Este documento resume el período intermedio entre los imperios de Ur y Babilonia en Mesopotamia. Describe los cuatro elementos clave de ruptura durante este período: 1) la desintegración política, 2) el cambio lingüístico del sumerio al acadio, 3) los cambios en la composición étnica con la llegada de los amorreos, y 4) el desplazamiento del centro político de Ur a otras ciudades como Isin, Larsa y Babilonia. Explica cómo estas ciudades emergieron como estados independientes y
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Este documento resume el período intermedio entre los imperios de Ur y Babilonia en Mesopotamia. Describe los cuatro elementos clave de ruptura durante este período: 1) la desintegración política, 2) el cambio lingüístico del sumerio al acadio, 3) los cambios en la composición étnica con la llegada de los amorreos, y 4) el desplazamiento del centro político de Ur a otras ciudades como Isin, Larsa y Babilonia. Explica cómo estas ciudades emergieron como estados independientes y
Este documento resume el período intermedio entre los imperios de Ur y Babilonia en Mesopotamia. Describe los cuatro elementos clave de ruptura durante este período: 1) la desintegración política, 2) el cambio lingüístico del sumerio al acadio, 3) los cambios en la composición étnica con la llegada de los amorreos, y 4) el desplazamiento del centro político de Ur a otras ciudades como Isin, Larsa y Babilonia. Explica cómo estas ciudades emergieron como estados independientes y
Este documento resume el período intermedio entre los imperios de Ur y Babilonia en Mesopotamia. Describe los cuatro elementos clave de ruptura durante este período: 1) la desintegración política, 2) el cambio lingüístico del sumerio al acadio, 3) los cambios en la composición étnica con la llegada de los amorreos, y 4) el desplazamiento del centro político de Ur a otras ciudades como Isin, Larsa y Babilonia. Explica cómo estas ciudades emergieron como estados independientes y
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MARIO LIVERANI
Capítulo 11- El periodo intermedio de ISIN y LARSA
1- Nombrar los tres elementos de ruptura.
Los elementos de ruptura son: a) la desintegración de la unidad política a la
que se ha llamado emulando la terminología egiptológica, b) segundo periodo intermedio de Babilonia, c) un cambio lingüístico, con sustitución del sumerio por el acadio, d) alteración de la composición étnica, con la incorporación de los amorritas.
2- Desarrollar el desplazamiento del centro político.
Este sistema se organiza de varias maneras a nivel político. Bajo el reinado
Ibbi-Sin disminuye el control sobre las provincias y proliferan las ciudades con autonomía política, varios estados independientes compiten entre si. Isin, situado en el centro, recoge una parte importante de la herencia de Ur, pero más al sur Larsa y Uruk son independientes. Al norte se independiza Babilonia, que poco a poco se anexiona otras ciudades, en principio autónomas, entre las que desataca Kish. En el Diyala se independiza Eshnunna y lindando con Elam, Der. Las ciudades que habían sido guardianas de la frontera del imperio de Ur, Susa al este, Assur al norte y Mari al noroeste, se consolidan como formaciones políticas más o menos influyentes en la Baja Mesopotamia. Este es el sostema político regional que se interpone entre la anterior unificación bajo la hegemonía de Ur y la posterior bajo la Babilonia de Hammurabi. Pero el hecho de considerar “intermedia” esta pluralidad entre fases unificadas “normales” de una visión equivocada. Hay una fuerte persistencia de un horizonte primero ciudadano, comarcal, como estructura básica del sistema mesopotámico mientras que las unificaciones imperiales pasan por dificultades intrínsecas que no les permiten superar la duración de tres generaciones (Akkad, Ur) o incluso menos y a duras penas logran alcanzar una dimensión política capaz de resistir en las fases de fragmentación. Ls principal estructura de las ciudades es el palacio. Sigue habiendo templos con las mismas dimensiones, que conservan su función de cédulas administrativas descentralizadas, y los reyes siguen alardeando de las restauraciones y ampliaciones de los santuarios ciudadanos mas prestigiosos, a lo que se añade ahora un creciente sentimiento de identificación estatal con el templo (o el área sagrada) de la capital, que ya no está subordinado a los reyes de Ur, como en el periodo anterior. Las grandes áreas sagradas, como las de Ur o Nippur, conservan su majestuosidad, a pesar de que las dos ciudades tienen dificultades para conservar su antiguo prestigio. Ur ha perdido para siempre su predominio político, y el centro religioso de Nippur ya no goza de la atención privilegiada de los reyes, como en tiempos de Akkad, ni desempeña un papel “anfictiónico” en función de la unidad administrativa panmesopotádas de ciudades emergentes: el E-babbar de Larsa, el “claustro” de las tiadltu de Sippar o el área sagrada de Babilonia (que no ha sido explorada arqueológicamente para éste periodo). Las rivalidades entre centros políticos que aspiran al predominio hacen que el papel religioso y ceremonial central se desplace a las capitales que toman el poder, hasta pasar definitivamente a Babilonia. La labor de construcción o ampliación de los palacios reales no cuenta con el énfasis propagandístico pero es más importante e innovadora. Cuando en Babilonia todavía no se ha llegado arqueológicamente a los niveles paleobabilonios, y los datos arqueológicos de Isian todavía son insuficientes los palacios del periodo Isin- Larsa mejor documentados son los de Eshnunna (Tell Asmar) y más recientemente los de Sin-Kashid de Uruk y Nur-Adad de Larsa. El complejo monumental de Eshnunna, que en buena parte se ha sacado a la luz posee por lo menos un palacio sur, un palacio norte, un palacio central que probablemente deriva del de los “ensi” del periodo de Ur III (con el templo anejo de Shu-Sin divinizado), y por ultimo una sala de audiencias atribuida a Naram- Sin, además de otros edificios palatinos sin terminar o parcialmente excavados. Aunque todas estas construcciones no debieron estar en uso al mismo tiempo, hay una clara ampliación de la superficie correspondiente al rey, comparada con las áreas de los templos y el tejido urbano privado.
