Matematicas
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Agradecimientos
A la Dirección General de Investigación y Desarrollo Pedagógico del MEN que junto con
sus asesores y equipos de trabajo orientaron, acompañaron y apoyaron el proceso de
elaboración, discusión y publicación de este material, un merecido reconocimiento porque
su gestión pedagógica y administrativa ha sido definitiva para la consecución de la meta
de presentar unos lineamientos a los educadores colombianos.
Para que esto sea así entre nosotros es urgente animar todos nuestros empeños con una
visión nueva del desarrollo y por consiguiente de la educación. Con una visión del
desarrollo humano sostenible como visión articuladora y totalizante de las relaciones del
hombre con sus semejantes y con su medio, que hace perdurable el progreso para
nosotros y para las generaciones futuras, que desarrolla la capacidad humana del trabajo
como una potencialidad abierta y coordinada con el flujo de todas las formas de vida
como sistema.
Una visión nueva de la educación capaz de hacer realidad las posibilidades intelectuales,
espirituales, afectivas, éticas y estéticas de los colombianos, que garantice el progreso de
su condición humana, que promueva un nuevo tipo de hombre consciente y capaz de
ejercer el derecho al desarrollo justo y equitativo, que interactúe en convivencia con sus
semejantes y con el mundo y que participe activamente en la preservación de los
recursos. En este contexto, el Ministerio de Educación Nacional entrega a los educadores
y a las comunidades educativas del país la serie de documentos titulada "Lineamientos
Curriculares", en cumplimiento del artículo 78 de la Ley 115 de 1994.
Los lineamientos constituyen puntos de apoyo y de orientación general frente al
postulado de la Ley que nos invita a entender el currículo como "...un conjunto de criterios,
planes de estudio, programas, metodologías y procesos que contribuyen a la formación
integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local..." (artículo
76).
Los lineamientos que han de generar procesos de reflexión, análisis crítico y ajustes
progresivos por parte de los maestros, las comunidades educativas y los investigadores
educativos, hacen posible iniciar un cambio profundo hacia nuevas realidades en donde
las "utopías" y la imaginación de nuevos modelos de sociedad estimulen entre nosotros
un hombre nuevo con una actitud mental nueva, consciente de que no hay realidades por
imitar sino futuros por construir, y en el cual las mejores condiciones de vida que se vayan
alcanzando exigirán no tanto tener más sino ser más, pues ésta es la verdadera condición
del progreso humano.
Las respuestas de los docentes y de los consejos académicos pueden tener un énfasis
hacia lo local, hacia lo singular del municipio o de la población que atienden. Las
respuestas de las secretarías de educación y del Ministerio tienen que combinar la
atención a la diversidad con los aportes a la construcción de la identidad nacional. A las
autoridades les corresponde velar porque los currículos particulares traten en forma
adecuada la tensión entre lo local y lo global; que las comunidades sean competentes
para asumir autónomamente sus procesos educativos sin perder de vista que su
municipio y su escuela, con todas sus particularidades, están situados en un país y en un
mundo interconectado e interdependiente.
Con los lineamientos se pretende atender esa necesidad de orientaciones y criterios
nacionales sobre los currículos, sobre la función de las áreas y sobre nuevos enfoques
para comprenderlas y enseñarlas.
El papel que cumplen las áreas y las disciplinas en los currículos de la educación básica y
media, varía según las épocas y las culturas. A los educadores especialistas corresponde
elaborar y asumir los programas curriculares como transitorios, como hipótesis de trabajo
que evolucionan a medida que la práctica señala aspectos que se deben modificar,
resignificar, suprimir o incluir.
También cambian los procedimientos que el Ministerio de Educación emplea para orientar
el desarrollo pedagógico del país. Abandona el rol de diseñador de un currículo nacional
para asumir el de orientador y facilitador de ambientes de participación en los cuales las
comunidades educativas despliegan su creatividad y ejercen la autonomía como
condición necesaria para que haya un compromiso personal e institucional con lo que se
hace y se vive en las aulas.
Presentación
Como parte de este proceso, en diciembre de 1996 se realizó un Encuentro Nacional con
Docentes e Investigadores en Educación Matemática para discutir y poner en común las
ideas básicas de los lineamientos y conformar un equipo de apoyo al MEN para la
formulación de éstos y para la realización de actividades relacionadas con el impulso de la
educación matemática en el país. En el evento participaron un grupo representativo de
educadores matemáticos del país, conformado por 72 maestros de primaria y secundaria,
tanto del sector oficial como del privado; docentes investigadores; representantes de
facultades de educación y asociaciones de educadores; coordinadores de
especializaciones en educación matemática de diferentes universidades; profesores de
escuelas normales; profesionales de algunos centros experimentales piloto y de algunas
secretarías de educación.
Nuestro reconocimiento a los doctores Carlo Federici C. y Carlos E. Vasco U. quienes con
su visión prospectiva han venido mostrando rutas para el avance de la educación
matemática en el país.
A la doctora Martha Vargas de Avella, nuestra gratitud por el entusiasmo, interés y apoyo
que le brindó al grupo durante el proceso de iniciación, concertación y desarrollo de este
trabajo.
Consideramos que este documento abre el debate a nivel nacional y es de esperar que a
partir de su estudio se generen sugerencias y aportes que permitan ir acercándonos cada
vez más a una propuesta que responda a las condiciones, aspiraciones, necesidades e
intereses de los educadores matemáticos, de los educandos y de nuestra realidad.
Durante las décadas de los años cuarenta y cincuenta se había desarrollado una ingente
labor de sistematización de las matemáticas a través del lenguaje de la teoría de
conjuntos y de la lógica matemática, liderada por el grupo que escribía con el seudónimo
de “Nicolás Bourbaki”. Esta reestructuración bourbakista de las matemáticas sedujo a la
comunidad matemática por su elegancia arquitectónica y por la unificación del lenguaje,
hasta tal punto que se pensó abolir el plural “matemáticas” para hablar de una sola
“matemática”.
El lanzamiento del Sputnik por los soviéticos impulsó a los norteamericanos a iniciar una
renovación de la enseñanza de las ciencias y de las matemáticas en la educación
secundaria y media, para preparar los futuros científicos que alcanzaran a los soviéticos
en la carrera espacial. Numerosos programas experimentales de matemáticas fueron
desarrollados por grupos de expertos, quienes creyeron encontrar en la teoría de
conjuntos y la lógica matemática los medios más aptos para lograr que todos los niños
tuvieran fácil acceso a las matemáticas más avanzadas 1.
Surge así la llamada “nueva matemática” o “matemática moderna” o “new math” en los
años 60 y 70, que produjo una transformación de la enseñanza y cuyas principales
características fueron: énfasis en las estructuras abstractas; profundización en el rigor
lógico, lo cual condujo al énfasis en la fundamentación a través de la teoría de conjuntos y
en el cultivo del álgebra, donde el rigor se alcanza fácilmente; detrimento de la geometría
elemental y el pensamiento espacial; ausencia de actividades y problemas interesantes y
su sustitución por ejercicios muy cercanos a la mera tautología y reconocimiento de
nombres.
Para atender a esta reforma, en nuestro país se promulgó el decreto 1710 de 1963, que
establecía los programas para primaria, diseñados con el estilo de objetivos generales y
objetivos específicos conductuales, propios de la época, y en ese mismo estilo se diseñó
el decreto 080 de 1974 para los programas de secundaria.
Se inició entonces, en los años 70 y 80, el debate entre los partidarios de esta “nueva
matemática” y los que querían que se volviera a lo básico: las cuatro operaciones con
enteros, fraccionarios y decimales. Este movimiento Back to Basics tuvo muchos
defensores entre matemáticos calificados, maestros y padres de familia, quienes decían
que los niños aprendían muchas palabras raras, aprendían operaciones entre conjuntos y
símbolos lógicos y no podían hacer operaciones entre naturales ni fraccionarios. En
nuestro país se decía que a los niños les estaba dando “conjuntivitis”.
Tradicionalmente, las reformas que ocurrían en nuestro país no iban más allá de algunas
adiciones, algunas supresiones y de la reorganización de los contenidos.
En 1975, la administración López Michelsen inició una reforma escolar amplia, que se
llamó Mejoramiento Cualitativo de la Educación, en la cual se propuso la renovación de
programas, la capacitación del magisterio y la disponibilidad de medios educativos, como
estrategias para mejorar la calidad de la educación. Para llevar a cabo tal propósito, en
1976 se creó en el Ministerio de Educación la Dirección General de Capacitación y
Perfeccionamiento Docente, Currículo y Medios Educativos, la cual diseñó y experimentó
en algunas escuelas del país un currículo para los grados primero a tercero.
Para la preparación de sus clases, el marco teórico del programa de matemáticas propuso
al maestro enfocar los diversos aspectos de las matemáticas como sistemas y no como
conjuntos. Esto se llamó “enfoque de sistemas” 2 y propuso acercarse a las distintas
regiones de las matemáticas, los números, la geometría, las medidas, los datos
estadísticos, la misma lógica y los conjuntos desde una perspectiva sistémica que los
comprendiera como totalidades estructuradas, con sus elementos, sus operaciones y sus
relaciones.
La Renovación Curricular, como proyecto de largo aliento, con casi veinte años de diseño,
experimentación, revisión y de aplicación gradual, ha sido uno de los programas a largo
plazo del Ministerio de Educación. Este programa marcó una etapa de concreción de una
propuesta curricular fruto de una búsqueda que se entregó al país no para copiarla y
seguirla al pie de la letra, sino para ver formas de trabajar unidades didácticas de manera
activa, que permitieran avanzar en la conceptualización y la fundamentación de las
propuestas pedagógicas.
El análisis de la Ley General de Educación, Ley 115 de 1994, permite identificar los
desarrollos pedagógicos obtenidos en los decenios anteriores, que fueron asumidos en
las políticas educativas actuales. En particular, el Enfoque de Sistemas que se adoptó
para el área de matemáticas en la Renovación Curricular se retoma en los artículos 21 y
22 de la mencionada Ley.
Los Lineamientos Curriculares para el área de Matemáticas aquí propuestos toman como
punto de partida los avances logrados en la Renovación Curricular, uno de los cuales es
la socialización de un diálogo acerca del Enfoque de Sistemas y el papel que juega su
conocimiento en la didáctica.
Otro antecedente que ha abierto nuevas posibilidades para pensar los currículos es el
surgimiento de organizaciones nacionales e internacionales cuyo propósito es estudiar las
características que debe reunir la educación matemática para que cumpla los diversos
propósitos que la sociedad espera de ella. Propósitos que van desde el desarrollo de
competencias básicas para realizar ejercicios cotidianos de cuentas, hasta el cultivo de
las capacidades cognitivas y metacognitivas que puedan ser empleadas en la educación
superior y que hagan progresar la ciencia y la tecnología.
El cronograma del TIMSS planteó el análisis curricular que se concluyó en 1994 con un
análisis completo y a fondo de las guías curriculares, textos de estudio y opiniones de
expertos, que permitan identificar muy bien las características del currículo oficial, o al
menos se conozcan bien sus buenas intenciones. En este aspecto la propuesta curricular
de Colombia está a la altura de los demás países e intercepta en más de un 75-80% el
Currículo Internacional en Ciencias Matemáticas.
Los documentos publicados sobre el TIMSS contienen información valiosa para Colombia
en relación con el currículo y con los factores que favorecen o dificultan los logros de los
estudiantes.
Tal vez nunca había contado el país con una información similar en la cual hay estudios
nacionales que simultáneamente con estudios internacionales pueden orientar el currículo
de matemáticas de la educación formal.
Finalmente, desde hace unos veinte años se han venido creando y desarrollando
sociedades de matemáticas, una Sociedad Colombiana de Matemáticas y diversas
sociedades departamentales que entre sus propósitos incluyen el de ofrecer espacios de
estudio y debate de diversos aspectos curriculares como contenidos, metodologías,
evaluación y formación de educadores.
Son muchos los educadores colombianos que han ampliado su formación y enriquecido
su visión de la educación acerca de las ciencias matemáticas. En ellos tiene el país un
grupo de apoyo importante para lograr la transformación del currículo de esta área del
conocimiento.
__________
1. Carlos E. Vasco, “El enfoque de sistemas en el nuevo programa de Matemáticas”, en: MEN: Un nuevo
enfoque para la didáctica de las matemáticas, vol. II, serie Pedagogía y Currículo, 1987, pág. 10.
2. Para ampliar la visión del Enfoque de Sistemas puede consultarse el “Marco general de la propuesta de
renovación curricular de matemáticas” incluida en el Programa de 9° grado, y diversos artículos escritos por el
doctor Carlos Vasco, que fueron compilados en “Un nuevo enfoque para la didáctica de las matemáticas”, vol.
I y II, de la serie Pedagogía y Currículo del MEN.
2. Referentes Curriculares
El trabajo y la discusión sobre estas respuestas pueden dar referentes para tomar
decisiones relacionados con la elaboración, el desarrollo y la evaluación del currículo.
En las siguientes secciones intentamos dar algunas pautas para propiciar y enriquecer
esa reflexión entre los docentes.
2. Referentes Curriculares
2.1 Una reflexión sobre diferentes concepciones acerca de la naturaleza de las
matemáticas y sus implicaciones didácticas
Antes de abordar esta reflexión nos parece pertinente hacer referencia a una exploración
realizada con cerca de 100 docentes de diferentes niveles de la enseñanza básica y con
algunos estudiantes del programa de Especialización en docencia de las matemáticas,
acerca de sus concepciones sobre la naturaleza de las matemáticas y la naturaleza del
conocimiento matemático escolar con el objeto de contrastar dichas concepciones con las
planteadas en literatura especializada, así como con las percibidas por nosotros a lo largo
de nuestra experiencia.
Con respecto a las matemáticas, algunos docentes encuestados las asumen como un
cuerpo estático y unificado de conocimientos, otros las conciben como un conjunto de
estructuras interconectadas, otros simplemente como un conjunto de reglas, hechos y
herramientas; hay quienes las describen como la ciencia de los números y las
demostraciones.
a) El Platonismo
Éste considera las matemáticas como un sistema de verdades que han existido desde
siempre e independientemente del hombre. La tarea del matemático es descubrir esas
verdades matemáticas, ya que en cierto sentido está “sometido” a ellas y las tiene que
obedecer. Por ejemplo, si construimos un triángulo de catetos c, d y de hipotenusa h,
entonces irremediablemente encontraremos que: h2 = c2 + d2.
El Platonismo reconoce que las figuras geométricas, las operaciones y las relaciones
aritméticas nos resultan en alguna forma misteriosas; que tienen propiedades que
descubrimos sólo a costa de un gran esfuerzo; que tienen otras que nos esforzamos por
descubrir pero no lo conseguimos, y que existen otras que ni siquiera sospechamos, ya
que las matemáticas trascienden la mente humana, y existen fuera de ella como una
“realidad ideal” independiente de nuestra actividad creadora y de nuestros conocimientos
previos.
b) El Logicismo
Esta corriente de pensamiento considera que las matemáticas son una rama de la Lógica,
con vida propia, pero con el mismo origen y método, y que son parte de una disciplina
universal que regiría todas las formas de argumentación. Propone definir los conceptos
matemáticos mediante términos lógicos, y reducir los teoremas de las matemáticas, los
teoremas de la Lógica, mediante el empleo de deducciones lógicas.
Prueba de lo anterior es la afirmación de que “La Lógica matemática es una ciencia que
es anterior a las demás, y que contiene las ideas y los principios en que se basan todas
las ciencias” (DOU, 1970: 59), atribuida a Kurt Gödel (1906) y que coincide, en gran
medida, con el pensamiento aristotélico y con el de la escolástica medieval. Claro que hay
que tener en cuenta que para los antiguos, la Lógica era más un arte que una ciencia: un
arte que cultiva la manera de operar válidamente con conceptos y proposiciones; un juego
de preguntas y respuestas; un pasatiempo intelectual que se realizaba en la Academia de
Platón y en el Liceo de Aristóteles, en el que los contendientes se enfrentaban entre sí
mientras el público aplaudía los ataques y las respuestas.
Frege hizo grandes aportes a lo que hoy conocemos como Lógica matemática: cálculo
proposicional, reglas para el empleo de los cuantificadores universales y existenciales, y
el análisis lógico del método de prueba de inducción matemática.
El Logicismo, lo mismo que otras teorías sobre fundamentos de las matemáticas, tiene
que afrontar el delicado reto de evitar caer en las paradojas, sin que haya conseguido una
solución plenamente satisfactoria, después de un siglo de discusiones y propuestas
alternativas. Entre los problemas que reaparecen en la discusión sobre filosofía de las
matemáticas, está el de la logificación o aritmetización del continuo de los números
reales: ¿Se puede entender lo continuo (los reales) a partir de lo discreto (aritmética de
los naturales)?
¿Cuál es, como docentes o como estudiantes, nuestra posición frente a esta forma de
concebir las matemáticas y la Lógica?
c) El Formalismo
Esta corriente reconoce que las matemáticas son una creación de la mente humana y
considera que consisten solamente en axiomas, definiciones y teoremas como
expresiones formales que se ensamblan a partir de símbolos, que son manipulados o
combinados de acuerdo con ciertas reglas o convenios preestablecidos. Para el formalista
las matemáticas comienzan con la inscripción de símbolos en el papel; la verdad de la
matemática formalista radica en la mente humana pero no en las construcciones que ella
realiza internamente, sino en la coherencia con las reglas del juego simbólico respectivo.
