Falquet Jules - Pax Neoliberalia
Falquet Jules - Pax Neoliberalia
Falquet Jules - Pax Neoliberalia
Jules Falquet
Falquet, Jules
Pax neoiiberalia : perspectivas feministas sobre (la reorganización de)
la violencia contra las mujeres. - la ed. - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: Madreselva, 2017.
160 p. ; 20 x 13 cm.
Jules Falquet
MADRESELVA
Este libro esta dedicado especialmente a :
Andrée Michel,
feminista de la primera hora, militante anticolonial, solidaria
con la liberación de Argelia, antimilitarista incansable y entre
las primeras en Francia (tercer vendedor de armas mundial)
en analizar y develar metódicamente las responsabilidades
del complejo militaro-industrial en las violencias contra las
mujeres, tanto en el Norte como en el Sur
Y Berta Cáceres,
activista Lenca de Honduras, cofimdadora en 1992 del Consejo
ciudadano de organizaciones indígenas de Honduras (Copinh), en
lucha desde 2006 contra un proyecto de represa hidroeléctrica sobre
el rio Gualcarque (inicialemente apoyado financieramente por el
Banco mundial, China, los Paises bajos y Finlandia), y miembra
activa en la resistencia al golpe de estado del 2009, asesinada en su
casa en la madrugada del 3 de marzo 2016.
Introducción
7 No sólo se podría hacer una elección diferente, sino que, sobre todo, podríamos
poner en duda la existencia misma de las mu jeres como grupo “evidente” y natural.
constituidos en clase privilegiada), sobre bases arbitrarias que
redoblan y renuevan constantemente la mirada naturalista que
crea la supuesta diferencia entre los sexos. La violencia organizada
por el Estado (y el deseo de quedarse exentos de ella), hace que la
jerarquía se vuelva deseable para quienes de ella sacan provecho,
aunque estén en el penúltimo eslabón de la cadena.
Violencia y (de)colonialidad
*****
(Falquet, 2016b).
Capítulo I
“Es un hombre bien tonto, neurótico. Tiene todos los vicios del
mundo, siempre está con los nervios depunta. Cuando estaba enojado
conmigo, se desquitaba sobre los chiquitos, les pegaba y ... no eran
patadas. Sólo una vez le dió patadas a uno. Pero [los pega] con el
cincho o con el metro con que trabaja [ es sastre]. E ra por la pura cólera.
También una vez, estaba totalmente borracho e iba a matar el mayor
con el machete. Y otra vez, casi me mata. Siempre tiene un cuchillo en
la cintura, un día se había dormido, y yo, de buena gente, tuve miedo
a que se matara y se lo quise sacar. Se dió cuenta y casi me mata,
directamente. Físicamente, [me pegó] muchas veces, incluso terminé
en el hospitalpor causa de él. Una vez, ésta quijada, me la sacó de un
solo golpe. Estuve un mes sin poder comer. Patadas, meja la los pelos,
me abofetea todo el tiempo. L a última vez que me pegó -y esta vez
fue la última, porque esta vez empezó a no gustarme eso- estuve un
mes en el hospital. Me pegó... pero como se le pega a un hombre -sólo
que solamente el cuerpo, sobre todo el busto, el vientre, las piernas...
Me pegó bien duro, realmente, fu i al hospital, no podía ni respirar."
“Delante de los niños, sí, muchas veces veían, todos los días y
también la... [la violación]. Porque somos muy pobres, entonces el
cuarto es pequeño, es decir que en nuestro cuarto dormían los niños y
nosotros también, y se daban cuenta. Aunquefuera en la oscuridad, se
daban cuenta de todo el ruido que hacía. ”
‘Yo tuve una infancia terrible por lo que le pasó a mi madre con
mi padre. Entonces ella también, era mujer neurótica y me hizo
sufrir. Y luego yofu i a sufrir con [mi marido]. ”
SE C R E T A R ÍA N A C IO N A L D E L A FA M ILIA . (1992).
Adolecencia. San Salvador: Unidad de Asistencia al Adolescente de
la SNF, OPS, U N IC E F.
