AA - VV Barbarismos Queer Seelección PDF
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© R. Lucas Platero Méndez, María Rosón Villena y Esther Ortega Arjonilla, 2017
Impreso en España
Printed in Spain
ISBN: 978-84-7290-829-1
El prefij o cis provi ene del latín y suele traduci rse como «del lado de»
o «de este lado» . En contraposi ción , el prefijo «trans » expresa «a tra
v é s de» , «más al lá» o «al otro lado» . Al añad i r el sufijo «género» a
am bos términos , éstos emergen como adjeti v os descri ptivos . Por tan
to , de sde el punto de v i sta eti mológico , «ci s» y «trans » resultan térmi
nos an tóni mos . Como muchos térmi nos v i nculados c o n l o s estudios
de géne ro y la teoría queer desarrol lados en las últi mas décadas , «cis
g é nero » y los térmi nos asociados al mi smo surgen pri nci pal mente en
c onte xtos angloparlantes para después mi grar a contextos castellano
p arl an te s y a otras lenguas . Su emergencia ocurre en el contexto del
act i v i s mo y los estudios queer, situados en el marco más general de la
l uc h a h
istórica y colecti va por el reconocimiento y los derechos de las
Pe rs on as trans * ( McGeeny y Harvey, 201 5 ) .
Con respecto a s u s usos tempranos , con frecuencia s e atri buye el
Pri me r regi stro del térm i n o a la bióloga Dana Leland Dafosse , quien
1 0 uti l izó en 1 994 en un grupo v i rtual de temas trans* (alt .transgende
re d ) , se g uido del uso que hace Carl B uj i s en otro grupo onl i ne s i m i lar
Despatologización
20 1 4); Missé (2010, 2 0 1 2) ; Missé , Coll - Planas (2010) ; Platero (2009, 201 1 ) ; S uess
< 2 0 1 0 ); Suess Schwend (2016); Suess, Espi neira y Walter Crego (2014).
4 · Los Principios d e Yogyakarta sobre la Aplicación d e la Legislación Internacional
cJ,, D erechos Humanos en Relación con la Orientación Sexual y la Identidad de Géne
�º · P res entados en 2007 al Consejo de Derechos H umanos de la ONU, se han conver-
l i do e n una referencia relevante en la defensa de los derechos humanos de las personas
.C i T B I .
Gordofobia
Lucrecia Mass on
Genealogías otras
"a rm arla» , «¿no podías estarte cal lado?» . Obviamente N O . Puedes ser
a n o rmal , mientras no des el «cante» y lo mantengas en pri vado .
Dar el cante siempre ha ido asociado a «la pérdida de acei te» , a
la p l uma, esos comportami entos o «parecimientos» con lo femenino.
y en la prácti ca sexual , no lo es menos . Apl icaciones de li gue que te
p reguntan : top or bottom ? Ante la i ndefinición , se encuentran los bien
defi nidos en sus roles o corporal mente , que i nsi sti rán en una categori
za c i ón certera. Pretenden gestionar tu i ndefinición sin i ncertidumbre .
La culpable de que no te entiendan eres tú .
En una tarde de verano decidí pararme en alguna plaza a leer
después del trabaj o . Hacía ti empo que no i ba a la que es hoy la Plaza
de Pedro Zerolo. Al sentarme , observé un grupo de adolescentes , que
a priori leí como varones maricas . Al acercarme escuché: «a mí me
Una interpretación que aspi ra a la normal idad , que evita a toda costa
los estudi os que ponen en j aque el mito de la objeti vidad-neutrali dad
científica ( B ritzman , 1 998/2002; Wiegman , 1 997/2002) . Tam bién crea
la exclusión a través del currículo oculto (López, Echeita y Montero,
201 3) y el acoso para volver al cauce de lo correcto . Es un régimen
económico que establ ece un poder del capital sobre las personas , obli
gando a las mujeres a ser dóci l mente heterosexuales ( MacKi noon ,
1 980; Rich, 1 980/ 1 996) . Adri anne Rich, detal la que «SU puesto de tra
baj o depende de que fi nj a ser no simplemente heterosexual , sino una
mujer heterosexual en térmi nos de atuendo y rol femeni no y deferente
exi gido a las verdaderas muj eres» ( 1 980, p . 29) . Las normas hetero
sexuales i m ponen no solo una orientación sexual , sino una determina
da identi dad , en la que el género , la sexual i dad y el deseo , han de
perpetuar un si stema que eri ge como modelo al hombre-bl anco-hete
rosexual . Al gunas investi gadoras , como Kathleen Barry ( 1 984) , expli
can que la heterosexual i dad obl i gatoria i m pone a las m uj eres un so
meti m i ento sex ual que normal i za el abuso. Una v i olencia que se
ej erce contra todas aquel las personas que transgreden lo heterosexual ,
establ eci éndose un «si stema jerárq uico de valor sexual » ( Rub in ,
1 984) . Es un régimen de terror, cuyo obj etivo pri nci pal es la ins crip
ción de lo no humano.
Aproximación histórica
R. Lucas Platero
Intersexualidades
Iñaki Este/la