Convenio 21
Convenio 21
Convenio 21
Introducción
En esta línea, la riqueza de un país también es medida a partir de su biodiversidad y sobre todo,
en las formas en que ésta se conserva, a partir de mecanismos que inician con políticas públicas
eficaces, eficientes y de alto impacto, que posibilitan la participación e inclusión de diferentes
actores en este inacabado proceso, y que desembocan en medidas concretas reflejadas en
programas y en una gestión integral de la biodiversidad y de sus servicios ecosistémicos. Este
artículo aborda un tema fundamental en el área proteccionista y conservacionista: el Convenio
de Diversidad Biológica de Río de Janeiro, ratificado en la Ley 165 de 1994, con el propósito de
evaluar, si en el caso de Colombia las políticas públicas de conservación son eficaces y eficientes
respecto a la biodiversidad y de las comunidades. También se observa el impacto sobre la
gestión en asuntos relativos a la utilización sostenible de sus componentes y a la participación
justa y equitativa en los beneficios que se derivan de la utilización de los recursos genéticos,
mediante, entre otras cosas, un acceso adecuado a éstos y una transferencia apropiada de las
tecnologías pertinentes, así como a través una financiación apropiada.
Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro
El desarrollo del evento fue una de las Cumbres de la Tierra -organizadas por la ONU- celebrada
en Río de Janeiro en Brasil del 3 al 14 de junio de 1992, el Gobierno y 178 países. Maurice Strong
fue el secretario general. Aproximadamente 400 representantes de organizaciones no
gubernamentales (ONG) estuvieron presentes, mientras que más de 17 000 personas asistieron
al Foro de ONG celebrando paralelamente a la Cumbre. Fue sucesora de la Conferencia sobre el
Medio Humano (Suecia, 1972) y fue celebrada veinte años después, la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) que popularmente es conocida
como Cumbre de Río o de la Tierra.
« Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo
sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. »,
(Principio 1) « Para alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente debe ser
parte del proceso de desarrollo y no puede ser considerado por separado ». (Principio 4)
La Conferencia fue la oportunidad de adoptar un programa de acción para el siglo XXI, llamado
Programa 21 (Agenda 21 en inglés) que enumera algunas de las 2500 recomendaciones relativas
a la aplicación de los principios de la declaración.
Tiene en cuenta las cuestiones relacionadas con la salud, la vivienda, la contaminación del aire,
la gestión de los mares, bosques y montañas, la desertificación, la gestión de los recursos
hídricos y el saneamiento, la gestión de la agricultura, la gestión de residuos. Incluso hoy, el
Programa 21 es la referencia para la aplicación del desarrollo sostenible en los territorios.
La sección III del informe de la Conferencia de Río, destacó el papel de los diferentes actores en
la aplicación del desarrollo sostenible: mujeres, jóvenes y niños, los pueblos indígenas, las
organizaciones no gubernamentales, autoridades locales, sindicatos, empresas, investigadores
y agricultores.
Después de la primera cumbre histórica de Río de Janeiro en 1992 y diez años después de la de
Johannesburgo en 2002. Se realizó la Cumbre de la Tierra Río+20 -llamada oficialmente
Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable- se celebró del 20 al 22 de junio
de 2012 en Río de Janeiro, Brasil. Esta cumbre fue un nuevo intento de Naciones Unidas en el
comienzo de milenio para avanzar sobre el compromiso de los Estados y la comunidad mundial
en los grandes cambios de este siglo XXI. El llamado de las Naciones Unidas fue ambicioso. Invitó
a los Estados, la sociedad civil y los ciudadanos a “sentar las bases de un mundo de prosperidad,
paz y sustentabilidad”, incluyendo tres temas en el orden del día: 1. El fortalecimiento de los
compromisos políticos en favor del desarrollo sustentable. 2. El balance de los avances y las
dificultades vinculados a su implementación. 3. Las respuestas a los nuevos desafíos emergentes
de la sociedad. Dos cuestiones, íntimamente ligadas, constituyeron el eje central de la cumbre:
1. Una economía ecológica con vistas a la sustentabilidad y la erradicación de la pobreza. 2. La
creación de un marco institucional para el desarrollo sustentable.