De armas y lágrimas
36 En estos últimos años hemos visto aumentar el número de las acusaciones formales
de violación sexual contra militares franceses, acusados tanto por mujeres y niñxs
civiles de países donde esos soldados estaban en misión (mujeres en Ruanda: http://
rue89.nouvelobs.com/2011/10/26/viols-au-rwanda-de-nouvelles-victimes-accusent-
des-soldats-francais-225967 [consultado el 10 de mayo 2015], niñxs en la República
Centroafricana: http://www.ouest-france.fr/abus-sexuels-larmee-face-un-scandale-
devastateur-3369426 [consultado el 10 de mayo 2015]), como por sus propias colegas
mujeres (Minano, Leila, Pascual, Julia (Eds), 2014, Laguerre invisible, Révélations sur
les violences sexuelles dans Farniéefran$aise, Paris, Les arenes & Causette). {La guerra
invisible. Revelaciones sobre las violencias sexuales en el ejercitofrancés.)
37 Por ejemplo, el ejército estadounidense ha sido señalado varias veces por las
muy numerosas violencias sexuales que los hombres soldados ejercen sobre las
mujeres soldadas: http://www.au.af.mil/au/aul/bibs/sex/haras.html
38 En el sentido más común, butch designa a las lesbianas de aspecto “masculino”.
*****
En esa etapa, no queda sino constatar que una lectura del servicio
militar como instancia clave para acceder a la virilidad no explica
más que de manera imperfecta el por qué persisten actitudes y
cuerpos que se podrían considerar “poco viriles” en los hombres
jóvenes. Lo que aparece, en cambio, es una convención tácita
entre personas que llevan un pene, que aceptan todas entrar
a un colectivo que es definido, antes que nada, no tanto por la
“masculinidad” o por la heterosexuaÜdad, sino por la aceptación
de una pertenencia común, basada sobre la exclusión sistemática
de lxs “otrxs”.
40 Para ilustrar con qué facilidad puede “deslizarse” de una posición crítica hacia una
posición complaciente: históricamente, una corriente del masculinismo encuentra
su fuente en hombres que se consideraban pro-feministas y progresistas, quienes se
interrogaban sobre su “ser masculino” (Blais, Mélissa; Dupuis-Déri, Francis, 2008).
como víctimas. Una de las características de esas lecturas
deformadoras es la de afirmar la existencia de simetrías o de
equivalencias entre la experiencia de las mujeres, de los hombres,
de los homosexuales y de las trans M to F, invisibilizando
generalmente los trans F to M e ignorando, casi siempre, a las
mujeres homosexuales y con mayor razón a las lesbianas políticas,
en el sentido que Monique Wittig le ha dado a ese término41.
Sin embargo, esos grupos son muy claramente jerarquizados
en la sociedad real y definidos dialécticamente por relaciones
estructurales de opresión. Al leer los relatos de los ex-reclutas,
hay que cuidarnos de este escollo. Por cierto, los dominantes
también sufren. No se nace hombre, y para volverse uno, hay
que pagar el precio, llorar y arrastrarse -pero es un padecimiento
que “vale la pena”, como lo vamos a ver. Además, la violencia
infligida a lxs (futurxs) dominantes por otrxs dominantes sólo
muy superficialmente se parece a la violencia infligida por lxs
dominantes a lxs dominadxs.
47 Ver también sobre ese tema el trabajo teórico de Elsa Galerand sobre la
movilización de un colectivo de “mujeres” en el contexto de la federación
internacional de grupos de mujeres, la Marcha mundial de las mujeres.
48 En general, una integrante de la clase de las mujeres, eventualmente, un hombre
socialmente feminizado.
de las mujeres, quienes, en consecuencia, se encuentran en el rango
“menos uno” de la jerarquía social, por debajo del hombre situado
en lo más bajo de la jerarquía mascuÜna. Esa jerarquía, reutilizada
por los hombres en el mercado laboral y la vida política y social,
les permite también, lo que no es nada despreciable, eximirse
colectivamente de numerosas faenas vinculadas a la reproducción
social. Probablemente también explique que, aunque los relatos
de los reclutas estén llenos de escenas dantescas de violencia y
arbitrariedades, haya tan poca resistencia. ¿Para qué oponerse a
una institución que le promete a uno, después de ciertas pruebas,
una vida de privilegiado? Una vez pasados por la formación
militar, a pesar de y hasta incluso a causa de sus malos momentos,
los hombres jóvenes salen de ello listos para ocupar una posición
dominante respecto a las mujeres y a los que fueron rechazados
para el ingreso al servicio militar, en la vida familiar y profesional.
