Prueba de Comprensión Lectora Nº3 8ºA
Prueba de Comprensión Lectora Nº3 8ºA
Prueba de Comprensión Lectora Nº3 8ºA
Nombre Nota
Objetivos:
Comprender información explícita de una parte o de todo el texto.
Sintetizar las ideas fundamentales de un fragmento del texto o los contenidos fundamentales de todo lo leído.
INSTRUCCIONES:
1. Lea atentamente cada enunciado antes de responder.
2. Utilice sólo lápiz pasta, de cualquier color, excepto rojo. El uso de lápiz grafito anulará su respuesta.
3. Marque la alternativa correcta sólo con un círculo.
4. No realice borrones y no utilice corrector, de lo contrario, su respuesta será anulada.
I. Comprensión de textos. (2 puntos c/u). Lee atentamente los siguientes textos y responde a continuación las preguntas que se
efectúan, encerrando en un círculo la alternativa correcta.
TEXTO 1
1. ¿Qué intenta demostrar el autor en este texto?
2. Fíjate en esta frase que está casi al final del artículo. Aquí se presenta en dos partes: “Para evitar molestias menores, pero dolorosas,
como ampollas, grietas o “pie de atleta” (infección por hongos)” (primera parte).
“el calzado debe permitir la evaporación del sudor y evitar que penetre la humedad exterior” (segunda parte).
La segunda parte...
TEXTO 2
A vuelo de pájaro
I. Lo que hago
Acabo de lavarme la cabeza. Salgo al balcón de mi casa para secarme el pelo. El sol de la mañana se me queda pegado. Por eso,
siempre aclaro que soy. Casi me desarticulo en mi silla de mimbre y respiro la ciudad, que llega en polvo y humo hasta el séptimo
piso donde vivo. A mi alrededor y desde sus una rubia “asoleada”. Me regalaron un secador eléctrico para mi último cumpleaños.
No lo uso. Prefiero el viento. Y el sol de la mañana, claro. macetas, las plantas me dan su verde saludo y me ayudan a no olvidar el
olor de los campos.
II. Lo que veo
Gorriones bochincheros disputándose vaya a saberse qué: ¿migas en el asfalto?, ¿lombrices en las veredas?, ¿brotes nuevos en los
espacios vacíos que dejaron los obreros de la municipalidad, después de hachar los últimos árboles de esta calle céntrica? No sé cómo
tantos pajaritos gorjean aún en la ciudad... Mi pelo ya está casi seco. Me lo voy a cepillar una vez más y volveré adentro.
III. Sorpresa
Oía... Ése que se paró sobre la baranda del balcón no es un gorrión... ¡Un jilguero! Me acerco en puntitas de pies para verlo de cerca,
pero él se asusta y se vuela. Ahora es una manchita oscura deshilachándose entre las antenas de televisión del edificio de enfrente. Ya
se fue... Siento como si también se hubieran volado mis ganas de sol… Vuelvo a mi habitación y pienso en el jilguero. Me pregunto si
el jilguero pensará en mí... Acaso mañana...
IV. Ya es mañana
Salgo al balcón, y no solamente para regar mis plantas. Sé que es una tontería, pero espero al jilguero. Mi mano le reserva miguitas de
pan. Mis ojos hacen equilibrio sobre las cornisas, resbalan por los retacitos de cielo que se enganchan en las antenas. ¿Por dónde veré
aparecer la manchita oscura? ¿Volverá?
V. Segunda sorpresa
¡Es él! ¡Es él! ¡Ha vuelto! Desde la sala, las carcajadas de mi hermano se confunden con mis gritos de alegría y abren una duda:
¿Cómo saber si es el mismo pájaro de ayer? Es el mismo, lo sé, no importa cómo. Le ofrezco las miguitas, dispersándolas por las
barandas del balcón. Me mira desde lejos, temeroso, y, temeroso, se acerca a comerlas. Me mantengo quieta, a la distancia, no quiero
asustarlo.
VI. Hoy
Pasaron muchos días desde la primera vez que el jilguero se detuvo en el balcón. Regresa siempre. Siento su entrega a mi afecto, su
total confianza. Ya come de mis manos. Me bastaría cerrar los dedos en torno a su cuerpecito y podría ponerlo en una jaula. Pero mis
manos no desean ser su jaula. Mi corazón tampoco. Mirándolo, toco su plumaje. Mirándolo, su hermosura. Y es mío porque lo
quiero. Todo lo que amamos nos pertenece y somos de quienes nos aman... Así de fácil es querer cuando se quiere de veras.
A. 1-2-3-4
B. 4-3-1-2
C. 3-4-1-2
D. 4-2-3-1
3. Luego del primer encuentro con el jilguero la niña teme que éste:
5. Qué quiere expresar la niña cuando dice “me bastaría cerrar los dedos en torno a su cuerpecito y podría ponerlo en una jaula. Pero mis
manos no desean ser su jaula. Mi corazón tampoco.”?
TEXTO 3
“Érase una vez un pobre leñador. Vivía en los bosques verdes y silenciosos cerca de un torrente que espumajeaba y salpicaba a su
paso, y trabajaba duramente para alimentar a su familia. Cada día hacía una larga caminata por el bosque con su dura y afilada hacha
colgada al hombro. Solía silbar mientras pensaba que, mientras tuviera salud y su hacha, podría ganar lo suficiente como para
comprar el pan de su familia.
