Monografía de Investigación
Monografía de Investigación
Monografía de Investigación
DE ABOGADA
Ayacucho – Perú
2012
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
INTRODUCCIÓN
1
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
2
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
DEDICATORIA
3
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
CAPITULO I
4
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
1. CONCEPTO
Nuestro Código Procesal Civil de 1993, con una depurada técnica legislativa,
establece en el artículo I del Título Preliminar el derecho a la “tutela jurisdiccional
efectiva”, al señalar: “Artículo I.- Derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.- Toda
persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa
de sus derechos o intereses, con sujeción a un debido proceso”.
Consiguientemente, es deber del Estado promover la efectividad del derecho a
la tutela jurisdiccional, que no sólo se limita al aspecto procesal, sino,
fundamentalmente, al aspecto material, en el sentido de resolver la pretensión
planteada.
El panorama doctrinario relacionado con el Derecho Procesal Civil se
caracteriza, actualmente, por la exaltación de las bondades de la eficacia en el
proceso, situándola en lugar preferencial al punto que algunos hablan del
“eficientismo procesal”. Así, el italiano Proto Pisani3 expresó que “el principio de
efectividad no es apenas una directiva para el legislador sino también “un principio
hermenéutico del Derecho vigente”. Precisamente este valor tiene una función
instrumental respecto de otro valor de innegable jerarquía cual es la “justicia”.
Morello a su turno señala que “la efectividad de las técnicas (acciones y
remedios) y de los resultados jurisdiccionales es la meta que en estas horas
finiseculares signa la eficiencia en concreto de la actividad jurisdiccional, ese
propósito es notorio y cobra novedosa presencia como exigencia perentoria del
Estado de Derecho, en el clásico brocárdico: ubi remedium ibi ius”, que “la exigencia
de efectividad (...) representa el común denominador de cualquier sistema de
garantías. Es que la sola efectividad, en último análisis, permite medir y verificar el
grado variable de la protección concreta que reviste la garantía tanto desde el punto
de vista formal (o extrínseco) cuanto de contenido (intrínseco) que es capaz de
asegurar a la situación subjetiva que abstractamente la norma procura proteger”, y
finaliza: “Nosotros, abarcativamente, predicamos la efectividad en un doble plano
concurrente. Por una parte la idoneidad específica del remedio técnico (garantía) a
utilizar, y, en segundo lugar, la materialización que-a través de la jurisdicción- se
debería alcanzar como manifestación de concreción de la tutela recabada”4.
En cuanto a su naturaleza, el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es de
carácter público y subjetivo, por cuanto toda persona (sea natural o jurídica,
3
Citado por VARGAS, ABRAHAM LUIS. Teoría General de los Procesos Urgentes. En Medidas Autosatisfactivas. Parte General.
Ateneo de Estudios del Proceso Civil. Buenos Aires. Rubinzal – Culzoni Editores,1999.Pág. 120.
4
Ibid.
6
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7
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acceso a la justicia, segundo, una vez en ella, que sea posible la defensa y poder
obtener solución en un plazo razonable, y tercero, una vez dictada la sentencia, la
plena efectividad de sus pronunciamientos. Acceso a la jurisdicción, proceso debido
y eficacia de la sentencia”5.
Conforme a lo señalado en la Casación No 216-2004/Lima, publicada en el
Diario Oficial El Peruano el 31-08-2005, págs. 14460-14461, El derecho a la Tutela
jurisdiccional efectiva es un derecho de nivel constitucional contemplado en el inciso
tercero del artículo ciento treinta y nueve de la Carta Fundamental, el mismo que
consiste en un atributo subjetivo que comprende una serie de derechos que se
puedan clasificar: i) como los que brindan acceso a la justicia: derecho de acción y
de contradicción; ii) los que garantizan el debido proceso incoado: derecho al juez
natural, defensa, imparcialidad, independencia, ofrecer medios probatorios,
instancia plural, motivación de las resoluciones judiciales; y, iii) los que garantizan
la ejecución de lo resuelto6…
5
GONZÁLEZ PÉREZ, JESÚS. El derecho a la tutela jurisdiccional. Madrid. Editorial Civitas. Segunda Edición, 1985. Pág 27.
6
HINOSTROZA MINGUEZ, ALBERTO. Comentarios al Código Procesal Civil. Tercera Edición. Lima – Junio 2010. IDEMSA. Pág. 35.
8
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
7
VARGAS, ABRAHAM LUIS. Teoría General de los Procesos Urgentes. En Medidas Autosatisfactivas. Parte General. Ateneo de
Estudios del Proceso Civil. Buenos Aires. Rubinzal – Culzoni Editores, 1999.Pág. 118
8
BIDART CAMPOS, GERMÁN. Derecho de Amparo. Buenos Aires. Ediar.1961. Cap. I.
9
GONZÁLES PÉREZ, JESÚS. El derecho a la tutela jurisdiccional. Madrid. Editorial Civitas, 1984. Pág. 22.
