Procesal
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Procesal
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Capítulo I
EL CONTENIDO DEL DERECHO DE ACCIÓN
13
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
para discutir sobre el objeto del proceso La falta de accionabilidad puede pro-
en una determinada relación procesal. venir, por ejemplo, de la naturaleza del
Como principio general la acción no derecho reclamado. Los casos más típi-
compete a cualquiera y ella tampoco pue- cos surgen con los denominados derechos
de deducirse en contra de cualquiera. La económico-sociales, que en nuestro sistema
mayor o menor extensión para el ejerci- jurídico son considerados sólo como an-
cio de este derecho vendrá determinada helos o aspiraciones, que no pueden ser
por el tipo de legitimación que allí se re- satisfechas, a lo menos ejerciendo el de-
conozca, atendiendo fundamentalmente a recho de acción.33 Su protección se debe
la distinción entre legitimación ordinaria buscar en instrumentos distintos de los
o extraordinaria, que son metafóricamen- que concede el derecho de acción.
te hablando la medida del derecho de acción. En otras hipótesis, la falta o carencia
Para la doctrina clásica, la legitima- de este elemento resulta de una opción
ción es un requisito de la acción, enten- técnica, como ocurre con los derechos sub-
dida esta última como un derecho a una jetivos que no tienen acción. El ejemplo más
sentencia favorable. Se trata de un presu- clásico es el de las obligaciones natura-
puesto de fondo, al punto que si ella no les, conforme lo dispone el art. 1470 del
concurre –activa y pasivamente–, faltará Código Civil. Aunque en la reclamación
un elemento básico para que se pueda jurisdiccional de una obligación natural
acceder a la tutela judicial. concurra la legitimación y la causa de pe-
En la segunda parte de este trabajo dir, si el demandado opone la respectiva
analizaremos con mayor detenimiento excepción material, la acción queda ener-
este componente del derecho de acción. vada por falta de accionabilidad.34
En relación a este elemento, es im-
portante insistir en la obligación que pesa
9. LA ACCIONABILIDAD sobre el actor, en orden a indicar de un
modo concreto la tutela que solicita. Lo
La accionabilidad dice relación con la anterior es consecuencia de que la res-
posibilidad que tienen los tribunales de puesta jurisdiccional debe darse siempre
conceder la protección jurídica que soli- a problemas reales, no hipotéticos o even-
cita el actor.32 tuales; constituye una grave anomalía del
Esta tercera exigencia del derecho de petitorio de la demanda que la protec-
acción se verifica en el proceso civil exa- ción jurídica sea formulada en términos
minando el petitum o parte petitoria de la ininteligibles o de un modo condicional.35
demanda. Allí el actor debe señalar cuál
es la concreta tutela jurisdiccional que
solicita, enunciando, en forma precisa y 33
clara, las peticiones que se someten al Sobre el tema, MARTÍNEZ ESTAY, José Ignacio,
Jurisprudencial Española sobre Derechos Sociales, Barce-
fallo del tribunal (art. 254 Nº 5 CPC). lona: Cedecs, 1997, especialmente pp. 67-91.
La accionabilidad se verifica a la luz del 34
Una explicación reciente en PEÑAILILLO A RÉ-
ordenamiento jurídico, esto es, conside- VALO , Daniel, Las Obligaciones, Santiago: Editorial
rando si el conflicto promovido merece o Jurídica de Chile, 2003, pp. 149-164.
35
puede ser objeto de protección jurisdic- Desde los canonistas en adelante ha sido pa-
cífico entender que un atributo esencial de toda
cional. sentencia es que ella debe ser cierta, no dudosa ni
Es una realidad que no todo conflic- condicionada. Atentaría contra la certeza que debe
to de la vida social puede ser materia del otorgar toda sentencia que ella sea dada bajo una
derecho de acción. condición, razón por la cual si ella es dada de esa
forma, se le estimaba nula (sobre este tema, mayo-
res antecedentes, LLOBELL TUSET, Joaquín, Historia
de la motivación de la sentencia canónica, Zaragoza,
32
DE LA OLIVA, Andrés, Sobre el derecho a la tute- 1985, pp. 58 ss., especialmente pp. 77-78. La prohi-
la jurisdiccional, ob. cit., p. 47. bición de la sentencia condicional fue recogida por
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
del juez y de las partes en el proceso y se actor tiene derecho a que el órgano ju-
establecieron las respectivas obligaciones risdiccional acceda a la tutela jurídica so-
de los protagonistas del mismo.43 licitada en el proceso. Por lo mismo, para
Como toda relación jurídica, la de na- que nazca la obligación del órgano juris-
turaleza procesal tiene unos requisitos de diccional de pronunciarse sobre el fondo
validez. Von Bülow definía a los presu- del asunto controvertido basta que la ac-
puestos procesales como “las condiciones ción sea afirmada mediante el acto de la
para la constitución de la relación jurídi- pretensión. El planteamiento anterior se
ca procesal” o como “los requisitos a que ve reforzado, cuando se puntualiza que
se sujeta el nacimiento de aquélla”, o bien, el examen de las condiciones de la ac-
“como las condiciones previas para la tra- ción se debe realizar en la sentencia y no
mitación de toda relación procesal”. Se en una etapa anterior.45
comprenden bajo esta denominación aque- Si se han cumplido los presupuestos
llos elementos formales que se precisan procesales, al juez no le está permitido
para que una relación procesal surja váli- excusarse de resolver el asunto, dictando
damente. En su explicación originaria los una sentencia absolutoria de la instancia fun-
llamados “presupuestos procesales” se re- dada en sus dudas personales o en una
ferían a todo el proceso y condicionaban carencia de prueba, atendido que en el
la existencia del mismo. proceso civil moderno está abolido el non
Pese al notable éxito que tuvo la teo- liquet.46
ría de Von Bülow, la doctrina procesal Dicho de otra forma, a la hora de
criticó su excesiva amplitud para definir pronunciarse sobre el fondo el juez pue-
a los presupuestos procesales. En lo me- de adoptar sólo dos posiciones frente a
dular, se objetó que los denominados la petición de tutela jurisdiccional: aco-
“presupuestos procesales” no serían del ger o rechazar la demanda de protección
proceso, ya que en muchas ocasiones jurídica, en ambos casos total o parcial-
existía proceso aunque este careciera de mente. Si no cumple con esta obligación,
algún determinado requisito, resultando se estará frente a una omisión de la cues-
por lo mismo exagerado negar su exis- tión controvertida, que permitirá anular
tencia. la sentencia por la causal de casación en
De acuerdo con la moderna orienta- la forma del art. 768 Nº 5 del CPC.
ción, se pueden definir los presupuestos El expediente técnico al que recurre
procesales como aquellas circunstancias el proceso civil para obligar al juez a fa-
formales, establecidas por la ley procesal, llar el fondo –cuando se cumplen los pre-
que deben concurrir en el proceso para supuestos procesales– proviene de una
que sea posible la resolución sobre el fon- conjugación entre el contenido del prin-
do del asunto sometido a la considera- cipio de la inexcusabilidad y la existencia
ción judicial, las cuales deben, además, de la carga de la prueba.
observarse de oficio (esto último no se Conforme al principio de la inexcu-
ha discutido de la tesis de Von Bülow).44 sabilidad, el juez tiene la obligación de
Para la existencia de una relación pro- pronunciarse siempre sobre el fondo de
cesal válida se exige sólo la observancia la cuestión controvertida, impidiendo que
de los presupuestos procesales y no es
necesario, en rigor, que exista la acción;
si la acción existe, sólo en ese evento el 45
En esta orientación cfr., MANDRIOLI, Crisan-
to, “Riflessioni in tema di ‘petitum’ e di ‘causa pe-
tendi’, en Rivista di Diritto Processuale, 1984,
43
Cfr. GÓMEZ COLOMER , Juan Luis, “Óscar t. XXXIX, pp. 464-480.
46
Bülow”, en Juristas Universales, Madrid: Marcial Pons, Sobre el tema en el derecho histórico, TO-
2004, t. III, pp. 452-454 PASIO F ERRETTI, Aldo, “Las facultades del juez en la
44
Cfr. LÓPEZ SIMÓ, Francisco, La jurisdicción por historia del derecho hispánico y chileno”, RCS,
razón de la materia, Madrid: Trivium, 1991, pp. 46 ss. Universidad de Valparaíso, Nº 24, 1984, pp. 211 ss.
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
pueda esgrimir la falta de ley que resuel- 1º) Presupuestos procesales relativos al órgano
va el conflicto. jurisdiccional
Por su parte, la carga de la prueba auxi- a) La jurisdicción de los tribunales,
lia la tarea del juez al imponer a las par- también designada como “compe-
tes la obligación de probar los elementos tencia judicial internacional”
constitutivos, extintivos o modificatorios b) La competencia
que fundamentan de respectivas acciones c) La imparcialidad del juzgador
o excepciones. Si no cumplen con lo an-
2º) Presupuestos procesales relativos a las par-
terior, tendrán que soportar las conse-
tes
cuencias desfavorables de su omisión o
a) La capacidad procesal
insuficiente actividad probatoria, conside-
b) La postulación procesal (patroci-
rando que no probar un derecho es lo
nio y poder)
mismo que no tenerlo.
c) La representación
A esta altura debería quedar clara la
profunda diferencia que media entre ac- 3º) Presupuestos procesales relativos al proce-
ción y presupuestos procesales. Los pre- dimiento
supuestos procesales son las exigencias a) El emplazamiento legal del de-
formales imprescindibles para obtener un mandado
pronunciamiento sobre el fondo en una b) La aptitud formal de la demanda
determinada relación procesal. La acción, c) La adecuación del procedimien-
en cambio, es el derecho público subjeti- to a la acción objeto del proceso.
vo que permite obtener una sentencia so- Nuestra legislación no se refiere a los
bre el fondo. presupuestos procesales, pero no hay duda
La separación entre estos conceptos que tal categoría doctrinal se reconoce im-
se hace patente al considerar que en mu- plícitamente en las decenas de disposicio-
chos casos se constata el desarrollo de un nes legales que reglamentan las exigencias
proceso, aunque en definitiva el deman- de la relación procesal que aquí se pre-
dante no esté provisto de acción. Esta si- sentan de manera esquemática.
tuación se explica porque los supuestos En el siguiente volumen nos deten-
para incoar la actividad jurisdiccional dis- dremos a desarrollar el contenido de este
curren separadamente del derecho de ac- cuadro general.
ción, que en principio está reservado para
ser constatado en la sentencia definitiva.
28
Capítulo II
LAS ACCIONES Y EL TIPO DE TUTELA JURÍDICA
QUE PERSIGUEN
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
Son exigencias básicas de las accio- del incumplimiento, para obtener la pro-
nes de esta clase: tección jurídica que conceden las deno-
1º) La existencia de un derecho sub- minadas condenas de futuro, figura que
jetivo o interés legítimo que permita re- analizaremos más adelante.49 Por ahora
clamar una prestación de dar, hacer o no anticipemos que la posibilidad de permi-
hacer; y tir que se interponga una acción de con-
2º) Que dicha prestación sea exigible. dena antes de la lesión del derecho es
En general, las acciones de condena una consecuencia de la superación del
tienen como causa de pedir derechos pro- concepto de acción propuesto por Celso,
venientes de las denominadas fuentes de que sabemos concebía a este instituto ma-
las obligaciones. Prácticamente todos los terialmente como una manifestación de
conflictos relativos a la restitución del do- la lesión del derecho material. Bajo este
minio, de la posesión, de la mera tenen- prisma se atribuía a la acción la naturale-
cia, al pago de los frutos y mejoras, al za de derecho privado y, por lo mismo, la
cumplimiento de contrato, al derecho a acción era sinónimo de derecho subjeti-
obtener indemnizaciones y reparaciones vo privado.
pecuniarias, se obtienen normalmente a Por último, dentro de las acciones de
través del ejercicio de acciones de con- condena, una referencia especial merece
dena. la acción ejecutiva. Ella alude al derecho
Normalmente la acción de condena público subjetivo que se reconoce a los
se intenta una vez que la lesión del dere- particulares para obtener la realización
cho está consumada, esto es, se ha cum- de una ejecución forzosa, mediante la reali-
plido el plazo, el modo o la condición zación de todos los actos que integran el
que permiten al acreedor reclamar la pres- proceso de ejecución (arts. 442, 531 y 544
tación debida; o se ha realizado el hecho CPC). La acción ejecutiva concede a su
que da lugar a la indemnización, a la res- titular dos prerrogativas concurrentes a
titución o –en general– a pedir el cum- un mismo fin, a saber: el derecho a que
plimiento de la prestación debida. Por lo se despache la orden de ejecución; y el
mismo, la acción de condena no sirve para derecho a la ejecución.50
obtener el pago de prestaciones eventua-
les o fundada en conjeturas o suposicio-
nes. Su causa de pedir requiere que los 3. LA ACCIÓN DE CONDENA
hechos que la fundamentan estén consu- GENÉRICA O CON RESERVA
mados históricamente.
En su concepción clásica los instru- Aunque lo normal es que el actor pre-
mentos procesales están concebidos para tenda el cumplimiento íntegro de la pres-
conceder protección jurídica a un justi- tación reclamada, también existe la posibi-
ciable frente a la lesión de un derecho. lidad de fraccionar esta petición, ejercien-
Bajo tal prisma la protección judicial no do la acción de condena con reserva.
puede dar respuesta a problemas hipoté- Conforme al art. 173 del CPC, “cuan-
ticos o previsibles. do una de las partes haya de ser conde-
En materia sustantiva es notorio que nada a la devolución de frutos o a la
el Código Civil desarrolla el régimen de
responsabilidad civil sobre la base de una
lesión del derecho ya consumada, centran- 49
Infra Cap. III, Nos 5 y 6.
do la protección del afectado preferente- 50
La ejecución es una categoría jurídica que
mente en la indemnización de perjuicios comprende varias y complejas cuestiones. Se trata
o el cumplimiento de una prestación insa- de una temática vinculada con el concepto de obli-
gación y el problema del cumplimiento forzado del
tisfecha (arts. 1555, 1556 y 2314 CC). derecho. Por su carácter instrumental el procedi-
Excepcionalmente puede deducirse la miento de ejecución ha sufrido la misma evolución
acción de condena antes de la lesión o que ha tenido el derecho de obligaciones.
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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
gro para los que se hallan involucrados, si- Apelaciones de Santiago, de fecha 29 de
tuaciones que sólo cabe resolverlas por una marzo de 1983, cuando expone: “que en
sentencia meramente declarativa que las dilu- derecho procesal se distinguen nítidamente las
cide dando certeza a los interesados; se trata en acciones meramente declarativas de las accio-
este último caso también de una función juris- nes declarativas de condena, siguiendo la ter-
diccional propia de los tribunales creados por la minología de Chiovenda. Las primeras se
ley y más concretamente de los tribunales ordi- dirigen a obtener del Tribunal que declare la
narios, pues a éstos les corresponde conocer de existencia, inexistencia o término de una rela-
los asuntos civiles contenciosos que la ley no ción jurídica y las segundas persiguen concre-
entrega a determinado tribunal especial”.58 tamente que junto con declararse alguna de
las alternativas mencionadas, se condene al
demandado concretamente a una prestación o
7. CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN abstención determinada”.59
DECLARATIVA En la práctica, utilizando esta vía se
ha obtenido, por ejemplo, que se pueda
La protección jurisdiccional a que declarar la inexistencia de una sociedad
tiende la acción declarativa se caracteriza conyugal disuelta por los cónyuges. Esta
por: solución se dio en los autos caratulados
1º) Se encamina exclusivamente a la “Otero con Falabella”. Allí, don Renato
constatación judicial de la existencia o Otero Bañados demandó a su cónyuge,
inexistencia de una relación o situación doña Irma Teresa Falabella Peragallo, con
jurídica; el objeto de terminar con la situación de
2º) La declaración de certeza no pue- inseguridad jurídica generada por el he-
de recaer sobre situaciones hipotéticas o cho de no haberse inscrito dentro del
futuras, sino sobre una controversia ac- plazo legal el pacto de separación total
tual; de bienes acordado por los cónyuges de
3º) Para deducir una acción declara- conformidad al art. 1723 del Código Ci-
tiva se debe acreditar un interés material, vil. Esa omisión, según el actor, provocó
patrimonial o moral que justifique la ne- una situación de incertidumbre respecto
cesidad de conceder este tipo de protec- de la administración de los bienes que
ción; también afectaba la situación de terce-
4º) La protección jurídica que se lo- ros, que habían contratado con la mujer
gra por este camino queda amparada por como si fuera plenamente capaz (por ha-
el efecto de cosa juzgada; y berse separado de bienes, conforme al
5º) Por regla general, la tutela que pacto que no se inscribió). El juez del
surge de este tipo de sentencias no nece- Cuarto Juzgado de Letras en lo Civil de
sita pasar por una etapa de ejecución. Santiago, don Abraham Meerson Sh., dio
Veamos en particular cada uno de es- lugar a la demanda por sentencia defini-
tos puntos. tiva de 23 de marzo de 1963.
De la referida sentencia resulta obli-
1º) Se encamina exclusivamente a la
gatorio transcribir cuatro considerandos
constatación judicial de la existencia o
que toman partido en las cuestiones teó-
inexistencia de una relación o situación
ricas que suscita el ejercicio de la acción
jurídica.
declarativa, a saber: si es un remedio ex-
Con su ejercicio no se busca la con-
cepcional y la exigencia del interés jurídico
dena de un demandado a realizar una
para su deducción:60
prestación. Esta particularidad ha sido
aceptada por la sentencia de la Corte de
59
C. de Ap. de Santiago, 29 de marzo de 1983,
RDJ, t. LXXX, sec. 2ª, p. 16.
