Manejo
Manejo
Manejo
Editores:
Alicia Fernández Cirelli
Eduardo Holzapfel
Ivan del Callejo
Max Billib
i
ISNB: 978-987-25074-1-1 mayo, 2009
ii
INDICE
PRÓLOGO 1
GRUPOS DE TRABAJO 9
SISTEMAS DE RIEGO 13
ESTUDIOS DE CASO
iii
iv
PROLOGO
1
protección ambiental y economías son los factores que deberían
ser integrados para un manejo integral del agua en una región.
Algunas organizaciones esperan un desplazamiento del objetivo
fundamental del riego, definiéndolo como la maximización de los
beneficios globales, incluyendo los no monetarios como la
protección de la calidad de agua, la seguridad alimentaria, el
aumento del empleo y el reasentamiento de poblaciones.
En la Unión Europea la nueva Directiva Marco del Agua (WFD)
ha establecido nuevos criterios para el manejo de las cuencas
hidrográficas, su regulación y establecimiento de precios, dando
nuevas restricciones para la agricultura bajo riego. Estudios
recientes de agricultura bajo riego en regiones áridas y semiáridas
de América Latina incluyen el enfoque de gestión integrada del
agua combinando el manejo de los recursos superficiales y
subterráneos, y el desarrollo de Sistemas Soporte a la Decisión
(DSS), por ejemplo, para mejorar la planificación y el manejo en
esquemas grandes de riego, o la integración de aspectos
multidisciplinarios.
La Comisión de la Unión Europea ha financiado la Acción
Soporte Específica KASWARMI (“Knowledge Assessment on
Sustainable Water Resources Management for Irrigation”) en
el Sexto Programa Marco, para apoyar la vinculación de
experiencias europeas con enfoques de agricultura sostenible y la
Directiva Marco del Agua, con experiencias regionales específicas
de instituciones de investigación en Latinoamérica. El consorcio de
investigación KASWARMI está integrado por tres socios europeos
(Alemania: Leibniz Universität Hannover; Hungría: St. Istvan
University Gödöllö; España: Universidad de Córdoba) y seis socios
latinoamericanos (Argentina: Universidad de Buenos Aires e
Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas en
Mendoza; Bolivia: Universidad Mayor de San Simón en
Cochabamba; Brasil: Universidad Federal de Campina Grande-
Paraíba y Universidad Federal do Recôncavo da Bahia; Chile:
Universidad de Concepción), coordinado por el equipo alemán.
Este consorcio internacional ha trabajado con un enfoque
interdisciplinario incluyendo las disciplinas de ingeniería agrícola,
agronomía, ciencias del suelo, gestión de recursos hídricos,
ingeniería de sistemas, economía y ciencias sociales.
2
El principal objetivo de KASWARMI fue construir una base de
conocimiento integrado basada en la experiencia internacional en
manejo sostenible de recursos de agua para riego teniendo en
cuenta los diferentes puntos de vista de las distintas disciplinas.
Se seleccionaron varias áreas de agricultura bajo riego en América
Latina para realizar un análisis integral de los aspectos más
relevantes desde el punto de vista socio-económico, ambiental,
institucional y técnico. La comunicación directa entre los
investigadores y los principales actores involucrados en las zonas
de estudio fue usada para identificar las necesidades principales
para un mejor desarrollo futuro de la agricultura bajo riego. Sobre
la base de las actividades de investigación de los equipos
participantes así como la revisión del estado del arte, el consorcio
KASWARMI pudo identificar las necesidades de investigación y el
ámbito para la colaboración de actores potenciales (campesinos,
investigadores, decidores). Adicionalmente, el grupo KASWARMI
desarrolló estrategias para actividades futuras para resolver las
cuestiones pendientes identificadas en el marco de una gestión
integrada y sostenible del agua para riego.
El objetivo comercial más importante de la agricultura
latinoamericana es la exportación (p. ej. a la Unión Europea) de
productos frescos de alta calidad obtenidos con procesos
sostenibles. Los países latinoamericanos han realizado grandes
esfuerzos para mejorar sus sistemas agrícolas. Sin embargo, es
necesario preparar al sector agrícola, como en Europa, a un nivel
que permita mantener la robustez bajo un sistema competitivo y
global que requiere producir sobre una “base limpia y sustentable”,
de acuerdo a las normas de la regulación europea (EUROGAP) y
las normas ISO 14000. Este concepto puede tener un efecto
significativo para mantener un acceso seguro a los mercados
europeos en un futuro. La agricultura tradicional necesita
adaptarse a los avances en las tecnologías de riego y fertilización
sobre una base técnico-económica que asegure la competitividad
de las empresas.
Los resultados del proyecto KASWARMI pueden ser usados
en futuros proyecto para apoyar los procesos de toma de decisión
de los diferentes actores involucrados de los países socios. Este
enfoque innovador que combina aspectos ambientales, sociales y
económicos de la agricultura bajo riego no es habitual en países
3
en vías de desarrollo y constituye un gran desafío para el
desarrollo futuro. La publicación del proyecto KASWARMI en
América Latina puede contribuir a la distribución de los resultados
entre los diferentes actores y los colegas científicos en la región, a
iniciar nuevas discusiones sobre las necesidades y las nuevas
actividades técnicas, institucionales y académicas, y a mejorar la
difusión de nuevos conceptos sobre tecnologías limpias de riego,
entrenamiento y control.
RECONOCIMIENTO
4
PROLOG
5
overall benefits, including non-monetary benefits like water quality
protection, food security, increased employment, and resettlement
of populations.
In the European Union the new Water Framework Directive
(WFD) was setting up new criteria for watershed management,
regulation and pricing, giving new restrictions for the irrigated
agriculture. Recent studies for irrigated agriculture in arid and
semiarid regions of Latin America included the integrated water
management approach by combining surface and groundwater
resources management and the development of decision support
systems, e.g. to improve planning and management in large
irrigation schemes, or the integration of multi-discipline aspects into
a web-enabled spatial DSS.
The Commission of the European Communities financed the
Specific Support Action KASWARMI (“Knowledge
Assessment on Sustainable Water Resources Management for
th
Irrigation”) in the framework of the 6 Research Programme, to
support the joining of European experiences with approaches to
sustainable agriculture and the Water Framework Directive
together with the specific regional experiences of Latin American
research institutions. The KASWARMI research group consists of
3 European partners (Germany: Leibniz Universität Hannover;
Hungary: St. Istvan University Gödöllö; Spain: Universidad de
Córdoba) and 6 Latin American partners (Argentina: Universidad
de Buenos Aires and Instituto Argentino de Investigaciones de las
Zonas Áridas at Mendoza; Bolivia: Universidad Mayor de San
Simón at Cochabamba; Brazil: Universidad Federal de Campina
Grande-Paraíba and Universidad Federal do Recôncavo da Bahia,
Chile: Universidad de Concepción) and was coordinated by the
German team. The international consortium was focussed on an
interdisciplinary approach including the disciplines of agricultural
engineering, agronomy, soil science, hydrology, water resources
management, systems engineering, economy, and social sciences.
The main objective of KASWARMI was to build up a
comprehensive knowledge base assembling international
experience on sustainable water resources management for
irrigation taking into account the different interdisciplinary views. In
several selected Latin American irrigation areas a comprehensive
analysis of the major socio-economical, environmental, institutional
6
and technical aspects was carried out. The direct communication
between the researchers and the stakeholders in the field study
areas was used to identify their main needs for future improvement
and development in irrigated agriculture. Based on past and
ongoing research activities of the participating teams as well as the
review of the current state of art the joint KASWARMI group could
identify actual research gaps and the scope for the collaboration of
potential stakeholders (farmers, researchers, policy makers).
Additionally, the KASWARMI group developed strategies for future
activities to solve the identified open questions of sustainable water
resources management for irrigation.
The main commercial goal of the entrepreneurial agriculture
in Latin America must be the export (e.g. to the European Union) of
sufficient fresh products under sustainable and high quality
production processes. The Latin American countries have shown
great efforts in order to improve their agricultural systems.
However, it is necessary to prepare the agricultural sector, like in
Europe, to a level in order to maintain robustness under a
competitive and global system that requires producing on a “clean
and ecological basis”, and in accordance with the norm of the
framework of the European regulation (EUROGAP) and ISO
14000. This concept could pose significant effect to the endeavour
of maintaining a safe access to the European market in future. The
traditional agriculture needs to adapt to the improvements of
irrigation and fertilisation technologies on a technical-economical
basis that ensures competitiveness of the enterprises.
The results of the KASWARMI project could be used in future
projects to support the decision making process of the
stakeholders in the partner countries. This innovative approach of
a link of combined environmental, social and economical aspects
of sustainable irrigation is not common in developing countries, it is
a great challenge for the future development. The publication of the
KASWARMI research project in Latin America may support the
distribution of the results to stakeholders and scientific colleagues
in Latin America, initiate new discussions about needs and new
activities on technical, institutional and academic level, and
improve the introduction of new concepts for clean irrigation
technology, training and control.
7
ACKNOWLEDGMENTS
8
En la primera parte de este libro se presentan cuatro capítulos.
Los dos primeros se refieren a aspectos instrumentales y de
gestión del riego, mientras que los dos siguientes se enfocan en
aspectos socioeconómicos, institucionales y ambientales. Estos
capítulos responden a los grupos de trabajo en el proyecto
KASWARMI, que se describen a continuación:
GRUPOS DE TRABAJO
9
Grupo de trabajo 2:
IMPACTO SOCIO ECONOMICO E INSTITUCIONAL
Coordinador: Iván del Callejo (UMSS)
10
2- DEGRADACION DE LAS PROPIEDADES DEL SUELO
influyendo salinización en áreas bajo riego y desertificación bajo
condiciones similares
- Sistemas de riego
11
12
SISTEMAS DE RIEGO
1 2 3
Ignacio j. Lorite , Eduardo A Holzapfel y Alejandro Pannunzio
1
IFAPA- Centro Alameda del Obispo, Consejería de Agricultura y Pesca,
Junta de Andalucía, Córdoba, España.
2
Departamento de Recursos Hídricos, Facultad de Ingeniería Agrícola,
Universidad de Concepción, Chile.
3
Cátedra de Riego y Drenaje, Facultad de Agronomía, Universidad de
Buenos Aires
RESUMEN
ABSTRACT
13
INTRODUCCIÓN
SISTEMAS DE RIEGO
14
Los sistemas de riego son seleccionados, diseñados y
operados para suplir los requerimientos específicos de cada
cultivo a nivel predial controlando la percolación profunda,
escorrentía, evaporación, y pérdidas operacionales para realizar
un proceso productivo sustentable en el tiempo.
Playán y Mateo, (2006), mencionan que los sistemas de riego
modernos a nivel predial implica la selección apropiada de los
métodos de riego y de estrategias relacionadas con la
disponibilidad de agua, a las características del clima, suelo y
cultivo, a las condiciones sociales y económicas y a las
restricciones de distribución del sistema.
15
TABLA 1. Eficiencia de aplicación para diferentes métodos de riego.
RANGO DE EFICIENCIA DE
METODOS DE RIEGO
APLICACIÓN (en %)
SUPERFICIAL
Riego Tradicional o Tendido 10 – 30
Riego en Curvas de Nivel 30 – 60
Riego por Bordes 40 – 80
Riego por Surcos 40 – 85
PRESURIZADO
Riego por Aspersión 50 – 90
Riego por Microjet 60 – 95
Riego por Goteo 65 – 95
16
los principales distritos de riego de México han logrado un ahorro
de agua del 20 % sin disminuir la producción de los cultivos
(Quiñones et al., 1999).
Diversos estudios han analizado la eficiencia de riego de
varios métodos de riego, como es el caso de Al-Jamal et al.,
(2001), que analizó en el sur del estado de Nuevo México en
Estados Unidos riego por aspersión, goteo y surcos, donde la
máxima eficiencia del uso del agua se obtuvo con aspersión y los
valores más bajos ocurrieron para goteo superficial y surcos, los
que presentaron mayores valores de pérdidas por evaporación.
Ibragimov et al., (2007) comparó riego por surcos y goteo,
obteniendo que con riego por goteo hay un ahorro de agua de un
18 a 42 % al compararlo con surco y que la eficiencia de uso de
agua aumento de un 35-103% al compararlo con riego por surcos.
Una comparación similar fue hecha por Maisiri et al., (2005) en
una región semi-árida de clima tropical en Zimbawe, donde
encontró que el riego por goteo usó el 35 % del agua que utilizaron
los sistemas de riego superficiales, obteniendo una mayor
eficiencia del uso del agua y el nivel bruto marginal del riego
superficial fue menor que el costo del riego por goteo.
Tognetti et al., (2003), al comparar riego por goteo con
aspersión de baja presión determinó que goteo influencia en forma
positiva los parámetros técnicos y fisiológicos en condiciones
semi-áridas al compararlo con aspersión de baja presión. Hanson
y May (2004) obtuvieron aumentos de producción con riego por
goteo al compararlo con riego por aspersión bajo niveles similares
en la cantidad de agua aplicada. Otro estudio evaluó el sistema de
riego por Pivote LEPA (Low-energy precision application) y riego
por goteo en algodón en Turquía (Yazar et al., 2002), concluyendo
que ambos sistemas de riego podrían ser utilizados exitosamente
en riego de algodón en regiones con clima árido de Turquía.
Karlberg et al., (2007) encontró en su estudio que, el sistema
de riego por goteo con diferentes caudales de emisores se utilizó
para regar tomates, obteniendo que combinando riego por goteo
con un mulch de plástico aumentaba la producción. Finalmente
Bozkurt et al., (2006) evaluaron tres distanciamientos de laterales
0,7 m, 1,40 and 2,10 m para riego por goteo de maíz,
encontrándose que el óptimo es de 1,4 metros, lo que significa dos
hileras por lateral. Como se muestra en las investigaciones
17
previas, el riego por goteo es mirado ampliamente como el sistema
de riego más promisorio, y también es especialmente
recomendado para condiciones de aguas salinas.
Lo expuesto anteriormente requiere indudablemente para
establecer un análisis con mayor precisión, tener en cada uno de
los casos los antecedentes de diseño, operación y manejo de los
sistemas de riego. Esto porque la comparación se debe realizar
bajo condiciones óptimas de diseño, operación y manejo de cada
uno de los sistemas de riego evaluado para las condiciones
específicas de uso, de otra manera se producen distorsiones en la
comparación. No es adecuado comparar sistemas que no estén
diseñados, operado y con un manejo bajo condiciones óptimas
para las condiciones “sitio específicas” donde están
implementados, sobre todo ahora que la energía y el uso del agua
son factores importantes en los sistemas de riego en la agricultura.
18
Soporte para Sistemas de Riego Sustentables
19
cultivos para obtener máxima producción y evitar efectos
ambientales asociados a lixiviación y escorrentía.
El riego superficial posee varios factores y elementos de
diseño y manejo, los que han sido extensivamente analizados. Los
métodos de riego superficial más frecuentes son: riego en
contorno, riego por bordes, y riego por surcos. Este último es
frecuentemente utilizado en cultivos hilerado y frutales.
Los métodos de riego superficiales han últimamente tomado
mayor importancia en la zonas de riego, por el aumento en el
costo de la energía que se asocian a los sistemas de riego
presurizado, siendo el riego por surcos el de mayor importancia
por la incorporación de una mayor automatización para su
operación (Holzapfel y Arumi, 2006).
Eldeiry, (2004), encontró en un estudio de diseño de riego por
surcos en suelos arcillosos que el largo del surco y la descarga
son los principales factores que afectan la eficiencia de aplicación.
Por otro lado el impacto ambiental de los sistemas de riego por
surco se han estudiado en diferentes zonas del mundo (Lehrsch et
al., 2000), y se ha establecido que en riego, el riesgo de lixiviación
de nitratos depende de la forma en que se plica el agua y los
fertilizantes (Popova, 2005).
La cantidad de agua y elementos lixiviados varía con el tipo de
sistema de riego utilizado, eficiencia de riego, cultivo o frutal,
utilización del agua y los fertilizantes, descomposición de la
materia incorporada su absorción y fracción que se ha
descompuesto. La mayor parte de los químicos lixiviados
incorporados en el riego son los nitratos, aniones predominantes,
derivado de los fertilizantes y la materia orgánica. Además se
incorporan con el riego los pesticidas, y se ha encontrado que la
lixiviación de esto elementos aumenta con la mayor percolación
provocada por el riego (Asare et al., 2001). La estrecha relación
entre lixiviación de químicos y la percolación profunda del agua
producida por el riego se debe a que la lixiviación ocurre a través
de la disolución de los solutos en la solución del suelo y se mueve
a profundidades mayores del suelo hasta alcanzar la napa freática.
Esto permite demostrar una cada vez es más la importancia de
establecer un diseño adecuado de los sistemas de riego superficial
y presurizado y técnicas de manejo para reducir la lixiviación y
disminuir la percolación profunda.
20
En muchas regiones del oeste de los Estados Unidos,
productores que riegan por surco sus cultivos, están frente a una
crítica necesidad de mejorar la eficiencia de riego y reducir la
contaminación por la aplicación de agua (Rice, et al., 2001). Sin
embargo, el punto más importante es seleccionar adecuadamente
las variables en cada sistema con criterios de diseño apropiados,
mejorando la programación del riego y el manejo del agua a nivel
de campo lo que también permitirá reducir el exceso de riego y la
percolación profunda de la aplicación de agua y químicos.
Criterios de Diseño
21
que podía ser cuantificada y usada debido a un optimo diseño del
sistema de riego. Henríquez, (2005), encontró que un correcto
número y distribución de emisores tomando como base las
características del suelo y la planta, produce diferencias de 100%
en producción de huertos de naranjos. Es importante también
destacar como criterios para diseño y operación de los sistemas
de riego los costos, así la selección adecuada de los emisores
tiene un marcado efecto en los costos de operación asociados a
los sistemas de riego presurizado y que es un factor relevante en
la producción (Holzapfel et al., 2007a y Holzapfel et al., 2007b).
Este factor tiene especial importancia debido al aumento del precio
de la energía y la disponibilidad de este recurso.
CONCLUSIONES
22
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26
GESTIÓN DEL RIEGO
1 2
Ignacio j. Lorite y Eduardo A Holzapfel
1
IFAPA- Centro Alameda del Obispo, Consejería de Agricultura y Pesca,
Junta de Andalucía, Córdoba, España.
2
Departamento de Recursos Hídricos, Facultad de Ingeniería Agrícola,
Universidad de Concepción, Chile.
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCION
27
Así, el riego es usado como suplemento a la lluvia en periodos de
escasez.
El riego es solamente justificado cuando el beneficio con el
incremento de cosecha y / o calidad exceda el capital invertido y
los costes anuales de operación asociados al riego. Por lo tanto, la
decisión de búsqueda de suministro de agua, compra e instalación
de sistemas de riego, y planificación del riego debe analizarse
detenidamente. Cuando todos estos aspectos estén listos, el
siguiente paso será definir un programa de gestión del riego como
requisito imprescindible para el uso eficiente del agua.
La gestión del agua de riego afecta a la determinación de
cuando regar, la cantidad de agua a aplicar en cada riego y en qué
etapa del ciclo del cultivo, sin olvidar la operación y mantenimiento
del sistema de riego. El objetivo principal de la gestión del riego es
manejar el sistema productivo para el obtener el mayor beneficio
sin comprometer el medio ambiente.
28
distribución. Así, por ejemplo en el caso de sistemas como el de
micro-aspersión, el deficiente mantenimiento de las unidades de
control puede causar significativos incrementos en los
requerimientos de bombeo, y una deficiente uniformidad del riego.
Un efecto más del deficiente diseño de los sistemas es la
ausencia de contadores a nivel de parcela, lo que hace que los
regantes no tengan ningún control sobre la cantidad de agua
aplicada por su sistema de riego, causando sobre o sub-riego, lo
cual en muchas ocasiones puede provocar encharcamiento,
pérdida de agua por precolación o déficit hídrico en el suelo, con la
consiguiente reducción en la producción del cultivo.
