Guillian Barre
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Síndrome de Guillain-Barré o síndrome de Guillain-Barré-Strohl
Guillain-barré syndrome - Nerve Damage.gif
Daño neuronal en el sistema nervioso periférico
Clasificación y recursos externos
Especialidad Neurología
CIE-10 G61.0
CIE-9 357.0
CIAP-2 N94
OMIM 139393
MedlinePlus 000684
MeSH D020275
Sinónimos
Polineuropatía inflamatoria desmielinizante
Polineuritis aguda postinfecciosa
Parálisis ascendente de Landry
Síndrome de Guillain-Barré-Landry
Wikipedia no es un consultorio médico Aviso médico
[editar datos en Wikidata]
El síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad neurológica que incluye un conjunto
de trastornos autoinmunes caracterizados por una parálisis flácida simétrica
rápidamente progresiva de las extremidades con disminución marcada o ausencia de
reflejos debido a que el sistema inmunitario del cuerpo ataca el sistema nervioso
periférico.12
De una u otra forma, los nervios no pueden enviar las señales de forma eficaz; los
músculos pierden su capacidad de responder a las órdenes del encéfalo y este recibe
menos señales sensoriales del resto del cuerpo. El resultado es la incapacidad de
sentir calor, dolor y otras sensaciones, además de paralizar progresivamente varios
músculos del cuerpo y causar problemas en la respiración.
El pronóstico es generalmente bueno, con más del 90% de los enfermos con
recuperación total o casi completa un año después del inicio de la enfermedad. La
mortalidad varía entre un 1 a un 18%.4
Índice
1 Historia
2 Epidemiología
3 Etiología
4 Patogenia
5 Cuadro clínico
6 Clasificación
7 Diagnóstico
8 Diagnóstico diferencial
9 Tratamiento
10 Pronóstico
11 Profilaxis
12 Personas que han sufrido este síndrome
13 Véase también
14 Bibliografía
15 Referencias
16 Enlaces externos
Historia
En 1975, Dyck y su grupo describieron una variante crónica del síndrome denominado
como polineurorradiculopatía recurrente.5
Epidemiología
La incidencia del síndrome de Guillain-Barré es de 0,89 a 1,89 casos por 100 000
habitantes por año con predominio del género masculino de 1,5 a 1,78:1.5
La incidencia se va incrementando con la edad, variando desde 0,62 casos por 100
000 habitantes/año en el rango de edad de 0 a 9 años, a 2,66 casos por 100 000
habitantes/año en el rango de edad de 80 a 89 años.1
Etiología
El cerebro también recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo,
produciendo una incapacidad de sentir las texturas, el calor, el dolor y otras
sensaciones que trae como consecuencia la recepción de señales inapropiadas que
producen cosquilleo de la piel o sensaciones dolorosas. Debido a que las señales
que van y vienen desde y hacia los brazos y las piernas han de recorrer largas
distancias, son las más vulnerables a la interrupción. Por tanto, la debilidad
muscular y la sensación de cosquilleo aparecen inicialmente en las manos y en los
pies y progresan en sentido cefálico.
En cerca del 82% de los casos diagnosticados hay presencia de infecciones de vías
respiratorias agudas o gastrointestinales que van de una a cuatro semanas antes de
la aparición de los síntomas, por lo que es considerada una enfermedad
postinfecciosa en la que el sistema inmunitario no es capaz de distinguir los
antígenos del virus o bacterias de los antígenos de los nervios periféricos del
huésped (de la mielina o axones).
Hay estadísticas que señalan que aproximadamente el 75% de los pacientes sufrieron
una infección aguda (usualmente respiratoria o gastrointestinal) previa a la
aparición del síndrome. Otro 20 a 30% de estos casos podría deberse a infecciones
por Campylobacter jejuni y una proporción similar a citomegalovirus o al virus de
Epstein Barr. Hay reportes que señalan a su vez ciertas posibles asociaciones, en
menor grado a Mycoplasma pneumoniae, VIH, virus del herpes simple, del sarampión y
de la rubeola. Sin embargo, hay eventos mencionados como detonantes en el 2-4% como
cirugías, trasplantes, seroconversión al VIH, leucemia, aplicación de fármacos
como: penicilinas, estreptoquinasa, captopril, danazol y heroína, y por último, el
embarazo, entre otras causas probables. En enero de 2016 se asociaron casos del
síndrome con el virus del zika, debido al aumento de casos del virus en América
Central y del Sur y los casos de síndrome de Guillain-Barré;18 en Puerto Rico se
confirmó que un paciente enfermo de zika desarrolló el síndrome de Guillain-
Barré.19
Patogenia
Se cree que el síndrome de Guillain-Barré se origina por una respuesta autoinmune a
antígenos extraños (agentes infecciosos) que son mal dirigidos al tejido nervioso
del individuo. El sitio donde causan daño son los gangliósidos (complejo de
glucoesfingolípidos que están presentes en grandes cantidades en el tejido nervioso
humano, especialmente en los nodos de Ranvier). Un ejemplo es el gangliósido GM1,
que puede estar afectado en el 20 a 50% de los casos, especialmente en aquellos
casos que han tenido una infección anterior por Campylobacter jejuni.
