Casa Hacienda Cayalti
Casa Hacienda Cayalti
Casa Hacienda Cayalti
MONUMENTOS
CASA-HACIENDA CAYALTI -
2016
INTEGRANTES:
DISTRITO DE CAYALTI
El Distrito peruano de Cayaltí es uno de los
veinte distritos de la Provincia de Chiclayo,
ubicada en el Departamento de
Lambayeque, bajo la administración
del Gobierno regional de Lambayeque, en
el Perú. Distrito creado mediante Ley No.
26921 del 29 de enero de 1998, en el
segundo gobierno del presidente Alberto
Fujimori..
DESCRIPCIÓN DE CAYALTÍ :
UBICACIÓN
LÍMITES
HIDROGRAFÍA
TOPONIMIA DE CAYALTÍ
Durante la época anterior al imperio del sol, estuvo habitada por la cultura
Chavín, después por las grandes culturas: Mochica y Chimú. De los restos
arqueológicos se han hallado el faldero del "Cerro Corvacho" se puede precisar
que los primeros grupos humanos que poblaron esta zona fueron los los errantes
y misteriosos Chavines. Según el Dr. Walter Alva, director del museo Bruning de
Lambayeque, se ha descubierto un "Gleogifico Chavinoide" que representa una
figura gigante, ubicada en la ladera denominada " pampa de caña cruz "en el
anexo de la compuerta (cayalti) según las crónicas del inca Garcilaso de la Vega
dice: " que cuando Huayna Cápac, padre del infortunado Atahualpa conquisto
Quito, sometió a su paso los valles de Pacasmayo, Zaña, Lambayeque, Motupe
,Sullana, Tumbes, también asegura
que sometió a sus dominios al gran
collique, al cual pertenecía Cayalti y
Cinto (hoy Chiclayo). La comunidad de
collique fue encomendado a don Luis
de Atienza, que tenía 582 indios
tributarios y 2,325 personas reducidos
en un pueblo del mismo nombre. En la
colonia, con la llegada de los españoles
los incas fueron vencidos, entonces
Cayaltí, fue habitada por algunos
españoles y (los incas vencidos)
quedaron dominados por los invasores.
Después los peninsulares, luego de
varias revelaciones se apoderan de
esta zona y forman un fundo que por la benignidad u riqueza de su sueldo le
denominan "San Pedro de Cayalti". Según la testamentaria de escritura del
testamento de poder llevado al escribano público Don Domingo Cossío Monante,
expedido el presente testimonio por el notario público de Lambayeque Don
Carlos Rivadeneira, el 5 de febrero de 1937, con lo sgte: "TESTAMENTO DE
PODER".
Don Eugenio de León y Rivera por Don Juan de León y Rivera, podemos afirmar
que el primer dueño de esta ex hacienda "San Pedro de Cayalti" fue Don Juan
de León y Rivera, Cabeza de Vaca, Pnubiteno comisario del santo oficio de la
ciudad de los reyes y natural de Zaña, hijo legítimo de DOn Cristobal de León y
Rivera y de Doña Ines Josfa Cabeza de Vaca. San Pedro de Cayalti, fue
comprado en público y a remate, ante la leal justicia del conocimiento de Zaña.
ALUVIONES Y TERREMOTOS
En 1913 se llegó a una decisión final sobre una larga disputa de tierras entre
Cayaltí y el pequeño pueblo de Zaña, el cual estaba completamente rodeado por
la hacienda. La decisión, favorable a los Aspíllaga, motivó un ataque en el pueblo
a la propiedad de la familia y a la quema de la tierra en disputa. A pedido de los
Aspíllaga, Zaña fue ocupada por el ejército, que impuso el toque de queda y
prohibió la venta de licor, la posesión de armas, y proscribió las reuniones
públicas. El ejército restableció el orden, pero para ello mató a dos zañeros e
hirió a varios otros. Subsecuentemente, el prefecto de Lambayeque archivó un
informe sobre lo sucedido, describiendo la acción del ejército como una
“masacre” y afirmando que todos los cerros circundantes a Zaña habían sido
robados por las haciendas cercanas, especialmente Cayaltí. Ántero vio el
informe, y le fue posible reemplazar al prefecto con alguien más favorable a los
intereses de los Aspíllaga en menos de una semana .
En 1919 luego del golpe del 4 de julio de Leguía hubo una huelga potencialmente
violenta en Puerto Eten, donde los Aspíllaga tenían azúcar y alcohol almacenado
para embarcar; les siguieron los trabajadores del ingenio azucarero, y en
septiembre los cortadores de caña: pedían salarios más altos y precios más
bajos para los alimentos. Los Aspíllaga estaban entonces de malas con el poder,
pues se habían enfrentado a Leguía. Sin embargo, pudieron gestionar con el
prefecto el envío de ochenta hombres armados a Eten con la amenaza de
encarcelar a los trabajadores portuarios; concedieron aumentos de salarios a los
trabajadores del ingenio y recurriendo, una vez más al prefecto respecto a los
cortadores de caña: le pidieron veinticinco hombres armados, éste envío
cincuenta y los trabajadores regresaron a trabajar.
Hay pues toda una historia de lucha de los trabajadores de Cayaltí por liberarse
de los abusos de los terratenientes, quienes no dudan en restringir derechos
como la libertad de expresión, a la sindicalización y a la vida. Y estos
terratenientes son los abanderados de lo que en el Perú pasa por liberalismo.
CAYALTÍ EN LA ACTUALIDAD
“Cuando hay una propina a veces nos dan, treinta o cincuenta soles, pero eso
es para dos días nada más”, señala un trabajador de la empresa.