Clase 2 - Perspectiva de Género - Fainsod
Clase 2 - Perspectiva de Género - Fainsod
Clase 2 - Perspectiva de Género - Fainsod
Paula Fainsod
Curso: Educación Sexual Integral para estudiantes de profesorados universitarios
Índice
Se dice de mí… 3
Perspectiva de género, ¿un tema de mujeres? 4
Machismo y Feminismo: ¿caras de una misma moneda? 6
La insistencia en desprestigiar a esta perspectiva al postularla como “Ideología de género” 7
Perspectivas de género y ESI, vinculaciones potentes para una educación sexuada más igualitaria,
más justa y estimulante 16
Bibliografía utilizada 1
Presentación
En la clase anterior nos acercamos a los discursos sociales en torno a las sexualidades, cómo las instituciones
educativas participan en la producción de los cuerpos sexuados y a partir de allí comenzamos a delinear algunas
primeras reflexiones en torno a los modos que toman los abordajes de la educación sexual, aproximándonos a la
ESI.
En esta clase lxs invitamos a continuar la reflexión iniciada acercándonos a una mirada que entendemos potente
para incorporar en los análisis y prácticas educativas y específicamente aquellas referidas a la educación sexual.
Algunas de las preguntas que recorreremos serán: ¿de qué hablamos cuando nos referimos a esta perspectiva?,
¿perspectiva o perspectivas de género?, ¿cómo se va configurando este campo?, ¿ por qué la perspectiva de género
en educación sexual?, ¿ cuáles son las vinculaciones entre ESI y perspectiva de género?
Se abordarán algunos puntos nodales en las formas que adquiere esta mirada que está íntimamente vinculada con
los Feminismos, los movimientos socio-sexuales, los Estudios de la Mujer, los de Género y los de las Masculinidades,
los Queer. A través de un recorrido socio-histórico abordaremos los aportes que estas corrientes brindan al trazado
de esta perspectiva, que entendemos como plural y en continua construcción. A partir de delinear algunas de las
aportes que convergen en la/las perspectiva/s de género reflexionaremos acerca de los desafíos que éstos traen para
la producción de una educación -particularmente una educación sexual- igualitaria, justa y estimulante. Hacia el
final del módulo proponemos algunas primeras reflexiones acerca del valor de la perspectiva de género para la
Educación Sexual Integral, aspecto que se desarrollará con mayor profundidad en las próximas clases de este curso.
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Se dice de mí…
En esta clase proponemos una aproximación a la/las perspectiva/as de género ¿Por qué una aproximación?
Porque no llegaremos a una definición cerrada respecto de lo que ella implica (tal como adelantamos en la
clase anterior) sino que la invitación es a aproximarse a los modos de entenderla, que se anudan fuertemente
a una historia en la que confluyen aportes desde diferentes espacios académicos, políticos y sociales.
Si les pidiéramos a cada unx de ustedes que asocien algunas imágenes o palabras que vinculan a “perspectiva
de género” seguramente resonarán diferentes expresiones. Quizás convoquen frases tales como“igual salario
a igual trabajo”, “violencias de género”, “identidades de género”, “aborto legal, seguro y gratuito”. Es que al
acercarse a esta perspectiva se pueden reconocer múltiples modos de entenderla, modos que la van
construyendo y deconstruyendo, modos que conviven, modos que se interpelan, modos que disputan... Por
eso aquí ofrecemos una reconstrucción de diferentes aportes desde donde esta perspectiva fue/es pensada,
proponiendo también cómo pensamos aquí a esta perspectiva y comenzando a desplegar (aunque será
desarrollado con mayor énfasis en la clase 3) de qué modo la perspectiva de género se presenta en la ESI.
Como decíamos cuando hablamos de género (sin remitirnos a las telas o a los géneros literarios) la definición
se nos vuelve escurridiza, porque se trata de un concepto polisémico que suele ser utilizado para denominar
un amplio espectro de “temas” o de “ problemas”. Por un lado, como comenzamos a ver en la clase anterior,
el género remite a los procesos de identificación sexual de las personas. Entendemos que este proceso es una
construcción, que no deriva de una naturaleza ni de una anatomía genital leída como natural sino que
implica una construcción en el marco de una cultura. A lo largo de la historia se han generado diferentes
formas de leer los cuerpos sexuados. Formas de leerlos que también, en tanto construcciones socio-históricas
se anudan a procesos sociales, a relaciones de poder.
