Español Andino Colombiano

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Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá

Facultad de Ciencias Humanas


Departamento de Antropología / Departamento de
Lingüística
Profesor: John Fredy Chaparro
Cesar David Ortiz Buitrago
Mateo Guarin Vargas
Maria Carolina Sarmiento-perez
Carolina Vasquez

Estudios sobre el español andino en Colombia

Las variedades de una lengua suelen estar inscritas en territorios determinados. Lo anterior no
quiere decir que se puedan definir límites para su uso que respondan a una frontera
geográfica, sino que están íntimamente ligadas a las costumbres, formas de relacionamiento,
historia y demás variables que confluyen en lugares que se pueden identificar. Estas
variedades se llaman diatópicas.

En Colombia, gracias a diversas investigaciones en dialectología, ha sido posible identificar


varios dialectos (variedades diatópicas). La presente revisión bibliográfica dará cuenta del
estado del arte en estudios sobre el español andino colombiano, aunque los artículos e
investigaciones son reducidos, presentan un valioso aporte al estudio de esta variedad
dialectal. El español andino se habla en varios países de Latinoamérica como Ecuador, Perú,
Bolivia, Argentina y Colombia, limitándose en este último a la zona suroccidental del país, en
el departamento de Nariño y permeando el de Putumayo.

Arboleda Toro (2000-2002) habla de las condiciones históricas que han atravesado a la
macroregión que hoy comprende los actuales países de Colombia, Venezuela, Argentina,
Ecuador y Perú, desde el antiguo Imperio Incaico (que llegó hasta el sur del país de
Colombia) hasta la antigua colonización española. Además, realiza una crítica a los antiguos
trabajos enfatizando en la focalización por áreas de trabajo. Al hacer el análisis propone
ahondar en la influencia de las lenguas amerindias en la actual construcción gramatical del
español y pone de manifiesto la necesidad de estudios de áreas dialectales mayores que
integren a toda la región, pues no hay mucha información sobre Ecuador y menos sobre
Colombia. En los países mencionados existe un complejo dialectal influenciado
principalmente por el Quechua.

Perú es el primer país donde se han realizado estudios académicos Sociolingüísticos que
datan desde el Siglo XVI y XVII con la utilización de posesivos provenientes del quechua
que aún se mantiene en la actualidad. Por su parte, y aunque la presencia del español andino
en Colombia sea menor y que los estudios que versen al respecto sean pocos, se ha
encontrado que en Nariño, Putumayo y una porción del Cauca (regiones emparentadas social
y geográficamente) aún se conservan algunas estructuras gramaticales Quechuas.

De acuerdo con Arboleda Toro, hay tres razones que explican la existencia del español
andino en el departamento de Nariño: la primera es la gran influencia del Imperio incaico y la
adopción del Quechua por parte de los primeros españoles como una lengua para la
colonización; la segunda es el carácter de vecindad del departamento con Ecuador y la
antigua jurisdicción que se manejaba desde la ciudad de Quito; la tercera es el aislamiento
histórico, socio-económico y geográfico que ha tenido la región en la historia del país.

En Nariño el español andino convive con el español del pacífico nariñense, un dialecto del
cual no hay muchos estudios. Además, se han encontrado dos subdialectos en español
nariñense: en el dialecto ​nariñense serrano se debe distinguir el de la zona limítrofe con el
Cauca (en el norte) y el de la zona limítrofe con Carchi (provincia de Ecuador, en el sur), este
es un tema que no se ha tocado en profundidad. En el Alto Putumayo, por su parte, conviven
monolingües en español, bilingües en ​español-inga y ​español-kamsa y unos pocos trilingües.
En esta zona se encuentran además diferencias dialectales entre español de Sibundoy, que es
el municipio más grande de esa subregión del Putumayo y es centro de contactos con agentes
exteriores, y español de los otros municipios del Alto Putumayo. La competencia en español
de los bilingües de este área varía de acuerdo con el grado de uso y la escolaridad.

