanzar. Cada uno de ustedes, a su modo, tiene que descubrir cómo y en dónde pueden
relacionar sus propios conflictos con esta lucha universal.
A pesar de tu vergüenza por tu deseo vehemente de ser amado y la consecuente supresión del
mismo, no puedes silenciar por completo esa potente voz interior. Ella está ahí, pero sólo se
puede expresar de maneras descarriadas y esa desviación es la causa de que no puedas obtener el
amor que ansias. Pero todavía no sabes cómo sucede y en tus profundidades piensas: "No debo
buscar ser amado. No tengo derecho a ser amado, pues no lo merezco. Por eso no lo consigo."
Pero la voz interior nunca puede ser acallada y sigue luchando con sus métodos errados, con la
mismísima actitud que te hace menos susceptible de ser amado. Si abandonaras la forma
equivocada de buscar, te darías cuenta de que tu ser real puede ser y será amado. Entonces se
rompería el círculo vicioso.
¿Pero en qué consiste esa manera errónea? Sustituyes tu deseo de ser amado por el afán de ser
aprobado, de brillar, de ser mejor que los demás, de impresionar a la gente, de ser importante. De
algún modo esto parece menos vergonzoso. Así que pasas por la vida poniéndote a prueba. La
sustitución puede asumir formas variadas. La gente debe estar de acuerdo contigo, debe seguir
tus pasos, o tienes que demostrarle que tú estás de acuerdo con ellos, que te adaptas a la opinión
pública o a la opinión de ciertas personas, o a lo que crees que es su opinión -lo cual no siempre
es igual. Éstas y otras formas no son sino meros sustitutos de tu anhelo de ser amado.
La tendencia frecuente a adaptarse, a ser "el niño obediente" es parte de este conflicto. Según el
tipo de individuos se manifiestan diferentes tipos de actitudes. Dentro de ti no eres consciente del
deseo original y a menudo tampoco del substituto, el de acreditarte ante los demás.
La compulsión de probar algo existe en todo el mundo, sólo hay diferencias de grado. Mientras
no comprendas su naturaleza una vez que haya verificado su existencia en tu interior no podrás
ver ninguna solución y serás incapaz de abandonar esa lucha compulsiva. Pero si buscas en la
dirección correcta no sólo sabrás intelectualmente que existe la tristeza por tu insatisfacción,
sino que también la sentirás -lo cual es bueno. Entonces te darás cuenta que tu lucha por ser
aprobado, por demostrar una u otra cosa te hace ser egocéntrico, orgulloso, arrogante, superior -o
bien enfermizamente sumiso, lo cual tiende a volverte resentido. La batalla contribuye en una
parte bastante grande al resultado adverso de que la gente no te ame, a pesar de que podrías ser
amado si te liberaras de toda la capa que todavía desea una sustitución en vez de la realidad. Si te
has permitido sentir el anhelo original, sin temer la supuesta "humillación" y la "debilidad" que
esto implica, y sin tener miedo de sentir la simple tristeza que nunca tendrá un efecto malo sobre
tu alma, contribuirás muchísimo por alcanzar tu realización. Te darás cuenta de que no es que no
seas lo suficientemente bueno para ser amado, sino que lo inaceptable es la máscara artificial que
te construiste laboriosamente. Entonces no te abandonarás en una autocompasión dañina, sino
que crecerás lo suficiente como para destruir esas tendencias que te impiden recibir lo que
mereces.
Más aún, te darás cuenta de que tu lucha es completamente inútil. Nada que no sea auténtico
puede traerte éxito. Y una capa sobrexpuesta, que cubre un deseo original, nunca es germina. Y
aunque logres temporalmente obtener aquello por lo que estás batallando -admiración,
aprobación, o cualquier otra cosa- de todos modos te dejará insatisfecho y con un sabor amargo.
Te sentirás decepcionado porque nunca obtendrás el nivel de satisfacción que buscas y, más que
nada, porque no es eso lo que realmente ansias. Tu frustración y tu infelicidad siempre tienen
estas raíces.
Luchas interiormente como si tu vida estuviera en juego. Necesitas reconocer este conflicto antes
de que puedas ver tu deseo original de ser amado y la tristeza de que no 1o eres como podrías
serlo. Piensa qué tan a menudo te pasa que tus reacciones emocionales se desproporcionadas
cuando alguien no está de acuerdo contigo. Pero si estás profundamente convencido de que
alguien te ama con todo ; corazón y toda su bondad, manifestándolo con calor y ternura, el
desacuerdo no tiene importancia. Cada uno de ustedes podrá recordar es tipo de situaciones, lo
que tal vez sea una prueba de que mis palabras se aplican a su vida.
Una vez que reconozcas esas emociones tu persona podrás entender que estás lidiando por algo
que en realidad no deseas y que nunca podrás recibir una satisfacción proporcional a la
desesperada intensidad de tu lucha. En especial debes descubrir cómo esta batalla; por
comprobar algo, o demostrar que puedes de un modo u otro, hace salir lo peor de tu persona. ¿Y
qué es eso exactamente? El reconocimiento será mucho menos doloroso y más liberador de lo
que crees. Porque entonces comprenderás la razón por la que no fuiste amado como lo anhelabas
verás que no fue por ser quien eres, sin poder hacer nada al respecto. Esto te animará y te dará
fuerza.
A medida que disminuye tu lucha por acreditarte te vas preparando el camino para un amor real
y maduro. Tu mente en proceso de madurar te hará entender que el único tipo de amor que es
amor es aquel que te dan gratuitamente. Primero empezarás por dejar que la demás gente no te
ame si escoge no hacerlo. Eso te puede dar tristeza, pero no te pondrá tenso, ni compulsivo o
intenso. Esta tristeza estará libre de autocompasión y no será un verdadero problema para ti. Así
que no te hará ser desagradable.
Dar la libertad
Aprenderán cómo hacer el gesto generoso de darle la libertad a los otros no sólo para que se
equivoquen, para que estén en desacuerdo con ustedes o para tener las debilidades que tal vez
ustedes desaprueban, sino también para no amarlos. Si son conscientes de su deseo original, y
por lo tanto de su frustración, y de lo que hacen a partir de ella y, nuevamente a partir de esto, de
corriente forzante en su interior, entonces verán con claridad que son estas actitudes emocionales
de su inconsciente lo que les impide disfrutar el gratuito regalo del amor verdadero, y no el
hecho no ser suficientemente buenos. Entonces se encontrarán en el camino de ascenso.
Veamos más a fondo otro aspecto del proceso interno y universal que he descrito. Anhelas ser
amado al mismo tiempo que eres más o menos incapaz de dar amor, al menos en el nivel en que
lo deseas para ti mismo. En el mejor de los casos tu amor sólo funciona si la gente hace lo que
quieres. Por lo tanto le pides otros que hagan algo que interiormente no estás dispuesto a darles.
Les pides amor incondicional. Esperas ser tan bien comprendido que la gente te ame a pesar de
tus defectos y tus debilidades. No te das cuenta de que con esas debilidades lastimas y
decepcionas a los otros sin querer del mismo modo que ellos te lastiman y decepcionan debido a
sus propias debilidades. Tu quieres que te entiendan y te amen a pesar de todo, pero no estás
dispuesto a hacer lo mismo si las flaquezas de los otros te afectan negativamente. Esta exigencia
-tácita e inconsciente- es injusta. Es un orgullo disfrazado, pues pides una posición especial que
no estás dispuesto a concederle a los demás. Esta situación es tremendamente subjetiva y por lo
tanto irreal. Semejantes actitudes se manifiestan y afectan a las otras personas de una manera
mucho más fuerte de lo que puedes darte cuenta ahora. Es fácil ver que su efecto no te
favorecerá.
Así que es necesario que aprendas a amar, porque sólo entonces eso afectará a los otros de tal
modo que tendrán que darte amor. Al aprender a amar, el primer paso consiste en eliminar tu
subjetividad. El amor es objetividad entre muchas otras cosas. La subjetividad es egocéntrica, y
el amor y el egocentrismo no pueden coexistir. Todos saben que el amor no puede ser forzado;
crecerá orgánicamente a medida que hagan a un lado los obstáculos. Uno de los impedimentos
más grandes para que puedan dar y recibir amor es el egocentrismo inherente junto con la
subjetividad.
Ningún ser humano será nunca capaz de alcanzar el verdadero amor y la verdadera objetividad.
Pero hay grados. En la medida en que observes tu falta de objetividad, te aproximarás a ella y,
por ese camino, a la capacidad de amar, misma que crece sólidamente a medida que aumenta tu
disposición para hacerlo.
AI mismo tiempo, tu aptitud para amar crecerá proporcionalmente a la superación de tu terror de
no ser amado, o de no serlo exactamente de la forma y a la velocidad que lo quisieras. Reconoce
el temor que tienes a la máspequeña decepción y herida. Al enfocar tu visión interior en esa
dirección podrás ver que tu terror es una completa ilusión, producto de :u imaginación
exagerada. Esto es lo que hace que no estés dispuesto a amar. Así que tu capacidad de amar se
encuentra constantemente disminuida y paralizada. Cuando hayas alcanzado la capacidad de
tener una visión objetiva y desapegada ya no podrás dejar que los instintos enfermizos de los
demás te lastimen. Ya no te sumirás en la creencia equivocada de que una cierta tendencia
masoquista es una demostración de amor. Te liberarás de la ilusión de que cada pequeña herida o
decepción es una tragedia en contra de la cual tienes que resguardarte.
Recapitulemos. La solución al problema de saber cómo dar y recibir amor requiere que
reconozcas: 1. tus emociones sustituías que te gratifican a partir de la corriente sutil que forza a
los otros a amarte; 2. tu visión subjetiva, escondida en tus reacciones emocionales, que te
incapacita para dar amor; 3. tu mundo ilusorio en donde vives en el terror de ser rechazado; 4. 1
efecto de todo esto sobre tu personalidad y sobre tu entorno.
Alcanzar el reconocimiento pleno de esos elementos lleva tiempo, requiere perseverancia y una
gran voluntad de tu parte para enfrentar todo lo que hay en tu interior sin la más mínima reserva.
A medida que la verdad de estas palabras cobre vida en ti, de manera lenta pero segura,
gradualmente tenderás a cambiar estos elementos y actitudes. Esta disposición aumentará tu
capacidad de amar y podrás distinguir el tipo de amor que quieres dar a los otros dejando de
sentirte molesto al darte cuenta de que no todo el mundo te ama de acuerdo con las exigencias de
tu niño interno. Cuando alguien no te ame o de plano le desagrades, eso ya no será la tragedia
que es ahora.
Como al crecer y madurar ya no te sentirás mal porque no eres amado o porque no le gustas a
alguien, ya no mostrarás lo peor de tu persona. Tomarás las decepciones de la vida con cierta
ecuanimidad y serás capaz de sentir simpatía o, al menos, de tener una visión no distorsionada,
de la gente que te enoja. Ésta será la realidad profunda de tus emociones, no algo artificial y
fabricado.
Que estas palabras sean el principio de una nueva fase dentro de un nivel más profundo en cada
uno de ustedes. Recen para alcanzar una mayor comprensión de las palabras que les he dado hoy.
Benditos sean en nombre del Santísimo. Vayan en paz y alegría en su camino de liberación.
Muévanse hacia la madurez y la realidad con un espíritu paciente y alegre. Muchos serán los
frutos de este trabajo para aquellos que no lo abandonen. Benditos sean, vayan en paz, vayan con
Dios.
8
Así que siempre que juzguen a alguien, queridos amigos, cada vez que se sientan lastimados por
los errores o defectos de otros, por favor pregúntense: "¿Acaso no tengo yo, bajo un aspecto algo
diferente, un defecto igual? ¿Y la persona a quien juzgo tan duramente no tendrá algunas
cualidades de las que yo carezco?" Entonces piensen en esas cualidades buenas del otro y
recuerden también que deben preguntarse si no tienen defectos que la persona a la que juzgan y
resienten no tiene. Esta consideración les ayudará a evaluar su cólera en contra de los defectos de
los otros -especialmente su pareja de manera más objetiva. Y si de casualidad el resultado de
esta evaluación les dice que sus defectos en realidad son mucho menores y que sus cualidades
son mucho mayores que los del otro, eso es una razón de más para cultivar su tolerancia y su
comprensión. Si lo hicieran, entonces sí que estarían en un nivel más alto de desarrollo, lo cual
quiere decir, ante todo, la obligación de ser comprensivo y de perdonar. ¡Si no tienen esa
capacidad sus cualidades superiores no valen nada! Pero si realizan serios esfuerzos en esa
dirección, su ser divino les ayudará a ser más objetivos. Entonces con seguridad tendrán más paz
y lo que ahora les incomoda tanto dejará de molestarlos.
Siempre que están enojados por los defectos o errores de otra persona tiene que haber algo en
ustedes que tampoco está bien. Esto ya lo saben, amigos, pero lo olvidan una y otra vez frente a
las oportunidades de examinarse a sí mismos. No deberían estar tan preocupados por el hecho
de que la otra persona esté tan obviamente equivocada, muchísimo más equivocada que ustedes.
Traten de encontrar el granito de imperfección en ustedes en lugar de concentrarse en la montaña
del otro. ¡Es su granito enfermo de falta de verdad lo que les arrebata la paz y no la montaña de
errores del otro!
Existe otra forma de subjetividad extrema que surge de la misma raíz aunque se manifiesta de
una manera completamente diferente. Muchos seres humanos son muy severos con los que les
hacen sentir criticados y no amados o, al menos, inseguros. Esta severidad es una defensa. Si tú
estás seguro de tu valor, no te sentirás inseguro y por lo tanto desarrollarás una tolerancia natural.
Pero la mayoría de ustedes todavía están tan inseguros que echan mano de medidas defensivas
equivocadas. Esta actitud entra en la misma categoría que la idealización ciega de la persona
cuyo amor te hace sentir seguro. En tales casos no ves las mismas conductas que tan duramente
criticas en otros. Eso también es peligroso, mis queridos amigos, especialmente que esta
tendencia se presta mucho a autoengañarse creyendo que su idealización es ramor y tolerancia.
Tratan de convencerse de son tolerantes y buenos cuando cierran los ojos ante los defectos de la
gen te "que aman porque los aman a ustedes. No, amigos, esto no es amor verdadero. El amor
verdadero sólo puede ver la realidad. Si están listos para amar de la manera más vital y madura,
no tratarán de cerrar los ojos ante los defectos de la persona amada, sino que harán lo contrario.