9
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
Monroy Gálvez y Bidart Campos10, hablan de tutela judicial antes del proceso
y durante él. En el primer caso se sostiene que aun cuando el ciudadano no tenga
un conflicto concreto ni requiera en lo inmediato de un órgano jurisdiccional, el
Estado debe proveer a la sociedad de los presupuestos materiales y jurídicos
indispensables para que el proceso judicial opere y funciones en condiciones
satisfactorias. Así, debe existir un órgano jurisdiccional autónomo, imparcial e
independiente; preexistir al conflicto las reglas procesales adecuadas que encausen
su solución; existir infraestructura (locales y equipos) adecuada y suficiente para
una óptima prestación del servicio de justicia; existir el número necesario y
suficiente de funcionarios que presten el servicio. En el segundo caso, esto es
durante el proceso la tutela judicial efectiva debe verificarse en todos sus
momentos, acceso, debido proceso, sentencia de fondo, doble grado y ejecución de
sentencia. En buena cuenta se trata del derecho al proceso y el derecho en el
proceso.
10
MONROY GÁLVEZ, JUAN. Introducción al Proceso Civil. Bogotá. Editorial Temis S.A,1996. T. I. Págs. 245 y 246.
10
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
- NOCIÓN:
La conciencia de la efectividad de los derechos del hombre data del siglo pasado,
del tránsito del Estado liberal individualista al Estado social de derecho. La
concreción (efectiva) de los derechos y garantías constitucionalmente establecidos
fue más allá de un tibio sistema de libertades a cargo de un Estado inerte
administrador, pues se demandó un Estado que garantice la operatividad «efectiva»
11
MONROY GÁLVEZ, JUAN. Introducción al Proceso Civil. Tomo I. Editorial Temis S.A. Santa Fe de Bogotá, 1996. Pág. 248 y 249.
12
REVISTA IBEROAMERICANA DE DERECHO PROCESAL GARANTISTA 2008
11
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13
GERARDO ETO CRUZ. El Desarrollo del Derecho Procesal Constitucional a partir de la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional Peruano. Pag. 157.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
Por otro lado, podemos advertir que si bien el término tutela procesal efectiva se
parece mucho al vocablo tutela jurisdiccional efectiva, existen absolutas diferencias
entre ellos. Este último es propiamente un derecho fundamental (Art. 139 Inc. 3 de
la Constitución). El primero, al parecer, es un término de naturaleza legal (Art. 4 del
CP Const.) creado por legislador y que sirve para denunciar las irregularidades que
se han suscitado en el proceso judicial, por las cuales se convierte en írrita la
decisión judicial. Por tanto, hace viable su cuestionamiento en el proceso de amparo
o hábeas corpus, según corresponda. Este término contiene en su enunciado a la
tutela jurisdiccional efectiva y el debido proceso14.
- COMPONENTES:
14
DR. MARTÍN HURTADO REYES. Tutela Procesal Efectiva.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
CAPITULO II
VIOLENCIA FAMILIAR
I. ETIMOLOGÍA.-
II. LA FAMILIA
15
JORGE CORSI, Una Mirada Abarcativa Sobre El Problema De La Violencia Familiar. Violencia familiar. Una Mirada
interdisciplinaria sobre un grave problema social. Pág. 23.
16
INSTITUTO PERUANO DE CIENCIAS JURIDICAS Y CRIMINOLÓGICAS. Programa de Actualización y Especialización Profesional.
Diplomado de Violencia Familiar. Módulo I – La Familia y La Violencia Familiar.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
17
AGUILAR LLANOS, BENJAMIN. La Familia en el Código Civil Peruano. Segunda Reimpresión: Enero 2010. Editorial San Marcos
E.I.R.L. Pag. 18.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
Por mucho tiempo, la concepción que se tenía del hogar como el ámbito privado
por excelencia retrasó el análisis, estudio y regulación del tema de violencia familiar,
el cual surgió al considerar que sus consecuencias afectaban a la sociedad en
general.
En la década de los setenta del siglo pasado se comienzan a establecer los
marcos jurídicos necesarios para regular esta problemática, motivados,
principalmente, por la reivindicación de los derechos de la mujer, receptora
primordial de éste tipo de violencia.
Sobre la violencia familiar se han generado diferentes definiciones, esparcidas en
diversos ordenamientos jurídicos civiles y penales, así como variados conceptos e
interpretaciones dados tanto por el Poder Judicial como por organismos
internacionales.
El Consejo de Europa ha definido a la violencia familiar como: Toda acción u
omisión cometida en el seno de la familia por uno de los miembros, que menoscaba
la vida, la integridad física, psicológica e incluso la libertad de otro de los miembros
de la misma familia, que cause serio daño al desarrollo de la personalidad.
