Restaurando La Pasion y El Fuego Por Dios
Restaurando La Pasion y El Fuego Por Dios
Restaurando La Pasion y El Fuego Por Dios
Gn 15:1-21
INTRODUCCION
Existen tres grupos de personas: Los pasivos, los realizadores y los triunfadores.
a. Los pasivos: Viven en una pasividad constante, nada los conmueve no los
moviliza, y lo peor es que carecen de sueños. La Biblia menciona que un pueblo sin
visión se dispersa, no se dirige hacia ningún sitio. Así son los pasivos, fáciles de
conformar y sin deseos de intentarlo otra vez; simplemente se dejan llevar por las
circunstancias.
b. Los realizadores: Son aquellos que luchan por lograr un objetivo. Su meta es
realizar la visión que se han impuesto; son luchadores, tenaces y no descansan
hasta lograrlo. Tienen un defecto muy notorio: Cuando al fin alcanzan su meta,
cuelgan su diploma en la pared y ese día comienzan a morir. Luchan por un
objetivo, y cuando lo tienen, no le encuentran más sabor a la vida.
c. Los triunfadores: Son los que más escasean, sufren de “insatisfacción santa” y de
un hambre por las metas que jamás se disipa. También son tenaces como los
realizadores, pero a diferencia de estos los triunfadores jamás claudican, y cuando
alcanzan un objetivo lo utilizan como plataforma de lanzamiento para un nuevo
logro. Están tocados por una doble dosis de ambición espiritual. A ellos no los
conforma un solo sermón de domingo, ni una sola imposición de manos del
evangelista más popular, o una palabra profética. Ellos quieren más. Van siempre
por lo mejor.
I. EL CASO DE ABRAHAM
Dentro de la carpa:
Construyendo un altar:
1. Abram como buen perteneciente al grupo de los triunfadores sale fuera de la carpa,
observa detalladamente los confines de los cielos y comprende que su descendencia
se comparará con las lumbreras del firmamento. Un pasivo no se habría emocionado o
conmovido (tal vez Dios ni siquiera le hubiese hablado), un realizador comenzaría a
recorrer las iglesias contando la gran experiencia de cómo Dios le habló; pero un
triunfador quiere más. Mucho más que promesas. (Vers. 6-8). Abram quiere algo que
puede palpar pues le dice a Dios “¿En qué conoceré que la he de heredar?, quería
detalles, hora, fecha, lugar, cómo, cuándo. Abram quiere garantías, está determinado
a qué Dios le diga un poco más.
2. No es que Abram no le creyera a Dios, al contrario la Biblia dice que “creyó a Jehová y
le fue contado por justicia”. Solo que Abram más que promesas y palabras proféticas
quería que Dios hiciera un pacto con él.
3. La respuesta de Dios ante esta actitud de determinación fue clara y contundente (vers.
9-10): CONSTRUYEME UN ALTAR. Y Abram lo hizo.
En éxodo 33:1-4, podemos encontrar que Dios estaba realmente enfurecido con el
pueblo de Israel, pero gracias a la intercesión de Moisés, Dios se aplaco; sin embargo
Dios le dice al pueblo que heredarían la tierra prometido, pero Él no iría con ellos, su
presencia no los acompañaría, mandaría un ángel para protegerlos. Esto nos indica
que podemos tener protección y provisión mas no su Presencia, y para los que
reconocen acerca de la importancia de la presencia de Dios, esto sería una mala
noticia. Tal como asimilo el pueblo de Israel (Éxodo 33:4).
Para nosotros y nuestras vidas debe ser una real prioridad que la Presencia de Dios
este con nosotros todos los días y a cada momento. Esto implica tener sed, anhelo y
hambre por estar en la intimidad con Dios. (Sal. 42). Y cuando se despierte esa pasión
genuina, que se ha de cultivar todos los días, nacerá automáticamente en nosotros los
deseos incontrolables de estar en el altar de comunión con DIOS.
