“AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

“INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PRIVADO LATINO”

“SEDE: LOS OLIVOS”

“CARRERA PROFESIONAL: GASTRONOMÍA Y ARTE CULINARIO”

“CURSO: INTERPRETACIÓN Y PRODUCCIÓN DE TEXTOS”

“PROFESOR(A): ABARCA, Jenny”

“TRABAJO N°: 01”

“TEMARIO: Un espíritu invencible, el increíble poder de la fe en acción”

“ESTUDIANTE(S)”: ZÚÑIGA OJEDA, Evelyn Guadalupe

“CICLO: II” “TURNO: MAÑANA”

“LOS OLIVOS, 26 DE OCTUBRE DEL 2018”

 INTRODUCCIÓN

Nick Vujicic es orador de motivación, evangelista, un hombre que nació sin

brazos ni piernas, pero su falta de miembros no le ha impedido disfrutar de grandes
aventuras, lograr una carrera significativa y gratificante, y tener grandes amistades.

En este libro Nick nos comparte el poder de la fe en acción lo cual le ayudó a

crear una vida enormemente buena, a pesar de sus discapacidades. Nos dice que la
fe en acción equivale a creer en ti mismo, en tu talento y tus propósitos. Nick Vujicic ha
inspirado este libro en todas aquellas personas que le han pedido consejos y guías
para enfrentar las complicaciones de la vida.

Los temas de los capítulos en este libro responden las preguntas más comunes
que le son planteadas, y son los siguientes:

 Crisis personales
 Problemas de relaciones sentimentales
 Retos profesionales y de empleo
 Preocupaciones de salud y discapacidad
 Pensamientos, emociones y adicciones autodestructivas
 Acoso, persecución, crueldad e intolerancia
 Lidiar con asuntos más allá de nuestro control
 Ayudar al prójimo
 Buscar equilibrio en cuerpo, mente, corazón y espíritu
 UNO

La fe en acción

En este primer capítulo de “Un espíritu invencible”, Nick habla sobre el poder
de la fe en acción a través de una anécdota, la cual es la siguiente:

Cuando estaba por terminar una gira de conferencias por México en el 2011,
recibió la llamada de un funcionario de la embajada de los Estados Unidos en México
con motivo de informarle que su visa de trabajo se encontraba suspendida por una
“investigación de seguridad nacional”, ya que su nombre habría llamado la atención
por sus continuos viajes por el mundo y no podría retornar a los Estados Unidos hasta
que se realizara el proceso de verificación, lo cual demoraría hasta un mes. El
problema no era ese en sí, sino era que Nick ya tenía una serie de conferencias
programadas en ese país.

Cuando Nick Vujicic habla de la fe en acción hace referencia a sus creencias

como evangelista. En cuanto llegó al hotel comenzó a realizar llamadas y contactó con
su organización sin fines de lucro Life Without Limbs (LWL), en California, la cual se
encargó de realizar una cadena de oración de ciento cincuenta personas que estaban
orando por una rápida resolución al problema. También contactó con amigos que
pudieran tener influencia en el Departamento de Estado.

Al cabo de tres horas recibió nuevamente la llamada de un funcionario de la

embajada en México informándole que su problema había sido resuelto y que podía
pasar a recoger la renovación de su visa a la mañana siguiente.

Nick Vujicic dice que cada uno tiene la opción. Puedes creer o no. Pero,
independientemente de lo que creas, debes actuar consecuentemente. De lo contrario,
¿qué caso tiene creer? Podrás creer –en cualquier cosa, pero esa creencia en sí no
traerá cambios positivos a tu vida. Debes ponerla en acción.

“Si no hay lucha, no hay progreso”

– Frederick Douglass, exesclavo estadounidense que se convirtió en activista social.

 DOS

Caer y levantarse

En este segundo capítulo de “Un espíritu invencible”, Vujicic nos habla sobre
cómo en sus charlas incentiva a los presentes a vencer la adversidad, empleando un
ejemplo en el cual se acuesta boja abajo y emplea un método para incorporarse sin
brazos ni piernas; para luego, explicar que, aunque parezca que no hay solución,
siempre hay una salida.

Puesto que, a veces enfrentamos situaciones difíciles cuando intentamos

recuperarnos de un fracaso, o algunas veces nos encontramos tan vulnerables y
afectados que incluso una dificultad menor nos parece abrumadora.