Si insistes en cerrar los ojos es por dos razones. Una es el orgullo: la persona que has escogido
como tu amado o amada y que te ha escogido a ti no debe tener defectos que te parezcan
inaceptables. Claro que puedes admitir que tiene ciertos defectos, como admites que tú mismo
los tienes, pues sabes que no existe ningún ser humano que no tenga debilidades. Pero sigues
ignorando muchas tendencias, pensando conscientemente que tu actitud es una prueba de amor y
tolerancia, aunque surja de tu orgullo. La segunda razón es que en lo profundo de tu corazón
estás tan inseguro sobre tu capacidad de amar que necesitas una versión idealizada de la
personana amada. Tu amor no es real si estás obligado a ver a esta persona de manera
idealizada. Se trata más bien de una debilidad y de una forma de esclavitud.
El amor verdadero es la libertad, queridos amigos. Puede soportar la prueba de la verdad tal
como ésta es en el estado actual de desarrollo de la otra persona. Cuando lleguen a ese nivel,
podrán ver a su amado o amada tal como es y no como ustedes quieren que sea. Mientras cierren
los ojos ante la imagen real del otro no serán capaces de amar. De hecho, tan se dan cuenta de su
incapacidad, aunque en un nivel superficial o subconsciente, que hacen todo por mantener los
ojos cerrados por miedo a que, si vieran la verdad, ya no podrían seguir amando. El orgullo y su
actual incapacidad para amar verdaderamente les hace pasar de un extremo al otro. Ya sea que se
rehusen a ver a la persona que tienen tan cerca y que tanto quieren tal como en verdad es, o bien
la juzgan con demasiada severidad, aun en el caso de que la crítica esté justificada. El hecho
aislado ante el cual protestan tal vez sea válido, pero no su evaluación de la totalidad de la
persona, pues tiene una cantidad de facetas que ustedes no pueden conocer.
Enfoca tu visión
Les ruego que no digan de antemano que ven los defectos de las personas que aman,
especialmente de su pareja. Es cierto que pueden ver algunos de sus defectos, pero tal vez sólo
los que toleran, impidiéndose reconocer otros. Así que no tienen una concepción de la totalidad
de su persona. Ven una imagen que está tan distorsionada como cuando son severos e
intolerantes. En los dos casos la foto está fuera de foco, ambos son espejos que no reflejan la
realidad, cada uno de ellos la distorsiona de una manera diferente. Tienen tanto miedo de
acercarse a la verdad porque la emoción del niño para quien ver una verdad desagradable en la
persona amada es insoportable todavía vive en ustedes, porque ese reconocimiento los hace
retener su amor. Pero eso no es verdad en absoluto. Si se acercan a esta búsqueda en particular
a sabiendas de que su amor, en vez de debilitarse debe crecer y madurar, podrán vencer su
resistencia a descubrir la realidad.
Deben ver cuál de los dos extremos de la subjetividad es más importante que ustedes ataquen
primero. Las dos alternativas se aplican en todos, pero siempre hay una en primer plano, así que
empiecen concentrándose en ella.
La objetividad requiere de valor, amigos míos. Muchos de ustedes todavía son muy débiles para
ver la verdad en los otros o en sí mismos. El amor maduro significa amar a los otros a pesar de
sus defectos, conociéndolos, viéndolos, no cerrando los ojos para construir sobre lo bueno que
está ahí. El amor inmaduro implica ver a la otra persona en términos de esto o aquello, aunque tal
vez hayan moderado esta actitud al madurar intelectualmente. Tal vez admitan ciertos defectos
que no violan sus estándares y concepciones personales. El juzgar duramente a la gente como si
todos los seres humanos estuvieran en el mismo nivel de desarrollo es igualmente inmaduro. La
otra persona tal vez ni siquiera esté menos desarrollada que tú, él o ella puede estar desarrollada
en otros aspectos. Así que no puedes comparar o juzgar. Simplemente observa. Si no puedes
observar sin enojo, tienes que darte cuenta de que esa reacción surge del mismo origen que el
otro extremo, básicamente, que no puedes aceptar la imperfección y emocionalmente sigues
siendo como un niño. Observa tu incapacidad actual para amar. Reza para que puedas abandonar
tus ilusiones, tu vanidad, tu orgullo. Sobre esa base podrás entonces construir el amor verdadero.
Mis queridos, muy queridos amigos, están aquí ángeles de Dios para bendecirlos. Esta bendición
se extiende también a los que están ausentes, a todos los que siguen estas enseñanzas. Sigan en
este sendero, queridos míos, y ganarán la fuerza del amor y el entendimiento que será suyo sólo
cuando vayan a las profundidades de su ser para enfrentarse a sí mismos con la verdad. Vayan en
paz, vayan con Dios.
9
Mientras no seas consciente de este conflicto entre tu deseo de un amor perfecto de tus padres y
tu resentimiento en contra de ellos, estarás atado al intento de remediar la situación en tus años
subsiguientes. Esta lucha puede manifestarse en varios aspectos de tu vida. Corres
constantemente hacia los problemas y patrones repetitivos cuyo origen está en tu intento de
reproducir la situación de tu infancia con el fin de corregirla. Esta compulsión inconsciente es
un factor muy fuerte, ¡pero está muy escondida de tu comprensión consciente!
La manera más frecuente en que se trata de remediar esta situación es en la elección de una
pareja. Inconscientemente sabrás cómo escoger en tu pareja los aspectos del padre que se
quedó especialmente corto en afecto y amor genuinos y reales. Pero también buscas en tu pareja
aspectos del otro padre que se acercó más a la satisfacción de tus necesidades. Si bien es
importante encontrar tanto a tu padre como a tu madre representados en tu pareja, es aún más
importante y más difícil encontrar a aquél de ellos que te decepcionó y lastimó más. Así que
buscas a tus padres nuevamente -de una manera no consciente y nada fácil de detectar- en tus
parejas maritales, en tus amistades o en las otras relaciones humanas. En tu subconsciente
aparece la siguiente reacción: como el niño que hay en tu interior no puede deshacerse del
pasado, no puede asimilarlo, no puede perdonar, no puede comprender y aceptar, ese niño crea
siempre condiciones similares, tratando de ganar para finalmente controlar la situación en vez de
sucumbir ante ella. Perder equivale a ser completamente aniquilado -lo cual debe ser evitado a
cualquier costo. Pero el costo es realmente alto, pues toda la estrategia está destinada al fracaso.
Lo que tu niño interno te está pidiendo que hagas nunca podrá ser realizado.
Sólo después de que hayas experimentado todas estas emociones y de haber sincronizado el
"ahora" y el "entonces" podrás percatarte de cómo trataste de corregir la situación. Entonces
verás la falsedad del deseo inconsciente de recrear la herida de tu infancia, su frustrante
inutilidad. Vigilarás todos tus actos y tus reacciones con esta nueva comprensión interior,
entonces soltarás a tus padres. Dejarás tu infancia realmente atrás y empezarás con un nuevo
patrón de comportamiento infinitamente más constructivo y lleno de recompensas para ti y para
los demás. Ya no tratarás de dominar Ia situación que no pudiste dominar en tu infancia.
Continuarás desde donde estás ahora, olvidando y perdonando con toda sinceridad dentro de ti,
sin siquiera pensar que debes hacerlo Ya no necesitarás ser amado como lo necesitabas cuando
eras niño. Primero te darás cuenta de que esto es lo que todavía deseas, y luego dejarás de buscar
ese tipo de amor. Puesto que ya no eres un niño, buscarás el amor de un; manera diferente,
dándolo en vez de esperandolo. De cualquier modo debemos siempre insistir en que mucha gente
ni siquiera se da cuenta de que lo espera. Como la expectativa infantil fue tan frecuentemente
decepcionada esas personas se obligaron a abandonar toda las expectativas y deseos de amor.
Pero no hace falta decir que eso no es ni genuino ni sano pues se trata de un extremo equivocado.
Trabajar sobre este conflicto interno e de capital importancia para todos ustedes, con el fin de
que adquieran una nueva visión claridad en su búsqueda interna. Al principio estas palabras tal
vez sólo les den una sensación de haber echado un vistazo o de haber sentido una emoción
vibrante pero temporal, pero deberán serles útiles para abrir una puerta hacia un mejor
conocimiento de ustedes mismos, hacia la evaluación de su vida desde una perspectiva más
realista y más madura.
Ahora, díganme si tienen alguna pregunta. PREGUNTA: Me resulta muy difícil entender que uno
continuamente escoge un objeto amoroso que tiene
exactamente las mismas tendencias negativas de alguno de nuestros padres. ¿Acaso esa persona
efectivamente tiene esas tendencias? ¿O se trata de una proyección y su respuesta?
RESPUESTA: Pueden ser ambas cosas o una de las dos. De hecho, la mayor parte del tiempo se trata
de una combinación. Ciertos aspectos son buscados y encontrados inconscientemente y en efecto
son parecidos. Pero las similitudes existentes son realzadas por la persona que hace la recreación.
No son sólo cualidades proyectadas, "vistas" sin que realmente existan, sino que están latentes
sin que se les pueda ver. Esas actitudes son estimuladas y sacadas a la luz mediante la actitud de
la persona que tiene un problema interno no reconocido. Él o ella estimula algo en la otra
persona provocando la reacción que se parece a la de los padres. La provocación, que es
completamente inconsciente, es un factor muy importante. La totalidad de una personalidad
humana consiste en muchos rasgos. De éstos, algunos pueden ser realmente similares a algunos
de los de los padres de la persona que recrea una situación de su infancia. Lo más sorprendente
sería un tipo similar de inmadurez e incapacidad para amar. Eso, por si mismo, es suficiente y
poderoso como para lograr reproducir la misma situación.
Una persona no reacciona ante los otros de la manera en que lo hace ante ti porque tú eres quien
constantemente realiza la provocación que conduce las cosas hacia la reproducción de las
condiciones de tu infancia que pretendes corregir. Tu miedo, tu auto-castigo, tu frustración, tu
ira, tu hostilidad, tu retraimiento de la posibilidad de dar amor y afecto, todas esas tendencias del
niño que están presentes dentro de ti, constantemente provocan a la otra persona realzando una
respuesta de su parte débil e inmadura. Sin embargo, una persona más madura afecta a los demás
de una manera diferente sacando a la luz sus aspectos maduros e integrales, pues no existe nadie
que no tenga aspectos maduros.
PREGUNTA: ¿Cómo puedo distinguir si yo provoqué a la otra persona o si ella me provocó a mí?
RESPUESTA: No es necesario descubrir quién empezó, pues se trata de una reacción en cadena, de
un círculo vicioso. Es útil comenzar descubriendo tu propia provocación, la cual tal vez es una
respuesta a una provocación abierta o escondida de parte de la otra persona. Así te darás cuenta
de que tú provocas porque has sido provocado. Y debido a que haces esto, la otra persona
responde de la misma manera. Pero mientras examinas tus verdaderas razones y no las
superficiales, la razón por la cual te lastimaron inicialmente y por la cual tú provocaste, de
acuerdo con lo dicho en esta conferencia, ya no percibirás esa herida como algo desastroso.
Tendrás una reacción diferente ante la herida y, como consecuencia, ésta disminuirá
automáticamente. Así pues, ya no sentirás la necesidad de provocar al otro. Por otro lado, a
medida que tu necesidad de reproducir la situación de tu infancia disminuye, serás menos
retraído y lastimarás cada vez menos a los demás así que ya no tendrán por qué provocarte. Si lo
hacen, ahora entenderás que reaccionaron a partir de las mismas necesidades ciegas de la
infancia que tú. Ahora podrás ver cómo le otorgas motivaciones diferentes a la provocación de la
otra persona que a la tuya, aun cuando de hecho sabes que tú iniciaste la provocación. A medida
que alcanzas una nueva visión de tu propia herida, comprendiendo su verdadero origen,
obtendrás el mismo desapego de la reacción de la otra persona. Encontrarás exactamente las
mismas reacciones en ti y en los otros. Mientras el conflicto del niño permanezca sin resolver
dentro de ti, la diferencia parece enorme, pero cuando percibes la realidad, empiezas a romper el
círculo vicioso repetitivo.
Al percibir esta interacción con los demás, eso te quitará el sentimiento de aislamiento y
culpabilidad que todos cargan. Siempre estás fluctuando entre tu culpa y la acusación de
injusticia que diriges a los que te rodean. El niño dentro de ti se siente completamente distinto a
los demás, en un mundo aparte. Vive una ilusión muy dañina. Al resolver este conflicto, tu
percepción del resto de la gente aumentará. Hasta ahora eres muy inconsciente de la realidad de
los demás. Por un lado los acusas y te sientes continuamente lastimado por ellos pues no te
comprendes a ti mismo y, por lo tanto, no comprendes a las otras personas. Por el otro lado, y al
mismo tiempo, te rehusas a darte cuenta cuándo te lastiman. Esto parece paradójico pero no lo
es. Cuando experimentes tú mismo las interacciones explicadas esta noche verás que esto es
cierto. Mientras a veces exageras una herida, en otras ocasiones no te dejas saber que algo te
hirió porque tal vez eso no entra en tu idea de la situación. Puede ser que destruya la idea que tú
has construido o tal vez no corresponda con tu deseo del momento. Si la situación parece
favorable y entra en tu idea preconcebida, descartas todo lo que te incomoda, dejando que supure
bajo la superficie creando una hostilidad inconsciente. Toda esta reacción inhibe tus facultades
de intuición, al menos en este sentido especial.
La constante provocación que se lleva A cabo entre los seres humanos y que ahora se le oculta a
tu conciencia es una realidad que llegarás a percibir con claridad. Esto tendrá un efecto muy
liberador en ti y en tu entorno. Pero no puedes percibirlo si no entiendes los patrones que hay en
ti de los que hablé esta noche. Sigan su camino, queridos amigos y que las bendiciones que les
traemos los cubran y penetren sus cuerpos, su alma y su espíritu con el fin de que puedan abrir su
alma y convertirse en su propio ser real. Benditos sean, amigos míos, vayan en paz, vayan con
Dios.
10
Saludos, queridos amigos. Benditos sea cada uno de ustedes. Que la fuerza con tenida en estas
bendiciones les ayude a asimilar esta conferencia, no sólo con su comprensión exterior, sino
también con la interior.
¿Por qué siguen existiendo la destructividad, la enfermedad, la guerra y la crueldad? Dejen que
les explique qué es lo que hace falta en las respuestas que se han dado a estas preguntas.
A menudo he dicho que las ideas erróneas crean conflicto y esto es perfectamente cierto. Pero
existe un elemento adicional sin el cual ningún concepto equivocado tendría poder. Se trata de
esto: la negatividad considerada en sí misma, como en el caso de la actitud abiertamente
destructiva, tiene un efecto mucho menor que la destructividad que se relaciona y se combina
con el principio vital positivo.Esto es lo que hace que las manifestaciones en este plano terrestre
sean particularmente serias y severas. En otras palabras, cuando una fuerza positiva se mezcla
con una negatividad o con una actitud destructiva, esta combinación crea la maldad. La
verdadera destructividad, entonces, no es sólo una distorsión de la verdad y de los poderes
constructivos del universo, sino una deformación que ha permeado el poderoso principio vital y
su poder constructivo. Si el principio vital positivo no estuviera implicado y no fuera usado
inadvertidamente, entonces la maldad o la destructividad tendrían una duración muy corta.
