Medidas Cautelares Panama

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CONTENIDO

INTRODUCIÓN................................................................................................................................. 2
MEDIDAS CAUTELARES .......................................................................................................... 3
CARACTERISTICAS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES ................................................... 3
PRESUPUESTOS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES ........................................................ 4
CLASIFICACION DE MEDIDAS CAUTELARES ................................................................... 4
MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES EN EL CODIGO PROCESAL PENAL
PANAMEÑO ................................................................................................................................. 5
a. MARCO LEGAL Y COMPETENCIA ............................................................................. 5
b. REQUISITOS LEGALES ................................................................................................ 5
c. CATALOGO DE MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES ................................... 6
d. EXIGENCIAS CAUTELARES ........................................................................................ 7
e. PROCEDIMIENTO ........................................................................................................... 7
MEDIDAS CAUTELARES REALES EN CODIGO PROCESO PENAL PANAMEÑO ..... 9
a. EL SECUESTRO PENAL ............................................................................................... 9
i. CONCEPTO – OBJETO Y NATURALEZA JURIDICA ........................................... 9
ii. COMPETENCIA Y LEGITIMACION ........................................................................ 10
iii. ASPECTOS PROCESALES ................................................................................... 11
b. LA APREHENSION PROVISIONAL DE BIENES .................................................... 11
c. MEDIDAS CONSERVATORIAS .................................................................................. 13
d. SECUESTRO DE NATURALEZA CIVIL EN OCASIÓN DE LOS DERECHOS DE
LAS VICTIMAS DEL DELITO. ............................................................................................. 13
MEDIDAS CAUTELARES EN EL CODIGO PROCESAL PENAL PANAMEÑO ............ 14
CONCLUSIÓN ................................................................................................................................ 27
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ...............................................Error! Bookmark not defined.
INTRODUCIÓN

Las medidas cautelares, al igual que todo mandato legal dentro de la República de
Panamá, se fundamentan en principios consagrados tanto en la Constitución
Política de la República de Panamá, como en los convenios internacionales y la ley.
Se entiende por estas, las actuaciones o decisiones de un juez, órgano de la
administración pública o magistrado del poder judicial; que se toman antes del
resultado final y para llevarse a cabo, es necesario que se cumplan dos aspectos,
que son: apariencia de buen derecho y el peligro o riesgo con el paso del tiempo;
esto quiere decir que la medida cautelar debe aparentar ser en favor de la protección
de una víctima y de acuerdo a la justicia, y para aplicar medidas cautelares, debe
existir el peligro o riesgo de ocurrir algún hecho que se pueda evitar con las medidas
cautelares.
En Panamá, es de vital importancia para los profesionales del derecho y
administradores de justicia, conocer acerca de estas, como se aplican y por quién
o en qué momento son aplicadas; por esta razón, en este documento se desarrolla
dicho tema con el objetivo de ampliar la información ya conocida y documentar las
medidas cautelares desde el punto de vista legal.
MEDIDAS CAUTELARES

Medidas cautelares son las dictadas mediante providencias judiciales, con el fin de
asegurar que cierto derecho podrá ser hecho efectivo en el caso de un litigio en el
que se reconozca la existencia y legitimidad de tal derecho. Las medidas cautelares
no implican una respecto de la existencia de un derecho del proceso, pero sí la
adopción de medidas judiciales tendentes a hacer efectivo el derecho que
eventualmente sea reconocido.
Por tanto son todas aquellas actuaciones o decisiones, que sin prejuzgar el
resultado final, de contenido positivo o negativo, que un órgano de la Administración
Pública o un juez o magistrado del poder judicial, puede adoptar para que las
resultas de la resolución administrativa o judicial surtan plenos efectos para los
interesados o parte procesal.
A nivel conceptual destacamos el concepto vertido por CAFERATA NORES, citado
por ARMANDO FUENTES cuando nos dice que son “…aquellos mecanismos o
instrumentos de los que se vale el estado para lograr el descubrimiento de la verdad
material y la aplicación de la ley sustantiva en la dilucidación de los distintos
conflictos sociales que se presentan ante los tribunales de justicia."
Doctrinalmente se reconocen dos presupuestos esenciales y previos a la aplicación
de las medidas cautelares en general:
a) FUMUS BONIS IURE. Entendida generalmente como la apariencia de buen
derecho que debe revestir la pretensión cautelar. Aplicada al proceso penal, debe
entenderse que las motivaciones o fundamentos de la misma, justifican la aplicación
legal de medidas precautorias.
b) PERICULUM IN MORA. La posibilidad de que la no aplicación de la medida
cautelar, de lugar a que al final del proceso el mismo resulte ilusorio o infructuoso a
los intereses del beneficiado con una sentencia favorable

CARACTERISTICAS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES


a) Instrumentalidad, pues no tienen "per sé" sustantividad propia y se justifican en
razón de la existencia de un proceso.
b) Provisionalidad: sólo se mantendrán mientras cumplan con su función de
aseguramiento.
c) Temporalidad: tienen una duración limitada a la pendencia del proceso principal.
d) Variabilidad: Pueden ser modificadas, sustituidas, alzadas..., si cambian los
presupuestos que justificaron su adopción.
PRESUPUESTOS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES

1) Que exista una situación tutelable, en función de la pretensión que se está


ejercitando en el proceso.
2) Que exista apariencia de buen derecho (fumus boni iuris),esto es, probabilidad
de que el resultado del proceso sea favorable al actor.
3) Principio de prueba, constituida por cualquier elemento que aunque no
constituyendo prueba plena, lleve a una creencia racional de la certeza de lo que se
alega.
4) Peligro en la demora (periculum in mora) o existencia de un riesgo que amenace
la efectividad del proceso y de la sentencia.
5) Prestación de fianza por el solicitante, para garantizar los perjuicios que pudiera
ocasionar la medida a adoptar.
Las medidas cautelares pueden solicitarse:
• Antes de la presentación de la demanda (cuando el proceso todavía no existe),
con la demanda o en fase de recursos.

CLASIFICACION DE MEDIDAS CAUTELARES

Atendiendo a el objeto de la medida cautelar en el proceso penal, distinguimos


medidas cautelares personales y medidas cautelares reales, enfocándose las
primeras en la limitación de la libertad ambulatoria de la persona y en las segundas,
asegurar ciertos objetos dentro del proceso penal a fin de que se evite su traspaso
a cualquier título que haga imposible su posterior recuperación, siendo de
importancia para los fines del proceso penal propiamente tal o de los derechos
resarcitorios de la víctima.
PERSONALES
Sobre este particular, BORIS BARRIOS nos dice que “las medidas cautelares son
restricciones a la libertad física o ambulatoria, de carácter personal que se aplican
a la persona del imputado, entendidas con la finalidad de asegurar la comparecencia
del sujeto durante el proceso, a la vez que se pueden concebir en el propósito de
garantizar la eventual ejecución de la sanción penal e impedir que el sujeto pueda
obstaculizar la investigación.”
REALES
Las medidas cautelares reales en el proceso penal, son las que tiene como finalidad
garantizar que bienes u objetos relacionados con el delito, no sean traspuestos,
enajenados, ocultados y evitar con ello la extensión de los efectos del delito.
También pueden tener como objeto garantizar el efectivo resarcimiento de los daños
y perjuicios sufridos por la víctima en virtud del hecho punible.

MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES EN EL CODIGO PROCESAL PENAL


PANAMEÑO

a. MARCO LEGAL Y COMPETENCIA

La regulación de esta materia descansa en la Ley 63 de 2008, que aprueba el


Código Procesal Penal Panameño, específicamente en el Título V del Libro II, en su
primer Capítulo.
Destacamos como inicia este capítulo, que en su primer artículo (221 C.P.P.)
establece que la libertad personal del imputado sólo puede ser restringida de
acuerdo a lo regulado en dicho cuerpo normativo, y lo destacamos porque coloca
como premisa esencial al examen de la aplicación de medidas cautelares
personales el cumplimiento del debido proceso y con ello de una estricta legalidad,
dada la importancia del derecho fundamental que se afecta con la aplicación de este
tipo de medidas.
A final de cuentas lo que se quiere es que la aplicación de medidas cautelares sea
un tema que no se tome a la liguera y que se realicen verdaderos exámenes de las
solicitudes que presente el Ministerio Público para la aplicación de este tipo de
medidas y que no sean un mero formalismo, de manera que el contenido garantista
del nuevo sistema sea eficaz en casos concretos.

b. REQUISITOS LEGALES

El Código Procesal Penal Panameño contempla cuatro requisitos que deben de


examinarse al momento de determinar su es viable o no la aplicación de medidas
cautelares personales a saber:
“1. Si existen medios probatorios demostrativos del hecho punible y la vinculación
del imputado con el hecho.
2. Si la medida es necesaria, en cuanto a la naturaleza y el grado de las exigencias
cautelares requeridas en el caso concreto.
3. Si es proporcional a la naturaleza del hecho y a la sanción que se estime podría
ser impuesta al imputado.
4. Si la afectación de los derechos del acusado es justificada por la naturaleza del
caso.
El Juez deberá aplicar la detención preventiva como medida excepcional.” (artículo
222 C.P.P.)
Véase que se parte de un examen de lo más básico, elementos de prueba que den
cuenta de la perpetración del delito y de la vinculación de la persona contra la cual
se solicita la medida, luego se verifica la necesidad o no de adoptar una medida
dentro de lo cual se examina si existen o no exigencias cautelares que la sustente
y justifiquen haciéndola necesaria. Igualmente se debe tomar el cuenta dentro del
catalogo de medidas posibles, cual resulta proporcional al delito y la pena que
podría serle impuesta al imputado, para ver si se justifica o no medida.
Por otro lado tenemos que de existir en el proceso causas de justificación,
excluyentes de culpabilidad, eximentes de punibilidad o causas de extinción de la
acción o de la pena, no es procedente la aplicación de medidas cautelares.(Artículo
223 C.P.P.)

c. CATALOGO DE MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES

Las medidas cautelares que contempla nuestro Código Procesal Penal son las
siguientes:
“1. La obligación de presentarse periódicamente ante la autoridad u oficina
designada por el Juez.
2. La prohibición de salir del ámbito territorial que se determine.
3. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o visitar ciertos lugares o
comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afecte el derecho a la
defensa.
4. El abandono inmediato del domicilio, cuando se trate de agresiones y la víctima
conviva con el imputado.
5. La prestación de una caución económica adecuada.
6. La suspensión del ejercicio del cargo público o privado, cuando se le atribuya un
delito cometido en su ejercicio.
7. La obligación de no realizar alguna actividad, si pudiera corresponder la pena de
inhabilitación, reteniendo en su caso la licencia o documento que acredite la
habilitación correspondiente.
8. La obligación de mantenerse en su propio domicilio o en el de otra persona.
9. La colocación de localizadores electrónicos.
10. La detención provisional.” (artículo 224 C.P.P.)

d. EXIGENCIAS CAUTELARES

Este tema es sumamente importante, pues como observamos ut supra es uno de


los requisitos que deben observarse al momento de decidir si es viable o no la
aplicación de una medida cautelar personal. Básicamente las exigencias cautelares
constituyen las razones o motivaciones que justifican en el caso concreto su
aplicación, de ello se deduce que si en un caso en particular no se encuentran
presentes algunas de las exigencias cautelares contempladas en la norma, no se
cumplen a cabalidad con los presupuestos procesales que preceden su aplicación.
De esta manera, constituye parte del examen que determina la legalidad o no de la
medida, dado el derecho fundamental que se afectado con las mismas.
El Código Procesal Penal contempla en el artículo 227, las siguientes exigencias
cautelares:
“1. Cuando el imputado se dé a la fuga o exista peligro evidente de que intenta
hacerlo.
2. Cuando existan motivos graves y fundados para inferir que el imputado puede
destruir o afectar medios de prueba.
3. Cuando, por circunstancias especiales, se determine que su libertad puede ser
de peligro para la comunidad por pertenecer a organizaciones criminales, por la
naturaleza y número de delitos imputados o por contar con sentencias
condenatorias vigentes.
4. Cuando existan razones fundadas para inferir peligro de atentar contra la víctima
o sus familiares.” (Artículo 227 C.P.P.)

e. PROCEDIMIENTO

La novedad respecto del procedimiento en la aplicación, revisión, modificación o


revocación de las medidas cautelares personales estriba en que dada la separación
de funciones que rige el sistema acusatorio y siendo que las mismas afectan el
derecho fundamental consistente en la libertad ambulatoria, la competencia para
ello es exclusiva de los entes jurisdiccionales, Juez de Garantías o Tribunal de Juicio
según sea el caso, pues son procedentes en cualquier etapa del proceso sujeto a
los requisitos legales ya vistos.
En el caso que se trate de medidas cautelares que conlleven privación de libertad
en las dos primeras etapas del proceso penal, debe ser solicitada por el Ministerio
Público y decidida en audiencia ante el Juez de Garantías o Tribunal de Juicio,
respectivamente, únicos competente para decretar la misma. El examen que se
haga sobre la procedencia o no de la medida solicitada debe contemplar una
revisión de los requisitos legales antes descritos y sobre todo la existencia o no de
las exigencias cautelares en el caso concreto.
Puede darse el caso de que el imputado se halle privado de su libertad, es decir
aprehendido, caso en el cual se debe fijar fecha de audiencia dentro de las 48 horas
siguientes a la misma para que el Ministerio Público solicite la medida de
considerarlo pertinente, en todo caso el Juez resolverá en el acto sobre este
particular, tomando en cuenta si hubo o no violación de derechos fundamentales,
pues en el último caso, acarrea la liberación del imputado.

En el caso de aplicación de la medida de impedimento de salida del país, el tribunal