Cuando pensamos, entonces, en perspectiva de género/perspectivas de género no nos remitimos a las
identidades de género sino a los modos en que estos procesos fueron leídos. Si bien como ya hemos
mencionado, en estas lecturas confluyen diversas corrientes y posturas que conllevan múltiples modos de
comprenderla, hay algo que en todas ellas hace de lazo y que hace que las agrupemos dentro de esta
clasificación. Las perspectivas de género ponen en tensión aquellas miradas que explican los procesos
sociales y las desigualdades/violencias/particularizaciones entre los géneros aludiendo a la naturaleza. Por eso
cuando pensamos en perspectiva de género vienen a nosotrxs algunas de las imágenes mencionadas más
arriba (y seguramente muchas más también), porque aún con sus diferencias todas ellas ponen en tensión el
status quo, el orden establecido que fija lugares, destinos, experiencias para los diferentes géneros y que
aluden a la naturaleza para explicarlos y sostener así (legitimar y producir) cierto orden de relaciones.
Como comenzamos a plantear en la primera clase, la perspectiva de género constituye una mirada desde la
cual se analizan los procesos sociales. Una especie de anteojos violetas y/o multicolores que permiten
advertir los sesgos, desigualdades, violencias sexo-genéricas que se encuentran presentes en diferentes
dimensiones de lo social. ¿Qué implica mirar los procesos sociales desde estos anteojos?, ¿Perspectiva de
género o perspectivas de género?, ¿cuáles son los aportes que los feminismos y movimientos socio-sexuales
brindan a esta perspectiva?, ¿cómo esta perspectiva toma presencia en el campo educativo y en la ESI?
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Lxs invitamos a ver la versión original del spot publicitario “Igualismo” (2012), un
ejemplo de un dispositivo cultural en el cual se plantea una equivalencia entre
machismo y feminismo: https://www.youtube.com/watch?v=p4T_Q6YaPIE
De acuerdo a lo que venimos trabajando, ¿qué reflexiones les genera la frase final
“cuando el machismo y el feminismo se encuentran, nace el igualismo? A partir de la
publicidad se generaron una serie de denuncias por parte de legisladoras y
organizaciones que culminaron con la intervención del Observatorio de la
Discriminación en Radio y Televisión (ODRT). En el marco de una mediación se llegó al
acuerdo de reemplazar los términos “machismo” y “feminismo” por “hombres” y
“mujeres” .
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Para pensar
En una entrevista del 2017, la antropóloga argentina Rita Segato brinda algunas
argumentaciones que nos pueden acompañar en la reflexión en torno a los efectos
del discurso que propone a la perspectiva de género como un tema de mujeres. Lxs
invitamos a leerla:
https://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-139835-2010-02-08.html
¿Que ejemplos trae la autora para pensar la importancia de analizar las
problemáticas sociales desde una perspectiva de género?
Perspectivas de género: recorridos y aportes desde los
feminismos y los movimientos socio-sexuales.
¿Feminismo o Feminismos?
Siempre hubo feministas que lucharon contra las injusticias ligadas a los posicionamientos sexo-genéricos,
pero según algunas genealogías el momento inicial de la configuración de esta lucha como movimiento
social se ubicaría hacia fines del siglo XIX. Podríamos caracterizar a este movimiento como un campo
discursivo de acción amplio y heterogéneo que, en el diálogo con otros procesos, se transforma y reconfigura
a lo largo de su historia. Conviven en él distintas vertientes que interpelan los centros de la teoría feminista
demarcando diferentes miradas. En tal sentido, quizás resulte más pertinente referirnos a feminismos, en
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Paulina Luisi primera mujer que recibe un título
universitario. Buenos Aires, 1908
Simulacros de votaciones femeninas. El Comité Pro
Sufragio Femenino fue creado por la socialista argentina
Alicia Moreau de Justo en 1907
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En torno a la discusión sobre la igualdad recomendamos leer este artículo en el que la
autora señala que la conquista de la igualdad debe pasar por la igualdad en el marco de
las diferencias permitiendo así cuestionar el binarismo jerárquico sostenido por las
posturas igualitaristas.
