Estado de Salud de La Población
Estado de Salud de La Población
Estado de Salud de La Población
A medida que las personas envejecen, presentan una exposición más prolongada a
posibles factores de riesgo, como el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol,
la actividad física insuficiente y hábitos alimenticios y alimentación poco saludables.
Como consecuencia, las personas mayores padecen múltiples trastornos crónicos. De
acuerdo con un estudio general sobre las tendencias y proyecciones poblacionales de
la Región por grupo etario que abarcó el período entre 1970 y el 2030, se calcula que
para el 2030 la población en general se duplicará, principalmente debido al crecimiento
de los grupos poblacionales de mayor edad: habrá 4,2 veces más personas de 60 a 79
años y 7,3 veces más personas de 80 años en adelante, lo que representa un aumento
notable.
Los cálculos actuales indican que la ingesta media de sal a nivel mundial es de
aproximadamente 10 gramos/día (4 gramos/día de sodio) (11). En los países del
continente americano donde hay datos disponibles, el consumo de sal es variable, pero
muy alto. En Estados Unidos y Canadá, el consumo diario promedio de sal por persona
es de 8,7 y 8,5 gramos, respectivamente, mientras que en América Latina el consumo
diario promedio de sal por persona es de 12 gramos en Argentina, 11 gramos en Brasil
y 9 gramos en Chile (12-14).3
Diversos estudios han indicado que en los países desarrollados el factor que tiene más
peso en el consumo de sal son los productos procesados. En cambio, en algunos
países, como Brasil, la sal añadida en la mesa o al cocinar determina en gran medida
la cantidad de sal que consume la población (2, 15).
Consumo de tabaco
El consumo de tabaco es un factor de riesgo común de las enfermedades
cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes.
También tiene una relación de causalidad con muchas otras enfermedades y efectos
nocivos para la salud (2, 16). Por consiguiente, la aplicación de políticas para controlar
el consumo de tabaco tendrá una repercusión positiva en la reducción de la carga de
las enfermedades no transmisibles.
La prevalencia del consumo actual de tabaco en adolescentes (de 13 a 15 años de edad), en las
encuestas más recientes, es el porcentaje de jóvenes de 13 a 15 años de edad que usaron por lo
menos una vez cualquier producto de tabaco, con o sin humo, en los 30 días anteriores a la encuesta.
Siempre que sea posible, los datos corresponden al territorio nacional. En Colombia, Ecuador,
Honduras y Nicaragua, los datos disponibles eran subnacionales. En todos los países, excepto
Brasil, Canadá, Chile y Estados Unidos, los datos provinieron de la Encuesta Mundial sobre el
Tabaco y los Jóvenes. Los datos notificados por Brasil corresponden al noveno grado; los de
Canadá, del séptimo al noveno grado. El indicador presentado por Canadá corresponde al consumo
actual de tabaco, mientras el de los Estados Unidos es el consumo actual de cigarrillos. Debe tenerse
en cuenta que las encuestas se realizaron en diferentes años.
EMTJ (Encuesta Mundial sobre el Tabaco y los Jóvenes), EMSE (Encuesta Mundial sobre la Salud
de los Escolares), ENTJ (Encuesta Nacional sobre el Tabaco y los Jóvenes), PeNSE (sigla en
portugués de Investigación Nacional de Salud Escolar), ETJ (Encuesta sobre el Tabaco y los
Jóvenes).
Además, en la Región, donde antes era muy común fumar cigarrillos manufacturados,
hoy en día está creciendo el consumo de novedosos productos de tabaco, como los
sistemas electrónicos de administración de nicotina y los sistemas electrónicos sin
nicotina, así como otros productos de tabaco, como las pipas de agua y el tabaco sin
humo. Por consiguiente, los sistemas de vigilancia deben incluir el seguimiento de los
productos vinculados a los sistemas electrónicos de administración de nicotina y los
sistemas electrónicos sin nicotina, y deben hacerse más investigaciones para
comprender las consecuencias de su uso en el ámbito de la salud pública (17).
Diversos estudios han demostrado que una reducción de 50% en la prevalencia del
consumo de tabaco para el 2025, de conformidad con lo definido en las metas y los
indicadores del marco de vigilancia mundial, podría evitar muchas muertes y, en
consecuencia, mejorar los resultados en materia de salud a nivel regional y mundial (3,
18, 19).
Hipertensión
La tensión arterial alta, que se conoce comúnmente como “hipertensión”, sigue teniendo
una repercusión negativa en la mortalidad y en la aparición de enfermedades
cardiovasculares y otras enfermedades no transmisibles, tanto a nivel mundial como en
la Región de las Américas (2). La hipertensión no controlada puede causar accidentes
cerebrovasculares, infartos de miocardio, insuficiencia cardíaca, demencia,
insuficiencia renal y ceguera (20, 21). De todas las enfermedades relacionadas con la
tensión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares generan la mayor carga. Si se
le hace frente, se evitarán muchas enfermedades, discapacidades y muertes.
En el 2014, la prevalencia normalizada según la edad de la hipertensión6 en la Región
de las Américas era menor (18,7%) que la registrada a nivel mundial (22%) (2). En los
países del continente, la prevalencia de la hipertensión en el 2014 fluctuó entre 13,3%
en Canadá y 23,3% en Brasil. En todos los países de la Región, los hombres tienen una
prevalencia mayor que las mujeres, pero hay subregiones,7 como el istmo
centroamericano (23,7% de los hombres, 21,0% de las mujeres), el Caribe latino (25,1%
de los hombres, 22,1% de las mujeres), y el Caribe no latino (24,7% de los hombres,
20,4% de las mujeres) donde la brecha entre hombres y mujeres es menor (1).
