Matemáticas Elementales I
Matemáticas Elementales I
Matemáticas Elementales I
1
primero, (5a+7−a); los demás no pueden simplificarse porque no cabe hacer
dentro de ellos ninguna operación, como veremos más abajo.
Simplifiquemos, pues, 5a + 7 − a. Esta expresión es un trinomio
(polinomio de tres miembros). Los signos + y - separan un polinomio en
monomios. El orden en que estén escritos los monomios de un polinomio es
irrelevante (propiedad conmutativa de la suma (y la resta), Regla 2). Por
ejemplo, el trinomio anterior también podía haberse escrito: 7 + 5a − a o
−a + 7 + 5a o 7 − a + 5a, etc. (Ello es muy útil para evitar errores al
hacer sumas de números con distintos signos. Por ejemplo, si piden hacer la
siguiente operación: −3+5, podemos ”darle la vuelta”, aplicando lícitamente
la propiedad conmutativa y escribir: +5 − 3, o, lo que es lo mismo, 5 − 3
(pues un signo + al principio puede suprimirse), que es mucho más fácil de
interpretar.
También pueden introducirse paréntesis arbitrariamente en el tri-
nomio considerado para asociar monomios, escribiendo, por ejemplo: (5a +
7) − a o 5a + (7 − a) (propiedad asociativa de la suma (y la resta),
Regla 3) Es decir, si hay que hacer una suma con tres sumandos (como es
el caso), pueden sumarse primero dos sumandos cualesquiera (siempre que
sea posible, según las reglas del párrafo siguiente) y el resultado sumarlo con
el tercer sumando. (Nota: al emplear la palabra suma nos referimos indistin-
tamente a suma o resta; téngase en cuenta que ”restar” 6 − 2 es lo mismo
que sumar los números 6 y −2.)
Los monomios pueden constar de letras, números o números y letras.
Sólo se pueden sumar (o restar) aquellos monomios en los que todas las letras
sean iguales y estén elevadas a iguales potencias (Regla 4). Por ejemplo,
se pueden sumar entre sí los monomios 5a y −a, pero no 5a y 7. (De la
misma manera, se pueden hacer las siguientes sumas: √5ab −√ ab (= 4ab);
√
ab2 + 2ab2 (= 3ab2 ); − ca3 + 3 ca3 (= 2 ca3 ); −3 a − 2 a (−5 a)
2 √ √
pero no cabría sumar 5ab −b ni ab+2ab2 ni − ca3 +3 ac3 ni −3 a−2 3 a.
De todo lo dicho debe quedar claro que 5a + 7 − a = 4a + 7. , con
lo que la expresión inicial queda: = 3a + a − (4a + 7) + (a + 5) + 4(3a −
7) + 2(−3 − 5a) − 5(a − 1)
Dentro de los demás paréntesis no se puede efectuar operación al-
guna. La única manera de seguir simplificando es quitar los paréntesis. Para
ello hay que seguir ciertas reglas. Un paréntesis con un signo + delante
puede quitarse directamente.(Regla 5) Es el caso del segundo paréntesis.
Un signo – delante de un paréntesis permite quitar el paréntesis pero cam-
2
biando el signo de los monomios que hay dentro del paréntesis (Regla 6). Es
el caso del segundo paréntesis. Un número o letra delante de un paréntesis
multiplica (sin olvidar su signo) a todos los monomios que hay dentro del
paréntesis (propiedad distributiva, Regla 7). Es el caso de los paréntesis
tercero, cuarto y quinto.
Con lo dicho, la expresión queda:
= 3a + a − 4a − 7 + a + 5 + 12a − 28 − 6 − 10a − 5a + 5 = −2a − 31
donde se han tenido en cuenta las reglas de la multiplicación (y división)
de signos (+ × + = + + ×− = − − ×+ = − − ×− = +)
?Suma y resta
Para sumar (o restar) fracciones hay que encontrar primero el mínimo
común múltiplo (mcm) de sus denominadores. A su vez, para ello previa-
mente hay que factorizar los denominadores, es decir, convertir cada uno de
3
ellos en productos de factores primos. Una vez factorizados, para calcular
el mcm se toman de cada producto los factores no comunes elevados a sus
exponentes y los comunes elevados al mayor exponente ( Regla 11).
Por ejemplo, calcular el mcm de 25, 75 y 100. Primero factorizamos los
tres números:
25 = 52 75 = 52 · 3 100 = 22 · 52
Los factores encontrados son 2 y 5, que están elevados a distintas po-
tencias en cada número factorizado. El 2 es un factor no común a las tres
factorizaciones: lo tomamos como está (elevado a su potencia: 22 ); el 5 sí es
común; lo tomamos elevado a la mayor potencia encontrada: 53 . El mcm se
calcula, entonces, efectuando el producto 22 · 53 = 300.
Vamos a aplicar esto. Supongamos la siguiente suma (o resta) de frac-
ciones:
6 3 4
25
− 75 + 100
Para resolverla se calcula el mcm de los denominadores (ya lo hemos he-
cho: mcm = 300) Luego se procede así: se escribe un signo igual y una raya
larga de fracción en cuyo denominador irá el mcm encontrado. En el numer-
ador irá la suma (o resta, según el signo) de cada uno de los numeradores
multiplicado por el resultado de dividir el mcm entre el denominador corre-
6 3 4 6·( 300 )−3·( 300 )+4·( 300 )
spondiente ( Regla 12): 25 − 75 + 100 = 25 300
75 100
= 6·12−3·4+4·3
300
=
72−12+12 72 6
300
= 300 = 25 (la última operación ha sido una simplificación, di-
vidiendo numerador y denominador por 12).
También pueden hacerse operaciones de este tipo que incluyan letras:
4 b
12a
+ 36a 2 = Factorización: 12a = 22 · 3 · a 36a2 = 22 · 32 · a2 el
2 2 2 2
mcm es = 3 · a · 2 = 36a
Entonces: 2 2
4·( 36a )+b·( 36a )
4
12a
b
+ 36a 2 =
12a
36a2
36a2
= 4·(3a)+b·(1)
36a2
= 12a+b
36a2
2
En cierto momento hemos tenido que dividir 36a 12a
. Para ello se dividen
primero los números (36 entre 12) y luego las letras (Regla 13) (a2 entre
a, lo que da a de la misma manera que 52 entre 5 da 5).
Efectuar las siguientes operaciones con fracciones:
46
I2.- 100 + 37
25
− 10a = (Sol.: 9750
− 10a Ayuda: 10a se puede
10a
convertir en la fracción 1 )
2 2
3
I3.- − ab + a37b3 = (Sol.: − 3aa3bb3−7 )
6(a+ b ) 3a
221 3
I4.- 23 2 + 56 = (Sol.: 230
a + 23 b Ayuda: primero se re-
7
suelve, por separado, el paréntesis del numerador de la primera fracción.
4
Una vez hecho eso y multiplicado por 6 (aplicando la propiedad distributiva)
nos encontraremos con dos fracciones complejas (es decir, sus numeradores
y denominadores son también fracciones) que hay que reducir a fracciones
2
simples. Una fracción compleja como la siguiente: −5
4
se reduce a una simple
6
identificando en primer lugar dónde está la fracción principal (en este caso,
señalada con una barra más larga, en el centro), y multiplicando luego el nu-
merador de la de arriba por el denominador de la de abajo (resultado que irá
arriba en la fracción simple final) y luego el denominador de la de arriba por
el numerador de la de abajo, resultado que irá abajo. Esto se suele decir así:
producto de extremos dividido producto de medios..En este caso el resultado
es: 2
3
−5 = − 5 )
4
6
I5.- Simplificar 6ab − 5(a + ab + c) + 1 (Sol.: ab − 5a − 5c + 1)
2 a2 b 3 2
I6.- Simplificar a b − 2 + a(ab) (Sol.: 2
a b)
I7.- Simplificar a 5 − a 2 + 13 + 6a 7 2 31
5
+ 3
a (Sol.: 5
a)
Efectuar las siguientes operaciones y simplificar al máximo:
I8.- 2(3 + a) − 4(5 + a) = (Sol.: −14 − 2a)
3 5b c
I9.- 4 (a + b + c) − 2a + 4 + 2 = (Sol.: − 54 a + 2b + 54 c)
a+2b 21
I10.- 2 + 5a(2a + 2 + b) − 5ab = (Sol.: 2
a + b + 10a2 )
2
I11.- a(a + 1) − a(2a + 3) = (Sol.: a − 2a − 2a2 )
3
5
Ejercicios
• Factor común
Sacar factor común.es, en cierto modo, una operación inversa a la apli-
cación de la propiedad distributiva. Consiste en ver que fáctores comunes
existen en los monomios de un polinomio y extraer estos factores de cada
monomio de manera que quede un producto. Lo veremos con un ejemplo:
Sacar factores comunes en: 5a2 + 25a − 75a3 . Aunque con un poco
de práctica esta operación se llega a hacer de forma automática, el proceso
requeriría una factorización previa en factores primos: 5 · a · a + 5 · 5 · a −
5 · 5 · 5 · a · a · a. Puede observarse fácilmente que el factor común en los
tres monomios es 5 · a. Este factor se extrae de cada monomio, colocándose
delante de un paréntesis al que va a multiplicar. Dentro del paréntesis se
dejan los factores no extraídos (Regla 15):
5 · a · a + 5 · 5 · a − 5 · 5 · 5 · a · a · a = 5 · a · (a + 5 − 5 · 5 · a · a) = 5a(a + 5 + 25a2 )
Si el último resultado obtenido se opera aplicando la propiedad distribu-
tiva llegaremos a la expresión original; por eso la operación de sacar factor
común puede considerarse recíproca de la de aplicar la propiedad distributiva.
Otros ejemplos: sacar factor común en las siguientes expresiones:
6ab + 12b2 + 12c = 6b(a + 2b) + 12c
ab + b2 + a2 = a(b + a) + b2 (en este caso también podríamos haber
sacado factor común b)
A veces puede ser útil (o, simplemente, nos lo pueden exigir en un prob-
lema) sacar determinado factor común aunque aparentemente no lo sea. Por
ejemplo, sacar factor común 12x en la siguiente expresión:
7 1
7x + x2 − 6 Sol.: 12x( 12 + 12 x) − 6 La prueba de que está
bien la obtenemos cuando aplicamos la propiedad distributiva al resultado y
comprobamos que coincide con la expresión original (Regla 16).