La fuerza vital dinámica se encuentra especialmente disponible para la conciencia humana en la
relación amorosa entre los dos sexos. Cuando su lucha o su anhelo por alcanzar esa experiencia
se apega a una condición negativa, necesariamente surgen dificultades y frustración. Mírense
desde este punto de vista: Todos ustedes soportaron dolores y heridas durante la infancia.
Algunos han empezado a comprender, aunque sea sólo un poco, que en el momento en que se
dieron esas heridas se realizó un proceso específico. El principio erótico o del placer fue puesto
al servicio de su herida, de su sufrimiento, de su dolor. Todas las emociones que surgieron de
esa herida original, de acuerdo con su carácter y su temperamento, también se mezclaron con el
principio del placer. Esa combinación crea todas las dificultades personales, todas las
circunstancias adversas.
Todas las innumerables almas que habitan esta tierra, sumadas, crean la lucha general de la
humanidad. Cuando te das cuenta de cuanta gente, independientemente de sus actos exteriores,
puede experimentar el principio de placer sólo en fantasías de crueldad entiendes que éste es el
verdadero núcleo de las guerra -de la crueldad como un todo. Esto no debe hacerte sentir
culpable. Más bien debe iluminar y liberarte para permitir que tus procesos internos se
transformen. Pues es una herida mal aplicada y mal entendida lo que ha creado esta situación. La
crueldad sin el principio del placer no puede nunca tener un poder real. La falta de conciencia de
esta combinación de crueldad y placer de ningún modo alivia el efecto que tiene sobre el clima
general de la emanación de la humanidad.
Si has experimentado la crueldad, tu principio del placer está conectado a la crueldad y funciona
en cierta conexión con ella. A menudo la culpa y la vergüenza provocadas por esto son tan
fuertes que se niega completamente toda la vida de fantasía, pero a veces es consciente. Es
preciso cobrar conciencia de es desde un punto de vista global, pues si realmente se las
comprende, tanto la culpa como vergüenza desaparecerán. A medida que crece la comprensión,
el principio del placer gradualmente va respondiendo a eventos positivos.
La combinación del principio del placer y la crueldad puede existir de manera pasiva o activa.
Esto es, el placer se vive ya sea infligiendo la crueldad o soportándola -o de ambas formas. El
relacionar el principio del placer con una condición en la cual funciona preferentemente en
conjunción con la crueldad, crea un retraimiento del amor, lo limita y hace imposible la misma
experiencia del amor. El amor existe sólo como un vago deseo que no puede ser mantenido o
seguido a fondo. En estas circunstancias el amor no es la experiencia atractiva y placentera que
puede ser para otra parte de la personalidad. La añoranza del placer de amar y la ignorancia sobre
el hecho de que uno está rechazando esta experiencia porque se teme el relacionar el principio
del placer con la negatividad, a menudo crea un profundo desamparo que puede ser entendido e
instantáneamente aliviado sólo cuando se comprende con profundidad este hecho en particular.
En casos menos obvios, en los que el niño no experimenta una crueldad directa, sino un vago
rechazo, el principio del placer se relacionará con situaciones similares, de modo que a pesar del
deseo consciente de ser aceptado, la corriente de placer sólo será activada cuando haya rechazo.
Existen muchos grados y variaciones de esto. Por ejemplo, existen situaciones en las que un niño
experimenta una aceptación y un rechazo parciales. En ese caso el principio del placer se
relaciona con una ambivalencia del mismo orden, lo cual obviamente crea un conflicto en las
relaciones reales.
El primer ejemplo y el más burdo, de establecimiento de una relación entre la crueldad y
principio del placer o el principio vital -se trata del mismo- hace que las relaciones sean tan
peligrosas que mejor de plano se las evita. O las relaciones son tal fuente de temor que te sientes
completamente confundido y por lo tanto incapaz de continuarlas. O bien te inhibes debido a
que la vergüenza del deseo de infligir o sufrir la crueldad te prohibe toda espontaneidad haciendo
que te retraigas y adormezcas todos tus sentimientos.
Queridos amigos, es muy importante comprender este principio. Se aplica a toda la humanidad lo
mismo que a cada individuo. En general no se le ha entendido muy bien porque la psicología y la
ciencia espiritual no se han compenetrado lo suficiente. Se han realizado vagos intentos dentro
de la psicología para comprender este factor y se le ha llegado a comprender hasta cierto grado,
pero no se entiende su enorme significado en términos de la civilización y su destino o su
evolución. No ha sido entendido. El mundo está listo ahora para comprender esta realidad.
Todos ustedes amigos míos, traten de encontrar su "matrimonio" particular entre la corriente del
placer y una situación negativa. Al descubrir ese matrimonio dentro de las fuerzas de su propia
alma, en términos específicos, conocerán y comprenderán perfectamente ciertas manifestaciones
exteriores de sus problemas. Este será un alivio. Al ser capaces de formular de manera clara y
concisa cómo se combinan la fuerzas positivas y las negativas en su caso específico, podrán ver
con claridad la imagen exacta de su insatisfacción. Verán el gradoen que esto se manifiesta -tal
vez sólo en sus fantasías- y cómo los contiene impidiéndoles la auto expresión, la unión, la
vivencia y un estado libre de temor en el cual se dé la plenitud con un espíritu afín. Se darán
cuenta por qué continúan escondiéndose de sí mismos y de la vid; por qué se retraen de sus
propios sentimientos; por qué reprimen y por qué vigilan las fuerzas más espontáneas y creativas
que hay en cada uno de ustedes. Sabrán por qué bloquean sus sentimientos, en ocasiones con un
dolor tremendo, y luego tratan de racionalizarlos y de explicarlos.
¿Tienen ahora alguna pregunta relacionada con el tema? I
PREGUNTA: Quisiera entender de manera un poco más concreta el matrimonio entre las fuerzas del
amor y de la crueldad. Por ejemplo, en el caso de los niños que se sienten rechazados por su
madre, ¿ese matrimonio significa que la persona no puede experimentar placer sin experimentar
al mismo tiempo la venganza, un cierto tipo de deseo sádico dirigido hacia la madre? Esto tal vez
ocurre sólo en la fantasía, nunca en la realidad, pero ¿entonces la persona no se percata de que su
pareja representa a su madre?
RESPUESTA: Sí, puede ser exactamente eso. También puede ser que el placer sólo se experimente
conectado al rechazo: cuando éste se repite en mayor o menor grado, teme que se vuelva a dar.
PREGUNTA: ¿Pero no experimentaron placer al ser rechazados?
RESPUESTA: Claro que no. Pero el niño usa el principio del placer para que el evento negativo, el
sufrimiento, le resulte más soportable. Esto sucede inconscientemente, de manera no intencional
y casi automáticamente. Así pues, el principio del placer se combina de manera inconsciente con
la condición negativa. La única manera de descubrir esto, es mediante la investigación de las
fantasías de cada uno. Así es como se establece el matrimonio. Los reflejos automáticos entonces
se orientan hacia las situaciones que combinan la corriente inherente del placer con el evento
doloroso.
PREGUNTA ¿Y el niño desea reproducir el rechazo?
RESPUESTA: No de manera consciente, obviamente. En realidad nadie desea ser rechazado. El
problema es que la gente conscientemente desea ser aceptada y amada, pero a nivel inconsciente
no puede responder a una situación de aceptación del todo favorable.
En esos casos el principio del placer ya ha sido llevado hacia el canal negativo y sólo puede ser
devuelto al otro canal mediante la conciencia y la comprensión. La naturaleza de este conflicto
consiste en que el principio del placer funciona de la manera en la que la gente menos lo desea.
No se puede decir que una persona inconscientemente desea el rechazo, pero el reflejo hacia él se
instaló en un momento en el que esa manera de funcionar le hizo la vida más soportable al niño.
¿Entienden eso?
PREGUNTA: No puedo entender cómo alguien puede experimentar placer en absoluto cuando es
rechazado, salvo en la forma de venganza. Eso sí lo puedo entender.
RESPUESTA: Tal vez también puedes imaginar -es algo que vemos una y otra vez— que cuando la
gente se siente demasiado segura de ser aceptada y amada, pierde la chispa de interés. Eso
también se racionaliza diciendo que es una ley inevitable, algo que sucede por hábito o bien por
otras circunstancias. Pero eso no tendría que suceder así si no fuera por los factores explicados
en esta conferencia. La chispa, el interés, el flujo dinámico existe sólo cuando se da una situación
insegura o infeliz. Vemos eso con frecuencia. Algunas veces la condición negativa se manifiesta
sólo en las fantasías. Cuando las examinamos de cerca, esas fantasías revelan estar de un modo u
otro ligadas con el sufrimiento, la humillación o la hostilidad. Esto es lo que se llama
masoquismo o sadismo.
PREGUNTA: ¿Cuándo terminará esta situación? ¿Siempre se repite en cada encarnación?
RESPUESTA: Pueden ver que hay diferencias entre los seres humanos. Algunos funcionan de una
manera mucho más sana y su principio del placer responde más fuertemente ante una situación
positiva. En ese caso se está llevando a cabo la evolución. Cuando en la psique existe una
situación del todo positiva, la reencarnación se vuelve innecesaria. Entonces la evolución
prosigue en otros niveles. Hasta cierto punto, cada ser humano tiene negatividad y ésta es de
algún modo activada, impuesta y alimentada por la fuerza vital. Pero existen grados y son una
clara indicación del proceso evolutivo.
En un extremo tenemos seres humanos que no pueden ni siquiera tener una relación directa con
otra persona, que viven sólo en fantasía; completamente apegadas a experiencias negativas. En el
otro extremo están los que, dentro de su proceso de maduración, han logrado juntar sus fantasías
y su realidad de la manera más positiva y favorable. Esto no significa que reprimen la vida de las
fantasías, sino que la supera porque la realidad es algo más deseable y placentero, al igual que las
circunstancias positiva; Entre los dos polos existen muchos niveles en los que se puede ver el
proceso de evolución
Quisiera añadir un punto más en relación con esto, no sólo para ustedes, sino de manera
general. También es útil, amigos mío distinguir entre dos reacciones comunes ante este conflicto.
La primera es una negación total en la cual no se es consciente de ninguna negatividad ni
siquiera en las fantasías. Esto surge del miedo, de la culpa y de la vergüenza. La segunda se
aplica a quien son perfectamente conscientes de sus fantasías pero no pueden vivir el principio
del placer de otra manera ya sea que tengan o no relaciones con otras personas. Esto ocurre
cuando la sexualidad y el amor están separados , o el eros y el amor, o el eros y la sexualidad. En
estos casos, existe una resistencia semi-consciente a abandonar la vida de fantasías por miedo a
perder el placer completamente. La persona es incapaz de comprender que el principio del placer
puro y sano se manifiesta de manera mucho más hermosa y satisfactoria cuando se mezcla lo
positivo con lo positivo. Se imagina que el mundo sería plano y aburrido porque, inmersa en este
conflicto, la relación verdadera de la vida real nunca le parece tan satisfactoria como su fantasía.
Así, siente que abandonar la fantasía sería como abandonar el placer y, obviamente, nadie desea
separarse del placer.
Saludos, mis queridos amigos! Traigo bendiciones para todos ustedes. Bendito sea cada esfuerzo
que hagan para alcanzar su desarrollo, su liberación y su realización personal.
Una de las dificultades más importantes del ser humano se encuentra en la lucha por superar la
dualidad que existe entre la vida y la muerte. A partir de este conflicto básico surgen otros
problemas, miedos y tensiones con los que tienen que lidiar. Ya sea que esto se manifieste
directamente como temor a la muerte, a envejecer o a lo desconocido, siempre se trata del miedo
al paso del tiempo.
Para tranquilizar estos temores, la humanidad ha creado las ideas filosóficas, espirituales y
religiosas. Pero las ideas, aun cuando tengan su origen en la experiencia real de alguien, no
pueden aliviar la tensión. La única manera que tiene el ser humano para superar el miedo y
reconciliar la gran dualidad consiste en adentrarse en el primer ámbito de lo desconocido que
tanto teme: su propia psique.
Lo desconocido
En la medida en que no eres consciente de 1oque sucede dentro de ti, siempre tendrás miedo de
"lo desconocido". Cuando se es joven, esos temores pueden ser mitigados, pero tarde o temprano
todo ser humano se ve enfrentado de manera más directa con el miedo a la muerte. Quiero hacer
énfasis una vez más: el grado en el que te conoces a ti mismo determina el nivel en que te
realizas, en que realizas tu vida y tus potenciales latentes. Y también en esa medida la muerte
deja de ser temida y la puedes experimentar como un desarrollo orgánico. Lo desconocido ya no
será una amenaza.
Uno de los principales obstáculos para superar el miedo a la muerte es el miedo de soltar
la barreras que te separan del sexo opuesto. Existe una conexión muy directa entre estas tres
cosas: el miedo a tu propio inconsciente, el miedo al amor con el sexo opuesto y el miedo a la
muerte Una vez que hayas experimentado esta conexión como parte del esfuerzo de
comprenderte a ti mismo, entenderás la verdad que encierran estas palabras.
La auto-realización depende de que te realices como hombre o como mujer y, en última
instancia, no puedes hacerlo si no logras superar la barrera que te separa del sexo opuesto para
convertirte en verdad en un hombre o una mujer. Claro está que también existen otros aspectos
de la realización personal. Tal vez ni siquiera eres consciente de algunos de tus potenciales: tus
talentos, tu fuerza, tus cualidades tales como el valor y la capacidad, tu apertura de espíritu o tu
creatividad. Sin embargo, ninguno de estos puede desarrollarse por completo a menos de que un
hombre verdaderamente se convierta en un hombre y una mujer en una mujer. La realización que
se alcanza mientras no se ha logrado superar la barrera para unirse con una pareja no puede ser
sino parcial y condicionada. Esa barrera muestra que existe una resistencia a alcanzar una
personalidad madura y una insistencia en permanecer dentro de una infancia artificial.
Cuando todas las resistencias a entrar en las áreas desconocidas de uno mismo se han
desvanecido hasta el punto de que uno ya no se tiene miedo, entonces ya no es posible temer a
los otros seres humanos, incluyendo a los del sexo opuesto. De ahí surgen una gran libertad y
confianza interiores a partir de una actitud objetiva y realista que permite soltar la tensión del
control que impide dejarse ir al estado de ser. Cuando te realizas ya no hay barreras, no más
retenerte en el miedo a lo desconocido, en la desconfianza de ti o del otro. Esa retención es lo
que te impide entrar en un flujo cósmico independiente de tiempo que se experimenta en la más
grande felicidad de la unión con una pareja lo mismo que en la más elevada dicha de lo que
llaman morir.