60
58
CS 13 de noviembre de 1985, RDJ, t. LXXXII, En el campo teórico y legislativo no existe
sec. 5ª, p. 242. acuerdo para delimitar de un modo uniforme el cam-
34
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
“4º Que nuestro sistema procesal no con- “7º Que nuestra legislación no repulsa las
templa de un modo explícito las acciones ni acciones de mera declaración; antes bien, son
las sentencias de mera declaración, de mane- de ordinaria ocurrencia las que, con sujeción
ra que para determinar su procedencia hay a ella, se intentan exitosamente: tales, por ejem-
que atenerse, con arreglo a las prescripciones plo, la que se deduce para alzar una hipoteca
de los arts. 24 del Código Civil y 170, Nº 5º que cauciona un crédito extinguido, la que se
del de Procedimiento Civil, en relación con el promueve para obtener el reconocimiento del
Nº 9º del Auto Acordado de la Corte Suprema dominio a virtud de la prescripción adquisiti-
sobre Forma de las Sentencias, al espíritu ge- va, la que se intenta para lograr la declara-
neral de la legislación y a la equidad na- ción de simulación relativa, la que se interpone
tural;” para que se fijen los límites que separan a un
“5º Que, según Chiovenda, ‘el nombre de predio de los colindantes, etc.; y esto aparte de
sentencias de declaración de mera certeza indi- que hay casos, como el de la jactancia y el de
ca aquellas sentencias que acogen la demanda inaplicabilidad de preceptos contrarios a la
del actor, cuando éste no tiende a la reali- Constitución, que están expresamente conside-
zación del derecho, sino que se limita a pedir rados por la ley”.61
que sea declarada la existencia de su derecho o El fallo referido no fue apelado. Una
la inexistencia del derecho ajeno’ (Ensayos vez que se certificó su ejecutoriedad el
de Derecho Procesal Civil, p. 175). La doc- tribunal ordenó anotar la sentencia al
trina comúnmente admite las sentencias de esa margen de la inscripción de matrimonio,
índole en los casos en que un estado de incerti- poniendo fin a la incertidumbre jurídica
dumbre jurídica no tiene otro medio de solu- que afectaba a los cónyuges.
ción que el de un fallo judicial (Couture: Con anterioridad se había concedido
Fundamentos de Derecho Procesal Civil, similar protección judicial a unos extran-
p. 317). Y en tales casos el proceso actúa, no jeros que estaban impedidos de poder
tanto para obtener el beneficio de la certeza, acreditar la existencia de un matrimonio
sino, en especial, como señala Carnelutti, ‘para celebrado en Checoslovaquia. En este caso
eliminar el daño que deriva de la incertidum- don Enrique Félix Mayer Pollak interpu-
bre de los sujetos acerca de sus relaciones jurí- so una acción en juicio ordinario sobre
dicas’ (Sistema de Derecho Procesal, t. I, declaración de estado civil contra doña
p. 162);” Anna Neumann Friml. Frente a la impo-
“6º Que es natural, entonces, que para sibilidad de legalizar la copia que tenían
intentar una acción declarativa se requiera el en su poder, para acreditar que habían
interés en obrar, dado que el proceso no tiene contraído matrimonio el día 15 de mar-
como fin disipar incertidumbres, sino cuando zo de 1939 en Checoslovaquia, el actor
ellas han provocado o pueden motivar un liti- solicitó que se declare “que su estado ci-
gio (Chiovenda: Principios de Derecho Pro- vil es de casado y que su matrimonio es
cesal, ibídem: Alsina: t. I, p. 224: Carnelutti, válido enteramente”. Dicha acción fue
ibídem: Alsina: Tratado de Derecho Pro- acogida por el juez del Segundo Juzgado
cesal Civil, t. I, p.199) Y mediando dicho Civil de Santiago, en sentencia de fecha
interés es admitido que la acción declarativa 21 de octubre de 1953, pronunciada en
procede aun cuando no esté expresamente au- los autos caratulados “Mayer con Neu-
torizada por un texto legal (Chiovenda: Prin- mann”, poniendo fin a la incertidumbre
cipios, t. I, p. 217: Alsina, ibídem);” que les afectaba.62
2º) La declaración de certeza no pue-
de recaer sobre situaciones hipotéticas o
35
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
futuras, sino sobre una controversia ac- nos tenía sobre el mismo punto. Dicha doc-
tual. trina sobre la procedencia de la acción de
En la jurisprudencia, desarrolla esta mera certeza fue confirmada posteriormen-
exigencia la sentencia de la Corte de Ape- te por la Corte Suprema, al rechazar los
laciones de Santiago, de 30 de diciembre recursos deducidos por el Fisco.64
de 1983, pronunciada en los autos “Coo-
3º) Para deducir una acción declara-
perativa de Servicio de Agua Pichidangui
tiva, aparte de la situación de derecho
Ltda. con Fisco”. En dicha ocasión se de-
material donde surge el estado de incer-
claró: “Que al existir una verdadera contien-
tidumbre que se quiere remover, el actor
da entre las partes en cuanto a la interpretación
deberá acreditar un interés material, pa-
y alcance de una norma legal de carácter tri-
trimonial o moral que justifique la nece-
butario, resulta plenamente válida la inter-
sidad de conceder este tipo de protección.
vención del tribunal a fin de dar certeza y
Con esta exigencia se descarta que se pro-
seguridad en esta relación jurídica y justa-
muevan consultas puramente doctrinales
mente para terminar con esa incertidumbre, el
o académicas, ya que la jurisdicción ac-
juez es llamado a resolver el conflicto. Tal como
túa sólo para la resolución de controver-
lo expresa en forma brillante el tratadista Giu-
sias jurídicas intersubjetivas.
seppe Chiovenda en su Tratado Institucio-
En la práctica se ha estimado que bas-
nal de Derecho Procesal Civil. Editorial de
ta la duda sobre la aplicación de un pre-
Derecho Privado. Madrid, p. 148: ‘El actor
cepto tributario a una determinada situa-
que pide una sentencia de declaración... quie-
ción, para que se pueda impetrar esta
re solamente saber si su derecho existe, o quiere
forma de protección.65 De igual forma se
excluir toda duda sobre la inexistencia del de-
ha resuelto “que debe estimarse que dentro de
recho ajeno; pide al proceso la certidumbre jurí-
nuestro sistema jurídico es procedente también
dica y no otra cosa’. Y agrega: ‘Esta producción
deducir una acción de mera certeza (...), re-
de la certidumbre jurídica como fin en sí mis-
quiriéndose solamente que existe una posibili-
ma es, por una parte, la función más autóno-
dad real de conflicto, como ocurre cuando se
ma del proceso, porque procura un bien que
manifiesta una opinión que se presente como
no puede conseguirse de otra manera y es real-
perjudicial frente a la situación jurídica den-
mente la función más elevada del proceso ci-
tro de la cual se encuentra una persona”.66
vil’. Termina señalando que se facilita la vida
La circunstancia que exista sobre un
social mediante la eliminación de dudas que
determinado tema una interpretación ad-
se cruzan en el normal desenvolvimiento de
ministrativa no es obstáculo para solicitar
las relaciones jurídicas”. 63
esta forma de protección jurídica. De he-
En el caso recién mencionado, la acto-
cho se ha demandado de mera certeza
ra promovió la declaración de certeza fren-
denunciando la incertidumbre surgida
te a la duda que tenía sobre la validez
por actuaciones provenientes de entes del
jurídica del pago que venía haciendo de
Estado.67 Incluso se han dado situaciones
un tributo. La interrogante surgió respec-
to de si el servicio de abastecimiento de
agua que prestaba a sus cooperados, en 64
CS 13 de noviembre de 1985, RDJ, t. LXXXII,
virtud de una merced de agua obtenida sec. 5ª, p. 242.
65
en 1969, estaba o no gravado con el Im- El tema se discutió en en los autos Cooperati-
va de Servicio de Agua Pichidangui Ltda. con Fisco, an-
puesto al Valor Agregado (IVA). La Corte tes citada.
resolvió que efectivamente no correspon- 66
Doctrina contenida en la sentencia de pri-
día aplicar dicho tributo, rechazando la mera instancia, de fecha 27 de julio de 1995, que
tesis que el Servicio de Impuestos Inter- fue confirmada por el fallo de la C. de Ap. de San-
tiago, de 21 de septiembre de 1998, RDJ, t. XCV,
sec. 5ª, p. 252.
67
En tal sentido, Copagro con Servicio de Impues-
63
C. de Ap. de Santiago, 30 de diciembre de tos Internos, C. de Ap. de Santiago, 3 de junio de
1983, RDJ, t. LXXX, sec. 2ª, p. 124. 1987, RDJ, t. LXXXIV, sec. 2ª, pp. 83-85.
36
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
70
68
C. de Ap. de Santiago, 21 de septiembre de C. de Ap. de Santiago, 4 de noviembre de
1998, RDJ, t. XCV, sec. 5ª, pp. 252-267. 1963, RDJ, t. LX, sec. 2ª, p. 153.
71
69
CS 26 de enero de 2005, Gaceta Jurídica, Una síntesis de la evolución de esta figura,
Nº 295, pp. 93-101. FAIREN GUILLÉN , Víctor, “La acción de jactancia
37
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
38
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
77
76
Sobre este punto, cfr. FERRI, Corrado, Profili Así ORTELLS RAMOS , Manuel (con MONTE-
dell’acertamento constitutivo, Padua: Cedam, 1970, RO AROCA, Juan, GÓMEZ COLOMER , Juan-Luis), De-
pp. 83 y 117-119; PROTO PISANI, Andrea, “Appunti recho Jurisdiccional, Barcelona: Bosch, 1994, II, 1º,
sulla tutela c.d. constitutiva (e sulle tecniche di pro- pp. 101-102.
78
ducione degli effetti sostanziali)”, en Rivista di Di- En este sentido, cfr. PRIETO-CASTRO, Leonar-
ritto Processuale, 1991, pp. 60-100; ATTARDI , Aldo, “In do, Tratado de Derecho Procesal Civil, ob. cit., t. I,
tema di limiti oggettivi della cosa giudicata”, en Ri- p. 455.
79
vista Trimestrale di Diritto e Procedure Processuale, 1990, Cfr. S ERRA DOMÍNGUEZ, Manuel, Comentarios
Nº 2, pp. 475-539; ZAFRA VALVERDE , José, Sentencia al Código Civil y Compilaciones Forales. (Sobre la cosa
Constitutiva y Sentencia Dispositiva, Madrid: Rialp, juzgada), t. XVI, vol. 2, art. 1252, Madrid: Revista de
1962, especialmente pp. 144-152. Derecho Privado, p. 741.
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
40
Capítulo III
LA TUTELA ANTICIPADA Y LA TUTELA DE URGENCIA
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
tica legislativa y con el objeto de dar cele- aplicable el art. 331 del Código Civil, y, en
ridad a los juicios, la ley permite que se consecuencia, los referidos alimentos se deben
puedan cumplir los fallos, aunque exista desde la presentación de la demanda en el jui-
el riesgo que el tribunal ad quem revoque cio principal”.84
lo decidido en la sentencia cuyo cumpli- Según la misma sentencia, “el legisla-
miento se anticipa. dor al acordar los alimentos provisorios tuvo
Los ejemplos más claros de esta situa- en vista la situación aflictiva que en muchos
ción surgen: en el juicio ejecutivo (arts. 475 casos se produciría al demandante si tuviera
y 512 CPC), en el recurso de casación que esperar el fallo definitivo que recayera en
(cuando su interposición no provoca un el litigio para empezar a disfrutar de la pen-
efecto suspensivo, de conformidad al sión alimenticia, lo que no llenaría el fin que
art. 773 CPC), y en las hipótesis donde la se persigue al interponer la acción de alimen-
apelación se concede en el solo efecto tos, cual es el de subvenir a las necesidades de
devolutivo (art. 194 del CPC), a menos una persona que carece de otros medios de sub-
que se decrete orden de no innovar. sistencia”.
Conforme al art. 327 del CC, “mien- El art. 1592 CC dispone que si no hay
tras se ventila la obligación de prestar ali- controversia sobre la cantidad de la deu-
mentos, podrá el juez ordenar que se den da o sobre sus accesorios, podrá el juez
provisionalmente, desde que en la secuela ordenar mientras se decide la cuestión,
del juicio se le ofrezca fundamento plau- el pago de la cantidad no disputada.
sible; sin perjuicio de la restitución, si la Si el juez accede a decretar el pago de
persona a quien se demanda obtiene sen- las cantidades no disputadas, claramente
tencia absolutoria”. está anticipando la protección jurídica.
“Cesa este derecho a la restitución, En tal sentido, se ha fallado que si la
contra el que, de buena fe y con algún cuenta presentada por el demandante
fundamento plausible, haya intentado la contra el curador es impugnada por éste,
demanda”. el saldo no objetado se puede pagar de
Aunque no se le conceda el total de inmediato.85 También en el pago por con-
la pensión que reclama, no hay duda que signación se ha estimado que se puede
el actor con la fijación de los alimentos ordenar el pago de la suma consignada,
provisorios está consiguiendo anticipada- sobre la que no existe controversia, en el
mente la prestación que se le debe. Cla- caso que el acreedor impute que lo de-
ramente no se trata de una precautoria, positado es una suma inferior a lo que se
ya que esta última busca asegurar el re- le debe.86
sultado de la acción deducida y no otor- No se trata de una precautoria, ya que
gar satisfacción anticipada del derecho, la orden de pago será respecto de lo no
como ocurre en este caso. discutido irrevocable para el actor que lo
Como lo ha resuelto una antigua sen- recibe.
tencia de la Corte de Apelaciones de San-
tiago: “La dación de alimentos provisorios
importa jurídicamente acceder desde luego y
84
provisionalmente a lo pedido en la demanda C. de Ap. de Santiago, 17 de mayo de 1932,
presentada al juicio o, en otros términos, sig- RDJ, t. XXIX, sec. 2ª, p. 101.
85
C. de Ap. de Talca, 15 de noviembre de 1904,
nifica el reconocimiento en igual forma del RDJ, t. III, sec. 1ª, p. 85.
derecho que asiste al demandante para recla- 86
CS 18 de mayo de 1959, RDJ, t. LVI, sec. 1ª,
mar los alimentos definitivos, por lo cual es p. 26.
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
44
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
Sin embargo, la regla general antes esa ocasión se autorizó a un equipo mé-
descrita admite algunas excepciones. Se dico para adoptar todas las medidas que
trata de situaciones en las que básica- fuesen necesarias para asegurar el dere-
mente por la naturaleza del derecho cuya cho a la vida, frente a la negativa del pa-
protección se busca, se puede dar una dre –por motivos religiosos– a que se
homologación entre protección cautelar practicara una transfusión de sangre a la
y la respuesta jurisdiccional para el caso madre. Como la criatura nació, al no exis-
concreto. Los casos más evidentes sur- tir la situación jurídica que originalmente
gen a propósito de la protección del de- se quería proteger, se estimó innecesario
recho a la vida, a la integridad física y por la Corte de Apelaciones tener que dic-
psíquica de las personas, y también de tar la sentencia sobre el fondo, desesti-
la privacidad y honra de la persona y su mándose, en consecuencia, el recurso.91
familia. Cuando se decreta una precautoria
para dar protección al derecho a la vida
el juez no lo hace para favorecer a una
2.6.1. En la protección del derecho de las partes, sino que para garantizar el
a la vida estatuto jurídico que tiene la vida huma-
na en nuestro ordenamiento jurídico.
En el caso del derecho a la vida del Igual criterio de protección se ha apli-
nasciturus, la posibilidad de anticipar me- cado en varios casos a propósito de las
diante una precautoria el contenido del huelgas de hambre y frente a la oposi-
derecho surge de lo previsto en el art. 19 ción de parientes para que se practiquen
Nº 1 de la Constitución, en relación al transfusiones de sangre (por conviccio-
art. 75 inciso 1º del Código Civil. Este úl- nes religiosas), cuando ellas han puesto
timo precepto impone al juez el deber en riesgo la integridad o la vida de las
de adoptar “a petición de cualquiera per- personas.92
sona o de oficio, todas las providencias
que le parezcan convenientes para prote-
ger la existencia del no nacido, siempre 2.6.2. En la protección del derecho
que crea que de algún modo peligra”. a la honra y privacidad de las personas
Conforme a lo anterior, sería lícito que
en un juicio donde se discuta sobre la nu- En relación a la protección del de-
lidad de derecho público que afecta a un recho a la honra y privacidad de las per-
acto administrativo que autorizó la comer- sonas, un nítido ejemplo de esta antici-
cialización de un producto abortivo, el juez pación de tutela se dio en los autos
decrete una medida precautoria prohibien- caratulados “Luksic Graig con Martorell”.
do la circulación de la sustancia, aunque Allí se prohibió –mediante una orden de
ello signifique anticipar el contenido de la no innovar– la circulación de un libro
decisión de fondo.90 que amagaba la honra del recurrente, an-
En algunas situaciones esta defensa tes que se resolviera el recurso de protec-
anticipada o de urgencia para el nasci- ción.93
turus ha llegado al punto que no sea ne-
cesario luego el pronunciamiento de la
sentencia de fondo, como ocurrió en el
célebre caso “Carabantes Cárcamo”. En
91
C. de Ap. de Santiago, 4 de noviembre de
1991, RDJ, t. LXXXVIII, sec. 5ª, p. 340.