6
I17.- Sacar factor común 17x en la siguiente expresión: 34x2 −
17x 1
3
(Sol.: 17x(2x − 3 ), y sacar factor común 17 en la misma expresión
(Sol.: 17(2x2 − 31 x)
I18.- Sacar factor común todo lo posible en la expresión: 2a2 b −
3 4 4 2 2 3
16a b − 6a b (Sol.: 2a b(1 − 8a − 3a b ) )
3z
I19.- Sacar factor común 2z en la siguiente expresión: 2
− z2 +
3 z
4z 3 (Sol.: 2z( 4 − 2 + 2z 2 ) )
I20.- Sacar factor común −2 en −2a − 3b + 4c (Sol.: −2(a + 23 b −
2c) ; la comprobación de que está bien se tiene al efectuar la operación
inversa: −2(a + 32 b − 2c) = −2a − 3b + 4c).
• Potencias y raíces
La mayoría de las propiedades de las potencias y raíces se deducen
entendiendo bien el concepto de potencia y dos reglas que veremos más
abajo
?Multiplicación y división
Hay que tener claro que, por ejemplo, a3 significa a · a · a y
que b5 = b · b · b · b · b.
De aquí se deducen reglas como la del producto de potencia: am ·
an = am+n . (Regla 17) La prueba la vemos con un ejemplo: a4 · a5 =
a4+5 = a9 porque: (a4 ) · (a5 ) = (a · a · a · a) · (a · a · a · a · a) =
a · a · a · a · a · a · a · a · a = a9 .
7
operemos directamente arriba y abajo: 2·2·2·2·2·2·2 2·2·2
= 1288
= 16, pero 16 = 24 ,
a·a·a·a·a·a·a
lo que nos sirve de comprobación de que a·a·a
es igual,efectivamente,
a a4 . Ahora, en el otro ejemplo, sitituyamos letras por números, haciendo
por ejemplo la a igual a 2 , la b = 5 y la c = 6 Con estas sustituciones
veremos que a+b+c a
no puede ser igual a b + c (cancelando arriba y abajo
2+5+6
la a) porque 2
no es igual a 5 + 6 (=11) (ya que 2+5+6 2
es igual a
13
2
)
2
También cabe aplicar cancelaciones en expresiones como bb5 = b·b·b·b·b b·b
=
1 1
b·b·b
= b3
. En casos como éste en que la potencia superior es menor que la
inferior hay que dejar en el numerador un 1. Para entenderlo, hagámoslo con
2
números; por ejemplo, supongamos que en la expresión bb5 hacemos b = 2,
2
es decir: 225 = 32 4
= 18 (la última operación ha sido una simplificación de
la fracción dividiendo arriba y abajo por 4). Pero como 8 = 23 , escribir
1 2
8
es como si hubiéramos escrito 213 , lo que confirma que bb5 = b13 .
I21.- Efectuar las siguientes operaciones aplicando las reglas de multipli-
3 2
cación y división de potencias: a) 23 · 22 (Sol.: 25 ); b) 2 2·24 (Sol.: 2);
a3 ·a2 3 2 4 2
a) a5 (Sol.: 1); c) a · b · a (Sol.: a · b ; en este caso y otros en el
que hay potencias de distinta base se multiplican entre sí sólo las que tienen
4 ·b2 ·c
la misma base); d) a ac (Sol.: a3 · b2 ); e) 8a2abc2 b2 c2 (Sol.: 4abc1
).
−1 1
?a = a
2
Si al operar bb5 hubiéramos seguido estrictamente la regla de la división
de potencias dada más arriba, hubiéramos llegado a la expresión b−3 , mien-
tras que por el método de ir cancelando hemos llegado a b13 . ¿Por qué
llegamos a resultados diferentes? Porque no son diferentes. Si ambas re-
glas son válidas (y lo son), los resultados deben ser iguales. Es decir, que
b−3 = b13 . Esto es importantísimo y debe tenerse muy en cuenta, porque este
tipo de potencias negativas aparece muy a menudo. En general, se puede
decir que a−1 = a1 , o, lo que es lo mismo: a1 = a−1 . (Regla 19) Dicho de
otro modo: siempre que encontremos una potencia con exponente negativo
podemos transformarla en una fracción con un 1 en el denominador y la
misma potencia pero con exponente positivo en el denominador, o al revés.
Incluso, cuando convenga hacerlo, pueden hacerse más cambios. Por ejemplo,
una potencia con exponente positivo se puede transformar en una fracción
con un 1 en el numerador y la misma potencia con exponente negativo en
el denominador. En resumen: una potencia puede cambiarse de lugar en
numerador y denominador con sólo cambiar su signo. Así, las expresiones
siguientes: 12 , 2a12 , − 3b , y ab , pueden transformarse, respectivamente, en
8
−1
2−1 , (2a2 ) , −3b−1 y ab−1 (nótese que en la segunda expresión el
exponente −1 afecta tanto al 2 como al a2 , pues el paréntesis así lo
indica, pero en la tercera y cuarta el exponente −1 sólo afecta a la b).
2
Una expresión como ab3c puede transformarse de muchas formas, como:
a2 b3
a2 cb−3 , c−1 b3
, 1
a−2 c−1 b3
o a−2 c−1
. Por supuesto, cualquiera de
estas transfromaciones no es obligatorio hacerla; cuando se llevan a cabo es
porque a veces es más fácil solucionar problemas. No se pueden hacer estas
transformaciones si hay sumas o restas afectando a los factores. Por ejemplo,
−1
no se puede transformar a21+b en ba2 .
Sabiendo esto, una división de potencias siempre se puede resolver trans-
4
formándola en una multiplicación. Así, aa = a4 a−1 , que, siguiendo la regla
de la multiplicación, conduce a: a4 a−1 = a4+(−1) = a3 , resultado idéntico al
que habríamos llegado aplicando la regla de la división (nota: hemos escrito
a4 a−1 y no a4 · a−1 : aunque entra dos expresiones monómicas no se escriba
punto, se debe entender que se están multiplicando)
I22.- Efectuar, dejando el resultado en el denominador y luego en el
2abcd2
numerador: 16b 2 d4 (Sol: 8a−11bcd2 y 8−1 ab−1 c−1 d2 )
?Potencia de potencias
Para resolver una potencia de potencia se multiplican los exponentes. Es
decir: (am )n = am·n .(Regla 20) Vayamos a un ejemplo que, de camino,
3
servirá para justificar esta propiedad: resolver (32 ) = 36 . Efectivamente, si
3
desarrollamos las potencias: (32 ) = (32 ) · (32 ) · (32 ) = (3 · 3) · (3 · 3) · (3 · 3) =
3 · 3 · 3 · 3 · 3 · 3 = 36 . 2
(a−3 )
I23.- Efectuar y simplificar (a2 )−3 (Sol.: 1)
?Potencia de un producto y una suma
La potencia de un producto (o cociente) de factores es el producto (o
cociente) de las potencias de esos factores. Es decir: (abc)m = am bm cm .
b2
I24.- Efectuar (4a2 b−1 )−2 (Sol.: 16a 4)
2 2 4 2
a b
I25.- Efectuar 4
(Sol.: a16b )
La potencia de una suma (o resta) no es la suma (resta) de las potencias
de los sumandos. Se puede calcular convirtiéndola en un producto de la
siguiente manera (por ejemplo): (a + b)3 = (a + b) (a + b) (a + b), que se
resuelve multiplicando primero los dos paréntesis y el resultado por el tercero.
I26.- Efectuar (3 − a)2 = (Sol.: 9 − 6a + a2 )
I27.- Efectuar (−1 − a2 + b)3 (Sol.: −1 − 3a2 + 3b − 3a4 + 6a2 b −
3b2 − a6 + 3a4 b − 3a2 b2 + b3 )
9
?Propiedades de las raíces √
La principal propiedad de una raíz tipo m an es que se puede transfor-
n
mar en a m . (Regla 21). Una vez hecha la√transfromación, la raíz se puede
3 3
tratar como una potencia. Por ejemplo, a3 = a 3 = a1 . Esto nos sirve
para operar con ra√ íces. √ √
2 3 5 2 19 6
Por ejemplo a5 · a2 = a 2 · a 3 = a 6 = a19
Hay que tener en cuenta √ que
√ no se puede sumar ni restar raíces. (no
2 3
cabe hacer, por ejemplo, a5 + a2 , aunque sí se podría sacar algún factor
común). Es decir, la suma de dos raíces no es la suma de las raíces de los
sumandos.
√ Pero √la √ raíz
√ de un producto (cociente) sí es el producto de las raíces:
abc = a b c (Regla 22)
A veces
√ es conveniente ”sacar todo lo que√ se pueda de √ una
√ raíz”.
√ Por ejem-
√
plo, en a 5 b se puede sacar algo, ya que a 5b = a 5 b = a 2 a2 a b =
√ √ √ √ √ √ √ √
a2 a2 a b = aa a b = a2 a b..
Una raíz elevada a una potencia es √ la raíz√del radicando elevado a esa
3 5
potencia (y al revés). Por ejemplo: ( a) = a3
5
10
√
2
√ √
(Sol.: 13 2 32 )
3
I30.- Racionalizar √
3 y √ 3√ (Sol.:
√ √ 3 3− 2
3 3 + 3 2)
11
2ab
cd
≡ 2 ab
cd
2b
≡ a cd 2
≡ ab cd ≡ 2ab 1c d1 ≡ 2ab cd
1
etc.
Del mismo modo, el signo en una fracción se puede poner arriba, en medio
o abajo. Por ejemplo, son equivalentes las siguientes extresiones:
− a+b
3−c
≡ −(a+b)
3−a
a+b
≡ −(3−a)
A su vez, la segunda expresión anterior es equivalente a: −a−b 3−a
, y la
a+b
tercera, a: −3+a
En la segunda expresión hemos tenido que escribir paréntesis porque el
signo afecta a todo lo que hay (arriba o abajo, según el caso). En la primera
no hace falta escribirlo: cuando el signo va en medio de la fracción ya se
entiende el paréntesis.
También se pueden hacer transformaciones al revés, pero con cuidado.
5−a
Por ejemplo, supongamos que nos dan escrito: −2−b y queremos transfor-
5−a
marla de modo que el signo vaya en medio. No puede hacer así: −2−b ≡
5−a
− 2−b , ya que el signo menos que lleva el 2 sólo le afecta a él. El signo que
afecte a todo el denominador es el que se puede cambiar arriba o al centro.
