Guion Amar A Muerte
Guion Amar A Muerte
Guion Amar A Muerte
Carrera:
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... 4
HISTORIETA Y GUION .......................................................................................................................... 6
DEFINICIÓN ........................................................................................................................................... 6
LOS ORÍGENES DE LA HISTORIETA ................................................................................................. 6
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA HISTORIETA ..................................................................... 9
MACROUNIDADES SIGNIFICATIVAS ....................................................................................................... 9
UNIDADES SIGNIFICATIVAS ................................................................................................................. 10
Viñeta ................................................................................................................................................. 10
Encuadre ............................................................................................................................................. 10
Primer plano....................................................................................................................................... 10
Plano medio........................................................................................................................................ 10
Plano americano ................................................................................................................................ 11
Plano general ..................................................................................................................................... 11
Espacio virtual .................................................................................................................................... 11
MICROUNIDADES SIGNIFICATIVAS ....................................................................................................... 11
Globo .................................................................................................................................................. 11
Cuadro de texto o cartucho ................................................................................................................. 12
Tipografía ........................................................................................................................................... 12
Metáforas visualizadas ....................................................................................................................... 12
Onomatopeyas .................................................................................................................................... 12
Figuras cinéticas ................................................................................................................................. 12
HACIA LA PRÁCTICA ........................................................................................................................ 13
EN LA PRÁCTICA .................................................................................................................................. 14
UN EJEMPLO DE GUION DE HISTORIETA ..................................................................................... 15
ALGUNAS OBSERVACIONES ........................................................................................................... 34
¿CÓMO PRESENTAR UN GUION DE HISTORIETA? .................................................................... 36
ALGUNAS CONSIDERACIONES PREVIAS ..................................................................................... 36
MANUAL DE ESTILO ......................................................................................................................... 36
PORTADA ............................................................................................................................................. 36
2
ENTREVISTAS ........................................................................................................................................ 41
EMILIO BALCARCE: GUIONISTA .................................................................................................... 41
MARCELO PÉREZ: DIBUJANTE ....................................................................................................... 42
MARCELO PULIDO: EDITOR ............................................................................................................ 44
IGNACIO FACUNDO ONORATI: ESTUDIANTE ............................................................................. 46
THIAGO FIGUEREDO: ESTUDIANTE .............................................................................................. 48
ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LAS ENTREVISTAS ......................................................... 48
A MODO DE CIERRE ............................................................................................................................ 51
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 52
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INTRODUCCIÓN
Desde muy chico he estado rodeado de historietas. Recuerdo leer y releer en mi infancia
Correrías de Patoruzito, Las grandes andanzas del indio Patoruzú, La Zorra y el
Cuervo, Felix, el gato, entre otras. Aquellas viñetas plagadas de colores, de peripecias y,
sobre todo, de arte me fueron alentando a idear mis propias historietas. Confieso que
hasta ya casi saliendo de mi adolescencia apenas había logrado reunir un puñado de
pautas claras sobre cómo elaborar un guion. A fines de los ochenta y principios de los
noventa, internet era una fuente casi inaccesible y los libros sobre este tema parecían no
existir: debía arreglármelas solo. En algunas revistas de la época, como Skorpio o
Puertitas, los editores deslizaban desde las respuestas de los correos de lectores alguna
que otra pauta para armar este tipo de texto. Extrayendo elementos de aquí y de allá, fui
elaborando mi propio —como para llamarlo de algún modo— manual de estilo.
Cuando estaba por terminar el secundario, el destino me dio la posibilidad de
entablar contacto con un guionista profesional, autor —en aquella época— de varias
historietas unitarias publicadas en editoriales argentinas, como Record y Columba. Me
dio valiosos consejos para mejorar mis relatos, pero no me dio ninguna indicación sobre
la presentación del texto. Ante mis preguntas al respecto, recibía unas respuestas
difusas, como dándome a entender que “lo importante es la historia, de lo otro se ocupa
el dibujante”. Es cierto que una historia bien construida fortalece un guion. Sin
embargo, sostengo que tener pautas claras para ordenar la gran cantidad de información
presente en toda buena historieta fortalece al guionista.
A medida que iba conociendo más y más el universo del noveno arte, mi manual
de estilo mutaba. En ese recorrido, obtenía de alguna que otra entrevista un dato o una
clave para perfeccionar mi método. Ya en pleno imperio de internet, di con el artículo
del guionista estadounidense Kurt Busiek: “On Writing for comics”, de 1988. Este
artículo confirmó mi teoría: un buen guionista de historieta debe organizar
armónicamente todos los elementos de su soporte del relato (diálogos, tipografía, forma
de globos, cantidad de viñetas por páginas, etcétera). Con el trabajo de Busiek, mejoré
mis guiones y mi método. Además, supe que si un guionista con una sólida formación
historietística entregaba sus textos a un dibujante, este tendría muy poco para
preguntarle: sus guiones podrían tener descripciones escuetas, pero armonizarían todo
aquello que hace que el noveno arte sea precisamente eso, un arte.
Por lo tanto, con Pautas para la presentación del guion de historieta, pretendo
brindarles a los hacedores de historietas (editores, dibujantes, guionistas —profesionales
4
y aficionados—, estudiantes y docentes) un manual de estilo que les permita elaborar
este tipo de texto con pautas, normativas y gráficas, claras. Por consiguiente, con su
aplicación se evitará las confusiones o los problemas de interpretación entre dibujante y
guionista. Para esto, después de que determinemos el lugar que ocupa el guion en la
elaboración de una historieta, el lector observará cómo aplicar los elementos del manual
a través de ejemplos. El paso siguiente será pasar al manual de estilo, con el cual los
guiones armonizarán el código verbal con el visual. Finalmente, con miras a obtener
impresiones sobre esta propuesta, expondré mis entrevistas a estudiantes y a
personalidades del ámbito historietístico. Como ya lo he señalado, con mi propuesta, los
relatos se fortalecerán y ganarán lectores.
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HISTORIETA Y GUION
DEFINICIÓN
Comic, en los países anglófonos; historieta, en Latinoamérica; tebeo, en España; fumetti,
en Italia; quadrinhos, en Portugal; bande dessinée, en Francia; manga, en Japón: cada
región ha adoptado un término específico para designar el noveno arte. En este trabajo
emplearé el término historieta en lugar del castellanizado cómic: la palabra comic, en
inglés, se relaciona con comedy (comedia). En consecuencia, con cómic solo me estaría
refiriendo a las tiras de caricaturas o al funny, marginando el dibujo que presenta formas
realistas o poco estilizadas, como por ejemplo: El príncipe valiente, de Harold Foster, o
Flash Gordon, de Alex Raymond.
