Wechsler. - Exposiciones de Arte Latinoamericano...
Wechsler. - Exposiciones de Arte Latinoamericano...
Wechsler. - Exposiciones de Arte Latinoamericano...
global”, en: Josu Larrañaga Altuna (ed.) Arte y política. (Argentina, Brasil, Chile
y España, 1989-2004), Madrid, UCM, colección Imagen, comunicación y poder,
2010, pp.69-93
1
Este ensayo, que forma parte de la investigación desarrollada en el marco del I+D+I (del Ministerio de Ciencias de
España) Arte y política, dirigido por Josu Larrañaga, fue presentado en una primera versión en el Seminario
Internacional Solitudes and globalization, convocado por Serge Guilbaut y realizado en la University of British
Columbia en Vancouver, marzo de 2007 bajo el título Curatorial stories, polítical stories. Una segunda versión se
presentó en el coloquio de la Universidad de Sao Paulo, Politica das artes, organizado y coordinado por Daria
Jaremchut (USP julio 2007) quien lleva a cabo la publicación de los trabajos presentados, en el volumen Arte e
política en proceso de edición.
Por otra parte, y siguiendo la línea de las representaciones nacionales en
escenarios internacionales, el circuito de las bienales, iniciado en 1895 por la
ciudad de Venecia, estableció otro mojón. Sin embargo, y en convergencia con
otros procesos como la emergencia de los museos de arte moderno, y con
ellos la consolidación de un relato canónico para éste, fundado centralmente en
las nociones de vanguardia y modernidad, las exposiciones internacionales de
arte asumen a partir de la segunda mitad del siglo XX un nuevo rol como
representación nacional o regional. Por su parte, nuevamente las bienales - la
de Sao Paulo a partir de 1951, la documenta de Kassel a partir de 1955 y hoy
día tantas otras bienales que proliferan en diferentes sitios del planeta- han
tenido un papel clave a la hora de señalar tendencias, establecer redes de
intercambio y sobre todo –y especialmente en las últimas décadas- crear un
circuito internacional –hoy diremos global-. Es posible pensar a este escenario,
con una cierta autonomía, como si asumiera una existencia paralela a la de
otros circuitos como los de las exposiciones itinerantes que se gestionan en los
museos de las diferentes metrópolis culturales. En palabras de Andrea Giunta
“el circuito global del arte –refiriéndose a las bienales y la itinerancia de ciertos
artistas y curadores en ellas- no sólo da cuenta de la recurrencia de
2
determinados lenguajes, también de ciertas temáticas.”
Junto a las bienales, otro circuito que fue consolidándose en la última década –
o un poco más- es el de las ferias de arte. En ellas las representaciones
nacionales o regionales también están presentes. Como ejemplo baste
mencionar la edición de ARCO nº 16 de 1997, dedicada a promover el Arte
Latinoamericano o la de la FIAC de París, de 1999 también dedicada
particularmente en esa edición, al arte contemporáneo de América Latina.
Sobre la edición de ARCO del 97 la prensa apuntaba frases como la siguiente:
“Lo más novedoso es, quizá, la presencia de 34 galerías
latinoamericanas, un colectivo que apuesta por deshacerse de la imagen
tópica y folclórica que han arrastrado durante años. «Inglaterra es hoy lo
que es gracias a Estados Unidos. España, si quiere ser algo en el futuro,
no se puede olvidar de Latinoamérica». La frase de Douglas Baxter la
repetía ayer Rosina Gómez Baeza. Sólo hace falta que no se olvide.” 3
2
Andrea Giunta, “Arte y globalización. Agendas, representaciones, disidencias” en: Centro de arte, nº 4, noviembre
de 2002, Madrid.
3
Sin firma, “Arco abre sus puertas como pasarela del mestizaje en arte” en: revista de El Mundo, Madrid,
Jueves 13 de Febrero de 1997.
Entre tanto, y como registro de lo que esa convocatoria habría representado,
una nota del diario porteño Clarín de 2008, referida a la edición de arco en la
que Brasil fue país invitado escribía:
”Es la segunda vez que Arco invita individualmente a un país
latinoamericano. Con ello evita englobar a varios países en la difusa
denominación "arte de Latinoamérica" que tantas críticas le valieron en
la edición 1997, dedicada al arte de la región. Luego de aquello, que
para muchos fue un considerable error, México fue invitado en 2005, lo
que le aportó a la feria la participación de 17 galerías y compras del
robusto coleccionismo de ese país.”4
4
Ana Batistozzi, “Se viene la feria de Arte de Madrid con pocos Argentinos” en: Clarín, Buenos Aires, viernes 25 de
enero de 2008
5
George Yudice, El recurso de la cultura. Los usos de la cultura en la era global, Barcelona, GEDISA,
2002
noción que, adelantemos la hipótesis, con la pretensión de homogeneizar, sólo
terminará dando cuenta de una falsa totalidad.