* * * * j^-
*****
M apa de Guatemala
De la izquierda a la derecha, la Franja Transversal del Norte (FT N )
es compuesta por los departamentos de Huehuetanango, Quiché,
Alta Verapaz e Izabal96
99 Que se unió con otros tres grupos guerrilleros, para formar la U R N G (Unión
revolucionaria nacional guatemalteca).
100 L a población ixil vivía originalmente en los municipios de Santa M aria Nebaj,
San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal (Quiché).
101 En especial la operación Sofía, del 8 de julio al 20 de agosto de 1982:
http://nsarchive.gw u.edu/NSAEBB/NSAEBB297/index2.htm . Sin embargo, el
conjunto de la F T N enfrenta la represión, como en septiembre 1981 la terrible
masacre ocurrida en el municipio de E l Estor (en el lugar llamado la Llorona,
departamento de Izabal).
Violencias sexuales y genocidio: el juicio histórico contra
Ríos M o n tt
109 Grupo mixto que trabaja en el ámbito de la sanidad y de los derechos humanos.
110 Su responsable, Luz Méndez, fue miembra de la guerrilla de la U R N G . Como
tal, fue una de las personas que firmó los Acuerdos de paz.
111 Ixquik atendía casos de abuso sexual infantil y violencia sexual contra mujeres.
112 Primera gran organización de mujeres indígenas, Mamá Maquín nace en los
campamentos de refugiadxs de México (Masson, 2002). El grupo Mamá Maquín deja
Actoras en 2004, porque siente que aún no está preparado para realizar este trabajo.
113 Entre otras, han participado en el grupo, además de Yolanda Aguilera
y Amandine Fulchiron, Liduvina Méndez, Sara Alvarez, Angélica López,
Laura Montes, M aría José Pérez, Virginia Gálvez, Elsa Rabanales, Josefa
Lorenzo, Isabel Domingo, Malcom Paíz, Brenda Méndez.
La sanación descansa, de hecho, en la combinación de la
propuesta feminista de autoconciencia y reapropiación del cuerpo,
con el trabajo para liberar emociones traumáticas y un conjunto
de prácticas tradicionales o neotradicionales indígenas ancladas
en la memoria histórica de la violencia de la colonización, pero
también en diferentes espiritualidades de resistencia. De manera
más amplia, remite a la reivindicación del vigor y de la actualidad
de las culturas indígenas.
125 También Yolanda Aguilar, que sale de Actoras en enero del 2006 para
realizar su propio proceso personal. Amandine Fulchiron asume la dirección de
la investigación-acción-participativa, y Luz Méndez la del consorcio Actoras de
cambio. En 2008, se da una ruptura después de la cual varias feministas autónomas
crean la Colectiva Actoras de cambio, para dar seguimiento a su proyecto inicial.
126 Un vídeo de la acción está disponible en You Tube: https://duckduckgo.
com/?q=batucada+feminista+8+de+marzo+2007+Guatemala&ia=videos&iai=ZS
fs-BgffPA
127 E l Foro de las Américas es una de las principales coordinaciones regionales
contra los tratados de libre comercio y extractivismo minero, relacionada al Foro
social mundial.
incluyendo a algunas indígenas guatemaltecas128, colgando en la
Tienda de las mujeres un cartel donde 11 mujeres posan desnudas
y abrazadas, con la leyenda: “Territorio libre. M i cuerpo es mío.
Libre de control, expropiación, violencia, colonización, racismo,
lesbofobia”. Pues esta visibilidad repentina del cuerpo (desnudo)
de las mujeres, en una perspectiva de auto-representación,
reapropiación y libertad, está también conectada a un creciente
desarrollo de los análisis lésbicos y feministas129.
144 El lugar llamado Sepur Zarco, situado en la frontera entre Alta Verapaz e
Izabal, ha sido hoy unido al municipio de E l Estor (Izabal). Con plena aprobación
de su jerarquía, algunos soldados habían secuestrado por casi un año a varias
decenas de mujeres cuyos maridos acababan de asesinar, obligándolas a lavar su
ropa y cocinar para ellos, y violándolas de manera sistemática y colectiva.
145 Sin embargo, igual que en muchos casos, las sobrevivientes tuvieron que volver
a su comunidad donde siguen siendo estigmatizadas y, por ejemplo, su demanda
de tierra -com o parte del resarcimiento- no ha sido resuelta.