ANTECEDENTES
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río
de Janeiro en 1992, la comunidad internacional abordó el reto de articular un modelo de
desarrollo global que, sin restar independencia a las decisiones nacionales, fuera capaz de trazar
parámetros comunes para asegurar, conjuntamente con el desarrollo económico, el bienestar
social y ambiental de la humanidad. Durante ese foro, se planteó el desarrollo sustentable como
la única estrategia a seguir para asegurar un desarrollo ambientalmente adecuado y de largo
plazo.
México adoptó medidas para avanzar hacia una sociedad sustentable, mismas que se tradujeron
en el desarrollo de instituciones ambientales y en la modernización de la gestión ambiental.
También se iniciaron cambios en los esquemas de aprovechamiento de recursos naturales para
que su desempeño fuera acorde con el medio ambiente. Sin embargo, los logros alcanzados
resultaron modestos comparados con los retos que ha enfrentado la sociedad mexicana en las
últimas décadas. Las tasas de degradación ambiental continúan, e incluso, aumentan después
de la Conferencia de Río, por lo que se demanda, con sentido de urgencia y alta prioridad política,
una nueva estrategia, una nueva visión y, sobre todo, un nuevo compromiso político dirigido a
promover el desarrollo sustentable en México.
Como parte de los preparativos para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, los
titulares de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Jorge G. Castañeda y Víctor Lichtinger, respectivamente, instalaron el Comité Nacional
Preparatorio para dicha Cumbre, con el propósito de actuar conjuntamente entre gobierno y
sociedad para establecer la posición de México ante este evento de trascendencia internacional.
Para esta labor se contó con la participación de integrantes de los Consejos Consultivos
Regionales para el Desarrollo Sustentable y de los Grupos Principales, habida cuenta del trabajo
continuo y propicio que han realizado por muchos años y muchos de ellos desde el proceso que
se inició a partir de la Cumbre de Río en 1992.
1.- Antecedentes
2.- Objetivos de la Cumbre.
3- Participación de México en las actividades previas a la Cumbre.
4.- Propuestas de México para la Cumbre
5.- Participación de México durante la Cumbre
6.- Principales acuerdos alcanzados en la Cumbre
7.- Seguimiento por parte de México.
1.- Antecedentes
La Conferencia sobre el Medio Ambiente Humano, realizada en Estocolmo en 1972, fue la
primera conferencia global sobre el medio ambiente, en la que se decidió incluir conjuntamente
los temas de desarrollo y los compromisos principales se contienen en la Declaración sobre el
Medio Ambiente Humano, el Plan de Acción para el Medio Ambiente Humano y en la Resolución
de Arreglos Institucionales y Financieros.
Esta Comisión se dedicó al análisis y documentación del vínculo entre desarrollo y medio
ambiente, cuyas conclusiones constituyeron un antecedente importante para los trabajos
preparatorios de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(CNUMAD - 1992).
En 1987 se publicó el informe final de la Comisión, (conocido como Informe Brundtland) titulado
Nuestro Futuro Común, que llamó la atención sobre la urgente necesidad de encontrar formas
de desarrollo económico que se sostuvieran sin la reducción de los de los recursos naturales ni
daños al medio ambiente, y que fue base para que la Asamblea General de las Naciones Unidas
convocara a la Cumbre sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, (conocida como Cumbre de la
Tierra), celebrada en Río de Janeiro en 1992.
Uno de los principales logros de este evento fue la Agenda 21, también conocida como Programa
21, que es un programa de acción de gran alcance.
