Periodo de Los Jueces
Periodo de Los Jueces
Periodo de Los Jueces
8. JUECES
El libro de los Jueces forma parte de los libros históricos del Antiguo Testamento. Son 13 libros
que aunque fueron escritos en diversas épocas, tienen en común que relatan la historia de Israel
desde la llegada a Canaán hasta el final del Antiguo Testamento, es decir la llegada Jesús.
El Libro de los Jueces narra el período que va desde la muerte de Josué hasta el nacimiento
de Samuel. Es el tiempo en que los judíos dejaron de ser nómadas y acababan de instalarse como
agricultores luego, habitando en casas de material o chozas de adobe. A nivel político anterior las
tribus se gobiernan de modo autónomo, hasta que acepten la autoridad de un único rey.
Se llama Libro de los Jueces aunque sus protagonistas desempeñaban cargos varios de gobierno_
Militar: “libran de las bandas de salteadores” (2, 16), y “salvaban de sus enemigos” (2,18)
Judicial: Como Débora que “tenía su tribunal bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y
Betel y los israelitas acudían a ella para decidiera sus asuntos” (4,5).
Religioso: recordar los beneficios de Yahvé y aparta al pueblo de la idolatría. “Pónganse en
pie que voy a juzgarlos en presencia del Señor, repasando todos los beneficios del Señor”.
Se suelen diferenciar dos tipos de Jueces. Unos intervienen militarmente contra la opresión o la
agresión extranjera, los llamados jueces mayores o carismáticos. Estos no se suceden
continuamente, sino que surgen cuando el Espíritu del Señor los arrebata; vencen al enemigo en
campaña abierta; rehúsan un cargo vitalicio, como Gedeón (8,22s), o mueren relativamente
jóvenes, como Sansón. El otro grupo, (el de las listas de Jue 10,1-5 y 12,8-15) son los jueces
menores de los que no se cuentan grandes hazañas, ni cantos épicos; solo se dice que sucedieron
en el cargo de «jueces», lo ejercieron vitaliciamente durante veintitrés, veintidós, siete, diez, ocho
años, murieron y fueron sepultados en su tierra.
Los Jueces de los que nos habla la Biblia estaban ubicados en el territorio de Canaán. Canaán
significa, llano, y es el lugar donde se ubicó Cam, nieto de Noé (Gen.9:18-27). Los descendientes
de Canaán se agrupaban en las distintas tribus: jebuseos, amorreos, gergeseos, heveos, araceros,
sineos, arvadeos, zemareos y hamateos. Pero, dentro de la tierra de Canaán, los Jueces se
establecieron en tres zonas:
En el Sur (Tribus de Judá, Benjamín y Dan). Jueces Otoniel, Ehud, Sangar, Ibsán y Sansón.
En el Centro (Tribus de Efraín y Manasés): Jueces Débora, Gedeón (Abimelek), Abdón.
En el Norte (Tribus de Isacar, Zabulón y Neftalí). Jueces Barac, Tola y Edón.
En Transjordana (Tribu de Gad). Jueces Yair y Jefté.
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3. El autor.
Ningún autor se menciona en el libro, pero el Talmud judío identifica a Samuel, quien fue un
profeta clave que vivió durante el tiempo en el que se llevaron a cabo estos acontecimientos. Sea
quien sea, el autor quiso llenar el vacío histórico que hay entre la llegada a Canaán y la monarquía,
de manera que aparezca una continuidad. Para ello echa mano del material antiguo a su
disposición: relatos típicos de una edad heroica, transmitidos oralmente y recogidos en
colecciones menores; por otra, una lista de funcionarios centrales, que representan una verdadera
institución. Con estos materiales heterogéneos construye una historia seguida, una cronología sin
huecos. Realiza un trabajo de unificación, superpuesto al material preexistente.