29
herbicidas e insecticidas ya han sido detectados en algunos
retornos de riego.
Otra consecuencia relacionada con la contaminación de los
recursos es la acumulación de sales, la cual causa la
alcalinización y sodificación de los suelos, conduciendo a la
desertificación de las zonas agrícolas, lo cual reduce la producción
a niveles mínimos y presenta una difícil recuperación de los
mismos.
Igualmente, la contaminación de las aguas subterráneas por
nitratos es perjudicial para los humanos. Así, el nitrato es
altamente soluble y está presente en una amplia variedad de
fertilizantes que son usados con agua de riego a través de la
fertirrigación.
Finalmente, y también en relación a la componente ambiental
del riego, el ascenso de la capa freática, causada por un
ineficiente control del riego y el drenaje, causa salinidad en los
suelos y consecuentemente reducción las cosechas.
Otras consecuencias negativas de la incorrecta gestión del
riego están relacionadas con el encharcamiento asociado al pobre
drenaje natural, dosis de riego mayores de las que el suelo puede
infiltrar, o ausencia de sistemas de drenaje para eliminar el exceso
de agua de la zona radicular.
Finalmente la consecuencia final de la deficiente gestión del
riego es la reducción de las cosechas o de la calidad de las
mismas, debido a la ocurrencia de déficit de agua a lo largo del
ciclo del cultivo causado por riegos mal planificados.
Ante esta situación, surgen alternativas para mejorar la gestión
del riego como son la implementación de servicios de formación y
transferencia de tecnología para agricultores con la ayuda de
organismos públicos, incluyendo universidades y centros de
investigación. En relación con estas medidas la adopción de
prácticas para mejorar la gestión del agua en el suelo, evitando la
escorrentía superficial y reduciendo las tasas de evaporación por
medio del uso de residuos de los cultivos sobre la superficie del
suelo, son algunas de las prácticas propuestas, permitiendo un
significativo ahorro de agua a nivel de parcela.
Para reducir el efecto de la contaminación de los recursos
surge la utilización de cultivos tolerantes a sales y otros iones
tóxicos para mantener los niveles de cosecha dentro de los
30
umbrales de rentabilidad. Este aspecto es aún más importante en
el caso que el agua disponible para riego presente niveles
elevados de sales. Igualmente, la instalación de sistemas de
drenaje sub-superficiales para la eliminación de los excesos de
agua en el perfil del suelo y evitar la acumulación de sales, es otra
medida conducente a la mejora de los sistemas agrarios de
regadío.
Finalmente se perfila como esencial el establecimiento de
programas de asesoramiento sobre la gestión del riego a nivel de
parcela y zona regable para caracterizar la situación actual e
identificar mejoras en uso del agua. Así, algunas de las funciones
de estos programas sería la utilización de procedimientos para la
programación de riegos (idealmente en tiempo real) adaptados al
cultivo, suelo y condiciones climáticas encontradas en parcela.
Entre los métodos y sensores disponibles, dos son los más
usados: basados en medidas en suelo y basados en medidas en
planta.
Riego deficitario
31
Igualmente el análisis sobre riego deficitario en cultivos
herbáceos se han realizado en cultivos como el maíz ((Payero et
al., 2006; Farre y Faci, 2006), algodón (Jalota et al., 2006;
Falkenberg et al., 2007), trigo (Jalota et al., 2006), sorgo (Farre y
Faci, 2006), cebolla y remolacha (Fabeiro et al., 2003).
Girona et al., (2005a) analizó la respuesta a diferentes
regímenes de riego deficitario en melocotón. Así, se determinó que
riegos deficitarios durante la etapa II de crecimiento (desarrollo de
fruto) y/o durante post-cosecha redujo significativamente el
crecimiento vegetativo de los árboles y la producción no se vio
afectada en ningún régimen de riego hasta el cuarto año, cuando
la cosecha disminuyó ligeramente en algunos regímenes de riego
deficitario.
Estudios similares fueron realizados en almendro, aplicando
riego deficitario controlado durante la fase de llenado de grano
(Girona et al., 2005b). Así, durante los dos primeros años la
acumulación de materia seca no decreció, sin embargo, sí se
redujo durante el tercer y cuarto año de experimento debido a un
agotamiento de las reservas. También en almendro, Goldhamer et
al., (2006) analizaron los impactos de tres diferentes tratamientos
de estrés hídrico. El tratamiento con mayor éxito en términos de
cosecha (tamaño de fruta mas carga) fue aquel que impuso un
riego deficitario sostenido aplicando un porcentaje concreto de las
demandas óptimas durante la totalidad de campaña de riego.
También Romero et al., (2004) analizó la influencia de algunas
estrategias de riego deficitario controlado con riego por goteo
subterráneo. Así, el riego deficitario controlado, con un severo
recorte de agua durante la fase de llenado (20% ETc), y un riego
en post-cosecha del 75% de la ET fue una estrategia adecuada en
almendros en condiciones semiáridas, ahorrando una cantidad
significativa de agua (220-273 mm / año).
Los efectos del riego deficitario sobre la cosecha y el
desarrollo vegetativo también han sido analizados en olivar. Así,
algunos autores (Tognetti et al., 2006) determinaron que la
disponibilidad de agua antes de floración y durante las primeras
fases de crecimiento de fruto podría tener efecto sobre el peso del
fruto, pero no durante el verano. Así, se recomienda el riego del
olivo desde comienzo de endurecimiento de hueso. Comparando
diferentes tratamientos, el riego deficitario durante el verano
32
mejoró las relaciones agua – planta con respecto a otras
estrategias de riego deficitario (Tognetti et al., 2005). Resultados
similares fueron obtenidos para cítricos. Así, tratamientos de riego
deficitario en cítricos permitió ahorros estaciones de entre el 12 y
el 18% en ensayos realizados en España (Velez et al., 2007).
También han sido aplicadas estrategias de riego deficitario a
cultivos herbáceos como el maíz. Así, Payero et al., (2006)
determinaron que estrategias para incrementar la productividad del
agua por medio del riego deficitario no fueron correctas debido a
que la cosecha en este cultivo se incrementa de forma lineal con el
riego estacional.
Otros trabajos analizaron la productividad del agua para
sistemas con algodón – trigo en estrategias de riego deficitario
(Jalota et al., 2006), determinando que las etapas del cultivo más
sensibles al estrés hídrico fueron de floración a la formación de
cápsulas en algodón, y la fase de desarrollo del grano en trigo.
Otros estudios compararon la respuesta del maíz y sorgo en
condiciones de riego deficitario en un ambiente mediterráneo
(Farre y Faci, 2006). La cosecha de maíz fue superior a la de
sorgo en condiciones óptimas de riego, mientras que el sorgo tuvo
mejor cosecha que el maíz con moderados y severos déficit de
agua, debido a un mayor índice de cosecha y una mayor eficiencia
en el uso del agua. Así, el sorgo podría ser una buena alternativa
al maíz en condiciones de riego limitado en climas semi-áridos.
Para remolacha, algunos autores (Fabeiro et al., 2003)
analizaron la producción y calidad bajo riego deficitario controlado
en climas semi – áridos. Así, el efecto del riego deficitario en tres
etapas del cultivo (desarrollo vegetativo, engrosamiento de raíz y
maduración) fue analizado. El tratamiento con mayor cosecha y
moderado consumo de agua fue aquel que causó restricciones
ligeras, moderadas y severas en cada fase de las anteriores
respectivamente. Por el contrario, estrategias sin restricciones en
las primeras etapas del cultivo fueron etiquetadas como las menos
recomendables.
Finalmente, algunos análisis sobre riego deficitario han
empleado nuevas tecnologías como la teledetección. Así,
Falkenberg et al., (2007) con una cámara infrarroja distinguió entre
estés biótico y abiótico (sequía) con la asistencia de trabajo de
campo. Así, el riego deficitario hasta el 75% de la ETc no tuvo
33
impacto sobre la cosecha de fibra de algodón, indicando un
considerable ahorro de agua sin afectar a la cosecha.
A modo de conclusión, el ahorro de agua obtenido con estas
técnicas ayudaría a promover el uso de técnicas de riego
deficitario en áreas con baja disponibilidad de agua, y se presenta
como una alternativa de gran futuro en Latinoamérica.
Teledetección
34
significativo avance de esta herramienta en la gestión del riego es
necesario su análisis.
El empleo de técnicas de teledetección para la determinación
de la evapotranspiración real de los cultivos ha mejorado de forma
muy significativa la gestión del agua de riego. Así, Tasumi y Allen
(2006) y Allen et al., (2007a) emplearon un modelo de balance de
energía basado en teledetección para la determinación de la
evapotranspiración real a escala de zona regable y cuenca. Este
modelo llamado METRIC ha sido usado en EEUU para la
regulación de derechos de agua y planificación (Allen et al., 2005).
Así, METRIC ha sido aplicado con imágenes Landsat 5 en Idaho,
California y Nuevo México para predecir la evapotranspiración
estacional y mensual, contabilización de derechos de agua,
empleo de modelos de agua subterránea, y la determinación de
coeficientes de cultivo y su variabilidad entre agricultores (Allen et
al., 2007a, Allen et al., 2007b). Los resultados sugieren que
METRIC y otros modelos similares tienen un sustancial
compromiso entre eficiencia, exactitud y coste para estimar los
flujos de evapotranspiración de zonas regadas.
Un modelo similar como SEBAL también ha sido empleado en
varias zonas regables (Bastiaanssen et al., 1998a,b). Así,
Bastiaanssen y Bos (1999) determinaron indicadores de
funcionamiento en zonas regables basándose en información
procedente de satélites. Un gran avance de esta metodología es la
estandarización en la toma de datos entre diferentes zonas
regables. Similar análisis se realizó en India por Ray et al., (2002)
determinando la disponibilidad de agua y el efecto de los sistemas
de distribución sobre la uniformidad en el reparto de los recursos
hídricos. Otras aplicaciones empleando técnicas de teledetección
fueron realizadas por Bandara (2003) con la monitorización de la
gestión del riego en Sri Lanka con medidas de satélite de alta
frecuencia durante la estación seca. En este caso, el satélite
NOAA se empleó para analizar la gestión del riego en 3 grandes
zonas regables. Otros trabajos se han centrado en la integración
de modelos como el descrito por FAO – 56 (Allen et al., 1998) con
técnicas de teledetección, como los desarrollados por Er-Raki et
al., (2007) para estimar la evapotranspiración real del trigo bajo
diferentes tratamientos de riego en una región semi-árida de
Marruecos. Finalmente, otras aplicaciones de teledetección se han
35
centrado en la estimación de cosecha, agua aplicada a los cultivos
o la eficiencia de aplicación a nivel de parcela, desarrollados en el
trabajo de Mo et al., (2005).
CONCLUSIONES
36
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40
ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS E INSTITUCIONALES DEL
RIEGO. APORTES HACIA EL ANÁLISIS DE LA
SOSTENIBILIDAD DE LA AGRICULTURA BAJO RIEGO
RESUMEN
41
de la agricultura bajo riego, identificando algunos vacíos de
conocimiento y la necesidad de integrar varios de los aspectos
discutidos en los diferentes enfoques.
ABSTRACT
42
INTRODUCCIÓN
43
1
on Sustainable Water Resources Management for Irrigation) . En
éste, luego de una amplia revisión de literatura, principalmente
sobre aspectos socioeconómicos e institucionales del riego, se
discuten dos aspectos:
1- Los distintos niveles en los que se puede analizar la
sostenibilidad de la agricultura bajo riego y la necesidad de tomar
en cuenta las interrelaciones entre estos niveles.
2- La necesidad de abordar la problemática desde una perspectiva
integral.
Unos de los resultados de este análisis plantea la recurrencia
de temas institucionales, a la hora de abordar cualquier
problemática de riego aunque esta sea en principio
eminentemente técnica.
1
El proyecto KASWARMI fue ejecutado conjuntamente por un consorcio de
universidades y centros de investigación de la región y tres universidades
europeas, con el objetivo de establecer una base de conocimiento sobre la
sostenibilidad de la agricultura regada en zonas semiáridas de Sur América. Este
capítulo se basa también en la presentación realizada en la “Reunión Suramericana
para el manejo y sostenibilidad del riego en regiones áridas y semiáridas (Salvador-
Bahia, Brasil, Octubre 2008).
44
Alrededor de los años 80 emergen sin embargo, corrientes
contrapuestas a este desarrollo desenfrenado de modernización
de la agricultura, buscando equilibrar objetivos de productividad y
de rentabilidad con objetivos de equilibrio ambiental. En esta línea
aparecen nuevas preocupaciones como ser la conservación del
suelo, del agua y de otros recursos naturales que se han visto
amenazados por los efectos de la revolución verde.
En cuanto al riego, de manera paralela al desarrollo
agropecuario, los mayores avances en el campo tecnológico
corresponden a la modernización en la aplicación de agua a nivel
de parcela, desarrollándose diversas tecnologías de ahorro y
dosificación de riego, como son el riego por aspersión, y goteo. Si
bien se han alcanzado también niveles importantes en el ahorro
del agua y en los niveles de productividad gracias a estas
tecnologías, se evidencian otros temas como ser la provisión de
energía, limitaciones financieras, el acceso a información y nuevos
conocimientos (especializados) que en muchos casos constituyen
factores limitantes que dificultan una amplia difusión de estas
tecnologías sobre todo para pequeños agricultores o hacia
comunidades alejadas.
Haciendo una revisión amplia de la literatura especializada en
riego, uno encuentra publicaciones científicas principalmente
concentradas en los temas anteriormente mencionados: por una
parte se tiende a ver la “sostenibilidad del la agricultura regada”
como un tema eminentemente tecnológico, de optimización de
insumos productivos, de eficiencia y de rentabilidad (Gruhn, et al.,
2000; Khan, 2006; Haie y Keller, 2008; Wichelns y Oster, 2006).
Por otra parte, en el análisis de la agricultura en América
Latina, promovido por esta corriente de modernización, se ha
hecho bastante énfasis en la agricultura campesina, poniendo en
cuestión la “viabilidad” de esta forma de hacer agricultura. Este
cuestionamiento se basa principalmente en enfoques de economía
neoclásica, viendo la agricultura campesina como “desconectada”
del mercado y por lo tanto fuera de la tendencia global de
modernización. Ineficiencia, baja rentabilidad, una pobre
tecnificación de la agricultura, baja productividad, pobre
especialización, agricultura de subsistencia, retraso, son algunos
de los calificativos resultantes.
45
En cuanto al manejo del agua de riego en estos países, se han
desarrollado también diferentes recomendaciones para
“modernizar” y hacer más eficiente el uso del agua. Además de la
tecnificación del riego, se ha prestado en los últimos años bastante
atención en el campo de la gestión del agua, principalmente en su
dimensión institucional, buscando implementar reformas
“innovadoras” que aseguren “instituciones duraderas” y
“eficientes”. En esta línea, en países con una importante presencia
pública en el sector riego, se ha planteado por ejemplo medidas
que promuevan la participación del sector privado como condición
inequívoca para mejorar la eficiencia y el desempeño de los
sistemas de riego, argumentando problemas de burocracia,
deficiencias técnicas, injerencia política y corrupción en los
sistemas de riego y administración existentes (Bromley, et al.,
1980; Small y Carruthers, 1991; Small y Svendsen, 1992).
Por otro lado, en países con una fuerte tradición de manejo
colectivo del agua de riego, la receta ha sido la misma, solo que
respaldada por otro tipo de argumentos, siendo el más fuerte el de
las ineficiencias e “insostenibilidad” en el manejo de recursos de
uso común bajo el denominativo de “la tragedia de los comunes”
(Hardin, 1968; Ostrom, 1990).
De forma paralela al desarrollo tecnológico, en las últimas dos
décadas, las ciencias sociales han contribuido a desarrollar un
entendimiento más amplio de la problemática del riego y de la
agricultura en relación al manejo local del agua y de las dinámicas
campesinas. Es el caso de estudios etnográficos que describen
detalladamente la diversidad de formas organizativas y de
prácticas de manejo del agua, inmersos a su vez en una
diversidad de manifestaciones culturales y de procesos históricos.
Estos estudios, además de analizar la complejidad interna de la
gestión colectiva del agua, han ayudado a develar las
interrelaciones de estas formas de manejo, con los esquemas y
estructuras estatales, así como la influencia de políticas o visiones
globales predominantes en cada país (ver para la región andina
Gelles, 1984; Trawick, 2001; Guillet, 1995; Gerbrandy y
Hoogendam, 1998). Algunos de estos estudios brindan también
importantes evidencias que rebaten el postulado de la tragedia los
comunes como es planteado por Hardin, (1968).
46
Todo este cúmulo de conocimientos se ha ido desarrollando
sin embargo con muy poca conexión entre las distintas disciplinas.
Siguiendo el planteamiento hecho por Mollinga, (1998), es posible
agrupar los estudios en riego alrededor de tres grandes grupos
que a su vez se relacionan estrechamente con el accionar y las
intervenciones promovidas por agencias financieras y por los
gobiernos. El primer grupo corresponde a temas ingenieriles
(ingeniería de riego) cuyo foco de atención es la infraestructura,
temas constructivos, diseño, eficiencias de riego y sobre los
requerimientos de agua de los cultivos. El segundo grupo se
refiere a la “economía del riego” que, fundamentada
principalmente en un enfoque de economía neo clásica, prioriza el
análisis financiero de las inversiones hechas por el Estado y por
donantes, desarrollando instrumentos de evaluación de la
“factibilidad” (evaluación ex ante) y de los impactos (evaluación ex
post) de dichas inversiones.
El tercer grupo corresponde a estudios sobre la gestión de
riego, estudios que emergieron ante los muchos fracasos o
resultados no esperados en sistemas construidos y en muchos
casos también manejados por el estado. En este grupo abundan
los trabajos que exponen las deficiencias y problemas en temas
organizativos, de distribución del agua y del mantenimiento de los
sistemas.
La escasa articulación entre esos tres grupos de estudios
explica por qué a la hora de analizar la sostenibilidad de la
agricultura regada, se tiende a separar o priorizar temas en uno de
estos ejes sin tomar en cuenta los otros componentes.
47
En el caso de la agricultura bajo riego, estas dos nociones han
sido enfatizadas en diferente grado por las distintas disciplinas o
grupos de estudios según se discutió anteriormente. Tonner y
Franks (2006) plantean cuatro componentes o criterios para
analizar la sostenibilidad, pudiendo estos ser también aplicados al
riego. Estos componentes son:
- Sostenibilidad financiera, de modo que el sistema pueda
continuar sin el soporte de financiamiento externo.
- Sostenibilidad institucional, en el sentido de integrar las
instituciones existentes (pudiendo ser estas “formales” y “no
formales”).
- Sostenibilidad ambiental, de modo que se maximice el uso
sostenible de los recursos naturales minimizando los
desperdicios y la contaminación.
- Sostenibilidad social, de modo que se minimice la exclusión
social, complementando así el contexto cultural local.
Asumiendo los cuatro niveles o ejes de sostenibilidad aplicados
a la agricultura bajo riego, en el campo ambiental es previsible la
consideración de dos temas principales: Por una parte la
afectación del recurso agua como tal, ya sea por la sobre
explotación de este recurso finito (más evidente en el caso del uso
de aguas subterráneas) o por el deterioro de las fuentes de agua
(contaminación). Por otra parte, en relación directa a las
actividades agrícolas, se analizan también temas de degradación
de los suelos (compactación, salinización, erosión y
contaminación), derivados generalmente del uso intensivo de
insumos o de “practicas inadecuadas” de riego. La pérdida de
biodiversidad es también una consecuencia prevista de la
intensificación agrícola.