La muerte tiene muchas caras. Quienes tienen miedo, aferrándose fuertemente al pequeño ego,
pueden experimentar la defunción como un encierro y aislamiento atemorizante, pero para
quienes no temen vivir plenamente, de exteriorizarse y no preservar su pequeño ego, la muerte es
la misma dicha que la unión en esta tierra y aún más. De modo que, a fin de cuentas, la lucha
por alcanzar la realización personal debe guiar hacia: primero, desechar las barreras entre tu
conciencia y las áreas escondidas de tu psique Estas áreas no siempre están cubiertas en la
inconsciencia a menudo están frente a tu nariz pero decides no mirarlas. Segundo, desechar la
barreras entre tú y tu pareja, sea quien sea él o ella en una etapa determinada. Y la tercera barrera
es la que se encuentra entre el flujo cósmico y tú. Siempre que te dejes llevar por ese flujo
sentirás que es algo bueno. Es funcional y es orgánico Pero los que tienen miedo de sí mismos,
del otro y, por lo tanto, del flujo del ser, no confían en el paso del tiempo. Se aferran fuertemente
a su pequeño ego, creando un muro de nubes entre su conciencia momentánea y su conciencia
más elevada.
Los tres obstáculos principales son el orgullo, el voluntarismo y el miedo. Todos los conflictos se
derivan de estos tres defectos básicos del ser humano Esta misma tríada impide el acceso hacia
las tres avenidas de la auto-expresión. Veamos esto más de cerca.
Vamos a ver primero la barrera entre la conciencia y el inconsciente. El orgullo obstaculiza el
camino porque tienes miedo de que tal vez no te guste lo que encontrarás si te aventuras dentro
de lo desconocido que hay dentro de ti. Tal vez no sea halagador o compatible con tu imagen
idealizada de ti mismo. Esto crea un bloqueo de orgullo que te impide mirar hacía adentro para
comprender.
El voluntarismo separa al consciente del inconsciente en tu interior porque te resistes a la idea
de descubrir algo que te obligue a hacer cosas que no le gustan a tu pequeño ego, o a dejar de
hacer cosas que no quieres abandonar. El voluntarismo quiere que el pequeño ego conserve el
control para que te puedas aferrar a lo conocido.
El miedo obstaculiza el camino cuando el orgullo y el voluntarismo muestran una falta
de confianza; el miedo te hace pensar que la realidad final no merece tu confianza. La realidad
cósmica está inscrita dentro de tu inconsciente como un río de eventos cósmicos. Entrar en ese
flujo no puede más que ser algo bueno, traerte felicidad, satisfacción y darle sentido a tu vida.
Desconfiar de ese flujo y aferrarte a lo que conoces pensando que más vale hacer eso que correr
el riesgo de entrar en lo desconocido crea muros de miedo. Este temor es lo que bloquea el auto-
reconocimiento.
La tríada del orgullo, el voluntarismo y el miedo también se aplica a la barrera entre el ser y una
pareja.
El orgullo participa porque, no importa si eres un hombre o una mujer, temes la aparente
impotencia -y por tanto la vergüenza- de abandonarte a una fuerza más grande que tu pequeño
ego. El amor entre los sexos es una experiencia de humildad y por lo tanto es enemigo del
orgullo que quiere dirigir y controlar, no quiere abandonarse a ninguna fuerza, ni siquiera si esa
fuerza es absolutamente deseable. Aunque, como todo el mundo, pasas por la vida deseando
amar, de todos modos sigues bloqueando el amor y encontrando la manera de establecer
compromisos con las corrientes contradictorias de tu alma que aún se resisten a hacerlo. De
hecho, la fuerza que te empuja hacia el amor es muy grande, pues deriva de tu naturaleza más
profunda. Sin embargo, el impulso del orgullo, el voluntarismo y el miedo te aleja del amor.
El voluntarismo se opone al amor porque quiere controlarlo todo, no puede entregarse.
Equivocadamente le parece como si sólo estuvieras a salvo cuando el pequeño ego te controla y
te gobierna. Vives sumido en la falsa concepción de que abandonarte a la fuerza del amor es una
falta de realismo completamente irresponsable y descabezada. Pero esto no es cierto. El realismo,
la objetividad, la capacidad de ceder y la libre disposición a entrar en el amor no sólo son
compatibles sino interdependientes. Te bloqueas la experiencia del amor por miedo a perder tu
dignidad -que significa orgullo- y tu personalidad -que significa voluntarismo cuando, en
realidad, la verdadera dignidad y sentido del ser sólo pueden ser alcanzadas abandonando el
orgullo y el voluntarismo.
El miedo de perder la mismísima vida no es muy diferente del temor que bloquea la maravillosa
experiencia de olvido de uno mismo en la unión con una pareja. Algunos de ustedes pueden
sentir la similitud, al menos ocasionalmente.
La tríada del orgullo, la obstinación y el miedo también tiene influencia sobre nuestra actitud
hacia la muerte. Morir en última instancia significa abandonar el control personal -y este
abandono, por extraño que parezca, es vivido como algo humillante. Con el fin de evitar la
verdad que nos obliga a ser humildes de que el pequeño ser no es todopoderoso, te aterras al
orgullo y al voluntarismo, creando olas cada vez más fuertes de miedo.
Con el fin de resolver el conflicto entre abandonar el ser y poseerlo por completo, quisiera hacer
una pregunta que tal vez pueda sonar paradójica: ¿Están buscándose a sí mismos en un camino
tan laborioso de auto-realización sólo para ser capaces de abandonarse en la unión con el otro
sexo y con la muerte? La verdad es que no pueden dar exitosamente lo que aún no encuentran,
pues no pueden soltar con libertad algo que nunca han poseído. La paradoja es que para ganar
más sentido del ser tienes que soltarlo primero.
Bien, pero si la muerte o el morir pueden ser una experiencia tan maravillosa, ¿entonces por qué
se le percibe tan oscuramente? ¿Por qué no existe un instinto de muerte, un anhelo de morir, tal
como, por ejemplo, existe el instinto de perderse a uno mismo en el amor? ¿Por qué se tiene que
enfrentar la muerte sin la ayuda de impulsos instintivos y por qué tienen que trabajar tanto los
seres humanos para superar barrera del miedo? Pueden preguntarse. ¿Por qué, en esta tierra,
tenemos que luchar contra lo desconocido?
A primera vista esas preguntas parecen justificadas y lógicas, pero cuando se las mira de más
cerca se comprende que las cosas deben ser tal como son. Amigos míos, dense cuenta de que
sería muy fácil desear la muerte porque no pueden enfrentar la vida cuando se vuelve dolorosa e
insatisfactoria. Sumergidos en ese estado de terror incompleto, ciego e ignorante simplemente
podrían escapar hacia la muerte -aunque en ese caso ella no en sería nada distinta de la vida,
pues ambas son intrínsecamente lo mismo. Con el fin de evitar una escapatoria tan destructiva, el
instinto de vida debe ser muy fuerte y sólo puede funcionar mientras morir sea algo desconocido.
Las palabras no pueden deshacer su miedo a lo desconocido, pero su instinto de vida puede
evitar que escojan la muerte debido a motivaciones negativas y destructivas. Esto fortalece el
ánimo para seguir tratando una y otra vez hasta que por fin se logra dominar la vida a partir de la
comprensión del ser y, por ese camino, del universo. Entonces la comprensión interior terminará
por hacernos ver que no hay por qué temerle a la muerte -o que sólo se le teme en la misma
proporción en que aún se tiene miedo de vivir y amar. Así que la tajante separación entre la vida
y la muerte, su aparente oposición, comienza a desvanecerse. Ya no te domina la anticipación, ni
te retienes.
Si observas tus actitudes conscientes e inconscientes ante el paso del tiempo, hacia la vida y la
muerte, descubrirás que son idénticas entre sí y con tus actitudes más profundas y escondidas
hacia el amor, independientemente de tus deseos sanos y conscientes. Descubrirás que el miedo a
lo desconocido juega un papel importante en todas estas actitudes. Y descubrirás que
constantemente fluctúas entre tratar de detener el tiempo a partir de un movimiento entorpecido
por el miedo y a anticiparte porque no soportas el momento en el que estás. Muy raras veces
estás en armonía con el flujo cósmico de tu vida, de tu individualidad. Esto es lo que realmente
significa estar en armonía con uno mismo, con Dios: no retener, no anticipar, sino disolverse en
el flujo de la vida, en la total posesión de ti mismo, pero sin miedo de abandonar esa posesión.
Esta gran experiencia es la bendición y el privilegio que podrán vivir cuando encuentren a su
pareja. Y esto será, a fin de cuentas, la experiencia de entrar en una nueva forma de conciencia.
Cuando evitas mirar algunas partes de ti mismo inevitablemente proyectas hacia afuera, sobre
1os demás y sobre tu vida exterior, lo que hay dentro de ti. La proyección no puede brindar paz y
liberación, a pesar de que obtengas unidad satisfacción precaria y temporal. A veces no es fácil
reconocer en qué modo el miedo al propio ser y a la vida existe en ti. Esto puede manifestarse
sólo a través de síntomas. Búscalos e investiga su significado. Puedes tomar, por ejemplo, tu
actitud hacia el trabajo que realizas en tu camino, el que dices que quieres y el actual; tu actitud
hacia el sexo opuesto -la que profesas la real; tus reacciones hacia las circunstancias de la vida
diaria. Debes ver todo esto con un penetrante espíritu de veracidad. Cuando logres definir un
miedo o, para usar un término más psicológico, una resistencia a tu ser más profundo, puedes
estar seguro de que el miedo a la muerte debe ser de iguales dimensiones. Y lo mismo será en
relación con el temor a amar, de abandonarte en esa gran experiencia. Encuéntralo, obsérvalo en
ti y conquistarás algo muy grande.
Cada pequeño paso en la dirección correcta eventualmente disolverá las nubes, las barreras que
te separan del flujo atemporal de la conciencia superior. Esa conciencia te da toda la sabiduría,
verdad y corrección que necesitas en tu vida diaria. Algunos de ustedes ocasionalmente han
tocado esa fuente y la han experimentado, pero la han vuelto a perder. Cuando entren en contacto
con la fuente interna de paz, de verdad y de la más alta felicidad, comprenderán profundamente
cuál es el significado de la Creación.
La verdad es como el sol en torno al cual giran los planetas: se mantiene constante y brillante
aunque a veces lo cubran las nubes. Las nubes son tu orgullo, tu voluntarismo y tu miedo, tu
ignorancia y tu lucha para frenar o para apresurar el tiempo. Pero en los momentos en que
percibes tu verdad -aunque parezca algo tan banal e insignificante en términos del desarrollo
cósmico- se dispersan las nubes y el cálido sol de tu conciencia superior te regenera con la fuerza
del bienestar, con alegría y paz. Ese sol dentro de ti está siempre listo para calentarte y
revitalizarte, pero tú tienes que superar muchas más cosas. Entonces todos los miedos, todo el
orgullo y toda el voluntarismo se desvanecerán. Si ya lo hubieran hecho, muchas de tus
reacciones, sentimientos y expresiones, lo mismo que el efecto que tienes en los demás y ellos en
ti, sería dramáticamente distinto.
El eterno ahora
Éste no es un tema fácil. Requiere de más que el esfuerzo de comprender con la mente, que por
sí sola no puede hacer mucho. Requiere de una comprensión mucho más sutil de tu ser, que sólo
puede llegar si observas los sentimientos que te impiden ser felices ahora. Si miras tus deseos
miedos y necesidades, tus aprensiones y reacciones -buenas o malas- en este mismo instante,
descubrirás el eterno ahora. En él puedes vivir libre de temores con una legítima confianza en lo
desconocido. No tienes que volverte perfecto, eres perfecto, en cierto sentido cuando
tranquilamente enfrentas, reconoces y te relacionas en buenos términos con tu imperfección
actual.
Cuando ya no luches con el ser, echando por la borda tu orgullo y tus pretensiones,
deseando realmente cambiar, también te desharás de tu voluntarismo junto con todos los miedos
al ser, a los otros, a la vida, al amor y a la muerte —todos esos temores se evaporarán como el
hielo bajo el sol.
Benditos sean cada uno de ustedes no se desesperen, amigos míos, al descubrir las barreras que
analicé hoy. Es posible quitarlas más eficazmente cuando se las reconoce que si se las ignora.
Por favor dense cuenta y comprendan esta importante verdad. Háganla suya probándola y se
regocijarán. Benditos sean en esta nueva conciencia, cada uno de ustedes. ¡Vayan en paz, vayan
dentro de ustedes mismos y, por lo tanto, con Dios!
12
De la interacción negativa inconsciente a la elección consciente del amor
Saludos y bendiciones para cada uno de mis queridos amigos. El poder del amor y la fuerza de la
verdad se desplegarán dentro de ustedes para siempre a medida que vayan creciendo en su
camino.
En esta conferencia les mostraré cuál es el significado de su interacción psíquica inconsciente
con los demás en términos de la pérdida del amor.
Cuando sólo tienes una conciencia vaga de tu negatividad, percibiendo apenas el daño que le
causas a los demás, te encuentras atrapado dentro de una batalla entre la culpa y la
autojustifiación. No puedes evitar el enganchar a los demás -junto con sus propios conflictos
inconscientes- para ligarlos a tu negatividad. Al negar tu negatividad provocas una doble culpa.
Primero encontramos la culpa por la actitud negativa en sí misma, la que llamamos culpa
primaría. Al negar la negatividad te involucras en lo que podemos llamar la culpa secundaria. Si
admitieras la culpa primaria aceptando sus consecuencias con honestidad, dejaría de ser una
culpa. Pero la culpa secundaria pesa muchísimo sobre el alma de todo el mundo. Es una carga
que consume buena parte de la energía de la fuerza vital. Tu negativa siempre conlleva actos
internos y externos hacia los otros; los castigas por tus propios errores, por tus intenciones
negativas, tu falta de amor, tu falta de sinceridad, tu rencor y tus demandas injustas.
Si, por ejemplo, te das cuenta de que no deseas amar y no te engañas al respecto, tú eres
responsable. Si te percatas de que paga un precio muy alto por esa existencia carente de amor
pero aceptas las cosas tal cual, al menos no enganchas a los demás dentro de tu culpa por no
amar. Seguro que estarás solo, pero habrá sido una elección que aceptas y por la cual pagas el
precio. Privas al mundo de tu maravillosa capacidad para amar y, en ese sentido, estás fallando.