En cambio, el término historieta nos conecta con el relato, con la historia
—independientemente de su género o de su tono humorístico o dramático—. De todos
modos, ¿de qué hablamos cuando decimos “historieta”? Según el DEL (Diccionario de
la lengua española): “Serie de dibujos que constituye un relato cómico, fantástico, de
aventuras, etc., con texto o sin él, y que puede ser una simple tira de prensa, una o varias
páginas, o un libro”. Esta definición se centra en el dibujo como característica
diferenciadora de otro soporte del relato que emplea las secuencias de imágenes, la
fotonovela.
Centrándome en mi propuesta, destaco que si una historieta no tiene diálogos ni
narrador, la elaboración de un guion sigue siendo compleja. Exige un trabajo con la
descripción y con el manejo de sus elementos mayor que un guion donde se emplea el
código verbal junto con la imagen para desplegar el relato. En el caso de la historieta
silente, el desafío del guionista es plasmar por escrito la secuencia de imágenes sin el
apoyo de la palabra en la acción. Un error en el manejo de un detalle visual puede
resentir la coherencia interna.
6
murales hasta llegar la explosión del comic book en Estados Unidos, a mediados de la
década de los treinta del siglo XX. No pretendo en este trabajo hacer un estudio
pormenorizado de la historia del noveno arte, pero sí marcar ciertos datos, que
considero, clave para comenzar a bucear en el inmenso territorio de las viñetas.
Los historiadores coinciden en señalar la aleluya1 como un precedente de la
historieta. Si se compara ambas expresiones artísticas, se detectará más de un elemento
en común: páginas divididas en viñetas para desarrollar un relato, textos al pie de cada
cuadro y dibujos de línea clara semejantes a los de las primeras tiras cómicas de fines
del siglo XIX y principios del XX. Por consiguiente, no es descabellado calificar la
aleluya como una de las modalidades del noveno arte.
Algunos críticos afirman que la historieta fue tomando forma desde el seno de la
prensa estadounidense, a fines del siglo XIX. En este sentido, el historiador catalán Marc
Montijano Cañellas señala:
Con una posición contraria a este origen, el crítico español Javier Alcázar
sostiene lo siguiente:
1
Surgidas en Francia hacia el siglo XVI, las aleluyas son una serie de estampas que abordan temas
religiosos, con textos al pie en forma de versos pareados.
2
M. MONTIJANO CAÑELLAS, “Breve historia del cómic. (I) Los orígenes” [en línea], en Homines, 11 de
junio de 2006, [consultado el 17 de agosto de 2018]. Disponible en: https://goo.gl/qscEcb.
7
la historieta del 25 de octubre de 1896), pero que ya había sido usado con
anterioridad (y con profusión) muchos años antes. Desde hace años los teóricos
del cómic vienen describiendo numerosos ejemplos de historietas previas a
1896 en sus respectivos países, y estos descubrimientos se incorporan al
conocimiento del medio de forma generalizada. Aparte del debate estéril de la
aparición de "historietas" en la prehistoria o en la Edad Media, existen
auténticas "protohistorietas" realizadas por autores como Nordquist, Bilderdijk
o Rowlandson en fechas tan tempranas como 1801, 1807 o 1808,
respectivamente. En todo caso, sí existe consenso en determinar que el pionero
de la historieta moderna, es decir, el autor que tuvo consciencia de producir un
nuevo tipo de narración que no era la mera unión de dibujos y texto fue el suizo
Rodolphe Töpffer, con obras como "Mr. Vieux Bois" (1827), "Voyages et
Aventures du Dr. Festus" (1829), "Histoire de Mr. Cryptogame" (1830) o "Mr.
Jabot" (1831). El hecho de suponer la existencia de un nuevo medio con
características narrativas diferenciales bastaría para definir la historieta, sin
tener que recurrir al uso de los bocadillos para su confirmación; pero es que
además existen numerosos ejemplos del uso de bocadillos antes del citado 1896
distribuidos por múltiples países y publicaciones.3
3
J. ALCÁZAR, “La normalización errónea” [en línea], en Tebeosfera, 2, Sevilla, 2009, [consultado 17/08/ 2018].
Disponible en: https://goo.gl/2FYmzf.
8
costumbres”, a través de este medio de censura, se trataba de evitar las imágenes de
violencias o el lenguaje soez de los cómics. Pero siempre surge una alternativa. En la
década siguiente irrumpió el comix (publicación de historieta under), que abordó todos
aquellos elementos que el CCA trataba de silenciar. Estas historietas fueron un éxito y
de ese medio surgieron grandes autores: Robert Crumb, Art Spiegelman, Gilbert
Shelton, entre otros.
Las diferentes generaciones surgidas en cada rincón del mundo fueron aportando
formas, estilos y técnicas que hicieron que la historieta evolucionara, por ejemplo: el
diseño de página se transformó en un territorio de exploración para armar el relato. En
este rubro se destaca Jim Steranko. A partir del trabajo de este artista, se abrió un nuevo
camino en la diagramación de la página: con esta técnica, la viñeta se convirtió en una
herramienta de narración y dejó de ser un mero marco de la imagen.
Por lo tanto, un guionista no solo debe saber contar una historia, sino que
también debe dominar los elementos específicos de la historieta: formas de los globos,
número de viñetas por página para lograr un afectivo cliffhanger, diagramación, planos,
enfoques, tipografía, onomatopeyas, etcétera.
MACROUNIDADES SIGNIFICATIVAS
Se refieren a la globalidad del texto historietístico. Por consiguiente, son de carácter
sintético. En este nivel pertenecen la estructura de la publicación (tira diaria, página,
4
A. LOMENA, “Guion de comic” [en línea], en Escritores, [consultado 20/08/2018]. Disponible en:
https://goo.gl/h4tW6F.
9
comic book, historieta unitaria, media página semanal, etc.), el estilo de dibujo, la
diagramación, etcétera.
UNIDADES SIGNIFICATIVAS
Este nivel comprende el espacio limitado por la viñeta, también denominado cuadro. De
este modo, podemos definir los elementos que expondré a continuación.
1. Viñeta
La viñeta es la representación del mínimo espacio-tiempo significativo de una historieta.
Las convenciones de su lectura logran que la viñeta adquiera una dimensión temporal, a
pesar de estar compuesta mediante signos estáticos.
2. Encuadre
Es la limitación bidimensional en el espacio de la viñeta que toma como referencia la
figura humana. En consecuencia, los personajes o los elementos dibujados dividen el
espacio en diferentes planos, según la distancia que se desee representar. El guionista
debe dominar esta herramienta narrativa: cada plano aporta una significación y un
efecto gráfico. Cada guionista, entonces, deberá saber cuándo y por qué, en sus textos,
le indica al dibujante un plano determinado. Como en el cine, en la historieta existen
cuatro encuadres o planos básicos.
10
2.3. Plano americano
En figuras humanas, corta al personaje a la altura de la rodilla. El término americano se
refiere a su origen: es un plano que se inventó para los films de western de Hollywood,
ya que así el espectador podía ver los revólveres en las escenas de los duelos.
