Calidad de Agua para Bebida de Animales (2018)
Calidad de Agua para Bebida de Animales (2018)
Calidad de Agua para Bebida de Animales (2018)
a)La cantidad de sales que define la tolerancia es la total entre forrajes y agua.
b) Existe adaptación en el ovino al cabo de algunos meses de consumo de agua algo salina (en
aquellas que no tienen más de 8 ó 10 mmhos/cm de salinidad).
f) La tolerancia se modifica con el medio y las condiciones ambientales, los traslados de hacienda y
el estado fisiológico.
g) Muy importante: La cantidad de sales en un agua ya sea en un tanque australiano u otro tipo de
reserva es mucho mayor que la que contiene esa misma agua cuando recién sale del pozo, debido al
efecto de la evaporación (las aguas se evaporan pero las sales quedan). Ello se soluciona mediante
las siguientes medidas:
1º) Renovando seguido el agua del bebedero ó del tanque (vaciando y volviendo a llenar), y
2º) Instalando una tela tipo “media sombra” arriba del bebedero ó tanque.
Sustancias tóxicas en el agua
Elemento Límite máximo (mgr/litro)
Arsénico 0,15-0,20
Flúor 2,0
Mercurio 0,01
Nitrato + Nitrito 100,0
Nitrito 10,0
Sulfatos 1.000-1.200
Sulfato de Magnesio 600
Magnesio 300
Sulfato de Sodio 1.000
Cloruros 7.000
Cloruro de Sodio 10.000
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El agua no sólo es buena para calmar la sed o refrescarse cuando hace calor. En la
producción animal desde la más deficiente a la más eficiente, el agua es un alimento y como tal debe
tratarse. Es el elemento más vital de todos los conocidos hasta el momento. Constituye la mayor
parte del peso de los vegetales y animales, y en ella se desarrollan infinidad de procesos
indispensables para la vida.
Su abundancia, incluso en zonas áridas o semiáridas, hace que pocas veces le prestemos la
atención necesaria tanto desde el pinto de vista de su uso como de su conservación.
Los animales en general incorporan agua a su organismo a través de por lo menos 3 vías ;
ingestión voluntaria, ingestión a través de los alimentos y agua metabólica, generada a través de
reacciones químicas dentro del organismo animal. La más abundante de todas y la que más efecto
tiene en la producción animal es la ingerida a voluntad y en esa se enfocará todo el análisis.
El intentar hacer una clasificación que permita interpretar la calidad para todos los sistemas
productivos es casi imposible dadas las interacciones que se comentan más adelante. El agua con
baja salinidad total puede considerarse buena para cualquier sistema productivo, aunque es
probable que por la ausencia de minerales sea deficiente, necesitando la suplementación con
mezclas minerales de consumo voluntario. Por otro lado el agua con salinidad media puede ser
excelente para invernada o cría, pero ser excesiva para tambo. La cría por ser más tolerante como
sistema puede desarrollarse en condiciones de alta salinidad y no sería aceptable para invernada o
tambo.
Dadas las características de los sistemas productivos imperantes en nuestro país y los
alimentos asociados podemos decir que para cada uno de ellos debiera haber una calidad de agua
óptima, sin embargo no hay suficiente información que nos permita establecer estas diferencias.
Las interacciones animal – alimento – agua, son muy difíciles de interpretar y evaluar y son
las responsables de las variaciones observadas en diferentes circunstancias. Por lo general el
productor conoce el tipo de hacienda que posee y en base a la información disponible elige el tipo de
alimento a utilizar, mientras que con el agua no puede elegir, la tiene, es inherente a la ubicación
geográfica , a no ser que tenga un acueducto cerca y pueda servirse de el. Porque la tiene y no
puede elegirla, la ignora, desvaloriza su participación en el sistema productivo y con esto desconoce
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el 30% de la interacción antes mencionada; animal – alimento – agua. La moraleja es que cuando la
tengamos, valoricémosla conociendo su composición.