146 Ver filmografía.
Simultáneamente, parte de las feministas siguen la lucha
contra los feminicidios. De hecho, los asesinatos van creciendo:
la policía reconoce 603 casos solo en el año 2006. Apoyándose en
los análisis jurídicos desarrollados por el C L A D E M , el trabajo de
las mexicanas y una reciente resolución del Parlamento europeo
contra los asesinatos de mujeres en México y Centroamérica, el
movimiento de mujeres obtiene en 2008 una de las primeras
leyes del continente definiendo y condenando los feminicidios.
A pesar de la ley, en 2009, son reportados 847 asesinatos, y más
de mil en 2010. La lucha jurídica parece llegar a un impase. De
hecho, la ley pone la misoginia en el centro de la definición del
feminicidio. Pues bien, es muy difícil comprobar la misoginia
en los tribunales, lo que vuelve casi imposibles las condenas.
Sobre todo, la debilidad del sistema jurídico del país dificulta
extremamente el acceso a la justicia.
Por último, es a partir de la lucha histórica y organizada de las
mujeres xinka de la montaña de Xalapán14' -siendo lxs xinka una
población indígena no maya en vía de reaparición para luchar por
su territorio-, que nace el feminismo comunitario guatemalteco.
Este último constituye una de las tendencias más innovadoras del
feminismo continental, del movimiento indígena y de las luchas
ambientalistas148. A partir de 2003, un grupo de mujeres se organiza
en el pueblo de Los Izotes, Xalapán (Jalapa), en torno a cuestiones
de derechos humanos (Cabnal, 2015). La Asociación Amismaxaj
(Asociación de mujeres indígenas de Santa María de Xalapán),
siendo atacada por el FR G (Frente republicano guatemalteco,
partido en el poder municipal), los evangelistas y también parte
de las autoridades indígenas tradicionales -a quienes no les gusta
mucho que se hable de anticoncepción ni que se viva en unión
Ubre- integra rápidamente la Alianza política Sector de Mujeres.
Ya contando con este apoyo, se dedican primero a un paciente
trabajo de consolidación interna.
A partir del 2005 aportan a la revitalización de la identidad
étnica del pueblo en su territorio luchando, entre otros motivos,
por la defensa del territorio ancestral contra terratenientes,
transgénicos y minería transnacional, a la vez que inician una
147 Departamento de Jalapa, Jutiapa y Santa Rosa.
148 Obviamente, existen muchos otros grupos de mujeres campesinas y/o
indígenas organizadas. Las campesinas kekchí, las retornadas de diferentes grupos
étnicos o la R O M I (Red de organizaciones de mujeres del Ixcán), están dando
una lucha importante contra el extractivismo en Huehuetenango, Ixcán y Alta
Verapaz. (Castillo Huertas, 2015).
lucha contra el feminicidio y la violencia sexual contra las niñas
en las comunidades indígenas de la montaña, donde algunas
autoridades incluso justifican el rapto como una práctica cultural.
A partir de allí, hablan de defensa del primer territorio cuerpo
de las mujeres, para luego hilarla con la defensa territorial, hasta
concretarse en el 2007 en lo que al principio fue una consigna
territorial antiminería, y luego se volvió un enunciado político
central del feminismo comunitario en Guatemala: “Recuperación
y defensa del territorio cuerpo-tierra”. En junio de 2010, durante
la primera Asamblea nacional feminista, deciden nombrarse
“feministas comunitarias”.
En diciembre de 2010, una de las fundadoras de Amismaxaj,
Lorena Cabnal, participa en un espacio de diálogo entre feministas
y por primera vez escucha el planteamiento del feminismo
comunitario boliviano que desarrolla el grupo Comunidad
Mujeres Creando149. Su principal teórica, la activista lesbiana
feminista aymara Julieta Paredes (2010), critica sin rodeos el
racismo blanco y mestizo, pero también la idealización de las
culturas prehispánicas y el “fundamentalismo étnico”. Según
Paredes, más que imponer un patriarcado que no existía antes,
la colonización selló una alianza duradera con lo que ella llama el
patriarcado prehispánico, aÜanza que bautiza entronque patriarcal.
En Guatemala, las feministas comunitarias, que anteriormente
habían llamado a este proceso, “reconfiguración de patriarcados”,
acuñan este nuevo concepto.