Después de una breve introducción (vv.1, 1-2), el libro relata los éxitos y fracasos militares de las
diversas tribus de Judá (1, 3-20), Benjamín (1,21). José en Betel (1, 22-27), Manasés (1, 27-28),
Efraín (1, 29), Zabulón (1, 30), Aser (1,31-32), Neftalí (1, 33) En el segundo capítulo el autor da la
justificación del fracaso (2,1-5). Se concluye con el castigo de Adonibezec que había logrado
escapar de Bézec.
Esta parte ofrece un esquema muy importante para el resto del libro, como un ciclo que se
repite: pecado (11-13) - castigo (14-15) – conversión, salvación (16,18). Estos elementos
reaparecen desde el comienzo de las historias de los diversos Jueces. El esquema teológico
enunciado en la introducción (2,6-3,6), se repite seis veces como un estereotipo con cada uno de
los seis Jueces Mayores, hasta convertirse en el eje central del libro de los Jueces:
A partir del Capítulo 3, el libro nos relata las historias particulares de los diversos Jueces.
Aunque diversas, en todas ellas hay algunos elementos comunes: todos deben hacer
frente a las amenazas militares de pueblo vecinos, deben intervenir en los conflictos entre
las diversas tribus de Israel y todos deben lograr la fidelidad del pueblo de Dios.
Nayaraym. Los israelitas le estuvieron sometidos mocho años, hasta que, ante sus clamores,
Dios hizo surgir un salvador que lo salvara, Otoniel, que juzgó a Israel y salió a luchar vendiendo
a Cusán Risataín. El país estuvo en paz cuarenta años.
Frente a los relatos breves (caso de Otniel, Ehud, Débora) tenemos aquí un ciclo más denso e
importante pues Gedeón es el primer juez en luchar contra el culto a Baal, dejando clara la
oposición a la idolatría. Y también con Gedeón se va subrayando la importancia de la munidad
de Israel que irá conduciendo poco a la Monarquía. Por otra parte hay unja evolución en las
persona de Gedeón que se convierte de temeroso e inseguro en valiente y aguerrido, pues
descubre que es Dios quien va con él.
del ángel a una mujer estéril prometiéndole el nacimiento de su hijo. Tras el nacimiento, se
presenta la vida prodigiosa de Sansón que llega a matar, incendia las mieses de los filisteos y
logra vencer a un león cuando llegaba cerca de las viñas de Timná. Más tarde será el relato,
medio fantástico, de la quijada de asno con la que se dice que mató a mil filisteos.
Pero tal vez la historia más popular de este juez, sea la de Sansón y Dalila. Por deseo de
los príncipes filisteos, Dalila sedujo a Sansón y logró descubrir el secreto de su fuerza que
radicaba en sus cabellos que, por promesa a Dios, nunca se había cortado. Apresado por los
filisteos y amarrado a aquellas poderosas columnas, Sansón decidió morir aplastando todo el
palacio con la fuerza de sus brazos y la caída de las columnas.
El redactor del libro ha añadido dos apéndices con una clara orientación en favor de la
Monarquía, ya que por cuatro veces llama la atención sobre la anarquía y el desorden político
que reinaba en Israel antes del establecimiento de la monarquía (Jue 17,6; 18,1; 19,1; 21,25).
Hay dos temas que se subrayan en estos apéndices:
La idea teológica que recorre todo el Deuteronomio es la fragilidad humana y frente a ella, la
inagotable paciencia y providencia de Dios que aparece en el libro de los Jueces como un
componente del esquema narrativo con que viene tratado cada episodio: pecado del pueblo,
castigo a manos de los enemigos y la aparición de un salvador carismático que lleva de nuevo a la
comunidad recalcitrante a los caminos de Dios. Un paso más en la afirmación de la fe de Israel en
tiempos difíciles: Dios no abandonará a su pueblo.
La historia de Sansón (Jue. 13-16). Es el juez al que más atención le dedica la Biblia. Fue
el que más veces recibió el Espíritu divino y el que más éxito tuvo contra los enemigos
de Israel.