En el alto Putumayo se encuentran los factores expuestos, pero con las características
particulares que supone la colonización por parte de nariñenses en este territorio -que se dio a
principios del siglo XX-, como un legado cultural y lingüístico muy importante. En esta
zona, como se mencionó, los hablantes del español conviven con hablantes del Inga y el
Kamsá, esto genera diferencias lingüísticas específicas.

En general en toda la zona descrita, tanto el español andino como la tendencia rural se
mantienen. La gran excepción es Pasto, donde además se presentan variaciones de acuerdo
con estrato socioeconómico y sociocultural, y en menor medida el Valle del Sibundoy. En el
Alto Putumayo hay 4 municipios que se han conectado por vías pavimentadas y por la
inclusión de servicios de taxi intermunicipales. Las cabeceras municipales se han agrandado
considerablemente por lo que la tendencia es a seguir los mismos fenómenos ocurridos en
Pasto.

Fonología

El superdialecto andino se divide en dos variedades, el andino occidental (que comprende


Antioquia, excepto su parte septentrional, Caldas, Quindío, Risaralda y partes de Tolima y
Valle del Cauca) se caracteriza por el yeísmo, mientras que el andino oriental (departamentos
de Nariño, Cauca –menos la zona costera–, Huila, parte de Tolima, Cundinamarca, Boyacá,
Santander y parte de Norte de Santander) mantiene la oposición /ʎ/: /ʝ/.). Según Markič (s.f.),
algunos aspectos fonéticos del español andino son:

➔ Se mantiene la -s implosiva y se articula como sibilante tensa (tanto en el oriental


como en el occidental). Aunque en el habla espontánea bogotana se han registrado
aspiraciones de la /s/ tanto implosiva como intervocálica y en hablas centrales andinas
puede llegar a elidirse.

➔ Yeísmo: en el sur de Antioquia y en el centro del norte de santander se presenta la


realización de la fricativa prepalatal [ʒ].

➔ Yeísmo: el dialecto andino occidental es yeísta, mientras que el andino oriental se


mantiene la oposición /ʎ/ y /ʝ/, con excepción de Bogotá donde se está perdiendo.

➔ Oclusivas sonoras intervocálicas: es común el proceso de debilitamiento de estas


vocales en posición intervocálica. En algunas zonas del dialecto andino se registra
debilitamiento y pérdida (principalmente la /d/), no obstante en el habla de las tierras
altas del interior de Colombia se conservan las consonantes.

➔ Rotacismo de la /l/ en inicios silábicos complejos como ​flauta [​ ´frau̪ta] en Bogotá.

➔ En el Valle y en el Cauca aparece una bilabial en posición final de palabra:


[popa´ʝam] Popayán, [´pam] pan.

Es importante resaltar que los límites entre los fenómenos de los dialectos no es absoluto ya
que las variantes se expanden e influyen mutuamente.

Morfosintaxis

En estudios que Arboleda Toro (2002) ha adelantado con la Universidad Nacional de


Colombia sobre el español andino, se han abordado características de la morfosintaxis, como
las siguientes:

➔ Predominio de la estructura sintáctica impersonal con “se” activa frente a la


impersonal con “se” pasiva predominante en otras variedades, cuando el constituyente
nominal requerido es plural y postverbal. En la primera estructura el verbo no
concuerda con el constituyente nominal; en la segunda sí.

➔ Predominio de la estructura sintáctica impersonal con “se” activa frente a la


impersonal con “se” pasiva predominante en otras variedades, cuando el constituyente
nominal es preverbal, singular o plural. En las activas el número verbal es singular y
se introduce un pronombre personal complementario indicador de la función
complementaria del constituyente nominal correspondiente, con el cual concuerda en
género y número.

➔ La acentuación en los llamados pronombres personales complementarios: «venganós»


en vez de «vénganos».

➔ La inconcordancia de género y número entre los pronombres y su correlato.

➔ Sufijación apreciativa: “y ¿este vale ​cuantico?” “ustedcito” “ellitos”

➔ Omisión del artículo: La maleta ​{la}​ rompí.

➔ Doble posesivo: Yo no hago/quiero…

➔ También no: Usted también no puede hacer la tarea.