92
Sobre el tema, AGUERREA MELLA, Pedro, “El
90
Un ejemplo de ello se dio en los autos cara- derecho a la vida y la acción del Estado en su pro-
tulados Centro Juvenil AGES con Instituto de Salud Pu- tección”, en Ius Publicum, Nº 7, 2001, pp. 21-34.
93
blica, Rol Nº 5839-2002 del Octavo Juzgado Civil de CS 15 de junio de 1993, RDJ, t. XC, sec. 5ª,
Santiago, con fecha 9 de julio de 2004. p. 164.
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ción cautelar de derechos subjetivos concretos; dosa legislación que ha convertido al em-
tal como en otros casos, los tribunales han brión humano en un objeto de derecho.
acogido recursos de protección respecto de una En nuestro derecho el nasciturus cuenta
persona actualmente afectada, pero otorgando con un estatuto jurídico tributario de una
protección también a todas las otras personas cultura o civilización que considera a la
afectadas en el presente y en el futuro”. “Es así vida como un valor fundamental,99 al pun-
que en el caso de una acción ilegal o arbitra- to de contemplar una hipótesis de la tu-
ria que amenaza un derecho fundamental, es tela preventiva para un amplio campo de
necesario que la persona titular del derecho actuación.
sea cierta o probable en el momento de hacerse En suma, el derecho chileno, confor-
efectiva la amenaza. Si el sujeto no existe en el me se desprende de los arts. 75 del Códi-
momento de formularse la amenaza –lo que go Civil y 19, Nº 1 de la Constitución, da
impide recurrir por cualquiera a su nombre–, pleno valor a todo el ciclo vital que se
pero ciertamente existirá al momento previsto constata en el desarrollo de todo embrión
para el cumplimiento de la amenaza, el sujeto humano, que sabemos parte con la con-
merece entonces la protección adelantada del cepción del óvulo por el espermio. El em-
derecho prevista precisamente por este recurso brión humano conforma una realidad
de protección, que contempla explícitamente la cuyo trato debe ser muy diverso al que se
posibilidad de proteger contra una amenaza,
acción por definición referida a la existencia
del sujeto en el futuro”. 99
Esta protección de los derechos del embrión
Desde otro punto de vista, la tutela humano se remonta al padre de la medicina cien-
preventiva que reconoce el art. 75 del CC, tífica, el griego Hipócrates. Este prohombre, que
vivió cuatro siglos antes de Jesucristo, hacía jurar a
es consecuencia de que en nuestro orde- sus discípulos en el siguiente sentido: “Y no sumi-
namiento el nasciturus es un auténtico su- nistraré, por más que me lo pidan ningún tipo de
jeto de derecho, no un objeto de derecho. droga homicida ni aconsejaré este tipo de iniciati-
A diferencia de lo que ocurre en nues- vas. Asimismo, me abstendré de dar a la mujer nin-
tro sistema jurídico, en otras latitudes se gún abortivo”. Por cierto no sólo en el ámbito de
la cultura griega el tema ha sido relevante. En la
ha procedido a cosificar a los embriones, cultura judía también la protección de los derechos
privándolos prácticamente de protección del embrión es contundente. Así por ejemplo, Assaph,
jurídica. A este resultado se ha llegado médico judío del siglo VII, decía: “No intentes matar
conjugando tres pautas: i) Proponiendo a nadie con extractos de plantas ni hagas beber pócimas
etapas de desarrollo embrionario con dis- abortivas a mujeres adúlteras embarazadas”. De la mis-
ma manera, Amatus Lusitanus, médico judío por-
tintos niveles de protección legal y juris- tugués (1511-1568) afirmaba: “Nunca he dado a nadie
diccional del derecho a la vida. ii) Asu- una copa con veneno mortal, ni he ayudado jamás a nin-
miendo interesadamente posturas de guna mujer a abortar”; Harofim de Jacob Zahalon,
duda científica frente al origen de la vida médico y rabino italiano (1630-1693): “Señor, líbra-
humana, con el objeto de justificar la prác- me de la mano del malvado, de la mano del injusto y del
opresor. No me coloques bajo su poder ni un solo momen-
tica de todo tipo de actuaciones en des- to para que no tenga que tomar parte en ninguno de sus
medro de los embriones, sosteniendo que festines, en los que se administran drogas, brebajes o ve-
antes de la implantación “no habría nenos que puedan dañar a un hombre o hacer abortar a
nada”. iii) Afirmando que ninguna de las una mujer”. En el ámbito de la era cristiana, es clá-
capacidades relevantes que hacen a una sica la referencia al abogado Quintio Septimio Flo-
rencio Tertuliano, nacido en Cartago, hacia el año
persona objeto de consideración se en- 155. En su obra El Apologético sobre el tema que aquí
cuentran en el embrión. El embrión no nos ocupa señalaba: “no sólo nos está absolutamente
tendría racionalidad, no tendría conscien- prohibido el homicidio, sino que nos está prohibido tam-
cia, carecería de las estructuras biológi- bién destruir al concebido, cuando todavía la sangre lo
cas que sirven de soporte a la racionali- alimenta en el seno materno para formar un hombre. El
impedir el nacimiento es un homicidio anticipado; y no
dad y el lenguaje. hay diferencia entre quitar la vida ya nacida o destruir
Naturalmente que el resultado final de la vida en el nacimiento: también es hombre el que ya va
todo lo anterior queda a la vista en la fron- a serlo, como todo el fruto está ya en la semilla”.
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
permite dar a los embriones de otras es- En las acciones de condena de futuro
pecies animales.100 se ejercita una acción para obtener la tu-
tela de una prestación futura, que no es
todavía exigible. La peculiaridad de esta
5. LAS CONDENAS DE FUTURO figura radica en el quiebre del tradicio-
nal axioma que las acciones de condena
Se trata de una especial forma de tu- sólo se pueden ejercer cuando se ha le-
tela preventiva, mediante la cual se per- sionado el derecho, esto es, cuando el
mite conceder protección jurisdiccional obligado a realizar la prestación no lo
antes de que se consume la lesión del de- hizo en su oportunidad; en cambio, aquí
recho. Con las condenas de futuro se pro- la protección jurisdiccional se solicita an-
tege al actor de un inminente peligro de tes que se incumpla por el obligado, ob-
daño futuro, que de consumarse lesiona- teniendo el demandante una verdadera
ría gravemente su situación jurídica.101 condena presente con ejecución futura. En efec-
to, si llegado el día en el que la obliga-
ción se hace exigible, y el deudor la
100
incumple, el actor podrá solicitar la eje-
Para que se aprecie la diferencia de trato ju- cución obtenida preventivamente a tra-
rídico que merecen uno y otro nada mejor que exa-
minar el Diario Oficial del 13 de julio de 2004. Allí vés de esta singular acción de condena.
se publicó la Resolución 2.212 de 2004 del Minis- Los requisitos de procedencia de las
terio de Agricultura que “Fija exigencias sanitarias acciones de condena de futuro son: 1º) la
para la internación de óvulos/embriones ovinos y existencia de un derecho material a ob-
caprinos a Chile”. La lectura de esta normativa cla- tener cierta prestación (dar, hacer o no
ramente permite que a esta realidad biológica se les
trate como “cosas”. Según este reglamento, los óvu- hacer), y 2º) que la prestación no sea
los/embriones de ovinos y caprinos que se impor- todavía exigible, pero exista un interés pro-
ten a Chile deben venir premunidos de un certifi- cesal en obtener una sentencia anticipa-
cado oficial, emitido por la autoridad sanitaria da, para precaver al actor el daño que le
competente del país de origen, que estipule varias podría provocar si se produce el temido
cuestiones (v. gr., identificación de la partida; nom-
bre y dirección del predio de origen de la(s) incumplimiento.
hembra(s) donante(s); nombre y dirección del cen- Desde un punto de vista teórico, esta
tro o unidad recolectora de embriones; nombre y especial forma de protección jurídica ha
dirección del centro de inseminación originario del debido sortear varios escollos, vinculados
semen del macho donador o establecimiento de fundamentalmente con el tema de la
origen del macho empleado en la monta natural;
fecha en que se efectuó la recolección de embrio- oportunidad en el ejercicio de la acción,
nes...). La citada normativa refleja el trato que se puesto que la regla general es que los
le puede dar a los embriones no humanos, frente mecanismos de tutela preventiva sean de
a la cual no existe una protección legal como ocu- excepción.
rre con el nasciturus. No se puede aplicar una nor- De lo anterior resulta que la condena
mativa de ese estilo al embrión humano. No se pue-
den aplicar normas administrativas que pongan en de futuro es una figura muy excepcional,
riesgo la vida de los nasciturus, tratándolos como y como tal debe ser admitida en forma
cosas, como si fueran objeto de experimento, o co- restringida. La doctrina insiste, con dis-
mercio, como los embriones de ovinos y caprinos. tintos matices, que para este tipo de pro-
101
Esta acción existe en los derechos francés, tección el actor acredite un interés en
italiano, alemán y español (desde la LECiv de
2000). Sobre el tema, LÓPEZ SIMÓ, Francisco, “Las accionar, que de un modo razonable justi-
condenas de futuro”, en Revista General de Derecho, fique que se pueda adoptar una condena
Valencia, julio-agosto 1994, Nos 598-599, pp. 8123- anticipada al hipotético incumplimiento
8154; L ÓPEZ SIMÓ, Francisco, CAVANILLAS MUGICA, del deudor. Tal interés vendría dado, por
Santiago, GASCON I NCHAUSTI, Fernando, Las con- ejemplo, por el fundado temor a que el
denas de futuro, Pamplona: Aranzadi, 2001, pp. 21-
231; AGUIRREZÁBAL G., Maite, Las condenas de futuro deudor no podrá cumplir en el día pre-
(memoria de prueba) Universidad de Valparaíso, visto en el contrato con su obligación;
1998. que por tratarse de una persona en insol-
50
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
vencia, por tener deudas impagas, se debe das conservativas”, para asegurar una cier-
precaver con una sentencia judicial anti- ta situación futura o que se encuentra en
cipada el eventual daño al acreedor.102 fase de gestación. El caso más típico se
Naturalmente que el simple temor a da en las obligaciones condicionales
que se incumpla una obligación no pue- (art. 1492 CC, inc. final). Esta situación
de dar lugar a una tutela anticipada, pues- no dice relación con una medida precau-
to que es un mecanismo de excepción. toria, ya que no existe juicio pendiente.
Aunque en nuestra jurisprudencia al- En rigor, se trata de una tutela que sólo
gunas sentencias han establecido como se puede conseguir deduciendo una ac-
pauta que “es improcedente una deman- ción cuyo objetivo es adoptar estas “pro-
da que se funda en hechos que sólo que- videncias conservativas”, dentro de las que
dan perfeccionados y efectivos después se encuentra esta forma de protección
de trabada la litis”,103 o que “el interés en preventiva que se anticipa a un eventual
la acción debe ser actual”,104 entendemos incumplimiento.
que dichas declaraciones no pueden ser
concluyentes para desestimar la posibili-
dad de una condena de futuro. La mejor 6.2. LA CONDENA DE EJECUCIÓN
demostración para rebatir esta posible CONTINUADA
objeción proviene de la propia Constitu-
ción, que autoriza la tutela del derecho También el art. 236 del CPC discurre
frente a una amenaza (art. 20 CPE). sobre la base de una posible condena de
futuro. Allí, en materia de pago de obli-
gaciones periódicas se permite obtener
6. ALGUNAS HIPÓTESIS DE otra forma de condena de futuro.
CONDENAS DE FUTURO Según este precepto, “si la sentencia
ordena el pago de prestaciones periódicas y el
En el plano legal, nuestro sistema ju- deudor retarda el pago de dos o más,
rídico no es contrario a conceder esta podrá el juez compelerlo a prestar segu-
modalidad de protección jurídica, ya sea ridades para el pago, tal como la de con-
precaviendo la vulneración de un dere- vertir las prestaciones en los intereses de
cho que está en etapa de nacimiento, o un capital que se consigna al efecto, en
adoptando decisiones que cubran futu- un banco, caja de ahorros u otros esta-
ros incumplimientos, como ocurre en: blecimientos análogos. Este capital se res-
tituirá al deudor tan pronto como cese la
obligación”.
6.1. LOS DENOMINADOS DERECHOS En rigor, si la obligación no está ven-
AUXILIARES DEL ACREEDOR cida, sólo a través de una condena de
futuro se puede validar la imposición del
En ciertas hipótesis nuestro legislador pago de una obligación cuyo plazo no
permite que se puedan adoptar “medi- está vencido.
102
La condena de futuro es una situación dis- 6.3. LA ACCIÓN DE DESAHUCIO
tinta de la caducidad del plazo del art. 1496 del CC.
En la condena de futuro la sentencia existe, pero
si una vez vencido el plazo no se cumple por el de- En materia de juicios de arrenda-
mandado, se procede a la ejecución del fallo. La miento, los arts. 594 y 595 del Código
condena de futuro no está haciendo exigible la obli- de Procedimiento Civil discurren sobre
gación antes del plazo. la base de una condena de futuro en
103
C. de Ap. de Talca, 10 de diciembre de 1913,
Gaceta Jurídica, 1913, 2º Sem. Nº 1095, p. 3157. materia de desahucio, que se ejecuta una
104
Así, C. de Ap. de Santiago, 13 de enero de vez que llega el día señalado para la res-
1953, RDJ, t. L, sec. 2ª, p. 17. titución.
51
Capítulo IV
LA TUTELA CAUTELAR
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lugar a una situación de peligro que per- medida cautelar innovativa como la medi-
mita acoger la solicitud cautelar.127 da excepcional que tiende a alterar el es-
tado de hecho o de derecho existente antes
de la petición de su dictado; medida que
6. EL CONTENIDO DE LA TUTELA se traduce en la injerencia del juez en la
CAUTELAR esfera de libertad de los justiciables a tra-
vés de la orden de que cese una actividad
El contenido de la tutela cautelar alu- contraria a derecho o que se retrotraigan
de a los efectos que provoca la concesión las resultas consumadas de una actividad
de una de estas medidas. de igual tenor. La medida es excepcional
En este punto se distinguen básica- en tanto, sin que medie sentencia firme,
mente dos manifestaciones, a saber: a) ordena que alguien haga o deje de hacer
las medidas cautelares conservativas, y b) algo en sentido contrario al representado
las medidas cautelares innovativas. Esta por la situación existente.130
división dogmática se debe a Carnelutti En consecuencia, la medida cautelar
que, en su Sistema de Derecho Procesal Civil, innovativa se caracteriza porque sin que
propuso distinguir entre prevención con- exista sentencia firme, ordena que se haga
servativa y prevención innovativa. o se deje de hacer algo en sentido con-
La medida cautelar conservativa im- trario al representado por la situación
pide determinados cambios en la situa- existente.131
ción de hecho, evitando el daño que
puede significar que el proceso jurisdic-
cional llegue demasiado tarde; el proce- 7. ELEMENTOS DISTINTIVOS DE LAS
so cautelar de esta clase trata de conservar MEDIDAS PRECAUTORIAS
(inmovilizar) una situación, para impe-
dir cambios de la misma que puedan frus- No existe acuerdo sobre qué elemen-
trar, luego, el resultado práctico del tos definen, dogmáticamente, una medi-
proceso jurisdiccional o del ejecutivo.128 da cautelar. Para la explicación más
Las precautorias de tipo conservativo clásica, las medidas cautelares o precau-
buscan inmovilizar, inhibir, generar una torias sólo se refieren a aquellos medios
situación de hecho que evite la consuma- que, directa e inmediatamente, preten-
ción del periculum in mora; las medidas de den conjurar el peligro que para una
esta clase aspiran a evitar –directa o indi- futura ejecución representa la propia exis-
rectamente– que desaparezcan bienes de tencia de un proceso declarativo.132 Se
dominio del deudor, que en definitiva frus-
tren el cumplimiento de la sentencia judi-
130
cial a que da lugar la admisión de la acción. Cfr. PEYRANO , Jorge, Medida cautelar innova-
En cambio, para Carnelutti, las medi- tiva, B. Aires: Depalma, 1981, p. 13; y en ponencia
“Sobre usos equivocados de la prohibición innovar
das cautelares innovativas se encaminan a y de la medida innovativa”, en Derecho Procesal, III
producir una alteración del estado de hecho, Congreso Internacional, Lima, 2005, Universidad de
que de no mediar comprometerían el re- Lima, pp. 247-255. Otros aportes sobre el tema, DE
sultado del proceso.129 En un trabajo clási- LOS SANTOS , Mabel, “La medida cautelar innovati-
co sobre el tema, Peyrano ha definido a la va y el anticipo de la sentencia. Su ubicación en los
llamados procesos urgentes”, en Revista Uruguaya de
Derecho Procesal, Nº 2, 1995, pp. 165-169.
131
Así lo explica MINVIELLE, Bernardette, “La
127
En este sentido, CS 25 de octubre de 1935, problemática de la medida cautelar innovativa”, en
RDJ, t. XXXIII, sec. 1ª, p. 70; CS 28 de noviembre Revista Uruguaya de Derecho Procesal, Nº 2, 1985,
de 1936, RDJ, t. XXXIV, sec. 1ª, p. 90. p. 362.
128 132
Cfr. CARNELUTTI, Francisco, Sistema de De- Por todos, cfr. FERNÁNDEZ L ÓPEZ, Miguel
recho Procesal Civil, trad. Alcalá-Zamora, B. Aires: Ángel (con D E LA OLIVA), Derecho Procesal Civil, Ma-
UTEHA, 1944, Nº 73, pp. 246-248. drid: Centro de Estudios Ramón Aceres, 1991, t. III,
129
Ibíd., pp. 249-251. 1991, p. 332.