En la actividad matemática, una vez fijados los términos iniciales y sus relaciones básicas,
ya no se admite nada impreciso u oscuro; todo tiene que ser perfecto y bien definido. Las
demostraciones tienen que ser rigurosas, basadas únicamente en las reglas del juego
deductivo respectivo e independiente de las imágenes que asociemos con los términos y
las relaciones.
d) El Intuicionismo
Considera las matemáticas como el fruto de la elaboración que hace la mente a partir de
lo que percibe a través de los sentidos y también como el estudio de esas construcciones
mentales cuyo origen o comienzo puede identificarse con la construcción de los números
naturales.
El principio básico del Intuicionismo es que las matemáticas se pueden construir; que han
de partir de lo intuitivamente dado, de lo finito, y que sólo existe lo que en ellas haya sido
construido mentalmente con ayuda de la intuición.
e) El Constructivismo
Está muy relacionado con el Intuicionismo pues también considera que las matemáticas
son una creación de la mente humana, y que únicamente tienen existencia real aquellos
objetos matemáticos que pueden ser construidos por procedimientos finitos a partir de
objetos primitivos. Con las ideas constructivistas van muy bien algunos planteamientos de
Georg Cantor (1845-1918): “La esencia de las matemáticas es su libertad. Libertad para
construir, libertad para hacer hipótesis” (Davis, Hersh,1988: 290).
Tal vez resulte provechoso para docentes y estudiantes hacer una reflexión en torno a
este tema de la filosofía de las matemáticas, y en torno a preguntas como las formuladas.
Podría optarse por la realización de mesas redondas con todo el curso o varios cursos.
Una reunión previa de los profesores de matemáticas, y una serie de lecturas y
discusiones entre colegas, pueden ayudar a que esas mesas redondas sean más
fructíferas, más animadas y más productivas para el cambio de actitud de profesores y
alumnos hacia las matemáticas (MEN, 1991: 30 -32).
2. Referentes Curriculares
2.2 Elementos que inciden en una reconceptualización de la educación matemática
hoy
En la actualidad, el papel de la filosofía continúa siendo, desde luego, dar cuenta de la
naturaleza de las matemáticas, pero desde perspectivas mucho más amplias que las
planteadas por las escuelas filosóficas mencionadas, perspectivas que tienen en cuenta
tanto aspectos externos –la historia, la génesis y la práctica de las matemáticas–, como
aspectos internos, el ser (ontología) y el conocer (epistemología).
A continuación presentamos reflexiones sobre la filosofía de las matemáticas y de la
educación matemática.
Una primera aproximación desde esta perspectiva a lo que sería la naturaleza esencial de
las matemáticas podría plantear entonces que ésta tiene que ver con las abstracciones,
las demostraciones y las aplicaciones. Por ejemplo, cuando operamos con números, sin
preocuparnos por relacionarlos con objetos concretos, o cuando abordamos el concepto
de figura geométrica, dejando de lado todas las propiedades del objeto, excepto su forma
espacial y sus dimensiones, estamos reconociendo el carácter abstracto de las
matemáticas. Es de anotar que a diferencia de las abstracciones en otras disciplinas, los
niveles de abstracción en las matemáticas son crecientes llegando unos a constituirse en
fuentes de otros, de tal manera que las matemáticas avanzan en el campo de los
conceptos abstractos y de sus interrelaciones.
Para enriquecer los debates, desde la perspectiva actual, presentamos algunas ideas del
didácta francés Guy Brousseau relacionadas con el saber matemático y la transposición
didáctica 3, el trabajo del matemático, el trabajo del profesor, y el trabajo del alumno,
todas ellas objeto de estudios de la didáctica de las matemáticas y por consiguiente en la
Educación Matemática.
Es preciso también suprimir todas las reflexiones inútiles, la huella de los errores
cometidos y de los procederes erráticos. Hay que ocultar las razones que han llevado en
esta dirección y las condiciones personales que han conducido al éxito, problematizar
hábilmente las notas, aun aquellas un poco banales, pero evitar las trivialidades... Hay
también que buscar la teoría más general en la que los resultados siguen siendo
valederos... De esta manera, el productor del conocimiento despersonaliza,
descontextualiza y destemporaliza lo más posible sus resultados.
Ese trabajo es indispensable para que el lector pueda tomar conciencia de esos
resultados y convencerse de su validez sin seguir el mismo camino para su
descubrimiento, beneficiándose de las posibilidades que se le ofrecen para su utilización.
Entonces otros lectores transforman a su vez esos resultados, los reformulan, los aplican,
los generalizan, si son esas sus necesidades. Si llega el caso los destruyen, ya sea
identificándolos con conocimientos ya existentes, ya sea incluyéndolos en resultados más
importantes, o simplemente olvidándolos... y hasta mostrándolos falsos. De esta manera
la organización de los conocimientos depende, desde su origen, de las exigencias
impuestas a su autor para su comunicación. Ella no cesa de ser a continuación
modificada por los mismos motivos, hasta el punto de que su sentido cambia muy
profundamente: la transposición didáctica se desarrolla en gran parte en la comunidad
científica y se prosigue en los medios cultivados. Esta comunidad funciona sobre la base
de las relaciones que sostienen el interés y el compromiso, tanto personales como
contextuales de cuestiones matemáticas y la pérdida de este interés hacia la producción
de un texto del conocimiento tan objetivo como sea posible.
Para hacer posible semejante actividad, el profesor debe imaginar y proponer a los
alumnos situaciones que puedan vivir y en las que los conocimientos van a aparecer
como la solución óptima y descubrible en los problemas planteados.
El profesor debe pues simular en su clase una micro sociedad científica, si quiere que los
conocimientos sean medios económicos para plantear buenos problemas y para
solucionar debates, si quiere que los lenguajes sean medios de dominar situaciones de
formulación y que las demostraciones sean pruebas.
Pero debe también dar a los alumnos los medios para encontrar en esta historia particular
que les ha hecho vivir, lo que es el saber cultural y comunicable que ha querido
enseñarles. Los alumnos deben a su turno redescontextualizar y redespersonalizar su
saber con el fin de identificar su producción con el saber que se utiliza en la comunidad
científica y cultural de su época.
Claro está, se trata de una simulación que no es la <> actividad científica, así como el
conocimiento presentado de manera axiomática no es el <> conocimiento”. (Brousseau,
1986).
__________
3. Por transposición didáctica se designa, en sentido estricto, “el paso de un contenido de saber preciso a una
versión didáctica de este objeto de saber” (Chevallard,1985). Se puede recurrir al siguiente esquema para
ilustrar esta definición: saber disciplinar –saber objeto de enseñanza– saber en la escuela (citado por Jean
Portugais), en Didactique des mathematiques et formation des enseignants, París, Peter Lang, 1995.
2. Referentes Curriculares
2.3 Una nueva visión del conocimiento matemático en la escuela
En los últimos años, los nuevos planteamientos de la filosofía de las matemáticas, el
desarrollo de la educación matemática y los estudios sobre sociología del conocimiento,
entre otros factores, han originado cambios profundos en las concepciones acerca de las
matemáticas escolares. Ha sido importante en este cambio de concepción, el reconocer
que el conocimiento matemático, así como todas las formas de conocimiento, representa
las experiencias de personas que interactúan en entornos, culturas y períodos históricos
particulares y que, además, es en el sistema escolar donde tiene lugar gran parte de la
formación matemática de las nuevas generaciones y por ello la escuela debe promover
las condiciones para que ellas lleven a cabo la construcción de los conceptos
matemáticos mediante la elaboración de significados simbólicos compartidos.
El conocimiento matemático en la escuela es considerado hoy como una actividad social
que debe tener en cuenta los intereses y la afectividad del niño y del joven. Como toda
tarea social debe ofrecer respuestas a una multiplicidad de opciones e intereses que
permanentemente surgen y se entrecruzan en el mundo actual. Su valor principal está en
que organiza y da sentido a una serie de prácticas, a cuyo dominio hay que dedicar
esfuerzo individual y colectivo. La tarea del educador matemático conlleva entonces una
gran responsabilidad, puesto que las matemáticas son una herramienta intelectual
potente, cuyo dominio proporciona privilegios y ventajas intelectuales.
Estas reflexiones han dado lugar a que la comunidad de educadores matemáticos haya
ido decantando una nueva visión de las matemáticas escolares basada en:
Reconocer el impacto de las nuevas tecnologías tanto en los énfasis curriculares como en
sus aplicaciones.
Privilegiar como contexto del hacer matemático escolar las situaciones problemáticas.
Hacer matemáticas implica que uno se ocupe de problemas, pero a veces se olvida que
resolver un problema no es más que parte del trabajo; encontrar buenas preguntas es tan
importante como encontrarles soluciones.
Es de anotar además que dentro de esta misma perspectiva, los alumnos aportan su
propia cultura al aula de matemáticas y a su vez los matemáticos trabajan desde su
propia cultura, constituida esta última por su hacer y por los elementos que integran su
práctica. Hacer que tiene que ver por ejemplo, con la discusión al interior de esta
comunidad acerca de qué matemáticas y qué formas de demostración son consideradas
válidas, y elementos tales como el lenguaje, los problemas abiertos, sus formas de
argumentación y un conjunto de teorías que integran sus ideas sobre cómo se deben
llevar a la práctica las matemáticas.
En la década de los ochenta se empezó a reconocer a nivel mundial que el énfasis dado
en la matemática básica a lo estructural había sido exagerado y de consecuencias
negativas como se mencionó anteriomente. A raíz de esto se empezó a rescatar el valor
de lo empírico y de lo intuitivo en los procesos de construcción del conocimiento
matemático en la escuela. Esto ha llevado a involucrar significativamente la manipulación
y la experiencia con los objetos que sirven de apoyo a los procesos de construcción sin
restar importancia desde luego a la comprensión y a la reflexión, que posteriormente
deben conducir a la formalización rigurosa.
La didáctica que asume la matemática como un legado cultural inmodificable que debe
ser transmitido al estudiante, conlleva la concepción de que el profesor es un transmisor
del conocimiento y el estudiante un receptor pasivo que asimila dicho conocimiento, pero
la experiencia nos ha mostrado que el significado del mensaje enviado por el profesor no
es el mismo significado del que da cuenta el estudiante, bastaría con analizar por ejemplo
los niveles de logro en el área de matemáticas en general.
En cuanto a la medida se refiere, los énfasis están en comprender los atributos medibles
(longitud, área, capacidad, peso, etc.) y su carácter de invarianza, dar significado al patrón
y a la unidad de medida, y a los procesos mismos de medición; desarrollar el sentido de la
medida (que involucra la estimación) y las destrezas para medir, involucrar
significativamente aspectos geométricos como la semejanza en mediciones indirectas y
los aspectos aritméticos fundamentalmente en lo relacionado con la ampliación del
concepto de número. Es decir, el énfasis está en desarrollos del pensamiento métrico.
Las nuevas tecnologías amplían el campo de indagación sobre el cual actúan las
estructuras cognitivas que se tienen, enriquecen el currículo con las nuevas pragmáticas
asociadas y lo llevan a evolucionar.
Las nuevas tecnologías amplían el campo de indagación sobre el cual actúan las
estructuras cognitivas que se tienen, enriquecen el currículo con las nuevas pragmáticas
asociadas y lo llevan a evolucionar.
El uso efectivo de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación es un campo que
requiere investigación, desarrollo y formación de los docentes.
Por otra parte, hay acuerdos en que el principal objetivo de cualquier trabajo en
matemáticas es ayudar a las personas a dar sentido al mundo que les rodea y a
comprender los significados que otros construyen y cultivan. Mediante el aprendizaje de
las matemáticas los alumnos no sólo desarrollan su capacidad de pensamiento y de
reflexión lógica sino que, al mismo tiempo, adquieren un conjunto de instrumentos
poderosísimos para explorar la realidad, representarla, explicarla y predecirla; en suma,
para actuar en y para ella.
De acuerdo con esta visión global e integral del quehacer matemático, proponemos
considerar tres grandes aspectos para organizar el currículo en un todo armonioso:
Procesos generales que tienen que ver con el aprendizaje, tales como el razonamiento; la
resolución y planteamiento de problemas; la comunicación; la modelación y la
elaboración, comparación y ejercitación de procedimientos.
Conocimientos básicos que tienen que ver con procesos específicos que desarrollan el
pensamiento matemático y con sistemas propios de las matemáticas.
El contexto tiene que ver con los ambientes que rodean al estudiante y que le dan sentido
a las matemáticas que aprende. Variables como las condiciones sociales y culturales tanto
locales como internacionales, el tipo de interacciones, los intereses que se generan, las
creencias, así como las condiciones económicas del grupo social en el que se concreta el
acto educativo, deben tenerse en cuenta en el diseño y ejecución de experiencias
didácticas.
El diseño de una situación problemática debe ser tal que además de comprometer la
afectividad del estudiante, desencadene los procesos de aprendizaje esperados. La
situación problemática se convierte en un microambiente de aprendizaje que puede
provenir de la vida cotidiana, de las matemáticas y de las otras ciencias. Podría afirmarse
que la situación problemática resulta condicionada en mayor o menor medida por factores
constituyentes de cada contexto.
De la interpretación de las relaciones entre estos grandes aspectos pueden surgir varios
modelos, que como tales presentan limitaciones y posibilidades para estructurar el
currículo.
Considerar los procesos generales, los conocimientos básicos y el contexto como las
dimensiones de un cubo:
Cada cara del cubo se proyecta en su opuesta de tal manera que al observar el cubo
desde cualquiera de sus puntas se observan los tres aspectos para significar la presencia
de éstos en cualquier momento del acto educativo. Uno de los inconvenientes de este
modelo es la interpretación pasiva que se le pueda dar, sin atribuirle la interrelación y
dinámica de los tres aspectos. El hecho de presentar bajo un mismo aspecto los
diferentes tipos de pensamiento y los sistemas, podría interpretarse como si cada
pensamiento se desarrollara solamente a través del respectivo sistema desconociendo el
carácter transistémico de cada tipo de pensamiento.
Considerar los mismos aspectos como los tres ejes de un espacio tridimensional:
Dependiendo de cómo se representen las componentes en cada eje, como puntos o como
segmentos, se tendrán respectivamente puntos del espacio o pequeños cubos como
resultado de la interacción entre ellas. La dificultad radica en que se pueden obtener
muchas combinaciones de estas componentes y habría que referirse a cada una de ellas;
un solo cubito o un solo punto restringe la riqueza de la interacción entre los tres
aspectos.
Así por ejemplo, una situación problemática donde se trabaje con los números
fraccionarios no se puede restringir a un sólo proceso de aprendizaje como el
razonamiento, se involucran otros procesos que están estrechamente relacionados con la
actividad matemática, como los de modelación, comunicación, entre otros.
Un tercer modelo representa sobre los ejes del espacio tridimensional los procesos
generales, los tipos de pensamiento y los sistemas propios de las matemáticas. El
contexto es como el espacio que los envuelve y se representa con una esfera.
En este modelo el hecho de que los procesos específicos y los sistemas se hayan
representado en diferentes ejes no significa que no exista una correlación entre cada tipo
de pensamiento y cada sistema matemático. Por ejemplo, el pensamiento numérico,
además de estar presente en la compresión del sistema numérico, también está vinculado
a los sistemas métricos, sistemas de datos y en general a los demás sistemas.
Cualquier momento del proceso de enseñanza y aprendizaje debe ser visto como una
región de este sistema tridimensional en el cual siempre deben estar presentes las tres
dimensiones consideradas para que la intervención educativa sea completa y significativa.
El hecho de presentar bajo un mismo aspecto los diferentes tipos de pensamiento y los
sistemas, podría interpretarse como si cada pensamiento se desarrollara solamente a
través del respectivo sistema desconociendo el carácter transistémico de cada tipo de
pensamiento.
Otro modelo que también usa el sistema tridimensional considera como componentes los
procesos generales, los conocimientos básicos y las fases del proceso de enseñanza: una
enseñanza para el aprendizaje constructivo de las matemáticas escolares. El contexto, lo
mismo que en el tercer modelo, es envolvente.
Para una comprensión holística del trabajo del docente centraremos la atención en tres de
sus fases:
– Fase preactiva
– Fase interactiva
Para Llinares la fase preactiva es la preparación del “plan de actuación”, plan que puede
considerarse como el boceto que de su obra elabora un artista. Este boceto, en el caso de
la enseñanza de las matemáticas, debe tomar en consideración las decisiones acerca de
qué enseñar y cómo enseñarlo. Para ello se requiere:
Para asegurar la calidad del boceto es necesario, también, volver a reflexionar de manera
profunda sobre el conocimiento matemático con el fin de reinterpretarlo y hacerlo “apto”
para la enseñanza.
Teniendo en cuenta que los conocimientos matemáticos se dejan aprehender por medio
de sus representaciones, un momento bien importante de la fase preactiva, que debe ser
contemplado en el boceto, es la previsión de las formas de comunicación o de
representación facilitadoras del aprendizaje. De ahí la necesidad de resignificar la
importancia de la pregunta para que recupere el carácter desestabilizador y promotor de
conflicto en las concepciones de los estudiantes. Sin esta intención no puede garantizarse
el paso de las concepciones hacia el proceso de conceptualización.