Se denomina violencia familiar al conjunto de conductas, acciones u omisiones
habituales ejercidas contra la pareja u otro miembro de la familia, con el propósito
explicito o no de mantener el control de la relación. Dichas conductas adoptan
formas físicas, psicológicas y/o sexuales, y/o atentan contra las propiedades o
individuos relacionados con la pareja u otro integrante de a familia o involucran el
aislamiento social progresivo, castigo, intimidación y/o restricción económica.
Según el informe Mundial sobre Salud y Violencia de la Organización Mundial de
la Salud (OMS), la violencia es un problema de salud pública pues genera graves
18
Ibid.
18
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19
Jorge Corsi, mencionado en Diplomado de Violencia Familiar. Módulo II –La Violencia Familiar y los Derechos Humanos. Pág.
35.
20
WILFREDO ARDITO VEGA Y JAVIER LA ROSA CALLE. Violencia Familiar en la Región Andina. Análisis Comparado. Pág. 09.
21
Según la definición incluida en el Diccionario de la Lengua Española.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
- Violencia Física:
Toda aquella conducta que directa o indirectamente éste dirigida a ocasionar
un daño o sufrimiento físico sobre la persona, tales como heridas,
hematomas, contusiones, excoriaciones, dislocaciones, quemaduras,
pellizcos, pérdida de dientes, empujones, o cualquier otro maltrato que
afecte la integridad física de las personas, así como toda conducta destinada
a producir daño a los bienes que integran el patrimonio de la víctima.
Se dice que “no hay violencia física sin previa agresión psicológica. Una vez
conseguido el objetivo del dominio y control de la víctima, el agresor no suele
detenerse en ese estadío: si no que, reforzado en su conducta, al haber
obtenido sumisión incondicional de la mujer, toma como una provocación la
falta de respuesta de ella, u entonces para a la acción física..”22
- Violencia Psicológica:
Es toda acción u omisión realizada por un miembro de la familiar, que dañe
22
WALDO FRANCISCO NUÑEZ MOLINA Y MARIA DEL PILAR CASTILLO SOLTERO. Violencia Familiar – Comentarios a la Ley 29281.
Doctrina, Legislación y Jurisprudencia. Lima 2009. Ediciones Legales. Pág. 65.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
- Violencia Sexual:
Toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la persona a decidir
voluntariamente su sexualidad, comprendida en esta no sólo el acto sexual
sino toda forma de contacto o acceso sexual o no genital 24. Es toda acción
que un miembro de la familiar u otra persona, por medio de la fuerza física,
la intimidación o la coerción psicológica obliga a otro miembro a que ejecute
un acto sexual contra su voluntad, o sin conciencia del acto en el que será
involucrado participando en una variedad de situaciones que van desde las
relaciones emocionales sexualizadas, caricias no deseadas, acoso, abuso
sexual, infantil en todas sus variantes (tocamientos, manoseo, exhibición de
genitales, observaciones, cuando se cambia de ropa o está en la ducha),
incesto, exposición a niños o adolescentes a pornografía, en algunos casos
hasta la penetración oral, anal o vaginal, negar a las mujeres el uso de
métodos anticonceptivos, no utilizar medios de protección contra las
enfermedades transmisibles sexualmente, burlarse de su cuerpo, compararla
23
Ibid.
24
Op Cit. Diplomado de Violencia Familiar. Módulo I – La Familia y La Violencia Familiar. Pág. 11.
21
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
b) Ex Cónyuges.
c) Convivientes.
d) Ex convivientes.
e) Ascendientes.
f) Descendientes.
g) Parientes colaterales hasta el cuarto de consanguinidad y segundo de
afinidad.
h) Quienes habitan en el mismo hogar, siempre que no medien relaciones
contractuales o laborales.
i) Quienes hayan procreado hijos en común, independientemente que convivan
o no, al momento de producirse la violencia.
j) Uno de los convivientes o parientes del otro hasta el cuarto grado de
consanguinidad y el segundo de afinidad en las uniones de hecho25.”
25
Conforme lo dispone el artículo 326b del Código Civil: La unión de hecho, voluntariamente realizada y mantenida por un
varón y una mujer, libres de impedimento matrimonial, para alcanzar finalidades y cumplir deberes semejantes a los del
matrimonio, origina una sociedad de bienes que se sujeta al régimen de sociedad de gananciales, en cuanto le fuere aplicable,
siempre que de dicha unión haya durado por lo menos dos años continuos.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
innumerables casos de herederos que haciendo uso abusivo del derecho, presentan
demandas de violencia familiar con el objetivo de hacer prevalecer derechos
patrimoniales, esta situación debe ser tomada en cuenta para modificar el campo de
protección, limitando su aplicación para quienes sufren de violencia familiar en los
términos de abuso ya expuestos de las relaciones de poder por parte de un
miembro de la familia poniendo especial énfasis en las medidas de protección a
favor de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
El Tribunal Constitucional ha considerado que: “Sin importar el tipo de familia
ante la que se esté, esta será merecedora de protección frente a las injerencias que
puedan surgir del Estado y de la sociedad. No podrá argumentarse, inconsecuencia,
que el Estado solo tutela a la familia matrimonial, tomando en cuenta que existen
una gran cantidad de familias extramatrimoniales. Es decir, se comprende que el
instituto familia trasciende al del matrimonio, pudiendo darse la situación de que,
extinguido este, persista aquella. Esto no significa que el Estado no cumpla con la
obligación de la Constitución en cuanto promover familia matrimonial, que suponen
mayor estabilidad y seguridad de los hijos”26.
