La rana con gafas no veía bien y fue al doctor, quien le cambió sus gafas. Con las nuevas gafas, sus amigos se burlaban de ella, pero su mamá la consoló diciéndole que ignore lo que digan los demás y enfoque en ver el hermoso mundo a su alrededor. La rana aprendió que no debe preocuparse por lo que digan los demás.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
403 vistas2 páginas
La rana con gafas no veía bien y fue al doctor, quien le cambió sus gafas. Con las nuevas gafas, sus amigos se burlaban de ella, pero su mamá la consoló diciéndole que ignore lo que digan los demás y enfoque en ver el hermoso mundo a su alrededor. La rana aprendió que no debe preocuparse por lo que digan los demás.
La rana con gafas no veía bien y fue al doctor, quien le cambió sus gafas. Con las nuevas gafas, sus amigos se burlaban de ella, pero su mamá la consoló diciéndole que ignore lo que digan los demás y enfoque en ver el hermoso mundo a su alrededor. La rana aprendió que no debe preocuparse por lo que digan los demás.
La rana con gafas no veía bien y fue al doctor, quien le cambió sus gafas. Con las nuevas gafas, sus amigos se burlaban de ella, pero su mamá la consoló diciéndole que ignore lo que digan los demás y enfoque en ver el hermoso mundo a su alrededor. La rana aprendió que no debe preocuparse por lo que digan los demás.
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2
LA RANA CON GAFAS
A orillas de una gran charca
de una selva tropical, vivía una rana verde con gafitas de metal.
La pobre ranita verde
se quejaba amargamente: - ¡No veo tres en un burro! No reconozco a la gente.
Por eso, la mamá rana
la llevó al doctor Visión, que le cambió las gafitas para que viese mejor.
Pero con las nuevas gafas,
con aquel cambio de imagen, sus amigos se reían. Y a ella daba un coraje...
Entonces, la mamá rana
Quiso ofrecerle consuelo. No sufras tú... No te enfades... ¡Anda, no llores, mi cielo!
Mirándola a los ojitos, redondos, grandes, saltones, le estuvo dando consejos con muy buenas intenciones.
Rincón del Maestro: www.rinconmaestro.es
Para ver el mundo bien
te pondrás tus lentes antes. Verás las flores, el cielo, las montañas, los volcanes, los animales pequeños y los animales grandes. Cascadas y riachuelos, setas, árboles y arañas, tierra, piedras, hormigueros, madrigueras y alimañas.
La ranita, inteligente, vio lo que era evidente: no se puede estar pendiente de lo que diga la gente.