Algunas de las condiciones que modifican el consumo de agua son; tipo y tamaño del animal,
estado de lactación, nivel de producción de leche, nivel de ganancia diaria, cantidad y calidad de la
dieta consumida, calidad y accesibilidad al agua y condiciones ambientales.
Lo que hace al agua poco satisfactoria es principalmente la salinidad total, seguido por los
niveles de sulfatos y en algunos casos la concentración de arsénico (As), flúor (F) y nitratos.
El As y el F por si mismos pueden definir la ineptitud del agua para ser consumida. Son
elementos altamente tóxicos para animales y el hombre, por lo que independientemente de la
composición salina del agua de bebida, altos niveles de uno u otro limitan su uso. Según distintas
fuentes los niveles de tolerancia del arsénico son 0.05 ppm para consumo humano y 0.2 ppm para
consumo animal, aún cuando no hay antecedentes nacionales sobre intoxicación. Para el caso del
flúor tanto su deficiencia como su exceso produce trastornos óseos muy importantes en humanos y
animales. Los niveles peligrosos oscilan alrededor de 1.5 ppm.
Los nitratos se consideran peligrosos a partir de 200 ppm y son indicadores de contaminación
orgánica, también se ha encontrado que estan muy relacionados a la fertilización irracional con urea.
Considerando las sales en general el agua posee sales beneficiosas y sales perjudiciales. Dentro de
las beneficiosas o neutras se encuentra el cloruro de sodio, carbonatos y bicarbonatos de calcio(Ca),
sodio(Na) y magnesio (Mg) y las perjudiciales son los sulfatos de Ca, Na y Mg, siendo este ultimo el
más perjudicial.
Las experiencias regionales definen como agua engordadora a aquella que permite que los
animales que la consumen engorden de acuerdo al tipo de alimento que estén recibiendo y agua no
engordadora, aquella que a pesar del alimento de calidad que reciban no se observan avances
productivos importantes, o los animales decaen en su apariencia general.
También se dan las circunstancias de encontrar establecimientos donde los animales estan
mejor durante los meses de invierno cuando reciben forrajes diferidos, por lo general de peor calidad
que los que reciben en verano y donde a pesar de esta mejor oferta nutricional la apariencia y
ganancia diaria son deficitarias.
La primera condición de agua engordadora está dada simplemente por la concentración de
sales totales y estas oscilan entre 2 y 4 g de sales totales por litro de agua(ST/l) con marcado
predominio de cloruro de Na. La ganancia diaria de peso se logra a través de la deposición de
proteínas, lípidos, minerales y agua, por lo que un bajo aporte de agua y sales minerales disminuirá
el incremento diario.
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Suplementación mineral
Así como la calidad del agua de bebida afecta el consumo de materia seca del alimento,
también afecta el consumo de suplementos minerales formulados como mezclas de sales, pero más
significativamente en la absorción y utilización de minerales presentes en la dieta. El caso más
estudiado es el que se relaciona a los sulfatos (de Ca, Mg y Na) con la absorción de Cu a nivel
intestinal.
Los sulfatos, orgánicos e inorgánicos son reducidos en el rúmen a sulfuro, elemento muy
reactivo que se asocia a metales bivalentes como el Cu y Zn y que en presencia de molibdeno(Mo)
forman thiomolibdato de Cu que es insoluble e impide la absorción de Cu a nivel intestinal. Se han
observado interferencias similares con el Zn.
El Mg, de sabor amargo al agua de bebida, sin embargo muchas veces es el responsable de
que no se produzcan deficiencias de este mineral por lo aportado en el agua.
El Sodio es abundante en los granos, pero por lo general es deficiente en los pastos donde
hay abundante cantidad de potasio (K). El Na aportado por el agua ayuda a corregir esta situación.
El Ca es muy abundante en las pasturas, pero deficiente en los granos, el agua puede ayudar
a corregir estos desbalances en animales poco exigentes en Ca.