Para ver cuál es hemos de hacer primero una transformación reparando en
que −2 − b ≡ −(2 + b). Ahora:
5−a 5−a
−2−b
= −(2+b) ≡ − 5−a
2+b
Todo esto es útil en algunos casos en que entendemos mejor la operación
haciendo cambios de este tipo. Por ejemplo, una resta de fracciones la pode-
mos transformar en una suma:
2
3
− 4a
5
≡ 23 + −4a
5
= 10+3(−4a)
15
= 10−12a15
?Que no vayan un signo menos y uno de multiplicación seguidos
Si nos dicen: ”multiplicar 3 por −3a + 2” no escribamos 3 · −3a + 2,
en primer lugar porque ello lleva a confusiones, y en segundo porque 3 debe
multiplicar a todo −3a + 2, según se desprende del enunciado. La forma
correcta de escribirlo es 3 · (−3a + 2), (el punto se puede omitir), y la de
efectuar es: 3 · (−3a + 2) = −9a + 6
?Cambiar el signo un producto y una suma
Si nos dan una multiplicación de factores y nos piden cambiarle el signo,
basta cambiar el signo de todo el conjunto. Por ejemplo, si nos dicen ”cambiar
el signo de 2ab” la solución es −2ab (y no (−2) (−a) (−b) ni nada parecido.
En realidad. cambiar el signo es multuplicar por −1 , como puede verse.
Un producto de factores con signo menos admite, por otra parte, múltiples
formas. Así, −5a2 b se puede escribir, además: 5 (−a2 b) o 5 (−a2 ) b, etc.
Obsérvese la importancia del paréntesis. Si en esta segunda expresión no lo
hubiéramos escrito nos habría quedado 5 − a2 b, que es un binomio (formado
12
en este caso por los monomios 5 y −a2 b).
Si nos dan la suma 3 + 5a − b y nos dicen que le cambiemos de signo,
multiplicamos por −1, y hay que multiplicar cada uno de los sumandos
(igual con una resta): (−1) (3 + 5a − b) = −3 − 5a + b. En la práctica,
secambia el signo de cada uno de los sumandos.
2.0.1 ?Números
• Tipos de números
Naturales (N ): 1, 2, 3, 4, 5, 6...
Enteros (Z): todos los naturales, y además, los del tipo −4, 0, −7...
Racionales (Q): todos los naturales y enteros, y además, los del tipo
1 31
, , − 94 , − 81
3 7
5
...
Reales√(R): todos los naturales, enteros y racionales, y además, los
del tipo 3.b3..., 2, π...
• Números primos
Son aquellos que sólo son divisibles (es decir, la división es un número
entero) por sí mismos o por 1. or ejemplo, 5 es primo, porque sólo es divisible
por 5 y por 1, pero 6 no es primo, pues es divisible, además de por 6 y por
1, por 2 y por 3.
• Factorización en primos
13
resultado entero, se divide de nuevo por 2, y así hasta que sea posible; luego
se trata de dividir por 3 todas las veces posibles, luego por 5, 7, 11, 13, 17...
(en general, por todos los primos). Al final, si el número no es divisible por
nada más (es decir, es primo), lo dividiremos por sí mismo)
Como ejemplo factorizaremos el número 5544; el resultado es 23 × 32 ×
7 × 11, donde expresamos con las potencias el número de veces que aparece
cada factor en la factorización (así, el 2 aparece tres veces)
14
I 5 + 6 = 11
I 5 − 6 = −1
I −5 + 6 = 1
I −5 − 6 = −11
Para facilitar las sumas (o restas) hágase uso, si es necesario, de propiedades
de los números como la conmutativa (el orden no importa) o asociativa (al
sumar tres números se pueden sumar primero dos de ellos cualesquiera y al
resultado sumarle el tercero),. Por ejemplo,
I −15 + 21 = 21 − 15 = 6 (obsérvese que es más fácil interpretar
la segunda suma que la primera; ambas dan lo mismo por la propiedad
conmutativa, siempre sin olvidar que cada número debe ir con su signo)
I −5 + 8 − 9 = (−5 + 8) − 9 = (8 − 5) − 9 = 3 − 9 = −6
Un signo + delante de un paréntesis permite quitar el paréntesis
dejando los signos que están dentro del paréntesis; un signo − ante un
paréntesis cambia los signos que están dentro:
I 3 + (−8 + 7 − 9) = 3 − 8 + 7 − 9 = −7
I 3 − (−8 + 7 − 9) = 3 + 8 − 7 + 9 = 13
Según eso se debe entender que podamos hacer las siguientes transforma-
ciones si en algún momento nos conviene:
I 3 + 8 = 3 − (−8)
I 2 − 4 + 2 = 2 − (4 − 2)
Para la multiplicación y división de números con signos se emplean las
siguientes reglas:
+·+ = + −·− = + +·− = − −
·+ = −
+ : + = + − : − = + + : − =
− −:+=−
• Operaciones on fracciones
15
nador de ésta es el producto del denominador de la primra por el numerador
de la segunda:
2
I 3
: 34 = 89 (irreducible)
BSuma y resta: se busca el mcm de los denominadores, y ese será el
denominador de la fracción final; luego, cada numerador de las fracciones
que estamos sumando se multiplicará por el resultado de dividir el mcm por
su denominador; la suma o resta (según el signo) de estos productos será el
denominador de la fracción final:
1
I 12
− 28 + 24 7
−3 los cuatro denominadores son 12, 8, 24 y 1,
siendo su mcm = 24; ese será el denominador de la fracción final. Se divide
a continuación 24 entre 12 (= 2) y se multiplica por 1 (que es el numerador
de la primera fracción); se hace igual con las otras fracciones, respetando
siempre los signos, y queda:
1
I 12 − 28 + 247
− 31 = 2·1−2·3+7·1−3·24
24
= − 23
8
16
4. se pueden operar dos paréntesis (por ejemplo, multiplicarlos) sin necesi-
dad de resolver cada uno por separado previamente, pero para ello hay
que aplicar ciertas reglas especiales según el caso (en algunas ocasiones,
la propiedad distributiva)
17
puesto delante de la fracción; eso siempre es válido; es decir, es lo mismo
escribir −4 2
que − 24 que −2 4
)
2(3+5−a) (2(3+5−a)) (2(8−a))
I 2(a+1) es lo mismo que escribir (2(a+1))
= (2(a+1))
=
(16−2a)
(2a+2)
como ningún paréntesis se puede operar más, se deja así: 16−2a 2a+2
Cuando un numerador y un denominador contienen factores comunes
que están (tanto en el numerador como en el denominador) multiplicando (o
dividiendo) a todo lo demás, pueden cancelarse.
Por ejemplo,
eso ocurría en el anterior ejemplo cuando llegábamos a
(2(8−a))
(2(a+1))
; vemos que arriba y abajo aparecen sendos ”2” que multiplican a
todo lo demás tanto en el numerador como en el denominador; entonces, los
cancelamos y queda: 8−a a+1
. (Puede resultar curioso que hayamos llegado
a dos resultados aparentemente distintos; en realidad son el mismo, pero la
segunda fracción está más simplificada). Otros ejemplos:
I 2·5·6
2·3
= 5·6
3
= 53 · 6 = 5 · 63 (las dos últimas igualdades escritas son
para indicar otra propiedad: es exactamente lo mismo multiplicar primero
5 por 6 y luego dividir el resultado por 3 que dividir primero 5 entre 3
y multiplicar luego el resultado por 6 que efectuar primero la división de 6
entre 3 y después multiplicar eso por 5 -compruébese-; en general, si hay
sumas o restas eso no es posible))
INo cabe cancelar el ”2” en 2·5+3 2·3
, ya que la expresión equivale a (2·5)+3
2·3
,
lo que nos permite comprobar qu el ”2” del numerador no multiplica a todo
el resto del numerador, sino sólo a ”5”.
2.0.2 ?Ecuaciones
• Intervalos
Los números reales pueden representarse por los infinitos puntos de una
recta:
–,———-,———-,———-,———-,======,======,———-,———
-,———-,———-,———-,——==,======,====—-,–
-7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 1
2 3 4 5 6 7
En la de la figura se han representado los números enteros desde el −7
hasta el 7, pero entre dos enteros hay infinitos números reales; por ejemplo,
entre el 1 y el 2 están el 1.5, el 1.76588867695, el 1.2b
3, etc. En matemáticas
18
se considera ”mayor” (¿) todo número que esté a la derecha de otro en esa
recta, y es menor (¡) si está a la izquierda de otro. Por ejemplo, cabe escribir:
2 > 1 (que es equivalente a escribir 1 < 2); 2 > −2; 1 > −100;
−2.44 < −1.1789 0 > −3
Los signos ≤ , ≥ tienen el significado de ”menor o igual” y de ”mayor
o igual”, respectivamente.
Los segmentos destacados con trazo doble se llaman intervalos. Si con-
sideramos el representado a la derecha como el que comprende todos los
números reales que hay entre −3 y −1, ambos incluidos el intervalo lo
escribiremos [−3, −1] y lo leeremos ”intervalo cerrado entre −3 y −1”. En
ocasiones podemos querer expresar ese mismo intervalo pero sin incluir ni al
−3 ni al −1; lo haremos así: (−3, −1), y lo leeremos ”intervalo abierto entre
−3 y −1”. Otras posibilidades son [−3, −1) (cerrado por la izquierda y
abierto por la derecha, qu incluye al −3 pero no al −1) y (−3, −1]. Estos
dos últimos son intervalos semiabiertos. También cabe hablar de semirrectas
abiertas y cerradas. Por ejemplo, todos los números mayores que 3 incluido
el 3 (x ≥ 3) es una semirrecta cerrada
Para decir que un número cualquiera x está dentro del intervalo [−3, −1]
escribiremos −3 ≤ x ≤ −1 (o bien su equivalente −3 ≥ x ≥ −1). Ejercicio:
¿cómo escribiremos que x está dentro de cada uno de los otros tres intervalos
mencionados en el párrafo anterior?.
En la recta del dibujo, con el intervalo de la derecha se ha querido repre-
sentar al [4.6, 6.65]
• Potencias
19
Si las bases son distintas no se puede operar con ellas, excepto que sean
iguales los exponentes:
. an × bn = (ab)n (comprobación con números: 23 × 53 = (2 × 2 ×
2) × (5 × 5 × 5) = = (2 × 5) × (2 × 5) × (2 × 5) = (2 × 5)3 )
an a n
. bn = ( b ) (comprobarlo con números)
También deben tenerse en cuenta todas las propiedades señaladas ”al
m
revés”; por ejemplo, que (ab)n = an × bn o que am−n = aan .
