La Confirmacion
La Confirmacion
La Confirmacion
Colección Liturgia 6
I. PRESENTACIÓN
La confirmación es la
reafirmación de la fe
recibida en el bautismo.
Hay en el libro de los
Hechos dos textos en que
el don del Espíritu aparece
separado del bautismo.
Los samaritanos,
bautizados en el nombre
del Señor Jesús, aún no
habían recibido el Espíritu
que reciben ahora por
manos de Pedro y Juan
(He 8, 14-17). Y los de
Efeso sólo habían recibido
el bautismo de Juan Bautista; Pablo los bautiza y luego les
impone las manos y reciben el Espíritu Santo (He 19, 1-6).
Las primeras fórmulas bautismales fueron cristológicas
(“en el nombre del Señor Jesús”); luego se usan las
trinitarias (“en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo”). En los textos citados de los Hechos más que de
ceremonias de bautismo y confirmación diferenciadas,
pareciera que se trata de dos formas de bautismo: una
ordinaria en el contexto de la primera comunidad,
acompañada por la efusión del Espíritu (bautismos el día
de Pentecostés) y otra extraordinaria en un contexto
misionero y que necesita ser ratificada para la plena
incorporación a la comunidad y la recepción del Espíritu. Y
esto se hace con la imposición de manos de los apóstoles.
1
En el libro de los Hechos la comunicación del Espíritu a los
creyentes se realiza a veces antes, otras durante o
también después del bautismo. Pero no se observa un rito
especial que pudiéramos identificar con la donación del
Espíritu además del bautismo. Sí hay un gesto posterior de
imposición de manos que no tiene un sentido de
confirmación sino de integración a la comunión de la
Iglesia.
2
II. HISTORIA DE LA CONFIRMACIÓN
3
aparecen en conexión con el bautismo la imposición de
manos, la unción (con óleo perfumado y consagrado antes
por el obispo) y la signación. La unción tenía particular
importancia porque a Jesús se le presenta como “ungido”
(eso significa en griego “Cristo” y en hebreo “Mesías”) por
el Espíritu Santo (Lc 4, 18; He 10, 38). Así siguió la
ceremonia del bautismo con unos ritos postbautismales
hasta el s. V, pero sin que existiera un sacramento
independiente como la confirmación. Estos ritos los
administraba el obispo.
4
separada del bautismo y no tuvo relevancia. En 1910 el
papa Pío X urgió que se diera la comunión a los pequeños
en torno a los 7 años. Y en muchos sitios se comenzó a
diferir la confirmación para después de la primera
comunión y se convirtió en el punto final del proceso de
iniciación. Así se invirtió el proceso de los sacramentos de
iniciación cristiana en que la culminación era la eucaristía.
5
III. TEOLOGÍA DEL SACRAMENTO
6
La confirmación perfecciona la vida bautismal, el
crecimiento de la vida en
Cristo. Este aspecto se
cumple en la confirmación
porque en ella el bautizado
de pequeño puede ratificar
consciente y personalmente
los compromisos asumidos
por medio de sus padres y
padrinos. La confirmación
“es la donación del Espíritu
Santo, por la que los fieles se
c o n f i g u r a n m á s
perfectamente con Cristo y
se fortalecen con su poder”
(Ritual, 2). Este
perfeccionamiento se manifiesta en la unión más plena con
Cristo, aceptando su mensaje y su vida y además en la
comunión con la Iglesia y su misión en el mundo.
7
del Espíritu de Cristo ya recibido en el bautismo y más
plenamente en la unción de la confirmación.
8
que marca al cristiano como portador del Espíritu creador.
Por eso decimos que la confirmación imprime “carácter”,
caracteriza al cristiano como el animado por el don del
Espíritu de Dios.
9
Pentecostés, para expresar la comunión con la Iglesia
madre de Jerusalén. Y el obispo como pastor de la Iglesia
es el ministro de este sacramento y con la imposición de
manos expresa la integración de los confirmandos a la
Iglesia local como en un nuevo Pentecostés. El don del
Espíritu hará que se edifique la Iglesia en unidad dentro de
la diversidad de carismas y ministerios y a la vez que
cumpla su misión evangelizadora y testimonial en el
mundo.
11
( En el fondo se trata de dos teologías diferentes: una que
ve la confirmación dentro del “proceso de iniciación” y la
otra que la ve “como sacramento de la madurez y el
compromiso” y que lo celebra como una especie de
graduación, como el final de una educación religiosa .
Sin embargo todos los sacramentos celebran la
presencia de Dios que dará sus frutos. Los últimos
documentos de la Santa Sede (Ritual de la Confirmación
1971 y Canon 891) avalan la postura primera, pero han
dejado la decisión última a las Conferencias
Episcopales.
b) Preparación a la confirmación:
12
( Una formación en los
aspectos claves de la fe
cristiana, concretada en el
Credo.