Como puede apreciarse a través de estos pocos ejemplos las interacciones entre minerales –
sistema productivo – agua de bebida son casi infinitas generando una serie de malas experiencias
con respecto al uso de suplementos orales de formulaciones genéricas. Por lo tanto hay una serie de
recomendaciones con respecto a cómo planificar la suplementación mineral más apropiada.
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Conocer el:
1- Tipo y calidad de alimentos principales y suplementarios
2- Calidad del agua de bebida
3- Tipo de producción bovina y nivel de producción esperada
4- Planificar la suplementación más apropiada
1- La composición mineral de los forrajes depende entre otros de las características del suelo,
2- concentración de Mg, mientras que las estivales por lo general tienen suficiente. Los granos en
general son bajos en Ca y K y abundantes en P, Mg, Na siendo moderados en Zn, Cu y Se. De
acuerdo a los niveles que participen en la dieta debe tenerse en cuenta los aportes que cada uno
de ellos realice en relación al sistema productivo para así determinar posibles excesos o
deficiencias.
3- La calidad del agua de bebida por arriba de 6 g de sales totales por litro no permite una
suplementación oral apropiada de mezclas minerales de consumo voluntario. El agua con niveles
de sulfatos de alrededor de 1 g / litro requieren suplementación con Cu independiente del sistema
productivo que se trate. La cantidad de sal (cloruro de Na) presente en la mezcla mineral debe
estar de acuerdo a la salinidad del agua de bebida, así como regla general debe tomarse que con
agua por debajo de 2 g de ST/litro, la mezcla mineral puede tener entre el 50 y el 70 % de sal, las
que se encuentran entre 2 y 4 g de ST/ litro el cloruro de sodio debe estar entre el 30 y 50 %,
mientras las que estén entre 4 y 6 g de ST/ litro la sal no debe exceder el 20-30%. Si la salinidad
es mayor a la aquí expresada deben usarse suplementos dulces en base a melaza.
4- Sistema productivo: como regla general se define al sistema de cría como el menos sensible en
relación a la satisfacción de los requerimientos minerales, sin embargo no es así, solo que la
manifestación de deficiencias suele ser productivamente menos evidente y a mayor plazo que en
los demás sistemas. De mayor exigencia es el engorde de novillos y en la medida que se
intensifique la producción aumentan las exigencias de satisfacción de los requerimientos
minerales. La producción de leche es la más sensible y complicada para satisfacer las
necesidades de minerales y requiere la intervención de especialistas.
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minerales que pueden estar en deficiencia. Sobre esta base determinar si es necesario el aporte
de complejos minerales o de alguno en particular. Si son complejos, lo ideal es la suplementación
oral de consumo voluntario en la forma de harinas y que, excepto para tambo los animales deben
tener a disposición todo el año. Si se requiere la corrección unitaria, tal vez la mejor forma es la
inyectable, que permite una mejor dosificación, sin embargo debe establecerse la época más
apropiada para realizarla.
En resumen, las deficiencias minerales pueden producir pérdidas subclínicas de producción a
través de disminución de la capacidad reproductiva de los rodeos, aumento de prevalencia de
enfermedades infecciosas y crecimiento o desarrollo de animales de carne y leche. Para identificar
los minerales que pueden estar en deficiencia hay que comenzar con determinar el posible consumo
de los mismos a través de la evaluación de la dieta y del agua de bebida y por último sobre estas
bases, definir el sistema de suplementación que sea más efectivo desde el punto de vista productivo
y de costo.
PROBLEMAS SANITARIOS
La intensificación de la producción de carne modifica la condición sanitaria de los rodeos desde
diversos puntos de vista, que son necesarios conocer para plantear las estrategias de control más
apropiadas.