➔ Doble negación: Usted tampoco no tome.

➔ Orden en los elementos del enunciado: Sí, eso haga.

➔ No concordancia en el adjetivo: ​Ese​ muchacha no ayuda.

Léxico

Se han hecho diferentes propuestas de clasificación de los dialectos hablados en el país de


acuerdo a diferentes ramas del saber: Según la etnografía existen los siguientes grupos:
costeño, caucano, antioqueño, santandereano, cundiboyacense, llanero, tolimense y
nariñense; Según la sociología se presenta la siguiente división: costeño, caucano-chocoano,
antioqueño, santandereano, tolimense, cundiboyacense, llanero y andino-sureño; Según la
dialectología, Luis Flórez en 1961 lanza su propuesta de clasificación: costeño (atlántico y
pacífico), antioqueño, nariñense-caucano, tolimense, cundiboyacense, santandereano y
llanero.

Para entender el léxico del dialecto andino utilizado en Nariño y el Alto Putumayo, es clave
entender el proceso histórico que han experimentado estas regiones. Las tres razones de
Arboleda Toro (2000) que explican la existencia del español andino, como ya se mencionó,
en el departamento de Nariño son la gran influencia del Imperio incaico y la adopción del
Quechua por parte de los primeros españoles como una lengua para la colonización, el
carácter de vecindad con Ecuador y el aislamiento histórico, socio-económico y geográfico
que ha tenido la región. Para Mora Monroy (1996), esto hace que tengan gran importancia los
procesos de mestizaje, la personalidad de los antepasados aborígenes, la aculturación del
europeo y del africano y otros procesos históricos y culturales que configuran nuevos grupos
humanos, caracterizados por sus propios hábitos y pautas de comportamiento. Es en medio de
los diversos procesos históricos que se configura el léxico de la región, asociado a
características sociales y contextuales. Para Moro Monroy es clave entender que en la historia
de la colonización de estas tierras, el vasallaje incaico que tenía una gran influencia en la
organización social de los diferentes grupos indígenas, ayudó a resistir el impacto de la
aculturación lo cual hace que los quechuismos marquen la “pauta caracterizadora” del
subdialecto andino-sureño.

Existe un diccionario pastuso de escrito por Héctor Bolaños Astorquiza que se presenta en el
informe ​Dialectos del español de Colombia - caracterización léxica de los subdialectos
andino-sureño y caucano-valluno ​(1996), que muestra el entorno léxico usado en Nariño y
sus alrededores. Además, se muestran otras maneras una gran variedad léxica usada en otros
departamentos de uso general. También se recoge el léxico andino-sureño según el ALEC1.
Ejemplos de léxico recogidos en el diccionario pastuso pueden ser:

Achalay​: El quechismo traduce: adornar. Entre nosotros, es el equivalente de: !Qué


lindo!, !Qué hermoso!
Boronda:​ Vuelalegre, baile
Guango​: Atado de plátano, leña, caña
Miquingo:​ Ruin. Mezquino
Norteño:​ Todo mortal nacido más arriba del río Mayo
Quinde:​ Pájaro picaflor.
Tatay:​ Expresión de asco y disgust

Ejemplos de léxico recogidos en el Atlas Lingüístico-Etnográfico de Colombia son:

botijuela:​ Vasija de barro para contener líquidos


chumarse: D ​ el quechua chumay: embriagarse, emborracharse
empatar:​ Enhebrar
guagua: Del quechua wawa: niño, hijo. Niño
minacuro:​ Del quechua ninakuru: luciérnaga
peruana:​ Gallina con el cuello pelado
sobar:​ Estregar, refregar la ropa
​ el quechua takay: martillar, apisonar, estacar, golpear
tacar: D

Se concluye que el área léxica del denominado subdialecto andino-sureño cubre los
departamentos de Nariño, Cauca, Putumayo, el sur del Valle y del Huila; y solo
esporádicamente el Caquetá, Chocó, Tolima y Amazonas. Se presentan además quechuismos
léxicos presentes en el subdialecto andino-sureño como “chirapa; chuma; chumarse; guagua;

1
ALEC: Atlas Lingüístico-Etnográfico de Colombia. Este manual Léxico recopila variantes y dialectos
regionales dentro de toda la geografía nacional. Fue realizado por Luis Flórez, quién fue el Director
del Departamento de Dialectología del Instituto Caro y Cuervo.
guarco; guasca; guayunga, etc.” los quechuismos son los que marcan una pauta que
caracteriza el subdialecto andino-sureño.