A veces, al operar con potencias aparece una expresión del tipo a0 ; debe
saberse que cualquier número elevado a 0 es igual a 1 (demuéstrese partiendo,
n
por ejemplo, del cálculo de aan que como se sabe es = 1).
• Raíces
La propiedad principal de las raíces es que se pueden expresar como po-
tencias√ de la siguiente forma:
m n
an = a m
y aunque la potencia tenga un exponente fraccionario, se le pueden aplicar
todas las propiedades vistas antes. Ejemplos:
√3 5 √ 6 √
3 5 √ 6 5 2
5
+ 26 − 46 4 √
× 42 4 √× 42 4 3 ×4 6 2 4 8
I 4√
3
6 8
2
= 6 4
4
= 4 = 4 3 = 4 3 = (2 ) 3 = 2 3 = 28 =
√ 4√6
3
√
3
23 × 23 × 22 = = 2 × 2 × 22 = 4 3 4
En este problema se han hecho a propósito distintas manipulaciones para
mostrar cómo se √ pueden tratar √ raíces. Por ejemplo, al empezar el ejercicio
6 8 6
se sustituyó 2 por 44 ; debe constatarse que la sustituciñon es
perfectamente válida, pues 4 = 22 ; y debe comprenderse que el cambio
se ha hecho para procurar √ que todos los √ radicandos contuvieran al 4. Otra
3 8 3 2
operación interesante es 2 = 2×2× 2 ; en general, ésta podrá aplicarse a
menudo. Se trata de ”sacar todo lo posible de la raíz”; el objetivo es convertir
el radicando en un producto de factores con potencias que √ coincidan
√ con el
5 5
índice√
√ de la raíz,
√ para luego sacarlas fuera. Otro ejemplo: 3 = 3 × 33 = 8 5
5 5 5
3 × 3 = 3 33 . Hemos aplicado ahí la propiedad de las raíces consistente
5 3
en √ √ √ √
m m m 1 1 1
√ a√× b = m
a× b (demostración: a × b = (a×b) m = a m ×b m =
m
a× mb
que en realidad puede demostrarse que deriva de las ya mencionadas para
las potencias. Otra propiedad (también derivadas) es:
√ √ √ 1 1 n
20
> En general, teniendo en cuenta el significado real de una
1
potencia (por ejemplo, que : a3 = a×a×a), y las propiedades: an = a−n
√m n
y an = a m podrían resolverse todos los problemas de raíces
y potencias.
Una práctica común en matemáticas es eliminar raíces de los denomi-
nadores, lo que se llama ”racionalizar”; veremos dos casos:
a) en el denominador hay una raíz y nada más; entonces se multiplica
numerador y denominador por esa raíz tantas veces como sea necesario para
anularla (recordemos que si en una fracción numerador y denominador se
multiplican ambos√por la √ misma expresión,
√
la fracción no cambia)
2 2 2
3 3 5 3 5 3 5
I √2
5
= √2
5
× √
2
5
= (√2
5)2
= 5
√ √ √
3 3 ( 3 5)2 3
3√ 52 3
3
52
I √
3
5
= √
3
5
× √
( 3 5)2
= 3
( 5)3
= 5
√ √
b)√en el √
denominador hay una expresión del tipo a + b o a+b
o a + b; entonces se multiplica numerador y denominador por el
conjugado del denominador, siendo los conjugados de las expresiones escritas
anteriormente esas mismas expresiones pero con el signo central cambiado:
3
√ √
3×(− 2+ 3) −3
√
2+3
√
3
√ √
I −√2−√3 = (−√2−√3)×(−√2+√3) = 2−3
=3 2−3 3
I 2x = 6; x = 26 = 3
x
I 3 = 7; x = 7 × 3 = 21 (en adelante, el signo de multiplicación
lo escribiremos · para evitar confusiones; en algunos casos ni siquiera
usaremos símbolo, como cuando escribimos 5x, donde debe entenderse que
quiere decir 5 · x)
I 2x + 3 = 4; 2x = 4 − 3; 2x = 1; x = 12
10
I −x+3 = 4x−7; 3+7 = 4x+x; 10 = 5x; 5
= x; 2=x
21
I − 32 −2x = − x2 aquí multiplicaremos por −2 en ambos miembros en
virtur de una propiedad de las ecuaciones: si se multiplica en ambos miembros
por un mismo número, la ecuación no varía (lo mismo, dividir, sumar o restar
un número y otras operaciones). Al multilplicar por −2 conseguirmos quitar
los signos negativos y, lo que es más importante, los denominadores de las
fracciones:
−2(− 23 −2x) = −2(− x2 ); 3+4x = x; 3 = −3x; 3
−3
= x; x=
−1
I 43 x − 53 = 2x+1 4
− x5 + 3 en este caso, en que los denominadores no
son iguales, para poder eliminarlos conviene multiplicar las cinco fracciones
(la última es 31 ) por el mcm de los cinco denominadores, que es 60:
60 · 43 x − 60 · 53 = 60 · 2x+1
4
− 60 · x5 + 60 · 3 Haciendo uso de la propiedad
asociativa de la multiplicación y la división (que nos dice, por ejemplo, que
para multiplicar 60 · 34 es lo mismo multiplicar primero 60 · 3 y dividir el
resultado por 4 que dividir primero 60 entre 4 y multiplicar el resultado
por 3), en estos caso siempre haremos primero la división, con lo que nos
queda una expresión en la que siempre habremos conseguido eliminar los
denominadores:
15 · 3x − 20 · 5 = 15 · (2x + 1) − 12 · x + 60 · 3; 45x − 100 =
30x + 15 − 12x + 180;
45x − 30x + 12x = 100 + 15 + 180; 27x = 295; x = 295
27
> En la práctica, en ecuaciones con fracciones se quitan los denom-
inadores multiplicando cada numerador por el cociente entre el mcm y su
denominador.
Una inecuación es prácticamente igual que una ecuación, excepto que no
contiene el signo =, y, en cambio, contiene normalmente una de las siguientes
desigualdades: >, <, ≥, ≤. Las reglas son prácticamente las mismas
que para las ecuaciones, pero ha de tenerse en cuenta que si se multiplican
ambos miembros por un número negativo cambia el sentido de la desigualdad :
I −x 2
+ 3 ≥ 4; (multiplicaremos por−2, por lo que habremos de
cambiar el signo ≥ por el de sentido contrario correspondiente, que es: ≤):
x − 6 ≤ −8; x ≤ −8 + 6; x ≤ −2
22
IResolver: 2x2 − x = 10,
Se escribe la ecuación de manera que tenga la forma ax2 + bx + c = 0
y luego se aplica la fórmula indicada:
√ 2x2 − x − 10 = 0
√ √
2 −(−1)± (−1)2 −4·2·(−10)
x = −b± 2ab −4ac = 2·2
= 1± 41+80 = 1±9 4
; Las dos
soluciones se obtienen tomando primero el signo + y luego el − de esa
expresión; así:
x1 = 1+9
4
= 52 x2 = 1−9
4
= −2
Los resultados de una ecuación de cualquier tipo siempre deben com-
probarse; para ello sustituimos los valores obtenidos para x en la ecuación
original y comprobamos si la igualdad se cumple; por ejemplo, para x = −2 :
2(−2)2 − (−2) = 10; 2 · 4 + 2 = 10; 10 = 10 luego −2 es una
5
solución válida para x; comprobarlo para 2 .
IResolver: 2x4 − x2 = 10 Ecuaciones como la anterior, que sólo
contienen potencias 4 y 2 de x se llaman bicuadradas. Se solucionan haciendo
x2 = m y sustituyendo en la ecuación original, que ahora queda de segundo
grado para m: 2m2 − m = 10; las soluciones √ son m = −2√ y m =
5
2
;y para las x serán, evidentemente: x = −2 x = − −2 (estas
dos soluciones
q son complejas,
q como veremos al estudiar números complejos),
5 5
x= 2
y x=− 2
• Logaritmos
23
Estas reglas permiten conocer logaritmos de números sabidos los de otros:
IHallar el valor del log10 16 sabiendo que log10 2 ≈ 0.3 : Y
teniendo en cuenta que 16 = 24 )
log10 16 = log10 24 = 4 log10 2 ≈ 1.2
ISupóngase que se conocen los valores de log2 3 y de log2 5. En función
de esos valores conocidos, ¿cuál es el log2 75?
log2 75 = log2 52 · 3 = log2 52 + log2 3 = 2 log2 5 + log2 3
?En ciertas ecuaciones aparecen logaritmos. Se resuelven aplicando las
dos propiedades vistas y, si al final queda el primer miembro entero sometido
a un logaritmo y lo mismo el segundo, éstos se suprimen. Ejemplos: resolver
las siguientes ecuaciones logarítmicas:
I log2 x + log2 2x = 3; log2 (x + 2x) = 3; log2 3x = 3; 3x =
3 8
2 (aquí hemos aplicado el antilogaritmo); 3x = 8; x= 3
x x 1
I log10 x − log10 100 = 1; log10 100 = 1; 100
= 10 ; x = 1000
3 2
I 4 log10 2x = 2 log x; log10 (2x) = log10 x ; como ambos miem-
bros completos están afectados de la operación log, podemos suprimirla:
8x3 = x2 ; (dividiendo ambos miembros por x2 ): 8x = 1; x = 18 .
?En ciertas ecuaciones en que la incógnita figura como exponente en una
potencia a veces hay que recurrir a los logaritmos para solucionarlas. Estas
ecuaciones se llaman exponenciales. Veremos un ejemplo:
I 25x − 5x = 2; esta se puede solucionar así: (52 )x − 5x =
2x x x 2 x
2; 5 − 5 = 2; (5 ) − 5 = 2;
x
ahora se hace 5 = m, y queda: m2 − m − 2 = 0, cuyas soluciones
son m = −1 y m = 2; por tanto 5x = −1 y 5x = 2.
x
Tomamos logaritmos en la segunda igualdad: log 5 = log 2; x log 5 =
log 2
log 2; x = log 5 (también debería tomarse logaritmo en la primera
igualdad, pero en este caso no encontramos una solución porque hay que
tratar la expresión log(−1), que no tiene sentido, pues ni el logaritmo de
un número negativo ni de 0 está definido en el campo de los números reales.