3- energéticos. Las alteraciones sanitarias más importantes de estos cambios es la acidosis ruminal
por alta proporción de granos en la ración de animales no adaptados. También suele observarse
intoxicación por urea cuando se requiere la suplementación con esta fuente de nitrógeno. La
difusión del uso de silo de planta entera de maíz para la alimentación de animales en engorde ha
generado una serie de problemas sanitarios por efecto de la mala elaboración y conservación de
los mismos, siendo en este caso la aparición de listeriosis el problema más serio.
4- Provisión de animales de zonas alejadas, este punto tiene mucha importancia porque la mayor
demanda de animales hace que éstos deban comprarse de zonas muy alejadas a las nuestras y
de las que por lo general carecemos de información con respecto a los problemas sanitarios más
comunes. Los casos más notorios observados por este motivo es la manifestación clínica de
enfermedades producidos por hemoparasitos que no son endémicos de esta zona pero que
infectan a los animales transportados y que se manifiesta posteriormente debido a la
intensificación del sistema productivo. La mayor cantidad de casos de este tipo se ha observado
con anaplasmosis en terneros provenientes de la zona del litoral. Un problema de parásitos
gastrointestinales que está asociado a esta situación es la ostertagiasis, que dadas las
condiciones climáticas de la zona semiárida normalmente no es un problema, pero los animales
de invernada provenientes de zonas más húmedas y templadas pueden acarrear la infestación
parasitaria inhibida que se manifiesta tiempo después en los establecimientos intensivos. Estas
situaciones planteadas se suman a las que normalmente podríamos encontrar en nuestros
sistemas productivos de baja intensificación y el mayor éxito en el control de estas enfermedades
es a través de la prevención. Es necesario el correcto diagnostico del problema de salud, la
elección apropiada de los inmunógenos, su correcta administración y la aplicación de medidas de
manejo de la hacienda para evitar la introducción de enfermedades que afectan seriamente la
producción.
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FUENTE: Medicina Interna y cirugia del bovino, de Dirksen, Grunder y Stober (ISBN
95055552882)
Introducción
El agua no sólo es buena para calmar la sed o refrescarse cuando hace calor, en la
producción animal desde la más deficiente a la más eficiente el agua es un alimento y como
cualquier otro forraje debe tratarse.
Es el elemento más vital de todos los conocidos hasta el momento, constituye la mayor
parte del peso de los vegetales y animales y en ella se desarrollan infinidad de procesos
indispensables para la vida.
Su abundancia, incluso en zonas áridas o semiáridas hace que pocas veces le prestemos la
atención necesaria tanto desde el punto de vista de su uso como de su conservación.
El agua no puede soportar su propio peso por lo que debe ser contenida en un envase y por
ser excelente solvente toma algunas de las características del mismo. De aquí puede deducirse
que la calidad del receptáculo define la calidad del agua. En el caso de aguas subterráneas su
composición variará de acuerdo a las características del suelo y subsuelo, la que a su vez puede
modificarse cuando se la almacena en tanques o represas, agregando o quitando elementos.
La forma de expresar los valores encontrados en el agua puede ser como partes por millón
(ppm), en gramos por litros de agua (g/l), en miligramos por litro de agua, (mg/l) y
miliequivalentes.
Dadas las características de los sistemas productivos imperantes en nuestro país y los
alimentos asociados podemos decir que para cada uno de ellos debiera haber una calidad de
agua óptima, sin embargo no hay suficientes trabajos que nos permitan hacer estas diferencias.
Como ejemplos de observaciones regionales, el agua de bebida con salinidad media a alta
(4 y 6 g. /litro de sales totales) pueden ser muy buenas cuando se trata de rodeos de cría bovina
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de carne que pastorean en invierno forrajes diferidos de baja calidad, sin embargo esta misma
composición puede ser excesiva en el verano consumiendo forrajes frescos y de buena calidad.