3. Espacio virtual
Es la composición de profundidad de la viñeta. También, se lo identifica como la
composición interna de la viñeta. Sus elementos son el decorado y los personajes.
MICROUNIDADES SIGNIFICATIVAS
Este nivel comprende todos los elementos que definen, componen y se integran en una
viñeta. A continuación expongo una lista de estos elementos con sus definiciones.
1. Globo
También denominado bocadillo o balloon, se trata de una convención específica del
noveno arte. Con este recurso, se integra el diálogo o el pensamiento de los personajes
en la naturaleza icónica de la viñeta. En el globo, debemos distinguir entre el contenido
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lingüístico o paralingüístico y su forma. Existen varias formas clásicas de globo: la nube
para indicar que es un pensamiento del personaje, el diente de sierra o de forma
estallada representa el grito, el contorno con línea temblorosa indica pánico, el globo
que chorrea representa frío o terror, el punteado o la línea discontinua da la sensación de
susurro. Cada globo posee una cola o rabo que comunica a qué personaje le corresponde
ese parlamento.
3. Tipografía
El tipo de letra, como ya lo señalé, aporta la representación de una voz particular.
4. Metáforas visualizadas
Son convenciones gráficas propias de la historieta. Con estas metáforas, se expresan los
estados físicos y anímicos de los personajes mediante signos icónicos; por ejemplo: una
bombita encendida representa una idea genial, estrellas o pajaritos indican golpe, un
serrucho señala que el personaje duerme profundamente. Por lo general, este recurso se
emplea en las historietas humorísticas.
5. Onomatopeyas
Siguiendo la definición del DLE, onomatopeya es una palabra cuya forma fónica imita
el sonido de aquello que designa. Este elemento brinda una gama tipográfica muy
amplia que le permite al artista desarrollar su creatividad para narrar: se la suele integrar
a la narración gráfica.
6. Figuras cinéticas
Es un recurso gráfico empleado para generar la ilusión de movimiento de objetos y de
personajes. Se emplean líneas curvas, rectas, zigzagueantes, etcétera. Cada una de ellas
da una sensación particular del movimiento que el artista desea transmitir. En muchas
12
ocasiones, se combinan diferentes grosores de líneas para acentuar, por ejemplo, un
movimiento veloz.
HACIA LA PRÁCTICA
Hasta aquí he trazado un recorrido por los conceptos que —considero— cada guionista
de historieta debe tener presente: saber cuál es el origen y la evolución de este medio de
expresión y qué herramientas narrativas aplicar. (Sin perder de vista que siempre debe
estar actualizado sobre las nuevas técnicas y estéticas del noveno arte). Ahora, resta
aplicar todo lo visto en este breve recorrido. El primer paso lo daremos comparando la
historieta terminada y su versión guion. De este modo, el futuro guionista podrá
observar cómo ubicar cada elemento de los ya expuestos y determinar, a través de un
análisis, su función. Recordemos que uno de los objetivos de esta propuesta es definir
ciertas pautas formales para presentar los guiones a una editorial o a una agencia de
publicidad o a un dibujante. La forma también hace a un buen guionista.
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EN LA PRÁCTICA
Llegamos a la instancia de pasar de la teoría a la puesta en página a partir de nuestra
escritura. Lo primero que piensa —o imagina— un guionista al entregar su texto —más
allá de que haya conversado con el dibujante— es cómo quedará tal o cual secuencia o
qué aspecto tendrá este o aquel personaje. Siempre habrá desajustes para bien o para
mal. Por ello, al entregar un texto ordenado y claro, en cuanto a términos
historietísticos, el guionista trata de evitar que un dibujante despistado deforme la
narración.
En esta segunda parte, expondré las páginas de la versión historieta de El
matadero (el cuento de Esteban Echeverría), con guion y dibujos de Enrique Breccia.
No abordaré los pasos previos de la escritura del guion: premisa, historia, escaleta.
Considero que estos pasos son recursos aconsejables para ordenar una metodología de
escritura y no forman parte, siguiendo la propuesta del presente trabajo, de una puesta
en práctica desde una mirada formal.
El motivo de colocar primero la página de la historieta publicada y después su
versión guion5 apunta a agilizar la comparación entre una instancia y otra. En lo que
respecta a la división de páginas y de viñetas, opté por dividir el texto siguiendo la
publicación de “El Matadero”, de Breccia. De este modo, el lector podrá apreciar la
forma de distribuir la cantidad de viñetas por páginas y cómo esta decisión se vincula
con la propuesta narrativa. Además, la división por página permite analizar el armado
del cliffhanger. En este punto vale aclarar que otra opción es enumerar las viñetas sin
necesidad de agruparlas en páginas. Con esta estructura, es el dibujante el encargado de
organizar la narración gráfica y de preparar el corte de página según su criterio.
5
Esta versión del guion de “El Matadero”, de Enrique Breccia, es una adaptación que escribí a partir de la
historieta publicada, empleando el manual de estilo propuesto en este proyecto laboral.
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UN EJEMPLO DE GUION DE HISTORIETA
Editorial La Urraca
Título: El Matadero
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PERSONAJES DE EL MATADERO
MATASIETE
SEXO: hombre.
EDAD: entre treinta y cuarenta años, pero sus rasgos de hombre habituado a la violencia
lo envuelven en un halo de sujeto de mayor edad.
PROFESIÓN: matarife.
HABILIDADES: buen jinete, manejo del facón y del lazo.
DESCRIPCIÓN FÍSICA: robusto, pelo semilargo negro con patillas que se unen a los
bigotes (estilo federal), mandíbula de boxeador; vestimenta de gaucho federal: gorro de
manga, camisa blanca abierta hasta el pecho, faja —donde lleva el cuchillo—, chiripá,
calzoncillo de lienzo, botas a mitad de pie, espuela y facón.
CARÁCTER: rudo, no duda en atacar a quien él considera su enemigo.
JOVEN
SEXO: masculino.
EDAD: veinticinco años.
PROFESIÓN: intelectual, profesión vinculada a las letras.
HABILIDADES: jinete, lector, su dominio del vocabulario español lo configura como un
hombre culto.
DESCRIPCIÓN FÍSICA: delgado, estatura media (1,75), pelo negro, barba cortada en forma
de “u”, lleva la clásica vestimenta del unitario culto: galera, moño, levita, chaleco,
pantalón blanco ajustado, botas que le llegan a las rodillas, espuelas y un rebenque.
CARÁCTER: amante de la lectura, para él está la palabra antes que la violencia física;
terco, no se rinde ante nada ni nadie, rebelde.
JUEZ
SEXO: masculino.
EDAD: cincuenta.
PROFESIÓN: juez, autoridad suprema en el Matadero del Alto de la Convalecencia.
HABILIDADES: establece la autoridad en un ámbito donde la violencia es moneda
corriente.