Formas de tratamiento para segunda persona

Según Ospina (2017) el español andino colombiano se caracteriza por la convivencia del ​tú,
vos y​ ​usted. El voseo, según Montes Giraldo (como se cita en Ospina, 2017), estuvo
generalizado en el país hasta la época colonial. El autor expone muestras recolectadas en
Bogotá del voseo, empleado por medio de formas verbales voseantes como: ​vení, mirá, ​etc.
Sin embargo, varios autores afirman la inexistencia del fenómeno en la capital debido a que
la presencia del voseo se le atribuye a habitantes de Bogotá oriundos de territorios voseantes
como Antioquia o Valle del Cauca.

Además, el voseo (como particularidad lingüística) se extiende por los departamentos de:
Antioquia, Valle del Cauca, Nariño (como trato directo entre amigos e íntimo entre esposos),
Norte de Santander, Caldas. Los departamentos de Popayán y Santander también clasifican
como voseantes a pesar de que el voseo está siendo reemplazado por el ​tuteo y​ el ​ustedeo.

El departamento que más tiene presente este fenómeno es Antioquia, esto se debe a que, para
los hablantes, el voseo hace parte de su identidad cultural y posee prestigio. Este fenómeno se
trasladó a regiones colonizadas por antioqueños como Caldas, donde se presentan las
siguientes muestras de voseo rural: «Oítes, mujer? Tan golpiando. No te pongás a
tiemblar…pendeja». En Antioquia el uso del ​tú h​ a ido desplazando al ​vos paulatinamente,
pero aún posee un sentido de pertenencia el usar esta expresión. Sumado a esto, el uso del ​tú
en la población masculina se considera como un signo de amaneramiento.

En Risaralda, otro departamento colonizado por Antioquia, el uso del voseo está presente,
pero no de manera frecuente, se le asocia con el habla coloquial y de escala social baja. Por
otra parte, el ustedeo se utiliza en relaciones de cercanía o íntimas (familiares, amigos,
esposos).

El tuteo en la zona andina posee un carácter de “escaso arraigo”. No obstante, esta situación
está cambiando en Bogotá donde la forma predominante en el ámbito capitalino es el ​tú tanto
en hombres como mujeres. Cabe resaltar, que el usted y el sumercé son formas heredadas de
“ tiempos pasados [en los que] la población indígena de la zona bogotana fue sometida al
sistema feudal” (Ospina, 2017). El ​usted tiene acepción múltiple; se puede usar para expresar
formalidad, pero también dentro de un contexto familiar/coloquial, además, en algunos casos
el ​tú​ es un punto intermedio en este continuum.
Contacto lingüístico

Entendiendo inicialmente que el orden constituyente del español es Sujeto+Verbo+Objeto


(SVO), el contacto con la lengua quechua de orden Sujeto+Objeto+Verbo (SOV) donde el
Sujeto y el Objeto van seguidos el uno no el otro y la acción se produce al final de la oración,
produjo una variedad del español que es contrastante entre las demás maneras variedades de
español, donde se coloca el Verbo al final de la oración, y el Sujeto y Objeto en una posición
preverbal: «Como ellos todo ​tienen​». Esto quiere decir que el sustrato que resulta del
contacto de lenguas puede presentarse también en estructuras sintácticas (Arboleda Toro.
2007).

La omisión de la partícula pronominal también es exclusiva del español andino: «Como ellos
todo ​lo tienen» frente a «Como ellos todo tienen» Esto es porque en el quechua no existen
elementos cíclicos verbales ni elementos que designen a una tercera persona objeto (Arboleda
Toro. 2007).