En este tema, si bien existen estándares y los protocolos
necesarios para evaluar el deterioro ambiental además de
recomendaciones técnicas para mitigar sus efectos y también las
regulaciones en cada país que prevén y previenen sobre estos
impactos ambientales, la principal limitante parece ser la
implementación práctica de estos procedimientos y la carencia de
mecanismos claros y operativos para poner en funcionamiento las
regulaciones existentes. Problemas comunes en la mayor parte de
los países de la región son: la falta de información sistematizada,
deficiencias en capacidades instaladas y de personal técnico en
48
las instituciones reguladoras, dinámicas institucionales y
burocracia.
En aspectos financieros, el eje central se relaciona a la
capacidad de las entidades gestoras (del riego) de recuperar sobre
todo los costos de operación y mantenimiento del sistema (cost
recovery) e idealmente lograr en sistemas en los que el Estado
invierte para su construcción, también la recuperación de los
costos de inversión (full-cost recovery). En este tema, se han
desarrollado diferentes modelos de gestión en búsqueda de tales
objetivos.
Los temas sociales e institucionales han sido justamente los
menos atendidos en forma práctica, aunque, como se describe
más adelante, se han desarrollado diferentes enfoques que
plantean algunas recomendaciones para su implementación,
existiendo también una sobreposición con el criterio financiero, ya
que se asume éste como una de las condiciones principales para
la sostenibilidad de las organizaciones e instituciones de riego.
Tonner y Franks (2006), reconocen sin embargo la existencia
de barreras que impiden alcanzar los mencionados componentes
(o niveles) de sostenibilidad a la hora de implementar
intervenciones aun siendo estas basadas en un “enfoque de
procesos”. Estas barreras son:
- Las relaciones de poder, que son las que moldean procesos de
intervención en función a las posibilidades de los distintos grupos
de interés de involucrarse y tomar control de algunos de los
factores presentes en dicho proceso, pero también de las
decisiones que se toman en el nivel micro y las influencias de
políticas macro sobre estos procesos.
- La segunda barrera se refiere a las dificultades de integrar las
acciones y los productos de intervenciones en el contexto
institucional local. Esto se debe a que, durante estos procesos de
intervención, las organizaciones que lideran estos procesos
usualmente tienden a “dominar” las instituciones asociadas,
contrariamente al rol esperado de facilitadores en el desarrollo de
capacidades locales en relación a propósitos específicos.
Estas dos barreras planteadas anteriormente, se concentran
principalmente en aspectos socioeconómicos e institucionales, lo
que podría llevar a suponer que los temas técnicos están
resueltos, dado además el desarrollo tecnológico actual. Sin
49
embargo se ha comprobado en muchos casos que la
implementación de medidas técnicas, pasa primeramente por
“internalizar” estos procedimientos, protocolos, y planteamientos,
desde las instituciones locales.
Lo planteado hasta aquí, nos lleva en el presente capítulo, a
concentrarnos en temas institucionales y socioeconómicos en el
análisis de la agricultura regada, para ello, se retoma el estudio
desarrollado en el proyecto KASWARMI (Cossio et al., 2007)
sobre el estado del arte en estos temas.
Es necesario también aclarar que los cuatro criterios o
componentes de análisis de la sostenibilidad pueden ser
abordados en distintos niveles: desde el nivel de una parcela hasta
la sostenibilidad en las políticas y en la gestión de recursos
naturales en toda una región. Lo importante parece ser reconocer
la existencia de estos diferentes niveles y tratar de identificar las
principales interrelaciones entre estos.
50
1. Nuevo Institucionalismo
Instituciones
51
Este enfoque ha estado fuertemente vinculado con las
políticas de ajuste estructural, reformas legales, privatización y
descentralización promovidas a nivel nacional. En relación al riego,
nuevas políticas y leyes para el sector hídrico han sido promovidas
como medidas institucionales con el propósito de “incrementar la
eficiencia” en la asignación y gestión del agua en varios de países
en desarrollo (para Asia ver por ejemplo Bandaragoda, 2006;
Molle, 2005).
Como una parte importante de estos procesos de ajuste
estructural en el sector riego, en muchos países se han ido
implementando también políticas y programas de transferencia de
gestión de riego (Irrigation Management Transfer), especialmente
sistemas de gran escala, desde las agencias del Estado a los
usuarios, promoviendo además la participación de agentes
privados como prestadores de servicios. Sin embargo, la
aplicación de reformas tanto a nivel nacional como de los sistemas
de riego han sido ampliamente cuestionados principalmente en
relación a la falta de consideración de las condiciones locales y de
las características específicas de gestión local de agua, y la forma
vertical en que fueron generalmente aplicadas (i.e. Bandaragoda,
1998, 2006; Molle, 2005; Shah, T; van Koppen et al., 2002).
En esta línea de pensamiento, y con el objetivo de reforzar
medidas neoliberales, se ha utilizado también como argumento
para promover una mayor participación privada y así la reducción
de rol que cumplían los Estados y las propias organizaciones
locales en el manejo de los recursos, la denominada “tragedia de
los comunes” (Hardin, 1968). De esta manera, la implementación
de regulaciones (como parte de las instituciones) son vistas como
la solución para prevenir el uso libre (oportunista y/o abusivo) de
los recursos (Dicke, 2000). Sin embargo, siguiendo la perspectiva
del nuevo institucionalismo, se asume que es posible evitar la
tragedia de los comunes en base a la formalización de los
derechos de agua, al criterio de recuperación de costos y al
principio de rendición de cuentas (accountability).
Derechos de Agua
52
agua, siguiendo la controversia ampliamente aceptada por
economistas liberales que afirman que “la asignación del mercado
será eficiente, una vez que existan derechos de propiedad „bien
definidos‟ y no atenuados” promoviendo así “cero costos de
transacción” (Coase, 1960 citado en (Rosegrant y Binswanger,
1994). Bajo ese enfoque, los derechos de agua son vistos como
un complemento legal de la infraestructura técnica e institucional,
de modo que los tres elementos juntos son necesarios para una
efectiva asignación y distribución de agua (Boelens, et al., 2005).
53
comunicativa”, promoviéndose así la formación de plataformas de
cuencas o de otro tipo de plataformas de grupos de interés
(Steins, et al., 2000). Sin embargo, la crítica principal a este
enfoque está en los supuestos relacionados a la racionalidad en la
toma de decisiones, disfrazándose así la consideración de
relaciones de poder entre los grupos de interés (Mtisi y Nicol,
2003b; Edmunds y Wollemberg, 2001; Cleaver, 2000).
Esta línea es reforzada por el planteamiento hecho por Ostrom
(1990 y 1992) sobre los ocho “principios de diseño” para sistemas
sostenibles de riego manejados por agricultores (FMIS),
destacándose el potencial de este tipo de manejo. Este enfoque
orientado al diseño institucional ha sido cuestionado por varios
autores, argumentando que puede no ser aplicable en muchos
casos (Steins, et al., 2000), considerando las características
complejas y particulares de la gestión del agua que se basa
fundamentalmente en la acción colectiva (Cleaver, 2000).
3. Empoderamiento
Instituciones
54
movilización y creación de autonomía. Aumentando la capacidad
local para negociar y reclamar la toma de poder, son objetivos
importantes y al mismo tiempo la perspectiva generalmente se
extiende más allá del nivel del sistema de riego (Boelens, 1998).
Relaciones de poder
55
riego, manteniendo y recreando su derecho a través de su
participación en el mantenimiento y rehabilitación del sistema.
Boelens y Doornbos, (2001) indican que hay una relación
entre derechos de agua y poder. El poder puede definir y
determinar derechos y los derechos pueden reafirmar y legitimar el
poder.
Bajo este contexto, existe un importante desafío para
acompañar organizaciones con referencia a la necesidad de
apoyar y legitimar derechos campesinos en riego. Siendo estos
derechos un grupo de normas contemporáneas, que son
permanentemente modificadas, no es deseable e incluso resulta
imposible tratar de “formalizar” el contenido explícito de los
derechos (de agua) en la legislación nacional, donde pueden
perder su capacidad innovadora y pro-activa. Es por eso que los
derechos al agua solo tienen sentido para el contexto particular en
el cual han sido creados.
56
fundamentales (materiales, intelectuales e ideología), con el
objetivo de influenciar en procesos de desarrollo.
Autonomía
Bricolage Institucional
57
de diferentes reglas, relaciones sociales y de poder formadas por
una continua acción colectiva y resultando en una diversidad de
acuerdos a diferentes niveles. En este sentido, “Instituciones
sociales no son cosas, son lo que la gente hace; las instituciones
por su naturaleza no son necesariamente fuertes, sólidas y
duraderas, sino deben ser continuamente reproducidas o re-
adecuadas para existir (Chase Smith et al., 2001, citado por
Cleaver y Franks, 2005b). Este constituye un argumento muy
fuerte que rebate la posibilidad de “diseñar instituciones desde
afuera” y sobre todo esperar que sean “duraderas y estables”, tal
como es planteado por Ostrom (1990, 1992).
Pluralismo legal
58
científica y no científica (literatura “profesional”). Parte de esta
tiende a ser prescriptiva (por ejemplo los principios de diseño y
evaluación de arreglos institucionales); otra parte refleja más
narraciones que cuentan sobre (in)experiencias sobre temas
específicos de la gestión de los sistemas de riego y otro grupo de
literatura tienden a desarrollar criticismo sobre los enfoques
predominantes, abogando por el desarrollo de enfoques más
amplios y flexibles aunque sin aterrizar en instrumentos o acciones
concretas.
La tabla 1 resume un grupo de temas o conceptos que son
tratados en diferentes niveles, viendo la agricultura bajo riego
desde los distintos enfoques. Luego de este resumen se discute a
manera de conclusión, los principales vacíos de conocimiento en
temas institucionales, que pueden contribuir a entender mejor la
sostenibilidad de la agricultura bajo riego. Es decir, los elementos
discutidos aquí, contribuirán a identificar criterios más precisos
para abordar uno o varios de los componentes de sostenibilidad
discutidos al inicio de este capítulo.
59
Algunas conclusiones sobre estos diferentes enfoques y los
niveles en los que se concentran son:
Los diferentes niveles planteados en este acápite, apoyan la
aseveración de que la mayor parte de la literatura en riego se
concentra principalmente en temas físico-técnicos, sobre todo en
el nivel de parcela (estudios de eficiencia y productividad) y
también en el nivel de sistemas de riego (estudios de desempeño
en la gestión de sistemas de riego).
Por otra parte, los otros niveles, es decir el nivel de unidad de
producción y el nivel de cuenca o superior, son tratados
principalmente de forma teórica.
A nivel de unidad de producción es posible identificar tres
principales enfoques: uno, basado en la economía y
administración agrícola, que se concentra en elementos como la
renta, optimización de ingresos, análisis beneficio-costo a nivel de
unidad productiva, precios sombra, eficiencia y otros conceptos de
la economía neoclásica. Un segundo enfoque se dedica a
entender la agricultura (campesina) en principalmente en países
en desarrollo basados en enfoques de “economía campesina”, que
se centra en el análisis de las “relaciones sociales de producción,
relaciones de reciprocidad, complementariedad, valores culturales
de la agricultura y patrones de mercantilización y no-
mercantilización, valores de producción y valores de uso y otros.
Además de estos aspectos, la economía campesina entra en el
análisis de instituciones locales relacionadas al la producción
agropecuaria. Otro grupo de enfoques puede ser identificado
como el de “estrategias campesinas de sustento” (peasant and
livelihood strategies). Este enfoque reconoce las múltiples
actividades y ámbitos en los que la población rural (campesinos)
se halla inmersa y de los cuales derivan su sustento.
De la discusión previa se puede también concluir que al
concentrarse los estudios en riego en el nivel de parcela o del
sistema de riego, queda un vacío en el análisis de la relación de
las prácticas agrícolas y de riego en el nivel de la unidad de
producción con la gestión del sistema de riego. Esto se debe a que
no se analiza el rol del riego como factor importante de desarrollo
de la agricultura, ni tampoco las condiciones y requerimientos que
genera la agricultura hacia el funcionamiento de los sistemas.
Estas relaciones pueden ser explicadas a partir de concebir el
60
riego no como una actividad meramente técnica sino que
representa un complejo proceso “socio-técnico”.
Los enfoques de análisis institucional identificados, consideran
diferentes niveles en el la agricultura bajo riego. Sin embargo
todos ellos ponen especial atención a nivel de los sistemas de
riego, considerando distintos aspectos en este nivel.
El nivel de parcela parece no ser relevante para análisis
institucional debido a que en este nivel es en el que se hacen
evidentes la mayor parte de las prácticas agrícolas y
consecuentemente estas son tratadas principalmente en su
dimensión física en términos de: eficiencias, impactos
ambientales, degradación y conservación de suelos, etc.
Aunque desde los discursos académicos y profesionales
predominantes en temas de gestión de agua se promueven
enfoques integradores, las dificultades de tal integración en la
práctica es muy evidente. Por el contrario, la mayor parte de la
literatura en aspectos institucionales (por ejemplo bajo el enfoque
del nuevo institucionalismo) se concentra en problemas exclusivos
del sector riego y rara vez en las relaciones intersectoriales en la
gestión y tampoco en las interrelaciones entre los niveles de
cuenca, local, subnacional y nacional.
Si bien el enfoque sobre recursos de uso común analiza las
diferentes dimensiones relacionadas al riego, existe aún un vacío
en el análisis de sistemas de riego, y de otros sistemas de
aprovechamiento de agua desde una perspectiva de la cuenca. No
obstante de haber una larga argumentación de concebir la cuenca
como unidad de planificación, y también una amplia discusión
sobre la necesidad de integrar los diferentes usos y usuarios en
este espacio, sin embargo este enfoque se ha desarrollado
principalmente en forma teórica, existiendo muy poca o ninguna
experiencia real en este campo.
El empoderamiento se enfoca generalmente en un multinivel,
sin embargo las experiencias y acciones bajo este enfoque están
aún concentrados principalmente a nivel del sistema de riego,
desde una perspectiva sectorial (de riego) e interesado
principalmente en temas de acceso al agua y de participación de
los usuarios.
El enfoque post institucionalista parece tratar el tema desde
una perspectiva más amplia, pero enfocada sobre todo en el
61
criticismo de los otros enfoques predominantes (nuevo
institucionalismo y gestión de recursos de uso común). Este
enfoque si bien ofrece nuevas visiones y conceptos emergentes
sobre la problemática del riego, sin embargo en algunos aspectos
parece estar no suficientemente desarrollado.
Estos vacíos encontrados en el análisis institucional, sugieren
tratar diferentes temas como ejes para futuras investigaciones que
contribuyan a construir un concepto más preciso de sostenibilidad
de la agricultura regada.
El análisis de sistemas de riego considerando la cuenca como
unidad de planificación, o como contexto mayor de referencia,
puede contribuir en la discusión, por una parte de la relación del
riego (y su gestión) con el ambiente (por ejemplo fuentes y
extracción de agua, contaminación del agua, degradación de los
suelos) pero por otra parte analizar la relación con otros usuarios
del agua en la cuenca, dada la creciente demanda de agua
debido al crecimiento poblacional y sus efectos en el medio
ambiente. Algunos de los temas relevantes en este nivel pueden
ser los referidos a planificación, coordinación entre sectores,
negociación y (des)balances de poder, mecanismos para la
(re)asignación de agua y usos prioritarios del agua. Todos estos
vistos desde una perspectiva ambiental, pero también física e
institucional.
Un análisis más profundo de la dinámica de las unidades de
producción y de las familias (unidades de producción familiar)
puede ayudar a distinguir entre las actividades productivas y su
interrelación con otras actividades económicas y de riego. Un
tema importante en este ámbito es el relacionado a la priorización
de actividades que los regantes (o agricultores) hacen en relación
al tipo de producción asumida, a su relación con el mercado y a
los factores internos y externos que influyen para adoptar ciertas
estrategias productivas y sus implicancias sobre las prácticas de
riego que desarrollan. Desde el punto de vista institucional algunos
temas específicos son: la interdependencia entre las prácticas
agrícolas con las prácticas de riego; la interrelación entre las
políticas agropecuarias y de riego con respecto a otras políticas
sectoriales (ejemplo minería, comercio, medio ambiente).
La incertidumbre, como una característica importante de la
agricultura, exige que las instituciones no se concentren solo en
62
los riesgos a los que se ve sometida aquella. Sin embargo aun no
está claro cómo considerar las diferentes dimensiones que implica
la incertidumbre, sobre todo relacionada a aspectos
institucionales. Este debería ser un tema que se investigue a
mayor profundidad.
Los temas de estructuras institucionales, de sobreposición
(bricolage) institucional, pluralismo legal y empoderamiento,
pueden ser considerados como ejes transversales para el análisis
de los temas planteados anteriormente.
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66
ASPECTOS AMBIENTALES DEL RIEGO
RESUMEN
67
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
68
riego que causó entre otros efectos, salinización y anegamiento
(Khan et al., 2006).
Los desafíos actuales de la agricultura bajo riego en relación al
ambiente pueden resumirse como:
- Uso más eficiente de los insumos (agua, fertilizantes, plaguicidas
y laboreo) para reducir los impactos ambientales negativos y los
costos de producción.
- Manejo adecuado de los impactos ambientales negativos tales
como emisiones de metano y óxidos nitrosos, salinidad,
contaminación de aguas, uso excesivo de plaguicidas,
eutrofización, especialmente en sistemas intensivos.
- Gestión de las necesidades de agua para riego y las demandas
ambientales con vías a un adecuado balance.
- Gestión de la calidad del agua de drenaje para minimizar el
impacto en ríos y ecosistemas.
El desarrollo del riego en América Latina y el Caribe ha sido
examinado en un informe del Banco Interamericano de Desarrollo
(Inter-American Development Bank, 2000), que resume la
situación de suministro de agua, y describe las tendencias de
demandas de agua y agricultura bajo riego. La principal conclusión
en un contexto de demanda creciente es la necesidad de mejorar
la eficiencia y la equidad del riego y de los sistemas de suministro
de agua. En muchos casos se usan aguas de baja calidad o
contaminadas para riego, que traen como consecuencia
problemas de salinización, anegamiento y erosión de tierras
agrícolas, así como contaminación de aguas. No es tampoco
despreciable el riesgo potencial de desertificación, que podría
implicar aproximadamente un 20% de la superficie en Sudamérica.
El riego en ambientes áridos y semiáridos invariablemente
conduce a variaciones en el nivel freático, además de los
problemas mencionados de salinización y anegamiento. El nitrato
proveniente de los fertilizantes nitrogenados usados en agricultura
es un contaminante frecuente en aguas subterráneas someras,
con efectos negativos en salud humana, animal y ambiental. Los
fármacos usados tanto en medicina humana como animal
emergen como contaminantes cuando se usan aguas residuales
para riego.
Si consideramos los impactos ambientales negativos
potenciales de los sistemas irrigados sobre el suelo y el agua
69
subterránea, obtendremos, en líneas generales, una matriz del
siguiente tipo (Tabla 1):
Erosión
Cantidad de agua de riego Anegamiento
Sobreexplotación de acuíferos
Salinización
Tipo de perforaciones
Contaminación
Plaguicidas Contaminación
Fertilizantes Contaminación
Anegamiento
Drenaje
Erosión
70
aspectos ambientales del riego; en particular: salinización y
sodificación de suelos, contaminación por nitratos, fosfatos,
metales pesados y microcontaminantes orgánicos.
71
y el alto porcentaje de evaporación. En estas circunstancias las
sales se acumulan en concentraciones dañinas para el crecimiento
normal de las plantas. Cabe mencionar que en suelos con
problemas de drenaje, el proceso de salinización puede acelerarse
por el uso de aguas para riego con altos contenidos de sales
(Oliveira et al., 2002; Medeiros et al., 2003).
La degradación de los suelos por sodificación es un problema
frecuente en zonas áridas, donde la baja precipitación no es
suficiente para promover la remoción de las sales sódicas del
suelo. El predominio de sodio sobre otros cationes puede
promover la dispersión y migración de coloides en el perfil del
suelo, bloqueando poros y reduciendo el movimiento de aire y
agua, dificultando el crecimiento de las plantas (Freire et al.,
2003).