((Por otro lado, el log 1 en cualquier base es 0))
24
3.0.3 ?Conjuntos
Un conjunto es una colección de elementos. Por ejemplo, V = {a, e, i, o, u}
es el conjunto de las letras vocales. Los nombres de los elementos se escriben
con minúsculas y entre llaves; los nombres de los conjuntos se escriben con
mayúsculas.
Dos operaciones con conjuntos que nos interesan ahora son la unión (∪)
y la intersección (∩). Supongamos el conjunto de las diez primeras letras
del alfabeto, D = {a, b, c, d, e, f, g, h, i, j}, y también el conjunto de todas las
consonantes, que llamaremos C.
La unión de V con C es un nuevo conjunto (que llamaremos en este
ejemplo A) cuyos elementos son los que están en V o en C, indistintamente.
Hay que entender qué queremos decir con la expresión ”o...indistintamente”,
algo diferente a lo que se entiende en el lenguaje normal. Podemos escribir
A = V ∪ D = {a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, o, u}. El elemento b, por ejemplo, es
un elemento del conjunto unión de V con C (conjunto que hemos llamado
A) porque pertenece a V o a D, indistintamente (compruébese que en este
caso pertenece a D, lo que se puede escribir simbólicamente: b ∈ D, siendo
∈ un símbolo de la teoría de conjuntos que significa ”pertenece a”); a es
también un elemento del conjunto A porque está en V o en D, indistinta-
mente ( en este caso está en los dos, es decir, a ∈ V, a ∈ D , pero no es una
condición imprescindible: basta que esté en uno de ellos, indistintamente).
En la práctica, la operación unión se lleva a cabo tomando todos los elemen-
tos de ambos conjuntos, teniendo en cuenta que si algún elemento está en
ambos sólo se escribe una vez en el conjunto unión
La intersección de V con C es un nuevo conjunto (que llamaremos
en este ejemplo I) cuyos elementos son los que están en V y en C, si-
multáneamente. Podemos escribir I = V ∩ D = {a, e, i} El elemento a,
por ejemplo, se dice que es un elemento del conjunto intersección de V con D
(conjunto al cual llamamos I) porque pertenece a V y a D, simultáneamente
(compruébese). En la práctica, la operación intersección se hace tomando
sólo los elementos que se repiten en los conjuntos que se están intersectando.
25
I {a, b, c, d} ∩ {d, e, f } = {d}
I {1, 2, 3} ∩ {a, b, c} = ∅
En el último caso no hay intersección, puesto que no hay elementos que
estén simultáneamente en ambos conjuntos; se dice entonces que la inter-
sección es el conjunto vacío, ∅.
I {1, 2, 3, c} ∩ ({2, 4, 6} ∪ {a, b, c}) = {2, c}
I ({1, 2, 3, c} ∩ {2, 4, 6}) ∪ ({1, 2, 3, c} ∩ {a, b, c}) = {2, c}
En estos dos últimos casos, los paréntesis marcan las prioridades a la hora
de operar.
26
• Operaciones con funciones. Dos funciones se pueden sumar ( +),
restar ( −), multiplicar ( ·), dividir y componer ( ◦), entre otras opera-
ciones. También a menudo nos piden el cálculo de la función inversa
de una función dada. Veamos estas operaciones (excepto la división)
con algunos ejemplos.
x2
Ejemplos. Sean f (x) = x2 − x y g(x) = 3
+ x − 2. Efectuar:
2
I f (x) + g(x) = x2 − x + x3 + x − 2 = 43 x2 − 2
2
I f (x) − g(x) = x2 − x − ( x3 + x − 2) = 23 x2 − 2x + 2
2
I f (x) · g(x) = (x2 − x) · ( x3 + x − 2) = 13 x4 + 23 x3 − 3x2 + 2x
2 2
I f ◦ g(x) = f [g(x)] = [g(x)]2 − g(x) = ( x3 + x − 2)2 − x3 + x − 2 =
1 4
9
x + 23 x3 − 23 x2 − 3x + 2
2 2 2
I g ◦ f (x) = g [f (x)] = [f (x)]3
+ f (x) − 2 = (x −x)3
+ x2 − x − 2 =
1 4 2 3 4 2
3
x − 3x + 3x − x − 2
(Puede comprobarse que el resultado de f ◦ g(x) es distinto que el de
g ◦ f (x); se dice por ello que que la composición de funciones no tiene la
propiedad conmutativa, es decir, el orden en que se escriban las funciones
influye normalmente en el resultado).
IDada la función f (x) = 2x + 2, calcular su función inversa, f −1 (x).
Para resolver este problema se iguala la expresión a v y se despeja x :
2x + 2 = v; 2x = v − 2; x = v2 − 1 El segundo miembro de esta
expresión, pero escribiendo x donde aparezca v, es la función inversa de
f(x), es decir: f −1 (x) = x2 − 1 Las funciones inversas tienen una propiedad
interesante, que es:
f ◦ f −1 (x) = f −1 ◦ f (x) = x (compruébese).
3.0.5 ?Combinatoria
Los elementos de un conjunto se pueden agrupar entre sí formando distin-
tos tipos de subconjuntos o formando distintos tipos de ordenaciones. Por
ejemplo, sea el conjunto de letras que forma la palabra ROMA, es decir:
L = {r, o, m, a}. Estas cuatro letras se pueden ordenar de distintas for-
mas para formar nuevas palabras: AMOR, RAMO, OMAR, RMAO, etc.
Pues bien, el objeto de la combinatoria es contar el número de conjuntos u
ordenaciones.
Hay, básicamente, dos tipos de problemas de combinatoria: los de varia-
ciones y los de combinaciones. Para decidir de qué tipo es el problema hay
27
que saber si los resultados son simples subconjuntos del conjunto original de
elementos que nos dan para jugar con ellos (es decir, no influye el orden) o
se trata de ordenaciones de estos elementos.
• Variaciones (y permutaciones)
V R(m, n) = mn
• Combinaciones
28
1. Supongamos un conjunto E fomado por m elementos Supongamos que
queremos tomar n de esos elementos (siendo n ≤ m) ¿De cuántas
formas distintas podemos tomarlos? Si el orden en que los vayamos
tomando no es un factor importante, entonces se trata de un problema
de combinaciones, que se resuelve por la siguiente fórmula:
m!
C(m, n) = mn = n!(m−n)! , donde la expresión nr se llama ”número
combinatorio m sobre n” y se resuelve por la fórmula señalada)
CR(m, n) = m + n − 1n
I¿Cuántas cifras de tres dígitos sin que se repita ninguno pueden for-
marse con esos cuatro dígitos?
Ejemplos válidos: 123, 321, 124...; ejemplos no válidos: 113, 135, 1234.
El orden en que se coloquen los dígitos es importante (pues 123 es una cifra
distinta de 321); además, dice el enunciado que no se pueden repetir. Es un
problema, por tanto, de variaciones sin repetición:
V (4, 3) = 4!
3!
= 24. Pueden obtenerse, pues, 24 cifras de tres dígitos a
escoger entre el 1, 2, 3 y 4 sin que se repita ninguno.
I¿Cuántas cifras de tres dígitos pueden formarse con esos cuatro dígitos
pudiendo repetirse cualquiera de ellos cualquier número de veces ( con la única
limitación de que hay que tomar sólo tres dígitos cada vez)?
Ejemplos válidos: 123, 112, 111, 222, 144...; ejemplos no válidos: 135,
1112.... El orden en que se coloquen los dígitos es importante (pues 111 es
una cifra distinta de 321); además, dice el enunciado que se pueden repetir.
Es un problema, por tanto, de variaciones con repetición:
V R(4, 3) = 43 = 64
I¿Cuántas cifras de cuatro dígitos pueden formarse con esos cuatro dígitos
sin repetir ninguno de ellos?
Ejemplos válidos: 1234, 4321...; ejemplos no válidos: 123, 1112, 12345.
Nótese que hay que construir cifras con todos los elementos que nos dan
29
(ni uno más ni uno menos) y que influye el orden; estos dos requerimientos
indican que se trata de un problema de permutaciones, en este caso sin
repetición:
P (4) = 4! = 24 (O bien: V (4, 4) = 4! 0!
= 24)
I¿Cuántas cifras de 10 dígitos pueden formarse con esos cuatro dígitos
(1,2,3,4) de manera que el 1 se repita exactamente tres veces, el 2 cuatro veces,
el 3 dos veces y el 4 sólo una vez? Repárese en que siempre hay que utilizar
todos los dígitos que nos dan (es un problema, entonces, de permutaciones,
puesto que además influye el orden en que se escriban los dígitos, pues dan
lugar a cifras) y más importante aún: en que cada uno de ellos hay que
repetirlo siempre el mismo número de veces en cada ordenación, número de
veces que vienen indicado por el enunciado. Así, son ejemplos válidos:
1112222334, 1122122343,... y no válidos: 1234, 1111111234, 1234123412341234,...
Estas condiciones son precisamente las necesarias para hacer el problema
por permutaciones con repetición teniendo en cuenta que el n que aparece en
la fórmula no es el número de dígitos de los que disponemos, sino el número
de dígitos que forman la cifra ( en este caso, 10) :
10!
P R(10)3,4,2,1 = 3!4!2!1! = 12600
ISupongamos ahora que los números 1, 2, 3, 4 del conjunto E que es-
tamos considerando a lo largo de todos estos ejemplos han sido asignados
a cuatro trabajadores que deben hacer guardias en grupos de tres en tres
¿Cuántos posibles tríos de guardia se pueden formar?
Ejemplos válidos: 1, 2, 3, 1, 2, 4,...; ejemplos no válidos: si es válido el trío
1, 2, 3, no lo es el 3, 2, 1, porque en realidad es el mismo; tampoco son válidos:
1, 1, 2, 1, 2, 3, 4,...Como el orden en que escriba los números no importa (trío
1, 2, 3 = trio 3, 2, 1), se trata de un problema de combinaciones, que además
son sin repetición, obviamente:
C(4, 3) = 43 = 4
ISupongamos, finalmente, que los números 1, 2, 3, 4 corresponden a in-
strumentos musicales: 1=violín; 2=viola; 3=violonchelo; 4=contrabajo. ¿Cuántos
tipos de cuartetos de cuerda se pueden formar con estos instrumentos pu-
diendo repetirse los mismos un número cualquiera de veces ( con la única
limitación de que constituyan siempre un cuarteto)?