( Una exposición amplia y
vivencial sobre los
sacramentos de iniciación
cristiana (bautismo,
confirmación y eucaristía),
desarrollando la mutua
conexión entre ellos y
profundizando la función del
Espíritu en la vida cristiana y el sentido de los ritos de la
confirmación.
( Iniciación a la oración como expresión fundamental de
la fe y a las celebraciones litúrgicas de la comunidad.
Aunque ya estén bautizados, se pueden poner en
práctica algunos ritos previstos en el “Ritual de la
iniciación cristiana de adultos”.
( Encuentros con los padres, padrinos, relación con la
comunidad y grupos comunitarios.
( La preparación puede culminar con un retiro espiritual
que les permita reconciliarse con el Señor y con su
Iglesia (Confesión), recordar temas y preparar los ritos
de la celebración y reproducir la preparación de los
apóstoles para el día de Pentecostés.
( En toda la temática desarrollar una metodología
dinámica y apropiada a la edad de los confirmandos.
13
pretende ir integrando a estos jóvenes en la vida
comunitaria. Algunos ritos habrá que hacerlos con los que
no están bautizados, pero en el conjunto pueden participar
todos. Este proceso tiene cuatro etapas:
14
de profundización y perseverancia en su vida cristiana.
Esta etapa se puede desarrollar en el tiempo pascual.
( Es importante guardar el sentido de los tiempos
litúrgicos. Por eso no es muy adecuado celebrar la
confirmación en Adviento o Cuaresma. Lo propio es
celebrarla los domingos o Solemnidades especiales o
los sábados por la tarde.
c) Ministro de la confirmación:
15
Todo el pueblo de Dios colabora en la confirmación con la
preparación de los confirmandos y con su testimonio de
vida. Pero esta colaboración se exige sobre todo a los
padres y padrinos. Los padres deben preocuparse por la
iniciación de sus hijos a la vida sacramental en los
sacramentos de iniciación cristiana, desarrollar en ellos un
sentido de fe y darles ejemplo de vida cristiana, familiar y
social. Y también deben participar activamente en la
preparación de sus hijos a la confirmación (jornadas,
encuentros...) y en la celebración del sacramento.
16
bautismo, confirmación y eucaristía;
( no estar impedido por el derecho de ejercer la función
de padrino (ib. 6).
17
a) Estructura de la celebración:
18
( El obispo: Cristo es el único jefe y cabeza de la Iglesia.
Su presencia espiritual se hizo visible en la Iglesia por
medio de los apóstoles a los que encomendó la misión
de enseñar, apacentar y santificar. Los obispos son los
sucesores de los apóstoles y, unidos al Papa, “son el
principio y fundamento visible de la unidad en su iglesia
particular (diócesis)” (LG 20). La presidencia del
obispo en el rito de la confirmación no es para darle
solemnidad y menos aún para expresar un poder o
grado jerárquico. Es más bien la expresión de la unidad
de la Iglesia.
19
“crisma” viene de “Cristo”
que es el ungido por el
Espíritu Santo (Lc 4, 18)
para realizar su misión. El
crisma debe usarse en
abundancia para que se
perciba su olor. El obispo
coloca la mano sobre la
cabeza del candidato, traza
en su frente la señal de la
cruz con el dedo pulgar
impregnado de crisma y
dice la fórmula: “N., recibe
por esta señal el don del
Espíritu Santo”. Y le saluda
con el gesto de la paz. Esta unción significa que
recibimos el Espíritu como un don indeleble que nos
marca como con un sello. Dios “nos ungió y nos marcó
con su sello y nos dio en garantía el Espíritu en nuestros
corazones” (2 Cor 1, 21-22).
20
Nota: La Misa se celebra con vestiduras blancas o rojas.
Los textos de las lecturas se pueden tomar del domingo o
Solemnidad correspondiente o de la Misa de confirmación.
No es práctico que sea muy numeroso el número de
confirmandos. En el rito de entrada pueden acompañar en
procesión solemne: el turiferario, la cruz con los ciriales,
los lectores (uno con el Evangeliario o Leccionario) y el
salmista; los confirmandos, acólitos y celebrantes.
Ritos iniciales
I/ LITURGIA DE LA PALABRA
a) Lecturas
Primera Lectura: Is. 61, 1-3ª. 6ª. 8b-9.
Salmo Responsorial: Sal 103, 1ab y 24. 27-28. 30-31, con
el estribillo:
“Envías tu Espíritu, Señor, y renuevas la faz de la tierra”.
Segunda Lectura: He 8, 1. 4. 14-17
Aleluya. Verso:
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí,
y también ustedes darán testimonio.