Pero cuando culpas a los demás por tu falta de amor, aun si usas sus verdaderos defectos como
pretexto, cuando los castigas por el resultado de tu actitud carente de amor inventando grandes
argumentos para justificar tu retraimiento entonces de verdad les estás causando daño.
Este proceso está muy difundido y es muy común entre toda la gente, sin embargo es tan sutil
que sólo las personas que poseen bastante conciencia interna pueden empezar a reconocerlos
tanto en ellas como en los demás. Es una actitud básica, existe con muchas variantes e
intensidades. La negativa a amar, cuando no es admitida, suele manifestarse con esta actitud:
"No quiero darte nada -sin importar quién seas- pero te exijo que me des todo. Y si no lo haces te
castigaré." Ésta es una actitud típica. Mientras menos se exprese y más oculta esté, su efecto será
más insidioso en la persona implicada y en los otros. En general es muy fácil negar, racionalizar,
distorsionar, esconder o utilizar medias-verdades para justificar esta actitud.
Una vez que hayas cobrado conciencia de esta actitud dentro de ti pudiendo admitirla ante tus
amigos, sentirás inmediatamente el influjo de la salud, el limpio y fresquísimo aire de la verdad
psíquica: te habrás liberado de la culpa secundaria. Mientras más logres exponer los detalles de
la disparidad entre tus exigencias, tu resistencia a dar y el castigo que infliges a los otros cuando
no te satisfacen, más te limpiarás de la culpa. Conforme crezca la claridad con la que puedes ver
la injusticia de lo que pides en comparación con lo que das, la enorme diferencia que existe
entre la manera en que quieres que te traten y cómo tratas a los otros, así como la forma en que
decides castigar —siempre de modo que no te puedan descubrir- más y más rápidamente te irás
liberando de una carga que te causa depresión, ansiedad, angustia, preocupación, desamparo y
muchas veces enfermedades físicas y frustraciones materiales.
Una de las maneras más utilizadas para castigar a los demás porque no responden con amor a tu
negativa a dar consiste en hacerlos sentirse culpables, en presentar las cosas de tal modo que
parece como si ellos fueran los causantes de tu infelicidad. Es fácil convencerte de esto cuando
sólo ves los resultados de tu manera rencorosa de no dar. Deliberadamente ignoras el hecho de
que no puedes obtener la respuesta que deseas cuando tu propia psique aún está sumida en una
actitud negativa y egoísta hacia la vida.
Tu negatividad dice: "Voy a negar la verdad y culparé a los demás por no darme todo y por no
dejarme salirme con la mía en este asunto de mis exigencias unilaterales. Y si alguien se atreve
a reaccionar ante esto lo castigaré odiándolo y culpándolo aún más. "Quienes se encuentran en el
inicio de su camino o aquellos que han invertido bastante en la imagen idealizada de sí mismos,
la cual no deja ningún lugar para esta verdad, primero pensarán que es imposible que ellos
alberguen semejante actitud. La mejor manera de determinar si esta actitud existe dentro de ti es
el estado de tu mente y de tus emociones. Si no sientes ninguna angustia o ansiedad y estás a
gusto con los demás, si tu vida se expande de una manera alegre y si consideras que las
dificultades ocasionales son puntos de apoyo importantes para avanzar, entonces seguro que
habrás superado en mucho esta actitud venenosa. Pero aun en ese caso debes haber pasado por
ella y tienes que haber lidiado con ella para salir de tu orgullo, de tu simulación, de tu cobardía.
Al admitir sus malas intenciones, amigos míos, realizan el más fundamental de los actos de
amor, lo sepan o no. Si no admiten sus intenciones negativas puede ser que den mucho, pero
nunca darán lo que de verdad cuenta. Pueden dar cosas, dinero, buenas acciones, incluso ternura
y cuidados, pero no son más que regalos huecos si no liberan al otro mediante la admisión
honesta de su negatividad.
La culpa que provocan tus demandas injustas, tu rencor, la retención de tu amor y la culpa
añadida de castigar a los otros por tu infelicidad seguramente erosionan tu fuerza y tu expresión.
Realmente te debilita. ¿Cómo sería posible que, mientras persistas en esta actitud, logres tener fe
en ti mismo o creer en tu dignidad de ser humano libre? Puedes intentar mil maneras artificiales
para darte confianza pero nada funcionará a menos de que enfrentes la culpa secundaria y la
abandones al admitirla. Entonces puedes incluso, si eso es lo que decides, quedarte con la culpa
primaria de no querer amar; al menos ya habrás asumido tu responsabilidad.
Como ven, amigos míos, el suyo es un mundo de dualidad. La gran confusión existente proviene
de la alternativa implicada en el esto-o-aquello. La humanidad se encuentra frustrada -no importa
en qué terreno- por la idea de que siempre hay alguien que debe ser culpado. Ya seas tú o la otra
persona, uno está equivocado y es malo. Esto crea un grave predicamento que hace imposible
acercarse a la verdad. Si tú estás mal y la otra persona no tiene nada de culpa, sientes como que
algo no está del todo bien en esa situación. También sientes como que se te echa encima una
responsabilidad que no te corresponde. Si a ti te toca asumir toda la carga de la culpa supones
que le condenarán al ostracismo. Asumir toda la culpa es una carga insoportable, es falso y no
permite ser claro. Te hace sentir aún más inferior e imposible de ser amado. Tu infelicidad
parece ser sólo un castigo en vez de una elección que puedes modificar cuando lo decidas. Al
asumir toda la culpa le das permiso, aunque sea tácitamente, a los otros para que expresen todas
si intenciones negativas.
Por otra parte, si siempre tratas de justificarte al explicar tu conducta, entonces tan bien te
colocas en un terrible predicamento: de nuevo sientes que algo anda mal, pues sabes que hacer
que el otro sea completamente malo tampoco puede ajustarse a la verdad. Si tienes que asegurar
esta mentira, la cual te puede parecer deseable con el fin de quitarte toda la culpa, volverás
ansioso, temeroso, asustado ante la posibilidad de que alguien penetre en tus defensas. Así que
no te puedes permitir estar relajado, ser natural y acercarte a los demás. La inversión que haces
en aparecer "inocente" se convierte en un obstáculo contra la intimidad. Nuevamente, no puedes
sentirte bien.
Interacción inconsciente
La mayoría de los seres humanos todavía son incapaces de experimentar de qué manera su
distorsión y su negatividad afectan directamente, refuerzan y se enganchan con las distorsiones y
la negatividad de los otros. En la interacción entre dos psiques sucede lo siguiente. Supongan que
su mensaje implícito para cualquier persona con la que están enganchados dentro de una
interacción negativa sea: "Te voy a castigar porque no satisfaces mis demandas insaciables. No
te voy a amar ni te voy a dar nada. Te voy a castigar haciendo que te sientas culpable y si quieres
algo de mi no te lo daré. Te voy a castigar eficazmente haciéndome pasar por víctima, de modo
que no me puedas acusar y descubrir." Supongan que la otra persona está luchando internamente
con un cuadro similar. La resistencia de esa persona se expresaría diciendo: "No debo dejar mi
actitud defensiva. Los demás están allí para lastimarme, para convertirme en su víctima, para
explotarme. Si abro mi corazón para amar lo único que obtendré a cambio es rechazo injusticia y
odio. Es un mal trato. Más me vale mantenerme encerrado." Imaginen nada más de qué manera
la actitud de convertirse en víctima refuerza la resistencia irracional del otro para abrirse, para ser
vulnerable y amable. La parte atemorizada del alma que se "protege" mediante la negatividad y
el retraimiento se reforzará considerablemente dentro de esta lucha cada vez que se encuentre
con las intenciones negativas de otra persona. El castigo suele adoptar la forma de acciones
severas que distorsionan el carácter del otro. O incluso se pueden utilizar los defectos reales del
otro como pretextos para castigarlo porque no vive de acuerdo con tus exigencias por no aceptar
el trato que propones en el que te tiene que dar todo a cambio de muy poco o nada.
La interacción inconsciente en esta área fortalece y justifica la convicción de que la negatividad
es una defensa necesaria. Vista desde este reducido punto de vista, la idea parece acertada. Así
que cuando tus intenciones son negativas, también eres responsable por la negatividad en el otro.
Una de las verdades aparentemente paradójicas de la realidad espiritual es que aunque en
principio siempre eres responsable por ti mismo, también lo eres por el otro, pero de una manera
diferente. Del mismo modo, la intencionalidad negativa del otro te lastima, y entonces ellos son
responsables de eso ante ti. Sin embargo, no podrían tener éxito si tú no te aferraras tan
férreamente a tu propia negatividad. En ese sentido eres el único responsable. Todo el mundo
tiene la posibilidad de elegir entre usar las malas intenciones del otro como excusa para no
amar, o buscar una nueva manera de responder ante la vida. Así que resulta igualmente correcto
decir que eres el único responsable de ti mismo, que los demás son los únicos responsables de sí
mismos pero que, a fin de cuentas, todos somos responsables de los demás.
A Final de cuentas, no hay ninguna división entre el ser de cada uno y el otro, tú eres el otro y el
otro es tú. La separación es una ilusión. Así que cuando terminas con el viejo patrón de culpar a
los demás para justificar tu injusticia y tus exigencias egoístas, no sólo te desenganchas de este
doble vínculo, sino que también desenganchas al otro. Claro que los otros no deben depender de
ti para que los liberes, ellos también deben ver por sí mismos y encontrar su salvación. Puedes
decir: "Los otros no deben depender de que yo supere mis negatividades y mis problemas para
poder superar los suyos", y al mismo tiempo estás y no estás en lo correcto. Estás en lo cierto
porque los otros de hecho pueden hacer lo que quieran, sin que importe lo que tú hagas. Su
esfuerzo, su inversión personal y su compromiso con lo que hacen determinará el resultado,
independientemente de que hagan los demás, incluyéndote a ti. Pero también estás equivocado al
no ver que con acto de honestidad, que es un acto de amor, ayudas a los otros a liberarse de su
propia lucha. Cuando reconoces tu parte, quitas mucha confusión para permitir que surja la
imagen real de la contribución de cada uno a una interacción psíquica negativa. Esto tienen un
efecto liberador tremendo.
Tan sólo imagina cómo te sentirías si alguien cercano a ti, que te ha causado dolor señalando tus
culpas verdaderas y falsas, pero que sobre todo te ha confundido con la negación de su propia
culpa, de pronto te dijera "Me doy cuenta de que no quiero darte amor. Quiero exigirte y luego
culparte, acusarte y castigarte cuando no cumples con lo que te pido. Pero no te dejo que te
sientas dolido porque, a pesar de que quiero lastimarte, quiero que me hagas sentirme culpable
por tu herida." ¿Sientes cómo te liberaría esto? No lógico que respondieras a ese acto de amor
con una actitud prepotente y diciendo que ya sabías y poniéndote en el lugar de la víctima
inocente.
Si también admites tus exigencias igualmente injustas, tu miedo a exponer tus sentimientos y tu
intencionalidad negativa, eso posiblemente hiera tu orgullo, ¡pero es seguro que no te lastimará
de ninguna otra manera! Quien oiga eso habrá recibido un regalo de amor de tu parte, aunque
todavía no estés dispuesto a amar con tu corazón, con tus sentimientos y con tu ser interior. ¡Pero
al ser sincero has empezado a amar!
Al liberar a los otros de la falsa culpa que les has impuesto para esconder la tuya les permites que
miren su verdadera culpa sin la auto-destrucción y la dolorosa lucha interior en que las culpas y
acusaciones mutuas se encuentran confundidas. Soltar y clarificar suelen ser la solución de los
problemas más profundos. Es como si la personalidad necesitara de esa gracia "exterior", de esa
mano amiga, pues la culpabílización deshonesta de los otros hace casi imposible su propia auto-
revelación dado que implica que si admiten la culpa eso significa que tienes razón al acusarlos de
ser malos y de serla causa de tu infelicidad. Así es como la gente se engancha en la negación, la
proyección de la culpa, en la lucha de "esto-o-aquello", en la confusión y en las interacciones
negativas. Alguien debe empezar a deshacer esos ganchos y desamarrar los nudos.
La intencionalidad negativa es una defensa. Surge de la creencia innata de que el mundo no es
de fiar y de que la única manera en que el ser se puede proteger es siendo tan malo como se
supone que es el mundo —o peor. Cuando admites tu mala voluntad les ayudas a los demás a
que empiecen a confiar en la bondad del mundo de la gente. Entonces pueden empezar a
considerar que: "Tal vez la vida no es tan peligrosa, después de todo. Tal vez no estoy solo en mi
vergüenza y mi culpa escondidas. Tal vez puedo soltar un poquito. Tal vez yo también puedo
aceptar estos sentimientos sin sentir que se me tomará como el único responsable." ¡Que
diferente sería la actitud de todo mundo ante la vida! ¡Cuánto cambiaría tu posición espiritual en
tanto que entidad humana!
Cuando todos trabajan juntos de esta manera tan honesta, su sistema energético tiene que
empezar a cambiar. El amor no es un mandamiento surgido de la voluntad y la mente; no es
algo abstracto; no es un acto emotivo y sentimental.
Se trata de algo vigoroso, afirmativo y libre. La honestidad es la forma más necesitada y menos
frecuente del amor entre los seres humanos. Sin honestidad siempre permanecerá la ilusión de
que están separados de los demás, de que sus intereses son contradictorios, de que con el fin de
proteger sus intereses, tienen que vencer a los demás y viceversa.
Sólo al conocer su propia negatividad, amigos míos, verdaderamente y a fondo, asumiendo la
responsabilidad de la misma y dejando de proyectarla sobre los demás al mismo tiempo que
distorsionan la realidad para lograrlo, sólo entonces de pronto tendrán una profunda comprensión
de la demás gente incluso cuando ellos no lo admitan, y ustedes sabrán qué es lo que está
pasando. Y eso también los liberará. Es por esto que cualquiera que admite lo peor que hay en él,
inmediatamente siente alivio, liberación, energía, esperanza y luz.
El crecimiento espiritual te da el regalo de conocer el interior de la otra gente: sus pensamientos,
intenciones y sentimientos. Esto no es magia. Sucede de manera natural porque en realidad tú y
los otros son uno solo. Al leer tu propia mente con precisión, no puedes dejar de leer la de los
demás -pues en realidad sólo hay una mente. La otra gente parece ser un libro cerrado sólo
mientras te escondes de tu propia mente. Ser capaz de leer la mente de los demás sería una magia
peligrosa si surgiera únicamente del poder psíquico de un individuo. En ese caso se podría abusar
de él. Pero siempre que ese poder crece orgánicamente como producto secundario del
conocimiento de tu composición interna, entonces es algo natural y no se puede abusar de él para
servir a los deseos de poder y negatividad.