La pérdida de bases solubles e intercambiables de la zona
radicular por filtración a las capas más profundas del perfil del
suelo las convierte en inaccesibles para los cultivos, bajando la
productividad debido a una limitación nutricional. Por lo tanto, la
filtración de los iones solubles de la solución del suelo o de los
fertilizantes, debe ser tenida en cuenta, y más aún en condiciones
bajo riego donde este efecto puede potenciarse (Santos et al.,
2002).
La contribución metodológica de Patel et al., (2002) está
orientada al desarrollo de índices de salinidad de suelo. El
rendimiento de una cosecha es función de muchos factores
agroclimáticos. Los autores tienen en cuenta la excesiva
humedad, sequedad o sales solubles en la zona radicular como
tres factores de stress que inhiben el crecimiento y reducen el
rendimiento. Mientras que el stress debido a excesiva humedad
puede expresarse por un índice tal como SEW 30 (suma del exceso
de agua por encima de los 30 cm), un índice similar no está
disponible para el stress debido a salinidad del suelo. Se propone
un índice como la suma del exceso de salinidad por encima del
umbral (SEST), que representa la acumulación de salinidad en la
zona radicular en exceso para un cultivo específico en relación al
umbral de tolerancia. Este índice debe ser validado con datos de
campo bajo diferentes regímenes de riego.
72
Akram Kahlown and Azam (2003) demostraron que la
aplicación de excretas es comparativamente más efectiva que
otros tratamientos cuando se riega con agua de baja calidad.
Otro de los procesos debidos al riego es la erosión de los
suelos. Fernández-Gómez (2004) establecieron que la erosión del
suelo en producida por el riego por surcos reduce la profundidad
de la capa superficial y, además, diseñaron un modelo conceptual
para explicar la dinámica del proceso de erosión en riego por
surcos.
Los procesos de salinización y erosión de los suelos son parte
del proceso de desertificación aunque la relación entre riego y
desertificación no se ha profundizado al menos en los términos de
la desertificación concebida como un proceso complejo que
articula procesos biofísicos y sociales.
El manejo del riego tiene el objetivo de maximizar el
rendimiento de las cosechas, minimizar el uso de agua y el costo
energético, así como mejorar las condiciones físico-químicas del
suelo. Sin embargo, el bajo costo del agua, la falta de datos
edafoclimáticos, la baja prioridad en relación a otras prácticas
agrícolas y el escaso conocimiento de las técnicas de irrigación,
son las principales causas por las que la mayoría de los
productores no le asignan la importancia debida a este tema,
generando serios daños ambientales.
73
contribuye al deterioro de los acuíferos. Es más, si persiste el
exceso de nitrato en la solución del suelo en época de intercultivo,
también puede producirse lixiviación con la llegada de las lluvias
(Arauzo et al., 2003).
La aplicación de altos niveles de fertilizantes nitrogenados a
los cultivos o frutales, tiene dos desventajas principales: (1) la baja
eficiencia en el uso del fertilizante y (2) la pérdida de nitrógeno por
lixiviación que puede causar contaminación de aguas
subterráneas. Se ha estimado a través de modelos que las
pérdidas de nitrógeno como nitrato son mayores cuando es mayor
la tasa de nitrógeno aplicada a través de fertilizantes. Las
simulaciones con LEACH-W ajustado y validado con medidas de
campo también permitieron determinar los momentos del año
cuando ocurren los mayores eventos de transporte de nitrógeno,
demostrándose que las pérdidas por lixiviación son mayores
durante el crecimiento del cultivo (Aparicio et al., 2008).
La contaminación difusa por nitrato ha sido objeto de estudio
en una región representativa del valle central de Chile donde se
practica riego intensivo en los planos aluviales de sistemas
ribereños con fuentes de agua provenientes de la Cordillera de los
Andes. Aunque los niveles de nitrato determinados no alcanzan
aún niveles alarmantes, se observa el efecto de la agricultura bajo
riego en la calidad de agua de los cuerpos de agua superficiales,
por lo que es evidente la necesidad de introducir mejores prácticas
de gestión de riego para que la situación ambiental no se agrave
(Ribbea et al., 2008).
González et al., (2005) estudiaron los efectos de prácticas
agrícolas poco apropiadas, durante cuatro años, en el nivel de
nitratos en agua subterránea. Los cultivos de algodón y papa en
este estudio demostraron ser los de mayor impacto en el aumento
de los nitratos y la salinidad en los acuíferos.
Los efectos del nivel freático y del manejo de los fertilizantes
en la concentración de nitratos en aguas subterráneas fue
estudiado por Guo et al., (2006), en una experiencia con cultivos
de apio (Apium graveolens) bajo riego intensivo, con dos
profundidades de nivel freático (2,0 m y 0,5 m debajo de la
superficie del suelo). En ambos sitios se aplicó fertilizante, tanto de
la manera tradicional (aproximadamente 4800 kg N/ha/año), y
utilizando un tercio de esta cantidad. Los resultados mostraron que
74
el nivel freático controla la recarga de infiltración vertical y la
evaporación-transpiración. Las concentraciones de nitrato en el
agua del suelo fueron considerablemente mayores con los
mayores niveles de fertilización, con el consecuente aumento de
las concentraciones de nitrógeno (incluyendo nitrato, nitrito y
amonio) en la zona de aeración. El nitrato fue la principal especie
química en el agua subterránea.
Una evaluación del riesgo potencial de contaminación con
nitrato y su posible evolución en el tiempo, requiere de la
comprensión de las capacidades de asimilación del acuífero. Este
conocimiento también ayuda al diseño de políticas e incentivos
para el control de la cantidad de nitrato que entra a los sistemas
aguas abajo. Este potencial de atenuación de nitrato en el agua
subterránea se analizó a través del estudio de los compuestos
capaces de ceder electrones, tales como materia orgánica disuelta
e ion ferroso, así como indicadores redox, tales como oxígeno
disuelto y Eh. Las bajas concentraciones de nitrato se
correlacionaron con altas concentraciones de ion ferroso y bajo
oxígeno disuelto, indicando que estas condiciones redox son
apropiadas para la atenuación de nitrato y sea por denitrificación o
reducción. El ambiente reductor de los acuíferos estudiados
también puede asociarse con las altas concentraciones de
carbono orgánico disuelto de éstos (Thayalakumaran et al., 2008).
La determinación de la distribución de nitrato mediante el uso
de modelos representa un problema no lineal de alta complejidad
que incluye adsorción, transformación, convección y dispersión. Li
et al., (2004), propusieron una metodología alternativa que
combina redes neuronales artificiales y experimentos de
laboratorio. Los resultados del ensayo demostraron una buena
correlación entre la concentración de nitrato en el suelo estimada a
través del modelo y las medidas realizadas en laboratorio. En
consecuencia, el uso de estas redes neuronales artificiales
optimizadas resulta una herramienta razonablemente precisa para
estimar de una forma fácil y eficiente la distribución de nitrato en el
suelo en condiciones de fertiirrigación a través de sistemas de
riego por goteo. Estos estudios, que permiten predecir el
comportamiento o la atenuación a la contaminación por nitrato,
son fundamentales para mejorar las prácticas de riego y lograr un
uso más eficiente y sustentable del recurso.
75
CONTAMINACION POR FOSFATOS
76
En diversos trabajos se ha planteado que la problemática del
P en los ecosistemas pasa por las pérdidas de este elemento, por
escurrimiento superficial, y termina desembocando en ríos, lagos y
arroyos generando su eutrofización, considerado como el principal
problema ambiental del fósforo. La eutrofización causa
fundamentalmente un aumento en la población de algas, algunas
de las cuales liberan toxinas perjudiciales para la salud (Rast y
Thornton, 1996), produciendo, además, una disminución en el
contenido de O2 disuelto que afecta al resto de la cadena trófica y
la calidad del agua. Heredia et al., (1996), evaluaron la posibilidad
del uso de distintas formas de P en suelos de la región pampeana
húmeda Argentina, como indicadores de movimiento vertical y/o
lateral de P del suelo al agua ya sea en solución o adsorbido a
partículas coloidales.
Existen diversas formas de evaluar el P presente en el agua:
fósforo total (PT), fósforo disuelto (Pd) y PBD, los más
significativos son aquellos que permiten evaluar la disponibilidad
inmediata del P por las algas (Pd y PBD) (Sharpley y Pionke,
1998).
Si bien las pérdidas por escurrimiento superficial son importantes
y se les ha prestado mucha atención en los últimos 30 años, las
pérdidas por lixiviación han ganado especial atención en los últimos
años (Djodjic et al., 2004). El lavado de P disuelto y otros solutos
reactivos en suelos arcillosos ha sido considerado despreciable por
muchas décadas, pero existe evidencia que el lavado tanto de P
particulado como disuelto puede ocurrir en ciertos suelos bajo
determinadas condiciones hidrológicas (Jensen et al., 1998).
Grandes cantidades de P parecen lavarse desde el suelo
cuando 1) los suelos están ubicados en áreas de descarga, 2) los
suelos son enmendados con restos orgánicos animales y 3) son
recientemente drenados o laboreados (Jensen et al., 1998; Sims et
al., 1998).
La adsorción es uno de los procesos clave que afectan el
destino de los compuestos en el medio. Una capacidad baja de
adsorción puede constituir un problema en cuanto a la
contaminación de los acuíferos, mientras que tasas muy altas de
adsorción podrían provocar una acumulación del contaminante en el
suelo (El Mabrouki et al., 1999). El período en el cual el suelo puede
77
asimilar los nutrientes aplicados depende de la capacidad de sorción,
de la tasa de aplicación y de la profundidad de la capa freática.
En la evaluación de P en suelos las formas extractables
pueden ser un buen indicador de la disponibilidad del elemento
para las plantas y en casos de sorbrefertilización o elevados
niveles de P por enmiendas, puede ser un indicador de la calidad
del suelo desde el punto de vista ambiental, especialmente en
suelos en posición de loma. Las formas solubles y adsorbidas de
P en el suelo juegan un rol muy importante con respecto a la
posibilidad de liberación del elemento al agua de poro y de ésta a
los acuíferos. Heredia & Fernández Cirelli, (2007), determinaron
que la adsorción aumenta con la profundidad del perfil en una
relación directa entre la adsorción y el contenido de arcillas. La
relación entre los procesos de adsorción-desorción y el
movimiento vertical del fósforo a través de la zona no saturada,
demuestran que este elemento puede llegar al agua subterránea.
El estudio detallado del comportamiento ambiental del fósforo,
que es un elemento poco estudiado en aguas subterráneas, es de
relevancia por el aporte de éste a partir de la fertilización. El
fósforo puede incorporarse vía flujo subterráneo a fuentes de agua
superficial, generando problemas de eutrofización, que constituyen
una de las causas más importante de deterioro de los cuerpos de
agua superficiales.
78
una zona de estudio apropiada para ver sus efectos. Las
concentraciones de Zn, Pb, Cu y Cd en los suelos han aumentado
linealmente en el tiempo y se observa una disminución de la
diversidad de las micorrizas. (Ortega-Larrocea et al., 2007).
Zhang et al., (2004) estudiaron la concentración de nitrógeno,
fósforo y metales pesados en el agua de drenaje en plantaciones
de productos hortícolas y cítricos bajo riego. Se observaron
variaciones espaciales y temporales en la calidad de agua. Los
productos hortícolas tienen mayor fertilización y por lo tanto los
niveles de N, P y K fueron generalmente mayores en sus drenajes
que en los de los correspondientes a las plantaciones de cítricos.
Estacionalmente, las mayores concentraciones de N, P, K, Cu, y
Zn se determinaron en las estaciones húmedas, como resultado
probable de un mayor aporte de nutrientes desde campos
adyacentes. Los valores promedio de las concentraciones de N, P,
Zn, y Cu en el agua de drenaje se correlacionaron en forma
significativa con los niveles de los mismos elementos en suelos y
con las cantidades anuales de N y P aplicados en los campos
adyacentes. Sin embargo, las concentraciones de Cd, Co, Cr, Ni,
Pb, Mo, y As fueron generalmente bajas, con pequeñas
variaciones estacionales, probablemente debido a la solubilidad
limitada en agua del Cd, Co, Cr, Ni, Pb, Mo, y As presentes en los
suelos de los campos adyacentes.
Los suelos anegados son sometidos a variaciones temporales
de aeración y condiciones variables aeróbicas-anaeróbicas que
tienen influencia en las condiciones redox, y por lo tanto en la
movilización de metales pesados. Para monitorear las variaciones
se han utilizado sondas multiparamétricas que permiten la
adquisición continua de datos in situ. Se observaron variaciones
de Eh a pH prácticamente constante, que indujeron cambios
significativos en las concentraciones de Fe(II) y Mn. Por otra parte,
los suelos permanecen saturados con agua en condiciones
anaeróbicas durante largos períodos de tiempo, y se pueden
producir fluctuaciones de pH controladas por la evolución de pCO 2
que afectan los procesos redox. El análisis de las reacciones en
estos sistemas, en condiciones variables, es importante para
anticipar las consecuencias del uso del suelo y de las prácticas
agrícolas (Cary et al., 2008).
79
Cabe destacar que las formas extractables tienen mayor
significado que los contenidos totales a la hora de evaluar riesgo
de contaminación de acuíferos por efecto del riego o absorción de
los metales por los cultivos. En zonas bajo riego se pueden
modificar la velocidad de disolución y/o precipitación entre las
distintas fases según la calidad del agua de irrigación, de allí que
es importante conocer es la composición en metales extractables
en el suelo y cómo puede variar ésta a través del análisis del
agua. (Heredia y Fernández Cirelli, 2005). Por otra parte, el riego
mantiene el suelo en capacidad de campo y puede acelerar los
flujos de agua, generando un tránsito más acelerado entre el
suelo, el agua de poro y el agua subterránea.
El suelo puede considerarse como un sistema depurador
porque es capaz de degradar o inmovilizar los contaminantes. El
poder de amortiguación de un suelo representa su capacidad de
inactivar los efectos negativos de los contaminantes. Esta acción
beneficiosa se puede ejercer por varios mecanismos:
neutralización, degradación biótica o abiótica, adsorción,
complejación, insolubilización.
En estudios de vulnerabilidad de acuíferos se utilizan índices
como el GOD (Foster y Hirata, 1988), el DRASTIC (Aller et al.,
1985), SINTACS (Civita y De Regibus, 1995) y el EPIK (Doerfliger
y Zwahlen, 1997), que tienen en cuenta espesor, textura y
mineralogía del suelo, pero el resto de las características físico-
químicas del suelo no se analizan. Hewitt y Shepherd, (1997), han
desarrollado un índice de vulnerabilidad estructural para los suelos
australianos, identificando 4 atributos del suelo como el carbono
orgánico total, retención de fosfatos, contenido de arcilla y factor
de sequedad. Otros autores desarrollaron índices para mejorar la
calidad del suelo y el uso de la tierra (Año Vidal et al., 2002).
Heredia y Fernández Cirelli, (2008), desarrollaron una
metodología donde se incorporan propiedades tales como carbono
orgánico, CIC, pH y contenido de arcillas, que no han sido
considerados para analizar la capacidad de atenuación a la
contaminación del agua subterránea. Las propiedades
incorporadas inciden en la capacidad de atenuación de los suelo.
El índice de atenuación a la contaminación desarrollado fue
validado para metales pesados y fósforo. El uso de este índice no
ha sido validado para microcontaminantes de naturaleza orgánica
80
(plaguicidas por ej.), aunque un trabajo preliminar con herbicidas
de uso en el país ha demostrado que su uso es promisorio
(Bardowicks et al., 2008).
La contaminación por metales pesados de suelos y acuíferos
debe ser estudiada por el riesgo sanitario que éstos implican. En
muchos países, sobre todo aquellos de menor desarrollo relativo,
no se tienen los niveles base de metales pesados en suelos y
agua subterránea, dificultando la estimación del aporte por
actividades antrópicas. El conocimiento de la concentración de
metal total, dato más fácilmente asequible, no es indicativa de la
biodisponibilidad del metal, que es la información necesaria para
poder estimar el riesgo asociado a su presencia en suelos y
aguas.
81
esta definición a los reguladores del crecimiento de las plantas y
los destructores de raíces (fitoreguladores). Se clasifican según
sus fines primarios específicos o según el modo de empleo.
Ejemplos de pesticidas clasificados según el fin perseguido son:
insecticidas, funguicidas, herbicidas, nematicidas y raticidas.
Como ejemplos de clasificación según el modo de empleo
tenemos los fumigantes, palabra que indica que el producto se
aplica en forma gaseosa o de humos.
La contaminación del agua subterránea por agroquímicos está
reconocida como un problema ambiental de importancia. La
agricultura intensiva incluye el uso combinado del riego con la
aplicación de grandes cantidades de agroquímicos para lograr
mejores rendimientos en las cosechas. Dentro de los
agroquímicos, los fertilizantes aportan fundamentalmente N y P,
que pueden llegar a los acuíferos.
El uso de plaguicidas en la Latinoamérica se ha incrementado
en los últimos años y dentro de éstos los herbicidas son los de
mayor uso, seguidos por insecticidas y fungicidas. En la región se
han realizado pocos estudios en relación a su transporte e impacto
ambiental. Los plaguicidas son de naturaleza química variada, lo
que determina su comportamiento diferenciado. En relación al
riesgo de contaminación de aguas subterráneas por plaguicidas,
dos parámetros son relevantes: la persistencia del plaguicida y la
capacidad de sorción en los horizontes más superficiales.
Además de los evidentes riesgos para la salud que presentan
los ingredientes activos de los plaguicidas, sus componentes
activos, los portadores y los aditivos pueden ser también
corrosivos, reactivos, inflamables o combustibles. Entre los
aditivos en todos los casos, se encuentran sustancias
tensioactivas, principio activo de los detergentes. Estas
sustancias en general son fácilmente degradables en medios
aeróbicos y pueden no presentar toxicidad per se, pero afectan el
comportamiento de otros xenobióticos por sus propiedades de
modificar la tensión superficial. La incorporación de tensioactivos
a suelos cultivables a través de plaguicidas se estima que puede
superar a la incorporación de éstos a través de la aplicación de
lodos de depuradora como abono. (Fernández Cirelli et al., 2008).
El uso de modelos que analizan el transporte y destino de
plaguicidas es de gran utilidad para estimar el riesgo potencial de
82
contaminación de los acuíferos. Se han realizado estudios
comparativos con diferentes modelos que simulan el transporte de
plaguicidas, como por ejemplo el PRZM-3 (pesticide root zone
model-3), el PESTAN (pesticide analytical model) y el IPTM
(integrated pesticide transport modelling) (Chang et al., 2008). Los
valores de concentración de simazina mostraron una tendencia
decreciente desde la superficie a través de la zona no saturada.
En un trabajo de Bardowicks et al., (2008), se compararon los
plaguicidas utilizados en la Unión Europea y en Argentina y se
decidió trabajar con plaguicidas que aun se usan en Argentina y
que se usaron hasta hace poco en la UE. Los mismos se usan en
la zona de Escobar, provincia de Buenos Aires (Argentina).
Algunos de ellos son: aldicarb, atrazina, azinphos-metilo, carbaryl,
endosulfan, oxydemeton-metil, simazina, triadimefon and
trifluralina, cuyas características físico-químicas fueron buscados
en la bibliografia (e.g. PAN Database atrazina, 2007). Se simuló su
transporte utilizando el programa PESTAN (EPA). Los datos de
suelos corresponden a suelos de Escobar (Heredia, 2005). El
PESTAN es un programa muy sencillo que requiere información
especifica y fácil de obtener como la textura, saturación de agua,
carbono fácilmente oxidable, densidad y profundidad del suelo,
características del pesticida y de la recarga de agua. Este punto es
el que puede modificarse y evaluar a través de distintas láminas
de recarga como puede ser el potencial movimiento de los
pesticidas en distintas situaciones hídricas (por efecto del riego por
ej.) del suelo. Por lo que se pueden obtener rápidamente con
datos básicos del suelo los efectos que el riego puede tener sobre
el movimiento y llegada de los pesticidas a los acuíferos.