Evangelio: Juan 14, 23-26
b) Presentación de los confirmandos
21
(Después del Evangelio el obispo se sienta y el párroco o un
catequista presenta a los confirmandos según las
costumbres del lugar. Si no son muchos, cada uno es
llamado por su nombre y sube al presbiterio; si los
confirmandos son niños, los acompaña uno de los padrinos
o de los padres. Después de presentar a los candidatos y
decir sus nombres (si es el caso), el responsable termina):
II/. LITURGIA DE LA
CONFIRMACIÓN
23
T/. Sí, creo.
b) Imposición de manos
24
usaban los apóstoles, va a imponer sus manos sobre ellos
pidiendo al Espíritu Santo que los consagre como piedras
vivas de la Iglesia. Unámonos a su plegaria y oremos en
silencio al Señor.
Todos: Amén.
25
con la cruz gloriosa de Cristo para significar que son
propiedad del Señor. Los ungirá con óleo perfumado. Ser
cristiano es lo mismo que ser Cristo, ser mesías, ser ungido
y comporta la misma misión del Señor: dar testimonio de
la verdad y ser fermento de santidad en el mundo por el
buen olor de las buenas obras.
(Los confirmandos se van acercando al obispo en el
presbiterio o ante el altar o bien el obispo pasa ante cada
uno de ellos. El padrino o madrina coloca su mano derecha
sobre el hombro de su ahijado y dice el nombre de él o bien
el mismo confirmando dice su nombre; también lo puede
llevar escrito en un papel en el pecho. El obispo al ungirlos
dice):
Obispo: N . ,
RECI
B E
P O R
E S TA
SEÑA
L EL
DON
DEL ESPÍRITU SANTO.
Confirmando: AMÉN.
Obispo: LA PAZ SEA CONTIGO.
Confirmando: Y CON TU ESPÍRITU.
26
Obispo: Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, y
ya que es una misma la fe, la esperanza y el amor que el
Espíritu Santo ha infundido en todos nosotros, que nuestra
oración sea también unánime ante la presencia de nuestro
Padre común.
(Es oportuno que las peticiones las haga alguno de los
confirmados. Hay otros formularios)
(Por los confirmados, para que el sacramento que hemos
recibido sea en nosotros fuente de santidad, roguemos
al Señor.
Todos: Te lo pedimos, Señor (u otra respuesta; se
puede cantar).
(Por nuestros padres, padrinos y catequistas, para que nos
sirvan de ejemplo, consejo y aliento en nuestra vida
cristiana, roguemos al Señor.
(Por nuestra parroquia (o comunidad N.) para que el
Espíritu Santo sea realmente su corazón, su fuerza y su
guía, roguemos al Señor.
(Por la Iglesia extendida por toda la tierra, para que el
Espíritu Santo sea en ella lazo de unión y de caridad, y
así pueda ofrecer al mundo la luz y el testimonio de
Cristo, roguemos al Señor.
(Por el mundo entero, para que el Espíritu Santo mueva los
corazones de los hombres que no lo conocen y aliente a
los que quieren actuar en la vida con buena voluntad,
roguemos al Señor.
(Por todos los hombres que viven bajo el poder del pecado,
para que el Espíritu Santo les haga comprender sus
errores y se conviertan y vuelvan al buen camino,
roguemos al Señor.
27
fuera transmitido a todos los fieles, atiende nuestras
súplicas y concédenos que lo que tu amor realizó en los
comienzos de la Iglesia se realice también hoy en el
corazón de los creyentes. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
28
congregándolos en la unidad, los conduzca a los gozos del
reino eterno.
Todos: Amén.
Obispo: Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y
Espíritu Santo descienda sobre ustedes y los acompañe
siempre.
Todos: Amén.
Diácono (u obispo): Pueden ir en paz.
Todos: Amén.
Nota: En algunos lugares es costumbre entregar una cruz
como recuerdo de la Confirmación. El obispo bendice
ahora las cruces y las coloca a cada confirmado. Si son
muchos, las entrega a los catequistas para que las
distribuyan).
V I I . VOCABU
LARIO DE L A
29
CONFIRMACIÓN
30
SANTOS OLEOS: Aceite
que consagra el obispo
en la Misa crismal el
Jueves Santo y que se
usan en diversos
sacramentos. Son tres:
“ Ó l e o d e l o s
catecúmenos” para
antes del bautismo;
“Santo Crisma” (ver
más abajo); “Óleo de
los enfermos” para los
ancianos y enfermos de
gravedad.
31
se da en el momento de la presentación de las ofrendas
(ofertorio).
32
COLECCIÓN LITURGIA
1. La Liturgia
2. El año litúrgico
3. Los Sacramentos
4. Catecumenado de adultos
5. El Bautismo
6. La Confirmación
7. La Eucaristía
8. Los Acólitos
9. Lectores y Monitores
10. Ministerios Musicales
11. Ministros Extraordinarios de la Eucaristía
12. La Confesión
13. La Unción de los enfermos
14. El Matrimonio
15. Oración por los difuntos
OBISPADO DE CHOSICA
Calle Fray Martín de Porres s/n
Urbanización El Descanso (Huaycán)
Ate - Vitarte
Telf. 359-4141 Fax 359-4074
37
INDICE
Pág.
I.- PRESENTACIÓN 1