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na, no justifican que se disponga en la presen- nificar, en sustancia, lo siguiente: que los
te estación del juicio la venta de la antedicha efectos jurídicos de las mismas no sólo
acción de la Bolsa de Comercio, ya que tal tienen duración temporal, sino que tie-
procedimiento importa, propiamente, la reali- nen una duración limitada a aquel perío-
zación de la cosa retenida o prohibida, lo que do de tiempo que deberá transcurrir entre
no se aviene con el concepto de las medidas la emanación de la providencia cautelar
precautorias, que sólo persiguen (...) asegurar y la emanación de la providencia juris-
el resultado de la acción, lo que equivale a diccional.146 Una vez que cesa el proce-
considerar que antes del término del juicio no so, específicamente cuando se cumplió
es posible disponer, liquidar o vender los bie- íntegramente la sentencia, se debe ha-
nes afectos a las medidas precautorias”.143 cer cesar esta medida de aseguramien-
d) Una sentencia de la Corte de Ape- to, por haber cumplido el objeto al cual
laciones de Santiago, de 22 de abril de adhería.
1961, declaró: “...en realidad, toda medida El carácter provisional es una conse-
que importe un pronunciamiento sobre lo con- cuencia de la instrumentalidad o accesorie-
trovertido, o que satisfaga provisionalmente las dad que tienen las medidas cautelares, res-
pretensiones del actor, no es una precautoria pecto del proceso en el cual se conceden;
en el sentido que da a ese instituto nuestra con ellas, sólo se trata de asegurar la eje-
legislación, porque para ella sólo son tales las cución de la sentencia que reconozca el
que tienen por objeto asegurar la satisfacción derecho al actor. Este rasgo consta expre-
de un derecho...”.144 samente en el art. 301 CPC, que dispone:
La regla general, que proscribe equi- “Todas estas medidas son esencialmente
parar la tutela cautelar con el contenido provisionales. En consecuencia, deberán
de la sentencia de fondo, admite algunas hacerse cesar siempre que desaparezca el
excepciones. Se trata de situaciones en peligro que se ha procurado evitar o se
las que por la naturaleza del derecho cuya otorguen cauciones suficientes”.
protección se busca, se puede dar una Este elemento resulta muy importan-
homologación entre protección cautelar te para la petición de alzamiento, que es
y la respuesta jurisdiccional para el caso uno de los derechos que otorga la deno-
concreto. Los casos más evidentes surgen minada contracautela, a la que pronto
a propósito de la protección del derecho nos referiremos.
a la vida, y de la privacidad y honra de la
persona y su familia, en los términos an-
tes explicados, cuando se examinó la tu- 7.6. LA MEDIDA CAUTELAR DEBE SER
tela anticipada del derecho.145 IDÓNEA PARA SU FIN
63
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
En virtud de este elemento definito- forme al criterio del fallo, si tal aporta-
rio, el juez debe conceder la precautoria ción se producía, “estaría suficientemente ga-
adecuada para la situación que se trata rantida la demandante, ya que podría
de amparar mediante el ejercicio del de- recuperarlos en cualquier momento si obtiene
recho de acción. éxito en su pleito, por tratarse de una institu-
Como lo expone Arazi, el objeto de ción de solvencia notoria”.150
cualquier pretensión cautelar debe ser ju-
rídicamente posible.147 De lo que se tra-
ta, en el fondo, es evitar el abuso del 7.7. LAS MEDIDAS CAUTELARES DEBEN
derecho en el ejercicio de la potestad cau- LIMITARSE A LOS BIENES NECESARIOS
telar.
Sintetiza con claridad este fin la sen- Este elemento se recoge de un modo
tencia de la Corte Suprema de 28 de mayo general en la primera parte del art. 298
de 1919, al declarar que “las medidas pre- CPC: “las medidas de que trata este Títu-
cautorias tienen por objeto asegurar prudente- lo se limitarán a los bienes necesarios para
mente, pero sin ocasionar la ruina del deudor, responder a los resultados del juicio”.
los resultados de una acción seria y fundada Esta exigencia resulta de gran rele-
(...).148 vancia a propósito de la contracautela,
También aplica rectamente este ele- que examinaremos más adelante.
mento del sistema cautelar la sentencia
de la Corte de Apelaciones de Santiago
de 18 de abril de 1986, que sustituyó las 8. MEDIDAS PRECAUTORIAS
medidas prejudiciales precautorias de pro- NOMINADAS E INNOMINADAS
hibición de celebrar actos y contratos de
un organismo sindical, por la de prorro- La clasificación más relevante de las
gar un mandato de la anterior directiva medidas precautorias surge del art. 290
sindical, atendido que las prejudiciales del CPC, que permite distinguir entre
precautorias paralizaban e impedían el medidas precautorias nominadas e inno-
funcionamiento normal del organismo minadas. Conforme a dicho precepto,
sindical, situación que causaba un per- “para asegurar el resultado de la acción,
juicio patrimonial, que según la Corte puede el demandante en cualquier esta-
demandaba una solución más justa y equi- do del juicio, aun cuando no esté contes-
tativa que a la vez cautele los derechos tada la demanda”, pedir una o más de las
del demandante.149 siguientes medidas: “1ª) El secuestro de
Otra manifestación de la idoneidad la cosa que es objeto de la demanda; 2ª)
se aprecia en el rechazo de las medidas El nombramiento de uno o más inter-
que impiden ejecutar actos patrimonia- ventores; 3ª) La retención de bienes de-
les que, en definitiva, pueden resultar be- terminados, y 4ª) La prohibición de cele-
neficiosos para el mismo demandante. brar actos o contratos sobre bienes
Discurre en esta línea una antigua sen- determinados”. Estas son las medidas pre-
tencia de la Corte Suprema, de 31 de cautorias nominadas, sin perjuicio de
julio de 1931, que denegó las medidas otras hipótesis especiales que regula nues-
que impedían que se aportaran unos bie- tro ordenamiento.
nes a la Sociedad de Salitre de Chile; con- En cambio, las medidas cautelares in-
nominadas, genéricas o indeterminadas
constituyen una temática delimitada tra-
147
A RAZI, Rolando, Medidas cautelares, ob. cit., dicionalmente por oposición a las cau-
p. 5.
148
CS 28 de mayo de 1919, RDJ, t. XVII, sec. 1ª,
p. 150.
150
149
C. de Ap. de Santiago, 18 de abril de 1986, CS 1 de julio de 1931, RDJ, t. XXVIII, sec. 1ª,
RDJ, t. LXXXIII, sec. 3ª, p. 62. p. 626.
64
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
65
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
66
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
c) La indemnización de perjuicios
162
Sobre la naturaleza de la presunción y otras
Otra manifestación de la contracau- cuestiones de interés, cfr. CS 24 de marzo de 1949,
tela, pero que surge con posterioridad a RDJ, t. XLVI, sec. 1ª, p. 399. Un caso restrictivo so-
bre la responsabilidad que se genera en este tema,
cfr. CS 20 de junio de 1934, RDJ, t. XXXI, sec. 1ª,
159
Un buen ejemplo del contenido de la con- p. 462.
163
tracautela, cfr. C. de Ap. de Santiago, 5 de septiem- Sobre el tema, BADUEL, Maximiliano, BA-
bre de 1995, RDJ, t. XCII, sec. 2ª, p. 112. DUEL, Jorge, Medidas cautelares trabadas indebidamente.
160
CS 6 de abril de 1962, RDJ, t. LIX, sec. 1ª, Responsabilidad, B. Aires: Abeledo-Perrot, 1999.
164
p. 103. El deber de diligencia que deben cumplir
161
CS 21 de diciembre de 1962, RDJ, t. LIX, los jueces en esta materia lo reseña muy bien el si-
sec. 1ª, p. 203. guiente considerando de una sentencia de la C. de
67
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
68
Capítulo V
LÍMITES EN EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN
69
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
70
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
lo mismo, se debe ser cuidadoso a la hora rigor del derecho (aequitas praefertur rigo-
de fijar cuándo la actividad procesal des- re iuris);173 en los casos dudosos, ha de
plegada por el actor vencido determina preferirse lo que resulte más benigno (in
que se pueda calificar que el ejercicio de dubiis, semper benigniora praeferenda sunt). 174
su acción fue con un abuso del derecho.170
Desde otro punto de vista, la aplica-
ción de la doctrina del abuso del dere- 3.2. REFERENCIA JURISPRUDENCIAL
cho no es otra cosa que recordar que a la
hora de resolver un caso concreto, todo En nuestro medio, en el último tiem-
juez está llamado a aplicar una serie de po una de las principales innovaciones
reglas elementales de justicia, que en la jurídicas ha sido la aceptación plena del
formulación de los clásicos se traducen, abuso del derecho, extendiendo su apli-
entre otras, en las siguientes máximas: “es cación al campo del ejercicio del dere-
más atroz la injuria cuando es cometida cho de acción en un juicio.175 En efecto,
en presencia del juez; es decir, sirviéndo- la jurisprudencia ha reconocido expresa-
se del proceso judicial (atrocior est injuria, mente que es factible, bajo ciertos supues-
si conspectu iudicis facta est);171 es mejor tos, que un actor, al ejercer su pretensión,
padecer haciendo el bien que haciendo pueda ir más allá del límite que está am-
el mal (melius est bene facientes... pati quam parado por el derecho.
male facientes);172 se prefiere la equidad al Lo relevante de toda esta doctrina ju-
risprudencial, a nuestro entender, está en
170
haber reconocido que nuestro ordena-
En el derecho comparado gradualmente se miento jurídico no tolera a quien de ma-
han ido estableciendo reglas para controlar el po-
sible abuso del derecho en el ejercicio de la acción. nera arbitraria, caprichosa o injusta ejercita
En la legislación civil española se ha consagrado la su derecho de acción.
doctrina del abuso del derecho como principio ge- Algunas de las sentencias más rele-
neral. El art. 7.2 del Código Civil prescribe que “La vantes en esta materia son:
ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio
antisocial del mismo. Todo acto u omisión que por
la intención de su autor, por su objeto o por las cir- a) Dictamen 986/526, de 7 de octubre de
cunstancias en que se realice sobrepase manifiesta- 1996, de La Comisión Preventiva Central
mente los límites normales del ejercicio de un (1996)
derecho, con daño para tercero, dará lugar a la co-
rrespondiente indemnización y a la adopción de las La Comisión Preventiva Central, en
medidas judiciales o administrativas que impidan la el Dictamen 986/526, de 7 de octubre de
persistencia en el abuso”, criterio que se repite en 1996, estableció: “Si bien es cierto que toda
la Ley Orgánica del Poder Judicial, que, en su persona tiene la posibilidad legalmente recono-
art. 11.2, dispone que “Los Juzgados y Tribunales
rechazarán fundadamente las peticiones, inciden- cida de denunciar ante esta comisión la exis-
tes y excepciones que se formulen con manifiesto tencia de actos contrarios a la competencia aun
abuso de derecho o entrañen fraude de ley o pro- sin tener interés actual en ello, y que tanto
cesal”. El Código de Procedimiento Civil del Perú esta Comisión como la Fiscalía Nacional Eco-
en su art. 4º establece que, “concluido un proceso por
resolución que desestima la demanda, si el demandado
considera que el ejercicio del derecho de acción fue irregu-
173
lar o arbitrario, puede demandar el resarcimiento de los AZÓN, Broccardica, rúbrica 71, fol. 152.
174
daños y perjuicios que haya sufrido, sin perjuicio del pago GAYO , D. 50.17.56.
175
por el litigante malicioso de las costas, costos y multas es- Sobre el tema en nuestra doctrina, ORTÚ-
tablecidos en el proceso terminado”. De dicho precepto ZAR SANTA MARÍA, Álvaro, Estudios sobre reformas al
se colige que se trata de una especial hipótesis de Código Civil y Código de Comercio, Santiago, Editorial
responsabilidad extracontractual, que sólo se pue- Jurídica de Chile, 2003. “Ponencia principal so-
de iniciar una vez que exista una sentencia con va- bre el abuso del derecho”, especialmente pp. 25,
lor de cosa juzgada. 37 y 38. Con anterioridad, RODRÍGUEZ G REZ, Pa-
171
ULPIANO, D. 47.10.7.8. blo, El abuso del derecho y el abuso circunstancial, San-
172
CICERÓN, Tusculana disputationes 5.19.56; Pla- tiago: Editorial Jurídica de Chile, reim. 1ª ed. 1999,
tón, Gorgias 469c. pp. 121-340.
71
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
nómica tienen el deber de investigar y conocer sante del mal, debe existir un ánimo mani-
los hechos denunciados, no es menos cierto que fiesto de perjudicar o una evidente falta de
ese derecho de acción puede ser ejercido con la interés o necesidad de lo que promueva o un
segunda intención de utilizar a tales órganos actuar motivado por el afán de causar un
de defensa de la competencia para intentar perjuicio a su contraparte o cocontratante.
lograr que éstos, en el ejercicio de sus funcio- Esa intención de perjudicar no sólo debe ma-
nes, sancionen o limiten el accionar de quie- nifestarse, como es lógico, cuando se actúa
nes compitan con el denunciante en el en la órbita de la responsabilidad extracon-
mercado”. // “De esta manera, un derecho que tractual, sino que también para el caso en
la ley establece con fines de orden público, pue- que el acto se ejecuta excediendo el interés
de transformarse, por su mal uso o su abuso, jurídicamente protegido”.
en un instrumento para obtener resultados con- “Quinto: Que en nuestro ordenamiento pro-
trarios al interés general, infringiendo así el cesal tiene aplicación el principio de probidad
denunciante las mismas normas cuya aplica- o de buena fe, que exige a los contendientes
ción solicita”.176 una actuación leal en el uso de pretensiones,
En este caso el ejercicio abusivo del de- defensas o recursos, sancionándose cualquier
recho de acción surgió, a juicio de la sen- exceso en el uso de expedientes dilatorios o pre-
tencia, cuando una empresa del giro de tensiones infundadas (...) Pero lo dicho no
telecomunicaciones, con un ánimo abusi- implica en todo caso coartar el derecho de de-
vo y revelador del propósito de evitar o a lo fensa que le asiste a cada litigante, garantía
menos de entorpecer el ingreso de unas que tiene protección constitucional en el art. 19
empresas competidoras al mercado de la Nº 3 de la Constitución Política, que le permi-
telefonía local, realizó una actuación pro- te ejercitar todos los recursos o mecanismos pro-
cesal absolutamente infundada y abusiva, cesales para asegurar su pretensión, aunque
justo después que las empresas denun- dicho ejercicio cause daño a otro, lo que nor-
ciadas anunciaban su ingreso al negocio. malmente va a ocurrir en un litigio”.177
72
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
trucción de una estrategia judicial para lo- “165º) Que debe tenerse en cuenta que
grar resultados impropios mediante la presen- existe un límite de legitimidad en el uso del
tación de un conjunto de demandas, todas proceso, el que no debe ser empleado con una
destinadas a perseguir el término del joint finalidad distinta a la que constituye su fin
venture, distorsionando con ello la finalidad esencial”.
constitucional del proceso, cual es la de dar “Recordemos que –al decir de Josserand–
protección a los habitantes en el ejercicio de las acciones procesales ‘son armas lícitas que
sus derechos (art. 19 Nº 3 de la Constitución se convierten en armas envenenadas cuando
Política)”. se utilizan de cierta manera’”.
“Tratadistas nacionales y extranjeros, “Como elemento útil para desentrañar el
como Arturo Alessandri Rodríguez, Flour y propósito que Carter Holt tuvo y cuáles fue-
Aubert y Mazeaud aceptan plenamente la ron sus reales intenciones al presentar estas
responsabilidad por el uso indebido de dere- demandas, debe enfatizarse que, de acogerse
chos procesales”. cualquiera de sus peticiones, la sentencia que
“En la memoria de prueba de José Diez así lo decida se transformaría en poderosa
Schwerter, invocada en este proceso, se conclu- arma destinada a otorgar a Carter Holt el
ye que las normas de procedimiento que se con- control directo de su participación en las
tienen en los Códigos no son sino garantías empresas que maneja Socoroma y que pertene-
para las partes y en ningún modo es aceptable cen a Los Andes. En síntesis, estaríamos en
convertirlas en armas para frustrar los legíti- presencia del uso inadecuado del proceso, el
mos derechos de los litigantes”. que estaría empleándose para lograr finali-
“Cabe acotar que el Código francés sancio- dades diversas a las altas funciones que le
na a la parte que acciona o se defiende indebi- asigna la Constitución Política”.
damente, la que además de ser condenada en “166º) Que en definitiva debe concluir-
costas, puede ser obligada a indemnizar los se que el propósito final de las demandas
perjuicios que cause con su actividad jurisdic- era lograr la alteración del sistema de pro-
cional ilegítima”. piedad y administración del conglomerado
Más contundentes son los consideran-
empresarial Los Andes para provocar, de esta
dos 164º), 165º) y 166º) de esta senten-
forma, el cambio del sistema convenido por
cia, cuando sostienen que:
Carter Holt en la propiedad del grupo y con-
“164º) (...) En este orden de ideas debe
seguir, por esa vía, su intervención en la
tenerse presente que es indudable, como ya se
administración de Copec, sus filiales y coli-
ha reiterado en este fallo, que el acto de de-
mandar con el propósito de obtener la deci- gadas”.
sión jurisdiccional de un conflicto subjetivo
de intereses mediante el proceso, constituye el
ejercicio legítimo de un derecho constitucional 4. EL JUEZ NATURAL EN EL
plenamente garantizado por los arts. 19 Nº 3 CONTROL DEL EJERCICIO ABUSIVO
y 73 de nuestra Constitución Política. Dife-
rente es el uso del proceso con fines impro- Es importante no perder de vista que
pios”. la admisión del abuso del derecho en el
“Alejandro Silva Bascuñán, en su infor- ejercicio de acciones judiciales opera
me en derecho agregado a los autos, confirma como un mecanismo de defensa, que
lo expuesto al distinguir claramente entre la debe ser calificado en el proceso donde
titularidad ineludible del derecho a la acción el demandado alega la existencia de una
y las responsabilidades que puedan derivar de demanda abusiva.
su interposición, recordando que incluso hay Como se anticipó, el derecho de ac-
instituciones procesales que se fundan justa- ción exige tres condiciones, a saber, una
mente en esta distinción, como son la respon- causa de pedir, legitimación y posibili-
sabilidad por el delito de calumnia y la dad de otorgar jurisdiccionalmente el pe-
condenación en costas”. titum.