Nick Vujicic dice que “nos proporciona cierta paz saber que existe un plan
maestro para nuestras vidas, y que tus valores, tu propósito y tu destino no están
determinados por lo que ocurra, sino por la manera en que respondes a ello.”

También nos habla sobre su método para aplicar la fe en acción en momentos

de crisis y desafíos, el cual consta de tres etapas.

La primera, se basa en hacer “ajustes internos” para controlar tus emociones

de tal manera que éstas no te controlen a ti.

La segunda, se basa en recordar como perseverado y sobrellevado la

adversidad en otras ocasiones, saliendo más fuerte, sabio, y aprendiendo algo nuevo
de cada experiencia.

La tercera, y última, se basa en poner tu fe en acción externamente, lo que

quiere decir que no sólo recibamos ayuda y apoyo de las personas, sino que también
ofrezcamos ayuda y apoyo a los demás.

Nick aconseja que, para aquellos momentos en que la tristeza es paralizante,

debemos abrirle la puerta al consuelo de nuestros familiares y amigos, ser paciente
con ellos y, a la vez, con nosotros mismos.

Podemos asumir los momentos difíciles como oportunidades de aprendizaje y

crecimiento personal, para así salir de ellos más fuertes y con más rapidez.
 TRES

ASUNTOS DEL CORAZÓN

En este segundo capítulo de “Un espíritu invencible”, Nick habla del amor a
través de la historia de cómo conoció a su ahora esposa, Kanae Miyahara. Relata que
en el año 2010 se encontraba en un original edificio de oficinas en McKinney, Texas,
un suburbio de Dallas, con motivo de una charla en la cual dice haber enfrentado
problemas de concentración después de haber intercambiado miradas con Kanae.

Vujicic cuenta que se comprometieron en julio de 2011, y se casaron en febrero

de 2012, en cuanto terminó de escribir “Un espíritu invencible”.

Hay muchas razones por las que quiere compartir su historia de cómo se
conocieron y enamoraron, la principal es que personas de todas las edades se
acercan con preguntas e historias que varían, pero siempre tienen un tema universal:
amar y ser amado.

Tal vez alguien en quien depositaste tu amor y tu confianza te decepcionó, o

quizás, incluso te traicionó. Una relación fallida no te hace indigno de amor, al
contrario, te demuestra que esa persona no era la adecuada para ti, ya que es posible
que lo hayas intentado y hayas perdido antes. Pero aquellas relaciones deben ser
consideradas como cursos preparatorios para la relación “de verdad”.

Nick relata que las escrituras dicen que de las tres virtudes teologales o dones
espirituales –fe, esperanza y caridad– “la más grande es la caridad”. Este don más
grande se puede experimentar plenamente con otra persona cuando se es física,
emocional y espiritualmente maduros.

Considera que lo más importante es no darse por vencido y poner la fe en

acción, rezar para que Dios le guíe y concentrarse en ser la mejor persona posible,
abrir el corazón a las posibilidades y oportunidades que se presenten.

Afirma que comprende que Dios quería que pasara por determinadas
experiencias, para que pudiera ver la increíble belleza y esplendor que existe, pero
también la pobreza más horrenda. Y, también, le permitió incluso tener relaciones
fallidas para que así pudiera apreciar por completo la idónea, le permitió sentir
decepciones para que pudiera apreciar realmente la plenitud del amor.
 Tal vez ahora sintamos el desamor y la soledad, pero considera que quizá, sólo
quizá, este momento es prueba de nuestra preparación para muchos años de
bendiciones.
 CUATRO

UNA VIDA DE PASIÓN Y PROPÓSITO

En este cuarto capítulo de “Un espíritu invencible”, Nick cuenta un pequeño

relato en el que sus padres de vislumbrar el porvenir e imaginarse qué clase de futuro
le esperaba; su padre, que era contador, le aconsejó que siguiera su profesión, ya que
tenía habilidad con los números y consideraba que podía contratar a un personal para
que sean sus brazos y piernas.

Con el transcurso del tiempo empezó a hablar cada vez más sobre su fe. El
evangelismo y la inspiración se transformaron en sus mayores pasiones. Hablar
acerca de su amor por Dios y de las bendiciones en su vida, incluyendo de sus
discapacidades y la fortaleza que le proporcionan, le permite servir a los demás, y le
ha dado un propósito a su vida que, según cree, Dios creó para él.