Hiperglucemia y diabetes
La hiperglucemia es un efecto común de la diabetes no controlada; con el transcurso
del tiempo, puede provocar daños graves en los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones
y los nervios, y aumentar el riesgo de padecer infarto de miocardio y accidentes
cerebrovasculares (24). Los cálculos indican que en el 2014 había alrededor de 422
millones de personas mayores de 18 años con diabetes en todo el mundo. De ese total,
62 millones (15,0%) vivían en la Región de las Américas,8lo que implica que el número
de personas con diabetes en la Región se había triplicado desde 1980 (24).
En el 2014, 68% de los adultos con diabetes en la Región de las Américas vivía en solo
tres países: Estados Unidos (22,4 millones), Brasil (11,7 millones) y México (8,6
millones). Entre los años 1980 y 2014, el mayor incremento en el número de personas
diabéticas se registró en México (donde en el 2014 había cinco veces más personas
con diabetes) y Brasil (cuatro veces más). En Estados Unidos, en el 2014 había casi
tres veces más personas con diabetes, pero el aumento en ese país fue menor al
registrado en Brasil y México (25). La prevalencia general de la hiperglucemia en el
continente aumentó de 5,0% en 1980 a 8,3% en el 2014 (8,6% en los hombres y 8,4%
en las mujeres) (1, 25).
Sobrepeso y obesidad
La obesidad aumenta las probabilidades de presentar diabetes, hipertensión,
cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, ciertos tipos de cáncer, apnea
obstructiva y osteoartritis. También afecta negativamente la función reproductiva. De
hecho, la relación entre obesidad, resultados de salud desalentadores y mortalidad
general está bien establecida (27, 28).
En la Región de las Américas, los cálculos normalizados según la edad
correspondientes al año 2014 sobre la prevalencia del sobrepeso9 (un índice de masa
corporal [IMC] ≥ 25 kg/m2) en las personas de 18 años o más fue de 61,0% (62,8% para
los hombres y 59,8% para las mujeres). La región de la OMS con la prevalencia más
alta de sobrepeso y obesidad es la Región de las Américas (29, 30), donde los países
con la prevalencia más alta son Bahamas (69,0%), Estados Unidos (67,3%), Canadá y
México (64,4%), y Chile (63,1%) (1, 29) (figura 3).
Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la Región. Los
factores de riesgo más importantes son el consumo de tabaco, la obesidad, la
hipertensión y los niveles altos de colesterol. No obstante, la mortalidad por
enfermedades cardiovasculares ha descendido de manera sostenida en la mayoría de
los países del continente: entre los años 2000 y 2010 se ha registrado una reducción
de 19% en la población en general (20% en las mujeres y 18% en los hombres). Una
tercera parte de los 1,8 millones de muertes que se registran cada año por
enfermedades cardiovasculares en la Región ocurren en personas menores de 70
años; sin embargo, esta cifra ha descendido en 21% en el período comprendido entre
el 2000 y el 2010 (34, 35).
Cáncer
En la Región de las Américas, el cáncer afecta cada año a casi 3 millones de personas;
en el 2012, 1,3 millones de personas murieron a causa del cáncer (1, 36).
Aproximadamente 45% de estas muertes debidas al cáncer son prematuras (es decir,
ocurren en personas de menos de 70 años de edad); esta cifra incluye a casi 9 000
menores de 14 años (36). En América Latina y el Caribe, las principales causas de
muerte por cáncer son el cáncer de próstata, el de pulmón, el de estómago y el
colorrectal en los hombres, y el cáncer de mama, el de estómago, el de pulmón, el
cervical y el colorrectal en las mujeres. En cambio, en Canadá y Estados Unidos el
cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en ambos sexos (37).
La tasa de mortalidad por cáncer normalmente es mayor en los hombres debido a las
tasas altas de cáncer de pulmón y próstata. Las excepciones son El Salvador y
Nicaragua, donde las tasas de cáncer en las mujeres son mayores debido a las tasas
altas de mortalidad del cáncer cervicouterino y del estómago. Si bien la mortalidad por
cáncer se mantiene relativamente estable en la Región, en ambos sexos la mortalidad
general por cáncer está disminuyendo en nueve países (Argentina, Brasil, Canadá,
Chile, Estados Unidos, México, Nicaragua, Paraguay y Venezuela) y solo ha aumentado
levemente en Cuba (37). Aunque la incidencia del cáncer en América Latina es, en
general, inferior que la incidencia de cáncer en regiones más desarrolladas del mundo,
la tasa de mortalidad es mayor en América Latina y el Caribe. Es posible que esto se
deba, en parte, a que el diagnóstico se hace en las fases más avanzadas del cáncer y
una reducción del acceso a los servicios de diagnóstico, tamizaje y a tratamiento del
cáncer (38).
Diabetes
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica y una de las enfermedades crónicas
más prevalentes en todo el mundo (24, 39). Se calcula que en el 2012 hubo 305 000
defunciones causadas directamente por la diabetes, lo que representa 5% de las
defunciones por enfermedades no transmisibles en la Región de las Américas (40).
Un análisis de la tasa de mortalidad prematura por diabetes reveló que una persona de
30 años de edad que vive en la Región de las Américas tiene 1,7% de probabilidades
de morir por diabetes antes de llegar a los 70 años de edad. En 61% de los países, la
tasa de mortalidad prematura es mayor que los cálculos regionales (1,7%). Guyana,
Belice, Trinidad y Tabago, México y Honduras son los cinco primeros países de esta
categoría, con una tasa de muerte prematura superior al 5,4%. En cambio, Canadá, las
Islas Caimán, Martinica, Uruguay y Cuba tienen las menores tasas de muerte
prematura, por debajo de 0,8% (41).