que decreta la medida debe tomar medidas precautorias que garanticen su
efectividad, para lo cual debe hacer las comunicaciones pertinentes al Servicio
Nacional de Migración, así como a la Dirección de Pasaportes, así como a cualquier
otra oficina que expida algún documento necesario para viajar. (Artículo 229 C.P.P.)
Así mismo cuando se trate de medidas cautelares que afecten el domicilio del
imputado, la autoridad competente puede fijar el domicilio del mismo en un lugar
distinto a donde ocurrió el hecho punible o del lugar de trabajo o domicilio de la
víctima, como una manera de proteger durante el curso del proceso los derechos
de la víctima indistintamente de la aplicación de una medida cautelar distinta a la
detención provisional. (Artículo 230 C.P.P.)
Por otro lado si de lo que se trata es de la retención en un lugar determinado, sea,
la propia casa, habitación o establecimiento de salud, se pueden ordenar
colateralmente limitaciones o prohibiciones respecto a la comunicación del
imputado con personas ajenas a las que conviven con él, toda vez que para todos
los efectos legales se entiende que está bajo las mimas reglas que si estuviera
detenido en un centro penitenciario.
Previo cumplimiento de ciertos presupuestos procesales, como lo son que el
imputado no pudiere proveerse de sus necesidades o de su familia, si estuviese en
situación de absoluta indigencia u otra circunstancia especial, la autoridad
competente puede autorizar permisos laborales o escolares. (Artículo 231 C.P.P.)
Finalmente el aspecto más novedoso relativo al tema de las medidas cautelares, lo
constituyen las reglas de reconocimiento de tiempo a aquel imputado sometido a
medidas cautelares personales, pues ya no solo se aplica a quien estuviese
sometido a detención preventiva como ocurre en la actualidad, sino que también se
aplica otras medida cautelares, cuando la pena impuesta sea una pena de prisión.
Así tenemos que el Código de Procedimiento Penal en su artículo 232 contempla
que:
a) Cuando se trate de la obligación de presentarse periódicamente ante una
autoridad, se deducirá un día de prisión por cada cinco veces que el imputado se
presentase ante la autoridad designada por el tribunal.
b) En el caso de la prohibición de salir de un territorio determinado, se deducirá
un día de prisión por cada cinco días que dure tal prohibición.
c) Para el evento de la obligación de mantenerse en su domicilio o de otra persona,
se deducirá un día de prisión por cada dos días de vigencia de dicha medida.
d) Y cuando se trate de detención provisional en centros penitenciarios o domicilio,
habitación o establecimiento de salud, se aplicaran las reglas contenidas en el
Código Penal artículo 53, es decir, aquí se deduce día por día.
Cuando el imputado incumple la medida cautelar impuesta, el tribunal competente
puede ordenar la aplicación de otras medidas cautelares a la ya existente o
sustitución por una más grave, atendiendo los motivos y circunstancias de la
infracción. (Artículo 228 C.C.P.)

MEDIDAS CAUTELARES REALES EN CODIGO PROCESO PENAL


PANAMEÑO

El otro grupo de medidas cautelares que contempla nuestro Código Procesal Penal,
es el relativo a las medidas cautelares reales, haciendo referencia al secuestro
esencialmente penal y al secuestro esencialmente civil, con fines indemnizatorios a
las víctimas del delito, asimismo lo relativo a la aprehensión provisional en delitos
relacionados con drogas y blanqueo de capitales.
a. EL SECUESTRO PENAL
i. CONCEPTO – OBJETO Y NATURALEZA JURIDICA

El secuestro penal es una medida cautelar real que tiene como propósito de evitar
la eventual disposición, desaparición o destrucción de los bienes relacionados con
el delito y por tanto sujetos a comiso.
Siendo que se trata de bienes relacionados al delito, puede recaer sobre todo tipo
de bienes u objetos, de cualquier naturaleza, existiendo respecto de algunos bienes
regulaciones especiales a saber:
a) Dinero, títulos y valores, los cuales se mantendrán depositados en el banco o
entidad financiera, de valores o fiduciaria donde se encuentren, de no encontrarse
en alguna de estas, se depositarán en el Banco Nacional que expedirá el certificado
de depósito correspondiente. (Artículo 261 C.P.P.)
b) Correspondencia, lo que incluye cartas, pliegos, valores, telegramas y cualquier
otro objeto de correspondencia cuando existan fundadas razones de estar dirigidas
al imputado y relacionadas con el delito, caso en el cual debe estar presente el
interesado o una persona de su familia o dos testigos. (Artículo 264 C.P.P.)
c) Levantamiento del Secreto Bancario, que en el caso in examine opera con el
objeto de inmovilizar o embargar cuentas o interceptar o aprehender documentos
con información útil, cuando existan fundadas razones que lo relacionen al delito
aun cuando no pertenezcan o estén a nombre del imputado.

ii. COMPETENCIA Y LEGITIMACION

La competencia para conocer de la solicitud de Secuestro Penal es del Juez de


Garantías o del Tribunal de Juicio según la fase procesal en la que se encuentre el
proceso, así como para conocer de todo asunto relativo a su levantamiento, o
administración, disposición o venta de los bienes objeto de secuestro. Por tanto el
agente de instrucción no puede por mutuo propio ordenar el Secuestro Penal
durante la etapa sumarial, es una decisión que únicamente puede ser dictada por
el Juez, independientemente que la ejecución del mismo lo haga el Ministerio
Público.
Respecto de la legitimación para solicitarlo, al igual que en el sistema actual, la
misma es del Ministerio Público. El hecho de que la legitimación se otorgue al
agente de instrucción obedece a la naturaleza jurídica de esta medida cautelar que
es dirigida al aseguramiento de la efectividad de la pretensión punitiva de la cual es
titular el Estado a través del Ministerio Público.
Nótese que no es posible que ni siquiera el querellante legalmente constituido
dentro del proceso puede solicitar al juez competente el secuestro penal, lo más
que puede hacer es instar al agente de instrucción para que valore si hace o no la
solicitud correspondiente.
Muy personalmente criticamos esta limitación pues debe permitirse al querellante
coadyuvante o necesario, que pueda solicitar al tribunal de la causa la autorización
para que se proceda a un Secuestro Penal, pues tanto en la legislación anterior
como el Código Procesal Penal, el querellante está a merced del criterio jurídico del
agente de instrucción que no siempre es el mejor, dando oportunidad a que se
agraven, extiendan o se cometan otros delitos.
iii. ASPECTOS PROCESALES

Ya vimos lo referente al objeto, competencia y legitimación de la medida de


secuestro, ahora bien en el Código Procesal Penal se contemplan algunos aspectos
importantes de naturaleza procesal sobre situaciones específicas que tenemos que
tocar.
Pueden presentarse situaciones donde sobre los objetos secuestrados pesan
gravámenes, reconociéndose el derecho de los acreedores titulares del gravamen
para declarar la deuda de plazo vencido y solicitar el remate de estos bienes, caso
en el cual de existir algún remanente se mantendrá a órdenes del agente de
instrucción.
Por otro lado, toda acción de reclamo de dominio o de levantamiento de la medida
cuando se trate de bienes de terceros no relacionados con el delito será de
conocimiento del tribunal competente, quien decidirá en vista oral lo que
corresponda previo concepto de las partes. (Artículo 262 C.P.P.)
Asimismo se contempla que tratándose del secuestro de bienes o semovientes que
puedan sufrir menoscabo en su valor comercial, se podrá proceder a su venta en
subasta pública previa autorización del tribunal, de manera que el producto de la
venta se mantenga secuestrado, para lo cual será depositado en el Banco Nacional.
(Artículo 263 C.P.P.)
Cuando por hechos sobrevinientes las condiciones que fundamentaron la medida
de secuestro desaparezcan, esta medida podrá ser revocada a solicitud del Fiscal
o de la parte interesada.
Finalmente si el proceso ha finalizado y la cosa objeto de la medida no ha sido
reclamada y tengan valor económico pasaron al Tesoro Nacional, de no tener valor,
serán destruidas dejando constancia de ello y si fueran armas de fuego se
procederá según lo establezca la ley especial.