3- Explicar las innovaciones tecnológicas en la agricultura,
administración y la privatización del comercio.
En el campo las innovaciones son sobre todo el carácter jurídico, mientras
que en el terreno tecnológico prevalece la continuidad: las formas de las parcelas, el ciclo agrícola y los instrumentos básicos siguen siendo los mismos. La administración de las propiedades públicas del palacio o el templo sigue el esquema establecido por la dinastía Ur, aunque con una separación entre distintas administraciones (en las grafías, en los formularios y en el esquema de los textos se advierte una bipartición entre norte y sur), un uso creciente del acadio (que todavía esta enmascarado bajo formulas ideográficas) y cierto deterioro con respecto a la racionalidad y esmero de los escribas de Ur III. Tambien va a ser muy importante la documentación del sistema privado de la agricultura. En este caso la documentación es más jurídica que administrativas, y resulta difícil compararla con la pública por el desfase entre los datos registrados en cada bloque documental. En el periodo de Isin y Larsa el comercio privado también recibe un nuevo impulso, se pueden unir en el mismo circuito segmentos típicamente palatinos (relación entre administración central y mercader) y otros típicamente privados (gestión concreta por parte de los mercaderes) Hay textos muy significativos sobre el comercio marítimo entre Ur y la ciudad de Dilmun Ur. El comercio consiste en exportar tejidos a Dilmun y de vez en cuando Plata, sésamo pieles e importar lingotes de cobre de Magan. 4- Describir el periodo Paleobabilónico y el desplazamiento de las dinastías.
Hubo una línea importante en el paso del predominio de la dinastía de Isin
a la de Larsa y finalmente a la de Babilonia. Reproduce el desplazamiento del poder en la parte central y Meridional de Mesopotamia (Sumer y Akkad). La dinastía de Isin reinaba en Ur con los restos del prestigio y la autoridad imperial, pretende asumir el papel de heredera directa del imperio tras el saqueo de Ur, reconstruida por el nuevo y después de la destrucción causada por los elamitas sobre todo en el área sagrada y el centro religioso de Nippur con sus connotaciones unificadoras. En el frente exterior con guerras en el este para mantener a los elamitas fuera de Mesopotamia y en el oeste contra los martu. En el interior con obras de reconstrucción urbana y reorganización política y administrativa. A pesar de cierta eficacia desplegada en ambos frentes algunas ciudades consiguen su autonomía como herederas menores del imperio. En el sureste se independiza Larsa antes de la ciudad de Ur. En el noreste se independizan Eshnunna y Nippur es probable que a partir de entonces se independicen Kish y algunas ciudades más pero los datos acerca del norte siguen siendo escasos y confusos. Isin hereda la parte principal del Imperio, limitada y la periferia ya es independiente con Mari, Assur y Elam elevados al rango de potencias regionales. Algunas ciudades son destruidas entre ellas Nippur por un lamento similar al antes citado sobre la destrucción de Ur. Ishme- Dagan concede ciertos privilegios a Nippur renunciando al tributo y al servicio militar. Es el primero de la serie de reyes paleobabilonios que declara haber establecido la justicia en el país. Le sucede Lipit- Ishtar con el que la dinastía de Isin todavía controla Nippur y las ciudades del sur Ur, Uruk y Eridu. También establece la justicia con las medidas de remisión de las deudas y promulga un código que pretende un mayor alcance a las medidas y elogia el sistema de corrección ejemplar con la que se aplica la justicia en el país. La dinastía se extingue poco después, y se, instala una nueva dinastía en Isin que pierde gran parte de sus territorios. Estos pasan a Larsa, potencia ascendente. Mientras el reino de Isin pasa de heredero del imperio de Ur a pequeño reino