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DESCRIPCIÓN FÍSICA: vestimenta similar a la del unitario, pero en la cual predomina lo
oscuro; el cabello y las patillas tienen el estilo federal; a diferencia de Matasiete, se
aprecia la prolijidad.
CARÁCTER: tiene la calma del diablo, es inmutable y cruel.
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PÁGINA 1
1. (Día. Exterior. Plano general del Matadero. En primer plano, dos cabezas de
novillos despellejados, que por su posición dan la impresión de estar colgados boca
abajo y una mano, manchada de sangre, que sostiene un cuchillo. En segundo plano,
los matarifes están en pleno trabajo de faena. Hacia el fondo a la izquierda, hay una
casilla; hacia la derecha, tres carretas y una cerca de palos retorcidos. Un grupo de
gaviotas surcan el cielo).
TÍTULO: EL MATADERO
GUION Y DIBUJOS: Enrique Breccia
TEXTO: En la cuaresma de 1838, y luego de quince días de lluvias, una tropa de
cincuenta novillos gordos entró al Matadero del Alto. En quince minutos, 49 novillos se
hallaban tendidos en la playa del Matadero.
TEXTO (dedicatoria: al pie de la viñeta, escrita con cursiva): A don Eugenio Márquez.
2. (En primerísimo primer plano, la mano de un matarife, que está montado a caballo,
sostiene un lazo. En segundo plano, otro matarife, también montado a caballo, se
acerca a un vacuno acorralado. El fondo lo ocupa la cerca de palos retorcidos).
MATARIFE CON EL LAZO.— Malhaya con el tropero que nos da gato por liebre: es toro
viejo.
EL OTRO MATARIFE.— No, si es novillo. A ver, muéstreme los cojones, si le parece,
carajo.
3. (Primer plano de las partes traseras del animal. Se mueve desesperado. Entre las
patas se observa un bulto negro, impreciso).
VOZ QUE SURGE DE LA IZQUIERDA.— Ahí los tiene, entre las patas, son grandes como…
VOZ QUE SURGE DE LA DERECHA.— Es barro ese bulto… Es emperrado y arisco como un
unitario.
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Imagen 1: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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PÁGINA 2
2. (Primer plano del animal con los ojos abiertos de desesperación. Babea. El lazo se
corta).
VOZ QUE SURGE DE LA IZQUIERDA.— ¡Guarda!
3. (El latigazo producido por el corte se produce cerca de un niño que observa sentado
en la pared de palos retorcidos).
VOZ QUE SURGE DE LA DERECHA.— ¡Se cortó el lazo!
5. (El cuerpo decapitado se desploma como una bolsa de papas desde el cerco).
VOZ QUE SURGE.— ¡Allá va el toro!
8. (Primerísimo primer plano de la cabeza del animal con los ojos abiertos).
9. (En primer plano, una mano sostiene un lazo, se dispone arrojarlo. En un segundo
plano, dos matarifes arrojan sus lazos en dirección al animal. Este último, en un
plano más alejado, se resiste al tirón de un lazo, con el cual lo han atrapado).
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Imagen 2: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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PÁGINA 3
1. (En primer plano, enfocado desde atrás, el matarife Matasiete sostiene un lazo. Mira
al animal que sigue desesperado. El facón está metido en la faja. Más alejado aún,
otro matarife observa al animal desde su caballo).
3. (En primer plano, Matasiete con una mano empuña el facón y con la otra sostiene al
animal: se dispone a degollarlo).
4. (Primer plano de la cabeza del animal. Está asustado: los ojos bien abiertos. La
mano de Matasiete lo inmoviliza).
5. (Primerísimo primer plano del tajo que Matasiete acaba de abrir con el facón).
7. (Primer plano del rostro de un matarife que gira sorprendido. En segundo plano, otro
compañero mira en la misma dirección).
MATARIFE.— ¡Ahí viene un unitario!
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Imagen 3: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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PÁGINA 4
1. (Plano medio del joven, montado en un corcel. Pasea despreocupado. La luz del sol
lo ilumina de un modo sobrenatural: parece una manifestación divina. Las distintas
voces surgen a derecha y a izquierda).
VOZ.— ¡Es un cajetilla! ¡Trae pistoletas!
VOZ.— ¡Perro unitario!
VOZ.— ¿Le ven la patilla en forma de “u”?
VOZ.— Monta en silla como los gringos…
2. (Primer plano de la cabeza del caballo iluminado del mismo modo que en la viñeta
anterior).
VOZ.— A que no te le animas, Matasiete… A que no…
5. (Primerísimo primer plano del morro babeante del caballo con el bocado: algo lo ha
espantado).
7. (Primer plano de los cascos del caballo corriendo desesperado por el fango. A su
lado cae la galera del joven).
VOZ.— ¡Viva Matasiete!!
8. (Con una mano, Matasiete agarra de los pelos al caballero y, con la otra, empuña el
facón. La galera queda tirada en el fango).
VOZ.— Degüéllalo. Quiso usar la pistola.
VOZ.— Tócale el violín.
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Imagen 4: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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PÁGINA 5
1. (Primer plano del joven, que mira sorprendido a Matasiete. Este último, con una
mano, lo agarra de los cabellos y, con la otra, le acerca el facón al cuello).
VOZ DE MATASIETE.— Probemos…
3. (Plano americano: en primer término, Matasiete y dos matarifes encima del joven;
en segundo término, se aproxima el juez a caballo, les hace una seña).
JUEZ.— ¡No lo degüellen! A la mazorca con él. ¡A la casilla!!
4. (Plano general. Dos matarifes llevan al joven como si fueran sus carceleros. De
fondo, la casilla del Matadero y la cerca de palos retorcidos y, en el cielo, las
gaviotas merodean el lugar).
VOZ QUE SURGE.— ¡Viva el Restaurador!!
OTRA VOZ.— ¡Mueran los unitarios!
6. (Primer plano del joven con una expresión mezcla de furia e indignación).
JOVEN.— De rabia, porque no puedo sofocarte entre mis brazos. Me sobra coraje para
eso.
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Imagen 5: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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PÁGINA 6
1. (Primer plano de una confusión de manos: una manipula la tijera, otra sostiene al
unitario y otra se dispone ayudar a su compañero en esta faena).
2. (Primer plano de las manos de los matarifes, que inmovilizan al joven para que con
la tijera se cumpla el pedido del juez).
3. (Primerísimo primer plano de las tijeras abiertas. En segundo plano, está la cabeza
del joven, vista de atrás; se toca el pelo recién cortado).
5. (En primer plano, está el juez frente al joven, que lo mira con furia. Detrás del
joven, un matarife).
JOVEN.— La librea es para vosotros, esclavos, no para los hombres libres…
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Imagen 6: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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PÁGINA 7
1. (En primer plano, un matarife inmoviliza al joven, de quien solo se ve la mano tensa
por su resistencia a la tortura, la cual se ejecuta sobre una mesa).