Estos mismos niveles son excesivos para cualquier momento de un proceso de invernada y de
tambo. Las aguas que por lo general consideramos muy buenas son las que poseen muy baja
salinidad (menos de 1 g. /litro de sales totales), sin embargo son absolutamente deficientes en los
aportes de sales que los animales requieran y se hace necesaria la suplementación
complementaria con mezclas minerales, tanto por el Cl, Na, como por el Mg, que por lo general
son bajos en los alimentos sólidos.
Las interacciones animal – alimento – agua, son muy difíciles de interpretar y evaluar y son
las responsables de las variaciones observadas en diferentes circunstancias. Por estos motivos
este trabajo intenta dar conceptos generales y demostrar la dinámica de los componentes
nutricionales para que se considere al agua de bebida como un componente importante dentro del
sistema productivo bovino.
Consumo de Agua
El consumo de agua por el animal está influenciado por muchos factores externos e internos
que por lo general son muy difíciles de controlar. Numerosos estudios indican que podría hacerse
una buena aproximación si consideramos que un animal adulto puede consumir aproximadamente
el 8 al 10% de su peso en agua: un novillo de 400 Kg. podrá ingerir 40 litros por día.
El factor más conocido de todos es la temperatura ambiente, en verano siempre hay un mayor
consumo pero también hay mayor evaporación en represas o estanques lo que debe tenerse muy
en cuenta al considerar los requerimientos de reserva.
Otra variable de mucha importancia es el tipo de alimentación que reciben los animales. Como
regla general todos los forrajes secos y/o concentrados demandan mayor cantidad de agua, que
los forrajes verdes. En amplias zonas de la región semiárida y árida la distancia a las aguadas
puede ser un factor muy importante a tener en cuenta. Es común observar que el encierre de
bovinos se hace mediante el "cierre" de la aguada ya que los animales "bajan" a la misma cada 2,
3 o más días. En estos casos el consumo puntual de agua es mucho más elevado que si se
produce en 1 o 2 tomas diarias, pero en el mismo período el consumo total es equivalente, es
decir no consumen ni menos ni más agua.
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El estado fisiológico de los animales también incide. Una vaca en lactación consume más
líquido que una vaca seca pero las diferencias son bastante chicas como para que sean
consideradas en explotaciones extensivas donde el acceso a las aguadas es a voluntad.
A este respecto trabajos realizados en la E.E.A San Luis muestran una marcada diferencia
de consumo de agua y de forrajes debido a la calidad de ambos componentes de la dieta.
Cuando se trabajó con agua de cinco niveles salinos diferentes con heno de alfalfa, se
encontró el mayor consumo de alfalfa se da con 2,5 g de ST/l, mientras que el mayor consumo de
agua se obtuvo con 4,5 g de ST/l.
Este grupo de sales es complejo y está dado por la suma de todos los compuestos solubles
del agua. Se determina mediante la evaporación de la misma, pesando el residuo. En variadas
publicaciones este componente puede ser expresado como Residuo Mineral, Sólidos Totales o
Salinidad Total.
La variedad de sales que pueden estar presentes en el agua de pozo es muy amplia, pero
muchas de ellas por su baja concentración o por que no se les conoce efectos adversos, no se
tienen en cuenta para definir su calidad. Las más comunes son Sulfatos, Cloruros, Carbonatos y
Bicarbonatos.
Sulfatos (SO4):
Es la sal que tiene más efecto adverso sobre la calidad del agua, debido a la combinación
en la que generalmente se encuentra, como sulfato de magnesio (Mg) o de sodio (Na). Los
sulfatos, independientemente de su composición, otorgan al agua propiedades purgantes y
también el característico sabor amargo que para animales no adaptados puede ser una restricción
seria.
Esta comprobado que con niveles relativamente bajos (aproximadamente 0,5 g/l de agua) se
producen interferencias con la absorción de cobre (Cu) y tal vez también con el calcio (Ca),
magnesio (Mg) y fósforo (P).