armas, y una innovación más es que el Fiscal puede solicitar la detención del
agresor ante el Juez Penal competente, quien dictará tal medida dentro del plazo de
24 horas.
VI.1 Naturaleza de las Medidas de Protección:
27
Citado por CHANG, Martel: Tutela Cautelar y Medidas autosatisfactivas eb ek proceso Civil. Lima: Palestra, 2003. P. 97. A su
vez, citado por WALDO FRANCISCO NUÑEZ MOLINA Y MARIA DEL PILAR CASTILLO SOLTERO. Ob Cit. Pag. 135.
28
SANZ, Diana y MOLINA, Alejandro: Violencia y Abuso en la Familia. Buenos Aires: Lumen/Humanitas, 1999. P. 321. CITADOS
POR WALDO FRANCISCO NUÑEZ MOLINA Y MARIA DEL PILAR CASTILLO SOLTERO. Ob Cit. Pag. 136.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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CAPITULO III
LEGISLACIÓN INTERNACIONAL Y NACIONAL QUE LA REGULA
El artículo 55° de la Constitución Política del Estado establece que los Tratados
Internacionales vigentes celebrado por el Estado forman parte del derecho nacional.
Si bien, a diferencia de la Constitución de 1979, los Tratados de Derechos Humanos
no tiene rango constitucional expresamente, se recoge los alcances de la Cuarta
Disposición Final y Transitoria de dicho texto que dispone que la interpretación de
los derechos debe realizarse a la luz de los tratados internacionales de derechos
humanos. Lo cual significa, que se les otorga supremacía constitucional frente a
cualquier otra norma. Nuestro país ha ratificado todos los instrumentos
internacionales que constituyen el marco de la protección de los derechos humanos
frente a la violencia familiar y también los que específicamente protegen a las
mujeres y niños (as). Es decir, existe un sistema jurídico internacional de protección
conforme al cual las víctimas pueden amparar sus demandas y que, de no ser
atendidas, acarrearán responsabilidades estatales por los actos u omisiones en lo
que Jueces pudieran incurrir.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
1. La Constitución:
La protección de los derechos fundamentales en el ordenamiento jurídico
nacional frente a la violencia familiar tiene su fuente directa en la Constitución
Política del Estado, y encuentra su fundamento esencial, en el respeto a la dignidad
de la persona humana. En el texto Constitucional señala, sentando bases sobre las
cuales se ha de desarrollar su cuerpo normativo, que: Artículo 1: Defensa de la
persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y el
Estado”. Precepto sustancial que no sólo sirve de orientación al orden jurídico,
social, político y económico de la nación, sino que sobre todo se constituye en uno
de los pilares de nuestra existencia –y subsistencia- como sujetos titulares de
derechos en una sociedad democrática. Además, es el resultado de una larga
historia de luchas y conquistas por la defensa de la condición humana, al menos en
su expectativa de lograr el reconocimiento y respeto de sus derechos.
En el desarrollo y ampliación del derecho a la dignidad, se ha consagrado
otros derechos, también fundamentales, que van indiscutiblemente ligados y son
interdependientes, características en común con los derechos humanos; el derecho
a la vida, a la integridad personal, al libre desarrollo y bienestar, a la igualdad y no
discriminación29.
El Tribunal Constitucional, citando a Enrique Alvarez Conde, en la
jurisprudencia recaída en un Habeas Corpus, planteado para tutelar el derecho a la
Integridad Personal, dice “que el derecho a la vida se prolonga en el derecho a la
integridad física y moral. En efecto el reconocimiento y defensa que el texto
constitucional consagra la vida humana, no supone llana y elementalmente la
constitucionalización de la mera existencia, sino que abarca la responsabilidad de
29
Instituto de Capacitación y Desarrollo. Diplomado Violencia Familiar y Derechos Humanos. Tomo II. Legislación contra la
Violencia Familiar. Pág. 13.