JOVEN.— ¡No! ¡Jamás! Aaag…
2. (Primer plano de uno de los matarifes, que fuma un cigarrillo armado y se asoma por
detrás de una parte del cuerpo del joven).
MATARIFE.— Está rugiendo de rabia.
3. (Plano medio, enfoque picado, del cuerpo boca abajo y sin vida del joven. A la
altura de la boca, hay una mancha de sangre).
4. (Primer plano de la cabeza del joven y la sangre que se esparce por la mesa).
5. (Plano detalle de un charco de sangre, que cae de la mesa al piso. Al lado del charco,
quedan encuadrados un pie de uno de los matarifes y una de las patas de la mesa).
VOZ.— Reventó de rabia el salvaje…
OTRA VOZ.— Tenía un río de sangre en las venas…
7. (Primer plano de la cara del juez, cubierta de sombras, con la misma expresión).
JUEZ.— Desátenlo y vamos.
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Imagen 7: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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PÁGINA 8
1. (Anochecer. Exterior. Plano general del Matadero del Alto, solitario. Un cielo
oscuro, atravesado por un rayo).
TEXTO: Verificaron la orden; echaron llave a la puerta y, en un momento más, no quedó
nadie en el Matadero.
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Imagen 8: “El Matadero”, Enrique Breccia
Fuente: https://goo.gl/X9Rzdn
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ALGUNAS OBSERVACIONES
Antes de pasar al manual de estilo, creo pertinente destacar ciertas características del
guion de “El Matadero”.
Una de las decisiones narrativas y artísticas es el uso reiterado del primer plano.
Este recurso gráfico coloca al lector en el medio de la acción, como si fuera una cámara
en mano en el cine. El efecto que se busca es llevarlo cerca de la crueldad de los
matarifes. Las formas se captan, pero sin nitidez. ¿Cuándo se quiebra esta “cámara en
mano”? Cuando irrumpe en escena el joven (secuencia subrayada por el uso del
cliffhanger: en la última viñeta de la página 3, un matarife advierte la presencia de este
personaje clave, que aparecerá apenas el lector de vuelta la página). Entonces, pasamos
de la sombra a la luz, del enfoque cercano a la distancia equilibrada del plano medio.
Asimismo, este juego de distancias se realza con la tipografía: el objetivo, advierto, es
enfatizar el contraste entre iletrados y letrado. La luz ilumina a quien no debe penetrar
en el territorio del Matadero del Alto. La luz que parece angelical, efectivamente, lo es,
pero también funciona como un reflector que alerta a los matarifes. Caminar por el
terreno prohibido —sea por ignorancia o por distracción— tiene un precio. Y como
tiene un precio, las sombras alcanzan al joven del mismo modo que a los matarifes. De
la luz a las sombras, sombras que lo llevaran a la oscuridad final en la casilla. Después
de una muerte inútil, después de un juego o una broma que sale mal, el Matadero del
Alto queda desierto. Esa soledad se expone a través de un plano general, el mismo tipo
de plano de la primera viñeta. Por consiguiente, en la apertura, el lector se encuentra con
los personajes en plena faena; en el cierre, solo con el Matadero: la fiesta de la crueldad
ha finalizado.
Otro punto de análisis es la adaptación. La primera clave en este sentido consiste
en preguntarse: “¿qué debo priorizar para trasladar un cuento a una historieta?”. La
respuesta, según mi mirada, es sencilla: la historieta. Se puede adaptar actualizando la
época, pero sin desviarse de la estructura del relato. También, expandir o reducir ciertas
secuencias. Sea cual fuere la decisión, por un lado, el lector debe percibir que la
adaptación conserva la esencia del relato original; por otro, esa adaptación debe ser fiel
a su propio soporte. En el caso particular de la historieta, lo verbal y lo gráfico están
unidos.
Luego de leer la versión de Enrique Breccia, advertimos que el autor sintetizó
varias páginas del cuento, destinadas a dar un pantallazo de la situación social y política,
en un cuadro de texto de treinta y seis palabras. Por lo tanto, priorizó el principio de
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síntesis de la historieta en lugar de los detalles del original. Breccia reafirma este
principio empleando la voz del narrador para abrir y cerrar el relato. De este modo,
narrador y plano general se unen: la voz del narrador se aleja de las voces de los
personajes, y el plano general, entonces, acompaña ese juego de distancias. Asimismo,
Breccia amplía el dato temporal (1938) que se deja en suspenso en el primer párrafo del
cuento (193…) y reduce las acciones, por ejemplo: elimina al inglés, que es derribado
por el toro, la discusión de una achuradora negra con un carnicero y resuelve
gráficamente la descripción del Matadero del Alto. En resumen, Breccia reelabora el
cuento de Echeverría al comprender que debe ser fiel a la esencia narrativa, priorizando
el soporte del relato en el cual ejecuta su versión: síntesis y juegos de planos y de
distancias. No debemos perder de vista que “El Matadero”, de Breccia se ha convertido
en un clásico de la historieta argentina. Este logro se debe, a mi juicio, a una lectura
magistral del autor: un buen historietista (genial, en este caso) también es un buen
lector.
Mis observaciones apuntan a enlazar decisiones de narración gráfica y de
construcción del relato. Es decir, los usos del plano cerrado, del plano medio y del plano
general tienen un sentido en función de lo que se está narrando, del contexto, de la
historia. Si el guionista y el dibujante utilizan los recursos gráficos caprichosamente,
solo por un gusto estético, estaremos ante una suma de viñetas. La historieta se
consolida en arte solo cuando sus hacedores vuelven operativos tanto los recursos
icónicos como los verbales.
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¿CÓMO PRESENTAR UN GUION DE HISTORIETA?
MANUAL DE ESTILO
PORTADA
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FICHAS DE PERSONAJES
Presentada en forma de lista, la ficha de cada personaje se escribirá con letra Times
New Roman, 12 puntos, alineación hacia la izquierda.
El título de este apartado será “PERSONAJE DE” y a continuación irá el título
de la historieta, escrito con cursiva. Al ser un título de una sección, se escribirá con la
misma tipografía y tamaño, pero en letra mayúscula y negrita, centrado. Luego, se
expondrá una lista, encabezada por el nombre de cada personaje, principal o secundario
o que tenga alguna injerencia en la historia (en mayúscula, sin negrita). Las fichas serán
separadas por un espacio. Los ítems propuestos son los siguientes: nombre, sexo, edad,
profesión, habilidades, descripción física, carácter. Se escribirán en versales, sin negrita;
por ejemplo:
PERSONAJES DE EL MATADERO
MATASIETE
NOMBRE:
SEXO:
EDAD:
PROFESIÓN:
HABILIDADES:
DESCRIPCIÓN FÍSICA:
CARÁCTER:
Según las necesidades del editor, se agregarán otros ítems que amplíen el perfil
del personaje; por ejemplo: status, estado civil, residencia, lugar de nacimiento, etcétera.