Ejemplos válidos: 1, 1, 1, 1, 1, 2, 3, 4, 1, 1, 2, 2,...; ejemplos no válidos:
si ya hemos contado como válido el cuarteto 1, 2, 3, 4, no podemos contar
como uno diferente el 4, 3, 2, 1, puesto que ambos son el mismo tipo de cuar-
teto (es decir, un cuarteto formado por violín, viola, violonchelo y contrabajo
30
es el mismo que el formado por contrabajo, violonchelo, viola y violín). Otro
ejemplo no válido: 1, 1, 2, 3, 4 (eso es un quinteto). Como no influye el or-
den en que escribamos los elementos, se trata de combinaciones, y como se
pueden repetir, de combinaciones con repetición:
CR(4, 4) = 4 + 4 − 14 = 74 = 35
• Algunas recomendaciones
31
por V R(10, 2) = 102 = 100, restando luego los 10 casos que empiezan por
0 (011, 021, 031, 041, etc.). Quedan 90, entonces, que multiplicado por 5
subtipos da 450.
-Finalmente, para saber cuántos impares hay entre 1000 y 1348 debemos
considerar que las cifras en cuestión sólo podrán empezar por
10 11 12 y 13
olvidémonos en principio de los del tipo 13 . Hay, pues, 3 formas de
empezar las cifras:
10 , 11 y 12 . Cada una de esas tres permite cualquier dígito
en la tercera posición (10 dígitos distintos) y cinco en la cuarta (1,3,5,7,9),
lo que hace un total de 3 · 10 · 5 = 150 cifras (esto se llama regla de la
multiplicación, que vemos más abajo); finalmente, hay que contar 24 cifras
impares que hay entre 1301 y 1347.
-En total, pues, hay 5 + 45 + 450 + 150 + 24 = 674 cifras impares entre
0 y 1038.
FRegla de la multiplicación. tengo 10 libros, tres de ellos de metamáticas,
dos de lengua y cinco de economía y los quiero colocar en una estantería de
manera que queden juntos los de la misma materia. ¿De cuántas formas
puedo ponerlos si me importa el orden en que queden? Llamaremos a cada
libro con la inicial el tema y un subíndice (1, 2...)
Ejemplos válidos: M1 M2 M3 L1 L2 E1 E2 E3 E4 E5 , M1 M3 M2 L1 L2 E5 E2 E3 E4 E1 ,
E5 E2 E3 E4 E1 M1 M3 M2 L1 L2 , etc.; ejemplos no válidos: L1 M3 M2 E1 L2 E5 E2 E3 E4 M1
(pues tienen que ir juntos los del mismo tipo), M3 M2 E1 L2 E5 E2 E3 , etc...
Una forma de solucionar este problema es considerar sólo tres bloques:
M, L y E, y ver de cuántas formas pueden ir. Por ejemplo: M,L,E; M,E,L,
etc. Serán P (3) = 3! = 6. Consideremos cada una de estas formas, por
ejemplo la M,L,E, es decir, primero irán los de matemáticas, luego los de
lengua y luego los de economía. Los de matemáticas, entre sí, se puede
ordenar de P (3) = 3! = 6 formas diferentes; los de lengua, de P (2) = 2! = 2
formas diferentes entre sí (estas son: L1 L2 y L2 L1 ), y los de economía de
P (5) = 5! = 120 formas diferentes. Reparemos ahora en que por cada forma
de colocar los de matemáticas hay 2 formas de poner los de lengua y por cada
forma de poner los de matemáticas y los de lengua hay 120 formas de poner
los de economía; el número total de formas es de 6 · 2 · 120 = 1440 maneras
distintas. Esta ha sido una aplicación de la llamada regla de la multiplicación.
Finalmente, para terminar el problema, recordemos que hemos obtenido
1440 formas de poner los libros manteniendo el orden de bloque M,L,E; pero
32
como había 6 ordenaciones de los bloques, en total tenemos 6 · 1440 = 8640
formas de poner los libros.
Si no se entiende este problema es útil ponerse un ejemplo más simple
(dos tipos de libros y por ejemplo 2 libros de un tipo y tres de otro, y trate
de contarse el número de ordenaciones por la regla de la multiplicación y por
la cuenta de la vieja)
33
{2, 4, 6} es el suceso ”salir par”, y el subconjunto S = {1, 2, 3} es ”salir
1, 2 ó 3”.
4.0.7
4.0.8 ?Probabilidad de un suceso
1. En general, la probabilidad de que ocurra un suceso puede determi-
narse experimentalmente llevando a cabo muchas veces el experimento
correspondiente y midiendo la frecuencia con que se repite el suceso.
En el límite infinito, la probabilidad coincide con la frecuencia. Por
34
ejemplo, si lanzáramos un dado perfectamente construido ”infinitas ve-
ces” podemos esperar que la frecuencia con que saldrá el ”2” será 16 (es
decir, una vez de cada seis por término medio); decimos entonces que
la probabilidad del suceso ”salir 2” es 61 : P (”salir 2”) = 16 .
|S|
P = (LeydeLaplace)
|E|
Los valores de probabilidad siempre están entre 0 y 1: 0<P <1
E = {1, 2, 3, 5, 4, 6} S5 = {5} P = |S 5|
|E|
= 16 ' 0, 167 ≡
16, 7%
I¿Cuál es la probabilidad de obtener ”cifra par” al lanzar un dado?
E = {1, 2, 3, 5, 4, 6} Spar = {2, 4, 6} P = |S|E|
par |
= 36 = 12 =
0, 5 ≡ 50%
35
experimento global en otros más sencillos equivalentes y siempre teniendo en
cuenta todas las posibilidades:
E = {(1, 1) , (1, 2) , (1, 3) , (1, 4) , (1, 5) , (1, 6) , (2, 1) , (2, 2) , (2, 3) , (2, 4) , ......... (6, 2) , (6, 3) , (6
Obsérvese que deben escribirse todas las posibilidades: así, un resultado es
(1, 2) y otro distinto es (2, 1). Normalmente el problema está en contar todos
los resultados favorables al suceso, |S|, y todos los resultados posibles, |E|.
Para ello podemos valernos de las fórmulas de la Combinatoria (Variaciones
o Combinaciones, según el caso). Por ejemplo, en este problema se trata de
contar cuántas parejas pueden formarse con los números 1 al 6, influyendo
el orden (es decir, (1, 6) 6= (6, 1)) y pudiéndose repetir los números (esto es,
valen el (1, 1), (2, 2), etc.). Lo calculamos, pues, por VR(6, 2) = 36.
Probabilidad de la intersección de dos sucesos: P (S1 ∩S2 ) = P (S1 )·P (S2 /S1 )
36
• IEjemplo de unión de sucesos: Una urna contiene tres bolas rojas y
tres verdes. Calcular la probabilidad de que ”al sacar dos bolas sean
del mismo color”. La frase entrecomillada es equivalente a decir que:
”se saquen dos bolas rojas o dos verdes”. Obsérvese que hemos usado
la partícula o, la cual traduciremos simbólicamente por ∪ (unión); en
matemáticas ”o” tiene el sentido de ”indistintamente, no excluyente-
mente”.
Si llamamos S2r al suceso ”sacar dos bolas rojas” y S2v al suceso ”sacar
dos bolas verdes” la probabilidad que nos piden en este caso se escribe
simbólicamente P (S2r ∪ S2v) y se calcula según la siguiente fórmula gen-
eral, escrita para los sucesos S1 y S2 :
Probabilidad de la unión de dos sucesos: P (S1 ∪S2 ) = P (S1 )+P (S2 )−P (S1 ∩S2 )
|S 2r |+|S 2r | 3+3
Para la segunda parte del problema: P = |E|
= 15
= 0, 4
6. Probabilidad del suceso contrario A veces, sobre todo cuando los prob-
lemas son muy difíciles, es útil calcular la probabilidad del suceso
contrario al que nos piden. Llamaremos a ese suceso S c . Pues bien,
37
conocida la probabilidad de ese suceso contrario, P (S c ), puede calcu-
larse la del suceso directo, P (S), mediante la fórmula:
P (S) = 1 − P (S c )
• IEj.: Una urna contiene tres bolas rojas y tres verdes. Calcular la
probabilidad de que ”al sacar tres bolas alguna sea roja”. La frase
entrecomillada es equivalente a decir que: ”se saque una bola roja
O dos rojas O tres rojas” Más fácil es considerar lo contrario: que
salgan tres verdes, o lo que es lo mismo, que la primera sea verde
Y la segunda verde Y la tercera verde, probabilidad esta última
que se calcula así:
P (S 3v ) = P (SIv ∩ SII
v v
∩ SIII ) = P (SIv ) · P (SII
v
/SIv ) · P (SIII
v
/SIv ∩ SII
v
)=
321 1
654
= 20
La probabilidad del suceso directo que nos han pedido será, entonces:
1
P (S) = 1 − P (S c ) = 1 − 20 = 19
20
4.0.9 ?Estadística
La estadística es una rama de las matemáticas que estudia conjuntos de
datos para calcular su media, su desviación típica, etc., y, en algunos casos,
permitir compararlos con otros conjuntos de datos.
Sean los dos siguientes conjuntos de datos, referidos a la puntuaciones
obtenidas por dos personas al realizar una de ellas una prueba 10 veces, y la
otra persona, 14:
Primera persona (14 datos): 10, 9, 9, 13, 11, 9, 6, 7, 10, 7, 9, 9, 9, 11
Segunda persona (10 datos): 9, 10, 9, 10, 7, 11, 10, 10, 8, 7
• Moda es el valor que se repite más (tiene más frecuencia) en una dis-
tribución de datos. La moda de la primera distribución es 9 , y la de
la segunda, 10. Hay distribuciones que tienen más de una moda.
38
• Mediana es el valor central de una distribución en la que hemos previa-
mente ordenado sus datos de menor a mayor (o al revés). Si el número
de datos es par, la mediana es la media de los dos centrales. Para la
primera distribución (6, 7, 7, 9, 9, 9, 9, 9, 9, 10, 10, 11, 11, 13) la mediana
es 9, y para la segunda, 9.5.