Sabremos que hemos encontrado una pasión cuando nuestro talento,

conocimiento, energía, enfoque y dedicación se unifican de tal manera que nos
entusiasmamos como un niño con su juguete favorito. Trabajo y placer se
transformarán en una misma cosa. Sentiremos como si tuviéramos oportunidades
ilimitadas ante nosotros. Lo que hagamos se convertirá en parte de quiénes somos, y
las gratificaciones que lleguen a nosotros serán mucho menos satisfactorias que las
que recibirán otras personas por mediación nuestra.

Nuestra pasión nos guía a nuestro propósito, y ambos se activan cuando

tenemos fe en nuestros dones, y los compartimos con el mundo.

Estamos hechos a la medida de nuestro propósito, tal y como Nick Vujicic está
hecho para el suyo.

Cada parte de nosotros –desde nuestras fortalezas mentales, físicas y

espirituales a nuestro caudal único de talento y experiencias– se ha creado para
complementar ese don.

Se debe poner la fe en acción siguiendo los dictados de lo que le apasiona,

definiendo el propósito, y edificando la vida en tomo al desarrollo y uso de los dones
en su máximo potencial.
 CINCO

CUERPO DÉBIL, ESPÍRITU FUERTE

En este quinto capítulo de “Un espíritu invencible

”, Nick Vujicic empieza con un relato de una mujer llamada Rachel Willisson, de
Cranbrook, Columbia Británica, que perdió a su suegra, su abuela, su padre y su perro
en un solo año. El único acontecimiento positivo de ese tiempo fue el embarazo de su
segundo hijo, una bendición, pues ella y su hijo Craig lo concibieron con relativa
facilidad después de haber intentado durante años tener a su primer hijo. Pero a sólo
dos meses de la muerte de su padre, en noviembre de 2007, a partir de una ecografía
les informaron a Rachel y a su esposo de que habían detectado algo fuera de lo
normal en el feto de veintiún semanas.

Consultaron con un radiólogo y luego de varias pruebas más, el especialista le

comunicó a la pareja que aparentemente la bebé no tenía brazos, y sus piernas se
veían más cortas de lo que deberían ser en esa etapa de gestación.

Los pensamientos terribles y negativos que la invadieron en principio fueron

reemplazados gradualmente por ideas más positivas y esperanzadoras.

Rachel, Craig, Georgia, la hija mayor de la pareja, y Brooke, el bebé,

conocieron a Nick dos años después del nacimiento. Rachel le contó cómo, al principio
estuvo abrumada por la noticia y luego la fue asimilando con más calma y confiada por
los vídeos de Vujicic.

Craig, el padre de Brooke, en vez de enojarse o sentir amargura por la falta de

extremidades de su hija y otros retos difíciles que han afectado las finanzas familiares,
Craig Willisson se acercó a Dios mucho más que antes.

El parto de Brooke fue difícil porque la madre sufrió una hemorragia al nacer la
niña.

Nick Vujicic cuenta que sigue en contacto con Brooke y sus padres, y lo que
siempre le sorprende de ellos es lo alegres que son.
 SEIS

GANAR LAS BATLLAS INTERNAS

En este sexto capítulo de “Un espíritu invencible”, Vujicic relata la siguiente historia:

Terri tenía veintiún años cuando escribió a su sitio web Life Without Limbs acerca de
su tortuoso peregrinaje de auto agresión. Había desarrollado una adicción a la
excitación que sentía cuando se cortaba a sí misma. Su apetito por esa sensación
había llegado a tal límite que se había desgarrado de arterias y tendones, poniendo en
riesgo su vida.

En sus viajes había escuchado historias similares, que considera muy preocupantes.
Los expertos en salud mental afirman que, generalmente, quienes se lesionan a sí
mismos mediante cortes o magulladuras no tratan de quitarse la vida, pero sí corren
grandes peligros. Es una estrategia de hacerle frente a los conflictos, pero es como
ponerle una curita a una arteria cercenada.

Cortarse a sí mismo no cura ni arregla el problema real. Usualmente quienes practican

la autoagresión buscan alivio en su desasosiego a un intenso dolor emocional, y creen
que no tienen otra escapatoria.

Cada cual tiene sus propias cargas, sabe lo que es perder la esperanza. Incluso
ahora, cuando ve en retrospectiva su propio intento de suicidio puede comprender
cómo pensaba el abatido chico que fue en ese tiempo.

Pero el problema no era la falta de extremidades, lo que provocó su desesperación fue

la falta de fe y esperanza.
ANEXOS