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El principio de dignidad de la persona: Partiendo de la máxima kantiana, la dignidad de la persona supone el respeto del
hombre como fin en sí mismo, premisa que debe estar presente en todas los planes de acción social del Estado suministrando
una base constitucional a sus políticas, pues en el Estado social el respeto a la dignidad se refiere esencialmente a lograr una
mejor calidad de vida de las personas. En razón de ello, en sede jurisdiccional ningún análisis puede desarrollarse sin verificar el
respeto a la dignidad del hombre, tanto en la actuación del Estado como en la de los particulares. El principio de dignidad
irradia en igual magnitud a toda la gama de derechos, ya sean los denominados civiles y políticos, como los económicos,
sociales y culturales, toda vez que la máxima eficacia en la valoración del ser humano solo puede ser lograda a través de la
protección de las distintas gamas de derechos en forma conjunta y coordinada. Bajo este principio, el Estado no solo actuará
con respeto de la autonomía del individuo y de los derechos fundamentales como límites para su intervención –obligaciones
de no hacer–, sino que deberá proporcionar, a su vez, los cauces mínimos para que el propio individuo pueda lograr el
desarrollo de su personalidad y la libre elección de sus planes de vida –obligaciones de hacer-. SENTENCIA DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL - EXP. N.° 2945-2003-AA/TC – LIMA.
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En puridad se trata de un atributo indesligablemente vinculado con la dignidad de la persona, y con los derechos a la vida, a
la salud, a la seguridad personal y al libre desarrollo y bienestar.
El reconocimiento de su importancia es tal, que obligó al legislador constituyente no sólo a establecer su protección a través de
lo dispuesto en el referido precepto, sino también, adicionalmente, a ratificarlo tuitivamente a través de lo dispuesto en el
apartado h) del numeral 23 del artículo 2° de la Constitución; el cual, textualmente, señala que toda persona tiene derecho: “A
la libertad y seguridad personales. En consecuencia: h) Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni sometido
a tortura o a tratos inhumanos o humillantes. Cualquiera puede pedir de inmediato el examen médico de la persona agraviada
o de aquella imposibilitada de recurrir por si misma a la autoridad. Carecen de valor las declaraciones obtenidas por la
violencia. Quien la emplea incurre en responsabilidad”. El inciso 1 del artículo 2° de la Constitución direcciona
conceptualmente la integridad en tres planos: físico, psíquico y moral.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
El Perú fue el primer país de la región en el que se aprobó una ley específica
contra la violencia familiar: la Ley 26260, promulgada en 1993 y modificada en 1997
(Ley 26763).
La Ley esta imbuida de un espíritu diferente a la lógica civilista o
patrimonialista de las normas del Código Civil sobre las causales de divorcio, o el
sancionador de las leyes penales. Es una lógica cautelar que permite a policías,
jueces y fiscales adoptar medidas inmediatas de prevención y protección frente a los
casos de agresiones, con el objeto de poner fin a dichos actos, y evitar que se
vuelvan a producir.
Si bien existen serios avances en la comprensión del problema de violencia
familiar y adecuación al marco internacional, lo cierto es que, la Ley, a pesar de las
modificaciones, contiene serias imperfecciones que dificultan su aplicación y
eficacia. A ello debe sumarse la falta de atención y/o ejecución de políticas del
Estado a cargo de los distintos sectores involucrados en la lucha por erradicarla. Es
32
Nuestra jurisprudencia ha establecido que la injuria grave consiste en toda ofensa inexcusable e inmotivada al honor y a la
dignidad de un cónyuge, producida en forma intencional y reiterada por el cónyuge ofensor, haciendo insoportable la vida en
común. (Ejecutoria Suprema del 7-08-1992. Citada por CABELLO. P. 145)
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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CONSOLIDADO DE ACUERDOS - PLENOS JURISDICIONALES DEL 2010 – FAMILIA: SE DECLARÓ CONSTITUIR PRECEDENTE
JUDICIAL VINCULANTE LAS SIGUIENTES REGLAS: 1.- En los procesos de familia, como en los alimentos, divorcio, violencia
familiar, lo jueces tienen obligaciones y facultativas tuitivas y se flexibiliza los principios y las normas procesales sobre iniciativa
de parte, congruencia, formalidad, eventualidad, preclusión, acumulación de pretensiones, entre otros, en razón de las
responsabilidades constitucionales sobre protección de la familia y promoción del matrimonio; la naturaleza de los conflictos
que deben solucionar derivados de las relaciones sociales, familiares e interpersonales. Todo ellos de conformidad con lo
dispuesto en la Constitución Política del Estado cuyos artículos 1, 2, inciso 1, 4 y 43 consagran respectivamente: - Que la
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. - La protección
especial: al niño, al adolescente, a la madre, y al anciano. También protegen a la familia y promueven el matrimonio.