Otros resultados fueron la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y los
Principios Jurídicamente no Vinculantes sobre Bosques de todo Tipo. En cuanto a documentos
jurídicamente vinculantes, la Cumbre abrió dos documentos para su firma por parte de los
Estados; el Convenio Internacional sobre Diversidad Biológica (CBD) y el Convenio Internacional
sobre Cambio Climático.
Al finalizar la Cumbre de la Tierra la comunidad internacional se fijó como meta realizar en 2002
otra gran Cumbre para revisar los avances mundiales en la ejecución de la Agenda 21.
Cinco años después de la CNUMAD, se realizó una sesión especial de la Asamblea General de
las Naciones Unidas en Nueva York para evaluar los adelantos que se habían logrado a partir
de los objetivos planeados en Río.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, identificó cinco áreas claves en las
que la Cumbre de Johannesburgo centrara y priorizara su discusión: agua y saneamiento,
energía, salud, productividad agrícola, biodiversidad y la gestión de los ecosistemas.
3- Participación de México en las actividades previas a la Cumbre de Johannesburgo
El principal responsable de la organización de la Cumbre de Johannesburgo fue la Comisión
sobre Desarrollo Sostenible (conocido como CDS10), el cual actuó como Comité preparatorio de
la misma, y celebró cuatro sesiones preparatorias en 2001 y 2002, que se conocen como
PreComs.
México participó en las cuatro sesiones del Comité Preparatorio convocadas por Naciones
Unidas, con el propósito de integrar la agenda que se abordaría durante la Cumbre.
Durante dichas sesiones, México impulsó propuestas relacionadas a la prioridad que concede a
las gestiones relacionadas con el acceso a los recursos genéticos, la vulnerabilidad y la
integración de políticas.
Una de las principales preocupaciones abordadas en el ámbito del Comité Preparatorio Regional
se refirieron a los efectos negativos de la globalización como son la inestabilidad financiera y
económica, la exclusión social y el agotamiento de los recursos naturales, exhortando a que
fomenten un carácter sustentable de la globalización.
Salud; que un acuerdo de la Organización Mundial de Comercio sobre patentes no impida que
los países pobres puedan suministrar medicinas para toda la población, y asegurar una gestión
racional de los productos químicos a lo largo de todo su ciclo de vida, de manera que antes de
2020 los modos de utilización y de fabricación no tengan efectos nocivos significativos sobre la
salud de los humanos y de su entorno.
Energía; aumentar el uso de fuentes de energía renovable y hacerlas más accesibles a los
pobres. Diversificar el abastecimiento energético desarrollando tecnologías innovadoras menos
contaminantes y de mejor rendimiento, recurriendo a combustibles fósiles, así como a
tecnologías basadas en energías renovables, incluida la energía hidroeléctrica. y (garantizando)
su transferencia a los países en desarrollo.
Alentar y promover la elaboración de programas marco decenales que sirvan de apoyo a las
iniciativas regionales y nacionales tendientes a acelerar el paso a modos de consumo y de
producción sostenibles.
Aumentar de manera urgente y sustancial la parte global de las fuentes de energías renovables,
reconociendo el papel de objetivos nacionales. o regionales, fijados sobre una base voluntaria y
el papel de las iniciativas existentes.
Comercio; reafirmar los Acuerdos de Doha; considerar que los acuerdos de la O.M.C tienen el
mismo nivel que los tratados ambientales globales, (voluntad de los países ricos de negociar un
acuerdo para el 1º de enero de 2005, en el marco de la O. M.C., para lograr "mejoras
considerables en el acceso a los mercados" de productos agrícolas de países en desarrollo. )
Calentamiento global; los Estados que han ratificado el Protocolo de Kyoto llaman a los Estados
que no lo han hecho aún a ratificarlo.
7.- Seguimiento por parte de México
En el marco de la Convención sobre Diversidad Biológica, México promoverá la certificación legal
de la procedencia de los materiales biológicos, el consentimiento informado para realizar colectas
y el respeto a los acuerdos para la transparencia de materiales genéticos.