b. LA APREHENSION PROVISIONAL DE BIENES

Serán aprehendidos provisionalmente por el agente instructor los instrumentos, los


bienes, los valores y los productos derivados o relacionados con la comisión
de delitos contra la Administración Pública, de blanqueo de capitales,
financieros, contra la propiedad intelectual, de terrorismo, de narcotráfico y
delitos conexos y quedarán a órdenes de este, hasta tanto la causa sea decidida
por el Tribunal competente. Cuando resulte pertinente la orden de aprehensión
provisional será inscrita en el Registro Público o municipio, según proceda.
Los dineros, títulos y valores, mientras dure la aprehensión provisional, se
mantendrán depositados en el banco o la entidad financiera, de valores o fiduciaria
donde se hallen, y continuarán devengando los intereses pactados.
De no estar depositados en ningún banco o entidad financiera, de valores o
fiduciaria, por disposición del Juez, serán depositados en la cuenta de Fondo de
Custodia de la Procuraduría General de la Nación en el Banco Nacional de Panamá.
Cuando la aprehensión recaiga sobre bienes perecederos que constituyan
instrumento de delito, el funcionario de instrucción podrá donarlos a instituciones
públicas, de beneficencia y a las iglesias. Cuando la aprehensión recaiga sobre
bienes que pueden dañarse o deteriorarse, el funcionario de instrucción, previo
avalúo, procederá a su venta con la mayor brevedad posible, y el dinero producto
de dicha venta será depositado en la cuenta del Fondo de Custodia de la
Procuraduría General de la Nación en el Banco Nacional de Panamá, lo que pondrá
en conocimiento del Juez de la causa.

Para el sistema procesal penal mixto que rige aún en el Primer y Tercer Circuito
Judicial de Panamá, en la Ley 23 de 1986 se contempla la facultad que tiene el
Ministerio Público de ordenar la Aprehensión Provisional de Bienes, cuando se trate
de delitos relacionados con drogas, normas que se aplican también en el caso de
delitos de Blanqueo de Capitales por disposición remisoria de la Ley 41 de 2000.
Se ha cuestionado siempre que quien ostenta la competencia para ordenar la
medida sea el agente de instrucción, pues en la práctica se dan excesos y abusos
que son difíciles de evitar y reparar completamente. Además observamos que en
el fondo no es más que un secuestro penal al que se le denomina de otro modo y
que le damos al Ministerio Público el poder para ordenarla, con lo cual no estamos
de acuerdo.
Bajo la regulación del Código Procesal Penal, tristemente no cambia mucho, lo cual
nos parece una incongruencia con los principios que rigen el sistema. Hablamos de
principios rectores como la separación de funciones y en consecuencia la
prohibición de que el Ministerio Público ejerza funciones jurisdiccionales así como
que los tribunales ejerzan funciones investigativas. Al mantener el hecho de que
sea el Ministerio Público quien ordene la medida de aprehensión, indudablemente
está ejerciendo funciones jurisdiccionales vía excepción que pueden vulnerar
derechos fundamentales como lo es el derecho a la propiedad privada.

El único cambio que busca ese equilibrio en el sistema, es que de acuerdo al


artículo 258 del Código Procesal Penal, el Fiscal debe someter a control del Juez
de Garantías toda medida cautelar que adopte, dentro de los diez días siguientes a
su ejecución cuando no exista lógicamente autorización previa del mismo.
Corresponderá entonces el Juez de Garantías corroborar la existencia de los
presupuestos de fumus bonus iuris, periculum in mora y demás requisitos legales
aplicables, para determinar la legalidad o no de la medida y romper así con la ola
de abusos de estas medidas que en muchos casos se dan sin que existan
fundamentos reales de hecho y de derecho para que sean decretadas.
Bajo el sistema acusatorio la medida es viable cuando se trate de delitos contra la
Administración Pública, de blanqueo de capitales, financieros, contra la propiedad
intelectual, de terrorismo, de narcotráfico y delitos conexos y le son aplicables las
mismas normas relativas al secuestro penal, cuando se trate de bienes perecederos
o que puedan sufrir menoscabo, igual respecto al procedimiento cuando se trate de
sumas de dineros, títulos y valores y bienes o establecimientos de oneroso
mantenimiento, permitiendo igualmente que puedan ser dados en administración.
Corresponde a los imputados por los delitos donde se ordene la medida de
aprehensión provisional, demostrar la procedencia lícita de los bienes aprehendido
para solicitar el levantamiento de la medida.

c. MEDIDAS CONSERVATORIAS

Esta figura es novedosa para nuestro sistema procesal penal, que básicamente
reproduce las medidas cautelares que existen en materia civil y las trae al proceso
penal, pues recoge lo relativo a medidas de suspensión o medidas conservatorias
generales, cuando las mismas sean necesarias para evitar que las situaciones que
facilitan la comisión del delito continúen y así prevenir los efectos del hecho
punible.(Artículo 270 C.P.P.)

d. SECUESTRO DE NATURALEZA CIVIL EN OCASIÓN DE LOS DERECHOS


DE LAS VICTIMAS DEL DELITO.

La Ley 31 de 1998, de Protección a las Víctimas del Delito en su artículo 4 contempla


que cuando se busque la indemnización de los daños y perjuicios producto del
delito, se puede hacer uso del secuestro en favor de las víctimas.
Fíjese que esta norma no hace diferencia respecto a si la medida precautoria es
utilizada dentro del un proceso penal o civil, pues se refiere a procesos donde se
reclame la responsabilidad civil derivada del delito, sin embargo, la propia norma al
establecer el objeto y propósitos de la misma, dan cuenta que se trata de una
medida cautelar esencialmente civil cuya fuente es el daño derivado de la comisión
de un delito, de ahí que la legitimación para su petición descanse en la víctima del
delito.
En la práctica hemos podido observar que a veces hay confusión entre los agentes
de instrucción y operadores de justicia sobre estas dos tipos de medidas cautelares,
el Secuestro Penal propiamente tal y el Secuestro Civil sustentado en una
pretensión indemnizatoria derivada de la condición de víctima de un delito. Esta
confusión afecta en ocasiones el curso del proceso penal pues se pierde tiempo
valioso en la aplicación de este tipo de medidas en discusiones teóricas sobre quien
está o no legitimado para solicitarlo, dependiendo del objeto del mismo y el
procedimiento que debe imprimírsele.

El Código Procesal Penal igualmente permite que el querellante solicite al Juez de


Garantías algunas de las medidas cautelares reales civiles, sobre los bienes del
imputado o tercero civilmente responsable, con el objeto de garantizar la reparación
de los daños y perjuicios derivados del hecho punible. (Artículo 268 C.P.P.)

MEDIDAS CAUTELARES EN EL CODIGO PROCESAL PENAL PANAMEÑO

CODIGO PROCESAL PENAL


LIBRO II –ACTIVIDAD PROCESAL
TITULO V – MEDIDAS CAUTELARES
Capítulo I - Medidas Cautelares Personales
Artículo 221. Restricción a la libertad personal. La libertad personal del imputado
solo podrá ser restringida de acuerdo con las previsiones de este Código.
Artículo 222. Requisitos. Podrán aplicarse las medidas cautelares personales:
1. Si existen medios probatorios demostrativos del hecho punible y la vinculación
del imputado con el hecho.
2. Si la medida es necesaria, en cuanto a la naturaleza y el grado de las exigencias
cautelares requeridas en el caso concreto.
3. Si es proporcional a la naturaleza del hecho y a la sanción que se estime podría
ser impuesta al imputado.
4. Si la afectación de los derechos del acusado es justificada por la naturaleza del
caso.
El Juez deberá aplicar la detención preventiva como medida excepcional.
Artículo 223. Improcedencia. Ante la concurrencia de causas de justificación,
excluyentes de culpabilidad, eximentes de punibilidad o causas de extinción de la
acción penal o de la pena, no procede la aplicación de medidas cautelares
personales en cualquiera fase del proceso.
Artículo 224. Medidas personales. Son medidas cautelares personales:
1. La obligación de presentarse periódicamente ante la autoridad u oficina
designada por el Juez.
2. La prohibición de salir del ámbito territorial que se determine.
3. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o visitar ciertos lugares o
comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afecte el derecho a la
defensa.
4. El abandono inmediato del domicilio, cuando se trate de agresiones y la víctima
conviva con el imputado.
5. La prestación de una caución económica adecuada.
6. La suspensión del ejercicio del cargo público o privado, cuando se le atribuya un
delito cometido en su ejercicio.
7. La obligación de no realizar alguna actividad, si pudiera corresponder la pena de
inhabilitación, reteniendo en su caso la licencia o documento que acredite la
habilitación correspondiente.
8. La obligación de mantenerse en su propio domicilio o en el de otra persona.
9. La colocación de localizadores electrónicos.
10. La detención provisional.