Santa Cruz, Isabel (1992) “Sobre el concepto de Igualdad, algunas observaciones”. En: Revista
Isegoría No 6. Madrid.
Las preguntas acerca de las feminidades y de las limitaciones que conlleva la lucha por la igualdad despojada
de la visibilización de las diferencias, vendrá también de la mano de otras corrientes que estallan estos
conceptos. Estos feminismos cuestionan la noción de un sujeto (universal) femenino, monolítico , que no
por ello deja de articular las movilizaciones por la adquisición de derechos, la propia noción de igualdad
debía ser discutida. Reconociendo la importancia de este movimiento, resulta importante señalar que este
movimiento cuestionan, no solamente la universalidad del sujeto moderno (hombre, burgués, blanco,
heterosexual), sino también la existencia de un sujeto femenino único (mujer blanca, heterosexual,
occidental y por lo general, de clase media o alta).
Bajo la pretensión de universalidad se cuestiona las invisibilizaciones de las experiencias de las mujeres
afrodescendientes, indígenas, lesbianas, cis. Se abona así una crítica no sólo hacia el sexismo sino también
hacia el propio movimiento social de mujeres y a los análisis de género que sostienen aún en sus
argumentaciones críticas sesgos que mantienen jerarquías de clase, color de piel, nacionalidad, orientación
sexual. Así el feminismo negro, el feminismo lésbico, como los post-coloniales y decoloniales suman
condicionamientos de opresión que se entrecruzan y particularizan las experiencias sexo-genéricas y
desinvisibilizan diferentes procesos sociales que las sostienen. Desde estos feminismos se tensionan las
genealogías euro-centradas y colonizadas del feminismo blanco poniendo en cuestión la noción de origen
enlazada a los análisis que desconocen los movimientos generados en diferentes geografías.
Estas corrientes junto a los análisis pos-estructuralistas y a los aportes de los movimientos socio-sexuales que
mencionaremos más adelante, darán origen a lo que algunxs llaman Tercera Ola del Feminismo. Esta forma
de entender el feminismo surge como respuesta crítica a ciertas insistencias acuñadas por el movimiento
hasta allí. Se postula la necesidad de la interseccionalidad entre diferentes condicionamientos (orientación
sexual, color de piel, etnia, nacionalidad, clase). Estas perspectivas ponen sobre la mesa no sólo formas de
sufrimientos, subalternización invisibilizadas sino también modos de resistir plurales. Como mencionamos
más arriba, desde esta perspectiva, una movimiento emancipador requerirá la convergencia de estas
múltiples formas que toman las experiencias de las mujeres, los múltiples modos de entender el feminismo
para la construcción de una propuesta colectiva más potente que propicie, sin ánimos de sintetizar, nuevos
horizontes en el quiebre del orden establecido y en las conquistas de igualdad y justicia.
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En síntesis
Para pensar
Lxs invitamos a escuchar el poema “Reivindico mi derecho a ser un
monstruo” de la activista trans argentina Susy Shock.
https://www.youtube.com/watch?v=UAuHa0whIM8
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Podríamos nombrar entonces la idea de “educación sexuada” como aquella educación
que, a diferencia de las perspectivas conservadoras-tradicionales reconocen el carácter
sexuado de lxs sujetxs que se encuentran en el ámbito escolar. Tener como horizonte
una educación sexuada con perspectiva de género, implica entonces para nosotrxs no
sólo reconocer la educación como sexual, reconocer a lxs sujetxs implicadxs como
sexuados sino por sobre todo el desafío de que la educación constituya una propuesta
que desafíe los límites de lo instituído en una conquista de mayor igualdad, justicia y
que colabore al despliegue de sexualidades autónomas, plenas y placenteras.
¿Cómo ir en ese camino? Los aportes de las tradiciones de los estudios de género y los estudios queer, las
pedagogías feministas y las pedagogías críticas nos permiten trazar algunos rasgos que aún están omitidos en
las tradiciones emergentes en la educación sexual. En esta línea es que la ESI viene a ser una oportunidad, y
no sólo para quedarnos en la comodidad de lo logrado (lo cual resultó tan difícil de conquistar y cada vez
más de no perder).
