Fenitoina
Fenitoina
Fenitoina
DESCRIPCION
La fenitoína es una hidantoína que se utiliza por vía oral y parenteral como anticonvulsivo. Se prescribe
en el tratamiento profiláctico de las convulsiones tónico-clónicas (gran mal) y crisis parciales con
sintomatología compleja (crisis psicomotoras). La fenitoína se puede utilizar como monofármaco o en
combinación con otros fármacos anticonvulsivantes como el fenobarbital. También se puede utilizar para
prevenir las convulsiones que se presentan durante la cirugía pero no se utiliza en las ausencias (pequeño
mal).
La fenitoína ha sido empleada en muchas otras condiciones incluyendo el tratamiento del dolor
neuropático y arritmias cardíacas asociadas a un aumento del intervalo QT o producidas por el digital. El
manejo clínico de la fenitoína es mas complicado que el de otros anticonvulsivantes debido a que posee
una farmacocinética no lineal, se une en gran medida a las proteínas del plasma y muestra una alta
variabilidad interindividual en su biodisponibilidad.
Mecanismo de acción: los fármacos anticonvulsivantes elevan el umbral de las convulsiones y/o reducen
la intensidad de la descarga. La fenitoína ejerce su efecto limitando la difusión de las descargas y su
propagación a diferencia del fenobarbital y de la carbamazepina que elevan el umbral de las convulsiones.
Por este motivo, la fenitoína es menos eficaz previniendo las convulsiones producidas por fármacos o las
convulsiones electroinducidas. Los efectos de la fenitoína están relacionados con su acción sobre los
canales de sodio de la membrana de la célula neuronal. La fenitoína ejerce sus efectos anticonvulsivantes
con menos efectos sedantes que el fenobarbital. En grandes dosis, la fenitoína se muestra excitatoria e
induce convulsiones. Por sus efectos sobre los canales de sodio, la fenitoína es ligeramente antiarrítmica,
actuando sobre las fibras de Purkinje.
Farmacocinética: la fenitoína se administra por vía oral y parenteral. En ambas formas, la fenitoína se
puede presentar como ácido o como sal sódica, debiéndose tener en cuenta que la sal sódica contiene un
8% de fármaco inactivo, de modo que al pasar del uno al otro hay que reajustar la dosis. Si al pasar de la
sal sódica al ácido no se redujera la dosis en un 8% podría producirse toxicidad. Las formulaciones de
fenitoína son, por lo general, biodisponibles en un 90-100%, si bien la absorción varía según las diferentes
formulaciones. En general la absorción es lenta debido a la baja solubilidad de la fenitoína. Las
concentraciones máximas en el plasma se alcanzan a las 1.5 a 6 horas con las formulaciones "normales"
mientras que en las formulaciones retardadas, el pico se alcanza a las 12 horas. Es importante tener en
cuenta cuando se utiliza una suspensión de fenitoina que los alimentos reducen la biodisponibilidad de
una forma significativa. La fenitoína se une extensamente a las proteínas del plasma (90-95%) aunque
este porcentaje puede ser menor en los pacientes con hipoproteinemia o en los sujetos con insuficiencia
renal.
La fenitoína atraviesa la placenta y se excreta en la leche materna. En las mujeres embarazadas, las
concentraciones fetales de fenitoína son idénticas a las de la madre.
En los pacientes con insuficiencia hepática, al aumento de la bilirrubina en la sangre puede desplazar a la
fenitoína de su unión a las proteínas, aumento la proporción de fármaco libre. En otras condiciones de
hipoalbuminemia (grandes quemados, síndrome nefrótico, malnutrición, etc) también puede hacer un
exceso de fenitoína libre.
El metabolismo de la fenitoína presenta una elevada variabilidad. En efecto, este fármaco es uno de los
pocos que pueden saturar la capacidad metabólica del hígado a concentraciones terapéuticas. Por debajo
del punto de saturación, el metabolismo de la fenitoína es linear, siguiendo un proceso de primer orden.