Artículo 225. Procedimiento. Las medidas cautelares personales que impliquen


privación de libertad serán solicitadas oralmente en audiencia y decretadas por el
Juez de Garantías, previo requerimiento del Ministerio Público.
Las resoluciones que decreten cualquier medida cautelar personal deberán
individualizar al imputado, enunciar los hechos, indicar las evidencias y explicar
motivadamente las exigencias cautelares, en cualquier estado del proceso.
Artículo 226. Audiencia. Cuando el imputado esté privado de su libertad, el Juez
fijará audiencia para decidir la aplicación de la medida cautelar personal dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes a la privación de libertad, para legalizar la
aprehensión y solicitar la medida cautelar personal. A la audiencia deberán concurrir
el Ministerio Público y la defensa. Si la víctima está presente, podrá participar en
esta. El Juez decidirá en el acto.
El Juez dispondrá la libertad del imputado cuando estime que la aprehensión
vulneró derechos fundamentales o considera que la medida cautelar no procede.
Artículo 227. Reglas. En cualquier estado del proceso serán aplicables las medidas
cautelares de acuerdo con las siguientes reglas:
1. Cuando el imputado se dé a la fuga o exista peligro evidente de que intenta
hacerlo.
2. Cuando existan motivos graves y fundados para inferir que el imputado puede
destruir o afectar medios de prueba.
3. Cuando, por circunstancias especiales, se determine que su libertad puede ser
de peligro para la comunidad por pertenecer a organizaciones criminales, por la
naturaleza y número de delitos imputados o por contar con sentencias
condenatorias vigentes.
4. Cuando existan razones fundadas para inferir peligro de atentar contra la víctima
o sus familiares.
Artículo 228. Incumplimiento de la medida. En caso de infracción de los deberes
inherentes a una medida cautelar, el Juez de Garantías o Tribunal de Juicio,
dependiendo del estado del proceso, podrá decretar la sustitución o acumulación
con otra medida más grave, en consideración de la naturaleza, motivos y
circunstancias de la infracción.
Artículo 229. Prohibición de abandono del país. El Juez de Garantías podrá decretar
que el imputado no abandone el territorio de la República sin autorización judicial.
Para asegurar la efectividad de esta medida, se dictarán las órdenes que impidan
la utilización del pasaporte u otro documento de identificación necesario para viajar
y se darán instrucciones a las autoridades correspondientes para que impidan su
salida.
Artículo 230. Cambio de domicilio. El Juez de Garantías o el Tribunal de Juicio podrá
fijar el domicilio del investigado en lugar distinto a aquel donde ocurrió la comisión
del hecho punible, al del lugar de trabajo o al del domicilio de la víctima.
Artículo 231. Retención domiciliaria. El Juez de Garantías o el Tribunal de Juicio
podrá ordenar al imputado el deber de no alejarse de su propia casa, habitación o
establecimiento de salud o de asistencia donde se encuentre recluido.
Cuando sea indispensable para los fines del proceso, podrán ordenarse limitaciones
o prohibiciones al derecho del imputado de comunicarse con personas distintas de
las que con él cohabiten o lo asistan. Si el imputado no puede proveerse para sus
necesidades económicas o las de su familia, o si se encuentra en situación de
absoluta indigencia o en circunstancias especiales, podrá autorizarse su salida del
domicilio durante la jornada laboral, por todo el tiempo necesario para satisfacer
esas exigencias. Igualmente se le podrá otorgar permiso escolar.
Esta medida cautelar surtirá los mismos efectos legales de una detención
provisional en establecimiento carcelario.
Artículo 232. Reconocimiento de tiempo. El cumplimiento de las medidas cautelares
previstas en el artículo 224 de este Código, que impliquen restricción a la libertad
personal del imputado o acusado, le dará derecho al cómputo del tiempo cumplido,
en caso de que sea condenado a pena de prisión, de la siguiente manera:
1. En el caso del numeral 1, al cómputo de un día de prisión por cada cinco veces
que efectivamente se presente ante la autoridad designada por el Juez.
2. En el caso del numeral 2, al cómputo de un día de prisión por cada cinco días
que dure la prohibición de salir del ámbito territorial que ordene el Juez.
3. En el caso del numeral 8, al cómputo de un día de prisión por cada dos días que
dure la obligación de mantenerse en su domicilio o el de otra persona.
La detención provisional en centro penitenciario o domicilio, habitación o
establecimiento de salud se computará en la forma prevista en el Código Penal.