Cuadro clínico
La inflamación de la mielina en el sistema nervioso periférico lleva rápidamente a
la parálisis flácida, con o sin compromiso del sensorio o del sistema autonómico.
La distribución es comúnmente ascendente, afectando primero a los miembros
inferiores. Los pacientes sienten debilidad en las piernas (piernas de hule) con o
sin disestesias (adormecimiento/hormigueo). La enfermedad progresa a brazos o a los
músculos de la cara en horas o días. Frecuentemente los pares craneales inferiores
serán afectados, esto origina la debilidad bulbar (dificultad en el movimiento de
los ojos, visión doble), disfagia orofaríngea (dificultad al tragar). La gran
mayoría de pacientes requiere hospitalización y aproximadamente el 30% requiere
ventilación asistida. El daño del sensorio toma la forma de pérdida de la
propiocepción (posición) y arreflexia (Pérdida de reflejos). La disfunción vesical
ocurre en casos graves pero es transitoria. Inicialmente hay fiebre y otros
síntomas constitucionales, pero si están presentes después del período inicial,
debe pensarse en otra entidad. La pérdida de la función autonómica es común en los
casos graves, manifestando grandes fluctuaciones en la presión arterial. También
aparece hipotensión ortostática y arritmias cardíacas. El dolor también es
frecuente, especialmente en los músculos debilitados (los pacientes normalmente lo
comparan con el dolor experimentado a causa del ejercicio intenso). Son
autolimitantes y deben ser tratados con analgésicos comunes.
Clasificación
Se han descrito cuatro formas clínicas de presentación:
C. jejuni Debilidad muscular aislada sin síntomas sensoriales en menos del 10%;
afectación poco comú de los nervios craneales Axonopatía GM1a/b, GD1a y GalNac-
GD1a Desfavorable
Neuropatía axonal sensitivo-motora aguda
(NASMA)
CMV Debilidad muscular severa similar a NAMA pero con pérdida sensorial
Axonopatía GM1 y GD1a Desfavorable
Síndrome de Miller-Fisher
(SMF)
C. jejuni
H. influenzae
Se debe observar si los síntomas son simétricos, la velocidad con la que aparecen
los síntomas (en otros trastornos, la debilidad muscular puede progresar a lo largo
de meses en vez de días o semanas), los reflejos (especialmente el reflejo
rotuliano) usualmente desaparecen. Debido a que las señales que viajan a través del
nervio son más lentas, la prueba de velocidad de la conducción nerviosa (NCV) puede
ayudar al médico en el diagnóstico. Se debe analizar el líquido cefalorraquídeo
puesto que éste va a poseer un contenido proteico muy superior al normal.
Criterios diagnósticos
Requeridos
Debilidad progresiva en uno o más miembros debido a neuropatía.
Arreflexia.
Curso de la enfermedad < 4 semanas.
Exclusión de otras causas.
Sugestivos
Debilidad simétrica relativa.
Leve afectación sensorial.
Alteración de cualquier par craneal.
Ausencia de fiebre.
Evidencia electrofisiológica de desmielinización.
Diagnóstico diferencial
Mielopatías agudas que cursan con dolor de espalda crónico.
Botulismo, con pérdida temprana de reactividad pupilar. (descendente)
Difteria, con disfunción orofaringotraqueal.
Enfermedad de Lyme.
Porfiria con dolor abdominal, convulsiones y psicosis.
Neuropatía vascular.
Poliomielitis con fiebre y síntomas meníngeos.
Poliradiculitis por Citomegalovirus en pacientes inmunocomprometidos.
Miastenia gravis
Envenenamientos por organofosforados, talio o arsénico.
Toxicidad por metales (plomo)
Fiebre Tifoidea
Tratamiento
No hay una cura específica, y el manejo consiste en tratamientos que reducen la
gravedad de los síntomas y aceleran la recuperación en la mayoría de los pacientes.
La parte más crítica del tratamiento consiste en mantener el cuerpo del paciente
funcionando durante la recuperación del sistema nervioso. Esto puede requerir a
veces colocar al paciente en un ventilador mecánico, un monitor del ritmo cardíaco
u otras máquinas que ayudan a la función corporal. La necesidad de esta maquinaria
compleja es una de las razones por la que los pacientes con síndrome de Guillain-
Barré son tratados usualmente en los hospitales, a menudo en la sala de cuidados
intensivos. En el hospital, los médicos también pueden detectar y tratar muchos
problemas que pueden surgir en cualquier paciente paralizado.
Pronóstico
Aproximadamente el 80% de pacientes se recupera completamente en un período de unos
pocos meses a un año (aunque la arreflexia puede persistir).
El 5 al 10% se recuperan con invalidez grave (la mayoría de estos casos incluye
daño proximal motor).
La muerte sobreviene aproximadamente en el 4% de los pacientes.
Profilaxis
Se desconoce la prevención para este síndrome.