La información que se consigne en cada ítem se expondrá en Times New Roman,
interlineado 1.5, 12 puntos.
ESTRUCTURA
En la parte superior izquierda, se colocará la indicación del número de página, la cual se
escribirá con Times New Roman, 12 puntos, mayúscula, sin negrita. Se introducirá un
espacio para consignar el número de viñeta, cuyo formato será el número seguido de
punto, seleccionado del menú de herramientas del Word. Cada página tendrá su lista de
numeración. Así, cuando comience otra página, la numeración se deberá reiniciar. Cada
página tendrá una extensión máxima de doce viñetas.
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A continuación, entre paréntesis, se destinará la descripción de la viñeta.
Después, se expondrán los demás elementos según la siguiente jerarquía: cuadro de
texto, personaje, onomatopeya. Cada bloque de viñeta estará separado por un espacio
con respecto al que le sigue.
DESCRIPCIÓN DE VIÑETAS
Este nivel textual es un territorio donde el guionista decide con cuánto detalle describirá
aquello que deberá plasmar el dibujante. Si el guionista se propone marcar todos los
elementos de la imagen, se sugiere el siguiente orden: indicación de tiempo (momento
del día) y espacio (exterior o interior), planos, ángulo y descripción de la acción. El
formato será la letra Times New Roman, 12 puntos, interlineado de 1.5 y la descripción
se encerrará entre paréntesis.
CUADRO DE TEXTO
Para evitar que el cuadro de texto le quite espacio al dibujo, se expondrá un máximo de
hasta cuarenta palabras. La indicación se escribirá con versales, Times New Roman de
12 puntos; el texto, con el mismo formato, pero sin versales. Entre paréntesis se indicará
la forma del cuadro y la tipografía del texto, sin versales; los dos puntos concluirán la
indicación. Por ejemplo:
GLOBOS
Para dejar espacio a la imagen, se expondrá un máximo de hasta veinte palabras por
globo. Si el guionista necesita más espacio para presentar el diálogo, deberá desglosar el
texto en dos o más globos. En este último caso, se repetirá el nombre del personaje para
cada globo (con Times New Roman, versales, 12 puntos, interlineado 1.5, seguido de
punto, raya y un espacio). Entre paréntesis, a continuación del nombre del personaje, se
indicará la forma del globo, con el mismo formato destinado para las descripciones.
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ONOMATOPEYA
La indicación se escribirá con Times New Roman, versales, 12 puntos, seguida de dos
puntos; la onomatopeya, con mayúscula. Entre paréntesis se indicará el efecto especial
del rotulado.
Cursiva: se emplea para indicar que una palabra, una frase o un parlamento
pertenece a un idioma extranjero.
Letra grande: se emplea para indicar que un personaje está hablando en voz alta;
se escribirá con mayúscula, cuerpo 14.
Letra pequeña: se emplea para indicar que un personaje está hablando en voz
baja; se escribirá con minúscula, cuerpo 10.
Gritos: entre paréntesis se indicará que el globo tendrá una forma de línea
quebrada (también llamado globo estallado) y, luego, se escribirá con el mismo
formato que la voz alta.
Susurros: se indicará entre paréntesis que el globo tendrá una forma de línea
punteada y, luego, se escribirá con el mismo formato que la voz baja.
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Transmisión electrónica: este tipo de rotulado se emplea para señalar que una
voz proviene de un artefacto (el globo tendrá línea quebrada y su cola, forma de
rayo).
Título
Después de la indicación en versales, seguida por dos puntos, se escribirá el título con
mayúscula negrita, tamaño 12. Por lo general, la editorial y el rotulista escogen un tipo
de letra. De lo contrario, el guionista deberá indicarlo entre paréntesis, luego de
“TÍTULO”.
Créditos
El editor decidirá dónde colocar tanto el título como los créditos, según el armado de la
secuencia de apertura que se quiera presentar. La indicación de la función de cada
artista se escribirá en Times New Roman, tamaño 12, versales, seguida de dos puntos.
El nombre del artista con el mismo formato, pero sin versales ni mayúscula corrida.
Nota
Si el guionista quiere emplear un tipo de letra en particular en varios puntos de la
historieta, lo describirá en el primer uso con la indicación “Nota” (con Times New
Roman, tamaño 12, versales, seguida de dos puntos y encerradas entre paréntesis) antes
del cuadro de texto o del globo.
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ENTREVISTAS
¿Un guionista debe dominar los elementos de la historieta (planos, enfoques, tipos
de globo, onomatopeyas, narración gráfica, etc.) o solo debe escribir historias bien
construidas?
Un guionista es como el director de la película y el dibujante, el camarógrafo, el jefe de
arte, vestuario y fotografía. Uno puede marcarle todo, los planos y los enfoques, pero
debe aceptar los que elija el dibujante o charlarlo con él si no le gustan sus decisiones.
El dibujante también escoge tipos de globos, onomatopeyas, narración gráfica, etcétera.
Aparte de todo eso, el guionista debe intentar escribir historias bien construidas. A mí
me gusta que los dos aportemos: el guionista al dibujo y el dibujante al guion. Dos
cabezas piensan más que una.
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Yo suelo empezar por el final, ya que mi característica es el final sorpresivo. No arranco
la historia si no tengo definido cómo terminará. Una vez conseguido eso, armo toda la
historia para llegar al final. Cuando comencé, solo contaba una historia en sesenta
cuadros (la extensión habitual de un unitario o el capítulo de una serie). Ahora lo divido
en páginas, que tienen de cinco a ocho viñetas como máximo. Pueden ser menos, si
queremos mostrar alguna panorámica. El promedio es seis viñetas por página y dejo
libertad al dibujante para que agregue las secuencias que crea convenientes. Depende
también lo que quiera la editorial, que a veces exige que una serie no exceda las 48
páginas para editarla en un álbum. Alberto Contreras, el creador de la tira El Regreso de
Osiris, del diario Clarín, me dio una de las claves para hacer historietas: cada seis
cuadros tiene que pasar algo importante. Y otra de las cosas que cuido mucho es el
ritmo. Me gusta que mis historietas sean como una ametralladora. Busco que el lector
no pueda parar de leer hasta terminarlas.
¿Un guionista debe armar su propio manual de estilo para la presentación de sus
textos al editor? ¿Por qué?
Yo jamás armé mi manual de estilo, es más, desconozco que es eso. Generalmente, se
arma un currículum y un plot o resumen de la historia, que va acompañada de tres o
cuatro páginas dibujadas que se envían al editor para intentar despertar su interés. Debo
aclarar que nunca hice un curso de guionista de historietas o participé de ningún taller.