73
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
74
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
por aquel de quien se derive su derecho, no y el daño consiguiente. Tal doctrina se tra-
de un modo aparente y ostensible, con duce en que se debe mantener en el derecho
perjuicio de un tercero que fiado de esas una conducta leal y honesta y, desde luego, es
apariencias, producidas intencional o ne- la inspiración de la regla por la cual nadie
gligentemente por el responsable de ellas, puede aprovecharse de su propio dolo o fraude,
contrae una obligación o sufre un perjui- encontrando en materia contractual su base
cio en su persona o en su patrimonio.180 legal en el art. 1546 del Código Civil. Son
En el ámbito teórico la doctrina de requisitos de procedencia de este principio los
los actos propios estaba aceptada desde siguientes: a) una conducta anterior que reve-
algún tiempo por varios autores de dere- la una determinada posición jurídica de parte
cho civil181 y también de derecho públi- de la persona a quien se le trata de aplicar este
co, en este último caso como un límite a principio; b) una conducta posterior de parte
la autotutela del Estado. del mismo sujeto contradictoria con la ante-
En la jurisprudencia se aprecia clara- rior; y c) que el derecho o pretensión que hace
mente la aplicación de este límite al ejer- valer la persona a quien incide el actor perju-
cicio de la acción, entre otros, en los dique a la contraparte jurídica”. 182
siguientes casos: b) También aplica la misma restric-
a) En la sentencia de la Corte Supre- ción la sentencia de la Corte de Apela-
ma, de 9 de mayo de 2001, pronunciada ciones de Concepción de 14 de agosto
en los autos “Villanueva con Sanhueza”. de 2002, que desestimó una pretensión
Al efecto, el considerando 3º sostiene: laboral de nulidad del despido. En ese
“...la pretensión de la demandante en este jui- caso, el trabajador había demandado una
cio necesariamente ha debido ser rechazada de prestación laboral que él mismo, en su
acuerdo con la teoría de los actos propios, es calidad de contador auditor de la empre-
decir, aquel principio general del derecho fun- sa demandada, nunca incluyó en las li-
dado en la buena fe que impone un deber jurí- quidaciones mensuales; la Corte consideró
dico de respeto y sometimiento a una situación su actuación profesional anterior como vin-
jurídica creada por la conducta del mismo su- culante, y su reclamación posterior me-
jeto, evitando así la agresión a un interés aje- diante el ejercicio del derecho de acción,
como contraria a la doctrina de los actos
propios, desestimando su pretensión.183
180
c) En el campo arbitral dio aplica-
P UIG BRUTAU, José, “La doctrina de los ac- ción a este principio el fallo del arbitra-
tos propios”, en Estudios de Derecho Comparado, Bar-
celona, Ariel, 1951, pp. 104-105. dor don Raúl García Astaburuaga, de 28
181
En nuestra doctrina, sobre esta regla, entre de junio de 2002, cuando decidió:
otros, LÓPEZ SANTA MARÍA, Jorge, “Intereses deven- “25. Que, por lo manifestado, la reclama-
gados por indemnización contractual de perjuicios. ción de autos resulta de difícil conciliación
Doctrina de los actos propios o estoppel”, en RDJ, con el comportamiento observado por la actora
vol. LXXXII, Nº 2 (mayo-agosto, 1985), pp. 33-52;
FUEYO LANERI, Fernando, “La doctrina de los actos con antelación a su formulación, pues sabido
propios”, en Instituciones de Derecho Civil Moderno, es que nadie puede alegar un derecho antinó-
Editorial Jurídica de Chile, 1990, pp. 303-357; RI - mico con sus propios actos (nemo potest contra
VAS GUZMÁN, Ramón, “La doctrina de los actos pro- factum veniere), ni contradecir sus actitudes
pios y el reglamento interno de la empresa”, en precedentes que sean jurídicamente relevantes
Contratos, VV.AA. (Coordinación E. Barros B.), Edi-
torial Jurídica de Chile, 1991, pp. 189-207; RODRÍ-
GUEZ GREZ, Pablo, El Abuso del Derecho y el Abuso
Circunstancial, Editorial Jurídica de Chile, 1997, 182
RDJ, t. XCVIII, Nº 2, sec. 1ª, pp. 99-100. Ha-
pp. 42-43; G UZMÁN BRITO, Alejandro “El fundamen- bía aceptado la aplicación de dicha doctrina la sen-
to de validez de la costumbre como fuente del de- tencia de la C. de Ap. de Concepción de 3 de mayo
recho”, en RCHD, vol. 22, Nº 3, 1995, pp. 623-628. de 1993 (Cº 8º), recaída en un recurso de protec-
A nivel de monografía, EKDAHL ESCOBAR, María Fer- ción (confirmada por la CS, 1º de junio de 1993).
nanda, La doctrina de los actos propios, Editorial Jurí- Inédita.
dica de Chile, 1989. 183
GJ Nº 266, 2002, pp. 204-207.
75
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
y plenamente eficaces, asumiendo una conducta nar cada caso, huyendo de una utiliza-
incompatible con las observadas anteriormente”. ción desorbitada de este principio.
“26. Que, en efecto, a partir de los postu- Como se puede apreciar, la doctrina
lados de la llamada ‘doctrina de los actos pro- de los actos propios constituye un magní-
pios’, de creciente aceptación y aplicación en el fico campo para que los jueces puedan ir
ámbito jurisdiccional, no resulta admisible una generando una casuística que permita
reclamación que se fundamente en hechos o morigerar la utilización abusiva del dere-
razones de derecho que contradigan los propios cho de acción, resaltando el contenido
actos del recurrente, esto es, que los basamen- del principio de buena fe procesal o de
tos de su reclamo importen una actitud que probidad procesal. Se trata, en buenas
esté en contradicción con su anterior conduc- cuentas, de un instrumento para restrin-
ta, situación que evidentemente entra en pug- gir la actuación del litigante de mala fe.
na con el derecho (venire cum actum proprium Dentro de las restricciones, se debe
non valet)”.184 tener cuidado de calificar bajo este lími-
Desde el punto de vista de los ele- te el ejercicio de acciones incompatibles
mentos constitutivos de la acción, la apli- en procesos separados. En efecto, uno de
cación de la doctrina de los actos propios los rasgos del proceso civil moderno ra-
facilita a los jueces su tarea decisoria. En dica en la superación del antiguo efecto
efecto, constatada la infracción a esta re- consumativo de la acción por el hecho
gla, se debe desestimar la acción básica- de demandar. Mientras se mantuvieron
mente por falta de causa de pedir. Como vigentes los efectos de la litisconstestatio
se ha explicado, toda acción deducida en romana, el actor tenía que elegir entre
juicio tiene un componente causal, de- las acciones incompatibles, quedando ex-
nominado como causa de pedir, que es tinguidas las restantes al deducir una
la “razón” o el “fundamento de la acción”. cualquiera en juicio. Esta situación deter-
Al examinar el juez la procedencia de minaba que elegida una vía procesal por
este elemento, como lo refleja la juris- una parte no se podía acudir a otra (electa
prudencia antes referida, puede detectar una via per partem ad aliam potest venire).186
una contradicción que prive al deman- Al trasladarse el efecto extintivo de las
dante de la tutela jurídica que solicita. acciones a la eficacia de cosa juzgada, el
Naturalmente que el límite que sur- ejercicio separado de acciones incompa-
ge de la doctrina del acto propio tam- tibles no implica necesariamente un acto
bién se aplica al demandado, a quien se de mala fe.187
le puede rechazar su excepción fundado Por último, conviene aclarar que si
en esta misma razón.185 bien la teoría del abuso del derecho y el
El “dar a cada uno lo suyo” (ius suum principio venire contra factum proprium non
cuique tribuendi) impone siempre un exa- valet tienen como elemento común perte-
men de la buena fe con que se está ejer- necer al principio general de buena fe,
ciendo la acción (y la excepción), al punto
que si el actor entra en contradicción con
su anterior conducta, la acción resulta im-
186
procedente, ya que la mala fe hace des- Según DOMINGO , esta regla tiene su fuente
aparecer el “título” del derecho reclamado. en Decio, Regula, 301.6, p. 117. También se cita a
Papiniano. Ulpiano D. 18.3.4.2. D OMINGO, Rafael,
Naturalmente que para determinar la Reglas jurídicas y aforismos, ob. cit., p. 48.
aplicación de esta figura hay que exami- 187
Por ejemplo, podría ocurrir que un actor
haya iniciado su acción de resolución, pero por un
cambio en la situación económica le convenga ini-
184
ROL 279, Centro de Arbitrajes y Mediacio- ciar un juicio posterior, pidiendo el cumplimiento
nes, CAM. del contrato. Ese cambio de estrategia no es por sí
185
Un ejemplo de ello se encuentra en la sen- mismo contrario a la buena fe, sino que obedece a
tencia de la C. de Ap. de Santiago de 12 de mayo una valoración económica que el justiciable es so-
de 2005 (Gaceta Jurídica Nº 299, pp. 171-174). berano para calificar.
76
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
77
Capítulo VI
RELACIONES ENTRE LAS ACCIONES
79
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
80
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
Este tipo de nexo justifica la utiliza- que la satisfacción de una tiene por efec-
ción de la acumulación sucesiva o acce- to la extinción de la otra. En un concur-
soria de acciones. so simple de acciones se trata de un único
interés protegido mediante una plurali-
dad de acciones que tienden a lograr el
6. EL CONCURSO DE ACCIONES mismo contenido.
En todas las hipótesis de concurso sim-
Esta relación entre acciones parte del ple los derechos concurrentes son autó-
supuesto que una misma situación de he- nomos, tanto en su existencia como en
cho puede estar amparada por una diver- su extinción, con la particularidad que
sidad de acciones, que concurren a satis- extinguida una acción por su cumplimien-
facer el mismo interés del actor. En su to (satisfacción) provoca la extinción de
esencia, se trata de acciones con causa de las otras.
pedir diversa, aunque busquen el mismo Dicho de otra forma: en el concurso
fin jurídico o el mismo fin económico. simple las relaciones jurídicas que lo ori-
El reconocimiento de esta situación ginan son diferentes y también lo son las
jurídica queda bien expuesto en la sen- acciones que jurisdiccionalmente se pue-
tencia de la Corte Suprema de 18 de abril den afirmar en torno a él, acciones que,
de 1986, al declarar “que un mismo hecho, además, pueden hacerse valer autóno-
acto jurídico, convención o contrato puede dar mamente mediante una acumulación de
lugar a más de una acción, las que tienen acciones (si se cumplen los supuestos le-
vida independiente una de la otra”.195 gales).
En palabras de Chiovenda,196 el con- Concurso alternativo o electivo. A dife-
curso es la relación que media entre va- rencia del anterior, éste presupone la exis-
rias acciones que, aun siendo diversas, tencia de una diversidad de derechos que
pueden ser satisfechas sólo una sola vez son atribuidos alternativamente a un su-
para todas. No obstante que desde el pun- jeto. Se trata de derechos que se origi-
to de vista del derecho material las dis- nan de un mismo acaecimiento históri-
tintas acciones pueden ser satisfechas de co, para la protección de un mismo bien
una sola vez, ello no obsta a la diversidad jurídico y tienden a satisfacer un único
de las acciones.197 interés económico.198 En este tipo de
Dentro de esta relación se debe distin- concurso la doctrina mayoritaria defien-
guir entre un concurso simple de accio- de la existencia de una pluralidad de
nes y un concurso alternativo o electivo. derechos y de acciones, siendo sus ma-
El concurso simple se produce cuando nifestaciones más clásicas las que se dan
dos o más derechos concurren en un en el doble derecho que puede tener
mismo sujeto teniendo por objeto una un contratante para solicitar la resolu-
prestación que satisface un mismo fin eco- ción del contrato o bien su cumplimien-
nómico. En este tipo de concurso las di- to forzado (art. 1489 CC); el derecho a
versas pretensiones tienen por objeto la obtener la resolución del contrato o el
misma prestación, existiendo entre ellas una pago del precio (art. 1875 CC); el dere-
relación de concurrencia, en el sentido cho a solicitar la reducción del precio
por evicción, o bien a solicitar se le repa-
re la evicción (art. 1861 CC).
195
RDJ, t. LXXXIII, sec. 1ª, p. 35. En igual En el derecho histórico, cuando exis-
orientación, CS 25 de abril de 1996, RDJ, t. XCIII, tían acciones concurrentes el actor tenía
sec. 1ª, p. 50. que elegir entre las diversas acciones, que-
196
Cfr. C HIOVENDA, José, Principios de Derecho
Procesal Civil, ob. cit., t. II, pp. 731-732.
197 198
Así, CHIOVENDA, José, Instituciones de Derecho Sobre este concurso, mayores antecedentes,
Procesal Civil, tr. del italiano Emilio Gómez Orbane- MENCHINI, Sergio, I limiti oggettivi del guidicato civi-
ja, Madrid: Revista de Derecho Privado, 1954, I, p. 379. le, Milán: Giuffrè, 1987, pp. 351-357.
81
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
82
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
83
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
84
Capítulo I
LA LEGITIMACIÓN COMO CONDICIÓN DE LA ACCIÓN
87
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88
La legitimación como componente del derecho de acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La legitimación como componente del derecho de acción
91
Capítulo II
TRATAMIENTO PROCESAL DE LA LEGITIMACIÓN
93
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
94
La legitimación como componente del derecho de acción
comprender todos aquellos que sufren dolor o dido influir en lo dispositivo del fallo, lo que
aflicción en razón de esa muerte”.222 es suficiente para rechazar el recurso en este
b) Una antigua sentencia de la Corte primer aspecto”. “5º) Que en relación con el
Suprema, pronunciada el 29 de julio de incumplimiento de la obligación del subarren-
1925, señaló que “Pedida en la demanda la datario de pagar las contribuciones, que sirve
restitución de ciertos bienes fundamentándose de segundo fundamento a la demanda, y que
la acción en los arts. 889, 895, 926 y 927 del el actor apoya en el art. 1489 del Código Ci-
Código Civil, de los cuales los dos primeros se vil, el fallo afirma que el principio de obligato-
refieren a la acción reivindicatoria y los dos riedad que consagra el art. 1545 del mismo
últimos a las posesorias, acciones que persi- Código pesa sólo respecto de los firmantes del
guen el mismo fin jurídico, o sea, obtener la subarriendo, siendo éstos, en consecuencia, los
restitución de la cosa singular de que ha sido únicos titulares de la acción”. 225
privado el dueño, en el primer caso, y el mero e) En materia de protección de ga-
poseedor, en el segundo, debe dirigirse dicha rantías constitucionales se ha declarado
demanda en contra del poseedor, sea regular o que “carece de legitimación procesal para soli-
irregular”. citar protección quien no demuestra un dere-
“En consecuencia, dirigida la demanda cho fundamental comprometido”.226
en contra de algunos Religiosos Franciscanos f) “Las acciones, o sea los derechos ejerci-
personalmente que se excepcionaron diciendo tados en juicio, sólo pueden hacerlos valer los
que eran Religiosos de votos solemnes y como poseedores de esos derechos, o sea los que tienen
tales muertos civilmente y que los terrenos y interés”.227
edificios reclamados estaban inscritos a nom-
bre de la Recoleta o Recolección, la primera y
fundamental cuestión que se presenta a los 4. LEGITIMACIÓN Y BUENA FE
jueces del fondo es la de saber si los demanda-
dos eran legítimos contradictores de los deman- A las reglas generales anteriores se
dantes, o sea, si eran poseedores, ya que si no deben agregar ciertas pautas especiales,
revestían este carácter, la acción no podía pros- donde la apreciación de la legitimación
perar porque los que estaban en posesión de la está condicionada por elementos relati-
cosa disputada continuarán en ella cualquie- vos a la buena fe del que solicita la tutela
ra que fuera el fallo”.223 jurídica ejerciendo el derecho de acción.
c) En relación a la constitución de El caso más típico se da en nuestro
un derecho real por vía judicial, se ha derecho con la acción de nulidad absoluta,
resuelto: “la constitución de una servidum- en cuanto ella, conforme al art. 1683 del
bre minera debe ventilarse con el dueño del CC no puede ser deducida por el que ha
predio sirviente, titular del derecho que se pre- celebrado el acto o contrato sabiendo o
tende limitar, no siendo factible que se deman- debiendo saber el vicio que lo invalidaba.228
de en su lugar al arrendatario”.224 En relación a la limitación anterior,
d) En materia de reconocimiento de se ha discutido por largo tiempo si dicha
derechos personales se ha fallado que “4º)
(...) rechazada la demanda por el hecho de ser
225
el subarriendo una convención ajena para el CS 9 de noviembre de 1987, RDJ, t. LXXXIV,
actor y carecer, por tanto, de titularidad de la sec. 1ª, p. 149.