El diseño de las situaciones problemáticas debe ser coherente con los logros de
aprendizaje propuestos en el Diseño Curricular de la institución. Conviene además prever
algunos indicadores de logros como hipótesis para observar la clase, lo mismo que
algunas estrategias para la solución de los problemas que se generan.
Esta fase se sistematiza a través de lo que hoy se conoce como “diseño de unidades
didácticas”.
Las interacciones entre el docente y los estudiantes, y las que se tejen entre éstos últimos
provocadas por la situación problemática, generan una negociación activa de significados
de las nociones matemáticas. En este proceso de negociación todos aprenden. El
docente modifica y enriquece los elementos presentes en el boceto con base en las
estrategias, en aprendizajes no previstos, en dificultades y errores de los estudiantes;
podría decirse que para él la experiencia de enseñar es al mismo tiempo la oportunidad
de aprender con los estudiantes. Los estudiantes en interacción con el docente y en
diálogos cooperativos entre ellos mismos, establecen conexiones entre lo que
previamente saben y lo nuevo. La pregunta correcta y oportuna es de vital importancia,
dado que las respuestas son reveladoras del nivel de comprensión y desarrollo de los
procesos y de las nociones matemáticas involucradas en ellas. En la discusión los
estudiantes aprenden a comunicar sus puntos de vista y a escuchar las argumentaciones
de los otros, validan formas de representación y construyen socialmente el conocimiento.
La fase posactiva es, según Llinares, de reflexión y nueva comprensión y tiene como
propósito aprender de la propia experiencia. Desde esta visión el docente construye
nuevo conocimiento con base en la reflexión acerca de sus concepciones y conocimientos
antes de actuar y la práctica realmente desarrollada. Este ejercicio de monitoreo aproxima
al docente a una nueva comprensión de los contenidos básicos desde la perspectiva de la
enseñanza y el aprendizaje, y conlleva la revisión y los acercamientos entre los resultados
y lo esperado.
Las aplicaciones y los problemas no se deben reservar para ser considerados solamente
después de que haya ocurrido el aprendizaje, sino que ellas pueden y deben utilizarse
como contexto dentro del cual tiene lugar el aprendizaje. El contexto tiene un papel
preponderante en todas las fases del aprendizaje y la enseñanza de las matemáticas, es
decir, no sólo en la fase de aplicación sino en la fase de exploración y en la de desarrollo,
donde los alumnos descubren o reinventan las matemáticas.
Esta visión exige que se creen situaciones problemáticas en las que los alumnos puedan
explorar problemas, plantear preguntas y reflexionar sobre modelos.
Miguel de Guzmán plantea que “la enseñanza a partir de situaciones problemáticas pone
el énfasis en los procesos de pensamiento, en los procesos de aprendizaje y toma los
contenidos matemáticos, cuyo valor no se debe en absoluto dejar a un lado, como campo
de operaciones privilegiado para la tarea de hacerse con formas de pensamiento eficaces.
– porque muchos de los hábitos que así se consolidan tienen un valor universal, no
limitado al mundo de las matemáticas;
Se puede ver la importancia de distintos tópicos de las matemáticas, como por ejemplo la
proporción y la pendiente de una línea y la manera como contribuyen a que los alumnos
entiendan cómo se emplean las matemáticas en la sociedad y en la vida cotidiana.
Se acerca a los estudiantes a la historia tanto de las matemáticas como de las demás
disciplinas e incrementa su interés por ésta.
Un buen contexto puede actuar como mediador entre el problema concreto y las
matemáticas abstractas. En el proceso de resolución, el problema se transformará en un
modelo que puede evolucionar desde un modelo de la situación a un modelo para todos
los problemas que se le asemejan desde el punto de vista matemático.
__________
5. Miguel de Guzmán, Enseñanza de las ciencias y de las matemáticas, Editorial Popular, Madrid, 1993, pág.
111.
6. Martín van Reeuwijk, “Las matemáticas en la vida cotidiana y la vida cotidiana en las matemáticas”, en:
UNO. Revista de didáctica de las matemáticas No. 12, Editorial Grao, Barcelona, 1997, págs.13-14.
En esta propuesta vamos a hablar del pensamiento numérico como un concepto más
general que sentido numérico, el cual incluye no sólo éste, sino el sentido operacional, las
habilidades y destrezas numéricas, las comparaciones, las estimaciones, los órdenes de
magnitud, etcétera.
En este sentido Mcintosh (1992) amplía este concepto y afirma que “el pensamiento
numérico se refiere a la comprensión general que tiene una persona sobre los números y
las operaciones junto con la habilidad y la inclinación a usar esta comprensión en formas
flexibles para hacer juicios matemáticos y para desarrollar estrategias útiles al manejar
números y operaciones”. Así se refleja una inclinación y una habilidad para usar números
y métodos cuantitativos como medios para comunicar, procesar e interpretar información,
y se crea la expectativa de que los números son útiles y de que las matemáticas tienen
una cierta regularidad.
Otras situaciones que involucran el desarrollo del pensamiento numérico hacen referencia
a la comprensión del significado de los números, a sus diferentes interpretaciones y
representaciones, a la utilización de su poder descriptivo, al reconocimiento del valor
(tamaño) absoluto y relativo de los números, a la apreciación del efecto de las distintas
operaciones, al desarrollo de puntos de referencia para considerar números. En general
estos puntos de referencia son valores que se derivan del contexto y evolucionan a través
de la experiencia escolar y extraescolar de los estudiantes. Otro indicador valioso del
pensamiento numérico es la utilización de las operaciones y de los números en la
formulación y resolución de problemas y la comprensión de la relación entre el contexto
del problema y el cálculo necesario, lo que da pistas para determinar si la solución debe
ser exacta o aproximada y también si los resultados a la luz de los datos del problema son
o no razonables.
En realidad toda la importancia que en este momento se está dando al desarrollo del
pensamiento numérico en la educación, es una reacción al énfasis tan grande que se le
ha dado a los algoritmos para efectuar cálculos, los cuales se tratan a veces de una forma
mecánica sin considerar la comprensión de los conceptos que los fundamentan.
Reconocer que $300 son $200 más $100 ó 3 monedas de 100, o reconocer a 30 minutos
como 1/2 hora, resultaría útil en ciertas situaciones.
A continuación proponemos tres aspectos básicos, sobre los cuales hay acuerdo, que
pueden ayudar a desarrollar el pensamiento numérico de los niños y de las niñas a través
del sistema de los números naturales y a orientar el trabajo en el aula:
Haremos una breve descripción de cada uno de ellos dando algunos ejemplos de
“competencias” o “comprensiones” que se espera que los alumnos muestren o utilicen.
Significados de los números: Los números tienen distintos significados para los niños de
acuerdo con el contexto en el que se emplean. En la vida real se utilizan de distintas
maneras, entre las cuales están las siguientes (Rico, 1987):
Para contar
Para medir
Para marcar una posición o como ordinal
Como secuencia verbal los números se utilizan en su orden habitual (uno, dos, tres, etc.),
sin hacer referencia a ningún objeto externo, a veces con el propósito de recitar la
secuencia o de cronometrar la duración de un juego o una carrera (por ejemplo diciendo
los números de 1 a 10), etc. Los niños aprenden rápidamente a contar números por
repetición de pautas verbales.
Cuando los números se usan para contar, cada uno se asocia a un elemento de un
conjunto de objetos discretos. Este contexto conlleva el correcto empleo de la
correspondencia biunívoca que a cada número asocia un objeto.
Los números se utilizan para medir cuando describen la cantidad de unidades de alguna
magnitud continua (como longitud, superficie, volumen, capacidad, peso, etc.), que se
supone dividida en múltiplos de la unidad correspondiente y que nos permite contestar a
la pregunta ¿cuántas unidades hay?
En los contextos de código, los números se utilizan para distinguir clases de elementos.
Son etiquetas que identifican cada una de las clases. El ejemplo más familiar para los
niños lo constituyen los números que llevan los jugadores de un equipo de fútbol. Los
números del 1 al 11 representan las posiciones teóricas en las que juegan: portero,
defensa lateral izquierdo, central, extremo izquierdo, etc. Otros ejemplos son los números
telefónicos, los indicativos para llamadas a larga distancia, las categorías socio-
profesionales, etcétera.
Para que los niños logren entender el significado de los números, además del uso
cotidiano, hay que darles la oportunidad de realizar experiencias en las que utilicen
materiales físicos y permitirles que expresen sus reflexiones sobre sus acciones y vayan
construyendo sus propios significados.
Acerca de cómo se logra esta integración son varias las estrategias didácticas desde las
cuales los investigadores en educación matemática hacen sus aportes a los docentes de
nivel preescolar; lo mejor es consultar dichas investigaciones y decidir desde el contexto y
la experiencia cuál sería la hipótesis de trabajo más adecuada.
La destreza de contar es uno de los indicadores de que los niños comprenden conceptos
numéricos, es esencial para la ordenación y comparación de números. Contar hacia
adelante, contar hacia atrás y contar a saltos son aspectos sucesivos que hay que tener
en cuenta en este proceso.
Por ejemplo, para hallar el tamaño de una colección como la siguiente se agrupan sus
objetos , se obtiene:
Esto nos permite escribir el número 32. El agrupamiento puede hacerse explícitamente
mediante material concreto o implícitamente mediante las palabras que designan los
números.
1. Agrupar por ejemplo lápices u otros objetos en bolsas de a diez y hablar de “decenas” y
de objetos “sueltos” o unidades. Además, colocar los materiales de tal manera que los
objetos “sueltos” queden a la derecha de los “grupos de a diez”.
2. Unir los objetos, no sólo agruparlos, por ejemplo ensartando pepitas en un hilo, o
utilizando bloques de construcción ensamblados en decenas.
5. Para representar las decenas y las unidades ahora se pueden utilizar objetos que sólo
se distingan por el color o la posición. Por ejemplo, colocar objetos idénticos de izquierda
a derecha, separados en columnas para representar “dieces” o “unos”, según la posición.
Ahora puede resultar fácil utilizar un ábaco o un modelo similar como pepitas colocadas
en surcos de cartón separados (puede ser por una línea), en donde cada surco
representa una “posición” en la representación del número.
Teniendo una base como ésta los alumnos pueden apreciar la importancia del valor
posicional cuando se utilizan los dígitos de 0 a 9 en vez de colocar pepitas o cuentas de
un ábaco.
Los aspectos básicos que según varios investigadores (por ejemplo, NCTM, 1989;
Dickson, 1991; Rico, 1987; Mcintosh, 1992) se pueden tener en cuenta para construir el
significado de las diferentes operaciones y que pueden dar pautas para orientar el
aprendizaje de cada operación, tienen que ver con:
En el proceso de aprendizaje de cada operación hay que partir de las distintas acciones y
transformaciones que se realizan en los diferentes contextos numéricos y diferenciar
aquellas que tienen rasgos comunes, que luego permitan ser consideradas bajo un mismo
concepto operatorio. Por ejemplo las acciones más comunes que dan lugar a conceptos
de adición y sustracción son agregar y desagregar, reunir y separar, acciones que se
trabajan simultáneamente con las ideas que dan lugar al concepto de número.
Al destacar los aspectos cuantitativos de las acciones, en donde el niño describe las
causas, etapas y efectos de una determinada acción, en una segunda etapa está
abstrayendo las diferentes relaciones y transformaciones que ocurren en los contextos
numéricos haciendo uso de diversos esquemas o ilustraciones con los cuales se está
dando un paso hacia la expresión de las operaciones a través de modelos.
Cada operación tiene sus propios modelos que ponen de manifiesto los contextos
generales del número y la peculiaridad de cada operación.
Los dos modelos concretos utilizados con más frecuencia para ilustrar el significado de las
operaciones de adición y sustracción según Dickson (1991) están basados en:
a) Objetos individuales
b) Longitudes continuas
Estas ilustraciones tienen relación y permiten ilustrar otros tipos de problemas que casi
nunca se proponen en el salón de clase.
Se han propuesto diversos tipos de problemas para la adición y la sustracción, entre los
cuales los más comunes son los siguientes:
Para la adición
Presentamos cinco ejemplos de problemas con una posible descripción, cada uno de los
cuales da un significado concreto para 3+2.
a) Unión. Parte - parte - todo
Juan tiene 3 carritos grandes y 2 carritos pequeños. ¿Cuántos carritos tiene en total?
b) Añadir o adjunción
c) Comparación
Juan tiene 3 carritos. María tiene 2 carritos más que Juan. ¿Cuántos carritos tiene María?
d) Sustracción complementaria
e) Sustracción vectorial
Esta mañana Juan perdió 2 carritos. Al medio día tenía 3 carritos más que al desayuno.
¿Cuántos carritos se encontró?
Para la sustracción
Se presentan algunos ejemplos que dan origen a la expresión 5-3.
a) Separación o quitar
b) Comparación - Diferencia
¿Qué diferencia hay entre el número de carritos que tiene María y el número de los que
tiene Juan?
d) Adjunción. Añadir
e) Añadir
Juan tenía algunos carritos. Ha comprado 3 más. Ahora tiene 5. ¿Cuántos tenía al
empezar?
f) Sustracción vectorial
Juan perdió hoy 5 carritos. Por la mañana perdió 3. ¿Cuántos perdió por la tarde?
Para la multiplicación
Problemas asociados a la expresión 3 x 4
a) Factor multiplicante
Juan tenía 3 carritos. María tenía 4 veces más.¿Cuántos carritos tenía María?
b) Adición repetida
Juan compró 3 carritos cada día durante 4 días. ¿Cuántos carritos tiene en total?
c) Razón
Cuatro niños tenían 3 carritos cada uno. ¿Cuántos carritos tenían en total?
d) Producto cartesiano
Factor
multiplicante
y razón
Producto
cartesiano
Para la división
Los dos tipos de problemas más usuales para la división son:
a) Repartir
Juan tenía 12 carritos. Quería colocarlos en 4 hileras iguales. ¿Cuántos debía colocar en
cada hilera?
Juan tenía 12 carritos. Quería colocarlos en hileras de 4.¿Cuántas hileras podía hacer?
Los significados que los niños captan más fácilmente son aquellos que tienen que ver con
una acción, como “añadir”, “quitar”, “repartir”, lo cual coincide con la idea de Piaget de que
las operaciones son acciones internalizadas.
Hay que tener en cuenta que la comprensión de las operaciones con números se va
desarrollando gradualmente y se va ampliando considerando una gama cada vez más
grande y abstracta de situaciones.
Para apreciar las propiedades es necesario que los niños sean capaces de considerar los
números como entidades existentes manipulables por derecho propio e independientes de
cualquier contexto particular.
Lo más importante en el trabajo con las propiedades no es que los alumnos las expresen
con símbolos o palabras, sino que sean capaces de manejar los números con solvencia al
resolver problemas de la vida real, y en especial, para efectuar operaciones con destreza
y eficacia, tanto en el cálculo mental como con calculadora.
Examinar los cambios en la respuesta a medida que el tamaño de los operandos varía.
Reflexionar sobre las interacciones entre las operaciones y los números estimula un alto
nivel de pensamiento numérico.
Ejemplo: para responder la pregunta ¿cuántas ruedas tienen 8 triciclos?, los estudiantes
pueden pensar y aplicar un procedimiento de conteo (contar de en una cada rueda), o
Cada una de estas soluciones refleja una forma ligeramente diferente de pensar sobre el
problema.
Por ejemplo, para hallar el cociente de 840 ÷ 8, se puede ver como 8 x ? = 840 más que
como un problema de división. Esto significa que se conoce la relación inversa que existe
entre la división y la multiplicación.
Ejemplo: multiplicar por 0.1 es equivalente a dividir por 10; y dividir por 0.1 es equivalente
a multiplicar por 10. Cuando un alumno comprende y descubre las relaciones que
conectan la multiplicación y la división, puede ampliar su rango de estrategias para
resolver problemas.
Los hallazgos que actualmente nos arrojan muchas investigaciones sobre los métodos
informales que utilizan los niños y los adultos para hacer sus cálculos y el uso cada vez
más amplio de las calculadoras de bolsillo, nos han permitido reflexionar sobre la
importancia de que los niños desarrollen otras destrezas de cálculo, además de los
algoritmos escritos formales, como son el cálculo mental, la aproximación, y la estimación
y utilización de las calculadoras en la resolución de problemas que impliquen números
muy grandes y cálculos complejos. De esta manera cada alumno podrá elaborar sus
propios algoritmos o métodos informales y estrategias, y utilizarlos de acuerdo con las
características de cada situación.
En relación con los algoritmos formales no vamos a extendernos, pues es uno de los
aspectos del currículo más trabajados por los docentes y por los investigadores en
nuestro país 9. Se ha insistido, entre otros aspectos, en que se debe hacer énfasis en la
comprensión de los conceptos subyacentes, en el uso de materiales físicos para crear
modelos de los procedimientos, en conectar ese trabajo con materiales con los pasos a
seguir en el algoritmo, en entender su utilidad en situaciones de la vida diaria y en
desarrollar patrones de pensamiento.
Los algoritmos informales constituyen una actividad mucho más importante que trabajar
solamente con un algoritmo particular. Lo esencial es la búsqueda de algoritmos válidos,
compararlos, modificar los ya existentes y saber cuándo aplicarlos.
