Cuentos en Kaqchikel
Cuentos en Kaqchikel
Cuentos en Kaqchikel
El conejo y el sapo
Había una vez un conejo que siempre tomaba agua en un arrollo, corre y corre sin darse
cuenta que esta pasado en cima de un sapo, el sapo le pregunto que estas haciendo en cima
de mi o ya no miras dijo el sapo al conejo. Responde el conejo que no te vi para nada, hasta
ahora me pagas dijo el sapo.
Ahora hay que terminar esa agua, Bueno empiezo a tomar esa agua, después corremos
contigo.
Empezaran con una competencia quien de los dos termina de tomar el agua y es el ganador,
así dijo el sapo al conejo responde esta bien, al sapo se le ocurrió busca una compañía para
que ayudara a tomar el aguan así terminan mas rápido y se fue el sapo a buscar otro sapo por
si al caso no puedo. Llego con el otro sapo le dijo que porfavor me ayuda a tomar el agua
por que el y con el conejo ya lo decidieron realizar esta competencia, la compania dijo lo
ayudaran que no se preocupara.
RI UMUL RI K’IN RI Q’UMAR
Jun q’ij k’o’ jun umul tzu’yul chuchi ya’, xa pun jun q’umar ri k’in xu k’utuj chara’ ri umul
atix na’an yit ri owe’ ncha’ ri q’umar. – ri umul su ij yin tajin nkunuxlan owe’ ncha ri umul,
ri q’umar un’ij yin k’o’ nimuk chuwa’ ri umul un’ij nuy’a Hawai ki ri xub’ix cha ri q’umar.
Ri umul xu’ij cha ri q’umar ta’ tzu’ ri ya’ tachapa’ ruqumik ri ya’ k’o’ jun nawil chupan ri
ya’ ja’e’ ncha ri q’umar xutaj ri ya’ manurijta ri jun k’o chupan ri ya’, xikos ri q’umar chupan
ri ya’ xa re tal ri ik’ ko chupan. ri q’umar chu’ij cha’ ri umul kinato’ ri yit kiri nqa taj le k’o
chupan janina’ ki’ la’.
ri umul xalmaj al chuwach ri qumar xarumay ntajin cha. ri q’umar yanina’ xkataj ri yowal
cha’ ri umul, un’ij xtinuwil ri umul nkamsaj ncha’ ri q’umar.
Roma k’a ri’, man tiqab’an ri itzel. Kan jantape’ tiqab’ana’ k’a ri ütz. Ro
ma ri
Ajaw man nirajo’ ta chi niqab’an itzel chi re chik jun qachib’il pa tijob’ä
l. Man nirajo’ ta chi niqab’an itzel chi re
qachaq’, chuqa’ chi re ri qanimal. Chuqa’ chi re
chik jun winäq. Xa kan jantape’ k’a tiqato’ qi’.
La Muñeca Enterrada
Hubo una vez un hogar con una niña y un niño, y sucedió que estos hermanitos, un día
pelearon por un juguete. Pero el varoncito juró vengarse de la hermana, por lo que le había
hecho.
El día de la venganza había legado; el niño tomó la muñeca de su hermana y pensó luego:
para que mi hermana ya nunca encuentre a su muñeca la enterraré. Y así lo hizo. Cavó un
hoyo y dejó enterrada a la muñeca.
La hermana de este niño adoraba a aquella muñeca, por que busca con afán. Así también la
mamá; pero todas estas grandes búsquedas no daban con el paradero de la muñeca. Y pasaron
los días.
Un día la mamá de estos niños fue al huerto y vio que ahí había una parte que estaba bien
verde y se acercó para ver, comprobó que era milpa. Lo extraño era, que la parte donde
estaba la milpa bien verde tenía la forma de una muñeca. Luego, ella llamó al niño y le
mostró aquello y le preguntó: ¿has hecho esto?, pero el niño no contestó palabra alguna. Por
lo que según él era un secreto, ahora su mamá lo sabía bien. La milpa tenía la forma de la
muñeca, porque la muñeca estaba rellena de maíz.
Este relato nos enseña que nada podemos esconder delante de Dios. No hagamos lo malo,
sino al contrario, hagamos el bien. Por eso tú, niño, no hagas lo malo a tus compañeros en
la escuela, porque eso es
lo que Dios quiere. Tampoco hagamos lo malo a nuestros hermanos y a las hermanas, sino
amémonos los unos a los otros.
Toq xapon chi rachoch, xutzijoj chi re’ ri rute’ ri xuk’ulwachij pa b’ey. Ri
rute’ xchapon chi re’ roma rayon ok xel el pa taq q’ayis chukanoxik ruway.
K’a ri’ xretamaj ri ti imül chi man ütz ta itzel nuna’ chi ke’ ri rach’alal, x
a k’atzinel richin junan nikitij ri kiway, chuqa’ ruk’amon chi nunimaj rutzij
ri rute’.
Xk’is.
El Conejo Haragán
Hace años, una mamá coneja tenía tres hijos, ella tenía su nido debajo los pajonales. El hijo
mayor no le gustaba trabajar, todos los días se mantenía durmiendo. El segundo hijo, solo
jugaba, corría y brincaba, por eso rápido le daba hambre. El tercer hijo, era muy trabajador
y escuchaba consejos, por eso la mamá lo apreciaba mucho. La mamá coneja le dijo al
primer hijo:
- Ahora busca sacate para comer en la cena. Muy enojado se fue en
busca de las yerbas, dentro de sí dijo: si encuentro algo
- esconderé la mitad para que me lo como en la tarde – así pensó el primer hijo. Solo
encontró un manojo, dentro de los matorrales escondió la mitad para poder comerlo por la
tarde. Al regresar a casa le dijo a su madre:
- Solamente esto conseguí. La mamá coneja dijo: ya viniste hijo, recibió las yerbas y las
preparó para servirlo a los demás hijos. Todos los días la mamá coneja enviaba a uno de sus
hijos para buscar yerbas. A la hora de la comida se reunían alrededor del fuego y la madre
repartía a cada uno la ración correspondiente. El hijo mayor era un poco maligno entre sus
demás hermanos, porque solo quería comer y no le gustaba trabajar.
Por la tarde el hijo mayor fue en busca de las yerbas que escondió. Al llegar al lugar
indicado, no encontró la comida que había escondido. Se enojó demasiado y decidió
regresar a casa. En el camino encontró a dos perros, quienes inmediatamente lo persiguieron
para comérselo. El conejo malo corrió como el viento hasta llegar a su casa. Contó a su
madre lo sucedido en el camino. La mamá coneja reprendió al hijo rebelde por haber salido
sin el permiso correspondiente a buscar la comida que había escondido entre los
matorrales. Esta experiencia le sirvió para reflexionar que no es bueno ser malo con los
demás miembros de la familia. Es necesario compartir la comida la comida con la familia y
respetar a la madre.
INTRODUCCION
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