Expansión hacia una conciencia más elevada
Siempre que los seres humanos se desarrollan hacia un estado de mayor expansión necesitan
herramientas diferentes. Tomemos la analogía sencilla de alguien que maneja un negocio.
Cuando éste es muy pequeño, la organización se adecua al tamaño y al objetivo de la sociedad de
manera armoniosa. Pero cuando el negocio se expande, la organización creada para un pequeño
establecimiento ya no funciona. Si los dueños son demasiado rígidos como para hacer cambios e
insisten en conservar el estilo o la forma de operación anterior el funcionamiento de la empresa
agrandarla sería muy difícil o de plano fracasaría
Esta misma ley se aplica, amigos míos, a su expansión interior. A medida que crecen y aprenden
sobre ustedes mismos y, por lo tanto, acerca de los demás y el mundo, pueden experimentar la
vida de maneras más profundas y variadas -lo cual, de hecho, es la razón por la cual se
encarnaron. Aprenden a experimentar sentimientos que previamente habían evitado y están
preparando el terreno para una “operación expandida". En términos prácticos esto significa que
actitudes que anteriormente fueron útiles ahora se han vuelto destructivas y limitadoras.
En el sendero de la evolución, las entidades crecen de diferentes maneras y preparan el terreno
para actitudes ante la vida, nuevas y necesarias. Sin embargo, pueden impedir su expansión
rehusándose a abandonar ciertas actitudes obsoletas. Así que ahora deben adaptarse a nuevas
maneras de responder ante el mundo, amigos míos, reaccionando de forma distinta a aquella en
que lo hacen los demás con ustedes, y también reaccionando diferentemente ante lo que ocurre
dentro de ustedes. Esto surgirá, primero, sabiendo que su vieja respuesta es un reflejo
condicionado que fue creado para servir a una forma más pequeña de funcionamiento en la vida.
En segundo lugar, a partir del cuestionamiento de ese reflejo y de las creencias que hay detrás de
él. Y por último, pero igualmente importante -y ése es el tema básico de esta conferencia-
mediante la elección del amor, en vez del aislamiento, como forma de ser en el mundo.
Nuevamente esto no debe ser sólo una palabra que tape muchas cosas que no quieren admitir. La
elección del amor debe ser puesta en acción de acuerdo con el sitio en donde están interiormente.
Admitir su negatividad siempre es un acto de amor, ya sea que lo hagan directamente frente a la
persona con quien tienen un conflicto, cuando eso sea posible, o frente a un ayudante aunque no
sea alguien personalmente involucrado con su negatividad. De cualquier modo es un acto de
amor hacia el universo. Aun si escogen quedarse dentro de su negatividad, amigos míos,
consideren que algún día desearán dejarla por amor al universo, por amor a ustedes mismos.
El amor es la llave
Si no abres tu corazón, te marchitarás. No importa qué tan ciertos sean tus diagnósticos, ni
cuánto hayas comprendido el origen, la historia y la dinámica de una condición que te causa
problemas; si no te comprometes a abrir tu corazón, no habrá ningún cambio real. Nunca se
sentirán satisfechos, amigos míos, a menos de que se permitan sentir desde el corazón. Y no
sirve de nada fingir que quieren amar, ni siquiera sirve aparentar que aman mientras siga
teniendo miedo de sentir sus emociones. Mientras sigan haciendo esto, estarán reteniendo su
amor.
No pueden ser fuertes y valientes, no es posible amarse a uno mismo, mientras no amen a otra
persona. Y es igualmente cierto que solo es posible amarse a sí mismo en la medida en que se
ama a los demás. El primer paso consiste en estar dispuestos a amar. No es posible empezar a
amar simplemente porque se desea hacerlo. Tienes que apelar a la naturaleza divina de tu ser
interno para, que te conceda la gracia de amar. Y la gracia de Dios se puede manifestar a través
de ti al hacerte abrir tu corazón y perder tu miedo a los sentimientos, tu miedo a ser vulnerable.
Esto es todo lo que necesitas. Si no amas, no tienes nada; si amas, lo tienes todo.
Pero si amas falsamente, sólo fingiendo eso es mucho menos amoroso y más engañoso y dañino
que cuando aceptas tu odio. Acepta tu odio es un acto más amoroso que la pretensión de amar
que niega el odio. Piensen en esto, queridos amigos.
PREGUNTA: ¿Qué hay respecto del enojo? ¿Estoy en lo correcto cuando pienso que a veces es
bueno expresarlo?
RESPUESTA; Sí. El enojo sano debe ser expresado ocasionalmente dentro de una vida bien
integrada. El enojo sano no crea una falta de armonía interna y es un grave error ignorar o negar
esto. La negación proviene de la retención artificial de las fuerzas interiores y de la
sobreimposición de una bondad forzada y falsa. La creencia errónea de que una persona cuyo
desarrollo espiritual es verdadero nunca debe enojarse, nace del miedo y de la obediencia.
En el campo de la vida humana el enojo sano es una necesidad. Sin el enojo no habría justicia ni
progreso. Las fuerzas destructivas tomarían el poder y permitir esto sería debilidad, no amor,
miedo no bondad, calmar y estimular al mismo tiempo el abuso, en vez de vivir de manera
constructiva. Esto destruye la armonía en vez de profundizarla, y también anula el crecimiento
sano.
El enojo puede ser una reacción ocasional tan sana como lo es el amor. Es parte del amor y
también surge espontáneamente. No puede ser forzado. Tratar de forzar o de negar cualquier
emoción conduce al auto-engaño eso puede conducir a fingir que el enojo enfermizo es la
versión sana de éste.
El que el enojo sea sano o enfermizo no se puede determinar a partir de lo que provoca, de su
causa. Es posible que la causa justifique un enojo real, genuino y sano, el cual no hace falta
decirlo, en ese caso sería constructivo. Sin embargo, el enojo que se siente puede ser enfermizo
debido a los problemas no resueltos de la persona, debido a su inseguridad, sus culpas, dudas y
contradicciones. Es posible que el asunto en cuestión justifique el enojo, pero tal vez la persona
sea incapaz de expresarlo de esa manera.
La medida en que una persona es capaz de manifestar un enojo constructivo y sano está en
proporción directa con su capacidad de experimentar y expresar un amor verdadero. Tanto el
amor como el enojo reales surgen del ser interior. Los sentimientos verdaderos son sanos y
constructivos estimulan el crecimiento en el ser y en los otros, y no pueden ser forzados,
ordenados ni impuestos. Son expresiones espontáneas que suceden de manera orgánica y natural
como resultado de la confrontación de uno mismo.
PREGUNTA: En ese caso, ¿permitiría usted la violencia física?
RESPUESTA: No. El enojo sano no necesariamente se manifiesta mediante la violencia física. La
expresión de emociones negativas, incluso cuando no son sanas, no tiene por qué conducir a
actos destructivos en términos físicos o de otro tipo.
Éste es uno de los errores más comunes y dañinos. La psique interna teme que el reconocimiento
de las emociones negativas conduzca a su expresión violenta. Esto no es así. Al contrario, uno es
libre de decidir cómo y cuándo actuar o si una emoción se debe expresar sólo cuando se es
completamente consciente de ella. Cuando uno no es del todo consciente de qué es lo que siente
y por qué, uno es llevado y traído y sufre de todo tipo de compulsiones incomprendidas. Una
compulsión es el resulta do directo de sentimientos y condiciones no reconocidas e
inconscientes. Mientras más sabes sobre ti mismo, mejor controlas a tu ser. El miedo que tienes
de mirarte con franqueza, "porque entonces tendría que dejar salir impulsos indeseables y
lastimar a los demás y, a fin de cuentas, a mí mismo", es falso. Este temor también debe ser
sacado a la luz para que pierda su fuerza.
Por favor repitan esto en su meditación diaria: "Cobrar conciencia de lo que siento, no importa
cuan indeseable me parezca, me liberará. Soy libre para escoger la forma en que actúo sólo en la
medida de mi conciencia. Puedo decidir que voy a expresar mis sentimientos verbalmente
cuando sea con un buen propósito, como sería ante mi guía o ayudante. Si siento, que semejante
expresión podría dañar una relación, no lo haré, sino que me contendré a sabiendas y sin auto-
engaños." Este tipo de meditación te fortalecerá a medida que vaya penetrando en las capas
escondidas de tu psique. El enojo sano, puesto que surge del ser real sabe exactamente qué hacer
y cómo responder de acuerdo con las exigencias del momento.
Donde hay miedo de expresar un enojo justificado, seguramente también hay miedo de amar,
que es lo que obstruye la manifestación del ser real, el libre flujo del amor en oposición al amor
impuesto, y de la capacidad de expresar el enojo sano, en oposición al enojo retorcido y tortuoso.
El enojo sano te fortalece, mientras que el retorcido te debilita. El amor sano lo abarca todo y te
enriquece más mientras más das de ti mismo. El amor falso y enfermizamente distorsionado
empobrece y alimenta los conflictos entre el interés de cada persona y el de los demás. Surge de
e incrementa la dualidad siempre opone el bien y el mal. El amor falso está conectado con la
auto-compasión, el resentimiento, la hostilidad y el conflicto. Invariablemente contiene un
sentimiento que dice: "Del amar y por lo tanto pienso que amo, pero de todos modos no quiero
amar porque en ese caso se aprovecharán de mí. Como tengo que amar aunque no quiera, me
siento culpable y sé que soy malo." Cuando te sientes así no puedes expresar el enojo sano, pues
está disuelto desde su origen ya que, al no atreverte a amar, dudas acerca de tu derecho a sentirlo.
Si continúas luchando para encontrar la correcta expresión de tus sentimientos en el presente,
llegarás a experimentar la belleza del universo, la verdad de ser más allá de los conflictos. Esa
verdad combina el amor con la recepción de toda la felicidad que te toca. Si usas la buena
voluntad para reconocer que detrás de tus esfuerzos para amar se encuentra un no-amor surgido
del miedo, de tu dolor y tus ilusiones, entonces finalmente llegarás al amor verdadero, a tu ser
real, a la expresión genuina de todo lo que sientes y eres, lo cual será bueno y correcto.
Tomen el tiempo necesario para asimilar el material que les he dado para que establezcan la
comunicación más real y vital que existe: la comunicación con su ser espiritual. Para lograr esto
deben eliminar sus auto-engaños y sus pretextos, pues sólo obstaculizan su camino hacia el Dios
que hay dentro de ustedes.
Quienes aún no han encontrado en dónde y cómo no son amorosos deben empezar a buscarlo.
No se dejen engañar por el hecho de que en alguna parte de ustedes ya son capaces de amar.
Pregúntense qué tan insatisfechos se sienten con ese amor, qué tan protegidos y sin amenazas,
qué tan a gusto se sienten en la vida. Ésa será su respuesta a qué tan amorosos y sinceros son. En
la medida en que admitan su odio, su rencor y su deseo de castigar, empezarán a amar.
Se requiere de mucha meditación y auténtica buena voluntad para comprender esto amigos míos.
¡Pero ahí está la llave de la vida¡ Deben desear profundamente alcanzar esa nueva conciencia.
No se resistan a la expansión hacia un nuevo modo de funcionar cuando se sientan listos para
hacerlo, ya que estarían preparando una dolorosa crisis. Mientras menos se resistan más suave
será la transición hacia un nuevo estado más verdadero y amoroso.
Comprométanse a ir más lejos y más hondo en esta dirección para ayudarse a si mismos y a
quienes les rodean. Dejen que esto suceda. Es la más grande bendición que existe. Ustedes van a
crear el clima interno necesario para que el cambio -tanto interno como externo- se lleve a cabo.
Ya son benditos. Cada paso de verdad cada paso hacia el amor, suelta más energía espiritual,
activa más su naturaleza divina. ¡Sean esa naturaleza divina!
PARTE III
Las relaciones en la edad de la conciencia expandida
13
La fusión: el significado espiritual de la sexualidad
¿Cuál es el origen de semejante culpa? Es seguro que se siente culpa por el odio y la brutalidad
ocultas que se manifiestan a medias a través de expresiones sexuales, ya sea que se las admita o
no. Si el deseo de humillar a los otros, de servirse a sí mismo o de explotar y descuidar a los
demás no son tratados de manera directa contaminan la sexualidad sagrada. Y la sexualidad
definitivamente es sagrada. Cuando la sexualidad se usa en servicio del engrandecimiento del
ego y para obtener poder no puede más que producir culpa, una culpa "inexplicable" o
racionalizada y descrita con base en el pasado y en las primeras influencias de la persona.
Nada es tan peligroso como utilizar una poderosa energía espiritual de manera destructiva y
desviada, ya sea en actos, en pensamientos o actitudes. Cuando dentro de la sexualidad se
insertan el odio y el deseo de matar, la sexualidad se vicia y se vuelve antagónica con relación a
la espiritualidad. Durante milenios la gente expresó sus impulsos brutales a través de la
sexualidad, haciendo surgir la creencia de que la sexualidad es en sí misma bestial. Sólo ahora
pueden los seres humanos tomar cualquier maldad que se pueda concebir, enfrentarla y no
proceder de acuerdo con ella. Hoy día existe una conciencia en la gente que les hace saber
cuando actúan de manera viciosa. La conciencia no siempre está en la superficie, pero de todos
modos existe dentro de la psique. Por lo tanto, existe cierta resistencia a dejarse llevar por los
impulsos sexuales pues podrían hacer salir las negatividades que se han negado, la maldad y la
destructividad que hay dentro de uno.
Si usan esta llave con el ánimo que guía el Pathwork para permitirse ver y admitir la verdad, no
sólo obtendrán una mayor compresión de sí mismos, haciendo nuevas conexión y purificándose
más, sino que también activan su, hasta ahora, escurridizo poder sexual. Librarán su sexualidad y
de manera simultánea integrarán con su ser espiritual pero no con resultado de haberse forzado
compulsivamente sino como un proceso natural. Entonces liberarán la energía sexual de sus
implicaciones negativas. Enfréntense a esto, amigos míos. Mientras más lo hagan, estarán menos
bloqueados y su movimiento interior será más espontáneo, permitiendo que estén ustedes más
revitalizados por la experiencia de la fusión y haciendo funcionar cada vez mejor sus procesos
involuntarios. Sus fantasías sexuales más secretas, si las examinan a la luz de la verdad
absoluta y claramente lo que son, serán su liberación. No existe ninguna verdad que sea
imposible de soportar. Ninguna verdad, si se la percibe con un sentido de realismo, puede
aminorar su espíritu ni su ser verdadero. Así revivirán y despertarán de su adormecimiento, se
liberarán de sus miedos.
Antes de terminar con esta conferencia quiero recapitular sobre una enseñanza más en relación
con este tema, quiero hacer una conexión.