El uso de aguas servidas domésticas con o sin tratamiento
para riego es una vía importante de introducción de compuestos
farmacéuticos al ambiente. La movilidad y la sorción-desorción de
carbamazepina, naprogeno y diclofenac se estudiaron en suelos
regados con aguas servidas que había recibido tratamiento
secundario. Carbamazepina y diclofenac eran retenidos en forma
significativa en las muestras de 0–5 cm ricas en materia orgánica.
En las muestras de suelo de 5–15 cm de profundidad con baja
proporción de materia orgánica, el naprogeno mostró una gran
movilidad, mientras que carbamazepina y diclofenac eran sorbidos
por el suelo. En la muestra de 15-25 cm, todos los compuestos
83
presentaron mayor movilidad, confirmando que es la materia
orgánica el factor principal que gobierna las interacciones de estos
compuestos con los suelos, no sólo por su cantidad sino también
por su naturaleza físico-química. El naprogeno y la
carbamazepina exhibieron isotermas de sorción reversibles.
Cuando los compuestos pasan la capa superficial rica en materia
orgánica o son introducidos en suelos pobres en materia orgánica,
su movilidad se incrementa en forma significativa. Estos estudios
enfatizan la importancia del transporte potencial de los
compuestos farmacéuticos a los acuíferos subterráneos en zonas
semiáridas sujetas a riego intensivo con aguas servidas, aunque
éstas hayan sido tratadas, en suelos pobres en materia orgánica
(Chefetz et al., 2008).
Los macroporos pueden contribuir al movimiento rápido del
agua y solutos a través del perfil. Malone et al., (2001), evaluaron
este componente por medio del uso de bloques de 30 x 30 x 30
cm de suelo franco limoso, sin labranza, con macroporos
naturales. Se aplicó sobre los bloques de suelo, atrazina, alaclor y
bromuro en forma superficial, en tres niveles de humedad (seco,
intermedio y húmedo). Una hora después, los bloques fueron
sometidos a una simulación de lluvia de 30 mm durante 30
minutos. El líquido de percolación fue recolectado en la base de
los bloques y posteriormente analizado. Una vez que la
percolación cesó, el suelo fue dividido y analizado para determinar
la distribución de los compuestos. Se usó el modelo RZWQM para
la simulación. Los valores simulados estuvieron dentro de un
rango de factor 2 del valor promedio observado. Las
modificaciones al modelo tales como incorporar una
macroporosidad efectiva dinámica (la macroporosidad efectiva
aumenta a medida que aumenta la lluvia) y cinética química en los
macroporos, podrían mejorar las simulaciones.
En el Valle del Mezquital, México, donde la irrigación se realiza
con aguas servidas, se estimaron las concentraciones de
fármacos introducidos al ambiente, a través de la información de
uso de agua, ventas de fármacos, y promedios de excretas
(Siemensa et al., 2008). Los datos para varios fármacos resultaron
del mismo orden de magnitud que los que se determinaron
efectivamente. En dos compuestos se realizó la determinación en
excretas. Los compuestos básicos con cargas positivas y los
84
compuestos neutros son más retenidos por el suelo, mientras que
aquellos que son acídicos o aniónicos no son retenidos.
Si bien las estimaciones a partir de los modelos sirven como
información de riesgo potencial, en ningún caso pueden sustituir a
los monitoreos. La determinación de microcontaminantes
orgánicos ha cobrado gran envergadura en los últimos años y las
metodologías disponibles permiten su cuantificación a muy bajos
niveles.
CONSIDERACIONES FINALES
85
de los suelos. El desarrollo de un índice de atenuación a la
contaminación de suelos a partir de la normalización y priorización
de parámetros vinculados a las características físico-químicas de
los suelos, resultó una herramienta útil para estimar el riesgo de
contaminación por fósforo y metales pesados de aguas
subterráneas. Este índice no ha sido validado para
microcontaminantes orgánicos, aunque un trabajo preliminar con
herbicidas de uso frecuente en Argentina ha demostrado que su
aplicación es promisoria.
Cualquier variación que se produzca en el ciclo hidrológico,
como es el caso de los sistemas de producción bajo riego,
acelerará los procesos de contaminación de los acuíferos
subterráneos.
86
REFERENCIAS
87
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92
ESTUDIOS DE CASO
93
94
ESTUDIOS DE SUSTENTABILIDAD DE LOS SISTEMAS DE
RIEGO POR GOTEO EN ARÁNDANOS EN EL NORTE DE
BUENOS AIRES
Alejandro Pannunzio
Cátedra de Riego y Drenaje, Facultad de Agronomía, Universidad de
Buenos Aires
RESUMEN
95
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
96
(Pannunzio, 2003). Los sistemas de riego utilizados en nuestro
país, fueron mayoritariamente de riego por goteo. Esto se debe a
que la textura franco limoso o bien franco arcillosa de los suelos,
hace más conveniente el riego en la zona donde se desarrolla los
raíces del cultivo, sin impedir la realización de tareas culturales. En
caso de implementarse riego por aspersión de cobertura total se
moja toda la superficie, hecho que en suelos de baja infiltración
como los arguidoles de la zona mencionada, dificultarían tareas
culturales posteriores (Pannunzio, 2003). El arándano es muy
sensible a la falta de agua (Mingeau et al., 2001). El cultivo de
arándano posee un sistema radicular superficial carente de pelos
absorbentes. (Holzapfel et al., 2004). Se desarrolla
adecuadamente en suelos ácidos de pH 4,5 a 5,5, bien drenados
con elevados contenidos de materia orgánica. Los suelos en los
que se plantan arándanos de la zona son argiudoles, con un
horizonte B textural a 30 cm., con escasa permeabilidad y tasas de
-1
infiltración básica del orden de 10 a 20 mm h . Los regímenes
pluviométricos de la zona, son de 800 a 1300 mm anuales.
Las prácticas agronómicas recomendadas para morigerar los
efectos negativos que puede ocasionar el exceso de agua en la
zona radicular son: construcción de camellones elevados de 40 a
60 cm e incorporación de sustratos durante la construcción de los
camellones. Los sustratos utilizados son de materiales vegetales
de pH ácido (Gugliada, 2008). Su incorporación fue determinada
por Lin Wu (2004), en variedad BlueCrop con plantas de dos años
de edad. La zona de estudio es parte de la cuenca del Plata que
2
posee 3.100.000 km . Sobre la República Argentina esta cuenca
2
ocupa alrededor de 920.000 de km , representado el 45 % de su
territorio continental y el 84 % de sus recursos hídricos
3
superficiales. El caudal medio del río de la Plata es de 22.000 m
-1
s . Los recursos hídricos subsuperficiales son los provenientes de
los acuíferos Pampeano y Puelche. El objetivo del trabajo fue el de
estudiar el efecto del uso de los sistemas de riego sobre los
cultivos de arándano variedad O’Neal, que es la que cubre el 70 %
del área, y el modo en que se modifica en medio en que se
desarrolla por el uso del riego.
97
Importancia económica y desarrollo del cultivo en nuestro
país
Ubicación
Suelos
Agua subterránea
98
ríos Paraná - de la Plata y marcadamente hacia la cuenca del
Salado y el Cabo San Antonio. Se encuentra delimitado
superiormente por un acuitardo con una transmisividad del orden
-4 -1
de 5.10 día e inferiormente, por un acuícludo que lo separa del
Acuífero Paraná (Auge, 2001). Posee una transmisividad de 500
2 -1 -1
m d , una conductividad hidráulica de 30 m d . Los gradientes
-4 -2 -1
hídricos son de 5.10 , la velocidad efectiva de 8.10 a 300 m d .
En la mayor parte del área posee aguas de baja salinidad
(bicarbonatadas sódicas), desmejorando hacia la zona de
descarga con más de 20.000 ppm (cloruradas sódicas) (Auge,
1997).
Datos climáticos
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Ene 0.31 23.6 5.88566 9.3 13.7 0.6788 Med 59 Alta 9.3 2.6 Mod 5.55 172.05
Feb 0.29 21.9 5.27916 8.4 13.1 0.6412 Med 64 Alta 8.6 2.4 Mod 4.25 119
Mar 0.28 20.3 4.89104 7.6 12.3 0.6179 Med 68 Alta 8.2 2.3 Mod 3.85 119.35
Abr 0.26 16.6 4.09916 6.7 11.6 0.5801 Baja 70 Alta 8.1 2.3 Mod 3.60 108
May 0.25 13.4 3.57350 5.6 10.8 0.5209 Baja 74 Alta 8.5 2.4 Mod 2.30 71.3
Jun 0.24 10.4 3.09936 5.2 10.7 0.4860 Baja 72 Alta 8.9 2.5 Mod 1.60 48
Jul 0.24 10.5 3.11040 5.1 10.6 0.4811 Baja 73 Alta 9.5 2.6 Mod 1.40 43.4
Ago 0.26 11.2 3.45332 6.1 11.2 0.5446 Baja 68 Alta 10.0 2.8 Mod 2.00 62
Sep 0.27 13.9 3.92148 7.1 12.0 0.5917 Med 63 Alta 10.7 3.0 Mod 2.85 85.5
Oct 0.28 16.7 4.42736 7.6 12.8 0.5938 Med 63 Alta 10.6 2.9 Mod 3.60 111.6
Nov 0.29 19.3 4.93232 9.3 13.5 0.6914 Med 57 Alta 10.5 2.9 Mod 3.85 115.5
Dic 0.30 22.6 5.55780 9.4 13.9 0.6787 Med 56 Alta 9.9 2.8 Mod 4.50 139.5
99
Riego por goteo en arándano: Su importancia como
herramienta para el aumento de la rentabilidad.
100
O bien:
La Lámina a aplicar según el Requisito de lixiviación (LARL),
que considera el RL, que es la relación entre la Conductividad
Eléctrica del agua de riego (CEw) y la conductividad tolerada por el
cultivo (CEet).
LNR
LARL
CEw
1
CEet
La ETo, es función de la radiación neta y se calculo con
diferentes metodologías. Las centrales meteorológicas emplean la
Formula de Penman-Monteith. En algunos establecimientos se
mide la Evaporación de tanque tipo “A”. Esto provee la
Evaporación de una superficie libre de agua, la que multiplicada
por el coeficiente de tanque la transforma en ETo.
LNR(mm)
IR(dia)
ETc(mm / dia)
101
arándano un buen abastecimiento de agua. El riego oportuno
permite obtener un desarrollo máximo de la fruta logrando,
además un crecimiento de los tejidos vegetativos que aseguren la
producción en la siguiente temporada (Holzapfel, 1994). El uso de
materiales para mulch tales como aserrín, cortezas, chips o paja,
esparcidos bajo los arbustos con un espesor de 15-20 cm.,
conserva mejor la humedad del suelo y mantiene dicha zona con
un alto nivel de aireación. Lyrene y Crocker (1991) estiman un
requerimiento de agua total (incluye precipitación y riego) para
arándanos de alrededor de 1000 mm por año. Holzapfel et al.,
(2004) encontraron requerimientos de alrededor de 750 mm
anuales en la zona de Chillán-Chile. La sobre irrigación aumenta
los problemas sanitarios en su sistema radicular. Un stress hídrico
durante el crecimiento de la fruta en las dos últimas semanas de
maduración, dará como resultado bayas pequeñas y posiblemente
una caída de frutos. Diversos investigadores han considerado que
los métodos de riego por microaspersión y goteo son los métodos
de mayor adaptabilidad para aplicar el agua a las plantaciones de
arándano (Holzapfel, 1994). En suelos arenosos livianos se
prefiere los microjet, en cambio en suelos pesados lo mejor es
goteo o surcos.
102
Figura 1: Variación del Kc con la estación de crecimiento. (Bryla y Strik,
2006)
103
Tabla 2: Cálculo de las necesidades de riego de los cultivos considerando
el coeficiente de ajuste por variación climática. Elaboración propia.
Coef ajuste
Etc Etc
Meses ETc Kc Arándano variacion
ajustada ajustada
climatico
mm día-1 mm día-1 mm mes-1
Enero 5.55 0.85 1.20 5.66 175.49
Febrero 4.25 0.80 1.20 4.08 114.24
Marzo 3.85 0.80 1.20 3.70 114.58
Abril 3.60 0.80 1.20 3.46 103.68
Mayo 2.30 0.40 1.20 1.10 34.22
Junio 1.60 0.00 1.20 0.00 0.00
Julio 1.40 0.00 1.20 0.00 0.00
Agosto 2.00 0.20 1.20 0.48 14.88
Septiembre 2.85 0.60 1.20 2.05 61.56
Octubre 3.60 1.00 1.20 4.32 133.92
Noviembre 3.85 1.05 1.20 4.85 145.53
Diciembre 4.50 0.90 1.20 4.86 150.66
-1
ANUAL (mm año ) 1048.76
MATERIAL Y MÉTODOS
104
Superficie por predio
En primera instancia se interrogó respecto de la superficie total
de cada uno de los predios. Los resultados se observan en la
figura 2
Superficie total por predio
250
200 200
200
150
superficie ha
100
50
45
25 30
15 15 15 20
12 10 7 10 8 7 10
6 6 5 5
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
numero de predio
40
35 34
30
25
superficie (has)
20 Serie1
15 13
12
11
10 9
7
6 6 6 6 6 6
5 5
5 4 4 4 4
3 3
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
predio numero
105
De la figura 3, surgen las superficies implantadas por predio
que se destinan al cultivo de arándano. El 95 % tienen menos de
15 ha y el 80 % poseen menos de 10 ha. El 70 % posee hasta sólo
6 ha. Estos datos muestran que las superficies de este cultivo en
el área de estudio, son pequeñas, propios de cultivos intensivos.
250
150
Sin uso
Otros cultivos
100
50
25
10 14 11 11
6 4 3 2 4 2 4 2 7 2
1 0 1 0 1
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
numero de predio
106
Fuente de agua de los sistemas
5 5
5
4 4 4 4
Numero de perforaciones
3 3 3 3 3
3
2 2 2 2 2
2
1 1 1 1
1
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Predio número
107
Potencias de electro bombas
45
40
40
35
30
30
Potencia en CV
25
Serie1
20
15 15 15 15
15
10
7,5 7,5 7,5 7,5 7,5 7,5 7,5
5,5 5,5 5 5 5 5
5
2
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Número de predio
108
Tabla 3a: Análisis de agua de perforaciones de establecimientos
productores de arándanos (Pannunzio 2008).
Baradero Baradero
ANÁLISIS Shein Shein Blas III SBB SBB Telet
Frutales Frutales
Pu.
Pa. Pa.
Origen Pu. Pu. Pu. agua Pu. Pu. bebida
R9 Lima
bebida
ACIDEZ O
7,4 7,4 7,8 6,0 7,8 7,0 7,3 7,7
ALC.
no
(CO3=) ppm no cont no cont 3 no cont No cont no cont
cont
(CO3H-) ppm 469,8 408,8 549,1 414,9 427,1 488,1
Pa: Pampeano
Pu: Puelches
109
Tabla 3b: Análisis de agua de perforaciones de establecimientos
productores de arándanos (Pannunzio 2008)
Mance Mance
ANÁLISIS Telet Simoncini Mancebo Mancebo Mancebo Barreto
bo bo
ACIDEZ O
7,2 7,3 8,2 7,3 7,4 7,0 7,4 7,6
ALC
(CO3=)
no cont no cont 3,0 no cont no cont no cont no cont no cont
ppm
(CO3H-)
433,2 463,7 213,5 427,1 488,1 445,4 488,1 414,9
ppm
(Cl-) ppm 3,5 7,1 10,6 3,5 0,4 3,5 0,4 28,4
(SO4=)
24 28,8 33,6 24,0 9,6 24,0 9,6 23,5
ppm
(Ca+2) ppm 12 55,7 50,1 48,1 20,6 18,0 20,6 12,6
(Mg+2)
4,5 20,8 6,7 14,7 7,4 6,1 7,4 8,6
ppm
(K+) ppm 5,5 16 2,0 10,9 10,2 6,6 10,2 14,1
Pa: Pampeano
Pu: Puelches
110
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
112
suelo del aporte de agua de lluvia y su consiguiente efecto sobre
el lavado de sales del suelo. El manejo de la lámina bruta de
reposición (LBR) tiene una gran incidencia en el indebido lavado
de sales del suelo.
113
profesional y alto equipamiento muchos valores distan de los
requeridos para el buen desarrollo del cultivo.
114
que tornen sustentables los mismos, siguiendo valores
compatibles con el buen desarrollo de los mismos.
CONCLUSIONES
115
La falta de información dificulta el análisis del posible impacto
medio ambiental de las prácticas de riego.
Se observó descenso del nivel estático de las perforaciones
que obligó a relocalizar las bombas. Algunas empresas de la zona,
como el caso de las compañías productores de cerveza que se
encuentran en la zona de Zarate, pueden representar una
competencia por el uso del agua.
El pH del suelo en cultivos de arándano bajo riego por goteo,
no se modifica sensiblemente, o bien desciende a valores del
orden de entre 5,5 y 4,5. Estas modificaciones son altamente
dependientes del manejo que se realiza de los sistemas de
fertirriego y preparación original del suelo.
Dado que el uso del agua subsuperficial en el área es
compartido con otros usuarios, como la industria de la cerveza,
agua para consumo humano y otros usos industriales, es
imprescindible controlar, auditar y monitorear, las cantidades de
agua empleada por cada usuario.
116
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1
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Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
2
Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA),
CONICET.
RESUMEN
ABSTRACT
119
of the art of scientific literature on irrigation issues, from a
sustainability perspective. This allowed identification of some
knowledge gaps. Later, the second stage focused on recognizing
and assessing the problems affecting each of the studied basins
and, thereafter, on identifying the knowledge demands generated
from the needs of local actors. Subsequently, there came the
situations where irrigation becomes a high risk for sustainability, or
actually a problem. Finally, the needs for new knowledge, or for
improvement in knowledge transfer channels, were identified. In
this framework, the chapter presents the characterization of the
Mendoza river basin, the major problems in the design and
management of irrigation systems for a sustainable agriculture,
and the major impacts on the current context. Lastly, it points out
the areas where there emerge needs for new knowledge that will
allow getting closer to the basin‟s sustainability.
INTRODUCCIÓN
120
nuevos conocimientos que permitirían una mayor aproximación a
la sostenibilidad de la cuenca.
Zona
irrigada
por el
río
Mendoz
a
121
En el centro-oeste de dicho Oasis Norte, en la frontera con el
piedemonte áridos, se encuentra el Área Metropolitana de Mendoza
(AMM), principal centro urbano e industrial de la provincia y el 4° en
magnitud a nivel nacional. Es así como la cuenca contiene espacios
no irrigados (mal llamados “de secano”) y espacios bajo riego que
constituyen su “sub-cuenca de aprovechamiento”, estos últimos
abarcando tanto áreas rurales como áreas urbanas.
En estas tierras secas, los factores del clima y del agua en
particular constituyen importantes factores limitantes al
asentamiento humano y las actividades económicas. La posición
de la cuenca respecto de los océanos Atlántico y Pacífico y de la
Cordillera de los Andes determinan un clima de tipo continental
caracterizado por grandes variaciones de las condiciones
atmosféricas en las diferentes estaciones del año, las que se ven
acentuadas por las diferencias de altitud en la cuenca (600 a 6900
m.s.n.m.) que inciden en las precipitaciones. Precipitaciones que
alcanzan los 90 mm. en el límite con la pcia. de San Juan, una
media anual de 224 mm. en la zona central del oasis norte y que
varían entre los 217 y 272 mm, en la zona pedemontana. Por
tanto, si bien en términos generales el clima es principalmente
árido con precipitaciones inferiores al límite de sequía, puede
distinguirse que las zonas bajas de la cuenca son áridas, la zona
precordillerana (donde se encuentra la subcuenca de
aprovechamiento) es semiárida, mientras que las zonas más altas
son húmedas.