Para animales adaptados, el valor máximo tolerable de sulfatos es de 4 g/l pero el sulfato de
Na hasta 1 g/L favorece la digestión de celulosa y un mayor consumo de alimentos.
Cloruros (Cl):
Los cloruros en agua son generalmente de Na, Mg, Ca y potasio (K), siendo más
abundantes en aguas profundas, aunque es poco frecuente encontrar niveles por encima de 2 o 3
g/l. El cloruro de Na es una sal beneficiosa, le da al agua el sabor salado y se definen como
"engordadoras" cuando se encuentran en niveles de aproximadamente 2 g/L, siempre y cuando
los sulfatos no estén en exceso. Los cloruros de Ca y de Mg le dan gusto amargo y diarrea.
Aparte del análisis de las sales en conjunto hay una serie de elementos que se analizan por
separado y que de acuerdo a sus niveles ayudan a definir la calidad. Como hemos vistos las sales
están formadas por Ca, Mg, K y Na.
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Sodio (Na):
Con respecto al Na hemos visto que forma la sal más beneficiosa y más común, el cloruro
de Na (sal común) y a no ser que se encuentre en muy alta concentración (más de 15 g/l) no
produce efectos negativos.
Potasio (K):
El K se encuentra en muy pequeña cantidad a no ser que el agua fluya por sedimentos de
nitrato de potasa (fertilizante de origen natural) en cuyo caso el agua es muy tóxica por el nitrato y
el exceso de K.
Calcio (Ca):
Para Ca no se han dado límites de toxicidad, aunque como se vio antes le otorga dureza al
agua.
Magnesio (Mg):
El Mg, tan necesario en la alimentación del ganado bovino en muchos pozos se encuentra
en exceso, combinado con el sulfato otorgando al agua alta carga de sales totales y el sabor
amargo característico. Se consideran límites máximos: para vacas lecheras de 0,25 g/l, para
terneros destetados 0,4 g/l y vacunos adultos 0,5 g/l.
El Arsénico y el flúor por si mismos pueden definir la inaptitud del agua para ser consumida.
Son elementos altamente tóxicos para animales y el hombre, por lo que independientemente de la
composición salina del agua de bebida, altos niveles de uno u otro limitan su consumo.
Arsénico (As):
Otro elemento importante a considerar es el Arsénico (As), que forma sales muy solubles en
agua y que frecuentemente se debe a contaminación con pesticidas o desechos industriales.
Puede estar presente en aguas subterráneas por contaminación natural.
Según distintas fuentes los niveles de tolerancia son de 0,05 ppm para consumo humano y 0,2
ppm para consumo animal.
Flúor (F):
El Flúor (F) es un contaminante muy serio en algunas partes del país. Su presencia natural
se relaciona con la presencia de un tipo de ceniza volcánica con altos niveles de este mineral.
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Otros metales:
La presencia de hierro (Fe), Manganeso (Mn), plomo (Pb) y otros es muy poco frecuente a
no ser que los pozos se encuentren en proximidad de yacimientos minerales de donde pueden
recibir una seria contaminación, pero en estos casos más que en ningún otro se requiere un buen
análisis de agua por la posibilidad de consumo humano.
Otros parámetros:
El pH del agua de bebida puede variar de 6 a 8 y se sabe que las ligeramente alcalinas (pH
7 a 7,3) son las mejores. Las que excedan aquellos límites hacia abajo (pH menos de 5) o hacia
arriba (pH más de 8) tienen efectos corrosivos sobre instalaciones y posibles efectos adversos en
la digestión ruminal.
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En el afán de facilitar la interpretación de los análisis de agua para consumo animal, sin
descartar otras tablas publicadas con anterioridad se presenta el siguiente procedimiento para
evaluar la calidad del agua a través de las relaciones entre sales beneficiosas y sales
perjudiciales (Sulfatos) (SB: SP) a partir de sales totales del agua.
