Los arqueólogos han descubierto tramos de un antiguo camino y canales de riego de la época Wari en Huampaní, Lima. Estos hallazgos demuestran la importancia del valle de Rímac antes de los Incas. Los Wari construyeron este camino y ampliaron uno anterior de la cultura Lima para facilitar el comercio entre la costa, sierra y selva a través de sus vastos territorios.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
312 vistas4 páginas
Los arqueólogos han descubierto tramos de un antiguo camino y canales de riego de la época Wari en Huampaní, Lima. Estos hallazgos demuestran la importancia del valle de Rímac antes de los Incas. Los Wari construyeron este camino y ampliaron uno anterior de la cultura Lima para facilitar el comercio entre la costa, sierra y selva a través de sus vastos territorios.
Los arqueólogos han descubierto tramos de un antiguo camino y canales de riego de la época Wari en Huampaní, Lima. Estos hallazgos demuestran la importancia del valle de Rímac antes de los Incas. Los Wari construyeron este camino y ampliaron uno anterior de la cultura Lima para facilitar el comercio entre la costa, sierra y selva a través de sus vastos territorios.
Los arqueólogos han descubierto tramos de un antiguo camino y canales de riego de la época Wari en Huampaní, Lima. Estos hallazgos demuestran la importancia del valle de Rímac antes de los Incas. Los Wari construyeron este camino y ampliaron uno anterior de la cultura Lima para facilitar el comercio entre la costa, sierra y selva a través de sus vastos territorios.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4
El wari ñan de Lima Metropolitana
En los ambientes del Centro Vacacional Huampaní se han descubierto
tramos de un camino y canales de manufactura wari que demuestran lo importante que era el valle del Rímac 500 años antes del esplendor incaico. Domingo, 2 de Junio del 2019 Arrieros wari, procedentes de Huamanga, que transportan cerámicas y alimentos altoandinos en sus recuas de llamas, se hacen a un lado del camino para darle paso a comerciantes huringuanchos que llevan pescado seco, cerámicas y cochayuyo hacia los poblados del Valle del Mantaro. Muy cerca, los trajinantes lucanas recuperan fuerzas en bancas mientras dan de beber a sus llamas, que van cargadas de finos textiles, antes de ingresar al Valle de Lima. En el tambo cercano, un grupo de caminantes huarochiranos de la etnia conchasica intercambia conchas marinas y joyería con arrieros moches procedentes de la lejana costa norte. Sin contar los años de guerras y de cataclismos, una escena así debió repetirse en los antiquísimos caminos costeños anteriores a la expansión cusqueña de los incas. Y es que los caminos en el antiguo Perú fueron las arterias vitales para el intercambio comercial de las numerosas naciones andinas. En la ruta se escuchaban idiomas ahora extintos, como el yunga pescador, el muchik, puquina, tallán y un largo etcétera; mientras el quechua de los waris, el aimara de la sierra sur o el jaqaru limeño se expandían gracias al intercambio comercial. Se hace camino al andar Casi mil años después de esta escena, en la segunda década del siglo XXI, un grupo de arqueólogos desentierra uno de los últimos tramos de esta vía, que sobrevive en los terrenos del Centro Vacacional Huampaní, frente al distrito de Chaclacayo. "Las excavaciones arqueológicas en el camino y espacios aledaños corroboraron que la vía no es moderna, tampoco es inca, antes bien corresponde al denominado Horizonte Medio. Aproximadamente, al año 800 de nuestra era, etapa también conocida en los Andes centrales como época Wari", nos dice el arqueólogo Jonathan Palacios, mientras recorremos las excavaciones que sacaron a luz el trazo de un viejo camino, andenes y antiquísimos canales de regadío. Las investigaciones arqueológicas en Huampaní demostraron que el camino y su espacio vecino se acondicionaron y "aterrazaron" durante la época Wari. Palacios resalta las "incuestionables evidencias" cerámicas de la variante wari limeña, conocida como el estilo Nievería de la costa central. Pero la sorpresa fue mayor cuando los arqueólogos hallaron evidencias de un camino aun más antiguo, correspondiente a la denominada Cultura Lima (año 500 de nuestra era), que también contaba con un canal paralelo. Tanto el camino como el canal Lima fueron intervenidos y ampliados por los waris. Con base en estudios geoarqueológicos realizados en esta zona, Palacios elaboró un modelo de desarrollo hidráulico y agrícola que demuestra cómo las crisis climáticas "desempeñaron el papel de catalizadores para el desarrollo tecnológico