ciudadano, el de Larsa sigue una trayectoria opuesta. Al principio había sido una ciudad- estado situada entre las posesiones meridionales de Isin y la siempre amenazadora vecindad de Elam. Gungunum dio inicio a la progresiva ascensión de Larsa: sustrajo a Isin el control de Ur y Lagash a Elam el control de Susa, asumió el título de “rey de SUMER Y Akkad” y dirigió un par de expediciones contra Bashime y Anshan. Abi-Sare frustró las aspiraciones de la nueva dinastía de Isin de recuperar las ciudades del sur. Por último, Sumu- El extendió su dominio por el norte tal vez en relación con proyectos hidráulicos. Después de rodear Isin se quedó con el control de Nippur y tomó Kazallu y Kish. Así Larsa se convirtió en la potencia hegemónica a este lado del Tigris. Isin permaneció independiente y trató de recuperar el control de Nippur. En el Sur hubo graves inundaciones por el desbordamiento del Tigris y el Éufrates, que variaron sus cauces con las devastaciones y reconstrucciones que es fácil imaginar. Hubo choques militares con Babilonia, Eshnunna y Elam. La nueva dinastía autónoma de Uruk se estabilizó. En el país de Akkad tras la caída del imperio de Ur Kish recuperó la independencia y otras ciudades lograron autonomía duradera. Estas ciudades lucharon hasta que empezó a sobresalir Babilonia. Se vence a Kazallu y Kish y los incorpora a sus dominios unificando el país de Akkad. Babilonia, Sippar, Dilbat, Marad, Kazallu y Kish son ya ciudades provinciales del reino de Babilonia. Se convierte en el modelo ideal de un papel y una política. En el sur crece la hegemonía e Larsa aunque Isin y Uruk conservan su autonomía. En el norte se consolida Babilonia que ya empieza a mirar hacia el sur. En el mundo de la periferia hay unos horizontes y una movilidad bien distinta. Al menor peso de la tradición política ciudadana se suma el elemento amorrita, que aún conserva algo de sus orígenes en los amplios espacios pastorales de la zona dimórfica. Esto da lugar a una repentina “explosión” de episodios expansionistas que afectan a todo el arco del piedemonte a lo largo del cual se sitúan Asiria y Eshnunna Der y Elam. Asiria es la primera en saltar con una expedición y llega al extremo sur de Sumer.
5- Desarrollar la evolución política y jurídica que se va dando.
Con el paso del mundo neosumerio al paleobabilonio la evolución de las
relaciones sociales sufre una aceleración, al entrar en escena los amorritas. Éstos tenían otras costumbres y relaciones sociales y estaban menos vinculados por tradición e intereses a la estructura básica de la sociedad mesopotámica (la estructura del palacio y el tiempo). Este factor favorece la proliferación de unos fenómenos de evolución interna, resultado de la interaccion entre el sector familiar y el palatino. Estos dos sectores subsisten en estrecho contacto y con frecuentes transfusiones. Si bien el paso de un puesto de trabajo de padres a hijos no crea especiales problemas al palacio, a la larga puede hacer que las categorías de dependientes del templo o palacio se conviertan en castas cerradas cuyos miembros impidiendo el acceso de extraños para hacerse del monopolio tecnológico pueden tratar con la administración central mediante la fuerza exigiendo condiciones mas ventajosas y reforzando su autonomía. En el caso de los mercaderes la gestión del comercio da lugar a empresas familiares y cuando el control del poder central entra en crisis estas empresas funcionan con mayor independencia. Hay una tendencia a la apropiación de tierras que se trasmite de padres a hijos y que con el tiempo pierde sentido hasta desaparecer. Los beneficiarios de las tierras son capaces de adquirir mediante operaciones económicas otras tierras lindantes. 6- ¿Qué pasa con la propiedad de la tierra, la aparición de la parcería, el trabajo asalariado, la condición de huérfano y las condiciones jurídicas de cada persona?