Reconocen a estos últimos como institutos naturales y fundamentales de la sociedad. - Que toda persona tiene derecho a la
vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho
en cuanto le favorece. - Así como reconoce la fórmula política del Estado Social y Democrático de Derecho.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
o no; ello, porque las otras medidas, en apariencia más eficaces, como el "retiro
temporal del agresor del domicilio" son muy poco utilizadas, debido a que el Fiscal
suele meditar ¿a dónde irá a vivir el agresor?, ¿quién sustentará económicamente a
la agraviada y a sus hijos?, ¿y si el agresor adopta una actitud mucho más violenta
contra la denunciante ante su retiro forzoso del hogar?, ¿si se lleva a los hijos?…
incluso, ésta medida no garantiza que los actos de violencia familiar continúen, ya
que éstos pueden suscitarse en la calle o en el centro de labores del agraviado. La
pregunta es entonces ¿qué hacer? ¿retornar al sistema de la conciliación a nivel
fiscal?, a pesar que esa posición tiene varios adeptos, se cuestiona la practica
realizada durante su vigencia, pues lo único que ocasionó fue un entorpecimiento en
la labor fiscal, ya que no transcurría ni un día de conciliado un caso, para que uno
de los involucrados se apersonara a la Fiscalía, informando que las agresiones
habían vuelto34; congestionando enormemente el Despacho Fiscal, puesto que las
diligencias de conciliación requerían la dedicación no sólo de personal fiscal, sino
también administrativo, retrasándose el trámite de las investigaciones, reabriendo
otras y ejecutando las ya conciliadas. Ante dicha situación se me viene la pregunta
¿qué hacer?… En evidencia queda, que la violencia familiar no es una problemática
meramente legal, sino social, partiendo el cambio desde este punto puesto que la
sanción legal adoptada no tiene el resultado esperado, se requiere el acceso a una
real educación gratuita, y demás aspectos que creen en la sociedad la sensación de
que hay un futuro mejor, que vale la pena llevar una vida digna con arreglo a las
leyes, que vale la pena “vivir”, en todo el sentido de la palabra; entre otros puntos.
Dictada la medida de protección por la Fiscalía, se queda a espera del
resultado de la ejecución de la misma, a cargo de la policía. Siendo que, una vez,
remitido el informe correspondiente, se procederá a interponer la demanda ante el
Juzgado Mixto o de Familia competente. La demanda por violencia familiar se
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CONSOLIDADO DE ACUERDOS PLENOS JURISDICIONALES DEL 2008 – FAMILIA - PLENOS DISTRITALES.- Lugar y fecha: En Ica,
el 08 de septiembre: Nueva demanda de violencia familiar en caso de proceso de violencia familiar anterior donde ya se dictó
como medida la abstención de cualquier acto de violencia: ¿Es posible admitir a trámite una nueva demanda de violencia
familiar bajo el sustento de nuevos actos de violencia física o psicológica contra el mismo agresor contra el cual en anterior
proceso ya se dictó como medida de protección la abstención de cualquier acto de violencia familiar en agravio de la misma
agraviada?.- habiéndose dictado ya en un proceso sobre violencia familiar como medida de protección a la abstención el
demandado de incurrir nuevamente en actos de violencia física o psicológica en agravio de la víctima, corresponde en
aplicación del fallo ejecutarse el apercibimiento decretado en el proceso del cual proviene.
Conclusión: Por unanimidad: Habiéndose ordenado ya por sentencia que el demandado se abstenga de incurrir en nuevos
actos de violencia familiar física o psicológica en perjuicio de la agraviada, si el sentenciado vuelve a cometer actos de violencia
familiar en su contra, corresponde ejecutar el fallo, esto es aplicar el apercibimiento decretado, siempre que concurran los
presupuestos de identidad requeridos. En el caso de proceso en trámite debe procederse a la acumulación.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
interpone ante el Juez Especializado de Familia del lugar donde domicilia la víctima
o del lugar donde ocurrió la agresión, indistintamente. Las pretensiones sobre
violencia familiar se tramitan como Proceso Único, conforme a las disposiciones
del Código de los Niños y Adolescentes. Es improcedente el abandono en los
procesos de violencia familiar. Una vez interpuesta la Demanda por Violencia
Familiar, el Juez analizará si cumple con los requisitos establecidos en los artículos
424°, 425° y 427° del Código Procesal Civil en cuanto sean pertinentes. Si la
demanda cumple la formalidad, emitirá el auto admisorio (Proceso Único), corriendo
traslado de la demanda al emplazado. Culminada esta etapa, el Juez fijará fecha
para la Audiencia Única y, de ser el caso, dictará la medida de protección o la
medida cautelar que el caso requiera. Si la demanda carece de algún requisito de
admisibilidad, será declarada inadmisible y devuelta concediéndose al demandante
3 días para subsanar. En la Audiencia Única: - el Juez procurará, en primer lugar,
que las partes arriben a una conciliación respecto al cese de los actos de violencia
familiar. - Si el resultado es positivo, concluirá el proceso. - En cambio, si las partes
no concilian se emitirá la resolución judicial que ponga fin al proceso, conforme al
artículo 21° de la Ley de Protección Frente a la Violencia Familiar. La resolución
judicial que pone fin al proceso determinará si ha existido o no violencia familiar
y establecerá:
a) Las medidas de protección en favor de la víctima pudiendo ordenar entre otras,
la suspensión temporal de la cohabitación, la salida temporal del agresor del
domicilio, la prohibición temporal de toda clase de visitas por parte del agresor,
además de cualquier otra forma de acoso para la víctima, entre otras, conforme lo
prescribe el segundo párrafo del Artículo 10 de esta Ley.
b) El tratamiento que debe recibir la víctima, su familia y el agresor, si se estima
conveniente.
c) La reparación del daño .
d) El establecimiento de una pensión de alimentos para la víctima, cuando
corresponda legalmente, si a criterio del juzgado ello es necesario para su
subsistencia.