Como se ha visto muchos son los componentes que pueden definir la calidad del agua pero
en forma resumida puede decirse que el balance entre sales beneficiosas y perjudiciales, aparte
del contenido total de sales definen concretamente la posibilidad de su uso y las consideraciones
que cada una de ellas merece.
Método
Datos que debemos tener: Sales totales = Residuo seco g/l y Sulfatos g/l (SO4=).
La diferencia entre ambos indica con mucha aproximación las sales beneficiosas.
INTERPRETACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN
MUY BUENA: a no ser que en la zona exista alguna deficiencia específica de cobre, magnesio o
fósforo no requieren suplementación, si así fuera, la mezcla mineral: sal (50:50) u otra mezcla
comercial es lo apropiado.
BUENA: la relación 1:0 por la cantidad de sales totales es deficiente, por lo que requiere
suplementación con minerales, en el caso de vacas de cría, la mezcla debiera tener mezcla
mineral: sal (50:50) o mezclas comerciales con aproximadamente 50% de sal común. Las otras
relaciones tienen nivel alto de sales totales, puede producir algún problema de diarrea en
animales no adaptados, tiene predominio de sales beneficiosas, si se requiere la suplementación
mineral la mezcla con sal común no debe exceder el 30%. Sería recomendable en la relación 3:1,
la inoculación de Cu.
REGULAR: la composición de aguas regulares es muy variable, aquellas que tengan bajos
niveles de sales totales pero con predominio de sulfatos requieren suplementación con cobre. Las
que poseen altos niveles de sales beneficiosas pueden presentar trastornos gastrointestinales,
pero es factible que los animales se adapten. Cualquier mezcla mineral que se use debe tener
una baja proporción de sal (30% o menos). En estas condiciones es poco efectiva la
suplementación oral.
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MALA: no es aconsejable su uso, sobre todo aquellas con predominio de sulfatos. La producción
se ve seriamente comprometida, es necesario el acostumbramiento de los animales, sino puede
inducir intoxicaciones y muerte.
NO APTA: está fuera de toda consideración, se restringe su consumo y afecta severamente la
producción.
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Bibliografía
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Sur. 1° Edic. 1979.
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The Nutrient Requirements of Ruminat Livestock. Technical Review by an Agricultural Research Council
Working Party Commonwealth Agricultural Bureaux. London.England. 1980. pag. 296 en adelante
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La calidad del agua se determina por análisis de muestras de agua. Un análisis bacteriano
indica si el agua contiene microorganismos, tales como bacteria, las que pueden ser peligrosas. Un
análisis químico determina los niveles de varios minerales presentes en el agua.
Este trabajo resalta los niveles recomendados y los problemas potenciales encontrados
durante un análisis de agua. La Tabla 1 resume los lineamientos de calidad de agua establecidos por
la Task Force Canadiense de 1987 en Calidad de Agua.
causar precipitación de algunos agentes antibacterianos distribuidos por el sistema de agua. Por
ejemplo, las sulfonamidas son una preocupación particular, ya que al precipitar la medicación puede
“colarse” de regreso en el agua luego que el tratamiento terminó, contribuyendo a potenciales
residuos de sulfa en las carcasas.
Iones Mayores
Calcio 1,000.0
Nitrato y Nitrito 100.0
Nitrito solamente 10.0
Sulfato 1,000.0
TDS 3,000.0
Aluminio 5.0
Arsénico 0.5*
Berilio 0.1**
Boro 5.0
Cadmio 0.02
Cromo 1.0
Cobalto 1.0
Cobre (porcinos) 5.0
Fluoruro 2.0***
Hierro no hay indicación
Plomo 0.1
Manganeso no hay indicación
Mercurio Mercurio 0.003
Molibdeno 0.5
Níquel 1.0
Selenio 0.05
Uranio 0.2
22
Vanadio 0.1
Zinc 50.0
Fuente: Task Force para Indicaciones en Calidad de Aguas, 1987
* 5.0 si no está agregado al alimento
** Indicación tentativa
*** 1.0 Si el fluoruro está presente en el alimento
1,000 - 2,999: Satisfactoria para todas las clases de ganado. El agua puede causar temporariamente
una diarrea leve en el ganado no acostumbrado, pero no debería afectar ni la salud ni el rendimiento.