Un día estaba talando un gran roble cerca de la orilla del río. Las astillas saltaban con cada hachazo y el eco de sus golpes resonaba
por el bosque con tanta claridad que cualquiera habría pensado que había decenas de leñadores trabajando. Al cabo de un rato, el
leñador pensó que descansaría un poco. Dejó el hacha apoyada en un árbol y se dio la vuelta para sentarse. Pero tropezó con una
vieja raíz retorcida y, antes de que pudiera evitarlo, el hacha resbaló y cayó al río. El pobre leñador se asomó sobre el torrente para
intentar ver el fondo, pero en aquel tramo el río era demasiado profundo. El agua continuaba fluyendo tan alegremente como antes
sobre el tesoro perdido. -¿Qué voy a hacer? –gritó el leñador-. ¡He perdido mi hacha! ¿Cómo voy a alimentar a mis hijos ahora? Tan
pronto como dejó de hablar, una hermosa dama surgió entre las aguas. Era el hada del río y salió a la superficie al oír esa triste voz. -
¿Qué te preocupa? –preguntó dulcemente. El leñador le contó su problema y la dama se sumergió de nuevo. Volvió a aparecer con
un hacha de plata. -¿Es ésta el hacha que has perdido? –preguntó.
El leñador pensó en todas las cosas bonitas que podría comprar a sus hijos con esa hacha. Pero no era la suya, así que meneó la
cabeza y dijo: -La mía era un hacha de simple acero. El hada del río dejó el hacha de plata en la orilla y se sumergió de nuevo. Pronto
volvió a aparecer y mostró al hombre otra hacha. -¿Acaso es ésta la tuya? –preguntó. El hombre la miró. -¡Oh, no! –contestó-. ¡Ésa es
de oro! ¡Es muchísimo más valiosa que la mía! El hada del río dejó el hacha de oro en la orilla y se zambulló otra vez. Al aparecer de
nuevo, llevaba el hacha perdida. -¡Ésta es la mía! –gritó el leñador-. ¡Ésta es de verdad mi hacha! -Es la tuya- dijo el hada- y también
lo son las otras dos. Son un regalo del río por haber dicho la verdad. Y esa noche el leñador volvió a su casa con las tres hachas sobre
el hombro. Silbaba alegremente al pensar en todas las cosas buenas que llevaría a su familia.”
A. Preocupado y sincero.
B. Pesimista y callado.
C. Solitario y porfiado.
D. Pensativo e ingenuo.
TEXTO 4:
Un niño le preguntó a un electricista:“¿Qué es exactamente la electricidad?” El hombre le contestó: “La verdad es que no lo sé,
pequeño, pero puedo hacer que te dé luz”.
TEXTO 5
1. la Tuberculosis (TBC) es una enfermedad muy peligrosa. Generalmente ataca los pulmones, aunque algunas veces ataca el
cerebro o los huesos. La TBC puede contagiarse muy fácilmente. Cada día, más de diez personas mueren de TBC en Sudáfrica.
2. Hace 200 años no había TBC en Sudáfrica. Se cree que los mineros ingleses llevaron la enfermedad y ésta se transmitió
rápidamente en las minas.
3. Cualquiera puede contraer TBC. Sin embargo, las personas que están débiles o en mal estado de salud contraen la TBC con
mayor facilidad. Esto significa que en los lugares donde hay desempleo, falta de dinero para comprar comida, hacinamiento y
malas condiciones de vida, mas gente contrae TBC.
4. Muchas personas no saben que contraen TBC. Si tienen TBC tendrán, al menos, los siguientes síntomas: tos constante o toser
sangre, falta de apetito, dolores en el pecho y sensación de enfermedad y debilidad. Si alguien piensa que tiene TBC, debe ir a
una revisión médica y tomarse una radiografía de tórax. Sólo los niños de menos de un mes pueden ser vacunados para
prevenirlos contra la TBC.
5. La TBC se trata con inyecciones, píldoras y con una alimentación y descanso adecuados. Es posible que la educación también
ayude a la gente a comprender más acerca de la TBC y de cómo curarla. Sin embargo, al menos que el gobierno detenga pronto
las causas primarias de la TBC, ésta seguirá siendo una enfermedad asesina en ese país.
TEXTO 6
1. ¿Qué crees tú que quiso decir el autor de esta canción con la expresión “ya no me baila un gusano en la tripa?”
A. Ya no me pongo nervioso
B. Ya no tengo lombriz solitaria
C. Ya no me pongo triste
D. Ya no me duele el estómago
TEXTO 7
1. “Estaba en la azotea de mi casa cuando de pronto sentí un ruido ensordecedor, como si fuera un balón de gas que explota, y
antes de darme cuenta de lo que pasaba, volé de punta a punta de la terraza”, cuenta Paola Meretta, todavía estremecida por
los hechos.
2. Meretta sufrió varias lesiones en su zona cervical, lo cual todavía le impide mover buena parte de su hombro izquierdo y la
obliga a usar un cabestrillo.
3. Una joven uruguaya que se encontraba abocada a su diaria tarea de secar su ropa en un tranquilo poblado de Almería, en el
sur de España, fue uno de los heridos en el último atentado de la banda terrorista ETA.
A. 1-2-3
B. 2-3-1
C. 3-1-2
D. 3-2-1
TEXTO 8
“Con excepción de Gabriela Mistral, la obra poética de las mujeres chilenas, ha sido demasiado descuidada por la crítica. Esta
situación no nos sorprende, porque sabemos que la ignorancia y el menosprecio hacia la producción literaria de las mujeres no es
nada nuevo. Recordemos cómo se lamentaba la propia Mistral en una carta a Eugenio Labarca, hace muchos años atrás: «No está
demás que le diga lo que pienso sobre literatura femenina en general, sin especializarme en nadie. Hay una montaña de desprestigio
y ridículo en Chile echada sobre las mujeres que escribimos.»
Hoy en día sucede más o menos lo mismo y si no se desprestigia la obra literaria de las mujeres, sí se la ignora.”