Soy autodidacta: aprendí leyendo historietas y libros, y mirando mucho cine. Contreras
me dio consejos y me dijo cómo se debía presentar un guion. Pero nunca concurrí a una
escuela de historietas. Aprendí estudiando a mis autores preferidos, como Robin Wood
y Oesterheld, hasta que logré mi propio estilo para contar.
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revistas de Argentina: Skorpio y Fierro. A esta etapa pertenece la historieta Asteroides,
con guion de Emilio Balcarce. En 1987, se instaló en Madrid. Desde entonces ha
trabajado para las agencias de publicidad más importantes del mundo. Además de
colaborar con las más prestigiosas editoriales de Europa, se desempeña en el área de
diseño para el cine y la televisión. Vale destacar que ganó el Premio Apel’es Mestres de
ilustración infantil de Editorial Planeta, junto con los autores Hernán Goñi y Florencia
Bianchi, por el cuento “Este sueño no es mío”.
Como dibujante de historieta, ¿al recibir un guion con sus elementos ordenados
(números de viñetas, descripciones claras, tipografía y espacios con un formato
coherente, etc.) beneficia su labor artística?
Bueno, no necesariamente, me orienta sobre lo que puede querer el guionista, pero yo
soy ilustrador y tengo que poner mi parte, nosotros visualizamos más que el guionista y
creo que mi deber es aportar; si no, sería un simple ejecutor del guion.
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MARCELO PULIDO: EDITOR
Nació el 3 de mayo de 1971 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En el 2002, creó
el sitio web Historieteca. En el 2009, publicó el primer libro de su sello editorial
Historieteca, La burbuja de Bertold, de la dupla Diego Agrimbau y Gabriel Ippóliti. Su
editorial publicó en 2011 Funeral, que marcó el retorno, después de más de veinte años
de ausencia, del guionista Emilio Balcarce a la historieta argentina. Como guionista,
realizó en 2016 El manuscrito, con dibujos de José Massaroli.
Como editor, ¿considera importante que una editorial cuente con un manual de
estilo para la presentación del guion de historieta? ¿Por qué?
En realidad, un manual de estilo sería para una editorial grande. En Argentina no
tenemos este tipo de editoriales. En la mayoría se publican historietas ya realizadas o,
muchas veces, previamente publicadas en Europa o reediciones de historietas de otras
épocas. Hay, también, un sistema de publicaciones on line, periódicas, que al cabo de un
año, o un año y medio, te generan un libro. Ahí se puede decir que hay editoriales que
reflejan un gusto determinado de sus editores, pero no hay manual de estilo. Manual de
estilo podían tener las viejas editoriales como Columba o Record. Estas editoriales
tenían una línea, sabían qué publicar y qué no publicar o qué géneros abarcar. La revista
Fierro rompió con eso: al apostar a una línea más transgresora, publicó a artistas nuevos
que tenían un estilo más fresco. La Fierro de hoy es totalmente heterogenia. En cuanto
al laburo de las editoriales, al no haber producción propia, no hay línea de estilo, porque
no se le exige a los autores. Es muy poco lo que se ha producido, pero como son los
propios autores los que producen una pequeña editorial responde a la manera de hacer
historietas de cada autor.
¿Hay algún tipo de exigencia formal particular que usted le formule al guionista
para preparar su entrega?
Al no haber una producción estándar, difícilmente se pueda exigir. Sí, hay líneas
editoriales. Si vos revisás los catálogos, vas a ver ciertos gustos que predominan. Tenés,
entonces, editoriales que presentan catálogos más clásicos, por ejemplo, Doedytores
—que es la más tradicional— se dedica a las historietas clásicas, raramente publica
trabajos nuevos. Hay otras donde predominan los autores que van surgiendo. Pero no
hay exigencias en cuanto al guion. Hay una editorial nueva, Barro, que está sacando
libros de autores que vienen del fanzine. Ahí sí se supervisa el trabajo, porque lo que se
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le propone a esos autores es hacer un proyecto más elaborado, pero es un caso muy
particular. Sí, puede haber charlas previas, pero al no haber producción, hay más
libertad para el trabajo de los autores.
¿Prefiere que el guionista divida la cantidad de viñetas por página o que se ocupe
de este trabajo el dibujante?
Eso se plantea a la hora de pensar el futuro libro. Para una gran cantidad de viñetas, se
necesita un libro de formato grande. Hoy el estándar es de 17 x 24 cm. La mayoría de
los libros que están sacando las editoriales de historietas argentinas tienen ese formato.
Incluso, esto ocurre cuando se reeditan materiales que vienen de las viejas revistas, que
tenían un formato mayor. Entonces, si uno quiere que el trabajo del dibujante se luzca,
se tiene que plantear páginas de menos viñetas. De todos modos, eso lo plantean los
autores. Hoy en día, conscientes de que van a trabajar para este tipo de industria,
piensan la cantidad de viñeta en función del formato libro. En cambio, si son autores
que publican en Europa, saben que su producción va estar destinada al formato álbum.
Como el álbum es un formato más grande que el del libro, ellos pueden trabajar
pensando en un arte que se vea más. Lo que sucede es que acá, muchas veces, esos
álbumes se reducen por cuestiones de costos industriales y del tipo de mercado: en
Argentina, el mercado es mucho más chico que en Europa. También, eso se plantea
entre el dibujante y el guionista. Cuando se diseña la página, tanto el dibujante como el
guionista deben estar de acuerdo dónde va a ser publicada la historieta; si no, el
dibujante va a plantear un dibujo que no se va a lucir. Eso ya debería estar planteado
desde el guion. Por ejemplo, el guion que yo estoy escribiendo lo voy pensando en
función de la cantidad de viñetas por página. No es solo por una cuestión visual que
trabajo de esta manera, sino que como guionista —antes te estaba hablando como
editor— tengo que lograr que el lector quiera pasar de página. Vas, entonces,
planteando las páginas para que cada última viñeta genere cierto suspenso. Obviamente,
un buen dibujante, uno que maneje la narrativa gráfica, va a aportar mucho al guion.
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afuera, se presentan muestras: una cantidad determinada de páginas y una sinopsis o
escaleta del guion. Acá, en Argentina, esto funciona en menor medida. Digamos que los
artistas que no trabajan para el exterior —los menos consagrados, quizá— sí suelen
presentar a las pequeñas editoriales estos proyectos: una cantidad de páginas y una
sinopsis del guion. Si a la editorial le interesa, puede iniciarse una etapa de trabajo
conjunto entre editor y artistas. En mi caso, soy de respetar el trabajo del autor.
Para usted y desde su mirada como editor, ¿considera que un guionista debe
dominar los elementos de la historieta (planos, enfoques, tipos de globo,
onomatopeyas, narración gráfica, etc.) o solo debe escribir historias bien
construidas?