Los principios masculino y femenino del universo se expresan en todo acto creativo. ¿Cómo se
expresan entre y dentro de cada uno de los miembros de la pareja? El principio masculino
expresa el movimiento exteriorizado de alcanzar, de dar, de actuar, de iniciar y de afirmar. El
principio femenino expresa el movimiento receptivo de recibir y nutrir. Cuando está
distorsionado y se vuelve negativo, el principio masculino se manifiesta en la agresión hostil,
golpeando en lugar de dando y alcanzando. El principio femenino distorsionado pasa de la
receptividad amorosa y de la actividad de cuidar y nutrir a arrebatar, agarrar, robar, aferrarse,
atrapar y tomar sin soltar. Estos principios se manifiestan en cada uno de los actos de la vida.
Ambos existen tanto en los hombres como en las mujeres, ya sea de manera armoniosa o
distorsionada. Basta un mínimo de autoobservación para detectarlos y se manifiestan como
movimientos del alma que se pueden convertir o no en actos físicos.
La fusión total
Estos movimientos existen en absolutamente todo lo que pueda ser o podría ser creado. Son
manifestaciones integrales de la Creación. Una vez que determinas la manera en que ambos
principios funcionan en tí, es muy fácil establecer la conexión que tienen con tus niveles mental,
emocional y físico. Date permiso de alcanzar esa visión.
La fusión satisfactoria entre un hombre y una mujer sólo es posible en la medida en que los dos
principios trabajan de manera armoniosa dentro de cada uno de ellos complementandolos. Si no
existe una interrelación consonante de los principios masculino y femenino dentro de tu propio
sistema psíquico, si existe alguna distorsión o desequilibrio, entonces inevitablemente eso se
manifestará en la elección de tu pareja y en la forma en que conduces la relación.
La interpenetración armoniosa se va construyendo hasta el punto de convertirse en una fusión
total que es la realización de los dos movimientos en el momento de su culminación El punto de
fusión que podemos llamar orgasmo en la unificación de dos amantes es la realización total; la
meta se cumple a nivel espiritual en la medida en que la fusión se hace posible para ambas
partes, dentro de cualquier acto creativo. Sólo se puede vivir esta experiencia creativa en la
medida en que se abandonen las negatividades y las defensas egoístas dando la bienvenida al
movimiento espontáneo e involuntario hacia la unión que surge de tu más profundo. La
experiencia creativa continuará expandiéndose hasta que se dé la unión completa con el todo.
Entonces la entidad se mantiene en el punto de la fusión viviendo dentro de una interminable
felicidad espiritual. Pero mientras el universo no haya alcanzado su realización completa
llenando el vacío con luz espiritual, el orgasmo que produce la Creación sólo puede ser
temporal. Por lo tanto las partes vuelven a estar separadas y continúan luchando cada vez más
hasta lograr que uno sea todo y todo sea uno, hasta que ya no haya más oscuridad y sólo la luz
espiritual, la verdad y la belleza estén presentes.
¡Si todos pudieran saber desde el fondo de su ser que poseen dentro de ustedes un tesoro
inagotable de seguridad, amor y luz! Lo único que los separa de él es su creencia, su ignorancia,
su negativa a sentir, a conocer y a contemplar esta verdad. Usen esta verdad. Les dejo con un
flujo dorado de energía. Benditos sean en la verdad de la vida que está siempre disponible, en la
verdad del amor, en el amor de la verdad y en la paz de la realidad espiritual.
14
La nueva mujer y el nuevo hombre
Saludos mis muy queridos amigos. Benditos sean cada uno de ustedes. Esta tarde les hablaré de
la evolución de la conciencia en relación con las mujeres y con la relación hombre-mujer. No es
posible tratar este tema sin subrayar la relación cambiante entre los sexos.
Al igual que el planeta, los hombres y las mujeres, también están madurando. ¿Qué quiere decir
esto? ¿De qué forma van evolucionado la mujer y el hombre y en qué sentido están
caminando? ¿Cuál es la realización definitiva de la feminidad y de la masculinidad? La mujer
está tomando su lugar en esta fase de la historia, está saliendo de su encierro.
Una perspectiva histórica
En los albores de la historia, la gente desconfiaba de todo lo que era o parecía diferente, raro,
extranjero. La desconfianza hacia el sexo opuesto también era muy grande. El hombre
desconfiaba de la mujer de manera innata, y viceversa. Cada uno parecía tener razón de
desconfiar a causa de la actitud desconfiada del otro. Como el hombre era físicamente más fuerte
y dado que los primeros humanos sólo se expresaban de manera corporal, el hombre adquirió un
aura de superioridad sobre todos los que eran más débiles que él.
La desconfianza mutua y el dominio físico del hombre eran muy explícitos en esos periodos de la
humanidad. Y desde entonces esas mismas actitudes y características se han mantenido impresas
en las conciencias de hombres y mujeres, aunque en un grado menor. Hoy en día pueden ser
apocadas por una conciencia más realista y madura, puede ser que no sean explicitadas de la
misma manera, pero existe todavía un rincón oscuro de la psique que necesita ser expuesto a la
conciencia para cambiarlo.
Al volver la vista a la historia podemos ver que la totalidad de la especie hizo lo que muchos
individuos hacen: perpetuó una actitud más allá del tiempo en el que tenía sentido. El hombre
mantuvo su superioridad mucho tiempo después de que las proezas físicas dejaron de ser un
valor fundamental. A medida que avanzó el desarrollo fueron surgiendo otros valores que se
aplicaban por igual a hombres y mujeres. Sin embargo los hombres, y a menudo también las
mujeres, siguieron considerando que el hombre era superior y la mujer inferior, incluso en lo
intelectual y en lo moral. Pero esto ya lo saben.
En la medida en que el hombre no enfrentó sus sentimientos de inferioridad y debilidad y trató
de hacer creer que no los tenía, asumió una posición de arrogancia y de superioridad hacia los
físicamente débiles. Necesitaba esclavos para convencerse de su propio valor. Esto se aplicó a
los animales, a gente que era sometida a través de las guerras y también a las mujeres. La mujer
asumió una posición mental y emocional de dependencia, participando de manera activa en su
esclavitud.
El hombre temía a los que eran físicamente más fuertes que él. Y mientras mayor era su miedo,
mayor era la fuerza con la que sometía a los más débiles. Esta característica humana de la
persona no esclarecida, que ustedes conocen bien a partir de su propio proceso interno, es una
compensación y aún existe dentro de la conciencia humana. Tampoco es algo de lo cual las
mujeres están libres y si miran hondo dentro de su conciencia descubrirán actitudes similares.
¿Por qué se ha sometido a la mujer negándole su derecho innato a expresarse, a obtener una
igualdad mental, emocional y espiritual con relación al hombre tanto tiempo después de que las
proezas físicas han dejado de ser el valor fundamental de un individuo? La mujer no puede ser
simplemente una víctima del deseo egoísta del hombre de sentirse superior y más fuerte y de
poseerla como si fuera un objeto. ¿Cómo contribuyó ella a mantener esta situación?
Ustedes, amigos, que siguen este camino, no tienen dificultad en precisar en qué cosas no están
dispuestos a asumir su responsabilidad, en qué desean que una figura de autoridad más fuerte se
encargue de ustedes. Igualmente, en las viejas relaciones entre hombre y mujer, la mujer tomaba
el lugar de la víctima negando su responsabilidad personal, escogía la línea de menor resistencia
para que cuidaran de ella. Quería una figura de autoridad que tomara las decisiones en su lugar y
que le solucionara las dificultades de la vida. Quería abandonarse en la pseudo-comodidad de la
dependencia.
Y esto ha terminado siendo una forma de vida decepcionante e insatisfactoria. Todas las ideas
erróneas tarde o temprano se convierten en eso. Pero la mujer todavía se abstiene de tomar su
parte de responsabilidad, todavía le echa toda la culpa al hombre.
El movimiento feminista contiene mucha verdad, pero, como toda aproximación dualista, es una
media verdad. La verdad completa es que la mujer efectivamente posee las mismas facultades de
inteligencia, recursos, creatividad, fuerza psíquica y expresión productiva que el hombre.
Afirmar que no es así ya no tiene sentido y no es más que un juego por parte del hombre que no
quiere enfrentar sus propios sentimientos de debilidad e inferioridad y que por lo tanto trata de
sentirse superior a las mujeres.
Del mismo modo, si el feminismo ha de tener sentido, la mujer tiene que precisar qué parte de
sí misma ha contribuido a esclavizarla. Me atrevería a decir que mientras más fuerte sea la
rebelión y la culpabilización del otro sexo, más fuerte es el deseo, dentro del alma de la mujer
individual, de no gobernar su propia vida, de no ser responsable y de apoyarse en alguien más.
En la medida en que pida cosas injustas e irrealizables está culpando a la autoridad masculina y
juega el papel de la víctima
Igualmente, en la medida en que el hombre no enfrenta sus miedos, culpas y debilidades está
jugando el juego del poder de una u otra forma y culpa a las mujeres de explotarlo aprovecharse
de él. El alma inmadura de ambos quiere las ventajas sin pagar el precio, el hombre quiere la
posición de superioridad pero le molesta el precio de tener que cuidar a un parásito. La mujer
quiere las ventajas de que se ocupen de cuidarla pero le molesta pagar el precio de perder su
autonomía. Los dos juegan el mismo juego pero no se atreven a ver que ambos están creando
esta distorsión.
Todos los movimientos del péndulo tienen un sentido: encontrar el verdadero estar centrado. El
hombre encontrará su verdadera fuerza. Antes tenía que dejar atrás la fuerza y la superioridad
falsa. Tenía que volverse temporalmente débil, pero ahora está llegando a una nueva fuerza
porque ya puede enfrentar su debilidad. Así es como expande sus verdaderos valores y su poder,
por lo tanto, ya no necesita ser el miembro superior del equipo. Puede permitirse relacionarse
con su pareja desde corazón, en el nivel de los sentimientos. Y también puede relacionarse
intelectualmente en un plano de igualdad con ella. Este es el nuevo hombre.
Así pues, mis queridos amigos, tienen que buscar esa parte de ustedes en donde no quieren
perdonar, comprender la verdad y en donde quieren convencerse de que pueden seguir odiando.
Tienen que abandonar el odio hacia el sexo opuesto y tienen que rezar por la capacidad de amar,
de perdonar, de comprender y ver que lo que odian, temen y de lo cual desconfían existe en
ustedes de la misma manera que en el otro, aunque se manifieste de un modo distinto.
La mujer representa al principio activo tanto como el hombre. Y el hombre representa al
principio receptivo tanto como la mujer. En su unión sexual esto no siempre se manifiesta del
mismo modo, pero las fuerzas internas deben combinar los dos principios a riesgo de que surja el
desequilibrio. Ningún hombre puede ser un verdadero hombre si no incorpora el principio
receptivo o femenino. Si sólo expresa el principio masculino se convierte en una caricatura de un
hombre. Se vuelve un bravucón, un tirano, una exageración y una falsedad. Del mismo modo,
una mujer que sólo expresa el principio receptivo es una caricatura de una mujer y en verdad no
es más que un bebé que se sostiene sobre los demás, que niega su autonomía. Así que para ser
completamente receptiva en el nivel de los sentimientos, una mujer tiene que expresar el
principio activo, lo mismo que un hombre.
Los dos principios deben estar representados en los dos y deben complementarse al mismo
tiempo que son paralelos. Este equilibrio perfecto no puede llegar a partir de una decisión
intelectual. Sólo puede ser encontrado de manera orgánica mediante el acto interno de amor, de
soltar al sexo opuesto de la esclavitud del odio, la desconfianza y la culpabilización Cuando
logren hacer esto en la meditación diaria, cuando la gracia de Dios se pueda poner a trabajar
dentro de la conciencia del hombre o de la mujer, entonces el amor los conducirá hacia la verdad
así como la verdad los conducirá hacia el amor. Los individuos de ambos sexos serán seres
humanos igualmente productivos en el nuevo universo, complementándose ayudándose uno al
otro, amándose y respetándose y creando la dicha y un nuevo mundo para cada uno al lado del
otro. Así es como debería ser la vida.
Profesión y compañerismo
Habrán notado un patrón en este camino amigos, míos, según el cual un individuo debe primero
resolver los problemas de su profesión antes de poder resolver los problemas en la pareja. En el
contexto de esta conferencia
se vuelve muy claro. Cuando las relaciones se forman para explicitar o expresar la dependencia,
el parasitismo, la explotación del otro y/o la necesidad de dominar y esclavizar, entonces, por un
momento estas personas tienen que defenderse hasta que se alcanza cierta autonomía e
independencia. Una vez que se abre el canal creativo la nueva libertad puede soltar energías
previamente atrapadas y la gente empieza a relacionarse con el sexo opuesto de una manera
nueva.
Me dio mucho gusto dictarles esta conferencia, pues todo lo que conduce a un mayor desarrollo
de la integridad de las personas -hombres y mujeres- es una experiencia feliz dentro de nuestro
mundo. Vean la belleza de la conciencia Crística que pasa a través de ustedes. Vayan en paz,
vayan con Dios.
15
El nuevo matrimonio
Benditas sean sus vidas, todos sus pensamientos, sus esfuerzos y sus tareas, mis muy queridos
amigos.
Las fuerzas espirituales del universo son tan fuertes que una personalidad impura no las puede
soportar. En la medida en que existe la negatividad y la distorsión en la mente y la conciencia de
un individuo esas poderosas corrientes se manifiestan como crisis, dolor y peligro. Sin embargo,
todas las almas anhelan profundamente ser receptivos al influjo divino de la conciencia Crística
para convertirse en parte de ella.
Desde este punto de vista, el desarrollo de la institución del matrimonio tiene un enorme
significado. Ahora que ya han ampliado y profundizado su comprensión del matrimonio se
necesita de una intuición más profunda para poder utilizar ese conocimiento con el fin de darle
sentido a su anhelo. Éste es siempre el primer paso hacia la realización de lo que se desea.
Consideremos cuál ha sido la evolución del matrimonio hasta ahora y abramos nuestra visión
hacia el futuro para que puedan ustedes ver cuál es la actitud actual en relación con esta
institución teniendo en mente un cuadro más amplio. La historia sólo puede ser correctamente
comprendida cuando se percibe el significado espiritual que subyace a los eventos terrestres.
En un pasado cercano el matrimonio tenía varias funciones, que no incluían el compartir, para el
amor y la reciprocidad en todos los niveles de la personalidad. De hecho, el amor, la entrega
sexual mutua y el profundo intercambio de los niveles energéticos era algo rechazado y
condenado. El matrimonio debía ser un contrato social y económico destinado a satisfacer otras
funciones de la personalidad y ciertos motivos bajos. Las ventajas sociales y económicas eran de
importancia vital. Y todavía más lo era la completa convicción de que esas motivaciones eran
moralmente correctas y virtuosas. Los hombres se casaban con mujeres que tuvieran una buena
dote y que elevaban su imagen social. En otras palabras, la avaricia y el orgullo eran
embellecidos y adornados con la moralidad.