México apoya y difundirá la Carta de la Tierra, que contiene principios éticos fundamentales para
el desarrollo sostenible y que fue adoptada mediante un amplio proceso de consulta entre los
distintos sectores de la sociedad mexicana.
La Cumbre de Río (o Cumbre de la Tierra) se llevó a cabo del 3 al 14 de junio de 1992. En ella
participaron 172 países (con 108 jefes de Estado) y 2,400 representantes de organizaciones no
gubernamentales. Durante la cumbre se trataron los temas de medio ambiente y desarrollo
sostenible. Como resultado de la Cumbre de Río se generaron los siguientes documentos:
Agenda 21, la Declaración de Principios Forestales, la Convención para un Marco de las
Naciones Unidas en Cambio Climático, la Convención de las Naciones Unidas sobre la diversidad
biológica y la Declaración de Río sobre Medioambiente y Desarrollo.
Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para conservar,
proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra.
Los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según
sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de velar por
que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen
daños al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén fuera de los limites
de la jurisdicción nacional. Además el desarrollo de cada nación debe ejercerse en
forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y
ambientales de las generaciones presentes y futuras mediante el intercambio de
conocimientos científicos y tecnológicos, e intensificando el desarrollo, la adaptación,
la difusión y la transferencia de tecnologías, entre estas, tecnologías nuevas e
innovadoras.
Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de
erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible.
Se deberá dar especial prioridad a la situación y las necesidades especiales de los
países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los más
vulnerables desde el punto de vista ambiental.
Los Estados deberán desarrollar un sistema económico internacional favorable y
abierto que llevara al crecimiento económico y el desarrollo sostenible de todos los
países; así como de una legislación nacional relativa a la responsabilidad y la
indemnización respecto de las víctimas de la contaminación y otros daños
ambientales.
Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de
instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente
haya de producir un impacto negativo considerable en el medio ambiente y que este
sujeta a la decisión de una autoridad nacional competente.
Las mujeres, los jóvenes, las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como
otras comunidades locales desempeñan un papel fundamental en la ordenación del
medio ambiente y en el desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena
participación para lograr el desarrollo sostenible.
La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible.
La paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente son interdependientes e
inseparables.
Hace 10 años, la cumbre de Río concluyó con algunos resultados positivos, aunque modestos.
De ahí salió la Agenda 21, catálogo de medidas con un enfoque integral para los problemas
ambientales más apremiantes, dos convenciones importantes (cambio climático y biodiversidad)
y varios acuerdos regionales y sectoriales (bosques, pesquerías). El espíritu era claro: los
problemas debían resolverse de manera equitativa porque los países industrializados cargan con
la mayor responsabilidad en el deterioro ambiental a escala global. No era la panacea, pero el
razonamiento daba esperanzas.
La Agenda 21 es un plan estratégico para este nuevo siglo. Es un documento que establece las
pautas para aproximarnos hacia un mundo más respetuoso con el medio ambiente.
Objetivos
- Alcanzar un consenso social para gestionar entre todos los recursos sociales, económicos y
ambientales del territorio municipal.
Finalidad
A. Firma de la Carta de Aalborg por parte del Consistorio, por la cual el Ayuntamiento se
compromete a desarrollar un Plan de Acción Local en materia de desarrollo sostenible.
D. Diseño de las estrategias que darán como resultado el Plan de Acción Socioambiental, entre
las que el Ayuntamiento propone:
-Movilidad y Accesibilidad.
Principios y objetivos
Los principios y objetivos del proceso de Agenda 21 desarrollado en Ermua coinciden con los
denominados compromisos de Aalborg. Se trata de 10 principios que de forma genérica recogen
los objetivos y la filosofía de trabajo de la Agenda 21, son.
1. Formas de gobierno.
o Nos hemos comprometido a impulsar nuestros procedimientos de toma de
decisiones a través de una mayor democracia participativa.