Sección 1ª - Aprehensión Policial y Detención Preventiva


Artículo 233. Aprehensión policial. Los miembros de la Policía Nacional podrán
aprehender a toda persona, aun sin orden judicial, en los siguientes casos:
1. Cuando haya sido sorprendida en flagrante delito o cuando sea perseguida
inmediatamente después de su comisión.
2. Cuando se haya fugado de algún establecimiento penal o de cualquier otro lugar
de detención.
Asimismo, en caso de flagrancia, cualquier persona podrá practicar la aprehensión
e impedir que el delito produzca consecuencias. La persona será entregada
inmediatamente a la autoridad más cercana.
El agente policial que haya aprehendido a una persona la deberá conducir
inmediatamente al Ministerio Público, que verificará de manera inmediata si hay
mérito para presentarla ante el Juez de Garantías dentro del plazo establecido en
este Código.
El incumplimiento por parte del agente de policía dará lugar a las responsabilidades
administrativas y penales que correspondan.
Artículo 234. Flagrancia. Existe flagrancia cuando la persona es sorprendida y
aprehendida al momento de cometer una conducta punible. También se consideran
como estado de flagrancia delictiva:
1. Cuando la persona es aprehendida inmediatamente después de cometer la
conducta punible y como resultado de la persecución material, o por motivo de
petición de auxilio de quien o quienes presencien el hecho.
2. Cuando la persona es aprehendida inmediatamente después de cometer una
conducta punible y alguien la señala como autora o partícipe, siempre que en su
poder se encuentre algún elemento probatorio relacionado con el delito.
Artículo 235. Orden de aprehensión y conducción por el Ministerio Público. El
Ministerio Público podrá ordenar que una persona sea aprehendida cuando existan
elementos de convicción suficientes para sostener razonablemente que es autora o
partícipe de un delito y cuando la investigación así lo amerite.
En este caso, el Ministerio Público deberá poner a disposición del Juez de Garantías
a la persona aprehendida dentro de las veinticuatro horas siguientes a su recibo,
quien controlará si concurren los motivos que la justifiquen y el cumplimiento de este
plazo.
De igual forma, se podrá conducir de manera excepcional a cualquier persona
cuando la investigación requiera de su presencia en el Ministerio Público.
Artículo 236. Colaboración de las Autoridades Tradicionales Indígenas. En los
asuntos que sean de competencia de las Autoridades Tradicionales Indígenas estas
podrán, a prevención, aprehender a las personas, recabar las pruebas necesarias
y remitirlas a la autoridad competente.
Las personas implicadas podrán recurrir a una instancia superior cuando lo
consideren necesario.
Artículo 237. Detención provisional. El Juez de Garantías podrá ordenar la detención
provisional de una persona cuando se proceda por delito que tenga señalada pena
mínima de cuatro años de prisión, y exista evidencia que acredite el delito y la
vinculación del imputado, así como posibilidad de fuga, desatención al proceso,
peligro de destrucción de pruebas o de que pueda atentar contra la vida o salud de
otra persona o contra sí mismo.
Excepcionalmente, cuando se trate de una persona cuya residencia fija no esté en
el territorio nacional o en los casos en que a juicio de la autoridad competente se
encuentre razonablemente amenazada la vida o la integridad personal de una
tercera persona, el Juez podrá decretar la detención provisional aun cuando la pena
mínima del delito imputado sea menor de cuatro años de prisión.
También se decretará la detención preventiva del acusado que no se presente a la
audiencia del juicio oral, la que se dictará por el Tribunal de Juicio a solicitud del
Fiscal.
La detención provisional no será mayor de un año, salvo el supuesto previsto en el
artículo 504 de este Código.
Artículo 238. Excepcionalidad de la detención provisional. La detención provisional
en establecimientos carcelarios solo podrá decretarse cuando todas las otras
medidas cautelares resulten inadecuadas. Si el imputado fuera una persona con
discapacidad, se tomarán las precauciones especiales que el caso requiera para
salvaguardar su integridad personal.
Salvo que existan exigencias cautelares de excepcional relevancia, no se decretará
la detención provisional cuando la persona imputada sea una mujer embarazada o
que amamante su prole, una persona que se encuentre en grave estado de salud,
una persona con discapacidad y con un grado de vulnerabilidad o una persona que
haya cumplido los setenta años de edad.
Igual situación se dará cuando el imputado sea una persona tóxico dependiente o
alcohol-dependiente, que se encuentre participando en un programa terapéutico de
recuperación en una institución de salud legalmente autorizada, siempre que la
interrupción del programa pueda perjudicar la desintoxicación del imputado. Los
jueces deberán comprobar que la persona dependiente recibe efectivamente
tratamiento en un programa de recuperación.
Artículo 239. Prohibición de traslado. La detención provisional debe cumplirse en el
centro penitenciario de la provincia o del distrito donde se cometió el delito. En
consecuencia, ningún imputado aprehendido podrá ser trasladado a centros
penitenciarios fuera de la sede del Tribunal competente, a menos que este lo
acepte.
Artículo 240. Revisión judicial. La persona detenida provisionalmente podrá solicitar
la revisión de la medida cuando estime que no se mantienen las circunstancias por
las cuales se dispuso su aplicación. Al revisar la detención provisional, se tomará
en consideración si el reemplazo de esta afecta los fines del proceso.
Artículo 241. Fianza. Toda persona imputada tiene derecho a prestar fianza de
cárcel segura, para no ser detenida o después de serlo, para obtener su libertad
durante el proceso.
El Juez de Garantías o el Tribunal de Juicio determinará, de acuerdo con las
circunstancias o evidencias de cada proceso en particular, si es admisible o
inadmisible la petición según la situación jurídico-penal de la persona en cuyo
beneficio se solicita la excarcelación.
Artículo 242. Caución. La caución para obtener la fianza de excarcelación se
otorgará mediante hipoteca, póliza, bonos de seguro o títulos de la deuda pública
del Estado o cualquier otro documento que para estos fines expida el Banco
Nacional de Panamá. Las sumas de dinero consignadas para garantizar la caución
devengarán intereses a la tasa comercial que prevalezca en la plaza, pagaderos a
la devolución del valor consignado.
Artículo 243. Cuantía . Para determinar la cuantía de la fianza, el Tribunal tomará
en cuenta la naturaleza del delito, las circunstancias que pudieran influir en el mayor
o menor interés del imputado para ponerse fuera del alcance de las autoridades, el
estado social e intelectual, los antecedentes del imputado y su situación pecuniaria
individual o colectiva, y la seguridad y la vida de la víctima o su familia y los testigos
de cargos, atendiendo siempre la razonabilidad de la cuantía.
Artículo 244. Lugar. La fianza se consignará en la Oficina Judicial correspondiente.
Artículo 245. Fianza hipotecaria. La diligencia que admita fianza hipotecaria deberá
inscribirse en el Registro Público, y mientras no se cumpla con este requisito no
surtirá efecto alguno. La inscripción deberá constar en copia simple de la diligencia,
debidamente autenticada por el secretario del Tribunal.
La finca que sirva como garantía en una fianza hipotecaria deberá estar libre de
gravámenes. El fiador deberá presentar al Tribunal una certificación de la Dirección
de Catastro y Bienes Patrimoniales del Ministerio de Economía y Finanzas, en la
que conste el valor de la finca, su ubicación, condiciones y la existencia de mejoras.
El Registro Público dará prelación a la inscripción de las fianzas hipotecarias
constituidas con fines excarcelarios, la que deberá practicarse dentro de las
veinticuatro horas siguientes a la presentación del documento.
Vencido este plazo, el Juez impondrá una multa de veinticinco balboas (B/.25.00)
por cada día de retraso al funcionario responsable de la demora en la inscripción.
Artículo 246. Fianza con bonos del Estado. La fianza constituida con bonos del
Estado será acreditada con un certificado de garantía u otro documento expedido
por el Banco Nacional de Panamá.
Las pólizas o bonos de seguros que se expidan para constituir la caución deberán
provenir de compañías establecidas conforme a las leyes del país y tener validez
por un término no menor de un año. En estos casos, se tendrá como fiador, con las
obligaciones señaladas en el artículo siguiente, al representante legal de la
compañía aseguradora o a la persona que este designe, y los valores serán
depositados en el Banco Nacional de Panamá o en la Oficina Judicial.
El Tribunal ante quien se deba constituir la caución podrá recibir los valores cuando
no fuera posible consignar el certificado de garantía correspondiente. En estos
casos, el Tribunal queda obligado a convertir, durante el transcurso del día hábil
siguiente, dichos valores en el certificado bancario de garantía de que trata la ley.
Artículo 247. Obligaciones del fiado y del fiador. Son obligaciones de todo imputado
que obtenga su libertad caucionada:
1. Mantenerse dentro de la circunscripción del Tribunal del conocimiento.
2. Comunicar al funcionario que conozca del proceso los cambios de su domicilio.
3. Presentarse al Tribunal de la causa o a la autoridad que este designe, cada vez
que se le ordene.
Por su lado, el fiador asume de manera subsidiaria la obligación de satisfacer los
gastos de captura, hasta el día en que cese el ocultamiento o fuga del fiado, y de
pagar, por vía de multa, en caso de no presentar al imputado dentro del término que
se le señale, el valor de la caución prestada.
Artículo 248. Citaciones y notificaciones. Las citaciones y notificaciones pueden
hacerse directamente al fiado, y la detención del imputado debe ordenarse cuando
haya sido privado del beneficio de excarcelación caucionada o la fianza haya sido
cancelada. El plazo concedido al fiador para la presentación del fiado no podrá
exceder, en su totalidad, de diez días, pero podrá ser prorrogado por el mismo
tiempo previa causa justificada ante el Tribunal de Juicio.
Artículo 249. Cancelación de la fianza. El imputado que, hallándose en libertad bajo
fianza, incurre en la comisión de un nuevo hecho punible perderá el derecho de ser
excarcelado nuevamente con caución, siempre que exista evidencia que así lo
justifique y siempre que en la segunda causa el Ministerio Público hubiera formulado
la imputación delictiva. En este caso se cancelará la fianza prestada por el ilícito
anterior.
Artículo 250. Mérito ejecutivo. La copia de la diligencia de fianza y la resolución del
Juez o Magistrado de la causa, en que se haya declarado al fiador obligado a pagar
la cantidad afianzada, presta mérito ejecutivo contra este, quedándole al fiador su
derecho para reclamar, de la persona fiada por él o de sus herederos, la
indemnización correspondiente.
Artículo 251. Razonabilidad. Solo se impondrán medidas cuyo cumplimiento fuera
posible y, en especial, no se fijará una caución económica que el imputado por su
estado de pobreza o por la carencia de medios no pueda cumplir.