Las investigaciones de Ginsburg (citado por Dickson, 1991) señalan que los niños poseen
una potente aritmética informal y que lo que comprenden y hacen a nivel intuitivo es
mucho más amplio y de mayor magnitud que lo que hacen en el nivel escrito y simbólico
del cálculo. Resaltan la potencia de los métodos de recuento de que se valen los niños,
como por ejemplo contar con los dedos, contar marcas, contar a partir de uno o contar a
partir del mayor de los números, y los considera la base para los métodos informales.
También dice que los niños no utilizan los algoritmos aprendidos en la escuela, sino que
más bien los integran en su propia estructura mental para inventar métodos basados en la
aritmética escrita y codificada y en parte en su enfoque característico.
Otros investigadores también citados por esta misma autora afirman que la capacidad de
los niños para crear sus propias estrategias antes de ingresar a la escuela, es muy
grande; que ellos disponen de un amplio repertorio de estrategias y se valen de ellas para
resolver distintos tipos de problemas. Así mismo investigadores ingleses descubrieron que
dentro de toda la gama de habilidades operatorias, los niños preferían emplear métodos
informales basados en la adición y en la sustracción para resolver problemas prácticos.
En esta línea, en nuestro país los trabajos realizados por Germán Mariño 10, nos
muestran algoritmos informales que utilizan los adultos no escolarizados de Corabastos
para hacer sus cuentas.
El cálculo mental y la estimación dan una gran oportunidad a los alumnos para hacer más
dinámicas las operaciones y para desarrollar ideas sobre relaciones numéricas. Concierne
estimularlos para que exploren e inventen estrategias alternativas para el cálculo mental.
La estimación es una actividad matemática muy poderosa para usar tanto en la resolución
de problemas como en la comprobación de lo razonable de los resultados. Incluye tomar
decisiones sobre si la respuesta del cálculo es razonable o no, si un número dado es
mayor o menor que la respuesta exacta, si la respuesta es mayor o menor que un número
dado como referencia y si una estimación está en el correcto orden de magnitud.
Aplicaciones de números y operaciones: resolver problemas del mundo real que requieran
razonar con números y aplicar operaciones implica tomar una serie de decisiones como:
decidir qué tipo de respuesta es apropiada (exacta o aproximada), decidir qué
herramienta de cálculo es eficiente y accesible (calculadora,cálculo mental, etc.), escoger
una estrategia , aplicarla, revisar los datos y resultados para verificar lo razonables que
son, y tal vez repetir el ciclo utilizando una estrategia alternativa.
El contexto del problema no sólo da pistas para las operaciones apropiadas sino para los
números que se usan en estas operaciones y si una solución exacta o aproximada es
apropiada.
Ejemplo: considerar la siguiente información:
Con relación a esta situación pueden surgir muchas preguntas diferentes y la forma como
se manejen esos números depende de la pregunta. Por ejemplo, si la pregunta es:
¿cuánto gastó Sonia en frutas?, se necesita dar un total para producir una respuesta
exacta y aplicar alguno de los diferentes métodos de cálculo (mental, escrito o
calculadora). De otro lado, supongamos que la pregunta es: ¿puede Sonia pagar estas
frutas con un billete de $10000? En este caso, se usa la estimación para decidir
rápidamente y con más seguridad que $10000 son suficientes para hacer el mercado.
Ser conscientes de que algunas estrategias o herramientas de cálculo son más eficientes
que otras (por lo menos algunas veces) es también un indicador de sentido numérico. Por
ejemplo, si se le pide a un estudiante de 2º grado que adicione 8+7, probablemente
descarte la estrategia de contar de uno en uno, escogiendo más bien recomponer
mentalmente el problema (como 7+7+1, basado en que dos sietes son 14, o como 8+2+5,
usando el conocimiento que 8+2=10).
Se ha observado que los niños o adultos con poco pensamiento numérico a menudo usan
métodos de cálculo más difíciles. Las razones para esto varían, pero con frecuencia
resultan de hábitos establecidos desde una larga mecanización de un método de cálculo
particular, falta de confianza en métodos alternativos de cálculo y falta de conocimiento de
tales alternativas.
Cuando se produce una solución, las personas con pensamiento numérico examinan su
respuesta a la luz del problema original (considerando los números incluidos lo mismo que
la pregunta pedida) para determinar si la respuesta “tiene sentido”. Esta reflexión
generalmente se hace en forma rápida y natural y llega a ser una parte integral del
proceso de resolución de problemas. Esta revisión metacognitiva del contexto del
problema podría involucrar una reflexión de las estrategias que se usaron, lo mismo que
una evaluación de la estrategia particular seleccionada, y finalmente una comprobación
para determinar si la respuesta que se produjo fue sensata o razonable.
8. Del Inner London Education Authority (ILEA) Abbey Wood Mathematics Centre.
9. Por ejemplo, puede verse la propuesta elaborada desde la Renovación Curricular para la construcción de
dichos algoritmos en los Programas Curriculares para la Educación Básica Primaria, los trabajos de Jorge
Castaño, y los de Orlando Mesa en “Camino a la aritmética” y “Criterios y estrategias para la enseñanza de las
matemáticas”.
10. Investigador del Grupo Dimensión Educativa, en “Cómo operan matemáticamente los adultos del sector
popular”.
Este proceso de construcción del espacio está condicionado e influenciado tanto por las
características cognitivas individuales como por la influencia del entorno físico, cultural,
social e histórico. Por tanto, el estudio de la geometría en la escuela debe favorecer estas
interacciones. Se trata de actuar y argumentar sobre el espacio ayudándose con modelos
y figuras, con palabras del lenguaje ordinario, con gestos y movimientos corporales.
Geometría activa
Para lograr este dominio del espacio se sugiere el enfoque de geometría activa que parte
de la actividad del alumno y su confrontación con el mundo. Se da prioridad a la actividad
sobre la contemplación pasiva de figuras y símbolos, a las operaciones sobre las
relaciones y elementos de los sistemas y a la importancia de las transformaciones en la
comprensión aun de aquellos conceptos que a primera vista parecen estáticos. Se trata
pues de ‘hacer cosas’, de moverse, dibujar, construir, producir y tomar de estos esquemas
operatorios el material para la conceptualización o representación interna. Esta
conceptualización va acompañada en un principio por gestos y palabras del lenguaje
ordinario, hasta que los conceptos estén incipientemente construidos a un nivel
suficientemente estable para que los alumnos mismos puedan proponer y evaluar
posibles definiciones y simbolismos formales.
Veamos la diferencia entre mostrar y hacer, entre observar y actuar, entre simbolizar y
conceptualizar en algunos ejemplos concretos.
Al pasar las manos por las caras o superficies de objetos, muebles y paredes se aprecia
más que con cualquier definición la diferencia entre cuerpos y superficies, y entre
superficies planas y curvas. La interrupción del movimiento prepara el concepto de
superficie como frontera de un cuerpo, y el movimiento de la mano prepara el concepto de
plano, el de región y el de área.
Al pasar el dedo por el borde común de dos superficies se aprecia la diferencia entre
superficie y línea y entre línea recta y curva, y se prepara el concepto de longitud y el de
prolongación de una línea en la misma dirección y sentido del movimiento del dedo. La
interrupción del movimiento prepara el concepto de línea como frontera de una superficie,
y el movimiento del dedo prepara el concepto de línea recta, el de segmento y el de
longitud.
Al terminar el recorrido de un borde que termina en punta, esa interrupción del movimiento
prepara el concepto de punto. Se sugiere la prioridad del cuerpo sobre la superficie, de
ésta sobre la línea y de ésta sobre el punto 11.
Ángulo: los niños de 1, 2“ ó 3“ grado han tenido la oportunidad de dar vueltas completas,
medias vueltas y cuartos de vueltas en sus juegos. Partiendo de esta experiencia, la
aproximación activa al ángulo de giro puede lograrse muy fácilmente al extender el brazo
y luego girarlo hasta detenerse en otra posición. Si se deja como señal de la posición
inicial un palo o una pita o una marca en la pared, y se barre un ángulo de giro con el
propio brazo y se mira la posición en que se detuvo, se puede llegar a una apreciación
cualitativa de mayor a menor amplitud o apertura del ángulo de giro. Después de
estabilizar la construcción de este concepto, se puede aceptar el ángulo pintado en el
cuaderno como la huella de un giro que ya pasó. Así el ángulo orientado aparece primero
que el ángulo sin orientación y se puede saber de qué ángulo se trata mientras se
recuerde el giro que lo trazó. El giro es activo y el ángulo está pintado estáticamente.
El modelo de Van Hiele es la propuesta que parece describir con bastante exactitud esta
evolución y que está adquiriendo cada vez mayor aceptación a nivel internacional en lo
que se refiere a geometría escolar.
Van Hiele propone cinco niveles de desarrollo del pensamiento geométrico que muestran
un modo de estructurar el aprendizaje de la geometría. Estos niveles son:
En este nivel, los objetos sobre los cuales los estudiantes razonan son clases de figuras
reconocidas visualmente como de “la misma forma”.
En este nivel los objetos sobre los cuales los estudiantes razonan son las clases de
figuras, piensan en términos de conjuntos de propiedades que asocian con esas figuras.
En este nivel, los objetos sobre los cuales razonan los estudiantes son las propiedades de
clases de figuras.
El Nivel 4. Es ya de razonamiento deductivo; en él se entiende el sentido de los axiomas,
las definiciones, los teoremas, pero aún no se hacen razonamientos abstractos, ni se
entiende suficientemente el significado del rigor de las demostraciones.
Las investigaciones de Van Hiele y de los psicólogos soviéticos muestran que el paso de
un nivel a otro no es automático y es independiente de la edad. Muchos adultos se
encuentran en un nivel 1 porque no han tenido oportunidad de enfrentarse con
experiencias que les ayuden a pasar al nivel 2.
Sin embargo, algunos estudios han mostrado que la población estudiantil media no
alcanza los dos últimos niveles, especialmente el del rigor, pues exige un nivel de
cualificación matemático elevado, y que no hay mucha diferencia entre estos dos niveles.
Parece que los estudiantes deben recorrer un largo trecho entre los tres primeros niveles
y los últimos de rigor y formalización, y que ese trecho no ha sido investigado
suficientemente para detectar a su vez la existencia de niveles intermedios.
Aunque estos niveles son una aproximación aceptable a las posibles etapas en las que
progresa el pensamiento geométrico, los docentes debemos ser críticos con respecto a
ellos, pues no parecen dirigidos a lo que parecen ser los logros más importantes del
estudio de la geometría: la exploración del espacio, el desarrollo de la imaginación
tridimensional, la formulación y discusión de conjeturas, jugar con los diseños y
teselaciones del plano y sus grupos de transformaciones. La propuesta de geometría
activa, que parte del juego con sistemas concretos, de la experiencia inmediata del
espacio y el movimiento, que lleva a la construcción de sistemas conceptuales para la
codificación y el dominio del espacio, y a la expresión externa de esos sistemas
conceptuales a través de múltiples sistemas simbólicos, no coincide con la descripción de
Van Hiele, más orientada a la didáctica clásica de la geometría euclidiana y al ejercicio de
las demostraciones en T o a doble columna.
Otro aspecto importante del pensamiento espacial es la exploración activa del espacio
tridimensional en la realidad externa y en la imaginación, y la representación de objetos
sólidos ubicados en el espacio.
Para comunicar y expresar la información espacial que se percibe al observar los objetos
tridimensionales es de gran utilidad el uso de representaciones planas de las formas y
relaciones tridimensionales. Hay distintos tipos de tales representaciones. Cada una es
importante para resaltar un aspecto, pero es necesario utilizar varias a la vez para
desarrollar y completar la percepción del espacio.
Los dibujos de vistas múltiples representan los objetos a través de una serie fragmentada
de vistas relacionadas” 13.
El dibujo en perspectiva se puede utilizar con mucho provecho para la educación estética,
y para el ejercicio de las proyecciones de objetos tridimensionales en la hoja de papel, y
de la hoja de papel al espacio. Para esto último se puede empezar por dibujar cubos y
cajas en perspectiva, de manera que unos oculten parcialmente a los otros, y luego tratar
de colocar cubos y cajas de cartón sobre una mesa de manera que se vean como en el
papel. Aun en el dibujo en perspectiva es difícil dibujar las elipses que representan las
distintas maneras como aparece un círculo desde distintos puntos de vista. Por eso puede
ser aconsejable limitar la perspectiva a figuras rectilíneas, a menos que los mismos
alumnos quieran explorar cómo se dibujan las tapas de las alcantarillas en las calles ya
dibujadas en perspectiva.
Las transformaciones
Esta propuesta intenta devolver la dinámica a los sistemas geométricos, con sus
operadores y transformaciones, que resultan de internalizar en forma de esquemas
activos en la imaginación, los movimientos, acciones y transformaciones que se ejecutan
físicamente. Esto quiere decir que una transformación no puede definirse, ni mucho
menos simbolizarse formalmente, antes de que los alumnos hayan hecho algunas
transformaciones externas, moviéndose ellos mismos y moviendo hojas, varillas y otros
objetos, deformándolos, rotándolos o deslizándolos unos sobre otros de manera física, de
tal manera que ya puedan imaginarse esos movimientos sin necesidad de mover o
transformar algo material, a lo más acompañando esta imaginación con movimientos del
cuerpo o de las manos” 14.
En los talleres con los maestros hemos comprobado la dificultad que tienen para distinguir
esos aspectos activos que los niños captan inmediatamente, y la resistencia que sienten
al ver que en realidad no se puede definir con palabras qué es traslación ni qué es
rotación. Definirlas por medio de las reflexiones es un engaño, pues tampoco se pueden
definir las reflexiones por medio de definiciones verbales.
12. Linda Dickson y otros, El aprendizaje de las matemáticas, Editorial Labor S.A., Madrid, 1991, pág. 48.
13. En la Unidad VI del Programa Curricular de 9° Grado de educación básica secundaria, publicado por el
MEN en 1991, se presenta una propuesta didáctica para desarrollar con los estudiantes la representación en
el plano del espacio tridimensional.
Algunos investigadores afirman que los niños no tienen conciencia de las sutilezas de la
noción de replicación de la unidad, es decir, la repetición de una única unidad de medida,
a partir de lo cual el hombre ha llegado al número y al recuento; y que de este hecho
nació la necesidad de patrones de medida fijos. Las experiencias de los niños con las
medidas comienzan normalmente con el número, y están a menudo restringidas a él, con
pocas posibilidades de explorar los principios en los cuales se apoya la medición.
Osborne afirma:
(...) en las escuelas actuales, gran parte de lo que se aprende sobre medición es de
naturaleza puramente incidental. Los conceptos de medida aparecen en situaciones cuyo
propósito es enseñar y aprender sobre el número. Se supone que la medida es intuitiva y
está lo suficientemente poseída y comprendida por los alumnos como para servir de
marco intuitivo en cuyo seno explicar las operaciones aritméticas. Tal presunción ha de
ser puesta en tela de juicio. Además, la naturaleza de la forma en que los niños aprenden
a medir y se valen de medidas en el contexto de esta transferencia exige cuidadosa
atención. (Osborne, 1976) 15.
Los procesos de medición comienzan “desde las primeras acciones con sus éxitos y
fracasos codificados como más o menos, mucho o poco, grande o pequeño, en
clasificaciones siempre relacionadas en alguna forma con imágenes espaciales, esto es
con modelos geométricos, aún en el caso del tiempo.
Por eso nos referimos separadamente a los sistemas geométricos, que se inician con
modelos cualitativos del espacio, y a los sistemas métricos, que pretenden llegar a
cuantificar numéricamente las dimensiones o magnitudes que surgen en la construcción
de los modelos geométricos y en las reacciones de los objetos externos a nuestras
acciones” 16.
Los logros propuestos para los sistemas métricos van encaminados a acompañar a los
estudiantes a desarrollar procesos y conceptos como los siguientes:
La construcción de los conceptos de cada magnitud.
La asignación numérica.
La construcción de la magnitud
Una primera actividad de quien aprende es la de crear y abstraer en el fenómeno u objeto
la magnitud concreta o cantidad susceptible de medición.
Hay que tener en cuenta que esa construcción requiere tiempo, todo el necesario para
que activamente el niño o la niña en una primera etapa cree en el objeto o en el fenómeno
la magnitud concreta 17 como el largo, el ancho, el espesor, etc., o cantidad susceptible
de ser medida y posteriormente logre fundir en una sola o abstraer de todas esas
magnitudes concretas la magnitud abstracta, como lo sería, por ejemplo, la longitud.
El concepto de magnitud empieza a construirse cuando se sabe que hay algo que es más
o menos que otra cosa y se pregunta: más qué o más de qué. Puede darse una etapa
intermedia de construcción de magnitudes que después se puedan fundir en una sola,
como se ha señalado para la longitud, con las magnitudes intermedias de largo, ancho,
espesor, altura, profundidad, etcétera.
Todas ellas se conforman por un proceso relacional activo, que a diferencia de lo que se
cree comúnmente, no se basa en una equivalencia, como la equi-longitud, o la equi-
arealidad, o la equi-masa.
Más bien se nota que primero se logra la comparación en la dirección de menor a mayor,
es decir la relación de ser más grande, que es anterior a la de ser más pequeño que, etc.