2. Gestión municipal hacia la sostenibilidad.
o Nos hemos comprometido a elaborar programas eficaces de gestión, desde el
diseño a la evaluación, pasando por la implementación.
3. Bienes naturales comunes.
o Nos hemos comprometido a asumir completamente nuestra responsabilidad para
proteger, preservar y garantizar un acceso equitativo a los bienes naturales
comunes.
4. Consumo y formas de vida responsables.
o Nos hemos comprometido firmemente a adoptar y facilitar un uso prudente y
eficiente de los recursos y a fomentar el consumo y la producción sostenibles.
5. Planificación y diseño urbanístico.
o Nos hemos comprometido a asumir un papel estratégico en el diseño y
planificación urbana y a enfocar y a enfocar los temas ambientales, sociales,
económicos, de salud y culturales hacia el beneficio común.
6. Mejor movilidad y reducción del tráfico.
o Reconocemos la interdependencia del transporte, la salud y el medio ambiente y
estamos comprometidos a promover firmemente los modelos de movilidad
sostenible.
7. Acción local para la salud.
o Nos hemos comprometido a promover y mejorar la salud y el bienestar de
nuestra ciudadanía.
8. Economía local viva y sostenible.
o Nos hemos comprometido a crear y asegurar una economía local viva que
promueva el empleo sin dañar el medio ambiente.
9. Igualdad y justicia social.
o Nos hemos comprometido a asegurar comunidades integradoras y solidarias.
10. De lo local a lo global.
o Nos hemos comprometido a asumir nuestra responsabilidad global para la paz, la
justicia, la igualdad, el desarrollo sostenible y la protección del clima.
El Proyecto XXI de la ONU1es un acuerdo de las Naciones Unidas (ONU) para promover
el desarrollo sostenible, aprobado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), que se reunió en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de
1992. Este acuerdo se firmó junto con la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo y la Declaración de principios relativos a los bosques. El Programa es un plan detallado
de acciones que deben ser acometidas a nivel mundial, nacional y local, por entidades de la ONU,
los gobiernos de sus estados miembros y por grupos principales particulares en todas las áreas en
las que ocurren impactos humanos sobre el medio ambiente.
28.2).
a) “Para 1996, la mayoría de las autoridades locales de cada país deberían haber llevado a cabo un
proceso de consultas con sus respectivas poblaciones y haber logrado un CONSENSO sobre un
Programa 21 Local para la conmunidad“.
25.12). Los niños no sólo heredarán la responsabilidad de cuidar la Tierra, sino que, en muchos
países en desarrollo, constituyen casi la mitad de la población. Además, los niños de los países en
desarrollo y de los países industrializados son igualmente vulnerables en grado sumo a los efectos
de la degradación del medio ambiente. También son partidarios muy conscientes de la idea de
cuidar el medio ambiente. Es menester que se tengan plenamente en cuenta los intereses
concretos de la infancia en el proceso de participación relacionado con el medio ambiente y el
desarrollo, a fin de salvaguardar la continuidad en el futuro de cualesquiera medidas que se tomen
para mejorar el medio ambiente.
26). Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas y sus comunidades.
24). Medidas mundiales en favor de la mujer para lograr un desarrollo sostenible y equitativo.
Historia[editar]
En los años 60 del pasado siglo XX, la comunidad científica comienza a alertar a las
administraciones sobre los grandes problemas del planeta: pobreza, pérdida de biodiversidad y
deterioro medioambiental. Se empiezan a hacer patentes las interrelaciones físicas e inevitables
entre las actividades humanas y la naturaleza y que el medio ambiente, -la biosfera en la que
vivimos- resulta ser un sistema complejo, dinámico, sinérgico e incierto y que existe una
interdependencia mutua entre el ecosistema y el sistema socioeconómico que exige una mutua
adaptación de ambos.