Los hombres se consideraban a sí mismos superiores a las mujeres. Casarse con una mujer
significaba adquirir un esclavo que obedecía al amo de la casa, que se ocupaba de que el varón
tuviera todas las comodidades y que no pedía nada para ella. A cambio de sus servicios, que
incluían el ser objeto de la lujuria impersonal su marido, la mujer recibía la seguridad material.
Su única responsabilidad consistía en ser un objeto adecuado para su amo. Claro está amigos
míos, que la responsabilidad del hombre iba mucho más lejos que la sola responsabilidad
económica. Como la mujer no era considerada su igual en todos los campos, moralmente era
apenas responsable. En esos siglos no existía el concepto de la responsabilidad emocional y
mental, aunque sí existían como un hecho real. Aun sin que el concepto fuera algo consciente los
hombres reconocían esa responsabilidad hacía los otros hombres, pero la olvidaban por completo
cuando se trataba de las mujeres
Obviamente esto no sólo era el resultado de la distorsión y la negatividad de los hombres;
también era producto de una intencionalidad profundamente anclada en la psique de las mujeres.
Durante mucho tiempo las mujeres rechazaron la responsabilidad persona en todos los niveles
haciéndose copartícipes de una relación desigual entre los sexos.
Ambos sexos temían de la misma manera -y aún lo hacen- a las poderosas energías espirituales
implicadas en las fuerzas del amor, el eros y la sexualidad entre hombre y mujer. Este poder
cósmico es la corriente creativa misma de la cual surge lodo lo que existe. Esta corriente
poderosa se puede expresar de muchas maneras, no sólo como una fuerza que une a un hombre
con una mujer. Se puede expresar a través de disciplinas espirituales dentro del individuo, en una
mezcla de los principios masculino y femenino con las corrientes de poder dentro de su alma
individual.
El alma impura no puede soportar esta corriente de poder. En la medida en que la sustancia
impura del alma supura en la personalidad, la corriente de poder tiene que ser negada, suprimida
y escindida. La sexualidad que se manifiesta sin amor, sin compromiso ni respeto es un ejemplo
de esa corriente de poder negada y escindida. Los seres humanos que piensan que el sexo
pornográfico o promiscuo es más placentero que la sexualidad que surge de una integridad
unificada que se combina con el amor y la unión espiritual no podrían estar más equivocados. La
situación opuesta es la verdadera. Pero el poder de semejante sexualidad es tan grande que no
puede ser soportado por el alma que todavía vive, aunque sea en parte, en la oscuridad.
Otro error humano bastante común es la creencia de que unos cónyuges fieles yaya han rebasado
el nivel de la sexualidad escindida. El típico matrimonio antiguo, como lo describí antes, era de
una completa supresión, represión y negación de las corrientes espirituales de poder. En el
hombre esa negación a menudo se manifiesta todavía como una incapacidad para experimentar
sentimientos sexuales fuertes por la mujer que ama, a la que honra y respeta. Algunas veces el
miedo inconsciente a la corriente de poder es tan fuerte que la escisión es total y el hombre es
incapaz de vivir la sexualidad con la mujer a quien ama. En muchos casos, sin embargo, la
división existe con una sola mujer. Es posible que honre en cierto modo y que ame a la mujer
con la que se ha casado, pero durante el acto de unión sexual bloquea completamente la realidad
de esa mujer. Este acto puede ser realizado sólo cuando, en la mente del hombre, ella se
convierte en un objeto inferior. El sexo pornográfico puede existir dentro del marco del
matrimonio respetable y es perfectamente aceptado a nivel social.
En el caso de la mujer, la negación de la corriente unificada de poder a menudo se manifiesta
como una negación total de la realidad sexual de su cuerpo. Siempre que su sexualidad se
manifiesta a pesar de todos los intentos por negarla; experimentada con culpabilidad y
vergüenza. En el mundo en que viven hoy en día, la incomprensión acerca de la culpa y la
represión sexual es casi tan grande como antes. Las represiones y negaciones, las culpas y falsas
vergüenzas no son sólo un resultado de la moral social y de las influencias de la mojigatería, sino
que son productos reales de la incapacidad para soportar la fuerza de la corriente de poder
completamente unificada, cuya fuerza sólo puede ser sostenida por alguien que, al menos, se ha
liberado un poco de la negatividad, el miedo, la duda y la destructividad.
La persona con una libido muy desarrollada que experimenta el sexo sin amor, sin un
involucramiento personal profundo con la otra persona escogida y que de manera promiscua
prefiere parejas pasajeras sin mente ni corazón, es esencialmente igual que el moralista que es
muy fiel a su esposa y que sólo tiene con ella contactos sexuales furtivos considerados como
deber marital. Los dos tienen miedo de la corriente amor-sexo que se unifica a partir del poder
del eros, a partir de la reciprocidad en el desarrollo de las almas y el compromiso de uno con el
otro a través de la purificación personal.
La meta final
Es importante que conozcan el estado hacia el cual eventualmente habrán de crecer puesto que es
su destino. Si no tienen un mapa así pueden timonear su barco. Pero hay una diferencia sutil e
importante entre seguir ese modelo de manera orgánica y tratar de forzar algo que todavía no se
ha llegado a ser. Acepta que no puedes ser de inmediato el individuo ideal y del todo fusionado.
Sabes que toma mucho tiempo, experiencia, lecciones, pruebas, errores e innumerables
encarnaciones hasta que tu alma surja como un ser completo. Por ahora tienes que saber que
existe semejante estado, aun si todavía eras bastante incapaz de experimentarlo. Tienes que
saberlo sin presionarte, sin auto-críticas, sin desanimarte. Todas las actitudes forzantes son
destructivas y equivocadas.
Casi todas las religiones organizadas han tratado de obligar a la gente a vivir de acuerdo con
ideales que se encuentran muy por encima de sus posibilidades reales, es por esto que han caído
actualmente en un gran descrédito. El estado de totalidad debe asentarse suavemente en su
conciencia y nunca debería de convertirse en un látigo. Sólo debe ser un recordatorio de quién
eres esencialmente ahora, de quien eres ya en esencia y en quién te convertirás por completo
algún día.
Así como es una tontería volverse ateo a causa de los errores de la religión, también lo es
rechazar el matrimonio sólo por sus distorsiones anteriores. Antes de que se empezara a dudar
del matrimonio como institución válida, la actitud ante él había comenzado a cambiar
considerablemente, sobre todo durante las últimas décadas. Los individuos empezaron a escoger
a sus parejas de manera libre, en general motivados por el amor. Esto a menudo condujo a
errores pues gente muy joven e inmadura como para formar una unión significativa escogió el
matrimonio basándose en una atracción superficial, sin conocer profundamente su propio ser ni
el de su pareja. No es raro que esos matrimonios no pudieran sobrevivir. Pero ese paso era
necesario con el fin de que se pudiera ganar la madurez.
Así como los individuos no pueden aprender si no cometen errores, tampoco puede hacerlo la
conciencia colectiva. Los dos tienen que probar nuevas maneras antes de que el alma pueda
alcanzar la sabiduría y la verdadera libertad para elegir con independencia, para experimentar el
placer sexual y erótico, para cometer errores y aprender de ellos, para formar relaciones distintas
y más maduras como parte de un proceso de crecimiento, sin condenar las menos maduras, todo
esto es necesario para comprender el significado auténtico del matrimonio. No debe ser visto
como un obstáculo impuesto por una autoridad moralizante interna o externa, sino como un
regalo libremente elegido, el estado más grande y deseable que se pueda imaginar, el más fino
placer y satisfacción para el cual el alma y la personalidad se han fortalecido, se han vuelto
disponibles, maduros y capaces. La dicha, el éxtasis, el placer máximo no pueden existir
gratuitamente, no pueden ser comprados de barata. No pueden ser tolerados de semejante
manera. Sólo pueden ser sobrellevados cuando la personalidad ha alcanzado suficiente
purificación, seguridad, fe, autoconocimiento, comprensión del universo —ser Cristo.
La liberación sexual tiene que pasar a través de ciertas fases que pueden parecer o ser exageradas
antes de que una mayor liberación sexual -la unificación del amor, el eros y el sexo— pueda
crear el nuevo matrimonio. Los encuentros sexuales pasajeros no deben ser vistos como la
máxima liberación, son una fase limitada y temporal. Nadie que haya pasado por ese estadio se
ha sentido realmente satisfecho ni siquiera en el nivel físico. Puedes engañarte a ti mismo
pensando que es lo máximo a lo que puedes aspirar, pero no es así. Puedes negar tu anhelo más
profundo porque lograste calmarlo un poco, pero tienes que ir mucho más lejos antes de poderte
dar lo que en verdad necesitas, quieres, deseas y lo que en realidad deberías tener.
Al igual que sucedió con la revolución sexual, la liberación femenina también tuvo que irse a un
cierto extremo, al menos temporalmente. Así que algunas mujeres tuvieron que volverse tan
duras y tan incapaces de ceder como su mayor enemigo, el hombre, con el fin de poder
experimentar su fuerza, su capacidad para ser independientes, responsables de sí mismas,
creativas e ingeniosas. Mientras se trate de una fase temporal desde la cual surgirán nuevos
cambios, podemos decir que es algo bueno. Pero cuando se ve esto como el ideal,
necesariamente se vuelve tan dañino como el ser suprimidas y reducidas al papel de la mujer-
niña que ya no se quiere o se desea ser. La nueva mujer combina la independencia, la
responsabilidad personal y su madurez de adulto con la suavidad y la capacidad de ceder que
anteriormente se asociaban solamente con el parásito dependiente. El nuevo hombre combina sus
sentimientos del corazón, su suavidad y su gentileza con su fuerza y sus capacidades, la mujer,
sino de manera complementados pueden entonces construir un nuevo matrimonio.
El nuevo matrimonio de fusión y transparencia
El nuevo matrimonio no será formado a temprana edad. Si los participantes son jóvenes de
cualquier modo habrán alcanzado una madurez considerable como resultado de un trabajo
interno genuino e intenso, como sería el Pathwork. El nuevo matrimonio es un núcleo de fuerza
en el cual cada uno de los participantes fortalece otro y a los demás dentro de una tarea de
conjunto dirigida hacia una causa más alta. Es completamente abierto y transparente, no existe
ningún tipo de secretos en él. Los procesos anímicos de sus integrantes son compartidos en su
totalidad. Pero este tipo de apertura y de transparencia tiene que ser aprendido. En cierto modo se
trata de un camino dentro del Camino. Debes exponer tus dificultades para alcanzar ese nivel de
apertura, en vez de negarlas o esconderlas. Parte de la apertura consiste en revelar tu temor a la
poderosa corriente espiritual, a las fuerzas que se desatan a partir de la unificación de tu
sexualidad y tu corazón. Al compartir el miedo -aun si por el momento todavía eres incapaz de
deshacerte de él- las obstrucciones serán rápidamente eliminadas y surgirá un cierto tipo de
satisfacción vibrante a partir del solo hecho de compartir.
En el nuevo matrimonio es un prerrequisito indispensable estar en un camino de profundo
desarrollo personal en el que todas las partes ocultas del ser son sacadas a la luz para alcanzar la
realización dentro de una relación viva y vibrante. Cuando la vibración empiece a perderse, los
dos integrantes de la pareja deberán explorar las causas, pues puede existir un sin número de
razones que producen el estancamiento aunque ninguna de ellas sea necesariamente mala o
vergonzosa.
Cuando todos los niveles de las dos personalidades están abiertos el uno al otro, se unen y
finalmente se funden, la intensidad y la vibración del encuentro sexual sobrepasa cualquier cosa
que puedas imaginar por ahora. De hecho es algo que anhelas de manera profunda pues se trata
al mismo tiempo de un derecho innato y de tu destino. Pero sólo puede existir dentro de un
compañerismo como el que describí. Este tipo de fusión no puede llegar con facilidad, sino que
es el resultado de una paciencia infinita, del crecimiento, el cambio y la transformación. Pero
debe estar en tu visión de la vida como una posibilidad que algún día alcanzarás.
La fusión en todos los niveles de la personalidad significa la fusión de todos los cuerpos
energéticos. Esto sólo se da en muy pocos casos. Te darás cuenta de cuándo la fusión sólo se da
en el nivel físico y cuando sucede en el nivel emocional, el mental y el espiritual. Todos estos
cuerpos energéticos existen en realidad pueden fusionarse o no de acuerdo con las condiciones
existentes. Cuando la fusión se realiza en todos los niveles, no sólo te unificas con tu pareja,
sino también con Dios. Te percatas de la presencia de Dios en tu pareja y en ti mismo. Por esto
no nos sorprende el que la corriente de poder sea tan fuerte como para que sólo se la pueda
soportar cuando sus personalidades han alcanzado un elevado nivel de desarrollo interno y
purificación.
Una vez que te das cuenta de que la fusión sexual es insuficiente y poco interesante a menos de
que incluya todos los cuerpos energéticos dentro del proceso de unificación, tu aproximación a
los encuentros sexuales será completamente diferente. La unión sexual nunca será casual o
dejada al azar; la considerarás como un ritual sagrado. Esos rituales serán creados por cada
pareja y podrán cambiar a lo largo del tiempo. Nunca se deteriorarán para convertirse en rutinas
fijas. El encuentro sexual es una verdadera fusión de los principios masculino y femenino en
tanto que fuerzas universales. Cada fusión sexual será un acto creativo que hará surgir nuevas
formas espirituales, nuevas alturas de desarrollo en los dos seres y todo eso podrá ser compartido
con otras personas. El surgimiento complementario de estos dos aspectos divinos -las fuerzas
masculina y femenina- no sólo creará la satisfacción total, el éxtasis y la dicha, sino unos valores
nuevos y perdurables y una verdadera experiencia de la realidad divina, del Cristo que hay en el
ser de cada uno y en el otro.
Mis queridos amigos, esta conferencia debe estimularlos sin importar qué tan lejos estén de
cumplir con el destino que les estoy describiendo ahora. Tan sólo con entender esto ya se están
moviendo en la dirección correcta. Elijan utilizar su comprensión de estas cosas de la manera
más positiva, sin importar en dónde se encuentren. Conocer esta verdad les dará la libertad que
toda verdad debe darnos, incluso si todavía no pueden alcanzar su realización. Regocíjense en el
hecho de que existe la fusión completa y de que los está esperando.
Con estas palabras los bendigo, mis queridos amigos. El Cristo que vive en su alma más
profunda se funde con la conciencia Crística y con las energías que le rodean y les llenan de
amor, fuerza y bendiciones.