y social", siendo exitosamente aprovechados por las sociedades que poblaban el mundo andino. "En el caso de Huampaní –agrega Palacios–, las construcciones domésticas, áreas de trabajo y procesamiento de materiales, así como de entierro, se emplazaban por encima del canal de riego. Y por debajo del canal se disponían las áreas agrícolas, en este caso representadas por los espacios aterrazados o andenes. Y el camino, a manera de espinazo, atravesaba longitudinalmente ese espacio", explica. ¿Quiénes son los wari? "La historia de los wari es muy especial", explica el doctor Luis Guillermo Lumbreras. "Nacen de la absoluta y total pobreza. Mi tierra, Ayacucho, es pobre, con pocos recursos. Hay que trabajar mucho, la tierra es dura y seca, con lluvias poco generosas. No tenemos grandes ríos. Por eso tienen que inventar y crear recursos construyendo una estrategia de sobrevivencia, dominando estas lluvias", agrega. Los wari fueron contemporáneos con los tiahuanaco y formaron el primer gran imperio andino. Desde Huamanga se extendieron hasta Amazonas, Cajamarca, La Libertad, Lima, Huánuco, Ica, Huancavelica, Cusco, Arequipa y Moquegua. Fueron grandes constructores de caminos y de las primeras grandes urbes: Pikillaqta (Cusco), Wiracochapampa (La Libertad), Cerro Baúl (Moquegua) y más de 40 kilómetros de caminos en Huanucopampa. "La civilización no aparece donde es fácil comer y vivir –explica Lumbreras–. Gran parte de los problemas resueltos son lo que se llama civilización. Había que inventar y resolver problemas. Grandes sequías y procesos aluviales durante varios años hacen que la zona sea complicada. La hipótesis que estamos manejando es que la expansión wari se debió a eso: entre los siglos V y VI de nuestra era se produjo un proceso de graves alteraciones climáticas. Duró unos treinta años de sequías e inundaciones. Evidentemente, los pueblos que vivían de la agricultura formalizada (moches, Lima, Nasca, etc.) tuvieron problemas muy serios. Hubo guerras intestinas, entre un valle y otro, los de arriba con los de abajo, en fin. Fue un desastre tremendo para los pueblos agrarios de la costa. Wari no, porque ellos no vivían de la agricultura. Ellos lograron un altísimo desarrollo de la manufactura, artesanías, cerámica, textiles y fueron grandes comerciantes". Esta expansión de corte comercial necesitaba caminos. Y de la mejor manufactura. "Estoy absolutamente seguro de que uno de los primeros caminos fue entre Ayacucho y Pisco, Ayacucho y Chincha, Ayacucho y Lima", sostiene el autor de Los orígenes de la civilización en el Perú. "La presencia de wari en Lima se afinca en torno a Pachacámac. Fue uno de los lugares más importantes, sin embargo, se inicia en el Valle de Lima. Hay una presencia importante de núcleos de poder wari en el Valle de Lima. Toda la región comienza a tener importancia desde ese momento. La expansión de Lima empieza en esa época y la influencia de Pachacámac llega hasta a Ecuador...", afirma Lumbreras. Wari en Lima Jonathan Palacios coincide al afirmar la necesidad wari de reconstruir los grandes caminos en el valle del Rímac. "Se maneja la propuesta de que la ciudadela de Cajamarquilla, emplazada en la desembocadura de la quebrada Huaycoloro, fue un centro administrativo wari. Otro centro de similares características pudo emplazarse en el valle bajo, en lo que hoy en día es Maranga. Centros administrativos de menor rango son Mangomarca, en Lurigancho, así como Catalina Huanca en la margen opuesta, en Ate. Y en Huampaní existieron centros poblados menores", sostiene. La expansión wari significó toda una "revolución manufacturera" en el mundo andino. De ahí la necesidad de construir caminos para paisajes tan dispares como los de costa, sierra y selva. Al respecto, Lumbreras no deja de sorprenderse con hallazgos como los del wari ñan en Huampaní: "Los wari hacen lo que otros no hacen. La producción y comercialización de telas y cerámicas. No encuentro una explicación coherente. A donde llegaron los wari inmediatamente todo cambió. En los valles de Lima aparece una nueva cerámica, Nievería. Llegan al norte y cambia la cerámica, pasando de la fase IV a la fase V, que es lo que encuentra Luis Jaime Castillo en San José de Moro. Luego van a Cajamarca y cambia de Cajamarca III a IV. Llegan a Ica y vuelve a cambiar la cerámica. Cambian las técnicas, los procedimientos. Los wari generalizan la inserción de la policromía, la inserción del rojo y del gris. Cambian los diseños geométricos y en entorno del paisaje y de la urbanización". https://larepublica.pe/domingo/1480575-wari-nan-lima-metropolitana