La distribución espacial y temporal de las precipitaciones, las
temperaturas y la evapotranspiración (elevada en función de la
baja humedad ambiente y la alta heliofanía que caracterizan la
zona), hacen que en todo el territorio de la cuenca la agricultura
sólo sea posible mediante la sistematización del riego. Estos
factores determinan que buena parte de la superficie de la cuenca
(donde se ubica la sub-cuenca de aprovechamiento) sea
clasificada como semi-arida y que las planicies de la parte más
distal de la misma sean consideradas áridas (Roig et al., 1992).
La oferta de recursos hídricos es limitada, y no sólo no
aumentará sino que es probable que se reduzca. El río Mendoza
tiene un módulo anual de unos 50 m³/s y un derrame anual
3
superior a los 1.542 Hm , con una tendencia levemente
decreciente para la serie 1909-2000 (PNUD-FAO/ARG/00/008,
122
2006). El “downscaling” de los escenarios (A2 y A2/2) de cambio
climático global para la cuenca anticipan para el período 2020-
2030 un aumento medio de la temperatura de un grado y medio,
una disminución media de la precipitación de poco más de 100
milímetros y la elevación de la isoterma 0° de 150 metros que
produciría una disminución de la superficie de acumulación de
nieve en el invierno y un aumento de la superficie de ablación en
la sub-cuenca de aportación permanente. Estas variables
incidirían en un decrecimiento de la oferta de los ya escasos
recursos hídricos. Es así como se espera que para ese período el
río Mendoza disminuya su caudal entre un 7 y un 13% y que el
hidrograma medio adelante su pico de máxima descarga un mes,
aumentando los caudales en primavera (octubre y noviembre) y
disminuyéndolos en verano (enero, febrero y marzo) (Boninsegna
y Villalba, 2007).
Las variaciones del hidrograma se verían mitigadas en tanto la
cuenca se encuentra regulada por el Aprovechamiento Múltiple
3
“Potrerillos” (420 Hm , 2001), localizado en la localidad de
Cacheuta, en el punto en el que el río sale del cajón montañoso y
pocos km. antes de que se desarrolle el Oasis Norte.
La situación es más complicada en términos de la cantidad de
agua. La disponibilidad de agua, expresada en metros cúbicos de
agua dulce disponible por habitante y por año llega a 2136 para el
Oasis Norte (UNCu, 2004), superando no tan holgadamente el
3
límite crítico de entre 1000 y 1600 m /hab/año. El balance hídrico
actual es ajustado: mientras que la oferta de recursos hídricos es
limitada o tiende a reducirse, las curvas de demanda siguen
creciendo al ritmo del desarrollo urbano y productivo del Oasis
Norte (Garmuño, 2003). Para satisfacer las demandas actuales,
los recursos hídricos superficiales deben completarse con
bombeos de los acuíferos. La magnitud del bombeo varía según
se trate de un año hidrologicamente rico o pobre.
La Constitución Provincial sienta las bases para la gestión del
agua en Mendoza que la Ley General de Aguas (1884) ratifica.
Sobresalen como criterios centrales el principio de inherencia del
agua a la tierra -es decir, el derecho de agua es accesorio al
inmueble-, la descentralización y participación de los usuarios, la
autarquía presupuestaria para la administración hídrica y la
autonomía funcional del Dpto. General de Irrigación (DGI).
123
En cuanto al marco institucional en el que se desenvuelve la
gestión del recurso, existen actualmente numerosos organismos
nacionales, regionales e incluso provinciales que tienen
participación directa o indirecta en la investigación, operación de la
infraestructura hidráulica y en la evaluación de los impactos
ambientales asociados al agua. En el ámbito provincial se
reproduce esta diversidad de agentes, pero es el DGI quien posee
una autarquía institucional y financiera; mantiene bajo su
jurisdicción el mayor número de atribuciones y a la vez es la
máxima autoridad en la administración del recurso hídrico de
Mendoza.
La Ley de Aguas y la legislación posterior otorgan derechos a
algunas tierras y dispone como prioridades para el
aprovechamiento del recurso el: abastecimiento humano, riego,
industria, estanques para viveros o criaderos de peces. Sin
embargo, usuarios del agua del río desde antes de la
promulgación de la mencionada ley, en la parte baja de la cuenca,
no fueron considerados en el otorgamiento de derechos, por lo
que actualmente deben conformarse con los menguados
sobrantes del aprovechamiento efectuado aguas arriba.
La agricultura constituye el principal consumo hídrico de la
cuenca (89% de los recursos hídricos superficiales) (DGI) a través
de los 23.081 usuarios y las 158.004 ha empadronadas (DGI,
2006).
El cultivo más importante en la cuenca es la viticultura con un
49% de la superficie cultivada en la cuenca, aunque sólo
represente un 26% de la superficie total de la provincia. El
segundo cultivo de la cuenca es la horticultura, con un 23% la
superficie que corresponden a la mitad de la superficie cultivada
provincial (CNA, 2003). Si bien el sector agropecuario representa
un magro 10% del PBG provincial (DEIE, 2006), la relevancia de la
agricultura y, particularmente de la vitivinicultura, se explica en sus
vínculos con el eslabón agroindustrial y con las exportaciones
provinciales.
Más del 50% de las explotaciones agropecuarias de la cuenca
tienen una superficie de cinco hectáreas o menos, siendo las
pequeñas propiedades siendo las pequeñas propiedades las más
frecuentes en las zonas hortícolas cercanas al AMM. Estos
pequeños productores son casi todos (90%) propietarios de sus
124
tierras (CNA, 2003). Alrededor del 40% de las explotaciones
cuentan con derecho de riego y además poseen un pozo de agua
subterránea; otro 40% se abastece de agua subterránea
exclusivamente y el porcentaje restante, cercano al 20%, sólo
cuenta con el agua distribuida por el sistema de riego (CNA,
2003). La situación de los regantes varía según el tipo de derecho
que posean.
Más allá de la agricultura, la industria y la urbanización
explican en el 7% de los usos consuntivos del agua de la cuenca
(UNCu, 2004), cifra que si bien puede parecer escasa, crece de
manera exponencial, amenazando las dotaciones agrícolas en la
medida en la que la legislación le otorga prioridad a los consumos
humanos.
Mientras que todos estos consumos se producen en la
subcuenca de aprovechamiento, las zonas no irrigadas y
especialmente las que se ubican en la parte distal de la cuenca
carecen de agua y se ven muy limitadas para el desarrollo de
actividades económicas e incluso para la subsistencia. Los
contrastes entre oasis - zonas no irrigadas son muy fuertes:
mientras que los oasis concentran actividades más dinámicas en
la región, la parte baja de la cuenca (no protegida por la previsión
de caudales ecológicos) ya casi no recibe agua a causa de los
crecientes consumos efectuados aguas arriba. El manejo
intencionado del agua expresa en la cuenca del río Mendoza una
lógica de hegemonización de espacios y uso instrumental de
recursos –en particular del agua- de acuerdo a modelos que, al
tiempo que otorgan predominio a unos (espacios, recursos y actores),
se sirven de otros hasta agotarlos (Montaña et al., 2005).
125
localizado constituye un medio para lograr mayor calidad y generar
mayor valor agregado para su producción. Los sistemas
localizados son elegidos por productores capitalizados del modelo
exportador. Los pequeños no pueden afrontar sus costos porque
el valor de su producción no paga esa tecnología.
En concordancia con la predominancia de los sistemas de
riego gravitacionales pero también a causa de una baja tasa de
impermeabilización de canales (los cauces entubados son
prácticamente inexistentes) y –en algunos casos- un bajo nivel de
mantenimiento de la infraestructura, las pérdidas de agua por
ineficiencias son elevadas. Se estima que las eficiencias globales
(conducción/distribución y aplicación al interior de las fincas
rondan entre el 30 y el 40%.
En la aplicación intrafinca se observan prácticas
desaconsejadas por los técnicos: riego gravitatorio con exceso de
agua para el lavado de suelos, dotaciones excesivas entregadas
en invierno producen problemas de ascenso no deseado de napas
freáticas, con el consiguiente problema de la revisión de los suelos
cultivados, uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas.
Para los productores que se localizan en las zonas de oasis,
las garantías de riego han sido mejoradas con la entrada en
operación del dique Potrerillos. Sin embargo, persiste en algunos
casos la incertidumbre de los agricultores respecto de la cantidad
de agua que recibirán en su turno, ya que la asignación varía en
función de la disponibilidad de agua que presenta el río. Algunas
inspecciones han incorporado un sistema informatizado de gestión
de usuarios que permite ordenar y planificar los turnos.
La situación previamente descripta es muy diferente para las
poblaciones que quedan fuera de las zonas de oasis y de los
beneficios del riego, porque esta obra ha aumentado para ellos las
garantías de no recibir más agua. Es decir, si para algunos
productores “regulación” es sinónimo de garantía de
disponibilidad, para otros productores el uso intensivo que habilita
la regulación impone situaciones de restricción definitiva en la cola
de cuenca, dado que antes se regaba con los sobrantes que
dejaban pasar los oasis en épocas de abundancia relativa. Para
estos grupos, la situación ha revertido en un aumento en sus
condiciones de pobreza y en un serio riesgo de no poder dar
satisfacción a las necesidades de reproducción social de sus
126
grupos domésticos. Un caso que resulta paradigmático y que tiene
lugar sobre el curso del río Mendoza es el que plantean las
comunidades indígenas Huarpes que se localizan en la cola de la
cuenca y que para el sistema de administración del agua no
computan, si tan siquiera, como usuarios.
No existe un diagnóstico certero sobre la magnitud y
modalidades del uso conjunto de agua superficial y subterránea.
Las racionalidades que determinan el uso conjunto son
económicos e individuales y no toman en cuenta criterios
ecológicos y sociales para el conjunto de la cuenca
Respecto de los canales para la innovación y la mejora de las
prácticas de riego existentes, sólo el 24% de los regantes de la
cuenca reciben asistencia técnica. El resto se conduce según
parámetros consetudinarios o estilos propios de gestión intrafinca
o utilizando asistencia técnica proviene de los vendedores de
agroquímicos donde los productores compran ciertos insumos.
Los conflictos upstream-downstream no se manifiestan
solamente entre oasis y zonas no irrigadas sino también al interior del
oasis. Mientras las fronteras agrarias siguen trepando el piedemonte
árido de la mano de los emprendimientos altamente capitalizados, las
partes más bajas del oasis se deterioran por procesos de salinización,
revestimiento y degradación de suelos (en buena parte generados
por un inadecuado sistema de riego) que no pueden ser superados
por los pequeños productores.
El abandono o descuido de propiedades por parte de los
pequeños y medianos productores afectados por el cambio de las
condiciones del sector agrícola y agroindustrial en los años
noventa ha traído como consecuencia una disminución de la
eficiencia regional del riego por pérdidas en el sistema de
distribución.
127
regantes tienen entre 46 y 65 años de edad, a los que se suma un
17% mayor de 65 años, sugiriendo que la gestión de las
explotaciones agrícolas no es asumida por personas jóvenes,
quizá debido a las sostenidas migraciones hacia los espacios
urbanos de los jóvenes rurales.
Si bien al agua nunca sobra, el impacto de las nuevas
exigencias del sector agrícola se anteponen a escasez de agua.
En una mirada de mayor profundidad, podría decirse que las
nuevas exigencias de la agricultura de los sistemas
agroalimentarios mundiales ponen a algunos (pequeños)
productores al límite de su rentabilidad y, en esas condiciones, no
tienen la capacidad para asumir nuevas inversiones.
Interrogados los segmentos técnicos por las razones que
explican la falta de innovación en el mundo de los productores,
emergen tres ideas fuerza: 1) que muchos de los productores no
cuentan con los capitales económicos necesarios para afrontar los
costos que imponen esas innovaciones (esta opinión por su parte
se corresponde con la que domina en el mundo de los productores
y de los tomadores de decisión), 2) que el Estado no es capaz de
subsanar estas limitaciones acompañando el proceso de un modo
sistemático y, finalmente pero con mayor consenso en el mundo
de la administración del agua, 3) que los productores tienen
“problemas culturales” que explican que no incorporen tecnologías
u otras modalidades de manejo.
Respecto de las actitudes frente a la necesidad solucionar
estos problemas, predomina la mirada de los administradores, por
la cual los problemas que enfrenta la región podrían ser
sobrellevados con las correspondientes estrategias de manejo y
optimización. Más allá de este acuerdo inicial, interrogados por las
causas de estas bajas eficiencias, las opiniones del grupo se
fracturan. Mientras para algunos la clave del problema radica en
que a nivel regional no existe un proyecto de desarrollo integral y
en que el Estado no logra convocar a los actores a un debate más
amplio que se pregunte por el futuro de la provincia, para otros
actores los problemas se relacionan con las fallas que se
producen en el campo de la transferencia.
En los relatos de los sectores ligados a la gestión del recurso,
la “cultura” de los regantes –entendida en estas narrativas de un
modo estático, como sinónimo de “ser”- es un obstáculo y, más
128
allá de las cuestiones políticas y/o tecnológicas, son estas
características las que explican, con mayor fuerza, que se riegue
de un modo inconveniente. A tono con estas premisas, en aquellos
territorios en que se han incorporado “nuevas tecnologías de
riego” el “factor cultural” sería diferente.
A excepción de algunos productores locales y extranjeros que
ven garantizadas sus posiciones sociales y que logran acceder al
agua sin mayores dificultades, los entrevistados (productores,
administradores, tomadores de decisiones y no usuarios)
mantienen un profundo consenso respecto de que el sistema de
administración del agua no es equitativo. La prueba más directa y
simple de esta situación está dada porque mientras algunos
actores y productores pueden acceder al agua y al riego, otros han
quedado al margen de esas posibilidades.
Un grupo aparece claramente vulnerable: los grupos étnicos
huarpes que se localizan al final de la cuenca del río Mendoza. El
sistema de administración del agua es injusto no sólo porque no
los considera usuarios de la cuenca y sujetos de derecho, sino
también y sobre todo, porque no les entrega los caudales
superficiales a los que tienen derecho por su calidad de
productores y seres humanos. Evidentemente, si para otros
grupos la inequidad del sistema limita la producción, en este caso
la imposibilita, imponiendo que se agraven las condiciones de
pobreza que padecen. Otros grupos sociales entrevistados
(productores/usuarios y administradores) reconocen que estas
comunidades tienen limitaciones en el acceso al recurso. Sin
embargo, es interesante notar que sólo aparecen breves alusiones
a ellos frente a preguntas directas que plantean los investigadores
y que, casi obligados a indicar las injusticias de las que son objeto,
algunos incluso llegan a reconocer que no están seguros del lugar
de la provincia en que estos grupos se encuentran asentados. En
este contexto, la exclusión del grupo es tal que roza su completa
invisibilidad.
129
Maipú (colector Pescara) y la contaminación por residuos sólidos
urbanos. Se estima que existe contaminación por uso excesivo o
indebido de agroquímicos (fertilizantes y pesticidas), pero no se
cuenta con ningún tipo de medición que permite efectuar un
diagnóstico más o menos fiable.
Los déficits hídricos resultantes de la escasez del recursos
superficiales son cubiertos mediante bombeo, sin mayores
restricciones de volumen y de localización de los pozos y sin un
control sobre los efectos que esto provoca los acuíferos (descenso
de niveles piezométricos, reducción de ritmo de recarga,
salinización, contaminación de acuíferos deprimidos por
intrusiones de napas superiores contaminadas, etc.). Los
informantes señalan sin embargo que los efectos ambientales de
tales prácticas son notorios.
La contaminación de los acuíferos de la cuenca constituye un
problema preocupante. Las napas freáticas presentan nitratos
provenientes de disposición de excretas y otros residuos urbanos,
por lo que el primer nivel del acuífero es considerado no potable,
con picos de nitratos de 150 mg/l en zonas periurbanas, cercanas
al Área Metropolitana de Mendoza. En algunas zonas agrícolas,
las sales percoladas desde la superficie del suelo hacia el agua
acumulada sobre capas impermeables cercanas a la superficie
degradan el perfil del suelo, provocando intoxicación salina y
asfixia radical en los cultivos. Los niveles más profundos se
encuentran salinizados: el primer nivel registra entre 2000/5500 ,
el segundo entre 800/4500 mientras que el tercer nivel es el
menos salinizados, con valores de entre 500 y 2000. El bombeo
con fines agrícolas explica buena parte de esta salinización:
sobreexplotación, intrusiones salinas de acuíferos superiores
contaminadas a acuíferos inferiores deprimidos, pozos rotos, en
mal estado y abandonados que no han sido cegados, etc. El
margen derecha del río (subcuenca El Carrizal), zonas de máxima
recarga del acuífero, se registra una contaminación vinculada a la
explotación petrolífera.
La salinización de los suelos un problema importante en la
cuenca del río Mendoza, en donde el agua tiene tenores elevados
de sal y la precipitación pluvial es baja. El drenaje de las parcelas
y los procesos de lavado de suelos presentan problemas que
afectan finalmente las condiciones agroecológicas de las parcelas.
130
Aunque no es muy evidente en la cuenca del río Mendoza
debido al escaso tiempo en el que ha estado operando el dique
Potrerillos, experiencias de regulación de las demás cuencas de la
provincia permiten anticipar que también se manifestarán los
2
problemas de "aguas claras" . Para evitarlos se deberían revestir
canales y, en el nivel intrafinca, transformar el riego gravitatorio a
sistemas localizados. La primera acción se encuentra en curso,
aunque a un ritmo menor que el deseable. Respecto de la
modernización de los sistemas de riego, no existen políticas de
promoción que faciliten a pequeños y medianos agricultores
reconvertirse.
2
reducción del contenido de sedimentos en las aguas después de la construcción
de los embalses que erosiona los cauces y genera la pérdidas materiales finos en
los suelos cultivados
131
producción no responden a falencias o limitaciones en el
conocimiento científico, entienden que sí existen problemas en el
campo de la transferencia. Dicho de otro modo, los conocimientos
han sido generados y son abundantes, pero 1) no se hallan
debidamente aceitados los canales de transferencia entre el sector
de la producción y de la asistencia técnica o 2) se trata de
mejoras, tecnologías o formas de manejo de los recursos y de la
producción que no pueden ser implementadas por los productores.
Por su parte, entre las limitaciones que se observan en este punto,
es habitual que se indique 1) que los productores no pueden
incorporar las soluciones existentes porque no disponen de los
capitales económicos necesarios, 2) porque el Estado se halla
debilitado y no puede acompañar el proceso de transformación
con políticas estables de crédito y subsidio o 3) porque los
productores tienen “problemas culturales” que los tornan
resistentes al cambio.
Sin embargo, en cualquier caso es de notar que los sectores
consultados no identifican que los problemas existentes puedan
ser remontados desde el conocimiento científico. Si los sistemas
de riego -eficientes y sustentables- no pueden ser pagados por
productores que viven al límite de su rentabilidad, ¿es que el riego
sustentable resulta muy caro para las condiciones de los
pequeños y medianos productores de América Latina? Concluimos
que la posibilidad de desarrollar sistemas de riego sustentables no
debiera estar limitada a los sectores más dinámicos de la
agricultura globalizada y que los mayores costos para los
pequeños productores debieran ser asumidos socialmente (a
través del Estado) en beneficio de la comunidad en su conjunto y
la integridad del ecosistema.