Capítulo II - Medidas Cautelares Reales


Sección 1ª - Aprehensión Provisional de Bienes
Artículo 252. Aprehensión provisional. Serán aprehendidos provisionalmente por el
agente instructor los instrumentos, los bienes, los valores y los productos derivados
o relacionados con la comisión de delitos contra la Administración Pública, de
blanqueo de capitales, financieros, contra la propiedad intelectual, de terrorismo, de
narcotráfico y delitos conexos y quedarán a órdenes de este, hasta tanto la causa
sea decidida por el Tribunal competente. Cuando resulte pertinente la orden de
aprehensión provisional será inscrita en el Registro Público o municipio, según
proceda.
La aprehensión provisional será ordenada sobre los bienes relacionados directa o
indirectamente con las actividades ilícitas antes mencionadas.
Cuando la aprehensión recaiga sobre vehículos de motor o establecimientos de
propiedad de terceros no vinculados al hecho punible, el Tribunal competente,
previa opinión del funcionario instructor, podrá designar como depositarios a sus
propietarios, otorgándoles la tenencia provisional y administrativa del bien hasta que
se decida la causa.
Cuando la aprehensión se haga sobre empresas o negocios, esta solo recaerá
sobre la parte que se tiene vinculada de manera directa o indirecta con la comisión
de los delitos establecidos en este artículo, y siempre se hará respetando los
derechos de terceros afectados con esta medida.
Artículo 253. Aprehensión provisional de dineros, títulos y valores. Los dineros,
títulos y valores, mientras dure la aprehensión provisional, se mantendrán
depositados en el banco o la entidad financiera, de valores o fiduciaria donde se
hallen, y continuarán devengando los intereses pactados.
De no estar depositados en ningún banco o entidad financiera, de valores o
fiduciaria, por disposición del Juez, serán depositados en la cuenta de Fondo de
Custodia de la Procuraduría General de la Nación en el Banco Nacional de Panamá.
Cuando los dineros, valores y bienes a que alude el presente artículo se encuentren
en un banco o entidad de ahorro y préstamo, garantizando un crédito con dicha
institución, esta podrá compensar su acreencia aunque las obligaciones no estén
vencidas, salvo el caso de mala fe, tan pronto reciba del funcionario de instrucción
la orden de aprehensión provisional. En este caso, los bienes que el sindicado
hubiera obtenido a consecuencia de la transacción que originó la acreencia
compensada se considerarán provenientes del delito investigado.
Luego de efectuada la compensación antes mencionada, de resultar excedentes,
estos se mantendrán a órdenes de la Fiscalía competente, la que los depositará en
el Fondo de Custodia de la Procuraduría General de la Nación en el Banco Nacional
de Panamá.
Artículo 254. Aprehensión provisional de bienes perecederos y de mantenimiento
oneroso. Cuando la aprehensión recaiga sobre bienes perecederos que constituyan
instrumento de delito, el funcionario de instrucción podrá donarlos a instituciones
públicas, de beneficencia y a las iglesias. Cuando la aprehensión recaiga sobre
bienes que pueden dañarse o deteriorarse, el funcionario de instrucción, previo
avalúo, procederá a su venta con la mayor brevedad posible, y el dinero producto
de dicha venta será depositado en la cuenta del Fondo de Custodia de la
Procuraduría General de la Nación en el Banco Nacional de Panamá, lo que pondrá
en conocimiento del Juez de la causa.
Cuando se trate de bienes cuyo mantenimiento o custodia resulte oneroso para el
Ministerio Público, este podrá darlos en administración o custodia provisional, lo que
se hará aplicando, en lo pertinente, las reglas relativas a la contratación pública.
Mientras se otorga la administración de los bienes, el funcionario de instrucción
podrá darlos provisionalmente en custodia o administración, lo que hará con las
debidas garantías para su conservación mientras se decida el asunto ante el Juez
competente, quien podrá dejar en custodia o administración a la persona o
institución designada provisionalmente.
Artículo 255. Disposición de evidencia. En cualquier fase del proceso, la Fiscalía, la
defensa o el querellante podrán solicitar al Juez de Garantías o al Juez de la causa,
según sea el caso, la destrucción de las evidencias aprehendidas en caso de que
se trate de bienes perecederos, que atenten o sean peligrosos para la salud pública,
la vida y la integridad de las personas o el medio ambiente o que, por sus volúmenes
o naturaleza, representen un peligro para la seguridad o que su mantenimiento y
custodia resulten onerosos.
También se podrá disponer su donación, venta, administración o custodia
provisional, de conformidad con las leyes especiales sobre la materia, si se trata de
bienes aprehendidos o secuestrados, aprovechables o de oneroso mantenimiento
y custodia, con la intervención de la Fiscalía y las partes que pudieran ser afectadas
con la decisión.
En estos casos, la Fiscalía y las partes sustentarán el agotamiento de todas las
diligencias y pericias sobre la evidencia, debiendo en todo caso el Juez dejar una
muestra significativa para posteriores análisis y pericias, en caso de ser necesario.
Artículo 256. Obligaciones de los depositarios y administradores. Quienes sean
designados depositarios en los casos previstos en los artículos anteriores deberán
cumplir las obligaciones previstas en la ley para los depositarios.
Quienes sean designados como administradores provisionales, además de las
obligaciones generales de los depositarios, tendrán las siguientes:
1. No interrumpir las labores del local dado en administración.
2. Velar por la conservación de las existencias en el local.
3. Llevar el registro diario de los ingresos y egresos, y colocar el producto líquido en
un banco de la localidad.
4. Mantener o procurar mantener el sistema de administración vigente al momento
de asumir el encargo.
5. Dar cuenta e informar al Juez, una vez al mes, de su administración.
Los honorarios de los administradores serán fijados por el Juez de la causa. Si el
administrador ha incurrido en gastos, estos serán deducidos de los ingresos que se
obtengan de dicha administración.
Artículo 257. Carga de la prueba en materia de bienes. Los imputados por los delitos
de blanqueo de capitales, corrupción de servidores públicos, enriquecimiento
injustificado, terrorismo y narcotráfico deberán demostrar la procedencia lícita de los
bienes aprehendidos para solicitar el levantamiento de la medida.
Artículo 258. Control de las medidas provisionales. El Fiscal debe someter al control
del Juez de Garantías, dentro de los diez días siguientes a su ejecución, todas las
medidas cautelares reales de que trata este Capítulo que hayan sido ordenadas sin
la intervención de dicho Juez.