• Media aritmética es la suma de los datos dividido por el número de
ellos. La media, < x1 >, para la primera distribución es:
10+9+9+13+11+9+6+7+10+7+9+9+9+11
< x1 >= 14
= 9.21
14 x
i=1 i
la fracción larga se puede resumir como 14
, cuyo numerador se lee
”sumatorio desdeP i = 1 hasta i = 14 de todos los valores xi ”. El símbolo de
”sumatorio” es , encima y debajo del cual se escribe desde qué número
hasta cuál se tiene que sumar.
(((Por ejemplo, sea la siguiente serie de números: 4, 7, 9, 3, 5, 4, 6, 8; en
ella 7i=3 xi quiere decir x3 + x4 + x5 + x6 + x7 , donde los subíndices de
las x se refieren al orden ocupado en la serie. En ese caso concreto:
7
i=3 xi = x3 + x4 + x5 + x6 + x7 = 9 + 3 + 5 + 4 + 6 = 27
)))
La media para la segunda distribución de datos del problema es:
10 x
< x2 >= i=110 i = 9+10+9+10+7+11+10+10+8+7
10
= 9.10
39
y para la segunda distribución sería:
n |x −<x>|
i=1 i
n
= |9−9.1|+|10−9.1|+|9−9.1|+|10−9.1|+|7−9.1|+|11−9.1|+|10−9.1|+|10−9.1|+|8−9.1|+|7−9.1|
10
=
1.1
σ = 1.81 σ =
1.37
La desviación típica (y también la varianza y la desviación media) dan una
medida de la dispersión de los datos alrededor de la media. Por ejemplo, si
una persona obtiene 10 puntuaciones y todas son 9, la media es evidentemente
9y se puede demostrar que la desviación media, la varianza y la desviación
típica son 0, porque todos los datos coinciden con la media (es decir, no
se desvían nada de la media). Sin embargo, para la siguiente distribución:
10, 10, 9, 10, 9, 8, 10, la media es 9.43 y la desviación típica es ya distinta de
0 (puesto que los datos no coinciden con la media); en este caso concreto es
0.79. Para esta otra distribución: 30, 30, 18, 10, 0, −12, −10 la media es la
misma que antes (9.43), y sin embargo la desviación típica es 17.54, es decir,
mucho mayor que antes, porue los datos están más alejados de la media.
Hay ciertas distribuciones que se llaman ”normales”, lo que quiere decir
que el grueso de los datos se agrupa en torno a la media y hay pocos datos
con valores bajos y con valores altos, teniendo toda la distribución, cuando
se representa gráficamente, la forma de ”campana de Gauss”. En una dis-
tribución normal (y las dos del ejemplo general que estamos tratando lo son,
40
aunque eso no hay por qué saberlo a priori), si sumamos a la media el valor
de la desviación típica y restamos de la media el valor de la desviación típica
encontramos un intervalo dentro del cuál está aproximadamente el 68” de los
datos; esta es una ley de las distribuciones normales. Comprobémoslo con
la primera distribución. La media, < x1 > , es 9.21, y la desviación típica,
σ1 = 1.81. El intervalo del que estamos hablando es:
[9.21 − 1.81, 9.21 + 1.81] = [7.40, 11.02]
es decir, puesto que nos han asegurado que la distribución es normal,
aproximadamente el 68% de los 14 datos deben entar comprendidos entre 7.40
y 11.02 El 68% de 14 es 9.52, que redondearemos a 10; efectivamente,
cuéntense y se verá como 10 de los 14 datos tienen valores comprendidos
entre 7.40 y 11.02.
zi = xi −<x>
σ
Por ejemplo, el dato 9 de la primera distribución (media = 9.21; σ = 1.81)
queda, tipificado así
z = 9−9.21
1.81
= −0.12
41
Quienes trabajan en Estadística habitualmente lo hacen con datos tipifi-
cados.
5.0.10
5.0.11 Matrices y determinantes
• Una matriz es una ordenación de números (que a veces vienen repre-
sentados por letras) en filas y columnas. Por ejemplo, son matrices:
π
√ 3
3 0 0
5 2
4 −1 0 1 1
IEjemplo 1:
−π 4
3 3 1 a 2 −1
1 1
1 9 0
0 1
la primera de ellas es una matriz cuadrada 3 × 3 (3 filas por 3 colum-
nas), que se suele llamar ”matriz cuadrada de orden 3” o, más simplemente,
”matriz de orden 3”); la segunda es una matriz cuadrada 2 × 2 (o de orden
2); la tercera es una matriz 4 × 2; la cuarta es una matriz 1 × 5 ( y las de
ese tipo se llaman matrices-fila, como también hay matrices-columna), y la
quinta es una matriz 1 × 1, que es el tipo más simple de matriz que existe.
En general, cada elemento de una matriz se suele identificar mediante
la notación aij , donde i es el número
√ de fila que ocupa y j el número
de columna. Por ejemplo, el valor 5 de la tercera matriz del Ejemplo
1 corresponde al elemento a21 , porque está en la segunda fila y primera
columna.
42
4 −1 0
(submatriz 2 × 3 de la primera matriz del Ejemplo
1 9 0
1)
y si eliminamos la segunda fila y la segunda columna nos queda la sub-
matriz
de orden
2:
3 0
1 0
Otras
submatrices
de la primera del Ejemplo 1 son:
3 0 0
4 −1 0
0
3 0 0 (0)
−1
1 9 0
nótese que consideramos a una matriz como una submatriz de sí misma
(eliminando 0 filas y 0 columnas) Las submatrices, como matrices que
son, pueden ser cuadradas (mismo número de filas y columnas) o no. Las
cuadradas son las que más nos van a interesar aquí. Obsérvese que la primera
matriz del Ejemplo 1 puede tener submatrices cuadradas de orden 3 (es decir,
3×3), de orden 2 (o sea, 2×2) y de orden 1 (1×1). Por su lado, la segunda y
tercera matrices del Ejemplo 1 pueden tener submatrices cuadradas de orden
2 y de orden 1, y la cuarta y la quinta, sólo submatrices cuadradas de orden
1.
(Obsérvese que el concepto de orden está siempre asociado al de matrices
cuadradas; no se habla de orden si la matriz no es cuadrada: orden es el
número de filas (o de columnas, que es lo mismo) de una matriz cuadrada.
En adelante debe tenerse esto en cuenta).
• Al igual que sobre los números reales, sobre las matrices pueden re-
alizarse ciertas operaciones (multiplicarlas por un número, sumar dos
matrices, etc.). Una de las operaciones es calcular el determinante
de una matriz cuadrada (no está definida la operación determinante
para una matriz no cuadrada). Para indicar que vamos a efectuar la
operación determinante sustituiremos los paréntesis redondos de la ma-
triz: () por paréntesis cuadrados: [] .
43
BEl determinante
de una matriz cuadrada de orden 3 :
a11 a12 a13
a21 a22 a23 , se calcula mediante la siguiente fórmula:
a31 a32 a33
(a11 a22 a33 + a21 a32 a13 + a31 a23 a31 ) − (a13 a223 a31 + a23 a32 a11 + a33 a12 a21 )
Para evitar memorizar esa fórmula usaremos una regla mnemotécnica.
Para ilustrarla, vamos a calcular el determinante de la primera matriz del
Ejemplo 1. Se escribirán las tres primeras filas igual que están, y debajo se
repetirán la primera y la segunda, de la siguiente manera:
3 0 0
4 −1 0
1 9 0
3 0 0
4 −1 0
luego se multiplican entre sí los números de la diagonal del 3 (señalados
en negrita), los de la diagonal paralela inferior (la que empieza en 4) y a los
de la inferior a ésta última (la del 1), sumándose al final los tres productos
obtenidos. Se hace lo mismo con las tres diagonales secundarias (la que
empieza por el 0 que está en el vértice superior derecho y las dos paralelas
por debajo), y el resultado se resta del obtenido anteriormente. Es decir:
[3 · (−1) · 0 + 4 · 9 · 0 + 1 · 0 · 0] − [0 · (−1) · 1 + 0 · 9 · 3 + 0 · 0 · 4] = 0
El resultado de ese determinante es, pues, 0.
El
resultado del que se plantea a continuación es −16. (comprobarlo):
3 −1 5
2 −3 2 = −16
−1 1 1
BPara resolver determinantes de orden 4 o superior hay que entender
primero el concepto de menor complementario. Seguimos con la matriz
primera del Ejemplo 1. El menor complementario del elemento 3 es el
determinante de la matriz que se obtiene al suprimir la fila y la columna
donde
está el3, es decir:
−1 0
=0 .
9 0
Otro ejemplo: el menor complementario del 0 superior derecho es
4 −1
= 37
1 9
Otro concepto indispensable es el del signo por su posición de cada ele-
mento de un determinante. Independientemente de su signo propio, se con-
44
sidera que cada elemento tiene un signo por su posición según las siguientes
reglas: 1) en un determinante cualquiera, el elemento que está en el vértice
superior izquierdo tiene el signo por su posición +; 2) los elementos ady-
acentes en vertical o en horizontal a uno dado tienen el signo por su posición
contrario. Con estas dos reglas es fácil ver que en la práctica para saber el
signo por su posición de un elemento dado se empieza por el elemento su-
perior izquierdo del determinante, a11 , al que se le asigna el +, y se trata
de llegar al elemento dado yendo casilla por casilla en horizontal o vertical,
nunca en diagonal, por el camino que se quiera, cambiando de signo al saltar
de casilla.
Por ejemplo,sea el siguiente determinante de orden 4;
7 −1 0 1
2
6 −1 3
−1 1 0 4
3 3 5 1
para saber el signo por su posición del elemento 5 vamos hacia él desde
el 7 en horizontal o vertical, casilla por casilla (por cualquier camino), cam-
biando
de signo alsaltar de casilla:
+
− +
y, como vemos, concluimos que el signo por su posición
−
+ −
del 5 es −.
Sabido esto, un determinante de orden mayor que 3 se resuelve así:
se escoge cualquier fila (o cualquier columna) y se va multiplicando cada
elemento de esa fila por su menor complementario. Al final se suman o
restan todos los productos obtenidos, dependiendo que se sumen o se resten
del signo por su posición de cada elemento de fila (o columna) tomado. Se
comprenderá que conviene tomar aquella fila (o columna) con números más
sencillos, y preferentemente con el máximo número de ceros. Ilustramos esto
con un ejemplo: resolveremos el determinante de orden 4 escrito más arriba.