En 1968 Aurelio Peccei y Alexander King crean el Club de Roma para atender a los retos de esta
nueva problemática. En 1972 sale a la luz el primer informe al Club de Roma elaborado por Donella
Meadows titulado Los límites del crecimiento (The limits to growth) que, con sus aciertos,
errores y críticas, es todo un aldabonazo en las conciencias de los dirigentes y de los estudiosos.
Mediante la primera reunión mundial de 1972 sobre medio ambiente (Conferencia sobre el Medio
Humano de Estocolmo), se comienzan a poner los cimientos para la más importante Cumbre de la
Tierra que se celebraría 20 años más tarde en Río de Janeiro (1992). En esta Conferencia de
Estocolmo sobre el Medio Humano de 1972, participaron 113 naciones y su Secretario General fue
el Dr. Maurice Strong – que también lo sería de Río- “Antes de ella, relata el Dr. Strong, jamás un
tema -en este caso, el medio ambiente- considerado prácticamente una novedad, fue llevado a un
nivel tan alto de discusión”. Las conclusiones de esta Conferencia, posteriormente, en 1987, se
recogieron en el Informe Brundtland, titulado “Nuestro Futuro Común”, dirigido por Gro Harlem
Brundtland, ex-Primera Ministra de Noruega. Como resultado de esta Conferencia de Estocolmo se
instauró el Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA) y la ONU estableció en
1983 la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y el Desarrollo.
Hoy en día muchos de los miembros signatarios del programa 21 han ratificado los acuerdos y
organizado sus propios programas a nivel nacional y local, siguiendo las guías que para tal fin han
desarrollado diversas entidades asociadas a las Naciones Unidas. Un ausente notable es Estados
Unidos, país que asistió a la Cumbre de Río pero que se abstuvo de firmar la declaración y el
programa.
El programa 21 ha tenido un estrecho seguimiento a partir del cual se han desarrollado ajustes y
revisiones. Primero, con la conferencia denominada Río+5, se llevó a cabo del 23 al 27 de
junio de 1997 en la sede de la ONU en Nueva York; posteriormente con la adopción de una agenda
complementaria denominada Objetivos de desarrollo del milenio (Millennium Development
Goals), con énfasis particular en las políticas de globalización y en la erradicación de la pobreza y el
hambre, adoptadas por 199 países en la 55ª Asamblea de la ONU, celebrada en Nueva York
del 6 al 8 de septiembre del 2000; y la más reciente, la Cumbre de la Tierra de
Johannesburgo, reunida en esta ciudad de Sudáfrica del 26 de agosto al 4 de
septiembre de 2002.
Estructura y contenido[editar]
Los temas fundamentales de la agenda 21 están tratados en 40 capítulos organizados en un
preámbulo y cuatro secciones así:
1. Preámbulo
9. Protección de la atmósfera
13. Ordenación de los ecosistemas frágiles: desarrollo sostenible de las zonas de montaña
17. Protección de los océanos y de los mares de todo tipo, incluidos los mares cerrados y
semicerrados y de las zonas costeras y protección, utilización racional y desarrollo de sus recursos
vivos
19. Gestión ecológicamente racional de los productos químicos tóxicos, incluida la prevención
del tráfico internacional ilícito de productos tóxicos y peligrosos
20. Gestión ecológicamente racional de los desechos peligrosos, incluida la prevención del tráfico
internacional ilícito de desechos peligrosos
21. Gestión ecológicamente racional de los desechos sólidos y cuestiones relacionadas con
las aguas cloacales
23. Preámbulo
24. Medidas mundiales en favor de la mujer para lograr un desarrollo sostenible y equitativo
26. Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas y sus comunidades
37. Mecanismos nacionales y cooperación internacional para aumentar la capacidad nacional en los
países en desarrollo
Estado actual[editar]
En lo que se refiere al Capítulo 28 del El Programa 21(o Agenda 21) crea la Institución llamada
“Programa 21 Local” o Agenda 21 Local (denominado así posteriormente en ambos casos por el
mismo Dr. Maurice Strong, Secretario General de las Cumbres de Estocolmo 72 y Río 92).