Una vez consolidada esa relación unidireccional se reversibiliza la relación para construir
la inversa, y se coordinan ambas. Sólo cuando fracasan los intentos de someter los
objetos y fenómenos a esas relaciones de desigualdad se contruye la equivalencia
respectiva.
Fui más lejos cuando corrí porque eso es más rápido que saltar.
Las carreras son siempre más lejos que los saltos, porque a saltos es más despacio y se
tarda más tiempo.
Con base en sus hallazgos Musick asevera que es preciso tomar precauciones al recurrir
a tareas motoras que puedan distraer al niño o a la niña y obstaculizar su capacidad de
asir el concepto y su estructura subyacente.
__________
__________
y luego así
__________
__________
En el segundo caso los niños juzgan que ya no tienen la misma longitud porque los
extremos no están alineados.
La mayoría de estudios de este tipo han llevado a la conclusión de que los niños entre los
seis y los ocho años de edad exhiben conservación de longitudes a pesar de los
desplazamientos de las varillas.
En ambos casos los niños consideran que en el segundo estado hay más plastilina y más
agua respectivamente
Sin embargo, los conceptos numéricos asociados al proceso de medida suponen más que
el mero contar en sentido ordinario. (...) puede suceder que en el proceso de medida las
propias unidades sean indistiguibles unas de otras. De ordinario, el recuento se ocupa de
las llamadas variables discretas, es decir, se aplica a situaciones en las que cada una de
las unidades individuales que hay que contar es una entidad distinta y separable, con
asignación de un número a un conjunto. (...)
Supongamos, sin embargo, que se pretende dividir una torta física y real en cuatro
porciones iguales, ¿cómo medir la cuarta parte de una torta?. (...) en este caso cada
unidad de volumen o área no es individualmente distinguible, como lo era cuando la
situación sólo requería contar. Por lo tanto tal medición sólo puede tener precisión
aproximativa, y cuanto más refinado y perfecto es el instrumento de medida, tanto más
podremos acercarnos a la exactitud. (...) ¿ Cuánto hay?, es en este caso una pregunta
muy distinta de ¿cuántos hay?
Siempre que al medir podamos refinar la medida indefinidamente tomando unidades más
y más pequeñas estaremos ocupándonos de una variable continua”18.
Aunque las magnitudes que nos ocupan son de naturaleza continua, en los primeros
ensayos tendientes a encontrar una estimación de sus medidas, la repetición reiterada de
patrones susceptibles de ser contados mediante los números naturales parece ocultar el
carácter continuo de dichas magnitudes. Podríamos decir que, en este caso, hay un
esfuerzo por capturar lo continuo (magnitudes) con lo discreto (números naturales).
Para los niños las unidades de medida son antropocéntricas, y se relacionan con acciones
más que con patrones; aparentemente el patrón es el paso, el pie, o la cuarta; pero en
realidad es dar el paso, poner el pie o extender la cuarta.
Esa repetición de acciones se deja controlar por los números de contar o números
naturales. Sólo el fracaso de tratar de capturar lo continuo con esas acciones repetidas
que se pueden enumerar como discretas, fracaso que se debe a que “sobre” o “falte” algo,
lleva a reequilibrar el sistema de medición respectivo con la introducción de los
fraccionarios (...), y su evolución hasta la coordinación de los continuos de la acción con
los continuos operatorios generados por el cerebro humano: los de los números reales 19.
Bright (1976) define la estimación de magnitudes como “el proceso de llegar a una medida
sin la ayuda de instrumentos de medición. Es un proceso mental, aunque frecuentemente
hay aspectos visuales y manipulativos en él” 20.
“Rango es una franja más amplia que orden de magnitud; por ejemplo, la longitud de la
carretera de Bogotá a Tunja estaría en el mismo rango que la de la distancia del extremo
norte de La Guajira a Leticia, rango en el que son útiles los kilómetros, pero en distinto
orden de magnitud: una distancia es del orden de los centenares, y la otra del orden de
los miles de kilómetros” 22.
La selección de unidades
Hay una diferencia importante entre la unidad y el patrón de medida. Los libros que dicen
que un centímetro cuadrado es un cuadrito de un centímetro de lado, estarían excluyendo
que un disco también pueda tener un centímetro cuadrado de área, o que una región del
plano se pueda subdividir en triángulos equiláteros de un centímetro cuadrado de área. El
patrón es más concreto, la unidad es más abstracta. El patrón debe tener en lo posible
una unidad de área. Pero la unidad no tiene por qué estar ligada a un patrón determinado.
La influencia de la longitud y del antiguo metro-patrón de París sirven como obstáculos
epistemológicos para una conceptualización más completa del proceso de medición.
Una vez que se tiene fijado el contexto, la magnitud física abstracta, la cantidad o
instancia concreta de la magnitud, y la unidad de medida, hay todavía que fijar un proceso
de medición más o menos indirecto. Piénsese por ejemplo en este acertijo. Tengo una
regla graduada en centímetros y milímetros. Quiero medir el espesor de esta hoja de
papel. ¿Cuál sería el proceso de medición apropiado? Ciertamente no es comparar la
hoja de papel con las rayitas de centímetro o milímetro.
Por ahora, lo importante es comprender que aun con todos estos requisitos, todavía es
necesario fijar un proceso de medición antes de tener la posibilidad de hacer una
asignación numérica. Más aún, es importante saber que distintos procesos de medición
pueden llevar a asignar válidamente números distintos a la misma magnitud concreta del
mismo objeto concreto. El análisis de esos distintos resultados de procesos diferentes ha
hecho progresar mucho nuestro conocimiento sobre la naturaleza, y sobre los procesos
mismos de medición” 23.
¿Cuántas veces hemos tenido que volver a mirar el valor numérico de un año luz, o un
barril, o una milla marina?, pues como no somos ni astrónomos, ni petroleros, ni
marineros, estas medidas no tienen significado para nosotros. No vale la pena gastarle
tiempo a aprenderlas, sino sólo a saber en dónde buscarlas y a quién preguntarle sobre
ellas.
Esta presencia invisible del trasfondo social, lingüístico y utilitario de los procesos de
medición debe tenerse muy en cuenta, así como la importancia del proceso inicial de
estimación ordinal, pre-numérica o cualitativa, que es crucial aun para seleccionar la
unidad y el proceso de medición apropiados a la situación.
Los procesos hasta aquí comentados son los más relevantes del proceso total de
medición de cualquier magnitud. La relación didáctica que los docentes establezcan con
ellos al momento de preparar sus clases conllevará la adecuada selección de los
materiales de manera que faciliten la abstracción de la magnitud que se pretende estudiar
y el desarrollo de los procesos aquí tratados.
Los procesos de medición comienzan “desde las primeras acciones con sus éxitos y
fracasos codificados como más o menos, mucho o poco, grande o pequeño, en
clasificaciones siempre relacionadas en alguna forma con imágenes espaciales, esto es
con modelos geométricos, aún en el caso del tiempo.
__________
15. Linda Dickson, op. cit., pág. 89.
16. Carlos E. Vasco, El constructivismo genético, Bogotá, Universidad Nacional (en prensa).
17. El doctor Federici llama “magnitud con minúscula” o “magnitud concreta” a la cantidad o instancia de la
magnitud física respectiva, que es la “magnitud con mayúscula” o “magnitud abstracta”.
20. D. A. Grouws, Handbook of Research on Mathematics Teaching and Learning, New York, Macmillan, 1992,
pág. 382.
La búsqueda de respuestas a preguntas que sobre el mundo físico se hacen los niños
resulta ser una actividad rica y llena de sentido si se hace a través de recolección y
análisis de datos. Decidir la pertinencia de la información necesaria, la forma de recogerla,
de representarla y de interpretarla para obtener las respuestas lleva a nuevas hipótesis y
a exploraciones muy enriquecedoras para los estudiantes. Estas actividades permiten
además encontrar relaciones con otras áreas del currículo y poner en práctica
conocimientos sobre los números, las mediciones, la estimación y estrategias de
resolución de problemas.
En la tarea de buscar y recoger datos es importante mantener claros los objetivos, las
actitudes, los intereses que la indujeron, prever qué tipos de respuestas se pueden
encontrar, las dificultades que podrían presentarse, las distintas fuentes como consultas,
entrevistas, encuestas, observaciones, la evaluación de su veracidad, distorsiones,
sesgos, lagunas, omisiones y la evaluación de la actitud ética de quien recoge los datos y
su responsabilidad social 25.
En el análisis hecho por el autor, la relación entre los dos primeros niveles considerados
en el modelo trata de responder a dos preguntas centrales: “¿Cómo es posible introducir
los conceptos de aleatoriedad y de indeterminación y utilizarlos con ayuda de conceptos
matemáticos de naturaleza determinante?, ¿Cómo pueden hacerse predicciones relativas
a situaciones inciertas y aletorias bajo forma de proposiciones matemáticas y cuál es el
carácter específico de estas predicciones?”
Así por ejemplo las proporciones estadísticas como frecuencias relativas, probabilidades,
valores esperados, valores medios, entre otras, se dan mediante definiciones formales,
reglas de cálculo o funciones matemáticas, pero estos valores exactamente calculados
solos no reflejan la naturaleza específica de la aleatoriedad, para ello es necesario un
marco de significación que haga posible la comprensión del carácter aleatorio de esos
valores, tales como aplicaciones concretas en situaciones de la vida real, encuestas
estadísticas. En los cursos de la educación básica las representaciones gráficas como las
circulares, histogramas, diagramas de árbol son marcos matemáticos que permiten captar
la aleatoriedad y la incertidumbre tanto en forma cuantitativa como cualitativa, sobre los
cuales los estudiantes pueden hacer evaluaciones y tomar decisiones, sin recurrir a un
esquema único de cálculo que los llevaría a encontrar valores deterministas definidos.
El proyecto del Consejo Escolar de Educación Estadística 27 presenta tres principios que
pueden tenerse en cuenta al introducir los conceptos:
Los docentes, además de considerar situaciones de aplicación reales para introducir los
conceptos aleatorios, deben preparar y utilizar situaciones de enseñanza abiertas,
orientadas hacia proyectos y experiencias en el marco aleatorio y estadístico, susceptibles
de cambios y de resultados inesperados e imprevisibles. Los proyectos y experiencias
estadísticos que resultan interesantes y motivadores para los estudiantes generalmente
consideran temas externos a las matemáticas lo cual favorece procesos interdisciplinarios
de gran riqueza.
26. Ibídem.
Una rápida visión a la evolución histórica, desde las matemáticas, del estudio de la
variación permite afirmar que ésta se inicia con las tablas babilónicas, con las gráficas de
variación (Oresme en la Edad Media) y con las fórmulas algebraicas de origen
renacentista. Particularmente, el contexto de la variación proporcional para modelar las
situaciones de variación cobra especial relevancia por ser la única teoría matemática con
la que se contaba en la Edad Media. Pero es en el contexto del estudio matemático del
movimiento donde se alcanza la construcción matemática de la variación, lo que configura
el Cálculo.
las magnitudes;
Abordado así el desarrollo del pensamiento variacional se asume por principio que las
estructuras conceptuales se desarrollan en el tiempo, que su aprendizaje es un proceso
que se madura progresivamente para hacerse más sofisticado, y que nuevas situaciones
problemáticas exigirán reconsiderar lo aprendido para aproximarse a las
conceptualizaciones propias de las matemáticas.
Las tablas se pueden usar posteriormente para llevar a los estudiantes a la graficación de
situaciones problema de tipo concreto, aunque quede restringida al primer cuadrante. La
identificación de la variable independiente y dependiente es más significativa cuando se
inicia desde la representación de situaciones concretas. Más adelante se formaliza el
sistema cartesiano con el aprendizaje de su sintaxis.
Por su parte, las gráficas cartesianas también pueden ser introducidas tempranamente en
el currículo. Ellas hacen posible el estudio dinámico de la variación. La relación explícita
entre las variables que determinan una gráfica puede ser iniciada con situaciones de
variación cualitativa y con la identificación de nombres para los ejes coordenados.
Particularmente la gráfica tiene como fin abordar los aspectos de la dependencia entre
variables, gestando la noción de función como dependencia.
Los contextos donde aparece la noción de función establecen relaciones funcionales entre
los mundos que cambian, de esta manera emerge la función como herramienta de
conocimiento necesaria para “enlazar” patrones de variación entre variables y para
predecir y controlar el cambio. Los modelos más simples de función (lineal, afín,
cuadrática, exponencial...) encapsulan modelos de variación como la proporcionalidad.
En lo referente a la construcción del continuo numérico, los escenarios deben ser los
numéricos y los geométricos. Particularmente el trabajo con las representaciones
decimales, cobra especial relevancia. Los procesos infinitos deben ser introducidos en
contextos geométricos.
Una propuesta didáctica para el tratamiento de las funciones está desarrollada en los
Programas de la Renovación Curricular.
El razonamiento
La comunicación
La modelación
En la medida en que los estudiantes van resolviendo problemas van ganando confianza
en el uso de las matemáticas, van desarrollando una mente inquisitiva y perseverante,
van aumentando su capacidad de comunicarse matemáticamente y su capacidad para
utilizar procesos de pensamiento de más alto nivel.
Las investigaciones que han reconocido la resolución de problemas como una actividad
muy importante para aprender matemáticas, proponen considerar en el currículo escolar
de matemáticas aspectos como los siguientes:
Concepción de un plan
Para cada fase sugiere una serie de preguntas que el estudiante se puede hacer, o de
aspectos que debe considerar para avanzar en la resolución del problema, para utilizar el
razonamiento heurístico, el cual se considera como las estrategias para avanzar en
problemas desconocidos y no usuales, como dibujar figuras, introducir una notación
adecuada, aprovechar problemas relacionados, explorar analogías, trabajar con
problemas auxiliares, reformular el problema, introducir elementos auxiliares en un
problema, generalizar, especializar, variar el problema, trabajar hacia atrás.
Aunque los matemáticos reconocen en los trabajos de Polya actividades que ellos mismos
realizan al resolver problemas, también plantean que las estrategias de pensamiento
heurístico resultan demasiado abstractas y generales para el estudiante.
Alan Schoenfeld reconoce el potencial de las estrategias discutidas por Polya, pero dice
que los estudiantes no las usan. Su trabajo juega un papel importante en la
implementación de las actividades relacionadas con el proceso de resolver problemas en
el aprendizaje de las matemáticas y se fundamenta en las siguientes ideas:
En el salón de clase hay que propiciar a los estudiantes condiciones similares a las
condiciones que los matemáticos experimentan en el proceso de desarrollo de las
matemáticas. Schoenfeld mencionó que los estudiantes necesitan aprender matemáticas
en un salón de clase que represente un microcosmo de la cultura matemática, esto es,
clases en donde los valores de las matemáticas como una disciplina con sentido sean
reflejadas en la práctica cotidiana.
Para terminar, es preciso aclarar que los trabajos sobre resolución de problemas se
consideran bajo dos perspectivas. Una es la de solución de problemas como una
interacción con situaciones problemáticas con fines pedagógicos, o sea como estrategia
didáctica, a la cual se hizo referencia anteriormente en la sección “Las situaciones
problemáticas...”. Otra es la capacidad de resolución de problemas como objetivo general
del área, o sea como logro fundamental de toda la educación básica y media, a la cual
nos estamos refiriendo en esta sección. Son dos perspectivas que no se pueden
confundir.
__________
28. Análisis sobre los trabajos de estos dos investigadores pueden consultarse entre otros en A. Perkins, 1994
y Luz Manuel Santos, 1992.
Además, conviene enfatizar que el razonamiento matemático debe estar presente en todo
el trabajo matemático de los estudiantes y por consiguiente, este eje se debe articular con
todas sus actividades matemáticas.
Dar cuenta del cómo y del porqué de los procesos que se siguen para llegar a
conclusiones.
Utilizar argumentos propios para exponer ideas, comprendiendo que las matemáticas más
que una memorización de reglas y algoritmos, son lógicas y potencian la capacidad de
pensar.
Propiciar una atmósfera que estimule a los estudiantes a explorar, comprobar y aplicar
ideas. Esto implica que los maestros escuchen con atención a sus estudiantes, orienten el
desarrollo de sus ideas y hagan uso extensivo y reflexivo de los materiales físicos que
posibiliten la comprensión de ideas abstractas.
Crear en el aula un ambiente que sitúe el pensamiento crítico en el mismo centro del
proceso docente. Toda afirmación hecha, tanto por el maestro como por los estudiantes,
debe estar abierta a posibles preguntas, reacciones y reelaboraciones por parte de los
demás.
PREESCOLAR
El maestro le pide a los niños que cada uno saque de su dominó las siguientes cinco
fichas y las coloque sobre su mesa, como se muestra en la figura.
Se debe elegir la ficha que se considera diferente de las otras. El niño debe justificar su
elección.
El intruso es la ficha (e) porque es la única que tiene una parte en blanco.
El intruso es la ficha (c) porque es la única que tiene igual número de puntos en ambas
partes.
El intruso es la ficha (d) porque es la única en la que la suma de sus puntos es igual a 7.
Para este problema, los niños deben sacar sus palillos y organizarlos como se indica en la
figura.
El niño debe observar la secuencia que se presenta, descubrir cuál es el siguiente término
de la secuencia y formular una regla de formación.