Sólo a modo de avance de lo que abordaremos en la clase 3, aquí señalamos que la sanción de la Ley
Nacional de ESI (N 26.150) conlleva dos hitos fundamentales que merecen detenimiento al momento de
comprender este contexto y por qué estas leyes lejos de sustituir una a la otra se complementarían. Por un
lado, la ESI establece la garantía del derecho y la responsabilidad del Estado por garantizarla. Por otra parte,
ella propone una nueva y desafiante mirada respecto de los tradicionales abordajes: la perspectiva integral.
En relación al primer punto, resulta necesario señalar que aún a doce años de la sanción de la Ley Nacional
ESI (LESI) hay quienes obstaculizan y aún hoy con más vehemencia expresan que la sexualidad no es
asunto de la escuela y es un campo privativo de las familias. Los feminismos y los movimientos
socio-sexuales, como así también los aportes de los estudios de género, han resultado piezas fundamentales
en la conquista del derecho a la educación sexual. No sólo por su lugar protagonista en la escena política
para su concreción sino también en la generación de saberes que abonaron a este terreno.
Respecto del segundo hito, la ESI genera un punto de ruptura respecto del abordaje tradicional de la
sexualidad en las escuelas. Estipula como modelo, el abordaje integral. ¿Integral implica perspectiva de
género? El abordaje integral genera ruptura con los abordajes reduccionistas que aún hoy mantienen su
hegemonía en las aulas: el modelo biologicista, el modelo bio-médico. En el texto de la LESI se menciona la
igualdad de oportunidades y trato entre varones y mujeres, este enunciado da cuenta del consenso logrado
con los grupos conservadores que se oponían a la inclusión de la perspectiva de género en la normativa. Será
en los Lineamientos curriculares para la ESI (2008) como en documentos posteriores del Programa
Nacional de ESI donde el género y la perspectiva de género se mencionan entre sus fundamentos,
contenidos y propuestas para el aula. A su vez, más arriba mencionamos que se presentan diferentes modos
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Para comenzar a pensar esta transversalidad a nivel curricular, que veremos en
profundidad en la clase 5, les acercamos los aportes de la norteamericana feminista
Peggy Mcintosh (1997) y su descripción de las fases interactivas del desarrollo
curricular para abordar la inclusión del punto de vista feminista en la enseñanza. La
autora advierte que éstas no deben entenderse como una linealidad cronológica sino
que por el contrario, se superponen. Sintéticamente diremos que una primer fase
corresponde a mostrar la invisibilización de las mujeres (y agregamos, de otros cuerpos
disidentes) en tanto sujetas de la ciencia, de la historia o de cualquiera de las
asignaturas a la que es aplicable este modelo. Una segunda y tercera fase refieren al
esfuerzo por sumar o añadir a aquellas personas o a aquellos problemas que despiertan
su ocultamiento. Es decir, elaborar una historia compensatoria, un rescate de las figuras
extraordinarias de los grupos excluidos. La tercera y cuarta fase propuesta traslada el
foco desde los casos de mujeres extraordinarias a los problemas sociales de las
mujeres, cuestionando fuertemente las desigualdades de género a nivel estructural.
Aparece aquí una verdadera revisión epistemológica y política del curriculum, y una
denuncia a las exclusiones, así como también un esfuerzo de visibilizar en los espacios
educativos las luchas de los diferentes grupos subordinados.
Una propuesta pedagógica que desafíe los límites de lo instituído, que subvierta las categorías de
pensamiento, que interrogue las prácticas educativas. Una educación sexuada donde cada quien pueda
re-pensar el orden hegemónico, re-pensarse y transformarse. En esa búsqueda la perspectiva de género
resulta un ineludible de la educación sexual, y específicamente de la ESI. La ESI resulta una oportunidad,
no un punto de llegada; ella es el terreno desde donde desplegar y seguir empujando los límites de
lo posible hacia una educación más justa y estimulante. En las próximas clases acercaremos algunas
pistas de por dónde encontramos algunos de estos intersticios para profundizarla, para seguir construyendo
una educación sexual integral con perspectiva de género.
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Bibliografía utilizada
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