En su artículo ​Contacto lingüístico y variedades del español en Colombia: perspectivas de


investigación​, Chaparro Rojas (2017) explora diversos fenómenos que se dan en el marco del
contacto lingüístico en Colombia. Gracias a la multiplicidad de lenguas y de variedades que
confluyen en el territorio, el país es tierra fértil para estudiar los procesos de cambio, todos
con características muy interesantes gracias a las condiciones históricas y geográficas
concretas de Colombia.

Chaparro retoma los hallazgos de Ramírez (2009) sobre los rasgos de español andino
presentes en el español del Amazonas, y las características de pidginización que resultan del
contacto entre estos dialectos. Es de destacar entonces, que las variedades diatópicas pueden
tener diferencias lo suficientemente marcadas como para que en situación de contacto, el
sustrato sea identificable en alguno o varios componentes del lenguaje.

Consideraciones finales

Se han realizado estudios que abordan diferentes temáticas relacionadas con el español
andino hablado en el departamento de Nariño y en el Alto Putumayo. Hay diversos aportes en
cuanto a léxico, morfosintaxis, fonología e historia de esta variedad dialectal. Sin embargo
aún hacen falta estudios que complementen la información existente, así como
investigaciones que relacionen los resultados hallados con la información que se tiene sobre
el español andino de los otros países de la región.

Así mismo, a pesar de que se habla de dos subdialectos del español andino hablado en
colombia (el de la zona limítrofe con el Cauca y el de la zona limítrofe con Carchi), no hay
mayor información al respecto, las investigaciones deben también ahondar en este tema. Por
último, es necesario tener en cuenta la expansión y conexión con el resto del país que están
experimentando muchos lugares (especialmente Pasto y Sibundoy) donde se habla el español
andino y que cambia la configuración lingüística del dialecto.

Faltan estudios exhaustivos sobre las peculiaridades lingüísticas de cada habla regional
dentro del gran conjunto reconocido como dialecto andino. De igual forma, teniendo en
cuenta que el traspaso de unidades lingüísticas entre dos lenguas que se encuentran en
contacto es inevitable, también es necesario un estudio actualizado y detallado de cómo ha
influido el contacto lingüístico con lenguas indígenas de colombia para una descripción
íntegra del dialecto andino.

Referencias

Arboleda Toro, R. (2000). El español andino. Forma y Función, 13, 85–10 recuperado
de: ​https://revistas.unal.edu.co/index.php/formayfuncion/article/view/17184/18036
Arboleda Toro, R. (2002). El español andino (segunda parte). Forma y Función, 15,
15–40. recuperado de:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/formayfuncion/article/view/17222/18995
Arboleda Toro, R. (2007) El español andino (tercera parte). Portal de Lenguas de
Colombia. Recuperdo en (Mayo 8 del 2019):
https://lenguasdecolombia.caroycuervo.gov.co/contenido/Espanol-de-Colombia/Resena/conte
nido/84&#s
https://lenguasdecolombia.caroycuervo.gov.co/contenido/Espanol-de-Colombia/Rese
na/contenido/84&#s
Chaparro Rojas, John Freddy. (2017). Contacto lingüístico y variedades del español
en Colombia: perspectivas de investigación. Forma y Función, 30, 123-138. recuperado de:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/formayfuncion/article/view/65791/60847
Markič, J. (s.f.). Algunos aspectos fonético-fonológicos del español de Colombia.
Slovenia: Universidad de Ljubljana, recuperado de:
https://revije.ff.uni-lj.si/linguistica/article/download/5734/7393/
Mora Monroy, Siervo Custodio. (1996). Dialectos del español de Colombia .
Caracterización léxica de los subdialectos Andino-Sureño y Caucano-Valluno.
THESAURUS, Vol 50. Num. 1 Instituto Caro y Cuervo. recuperado de:
https://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/51/TH_51_001_009_0.pdf
Ospina Castro, Laura. (2017) Las formas de tratamiento en el español colombiano y
su reflejo en algunos manuales de E/LE. Universidad de Barcelona. Facultad de Filología.
recuperado de: ​http://hdl.handle.net/2445/120312

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