Los niños encuentran que el grupo de palillos que sigue consta de cuatro palillos y
descubre dos maneras de formular la regla de formación:
Se comienza con un palillo, se agregan dos, se quita uno, se agregan dos, ... y se
continúa así.
En este proceso es importante que los niños dispongan de tiempo suficiente y que el
maestro se tome tiempo para escuchar los razonamientos de los niños.
En esta situación se utilizan palillos de diferente longitud. Luego el maestro forma con
ellos una secuencia, dejando un palillo por fuera. El niño debe ubicar el palillo que le
entrega el maestro, justificando su decisión.
El niño debe tomar el palillo y colocarlo entre dos palillos de la secuencia, comparándolo
con el anterior y el siguiente, hasta decidir cuál es su posición.
En este caso, el palillo debe ser ubicado entre el cuarto y el quinto porque su longitud es
mayor que la del cuarto y menor que la del quinto.
Una vez que los niños se han familiarizado con problemas como los anteriores, realizados
con material concreto, se pueden proponer problemas similares con fichas de trabajo en
las que se representa el material.
CONJUNTOS DE GRADOS 1º, 2º y 3º
Situación 1
Situación 2
Por ensayo y error los niños se dan cuenta que deben escoger dígitos “grandes”, mayores
o iguales que 5. Al tratar de listarlos todos, se les pueden quedar algunos, pero al hacer
una puesta en común aparecerán generalmente todos, aprendiendo unos de otros sobre
sus diferentes estrategias para listarlos.
Situación 3
Aquí los niños comienzan contando los cuadrados de lado uno, después los de lado dos,
y así sucesivamente. Es posible que los niños dejen de contar algunos, pero al
mostrarles, se dan cuenta dónde estuvieron las fallas.
Situación 5
Situación 6
A cada segmento entre dos puntos se le ha asignado un valor. Halla por lo menos tres
caminos desde A hasta B cuyo valor sea 24.
Aquí los niños van seleccionando segmentos y llevando la cuenta, tratando de hacer los
ajustes para completar 24.
Situación 8
De la columna de las unidades los niños concluyen que C tiene que ser igual a cero.
Luego se dan cuenta que A tiene que ser un dígito mayor o igual que cinco. Y así
comienzan a analizar casos, hasta encontrar la solución al problema.
Situaciones de este tipo son muy importantes pues le permiten al maestro conocer hasta
qué punto el niño maneja propiedades de las operaciones elementales.
Situación 9
Aquí los niños, por ensayo y error, van ajustando los números hasta encontrar la solución.
Durante el desarrollo del problema o al terminar éste se les puede preguntar si el 7 o el 1
pueden ser ubicados en alguno de los círculos del centro de los lados del triángulo.
Situación 1
En esta situación, los estudiantes deben ensayar con números consecutivos en la primera
fila. Al comienzo creerán que se trata de números consecutivos en orden creciente o
decreciente, pero luego se darán cuenta de que esta condición no se ha dado. El maestro
puede aprovechar esta situación para analizar con sus estudiantes cómo varía la suma de
arriba cuando se colocan los números en diferentes posiciones en las casillas de la
primera fila.
Situación 2
Aquí los estudiantes pueden desarrollar varias estrategias para resolver el problema:
Hacer una lista de los múltiplos de 3 menores que 100 y escoger los que terminan en 4.
Utilizar el criterio de divisibilidad por 3 y encontrar los posibles productos determinando el
dígito de las decenas.
Situación 3
Las siguientes tres adiciones se cumplen al mismo tiempo. Conocemos las tres sumas,
pero no conocemos los sumandos. Letras iguales representan dígitos iguales y letras
diferentes, dígitos diferentes.
A C B
+A +B +C
B C A
7 11 9
C=?
A=? B=?
Situación 4
Formar con las cinco piezas un cuadrado de 4 x 4. Muestra diferentes posiciones
En esta situación, el estudiante puede razonar primero sobre las dimensiones del
cuadrado buscado y luego, sobre la posición de las piezas. Es conveniente que los
estudiantes corten las piezas e incluso las pinten de colores, esto les permitirá
manipularlas fácilmente y comparar las soluciones obtenidas.
Situación 5
Los problemas de este tipo se prestan para que un gran número de estudiantes hagan
sus aportes, y para construir entre todos una lista sistemática que contenga todas las
soluciones.
Situación 6
En el rectángulo C es el centro.
Generalmente estas situaciones dan lugar a que los estudiantes practiquen diferentes
estrategias para la resolución de problemas de área:
Trazando por C un segmento paralelo al lado más largo del rectángulo se puede observar
que los dos triángulos sombreados que están por encima del segmento trazado pueden
llenar los dos triángulos blancos que se encuentran debajo de él.
Como OSO es una palabra palíndroma, es decir, que se puede leer con el mismo
significado de izquierda a derecha que a la inversa, el número de posibilidades aumenta.
¿Cómo? Primero los estudiantes encuentran muchas formas de leer OSO, pero luego
tienen que definir criterios para hallar todas las posibilidades.
Situación 8
Situación 9
En estos ejercicios, los estudiantes deben justificar las ventajas numéricas y las
propiedades que aprovecharon para obtener el resultado.
A. 2 x 977 x 5
B. 2.5 x 5 x 4
Calcular mental y rápidamente C. 4 x 17 x 2.5
D. 0.5 x 456 x 2
CONJUNTO DE GRADOS 7º, 8º Y 9º
Situación 1
Para construir un cuadrado 2x2 con palillos de la misma longitud hacen falta 12 palillos.
¿Es cierto que para construir un cuadrado 8x8 se necesita un número cuadrado de
palillos?
a) 2 x 2 c) 4 x 4
12 palillos 40 palillos
2 palillos en cada fila 4 palillos en cada
2 palillos en cada columna fila
3 filas y 3 columnas 4 palillos en cada
columna
5 filas y 4
b) 3 x 3 columnas
24 palillos
3 palillos en cada fila
3 palillos en cada
columna
4 filas y 4 columnas
En total hay 144 palillos y como 144=122, se necesita un número cuadrado de palillos.
Situación 2
Las medidas de los ángulos de un triángulo forman la progresión aritmética AB, CD, EF
sobre la que se sabe: la diferencia es FF, EF es primo y AB es un cuadrado. ¿Cuáles son
las medidas?
Situación 3
Complete la división:
De los datos dados se sigue que el dígito de las unidades del dividendo y del cociente
debe ser 5. Entonces:
Ahora, el dígito de las decenas del divisor puede ser 2, 3 ó 4 porque el dividendo es 15 y
así, los candidatos a dividendo son 1035, 1485 y 1935, que corresponden a los divisores
23, 33 y 43, respectivamente. Como el primer residuo es 1, entonces el dividendo no
puede ser 1935, ni el divisor 43. Por tanto, los divisores pueden ser 23 y 33. Las dos
divisiones son:
Situación 4
Situación 5
Una posible estrategia es calcular algunas potencias, tratar de hallar un patrón, estimar la
potencia 11 y verificar el resultado.
..................
..................
Situación 6
Entre los siguientes números hay exactamente uno que es cuadrado. ¿Cuál es? 528, 323,
287, 676, 482.
Situación 7
Hay botones con 2, 3 y 4 huecos para pasar el hilo. Botonio tenía una colección de
botones de cada uno de estos tipos y afirmó lo siguiente: “Huecos hay en total 100 y
poseo un número impar de cada uno de los tres tipos”. ¿Es Botonio buen matemático?
Si Botonio posee un número impar de cada uno de los tres tipos, entonces:
Situación 8
En la columna de las unidades es claro que B y F deben sumar 10 para que B+D+F=D.
Como se lleva “1” de la columna de las unidades y como la suma tiene solamente dos
dígitos, se tiene que los números en la columna de las decenas deben sumar máximo 9.
Teniendo además en cuenta que todos los sumandos y la suma son primos, una solución
es: 47+19+23=89.
Situación 9
Situación 10
Si se ve una figura plana, se tiene un hexágono regular y, en este caso, = 120o. ¿Por
qué?
Una vez más interesan las argumentaciones de los estudiantes a sus respuestas.
Situación 11
La estrategia más común de los estudiantes para resolver este problema consiste en
reemplazar a y b por números enteros y comprobar que el resultado siempre da un
número mayor o igual que cero. Pero esta estrategia solamente representa un proceso de
verificación para algunos casos particulares.
Situación 12
Descubra el intruso.
A. Un número aumentado en 7.
B. 7 más que un número.
C. La suma de un número y 7.
D. La mitad del doble de un número más 14.
E. Siete veces un número.
A. X + 7
B. X + 7
C. X + 7
D. 7 X
Situación 13
Formula hipótesis, las pone a prueba, argumenta a favor y en contra de ellas y las
modifica o las descarta cuando no resisten la argumentación.
Hace inferencias a partir de diagramas, tablas y gráficas que recogen situaciones del
mundo real; estima, interpreta y aplica diferentes medidas.
Se debe entonces partir de los razonamientos cotidianos que los alumnos producen en
sus discusiones. En éstos se debe distinguir entre la certeza subjetiva con que se
mantiene una posición, su probabilidad, su verdad o falsedad y la validez de los
argumentos que la apoyan.
Otra actividad que se puede realizar es analizar anuncios comerciales de radio, televisión,
revistas o periódicos. Buscar posibles errores de interpretación. Descubrir una forma
lógica de presentar los anuncios y otras formas equivalentes.
a) Afirmación de la hipótesis
b) Negación de la conclusión
(1) Si vota hoy en las elecciones para escoger presidente de Colombia entonces tiene 18
o más años de edad.
c) Regla de la cadena
Se acepta una condicional y otra que tiene como antecedente el consecuente del primero,
se deduce después una condicional que tiene como antecedente el de la primera y como
consecuente el de la segunda.
(1) Si se firma un acuerdo de paz con los grupos armados por fuera de la ley entonces se
da un paso importante hacia la construcción de la paz en Colombia.
(3) Luego, si se firma un acuerdo de paz con los grupos armados por fuera de la ley
entonces se reactiva la economía.
d) Argumentación inválida
Hay también argumentaciones inválidas, una común es pretender que porque se niega el
antecedente de un condicional aceptado, entonces el consecuente es falso.
En la argumentación se debe tener en cuenta que una cosa es que un enunciado esté
bien formulado y otra que la argumentación esté bien construida.
Una cosa es que la argumentación sea correcta o válida y otra que cada enunciado sea
verdadero.
Una cosa es que la conclusión sea verdadera y otra que sí esté correcta o válidamente
demostrada.
Ejemplos:
Tesis: 2 = 1
Argumentación:
Tesis: 0 = 0 (Verdadera)
Argumentación:
-1 = 1
1 = -1
(-1) + 1 = 1 + (-1)
0=0
l es perpendicular a m
m es perpendicular a n
Luego: l es perpendicular a n
¿Es la relación “ser perpendicular a ...” (en el plano) una relación transitiva? ¿Y en el
espacio?
Lo que garantiza una deducción válida es que si las premisas y postulados son
verdaderos, la conclusión también debe ser verdadera. En el lenguaje ordinario lo que
ocurre es que no se suelen explicitar muchas de las hipótesis y de los supuestos
utilizados en la argumentación y esto conduce a diferentes posibilidades de interpretación
y en muchos casos a sacar conclusiones falsas.
Ejemplos:
Supongamos que nadie dejó de ir a la fiesta. ¿Se deduce de ahí que todos fueron?
“En caso de que usted no haya pagado la última cuota o que su póliza esté vencida, si
sufre un accidente no puede exigir el pago del seguro”.
Sin embargo eso no quiere decir que si ha pagado puntualmente y su póliza no esté
vencida, sí pueda exigirlo. Lo que nos obliga a pedir un artículo que lo explicite así.
Razonamiento inductivo
Se observa que una propiedad es verdadera para cada caso que se verifica.
Ejemplos:
12 = 1 impar
32 = 9 impar
52 = 25 impar
La regla es: el siguiente se consigue agregando dos palillos para formar un nuevo
triángulo.
Esta afirmación es falsa porque si bien se puede verificar con el cuadrado, no es cierta
para un rombo cualquiera. ¿Por qué?
Después de probar con varios números uno está tentado a pensar que funciona con
todos. Sin embargo, muestre que 41 es un contraejemplo para la afirmación.
Razonamiento deductivo
Se afirma la conclusión.
Ejemplos:
Si a, b, c R, a < b y c > 0
entonces a x c < b x c
Probar que:
Prueba:
Desarrollar un argumento lógico para convencer a alguien que la distancia más corta
entre el punto P y una recta l es la longitud de PQ donde Q está sobre l y l es
perpendicular a PQ
Para demostrarlo basta tomar otro punto R sobre l (¿por qué se puede tomar?) y analizar
las longitudes de los lados del triángulo rectángulo PQR.
Un buen ejercicio consiste en escribir los pasos de la demostración de un teorema y
solicitar a los estudiantes que justifiquen cada paso. ¿Qué se hizo? ¿Por qué?
Ejemplos:
En este caso la condición sacar buenas calificaciones era una condición suficiente pero
no necesaria.
De otra parte, si el papá le dice: “si sacas buenas calificaciones puedes ir a la excursión (y
si no, no)”, el antecedente sacar buenas calificaciones es condición suficiente y necesaria
para que pueda ir a la excursión.
Un teorema en cálculo afirma que si una función es derivable entonces es continua. Una
proposición condicional equivalente, la contra-recíproca, nos permite a partir de la gráfica
de la función determinar si es derivable, dice: si una función no es continua entonces no
es derivable.
Teorema:
(1)
(3) mA + mB =
Por tanto
(3) A y B . . .
Por tanto:
——///——
En los últimos años se ha incrementado el interés de los investigadores por estudiar cómo
comunican ideas matemáticas los alumnos y qué factores facilitan o impiden el desarrollo
de habilidades comunicativas.
Diversos estudios han identificado la comunicación como uno de los procesos más
importantes para aprender matemáticas y para resolver problemas.
Al respecto se dice que “la comunicación juega un papel fundamental, al ayudar a los
niños a construir los vínculos entre sus nociones informales e intuitivas y el lenguaje
abstracto y simbólico de las matemáticas; cumple también una función clave como ayuda
para que los alumnos tracen importantes conexiones entre las representaciones físicas,
pictóricas, gráficas, simbólicas, verbales y mentales de las ideas matemáticas. Cuando los
niños ven que una representación, como puede serlo una ecuación, es capaz de describir
muchas situaciones distintas, empiezan a comprender la potencia de las matemáticas;
cuando se dan cuenta de que hay formas de representar un problema que son más útiles
que otras, empiezan a comprender la flexibilidad y la utilidad de las matemáticas” 29.
En consecuencia con estas ideas, el autor propone que el trabajo de los alumnos debe
dejar de ser actuar con estructuras ajenas, responder a preguntas ajenas y esperar que el
profesor compruebe la respuesta. Además, que la evaluación del desempeño y de los
conocimientos de los alumnos no debe seguir basándose en pruebas en las que las
respuestas de éstos sean limitadas a respuestas cortas, correctas o incorrectas, y que en
la creación del conocimiento sólo existe lo que se ajusta a la estructura del conocimiento
matemático ya creado por el alumno y lo que no se ajusta a ella y debe, por tanto, sugerir
la conjetura.
De esta manera las funciones y el trabajo de los alumnos y de los profesores se
consideran complementarias. El profesor debe guiar, escuchar, discutir, sugerir, preguntar
y clarificar el trabajo de los alumnos a través de actividades apropiadas e interesantes.
“Las clases deberían caracterizarse por las conversaciones sobre las matemáticas entre
los estudiantes y entre éstos y el profesor. Para que los profesores maximicen la
comunicación con y entre los estudiantes, deberían minimizar la cantidad de tiempo que
ellos mismos dominan las discusiones en el salón de clase” 30.
Adquieran seguridad para hacer conjeturas, para preguntar por qué, para explicar su
razonamiento, para argumentar y para resolver problemas.
Escriban sobre las matemáticas y sobre sus impresiones y creencias tanto en informes de
grupo, diarios personales, tareas en casa y actividades de evaluación.
Hagan informes orales en clase en los cuales comunican a través de gráficos, palabras,
ecuaciones, tablas y representaciones físicas.
30. NCTM, Professional Standars for Teaching Matematics, 1991, pág. 96.
31. Ibídem.
Estos resultados tienen que ser validados, es decir, se tienen que volver a trasladar al
mundo real, para ser interpretados en relación con la situación original. De esta manera,
el que resuelve el problema también valida el modelo, si se justifica usarlo para el
propósito que fue construido.
Cuando se consigue un modelo satisfactorio, éste se puede utilizar como base para hacer
predicciones acerca de la situación problemática real u objeto modelado, para tomar
decisiones y para emprender acciones.
Estos mismos autores proponen que “para transferir la situación problemática real a un
problema planteado matemáticamente, pueden ayudar algunas actividades como las
siguientes:
esquematizar;
descubrir relaciones;
descubrir regularidades;
Una vez que el problema ha sido transferido a un problema más o menos matemático,
este problema puede ser atacado y tratado con herramientas matemáticas, para lo cual se
pueden realizar actividades como las siguientes:
generalizar.
Ejemplo 1
“Una familia de cuatro (4) personas ha invitado a tres (3) amigos a comer a su casa.