En atención a la función tuitiva de este proceso, el Juez puede agregar a su
decisión los mandatos que aseguren la eficacia de las pretensiones exigidas y los
derechos esenciales de la víctima.”
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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¿Cuál es la naturaleza jurídica de la medida cautelar en materia de violencia familiar? ¿Cuál es la diferencia con una medida
cautelar en lo Civil?
Conclusión: Por unanimidad:
a) El Juez que conoce un proceso de violencia familiar puede dictar una medida de protección inmediata sin los formalismo
establecidos en el Código Proceso Civil para la procedencia de las medidas cautelares, ya que el propio CPC prevé en el artículo
677 el deber del Juez de adoptar medidas necesarias para el cese de los actos lesivos de violencia física y psicológica como
también autoriza al artículo 683 del mismo código, a adoptar medidas cautelares de oficio en el proceso sobre Interdicción Civil
y de ahí se infiere que este deber obliga al juez a verificar únicamente el cumplimiento de los requisitos de fondo de la medida
cautelar a que se refiere el artículo 611 del Código Procesal Civil, no siendo exigible a la parte que cumpla los requisitos del
artículo 610 del mismo Código.
b) Por rigor conceptual, ambos tipos de medida (cautelar y de protección previstos en el artículo 11, 21a., 23 y 24 de la ley
26260) deberían denominarse medidas cautelares ya que como hemos visto el artículo 677 del CPC comprende dentro de las
medidas cautelares temporales sobre el fondo de las llamadas medidas de protección, sin embargo la denominación indistinta
no crea diferencia alguna en cuanto a su posibilidad de adopción y de ejecución.
c) Si bien la medida cautelar tiene sus particularidades, las que están previstas en la propia Ley de protección a la violencia
familiar, como son la utilización del mínimo de formalismos, la función tuitiva del Juzgador frente a un hecho de violencia
familiar, la protección de la integridad física y psicológica de la persona humana, comparten en rigor la misma naturaleza
jurídica de las medidas cautelares civiles puesto que se persigue el aseguramiento de la resolución final que se dicta en el
proceso, siendo provisional, instrumental y variable, conforme lo dispone el artículo 612 del CPC.
¿Considera que las medidas cautelares contempladas en la Ley de Violencia Familiar pueden quedar desprovistas de
formalismos, estando a los alcances de los artículos 3 inciso d) de la Ley 26260, que señala la necesidad de establecer los
mecanismos legales eficaces para las victimas de violencia familiar, mediante procedimientos caracterizados por el mínimo de
formalismo? ¿Cabría inaplicar los artículos que opongan al mencionado artículo de la adecuada protección de las victimas de
violencia familiar?
Conclusión: Por unanimidad: El Juez para expedir una medida cautelar antes o durante un proceso de Violencia Familiar debe
considerar: la fundamentación fáctica y prueba anexa que le permita evaluar la verosimilitud del derecho invocado y el peligro
en la demora (requisitos generales de fondo, establecidas en el artículo 611 del CPC) para dictar la medida de protección o
medida cautelar, pudiendo prescindir de aquellos requerimientos formales que, eventualmente, constituyan una barrera a la
tutela urgente que ameritan esas medidas, de conformidad con los señalado en el articulo 3 inciso d) de la Ley de Violencia
Familiar, concordante con el artículo 23 del mismo cuerpo legal.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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CONSOLIDADO DE ACUERDOS - PLENOS JURISDICIONALES DEL 2007 – FAMILIA - PLENOS REGIONALES.- Lugar y fecha:
Lima, 07 de septiembre: 4.- Violencia Familiar:
¿Las medidas de protección contempladas en la Ley de Violencia Familiar, pueden ser aplicadas el Juez que conoce de un
hecho de violencia familiar en cualquier proceso? ¿Cree usted que es posible dictar una medida de protección en este caso, o
prevé el pedido que haga valer su derecho en la vía correspondiente? ¿Si su respuesta es afirmativa, qué tipo de medida
adoptaría? ¿Cuál sería su sustento legal?
Conclusión: Por mayoría: Las medidas de protección contempladas en la Ley contra la violencia familiar no pueden ser
aplicadas por el Juez que conoce de un hecho de violencia familiar en cualquier proceso, sino únicamente en un proceso de
violencia familiar.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
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limitadas.