Elegiremos
la columna tercera (que tiene dos ceros); el método es así:
7 −1 0 1
2 6 3 7 −1 1 7 −1 1
2 6 −1 3
−1 1 = +0 −1 1 4 −(−1) −1 1 4 +0 2 6 3 −
0 4
3 3 1 3 3 1 3 3 1
3 3 5
1
7 −1 1
5 2 6 3 =
−1 1 4
45
= 0 + 1 · (−96) + 0 − 5 · 166 = −926
Si el determinante hubiera sido de orden 5 se sigue el mismo método,
pero hubieramos obtenido cinco determinantes de orden 4 cada uno de los
cuales habríamos tenido que resolver aparte, reduciéndolos a determinantes
de orden 3.
46
2 1 1
0 −1 4 1 = 0
6 3 1
También podía haberse resuelto el determinante del Ejemplo 2 observando
la relación entre las filas primera y tercera: tres números de la tercera son el
triplo de los de la primera en las mismas posiciones. Podríamos hacer ceros
ahí dejando intactas la primera, segunda y cuarta filas y restando a la tercera
la primera multiplicada por 3.
• Nótese que siempre hay que dejar fijas todas las filas (o columnas)
excepto una, y a esa se le debe restar otra fila (o columna) o bien una
combinación lineal de filas (o de columnas). Una combinación lineal
de filas (o de columnas) es el resultado de sumar o restar entre sí esas
filas (incluso si previamente se han multiplicado previamente algunas
o todas ellas por números).
IEjemplo
3. Resolver el siguiente determinante
5 2 1 1
7 1 2 2
9 0 1 4
−1 2 0 1
En él podemos notar que si sumamos la segunda columna con la tercera
y el doble de la cuarta obtenemos (salvo en el último número) la primera.
Entonces, reescribiremos el determinante manteniendo las columnas segunda,
tercera y cuarta y reescribiendo la primera como el resultado de restarle
la combinación lineal indicada (segunda + tercera + doble de cuarta). A
continuación aplicaremos el método de los menores complementarios (esta
vez no escribiremoslos términos que incluyan una multiplicación por 0)
0 2 1 1
0 2 1 1
1 2 2 = −(−5) 1 2 2 = 45
0 0 1 4
0 1 4
−5 2 0 1
La operación de hacer ceros se puede repetir varias veces, tanto en filas
como en columnas, hasta que se considere necesario. Desde luego, no es im-
prescindible hacer ceros para resolver un determinante. Simplemente facilita
los cálculos.
De esta propiedad es fácil deducir otras:
47
BUn determinante con dos filas (o columnas) exactamente iguales o pro-
porcionales (es decir, una de ellas es la otra multiplicada por un número) es
igual a 0.
BUn determinante en el que una fila (columna) es combinación lineal de
dos o más filas (dos o más columnas) es igual a 0. Por ejemplo, el sigu-
iente determinante, en el que la cuarta fila es combinación lneal de las tres
primeras, es 0:
−2 1 12
0
−1 1
2 12 =0
1 2 3 1
0 1 6 2
(en este caso, la cuarta fila es la suma primera + segunda + tercera; se
dice entonces que la cuarta fila es una combinación lineal de las tres primeras.
Otras combinaciones lineales, a título de ejemplo, podrían ser: la primera
multiplicada previamente por 3 menos la segunda menos la tercera; la se-
gunda menos la cuarta por 5, la primera más la cuarta, etc...).
2x + y − z = 4
x+y+z = 3
3x − y − z = 1
48
2 1 4
1 1 3
3 −1 1
= 0
2 1 −1
1 1 1
3 −1 −1
Repárese en cómo se han construido los tres cocientes: los denominadores
son en los tres casos los determinantes de la llamada matriz de los coefi-
cientes (matriz formada por los coeficientes de las incógnitas, ordenadas), y
los numeradores son esos mismos determinantes pero sustituyendo en ellos
la columna correspondiente a la incógnita que se esté solucionando cada vez
(la x, la y o la z) por la columna de los términos independientes del sistema
de ecuaciones (en este caso, 4, 3, 1). Este es el método de Cramer. Para
evitar errores, el sistema de ecuaciones hay que escribirlo de modo que las
incógnitas estén bien alineadas en columnas, y los términos independientes
en el segundo miembro. Se aplica del mismo modo a sistemas más com-
plejos (cuatro ecuaciones con cuatro incógnitas, etc...) y más simples (dos
ecuaciones con dos incógnitas)
A veces un sistema de ecuaciones no tienen solución. Efectivamente, si
el determinante de la matriz de los coeficientes (el del denominador de las
expresiones de Cramer) es 0, el sistema no se puede resolver. Y si, siendo
0 el determinante del denominador, lo es también el del numerador para
al menos una de las incógnitas, el sistema puede no tener solución o tener
infinitas soluciones.
Recapitulando: los sistemas de ecuaciones pueden tener
⊗ ninguna solución, y se llaman entonces incompatibles;
⊗ una y sólo una, y se llaman entonces compatibles determinados;
⊗ infinitas soluciones, y se llaman entonces compatibles indeterminados.
49
Calcularemos ahora los rangos de ambas matrices. Rango de una matriz
es el orden de la mayor submatriz cuadrada con determinante distinto
de cero que podamos encontrar dentro de la matriz en cuestión.
Dentro de la matriz C podemos encontrar submatrices cuadradas de
orden 1, 2 y 3, y lo mismo, en este caso, dentro de la matriz A. La
única submatriz cuadrada de orden 3 que contiene la matriz C es
ella misma. Calculamos su determinante, que da un valor distinto de 0
(concretamente da 8). Como hemos encontrado que una submatriz de
C de orden 3 tiene determinante distinto de 0, el rango de C es 3.
A tendrá el mismo rango, puesto que no podemos encontrar dentro de
ella submatrices cuadradas de mayor orden y sí una de orden 3 igual
a la anterior, para la que ya hemos demostrado que tiene determinante
distinto de 0.
Si llamamos rC al rango de la matriz de los coeficientes, rA al
rango de la matriz ampliada y n al número de incógnitas, deberemos
tener en cuenta las siguientes relaciones para saber si un sistema tiene
o no solución:
rC = rA = n sistema compatible determinado
rC = rA 6= n sistema compatible determinado
rC 6= rA sistema incompatible
En nuestro ejemplo anterior, el sistema es compatible determinado, y la
solución única puede determinarse por el método de Cramer como ha quedado
visto. Veremos ahora otros ejemplos.
IEjemplo 5. Averiguar si el siguiente sistema tiene o no solución y, en
su caso, darla:
x+y−z = 3
y+z = 5
2x + 2y − 2z = 5
1 1 −1 1 1 −1 3
C= 0 1 1 A= 0 1 1 5
2 2 −2 2 2 −2 5
• El rango de C es 2, puesto que 2 es el orden de la mayor submatriz
cuadrada con determinante distinto de 0 que somos capaces de encon-
trar dentro de C (comprobarlo); y el rango de A es 3, puesto que se
50
puede encontrar una submatriz cuadrada de orden 3 dentro de A.(por
ejemplo, la formada con las columnas segunda, tercera y cuarta) El
sistema es, pues, incompatible.
x+y−z = 3
y+z = 5
2x + 2y − 2z = 6
1 1 −1 1 1 −1 3
C= 0 1 1 A= 0 1 1 5
2 2 −2 2 2 −2 6
51
x+y = 3+λ
y = 5−λ
Ahora:
1 1 1 1 3+λ
C= A= (nótese que A
0 1 0 1 5−λ
tiene 3 columnas, no 4)
Ese sistema es ahora compatible y determinado (compruébese que ambos
rangos son 2, y téngase en cuenta que ahora 2 es el número de incógnitas,
pues z ha dejado de ser incógnita).
Lo solucionaremos por Cramer:
3 + λ 1
5−λ 1
x = = −2 + 2λ y =
1 1
0 1
1 3+λ
0 5−λ
=5−λ
1 1
0 1
La solución del sistema es: x = −2+2λ y = 5−λ z=λ
Ahora bien, si hubiéramos tomado como referencia otra submatriz para
demostrar que el rango de C es 2 habríamos obtenido otro resultado, pero en
realidad es el mismo, lo que vamos a demostrar. Por ejemplo, si hubiéramos
tomado como submatriz la señalada con números en negrita para demostrar
que el rango de Ces 2:
1 1 −1
0 1 1
2 2 −2
entonces deberíamos haber eliminado la primera ecuación del sistema y
parametrizar la incógnita no usada, haciéndola igual a t (para distinguir de
la λ usada entes; es decir, x = t). El sistema quedaría ahora:
y+z = 5
2y − 2z = 6 − 2t
y si lo resolvemos por el método de Cramer obtendríamos: x = t y =
1 1
4 − 2t z = 1 + 2 t , solución que parece distinta a la anterior. Pero es
52
la misma. Esto podemos entenderlo si comprendemos primero qué significa
expresar la solución de una ecuación de esa forma, es decir, parametrizada.
Significa que en realidad son infinitas las soluciones, y cada una de ellas se
obtiene dando un valor arbitrario a λ (o a t); por ejemplo, para λ = 0
las soluciones para la ecuación son: x = −2 y = 5 z = 0; para
λ = 1 : x = 0 y = 4 z = 1, etc. A esas mismas soluciones
siempre se puede llegar dando los adecuados valores a t; así, para t = −2
obtenemos de nuevo x = −2 y=5 z = 0, y para t = 0 llegamos a
x=0 y=4 z = 1.
(En la práctica, para saber cómo se corresponden λ y t basta igualar,
en cualquiera de las incógnitas, sus expresiones correspondientes en función
de λ y de t; por ejemplo, como x = t y x = −2 + 2λ, de ahí se
deduce que −2 + 2λ = t, lo que nos permite conocer la relación entre λ y
t; según esa relación, para λ = 0, t = −2, es decir, se obtiene la misma
solución para x, y, z usando λ = 0 en la primera forma de solucionar el
sistema que hemos abordado que empleando t = −2 en la segunda.)
ax − y − 2z = 1
x+y = 3
y+z = 2
53
Cada caso concreto de este tipo de problemas es diferente, pero la forma
de resolverlo es básicamente la indicada.
B Hay sistemas en que los términos independientes valen todos 0; se
llaman homogéneos y siempre son compatibles, puesto que al menos admiten
una solución: x = 0, y = 0, z = 0. Lo que hay que determinar en ellos es si
sólo tienen esa solución (compatibles determinados) o infinitas (compatibles
indeterminados). Por ejemplo:
x+y+z = 0
2x − z = 0
3x + y = 0
54