¿Cuántos puestos se pondrán en la mesa?
Para resolver el problema los niños pueden crear un modelo como el siguiente:
3 + 4 = ?, en el que ya han abstraído aquellas partes del problema que son importantes
para la solución del mismo. Se ha separado lo esencial de lo accesorio y se abstraen sólo
rasgos matemáticos, que nos permiten utilizar un modelo con el cual ya estamos
familiarizados. La respuesta a la búsqueda en el modelo matemático es 7.
Ahora, en el sentido inverso, nos devolvemos para validar el resultado, es decir para
incorporar este resultado en el dominio físico para dar la respuesta al problema original,
así la respuesta es: se deben colocar siete (7) puestos en la mesa.
Ejemplo 2
Solución 1:
Dividiendo el área del cuadrado en tres áreas iguales, correspondiéndole 12 dulces a
cada niño.
Solución 2:
Distribución uno a uno, tachándolos del total y asignándolos en orden a cada niño. Al final
cada niño recibe 12 dulces.
Solución 3:
Solución 3:
Haciendo grupos de a tres y razonando que cada vez que se da un dulce a cada niño el
total disminuye en tres. Al final averiguan cuántos grupos de tres se forman y obtienen 12.
Solución 4:
De las tablas de multiplicar, los niños saben que 12=3x4 y descubren con este
conocimiento que si tienen 12 dulces, entonces a cada uno de los tres niños le
corresponden cuatro dulces. Haciendo esto tres veces, se agota el total. Entonces a cada
niño le corresponden 12 dulces.
En las soluciones anteriores los niños presentan diferentes modelos para resolver la
situación problemática planteada. Detrás de estas soluciones podemos ver concepciones
de la división como sustracción repetida, como distribución en partes iguales o como la
operación inversa de la multiplicación.
Hay que tener en cuenta que el término modelo no se debe tomar literalmente. Los
modelos que hacen los estudiantes se pueden referir a una situación modelo, a un
esquema, a una descripción o a una forma de simbolizar.
Ejemplo 3
“Ensayé con varios polígonos trazando todas sus diagonales y a través de esta
experiencia me di cuenta que desde un vértice solamente podía trazar un número de
diagonales igual al número de vértices del polígono, menos tres. Repitiendo esto para
cada uno de los vértices, noté que cada diagonal se trazaba dos veces, correspondientes
a los vértices de sus extremos. Entonces el número total de diagonales de un polígono de
n lados es igual a la mitad del producto n(n-3).
Aquí vemos que el estudiante de este nivel ha modelado el problema planteado por medio
de una descripción.
La modelación es un proceso muy importante en el aprendizaje de las matemáticas, que
permite a los alumnos observar, reflexionar, discutir, explicar, predecir, revisar y de esta
manera construir conceptos matemáticos en forma significativa. En consecuencia, se
considera que todos los alumnos necesitan experimentar procesos de matematización
que conduzcan al descubrimiento, creación y utilización de modelos en todos los niveles.
Se ha visto que la mayoría de las llamadas definiciones que dan los libros son el resultado
de un proceso de modelación que si se omite obliga a los estudiantes a aprendérselas de
memoria, porque no ha formado el modelo mental en el cual esa definición sí tiene
sentido.
Para los niños pequeños no tienen sentido ni el cero natural, ni el cero de conjuntos, ni el
cero de comienzo de la recta si no lo han modelado a partir del conteo en reversa, hasta
darse cuenta que allá donde ellos comienzan, debe haber un cero. Éste es un modelo
mental. Mientras no lo posean, los niños no sabrán dónde colocar el cero en la recta
numérica, si en la primera rayita o en la segunda.
En las medidas, los fraccionarios aparecen en las puntas que sobran, después de medir
unas cuantas unidades. No aparecen al comienzo de cero para arriba como nosotros
creemos; esta situación hay que modelarla expresamente.
En cualquier problema, cuando uno cree que el alumno no puede pasar de la historia a la
ecuación, lo que faltó fue un proceso de modelación de los hechos relatados en la
historia.
Se ha visto también que toda la dificultad que tienen los alumnos en la resolución de
problemas en geometría, en cálculo, en física, es debido a la falta de cultivar el proceso
de modelar mentalmente situaciones de la vida real.
Ante una situación problemática compleja de la vida diaria, en la que suele haber exceso
de información, muchas veces falta otra información importante, que sin el proceso de
modelación el alumno nunca podrá resolver.
Finalmente hay que tener en cuenta que los procesos de modelación tienen que ver con
el nivel de lenguaje de los niños; a veces el lenguaje facilita o retarda la comprensión de
la realidad. También, que la variedad de alumnos en la clase puede hacer que se
produzcan diferentes clases de modelos que estén al alcance de los diferentes niños
según su desarrollo, (ver ejemplo 2).
Se puede impulsar el nivel de matematización de los alumnos escogiendo problemas
apropiados; haciéndoles preguntas sobre el poder del modelo, sobre sus reflexiones, sus
explicaciones y sus predicciones; y orientándolos a producir la solución
__________
32. Jan de Lange, Mathematics Insight and Meaning, pág. 43.
33. Ibídem.
34. Pueden consultarse las Propuestas de Programa Curriculares para los grados 7°, 8° y 9°.
El antibiótico que se le debe dar a un niño generalmente se calcula por libra o por
kilogramo de peso; solamente por confundir las libras con los kilogramos se puede
cometer un error muy grave. Otra vez falló un procedimiento.
Para llevar el saldo de nuestra cuenta corriente necesitamos efectuar cálculos, y si éstos
no se hacen correctamente, podemos tener la sorpresa de “estar descuadrados” y tener
una cantidad de dinero menor de la que creíamos, porque nos equivocamos en una resta,
o porque se nos olvidó sumar el 1 que llevábamos, es decir porque falló un procedimiento.
Los procedimientos son de índole y generalidad muy diversa. Para dar una visión de éstos
presentamos algunas categorías que se han elaborado, sin el ánimo de hacer
clasificaciones estrictas.
Los procedimientos de tipo aritmético son aquéllos necesarios para un correcto dominio
del sistema de numeración decimal y de las cuatro operaciones básicas. Entre los más
destacados podemos señalar la lectura y escritura de números, el cálculo mental con
dígitos y algunos números de dos cifras, el cálculo con lápiz y papel y el empleo de la
calculadora.
Los procedimientos de tipo métrico son los necesarios para emplear correctamente los
aparatos de medida más comunes de las magnitudes longitud, tiempo, amplitud,
capacidad, peso y superficie. También se incluye aquí el dominio del sistema métrico
decimal.
Los procedimientos de tipo geométrico son las rutinas para construir un modelo de un
concepto geométrico, para manipularlo o para hacer una representación del mismo en el
plano. También se incluye el dominio y empleo correcto de determinados convenios para
expresar relaciones entre conceptos geométricos.
Los procedimientos analíticos tienen que ver con “álgebra”, “funciones” y “cálculo
diferencial e integral”. Algunos ejemplos de este tipo de procedimientos son: modelar
situaciones de cambio a través de las funciones, las gráficas y las tablas; traducir de una
a otra de las distintas representaciones de una función; resolver ecuaciones; comprender
y hallar las tasas de inflación, los intereses en un préstamo, etc.
Usar equipos: usar instrumentos como reglas, transportadores, etc., y usar calculadoras y
computadores.
Ejecutar procedimientos de rutina como los siguientes:
* Calcular. Efectuar una o más operaciones para llegar a un resultado. Incluye identificar
una operación o un método apropiado; predecir el efecto de una operación o método;
calcular sin ayuda de calculadora, usando un algoritmo conocido; calcular con ayuda de
calculadora; calcular usando fórmulas (por ejemplo, hallar la media); calcular usando
resultados de una simulación (por ejemplo encontrar una probabilidad basándose en un
experimento simulado); calcular usando inferencias y propiedades de un modelo (por
ejemplo, hallar una probabilidad usando un modelo simple de probabilidad).
Graficar. construir gráficas mediante uno o más cálculos, utilizando puntos o propiedades
conocidas del objeto que se va a representar; o construirlas usando calculadoras gráficas
o microcomputadores.
Medir. Incluye medir algún aspecto de un objeto físico, de una figura geométrica o de un
dibujo ya sea con unidades estándar o no estándar; identificar atributos medibles de un
objeto físico o figura; seleccionar una unidad apropiada para una medición específica;
seleccionar una herramienta apropiada para una medición específica; seleccionar un
grado de precisión apropiado para una medición dada.
“Aunque es importante que los alumnos sepan cómo llevar a cabo un procedimiento
matemático de forma fiable y eficaz, el conocimiento procesual implica mucho más que la
simple puesta en práctica.
Los alumnos deben saber cuándo aplicarlos, por qué funcionan, y cómo verificar que las
respuestas que ofrecen son correctas; también deben entender los conceptos sobre los
que se apoya un proceso y la lógica que lo sustenta. El conocimiento procesual implica
así mismo la capacidad de diferenciar los procediminentos que funcionan de los que no
funcionan, y la capacidad de modificarlos o de crear otros nuevos. Es necesario animar a
los estudiantes a que reconozcan la naturaleza y el papel que juegan los procedimientos
dentro de las matemáticas; es decir, deben reconocer que los procedimientos son creados
o generados como herramientas que satisfagan unas necesidades concretas de forma
eficaz, y por consiguiente se pueden ampliar o modificar para que se adecúen a
situaciones nuevas” 37.
Otro aspecto importante de los procedimientos es esa capacidad para ver qué tipo de
respuesta se necesita para resolver un problema, es decir, si es exacta o aproximada, lo
cual determinaría el tipo de algoritmo que debe usarse.
Estos son:
¿Llegan a ver los alumnos que los procedimientos se generan con un propósito o para
satisfacer una necesidad concreta?
¿Juzgan el mérito relativo de los procedimientos alternativos con base en la eficacia que
demuestren?
¿Intentan los alumnos ver qué sentido tiene la secuencia en que suceden los diferentes
pasos?
2. Referentes Curriculares
2.5 Contexto para la evaluación
La nueva ley de educación introduce un cambio sustancial en el sistema educativo
colombiano, exigiendo que la evaluación sea cualitativa. Aquí nos parece necesario
precisar que lo cualitativo no excluye lo cuantitativo; por el contrario, lo primero incluye lo
segundo, cuando es posible cuantificar. Lo que ocurre es que, en general, no es posible
cuantificar fenómenos no objetivizables como la comprensión o la inteligencia.
La evaluación cualitativa debe ser formativa, continua, sistemática y flexible, centrada en
el propósito de producir y recoger información necesaria sobre los procesos de
enseñanza-aprendizaje que tienen lugar en el aula y por fuera de ella.
Un estado final transitorio puede referirse a la culminación del trabajo en una unidad
didáctica, o a un período de tiempo escolar (tres meses, seis meses, un año, tres años,
etc.). Aquí se toman las decisiones sobre los estudiantes y los ajustes que sean
necesarios para continuar con el plan de trabajo. Por ejemplo, programas especiales de
apoyo para uno, varios o todos los estudiantes; orientaciones para el alumno y para la
familia; modificaciones en las didácticas, mejoras en el uso de medios, etc. Es muy
conveniente que en la evaluación de los estados finales transitorios participen otros
profesores del área, para introducir una mejor objetividad en los juicios de valor.
Los cambios que se presentan en las concepciones mediante la participación activa de los
estudiantes durante la construcción de los conocimientos.
La adquisición de destrezas.
Es tan grave reconocer como logro aquello que no se ha logrado, como negar lo que se
ha adquirido.
Más que pensar en una nota, siempre difícil de sustentar como indicadora de la calidad de
un aprendizaje, debe pensarse en la coherencia entre las concepciones de los
estudiantes y los conceptos de los saberes formales, y entre los propósitos diseñados
para la formación y los logros alcanzados.
b) El estudiante posee una concepción no elaborada sobre el tema. Situación que debe
orientar la intervención del docente para romper este estado de equilibrio defectuoso
motivando al estudiante, mediante refutaciones o confrontaciones, a asumir una actitud
crítica y reflexiva que le permita modificar o sustituir sus concepciones.
El docente interpreta el estado del alumno a través de las respuestas (¿cómo abordan los
ejercicios y los temas planteados?), por las preguntas que se les hacen respecto a la
comprensión de los problemas que van a resolver, por la manera de escribir sus trabajos y
por sus actitudes para realizar ejercicios, problemas y trabajos: ¿Es pasivo?, ¿activo?,
¿indiferente?, ¿sistemático?, ¿constante?, ¿curioso?, frente al tema en cuestión.
Se refieren a las posibilidades para realizar actividades que exijan aplicar las
concepciones o los conceptos que poseen los alumnos. Se incluyen aquí la ejercitación
de algoritmos de operaciones y relaciones y la solución de problemas de rutina y de
problemas prototipo.
Otra consideración a tener en cuenta para los ejercicios tiene que ver con la secuencia de
los pasos y la escritura adecuada de ellos. Para la mayoría de los algoritmos matemáticos
es más clara una escritura vertical que una escritura horizontal. Piénsese en la solución
de ecuaciones, en donde una escritura horizontal facilita errores con el signo de la
igualdad.
Consiste en buscar la anticipación de los resultados a obtener por las acciones sobre
objetos concretos o simbólicos. De esta manera se pueden conocer las concepciones que
poseen los estudiantes, el modo como aplican sus conocimientos y las estrategias que
utilizan para resolver problemas. Esta comunicación es fundamental para la movilización
de los comportamientos matemáticos de tipo inductivo, como los que tienen que ver con la
capacidad de plantear conjeturas y descubrir fórmulas o leyes generales.
Cualquiera sea la situación diseñada para iniciar la interacción con los niños y jóvenes, es
conveniente incitarlos para que expliquen lo que están haciendo y pensando y, si es
posible, que “justifiquen” de alguna manera el porqué o para qué lo están haciendo. Lo
anterior tiene importancia cognoscitiva puesto que el estudiante es promovido a pensar en
la acción o en el acontecimiento; pero también el maestro o el acompañante disponen de
indicadores que informan sobre lo que éste está comprendiendo y de las calidades de la
comprensión. Por ejemplo: un niño de cuatro años llena durante una sesión de trabajo
varias hojas en blanco dibujando rayas con lápices de colores. Al preguntarle por lo que
hay representado en cada hoja responde que en una está la piscina, en otra el mar, en
otra el río y en otra solamente rayas. Todas las hojas “parecían” representar lo mismo: un
“enredo” de rayas, pero aunque se mezclaran las hojas, el niño era capaz de volver a
reconocerlas diferenciándolas con exactitud.
La maestra había dado la siguiente instrucción para la actividad: “vamos a usar los
colores para pintar rayitas y dibujar el agua”. El niño pintó rayitas y lugares que conocía,
donde había agua.
Sin indagar al niño sobre el significado de sus acciones, no se hubiera descubierto lo que
estaba pensando.
Más aún, en la hoja de rayas que llamó “río”, algunas rayas significaban árboles; en la
hoja que llamó piscina –casi las mismas rayas– significaban el edificio donde estaba la
piscina.
Competencia escrita
Para las representaciones gráficas y diagramales interesa descubrir el sentido que le dan
los estudiantes y el uso que pueden hacer de ellas para resumir procesos o estados, en
donde el concepto de variable esté presente (tanto la variable algebraica como la variable
de los fenómenos físicos).
Construir modelos gráficos o simbólicos para las relaciones entre los datos.
Diseñar o utilizar un problema más abstracto que el presentado, pero que lo incluya como
particular.
Las dificultades que muestren los estudiantes para plantear o resolver un problema deben
ser precisadas y clasificadas, ya se trate de dificultades en la comprensión, en el
conocimiento matemático, en los procesos para aplicar algoritmos o en las actitudes
sociales, culturales o emocionales, hacia la matemática o el enunciado del problema. Es
muy común la tendencia a dar respuestas estereotipadas; es decir, responder con el
esquema disponible, aunque el problema no esté relacionado con el esquema. También
es frecuente la incapacidad de modificar las formas perceptivas existentes, para buscar
una representación más adecuada.
LA CAPACIDAD DE MODELACIÓN
El símbolo 4 es el cardinal de todas las colecciones que poseen cuatro elementos, pero
también es resultado de infinidad de operaciones y relaciones, como: 6 - 2, + 12/3 , , etc.
La ecuación de la recta y = mx es un modelo para todas las rectas que pasan por el
origen de coordenadas y, a la vez, es un modelo para infinidad de fenómenos cuyas
magnitudes se pueden aproximar con las variables x e y (en relación directamente
proporcional).
__________
38. P. Ernst, The fhilosopy of mathematics education, The Palmer Press, 1991.
40. Luz Manuel Santos Trigo, “La naturaleza de las matemáticas y sus implicaciones didácticas”, Mathesis 9,
1993, págs 426-427.
41. Para comprender mejor el significado del concepto sentido numérico se puede consultar el artículo de Ana
Celia Castiblanco P., “Sistemas Numéricos” Grupo de Investigación Pedagógica, MEN, Santa Fe de Bogotá,
1997.
42. Citado por Paulo Abrantes: “El papel de la resolución de problemas en un contexto de renovación
curricular”, en Revista de Didáctica de las Matemáticas número 8, año III, abril de 1996.