Estas Leyes no contienen disposiciones expresas en cuanto, al derecho de cada
uno y cada una de sus integrantes, a su realización personal. En los últimos años se
han producido importantes transformaciones sociales, económicas y culturales que
han tenido un gran impacto en todos los ámbitos de la sociedad y, también, en las
relaciones que se desarrollan entre los miembros de una familia. Estas
transformaciones han sido recogidas en las convenciones internacionales de
derechos humanos, en especial en la Convención Sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer, en cuanto a que sus disposiciones
reconocen la autonomía y el ejercicio de los derechos ciudadanos por parte de las
mujeres.
Por todo esto, aparece como imprescindible que, en la interpretación y
aplicación de estas Leyes de violencia familiar, el marco conceptual y legal debe ser
complementado por estos nuevos derechos reconocidos en nuestra Constitución. Es
una tarea a futuro promover la sanción de nuevas disposiciones legales que los
integren de manera expresa, tanto a nivel nacional como de las provincias.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
CONCLUSIONES
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RECOMENDACIONES
Garantizar que todas las víctimas de la violencia familiar estén protegidas de
acuerdo con la Ley de Violencia Familiar.
Garantizar que las personas autorizadas para celebrar sesiones opcionales de
conciliación en casos de familia (tales como jueces y personal de las Demunas)
reciban una formación exhaustiva, rigurosa y continua en técnicas de resolución
de conflictos. La capacitación debe intentar también eliminar la parcialidad en
materia de género entre estos funcionarios.
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Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
Exigir a los agentes de policía que entreguen las citaciones policiales, procesales
y judiciales directa y rápidamente a los responsables de la violencia familiar.
Garantizar que la Policía Nacional instituya medidas disciplinarias o, cuando sea
pertinente, procedimientos penales contra los agentes de policía que se nieguen
a admitir denuncias, no actúen con rapidez o maltraten a las víctimas.
Dejar claro que la Policía Nacional ha de contar, lo antes posible, con un curso
obligatorio sobre violencia familiar en el currículo de la Academia de Policía. Este
curso debe formar a los policías para realizar tomas de declaraciones inmediatas,
exhaustivas y respetuosas.
Incluir en la Ley de Violencia Familiar una descripción clara de las
responsabilidades de los médicos legistas en la documentación de lesiones
producidas por la violencia familiar. Se debe exigir que el Instituto de Medicina
Legal mejore sus métodos actuales y desarrolle un protocolo estandarizado e
integral con información sobre violencia familiar y directrices claras para la
recolección de pruebas médicas y el cálculo del daño. El protocolo debe contar
también con una sección detallada sobre violencia psicológica.
Garantizar que el protocolo se ponga a disposición del público y se divulga
ampliamente a todo el personal de atención sanitaria.
Incluir en el Artículo 3° de la Ley de Violencia Familiar las acciones específicas
que el Estado debe emprender para garantizar que todos los empleados del
Instituto de Medicina Legal y los centros de salud estatales están adecuadamente
capacitados sobre la Ley de Violencia Familiar y los procedimientos para la
recolección de pruebas médicas.
Garantizar que todos los médicos del Instituto de Medicina Legal y del Estado
sean conscientes y acaten la administración gratuita de todos los exámenes
médicos relacionados con casos de violencia familiar, entre ellos las evaluaciones
psicológicas.
Pedir una formación periódica obligatoria a todos los jueces de paz sobre las
leyes de violencia familiar del Perú para garantizar que entienden su deber de
sancionar. Esta formación debe promover el entendimiento de las dinámicas de la
violencia familiar y subrayar que no se puede excusar, tolerar o condonar en
ninguna circunstancia.
Aclarar aún más en la Ley de Violencia Familiar las obligaciones de los fiscales
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ANEXOS
EN LA LEGISLACION COMPARADA
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BIBLIOGRAFIA
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Índice
Pág.
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INTRODUCCIÓN 01
DEDICATORIA 03
CAPITULO I
TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA 04
CONCEPTO 05
- NOCIÓN 12
- COMPONENTES 15
CAPITULO II
VIOLENCIA FAMILIAR
ETIMOLOGÍA 16
LA FAMILIA 17
LA VIOLENCIA FAMILIAR. 19
CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS DE VIOLENCIA FAMILIAR. 21
SUJETOS DE LOS ACTOS DE VIOLENCIA FAMILIAR. 23
DE LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN: 25
CAPITULO III
LEGISLACIÓN INTERNACIONAL Y NACIONAL QUE LA REGULA 28
52
Tutela Jurisdiccional en los Procesos de Violencia Familiar
MEDIDAS DE PROTECCIÓN: 41
DIFICULTADES EN LA APLICACIÓN DEL MARCO LEGISLATIVO 45
CONCLUSIONES 47
RECOMENDACIONES 49
ANEXOS 51
BIBLIOGRAFÍA 54
53