226
C. Ap. de Santiago, 23 de marzo de 1989,
acción deducida, tales infracciones no han po- RDJ, t. LXXXVI, sec. 5ª, p. 20.
227
CS 20 de abril de 1929, RDJ, t. XXVII,
sec. 1ª, p. 262.
228
222
CS 29 de mayo de 2002, causa “Alarcón con Sobre el tema, LÓPEZ SANTA MARÍA, Jorge,
CODELCO y otra”, Rol Nº 4784/2000. “¿Tiene interés para alegar la nulidad absoluta de
223
CS 29 de julio de 1925, RDJ, t. XXIII, sec. 1ª, unas compraventas el hijo mayor que, basado en la
p. 642. demencia del vendedor, acciona contra sus padres
224
C. de Apelaciones de Punta Arenas, RDJ, y hermanas?”, en RDJ, t. LXXXVI, primera parte,
t. LXXXIX, sec. 2ª, p. 45. 1989, pp. 7-16.
95
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
limitación afecta a los herederos del cau- ante el juez.230 Esto significa que en el
sante que ha celebrado el acto o contra- proceso no hay partes materiales y for-
to sabiendo o debiendo saber el vicio que males, sino sólo la condición de ser o no
lo invalidaba. parte procesal.231
En nuestra opinión, tal restricción La sola circunstancia de adquirir la
para los hereredos no tiene asidero, fun- calidad de parte en un proceso no signi-
damentalmente por dos motivos: 1º. Los fica que se cumpla con el requisito de la
herederos que accionan de nulidad lo ha- legitimación, ya que esta última es una
cen por la lesión jurídica y patrimonial cualidad distinta.
que les causa directamente el acto im- La separación entre el concepto de
pugnado, ejerciendo su propia acción; y parte y la legitimación explica por qué es
2º. Toda restricción al ejercicio del dere- posible que en un determinado proceso
cho de acción debe ser interpretada como la demanda se proponga por quien (o
de derecho estricto, guardando consonan- contra quien) no está en realidad intere-
cia con la naturaleza de derecho público sado en la relación sustancial controver-
subjetivo que se reconoce a la acción. tida, esto es, que falte la legitimación
En otros casos la jurisprudencia ha activa o pasiva para obrar o contradecir.
impuesto exigencias de probidad en el Como bien lo expone la Corte Suprema,
ejercicio de la acción, recurriendo a la en la sentencia de 13 de enero de 1922,
legitimación para aplicar derechamente “no son sinónimas tener derecho a parecer en
una sanción al litigante de mala fe. Un un juicio y obtener pronunciamiento en él, y
ejemplo de ello se constata en materia ser legítimo contradictor”.232
de recurso de protección, cuando para Dicho de otra forma: es posible no
desestimarlo se ha declarado que “(...) el tener ninguna relación con el objeto de
recurso de protección tiene como finalidad esen- un proceso (legitimación), y tener la ca-
cial restablecer el imperio del derecho cuando lidad de ser parte, como se da con las
éste es avasallado por una acción u omisión personas que demandan o son demanda-
ilegal o arbitraria que agravie los derechos cons- das por error o temerariamente, atribu-
titucionales protegidos por medio de este arbi- yéndose calidades de “justa parte” que
trio, a condición de que tales derechos se estén conforme a derecho no tienen.
ejerciendo con adecuación al ordenamiento ju- Un sujeto que adquiere la calidad de
rídico”. // “De esta suerte, aun cuando me- parte, aunque no tenga legitimación, pue-
diare una acción u omisión ilegítima o de ejercer todos los derechos procesales o
arbitraria, si ella afectare de alguna manera a ser obligado a cumplir con todas las obli-
quien también se ha apartado de la juridici- gaciones procesales, siempre que cumpla
dad, cuyo es el caso de autos, no es dable
otorgar el amparo o resguardo a que apunta el
art. 20 de la Constitución”.229 230
Coinciden en esta idea, entre otros, ROSEN -
BERG, Leo, Tratado de Derecho Procesal Civil, ob. cit.,
t. I, p. 211; G UASP, Jaime, Derecho Procesal Civil, ob.
5. LA CALIDAD DE PARTE cit., I, p. 170; SCHÖNKE, Adolfo, Derecho Procesal Ci-
Y LA LEGITIMACIÓN vil, tr. Leonardo Prieto-Castro, Barcelona, Bosch,
1950, p. 85; CORDÓN MORENO, Faustino, “Anotacio-
nes acerca de la legitimación”, en Revista de Derecho
Desde el punto de vista teórico, la ca- Procesal Iberoamericana, 1979, Nº 1, pp. 311-312;
lidad de parte se adquiere en principio MONTERO A ROCA, Juan (con ORTELLS, Manuel,
sin referencia al derecho sustancial, por GÓMEZ COLOMER, Juan-Luis), Derecho Jurisdiccional,
el solo hecho de proponer la demanda ob. cit., II, 1º, p. 12; RAMOS MÉNDEZ, Francisco, De-
recho Procesal Civil, I, ob. cit., pp. 214-215.
231
Así lo defiende G UASP, Jaime, Derecho Proce-
229
C. de Ap. de Concepción, 31 de agosto de sal Civil, ob. cit., p. 171.
232
1988, RDJ, t. LXXXV, sec. 5ª, p. 299 (confirmada CS 13 de enero de 1922, RDJ, t. XXI, sec. 1ª,
por la CS el 15 de septiembre de 1988). p. 571.
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La legitimación como componente del derecho de acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
rentes. También para reclamar el daño regla general, que sabemos en nuestro
causado a la sociedad por la suscripción derecho limita los efectos de las senten-
de contratos con partes relacionadas, mal- cias judiciales a las partes, conforme a lo
versación de bienes, pago de honorarios dispuesto en el inciso segundo del art. 3º
excesivos a los administradores de la so- del Código Civil.
ciedad, entre otras situaciones. 2ª. Es una acción de condena, enca-
La acción derivativa del art. 133 bis. minada a obtener una indemnización de
de la LSA tiene las siguientes caracterís- perjuicios. No existe legitimación para
ticas: deducir por esta vía acciones declarativas
1ª. Implica que terceros puedan de- ni constitutivas. Si prospera la pretensión,
ducir una acción que corresponde, en es- todo lo recuperado es en beneficio de la
tricto derecho, a la sociedad anónima sociedad. Los que la ejercen sólo pueden
como tal. Se trata de una hipótesis de aspirar al pago de las costas.
legitimación activa extraordinaria o indi- 3ª. Para su ejercicio se deben cumplir
recta, por sustitución. En efecto, no de- dos requisitos copulativos: i) Debe existir
manda el titular del derecho subjetivo o una pérdida irrogada al patrimonio so-
interés cuya protección se busca (que se- cial (generalmente extracciones de rique-
ría la sociedad), sino que la ley habilita zas de la sociedad), y ii) La pérdida debe
para que ciertos terceros puedan dedu- ser consecuencia de una infracción a la
cir una pretensión indemnizatoria. Lo Ley de Sociedades Anónimas, a su regla-
anterior no obsta al derecho que tiene la mento, a los estatutos sociales o a las nor-
sociedad, a través de sus representantes, mas que imparta la Superintendencia de
para deducir una acción de reparación Valores y Seguros. En el concepto de pér-
con idéntico objetivo. El efecto normal dida irrogado al patrimonio social se debe
de esta acción, cuando prospera, es la entender incluido tanto al daño emergen-
obtención de una indemnización para la te como al lucro cesante.245
sociedad.244
Aunque la sociedad anónima no ad-
quiere la calidad de parte en el juicio 9.3. LA ACCIÓN DIRECTA
donde es deducida la acción derivativa,
el éxito de la pretensión le provoca un Con la denominada acción directa, se
beneficio a la sociedad. A esta singular autoriza –por ley– que un tercero ajeno a
situación, cuando los efectos de una sen- una determinada relación contractual
tencia alcanzan directamente a un terce- pueda reclamar directamente por su pro-
ro, la doctrina procesal la denomina como pio nombre contra el deudor de su deu-
sentencia ultra partes. Como se puede dor, con el objeto de reclamar lo que se
apreciar, se trata de una excepción a la le adeuda.
Por tratarse de una marcada excep-
ción al efecto relativo del contrato, esta
244
Antes de esta reforma legal no existía legi- hipótesis de legitimación extraordinaria
timación ordinaria para que un socio pudiera de- está siempre fijada expresamente en la
mandar a nombre de la sociedad. La falta de ley, ya que el tercero, no obstante no ser
legitimación surgía de la estricta separación que parte de ese contrato, puede ejercer la
existe entre el socio y la sociedad, que en expresio-
nes del Código Civil se explica así: “la sociedad for- acción directa para resarcirse de su daño.
ma una persona jurídica, distinta de los socios
individualmente considerados” (art. 2053 CC). De
conformidad al art. 1º de la Ley Nº 18.046, “la so-
245
ciedad anónima es una persona jurídica formada Un mayor desarrollo del tema en ROMERO
por la reunión de un fondo común, suministrado SEGUEL, Alejandro, DÍAZ VILLALOBOS, José Ignacio,
por accionistas responsables sólo por sus respecti- “La acción de responsabilidad civil del art. 133 bis
vos aportes y administrada por un directorio inte- de la Ley de Sociedades Anónimas”, en RDJ,
grado por miembros esencialmente revocables”. t. XCIX, pp. 51-65.
102
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Capítulo III
EL LITISCONSORCIO NECESARIO
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
afectados por la cosa juzgada del mis- se proceda conjuntamente por muchos o contra
mo”,250 quebrando el principio dispositi- muchos en los casos que autoriza la ley.
vo que informa el proceso civil. Ésta es la En nuestro derecho, hasta donde he-
principal diferencia que presenta con el mos podido investigar, no se presentan si-
litisconsorcio voluntario, donde no exis- tuaciones en que la ley obligue perentoria-
te ninguna obligación para interponer por mente a establecer un litisconsorcio nece-
todos o contra varios las distintas accio- sario. Por el contrario, las típicas manifes-
nes, que formarán parte del objeto del taciones apuntadas en la doctrina como
proceso. ejemplos clásicos de esta figura, en nuestro
Como se anticipaba, esta figura está ordenamiento están tratadas como supues-
lejos de tener una justificación única en la tos de litisconsorcio voluntario (v. gr., las
doctrina procesal,251 invocándose distintas obligaciones indivisibles),252 o bien, los pre-
razones para fundamentar esta institución, ceptos que se ocupan del tema no son ex-
las que se reducen fundamentalmente a plícitos en su reconocimiento, debiendo re-
las siguientes: 1º. en el principio de la conducirse tales hipótesis a supuestos de
bilateralidad de la audiencia; 2º. en la litisconsorcio necesario impropio.
protección de los derechos de terceros por 2º. El litisconsorcio necesario impro-
extensión de los efectos de cosa juzgada; pio se caracteriza por no estar estableci-
3º. en una posible inutilidad de la senten- do expresamente por la ley, debiendo
cia; y 4º. en la legitimación procesal. determinarse su existencia de la natura-
leza de la relación jurídica deducida en
juicio.
2. CLASIFICACIÓN DEL Desde otro ángulo, el litisconsorcio
LITISCONSORCIO NECESARIO necesario impropio se justifica por el he-
cho que la conformación de la relación
El litisconsorcio necesario puede ser jurídica procesal no es un producto ex-
de dos tipos, a saber: el litisconsorcio ne- clusivo de la ley, sino más bien una deri-
cesario propio y el litisconsorcio necesa- vación de la experiencia jurídica y de las
rio impropio. necesidades que el proceso jurisdiccional
1º. El litisconsorcio necesario propio debe satisfacer, como instrumento de so-
es aquel en el cual la ley señala expresa- lución de conflictos jurídicos. Esto mis-
mente cuándo los varios sujetos de una mo explica la razón por la cual los orde-
relación jurídica sustancial deben actuar namientos procesales contemporáneos,
obligatoriamente en una misma relación que se han encargado de reglamentar la
procesal, ya sea activa o pasivamente. figura del litisconsorcio necesario, lo re-
Aunque nuestro Código de Proce- conocen a través de verdaderas “normas
dimiento no se refiera expresamente al en blanco”,253 sentando pautas muy ge-
litisconsorcio necesario, en nuestra opi- nerales mediante las cuales se intenta so-
nión, esta figura debe entenderse inclui- lucionar los casos en los cuales existe esta
da en la parte final del art. 18 del CPC, necesidad de que varios sujetos partici-
cuando autoriza que en un mismo juicio pen obligatoriamente en un proceso.254
puedan intervenir como demandantes o
demandados varias personas, siempre que
252
Cfr. arts. 1527, 1528 y 1529 CC; C. Ap. Stgo.,
16 de noviembre de 1910, RDJ, t. VIII, sec. 2ª, p. 4.
253
La expresión corresponde al italiano D EN-
250
GUTIÉRREZ DE CABIEDES, Eduardo, “La ex- TI, Vittorio, “Appunti sul litisconsorzio necessario”,
cepción dilatoria de falta de carácter”, en Estudios y “sentenza ‘inutille data’ e litisconsorzio necessa-
de Derecho Procesal, Pamplona, Eunsa, 1974, p. 295. rio”, Dell’azionne al giudicato, Padova, Cedam, 1989,
251
Por todos, cfr. GONZÁLEZ GRANDA, Piedad, pp. 86-114.
254
El litisconsorcio necesario en el proceso civil, ob. cit., Sobre este tema, con referencia al derecho
pp. 109-164. comparado en Italia, EE.UU., España y Alemania,
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La legitimación como componente del derecho de acción
ron en él, pues en tal evento se daría el absur- lidad de la sentencia. Con esta regla se
do que tal acto sería nulo para uno y válido condiciona el posible cumplimiento de
para otros”.263 un fallo a la correcta configuración del
d) “La Constitución asegura a todas las proceso. Si no fueron demandados todos
personas que la sentencia de un órgano que los que debían serlo, se debe aplicar la
ejerza jurisdicción se funde en un proceso pre- sanción de declarar el juicio como inútil,
vio, y no se configura un proceso sin que exis- impidiendo el cumplimiento de la sen-
ta previo emplazamiento de aquellos a quienes tencia.
se considere partes, con las cuales y sólo con En la jurisprudencia esta línea se apre-
ellas se seguirá el negocio. Por ello, el imperio cia en los siguientes casos:
de lo juzgado no podrá, en caso alguno, ha- a) “No vale una sentencia contra el que
cerse extensivo a quienes no han tenido parte no fue parte en el juicio”; 266
en el asunto”. // “La pretensión de hacer so- b) “Si en un juicio sobre cobro de contri-
portar el imperio jurisdiccional en quien no buciones de bienes raíces, no fue notificada la
ha sido parte en el pleito constituye un proce- propietaria del inmueble, sino una persona dis-
der ilegal que significa una perturbación en el tinta, seguramente inexistente, en contra de la
ejercicio legítimo del derecho de propiedad de cual se dirigió la acción al persistirse en el
quien aparece como cesionario de créditos y error de nombre en que se incurrió en la nómi-
derechos afectados por una decisión judicial na de deudores morosos presentada por el Teso-
dictada en proceso en el que no ha sido empla- rero Comunal (...), debe concluirse que no hubo
zado ni es parte”. Medida de protección: “Se requerimiento judicial respecto de la deudora
declara que resoluciones judiciales dictadas en y, por ende, que tampoco existió el embargo
proceso civil indicado, no producen efecto ni ficto...” // “En consecuencia, procede desechar
empecen a recurrentes mientras en esa instan- la demanda de nulidad del contrato de com-
cia procesal no se declare otra cosa”.264 praventa basada en la existencia de aquel em-
e) “La acción de nulidad de un contrato bargo ficto y que habría afectado al inmueble
por ser personal debe dirigirse contra las perso- al momento de celebrarse dicha convención”. /
nas que lo han celebrado, aparte de las otras, / “En la especie, en ningún caso habría podi-
que de ellas derivan sus derechos; de donde se do prosperar la demanda en atención que la
deduce que si no se dirige la acción en contra acción se dirigió sólo contra el comprador, con
de aquéllas, la sentencia que se dicte no podrá lo cual el fallo que hubiera podido dictarse
obligarlas, no obstante ser ellas las que cele- acogiendo la demanda habría resultado inope-
braron los contratos cuya nulidad depende de rante con relación a la vendedora y no empe-
los que se celebraron sobre la misma cosa”. // cerle, por consiguiente, su resultado”.267
“La acción de nulidad debe dirigirse y discu-
tirse con el otro contratante”.265 4º. En la legitimación procesal
Ha sido tradicional que gran parte de
3º. En una posible inutilidad de la sen-
la doctrina justifique la existencia del li-
tencia
tisconsorcio necesario invocando la de-
Otro de los criterios teóricos para fun- nominada “legitimación conjunta”, que
damentar la existencia del litisconsorcio es aquella que tendrían varias personas,
necesario se vincula con la eficacia o uti- en forma activa o pasiva, para demandar
o ser demandados. La existencia de la
legitimación conjunta determina que se
263
deba pronunciar una resolución única
C. de Ap. de Santiago, 15 de junio de 1989,
RDJ, t. LXXXVI, sec. 2ª, p. 55.
264
C. de Ap. de Santiago, 9 de mayo de 1994,
266
RDJ, t. XCI, sec. 6ª, p. 144 (confirmada por la Cor- CS 13 de junio de 1912, RDJ, t. X, sec. 1ª,
te Suprema el 17.7.1994). p. 571
265 267
C. de Ap. de Concepción 23 de junio de CS 16 de julio de 1957, RDJ, t. LIV, sec. 2ª,
1995, RDJ, t. XCIII, sec. 1ª, p. 44. p. 33.