Sin embargo, cuando se alcanza o sobrepasa el punto de saturación, la eliminación de la fenitoína es
mucho más lenta y tiene lugar mediante un proceso de orden cero. Por este motivo, la semi-vida de
eliminación es la fenitoína es muy variable y puede oscilar entre las 7 y 42 horas para el mismo paciente,
dependiendo de numerosos factores. Por otra parte, pequeños incrementos en las dosis pueden producir
grandes elevaciones de los niveles plasmáticos si se alcanza el punto de saturación. Se recomienda, por
tanto, la monitorización de los niveles plasmáticos.
INDICACIONES Y POSOLOGIA
Administración intravenosa:
Adultos, adolescentes y niños: la dosis inicial debe ser de 10—20 mg/kg mediante infusión
intravenosa que no debe exceder los 50 mg/ml en suero salino normal. Las dosis de
mantenimiento suelen ser de 4-6 mg/kg/día repartidos en 2 o más veces
Mujeres adultas: el sulfato de magnesio es el fármaco de primera elección. Sin embargo, en algún
caso se han utilizado unas dosis de 1000 mg de fenitoína intravenosa seguidas a las 10 horas por
500 mg por vía oral (formulación de liberación sostenida). Las concentraciones plasmáticas
obtenidas en este estudio fueron del orden de los 10 µg/ml
Administración intravenosa:
Administración intravenosa:
Adultos: 50-100 mg i.v. cada 10-15 minutos de acuerdo con la respuesta clínica y según sean
tolerados. Las dosis máximas son de 15 mg/kg. Sin embargo, la fenitoína no es considerada como
un fármaco de primera elección en las arritmias
Niños: 1.25 mg/kg. i.v cada 5 minutos. Repetir estas dosis hasta un máximo de 15 mg/kg. Las dosis
de mantenimiento oscilan entre 5-10 mg/kg/día repartidos en 2 administraciones
Administración oral:
Adultos: se han recomendado dosis de 300 mg/día o 5—6 mg/kg/día por vía oral
Profilaxis de la migraña:
Administración oral:
MONITORIZACIÓN DE LA FENITOÍNA:
En todos los pacientes tratados con fenitoína se deben determinar las concentraciones plasmáticas,
independientemente de la indicación. Los niveles de fenitoína libre pueden ser útiles en los pacientes con
hipoalbuminemia o con niveles elevados del nitrógeno ureico. Se consideran como concentraciones
terapéuticas las situadas entre 10—20 µg/ml (equivalentes a 1—2 µg/ml de fenitoína libre). En algunos
pacientes las concentraciones óptimas pueden llegar a los 25 µg/ml y algunas pocas personas pueden ser
controladas con concentraciones de 8—10 µg/ml. Se requieren varios días o varias semanas para llegar a
un estado de equilibrio ("steady-state").
Las manifestaciones de la toxicidad a la fenitoína son muy variables: en algunos pacientes con 20 µg/ml
puede aparecer nistagmo lateral, la ataxia con 30 µg/ml, y la disartria y letargia pueden aparecer cuando
los niveles del fármaco son > 40 µg/ml. Sin embargo, en otros pacientes se han encontrado
concentraciones de hasta 50 µg/m sin ningún síntoma de toxicidad.
Pacientes con insuficiencia hepática: dado que la fenitoína es metaboliza por el hígado, los pacientes con
insuficiencia hepática pueden experimentar toxicidad. Adicionalmente, en muchas enfermedades
hepáticas, como por ejemplo la cirrosis, existe hipoalbuminemia con lo que la concentración de fenitoína
libre es mayor. En estos pacientes, las dosis de fenitoína se deben ajustar de acuerdo con los resultados
de la monitorización de los niveles plasmáticos y de la respuesta clínica
Pacientes con insuficiencia renal: si el aclaramiento de creatinina es 10 ml/min o más no se requieren
ajustes en las dosis. Si el CrCl < 10 ml/min pueden ser necesarios reajustes de las dosis en función de los
niveles plasmáticos y de la respuesta clínica.
REACCIONES ADVERSAS
Aunque la fenitoína es considerada como un fármaco potencialmente tóxico, siguiendo las pautas de
dosificación y las instrucciones recomendadas, su administración es segura y eficaz sin que aparezcan
generalmente efectos secundarios. Los principales signos de toxicidad asociados con la administración
intravenosa de fenitoína son colapso cardiovascular y/o depresión del sistema nervioso central. Cuando
se administra rápidamente puede aparecer hipotensión.