Aunque se hayan desarrollado sin contactos mutuos (Internet
no llega a las montañas xinka y el teléfono no funciona muy bien),
estas dos interpretaciones de los “feminismos comunitarios”
poseen profundas semejanzas. Efectivamente, Amismaxaj lo
define como “una transgresión que parte de una mirada crítica sobre
la identidad étnica esencialista para construir una identidad política
que nos permita, desde lo que sentimos como mujeres originarias,
cuestionar nuestras lógicas culturales de opresión histórica, salidas de
un patriarcado ancestral originario150, que se refuncionaliza con la
penetración delpatriarcado colonizadornsl.
*****
154 Este aforismo aymara, que tomé prestado del reciente libro de Silvia Rivera
Cusicanqui, puede ser traducido, aproximadamente, como “Mirando atrás y
adelante (al futuro-pasado) es como podemos avanzar en el presente-futuro”.
Bibliografía
C A M A L E Ó N F IL M S & A C T O R A S D E C A M B IO .
(2012). Festival por la vida, cuerpo y territorio de las mujeres.
Yalambojoch, Huehuetanango.
Berta en las aguas
Lagrimas al rio
Muchas lágrimas
Es hora de la muerte, del duelo, la desventura
M al hacemos en negar la pena y su estocada
Convocamos al fuego, a la tierra, al lamento
Refresque el agua este manto de tristeza...
¡y tanta!
Melissa Cardoza
Marzo nefasto de este triste 2016
índice
D e d ic a to r ia .......................................................................................7
In tr o d u c c ió n ....................................................................................9
A propósito de la “guerra de baja intensidad” ............................... 12
¿Llorar con los hombres?................................................................. 14
La mano de obra preferida del neoliberalismo..............................17
Violencia y (de)colonialidad............................................................20
C ap ítu lo 1 ........................................................................................23
¿G u erra de b a ja in ten sid ad con tra las m u jeres?
L a violen cia d o m éstica com o to rtu ra: reflexion es
a p a rtir de El S a lv a d o r ................................................................ 23
Semejanzas entre la tortura política y
la violencia doméstica................................................................ 26
-¿De qué hablamos?................................................................ 26
M étodos...................................................................................... 28
Efectos psicodinámicos de la violencia.................................... 33
-Lógicas sociales de la violencia doméstica y de la tortura ... 42
-Análisis estructural de la violencia........................................42
Efectos colectivos de la tortura y de la violencia
contra las mujeres.......................................................................46
¿Una guerra de baja intensidad contra las mujeres?............... 47
La violencia contra las mujeres: mecanismo clave
de la organización social............................................................53
C ap ítu lo I I ................................................................................... 61
M ás allá de la s lá g rim a s de los h om b res:
L a in stitu ció n del servicio m ilita r en T u r q u ía ...................61
Una encuesta innovadora sobre el entre-sí varonil................ 64
-Presentación general del servicio militar en T urquía......64
-Un “punto de vista situado” feminista................................. 65
Primera lectura: el servicio militar,
¿la “virilidad” inculcada individualmente?............................... 65
-De armas y lágrim as............................................................... 66
-La cuestión “trans”: reivindicarse como hombre
importa más que la apariencia.................................................67
-La exclusión de las mujeres, más importante
que la heterosexualidad............................................................68
Entender el papel de la violencia en el servicio militar ... 71
-Una violencia considerable, y sus efectos.............................71
-No dejarse cegar por las lágrimas de los hombres............. 72
-Una violencia controlada y pedagógica................................74
La aceptación de la jerarquía como clave de la
producción de la clase de los hombres......................................76
-La violencia para hacer deseable la jerarquía....................... 76
-Vínculos entre jerarquía, exención de las tareas viles,
vida civil y profesional............................................................. 77
-Producir los hombres como una clase de sexo..................... 78
C ap ítu lo I I I .................................................................................... 85
L o s fem in icid io s de C iu d ad Ju áre z y la
reco m p o sició n de la v io le n c ia ................................................. 85
El desarrollo de los asesinatos de mujeres
en Ciudad Juárez........................................................................ 87
Primeras definiciones y diversidad de
los feminicidios........................................................................... 90
De la brutalidad masculina a los efectos
perversos del neoliberalismo..................................................... 92
Raíces históricas y políticas de los asesinatos
de Ciudad Juárez........................................................................ 95
Los feminicidios más allá de Juárez:
perspectivas continentales e historias de
dictaduras y posguerras............................................................... 99
De vuelta a los “feminicidios sexuales sistémicos”:
tres pistas para profundizar en el análisis............................... 100
Bibliografía.....................................................................143
Filmografía.....................................................................147