109
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
para todos los litisconsortes, por tratarse ción de la falta de legitimación es un de-
de una única pretensión. Sólo si se pro- ber del juez, actuando de oficio.
cede de esa forma el proceso podrá con- b) “...hay imposibilidad absoluta de que
cluir con el pronunciamiento de una un heredero del vendedor pueda ejercer tal ac-
única sentencia, que sea eficaz frente a ción [la acción rescisoria de la compraventa]
todos. sin la concurrencia de sus demás coherederos,
El nexo existente entre litisconsorcio puesto que, admitiendo el ejercicio singular de
necesario y legitimación es muy estrecho, ella, habría que concluir que el heredero sólo
tanto que el concepto mismo de litiscon- podría accionar por su cuota, lo que llevaría
sorcio necesario ha sido elaborado por la al resultado de la rescisión accionada, es decir,
doctrina a propósito del problema de si el vendedor lograría la restitución de una par-
existen casos en que la legitimación para te del precio, conservando el comprador el res-
accionar corresponde sólo a todos los par- to”. // “En razón de tal imposibilidad es
tícipes de una relación juntos, o contra improcedente la acción rescisoria ejercida por
todos juntos, de modo que la decisión uno solo de los herederos del vendedor”.270
deba ser necesariamente única a todos.268 c) “No procede declarar la nulidad de un
La presencia de una legitimación con- contrato si no se demanda a todas las partes
junta le impone al actor una verdadera del contrato”.271
carga procesal, consistente en determinar d) “Si se pretende reivindicar el total de
rigurosamente el ámbito subjetivo de pro- la cosa, todos los herederos deberán hacer uso
ceso, puesto que, si no demanda a todos de la acción reivindicatoria que establece el
o por todos los sujetos integrantes de la art. 1268 del Código Civil, debiendo deman-
relación jurídico-material deducida en el dar de consuno, porque la acción es común y
pleito, éste va a ser totalmente inútil. no de uno de los herederos”. // “La acción
En el plano jurisprudencial, son tri- reivindicatoria no es una acción conservativa
butarias de esta corriente las siguientes que pueda interponer cualquiera de los comu-
sentencias: neros” (el Cº 6 establece que “...no es admisi-
a) “Si se deduce una acción de nulidad ble que uno o más de los comuneros puedan
de adjudicación de una propiedad y de restitu- intentar la reivindicación del total de la cosa
ción de ella y se la dirige sólo contra el actual común, pues carecen de personería respecto de
poseedor y no contra la persona que intervino los restantes comuneros, y porque, además, la
en la adjudicación y el demandado alega en el acción reivindicatoria no es una acción con-
escrito de dúplica esa excepción y la repiten los servativa que pueda interponer cualquiera de
citados de evicción en sus escritos de contesta- ellos”).272
ción, la sentencia que desecha esas acciones
fundándose en que la de nulidad no se ha
dirigido contra legítimo contradictor, no falla 5. HIPÓTESIS EN NUESTRA
ultra-petita, no sólo porque la excepción fue JURISPRUDENCIA
invocada oportunamente, sino porque aunque
no se invoque el juez tiene el deber de establecer 5.1. EXPLICACIÓN PREVIA
ese hecho”.269 En esta sentencia de 1920, la
Corte Suprema expresa que la aprecia- Aclarados los fundamentos teóricos a
los que se acude para justificar en la ju-
risprudencia la figura del litisconsorcio
268
Coinciden en esta idea, entre otros, SATTA,
Salvatore, Manual de Derecho Procesal Civil, tr. 7ª ed.
italiana por Fernando de la Rua, Buenos Aires: 270
C. Ap. de Valparaíso, 31 de julio 1935, RDJ,
E.J.E.A., 1971, t. I, p. 144; CORDÓN MORENO, Faus- t. XXXIII, sec. 2ª, p. 65.
tino, “Anotaciones acerca de la legitimación”, art. 271
CS 23 de mayo de 1990, RDJ, t. LXXXVII,
cit., p. 331. sec. 1ª, p. 51.
269
CS 20 de julio de 1917, RDJ, t. XV, sec. 1ª, 272
C. Ap. de Concepción, 28 de octubre de
p. 45. 1992, RDJ, t. LXXXIX, sec. 2ª, p. 167.
110
La legitimación como componente del derecho de acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
112
La legitimación como componente del derecho de acción
(arts. 1683 y 1684), señalando quiénes son suelta por la sentencia definitiva que de-
los titulares de la acción de nulidad, pero claró la nulidad. En rigor, esa situación
sin pronunciarse sobre la legitimación es contraria a los postulados lógicos que
pasiva, esto es, contra quienes se debe debe cumplir el derecho, ya que resulta
deducir la pretensión de nulidad. incoherente sostener que ese acto sigue
Han sido nuestros tribunales los que siendo nulo para uno y válido para otros
han abordado el tema de la legitimación (nulo entre Juan y Pedro, y eficaz entre
pasiva, estableciendo algunos criterios de Pedro y Diego).280
enorme relevancia para la materia que Por otro lado, la necesidad de estable-
nos ocupa. En tal sentido, constituye un cer el litisconsorcio necesario, demandan-
principio constatable en nuestra jurispru- do a todos los que fueron parte del acto o
dencia, aunque no delimitado pacífica- contrato impugnado de nulidad se ha vi-
mente, que la acción de nulidad debe sualizado como un mecanismo de protec-
ser dirigida contra todos los que son par- ción de los derechos de terceros frente a
te del contrato cuya nulidad se pretende la extensión de los efectos de cosa juzga-
declarar. Si falta alguno de ellos, la rela- da, tal como se aprecia en la siguiente
ción procesal será defectuosa y el juez no sentencia de la Corte Suprema, de 8 de
podrá entrar a pronunciarse sobre el fon- mayo de 1990: “La acción de nulidad de un
do del tema.278 En igual línea, se ha en- contrato es una acción personal que debe inter-
tendido que esta acción deberá dirigirse ponerse en contra de todos los que fueron parte
contra los terceros que hayan adquirido en el contrato que se pretende anular, toda vez
derechos en su favor del contrato cuya que de lo contrario y atento el efecto relativo de
nulidad se pretende, tema sobre el que la sentencia judicial que se consagra en el art. 3ª
volveremos pronto. del Código Civil, resultaría que un mismo con-
Tal como lo expone la sentencia de trato sería nulo respecto de la parte en contra
la Corte Suprema de 8 de octubre de de la cual se intentó la acción y válido respecto
1943, “No procede declarar la nulidad de un de la otra, que no fue motivo de la demanda,
contrato en un juicio que no se ha seguido lo cual repugna no sólo el ordenamiento jurídi-
contra una de las partes que intervino en su co, sino la lógica más elemental”.281
celebración”.279
En efecto, si se ha celebrado un con-
trato entre Pedro, Juan y Diego, y Pedro 5.3. NULIDAD DE ACTOS Y CONTRATOS
demanda a Juan para que se declare la QUE AFECTAN A TERCEROS
nulidad de tal acto, omitiendo dirigir su
acción contra Diego, la sentencia que es- Otra hipótesis de litisconsorcio nece-
time la demanda producirá su eficacia sario impropio se presenta a propósito
sólo entre Pedro y Juan, respecto de los de los efectos de las sentencias, que aco-
cuales –si se acoge la pretensión– se ha- giendo una pretensión de nulidad o res-
brá extinguido el derecho. Sin embargo, cisión pueden afectar los derechos de
tal sentencia no perjudica ni beneficia a terceros subadquirentes.
Diego, al que habría de demandar en un
nuevo juicio deduciendo como objeto la 280
misma situación que ya se encuentra re- En esta línea se ha pronunciado la C. de Ap.
de Santiago, en sentencia de 15 de junio de 1989,
al declarar que “Los efectos relativos de las sentencias
judiciales impiden declarar eventualmente la nulidad de
278
Así, por ejemplo, en un caso el tribunal no un acto, si la acción no se ha dirigido en contra de todos
entró a conocer del fondo de una acción de nuli- los que intervinieron en él, pues en tal evento se daría el
dad, por no haber sido demandada una de las par- absurdo que tal acto sería nulo para uno y válido para
tes del contrato (CS 23 de mayo de 1990, RDJ, otros” (C. de Ap. de Santiago, 15 de junio de 1989,
t. LXXXVII, sec. 1ª, p. 51). RDJ, t. LXXXVI, sec. 2ª, p. 55).
279
CS 8 de octubre de 1934, RDJ, t. XXXII, 281
CS 8 de mayo de 1990, RDJ, t. LXXXVII,
sec. 1ª, p. 39. sec. 1ª, p. 35.
113
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
Sobre este tema la única pauta legal este dominio no ha salido jamás de po-
que sirve de referencia para abordar este der del que en virtud de ese acto o con-
problema se encuentra en el art. 1689 del trato nulo ha figurado como tradente”.283
Código Civil, el que prescribe: “la nuli- Más contundente resulta el plantea-
dad judicialmente pronunciada da acción miento de Alessandri, para negar abier-
reivindicatoria contra terceros poseedo- tamente la posibilidad que se pueda
res; sin perjuicio de las excepciones lega- deducir la acción de nulidad contra el
les” (art. 1689 CC). tercero subadquirente, razonando de la
Conforme a la doctrina tradicional, siguiente forma: “...la nulidad, una vez
contra el tercero no procedería deman- declarada, produce efectos entre las par-
dar la nulidad del acto o contrato, en tes y respecto de terceros. En otros tér-
virtud del efecto relativo (res inter alios minos, hay dos acciones: la de nulidad y
acta), y sólo cabría interponer en su con- la acción reivindicatoria. Pero de esta cir-
tra la acción reivindicatoria, después de cunstancia no puede deducirse que un
obtenida la declaración de nulidad o con- contratante podría dirigirse directamen-
juntamente con ella, mediante una acu- te contra el actual poseedor del inmue-
mulación de acciones, de conformidad ble, diciendo que el contrato que éste
al art. 18 del CPC. Dicha solución des- celebró con su vendedor era nulo y que,
cansa en la conjugación de dos princi- por lo tanto, pide la restitución del in-
pios provenientes del derecho histórico, mueble. Esto no es posible, porque la ac-
en virtud de los cuales se haría proce- ción de nulidad es personal, desde que
dente sin más la reivindicación contra el emana de un contrato, y lógicamente esta
tercero por aplicación de la máxima rela- acción personal debe dirigirse contra el
tiva a la adquisición de bienes: nemo plus otro contratante, la única persona contra
iura ad alium tranfere postes quam ipse habit la cual puede dirigirse; nunca contra el
(nadie da lo que no tiene), y por otro actual poseedor, porque ello equivaldría
lado, por la eficacia de la regla: resoluto a darle carácter de acción real”.284
jure dantis, resoluto jus accipientis (resuelto
el derecho del que da, se resuelve el de-
recho del que recibe).282 5.4. LA NECESIDAD DE REVISAR EL DOGMA
El rigor lógico de tales principios lle- TRADICIONAL
va a sacrificar los derechos de los terce-
ros subadquirentes, sin atender para nada No obstante lo anterior, desde el pun-
a la buena o mala fe con la que hayan to de vista procesal la aplicación casi me-
intervenido en el acto. Como lo expone cánica del art. 1689 del Código Civil,
Claro Solar, “anulado un acto o contrato dando lugar a la reivindicación contra ter-
por sentencia judicial pasada en autori- ceros, resulta censurable, ya que le res-
dad de cosa juzgada, los efectos de esta tringe considerablemente su derecho de
declaración se producen retroactivamen- defensa, imponiéndole los efectos de la
te hasta dejar a las partes en situación declaración de nulidad sin que el tercero
que antes tenían como si el acto o con- haya sido oído previamente en el juicio.285
trato no se hubiera celebrado; y por con-
siguiente que no ha habido adquisición
por parte del adquirente del dominio que 283
CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho
el otro contratante ha entendido trasfe- Civil Chileno y Comparado, ob. cit., t. XII, vol. III,
rirle en virtud del contrato nulo; y que pp. 637-638. En igual orientación, cfr. DÍAZ MUÑOZ,
Erika, El efecto relativo de los contratos, ob. cit., p. 44.
284
ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo, Curso de De-
recho Civil, Santiago, Nascimento, 1942, t. IV, p. 338.
285
282
Sobre el tema, cfr. OSPINA FERNÁNDEZ, Gui- Si en esta situación se utilizara la acumula-
llermo, Teoría General de los Actos o Negocios Jurídicos, ción sucesiva litisconsorcial, interponiendo de con-
Bogotá, Temis, 3ª ed., 1987, p. 488. formidad al art. 18 del CPC., conjuntamente la
114
La legitimación como componente del derecho de acción
Las razones para repensar esta situa- una razón de justicia para que sea oído
ción –desde una óptica procesal– provie- en el juicio, ya que la vigencia de su de-
nen de las siguientes circunstancias: recho quedará a merced de la defensa
1ª. En primer lugar, la conjugación judicial que haga su tradente. Incluso, des-
de las máximas de la tradición “nadie de el punto de vista práctico, el emplaza-
transfiere más derechos de los que tiene” miento forzoso del tercero subadquirente
(nemo plus iura ad alium tranfere postes quam evitará colusiones o fraudes procesales,
ipse habit), y la extensión con efecto re- que pueden haber sido fraguados por sus
troactivo de la regla: “resuelto el derecho antecesores en el dominio justamente
del que da, se resuelve el derecho del para perjudicarlo en su derecho.
que recibe” (resoluto jure dantis, resoluto jus 4ª. Desde el ámbito procesal, toda esta
accipientis) descansan en una ficción jurí- reflexión se justifica dentro del marco
dica, que se le impone coactivamente al conceptual y teórico que ha significado
tercero, sin haberle permitido su defen- la autonomía de la acción. Como se ha
sa. En la realidad práctica, a ese tercero explicado, la clasificación científica más
le costará entender que el derecho de su relevante de las acciones atiende más bien
adquirente jurídicamente nunca ha exis- al tipo de tutela jurídica que se quiere
tido, sobre todo cuando él ha actuado de obtener que al derecho sobre el cual re-
buena fe. caen las acciones, distinguiéndose al efec-
2ª. La radical solución que se le pre- to entre acciones de condena, declarativas
tende imponer al tercero, dejándole sólo y constitutivas.
la posibilidad que alegue en su beneficio Desde un punto de vista procesal, no
la prescripción adquisitiva, restringe in- resulta válido sostener que la acción de
debidamente el contenido del derecho nulidad, por ser una “acción personal”,
de defensa. En el juicio de nulidad, na- no puede dirigirse contra el tercero, ya
die mejor que ese tercero subadquirente que ello sería desconocer la premisa bá-
tendrá interés de oponer a la pretensión sica sobre la que descansa el actual siste-
de nulidad todas las alegaciones, defen- ma de protección de los derechos, donde
sas y excepciones, para tratar de enervar se atiende más a los efectos que pueden
la acción de nulidad. producir las acciones que al derecho so-
3ª. El tercero subadquirente, a quien bre que recaen, conforme se explicó en
se le impondrán los efectos de la nulidad, la primera parte.
incluso actuando con la mayor acuciosi- Por su lado, el art. 1689 del CC con-
dad puede ignorar que el acto adquisitivo templa expresamente la procedencia de
de su antecesor estaba viciado de nuli- la acción reivindicatoria, pero no se ocu-
dad, como puede ocurrir en las hipótesis pa del tema de la legitimación pasiva de
que el vicio provenga de la incapacidad, la acción de nulidad, que jurídicamente
del error, de la fuerza o el dolo. En tales es una cuestión diversa. En efecto, la nor-
casos, la aplicación ilimitada de la máxi- ma de legitimación pasiva de la acción
ma resoluto jure dantis jus accipientis sacrifi- de nulidad no se contiene en el Código,
ca la buena fe de este tercero,286 existiendo y se debe determinar conjugando una se-
rie de principios procesales, que enten-
demos demuestran la necesidad de
acción de nulidad y la de reivindicación contra ese demandar a ese tercero en el juicio de
tercero, no habría mayor objeción, ya que en ese nulidad, al existir una hipótesis de legiti-
caso se estaría permitiendo que el tercero pueda mación conjunta.287
defenderse en el juicio cuya eventual declaración
de nulidad incidirá en su derecho.