Vale mencionar que los diagnósticos oficiales provienen de
miradas tecnocráticas que enfatizan los factores técnicos-
ingenieriles del manejo del agua, del riego y de la producción
agrícola. Los consumos en la parte media de la cuenca que dejan
casi sin agua al humedal del NE de Mendoza, en la parte distal de
la cuenca, por ejemplo, no suelen aparecer como un problema, al
menos no entre los más graves. Del mismo modo, no parece
percibirse un problema de equidad en la distribución de los
recursos hídricos, a pesar de que los habitantes de esa zona de
Lavalle reclaman porque cada vez les llegan menos recursos
132
hídricos. La mirada legalista oficial entiende que la equidad está
garantizada por el respeto de los derechos de agua otorgados por
ley (que excluyen a estos habitantes originarios) mientras que la
mirada ingenieril oficial considera se la equidad ha mejorado
muchísimo al haberse mejorado los sistemas técnicos que
permiten regular con mayor precisión los turnos del riego en el
sistema.
Es interesante notar que aún cuando el sistema de
administración y gestión del recurso es considerado en general
poco equitativo, en muy pocos casos se señala la pertinencia o
necesidad de analizar esas condiciones. A modo de ejemplo, allí
donde el sistema actual aparece como menos equitativo, es decir
con relación a los grupos más vulnerables y a las variables de
género mismas, se trata de sectores y grupos sociales que no
aparecen en las narrativas analizadas y que sólo merecen
someras alusiones frente a preguntas directas de los
investigadores. Siendo estos problemas estructurales al manejo
del agua en la cuenca, parece que todas las posibles soluciones a
problemas técnicos de agua y riego mencionados más arriba
perderían buena parte de su utilidad si previamente no se discute
la equidad como problema de fondo.
133
REFERENCIAS
134
Garduño, H. 2003. Administración de derechos de agua. Experiencias,
asuntos relevantes y lineamientos, Estudio Legislativo 81, Servicio de
Derecho para el Desarrollo, Oficina Jurídica de FAO, Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Roma.
135
ProMendoza. 2007. Información sobre exportaciones
http://www.promendoza.com/new/espanol/externa/productos/productos.ht
m
136
IRRIGAÇÃO NO SEMI-ÁRIDO DA BAHIA:
O Projeto de Irrigação de Ponto Novo
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUÇÃO
137
açúcar (13%), pastagens (8%), café (6%) e algodão (3%). Na
região semi-árida da Bahia, dois importantes pólos de irrigação,
ambos na bacia do Rio Itapicuru, são o Projeto de Irrigação Ponto
Novo e o Projeto de Irrigação de Tucano. Em outras regi bacias
hidrográficas outros pólos se destacam, como por exemplo na
região de Juazeiro, BA e Petrolina, PE.
A agricultura irrigada é um setor extremamente demandante
por água (70% da oferta global), comparado com a indústria (20%)
e o abastecimento doméstico (10%) (CAWMA, 2007). Por outro
lado, responde, em média, por mais de 40% de toda a produção
mundial de fibras e alimentos (Hoffman & Evans, 2007). Nesse
contexto, se existe potencial para o crescimento da agricultura
irrigada, como e o caso da bacia do rio Itapicuru, o mesmo deve
ocorrer de forma planejada, pois a tendência é o crescente uso da
água por setores não-agrícolas.
O presente texto resume estudos realizados no âmbito da
bacia do rio Itapicuru, por meio dos seguintes projetos: Estudo
para o Planejamento Integrado do Uso e da Conservação dos
Recursos Hídricos da Bacia do Rio Itapicuru (Edital BIRD/Embrapa
PRODETAB 01/2001) e Knowledge Assessment on Sustainable
Water Resources Management for Irrigation (European
Commission Edital FP6-2002INCO-DEV). Procurou-se dar ênfase
a alguns aspectos relacionados à aptidão de terras para irrigação,
características de solos irrigados, desempenho de sistemas de
irrigação, necessidades hídricas das culturas, finalizando, a fim
que que o leitor tenha uma idéia geral do panorama da agricultura
irrigada.
138
(PVAe) e distrófico (PVAd). Sampaio (2006) apresentou detalhada
descrição desses três tipos de solos.
A Tabela 1 resume as classes de aptidão de terras para
irrigação delimitadas por Sampaio (2006), com base na mais
recente classificação de terras para irrigação proposta pela
Embrapa (Amaral, 2005). Observa-se que a melhor classe de
aptidão identificada é a representada pela formulação 2EC, que
segundo Sampaio (2006), totaliza 559.500 ha (18,22%) da área
total da bacia e é representada pelo Latossolo Vermelho Amarelo
distrófico.
Classe Descrição
139
médios produtores (empresários) e uma parte da área destinada à
produção de feno de alta qualidade para alimentação animal. O
PIPN é abastecido com água da barragem de Ponto Novo
construída no rio Itapicuru-Açu, na região do alto da bacia. A
3
barragem, com capacidade para acumular 39 milhões de m de
água é operada pelo atual INGÁ-Instituto de Gestão das Águas do
Estado da Bahia.
A Tabela 2 mostra os parâmetros de ajuste do modelo de van
Genuchten (van Genuchten, 1980), obtidos por meio do programa
de otimização RETC v. 6.0 (van Genuchten et al., 2004), para a
camada de 0 a 60 cm de profundidade, de cinco lotes
representativos da área do PIPN, segundo Santos Junior (2007).
2
Lote n m s r r
4 0,0144 1,5363 0,3490 0,179 0,081 0,996
11 0.0171 1,5110 0,3382 0,191 0,089 0,996
21 0,1370 1,2686 0,2117 0,221 0,070 0,983
45 0,5321 1,1864 0,1571 0,276 0,057 0,992
83 0,0505 1,2035 0,1691 0,216 0,056 0,996
Obs.: , n, m = parâmetros de ajuste do modelo; s e r = umidade
3 -3
de saturação e residual (cm cm )
140
-3 3 -3
Tabela 3 – Densidade do solo (g cm ), umidade do solo (cm cm ) à
capacidade de campo ( CC), no ponto de murcha permanente ( PMP) e
disponibilidade total de água no solo no Projeto de Irrigação Ponto Novo,
Ponto Novo, Bahia.
CC PMP
Ds Prof. DTA DTA
Lote 60 cmH2O 15000 cmH2O
(g cm-3) (cm) (mm) (mm m-1)
(cm3 cm-3) (cm3 cm-3)
141
(PST), em conformidade dom a classificação do Laboratório de
Salinização dos Estados Unidos (Bernardo, 1989).
Amostra de solo 41 3 13 - 57
0-20 12 1 6 - 19
Camada
20-40 14 1 4 - 19
amostrada
40-60 15 1 3 - 19
Perfil (lote) Totalmente normal 8 - - - 8
amostrado (*)
(0-60 cm) Parcialm. normal - - - - 49
(*)
Obs.: Pelo menos uma das profundidades amostradas apresenta
problema de salinidade ou sodicidade.
142
A ocorrência de grande percentagem de lotes com pelo menos
uma camada da zona radicular das culturas apresentando
problemas de acúmulo de sais pode estar relacionada com o tipo
de solo predominante e problemas de drenagem natural, fatores
esses agravados, provavelmente, por manejo inadequado da
irrigação, com destaque para a aplicação excessiva de água.
Sampaio (2006) identificou a presença de solos do tipo SXen
(Planossolo háplico eutrófico solódico) em áreas irrigadas à
jusante da barragem de Ponto Novo, na região do PIPN. A
qualidade da água de irrigação, aparentemente, não está
associada aos problemas de salinidade no PIPN, como discutido a
seguir.
Análise de amostras de água do rio Itapicuru-Açu à altura do
PIPN revelou os valores apresentados na Tabela 6. Com base na
condutividade elétrica e na razão de adsorção de sódio (RAS) a
água foi classificada como C2-S1, correspondendo a risco médio
de salinidade e reduzido risco de sodicidade. Segundo Bernardo
(1989), águas C2 possuem salinidade média e podem ser usadas
sempre que houver um grau moderado de lixiviação. Águas S1
apresentam baixa concentração de sódio e podem ser usadas
para irrigação em quase todos os solos, com pequenas
possibilidades de alcançar níveis perigosos de sódio trocável.
143
DESEMPENHO DE SISITEMAS DE IRRIGAÇÃO
Fração dos
CUD Classificaç
Lote lotes
(%) ão
(%)
07 6,4
04 12,0
10 30,3
11 33,3
Péssimo 40
15 35,8
06 44,0
29,7 (CUC =
Média
55,7)
12 52,8
03 54,5
02 56,5
05 59,8 Regular 33
13 64,5
57,6 (CUC =
Média
73,3)
01 67,5
09 69,9
14 74,5
Bom 27
08 77,0
72,2 (CUC =
Média
82,5)
Obs.: Péssimo: UD 50%; Regular: 50% UD 65%; Bom:
65% UD 85%; Ótimo: UD 85%
144
Em vinte lotes do PIPN, sistemas de microaspersão foram
também avaliados, irrigando principalmente fruteiras, a exemplo
da banana, manga, melancia, coco e goiaba. Os valores do CUD
(coeficiente de uniformidade de distribuição de água) variaram de
36,4% a 96,2% (Tabela 8), sendo que baixa uniformidade de
distribuição de água esteve associada a problemas de obstrução
parcial ou total dos emissores, vazamentos nas linhas de PE
flexível e conexões, bem como substituição dos microaspersores
por outros de marca e modelos distintos. Verificou-se que 80% dos
sistemas avaliados apresentaram desempenho de bom a ótimo de
acordo com o indicador CUD.
145
Verificou-se que os sistemas de irrigação por aspersão
convencional apresentaram com base no indicador CUD,
desempenho inferior ao observado entre os sistemas de
microaspersão. Encontrou-se que entre as principais causas para
as baixas uniformidades de aplicação de água estavam a alta
pressão de operação dos aspersores (Santos Júnior, 2007).
Outro importante aspecto no confronto da irrigação por
aspersão com a microaspersão nas condições do PIPN é o fato de
os irrigantes pagarem pela água de irrigação, à razão de R$ 19,51
3
por 1.000 m de água. Sistemas de irrigação com baixa
uniformidade de aplicação de água podem gerar prejuízos
econômicos não somente pelo desperdício de água, mas também
pelos efeitos sobre o rendimento das culturas ao gerar setores
com molhamento em excesso ou deficitário (Keller & Bliesner,
1990).
146
Tabela 9 – Valores recomendados de coeficiente de cultivo (Kc) por fase
do ciclo para algumas culturas irrigadas ou com potencial para irrigação
nas condições agroclimatológicas da bacia do rio Itapicuru, Bahia. (Fonte:
Allen et al., 2007)
(*) (**)
Obs.: Valor médio entre o Kc da fase I e fase III; Valor médio entre
o Kc da fase III e o da colheita.
147
requer apenas dados medidos de temperatura máxima (Tx) e
mínima (Tn) do ar.
-1
onde EToH = ET de referência (mm dia ) pelo método de
-1
Hargreaves, Ra = radiação solar no topo da atmosfera (mm dia ),
Tm, Tx e Tn = respectivamente, temperatura média, máxima e
o
mínima do ar ( C).
Tx Tn
Tm (2)
2
-1
Valores médios mensais de Ra (mm dia ) de janeiro a
dezembro para as latitudes da bacia do rio Itapicuru são
apresentados na Tabela 10.
-1
Tabela 10 – Radiação solar no topo da atmosfera (mm dia ) para
estimativa da ET de referência pela equação de Hargreaves em
localidades da bacia do rio Itapicuru, Bahia.
Latitud
Jan Fev Mar Abr Mai Jun Jul Ago Set Out Nov Dez
(o)
9.0 16.0 16.1 15.8 14.8 13.6 12.8 13.2 14.3 15.5 16.0 16.1 15.9
9.5 16.1 16.1 15.8 14.7 13.5 12.7 13.1 14.2 15.4 16.1 16.1 16.0
10.0 16.1 16.2 15.8 14.7 13.4 12.6 13.0 14.1 15.4 16.1 16.2 16.1
10.5 16.2 16.2 15.8 14.6 13.3 12.5 12.9 14.1 15.4 16.2 16.2 16.1
11.0 16.2 16.2 15.7 14.5 13.2 12.4 12.8 14.0 15.3 16.2 16.3 16.2
11.5 16.3 16.2 15.7 14.5 13.1 12.3 12.7 13.9 15.3 16.3 16.3 16.3
12.0 16.3 16.3 15.7 14.4 13.0 12.2 12.6 13.8 15.3 16.3 16.4 16.3
148
estimativa da EToH utilizou-se valores médios de Tx e Tn
reportados pelo INMET-Instituto Nacional de Meteorologia,
cobrindo um período de 30 anos (1961 a 1990).
-1
Demanda hídrica (mm dia )
EToH
- Fase I Fase II Fase III Fase IV
Mês (mm dia
1 Kc = Kc = Kc = Kc =
)
0,40 0,70 1,00 0,90
Janeiro 6,2 2,5 4,3 6,2 5,6
Fevereiro 6,0 2,4 4,2 6,0 5,4
Março 5,7 2,3 4,0 5,7 5,1
Abril 4,8 1,9 3,4 4,8 4,3
Maio 4,1 1,7 2,9 4,1 3,7
Junho 3,7 1,5 2,6 3,7 3,3
Julho 3,7 1,5 2,6 3,7 3,4
Agosto 4,3 1,7 3,0 4,3 3,9
Setembro 4,9 2,0 3,5 4,9 4,4
Outubro 5,7 2,3 4,0 5,7 5,1
Novembro 6,0 2,4 4,2 6,0 5,4
Dezembro 6,2 2,5 4,3 6,2 5,5
149
Tabela 12 – Procedimento de cálculo para estimativa da demanda hídrica
líquida da cultura da melancia na região de Tucano, Bahia, para plantio na
primeira semana de maio.
Demanda
Período e duração Demanda hídrica
Duração líquida
Fase do ciclo da fase (dias) no durante a fase
da fase (*) total
mês (dias x mm)
(mm)
I
20 05 a 25/05 (20) 20 x 1,7 = 34,0 34,0
(inicial)
II 26 a 31/05 (5) 5 x 2,9 = 14,5
(crescimento 30 + + 79,5
vegetativo) 01 a 26/06 (25) 25 x 2,6 = 65,0
III 27 a 30/06 (3) 3 x 3,7 = 11,1
(floração e formação 30 + + 111,0
do fruto/raiz) 01 a 28/07 (27) 27 x 3,7 = 99,9
IV 29 a 31/07 (2) 2 x 3,4 = 6,8
(maturação e 30 + + 116,0
colheita) 01 a 29/08 (28) 28 x 3,9 = 109,2
Ciclo 110 340,5
(*)
Obs.: Valores aproximados, mais de caráter ilustrativo.
150
superior na primavera e verão em relação ao outono e inverno.
Não apenas a época do ano é significativa como também a
duração do ciclo da cultura, o que por sua vez é função da
variedade utilizada. Assim, para plantios da melancia no outono na
região de Tucano (primeira semana de maio), a cultura requer em
torno de 340 mm de água, da semeadura à colheita, assumindo-se
3
um ciclo de 110 dias, o que corresponde a 3.405 m de água por
hectare.
CONCLUSÕES
REFERËNCIAS
Allen, R.G., Wright, J.L, Pruitt, W.O., Pereira, L.S. and Jensen, M.E. Water
nd
requirements. 2007. Design and Operation of Farm Irrigation Systems. 2
ed. American Society of Agric. and Biol. Engineers, Chap. 8, 209-288.
151
Brito, M.C.M. 2007. Qualidade da água para irrigação na bacia do rio
Itapicuru e risco de salinização no Projeto de Irrigação Ponto Novo.
Dissertação de Mestrado. Univ. Federal do Recôncavo da Bahia – UFRB,
Cruz das Almas, Bahia (Prog. de Pós-Graduação em Cs Agrárias), 53 fls.
Keller, J. and Bliesner, R.D. 1990. Sprinkle and trickle irrigation. New York:
van Nostrand Reinhold, 652 p.
Van Genuchten, M., Simunek, J., Leij, F.J. and Sejna, M. 2004. RETC
v.6.0 – Code for quantifying the hydraulic functions of unsaturated soils.
http://www.ars.usda.gov/main/
152
USO APROPRIADO DOS RECURSOS HÍDRICOS PARA
IRRIGAÇÃO. ESTUDO DE CASO: REGIÃO DE MOSSORÓ-RN
1 2
José Francismar de Medeiros , Hans Raj Gheyi y Marcelo
1
Tavares Gurgel
1
Universidade Federal Rural Do Semi-Árido (UFERSA)
2
Universidade Federal de Campina Grande (UFCG)
RESUMO
153
ABSTRACT
INTRODUÇÃO
154
chuvosa no verão se atrasando para o outuno. Medias anuais de
temperatura – 27,4°C, chuva - 670 mm e umidade relativa –
68,9%. Os solos são sedimentares de formação cretácea (calcário
Jandaíra) e de formação terciária (Grupo Barreiras).
155
MEIO FÍSICO
156
Figura 2. Médias mensais dos dados climáticos com 50% de
probabilidade de ocorrência para a cidade de Mossoró, RN. Tmax, Tmin,
Tmed, V2, ETo correspondem, respectivamente, a temperaturas
máximas, mínimas e médias diárias, velecidade do vento a 2 m de altura
e evapotranspiração de referência calculada por Penman-Monteith FAO.
157
3
600.000 m . A 70 km, a leste e a oeste da cidade de Mossoró, tem
os rios Piranhas/Assu e Jaguaribe, onde estão localizadas as
maiores barragens no semi-árido nordestino fora do rio São
Francisco: barragem Armando Ribeiro Gonçalves com 2,4 bilhões
3 3
de m e o Castanhão com 6,0 bilhões de m . Fora isso, a região é
rica em água subterrânea: o aqüífero do arenito Assu e o calcário
Jandaíra.
O aqüífero arenito Assu tem uma área de afloramento de 3000
2
km , embora a maior exploração de água esteja na região onde o
arenito se encontra na profundidade entre 500 e 1000 m, cujo
aqüífero está confinado. O aqüífero calcário é livre e a exploração
da água se faz em poços com 10 a 150 m de profundidade, com
nível dinâmico entre 5 e 60 m (Tabelas 1 e 2). Entretanto, a
qualidade da água desse último aqüífero é baixa (Tabelas 3).
No aqüífero calcário atualmente tem em exploração na região
de Mossoró para uso em irrigação cerca de 400 poços com vazão
3
entre 50 e 100 m /h, enquanto no aqüífero arenito Assu, são cerca
de 10 poços profundos com profundidade de 1000 m e vazão
3
entre 80 e 200 m /h.
Tabela 1. Nível dinâmico (m) dos poços utilizados para irrigação, ao longo
do tempo, em Mossoró, RN, Brasil (Alencar, 2007).
Época do ano
Localidade
Jul/2005 Dez/2005 Jul/2006 Dez/2006
Gangorra 15,6 ± 9,6* 16,2 ± 10,3 15,4 ± 7,6 15,9 ± 9,7
Califórnia 10,5 ± 9,4 13,2 ± 9,9 9,9 ± 8,2 14,4 ± 10,0
Pau Branco 19,0 ± 6,1 20,4 ± 6,6 19,0 ± 6,5 21,0 ± 6,9
Posto Fiscal 16,6 ± 8,3 17,0 ± 6,7 16,8 ± 6,7 17,2 ± 7,6
Mata Fresca 8,4 ± 1,2 9,1 ± 1,4 7,5 ± 1,4 8,5 ± 1,0
Todas 14,2 15,2 13,7 15,4
158
Tabela 2. Nível dinâmico (m) dos poços utilizados para irrigação, ao longo
do tempo, em Baraúna, RN, Brasil (Lisboa, 1999).