Sección 2ª - Secuestro Penal


Artículo 259. Motivos. Cuando las exigencias cautelares de la investigación penal
así lo requieran, el Juez de Garantías a solicitud del Fiscal podrá decretar el
secuestro penal, sin más trámites, de las cosas relacionadas con el delito para evitar
el peligro de la eventual disposición, desaparición o destrucción de los bienes
sujetos a comiso.
Artículo 260. Secuestro de bienes de propiedad de terceros no vinculados. Cuando
el secuestro recaiga sobre vehículos de motor o establecimientos de propiedad de
terceros no vinculados al hecho punible, el Juez de Garantías o el Tribunal
competente, en una vista oral, con la participación del Fiscal de la causa, el
querellante, si lo hubiera, terceros afectados y la defensa, luego de escuchar la
opinión de estos decidirá si designa como depositarios a sus propietarios
otorgándoles la tenencia provisional y administrativa del bien hasta que se decida
la causa.
Regirán para quienes ejerzan la tenencia o administración provisional de los bienes
secuestrados, las obligaciones previstas en el artículo 256 de este Código.
Artículo 261. Secuestro de dineros, títulos y valores. Los dineros, títulos y valores,
mientras dure el secuestro penal, se mantendrán depositados en el banco o la
entidad financiera, de valores o fiduciaria donde se hallen, y continuarán
devengando los intereses pactados. De no estar depositados en ningún banco o
entidad financiera, de valores o fiduciaria, por disposición del Juez de Garantías,
serán depositados en el Banco Nacional de Panamá, el que extenderá el respectivo
certificado de garantías.
Artículo 262. Secuestro de bienes con gravámenes. En el caso de otros bienes que
no sean dinero o valores sobre los cuales recaiga un gravamen, el banco o el ente
acreedor podrá declarar la deuda de plazo vencido y solicitar el remate judicial de
los bienes. Los excedentes, si los hubiera, se mantendrán a órdenes de la Fiscalía
del conocimiento.
Las acciones de dominio y las peticiones del levantamiento de la aprehensión
provisional y secuestro penal de los instrumentos o bienes que estuvieran
aprehendidos provisionalmente o secuestrados serán resueltas por el Juez de
Garantías o de Juicio, según la fase en que se encuentre el proceso, mediante vista
oral. El Juez podrá otorgar, previo concepto de las partes, la tenencia o
administración provisional de los bienes.
Artículo 263. Enajenación de bienes. Cuando los bienes o semovientes
aprehendidos puedan dañarse, deteriorarse o presentar pérdida del valor comercial,
podrá solicitarse al Juez de Garantías autorización para enajenarlos en pública
subasta, a la mayor brevedad posible. El dinero producto de la venta será
depositado en el Banco Nacional de Panamá.
Artículo 264. Secuestro de la correspondencia. El Juez de Garantías podrá
autorizar, en un término no mayor de veinticuatro horas, el secuestro en las oficinas
postales o telegráficas de cartas, pliegos, paquetes, valores, telegramas u otros
objetos de correspondencia, cuando existan fundadas razones para suponer que
les han sido dirigidos al imputado, con su propio nombre o con nombre supuesto a
través de interpuesta persona o que, de cualquier modo, estén relacionados con el
delito, salvo que les sean enviados por su defensor.
La diligencia se practicará siempre en presencia del interesado o de una persona
de su familia o, en su defecto, de dos testigos.
Artículo 265. Secuestro de cuentas y secreto bancario. El Juez de Garantías a
solicitud del Fiscal podrá ordenar o autorizar el secuestro de títulos, valores, sumas
depositadas en cuentas corrientes, de ahorro o similares, así como de otros valores
contenidos en cajas de seguridad que se encuentren en bancos u otras instituciones
de crédito públicas o privadas relacionadas con el delito
También podrá autorizar el levantamiento de la reserva bancaria o de la reserva de
la información de entidades financieras y de valores, con la finalidad de movilizar o
embargar cuentas o interceptar y aprehender documentos con información útil,
siempre que exista fundada razón para considerar que tienen relación con el hecho
punible, aun cuando no pertenezcan al imputado o no se encuentren registrados a
su nombre.
Artículo 266. Limitantes al secuestro de correspondencia. El Juez de Garantías o
Juez de Juicio no debe autorizar el secuestro de las cartas, los documentos o los
objetos que se encuentren en poder de los abogados, peritos o facultativos, que
tengan relación con el ejercicio de su deber profesional, salvo que formen parte del
cuerpo del delito.
Artículo 267. Impugnación. La resolución que autoriza el secuestro penal podrá ser
revocada, a solicitud del Fiscal o de la parte interesada, en una vista oral con la
participación de las partes cuando, por hechos sobrevenidos durante la fase de
investigación, desaparezcan las condiciones previstas en este Código. Esta regla
también será aplicada por el Juez o Tribunal competente durante las otras fases del
proceso.
Artículo 268. Otras medidas cautelares. El querellante podrá solicitar por escrito al
Juez de Garantías que decrete, respecto de los bienes del imputado o del tercero
civilmente responsable, una o más de las medidas cautelares reales autorizadas en
el Título II del Libro Segundo del Código Judicial. En estos casos, las solicitudes
respectivas se sustanciarán de acuerdo con las normas de procedimiento civil y
tendrán por objetivo asegurar o garantizar la reparación de los daños y perjuicios
provocados por el hecho punible.
Artículo 269. Bienes no reclamados. Si después de un año de concluido el proceso
nadie se presenta a reclamar la cosa que debe ser restituida, el Tribunal la pondrá
a disposición del Tesoro Nacional. Las cosas que no representen valor económico
serán destruidas y el acto se documentará mediante diligencia. En el caso de armas
de fuego, se atenderá lo que establezca la ley para su disposición.
Capítulo III - Medidas Conservatorias
Artículo 270. Medidas conservatorias innominadas. Cuando existan motivos
justificados para temer que, mientras dure el proceso, puedan continuar las
situaciones que facilitan la comisión del delito, a solicitud de parte y con prueba
suficiente, el Juez podrá ordenar las medidas conservatorias, de protección o de
suspensión apropiadas, según las circunstancias, para prevenir los efectos del
delito.
CONCLUSIÓN

De esta investigación, se puede concluir que las medidas cautelares son aquellas
medidas adoptadas judicialmente, antes o durante un proceso, con la finalidad de
evitar que el estado de las cosas se altere o modifique en perjuicio de la efectividad
de la sentencia que haya de recaer. Son los instrumentos o mecanismos adoptados
al iniciarse el litigio y destinados a paliar o suprimir los riesgos que conlleva la
duración del proceso, la cual puede frustrar la realización del derecho reclamado
que acoja la sentencia. Son medidas precautorias que se adoptan en un proceso
principal, pero que no deben confundirse con las medidas ejecutivas basadas en
títulos que llevan aparejada ejecución y por más que, en determinados puntos,
puedan coincidir. Las medidas cautelares tienen la vigencia de su función: duran lo
que el proceso principal cuyos fines garantizan en alguna medida. La constitución
de la medida cautelar suele hacer sin escuchar a la parte procesal frente a la que
se insta aquélla. La peticionaria de la medida presta fianza.

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