Los niveles individuales de minerales deben ser checados.
3,000 - 4,999: Satisfactoria para el ganado, aunque puede causar temporaria diarrea y rechazo al
principio en no los animales no acostumbrados.
5,000 - 6,999: Razonablemente segura para el ganado de carne y leche, ovejas, cerdos y caballos.
Evitar utilizar aguas con niveles más altos para animales preñados o en lactancia.
7,000 - 10,000: Probablemente inadecuada para cerdos. Puede existir un riesgo considerable en el
uso de esta agua para vacas preñadas o en lactancia, caballos, ovejas, los jóvenes de estas
especies, o para cualquier animal sujeto a alto stress por calor o pérdida de agua. En general, el uso
de esta agua debe ser evitado, aunque los rumiantes mayores, los caballos y aún los porcinos
pueden subsistir con ella por largos períodos bajo condiciones bajas de stress.
Más de 10,000: Los riesgos con estas aguas altamente salinas son tan grandes que no pueden
recomendarse para su uso bajo ninguna circunstancia.
Si el TDS está entre 7,000 y 10,000 mg/L, serios problemas de salud pueden desarrollarse, y
puede ocurrir un rechazo al agua por parte del ganado. Aguas con un TDS sobre 10,000 mg/L no
deberían ser utilizadas para consumo animal.
La mayor parte de los nitratos en el agua vienen de material orgánico y escapa de los campos
demasiado fertilizados. Ha sido hallado que los nitratos se mueven a través de los suelos húmedos, a
un índice de más de un metro por día. Pueden rápidamente contaminar pozos superficiales,
especialmente aquellos localizados dentro o cerca de corrales para ganado abandonados.
Los nitratos se reportan como nitratos y combinado de nitritos-Nitrógeno, debido a que el nitrito
es inestable y se convierte a nitrato antes que el análisis esté hecho. El agua que contenga más de
100 mg/L de nitratos, o 23 mg NO3-NO2-N/L, es potencialmente peligroso. Los nitratos altos en el
alimento pueden contribuir a la toxicidad si el aporte en el agua es también alto.
Los cerdos son muy resistentes al envenenamiento por nitrato, y los niveles por debajo de lo que
normalmente se encuentra son necesarios antes que la ganancia diaria promedio disminuya (niveles
de nitrato mayores que 750 mg/L).
deficiencia de Cloro. La sal debe ser reducida en las dietas porcinas si el Sodio en el agua excede
los 400 mg/L.
Dependiendo de los niveles de alcalinidad, los niveles de sulfato de 1,000 a 1,500 mg/L pueden
causar diarrea crónica en cerdos recién destetados. Niveles de sulfato mayores que 2,000 mg/L
pueden causar diarrea y una reducción en la producción de leche de las vacas. Los altos niveles de
sulfato pueden también contribuir a deficiencias de Cobre en el ganado de carne y leche.
Microbiología
El agua puede contener una variedad de microorganismos, incluyendo bacterias, virus, protozoos y
huevos de parásitos. Un conteo de bacteria coliforme por sobre 1/100 ml puede causar diarrea en
terneros. Un conteo por sobre 20/100 ml puede resultar en diarrea en vacas y vacas en ayuno. La
cloración del agua removerá la bacteria peligrosa y otros microorganismos. Los protozoos y los
enterovirus son más resistentes a la cloración que las bacterias.
Preparado por Karen Dupchak. Nutricionista de Animales Rama de Industria Animal. Manitoba Agriculture and
Food 204 - 545 Universidad Crescent. Winnipeg, Manitoba – Canadá. R3T 5S6