Nível
Nível dinâmico
Localidade Época Época dinâmico
(m)
(m)
Cidade de
Out/1999 45 Jun/2000 32
Baraúna
Sumidouro Out/1999 53 Jun/2000 28
Velame Set/1999 36 Jun/2000 27
Boa água Set/1999 50 Jun/2000 35
* Chuva entre jan e jun/2000 de 1000 mm
CULTURAS EXPLORADAS
160
50 PRT = -4,241CEa* + 44,587
30 PRT
PRC
20
PRC = -3,927CEa* + 39,383
10 r2 = 0,8543
0
0 1 2 3 4 5
CEa (dS m-1)
Kc S1 Kc S5 Kcm S1 Kcm S5
1,30
1,20
1,10
1,00
0,90
0,80
0,70
Kc
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0,00
0 6 12 18 24 30 36 42 48 54 60 66 72
DAP
161
90
Produtividade (kg/ha) 80
70
60
50
40 y = -9,424**x + 85,637
30 R2 = 0,960
20
10
0
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00
Salinidade da água (dS/m)
NF PM
2,40 6,00
y = -0,278**x + 5,055
Número de frutos por planta
1,60 4,00
1,20 3,00
y = -0,120**x + 1,715
0,80 R2 = 0,993 2,00
0,40 1,00
0,00 0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00
Salinidade da água (dS/m)
162
Total Comercial
y = -47.623x + 1394.9
1500 2
R = 0.8485
0
0 1 2 3 4 5
CEa (dS/m)
Total Comercial
2.0 y = -0.051x + 1.635
No. de frutos/planta
R2 = 0.591
1.5
1.0
y = -0.094x + 1.288
0.5
R2 = 0.737
0.0
0 1 2 3 4 5
CEa (dS/m)
Total Comercial
25000
y = -1563x + 20668
Produção (kg/ha)
20000 R2 = 0.7959
15000
10000
y = -1714x + 17814
5000
R2 = 0.7935
0
0 1 2 3 4 5
CEa (dS/m)
163
REFERÊNCIAS
Medeiros, J.F.de, Carmo, G.A. do; Oliveira, F.R.A. de, Campos, M. de S.,
Freitas, D. e Grangeiro, L.C. 2008. Produção de abóbora “Butternut
americana” irrigada com água de diferentes níveis de salinidade e
fertirrigada com doses variadas de N. In.: Congresso Nacional de
Irrigação e Drenagem, 18, São Mateus, Anais.Brasília: ABID, 2008. CD-
ROM.
Medeiros, J.F.de, Carmo, G.A. do, Lima, C.J., Miranda, N. de O., Gheyi,
H.R., Oliveira, F.R. de, e Campos, M. de S. 2008. Yield of fertirrigated
watermelon submitted to different water salinities and nitrogen doses. In.:
International Conference of Agricultural Engineering, Congresso Brasileiro
de Engenharia Agrícola, 37, Foz do Iguaçu. Anais.Jaboticabal: SBEA,
2008. CD-ROM.
164
IDENTIFICACION DE LOS PROBLEMAS QUE AFECTAN LA
SOSTENIBILIDAD DE LA AGRICULTURA BAJO RIEGO EN EL
VALLE DE PUNATA
Percepciones desde distintos grupos de interés
RESUMEN
ABSTRACT
165
identified in previous research stages 1) Design and Management
of Irrigation Systems for Sustainable Agriculture, in which
perceived problems were related to availability of surface water,
water management and efficiencies; 2) Socio-economic and
institutional aspects, in which main issues were: water conflicts,
problems of equity between users, technological constraints in
agricultural production, lack of mechanisms to enforce laws and
regulations, problems of water access related to gender and
disadvantaged groups, strengths and weaknesses in organization
and management of irrigation systems and problems related to
policies and planning; finally, 3) Environmental aspects, in which
main issues perceived were: variability in soil characteristics, use
of agrochemicals and pesticides, and water quality. An important
conclusion is that, sustainability of irrigation involves different
dimensions that obligate to look at it as a technical process but
also as a result of human action and interaction, strongly involved
broader processes interlinked to markets, institutions and local
culture related to water.
INTRODUCCIÓN
166
Los temas discutidos muestran la naturaleza compleja de la
agricultura regada, debido a las múltiples dimensiones
involucradas (social, política, cultural y técnica). Esta complejidad
no ha permitido ser conclusivo en términos de priorización de los
problemas. Una razón es justamente las opiniones y visiones
divergentes de los distintos grupos de interés con respecto a los
problemas específicos o a los problemas en su conjunto sobre la
agricultura regada en Punata.
CONTEXTO LOCAL
SAN BENITO
PUNATA
ARANI
CLIZA
VILLA RIVERO
167
Tabla 1: Sistemas de riego
PROBLEMATICAS PERCIBIDAS
168
construcción de tres represas, una toma principal y canales de
conducción en el área de riego. Actualmente, la asociación de
riego (ARSP) está promoviendo nuevos proyectos pequeños para
el revestimiento de canales secundarios y terciarios.
En torno a la disponibilidad de agua, una opinión generalizada
es que ésta no cubre las demandas de riego. Se percibe la
reducción en la disponibilidad del agua superficial (río) asociada a
la disminución (o cambio) en el régimen de lluvias, los
asentamientos a lo largo del río y los robos de agua. En el caso de
las represas, particularmente Totora Khocha, la pérdida de agua
por problemas en los canales de aducción ha reducido la
disponibilidad de agua para riego, en cambio en el área de riego,
la disponibilidad es afectada por el robo de agua. Como una
reacción a esta situación se ha incrementado la explotación de
aguas subterráneas. Esto ha traído nuevas preocupaciones
referidas a la interferencia entre sistemas y los costos de energía
eléctrica.
Respecto a la infraestructura de riego, el principal problema
para los representantes de las organizaciones de riego es la
vulnerabilidad de los canales de aducción de los reservorios (por
su longitud, lejanía y la dificultad en la operación y mantenimiento).
Así también el transporte del agua a través del río, aunque esto
parece también ser una ventaja para la recarga del agua
subterránea. Asimismo, otro punto problemático son las pérdidas
de agua y perjuicios en la distribución dentro de la zona urbana,
ocasionados por la basura. Esto, según el asesor técnico de la
ARSP y técnicos que trabajaron en el área. Los usuarios
consideran muy importante el revestimiento de canales para
reducir las perdidas de agua sobre todo en aquellos que se usan
para transportar agua de fuentes con caudal reducido (pozos).
En cuanto al manejo del agua y las eficiencias, en general, los
usuarios no perciben problemas en la gestión del agua, porque
consideran que ésta es bastante conocida, controlada y seguida
por todos. Las eficiencias de riego tienen alta variabilidad en los
diferentes sistemas, aunque no han sido claramente establecidas.
Las eficiencias de aducción de las represas Totora Khocha y
Lluska Khocha son bajas, debido a problemas en la infraestructura
y la gestión. La eficiencia de conducción desde estos reservorios
hasta la toma principal son 89% y 45 % respectivamente y de 58%
169
para Laguna Robada, valores que son afectados por problemas en
la infraestructura y el robo de agua. A nivel de parcela, la eficiencia
de aplicación ha sido poco estudiada, aunque hay evidencias de
las diferentes prácticas desarrolladas por los agricultores para
adecuar métodos de riego a las características de gestión de agua
de los diferentes sistemas, así como sus requerimientos a la
disponibilidad de agua. Finalmente, como una parte de la
eficiencia del uso del agua y problemas de gestión, es necesario
considerar el re-uso de agua, que es una práctica que se realiza
principalmente en zonas periféricas, donde las aguas residuales
de la planta de tratamiento de Punata están siendo utilizadas por
varias comunidades.
170
de decisiones. Los problemas más relevantes de equidad se
presentan en el acceso al agua (principalmente el sector agrícola
sin riego), no obstante dentro de cada sistema de riego, hay una
visión generalizada de que existen buenos mecanismos que
tienden a garantizar la equidad, así, todos los usuarios reconocen
como una regla justa que “quienes tienen más agua tienen que
trabajar y pagar más cuotas”.
La agricultura y ganadería son consideradas entre las
actividades más importantes en Punata, aunque no son la principal
fuente de ingresos, representan una parte importante de las
estrategias de vida en el área rural, teniendo como principal
limitación la “escasez de agua”, por ello los agricultores buscan
proyectos para mejorar la disponibilidad de agua, y buscan
también implementar nuevas tecnologías de producción para
hacer un mejor uso del agua actualmente disponible. Otros
factores percibidos por los entrevistados, son: crecimiento de la
urbanización, minifundio, manejo agronómico de los cultivos
nuevos; escasez de semillas, cambio climático, fluctuación en el
precio de los productos, costos de producción, enfermedades de
las plantas, disponibilidad de mano de obra, falta de asistencia
técnica práctica y, finalmente, un aspecto muy importante
identificado por los agricultores como limitante es la
comercialización, ya que cultivos como hortalizas y frutas son
vendidos a intermediarios, incluso en parcela, poniéndoles en
desventaja a la hora de negociar.
Con relación a los aspectos legales y normativos, la falta de
mecanismos para que algunas normas importantes para la zona
se pongan en práctica es uno de los principales problemas
identificados por los diferentes sectores. Así, con la Ley de Riego,
problemas entre Tiraque y Punata no permiten los registros de
derechos de agua; con la Ordenanza municipal para la explotación
de aguas subterráneas, no hay una instancia técnica municipal; y
con la Ley para la explotación de material del río (grava, arena,
etc.), no tiene reglamentación por tanto no se la puede aplicar.
En el tema de género y grupos en desventaja, desde la
perspectiva de los agricultores, hombres y mujeres tienen los
mismos derechos para acceder al agua, pero hay situaciones en
las que viudas están en desventaja por la falta de disponibilidad de
mano de obra familiar. Resalta que en años recientes ha
171
aumentado la participación de mujeres en posiciones directivas y
administrativas de las organizaciones (ejemplo cajeras), aunque
debido a la carga de trabajo en sus hogares, prefieren no
participar en cargos donde se toman decisiones. Otro grupo en
desventaja son los llamados “Sin Riego”, quienes han realizado
varias acciones para acceder al agua de una represa, sin
resultado.
Respecto a la organización y administración de los sistemas
de riego, existen diferentes percepciones, así se percibe la
fortaleza de las organizaciones locales para la gestión de los
sistemas hídricos (percepciones de los administradores) pues la
mayoría de las reglas, acuerdos y normas locales son cumplidos
por los usuarios de agua, pero también diferentes sectores ven el
debilitamiento de la organización sindical debido a que no hay
renovación de dirigentes, lo que podría ocasionar un debilitamiento
de los mecanismos de transparencia. Otros aspectos que debilitan
la organización sindical son principalmente la escasez de agua,
intereses políticos, dificultades de acceder a los beneficios dados
por las organizaciones, poca experiencia en las organizaciones
para fortalecer nuevas iniciativas diferentes del riego, tensiones
crecientes entre regantes y los denominados sin riego.
Finalmente, referente a las políticas y planificación, desde el
punto de vista de las autoridades políticas, las políticas y planes
son vistos como un asunto muy complejo, debido a las distintas
percepciones y necesidades que diferentes sectores tienen, pues
ven las dificultades para alcanzar acuerdos en procesos de
planificación conjunta, adicionándose a esto una inestabilidad
institucional reconocida en diferentes niveles (locales, regionales y
nacionales), así como las preferencias o inclinaciones políticas
que cada sector tiene. Una opinión generalizada, desde el punto
vista de los usuarios de agua, es que planes y políticas son vistas
simplemente como la ejecución de proyectos específicos y de
respuesta a demandas inmediatas. Se resalta también la falta de
coordinación entre los niveles de gobierno (local departamental y
nacional) y entre las mismas organizaciones sociales en la zona.
172
Aspectos ambientales
173
CONCLUSIONES
174
CASO DE ESTUDIO: EL VALLE DE PEUMO, CHILE
RESUMEN
ABSTRACT
175
that 56% of the surface of the valley is irrigated using
microirrigation systems. The agricultural activity is closely related
to the water, for what it is necessary to advance in research that
allows the development of better irrigation technology and to
improve the understanding of the relation between the irrigation
and the hydrology of the valley.
INTRODUCCIÓN
176
montañas de la Cordillera de la Costa (Figura 1). El Valle
concentra una importante actividad agrícola, orientada al mercado
nacional y de exportación. Los cultivos corresponden
principalmente a cítricos, paltos, vides y una industria vitivinícola
que produce vinos de alta calidad.
Las precipitaciones se concentran durante los meses de
invierno (mayo a agosto) con un promedio anual de 640 mm. Por
otra parte, la evapotranspiración potencial anual es de 1200 mm,
con máximos en los meses de diciembre, enero y febrero, que no
presentan lluvias (Orrego, 2003). Por ello, para satisfacer la
demanda hídrica de los cultivos, se ha construido una red de
canales en el pie de monte y en el valle que transporta agua
captada del río Cachapoal y que es distribuida por todo el valle.
ACTORES RELEVANTES
177
agricultores y la cooperativa de pequeños productores llamada
Coopeumo. Además juegan un papel importante los municipios de
Peumo, las Cabras y Pichidegua.
En el caso del Valle de Peumo, existen 10 canales de riego
que extraen agua desde el río Cachapoal (Figura 2) y la
administración del cauce recae en la Junta de Vigilancia de la
Tercera sección del Río Cachapoal (Orrego, 2003). En el Valle de
Peumo no existen conflictos importantes por la distribución de las
aguas de riego, debido principalmente a que existe una adecuada
disponibilidad. Los conflictos existentes se centran principalmente
en el uso del cauce para la extracción de áridos, construcción de
defensas fluviales y algunos conflictos emergentes relacionados
con aspectos ambientales, como la descarga de residuos y la
oposición de la comunidad a la construcción de una planta de
energía termoeléctrica.
178
2004), donde se obtuvo información relevante de la actividad
agrícola, entre las cuales se cuenta: distribución de la superficie,
superficie total de riego, características de riego, financiamiento,
entre otros.
El proceso de aplicación de la encuesta se realizó durante los
meses de Octubre y Diciembre del año 2007. La encuesta se
aplicó en las comunas de Peumo, Las Cabras y Pichidegua. El
total de encuestas aplicadas fue de 37, las que se distribuyeron,
según el tamaño de la propiedad de la siguiente manera: i) 31
encuestas a pequeños productores (1 a 20 ha); ii) 3 encuestas a
medianos productores (100 a 200 ha) y iii) 3 encuestas a grandes
empresas sobre 800 hectáreas.
La zona en estudio presenta en general una gran variedad de
frutales y cultivos anuales. En la figura 3 se muestra la
distribución de la superficie de frutales y cultivos, en tres niveles
de estratos de tamaño predial. El área estudiada presenta un
97,6% de la superficie con frutales, 2,42% cultivos anuales y el
resto de la superficie con praderas. En los tres niveles de estratos
de tamaño predial, la distribución de las variedades de frutales y
cultivos, muestra una marcada presencia de viñas, las que
representan el 41,1% de la superficie cultivada, seguido de
naranjos (20,3%) y paltos (12,3%). En los predios de superficie
entre 800 a 2600 hectáreas, predominan viñas y naranjos, que
representan el 66% de la superficie cultivada en este estrato de
tamaño predial. Los predios de superficie entre 100 a 200
hectáreas presentan un 37% de su superficie total con naranjos,
seguido de paltos con un 34,2% y finalmente nectarinos con un
11,3%. Finalmente, en los predios de superficie entre 1 a 20
hectáreas, presentan un 33,6% de su superficie total cultivada con
paltos, maíz con un 21,9% y naranjos con un 19,7%.
Los resultados permiten establecer que en el área de estudio
más de la mitad de la superficie actualmente bajo riego,
corresponde a microriego (56%), principalmente goteo y
microaspersión (Fig. 4). Cabe destacar que la mayor superficie es
aportada por los predios mayores a 800 hectáreas. El sistema de
riego gravitacional, del cual principalmente corresponde a riego
por surcos, abarca el 43.3% de la superficie total bajo riego. En
cuanto al sistema de riego por goteo, este abarca un 43.6%. En la
179
figura 3 se muestra la distribución de los métodos de riego, para
tres niveles de estratos de tamaño predial.
1800
1617 ha
1600
1400
800 a 2600 (ha)
Superficie (ha)
1200 1115 ha
100 a 200 (ha)
1000 1 a 20 (ha)
800
600
400
140 ha 148 ha 121 ha
200
30 ha
0
Microrriego (goteo, aspersión) Riego Gravitacional (surco, tendido)
Método de Riego
180
Teniendo en cuenta que la mayor demanda hídrica es en el
período estival, en donde se debe suministrar la cantidad de agua
necesaria para suplir la evapotranspiración, el 45,2% de los
predios con superficie menor a 20 hectáreas y más del 50% de los
predios de superficie mayor a 100 hectáreas, posee una menor
disponibilidad de agua en el mes de enero. Esto puede asociarse
a una mala distribución del agua, posibles filtraciones de los
canales y/o una mala conducción entre otras. Por otro lado, la
mayor disponibilidad del recurso se concentra entre los meses de
octubre y diciembre entre los tres niveles de estratos de tamaño
predial.
En el caso de los predios encuestados de superficie entre 1 a
20 hectáreas, mas del 65% de ellos no poseen ningún tipo de
pozo para la obtención de agua, y de aquellos que poseen un
pozo, todos utilizan pozo noria. En los predios de superficie mayor
a 100 hectáreas, se encontró que todos poseían un pozo profundo
en el predio.
Los equipos de bombeo para riego, son generalmente
utilizados en sistemas de riego localizado, principalmente en
frutales para mejorar la productividad, homogeneidad y calidad de
la producción, ya que al mejoran significativamente la eficiencia en
el uso del agua, la uniformidad del riego y las condiciones de
humedad del suelo.
En los predios de superficie entre 1 a 20 hectáreas, el 48,4%
posee una unidad de bombeo, y todos los predios de superficie
mayor a 100 hectáreas, poseen al menos una unidad de bombeo,
siendo la única fuente de energía utilizada la electricidad.
La red de canales en el valle de Peumo tiene una fuerte
influencia en el sistema hidrológico, definiendo los patrones
espaciales y temporales de recarga (Rivera, et al., 2005; Rivera, et
al., 2007). En efecto, una vez que se abren las compuertas en las
captaciones, se produce un ascenso sostenido de los niveles
freáticos debido a la infiltración desde los canales, contribuyendo
al 50% de la recarga al sistema de aguas subterráneas (Asumí, et
al., 2009). Una vez que se ha establecido un nuevo equilibrio, la
profundidad del nivel freático se mantiene constante bajo la
influencia conjunta de la red de canales y los sistemas de riego.
Esta interacción entre los sistemas de aguas superficiales, de
riego y subterráneas afecta, y de cierta manera determina, las
181
condiciones de manejo de la agricultura dentro del valle y la
planificación del riego (Rivera, et al., 2007).
No se ha encontrado evidencia de contaminación por
nutrientes de origen agrícola en el Valle, sin embargo existe una
importante contaminación microbiológica, principalmente materia
fecal, en las aguas de riego (Arumí et., al, 2005, Arumí et., al,
2006). Esto, unido a la existencia de sólidos en suspensión son
problemas serios que afectan la producción agrícola en el Valle
(Rivera et., al 2005).
CONCLUSIONES
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REFERENCIAS
Arumí, J.L., Orrego, X., Rivera, D., Holzapfel, E., Rodríguez, M.A. y Matta,
M. 2006. Evaluación de la lixiviacion de nitratos en huertos de frutales.
VIII Congreso Latinoamericano de Hidrología Subterránea. Asunción,
Paraguay.
Arumí, J.L., Rivera, D., Holzapfel, E., Boochs, P., Billib, M. and Fernald, A.
2009. Effect of irrigation canal network on surface and groundwater
connections in the lower valley of the Cachapoal River. Chile. Chilean
Journal of Agricultural Research, 69 (1), en prensa.
Oyarzun, R., Arumí, J.L., Alvarez, P. and Rivera, D. 2008. Water use in
the Chilean agriculture: current situation and areas for research
development. In: Columbus, F. (Chief Editor) Agricultural Water
Management Research Trends. Nova Science Publishers, Inc.
Hauppauge, NY 11788. ISBN: 978-1-60456-159-3
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