2. SE DEBE PAGAR UN PRECIO: Para buscar a Dios se debe esforzar, esto implica renuncia
y muerte del yo, de la carne, de la autosuficiencia, del pecado, de la pereza. El pueblo
de Israel al oír la mala noticia se vistieron de luto (Ex. 33:4), esto significaba la honda
necesidad de pagar el precio, buscando su rostro con pasión y una intensa sed. En
éxodo 33 y en Génesis 15 encontramos tres cosas que implicaban pagar el precio:
a. Despojarnos de los atavíos y galas (Ex 33:5-6): Entre los atavíos estaban los
colgantes, aretes y pendientes que el pueblo había traído de su antigua tierra de
esclavitud. Eran los recuerdos sentimentales de Egipto. Esos atavíos habían llevado
a Israel a postrarse ante un becerro de oro. Todos los grandes derrumbes
comienzan con pequeñas grietas. Estos atavíos también representa el orgullo, la
carnalidad, el yo, la autosuficiencia. DEBEMOS DESPOJARNOS DE TODOS ESTO,
PERMITIR QUE DIOS LOS QUEBRANTE.
b. Establecer un lugar de reunión o encuentro (Ex 33:7): Si Israel realmente deseaba
que la Presencia de Dios los acompañara, tenía que salir del campamento y acudir
a la cita con Jehová. Debían abandonar su rutina diaria para buscar a Dios. De igual
manera, nosotros debemos hacer de la Presencia de Dios nuestra prioridad, dejar
lo cotidiano y buscarlo con intensidad y pasión todos los días, no separarnos de Él,
que la oración forme parte de tu dinámica de vida. EL PRECIO DE ESTAR CON DIOS
(Ex. 33:11).
c. Alejar las aves de rapiña (Gen. 15:11): Los cuerpos de los animales muertos atraen
a los buitres, las aves negras siempre rondan sobre los cadáveres. Cuando un
cristiano inofensivo se dispone a construir atar para Dios, para tener comunión y
revelación, empieza a morir la carne, el pecado y el yo de su vida, y se empieza a
convertir en una amenaza potencial para el reino de las tinieblas. Las alarmas del
infierno empiezan a sonar y Satanás envía a sus buitres con una misión: Arruinar el
altar e impedir que tengas comunión, recibas revelación y cumplas tu pacto con
Dios. Los buitres pueden ser las interrupciones y las distracciones: invitaciones a
jugar o ver películas, conflictos en la casa o el trabajo, cansancio, sueño, etc. La
Palabra nos dice que Abram no se sentó a esperar a que Dios alejara las aves de
rapiña, sino que el mismo las alejaba. Esto nos enseña que somos nosotros los que
nos tenemos que esforzar y alejar toda ave de rapiña y toda distracción, para
centrarnos en Dios.
3. DEBE HABER SANTIDAD CRECIENTE (He 12:14; Mat 5:8; Sal. 24:3-6): El camino más
directo a la perfecta comunión con el Señor es una santidad creciente. Dios no puede
contestar oraciones de aquellos que no tienen hambre por la santidad y la integridad
absoluta. Dios no está buscando gente perfecta sin errores, solo desea personas
dispuestas a intentarlo una y otra vez. A esto se reduce nuestra vida de oración, que
cada partícula y átomo de nuestro ser esté concentrado en agradarle; que estemos
comprometidos hasta en nuestras fibras más íntimas en buscar su santidad.
4. ES CONSECUENCIA DEL AMOR (Jer. 31:2-4): A muchos les cuesta tener intimidad con
Dios, la oración es una tortuosa disciplina. La construcción del altar, tu vida de
santidad y devocional surge como consecuencia de tu amor incondicional hacia ÉL. Así
como una pareja en el matrimonio hay amor y todo lo demás surge como
consecuencia de ese amor, en la vida espiritual sucede lo mismo, jamás lograremos
tener una vida de oración, si primero no le buscamos con amor. Esto implica
conocerle, y para ello hay que pasar tiempo con Él y su Palabra. Dios te está esperando
para que vengas con dulzura, quiere sentarse a tu lado, acariciarte, jugar contigo…solo
espera que nos recostemos en sus hombros y amarlo.