287
En el derecho histórico se ha postulado esta
286
En esta línea, cfr. OSPINA FERNÁNDEZ, Gui- tesis, como consta en las clásicas obras de DURAN -
llermo, Teoría General de los Actos o Negocios Jurídicos, TON y LAURENT, cuando comentando el Código Ci-
ob. cit., p. 488. vil francés sostenían que “para que la sentencia que
115
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
116
La legitimación como componente del derecho de acción
celebrarse dicha convención”. // “En la espe- inscripción en favor de esos terceros, ‘con cita-
cie, en ningún caso habría podido prosperar ción’ de los mismos”.295
la demanda en atención a que la acción se b) “La acción de nulidad de un contrato,
dirigió sólo contra el comprador, con lo cual el por ser personal, debe dirigirse contra las per-
fallo que hubiera podido dictarse acogiendo la sonas que lo han celebrado, aparte de las otras,
demanda habría resultado inoperante con re- que de ella derivan sus derechos; de donde se
lación a la vendedora y no empecerle, por con- deduce que si no se dirige la acción en contra
siguiente, su resultado”.293 de aquéllas, la sentencia que se dicte no podrá
d) “El efecto de la inoponibilidad de un obligarlas, no obstante ser ellas las que cele-
contrato a un tercero ajeno a él, no puede braron los contratos cuya nulidad depende de
extenderse al límite de anular las inscripciones los que se celebraron sobre la misma cosa”. //
que de ese contrato derivan, al grado de llevar “La acción de nulidad debe dirigirse y discu-
a su cancelación; pues para conseguir tal efec- tirse con el otro contratante”. En este caso se
to se requiere el ejercicio de una acción directa- solicitó la nulidad de un contrato de com-
mente encaminada a ese fin y seguida, praventa forzado, demandando sólo a una
necesariamente, contra las dos partes que in- de las partes.296
tervinieron en el contrato que generó las ins-
cripciones en el Registro del Conservador de
Bienes Raíces”.294 5.5. EN LA RESOLUCIÓN DE CONTRATOS
En similar orientación, otra tenden-
cia jurisprudencial que se mantiene en la Nada dice la ley sobre el ejercicio de
línea anterior se da en los casos de accio- la facultad resolutoria que tiene el con-
nes tendientes a declarar la nulidad de tratante diligente, en los casos de relacio-
adjudicaciones efectuadas en remate, nes subjetivamente complejas, esto es, con
cuando la propiedad subastada ha pasa- más de un sujeto como parte del acto o
do a manos de terceros. En estos casos la contrato. El Código Civil reglamenta sólo
acción ordinaria de nulidad que se pue- los efectos de la resolución, pero no abor-
de deducir contra la adjudicación se debe da el tema de la legitimación activa o pa-
dirigir necesariamente contra esos terce- siva, determinando quiénes y contra
ros ajenos al juicio, que adquirieron el quiénes se debe ejercitar esta acción
bien en el remate judicial. En este cami- (arts. 1489, 1876 CC).
no encontramos las siguientes sentencias:
a) “No existe precepto legal alguno que 295
CS 29 de mayo de 1951, RDJ, t. XLVIII,
permita solicitar la nulidad de un juicio me- sec. 1ª, p. 139.
diante el ejercicio de una acción ordinaria de 296
C. de Ap. de Concepción 23 de junio de
nulidad hecha valer en un juicio ordinario”. 1995, RDJ, t. XCIII, sec. 1ª, p. 44. En contra: C. Ap.
// “Por consiguiente, la nulidad del remate Santiago, 7 de septiembre de 1950, RDJ, t. XLVII,
por falta de emplazamiento del ejecutado, debe sec. 2ª, p. 56. “El dueño del inmueble que obtuvo
la invalidación del remate y de la consiguiente ad-
plantearse en forma incidental en el mismo judicación, mediante la interposición de un inci-
juicio ejecutivo, aunque la propiedad subasta- dente de nulidad procesal fundado en la falta de
da haya sido transferida a terceros a la fecha emplazamiento, tiene derecho a pedir que se de-
de formularse el incidente”. // “Pero, para que jen sin efecto todas esas transferencias que emana-
tal nulidad afecte a estos terceros, es menester ban de esos actos, sin necesidad de iniciar nuevo
juicio. // No es óbice para resolver esas cuestiones
impetrarla en su contra, junto con el ejecutan- el hecho de que no se haya oído al actual propie-
te y el subastador, sin que baste que el ejecuta- tario del inmueble, supuesto que todas ellas se tra-
do acceda a las peticiones de cancelación de mitaron con las personas que en ese momento
figuraban como partes en el pleito, y el sucesor
debe afrontar en este caso las consecuencias de los
293
CS 16 de julio de 1957, RDJ, t. LIV, sec. 2ª, actos realizados por el causante en el juicio donde
p. 33. se generó el título que exhibe, sin perjuicio de los
294
C. de Ap. de Temuco, 6 de septiembre de derechos que pueda hacer valer en contra de éste,
1991, RDJ, t. LXXXVIII, sec. 2ª, p. 113. si fueren procedentes”.
117
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
Nuevamente, el punto de partida que principio resolutio iure dantis, resolvitur ius
justifica analizar este tema desde la ópti- concessum, permitiendo que el tercero pue-
ca del litisconsorcio necesario, es el am- da alegar la adquisición de buena fe, la
plio efecto extintivo que produce la necesidad de configurar el litisconsorcio
declaración de resolución, la que no sólo necesario no se hace tan imperiosa.
vincula a las partes de la relación obliga- Sin embargo, en la jurisprudencia al-
toria, sino que también puede alcanzar a gunas sentencias han ido estableciendo
terceros adquirentes, conforme a lo esta- la necesidad de configurar un litisconsor-
blecido a propósito de las obligaciones cio necesario impropio pasivo en esta ma-
condicionales en los arts. 1490 y 1491 del teria, tal como se constata, por ejemplo,
CC. La idea matriz en esta materia es la en la sentencia de la Corte Suprema de
siguiente: “una vez resuelto el derecho, 21 de julio de 1925, al declarar: “La sen-
quedan igualmente resueltos los derechos tencia que declara resuelto un contrato no pro-
que sobre aquél se hubieran podido cons- duce efecto alguno contra una tercera persona
tituir (resolutio iure dantis, resolvitur ius con- que no figuró como parte en el juicio de resolu-
cessum)”.297 ción”.299
Ahora, ya sea que la resolución se pro- En otra oportunidad se falló que “... hay
duzca ipso iure o mediante sentencia judi- imposibilidad absoluta de que un heredero del
cial que la declare, el efecto es el mismo: vendedor pueda ejercer tal acción [la acción
se extingue el derecho subordinado a ella. resolutoria de la compraventa] sin la concu-
Al igual que la declaración de nuli- rrencia de sus demás coherederos, puesto que,
dad o de rescisión, en la resolución se admitiendo el ejercicio singular de ella, habría
producen algunos efectos restitutorios que que concluir que el heredero sólo podría accio-
ponen a las partes y a los terceros en el nar por su cuota, lo que llevaría al resultado
deber de reintegrar las prestaciones o la de la rescisión fraccionada, es decir, el vende-
cosa relativa a la resolución. En el caso dor lograría la restitución de una parte del
de los terceros, para que queden en si- precio, conservando el comprador el resto”. //
tuación de restituir, se atenderá a la bue- “En razón de tal imposibilidad es improceden-
na o mala fe con la que hayan actuado
en su adquisición.
En esta materia, la tesis tradicional
299
sostiene como máxima que la acción re- CS 21 de julio de 1925, RDJ, t. XXIII, sec. 1ª,
solutoria se debe dirigir contra el otro p. 354. En algunos casos la doctrina se contiene
implícitamente, como ocurre, por ejemplo, con la
contratante, y no contra el tercero sub- sentencia CS 3 de enero de 1905, RDJ, t. II, sec. 1ª,
adquirente, respecto del cual sólo proce- p. 317.
dería la acción reivindicatoria.298 Dicha Con una doctrina en sentido contrario, CS 6
solución descansa prácticamente en los de junio de 1913, RDJ, t. XI, sec. 1ª, p. 36 (no se es-
mismos principios vistos en materia de timó la existencia del litisconsorcio necesario en el
caso de una resolución de contrato, no obstante
nulidad, salvo la mayor protección que que la cosa pasó a manos de tercero); C. Ap. Stgo.
se reconoce a los terceros para liberarse 8 de agosto de 1904, RDJ, t. I, pp. 511-513 (implí-
de la reivindicación, lo que dependerá citamente no se determinó la existencia del LCN,
de su adquisición de buena o mala fe. dictando una sentencia en materia de resolución
En todo caso, a diferencia de lo que que beneficiará a terceros que no fueron partes en
ese pleito); CS 14 de diciembre 1927, RDJ, t. XXV,
ocurre en materia de nulidad, al atenuar- sec. 1ª, p. 529 (se dio acción reivindicatoria contra
se en materia de resolución el rigor del tercero poseedor, que no fue parte en sentencia
anterior); CS 14 de enero 1953, RDJ, t. L, sec. 1ª,
p. 57 (“La acción de resolución de contrato puede
297
DÍEZ-PICAZO, Luis, Fundamentos..., ob. cit., deducirse válidamente contra cualquiera de los con-
t. II, p. 723. tratantes morosos que se obligaron solidariamente”
298
Entre otros, CLARO SOLAR, Luis, Explicacio- [Nos parece criticable, ya que al no declararse res-
nes de Derecho Civil Chileno y Comparado, ob. cit., t. X, pecto de los otros habría que entender que el con-
pp. 151-153, 196. trato sigue vigente].)
118
La legitimación como componente del derecho de acción
te la acción rescisoria ejercida por uno solo de totalidad de la cosa que ellos poseen pro
los herederos del vendedor”.300 indiviso. En tal sentido se pueden citar
En similar orientación, la Corte Su- las siguientes sentencias:
prema estableció que “siendo muchos los a) “El acreedor de un mutuo contraído
vendedores, la acción de resolución del contra- solidariamente por diversos comuneros de un
to derivada del no pago del precio, debe ser inmueble hipotecado por ellos en garantía del
deducida por todos”.301 mutuo, no puede, sin ejercitar contra todos la
acción hipotecaria correspondiente, en juicio
seguido contra sólo uno de los codeudores soli-
5.6. EN MATERIA DE COMUNIDADES darios, embargar todo el bien hipotecado y to-
marlo en adjudicación”. // “En consecuencia,
Uno de los casos más problemáticos debe aceptarse la demanda deducida por los
de determinación de existencia del litis- comuneros que no fueron parte en el juicio
consorcio se da en relación con la figura ejecutivo, por la cual reivindicación (sic) la
de la comunidad. En efecto, cuando se parte que a ellos correspondía en el bien em-
lesiona un interés comunitario o se soli- bargado y adjudicado en dicho juicio”.302
cita una declaración que pueda afectar a b) “Es nulo el nombramiento de partidor
todos los comuneros, surge la duda de hecho por el juez en rebeldía de los inasisten-
cómo emplazarlos. tes, si uno de los comuneros no fue citado
El tema no es pacífico en la doctrina, para el comparendo, por sí ni por intermedio
debiendo distinguirse dos situaciones: de su cesionario”. // “El nombramiento de ár-
1ª. Si la comunidad tiene capacidad bitro quedó así viciado desde su origen con el
procesal o un sujeto que represente váli- agravante de que el auto respectivo se notifica-
damente a todos los comuneros, se debe ra por el estado a todos los interesados, incluso
emplazar al representante, sin necesidad a los que no habían comparecido a las diligen-
de notificar a todos los comuneros. cias de nombramiento de árbitro”.303
2ª. Si la comunidad no tiene capaci- En otros casos se ha reconocido la
dad procesal ni un representante, se ha existencia de un litisconsorcio necesario
estimado que existe la obligación de de- activo, obligando a que todos los comu-
mandar a todos o por todos los comune- neros demanden, tal como lo exponen
ros en un juicio, conformando un litis- las siguientes sentencias:304
consorcio pasivo necesario. Este plantea-
miento tiene como base la siguiente
premisa: que la comunidad supone que 302
CS 24 de abril de 1920, RDJ, t. 18, sec. 1ª,
todos los interesados tienen sobre la res p. 482.
communis un mismo y análogo derecho, 303
CS 2 de agosto de 1944, RDJ, t. 42, sec., 1ª,
las mismas e idénticas facultades sobre la p. 235.
304
En todo caso, el tema no tiene opinión uná-
nime, como se percibe en las siguientes sentencias:
C. Ap. de Santiago, 25 de octubre de 1985, RDJ,
300
C. Ap. de Valparaíso, 31 de julio 1935, RDJ, t. 82, sec. 2ª, p. 103. “Cualquiera de los herederos
t. XXXIII, sec. 2ª, p. 65. puede pedir la nulidad absoluta, sin que requiera
301
CS 16 de septiembre de 1960, RDJ, t. LVII, el consentimiento previo de los otros interesados.
sec. 1ª, p. 254. En igual sentido: RDJ, t. XI, sec. 1ª, Asimismo, mientras dure la indivisión cualquiera de
p. 354 (cº 5º y 6º de sentencia de 1ª instancia). Ga- ellos puede pedir la nulidad relativa de un deter-
ceta de los Tribunales 1896, II, p. 12 Nº 2484 y año minado acto, ejercitando el derecho adquirido de
1907, II, p. 633. Ídem. ALESSANDRI, Arturo, De la su causante y oponer la excepción de rescisión, si
compraventa y de promesa de venta, t. II, p. 781, es demandado por un acreedor hereditario, porque
Nº 1748. Siendo muchos los vendedores, la acción se trata de una acción destinada a conservar y aun
de resolución del contrato derivada del no pago del a aumentar el patrimonio dejado por aquél. No es
precio no debe ser deducida por todos. Así, RDJ, necesaria la concurrencia de todos los herederos,
t. XI, sec. 1ª, p. 522; P ESCIO VARGAS , Vitorio, “La si hay más de uno”. C. Ap. de Santiago, 2 de no-
acción resolutoria ejercitada por uno de los here- viembre de 1982, RDJ, t. 79, sec. 2ª, p. 69. “El
deros del vendedor”, en RDJ, t. XLIX, p. 88. art. 2305 del Código Civil consagra respecto de cada
119
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
120
La legitimación como componente del derecho de acción
121
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
En la jurisprudencia son reflejo de más que de acuerdo con el art. 3º del Código
esta solución, entre otros, los siguientes Civil, las sentencias sólo obligan a los que
casos: han intervenido en el litigio en que ellas se
a) “...hay imposibilidad absoluta de que dictan. Ahora, declarada esa nulidad afecta a
un heredero del vendedor pueda ejercer tal ac- terceros”.318
ción [la acción rescisoria de la compraventa] Aunque esta solución resulta censu-
sin la concurrencia de sus demás coherederos rable desde el punto de la economía pro-
(...) // En razón de tal imposibilidad es im- cesal, al abstenerse el juez de dictar una
procedente la acción rescisoria ejercida por uno sentencia sobre el fondo, presenta la ven-
solo de los herederos del vendedor”.315 taja de evitar otras ineficacias jurídicas
b) “Los efectos relativos de las sentencias posteriores.
judiciales impiden declarar eventualmente la
nulidad de un acto, si la acción no se ha 2º. La nulidad de la sentencia
dirigido en contra de todos los que intervinie-
Otra solución para enfrentar este pro-
ron en él (...)”.316
blema es la declaración de nulidad.
c) “...no resulta procesalmente posible aco-
Tal como consta de la sentencia de la
ger las peticiones formuladas por el demanda-
Corte de Apelaciones de Valparaíso de
do en su demanda reconvencional, ya que al
30 de septiembre de 1997, de oficio se
hacerlo implica privar de su valor a 2 actos
procedió a anular el fallo de primera ins-
jurídicos bilaterales en una litis que se ha tra-
tancia, que había sido dictado en un jui-
bado sólo con una de las dos partes”.317
cio de nulidad de una sociedad, pero sin
d) “La acción de nulidad de un contrato
emplazar a todos los socios constituyen-
por ser personal debe dirigirse contra las perso-
tes. Después de definir el litisconsorcio
nas que lo han celebrado, aparte de las otras,
necesario conforme a la sentencia del Tri-
que de ella derivan sus derechos; de donde se
bunal Supremo español de 28 de junio
deduce que si no se dirige la acción en contra
de 1994, el tribunal de alzada declaró “que
de aquéllas, la sentencia que se dicte no podrá
de los antecedentes resulta que la sentencia
obligarlas, no obstante ser ellas las que cele-
judicial que se ha pronunciado sobre la vali-
braron los contratos cuya nulidad depende de
dez o nulidad del contrato, lo fue sin que el
los que se celebraron sobre la misma cosa”. //
señor Le Dantec fuera emplazado al juicio,
“La acción de nulidad debe dirigirse y discu-
vicio previsto en el art. 768 Nº 9 en relación
tirse con el otro contratante” (se solicitó la nu-
con el art. 795 Nº 1 del Código de Procedi-
lidad de un contrato de compraventa forzado,
miento Civil y que, por tratarse en la especie
demandando sólo a una de las partes). “...Por
de un litisconsorcio necesario, y por ende in-
estas razones, no puede prosperar la demanda
evitable, conlleva la nulidad de todo lo obrado
de nulidad del contrato de compraventa forza-
sin la participación de este justiciable”.319
da solicitada por el actor, ni de la consiguien-
te inscripción de dominio, ya que no ha dirigido
3º. la inoponibilidad de la sentencia
su demanda contra uno de los que celebraron
el contrato (...). Como tampoco procede decla- Otra sanción establecida por nuestra
rar la nulidad de la escritura pública (...) ya jurisprudencia ha sido acudir a la decla-
que dicha nulidad debe discutirse con sus otor-
gantes y uno de ellos no ha intervenido en este 318
C. de Ap. de Concepción, 23 de junio de
proceso (...). Para justificar esto recordemos ade- 1995, RDJ, t. XCIII, sec. 1ª, p. 44. En igual orienta-
ción, CS 20 de julio de 1917, RDJ, t. XV, sec. 1ª,
p. 45; CS 23 de mayo de 1990, RDJ, t. LXXXVII,
315
C. Ap. de Valparaíso, 31 de julio de 1935, sec. 1ª, p. 51 (no entró a conocer del fondo de una
RDJ, t. XXXIII, sec. 2ª, p. 65. acción de nulidad, por no haber sido demandada
316
C. de Ap. de Santiago, 15 de junio de 1989, una de las partes del contrato).
RDJ, t. LXXXVI, sec. 2ª, p. 55. 319
C. de Ap. de Valparaíso, 30 de septiembre
317
C. de Ap. de Temuco, 6 de septiembre de de 1997, inédita. Redacción abogado integrante
1991, RDJ, t. LXXXVIII, sec. 2ª, p. 113. Raúl Tavolari Oliveros.
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La legitimación como componente del derecho de acción
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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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