Entre los presupuestos que sostienen este ensayo está el considerar –en los
términos en que lo plantea Foucault y son retomados por Said6- el carácter
artificial de los discursos de la modernidad y allí el del arte moderno así como
la pretendida universalidad de su aparato conceptual y político. Ambos casos
a analizar tienen en común el hecho de que, como afirmó García Canclini,
están “relatados a distancia” ya que se trata de proyectos llevados adelante por
curadores que residen y trabajan en los Estados Unidos. Por otra parte, se
considera que la IIª post guerra aportó, junto con un nuevo proceso de
expansión del capitalismo y la modernidad, nuevos elementos discursivos para
pensar el mundo. Éstos, distribuidos desde las instituciones de reproducción
del sistema – centros de formación, universidades, espacios e instituciones
culturales, etc.- construyeron nociones como la de Latinoamérica y en el caso
que nos interesa, de arte moderno y arte latinoamericano que se inscriben
dentro de la lógica del nuevo orden mundial. Esta fuerte tendencia a la
occidentalización asume, en las últimas décadas del siglo XX en el marco de la
expansión de lo que se conoce como la lógica del capitalismo tardío un papel
clave dentro de los procesos de globalización y transnacionalización de la
cultura. Los casos a analizar exhiben algunas huellas de las formas en que
este proceso se fue consolidando en el área específica de la construcción de
una zona de conocimiento relativo a las artes visuales de Latinoamérica.
6
Cfr, Foucault, Michel La arqueología del saber, (1970) y Said, Edward Cultur and Imperialism (1993)
sobre el arte latinoamericano. Es momento de avanzar sobre la presentación y
comparación de ambos casos.
8
Cfr. por ejemplo Nuevas perspectivas desde, sobre América Latina: El desafío de los estudios culturales, Mabel
Moraña (ed.), International Institute of Ibero-American Literature – 2000 (disponible en la web)
9
Spivak, Gayatri. "Post-Structuralism, Marginality, Post-Coloniality and Value", en: Collier P., Geyer
Ryan, Helga. (eds.) Literary Theory Today. Cambridge Polity Press, pp. 219-244.
10
Cfr. Alberto Moreiras, “Restitution and Appropiation in Latinamericanism” Journal of
Interdisciplinary Literary Studies 7/1 Amsterdam, Universiteit van Ámsterdam, 1995, pp.1-43 y
“Hegemonía y subalternidad” en: Mabel Morañas (ed.) Nuevas perspectivas… ob. Cit. pp.135-148
dominación y resistencia. En esta propuesta de comienzos del milenio,
buscando evitar estos tópicos se llega a diseñar una representación de
Latinoamérica como NO LUGAR. Una noción que se presenta en palabras de
Ramírez como superadora ya que le permitirá “asumir una perspectiva crítica y
excéntrica tanto respecto de los desajustes promovidos por las vanguardias
como de los avatares resultantes de la cultura europea de nuestro tiempo.”
Como ya lo han subrayado José Emilio Burucúa y Mario Gradoczyk en su
artículo “Modelos y caprichos en la crítica del arte latinoamericano” para la
revista de artes visuales Ramona:
“si admitimos como absurdo que las artes en Latinoamérica no han
hecho sino producir objetos reales pero finalmente ajenos e
insustanciales, resistentes y opacos a cualquier movimiento o
iluminación genéricos que se desprendiesen del devenir sedicente
universal, del main stream del arte moderno, si podemos aceptar tales
extremos, no nos parece que de allí debamos extraer una conclusión tan
empíricamente infundada como la de que el arte latinoamericano
moderno ha ocurrido en un "no-lugar" o, peor aún, ha instaurado un "no
lugar" en el mundo de la producción estética”.
11
Cfr. Raymond Williams, La política del modernismo, Buenos Aires, Manantial, 1997
12
Cfr. Olivier Mongin, La condición urbana. La ciudad a la hora de la mundialización, Buenos aires,
Paidos, 2006