El tema de la intimidad es de mucha importancia en la vida cristiana (Mt 6:33). Dios puede
hacer en 10 segundos lo que no pudimos hacer en 10 años.
1. La intimidad con Dios…“Busque en mi lecho…”: No habla del lugar de la intimidad,
pero dice que no lo encontró.
1.1. La intimidad con Dios no es sólo nuestra primera prioridad, sino también nuestra
primera necesidad.
1.2. Hay líderes, ministros, cristianos, jóvenes que han perdido su intimidad con Dios, Èl no
está cerca, su presencia no está cerca. Muchos tenían una amistad cercana con el
Espíritu Santo y de repente ya no la tienen…Se alejaron de la fuente.
1.3. Intimidad significa estar desnudo delante del Señor. (Sal 51:67)
1.4. Cristiano que tiene intimidad con Dios cambiara el destino de vidas y naciones.
1.5. Mantener intimidad con Dios es difícil, muchas la perdieron, pero se puede recuperar
la comunión con Dios otra vez.
1.6. Hay mucha gente viviendo un cristianismo sin Cristo, están en una relación de desamor
con Dios (divorcios emocional)
(Proverbios 4:18)
INTRODUCCION:
I. HIJO PRODIGO
3. NO LE GUSTA LA AUTORIDAD:
3.4. HAY UN PROBLEMA: Nos salimos de la cobertura de Dios: Dios nos entrega a nuestra
propia carne, a nuestros deseos pecaminosos. Nos entrega a nosotros mismos. ¿Qué le
pasa? Vive desenfrenadamente.
EL PADRE LO RECIBE
II. EL HERMANO MAYOR: Muy distinto en algunas cosas, pero en otras cosas es muy
parecido. Lo que se dice de él lo describe inmediatamente.
1. ESTABA EN EL CAMPO:
A. Nos caracteriza el trabajo y la responsabilidad. Busca agradar siendo esforzado,
trabajador y responsable. Ni era irresponsable. La iglesia está llena de hermanos
mayores.
a. La vida del hermano gira alrededor de la iglesia y sus actividades. No necesariamente
alrededor de Dios, sino de la iglesia y sus actividades. Porque según el trabajo lo valida
según él, piensa equivocadamente que le da merito ante Dios. Trabajo incasablemente
en el campo: La gente que tiene la necesidad de Dios. Hay algo bueno en el hermono
mayor y es que trabajo.
2. ESTA EN CASA:
A. Acepta la autoridad de su Padre, entiende la autoridad y la cobertura. Se somete, es
sometido. No tiene problemas con la autoridad. Es obediente.
B. Son raros los hermanos mayores que caen en pecado, que malgastan la herencia.
Aparentemente hacen lo correcto, es un muchacho modelo.
4. BUSCAN ACEPTACION:
4.1. Cuando llego pregunto ¿qué estaba pasando? Siempre está buscando aceptación, está
buscando ser considerado, aprobado.
4.2. Tiene problemas de autoestima, siempre luchas con complejos dentro de sí. Quiere que se
le considere para todo.
8. NO SIRVEN CON AGRADO: “Tantos años te he servido”: El servicio a Dios se vuelve en una
carga para el hermano mayor.
9. SE SIENTEN VICTIMAS: El hermano mayor toma el papel de la víctima. Siempre quiere
contar a otros de lo mal que se te hace, tiene esa necesidad.
El propósito de Dios es llevarnos a ser padres espirituales. Nos gusta ser amigos, hermanos,
pero no padres. HAY UNA NECESIDAD DE PADRES. ESTA ES LA GENERACION DE LOS PADRES
PRODIGOS. ABANDONOS O MALOS PADRES. La imagen del padre ha sido distorsionada. Hay un
ataque a la paternidad por parte del diablo. ¿Por qué? Dios ha escogido llamarse nuestro
padre, distorsión de Dios como padre. La iglesia está llena de hermanos mayores y menores
pero pocos padres.
Conclusión: