Tema 13. Tópicos de Lógica PDF
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Tópicos de Lógica
Tema 13:
Problemas de lógica
Instituto de Matemáticas
Grupo Kernel
c 2016 - Instituto de Matemáticas - Universidad Antioquia.
La Maestría en Enseñanza de las Matemáticas hace constar el permiso concedido para adap-
tar y reproducir material originalmente desarrollado por el Semillero de Matemáticas del
Instituto de Matemáticas de la Universidad de Antioquia.
Universidad de Antioquia
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Instituto de Matemáticas
Problemas de lógica 2
1. Introducción
George Pólya (13 de diciembre de 1887 − 7 de sep-
tiembre de 1985, Pólya György en húngaro) fue
un matemático que nació en Budapest, Hungría y
murió en Palo Alto, EUA. Trabajó en una gran va-
riedad de temas matemáticos, incluidas las series,
la teoría de números, geometría, álgebra, análisis
matemático, la combinatoria y la probabilidad.
En sus últimos años, invirtió un esfuerzo conside-
rable en intentar caracterizar los métodos genera-
les que usa la gente para resolver problemas, y pa-
ra describir cómo debería enseñarse y aprender la
manera de resolver problemas. Escribió tres libros
sobre el tema: Cómo plantear y resolver proble-
mas (How to solve it), Matemáticas y razonamien-
to plausible, Volumen I: Inducción y analogía en
matemáticas y Matemáticas y razonamiento plau-
sible, Volumen II: Patrones de inferencia plausible.
En Cómo plantear y resolver problemas, Pólya proporciona heurísticas generales para resol-
ver problemas de todo tipo, no sólo los matemáticos. El libro incluye consejos para enseñar
matemática a los estudiantes y una mini-enciclopedia de términos heurísticos. Ha sido tra-
ducido a muchos idiomas y vendido más de un millón de copias. El físico ruso Zhores I.
Alfyorov, (Premio Nobel de Física de 2000) lo alabó, diciendo que estaba encantado con el
famoso libro de Pólya.
En 1976 la Mathematical Association of America estableció el premio George Pólya “para
artículos de excelencia expositiva publicados en el College Mathematics Journal”.
En Matemáticas y razonamiento plausible, Volumen I, Pólya habla sobre el razonamiento
inductivo en la matemática, mediante el que pretende razonar de casos particulares a reglas
generales (también incluye un capítulo sobre la técnica llamada inducción matemática, pero
no es el tema principal). En Matemáticas y razonamiento plausible, Volumen II, comen-
ta formas más generales de lógica inductiva que pueden usarse para determinar de forma
aproximada hasta qué grado es plausible una conjetura (en particular, una matemática).
2. Ejercicios
1. Blanqueando dinero
Un coleccionista posee mil monedas de plata que desea limpiar. Con el fin de lograrlo
acude a una droguería para comprar tanto líquido limpiador cuanto fuere necesario. —
¿Cuánto dinero he de gastar para limpiar mil monedas de plata?— preguntó. —Eso le
costará doscientas cincuenta monedas de plata— contestó el tendero. —Bueno, entonces
ya no puedo limpiarlas todas— replicó el coleccionista. Tras pagar una cierta cantidad
Problemas de lógica 3
de monedas obtuvo todo el líquido que necesitaba para limpiar las restantes monedas
sin que sobrase nada de líquido.
2. Orden y caos
Blanca es una niña muy cuidadosa a la que le gusta tener todo ordenadito. Es capaz de
ordenar el salón en dos horas. Segismundo es un niño muy despreocupado que todo deja
desordenado. Puede desordenar el salón en tres horas. Un día coincidieron en el salón,
que estaba totalmente desordenado, y mientras Blanca se puso a ordenar Segismundo se
dedicó a deshacer el orden. ¿Cuánto tiempo tardó Blanca en ordenar todo el salón en
aquella extraña ocasión?
4. Nervios templados
Aquella mañana de primavera Cristina se asomaba por la ventana para ver el termómetro
que estaba colgado en el exterior del edificio. —¡Mira, Pedro!— exclamó —¡Hoy hace
más calor de lo esperado!— Tranquilízate, querida —dijo Pedro— ese termómetro está
graduado en la escala Celsius y no en Fahrenheit. ¿qué tal tiempo hacía realmente?
5. Me río de Janeiro
Una tarde Janeiro remó en barca desde su pueblo hasta la villa vecina y después regresó
otra vez hasta su pueblo. El río estaba quieto como si de un lago se tratase. Al día
siguiente repitió el mismo recorrido, pero esta vez el río bajaba con cierta velocidad,
así que primero tuvo que remar contra corriente pero durante el regreso remaba a favor.
¿Empleó más o menos el mismo tiempo que el día anterior en dar su acostumbrado paseo
en barca?
6. La ley mosaica
Godofredo es un artista mañoso que se gana la vida construyendo mosaicos. En una oca-
sión recibió un encargo de la asociación de Amigos del Rectángulo, cuyo presidente, don
Angulo Rectillo, le explicó: “Necesitamos un gran mosaico para nuestro salón de actos.
Tiene que estar construido por estas piezas cuadradas de diamante, todas del mismo
tamaño, que guardamos en este baúl, sin que sobre ninguna porque nos han costado
muy caras. Además, el mosaico ha de tener una forma perfectamente rectangular y no
deberá haber ningún hueco en su interior, tal como exigen las normas de la institución”.
Godofredo comenzó inmediatamente a realizar el mosaico. Primeramente decidió hacerlo
con 20 filas de facetas, pero una vez terminado 3observó que faltaba una para completar
el rectángulo. Probó de nuevo organizándolo en 19 filas de facetas. De nuevo necesitaba
una faceta más para completar el rectángulo. Siguió ensayando con 18 filas, 17, 16. . . e
Problemas de lógica 4
incluso llegó a disponer el mosaico en 2 filas. Pero la historia terminaba siempre igual:
faltando una pieza para completar la obra. Por fin realizó el mosaico alineando todas las
facetas en una sola fila. Era un mosaico raro pero estaba terminado. Averigüe el lector
cuántas piezas contenía el baúl.
8. Asombrosa rapidez
En una mañana soleada, un tren Talgo partió de la estación de Zaragoza con destino a
Barcelona. ¿Quién viajaba más deprisa, el tren o su sombra?
ciudad de Las Pegas. Un hombre muy rico que conocía bien la tendencia de los humanos
a buscar atajos rápidos en la carrera del lucro. “¡Hagan juego, señores!. Aquí tengo cuatro
dados. Usted elige uno y yo escojo otro. Quien saque mayor puntuación gana la apuesta.
Y además le permito que usted elija primero su dado”— recitaba el incansable. Yo estaba
apoyado sobre un banco del paseo comiendo un gran bocadillo de chorizo, y observaba
a los transeúntes que acudían al reclamo de Fraud. El juego se me antojaba injusto,
porque quizá habría un dado mejor que los otros y sólo el viejo sabría cuál era. “No
podrá ganarme muchas veces más” se consolaba un joven arrogante que llevaba perdidas
diez de quince apuestas. Éste iba anotando todos los resultados con el propósito, supuse,
de averiguar cuál fuera el mejor de los cuatro dados. La longitud de mi bocadillo permitió
que mi curiosidad se inquietase observando aquella escena. Había algo raro, casi mágico,
en aquel duelo singular: el joven disponía de la ventaja de poder elegir dado antes que
el viejo, y escogía cada uno con la misma frecuencia que los demás. ¡Pero el viejo Fraud
también usó cada uno de los cuatro dados el mismo número de veces! Parecía como si no
tuviese predilección por ningún dado en particular. Y, no obstante, después de unas cien
partidas Fraud había ganado en más de sesenta y cinco ocasiones. Una vez que el joven
se hubo retirado, el feriante me retó : .Oiga, usted, el del bocadillo, ¿quiere apostar contra
mi?". “¿A cómo paga las apuestas?” —fingí interesarme, pues no llevaba un duro en el
bolsillo. “Puede usted ganar tanto como arriesgue”— replicó convincente. Me acerqué y
observé detenidamente los dados. El primer dado tenía grabados en sus caras los números
43, 44, 60, 61, 62 y 63. El segundo dado contenía 53, 54, 55, 56, 57 y 58. El tercer dado
mostraba 48, 49, 50, 51, 67 y 68. Y en el cuarto dado estaban 45, 46, 47, 64, 65 y 66.
Después de un minuto de meditación y masticación resolví: “Acepto. Pero usted elige
primero su dado”. Sigmundo Fraud me sonrió malicioso. Y después, ignorándome, volvió
a gritar hacia el gentío: “¡Hagan juego, señores. . . !” Sacudiéndome las últimas migajas
sobre sus dados, me alejé despacio pensando: “¡Qué chorizo tan curado!”. ¿Acertarás,
paciente lector, en comprender la estrategia del feriante?
mezcla a 20 grados. Después intenta con tres partes de agua caliente y dos partes de agua
fría, consiguiendo la mezcla a 28 grados. Con estos datos, ¿Cuáles son las proporciones
adecuadas que deberá usar de agua caliente y fría?