Se abre un proceso de personalización de la propiedad siguiendo el ejemplo
de las tierras de palacios y templos asignadas a un determinado dependiente y no a su familia y que junto al testamento se generaliza el tipo de compraventa de tierras que en los ambientes mas tradicioneles todavía conserva formas ceremoniales y ficciones jurídicas (el comprador es adoptado por el vendedor para poder recibir sus tierras). Pero en ambientes mas evolucionados se efectua sun cortapisas. Otro tipo de documento es la aparcería. Estas se contratan entre particulares lo que indica que por un lado se formo una clase de terratenientes con mas tierras de las que podían explotar directamente y por otro una clase de campesinos sin tierra cuya fuerza de trabajo podía ser utilizada en tierras ajenas. Las aparcerías implicaban varias formas de pago, en producto o en plata, y varias condiciones referentes a la duración de la aparcería, las obligaciones de las partes y el reparto proporcional del producto entre propietario y aparcero. Solo la parte menos empobrecida de la población campesina no propietaria, que puede pagar el canon y trabajar las tierras por su cuenta, tiene el recurso de la aparcería. Para los núcleos familiares más pobres y disgregados existe el recurso del trabajo asalariado, una forma de relación agraria implantada en las grandes propiedades privadas, y sobre todo en las públicas. El palacio también recluta asalariados para obras de canalización, conservación de canales y obras públicas. Un organismo administrativo real recauda impuestos de los terratenientes, efectúa los cálculos y organiza los trabajos mediante empresarios, contrata a los obreros que pueden ser muy numerosos mediante intermediarios y es remunerada con salarios. El sistema de los salarios sustituye al de las raciones. Se trata de una remuneración en productos alimentarios y que a veces se traducen en dinero, está reservada a trabajos que requieran poca técnica y mucha mano de obra. El salario es más alto que la ración porque tiene que alimentar al trabajador no dispone de ninguna otra fuente de ingresos. La condición de los asalariados paleobabilonios debió ser más difícil e incierta que la de los dependientes con régimen de ración o la de los libres sometidos a prestaciones. La condición de las personas que los textos de la época llaman “el huérfano y la viuda” (estereotipo de antiguo oriente) es sin duda trágica. Se trata de personas que perdido su punto de referencia económico natural, el padre /marido y han quedado al margen de un sistema familiar extenso y protector. La crisis de la solidaridad familiar también provoca la propagación de la servidumbre por deudas. Los préstamos no devueltos, los censos no pagados y en general las obligaciones incumplidas, suelen estar cubiertas por garantías. Cuando estas no pueden ser inmobiliarias, solo queda la prestación de trabajo para descontar los intereses. El cabeza de familia deudor cede primero a su esposa y a sus hijos, y por último se cede a sí mismo. Dado que la servidumbre por deudas solo descuenta los intereses y el capital permanece insoluto, es prácticamente irreversible, para toda la vida. La sensibilidad social y jurídica de la época experimenta un claro malestar por estas situaciones aberrantes y reconoce la calidad de persona libre al deudor esclavizado. En la crisis de la solidaridad gentilicia, sometida a la presión cruzada de unas condiciones económicas más duras y la difusión de la parcelación nuclear, solo la intervención del rey puede atender a las necesidades del huérfano y la viuda, o liberar al esclavizado.
7- Desarrollar el rol de la realeza como factor de equilibrio.
La realeza es el punto de referencia y el factor de equilibrio general. La
realeza paleobabilonia utiliza recursos que ya eran propios de la edad neosumeria, pero introduciendo nuevos a centos y matices. La función real se expresa ante la sociedad por medio de unos instrumentos ideológicos tradicionales: los himnos reales, las inscripciones celebrativas, los códigos y los decretos de amnistía tienen un claro origen neosumero, lo mismo que la práctica de la deificación, que permite sobre todo en el sur, aunque limitada a algunos reyes más prestigiosos u osados. En el norte se sigue hablando del “Rey fuerte”, que debe emplearse a fondo en el terreno militar dada la fragmentación política. El Rey Paleobabilonio aparece mas bien como el “buen pastor” de su pueblo. De esta forma, no solo adopta una imaginería pastoral de cara a la nueva población amorrita, sino sobre todo una actitud de desvelo y preocupación por las necesidades de las capas mas pobres de la población, vista como un rebaño que sin la guía y las atenciones del pastor no sería capaz de sobrevivir. Por las inscripciones reales sabemos que el rey sigue teniendo un papel central en la excavación de canales y la construcción de templos y murallas. La atención del rey paleobabilonio se centra ahora en los hombres libres, sobre todo en los más desamparados. El rey aparece como una imagen paternalista, padre y madre de los huérfanos, sostén de la viuda, es el que devuelve el hijo a su madre, la libertad a los esclavizados, el que perdona las deudas y en general el que restituye el equilibrio natural al orden social. Las tendencias económicas de fondo no tardan en desviar el equilibrio hacia la inevitable servidumbre. El poder carece de instrumentos adecuados para incidir sobre las causas de la disfunción socioeconómica y lo único que puede hacer es incidir sobre las consecuencias.