Considero que el guionista debe dominar todo el lenguaje de la historieta. Incluso, está
el guionista que se pelea con los dibujantes porque le quieren cambiar las cosas. Pero si
un guionista no dominara todas las herramientas de construcción de una historieta, no
sería un guionista, sería un escritor. En ese caso, habría un tipo adaptándole su escritura
a la historieta; ese tipo vendría a ser el dibujante. En algunas historietas, te das cuenta
que son pibes que se pusieron a escribir. Y no es lo mismo. La historieta es una manera
particular de contar. Son otras técnicas y otras herramientas. El guionista escribe
pensando que eso se va a leer con el dibujo y no como un texto literario. Lo tiene que
pensar en imágenes y entregárselo al dibujante resuelto. Lo va a ir pensando, entonces,
en función de una historia que está contando con imágenes. Hay dibujantes que pueden
tomar las marcaciones del guionista y discutirlas. Pero generalmente, si hay una
necesidad de un plano determinado, eso se marca. No se puede dejar todo librado al
trabajo del dibujante. Sin embargo, hay casos de guionistas que escriben más libremente
y dejan al dibujante ciertas decisiones. También, tenés a los guionistas que no quieren
que les cambien nada de lo que ellos marcan. En definitiva, el guionista debe sí o sí
dominar todas las herramientas de escritura de la historieta. De lo contrario, no sería un
guionista, sería un escritor.
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taizai y One punch-man. Estudia dibujo en el taller de historietas de la Biblioteca
Popular de San Isidro, a cargo del profesor Pablo Ontivero.
Cuando escribe un guion, ¿cuáles son las dificultades con las que se encuentra?
Mi dificultad consiste en pensar cómo armar una situación y elegir el enfoque para que
sea entretenida.
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THIAGO FIGUEREDO: ESTUDIANTE
Nació el 23 de julio del 2003 en San Isidro. Cursa el nivel secundario en el Instituto
Cervantes de Boulogne. Comenzó a dibujar a los cuatro años. Su principal influencia es
el estilo del animé.
Cuando escribe un guion, ¿cuáles son las dificultades con las que se encuentra?
Crear una historia que atraiga, desarrollar los personajes y armar las relaciones entre
ellos.
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constitutivos del arte en el cual se expresa, no habrá dibujante que salve el relato. En
este caso, como indica Marcelo Pulido, no sería un guionista, sino alguien que escribe.
Balcarce señala: “Dos cabezas piensan más que una”. Ambos pueden aportar, pero
siempre y cuando sepan qué se está aportando y para qué soporte del relato. Siguiendo
en esta línea de opiniones, Marcelo Pérez deja en claro que el dibujante con su aporte
deja de ser un simple ejecutor del guion. Como ocurre con el guionista, el dibujante
debe saber narrar con imágenes y, a la vez, dominar la palabra: la historieta es el
resultado de lo verbal unido con lo visual.
Los entrevistados coinciden en que la división de viñetas por página favorece la
construcción del cliffhanger. Dar intriga depende, en la historieta, de una cuestión de
diseño de página. Otra vez nos topamos con la necesidad de dominar los elementos
narrativos. Marcelo Pérez, desde su conocimiento visual, puede dar otra lectura del
relato que prepara el guionista: el dibujante es el especialista visual, pero visualiza a
partir de la palabra. Solo con esta lectura complementaria, apoyada en las características
del noveno arte, el dibujante modifica, altera, saca o pone elementos que brindan un
determinado efecto al pasar de una página a la otra. El corte, entonces, consiste en
complementar la diagramación al arte de narrar. ¿Se podría lograr el cliffhanger sin un
guion que tuviera una elaboración formal?
En las entrevistas detecto cierto rechazo al término “manual de estilo”. Sin
embargo, Emilio Balcarce señala que su maestro, Alberto Contreras, le indicó cómo
presentar un guion. Vale destacar que Balcarce sí arma ciertos puntos formales para
escribir sus guiones y entregarlos: pasó de contar una historia en sesenta cuadros a la
división por página, que tiene entre cinco y ocho viñetas. Esta división, además, puede
modificarse si incluye un plano general. Sin una lógica de armado del guion, el
dibujante tendría dificultades para agregar secuencias o para generar una continuidad
entre ellas. Puede no haber en una editorial chica de la Argentina un manual de estilo,
como indica Marcelo Pulido, por publicar material ya elaborado de antemano, pero cada
autor o dupla artística debe resolver con pautas claras todas sus historietas. El guion, por
ende, es el resultado de un diálogo, otra vez, entre lo verbal y lo visual. Esta unión de
dos códigos está presente en la formación artística de Ignacio Onorati y Thiago
Figueredo. Onorati, por ejemplo, elige una herramienta visual, el enfoque, pero en
función de una necesidad narrativa: mostrar o esconder un elemento para generar un
efecto.
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Estas son solo unas muestras de las diferentes miradas sobre el noveno arte.
Creo pertinente señalar que además del método de escritura, del diálogo entre dibujante
y guionista, de las condiciones de publicación, etcétera, cada uno de los actores de la
historieta tiene, sí o sí, que ir formándose como artista. Este tipo de formación no se
aprende en una academia en particular, sino que se logra con una mirada integral de las
artes y de la vida, una mirada alentada por eso que llamamos pasión.
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A MODO DE CIERRE
El escritor que elija la historieta debe no solo dominar el origen, la historia y los
elementos que constituyen este medio, sino que también deberá bucear en todos los
soportes del relato. El consejo, entonces, es leer, leer y leer historieta, teatro, poesía y
todo aquello que sirva para ir construyendo una mirada crítica sobre nuestros guiones.
Con ese espíritu abierto, el guionista se comprometerá, primero, con la escritura en tanto
expresión y, luego, con la historieta en tanto arte. En este sentido, me resta aportar un
concepto, que siempre destaca el crítico de cine Ángel Faretta en sus conferencias y
artículos: en todo relato, hay dos historias. Si se entiende la primera, si está bien
construida, la segunda desplegará todo el contenido simbólico. Solo un guionista
comprometido con el arte podrá construir relatos que trasciendan la etiqueta de lectura
de evasión.
Para no quedar anclado en el relato superficial, o sea, en una mera copia de
otros, el guionista debe contar con una caja de herramientas historietísticas,
herramientas que le permitirán armonizar lo escrito con lo visual. La base de esa caja de
artista, estoy seguro, el lector y futuro guionista la ha encontrado en esta propuesta.
Este proyecto laboral no se termina en el punto final. El manual de estilo se
ofrecerá en MercadoLibre en soporte PDF y MOBI. Asimismo, se organizarán charlas y
se informará de las actualizaciones del manual, a través de Facebook, para que esta
propuesta circule, especialmente, en los cursos de historieta, en los talleres de escritura
y en las academias artísticas que trabajen con el relato en soporte visual.
Ahora, solo resta empezar la aventura: escribir.
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BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
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FARETTA, A. (2010) Espíritu de simetría, Buenos Aires: Djaen.
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