43. Julio César Penagos Corzo, “Creación o resolución de problemas, Internet, 1997.
Concepto de suficiencia
La aprobación debe significar un buen punto de llegada, una suficiencia aceptable, tanto
para el individuo como para los observadores externos, sobre los saberes y
comportamientos básicos que se consideren como indispensables en la cultura de todo
estudiante. El estado de suficiencia señalará, de la manera más precisa posible, aquellos
logros fundamentales e indispensables para la continuación del proceso educativo en el
área de las matemáticas. Sólo que ellos se podrán alcanzar con ritmos y tiempos
diferentes, durante el proceso educativo, dentro de una programación curricular flexible y
dinámica.
Supongamos entonces que se fija una franja para interpretar la suficiencia. Franja que
puede ser tan específica como lo permitan las condiciones particulares de los docentes,
los alumnos y la institución. Para el caso de nuestras categorías de indicadores, la franja,
en cada caso, estará conformada por el conjunto de indicadores específicos que hemos
precisado durante la planeación. Así por ejemplo, la franja de la significación estará
limitada inferiormente por las concepciones de los alumnos, y superiormente por las
significaciones exigidas por las matemáticas, en las condiciones de contexto, previamente
aceptadas. En otras palabras, el límite superior señala el estado de los logros esperados,
después de la intervención educativa y en un momento dado del proceso.
Los criterios para definir y aceptar una franja de suficiencia pueden considerarse como
instrumento de registro de la evaluación. Desde la planeación inicial del área se suponen
unos límites superiores que determinan la franja inicial que da cuenta de las pretensiones
institucionales; sin embargo, es muy probable que esta franja deba ajustarse a las
condiciones reales de los estudiantes, puesto que toda franja deberá ser el resultado, lo
más fiel posible, de los logros alcanzados por la mayoría de los estudiantes
pertenecientes a un grupo. La franja inicial servirá, entonces, como un referente para la
evaluación de los planes institucionales de trabajo y para efectuar los ajustes necesarios.
Es posible utilizar los números con un interés cualitativo, veamos: una franja es funcional
si la mayoría de los estudiantes de un grupo alcanzan los logros superiores fijados en ella;
pero, ¿qué significado tiene el concepto de mayoría? Si suponemos, con el profesor
Gastón Mialaret (1977) 44, que un 10% de los estudiantes muestra mejores aptitudes que
la mayoría, y, similarmente, un 10% se comporta por debajo de ella, es lógico definir el
80% (o un valor cercano al 80%) como referencia de mayoría.
Por otra parte, el porcentaje alto lo único que está significando es el estado de la mayoría
de los estudiantes de un grupo particular, sin confrontarlo con la franja ideal o la de otros
grupos o instituciones. Confrontación que puede ser muy positiva e inclusive necesaria
para las mejoras institucionales.
Para cada una de las categorías de indicadores podemos definir su respectiva franja de
suficiencia, con los elementos específicos que se tendrán en cuenta en ella.
Ahora analizaremos los registros del docente, sobre el grupo y sobre cada estudiante, y
los registros de auto evaluación de los alumnos.
Con base en la lista de indicadores que espera el docente para cada temática particular
deberá interpretarlos con base en el comportamiento general del grupo. De este modo
podrá reconocer cuáles logros fueron alcanzados por un porcentaje representativo de los
estudiantes analizados. Un porcentaje inferior al 80% debería originar modificaciones,
sustituciones o ajustes en las temáticas o en las didácticas que se estén utilizando. Con
este criterio estaríamos garantizando unos logros básicos para la mayoría de los
estudiantes, a la vez que se realiza una auto evaluación de la acción educativa planeada.
Es posible, por ejemplo, que el docente considere que la comprensión básica de los
conceptos se ajusta al indicador, pero la ejercitación y la aplicación de ellos no es todavía
suficiente; se esperaría, entonces, una acción didáctica encaminada a superar este
estado. En cualquier caso, estamos proponiendo la fijación de unas franjas o espacios
que informan sobre el estado general del grupo frente a indicadores generales de
comportamientos matemáticos esperados.
A partir del estado del grupo, pueden registrarse los comportamientos diferenciales de los
estudiantes frente a ese estado, ya sea por deficiencia o por una eficiencia superior a la
esperada. En el primer caso se originan las acciones de apoyo individual con miras a
lograr la superación de los obstáculos. En el segundo caso, las acciones irán
encaminadas a ofrecer oportunidades para la ampliación y profundización de los
aprendizajes y de los comportamientos formativos en el área.
Nuestro propósito general consiste en trabajar para que todos los estudiantes logren
llegar, aun con ritmos y actividades diferentes, a la franja de suficiencia en donde se
encuentre la mayoría del grupo. Desde el punto de vista institucional, el propósito debería
ser la cualificación de su franja particular de eficiencia.
Los cuadernos de los alumnos son importantes en la medida que informan, al mismo
estudiante, de su proceso de aprendizaje. Ellos mismos deberán registrar sus aciertos, los
errores y las superaciones que van logrando frente al plan de trabajo, que también deben
conocer con anterioridad. Nunca deberán utilizarse los errores de los estudiantes para
reprimirlos; por el contrario, deberán aprender a utilizar el error o la insuficiencia como un
medio y un desafío para la cualificación personal. Es ideal llegar a una situación donde los
mismos alumnos informan al docente sobre lo que piensan son sus carencias y
necesidades más importantes para lograr un buen estado cognitivo o formativo. Además,
esta información puede ser útil para reorientar el trabajo del docente.
Indicadores de significación
¿Qué significan para los niños las palabras cambio y sustitución?, por ejemplo, en el uso
del dinero y con material multibase.
Indicadores de comunicación
¿Sabe escribir los numerales? ¿Cómo los escribe? (Magnitud, dirección y sentido de los
numerales).
Significaciones matemáticas
Encontrar todas las subcolecciones que originan, aditivamente, una colección dada.
Generalizar esquemas aditivos; por ejemplo, del esquema aditivo básico 8+3 =11 derivar
esquemas como: 18 +3, 28+3, …
Indicadores de ejercitación
. Actividades para realizar cálculos. Primero con referentes concretos como palillos, aros,
cubitos, las regletas de Cuisenaire o cualquier material fácilmente contable, y luego
únicamente mentales.
Resolver problemas prototipo de aplicación del esquema aditivo con los diez primeros
números, fundamentalmente los que relacionan suma con resta.
Se plantean problemas a los niños, como los que a continuación se presentan, para
interpretar los heurísticos que utilizan: descomponer el problema en subproblemas, hacer
dibujos, reducir el problema a otro problema conocido, buscar casos particulares, razonar
por analogía, etcétera.
Las respuestas creativas de los niños que se encuentran en los primeros grados
escolares aparecen cuando se les plantean preguntas o actividades abiertas, pero que de
alguna manera los orientan a la acción. Los ejemplos siguientes dan significado a la
interpretación que estamos haciendo de estas respuestas:
Ejemplo 1: a unas niñas de tercer grado (8-9 años) se les propone pintar todas las
banderas que puedan, usando tres colores (amarillo, azul y rojo).
La mayoría de las niñas pintaron el modelo de bandera que conocían (véase figura 1).
Sus respuestas variaron entre 3 y 6 posibilidades; pero dos niñas asumieron la
multiplicidad de formas para las banderas, representando, una, más de 20 casos, y la otra
más de 32. Ambas interrumpieron las representaciones porque no terminarían nunca
(véanse figuras 2 y 3).
Ejemplo 2: Se propone a niños del grado 2º que hagan operaciones con los números
1,2,3, …, 10, 11, 12 para obtener el número 6.
La mayoría sólo utiliza sumas con números menores que 6; pero algunos niños utilizan los
números mayores que 6 y realizan las restas correspondientes. En el análisis de las
respuestas encontramos algunas representaciones gráficas en donde los elementos
sobrantes se tachaban, dejando sólo 6.
Ejemplo 3: Los niños de grado 2º usaban el geoplano y una pita de longitud fija para
representar todos los rectángulos que se les ocurriera, tratando de que descubrieran el de
mayor área. Un niño dice: “el más grande es éste -y señala el cuadrado- porque es
grande por todos los lados”.
__________
44. Gastón Mialaret, Las matemáticas cómo se aprenden, cómo se enseñan, Pablo del Río, Madrid, 1977.
La formación de maestros debe descansar no sólo sobre una base metodológica firme
que garantice la obtención de la cobertura y calidad apropiada, sino que ésta debe
subyacer sobre una propuesta conceptual que permita a los maestros desplegar la
educación que necesita la sociedad colombiana del nuevo milenio.
El campo disciplinar del maestro de matemáticas, lo podemos identificar con aquel que
llamaremos matemática escolar. Esto quiere decir que el campo disciplinar del maestro no
es la matemática como disciplina científica, aunque éste debe ser su pilar fundamental. Lo
que por el momento entenderemos por matemática escolar es una manera de
comprender los conocimientos y saberes matemáticos que circulan en los contextos
escolares, en tanto que estos saberes y conocimientos tienen el saber científico como
punto de mira, pero en su circular por la escuela no lo hacen necesariamente con el
carácter formal y abstracto desde el saber científico, sino que está cargado de
significados e intenciones provenientes de contextos sociales y culturales en que está
inmerso el contexto escolar 45.
Esta matemática pone en interacción tres elementos clave: las matemáticas como
disciplina científica, el alumno y el maestro. A continuación se realizarán algunas
consideraciones sobre los dos primeros elementos dejando para el final el tercero.
Las matemáticas. Hablar de las matemáticas es hablar del trabajo matemático y de cómo
es que éstas se producen. Es decir, las matemáticas no son solamente el cuerpo teórico
acumulado a través de la historia. Son también la actividad de quienes las piensan bien
sea como objeto de reflexión (objeto) o como instrumento útil (herramienta). Ningún
conocimiento matemático se produce terminado desde el primer momento. El matemático
en su quehacer comete errores, elabora hipótesis, realiza inducciones, generalizaciones,
etc., y posteriormente cuando juzga que ha encontrado un resultado digno de ser
“comunicado”, elige, del gran laberinto de sus reflexiones, aquello que es comunicable y
“susceptible de convertirse en un saber nuevo e interesante para los demás” (Brousseau,
1994). Esto implica ocultar todo rastro de su origen y génesis, para poder presentarlo de
acuerdo con las reglas permitidas: el lenguaje axiomático deductivo. Esto es, “el autor
despersonaliza, descontextualiza y destemporaliza lo más posible sus resultados”
(Brousseau,1994). Pero esto no es garantía de que el nuevo conocimiento será aceptado
como válido, para ello debe pasar la crítica del resto de la comunidad de matemáticos del
momento, quienes lo reformulan, lo generalizan, o incluso lo destruyen.
Esta génesis del conocimiento matemático permanece oculta tras los resultados que
nosotros conocemos, y sólo tras un estudio histórico y epistemológico puede ser sacada a
la luz pública.
Este saber científico, como se dijo al hablar del sistema didáctico, va cambiando de
contexto en etapas sucesivas hasta transformarse en matemática escolar.
Los alumnos. Los alumnos deben realizar una actividad muy específica en el ámbito
escolar, la cual debe ser propiciada por el profesor.
El trabajo intelectual del alumno debe por momentos ser comparable a esta actividad
científica. Saber matemáticas no es solamente aprender definiciones y teoremas para
reconocer la ocasión de utilizarlas y aplicarlas; sabemos bien que hacer matemáticas
implica que uno se ocupe de problemas, pero a veces se olvida que resolver un problema
no es más que parte del trabajo; encontrar buenas preguntas es tan importante como
encontrarles solución. Una buena reproducción por parte del alumno de una actividad
científica exigirá que él actúe, formule, observe, construya modelos, lenguajes, conceptos,
teorías, que los intercambie con otros, que reconozca las que están conformes con la
cultura, que tome las que le son útiles, etcétera.
Para hacer posible semejante actividad, el profesor debe imaginar y proponer a los
alumnos situaciones que puedan vivir y en las que los conocimientos van a aparecer
como la solución óptima y descubrible en los problemas planteados”. (Brousseau, 1994).
Pero también es cierto que dar respuesta a estas preguntas es asunto de arduos trabajos
de investigación, que permitan definir con claridad las perspectivas de la educación
matemática en el país.
__________
45. En este sentido la teoría de la transposición didáctica de Yves Chevallard da cuenta de las tensiones con
respecto a las decisiones que se toman, desde la matemática disciplinaria, en la elección de los
conocimientos matemáticos objeto de enseñanza y la forma como deben ser presentados en el contexto
escolar. Estas tensiones no sólo están determinadas por cuestiones científicas, sino también de orden político,
económico y socio-cultural en general.
La organización espacio/temporal de los contenidos que bien puede ser por asignaturas,
por módulos (monográficos), por proyectos pedagógicos, por campos conceptuales,
etcétera.
Sin embargo, esta estructura estará sujeta a una interpretación más rigurosa de lo
establecido en los fundamentos de los indicadores de logros, en los indicadores mismos y,
en éstos, los lineamientos y su supuesto curricular. En particular con lo que tiene que ver
con el elemento cualitativo.
Profesionalización
Actualización
Innovación
Investigación
La profesionalización es el espacio a través del cual se accede a un saber diferenciado, y
a un saber hacer asociado a este campo.
La formación de maestros deberá ser entendida como un proceso a través del cual un
sujeto se hace profesional en un campo disciplinar específico: la Educación Matemática.
La actualización, por su parte, debe ser entendida como un aspecto inherente al aspecto
profesional del docente a través del cual reflexiona y conceptualiza el nuevo conocimiento
que ingresa al campo disciplinar. Ahora bien, se entiende que así como la búsqueda de la
actualización es parte del quehacer profesional del maestro, del mismo modo las
universidades deben generar mecanismos que permitan al maestro interesado alcanzar
dicha actualización. Por ejemplo, a través de programas y no cursos, de pasantías de
investigación, publicaciones periódicas, impulsar la formación de redes de educadores
matemáticos, congresos, talleres y seminarios, tanto regionales como nacionales e
internacionales, etc., pero además las instituciones deben permitir al maestro acceder a
dicha actualización a través de su patrocinio e incentivo. Por ejemplo, el Ministerio de
Educación Nacional podría reglamentar de manera clara cómo el maestro puede acceder
a una comisión para realizar una pasantía académica, o cuándo y para qué un año
sabático, o financiar publicaciones y conformación de redes de educadores, etc. En
síntesis, la educación debe estar engranada en un sistema complejo que permita al
maestro distintas vías para alcanzarlo.
Por último, la investigación debe ser entendida como el lugar desde el cual se produce
conocimiento en el campo disciplinar. Esta parte de la formación profesional empieza en
las maestrías y se consolida en los doctorados, desde donde se construye la comunidad
científica de educadores matemáticos en el país. Nótese que en este momento se está
haciendo una distinción entre maestro investigador e innovador, en tanto que son
actividades claramente diferenciadas, pero igualmente válidas ante la comunidad
académica. Ahora bien, no se trata de que un maestro no pueda realizar investigaciones,
se trata de que mientras se dedique a realizar la investigación, su rol es el de investigador
y no el de maestro. En síntesis, un maestro puede ser investigador, lo que no puede es
ser ambas cosas a la vez.
Los maestros. Los planteamientos en los dos apartados anteriores determinan el papel
del maestro: éste debe recontextualizar y repersonalizar los conocimientos matemáticos.
Así pues el trabajo del maestro es en cierta medida comparable con el trabajo de un
investigador ya que debe determinar el tipo de actividad a proponer al alumno, de tal
manera que cada conocimiento surja de la respuesta a un problema que el alumno se ha
planteado y del cual ha formulado su solución.
El profesor debe simular en su clase una microsociedad científica, si se quiere que los
conocimientos sean medios económicos para plantear buenos problemas y para
solucionar debates, si se quiere que los lenguajes sean medios de dominar situaciones de
formulación y que las demostraciones sean pruebas.
Pero debe también dar a los alumnos los medios para encontrar en esta historia particular
que les ha hecho vivir, lo que es el saber cultural y comunicable que se ha querido
enseñarles. Los alumnos deben a su turno redescontextualizar y redespersonalizar su
saber de manera que puedan identificar su producción con el saber que se utiliza en la
comunidad científica y cultural de su época.
Claro está, se trata de una simulación que no es “verdadera” actividad científica, así como
el conocimiento presentado de manera axiomática no es el “verdadero” conocimiento
(Brousseau, 1994).
Pero dado que esta actividad no se realiza por fuera de las exigencias sociales, entonces
la actividad del maestro y alumno está determinada y condicionada, de tal forma que los
contenidos que se enseñan, la manera como se presentan , los objetivos que se
persiguen al llevarlos a la escuela, etc., son el resultado de dichas exigencias.
Así pues, las matemáticas que circulan en la escuela, responden a preguntas tales como:
¿Qué tipo de educación matemática queremos en nuestra sociedad?, ¿cuáles son los
fines sociales de la educación matemática en nuestra población?, ¿cómo debemos
presentar las matemáticas en la escuela para que se alcancen los fines sociales
propuestos?
Dar respuesta a preguntas como las anteriores implica reflexiones de tipo filosófico,
epistemológico, ético, político, didáctico, pedagógico, etc. La formación de maestros debe
plantearse sobre la base de este tipo de reflexiones, de tal manera que el maestro
adquiera herramientas conceptuales que le permitan dar las respuestas necesarias a su
trabajo en el aula.
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